sábado, 17 de septiembre de 2016

Conferencia de Yalta - Wikipedia, la enciclopedia libre

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De izquierda a derecha: Churchill, Roosevelt y Stalin.
La conferencia de Yalta fue la reunión que mantuvieron durante la Segunda Guerra Mundial (del 4 al 11 de febrero de 1945) Iósif Stalin, Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt, como jefes de gobierno de la URSS, del Reino Unido y de Estados Unidos, respectivamente. Suele considerarse como el comienzo de la Guerra Fría.


Fue la continuación de la serie de encuentros que empezaron con la conferencia de Casablanca de enero de 1943, y tuvo lugar en el antiguo palacio imperial, Palacio de Livadia, en Yalta (Crimea).


Los acuerdos de Yalta fueron polémicos incluso antes del encuentro final en Potsdam.
Tras la muerte de Roosevelt, Churchill y Stalin fueron acusados de no
haber aceptado un control internacional sobre los países liberados por
la URSS. Más aún, ningún otro gobierno fue consultado o le fueron
notificadas las decisiones tomadas allí.



Índice

Decisiones de la conferencia

El acuerdo oficial estipulaba:


  • La declaración de la Europa liberada, es decir, que ya no
    necesitaban seguir en estado de guerra, permitiendo elecciones
    democráticas en todos los territorios liberados.
  • Una conferencia en abril en San Francisco para organizar las Naciones Unidas. Se concibió la idea de un Consejo de Seguridad para la ONU, y se acordó que la RSS de Ucrania y RSS de Bielorrusia tuvieran escaños independientes en la ONU.
  • La cuestión de los crímenes de guerra quedó pospuesta.
  • Las decisiones sobre las fronteras de Italia con Yugoslavia y Austria se pospusieron, así como las concernientes a las relaciones entre Yugoslavia y Bulgaria y otros temas.

Respecto a Alemania

  • El desarme, desmilitarización y partición de Alemania,
    que fue vista por las tres potencias como un "requisito para la futura
    paz y seguridad". Así, el país se dividiría en cuatro zonas, una para
    cada aliado y otra para Francia.
  • Indemnizaciones a pagar por Alemania por las "pérdidas que ha
    causado a las naciones aliadas en el curso de la guerra". Estas
    indemnizaciones podían salir de la riqueza nacional (maquinaria, barcos,
    participaciones en empresas alemanas, etc.), el suministro de bienes
    por un período a determinar, o el uso de mano de obra alemana.
    Estadounidenses y soviéticos acordaron una cifra de 20 mil millones de
    dólares de indemnización, mientras que los británicos no creyeron
    posible llegar a una cifra definitiva.
  • Se cedió a la Unión Soviética el control sobre una tercera parte de Alemania: Turingia, Sajonia, Mecklemburgo, Brandeburgo y Antepomerania.
  • Se acordó trasladar, entre otros, a los alemanes de Polonia, Hungría y Checoslovaquia a los terrenos de Alemania Occidental.
Respecto al futuro de Alemania, la conferencia fue extremadamente
ambigua. Los aliados sólo se comprometían a los citados desarme,
desmilitarización y división, permitiendo así futuros cambios y dando
vía libre para que cada una de las partes lo interpretara a su gusto.
Sin embargo, Alemania fue dividida en cuatro sectores, uno para cada
aliado, para evitar un nuevo resurgir del movimiento nazi. En Alemania bajo el consejo aliado nació el nuevo organismo de naciones unidas que reemplazaría a la antigua SDN (Sociedad de Naciones), la actual Organización de Naciones Unidas (ONU).


