Se localizaba en la explanada del monte Moriá, en la ciudad de Jerusalén, donde se ubican en la actualidad la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa.
El Primer Templo fue construido por el rey Salomón para sustituir al Tabernáculo como único centro de culto para el pueblo judío. Fue saqueado por Sheshonq I en 925 a.E.C. y destruido por los babilonios durante el segundo asedio de Nabucodonosor II a Jerusalén en 587 a.E.C.
El Segundo Templo, mucho más modesto, fue completado por Zorobabel en 515 a.E.C. (durante el reinado del persa Darío I) y seguidamente consagrado. Tras las incursiones paganas de los seleúcidas, fue vuelto a consagrar por Judas Macabeo en 165 a.E.C.2 Reconstruido y ampliado por Herodes, el Templo fue a su vez destruido por las tropas romanas al mando de Tito en el año 70 E.C., cuando el Sitio de Jerusalén, durante la revuelta de los zelotes. Su principal vestigio es el Muro de las Lamentaciones, también conocido como Kotel o Muro Occidental.3
La escatología hebrea establece que el Tercer Templo de Jerusalén será reconstruido con el advenimiento del mesías del judaísmo.
Índice
El Primer Templo
alrededor del año 960 a. C. y funcionó como santuario principal de los
israelitas. Estaba situado en la explanada del monte Moriá, en la ciudad
de Jerusalén, donde se ubican hoy el Muro de los Lamentos, la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al-Aqsa.
Según la Biblia, la construcción del Templo de Salomón se realizó en el siglo X a. C., para sustituir el Tabernáculo que, desde el Éxodo y durante siglos, era utilizado como lugar de reunión y para rendirle culto a Dios. El Tabernáculo preservaba el Arca, que fue luego traída a Jerusalén por el rey David y depositada en el monte Moriá, sobre una plataforma de aproximadamente 40 por 100 metros.
El Templo propiamente dicho, según la descripción de la Biblia,
era un edificio orientado sobre un eje longitudinal en dirección
Este-Oeste. El edificio debió tener una longitud interior de
aproximadamente 27 metros, 9 metros de ancho y una altura de también
13,5 metros (60×20×30 codos). Sus dimensiones, por tanto, eran
comparables a las de una capilla, mas el culto por lo general se llevaba
a cabo desde su exterior. A ambos lados de la entrada del templo fueron
erigidas dos columnas, llamadas Jaquín y Boaz. Los
sacerdotes y el rey entraban en el Templo a través de una gran puerta
enchapada en oro, de aproximadamente 10 metros de alto y 4 de ancho.
Tras esa puerta se encontraban tres recintos.
Un vestíbulo era seguido por otros dos recintos. El primero de esos recintos era denominado Hejal
o Santo (es decir, Lugar Santo o Santuario), que era iluminado a través
de ventanas altas. La anchura y longitud de esta estancia guardaba una
proporción de 1:2, lo que significa que la planta del Hejal
estaba compuesta por un doble cuadrado. El forjado de piedra se
encontraba cubierto por un solado de madera de cedro. Las paredes y
vigas del forjado del Hejal estaban recubiertas por láminas de cedro libanés.
La tercera cámara, denominada Dvir o Kodesh Ha-Kodashím era el lugar más sagrado del Templo de Salomón. En latín se la conoce como Sancta Sactorum y en español como "Santo de los Santos". Este último recinto se encontraba a un nivel más alto que el Hejal y solo podía accederse a él subiendo una escalera. El Dvir tenía la forma de un cubo de aproximadamente 10×10×10 metros (20×20×20 codos). En su centro se encontraba el Arca de la Alianza
(gran arcón hecho de madera de acacia, cubierta con planchas de oro y
con cuatro anillas a las esquinas en las que eventualmente se ponían
varas para transportarla; dentro del Arca se preservaban las Tablas de la Ley, entregadas por Dios a Moisés, y las Tablas a su vez llevaban grabados los Diez Mandamientos, sirviendo de conexión entre Dios e Israel).4
El patio interior del Templo era rodeado por un muro formado por tres
capas de bloques de piedra cubiertas por vigas de madera de cedro. En
este patio interior podían entrar los peregrinos y las masas de fieles,
pero el Dvir o Santuario del Templo solo era accesible a los sacerdotes y el monarca de turno.
