Este
año, 5775, nuevamente conmemoramos el año sabático, Shemitá, el cual
comenzamos a conmemorar desde que el pueblo judío dividió la tierra de
Israel en doce partes, una por tribu. Entonces se comenzó la cuenta de
ciclos de siete años, en los cuales el séptimo se convierte en Shemitá.
El
año de Shemitá posee dos aspectos determinados. El primero la Shemitát
Karka´, o sea el descanso de la tierra en todo lo referente al trabajo
agrícola, arado, sembrado, cosecha, etc. y la santidad que poseen los
frutos que brotan el séptimo año. No nos extenderemos en este aspecto ya
que incumbe sólo a los habitantes de la tierra de Israel que es donde
se practica exclusivamente el precepto de la Shemitá agrícola. De todas
formas incluso aquellos judíos que habitan fuera de la tierra de Israel
deben conocer las legislaciones básicas pues eventualmente existen
frutos de Israel que se exportan, como vinos, naranjas, etc.
El
otro aspecto halájicos de la Shemitá es el monetario, pero éste sólo
aplica al finalizar el año sabático por lo que nos referiremos al mismo
más adelante cuando el mismo sea relevante.
A
continuación, explicaremos los principios básicos del año sabático.
Citaremos en principio los versículos de la Torá que se refieren a este
precepto.
Seis años sembrarás tu tierra y recogerás
su cosecha, mas el séptimo la harás descansar y descansará y comerán
los menesterosos de tu pueblo y el resto lo comerán las fieras de tu
campo. Así lo harás con tus viñedos y tu olivares (Shemot 23)
Y
le habló D-os a Moshe en el monte de Sinaí diciendo, y hablarás a los
hijos de Israel y les dirás: Cuando vengan a la tierra que Yo les otorgo
a ustedes, descansará la tierra descanso para D-os. Seis años sembrarás
tu tierra y seis años cosecharás tu viñedo y recogerás tu cosecha, y el
año séptimo descanso sabático será para la tierra, descanso para D-os.
Tu campo no sembrarás y tu viñedo no recogerás, las hierbas de tu campo
no recogerás y las uvas de tus nazareos no cosecharás, año sabático será
para la tierra. Y será el descanso de la tierra para ustedes para
comer, para ti, para tu siervo y esclava, para tu empleado y para aquel
que habita contigo, y para los animales y para las fieras de tu campo
será toda la cosecha para comer (Vaikra 25)
Escencialmente,
aprendemos de los versículos citados que aquellas personas que poseen
un campo en la tierra de Israel deben interrumpir toda actividad
agrícola. No se puede arar la tierra, no se puede cosechar incluso
aquello que creció espontáneamente, tampoco se puede recoger para la
venta cualquier producto de la tierra y por supuesto no se puede sembrar
el campo.
En síntesis, hay cuatro actividades principales que la Torá prohíbe, la poda, cosechar el cereal y otros frutos de la tierra.
En
tanto que sembrar y podar está totalmente prohibido, la recolección se
prohíbe en forma relativa, ya que la Torá nos dice que “descansará la
tierra para ti para comer”. Lo que significa que, aún cuando está
prohibido recoger o cosechar el fruto de la tierra, no lo está sino en
la forma en que se hace esto los demás años, o sea en grandes cantidades
para enviar a los silos o depósitos y comercializar, sino que se puede
recoger lo necesario para comer, como veremos más adelante.
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