viernes, 22 de julio de 2016

Historia de Villena - Wikipedia, la enciclopedia libre

Historia de Villena - Wikipedia, la enciclopedia libre






Historia de Villena




Mapa del término de Villena que muestra los vestigios arqueológicos hallados en él.
La historia de Villena (provincia de Alicante, España) se remonta al Paleolítico medio, período en el cual se han hallado los testimonios de presencia humana más antiguos.1
Está discutido si la ciudad actual data de época visigoda o anterior,
aunque con total seguridad existía en el siglo XI, durante el período árabe.2 Tras la conquista cristiana,3 pasa a ser señorío, principado, ducado y finalmente marquesado,4 hasta que el pueblo, alentado por los Reyes Católicos, se rebela contra el marqués. En 1525 Carlos V le concede el título de ciudad.5
Este es el momento de mayor prosperidad económica, como muestran los
monumentos que han llegado hasta la actualidad. A partir del siglo XVI se abre un periodo de tranquilidad, sólo roto por las guerras en que se verá envuelta esta zona de España. Pese a que en 1858 se inauguró una estación de ferrocarril,6 la economía siguió siendo esencialmente agrícola hasta el éxodo rural de los años 60. A partir de entonces, el modelo económico cambió rápidamente y en la actualidad la economía se basa principalmente en el sector servicios y la industria, destacando las del calzado, la construcción y los muebles.7



Índice

Prehistoria


El Tesoro de Villena está formado por 59 objetos de oro, plata, hierro y ámbar que totalizan un peso de casi 10 kilos y está datado alrededor del año 1000 a. C.8 Se descubrió en 1963 en una rambla cercana a Villena, y se trata con mucha seguridad una ocultación, quizás de un reyezuelo del Cabezo Redondo. El conjunto lo componen brazaletes, cuencos, frascos
y otros pequeños objetos. Los brazaletes se llevaron puestos, dado
están desgastados por el uso, pero no se sabe si la vajilla fue de uso
cotidiano, ritual o votivo. Si bien su autor pudo ser local, dada su
similitud con el tesorillo del Cabezo Redondo, no hay acuerdo respecto a este punto.9
Los vestigios más antiguos hallados en el término municipal de Villena se remontan al Paleolítico Medio, hace aproximadamente 50 000 años.1 Los hallazgos más antiguos se encontraron en la cueva del Cochino (al sur de la Sierra del Morrón) y consistían en instrumentos de pedernal propios de una economía de cazadores-recolectores de época musteriense. La continuación del proceso humano se halla en el paraje de la Huesa Tacaña (al oeste de la Peña Rubia), donde se hallaron numerosos instrumentos de sílex pertenecientes a la cultura gravetiense,
que procedían seguramente del oriente mediterráneo, aunque sus piezas
señalan contactos con el norte de Europa. La evolución cultural es
fácilmente observable en la cueva del Lagrimal
(situada en los escarpes de un barranco de la sierra de Salinas), cuyos
niveles inferiores muestran la influencia gravetiense mientras que en
los intermedios (a partir del 8000 a. C.) aparecen restos mesolíticos
que incluyen la cerámica y las hachas de piedra pulimentada, indicios de
la llegada de la revolución neolítica. Importantes restos de este tipo
se hallaron en la Casa de Lara, representante del poblamiento neolítico
en llanura.10


Los vestigios neolíticos inundan toda la comarca y apenas hay un lugar propicio para el cultivo o la ganadería donde no se puedan hallar. En la década de 1960,
ya eran más de 30 los yacimientos neolíticos hallados en la comarca,
localizados en casi todas las cuevas habitables, en las terrazas del Vinalopó, a orillas de la antigua laguna de Villena
y en los marjales que entoncen abundaban en el área. Lo amplio de los
contextos en que se han encontrado demuestra que el neolítico no es, al
menos en parte, una cultura de cuevas, ya que casi la totalidad de la cerámica cardial se ha localizado fuera de las mismas.11 Sin embargo, el neolítico tal cual fue corto y en los estratos considerados eneolíticos ya se encuentran sencillos objetos metálicos, como en los niveles superiores de la cueva del Lagrimal.10


Estos instrumentos caracterizan la llegada de la Edad del Bronce, cuyos asentamientos ya no se encuentran en llanuras abiertas como la Casa de Lara sino en estratégicas alturas fácilmente defendibles, como en el caso de Terlinques.12
Las cuevas que hasta entonces habían sido lugar de habitación,
empezaron a reservarse para fines sepulcrales. Si bien se han hallado
más de 20 yacimientos del Bronce en la comarca, destaca, por la
definitiva irrupción del urbanismo, una de las principales ciudades del
Mediterráneo occidental: el Cabezo Redondo, que constituye la frontera entre la cultura argárica y el bronce valenciano.
El desarrollo alcanzado en esta etapa le ha otorgado a Villena un lugar
privilegiado en este periodo de la historia, ya que a esta cultura
pertenece el conjunto conocido como Tesoro de Villena, el tesoro de vajilla áurea más importante de España, y el segundo de Europa, sólo superado por el de las Tumbas Reales de Micenas, (Grecia).9


Antigüedad

Tras la Edad del Bronce se produjo en la zona un derrumbre poblacional cuya recuperación no tuvo lugar hasta la Edad Moderna.13 No obstante, la continuidad del proceso humano está constatada por la presencia de yacimientos ibéricos, que tuvieron asentamientos en el puntal de Salinas, el Zaricejo y la sierra de la Villa, donde ahora están los restos del castillo de Salvatierra.10
Sin embargo, dichos asentamientos, junto con otros cercanos, no fueron
en realidad más que pequeños poblados no mucho mayores que una aldea.13 También los celtas dejaron su huella en la necrópolis de incineración del Peñón del Rey (en los Picachos de Cabrera).10


Aunque no se ha encontrado ningún núcleo de población estable durante
la época romana, sí que han aparecido restos de al menos cuatro villas
repartidas por todo el término. Se cree que la población cayó en toda
el área, ya que en un territorio de unos 40 km a la redonda los poblados
ibéricos se destruyeron o abandonaron y no se sustituyeron por ninguna
ciudad, sino que los habitantes se distribuyeron en explotaciones
agrícolas.14 La villa de Candela
(entre Cañada y Biar) es el yacimiento más importante, con más de 4000
m² de extensión. Las otros son Casa de Nazario (a los pies de la Peña Rubia), La Torre (entre Sax y Villena, en el camino a Castalla) y Casas del Campo (cerca de Caudete).15
Estas villas son pocas en número y de un tamaño no muy grande ya que
estaban situadas en la zona más alejada de la urbe de la zona, que era Ilici.13 A estos yacimientos hay que añadir hallazgos monetarios y cerámicos, así como restos de centuriación (división de la tierra en lotes),16 que demuestran que la romanización fue intensa en la zona, sobre todo debido a que por el valle del Vinalopó circulaba la Vía Augusta, de la que quedan trincheras en el término que dan constancia de su paso.17
Prueba de la importancia de esta vía en el proceso es que la zona más
intensamente romanizada es la que hoy día recibe el nombre de la
Losilla, topónimo que el arqueólogo Miquel Tarradell relaciona con las losas de la calzada romana, como ocurre en otros puntos de España (Llosa de Ranes, Llosa de la Plana, Losa del Obispo, etc.).18
Si bien estas villas sufrieron en cierto modo la gran conmoción del
siglo III, tuvieron un periodo de florecimiento durante los siglos IV y
V, lo que no se corresponde con las terroríficas descripciones de la
época que nos brindan Hidacio y Osorio.19