La construcción del Templo de Jerusalén fue el evento más importante del reinado de Salomón,
gracias al cual su nombre se ha recordado hasta 30 siglos después de su
muerte. Ya en la Biblia el Templo acapara la mayoría de los escritos
donde aparece el rey Salomón.
Su fama ha trascendido los tiempos y, como edificio ideal concebido por
Dios, constituye hasta hoy un importante referente y fuente de
inspiración en materia proyectual y arquitectónica.5
Tras la muerte de Salomón,
el templo sufrió profanaciones debido a invasiones extranjeras y
también a la introducción de deidades sirio-fenicias. Con todo, fue
rededicado bajo sus condiciones originales durante los reinados de Ezequías y Josías.
Implementos del Templo
Sumo sacerdote de Israel con los utensilios del Templo, entre los que destaca la menorá. Pentateuco de Ratisbona, Baviera, 1300.12
Destrucción del Primer Templo
Del Templo de Salomón solo sobrevivió un pequeño objeto de gran valor simbólico, tratáse de una granada de marfil del tamaño de un pulgar, sumamente estilizada y con inscripciones en caracteres paleohebreos: iconográficamente, las granadas (rimonim en hebreo) se presentan en las culturas de la Antigüedad como símbolos de fertilidad y esperanza,14 estando ellas ya presentes en Jaquín y Boaz, las dos columnas externas emplazadas delante del Templo de Salomón;15 la inscripción incisa en la granada de marfil
por otra parte indica claramente que se trata de un objeto
"[Perteneciente] al Templo of [Yahvé]h, consagrado a los sacerdotes".16
El Museo de Israel en 2011 retiró de la exhibición la granada, un
objeto ciertamente de la Edad de Bronce tardía, pero no así la
inscripción, que se sospecha es una falsificación reciente, aunque no
haya pruebas de la culpabilidad de quien vendió la pieza al Museo. [1]
El Segundo Templo
Reconstrucción de Zorobabel
Luego del retorno del cautiverio y con el liderazgo de Zorobabel se hicieron los arreglos necesarios para reorganizar el desolado Reino de Judáy reconstruir su Templo, desaparecido para ese entonces hacía ya siete
décadas. El grupo recién llegado constaba de 42.360 personas judías,
incluyendo niños, junto a sus 7.337 sirvientes y 200 músicos (Esdras 2:65). Había completado el largo y lúgubre retorno a casa desde las riberas del Éufrates hasta Jerusalén.
Dicha gente estaba animada por un fuerte impulso religioso y una de sus
primeras preocupaciones fue restaurar su antigua casa de adoración,
reconstruyendo el Templo y restituyendo sus rituales.
Junto con la invitación de Zorobabel, el gobernador mostró un noble gesto al contribuir con 1.000 dáricos de oro y otros tantos regalos. La gente aportó además su parte al tesoro sagrado y lo hizo con gran entusiasmo (Esdras
2). Primero se levantó y dedicó el altar de Dios en el punto exacto
donde se encontraba su predecesor. Luego se limpiaron los escombros
carbonizados que se hallaban en lo que había sido el sitio de Primer
Templo. Finalmente, en el segundo mes del segundo año (535 a.E.C.), y ante la emoción y el júbilo del público allí congregado (Libro de los Salmos
116-118), se pusieron los cimientos del Segundo Templo. Este acto tuvo
importancia para el pueblo hebreo, dando además lugar a no pocos
recuerdos (Zacarías 4:10).
