sábado, 17 de septiembre de 2016

Incidente del Puente de Marco Polo - Wikipedia, la enciclopedia libre

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Incidente del Puente de Marco Polo
Segunda guerra sino-japonesa
Fecha 7 de julio de 1937
Lugar Cerca de Pekín - Tianjin
Coordenadas 39°50′57″N 116°12′47″ECoordenadas: 39°50′57″N 116°12′47″E (mapa)
Resultado victoria japonesa
Beligerantes

Bandera de Taiwán República de China Bandera de Japón Japón
Comandantes

Bandera de Taiwán Song Zheyuan Bandera de Japón Kanichiro Tashiro
[editar datos en Wikidata]
El incidente del Puente de Marco Polo, ocurrido el 7 de julio de 1937,1 2 marcó el inicio de la Segunda guerra sino-japonesa entre el Imperio del Japón y la República de China. Los soldados de ambas potencias se enfrentaron 15 kilómetros al suroeste del centro de Pekín, en el Puente de Marco Polo (卢沟桥/盧溝橋, Lugou Qiao en chino), sobre el río Yongding.1 En Japón se conoce al incidente como Asunto del Puente Roko (en jap. 盧溝橋事件, Rokokyo-jiken) o Incidente del Puente Roko (en jap. 盧溝橋事変, Rokokyo-jihen). En China se lo conoce, en cambio, como Incidente del 7 de julio (en chino 七七事变/七七事變, pinyin qīqī shìbiàn) e incidente Lugouqiao (en chino:卢沟桥事变/蘆溝橋事變, pinyin lúgōuqiáo shìbiàn).


La creación de Manchukuo en 1934 y la posterior expansión de la influencia de Japón por el norte de China, en detrimento del poder del Guomindang en la zona, aumentaron la tensión entre los Gobiernos de Tokio y Nankín. La preocupación por un posible enfrentamiento con la URSS
y la conveniencia de reforzar su poder en Manchukuo en tal caso
hicieron, sin embargo, que Japón prefiriese no enfrentarse directamente
con los Nacionalistas chinos, sino tratar de extender su poder en la
región mediante la política y la economía en vez de por medio de choques
militares. Aun así, Nankín veía con malos ojos la expansión del poder
japonés, y los planes de Tokio para estrechar las relaciones económicas
entre el Imperio, el norte de China, Corea y Manchukuo exacerbaron la tensión en el verano de 1937.


En este ambiente de gran tensión, los japoneses hicieron maniobras
militares a las afueras de Pekín. Durante las maniobras un soldado
japonés se perdió durante un corto periodo de tiempo y se produjo un
tiroteo de origen desconocido. Esta escaramuza pronto creció hasta
convertirse en un enfrentamiento entre las unidades chinas y japonesas
que se encontraban en las cercanías, a pesar de los acuerdos de los
mandos locales para resolver pacíficamente el incidente. Mientras los
mandos de las unidades implicadas acordaban una resolución para el
conflicto, los subalternos continuaban el enfrentamiento. La negativa de
Nankín a no controlar la situación y su envío de tropas al norte hizo
que Tokio se decidiese a reaccionar después de tratar inicialmente de
olvidar el choque. Los Gobiernos adoptaron posiciones cada vez más
irreconciliables que hicieron fracasar los intentos de los altos
oficiales de ambos bandos destinados en la zona por encontrar una
solución pacífica al incidente. A finales de julio, se reanudaron los
enfrentamientos en los alrededores de Pekín, que acabaron con la
retirada de las fuerzas chinas. La extensión de los choques a otros
puntos de China y el fracaso de las conversaciones intergubernamentales a
comienzos de agosto condujeron a la guerra entre los dos países.


Este enfrentamiento, aunque menor, acabó desencadenando una serie de
acontecimientos que llevaron a una guerra abierta entre las dos
naciones.1
Asimismo, la expansión japonesa en el norte de China y el crecimiento
del nacionalismo chino llevó a un conflicto difícilmente evitable.1
Numerosos historiadores describen el incidente como un pretexto del
Ejército nipón para justificar la guerra, de manera similar al anterior Incidente de Mukden que llevó a la ocupación de Manchuria.1 Otros, por el contrario, consideran que no se trató de una conspiración de los militares japoneses (a diferencia del Incidente de Mukden),2 sino de un choque que llevó a la guerra debido a la reacción de los Gobiernos chino y japonés.1 3



