jueves, 14 de julio de 2016

Manual de Madrid. Descripción de la Corte y de la Villa / por Ramón de Mesonero Romanos | Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

Manual de Madrid. Descripción de la Corte y de la Villa / por Ramón de Mesonero Romanos | Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

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Manual de Madrid. Descripción de la Corte y de la Villa / por Ramón de Mesonero Romanos
















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ArribaAbajoCapítulo VI

Del estado eclesiástico. Parroquias.
Conventos de ambos sexos. Iglesias. Oratorios. Cementerios




Madrid se halla
dividido en diez y siete parroquias, a saber: santa María,
san Martín, san Ginés, el Salvador y san
Nicolás, santa Cruz, san Pedro, san Andrés, san
Miguel y san Justo, san Sebastián, Santiago y san Juan, san
Luis, san Lorenzo, san José, san Millán, nuestra
Señora del Buen-Suceso, ministerial de palacio, y el
Buen-Retiro. También son parroquias las de la Florida y el
Canal, extramuros.

Santa
María
. Esta iglesia parroquial es reputada por la
más antigua, y guarda la primacía entre las de esta
villa. El ayuntamiento celebra en ella sus funciones, y tiene
prerrogativas64
de iglesia mayor. La época de la fundación de ella es
muy dudosa, pues hay quien la hace subir al tiempo de los romanos,
asegurando ser esta la primera iglesia donde se predicó el
Evangelio en Madrid, y añadiendo que en siglos posteriores
fue catedral, y después de canónigos reglares. Pero
nada se puede afirmar, y sí sólo que, durante la
dominación de los árabes, sirvió de mezquita,
y fue purificada y consagrada después de la
restauración por el rey don Alfonso el VI. Posteriormente,
  —137→
  cuando se trató por los reyes Felipe III y IV de
hacerla colegiata, se sacaron las bulas para el efecto, y aun se
sentó la primera piedra de la nueva iglesia en la plazuela
que hay detrás de la actual, pero sólo se
reparó ésta. El edificio es pequeño, y de
mezquina arquitectura, y en él hay poco recomendable en
materia de bellas artes, pero se venera la sagrada imagen de
nuestra señora de la Almudena, patrona de Madrid, y uno de
los principales objetos de su devoción. Dícese que
esta sagrada imagen fue escondida por los cristianos en un cubo de
la muralla, donde estuvo oculta durante la dominación de los
árabes, hasta que se la encontró milagrosamente en el
mismo año de la conquista. El nombre de la Almudena
parece venir de haberla hallado al lado de una albóndiga, a
que los moros en su lengua llamaban almuden. El distrito
de esta parroquia, como el de las demás antiguas de Madrid,
es muy reducido, por haber permanecido el mismo, mientras que las
modernas han recibido aumento con el ensanche de la
población. Esta parroquia está situada en la plazuela
de los Consejos.

San
Martín
. Esta parroquia es al mismo tiempo monasterio de
Benitos, y su fundación se dice anterior a la época
de los árabes, pero en este tiempo estaba fuera del recinto
de Madrid, y sólo fue incluida en él después
de la conquista; habiendo contribuido notablemente al ensanche de
la población el privilegio concedido a este monasterio por
el rey don Alonso VII para poblar el barrio de san Martín,
de donde le viene su parroquialidad, la más extensa de
Madrid, tanto que comprende 105 calles, y 2300 casas. El convento
es vasto, y la iglesia fue destruida   —138→
  en tiempo de la invasión de los franceses,
desapareciendo muchas preciosidades que contenta en materia de
pintura y escultura, y los sepulcros de don Jorge Juan y del
reverendísimo padre fray Martín Sarmiento; como
igualmente la célebre custodia del Santísimo, obra de
Juan de Arfe. En el día se ha habilitado la iglesia con
harta sencillez; y aún se observan en ella algunas buenas
pinturas y efigies. Está sita en la plazuela de su
nombre.

Esta parroquia,
por su grande extensión, tiene por anejos las iglesias de
san Ildefonso y san Marcos. La primera
desapareció en la época de los franceses, y ha sido
construida en el año de 1827 muy sencillamente. La iglesia
de san Marcos sita en la calle de san Leonardo concluida
en 1753, y construida por el célebre arquitecto don Ventura
Rodríguez, merece notarse por su buena arquitectura. Su
planta se compone de tres figuras elípticas; en la de en
medio está la cúpula, y en las otras dos el
presbiterio y los pies de la iglesia. Toda ella está
adornada con pilastras del orden compuesto, y florones en las
arcadas, y la fachada con pilastras corintias y con un frontispicio
triangular por remate, todo con la mayor elegancia,
proporción y buen gusto, como lo son en general los altares
y adornos que decoran esta iglesia. La estatua del santo
Evangelista es de don Juan de Mena, como también las de san
Benito y santa Escolástica en sus altares. Dicho arquitecto
Rodríguez yace sepultado en ella65.
  —139→
 
San
Ginés
. Nada se sabe a punto fijo sobre la
fundación de esta iglesia, ni si fue mozárabe (como
se ha pretendido) en tiempo de los moros, sólo sí que
existía por los años de 1358, y habiéndose
arruinado en 1642 su capilla mayor, volvió a reedificarse
tres años después. Últimamente sufrió
un terrible incendio en 16 de agosto de 1824 en que perecieron
muchas de sus curiosidades. Su figura es de cruz latina, de orden
dórico sencillo, con dos naves pequeñas a los lados,
siendo de las iglesias más claras y espaciosas de Madrid. El
cuadro del altar mayor que ha sustituido al que había de
Ricci, y pereció en el fuego, representa el martirio de san
Ginés, y ha sido pintado por don N. san Martín.

Entre las varias
capillas que tiene esta iglesia merece citarse la del
Santísimo Cristo, cuya efigie, una de las más
veneradas en Madrid, está ejecutada por don Alfonso Vergaz.
Entre las pinturas que adornan esta capilla, la del
Santísimo Cristo sentado en el calvario mientras los
soldados preparan la cruz, es de Alonso Cano; las otras son
medianas. Debajo de esta capilla está la bóveda
llamada de san Ginés, donde todas las noches de Cuaresma y
tres días de cada semana en lo restante del año hay
ejercicios espirituales de oración, meditación,
sermón y disciplina. Esta parroquia está situada en
la calle del Arenal.
  —140→
 
El Salvador y
san Nicolás
. Esta pequeña parroquia está
situada en la calle Mayor, frente a la plazuela de la Villa, y es
de las más antiguas de Madrid. La efigie del altar mayor
representa a san Eloy, y fue hecha por el célebre don Juan
Pascual de Mena, a costa del gremio de plateros. En este templo
tienen sus sepulcros el último duque de Arcos con un
elegante mausoleo, el conde de Campomanes66,
y a los pies de la iglesia el célebre don Pedro
Calderón de la Barca. Tiene además la particularidad
de que la torre, campanas y reloj pertenecen al ayuntamiento de
Madrid, que tenía antiguamente sus sesiones en la sala de
encima del pórtico de la iglesia.

La parroquialidad
de esta es muy reducida, aun después de haberle unido la de
san Nicolás, que se halla situada a espaldas de santa
María, de cuyo edificio y adornos hay poco que hablar,
sólo sí que en su bóveda están
sepultados los huesos del célebre Juan de
Herrera67.
  —141→
 
Santa
Cruz
. Se ignora igualmente su fundación, sólo
sí que es de las primeras de Madrid. La iglesia ha sufrido
dos incendios, el último en 1763, en que padeció toda
ella, y fue reedificada poco después. Su portada principal
no es de mala forma, y su torre es la más alta de Madrid. En
sus altares hay muy buena colección de esculturas. En esta
iglesia están las congregaciones de la Paz y Caridad, que
cuidan del socorro espiritual y corporal de los infelices
ajusticiados.

San
Pedro
. Es también muy antigua, y estuvo en otro tiempo
en la esquina o recodo que hace una casa antes de llegar a Puerta
Cerrada, de donde la trasladó Alonso XI a donde ahora
está, que es más abajo en la plazuela de su nombre,
con espaldas a la calle de Segovia. El edificio es pequeño y
fuerte, y entre las varias efigies que le adornan es digna de
atención la del Santísimo Cristo de las Lluvias, que
se venera en una capilla a los pies de la iglesia. En esta misma
parroquia está la venerable congregación  
—142→
  de Sacerdotes naturales de esta villa, fundada por el
licenciado Gerónimo Quintana, autor de la Historia de
Madrid, cuyo instituto es el socorro de todas las necesidades que
puedan padecer los sacerdotes residentes en la corte.