De la oferta samaritana a la culminación de los trabajos
Los samaritanoshicieron una propuesta de colaboración en los trabajos. Mas Zorobabel
junto con el consejo de ancianos declinaron a la oferta ya que entendían
que Judea
debía construir el Templo sin ayuda externa. Como consecuencia de ello,
informes malintencionados fueron difundidos acerca de los judíos; de
acuerdo con Esdras 4:5, los samaritanos buscaban frustrar el propósito
de construir el Templo y enviaron mensajeros a Ecbatana y Susa, lo que ocasionó que los trabajos de reconstrucción fueran retardados y eventualmente suspendidos.
Siete años después de este episodio, Ciro el Grande, quien había permitido y ordenado la reconstrucción del Templo, murió y fue sucedido por su hijo Cambises. Luego Esmerdis ocupó el trono por cerca de siete u ocho meses. Por último ascendió Darío I (521 a.E.C.)
y, en el segundo año de su reinado, se retomaron los trabajos de
reconstrucción del Templo y hasta su finalización. Ello se desarrolló a
partir del estímulo, los consejos y las premoniciones de los profetas Hageo y Zacarías. En la primavera de 516 a.E.C., veinte años después del retorno desde el cautiverio en Mesopotamia, el Templo estaba listo para su consagración. Según el (Libro de Esdras (6:15), el Templo fue terminado por completo el tercer día del mes de Adar, en el sexto año del reinado de Darío I.
Renovación de Herodes
comenzó una masiva renovación y expansión del Templo. Éste fue
prácticamente demolido y se construyó uno nuevo en su lugar. La nueva
estructura es referida algunas veces como el Templo de Herodes, pero
generalmente se lo siguió llamando Segundo Templo. Los rituales de
sacrificios fueron retomados en él. La superficie ocupada por el nuevo
edificio ocupaba una explanada de 500 metros de largo por 300 metros de
ancho.
El 25 de septiembre de 2007, el arqueólogo Yuval Baruch, junto con la Autoridad de Antigüedades de Israel, anunciaron el descubrimiento de una de las canteras que proporcionaron a Herodes
las piedras para el Templo. En dicha cantera fueron encontradas
monedas, piezas de alfarería y postes de hierro, los que son datados
hacia 19 a.E.C..
Otro arqueólogo, Ehud Nesher, confirmó que los contornos largos de las
rocas evidencian que se trató de un proyecto público masivo en el que
probablemente trabajaron cientos de esclavos.
Características del Segundo Templo
En el Segundo Templo no estaban el Arca de la Alianza, ni su contenido que comprendía las Tablas de la Ley y la medida de maná, los Urim y el Thumim, la serpiente de bronce (destruida por Ezequías ya en el Primer Templo) y la vara de Aarón. Estos objetos sagrados desaparecieron después de la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor.Al igual que en el Tabernáculo, el Kodesh Hakodashim (Santo de los Santos) estaba separado por cortinas, había una sola Menorá en el Hejal
(Santo), además de una mesa para los panes de la preposición y un altar
de los inciensos; se conservaban también vasijas de oro que
pertenecieron al Templo de Salomón y, aunque habían sido llevada a Babilonia, las mismas fueron luego devueltas al Templo de Jerusalén por Ciro.
El Segundo Templo se diferenciaba de su predecesor porque presentaba
árboles en su patio y poseía además un área reservada para los gentiles.