Edad Media


Ciudades integrantes del pacto de Teodomiro realizado en 713, una de las cuales pudo ser Villena.
Durante la dominación visigoda, la comarca de Villena formó parte de una provincia que se correspondía aproximadamente con la antigua Cartaginense. Cuando los musulmanes invadieron la península Ibérica en 711 se encontraron con un duque visigodo llamado Teodomiro,
que dominaba una amplia comarca que tenía por centro la ciudad de
Orihuela. Esta zona llevaba muy poco tiempo sometida a la ocupación
visigoda, que no había sido bien acogida por la comunidad rural
hispanorromana, que era mucho más abundante que la de las ciudades.20 Tras la conversión de Recaredo,
los godos eran oficialmente católicos, pero en esto, como en todo,
había una disociación entre el campo y la ciudad, y la cristianización
sólo tuvo lugar en las áreas urbanas. El campo no se cristianizó, ni
tampoco la masa general de los hispanorromanos, dado que en las villas
romanas de la zona no se ha hallado ni un solo objeto con símbolos
cristianos y quedan abundantes testimonios del culto pagano aún después
del edicto de Teodosio.20 Aunque no se tiene total seguridad, se supone que Teodomiro fue fiel a la causa de Rodrigo, y por tanto asistiría a la batalla de Guadalete, volviendo luego a defender su región antes de la llegada de los árabes.


El origen de la ciudad

Bucear en los orígenes de la ciudad es complejo. Se ha afirmado con frecuencia que la ciudad se llamó antiguamente Bilumen, Bilille, Túrbula, Arbacala, Vacasora, Bilesetona, Bechira, Bilbilis, Adello, Ello, Vigerra, etc.21 La teoría más extendida durante un tiempo fue la de Vigerra (o Bigerra),21 lo cual explica el gentilico vigerrense que se sigue dando erróneamente en algunos diccionarios.22 23
Dejando aparte estas hipótesis, con más o menos fundamento, se suele
considerar que la primera noticia que se tiene de Villena como núcleo de
población estable en su localización actual es la del tratado de los musulmanes con Teodomiro en el año 713.
Por este tratado los musulmanes no se apoderaron de ninguna propiedad
por derecho de conquista, quedando toda la población en posesión de sus
bienes. En él se nombra, entre otras, la ciudad de بلنتلة Blntla o su variante بلنتية Blntya,24
que con la ausencia de vocales escritas propia de la escritura
islámica, ha sido identificada por algunos investigadores con Villena,
aunque otros la relacionan con Valencia, Valentula (Elche)
u otras localizaciones, sobre todo debido a la ausencia casi total de
restos de habitación estable tardorromanos o visigodos en tierras de
Villena.25 26 El primer testimonio que con total seguridad se refiere a Villena es un documento del siglo XI en el que se menciona بليانة Bilyāna,2 nombre que dio lugar al actual en boca de los repobladores cristianos (en su mayoría aragoneses) durante la Reconquista.
Debido a esta escasez de datos y a que las excavaciones arqueológicas
no han sido concluyentes, han aparecido diferentes teorías sobre el
momento y el modo en que surgiría el núcleo primitivo de la ciudad. Se
ha descartado que el núcleo existiera en época romana, pero hay teorías
que apuntan a que podría haberse conformado a partir de una villa romana
que se hallaría en el lugar del actual castillo de la Atalaya, aunque
la arqueología no ha arrojado luz sobre este punto. Las teorías más
aceptadas afirman que, o bien el núcleo apareció en los últimos periodos
de la época visigoda o bien se conformó a partir de la conquista árabe.25
En cuanto a su localización, se cree que el núcleo árabe más antiguo se
encontraba en la zona del actual barrio del Rabal que se extiende al
oeste de la iglesia de Santa María,
bajo cuyo solar debió situarse la mezquita. Esta idea se refuerza por
los hallazgos de viviendas de labranza del siglo XII y XIII que se han
descubierto en diversos puntos alrededor de la iglesia de Santiago,
que fue el centro de la ciudad cristiana, lo cual parece indicar la
existencia de un asentamiento rural situado unos 200 metros al norte del
casco principal.27


Período musulmán


Extensión aproximada del iqlim de Villena en el siglo XII.
El territorio de Teodomiro pasó a denominarse cora de Tudmir, y el pacto se respetó hasta los tiempos de Abderramán I,
cuya política centralizadora era incompatible con las exenciones de las
que gozaban los cristianos sometidos. Con el pretexto de que hubieran
colaborado en el alzamiento de al-Siqlabi, se sometió a la población a medidas disciplinarios y finalmente se rescindió el pacto unilateralmente.28 Desde el Pacto de Teodomiro
hasta el siglo XI no aparece ninguna mención, ni supuesta ni fidedigna,
a Villena en ninguna crónica árabe. Se sabe que la población de la zona
se concentraba en pequeñas alquerías,
la gran mayoría de las cuales estaban dotadas de al menos una torre.
Así, en el partido de Villena se han identificado dos fortalezas que
dependerían de la población del llano: el castillo de Salvatierra, construido sobre el antiguo poblado ibérico, cuyas cisternas reutilizó; y el del Castellar, del que en la actualidad sólo quedan restos de muralla, y que entra en la categoría de los husun de disidencia
levantados sobre el siglo X en toda la cora. Nuevos centros habitados
aparecen a partir del siglo XI, dado el aumento de población
generalizado en todo al-Ándalus y no cabe desestimar que fuera en aquella época cuando apareciera el núcleo de Villena en su emplazamiento actual.13 Según la Historia Roderici, en Villena citó Alfonso VI al Cid para que le apoyara en la conquista de Aledo del año 1088, aunque esta narración guarda varias incoherencias y el hecho en sí está discutido, ya que es probable que el Cid nunca saliera de Onteniente, donde estaba acampado.29


Según el historiador Ibn Sahib al-Salá, el domingo 13 de agosto de 1172 el califa Yusuf I acampó en el castillo de Villena, camino de Huete a Murcia.
Debido a lo escarpado del castillo de Salvatierra, que con total
seguridad existía entonces pero era poco apto para que acampara un
ejército, José María Soler supone que ésta es la primera mención al castillo de la Atalaya,
hecho bastante plausible si tenemos en cuenta que las bóvedas de las
dos plantas inferiores de la torre del homenaje son de clara tradición almohade.30 De entre las circunscripciones menores llamadas aqalim (singular iqlim), se sabe que al menos desde el siglo XII Villena fue cabeza de una de ellas,31 32
no apareciendo como tal en las crónicas anteriores, lo cual, para
algunos autores, indica que Villena se convierte en un núcleo de
importancia a partir de esta fecha.33 34 Este iqlim ejercería su jurisdicción sobre Hisn Yakka (Yecla), Bogarra (Caudete), Benejama y Sax.35 36 Durante el periodo de taifas parece que Villena perteneció en determinados momentos al reino de Denia, aunque no hay documentos que lo especifiquen con seguridad.