San
Andrés
. Esta antigua parroquia, de que ya se tiene
noticia en la Vida de S. Isidro
Labrador
que existía en el siglo XII, sirvió de
capilla real a los Reyes Católicos cuando vivían en
las casas contiguas de don Pedro Laso de Castilla (hoy del duque
del Infantado) desde donde dieron paso a ella. Lo más
notable de esta iglesia es la capilla y entierro de san Isidro
Labrador. Fue labrada en los reinados de Felipe IV y Carlos II con
extraordinaria magnificencia para colocar el cuerpo del santo, que
había ocupado otros sitios en la misma iglesia. Esta
suntuosa capilla está al lado del Evangelio, y es
magnífica, a pesar de sus defectos de seriedad,
particularmente el ochavo o cúpula, con columnas de
mármol, y el tabernáculo o altar de cuatro caras que
está en medio, todo de mármoles y bronces con
profusión de estatuas, adornos y caprichos que constituyen
un conjunto singular y digno de verse; como igualmente lo son las
pinturas de Ricci, Carreño, y otros que hay en ella. En esta
capilla estuvo el cuerpo del Santo basta 1769, que fue conducido a
la iglesia de san Isidro, donde permanece. La estatua del Santo es
del acreditado don Isidro Carnicero.

Contigua a esta
iglesia está la capilla llamada del Obispo, fundada
por D. Gutierre de Vargas y Carvajal,
obispo de Plasencia, cuya arquitectura de gusto gótico, y
las muchas obras de escultura y pintura que la adornan, hechas por
Francisco Giralte y por Juan   —143→
  Villoldo, y últimamente los sepulcros
magníficos del obispo y sus padres que adornan esta capilla,
la hacen ser uno de los objetos más interesantes de Madrid,
y cuya descripción artística sería demasiado
prolija. Antiguamente estuvo unida a la iglesia de san
Andrés, pero en el día tiene su puerta independiente
a la plazuela de la Paja, y para su culto tiene el competente
número de capellanes y dependientes.

San Justo y
san Miguel
. Habiéndose demolido en el siglo pasado la
antigua parroquia de san Justo, se construyó de nuevo a
costa del serenísimo señor infante don Luis. La
fachada de la iglesia es de figura convexa, y está adornada
de estatuas de los escultores Michel y Carisana, y de un bajo
relieve. Las mejores pinturas al fresco de lo interior son de don
Antonio Velázquez, y hay en la iglesia y sacristía
algunos cuadros regulares. Está situada en la calle del
Sacramento.

La parroquia de
san Miguel, derribada en tiempo de los franceses y agregada a esta,
estaba en la plazuela de su nombre.

San
Sebastián
. Fundose esta iglesia el año de 1550,
y tomó la advocación de este santo por una ermita que
había allí cerca. Su arquitectura es pobre y
mezquina, y la ridícula fachada de la calle de Atocha era
uno de los partos del gusto extravagante, pero ha sido reformada en
el año pasado y reducida a un aspecto más sencillo.
En el interior de la iglesia lo más notable es la capilla de
nuestra Señora de Belén reformada por el arquitecto
don Ventura Rodríguez. Otras dos capillas tiene, una con la
advocación del Santísimo Cristo de la Fe, llamado
de los Guardias, cuya excelente efigie es obra de don
Ángel Monasterio;   —144→
  y otra, reformada por el arquitecto don Silvestre
Pérez y dedicada a nuestra Señora de la Novena, donde
celebra sus funciones la congregación de cómicos
españoles. Hay en esta iglesia algunas pinturas notables,
como es el martirio de san Sebastián, de Vicente
Carducio68;
y el prendimiento del Señor, de Dominico Greco, y otras.
Esta parroquia, por el sitio que ocupa en la calle de Atocha, y la
extensión de su feligresía, es de las primeras de
Madrid. En su bóveda está enterrado el célebre
fray Lope de Vega Carpio.

Santiago y san
Juan
. Esta parroquia fue de las antiguas de Madrid, y
habiéndose venido abajo, fue reedificada en 1811 bajo los
planes de don Juan Antonio Cuervo, y aunque pequeña, es una
de las iglesias más bellas de la corte. El gran cuadro del
altar mayor, que representa al santo peleando a caballo, es de lo
mejor de Francisco de Ricci, y hay además otras buenas
pinturas. La estatua de la beata Marta Ana es de don Julián
de san Martín.

A esta parroquia
se unió la pequeña de san Juan después de su
derribo.

San Luis.
Esta parroquia, que hasta hace pocos años fue ayuda de san
Ginés, tiene su iglesia grande y de bastante buena forma en
la calle de la Montera. Concluyose en 1689, y la portada acredita
el poco gusto de José Donoso, uno de los corruptores de la
arquitectura; pero aún es mas extravagante el retablo del
altar mayor que ha quedado para afrenta del buen gusto con algunos
otros de su clase.

San
Lorenzo
. Esta parroquia, que fue hasta hace poco tiempo anejo
de la de san Sebastián, está en el barrio de
Lavapiés, y su calle de san Bernardo, y no contiene objetos
notables.
  —145→
 
San
José
, Fundó esta parroquia en 1745 el duque de
Frías don Bernardino de Velasco, en atención a lo
distante del barrio del Barquillo de la parroquia de san Luis, y
para ello trasformó en iglesia la sala de su misma casa, que
servía de teatro. Fue anejo de la de san Ginés, y en
el día es parroquia independiente, y se ha trasladado a la
calle de san Marcos.

San
Millán
. Fue ermita en sus principios, y luego parroquia
aneja a la de san Justo. En 14 de marzo de 1720 un violento
incendio ocasionado por una vela de las que ardían en el
altar, redujo a cenizas todo el edilicio, que prontamente se
volvió a levantar por el maestro don Teodoro Ardemans. En
esta iglesia está un Santísimo Cristo llamado de
las Injurias
, que es un objeto de gran devoción. Se
halla situada en frente de la plazuela de la Cebada.

Nuestra
Señora del Buen-Suceso
. Es parroquia castrense, y hay
en ella un hospital para la servidumbre de Palacio. La iglesia es
mediana, pero no corresponde al sitio que ocupa en medio de la
puerta del Sol: su fachada principal es mezquina. Esta iglesia fue
muy maltratada en tiempo de los franceses, y, aunque después
se la habilitó, carece de objetos artísticos dignos
de atención. La imagen de nuestra Señora que se
venera en su altar mayor fue hallada en un monte por dos hermanos
de la congregación de los Obregones. En esta iglesia y su
patio fueron fusilados varios desgraciados españoles en el
funesto 2 de mayo, y hay una inscripción en el crucero al
lado de la epístola que lo expresa, también
está en esta iglesia en el presbiterio del mismo lado de la
epístola una urna o sarcófago que encierra los  
—146→
  restos del doctor don Matías Vinuesa, capellán
de honor de S. M., antiguo cura de
Tamajón, asesinado en la cárcel de la Corona el
día 14 de mayo de 1821. En esta iglesia se celebra una misa
a las dos de la tarde, a que siempre asiste extraordinaria
concurrencia.

De las parroquias
de Palacio, el Retiro, la Florida y el Canal hablaremos en la
descripción de estos sitios.


Conventos de
religiosos



San
Martín
. Véase lo que se dijo de este monasterio
como parroquia.

San
Francisco
. Este convento fue fundado por el mismo santo
Patriarca, que vino a Madrid en 1217, y habiéndole los
moradores ofrecido sitio fuera de los muros, labró una
pequeña ermita donde es hoy la huerta del convento. Esta
ermita fue extendiéndose hasta que se convirtió en
gran iglesia y convento; pero demolido en 1760, se empezó a
fabricar de nuevo con gran magnificencia, concluyéndose el
todo de la obra en 1784. Hízose por los planes de fray
Francisco Cabezas, religioso lego de la orden; que la dejó
en la cornisa, y fue continuada por los arquitectos Pló y
Sabatini, quien concluyó la iglesia e hizo el convento. Uno
y otro son de una magnificencia extraordinaria. La iglesia es una
rotunda circundada de siete capillas, y con un vestíbulo,
teniendo de diámetro; sin contar aquellas, 117 pies, y de
alto hasta el anillo de la linterna 153. Desde la línea de
la fachada hasta el fondo del presbiterio hay 229 pies. Las seis
capillas menores tienen también sus cúpulas, y consta
cada una de 35 pies en cuadro, y la mayor   —147→
  de 75 de fondo y 47 de ancho. En el altar mayor hay un
sencillo tabernáculo, y en la pared de su frente un gran
cuadro de don Francisco Bayeu, que representa la concesión
del jubileo de la Porciúncula. Los cuadros de las seis
capillas son, los de la derecha de Goya, Calleja y Castillo, y los
de la izquierda de Velázquez, Ferro y Maella. El
pórtico de la iglesia tiene 67 pies de ancho y 37 de fondo,
y hay en la fachada dos torres y tres ingresos con arcos. El
convento es igualmente grandioso, habiendo en él diez
patios; con doscientas celdas, noviciado, enfermería y
demás. Este edificio, a pesar de su magnificencia, no se
ostenta, como debía, por el sitio extraviado en que
está, más abajo de Puerta de Moros. Es el primero de
los templos de Madrid, y en él se han celebrado
últimamente las exequias reales.