Respecto a Polonia

  • Se acordó que Polonia
    tuviera un "Gobierno Provisional de Unidad Nacional" el cual prepararía
    las "elecciones libres tan pronto como fuersa posible, basándose en el
    sufragio universal y el voto secreto". (Sin embargo el resultado de las
    elecciones fue fraguado).
  • Polonia perdió sus tierras orientales a favor de la Unión Soviética.
  • Se acordó recompensar a Polonia con las tierras que durante siglos habían sido alemanas: la región de Lebus, la parte occidental de Pomerania, Prusia Oriental, Silesia, así como la ciudad libre de Dánzig.
  • Se cedió a la Unión Soviética el control sobre Polonia.

Respecto a Yugoslavia

  • En Yugoslavia se llevaría a cabo un acuerdo que uniera los gobiernos monárquico y comunista.

Respecto a Japón

Desarrollo

El Presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt había parlamentado previamente con el Primer Ministro británico sir Winston Churchill en La Valeta. Roosevelt llegó a Malta el 2 de febrero de 1945, a bordo del USS Quincy (CA-71). Tanto Churchill como Anthony Eden
intentaron discutir su postura política frente a Stalin en Yalta, pero
se vieron frustrados en sus intentos. Eden escribió esa noche en su
diario:


Fue imposible siquiera iniciar la discusión de los negocios. ...vamos
a una conferencia decisiva y hasta ahora ninguno ha acordado qué vamos a
discutir o cómo vamos a manejar los temas con un Oso (Stalin), que sin duda alguna sabe qué tiene en mente.


Anthony Eden
Tanto Churchill como Roosevelt viajaron a Yalta en un C-54 Skymaster.
Esta era la primera vez que Roosevelt viajaba en avión, y en esa
ocasión utilizó un C-54 remodelado especialmente para su uso. Este
aparato, finalmente bautizado como "la vaca sagrada", fue el primer
antecesor de los actuales Air Force One. Setecientas personas acompañaron a los líderes occidentales, a bordo de veinte Skymasters y cinco Avro Yorks. Los aviones debían seguir una ruta larga hasta Crimea, para evitar Creta,
ocupada por los alemanes. Un vuelo de prueba realizado días antes había
aterrizado en la URSS con impactos de artillería antiaérea. Se
desconoce si los mismos fueron causados por soldados turcos confundidos o si el avión sobrevoló cerca de Creta.


Roosevelt y Churchill fueron recibidos en Crimea por el Comisario de Relaciones Exteriores Viacheslav Mólotov, el embajador estadounidense Averell Harriman y el Secretario de Estado Edward Stettinius, Jr.. Roosevelt se hospedó en el Palacio de Livadia.
Este palacio había sido saqueado por los alemanes durante la guerra, y
los soviéticos lo tuvieron que remodelar recurriendo a muebles y
pinturas del Hotel Metropol en Moscú. Stalin se hospedó en el Palacio de Yusúpov y Churchill en el Palacio Vorontsov.


El 4 de febrero
por la mañana, Roosevelt se reunió primero con sus Jefes militares,
como preparación para la Conferencia. También se reunió con oficiales
del Departamento de Estado, entre los que se encontraba Alger Hiss. Al iniciarse la Guerra Fría,
Hiss fue acusado y condenado de ser un espía soviético. Asimismo fue
acusado de haber convencido a Roosevelt de que hiciera las concesiones
solicitadas por Stalin en Yalta, pero no existe evidencia de esto. Estos
oficiales determinaron que los principales puntos a tratar por los
Estados Unidos serían:


  1. El futuro de Polonia y la negativa al reconocimiento del gobierno comunista de Lublin.
  2. La creación de las Naciones Unidas.
  3. El futuro de Alemania.
  4. El mejoramiento de las relaciones entre el Kuomintang y el Partido Comunista de China.
Stalin llegó esa mañana a Crimea en tren, y visitó primero a
Churchill, donde expresó su convencimiento en la derrota alemana,
afianzada al saber que Hitler
había destituido a varios generales de renombre. Luego, acompañado por
Mólotov, visitó a Roosevelt, quien le expresó su indignación al observar
el grado de destrucción causado por la guerra en Crimea. El presidente estadounidense expresó:


Espero que propongas de nuevo un brindis por la ejecución de cincuenta mil oficiales del Ejército alemán.