Ibn Said al Maghribi en Al-Mugrib fī ḥulā al-Magrib
nos presenta a Villena como una ciudad, cuyo aspecto general antes de
la conquista cristiana debió ser imponente, como se extrae del siguiente
fragmento:


"Acerca de los adornos de la ciudad de Villena: Ciudad bella de
aspecto, poseedora de agua y de jardines, en el norte de Murcia".37


Además, se sabe de la existencia de una madraza de la que fue profesor de retórica el jiennense Mohamad ben Ahmad ben Hassan alrededor del año 1200 al huir de la persecución de los Almorávides.3 38


En el área urbana destacarían los castillos de la Atalaya y Salvatierra y la mezquita,
probablemente situada donde hoy día se halla la iglesia de Santa María.
Se han localizado dos cementerios musulmanes en la ciudad: uno, llamado
de la Losilla, se halla en las cercanías de la que fue la Puerta
de Biar, en el punto donde se bifurcaban los caminos que partían para
Alcoy y Alicante respectivamente; el otro, llamado de la Puerta de
Almansa, se halla en las inmediaciones de donde estuvo situada dicha
puerta, en el camino que partía hacia Ocaña y Toledo.39


Conquista cristiana


Conquista cristiana de Villena por los caballeros de Calatrava. (Pintura mural del castillo de Alcañiz)

Extensión del Señorío de Villena en tiempos de don Juan Manuel, alrededor de 1340.
Si bien ya el Cid estuvo sobre el año 1086 en la zona de Villena, el primer intento serio de conquista por parte de los cristianos fue en 1238, cuando Ramón Folc y Artal de Alagón saquearon la ciudad, aunque no consiguieron tomarla. A finales de 1239,
el infante Fernando de Aragón intentó tomar la ciudad con ayuda de una
catapulta, pero los defensores consiguieron destruirla y las tropas se
retiraron.3 La conquista definitiva tuvo lugar en 1240, a manos de un ejército formado por los caballeros de la orden de Calatrava junto con mercenarios almogáraves, al mando de Ruy Pérez Ponce de León, comendador de Alcañiz, en nombre de Jaime I y de la Corona de Aragón. Así pues, se incumplieron pactos anteriores que dejaban a la órbita castellana esta plaza.40 El tratado de Almizra en 1244 la devolvió a Castilla, y fijó la frontera entre Castilla y Aragón. Fue entre 1252, año de la muerte de Fernando III y 1256, cuando se crea el señorío de Villena a favor de Manuel de Castilla, hermano menor de Alfonso el Sabio y yerno de Jaime I.41


Más tarde, en 1264, Castilla necesitó de nuevo la ayuda de Aragón para sofocar una sublevación morisca promovida por el rey granadino Alhamar, que tuvo gran éxito en la región ya que los repobladores cristianos preferían asentarse en otras tierras, sobre todo de Andalucía,
más fértil y donde había más posibilidades de medrar. De retomar
Villena se encargó Jaime I, que rindió la ciudad pacíficamente para don
Manuel, pactando con los sublevados. Queda constancia de que don Manuel
poseyó el señorío de Villena en manera de rey, y que levantaba mesnadas,
imponía tributos, daba fueros y privilegios y se reservaba el derecho
de nombrar escribanos, jurados y oficiales.42 En 1270
otorgó a los vecinos y moradores de Villena el fuero y privilegio de
Murcia y Elche, que era copia casi literal del que se había otorgado a
Sevilla, y concedía, entre otros, derecho a dos jueces, enseña y pendón,
honras y franquezas para los caballeros, exención del pago de portazgo,
etc. En 1276 se otorgó el fuero de Lorca, que fue ratificado en diversas ocasiones posteriores.43
Estos otorgamientos dan fe del fuerte interés del señor de Villena en
repoblar la zona, que debido a la revuelta mudéjar en particular, pero
de manera más general a las condiciones casi serviles a las que los
musulmanes se veían sometidos, había quedado casi despoblada. Así, una
zona que durante el dominio musulmán había estado conformada por centros
comarcales (el iqlim de medina Bilyāna) con control sobre otros castillos (husun)
y numerosas alquerías quedó sustituido por comarcas vacías, tierras
abandonadas y pequeños núcleos de población en torno a castillos,36 que tanto don Manuel como sus sucesores se esforzaron en repoblar.


A la muerte de don Manuel, el señorío lo heredó su hijo, don Juan Manuel, segundo señor, príncipe y primer duque de Villena. Este contrajo matrimonio en 1299 con doña Isabel de Mallorca, que falleció en 1301 sin dejarle descendencia, y en 1309 con Constanza, hija del rey Jaime II de Aragón.
Al realizarse las nupcias antes de que la infanta hubiera cumplido los
doce años, se acordó que esta quedara recluida en el castillo de la
Atalaya hasta que cumpliese dicha edad, hecho que ha sido recordado
hasta la actualidad en el imaginario popular. El matrimonio oficial se
celebró en Játiva en 1312.44



Reconstrucción hipotética de la planta de Villena alrededor del siglo XIV.
Los nuevos pobladores cristianos que fueron llegando a Villena desde
el momento de la conquista cristiana se establecieron alrededor de la
actual iglesia de Santiago, como demuestra el tipo de urbanismo
ortogonal con las calles dispuestas en posición radial formando manzanas
regulares con una parcelación clásicamente medieval.27
El centro de la ciudad se trasladó a esta área, que posteriormente se
amuralló por orden de don Juan Manuel, según se desprende de esta carta
dirigida en 1308 a Jaime II:


Sennor: vi vuestra carta de creençia que me embiastes con Bernalt
Genebret vuestro portero, et entendí lo que dixo por la dicha creença.
Et a lo que me embiaste mandar que fasa labrar el castiello daquí de
Villena, sennor, sabet que donna Saurina et yo avemos puesto recabdo en
ello que se labre, según el dicho de Bernat Ginebret vos dirá. Et como
quier, sennor, que yo la villa daquí de Villena mando çercar, sabet que
no fincará la labor del castiello por ello, ca tengo que todo es más
guarda del castiello. Et pues, sennor, vuestra merçed fue de me enviar
esto mandar, pido vos por merçed, si lo faser podedes, que un maestro
que me dixieron que está preso en Valençia, [...] que lo envasedes aquí
unos tres meses o quatro. [...] Dada en Villena, dies et seys dias de
março. Era de mill e trescientos e quarenta e seys annos. Yo, Alfonso
Pérez, la fis escrivir.45