Inmediata a este
convento está la capilla de la V. O. T. que tiene muy buenos
cuadros.

San
Gerónimo
. Fundó este convento el rey don Enrique
IV en el camino del Pardo, cerca de donde hoy está el puente
Verde, a consecuencia de una función de justas que
celebró en aquel sitio para festejar al embajador de la Gran
Bretaña, dispuestas por su favorito don Beltrán de la
Cueva. En 1464 se establecieron allí siete religiosos, pero
habiéndose experimentado ser enfermizo aquel sitio por la
cercanía del río, se trasladaron por
disposición de los Reyes Católicos al sitio que hoy
ocupa en lo alto del Prado. La iglesia es a la manera
gótica, de cuyo estilo nos han quedado ya poquísimos
monumentos en Madrid, de una sola nave ancha y desembarazada; fue
arruinada en tiempo de los franceses, y ha sido habilitada
después. En aquella desgraciada época  
—148→
  desaparecieron las muchas riquezas en pintura, escultura y
alhajas que contenía, y de que no es fácil reponerse.
En el día está desnuda de ellas, y sólo
conserva algunas pinturas en la sacristía. El gran cuadro
del altar mayor ha sido pintado últimamente por don Rafael
Tejeo. En esta iglesia se celebra la ceremonia de la jura de los
príncipes de Asturias.

Nuestra
Señora de Atocha
. Este convento, de padres dominicos
fue fundado en tiempo del emperador Carlos V por fray Juan Hurtado
de Mendoza, su confesor, en el mismo sitio en que había una
ermita pequeña de nuestra Señora de Atocha, sobre
cuyo origen se han extendido mucho los historiadores de Madrid. La
gran devoción a esta Señora, y la piedad religiosa de
los reyes de España, fue acrecentando la suntuosidad de esta
iglesia-convento, particularmente la capilla de nuestra
Señora, cuya bóveda estaba pintada por Jordán,
pero todo desapareció en tiempo de los franceses, en que fue
destruido. Restituido al trono nuestro augusto Monarca, se
ocupó en la restauración de este convento,
reedificándole casi del todo, haciendo construir por su
arquitecto don Isidro Velázquez el elegante altar mayor,
adornando toda la iglesia de bonitas capillas, alhajas, efigies y
cuadros, y trasladando a su casa con pública solemnidad la
imagen de nuestra Señora, que había sido pasada al
convento de santo Tomás. A esta iglesia concurren las
personas reales a dar gracias a su entrada en esta villa, y por
costumbre antigua la visitan todos los domingos SS. MM. y AA.
En ella se conservan multitud de banderas dedicadas por los cuerpos
del ejército, y otras devueltas por los franceses.
  —149→
 
San Felipe el
Real
. Es de agustinos calzados, y se fundó por los
años de 1547 en el sitio que caía a los confines de
la población, y ahora es junto a la puerta del Sol, centro
de la villa: su iglesia se quemó en 1718, y ella y el
convento fueron muy maltratados en la guerra de los franceses.
Dicha iglesia es del buen gusto que reinaba en tiempo de Felipe II,
en que se construyó, y está adornada de algunas
buenas imágenes: el convento es extenso y bien fabricado; y
su claustro de piedra berroqueña, con veinte y ocho arcos en
los dos cuerpos de que se compone, es de orden dórico, y una
de las mejores obras de arquitectura que hay en Madrid.

Nuestra
Señora de la Victoria
. Convento de mínimos de
san Francisco de Paula, fundado en 1561 por el padre fray Juan de
Vitoria. Esta iglesia merece poca atención, y no corresponde
al paraje en que se encuentra, que es a la entrada de la Carrera de
san Gerónimo por la puerta del Sol. Su portada es de corto
mérito, pero la estatua del Santo que en ella hay es
recomendable, y lo mismo la de nuestra Señora que
está sobre la puerta del costado. Fue destruida en tiempo de
los franceses y habilitada después; y lo más notable
que contiene es la venerada imagen de nuestra Señora de la
Soledad, obra de Gaspar Becerra, la misma que sale en la
procesión del viernes santo.

Santísima Trinidad. El convento de trinitarios
calzados fue fundado por el rey don Felipe II, que dio la traza de
su mano, y eligió sitio, que es el centro de la calle de
Atocha. El edificio es de los mejores de Madrid, y se
construyó por el maestro Gaspar de Ordóñez. La
iglesia es muy grande, y está adornada   —150→
  en lo interior con pilastras de orden corintio, buenos
capiteles y cornisa bien tallada; pero fue lástima no haber
dado a la cúpula cuerpo de luces ni elevación
correspondiente. También padeció extraordinariamente
en tiempo de los franceses, y se perdieron muchas de sus
preciosidades. El cuadro del altar mayor es obra de Donoso.

El claustro, todo
de piedra, es uno de los mejores que hay en Madrid: la escalera
magnífica y parecida a la del Escorial, y la lonja de la
calle de Atocha muy espaciosa.

Nuestra
Señora de las Mercedes
. El convento de mercenarios
calzados sito en la calle de la Merced, fue fundado en una
pequeña casa en 1564. La iglesia es grande, bien construida,
aunque muy oprimida por el coro, y renovada en 1730,
haciéndose entonces la ridícula portada que ahora
tiene, y retocándose sus bóvedas. Esta iglesia fue
muy rica en pinturas y alhajas, de que se vio privada en la guerra
de los franceses; habiendo quedado sin embargo algunas pinturas y
efigies muy notables. En el crucero, al lado de la epístola,
es de notar el suntuoso sepulcro del marqués del Valle
(nieto de Hernán Cortés) y de su esposa, y a los pies
de la iglesia la capilla de nuestra Señora de los
Remedios.

Colegio
imperial de jesuitas
. Fue fundado por la religión, y en
1567 se concluyó la primera iglesia, que era pequeña,
y tenía su puerta principal a la calle que sube a la Merced;
pero habiendo tomado el patronato de este colegio la emperatriz
doña María de Austria en 1603 (de donde le viene el
nombre de imperial), se construyó en 1651 la actual iglesia,
que es un templo grandioso, de bellas proporciones, aunque  
—151→
  con poco gusto en los adornos, sobre todo en los guarnecidos
de madera dorada, que afean toda la iglesia. La capilla mayor,
renovada por el arquitecto don Ventura Rodríguez, que puso
el coro detrás, es del mejor gusto. En ella se veneran los
cuerpos de san Isidro y santa María de la Cabeza, que fueron
trasladados de san Andrés, y están en dos urnas
preciosas. La estatua del santo que está sobre el trono de
nubes, es obra de don Juan Pascual de Mena; y el gran cuadro del
segundo cuerpo, que representa la Santísima Trinidad, fue
pintado por don Antonio Rafael Mengs. Muchos son los objetos
notables en materia de bellas artes, que se observan en las
capillas y sacristía de esta iglesia, que por desgracia son
demasiado oscuras; pero no es posible detenerse en su
descripción, y sólo se dirá que todo su
conjunto le hace un templo digno de la capital. En su bóveda
se conservan dos urnas preciosas que encierran los restos de los
heroicos capitanes de artillería; don Luis Daoiz y don Pedro
Velarde, y otra con las cenizas de las demás víctimas
del dos de mayo de 1808, que fueron exhumados y conducidos a
aquella iglesia el mismo día de 1814 con una pompa triunfal
que excede a toda ponderación. La fachada que da a la calle
de Toledo consta de tres puertas entre cuatro medias columnas, es
majestuosa y de buena proporción. Esta iglesia cuando la
expulsión de los jesuitas fue destinada al cabildo de curas
de san Andrés, que tomó el nombre de cabildo de san
Isidro; y después ha vuelto a los padres de la
Compañía. El convento es igualmente grande y
suntuoso, y en él hay una excelente biblioteca
pública, de que hablaremos en su lugar.

San
Bernardino
. Fundado en 1570, y su iglesia   —152→
  fue labrada en 1572 por Francisco Garnica, contador del Rey.
Está fuera de la puerta de san Bernardino, y fue demolido en
tiempo de los franceses, y rehabilitado después.