Roosevelt hacía referencia a un brindis hecho por Stalin durante la conferencia de Teherán,
en presencia suya y de Churchill. Éste último había abandonando la sala
en señal de indignación, pero Stalin se apresuró a decir que estaba
bromeando. En Yalta, Stalin respondió que la destrucción de Crimea era
nada comparada con la de Ucrania.


Stalin y Roosevelt también hablaron sobre el papel de Francia en la guerra y la postguerra. Stalin calificó a Charles de Gaulle
de ser una persona "poco realista", ya que demandaba derechos iguales a
la Unión Soviética, los Estados Unidos y el Reino Unido, considerando
que, según Stalin, Francia había hecho muy poco en la guerra. A
Roosevelt tampoco le agradaba De Gaulle, y para entretener al líder
soviético, le confesó que en la conferencia de El Cairo, el general francés se había comparado con Juana de Arco. Stalin respondió informándole que De Gaulle planeaba colocar permanentemente tropas en el río Rin. Roosevelt y Stalin acordaron dar a Francia una zona de ocupación, pero solamente por "amabilidad".


Primera plenaria


Mesa de la conferencia de Yalta en el Palacio de Livadia (Ucrania).
A las 5.00 pm se inició conferencia de Yalta en el Palacio de Livadia.
En total, diez soviéticos, diez estadounidenses y ocho británicos se
sentaron a la mesa de conferencias. Entre los presentes destacaban
Stalin, Mólotov, Churchill, Eden, Brooke, Roosevelt, Stettinius y Marshall.
Un poco antes de las 7.00 pm la reunión terminó, y Eden registró en su
diario que el ambiente había sido "de cooperatividad". Este ambiente se
mantuvo en la noche, los "tres grandes" participaron en una cena donde
comieron caviar con pollo frito al estilo sureño. Churchill y Roosevelt bromearon con Stalin, informándole que a sus espaldas lo llamaban Tío Joe (Uncle Joe),
y Mólotov respondió afirmando que sus servicios de inteligencia le
habían comunicado esto hace dos años. Stalin aprovechó la oportunidad
para dar el primer vistazo al "asunto polaco" al declarar:


Jamás accederé a subyugar cualquier acción de cualquiera de las grandes potencias al juicio de las pequeñas potencias.


Roosevelt fue más directo, y respondió que la solución de estos
problemas no era tan sencilla, y que los polacos estadounidenses estaban
muy interesados en el destino de Polonia. Stalin replicó minimizando la
importancia polaca en las elecciones estadounidenses. Por su parte,
Churchill declaró:


El águila debe permitir a las pequeñas aves cantar, sin importarle qué canten.


Winston Churchill
Aunque Stalin y Roosevelt abandonaron la cena poco antes de la
medianoche de buen humor, Eden consideró que ésta había sido "terrible",
y calificó de "siniestro" el modo en que Stalin veía a las pequeñas
naciones. El ánimo de Eden empeoró cuando Churchill le comunicó que
había decidido dar el derecho al voto en las Naciones Unidas a la RSS de Ucrania y la RSS de Bielorrusia.


Segunda plenaria


Una imagen más informal de los Tres Grandes en Yalta.
La segunda plenaria de la conferencia se inició al final de la tarde
del segundo día. En esta ocasión Roosevelt estaba acompañado por su
asesor Harry Hopkins, quien sufrió de dolor durante la reunión debido a la hemocromatosis que padecía.


El tratamiento de Alemania en la post-guerra fue el primer punto a
tratar; una comisión conjunta de las tres principales naciones aliadas
ya había establecido las áreas de ocupación, pero Roosevelt no estaba
conforme con la región suroriental que le había sido asignada a Estados
Unidos. Stalin llevó el tema más lejos, solicitando definir
definitivamente el desmembramiento de Alemania. Churchill se opuso de
inmediato, quería esperar hasta que finalizara la guerra, ya que, al
igual que el General Dwight Eisenhower,
quería evitar que los alemanes conocieran el plan de desmembramiento de
Alemania, por temor a que redoblaran sus esfuerzos. Por su parte,
Roosevelt sugirió dividir la nación germana en "cinco o siete Estados".