Así pues, el antiguo núcleo árabe se convirtió en un arrabal del nuevo núcleo amurallado cristiano (de ahí el nombre de Rabal que sigue teniendo hoy día) y allí se concentró la población musulmana, judía
y de cristianos nuevos. El eje entre los dos espacios de población
sería la plaza Mayor, en la cual se celebrarían los mercados, en cuyas
inmediaciones se hallaba el pósito y donde se celebraban los concejos,
al pie de una torre de la llamada Puerta de la Villa, que posteriormente
sería conocida como torre del Orejón.27


De los censos parciales realizados entre la década de 1330 y la de
1380 se extrae que al menos el 88% de los apellidos eran de ascendencia
castellana, siendo el resto de origen catalán, hebreo, musulmán y
francés.46 La importancia económica que fue cobrando la villa queda patente en el hecho de que ya desde 1305 contara con su propia feria.36


El señorío pasó a ser principado en 1333 por privilegio de Alfonso IV de Aragón a favor de don Juan Manuel y posteriormente Ducado,47 ya que Pedro IV de Aragón otorgó, también a don Juan Manuel, el título de duque en 1336.48 Fue de las terceras nupcias de don Juan Manuel, con Blanca Núñez de Lara, que le nació un heredero varón, Fernando Manuel.


El ducado pasó posteriormente a marquesado,4 el más antiguo de la Corona de Castilla,49 pasando en 1371 a estar bajo el dominio de Alfonso de Aragón y Foix.50 51 Se extendía por parte de las actuales provincias de Almería, Murcia, Albacete, Alicante, Valencia y Cuenca, y comprendía veintitrés localidades.


Edad Moderna

A lo largo del siglo XIV
comienza un periodo de prosperidad económica que hará que la ciudad
ascienda en la escala de títulos otorgadas a sus señores y ciudadanos.
Primero obtuvo, de mano de los Manueles el título de villa, en fecha incierta. En 1476 la población se levantó contra el marqués don Diego López Pacheco, alentada por los Reyes Católicos, y en 1480 pasó a depender directamente del realengo y a disfrutar de distintos privilegios. No obstante, el término geográfico marquesado de Villena siguió utilizándose para denominar esta región, dentro del antiguo Reino de Murcia, al menos hasta el siglo XVII.52 Del estado de la ciudad y su área circundante en 1517 da testimonio conciso pero de gran interés Fernando Colón:


Villena es villa de quinientos vecinos e está en llano al pie de una
gran syerra de peña e tiene una buena fortaleça y es cabeza del
marquesado de Villena e está al pie de una syerra de peñas e tiene una
buena vega de regadío la qual se riega de una fuente que nace en la
plaça, que sale agua para dos muelas juntas, e dicha fuente, junto con
la villa, e es frontera del moxón del Reyno de Valencia, ques a media
legua [...].53


El emperador Carlos V, le concedió el título de "ciudad" en 1525.5 La importancia de este nombramiento queda demostrada por el hecho de que en 1844, 319 años después de este, sólo existían en España 152 ciudades, y en la actual provincia de Alicante, lo eran únicamente Denia, Jijona, Orihuela y Villena.54 Los párrafos esenciales de dicha cédula narran lo siguiente:


Por quanto la villa de Villena y los vezinos y moradores della han
sydo sienpre muy leales a nuestra corona real y servido a los reyes
nuestros progenitores como buenos e fieles subdictos lo devian hazer, y
espeçialmente a los Reyes Catholicos nuestros abuelos y sennores que
ayan sancta gloria en la conquista del reyno de Granada y en otras cosas
que se les ofresçieron; y continuando la dicha su fidilida y lealtad y
lo que en seruiçio de nuestra corona real syenpre hizieron, estovieron y
se mostraron en nuestro seruiçio en tienpo de las alteraçiones pasadas
de comunidad que ovo en estos nuestros reynos, como muy buenos y leales
subdictos y vasallos nuestros, e nos siruieron en la reduçion de la
çibdades de Orihuela e Alicante e Xativa e Alzira, que son en el reyno
de Valencia, que estavan reveladas contra nuestro seruiçio, en lo qual
murieron algunos vezinos dela dicha villa. Y porque es cosa convenible e
justa que los reyes e prinçipes hagan merçedes y ennoblezcan sus villas
y vasallos que con lealtad les sirven, para que a enxenplo dellos otros
se esfuerçen y animen a hazer lo mismo, por ende, acatando todo lo suso
dicho, y porque de la lealtad e fidilidad que la dicha villa de Villena
ha tenido syenpre y tiene a nuestra corona real aya y quede memoria y
por razon della sea mas ennoblecida, por la presente yntitulamos y es
nuestra merçed e voluntad que agora e de aqui en adelante pra syenpre
jamas se yntitule e llame çibdad.55


Comienza un período de cierta estabilidad política, aunque roto ocasionalmente por el eterno conflicto territorial de los Alhorines, entre Caudete y Villena. Durante la Guerra de Sucesión entre Austrias y Borbones, Villena apoyó a estos últimos en la figura de Felipe V,
sirviendo el castillo de la Atalaya como importante plaza de armas para
acabar con los fueros del Reino de Valencia en la famosa batalla de Almansa en 1707. Esto le hizo ganar el título de: "Muy noble, muy leal y fidelísima", que hoy figura en su escudo.56 Este último rey, además, terminó con la condición de fronteriza que había tenido Villena desde época musulmana al abolir las aduanas y puertos secos durante el primer tercio del siglo XVIII.49



"Vista Oriental de la Civdad de Villena", grabado de Juan Fernando Palomino, publicado en 1778 para ilustrar el Altlante español de Bernardo Espinalt.
Para finales del siglo XVIII Villena era una ciudad abierta, ya sin apenas rastro de las murallas medievales. Bernardo Espinalt, geógrafo español, nos la describe así en su Atlante español:


