martes, 1 de noviembre de 2016

Padre Pío de Pietrelcina

Padre Pío de Pietrelcina










































miércoles, 17 de noviembre de 2010






Padre Pío




INFANCIA
Francesco Forgione nace en Pietrelcina en el año de 1887,
sus padres fueron Grazio María Forgione y María Giussepa di Nunzio. Fue
el cuarto hijo de ocho que nacieron, de los cuales 3 murieron a
temprana edad. Su madre le puso el nombre Francesco porque era devota deSan Francisco de Asís.
Su familia era de clase humilde trabajadora y muy devota.Desde niño
mostró mucha piedad e incluso actitudes de penitencia. Su infancia se
caracterizó por una salud frágil y enfermiza. Es desde esta edad donde
manifestó un gran deseo por el sacerdocio, nacido por el encuentro que
tiene con un monje capuchino del convento de Morcone (a 30
 km de
Pietrelcina) llamado Fray Camillo quien pasaba por su casa pidiendo
limosna.Su padre tiene que emigrar a América para poder pagar sus
estudios, en
 1898 a Estados Unidos y en 1910 a Argentina. Desde su niñez sufre los llamados encuentros demoníacos que
lo acompañaran a lo largo de su vida. Amigos y vecinos testificaron que
fueron en más de una ocasión las veces que le vieron pelear con lo que
parecía su propia sombra.
  


FRAILE PIO
   La
mañana del 22 de enero, a la presencia de todos los frailes asociados
en la iglesia, Francesco Forgione, junto a un gruppetto de otros
aspirantes, en el curso de una solemne e intensa ceremonia, viste la
saya franciscana, símbolo de nueva vida. Revestido del vestido
capuchino, él siente que desde este momento, su vida se pone
"crucificada con el Cristo"(Gal 2,19), a parecido de la vida del
poverello de Assisi, el estigmatizado de la Verna.

   El mismo Padre Pio dirá luego a propósito de su hábito: "Si supiera
que harapiento de vestido vestí en el 1903.... Sin embargo ningún
vestido me pareció más bonito de aquél".

   También le es cambiado el nombre: desde este momento Francesco
Forgione se llama fraile Pio de Pietrelcina. Un nombre que quizás le sea
sugerido por su devoción hacia el santo mártir cuyo cuerpo es
custodiado en la Iglesia de Sant'Anna en Pietrelcina.

   El entorno dónde Fraile Pio transcurre el noviciado es de una pobreza
extrema. Una celda pobre y desnuda, la cama dura sobre que se duerme
vestidos, la comida escasa y rústica, el convento frío y helado de
invierno, el sueño interrumpido a medianoche para el ruego nocturno; el
siempre ir andando con las sandalias; hacer penitencia tres veces a la
semana, es decir flagelarse sobre las desnudas carnes, pensando a la
pasión de Jesús. Ayunar por tres Cuaresma, además de todos los viernes
del año; amanecer muchas horas de ruego en común y dedicar mucho tiempo
al ruego personal; observar el silencio perpetuo, salva el breve tiempo
del recreo en común; siempre ir con los ojos bajos. Todas este normas y
prácticas de austeridad llenan la vida de los jóvenes novicios que
tienen que dejarse forjar, por el maestro de los novicios, en renegar al
hombre viejo (Rm 6,6),  dentro de si y dejarse recrearle en el hombre
nuevo, nel dinamismo del Espíritu.

   El maestro de los novicios es golpeado claramente por el empeño de
perfección de Fraile Pio de Pietrelcina. A sus ojos el joven frailecillo
es un "modelo de religioso. Eso significa que cada norma también mínima
de la vida de novicio es, por él, observada con fidelidad pura y
íntegra.

   Dentro del convento de Morcone, Fraile Pio recorre los primeros pasos
que lo llevarán, luego, a las grandes alturas de la mística. Aquí,
fraile Pio de Pietrelcina quieres vivir profundamente la regla
franciscana. Así él practica, por ejemplo, el siempre ir con los ojos
bajos. Hasta cuando la mamá lo va a encontrar y le lleva los dulces que
gustan mucho a él, está con los ojos bajos y con las manos enhebradas en
las mangas.

   La mamá queda mal y vuelve a Pietrelcina con el corazón amargado.
"¿Porque - se pregunta - Francesco se comporta en aquel modo? Si hubiera
sabido que se hubiera comportado así, no sería justo venida a Morcone."

   Llegada a Pietrelcina, mamá Peppa cuenta cada cosa a papá Grazio,
vuelto por poco desde América. A sentir estas cosas, Grazio decide de
partir para Morcone y cogerse a Francesco, primera que en el convento se
arruina la salud, a lo mejor hasta "ponerse estúpido"

   Y cuando se presenta al convento de Morcone, los frailes le dicen que
el hijo tuvo este comportamiento con la mamá en respeto de la
disciplina del noviciado.

   Sucesivamente, recordando aquel encuentro con los padres, Padre Pio
dirá: "Me fue prohibido de "hablar y levantar los ojos hacia los
parientes sin el permiso del maestro, y yo obedecí. Los míos, en cambio,
pensaron que yo me puse estúpido.... Sin embargo deseé tanto abrazar a
mis padres".
  