Destrucción del Segundo Templo
En el 66 E.C., la población judía se rebeló en contra del Imperio romano. Cuatro años después, el 70 E.C., las legiones romanas bajo las órdenes de Tito reconquistaron y luego destruyeron la mayor parte de Jerusalén y el Segundo Templo. El arco de Tito, levantado en Roma para conmemorar la victoria de Tito en Judea representa los soldados romanos llevándose la Menorah del Templo. Jerusalén fue arrasada por el Emperador Adriano nuevamente en 135 E.C.La tradición cristiana y el Templo
El Templo de Jerusalén es, según una tradición cristiana, la expresión preparatoria para el nuevo Templo: Cristo.Ella sostiene que en tanto que morada de Dios entre los hombres, el
Templo jerosolimitano prefigura la morada definitiva que se encarna en
la figura del Redentor. La base de esta noción tiene su principal
referente en el Evangelio: "el verbo se hizo carne, y puso su morada
entre nosotros" (San Juan 1, 14)18
A ello se le suma la profecía de Jesús sobre la destrucción del
Templo ante sus discípulos, admirados ante la belleza del Templo de
Herodes:
Cuando salió Jesús del Templo, y se iba, se le acercaron susPocos años después, en el año 70 d.C., el Templo fue destruido por
discípulos para mostrarle los edificios del Templo. Mas respondiendo Él
les dijo: ¿Veis todo esto? En verdad os digo: no quedará aquí piedra
sobre piedra que no sea derribada.
Mateo 24:1-2.19
los romanos bajo las órdenes de Tito. Lo único que ha quedado son restos
del muro de la explanada, no del templo en sí. De todas formas sigue
siendo desde entonces un "monumento símbolo" y el sitio de referencia
más sagrado para el judaísmo.20
La tradición islámica y el Templo
Aunque no sea una mezquita en el sentido estricto del término,21 el Domo de la Roca es indudablemente un lugar de veneración para los musulmanes. El edificio islámico alberga la así llamada "Roca Fundacional",22 cuya significación es de suma importancia tanto para el credo hebreo como musulmán.Presenta asímismo la Roca Fundacional una importante impronta que,
según la tradición islámica, fue hecha por Buraq al ascender a los
cielos o, según otra versión islámica, el arcángel
Gabriel grabó en la Roca la mencionada impronta. Un hueco bajo la roca,
sostiene la tradición musulmana, es reminiscente del turbante de
Mahoma, quien, al levantarse, reincorporándose después de haber orado,
se habría golpeado la cabeza con la piedra de no haberse ésta
reblandecido instantáneamente.
Considerado también santo por los hebreos,25
el lugar en cuestión es no menos venerado por los musulmanes, quienes
construyeron el Domo de la Roca para preservar dicho sitio y lo que el
mismo involucra, dado que es sumamente significativo desde un punto de
vista monoteísta.26
Debido a su valor histórico y simbólico, la Cúpula de la Roca figura
como una imagen constante y dominante en numerosas representaciones de
la cultura islámica.27
Para los musulmanes incluso las gradas del Domo de la Roca poseen un
valor simbólico importante. Ocho gradas que mueren bajo unas arcadas
conducen desde cuatro lados hacia lo alto de la Cúpula de la Roca;
los musulmanes llaman a estas arcadas "mavazin", las balanzas. Según
una leyenda islámica, el día del Juicio Final se tenderá una cerda de
caballo desde las "balanzas" al Monte de los Olivos y todos los resucitados deberán pasar por sobre ella: quien haya cometido injusticias caerá a la perdición eterna.
El Templo de Jerusalén en el imaginario colectivo
Imágenes organizadas en secuencia lógica de los hechos bíblicos que representan (y no según cuándo fueron realizadas).
El Templo de Jerusalén concebido por Zorobabel, gobernador de Judea bajo el Imperio Aqueménida. Perspectiva decimonónica
Maqueta del Segundo Templo de Jerusalén, reconstruido por Herodes y en tiempos de Jesús, siglo I E.C.32
Fachada para el Tercer Templo de Jerusalén, a ser construido por el Mesías, siglo XVII-XVIII. Sinagoga Istanbuli, Barrio Judío, Ciudad vieja de Jerusalén.
Proyecto contemporáneo para el Tercer Templo de Jerusalén basado en la visión de Ezequiel. Meir Leibush ben Yehiel Michal, 2010
Menorá inspirada por la antigua del Templo de Jerusalén, acaso a ser empleada en el Tercer Templo de Jerusalén. Inicialmente exhibida en el Cardo de Jerusalén (2007). The Temple Institute, Barrio judío de la ciudad vieja de Jerusalén.