La antigua ciudad de Villena está situada en una espaciosa campiña,
[...] à catorce leguas de Murcia, su Capital. Es Ciudad abierta; y
aunque en lo antiguo tenia tres Puertas, en el dia se puede entrar por
muchas partes, por estár caídas las Murallas; pero se conserva una,
llamada de la Villa, sobre la que está colocada la Torre del Relox: no
consta quien la fundó; solo sí, que los Romanos la llamaron Arbacala.
Se conoce ser muy antigua por la Arquitectura del Castillo, que aún se
conserva en lo mas alto de una Sierra intrincada, que era Atalaya en
tiempo de los Moros. [...] Tiene quatro Plazas, catorce Calles
principales, diversas Callejuelas, y dos mil Vecinos, dividos en dos
Parroquias. [...] [Tiene] otro Convento de Agustinos Calzados de la
Provincia de Andalucía, que está distante una lengua de la Ciudad, en
donde hay colocada una Imagen de nuestra Señora de las Virtudes, Patrona
de esta Ciudad; un buen Hospital, y doce Hermitas, y varios Paseos: se
celebra en ella una Feria cada año el dia 21 de Septiembre, que dura
hasta el 4 de Octubre, por Privilegio concedido por el Señor Rey Felipe
Quinto; también celebra Mercado franco todos los Jueves de año. Las
Casas de Ayuntamiento, y la fachada de la Iglesia de Santiago son
magnificas. Hay dentro de la Ciudad varias fuentes, y entre otras, la
del Chorro, la de la Escuela, y la del Maestro, cuya agua pasa por
debajo de un Puente, que es el paso del camino carretero de Madrid,
Valencia, Cataluña, Aragón, Alicante y las Andalucías. [...] En una gran
laguna inmediata están las Salinas Reales. Abunda en Trigo, Vino, y
Cañamo: tiene deliciosas Huertas, y sabrosas frutas; pero es poco el
Aceyte, y Seda que se coge en ella [...].57


Siglo XIX


Vista general de 1858. De derecha a derecha destacan la Torre de Santiago, la del Orejón, la de Santa María y el Castillo de la Atalaya.
En 1803 se ordenó desecar la laguna de Villena, hecho de gran importancia para toda la región. En Villena se eliminaba el riesgo de fiebres tercianas y se ganaban 1704 Ha.
de tierra cultivable, y otras ciudades, en especial Elche, veían
aumentados sus recursos hídricos. Para la desecación se construyó la acequia del Rey, obra de Juan de Villanueva y que todavía en la actualidad sigue desaguando la cuenca endorreica de la antigua laguna.


Durante la Guerra de la Independencia, Villena fue tomada por el mariscal Suchet, de las tropas napoleónicas. Para provocar la rendición de las escasas fuerzas que defendían el castillo de la Atalaya, en 1811
Suchet lo bombardeó desde el exterior y, al tomar la fortaleza, hizo
volar parcialmente las bóvedas almohades de la torre del homenaje,58 59 a fin de dejarlo inservible para apostar una guarnición.


En 1836,
tras haber pertenecido previamente a las provincias de Murcia y
Albacete, se incorporó definitivamente a la de Alicante. La ciudad se
introdujo en el camino del desarrollo con el paso, en 1858, del ferrocarril que unía Alicante y Madrid y en 1884 con el trazado que la conectaba con Cieza y Alcoy (VAY), creciendo con el signo de los tiempos.6


En verano de 1888 se derribó por insegura, aunque con una considerable oposición popular, la torre del Orejón,
que había sido todo un símbolo de la ciudad desde hacía varios siglos.
Con el derribo, se eliminó el último lienzo de muralla que quedaba en la
ciudad y se ensanchó la calle Mayor, una de las principales arterias de
la ciudad en aquellos años.60


Siglos XX y XXI


Vista aérea de Villena en 1933.
La Villena de principios del siglo XX nos la describe Azorín de la siguiente manera en su obra Antonio Azorín de 1903:


"Sarrió y Azorín han ido a Villena. Esta es una ciudad, vetusta, pero
clara, limpia, riente. Tiene callejuelas tortuosas que reptan monte
arriba; tiene vías anchas sombreadas por plátanos; tiene viejas casas de
piedra con escudos y balcones voladizos; tiene una iglesia con
filigranas del Renacimiento, con una soberbia reja dorada, con una torre
puntiaguda; tiene una plaza donde hay un hondo estanque de aguas
diáfanas que las mujeres bajan por una ancha gradería a coger en sus
cántaros; tiene un castillo que aún conserva la torre del homenaje, y en
cuyos salones Don Diego Pacheco, gran protector de los moriscos, vería
ondular el cuerpo serpentino de las troteras".61


Desde principios de siglo el elemento asalariado y jornalero adquirió un fuerte peso que condujo a una importante difusión del anarquismo y del socialismo, como demuestra lo sucedido durante la huelga general de 1917,
cuando los obreros arrancaron las vías férreas y cortaron las
comunicaciones telegráficas y telefónicas así como el suministro
eléctrico, lo que llevó a enfrentamientos con la guardia civil y acabó produciendo muertos y heridos.62


Guerra civil


Escudos de la fachada este de la Iglesia de Santiago, destruidos durante la guerra civil y restaurados en 2007.63
Al inicio de la guerra civil y dado el éxito de la sublevación en Albacete,
las autoridades alicantinas enviaron fuerzas de seguridad a Villena y
Almansa para impedir que se extendiera la rebelión a estas ciudades y se
dificultaran las conexiones con Madrid.64
Los primeros días de la contienda reinó el caos en la población,
produciéndose así los mayores destrozos. La iglesia de Santiago fue
quemada, se destruyó su verja de hierro repujado y se picaron unos
escudos de la fachada este, dado que incluían las armas de los Reyes
Católicos, acompañadas del yugo y las flechas. La iglesia de Santa María perdió casi por completo sus bóvedas. También se incendiaron el convento de las Trinitarias, la iglesia del Santuario de Nuestra Señora de las Virtudes y las diversas ermitas y capillas de la población.65



Billete de 1 peseta emitido en 1937 por la Comisión de Abastecimientos de Villena.
La ciudad fue bombardeada en diversas ocasiones, la primera de ellas
el 19 de diciembre de 1936, que se saldó con dos muertos y dieciséis
heridos.65
El objetivo principal de los bombardeos era cortar la conexión por
ferrocarril entre Madrid y Alicante. Para estas fechas, ya había en la
ciudad 800 refugiados y 200 hospitalizados, en el "hospital de sangre" que se instaló en las actuales dependencias del teatro Chapí.
Este hospital llegó a tener 300 camas y se convirtió en un modelo de
hospitales, tras varias ampliaciones y perfeccionamiento de los
servicios.66


El 22 de abril de 1937 se creó un organismo económico, el Consejo Regulador de Economía Socializada, integrado por elementos de la UGT y la CNT, que administraba la socialización de todos los bienes intervenidos en las diversas actividades productivas y de distribución.67
Dada la escasez de moneda fraccionaria, el ayuntamiento se vio obligado
a emitirla. Entre el 28 de junio de 1937 hasta el final de la contienda
se emitió papel moneda en valores de 50 céntimos, 1 pta. y 2 pts., por un importe total de 126 250 pesetas.


