sábado, 17 de septiembre de 2016

Miguel VIII Paleólogo - Wikipedia, la enciclopedia libre

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Miguel VIII Paleólogo

Μιχαῆλ Η΄ Παλαιολόγος
Emperador de Nicea y emperador del Imperio bizantino
Emperor Michael VIII Palaiologos.jpg

Miguel VIII Paleólogo en una miniatura del siglo XV.

Información personal
Nombre secular Miguel Paleólogo Ducas Ángelo Comneno
Reinado 1259–1261

(como emperador de Nicea, con Juan IV Ducas Láscaris)

1261–1282 (con Andrónico II Paleólogo desde 1272)
Nacimiento 1223
Fallecimiento 11 de diciembre de 1282 (58 años)

Pachomion, cerca de Lisimaquia1
Predecesor Juan IV Ducas Láscaris
Sucesor Andrónico II Paleólogo
Familia
Dinastía Paleólogo
Padre Andrónico Ducas Comneno Paleólogo
Madre Teodora Angelina Paleóloga
Consorte Teodora Ducaina Vatatzina
Descendencia Manuel Paleólogo

Andrónico II Paleólogo

Constantino Paleólogo

Irene Paleóloga

Ana Paleóloga

Eudoxia Paleóloga

Teodora Paleóloga

Eufrosine Paleóloga

María Paleóloga

Teodoro Paleólogo

Coats of arms of Palaiologos dynasty.jpg

Escudo de Miguel VIII Paleólogo

Μιχαῆλ Η΄ Παλαιολόγος



[editar datos en Wikidata]
Miguel VIII Paleólogo (en griego: Μιχαήλ Η΄ Παλαιολόγος, trans. Mikhaēl VIII Palaiologos; 1223 - Pachomion, 11 de diciembre de 1282) reinó como emperador bizantino desde 1259 hasta 1282. Miguel VIII fue el hijo del megas domestikos Andrónico Paleólogo y Teodora Paleóloga. Miguel VIII fue el fundador de la dinastía de los Paleólogos que gobernaría el Imperio bizantino hasta la caída de Constantinopla en 1453. Reconquistó Constantinopla del Imperio Latino en 1261 y transformó el Imperio de Nicea
en un Imperio bizantino restaurado. Diplomático consumado, con su hábil
política consiguió neutralizar a los enemigos de Bizancio y expandió
las fronteras del Imperio. Debido a su aceptación de la Unión de las Iglesias en Lyon,
se enfrentó a una determinada oposición. En el plano administrativo,
expandió de manera significativa los poderes del coemperador.



Índice

Orígenes familiares y formación

Los ancestros de Miguel VIII Paleólogo se originan a partir de tres familias imperiales bizantinas, los Ducas, los Comnenos y los Ángeles, mientras que sus padres pertenecían a la familia de los Paleólogos. Nació en 1223 como hijo del megas domestikos Andrónico Paleólogo y Teodora Paleóloga, la hija del déspota Alejo Paleólogo e Irene Angelina (la hija del emperador Alejo III Ángelo).


Después de la exitosa campaña del emperador Juan III Ducas Vatatzes, cuyas tropas capturaron muchas ciudades macedonias en 1246, Andrónico Paleólogo fue nombrado comandante en el Occidente, con su capital en Tesalónica, mientras que su hijo Miguel recibió el mando de las ciudades de Melnik y Serres. Así comenzó la carrera del joven oficial, quien permaneció en ese cargo durante seis o siete años (1246/7-1253).


A la muerte de Juan III Vatatzés Miguel Paleólogo tenía el rango de gran konostaulos, comandando los mercenarios extranjeros en el ejército de Nicea.
Permaneció en este puesto probablemente hasta 1257-1258. Sus
ambiciones, sin embargo, causaron sospechas en el nuevo emperador Teodoro II Láscaris.
Temeroso del emperador, pero también con el fin de promover su
pretensión al trono, en 1256 Miguel Paleólogo, mientras era comandante
de Bitinia huyó al Sultanato de Rüm y se alió con los selyúcidas. Sin embargo, cuando la amenaza mongola obligó a los selyúcidas a buscar ayuda de los bizantinos, Miguel tuvo que regresar al imperio y normalizar sus relaciones con Teodoro II.