El Carmen
Calzado
. En 1575 se fundó este convento por la
religión, contribuyendo a ello la villa de Madrid y el celo
del Caballero de Gracia, en el mismo sitio que ocupaba la casa de
mujeres públicas. El templo es de los más grandes y
de mejor arquitectura que tiene Madrid, con muy buenas capillas y
efigies. La del altar mayor, que representa la virgen del Carmen,
es obra de Juan Sánchez Barba, a quien también se
atribuyen las de los dos santos de la orden a los lados.
También hay pinturas notables, y en el año
último se ha verificado la total reforma del adorno interior
de este templo, habiéndose construido el retablo mayor y los
colaterales con arreglo a las ideas del buen gusto, y despojado de
extravagancias toda la iglesia, que ha quedado por lo tanto una de
las más notables de Madrid. La mejor fachada es la de la
calle del Carmen, donde tiene una lonja espaciosa.

Santo
Tomás
. Es del orden de predicadores de santo Domingo, y
se erigió en Priorato en 1563. Concluyose la iglesia en
1656, construyéndose después la capilla mayor, que se
vino abajo en 1725 en ocasión de la festividad del
año Santo. La iglesia es espaciosa y de buena planta, pero
la portada tremenda con el lema de Plusquam Salomon, es obra de Churriguera y
de sus hijos, y ridícula hasta el extremo por sus
extravagantes adornos. No lo es menos el altar mayor y muchos de
sus retablos, en los cuales hay sin embargo muy buenas pinturas y
esculturas, pudiendo citarse entre estas últimas el
descendimiento   —153→
  de la Cruz, obra de Miguel Rubiales; en la primera capilla
de la izquierda; y en la de enfrente uno de los buenos cuadros que
hay en Madrid ejecutado por Pereda. En aquella hay un entierro del
conde de Gausa, que tiene muy buen gusto. Este convento está
en la calle de Atocha, frente a santa Cruz.

El Carmen
Descalzo
. Fundose en 1536 bajo el título de san
Hermenegildo, pero la iglesia es más moderna, y aunque
fuerte y capaz, no es correspondiente al sitio que ocupa en la
calle de Alcalá. Esta iglesia y convento poseía una
de las más ricas colecciones de cuadros de los autores
más celebrados, y una selecta biblioteca; más todo
desapareció en la invasión francesa, habiendo quedado
sin embargo algunos buenos cuadros en la capilla de santa Teresa,
fundada por don Rodrigo Calderón, marqués de Siete
Iglesias, conde de la Oliva, gran privado y primer ministro de
Felipe III69.
Últimamente, en este mismo año se ha hecho de nuevo
el altar mayor de muy buen gusto.

Noviciado. La otra casa de la Compañía, que
es el Noviciado, está en la calle ancha de san Bernardo. Fue
fundada en 1602 por la marquesa de Camarasa; pero la iglesia actual
es moderna y de buena arquitectura, aunque caprichosa en los
adornos, teniendo como la otra de san Isidro la ventaja de carecer
del coro a la entrada, cosa que desfigura la mayor parte  
—154→
  de las iglesias. Su portada es graciosa, y está
adornada de bajos relieves alusivos a san Ignacio; pero la iglesia
encierra grandes bellezas en pintura y escultura, entre las que
merece notable atención el gran altar de mármoles y
bronces al lado del evangelio, dedicado a san Francisco de Regis, y
trabajado en Roma por profesores de gran mérito.

Doña
María de Aragón
. Fue fundado este convento de
agustinos calzados en 1590 por doña María de
Córdoba y Aragón, dama de la reina doña Ana, y
su iglesia contenía buenas pinturas, pero en tiempo de los
franceses fue arruinada, y después destinada a salón
de cortes. Últimamente se ha vuelto a abrir como iglesia; su
arquitectura en forma oval es muy notable por su sencillez y
novedad.

Agustinos
recoletos
. En 1595 fue fundado este convento de agustinos
descalzos, y la iglesia se concluyó en 1620. Contenía
muchos objetos apreciables en pintura, escultura y alhajas, pero
todo desapareció en la invasión francesa, siendo
reducido a cuartel; y aunque después se la ha habilitado y
el convento, no con aquella magnificencia obra de muchos
años. Se ha conservado sin embargo la excelente efigie del
santísimo Cristo del Desamparo en la capilla de su nombre, y
en los dos lados del crucero de la iglesia los sepulcros de los
marqueses de Mejorada, obra de Donoso, más suntuosa que
elegante.

Espíritu Santo. Este convento de padres
clérigos menores y su iglesia, sitos en la carrera de san
Gerónimo, había padecido notablemente en tiempo de
los franceses; y habilitado después, ocurrió en 1823
un violento incendio que lo destruyó del todo, teniendo
  —155→
  que pasar los padres al convento de Portacœli de la
misma orden.

San
Bernardo
. Este monasterio fue fundado por don Alonso Peralta,
contador de Felipe II, que yace en la iglesia en el presbiterio con
un mausoleo de jaspe. Dicha iglesia es pobre y pequeña, y de
ningún modo correspondiente a la hermosura de la calle en
que está, y a que da nombre, y tiene pocos objetos
notables.

San Gil.
Fue fundado este convento en la antigua parroquia de san Gil por el
rey don Felipe III. Es de franciscos descalzos, y su iglesia
edificada en 1513 estaba cerca de palacio, y fue demolida en tiempo
de los franceses, por lo que los religiosos han ocupado al convento
de san Cayetano en la calle de Embajadores. Este templo es
magnífico, de tres naves espaciosas, y se construyó a
principios del siglo pasado. Lo hubiera sido más, si uno de
los arquitectos de la escuela de Churriguera no hubiera echado a
perder los diseños que vinieron de Roma. La fachada, sobre
todo, es de mal gusto, aunque muy costosa.

Santa
Bárbara
. Este convento de mercenarios descalzos fue
fundado en 1606 en el mismo sitio que ocupaba la ermita de santa
Bárbara. Su iglesia se concluyó en 1622, pero
habiendo sido arruinada en tiempo de los franceses, ha sido
rehabilitada después, y no contiene cosa particular
más que el cuerpo de la beata María Ana de
Jesús, natural de esta villa, beatificada en 1783. Inmediato
estaba la casa y huerto que ocupó la misma. Este convento se
halla junto a la puerta de santa Bárbara al fin de la calle
de Hortaleza.
  —256→
 
Jesús. El convento, llamado de Jesús es de
trinitarios descalzos, y está situado en la plazuela de su
nombre. Fue fundado en 1606, y su iglesia era notable por su buena
disposición y bellos objetos que encerraba; pero fue
arruinada en la guerra pasada; y aunque habilitada después,
así como el convento, no ha podido volver a su antiguo
estado. Conserva sin embargo la sagrada imagen de Jesús
Nazareno, que fue cautiva en Fez y rescatada por los religiosos de
la orden, cuya imagen sale en la procesión del Viernes
Santo, y es uno de los objetos de mayor veneración en
Madrid.

San
Basilio
. Esta orden fundó su monasterio en Madrid,
primero junto al arroyo de Abroñigal, trasladándose
en 1611 al sitio que hoy ocupa en la calle del Desengaño. La
iglesia es mediana, y lo más notable es el extravagante
retablo del altar mayor, obra de Donoso, que es otro de los
monumentos del oprobio de las artes.

Capuchinos del
prado
. Este convento fue fundado en 1609, y su iglesia se
concluyó en 1716; está situado junto a la casa del
duque de Medinaceli, su patrono, y no es notable más que por
su decencia y la sencillez de sus adornos, entre los cuales se
encuentran algunas pinturas regulares.

Premostratenses. Fundó este monasterio la misma
religión en 1611, y la iglesia era bastante capaz, teniendo
una linda fachada, que había construido don Ventura
Rodríguez en 1776, de que sólo han quedado las
ruinas, por haber sido demolida por los franceses la iglesia y
convento, habiéndose retirado los padres a una casa en la
calle del Rosal, en donde existen.
  —157→
 
Nuestra
señora del Rosario
. Este convento del orden de santo
Domingo fue fundado en 1632 en la calle de la Luna, donde
está el convento de Portacœli, siendo trasladado
después a la calle ancha de san Bernardo, donde existe. Su
fachada es sencilla y de buen gusto, y uno de los mejores
ornamentos de dicha calle.

Afligidos. El convento de san Joaquín de padres
premostratenses se fundó en 1635, y en el día existe
en la plazuela de Afligidos, a que da nombre. La iglesia fue
arruinada también por los franceses y habilitada
después muy sencillamente.

La
Pasión
. Este convento de dominicos, que estuvo en la
plazuela de la Cebada, fue demolido en tiempo de los franceses,
habiéndose retirado los padres a la calle de san Pedro,
donde existen.