Planes de reconstrucción en el siglo XXI
Según la teología judía, con el advenimiento del Mesías, el Templo de Jerusalén será restaurado. De llegar eso a tener lugar, se tratará del Tercer Templo de Jerusalén.33 Para tal propósito en Israel se han delineado planos detallados e incluso elaborado una gran menorá.Referencias
Flammarion: París, 2000, p. 116. La ilustración que figura sobre la
derecha muestra la indumentaria de los sacerdotes y los diversos
utensilios propios del Templo de Jerusalén.
Véase también
- Tabernáculo
- Jerusalén
- Historia del antiguo Israel
- Judaísmo
- Historia de los judíos
- Historia de los judíos en la Tierra de Israel
- Beth Hatefutsoth
- Arte judío
- Presentación de María en el Templo
- Presentación de Jesús en el Templo
- Reconstrucciones del Templo de Salomón
- El Escorial y el Templo de Salomón
Bibliografía
- Barnes, W. Emery, "Jachin and Boaz", Journal of Theological Studies, vol. V, 1901, pp. 447–451 (accedido 9 de junio de 2011).
- Comay, Joan. The Diaspora Story: The Epic of the Jewish People among the Nations (1981), Tel Aviv y Bnei-Brak: Steimatzky, repr. 1994.
- Dubnow, Simón. Manual de la historia judía, Buenos Aires: Sigal, 1977.
- Kochav, Sarah. Grandes civilizaciones del pasado: Israel, Barcelona: Folio, 2005.
- Kovadloff, Santiago. La extinción de la diáspora judía, Buenos Aires: Emecé, 2013.
- Sand, Shlomo. La invención del pueblo judío (Comment le peuple juif fut inventé?, 2011); trad. portuguesa de Eveline Bouteiller como A invenção do povo judeu: da Biblia ao sionismo, San Pablo: Saraiva-Benvirá, 2012.
- Sed-Rajna, Gabrielle. L'abecedaire du Judaïsme, Flammarion: París, 2000.
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Templo de Jerusalén.
- Jewish Encyclopedia: Temple of Solomon
- Jewish Virtual Library: The Jewish Temple (Beit HaMikdash)
- Jewish Encyclopedia: Temple in Rabbinical Literature
- Descubren la cantera de las murallas del Templo de Jerusalén, diario ABC, 6 de julio de 2009
- El templo de Salomón y el Escorial; evolución histórica de la visión del templo de Salomón
Categorías:
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- Edificios y estructuras de Jerusalén
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- Cultura judía
- Símbolos judíos
- Arte judío
- Edificios y estructuras desaparecidos
Otros proyectos
la descripción de la Biblia, el poder de Dios a través del Arca ya se
había acreditado cuando se derrumbaron las murallas de Jericó al pasar
los judíos ante ellas con el Arca.
en Jerusalén, realizado entre 1967 y 1974. Numerosos son los puntos de
vista teóricos en torno al Templo de Salomón y existe además un
importante número de reconstrucciones e incluso intentos diversos por
volver a materializarlo a lo largo de la historia. Para mayores
detalles, véase Reconstrucciones del Templo de Salomón.
imagen es una réplica producida por la compañía Hasbro en 2008. También
conocida como Arca del Testimonio, el Arca de la Alianza tiene sus
referentes en Éxodo 25:10-22 y Éxodo 37:1-15.
de siete brazos, realizado en oro e inicialmente exhibido en el Cardo
de Jerusalén en 2007; materializado por el Temple Institute y exhibido
en el Barrio judío de la ciudad vieja de Jerusalén. La menorá se basada en Éxodo 25:31-40, Éxodo 37:17-24 y Levítico 24:1-4.
dado que se hallaba en el patio o espacio a cielo abierto del
Tabernáculo. Al altar en cuestión se lo conoce también como "altar para
los holocaustos", mientras que en hebreo se lo llama mizbeaj ha'olah (מזבח העולה); Simón Dubnow, Historia Judía, Buenos Aires: Sigal, 1977, p. 40.