Índice

Antecedentes

Tras la formación de Manchukuo, la expansión del Japón por el norte de China marcó su política hacia el país.4
Desde el incidente de Manchuria, el Gobierno chino, a pesar de avanzar
en sus objetivos de unificación nacional, se había visto forzado a
retirarse ante los constantes avances japoneses en China.5


El Imperio deseaba crear una zona de protección para Manchukuo,
respaldando para ello a diversos Gobiernos chinos y mongoles en la China
septentrional que lo aislasen del Gobierno Nacionalista de Nankín.4 6 En junio de 1935, se alcanzaron dos acuerdos que excluían a los políticos y militares del Guomindang del norte del país (entre ellos el acuerdo Ho-Umezu).4 6
Durante el otoño, los Gobiernos de Tokio y Nankín negociaron para
tratar de lograr sus objetivos incompatibles: los japoneses deseaban
dominar el país mediante un pacto que sometiese al Guomindang, mientras
que este trataba de retomar el poder en las provincias septentrionales
perdidas.4 Incapaces de ponerse de acuerdo, los Gobiernos rompieron las negociaciones el 8 de enero de 1936.4


En la primavera de 1936, el gabinete del primer ministro Kōki Hirota formó en secreto un comité para decidir la política oficial hacia China y someter a su control al Ejército de Guandong, para lo que retiró del control de este a la guarnición de Tianjin y creó un nuevo mando militar, el del Ejército de la China Septentrional,7 constituido por oficiales cercanos al ministerio de la Guerra y al alto mando.8 Este debía servir para fomentar la subversión en la región norte.9
En agosto las propuestas del comité fueron aprobadas por el gabinete
nipón, que decidió abandonar los choques armados para lograr sus
objetivos y concentrarse en la presión política y económica de las
organizaciones políticas del norte de China para conseguirlos.8 10 Deseosos de desarrollar el potencial industrial de Manchukuo para un próximo enfrentamiento con la Unión Soviética6
y considerando innecesarios para esto los recursos de la China
septentrional, en junio de 1937 el Ejército de Guandong decidió evitar
los choques con los Nacionalistas chinos y centrarse en sus planes
quinquenales para Manchukuo.9 Para el Ejército imperial, el principal enemigo contra el que debía prepararse era la URSS,5 no el Gobierno de Jiang Jieshi.6


El 15 de junio de 1937, el Gobierno japonés decidió la unión económica de Manchukuo con Japón.11 Tres días más tarde el ministro de Exteriores chino indicaba que sólo el fin del contrabando en Hebei,
la supresión del Gobierno títere de la provincia y la restauración de
la autoridad de su Gobierno en las provincias del norte podían llevar a
la normalización de las relaciones bilaterales, además de afirmar su
intención de resistir cualquier posible invasión.11 El 4 de julio, tras su éxito en la escaramuza con las tropas soviéticas en el río Amur,
con las conversaciones anglo-japonesas sobre China desarrollándose
favorablemente y con esta aislada diplomáticamente, Japón anunció su
plan para la unificación económica de Corea, Manchukuo, el norte de
China y Japón.12 En este ambiente tenso,13 los japoneses anunciaron el comienzo de maniobras al sur de Pekín, cerca de Wanping, localidad en la línea del ferrocarril Pekín-Hankou que controlaba el tráfico ferroviario hacia el sur.12


Desarrollo

Primeros choques


El puente de Marco Polo, a las afueras de Pekín. En sus cercanías se llevaron a cabo las maniobras nocturnas japonesas que dieron comienzo al incidente.
El desencadenante del conflicto fue la pérdida temporal de uno de sus
soldados por parte del batallón Ichiki de las tropas acuarteladas en
Pekín,13 que pidió la entrada en la guarnición china de Wanping.14
La guarnición japonesa de Pekín, parte del Ejército de China
Septentrional (unos cuatro mil hombres, con su cuartel general en
Tianjin10 ) se hallaba de maniobras a las afueras de la ciudad, en una zona permitida para ello por los acuerdos posteriores a la Rebelión de los Bóxers,15 13 en las cercanías del puente de Marco Polo, a unos 12 km al oeste de Pekín.2
El soldado desaparecido fue encontrado apenas veinte minutos más tarde
del primer tiroteo, que tuvo lugar hacia las 10:30 de la noche del 7 de
julio.15 13 El origen de los disparos no se pudo determinar,2
pero le pareció al oficial japonés presente con las tropas chinas que
provenían de sus líneas y al chino enviado junto a las unidades
japonesas de maniobras que provenía de las líneas chinas.16
Diversas teorías se han presentado, indicando que los disparos contra
las tropas japonesas pudieron realizarlas soldados comunistas
infiltrados entre las unidades chinas, soldados japoneses, soldados
fieles al caudillo militar Feng Yuxiang
o simplemente soldados chinos atemorizados por las maniobras niponas,
pero ninguna ha recibido el apoyo de pruebas suficientes para ser
corroborada.17