Usurpación

La situación de Miguel cambió en agosto de 1258 con la muerte de Teodoro II. Juan IV Láscaris, un menor de edad, quedó heredero del trono, mientras la regencia fue asumida por Jorge Muzalon,
quien fue particularmente odioso para la aristocracia, y poco después
fue asesinado, junto con su hermano, durante una ceremonia en memoria de
Teodoro II en el monasterio de Sosandra.
Miguel, que había participado en la conspiración contra él, ahora
asumía el cargo de regente. Después de haber adquirido fama como un
excelente general y procedía de una de las más ilustres familias, fue
particularmente popular entre el ejército y en esa época fue
definitivamente la personalidad más destacada en el imperio. Su esposa Teodora descendiente del emperador Juan III Vatatzés también desempeñó un papel importante.


La asunción del cargo de regente abrió para Miguel el camino al poder. En septiembre de 1258, fue nombrado megaduque, dos meses después, el 13 de noviembre, déspota y el 1 de enero de 1259 fue proclamado coemperador con el joven Juan IV.2
De este modo asumió el poder del imperio, que en ese momento estaba en
una situación muy difícil, frente a graves amenazas externas.


Reconquista

Lucha contra los francos y el Despotado de Epiro

El rápido ascenso de Miguel VIII al poder se debió no sólo a sus
habilidades, que eran indudables, sino también a los acontecimientos
políticos y diplomáticos. Una poderosa coalición anti-bizantina se había
formado en el Occidente, compuesta por Manfredo, rey de Sicilia, Miguel II, déspota de Epiro, y Guillermo II de Villehardouin, príncipe de Acaya, apoyado por el rey serbio Esteban Uroš I. Ya en 1258 Manfredo había tomado Corfú y Dirraquio (Durazzo) en la costa de Epiro, una ciudad recientemente capturada por Teodoro II Láscaris, mientras que los serbios habían tomado Skopie, Prilep y Kitsevo. La amenaza contra el Imperio de Nicea era inminente.


La guerra contra esta alianza fue la primera gran prueba del reinado
de Miguel VIII, por otro lado, su resultado favorable reforzaría
significativamente su autoridad. En el otoño de 1259 el ejército niceno,
al mando de Juan Paleólogo, hermano de Miguel, derrotó al heterogéneo ejército de la coalición opositora en Pelagonia. Ahora no había poder en la tierra que pudiera impedir la restauración de Bizancio.


La recuperación de Constantinopla

La única amenaza externa posible contra la política de Miguel era Venecia, que había cosechado la mayoría de los beneficios de la conquista de Constantinopla en 1204 por los cruzados y era una poderosa potencia marítima. Por esta razón, Miguel se alió con Génova, rival de Venecia. La alianza se firmó en marzo de 1261 en Ninfeo
y obligó a Génova a proporcionar ayuda militar contra los venecianos, a
cambio de la exención de todo impuesto dentro del territorio imperial y
la creación de sus propios establecimientos en todos los puertos
importantes.


El gran acontecimiento, la reconquista de Constantinopla, un objetivo fijo de la política nicena, surgió repentinamente en el verano de 1261, cuando el general Alejo Estrategopoulos
entró en la desprotegida capital a la cabeza de un pequeño número de
tropas. Miguel VIII hizo una formal entrada procesional en la ciudad el
15 de agosto, ante las entusiastas aclamaciones del pueblo reunido. En
septiembre de 1261 el patriarca coronó a Miguel VIII y su esposa Teodora
en la iglesia de Santa Sofía. Su hijo Andrónico,
como heredero al trono, fue proclamado coemperador. El legítimo
emperador Juan IV unos meses después había sido cegado y desterrado por
orden de Miguel.