Capuchinos de
la paciencia
. Este convento, fue fundado por el rey don Felipe
IV en 1639 en la calle de las Infantas, en el mismo sitio que
ocupaba la casa donde fue ultrajada la imagen de nuestro
señor Jesucristo por unos judíos que fueron juzgados
por el tribunal de la Inquisición. La iglesia se
concluyó en 1651, y también fue arruinada por los
franceses; y aunque ha sido habilitada después, no contiene
objetos notables.

Portaceli. Fundose en 1644 esta casa de clérigos
menores después de muchas contrariedades, y erigió su
templo en la calle de la Luna; pero se arruinó en 1719.
Reedificado después, fue arruinado por los franceses, y
últimamente se le volvió a habilitar
sencillamente.

Agonizantes de
san Camilo
. Se fundó en 1643 en la calle de Fuencarral,
bajo la advocación de san   —158→
  Camilo de Lelis, con el piadoso objeto de asistir a los
enfermos moribundos. Su iglesia es pobre, y fue también
arruinada en tiempo de los franceses.

Montserrat. Fue fundado este monasterio de monjes benitos
por el rey don Felipe IV en 1642, en la quinta del condestable de
Castilla, para los monjes que vinieron de Montserrat con motivo de
las disensiones de Cataluña en 1640. Allí
permanecieron hasta que se mudaron cerca de la puerta de
Fuencarral, en la calle Ancha. La iglesia está sin concluir,
y en ella está sepultado don Luis de Salazar y Castro,
cronista de Indias, cuyos manuscritos se guardan allí. La
fachada de esta iglesia trazada por Ribera es de pésimo
gusto.

Padres del
Salvador
. Fundose esta congregación de clérigos
menores en 1644 en el monasterio de la Concepción
Gerónima, luego labraron oratorio a espaldas de la cartel de
corte; y cuando la extinción de los jesuitas ocuparon el
Noviciado en la calle ancha de san Bernardo. Últimamente han
construido su casa-iglesia en la calle del Lobo, y es muy notable
por su buena arquitectura y excelentes estatuas.

San Felipe
Neri
. Fundose este oratorio de padres de san Felipe Neri en
1660 en la plazuela del Ángel, y en 1769 fueron trasladados
a la iglesia de san Francisco de Borja, sita en la calle de
Bordadores, que era casa profesa de jesuitas, y es la misma que hoy
ocupan. La iglesia es mediana, y su fachada fue hasta los
años últimos otra de las afrentas del buen gusto;
pero habiéndose picado y descargado de adornos, ha quedado
regular, y está enriquecida con cuatro grandes columnas de
piedra. En esta iglesia   —159→
  se conserva el cuerpo de san Francisco de Borja, duque de
Gandía, en el altar mayor, que aunque no sea del gusto
más puro, tiene regularidad.

Agonizantes de
la calle de Atocha
. El otro convento de agonizantes, bajo la
advocación de santa Rosalía, está en la calle
de Atocha; fue fundado por el marqués de Santiago por los
años de 1720, y lo que hay hecho en este templo tiene buen
ornato.

Escuelas
pías
. Esta casa de padres clérigos regulares de
las escuelas pías, con título de colegio
calasancio
, tuvo principio en 1755, y estuvieron en la calle
de Fuencarral hasta el año de 1794, en que el rey don Carlos
IV les hizo cesión del convento de padres de san Antonio
Abad, en la calle de Hortaleza, donde existen, habiendo labrado
después el espacioso colegio. La iglesia, aunque no es
grande, es de forma extraña, y está adornada con
altares de buen gusto, bellas pinturas y esculturas. El san
José Calasanz es del célebre Goya.

Ídem. La otra iglesia y colegio de esculapios
está en la calle de la Hoz alta, y fue fundado en 1733. La
iglesia es más moderna, y notable por su linda forma y los
objetos que la adornan. Su fachada tiene una decente sencillez.

San Juan de
Dios
. Fundole en 1552 el venerable hermano Antón
Martín con el objeto de servir de hospital, a cuyo servicio
se entregan los religiosos. La iglesia está reedificada en
1798; tiene mucho adorno elegante y rico en materia de exquisitos
mármoles, y las pinturas al fresco, y esculturas que
contiene son dignas de atención. Entre estas últimas
merecen citarse los pasos del Ecce-homo y los Azotes, que salen
  —160→
  en la procesión del viernes santo; nuestro
Señor Jesucristo con la cruz a cuestas, y san Juan de Dios
sosteniendo a un enfermo, obras de don Pedro Hermoso y otras,
así como la estatua del santo sobre la puerta del convento,
ejecutada por Manuel Delgado, discípulo de Manuel Pereira;
quien la dirigió por hallarse ciego.

Congregación de la misión de san Vicente de
Paúl
. Por real cédula de 6 de julio de 1828 ha
sido establecida en esta corte, viniendo para ello de Barcelona los
primeros padres; y habiendo obtenido de la real hacienda una
indemnización por hallarse ocupada de hospital militar su
casa matriz de aquella ciudad, compraron en esta corte y su calle
real del Barquillo un espacioso local, propio del marqués
del Salar; y empezaron a edificar su convento, que aún no
está concluido.






Conventos de
religiosas



Santo Domingo
el real
. Fue fundado para religiosos en 1217 en el mismo de la
institución de la orden, y en el sitio que hoy ocupa, que
entonces era extramuros de la puerta de Balnadú; pero el
año siguiente fue destinado para religiosas por el mismo
santo patriarca. Desde su principio ha tenido varias
reedificaciones, debidas a la piedad de los reyes, y entre otras la
que verificó don Alonso de Castilla, biznieto del rey don
Pedro, que mandó hacer el portal o atrio en 1599; y la obra
del coro, construido por Juan de Herrera de orden de Felipe II en
memoria de haber estado enterrado en aquel sitio el príncipe
don Carlos su hijo. La iglesia no tiene mala forma, pero sin
objetos notables. En el convento   —161→
  hay varios entierros, como son los de un hermano y sobrino
de santo Domingo; el del rey don Pedro de Castilla; de la infanta
doña Berenguela; de doña Constanza de Castilla,
priora que fue de este convento, y otras personas reales, en lo
que, y en las solemnes exequias y funciones que se han celebrado en
él, se manifiesta el aprecio que siempre ha merecido de los
monarcas. Finalmente, en esta casa fueron recogidas las doncellas
principales del pueblo durante las turbulencias de las
Comunidades.

Santa
Clara
. Este convento de franciscas fundado por doña
Catalina Núñez, mujer del tesorero de don Enrique IV
en 1460, estaba sito en la calle de su nombre; pero
habiéndose demolido en tiempo de los franceses, se ha
edificado de nuevo en estos últimos años en la calle
ancha de san Bernardo: su iglesia es poco notable, pero lo son
algunos de sus cuadros.

Constantinopla, también franciscas. Fundado en el
lugar de Rejas, tres leguas de Madrid, en 1479, y trasladado a esta
villa y sitio que ocupa en la calle de la Almudena en 1551.
Llámase de Constantinopla por una imagen de nuestra
Señora que se venera en su altar mayor, que fue
traída de aquella ciudad. La iglesia es espaciosa y clara, y
se concluyó en 1628.

Concepción gerónima. Este convento fue
fundado por la célebre doña Beatriz Galindo, camarera
mayor y maestra de la reina católica, conocida por la
Latina
, por haber enseñado esta lengua a dicha reina.
Fundolo primero junto a su hospital en la plazuela de la Cebada, y
luego en el sitio que hoy ocupa   —162→
  en la plazuela de su nombre. La iglesia es muy regular,
parte de ella de la arquitectura de aquel tiempo, y en ella se ven
los sepulcros de dicha doña Beatriz y de su esposo don
Francisco Ramírez, secretario de los Reyes Católicos,
y general de artillería, que murió peleando contra
los moros. Ambos sepulcros están en el presbiterio.

Concepción francisca. Fueron fundadores de este
convento los mismos doña Beatriz Galindo y don Francisco
Ramírez, su marido, quienes le dieron a las religiosas en
1512, sin que en su arquitectura y adornos se note cosa digna de
atención. Está situado en la plazuela de la
Cebada.

Santa Catalina
de Sena
. Tuvo principio este monasterio de dominicas en 1510,
y fueron trasladadas por el duque de Lerma a la calle del Prado;
pero habiendo sido demolido este convento en la guerra de los
franceses, se ha edificado últimamente en la calle de
Cabestreros, con mucha sencillez, adornando su iglesia con altares
de buena forma.