objeto en cuestión generó acalorados debates arqueológicos en Israel
acerca de su autenticidad, mas luego de innumerables estudios e
investigaciones, pruebas de laboratorio, análisis paleográficos y hasta
un caso en la Corte de de Jerusalén, el consenso de los expertos basado
en evidencia hoy contundente e irrefutable ha demostrado la autenticidad
de la pieza que otrora coronaba el cetro de uno de los sacerdotes del
Templo. André Lemaire, "Une inscription paleo-hebraique sur grenade en
ivoire," Revue Biblique, Vol. 88, pp. 236-239; "Probable Head of Priestly Scepter from Solomon's Temple Surfaces in Jerusalem," Biblical Archaeology Review, enero-febrero 1984; Yitzhak Roman, "Text on a Pomegranate",
Caso no. 482/04, District Court, Jerusalem: Expert's Opinion, The
Institute for Technology and Forensic Consulting Ltd., 10 de diciembre
de 2008; "Leading Israeli Scientist Declares Pomegranate Inscription
Authentic", Biblical Archaeology Review, 16 de diciembre de 2008 (repr. Anchor Stone International, 23 de abril de 2009); "The Ivory Pomegranate: Artifact from Solomon’s Temple", Biblical Archaeology, 19 de marzo de 2012. La esencia del contenido de las fuentes enumeradas ha sido resumida en Documenta: Ivory Pomegranate. La granada de marfil se halla preservada en el Museo de Israel, en Jerusalén.
cuyo texto es "Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y
vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y
de verdad." La versión española es consonante con el contenido bíblico
del Evangelio en latín (Verbum caro factum est et habitavit in nobis) e incluso con el Evangelio en hebreo (הדבר נהיה בשר ושכן בתוכינו).
Respecto al empleo del término "morada", éste tiene su referente en un
texto profético que figura lo que los cristianos denominan Antiguo Testamento y los judíos llaman Torá: « Mi morada estará también junto a ellos, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.» (Ezequiel 37:27). La exégesis cristiana ve en las palabras de Ezequías una prefiguración de aquellas de Juan el Evangelista.
son "Roca de la Fundación", "Piedra Fundacional", e incluso "Piedra de
la Fundación"; el hábito y la usanza de la expresión "Domo de la Roca"
justifican el empleo de Roca Fundacional, ya que la relacionan con el
edificio construido para preservarla. El uso de "roca" en vez de
"piedra" potencialmente la relaciona con las palabras de Jesús respecto a
Pedro, "Tú eres la roca sobre la cual edificaré mi iglesia" (lo que a
su vez presenta conexión con varias preexistencias bíblicas y
arqueológicas que relacionan al recinto más sagrado del Templo de Jerusalén
con la Roca Fundacional). La elección de "Fundación" en vez de "la
Fundación" tiene su razón de ser en el simple hecho de que piedras o
rocas fundacionales han habido inumerables a lo largo de la historia, y
ello incluye además a la mismísima Roca Fundacional, a la que se escribe
aquí con máyusculas, para tratarla como un caso particular y
diferenciarla así de todas las demás. Wikipedia en su versión inglesa
poseee una entrada dedicada a la Roca Fundacional
de ello es, por ejemplo, la insignia hebrea con bendiciones de Marco
Antonio Giustiniani, que incluye una imagen del Templo de Jerusalén
representado tomando en cuenta al Domo de la Roca, Venecia, 1545–52:
a que el Domo de la Roca se encuentra en lo que en la Antigüedad era el
área del Templo, los judíos ortodoxos se abstienen de visitar este
sector. A ello se le suma la tradición judía que sostiene que sobre la
Roca Fundacional se hallaba precisamente el recinto más sagrado del Templo de Salomón, donde según los textos bíblicos residía Yaveh, es decir, dicho lugar se relaciona directamente con lo que los hebreos denominan "Shejiná" (presencia divina).
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