La restauración del imperio, sin embargo, describió nuevos peligros y
dificultades, manteniendo este una posición exigente con más tropas y
medios de los que ya contaba de las "provincias" del imperio de Nicea.
El imperio estaba rodeado por muchos enemigos y un ataque desde
Occidente por las fuerzas que querían restituir el Imperio Latino, se preveía en cualquier momento. Miguel volvió a caer en la diplomacia y demostró ser astuto y eficiente de maravilla.


Al acceder al trono, Miguel abolió todas las costumbres latinas y
restauró muchas de las ceremonias e instituciones bizantinas que habían
existido antes de la conquista latina.
Su mayor ambición era reconstruir el Imperio griego como una fuerza a
tener en cuenta en la política internacional. Pero era consciente del
peligro que suponía el Occidente latino, en especial que sus vecinos de Italia (Carlos de Anjou, el Papa Martín IV y los venecianos) se aliasen en su contra; por ello procuró evitar los errores de Manuel I Comneno.


En 1263 y 1264 respectivamente, Miguel, con el apoyo del Papa Urbano IV, firmó las paces con Guillermo II Villehardouin, príncipe de Acaya, y con Miguel, déspota de Epiro, que habían sido incitados a atacarle por el Papa, pero que fueron derrotados en la batalla de Pelagonia en Tesalia (1259). Villehardouin se vio obligado a ceder Mistra, Monemvasia y Maina, en Morea.
Posteriormente, Miguel también luchó contra los genoveses y venecianos,
cuya influencia en Constantinopla quería reducir, manteniendo el
equilibrio de fuerzas entre ambos grupos de italianos.


Con el fin de aproximarse al Papado, y separarlo de sus otros enemigos, Miguel decidió unificar la Iglesia bizantina con la católica: para ello, se firmó una débil unión entre ambas iglesias en el Segundo Concilio de Lyon en 1274.
Tomó esta decisión con grandes perjuicios en su Imperio, pues sus
prisiones se llenaron con muchas personas fieles a la fe ortodoxa.
Durante cierto tiempo pareció que la medida había funcionado, pero
finalmente, el Papa Martín IV (que en parte seguía las órdenes de Carlos
de Anjou) le excomulgó. Ahora necesitaba una nueva táctica e hizo uso de la diplomacia bizantina para conseguir que los aragoneses de Pedro III de Aragón atacasen Sicilia, en las famosas Vísperas sicilianas, partiendo así en dos el reino de Carlos de Anjou.


Al reconstruir el Imperio bizantino, Miguel recuperó la antigua
administración sin preocuparse de corregir sus abusos. Así, redujo la
ley de las monedas, lo que condujo a la decadencia del comercio
bizantino. Murió en Tracia en diciembre de 1282, pero su dinastía se prolongó durante casi dos siglos, un período más largo que el de cualquier otra de la historia romana.


Matrimonio y descendencia

  1. Manuel (h. 1254 – 1259)
  2. Andrónico II Paleólogo (12591332)
  3. Constantino (12611306)
  4. Irene Paleóloga, casada con el zar Iván Asen III de Bulgaria.
  5. Ana Paleóloga, casada con Demetrio Ángelo.
  6. Eudoxia Paleóloga, casada con el emperador Juan II de Trebisonda.
  7. Teodora Paleóloga, casada con el rey David VI Narin de Georgia e Imereti.
Con su amante, una Diplobatatzaina, tuvo dos hijas ilegítimas:


  1. Eufrósine Paleóloga, casada con Nogai Kan.
  2. María Paleóloga, casada con Abaqa Kan.

Ancestros

Fuentes

  • Nicol, Donald. The Last Centuries of Byzantium, 1261-1453, 1993
  • Vannier, J-F. Les premiers Paléologues (Etudes prosopographiques), 1989

Enlaces externos

Referencias


  • Finlay, George, History of the Byzantine and Greek Empires, Vol 2, p. 463

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