Hacia la medianoche del 7 de julio, el coronel japonés Matsui
comunicó al alcalde de Pekín que había sucedido una escaramuza y que un
soldado japonés había desaparecido (no se comunicó a tiempo a los mandos
su regreso)18 17 y solicitó permiso para registrar Wanping en su busca.14 17 El alcalde, general Chin, al mando del 29º Ejército,19
sugirió por el contrario formar una comisión mixta para investigar lo
sucedido a la vez que ordenaba al comandante chino de Wanping que
evitara la entrada de tropas en la ciudad.14
Mientras Matsui aceptaba la propuesta de Chin en la madrugada del día
9, se acordaba el alto el fuego, la retirada japonesa y el relevo de la
división china20 19 y se formaba la comisión;17 unidades japonesas trataron de entrar por la fuerza en Wanping y fueron rechazadas.21 Tras este segundo choque, ambos bandos enviaron un batallón al lugar y creció notablemente la tensión.21 22


Parece que, a pesar de la importancia de Wanping como nudo
ferroviario, los japoneses no tenían intención de tomar la ciudad, ya
que el grueso de sus tropas se hallaba de maniobras y en mala posición
para atacarla.21
Pese a la orden general del alto mando japonés de evitar incidentes con
los chinos, a la mala disposición de las unidades para los combates y
de hallarse el general al mando del Ejército de China Septentrional
indispuesto por un ataque al corazón, los mandos locales permitieron al
mayor Ichiki, al mando del batallón enviado a Wanping, atacarla si las
unidades chinas le agredían.21 Ichiki utilizó este permiso para preparar el asalto a la ciudad, que intentó en vano el día 9.21


Reacción de los Gobiernos y acuerdo de las autoridades militares de la región

Mientras, la situación en Pekín y Tokio era muy diferente: Matsui
trató de poner pronto fin al incidente con el respaldo del Gobierno
japonés.21 17
El general Chin aceptó las condiciones japonesas para acabar con el
suceso (disculpa china por el incidente, castigo de los oficiales
involucrados, relevo de las tropas de la zona y control de la actividad
comunista en la misma).23 24 A las 11:00 del 11 de julio de 1937, representantes chinos y japoneses firmaron el acuerdo basado en las condiciones japonesas.23 19


La percepción de los choques, sin embargo, fue muy diferente en Tokio y en Nankín.23
Mientras el primero apenas le dio importancia y ordenó su resolución
local, el segundo ordenó el despacho de cuatro divisiones al sur de Hebei,
indicó al cónsul japonés su deseo de que las unidades militares
regresasen a sus posiciones originales y se reservó el derecho de
revisar25 cualquier acuerdo local.23
El envío de tropas chinas al norte causó la reacción militar japonesa:
tres divisiones fueron movilizadas en Japón la tarde del 10 de julio.26 19 A la mañana siguiente, el Gobierno de Fumimaro Konoe aceptó ordenar la movilización general27 y presentar a China un escrito oponiéndose a la interferencia de Nankín en los acuerdos locales alcanzados.26
Por la tarde, llegaron informaciones sobre la probabilidad de que se
alcanzase un acuerdo local entre las autoridades militares japonesas y
las chinas, pero poco después un informe del agregado militar en Nankín
confirmaba el avance de las cuatro divisiones chinas hacia el norte y se
ordenó la concentración de tropas de Corea y Manchukuo para actuar en
China si resultaba necesario.27 Al día siguiente, Konoe dio una rueda de prensa en la que produjo la impresión de estar preparando una movilización general,27 cuando, en realidad, esta había sido anulada la noche anterior ante la noticia del acuerdo en Pekín.26
Durante los días siguientes, hubo una disputa entre los dos sectores
del Ejército japonés: el belicista que deseaba convertir las escaramuzas
cerca de Pekín en un conflicto general con China y el opuesto a esta
posición.27
Mientras el alto mando en Japón se mostraba dividido, la mayoría de los
oficiales de media y baja graduación de las unidades destacadas en
China y Corea se mostraban favorables a la guerra con China.28