Desde principios de 1937, dentro de la reforma para eliminar
referencias religiosas o monárquicas en los topónimos, se cambió el
nombre de la Colonia de Santa Eulalia por "Colonia de Lina Odena" y el de Las Virtudes por "Villa Progreso".66 Para septiembre de 1937 la ciudad contaba con 2610 refugiados repartidos principalmente entre la ciudad y La Zafra.
La comisión de Asistencia Social hizo grandes esfuerzos para dar
trabajo a los adultos y escolarizar a los niños. A partir de julio de
1938 empezaron a construirse diferentes refugios repartidos por toda la
ciudad, con capacidad para un total de unas 6000 personas. La cantidad
de edificios ocupados para entonces por la Comandancia Militar y los Carabineros demuestran el ambiente de guerra que reinaba en Villena, pese a estar situada en la retaguardia.68


Durante 1939 la crisis económica se recrudeció. Los abastecimientos
se hicieron extremadamente difíciles, lo que provocó el aumento de la
especulación y los acaparamientos hasta el punto de que se hizo
necesario vender las naranjas, verduras y hortalizas
sólo a los habitantes de la ciudad, mediante carné. Además, se cortó
gran parte del suministro eléctrico. La situación política de la ciudad,
que había ido siendo cada vez más crítica, se convirtió en letárgica
las semanas anteriores al fin de la contienda. El 29 de marzo de 1939
las tropas franquistas entraron en la ciudad, quedando finalizada la contienda.69


Dictadura

Finalizada la guerra civil, la situación de la ciudad era crítica,
tanto económicamente por la falta de suministros como por la cantidad de
infraestructura destruida que hubo que reconstruir lentamente.69
En la segunda mitad de los años 40 tuvieron lugar las obras de
adoquinado y alcantarillado de las principales calles de la ciudad,
incluyendo el adoquinado total de la llamada Puerta de Almansa (cruce de
calles donde estuvo situada esta puerta) hasta la plaza María
Auxiliadora. Además, en 1948 se levantó el monumento a Ruperto Chapí,
obra de Navarro Santafé,70 y se iniciaron las obras de reparación de las bóvedas de la iglesia de Santa María, que habían quedado destruidas al principio de la guerra civil.71


En 1954 se construyó el barrio de la Constancia, preludio de la gran
explosión demográfica que tuvo lugar a partir de los años 60, debido a
la llegada de inmigrantes, sobre todo de Castilla-La Mancha y Andalucía.72 Así pues, entre 1960 y 1970 la superficie urbana creció sobre un 20% y la construcción de viviendas aumentó en un 650%.73
En 1961 se construyó el barrio de San Francisco de Asís a fin de
ofrecer viviendas a los sectores más castigados económicamente. Este
hecho hizo que fuera llamado popularmente "Poblado de Absorción" y
actualmente se le conozca como "El Poblao" (sic). La supresión del
ferrocarril de vía estrecha de Cieza a Alcoy permitió a mediados de los
sesenta el ensanche de Villena en dirección al sur.49


Democracia

El aumento de la población, así como el cada vez mayor parque móvil,
provocó un gran aumento de tráfico en el centro de la ciudad, lo que
provocó que en 1978 se excavara un túnel en la sierra de la Villa a fin de construir una variante a la carretera N-330, precursora de al actual autovía A-31, que circula por el mismo túnel.74
El 3 de agosto de 1979 se procedió al renombre de todas las calles con
trasfondo franquista. Destaca el caso de barrio de la Constancia, donde
todas las calles estaban dedicadas a personalidades franquistas y
pasaron a estar dedicadas a escritores y pintores españoles como Pablo Picasso, Federico García Lorca o Juan Ramón Jiménez.75


Uno de los principales problemas urbanísticos que se ha venido dando
desde entonces es la compresión del casco urbano entre la línea del
ferrocarril y la autovía, que ha hecho adoptar a la ciudad una forma
alargada que provoca grandes problemas de tráfico en el centro de la
ciudad.76 Esto ha producido que, al menos desde 1988, se haya hecho una propuesta de soterramiento de las vías,77 reclamación que sigue vigente en la actualidad.78 79 80


El desarrollo actual de la ciudad ha propiciado una ciudad moderna dotada de una buena infraestructura cultural, como el teatro Chapí,
los diferentes museos, el pabellón deportivo municipal, los diversos
eventos culturales o la casa de la Cultura, donde está situada una de
las tres bibliotecas de la ciudad, una sala para teatro y cine
y varias salas de exposiciones. También, junto con la especialización
de la economía ha crecido la infraestructura de servicios. La ciudad
cuenta con dos polígonos industriales, "El Rubial" en las cercanías de la estación del ferrocarril y "Bulilla" en las de la autovía A-31,81 así como con otras zonas industriales en los principales accesos de la ciudad.82


Panorámica de la ciudad desde la sierra de la Villa.
Panorámica de la ciudad desde la sierra de la Villa.

Véase también

Referencias


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 5. Consultado el 12 de agosto de 2009.

    1. Juan Piqueras Haba, ed. (1995). «Villena». Geografia de les comarques valencianes (en valenciano) 6. València: Foro. p. 348.

    Enlaces externos


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 42. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • GARRIDO, David (2008). «Reivindicación del Medioevo villenense». Moros y Cristianos · Villena. Villena: Ayuntamiento de Villena.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 109. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 229. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • «La construcción de la red ferroviaria alicantina: Proceso de construcción». 150 años del ferrocarril de Alicante. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • Pateco. Cámaras de Comercio de la Comunidad Valenciana Plan de Acción Comercial de Villena. Análisis socioeconómico


  • SOLER GARCÍA, José María (1967). El tesoro de Villena: memoria redactada por José María Soler García (htm).
    Editado por Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2005.
    [Madrid]: Otra ed.: [Madrid], Ministerio de Educación Nacional, Servicio
    Nacional de Excavaciones Arqueológicas, D.L. 196, 75p,[42]p. de lám :
    il ; 25 cm (Excavaciones arqueológicas en España ; 36).


  • Ministerio de Educación y Cultura (1 de 2003). «RESOLUCIÓN
    de 7 de enero de 2003, de la Dirección General de Patrimonio Artístico
    de la Consejería de Cultura y Educación, por la que se incoa expediente
    de declaración de bien de interés cultural a favor de la colección
    arqueológica del Tesoro de Villena.»
    (pdf). Boletín Oficial del Estado (BOE) (Madrid: Gobierno español) (49): 7798-7802. Consultado el 6 de diciembre de 2009. «Desde el punto de vista histórico, artístico y arqueológico, el tesoro de Villena constituye un unicum,
    un depósito no normalizado, por su peso y contenido (A. Perea). De
    hecho, se trata del segundo tesoro de vajilla áurea más importante de
    Europa, tras el de las Tumbas Reales de Micenas en Grecia (A. Mederos).»


