jueves, 28 de julio de 2016

El año sabático: Seis razones | Jabad

El año sabático: Seis razones | Jabad

El año sabático: Seis razones

¿Disfrutarías
de un año Sabático cada siete años? Podrás relajarte, viajar, estudiar,
y pasar tiempo con tu familia. ¿Te gustaría si todo el país tomara un
año Sabático cada siete años? ¿Piensas que es una buena idea?
Por ley Judía,
los granjeros en Israel, deben cumplir con la Mitzvá de Shmita, dejando
a sus tierras descansar por un año, una vez cada siete años. ¿Por qué
ésta orden?
1) El Suelo: Los
antiguos filósofos, veían el año de Shmitá como una oportunidad para
que el suelo descase y se renueve. Sin embargo, esta teoría por sí sola
no es suficiente porque el suelo requiere de descansos más frecuentes
que solamente una vez cada siete años.
2) Un Macro-Shabat:
Otros veían Shmitá como un gran Shabat. Descansamos en Shabat para
demostrar que Di-s creó el universo en seis días y descansó en el
séptimo. Nosotros similarmente dejamos descansar la tierra en el séptimo
año para demostrar que Di-s descansó en el séptimo día. Más tarde,
comentaristas rechazaron esta teoría, discutiendo de que si Shmitá está
para reconocer a Di-s como creador, su propósito no sirve debido a su
largo intervalo entre los períodos de descanso. El Shabat que tenemos
semanalmente ya cumple este propósito y con intervalos mucho más cortos.
¿Que contribuye Shmitá que no lo hace el Shabat?
3) Seis años de Shabat perdidos: Otros
argumentaron que Shmitá permite que el campo descanse en Shabat. Es
cierto que nosotros descansamos en Shabat, pero incluso si nosotros lo
hacemos, los campos continúan trabajando. Plantamos el viernes y las
semillas germinan en Shabat. Durante Shmitá nuestros campos descansan
por la pérdida de los Shabat y Festividad en los seis años previos.

Hay cincuenta y dos Shabat en el calendario solar. El total de Shabatot
durante seis años es de 312. Siete días de festividades por año, 6×7=42,
sube a un total de 354, que es el numero preciso de días de un año de
Shmitá, según el calendario lunar. Observar Shmitá por 354 días, le
permite al campo “balancear las cuentas” y alcanzar a su propietario con
la observancia de todos los Shabatot durante esos seis años.
4) Una Lección de Fe y Humildad: Luego,
otra teoría fue propuesta. Las leyes de Shmitá sólo fueron tomadas por
nuestros ancestros cuando se establecieron en Israel. Cuando trabajamos
con los cultivos que cultivamos, u otras formas de ingresos que
generamos, podemos crecer orgullosos de nuestros logros y tomar crédito
personal por ellos.

Podemos olvidarnos que la bendición de Di-s es la única razón para
nuestro éxito. También solemos olvidarnos que Di-s nos dio nuestra
tierra y sus semillas, que envió las lluvias y el sol para que los
cultivos crezcan. Shmitá nos fortifica nuestra fe en la Providencia de
Di-s sobre nuestros negocios.

Trabajamos la tierra durante seis años consecutivos, a pesar de que la
sabiduría convencional dice que no es sano para el suelo. De hecho, el
suelo retiene su fuerza y provee un mayor cultivo en el sexto año para
que haya suficiente para el año de Shmitá. Luego descansamos en el año
de Shmitá, a pesar de nuestras preocupaciones de cómo proveer a nuestras
familias.

Este tipo de comportamiento es una fórmula para el desastre. Los
granjeros que toman este tipo de trabajo ético, deben prepararse para la
quiebra. Sin embargo, para los judíos en Israel produce tremendos
resultados. Esto fortalece nuestra fe de que la tierra le pertenece a
Di-s, de que nuestro éxito viene directamente de su bendición y de que
debemos serle agradecidos por todo lo que tenemos.
5) Unión: Es
fácil compartir con otros cuando podemos hacerlo, cuando tenemos una
buena ganancia y cuando sabemos cómo vamos a pagar las expensas de
mañana. Es mucho más difícil hacerlo cuando no sabemos lo que va a pasar
mañana. Los terratenientes no tienen ganancias durante el año de
Shmitá, sin embargo, deben abandonar todos sus cultivos al público. De
esta forma, Shmitá mejora la unión Judía.

Fuera de Israel este fenómeno se evidencia en contribuciones
caritativas. La sabiduría convencional dice que cuando más damos, menos
retemos. Desde la perspectiva de Di-s, sin embargo, cuando más damos,
más nos bendice. Esto es especialmente cierto cuando damos más de lo que
podemos dar. Por lo tanto, la caridad también fortalece nuestra fe y
unión.
6) Liberación: La
creencia de que el mundo le pertenece a Di-s y que nuestro éxito
depende de Él, es una noción liberadora. Nos permite liberar las cargas
que llevamos. Todavía nos fatigamos, pero respiramos más fácil. Todavía
trabajamos, pero dormimos más fácil. Sabemos que Di-s guía nuestros
pasos y que todo sucede por una buena razón. Aprendemos a ver la mano de
Di-s en todo lo que hacemos y su presencia en todo lo que vemos.
Esto nos lleva a la razón final de Shmitá
propuesta por los comentaristas bíblicos. El Talmud nos informa que en
el Templo Sagrado, los Levitas cantaban alabanzas a Di-s todos los días.
En Shabat, el séptimo día, cantaban sobre el día de descanso eterno, la
era mesiánica.

El Talmud nos enseña de que el mundo va a durar seis milenios. Los
primeros dos fueron dedicados a la creación. Los otros dos, dedicados a
la Torá. Los últimos dos están dedicados al Moshiaj. De hecho, el Talmud
nos cuenta que en el séptimo milenio, el mundo que nosotros conocemos
va a dejar de existir. Se convertirá en un mundo de libertad y
Divinidad.

Shmitá, el séptimo año, como Shabat, el séptimo día, representan la era
mesiánica. Nuestra fe en Di-s se fortalece durante ese año, como así
también será en la era mesiánica. Nuestra unión es fortalecida durante
Shmitá, como Moshiaj, que marcará el comienzo de una era de paz. El
sexto año es un año de plenitud, como así también Moshiaj que comenzará
en una era de prosperidad.
La era mesiánica es sobre todo conocido por la
libertad. De hecho, Shmitá es un año de emancipación. Los esclavos son
liberados y todas las deudas se borran.

Que podamos pronto merecer la libertad de la era mesiánica.
Por: Lazer Gurkow

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