El Ministerio de Guerra decidió enviar un observador para evaluar la
situación sobre el terreno, que viajó a China el 15 de julio y, tras
entrevistarse con los mandos locales, recomendó suspender el envío de
refuerzos a la zona.29 Decidió, no obstante, comunicar personalmente sus conclusiones y regresó a Tokio el día 20.29
Mientras, las informaciones de los agregados militares sobre el avance
de las unidades chinas y la presión belicista del Ejército de Guandong
hicieron que el mando de operaciones japonés reclamase la aplicación
inmediata del acuerdo de Pekín y convenciese al Gobierno para exigir a
Nankín el día 17 el fin de las provocaciones y la aceptación30 del acuerdo local.29
La comunicación japonesa, que era completamente opuesta a las
exigencias chinas del día anterior, llevó a Nankín a solicitar la
intercesión de los países firmantes del Tratado de las Nueve Potencias para resolver el incidente,31 32 en vano.30 El 18 reiteraba su exigencia de aprobar la solución al suceso, su intención de no detener los movimientos de tropas30 y, en general, rechazaba las condiciones de los japoneses.31 32 Para el Gobierno chino se trataba de un asunto de soberanía nacional33 y se negó a aceptar otra resolución local del conflicto que le perjudicase.30


Estancamiento de las negociaciones y aumento de la tensión


El general Tashiro Kanichirō, comandante del Ejército de China
Septentrional, murió de infarto durante el incidente y le sucedió otro
general más belicoso.
Mientras los Gobiernos tomaban posiciones cada vez más enfrentadas,
los mandos militares locales trataban de calmar la situación.31 El 19 de julio, ambas partes firmaban un acuerdo detallado para resolver la disputa.33 Las tropas chinas envueltas en los choques de Wanping fueron retiradas y las barricadas levantadas en Pekín, desmanteladas.34
El 21 de julio, tras cierta confusión, se rescindió la orden de
reforzar las unidades japonesas en el norte de China; los mandos chinos
locales habían comenzado a aplicar el acuerdo alcanzado originalmente.34 35 Esta acción, a falta de la orden del Gobierno de Nankín de detener la marcha de sus unidades al norte del Yangzi, era temporal, y el Gobierno de Tokio trató de lograr que Jiang Jieshi aceptase el acuerdo alcanzado en Pekín para resolver el conflicto y parase el avance de sus unidades hacia el norte.34
El mismo día, ante el aumento de tensión entre los dos Gobiernos, los
británicos abandonaron sus conversaciones con los japoneses sobre China.36
Japón, que no había respondido a la oferta de mediación británica,
acabó por rechazarla poco después de la declaración británica.36
El 23, sin embargo, la situación en los alrededores de Pekín empeoró
notablemente: se detuvo la retirada de la 37.ª División —la unidad
involucrada en las escaramuzas originales— y el 39.º Ejército chino se
acantonó en Pekín, infringiendo un acuerdo anterior.35 La noche anterior había llegado a la ciudad el vicejefe del Estado Mayor chino, posiblemente responsable de estas órdenes.37
El 24 los mandos japoneses trataron de convencer al general Song de
continuar con la aplicación del acuerdo alcanzado, sin éxito.37



Tropas chinas en Wanping.
Estancadas las negociaciones entre los Gobiernos, los nuevos mandos
de las unidades de la región comenzaron a prepararse para un
enfrentamiento.38
El 25 de julio, se produjeron las primeras escaramuzas al suroeste de
Pekín y el comandante japonés, el general Kazuki, que había sucedido al
fallecido Tashiro al mando del Ejército de China Septentrional, presentó
un ultimátum a su oponente chino, exigiendo la retirada de las unidades
chinas de la zona de Wanping,37 al que los chinos respondieron con un ataque desde esta localidad el 27.38 Esa noche, tropas chinas atacaron a una compañía japonesa enviada a reparar el telégrafo entre Pekín y Tianjin.37
El alto mando nipón aprobó la decisión de Kazuki de expulsar por la
fuerza a los chinos el 28 si estos no se habían retirado para entonces.37
El 28, reforzado por unidades del Ejército de Guandong y la 20.ª
División, el Ejército de China Septentrional de Kazuki rodeó y batió a
las unidades chinas.37 Derrotadas, las tropas chinas se retiraron de Pekín con el permiso de los mandos japoneses.38 El 29 las unidades japonesas tomaban el puente de Marco Polo y avanzaban hacia el sur, asegurando la orilla izquierda del Yongding.37