Nuestra
señora de la Piedad (Vallecas)
. Este monasterio de
bernardas fue fundado en Vallecas en 1473 por el maestresala de
Enrique IV, y después fueron trasladadas a Madrid en el
sitio que ocupan en la calle de Alcalá. La iglesia
está renovada modernamente con pilastras y ornato del orden
jónico, y pinturas a fresco por uno de los Velázquez.
Los altares son de muy buen gusto y con pinturas de Bayeu,
Carreño y otros, dignas de atención.

Descalzas
reales
. Fundó este monasterio de religiosas franciscas
de santa Clara la serenísima señora princesa
doña Juana de Austria, hija del emperador Carlos V, y
gobernadora de estos reinos, madre del   —163→
  rey don Sebastián. Fue construido en el mismo palacio
en que había nacido la señora fundadora, y sitio que
hoy ocupa en la plazuela de las Descalzas, habiéndose
concluido en 1559. La fachada es sencilla, de orden dórico,
con la organización de piedra y los entrepaños de
ladrillo, de buena forma, y con aquel estilo de seriedad que
distingue en general las obras del reinado de Felipe II,
atribuyéndose los diseños a Juan Bautista de Toledo.
La iglesia fue renovada en 1756 por don Diego Villanueva,
pintándose al fresco por los tres hermanos Velázquez.
Son muchas las obras apreciables así de arquitectura como de
escultura y pintura que existen en esta casa; debiéndose
citar entre otras el célebre altar mayor, obra de Gaspar de
Becerra (a quien se atribuyen también las pinturas de san
Juan y san Sebastián sobre mármol), los dos altares
colaterales con columnas de pórfido, bases y capiteles de
bronce dorado; el entierro de la fundadora en una capilla del
presbiterio, a la derecha, con la estatua de rodillas ejecutada en
mármol por Pompeo Leoni, y otros muchos objetos. A este
convento se han retirado varias personas reales, como la emperatriz
doña María, las infantas doña Dorotea y
doña María Ana de Austria, santa Margarita, hija del
emperador Maximiliano, y otras personas ilustres; y su abadesa es
considerada como grande de España. La solemnidad con que se
celebran en esta casa los oficios divinos con su capilla real, es
correspondiente a su magnificencia.

La
Magdalena
. Fundado en una casa en la parroquia de san Pedro
por don Luis Manrique, limosnero de Felipe II, adoptaron las
religiosas la regla de san Agustín en 1569, y diez
años después pasaron a   —164→
  la casa que hoy ocupan en la calle de Atocha. Su iglesia es
pequeña, y no contiene cosa particular.

Los
Ángeles
. Es de franciscas, y fue fundado en 1564 por
doña Leonor Mascareñas, aya del rey don Felipe II. La
iglesia es poco notable, y contiene algunas pinturas de Ricci, y
otros. En esta casa estuvo hospedada santa Teresa de Jesús.
Está situado en la bajada llamada de los
Ángeles
.

Santa
Ana
. Fundase este monasterio de carmelitas por san Juan de la
Cruz en 1586. Su convento y templo situado en la calle del Prado
fue demolido en tiempo de los franceses para formar la plazuela de
santa Ana; pero ha sido edificado el año de 1829 en la misma
calle del Prado, en frente de las casas nuevas.

San Bernardo
(Pinto)
. Fue fundado en 1529 en la villa de Pinto (de donde le
ha quedado el nombre) este convento de bernardas, y se
trasladó a Madrid en 1588. Su iglesia es pobre, y
está situado en la carrera de san Gerónimo.

Santa
Isabel
. Fundose este convento de agustinas descalzas en 1589,
y está situado en la calle de su nombre. La iglesia es de
buena forma, se concluyó en 1665, y fue renovada en el siglo
pasado. Se compone de cuatro arcos torales, y sobre ellos una media
naranja. Contiene varias pinturas buenas, y aunque fueron
extraídas muchas en tiempo de los franceses, han quedado
notables la Concepción del altar mayor, y el Nacimiento, del
Españoleto, y alguna otra de Cerezo, Coello y otros autores.
Sirve también este convento para colegio de niñas
distinguidas, y de él hablaremos en su lugar.

El Caballero
de Gracia
. Fundose en 1603 este   —165→
  convento de franciscas, en la casa que antes ocuparon los
padres del Espíritu Santo, propia del caballero Jacobo de
Grattis70,
quien la cedió a los padres, y luego pasó a las
religiosas que hoy la habitan. Son notables en su iglesia las
pinturas del altar mayor por Claudio Coello, y las de los
colaterales por Carreño. En el presbiterio está el
sepulcro del arzobispo de santo Domingo don Bernardino de Almansa,
y en el crucero el de don Juan de Solórzano, célebre
escritor de jurisprudencia de Indias.

La
Carbonera
. Es monasterio de gerónimas, y, bajo la
advocación del Corpus Cristi, le fundó la condesa de
Castellar en 1607. El nombre de la Carbonera le viene de una imagen
de nuestra señora de la Concepción que se venera en
él, y fue sacada de una carbonera. La iglesia es poco
notable; pero encierra algunas pinturas estimables, como la cena de
nuestro señor Jesucristo, de Vicente Carducio71,
en el altar mayor, y otras. Está situado en la plazuela de
Miranda.

Don Juan de
Alarcón
. Llámase así este convento de
mercenarias descalzas por haberle fundado a nombre de la
señora doña María de Miranda su confesor don
Juan Pacheco de Alarcón, quien dio la posesión a las
madres en 1609, y está situado en la calle de  
—166→
  Valverde. Su iglesia es mediana, con algunas pinturas
regulares. La del altar mayor es de Juan de Toledo.

Trinitarias
descalzas
. Fundado bajo la advocación de san Ildefonso
por doña Francisca Romero en 1603. Estuvieron primero en la
calle del Humilladero, y después pasaron a la casa que
ocupan en la calle de Cantarranas, donde tienen su iglesia, que es
poco notable, aunque con algunas pinturas regulares. En este
convento profesaron una hija natural de Miguel de Cervantes, y otra
hija también natural de Lope de Vega. Dicho Cervantes fue
enterrado en él72.
  —167→
 
La
Encarnación
. Fundó este real monasterio del
orden de san Agustín la reina doña Margarita de
Austria, esposa de Felipe III, poniéndose la primera piedra
del convento en 9 de junio de 1611, y se concluyó en 1616.
Su arquitectura es buena, y se atribuye a un religioso trinitario.
Últimamente, en el siglo pasado se reformó la iglesia
por don Ventura Rodríguez, quien dirigió los adornos
de ella, que son del orden jónico, como igualmente el
retablo mayor de mármoles, en cuyo centro hay un cuadro de
la Anunciación, de Vicente Carducio73,
y dos ángeles de mármol, obra de Mena. También
se hicieron por dirección del mismo arquitecto el precioso
tabernáculo,   —168→
  los retablos colaterales, la caja del órgano, las
tribunas, y todo lo que hermosea y ennoblece este grandioso templo,
y le hace de los primeros de Madrid. Entre las varias y buenas
pinturas que le adornan, merece citarse en la sacristía la
que representa la parábola de las nupcias pintada por
Bartolomé Román. La fachada de la iglesia es la
primitiva que siempre tuvo, y es seria y de buena
proporción. En esta casa se celebran con una pompa
extraordinaria los divinos oficios por su capilla real, y en todos
tiempos se han retirado a este convento personas ilustres.
Está situado en la plazuela de su nombre.

El
Sacramento
. Es de bernardas descalzas, y le fundó en
1615 el duque de Uceda, cerca de sus casas (hoy los Consejos), en
la calle del Sacramento. El templo que hoy tienen se acabó
en 1744, y es muy capaz, tiene fachada muy regular, con su lonja y
atrio, y fue trazado por Andrés Esteban, siendo renovado
posteriormente con notable gusto, pintando al fresco sus
bóvedas don Luis Velázquez, y colocándose
  —169→
  después el hermoso retablo mayor con un gran cuadra
de san Benito y san Bernardo adorando al Santísimo, pintado
por don Gregorio Ferro.

Capuchinas. Tuvo principio este convento en 1617 en la
calle del Mesón de Paredes, y diez años
después fue trasladado al sitio que hoy ocupa en la plaza a
que da nombre el mismo convento. Es pequeño, y no contiene
ni su iglesia cosa notable, sino el santo Cristo del altar mayor,
que es de Vicente Carducio74.

Calatravas. En 1623 se trasladaron a esta corte desde la
villa de Almonacid de Zorita las religiosas de la orden militar de
Calatrava, y muy luego se les edificó la iglesia y convento
en el sitio que hoy ocupan en la calle de Alcalá. Dicha
iglesia es bastante espaciosa y de buena planta, pero afeada con
adornos de mal gusto.