Fraile Pio de Pietrelcina acaba el año de noviciado el 22 enero del
1904. Durante una ceremonia solemne, al que asisten a mamá Peppa y otros
parientes, hace la profesión simple, junto a otros novicios.
  
Después del noviciado Fraile Pio empieza los estudios para la
preparación al sacerdocio. Es mandado, en un primer tiempo, en el
convento de Sant'Elia a Pianisi (Campobasso). Y aquí, en tierra
Molisana, se intensifican las visiones celestes. Gradualmente, mientras
el joven fraile profundiza los estudios teológicos y crece en la vida
ascética, también crecen los fenómenos carismáticos. A su confesor,
Padre Agostino, que le preguntó en una carta, desde cuanto tiempo Jesús
empezó a favorecerlo de sus visiones celestes, el 10 octubre del 1915
Padre Pio contestará: "Si mal no me pongo, ellas empezaron poco después
del noviciado".

   En el octubre del 1905 Frailee Pio se traslada con otros frailes, que
se preparan al sacerdocio, al convento de San Marco La Catola, en
provincia de Foggia. Aquí conoce lo que será su primer director
espiritual: Padre Benedetto de San Marco en Lamis.
   Mientras
tanto la salud del joven fraile va empeorando. La tos y los dolores al
pecho lo agobian continuamente. Se piensa que está enfermo de Tisis. Y
entonces, al final del 1906, los superiores, preocupados para él,
deciden mandarlo a Pietrelcina, en la esperanza que el aire del país
nativo lo ayuda a cuidarse.
   También
en los años siguientes, Fraile Pio a menudo volverá a su querida
Pietrelcina. Y, cada vez que volverá al país nativo, se restablecerá en
salud. Pero, en cuanto volverá al convento, los sufrimientos de primera
se presentarán puntualmente.

 
   El domingo del 27 enero del 1907, a Sant'Elia a Pianisi, casi veinteañero, Fraile Pio emite la solemne profesión religiosa.


 El centro de su espiritualidad 
  Con
su ejemplar sufrimiento oblativo Padre Pio siempre supo ofrecerle al
Dios la prueba más eminente y heroica de su amor. El propio Jesús le
reveló, en su Pietrelcina, que “El amor se conoce en el dolor”. Estas
palabras se volvieron la síntesis perfecta de su correlación espiritual y
mística con el Crucifijo y el gran tramo de lanzamiento de su
apostolado en el mundo y para el mundo. 






Tras su muerte
  
Al morir desaparecieron los estigmas que padeció durante gran parte de
su vida a los que se atribuyen, un origen místico y sobrenatural.
Se
le atribuyen numerosas sanaciones y conversiones concedidas por la
intercesión del Padre Pío y otros milagros han sido reportados al
Vaticano.
El
Padre Pío fue beatificado el 2 de mayo de 1999 y el 16 de junio del
2002, Juan Pablo II lo canonizó bajo el nombre de San Pío de
Pietrelcina.




Dones del Padre Pío
   Los dones del sacerdote italiano fueron, según sus creyentes:
Discernimiento extraordinario: capacidad de leer las conciencias, don que utilizó frecuentemente durante el ministerio del sacramento de la Penitencia.
Profecía: pudo anunciar eventos del futuro, incluida la llegada al papado de Pablo VI y deJuan Pablo II.
Curación: curas milagrosas por el poder de la oración.
Bilocación: estar en dos lugares al mismo tiempo.
Perfume: la sangre de sus estigmas tenían fragancia de flores.
Lágrimas: comprendía los misterios del Rosario hasta las lágrimas.
Estigmas: recibió
los estigmas el 20 de septiembre de 1918 y los llevó hasta su muerte 50
años después. Los médicos que observaron los estigmas del Padre Pío no
pudieron hacer cicatrizar sus llagas ni dar explicación de ellas.
Calcularon que perdía una copa de sangre diaria, pero sus llagas nunca
se infectaron.
"Esta
mañana la Señorita Amelia Z., ciega nata, de 27 años, ha venido desde
la provincia de Vicenza y ha recibido la vista. Después de su confesión
ella le ha preguntado al Padre Pío por su vista. El Padre le ha
contestado: "Ten fe y ruega mucho". En el mismo instante la joven vio al
Padre Pío: el rostro, la mano que bendijo, los medios guantes que
escondían los estigmas. La vista fue rápidamente aumentando, hasta que
la joven ya veía bien de cerca. Le dijeron al Padre Pío acerca del
milagro y él dijo: "Demos gracias a Dios."
Luego la joven le preguntó al padre Pío si tendría la vista completa y contestó: “poco a poco vendrá todo."














El
Arzobispo Domenico D'Ambrosio, que estaba presente en la exhumación,
dijo: "Enseguida que entramos a la tumba pudimos claramente distinguir
su barba. La parte superior del cráneo muestra parcialmente el
esqueleto, pero su barbilla esta perfecta y el resto del cuerpo esta
bien preservado" Refiriéndose al extraordinario estado de las manos, el
arzobispo añadío: "Si el Padre Pío me permite, podría decir que
pareciera como si el acababa de hacerse la manicura.
























  








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