Los combates cesaron temporalmente,37 en espera de la consecución de un acuerdo definitivo entre los Gobiernos.38
En un día, ante la escasa resistencia de las unidades chinas, las
tropas japonesas se habían hecho con el control de la región entre Pekín
y Tianjin.39


Fracaso de las conversaciones y extensión de los enfrentamientos

Las condiciones del Gobierno de Tokio para un acuerdo final,
comunicadas a los chinos el 10 de agosto, nunca recibieron respuesta: el
16 se generalizaron los enfrentamientos militares entre ambos países
después de estallar los choques en Shanghái40 el 9 de agosto y romperse las conversaciones recién iniciadas ese mismo día.41 El Gobierno japonés había exigido las siguientes condiciones para dar por zanjado el Incidente del puente Marco Polo:38


  • La desmilitarización de la zona de Pekín-Tianjin.
  • El permiso para que Nankín extendiese su administración al norte del
    país, siempre que sus miembros fuesen favorables a la cooperación
    sino-japonesa.
  • La promesa del Gobierno chino de mostrarse dispuesto a negociar un tratado general.

Museo de las guerras antijaponesas.
El gabinete decidió, antes del rechazo chino y de la extensión de los
combates, que la normalización de las relaciones entre los dos países,
que podía llevar a admitir la extensión de la influencia del Gobierno de
Nankín en Suiyuan y Mongolia Interior,
se debía basar en la firma de un acuerdo contra los comunistas, la
eliminación por aquel de los elementos hostiles a Japón y el
reconocimiento de hecho de Manchukuo.40 42


Consecuencias

Las escaramuzas alrededor de Pekín aumentaron la tensión entre los dos Gobiernos, pero no llevaron directamente a la guerra.43
En la práctica, el incidente había quedado resuelto a finales de julio,
pero la extensión de los choques a Shanghái produjo el estallido de la
contienda a mediados de agosto, principalmente por la petición de la
Armada japonesa de enviar refuerzos a esta ciudad.43
El Gobierno japonés, deseoso de someter al Gobierno Nacionalista de
Nankín y convertirlo en un títere, no esperaba, sin embargo, tener que
emprender para ello una conquista militar de China, sino lograrlo
mediante la intimidación.44
Jiang Jieshi, por su parte, no albergaba esperanzas de que China por sí
sola pudiese derrotar a Japón, pero confiaba en lograr la victoria
final gracias a tres factores: la continuada resistencia china a Japón,
la intervención de las potencias (especialmente la URSS) contra este y
la posibilidad de llegar a algún tipo de acuerdo finalmente con el
Imperio.45


En el lugar del incidente se levantó un museo que abrió sus puertas en el cincuenta aniversario del choque.46


Notas y referencias


  • Crowley (1963), p. 277

    1. Abrams, 1987, p. 1.

    Bibliografía

    Menú de navegación


  • Morley (1983), p. 233


  • Morley (1983), p. 236


  • Crowley (1963), p. 278


  • Morley (1983), p. 244


  • Miwa (1963), p. 314


  • Howard (1941), p. 345


  • Crowley (1963), p. 279


  • Crowley (1963), p. 280


  • Morley (1983), p. 245


  • Howard (1941), p. 347


  • Howard (1941), p. 352


  • Morley (1983), p. 247


  • Crowley (1963), p. 281


  • Miwa (1963), p. 313


  • Miwa (1963), p. 318


  • Morley (1983), p. 248


  • Miwa (1963), p. 319


  • Morley (1983), p. 250


  • Miwa (1963), p. 321


  • Crowley (1963), p. 282


  • Miwa (1963), p. 320


  • Crowley (1963), p. 283


  • Morley (1983), p. 249


  • Howard (1941), p. 353


  • Crowley (1963), p. 284


  • Morley (1983), p. 252


  • Morley (1983), p. 253


  • Crowley (1963), p. 285


  • Howard (1941), p. 354


  • Crowley (1963), p. 286


  • Morley (1983), p. 257


  • Morley (1983), p. 258


  • Crowley (1963), p. 287


  • Morley (1983), p. 259


  • Howard (1941), p. 355


  • Morley (1983), p. 260


  • Crowley (1963), p. 288


  • Morley (1983), p. 251


  • Crowley (1963), p. 289


  • Morley (1983), p. 265


  • Morley (1983), p. 263


  • Morley (1983), p. 237


  • Morley (1983), p. 243


  • Garver (1987), p. 296


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