San
Plácido
. Fundó este convento de religiosas de
san Benito doña Teresa Valle de la Cerda en 1623, arrimado a
la iglesia de san Plácido, anejo de la parroquia de san
Martín, de la que le ha quedado el nombre. Su iglesia,
construida bajo la dirección de fray Lorenzo de san
Nicolás, agustino recoleto, es una de las más
arregladas de Madrid. El cuadro de la Anunciación del altar
mayor es de Claudio Coello, y hay otras pinturas estimables, como
lo son las cuatro estatuas en los pilares de la cúpula,
obras de Manuel Pereira, el santo Cristo en el sepulcro que
está en su capilla, y las pinturas al fresco hechas por
Ricci. Está situado en la calle de san Roque.

Las
Maravillas
. Se fundó este monasterio de religiosas
carmelitas en la calle de Hortaleza por el año de 1612, y a
poco tiempo se trasladaron al sitio que   —170→
  hoy ocupan en la calle de la Palma Alta. El título de
Maravillas les viene de una imagen milagrosa que fue colocada en
esta casa con gran solemnidad, labrando la iglesia en 1646. Dicha
iglesia es capaz, y se reformó en el siglo pasado, poniendo
nuevo el altar mayor, que es de mármoles y de buen
gusto.

Comendadoras
de Santiago
. Fundose de orden del Sr. D. Felipe IV en 1650: está
situado en la plazuela de su nombre; su iglesia es de figura de
cruz griega, con las extremidades en semicírculo y
cúpula en el medio. Su fachada, pórtico y planta son
de lo mejor de Madrid. En el altar mayor el cuadro del santo a
caballo es de Lucas Jordán.

Las
Baronesas
. Fundado por doña Beatriz de Silveira en 1650
bajo la regla del Carmen, en el sitio que hoy ocupan en la calle de
Alcalá. Su iglesia, que es regular, contiene, entre algunas
pinturas notables, una de Lucas Jordán, que representa al
arcángel san Rafael que guía a Tobías, y
está en el crucero al lado de la epístola.

Góngora. Es de mercenarias descalzas, y fue fundado
por doña María de Mendoza en la calle de san Opropio
por los años de 1626, siendo trasladadas en 1665 al sitio
que hoy ocupan en la plazuela del duque de Frías, de orden
del rey don Felipe IV, y bajo la dirección de don Juan
Jiménez de Góngora, ministro del consejo de Castilla.
Su iglesia se reformó en el siglo pasado, y no contiene cosa
notable.

San
Fernando
. También de mercenarias, y fundado por la
marquesa de Ávila-fuente en 1676 en frente de la Merced,
siendo trasladado después al sitio que actualmente ocupan en
la calle de la Libertad

Monasterio de las Salesas

  —171→
  (hoy de san Fernando). Su iglesia no contiene cosa
notable.

San
Pascual
. Fundó este convento de franciscas descalzas en
1683 el Almirante de Castilla duque de Medina de Rioseco, inmediato
a su casa en el Prado, dotándole con exquisitas pinturas de
los mejores profesores, que formaban una de las más
preciosas colecciones; y a pesar de haber sido despojado de la
mayor parte de ellas, han quedado bastantes dignas de verse, como
son la Concepción del altar mayor, del Españoleto, y
algunas otras. La iglesia no tiene nada de particular en su forma,
y en el presbiterio está el sepulcro del fundador.

Santa
Teresa
. Este convento de carmelitas descalzas fue fundado por
el príncipe de Astillano bajo la dirección de la
venerable madre María Ana Francisca de los Ángeles.
Está al fin de la calle de san Antón, y su iglesia,
que se concluyó en 1719, es capaz y regular. Lo más
notable de ella es un famoso cuadro de Julio Romano, copia del
célebre de la Transfiguración de Rafael de Urbino, el
que fue donado con otras pinturas a esta santa casa por su
fundador, y estaba tasado en diez mil doblones, siendo
lástima que por su mala colocación en el remate del
altar mayor esté oscurecida una alhaja tan estimable.

Salesas
viejas
. El rey don Fernando VI y la reina doña
María Bárbara fundaron este real monasterio de la
Visitación de religiosas de san Francisco de Sales, con el
cargo de educar niñas nobles, y para ello hicieron construir
el magnífico convento que ocupan en la plazuela del mismo
nombre, que por su suntuosidad y buen gusto es uno de los
principales de Madrid: concluyose en 1758, y ascendió su
total   —172→
  coste a la suma de diez y nueve millones cuarenta y dos mil
treinta y nueve reales y once maravedises, sin contar las alhajas
de diamantes, oro, plata, y exquisitas vestiduras con que le
enriqueció la reina. La extensión de todo el
edificio, incluyendo la iglesia, lonja, huerta, jardín y
demás oficinas, es de 774350 pies superficiales de
área plana. El convento tiene 135.056 pies de superficie y
49 de alto. La iglesia, sacristía exterior y pórtico
tienen 9380 pies y 128 de longitud desde los pies hasta el altar
mayor, 38 de latitud y 80 en el crucero. Su altura es de 48 pies
hasta la cornisa, y sobre ésta arranca la bóveda y
arcos torales con 19 pies de semidiámetro; el cuerpo de
luces que levanta 22½, la media naranja que supera 20, y la
linterna con 21 de elevación. Su fachada es de un
sólo cuerpo con ocho pilastras del orden compuesto y dos
torres en lo extremos, un atrio y tres puertas. Encima de la
principal hay un bajo relieve de la Visitación, y otros
adornos. Cierta la entrada una espaciosa lonja con pilares y verjas
de hierro. Pero la fachada mejor de esta casa es la que cae al
jardín, y corresponde a lo que llaman el Palacio, por ser la
habitación que destinó para sí la reina
doña María Bárbara. Los planes de esta obra
fueron de don Francisco Carlier, y la dirigió don Francisco
Moradillo. El adorno interior de este suntuoso templo es
correspondiente a su gran fábrica. Pilastras y columnas de
una sola pieza de exquisitos mármoles de Granada con los
capiteles de tronce dorada, hermoso pavimento de mármol de
colores, suntuosos y elegantes retablos de lo mismos excelentes
pinturas, bellas estatuas; todos los objetos, en fin, que encierra
esta casa son dignos de la   —173→
  admiración de los inteligentes, y formarían un
volumen en su descripción. Pero en gracia de la brevedad
sólo nos permitiremos citar los magníficos sepulcros
de los reyes don Fernando VI y doña Bárbara, cuya
arquitectura fue invención del célebre Sabatini, y la
escultura de don Francisco Gutiérrez. Está colocado
el del Rey en el crucero al lado de la epístola, y a su
espalda, en el coro, el de la Reina; y sus urnas, estatuas,
adornos, y hasta las inscripción es de don Juan de Iriarte,
todo es del mejor gusto.

Salesas
nuevas
. Está situado en la calle ancha de san Bernardo,
y fue fundado en 1798 por la excelentísima señora
doña María Teresa Centurión. Su iglesia,
aunque pequeña, es de muy buen gusto, con los altares de
mármol de bella forma, pinturas regulares, y en la
sacristía un crucifijo del Greco. La portada de la iglesia
es de una elegante sencillez, y el bajo relieve que hay en ella fue
esculpido por don Julián de San Martín.

Beaterio de
san José
. Fue fundada esta casa de beatas de la orden
tercera de san Francisco por los años de 1638 en la calle
del Mesón de Paredes, y posteriormente fueron trasladadas a
la calle de Atocha, donde se hallan. Su iglesia se
reconstruyó en 1768, y no contiene cosa notable.

Hijas de la
Caridad
. Esta venerable congregación, fundada en
Francia por san Vicente de Paúl, se estableció en
Madrid en el reinado del señor don Carlos IV, viniendo
algunas hermanas de la casa de Barcelona, a fin de que el
considerable número de enfermos de los hospitales, y los
inocentes expósitos de la Inclusa recibiesen de ellas el
alivio y vida que conocidamente ofrecen su religión y
esmerada asistencia.   —174→
  Están sujetas al visitador de la congregación
de la Misión, y tienen su casa e iglesia en la calle de san
Agustín.






Otras iglesias,
oratorios y capillas públicas



Nuestra
señora de Gracia
. Plazuela de la Cebada. Labró
esta iglesia la hermandad de la Vera-Cruz, pero después se
rehízo la iglesia, que es muy capaz, y en ella se encuentran
algunas pinturas y efigies muy regulares.

Sacramento. Este oratorio está en la calle de
Cañizares, y se labró para la congregación de
Esclavos del Santísimo Sacramento por don Manuel de Aguiar
en 1647.