  • SOLER GARCÍA, José María (2002). «Prehistoria: El poblamiento prehistórico del término villenense». Villena : Prehistoria - Historia - Monumentos (1ª edición). Madrid: Imprenta Taravilla. p. 178. ISBN 84-95112-05-1.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 7. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • Hernández Alcaraz, Laura; Francisco Javier Jover Maestre;Juan Antonio López Padilla (2001). Campesinos y artesanos: El corredor de Villena hace 4000 años. Villena: Conselleria de Cultura, Educació i Ciència de la Generalitat Valenciana y Ayuntamiento de Villena.


  • SIMÓN
    GARCÍA, José Luis (octubre de 2003). «Alquerías fortificadas del
    Vianlopó». En Francisco Javier Jover Maestre; Concepción Navarro Poveda.
    De la medina a la vila: II Jornadas de Arqueología Medieval (1ª edición). Alicante, Elda: Excma. Diputación Provincial de Alicante y Centre d'EStudis Locals del Vinalopó. pp. 107-138. ISBN 84-96206-28-9.


  • RUIZ MOLINA, Liborio (1990‑1991). «El Hisn rural de Yecla: aportaciones a la arqueología musulmana de la Región de Murcia en áreas del interior». Miscelánea medieval murciana 16: 235-272. ISSN 0210-4903.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 27. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • «Valle del Vinalopó». Gran Enciclopedia Temática de la Comunidad Valenciana. Cultura. Editorial Prensa Valenciana. 2009.


  • «Vía Augusta». Gran Enciclopedia Temática de la Comunidad Valenciana. Cultura. Editorial Prensa Valenciana. 2009.


  • SOLER GARCÍA, José María (2002). «Prehistoria: La romanización de la comarca villenense». Villena : Prehistoria - Historia - Monumentos (1ª edición). Madrid: Imprenta Taravilla. p. 178. ISBN 84-95112-05-1.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 31. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 32. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • Madoz, Pascual (1850). «Villena». Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar 16. p. 312-313.
    [...] hay quien le haya dado el nombre antiguo de Arbacala, que pertenecia á una c[iudad] vaccea
    (verosimilmente la actual Toro) sin reparar en una deferencia
    corográfica tan inmensa. Menos visible fue el desacierto de Clusio, que
    redujo á Villena la Bigerra de la Bastitania; pero tampoco dejó de ser una arbitraridad fuera de todo fundamento. El erudito Cortés se inclina á creer, que seria la Hilunum ó Ilunum de Ptolomeo; sin embargo, solo apyoa esta correspondencia la alguna alusion que resulta en los nombres.




  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 25. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • SOLER GARCÍA, José María (1974). «Notas y comentarios: Nota nº 1». La Relación de Villena de 1575.
    Edición comentada y apéndice documental (2ª, con la colaboración
    económica del M.I. Ayuntamiento de Villena edición). Alicante:
    Publicaciones del Instituto de Estudios Alicantinos (Patronato José
    María Quadrado del CSIC). p. 75. ISBN 84-00-03985-8.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 35. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • DOMENE VERDÚ, José Fernando (1986). «El nombre de Villena». Revista Villena (Villena: Ayuntamiento de Villena) (36).


  • GUTIÉRREZ
    LLORET, Sonia (octubre de 2003). «La formación de al-Ándalus en las
    tierras meridionales valencianas». En Francisco Javier Jover Maestre;
    Concepción Navarro Poveda. De la medina a la vila: II Jornadas de Arqueología Medieval (1ª edición). Alicante, Elda: Excma. Diputación Provincial de Alicante y Centre d'EStudis Locals del Vinalopó. pp. 17-32. ISBN 84-96206-28-9.


  • HERNÁNDEZ
    ALCARAZ, Laura; Luz Pérez Amorós; Marco Aurelio Esquembre Bebia; José
    Ramón Ortega Pérez (octubre de 2003). «La evolución urbana medieval de
    Villena: nuevos enfoques, nuevas propuestas». En Francisco Javier Jover
    Maestre; Concepción Navarro Poveda. De la medina a la vila: II Jornadas de Arqueología Medieval (1ª edición). Alicante, Elda: Excma. Diputación Provincial de Alicante y Centre d'EStudis Locals del Vinalopó. pp. 195-211. ISBN 84-96206-28-9.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 36. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 39. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 41. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 37. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • Juan Piqueras Haba, ed. (1995). «El marc territorial i els seus origens:L'etapa musulmana: Segles VIII-XIII». Geografia de les comarques valencianes (en valenciano) 1. València: Foro. p. 328. 84-8186-019-0.


  • RUIZ MOLINA, Liborio (1992). «Yakka: un castillo rural de la cora de Murcia. Siglos XI al XIII: Estructura administrativa y poblamiento». Miscelánea Medieval Murciana XVII: 269-293.


  • CARMONA, Alfonso (1991). «Yakka, Gumalla, Bilyana». Revista Yakka (Yecla: Ayuntamiento de Yecla) (3): 15-21.


  • «Se descubre un acceso fortificado a la antigua alquería islámica, en unas excavaciones de urgencia en Los Torrejones, Yecla». Diario Murcia.com. 4 de febrero de 2009. Consultado el 19 de octubre de 2009.


  • ORTUÑO MOLINA, José (2002). «Asiento y conquista del Altiplano murciano: Yecla 1240-1350». Murgetana (Murcia) (107): 9-26.


  • IBN MUSA IBN SAID AL-MAGHRIBÍ, Alí (1974). dok. Shuki Daif, ed. Al-Mugrib fi hula al-Magrib (en árabe). Al-Qahira: Dar al-Mu'arif. pp. 243-272.


  • PÍO TEHERA, J.; MONCADA, R. (1922). Biblioteca del murciano o Ensayo de un diccionario biográfico y bibliográfico de la literatura en Murcia (txt). Madrid: Tip. de la Revista de Archivos, Biliotecas y Museos.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 45. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 49. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 55. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 62. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 92. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 78. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • GIMÉNEZ SOLER, Andrés (1932). «Doc. CLXXVII». Don Juan Manuel. Biografía y estudio crítico. Zaragoza: s.e.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 95. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 89. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • SOLER GARCÍA, José María (2006). Fundación Municipal José María Soler, ed. «Historia de Villena: desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII» (pdf). Villena: Digitalizado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. p. 85. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • «Villena». Gran Enciclopedia Temática de la Comunidad Valenciana. Geografía. Editorial Prensa Valenciana. 2009.


  • Franco Silva, Alfonso (1996). La fortuna y el poder. Cádiz: Universidad de Cádiz. p. 345. ISBN 1978847786302 |isbn= incorrecto (ayuda).


  • «Aragón, Alfonso de, marqués de Villena (+1412)». Censo-Guía de Archivos de España e Iberoamérica. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • SOLER GARCÍA, José María (1974). «Relación y respuesta a los capítulos». La Relación de Villena de 1575.
    Edición comentada y apéndice documental (2ª, con la colaboración
    económica del M.I. Ayuntamiento de Villena edición). Alicante:
    Publicaciones del Instituto de Estudios Alicantinos (Patronato José
    María Quadrado del CSIC). p. 18. ISBN 84-00-03985-8.