Luego se discutió la zona de ocupación francesa. Churchill estaba
dispuesto a entregarles a los franceses parte de la zona de ocupación
británica, ya que tenía especial interés de formar una poderosa barrera
contra el comunismo soviético en el occidente de Alemania. Stalin se
negó a permitirles tener una, adivinando las intenciones británicas.
Roosevelt sugirió ofrecerle a Francia la zona, pero negarle la entrada
al órgano de control de Alemania. Luego de que Roosevelt anunciara
descuidadamente que sus tropas abandonarían Europa en dos años, Stalin
aceptó rápidamente la propuesta del presidente estadounidense.


Después se pasó al tema de las indemnizaciones de guerra que debía
pagar Alemania. Los soviéticos reclamaron el pago de 10 000 millones de
dólares estadounidenses, pero Churchill se negó alegando que las altas
indemnizaciones pagadas por Alemania en la Primera Guerra Mundial
trajeron nefastas consecuencias. Además, resaltó que esto generaría
hambruna en Alemania. Roosevelt sugirió dejar suficiente industria a
Alemania para que pudiera autoabastecerse, sin llegar a adquirir un
nivel de desarrollo superior al soviético.


Tercera plenaria

El primer tema tratado en el tercer día de la Conferencia fue la organización de las Naciones Unidas.
Churchill expresó sus deseos de que las tres naciones presentes
realizaran "una orgullosa submisión a las comunidades del mundo", de
manera que no pareciese que estuviesen buscando el dominio del mundo. Stalin respondió sarcásticamente:


No conozco una gran nación que esté intentando ser amo del mundo. Tal vez estoy equivocado, y no puedo verlo todo.


Luego de esta declaración, Stalin opinó que las Naciones Unidas
deberían ser organizadas de manera tal que fuese muy difícil a cualquier
potencia obtener el dominio mundial. Aclaró también, que el mayor
peligro sería que las tres grandes potencias tuvieran conflictos entre
sí. Roosevelt aprovechó esta oportunidad para tratar el tema polaco.
Churchill expresó su deseo de que la nueva Polonia fuese un Estado libre
e independiente, y sugirió definir de inmediato un gobierno provisional
polaco, y la realización de elecciones libres.


Luego de un descanso de diez minutos, Stalin replicó que para
garantizar la seguridad del Estado soviético, no podía aceptar un
frontera más al este que la definida en la línea Curzon. Respecto al gobierno polaco, declaró:


Todos dicen que soy un dictador, pero tengo suficiente sentimiento
democrático para no establecer un gobierno polaco sin polacos.


Stalin
Churchill respondió que el gobierno comunista polaco establecido por
los soviéticos no representaba ni siquiera a la tercera parte de los
polacos. Después de este comentario, la plenaria finalizó. Sin embargo,
Roosevelt escribió una carta a Stalin tratando de nuevo el asunto
polaco. En ella, expresó su negativa a reconocer el gobierno polaco
comunista, y solicitó traer de inmediato a los representantes de este
último a Yalta, así como a los representantes del gobierno polaco en el exilio.


Bibliografía en polaco

  • Joanna Cieślewska: Historia de la República Popular de Polonia 1944 - 1989 (Wielka Kolekcja 1944-1989 Historia PRL). Artur Wąsowski: Teherán-Yalta: El nuevo orden del mundo (Teheran-Jałta: Nowy porządek świata). Tomo 1: 1944-1945. Varsovia, New Media Concept sp. z o.o., 2009, s. 15-17. ISBN 978-83-7558-507-0.

Enlaces externos

Véase también

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