El Caballero
de Gracia
. La congregación de Esclavos del
Santísimo Sacramento, fundada por el ejemplar sacerdote
Jacobo de Grattis, caballero del hábito de Cristo,
labró en 1654 este oratorio en la misma calle a que aquel
dio nombre. Este oratorio fue reconstruido en el siglo pasado por
el célebre arquitecto Villanueva, y en este presente
año se ha hecho la portada, que es sencilla, con dos
columnas y un bajo relieve encima representando la Cena de Nuestro
Señor, ejecutado por el escultor don José Tomas,
copia del grabado de Morghen del célebre cuadro original de
Leonardo Vinci.

Espíritu Santo. Este oratorio está en la
calle de Valverde, y es propio de su congregación, quien
labró su iglesia en 1676. En ella hay algunas pinturas
razonables.

San
Fermín
. Fundó esta iglesia la real
congregación de naturales de Navarra, y se construyó
en 176. Está situada en el Prado, y son de notar en ella las
buenas esculturas de sus altares.
  —175→
 
San
Ignacio
. Fue esta casa del colegio de los ingleses, y la
compró la congregación de san Ignacio de naturales de
Vizcaya, quien la reformó y abrió su iglesia en 1773.
Está situada en la calle del Príncipe.

V. O. T. de Servitas (san
Nicolás)
. La piadosa y antigua congregación de
Servitas de María Santísima, de que son protectores y
hermanos mayores los Reyes nuestros señores y Real Familia,
y que antes estuvo en la iglesia de padres de Portaceli,
habilitó a sus expensas la que desde muy antiguo
sirvió de parroquia de san Nicolás, la cual
había sido profanada y destruida por los franceses, y
permaneció cerrada hasta 1826 en que la ocupó la
congregación con el objeto de dar culto al Señor
diariamente. Es poco rica en materia ni adornos, aunque con algunas
pinturas y esculturas razonables. Se hace más notable por la
antigüedad de su fundación que es de las primeras de
Madrid, así como también por haber sido sepultado en
su bóveda el famoso Juan de Herrera, según se dijo
hablando de la antigua parroquia de san Nicolás.

Príncipe Pío. En la plazuela de Afligidos.
Fue fundada esta capilla por doña Leonor de Moura, marquesa
de Castel-Rodrigo, y está en las casas del Príncipe
Pío. En esta capilla se venera una de las copias de la cara
de nuestro señor JesuCristo estampada en el lienzo de la
Verónica, cuya preciosa alhaja está vinculada al
mayorazgo, y se expone al público el jueves y viernes
santo.

Nuestra
señora de la Soledad
. Calle de la Paloma. Trazada por
el arquitecto don Francisco Sánchez.

Capilla de san
Isidro
. En casa de los condes de Paredes, junto a san
Andrés, en el piso bajo, en   —176→
  donde hay tradición que vivió san Isidro
cuando servía a Iván de Vargas, de quien era la
casa.

Otra
ídem
. En la calle del Águila, n.º 7, donde también se cree que
vivió dicho santo.

Capilla de
nuestra Señora de la Concepción
. En casa del
duque de Osuna en la calle del mismo nombre.

Capilla de
nuestra Señora del Sagrario de los Hornos de
Villanueva
. En el Pósito; y fue erigida en 1632 en
aquel paraje entre Recoletos y puerta de Alcalá que se
llamó Villa Nueva; y ha quedado capilla del
Pósito.

Nuestra
Señora de la Portería
. Calle de santa Isabel.
Labrada por el marqués de la Solana en 1731 a una imagen que
estaba en el portal de sus casas.

Nuestra
Señora de la Soledad. Calle de Fuencarral. Labrada por el
marqués de Navahermosa en su misma casa en 1712.

Otras
capillas
. Hay otras capillas menos notables en diversas casas
particulares.






Ermitas


San
Isidro
. Fue fundada esta ermita a la orilla derecha del
Manzanares por la emperatriz doña Isabel, esposa de Carlos
V, en 1528, y está situada en una altura, donde,
según tradición, abrió el santo una fuente. La
capilla del día fue costeada por el marques de Valero en
1724, y es muy regular. Tiene inmediato el cementerio propio de la
sacramental de S. Andrés. Esta ermita es sumamente
concurrida el día del santo patrono por el pueblo de Madrid,
que celebra en él una romería muy divertida, y que ha
quedado única de su clase en esta villa.
  —177→
 
Nuestra
Señora del Puerto
. Situada a la orilla izquierda del
río, cerca del puente de Segovia, fundada por el
marqués de Vadillo, corregidor de Madrid, en 1718. El
edificio es bueno, tiene sus capellanes para el culto, y en ella
yace sepultado su fundador.

El santo
Ángel
. Esta ermita en el paseo de Atocha estuvo
dedicada al santo Cristo de la Oliva, y en el año de 1783 se
renovó a expensas de la villa, y se trasladó a ella
la efigie del santo Ángel, que estuvo primero sobre la
puerta de Guadalajara, y luego en una ermita a la salida del puente
de Segovia. Esta de que hablamos fue arruinada en tiempo de los
franceses, y ha sido reedificada después.

Santa
María de la Cabeza
. Situada fuera de la puerta de
Atocha en el paseo de las Delicias, y fundada en 1728.

San Antonio de
la Florida
. Es parroquia, y está situada al fin del
paseo de la Florida, sobre la orilla del río Manzanares. Fue
fundada en 1720 por el resguardo de Rentas reales, pero el
año de 1770 se reedificó; y últimamente fue
edificada de nuevo en 1792 con una forma muy linda, pintando Goya
toda la cúpula, y adornándola con buenas pinturas
Maella, Gómez, y otros. La efigie de san Antonio, es de
Ginés, y la arquitectura de la iglesia de Fontana.






Cementerios


La costumbre de
enterrar en las iglesias fue abolida en virtud del real decreto de
Carlos III de 3 de abril de 1787. Conociendo los perjuicios que
originaba a la salud pública, ordenó aquel gran
monarca la construcción de cementerios extramuros de las
poblaciones. En Madrid hay dos generales, y cuatro  
—178→
  particulares. Los dos generales son el de la puerta de
Fuencarral, y el de la puerta de Toledo. Los particulares son el de
la sacramental de san Andrés, junto a san Isidro el del
campo; y los de las sacramentales de san Sebastián, san
Luis, y el hospital general fuera de la puerta de Atocha. Entre los
dos generales se reparten todas las parroquias de la corte, a
saber: el de la puerta de Fuencarral comprende san Martín,
san Ginés, Santiago, el Salvador, santa María, san
Luis, san José, y la Patriarcal; y el de la puerta de Toledo
las otras parroquias de Madrid. Todos los feligreses, sin
distinción de clases, tienen que ir al respectivo
cementerio, y solamente los hermanos de las sacramentales ya dichas
pueden enterrarse en los campos-santos particulares, para lo cual
compran su entierro a la misma sacramental.

El cementerio de
la puerta de Fuencarral es el mayor, y está situado en
paraje ventilado. Fue construido por el arquitecto don Juan
Villanueva, y empezó a servir en 1809. Consiste en seis
patios abiertos, en cuyas paredes están los nichos o
depósitos para aquellas personas que pueden pagarlos. Cuesta
cada uno 464 reales, y permanece en él el cuerpo por espacio
de cuatro años, pasados los cuales hay que renovar el pago,
pues de lo contrario pasa al depósito general u osario. La
multitud del pueblo que no paga nicho se entierra en sepulturas
abiertas en el suelo. Los nichos están numerados, y por los
encargados del cementerio se dan las razones que se les piden. Los
objetos más notables en este sitio son la capilla, frente a
la puerta de la entrada, que es de muy buen gusto, y el mausoleo
contiguo,   —179→
  del marqués de san Simón, rodeado de
árboles y cercado independientemente. Lo demás es
poco digno de atención, y carece del ornato en
árboles y plantas, sepulcros e inscripciones elegantes que
en otros países hacen embellecer hasta la misma imagen de la
muerte, ocultando su horror a las personas sensibles que van a
verter tiernas lágrimas y a elevar sus oraciones en la tumba
de un padre, de un hijo, o de un amigo. Algunos féretros hay
extendidos a lo ancho en la pared, y entonces se paga doble. En
este camposanto reina una casi perfecta igualdad, y la tumba de un
magnate ocupa por lo regular el mismo sitio que la de un
particular, distinguiéndose tal vez de esta por alguna
lápida sencilla de mármol con ligeros adornos. Las
inscripciones son también sencillas y en castellano,
limitándose a decir el nombre, edad y patria del
difunto.

El otro
campo-santo de la puerta de Toledo está adornado de
soportales y árboles al rededor, y en lo demás es
conforme al anterior.

Igualmente los
cuatro particulares más o menos chicos.









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