  • VILAR RAMÍREZ, Juan B. «Nota sobre Villena y su entorno en la "Descripción y cosmografía de España", de Fernando Colón (1517)». Papeles de Geografía (Madrid) 1 (21): 155-159. Consultado el 14 de octubre de 2009.


  • SOLER GARCÍA, José María (1974). «Notas y comentarios: Nota nº 3». La Relación de Villena de 1575.
    Edición comentada y apéndice documental (2ª, con la colaboración
    económica del M.I. Ayuntamiento de Villena edición). Alicante:
    Publicaciones del Instituto de Estudios Alicantinos (Patronato José
    María Quadrado del CSIC). p. 81. ISBN 84-00-03985-8.


  • SOLER GARCÍA, José María (1958). «Villena y el emperador Carlos I». Revista Villena (Villena: Ayuntamiento de Villena) (8).


  • SOLER GARCÍA, José María (1984). «Sobre la agregación de Caudete a Villena en 1707». Congreso de Historia de Albacete (8-11 diciembre de 1983). Separatas de las Actas (Albacete: Edad Moderna) III: 182. Consultado el 12 de agosto de 2009.


  • Espinalt y García, Bernardo (1778). «Ciudad de Villena». El
    Atlante español ó Descripción general Geográfica, Cronológica, e
    Histórica de España, por Reynos, y Provincias: De sus ciudades, Villas, y
    Lugares mas famosos: de su Poblacion, Rios, Montes, &c. Adornado de
    estampas finas, que demuestran las Vistas perspectivas de todas las
    Ciudades: Trages propios de que usa cada Reyno, y Blasones que les son
    peculiares
    . Reyno de Murcia. Madrid: en la Imprenta de Pantaleón Aznar. pp. 152-156.


  • FERRE DE MERLO, Luis (2000). «Bóvedas nervadas en el Castillo de Villena (Alicante)» (pdf). Actas del Tercer Congreso Nacional de Historia de la Construcción. Madrid, Sevilla, Granada. Consultado el 14 de octubre de 2009.


  • MUÑOZ SEVA, Francisco; Fernando Tendero Fernández; Antonio Martínez Puche (1997). El Castillo de la Atalaya: entre la historia y la fiesta (47). Revista Villena. pp. 229-236.


  • PRATS ESQUEMBRE, Vicente (1973). «La Torre del Orejón». Revista Villena (Villena: Ayuntamiento de Villena) (23).


  • Azorín (1970). Antonio Azorín. Labor.


  • {{cita web|url=http://www.elperiodicodevillena.com/noticia.asp?idnoticia=68476%7Ctítulo=Estampas villeneras|autor=El Periódico de Villena|fecha=14 de febrero de 2008]


  • «Los escudos destruidos de la Iglesia de Santiago se repondrán en febrero». El Periódico de Villena. 11 de diciembre de 2007.


  • «Guerra Civil». Gran Enciclopedia Temática de la Comunidad Valenciana. Historia. Editorial Prensa Valenciana. 2009.


  • COSTA VIDAL, Fernando (1997). «1936: Los albores de la Guerra». Villena durante la Guerra Civil (1936-1939). Instituto de Cultura "Juan Gil-Albert", Excma. Diputación Provincial de Alicante y M.I. Ayuntamiento de Villena.


  • COSTA VIDAL, Fernando (1997). «1937: Apogeo de la guerra». Villena durante la guerra civil (1936-1939). Instituto de Cultura "Juan Gil-Albert", Excma. Diputación Provincial de Alicante y M.I. Ayuntamiento de Villena.


  • MARTÍNEZ PUCHE, A. (1999). «El
    desarrollo de la industria del calzado en Villena (Alicante). Un
    complemento a la evolución y origen del calzado en el Corredor del
    Vinalopó (1823-1936)»
    . Investigaciones geográficas (21): 141-167.


  • COSTA VIDAL, Fernando (1997). «1938: El principio del fin». Villena durante la Guerra Civil (1936-1939). Instituto de Cultura "Juan Gil-Albert", Excma. Diputación Provincial de Alicante y M.I. Ayuntamiento de Villena.


  • COSTA VIDAL, Fernando (1997). «1939: El final de la guerra». Villena durante la Guerra Civil (1936-1939). Instituto de Cultura "Juan Gil-Albert", Excma. Diputación Provincial de Alicante y M.I. Ayuntamiento de Villena.


  • Ayuntamiento de Villena, ed. (1948). «Entrevista a Jose Rocher Tallada». Boletín Mensual de la Comisión para las Bodas de Plata de la Coronación Canónica de la Virgen de la Virtudes. Villena.


  • «Iglesia de Santa María (Villena)». Gran Enciclopedia Temática de la Comunidad Valenciana. Historia. Editorial Prensa Valenciana. 2009.


  • Laura Hernández Alcaraz, José Ayelo Pérez, ed. (2003). «La Población». Villena ¡un tesoro! (3 edición). M.I. Ayuntamiento de Villena, en colaboración con el ITVA. ISBN 84-920501-0-1.


  • Concejalía de Urbanismo (1971). «Información socio-económica y urbanística». Revista Villena (Villena: Ayuntamiento de Villena) (21).


  • Concejalía de Urbanismo (1978). «Obras Nuevas en nuestra ciudad». Revista Villena (Villena: Ayuntamiento de Villena) (28).


  • Concejalía de Urbanismo (1980). «AÑO 1979, Agosto 3». Revista Villena (Villena: Ayuntamiento de Villena) (30).


  • Colectivo "Hierbabuena" (1982). «Información socio-económica y urbanística». Revista Villena (Villena: Ayuntamiento de Villena) (32).


  • Colectivo "Rolde" (1988). «El futuro urbanístico de Villena: una propuesta para el debate». Revista Villena (Villena: Ayuntamiento de Villena) (38).


  • Martínez, Luis D. (21 de diciembre de 2001). «Miles de vecinos de Villena exigen soterrar las vías que parten la ciudad». [[El País (España)|El País]]. Consultado el 21 de julio de 2013.


  • Moltó, Ezequiel (21 de marzo de 2002). «El Gobierno prohíbe una manifestación en Villena». [[El País (España)|El País]]. Consultado el 21 de julio de 2013.


  • «Esquembre, satisfecho por la adjudicación de la estación de AVE de Villena, espera ahora una reunión sobre el soterramiento». El Periódico de Villena. 2 de octubre de 2012. Consultado el 21 de julio de 2013.


  • «La futura ocupación del Polígono Industrial de Bulilla se sitúa ya en torno al 95%». El Periódico de Villena. 7 de abril de 2006. Consultado el 23 de febrero de 2010.


  • No hay comentarios:

    Publicar un comentario