miércoles, 23 de noviembre de 2016

Europa Soberana: La Ruta de la Seda, el Collar de Perlas y la competición por el Índico (II de III)

Europa Soberana: La Ruta de la Seda, el Collar de Perlas y la competición por el Índico (II de III)












































domingo, 5 de mayo de 2013






La Ruta de la Seda, el Collar de Perlas y la competición por el Índico (II de III)




Quienquiera que alcance supremacía marítima en el Océano Índico, será un jugador prominente en la escena internacional.
 (Alfred Thayer Mahan, geoestratega de la US Navy, 1840-1914).




ÍNDICE

- LA RUTA DE LA SEDA Y LA RUTA DE LAS ESPECIAS
- EL PRIMER COLLAR DE PERLAS FUE PORTUGUÉS
- EL IMPERIO BRITÁNICO
- RUTA DE LA SEDA: BLOQUEADA DE NUEVO
- IMPORTANCIA ACTUAL DEL ÍNDICO
SEGUNDA PARTE
- INDIA
- PAKISTÁN
- IRÁN —EL ATAQUE GLOBALISTA CONTRA SIRIA Y LA IMPORTANCIA ABSOLUTA DE PENTALASIA EN EL GRAN TABLERO
- YEMEN
- SOMALIA
- CAMBOYA
- TAILANDIA Y CORTAR EL CUELLO DEL DIABLO —EL ISTMO DE KRA
- BIRMANIA (MYANMAR)
- BANGLADESH = CUELLO DE POLLO
- SRI LANKA —EL PUENTE DE RAMA
- RUTA DE LA SEDA VS. RUTA DE LAS ESPECIAS, O EURASIA VS. OCEANÍA
En la primera parte de
este artículo, vimos cómo las rutas comerciales han tenido un papel
destacadísimo desde la antigüedad, puesto que el comercio es la base de
las relaciones internacionales y, por tanto, de toda globalización ―ya
sea embrionaria o plenamente desarrollada. Hoy en día, las mercancías
más importantes ya no son la seda o las especias, sino el petróleo y el
gas natural, por lo que las rutas más importantes son los oleoductos,
los gasoductos y las vías marítimas por donde transitan los petroleros y
los transportadores de gas natural licuado (LNG). Por ello, cada vez
que nace un conflicto donde antes había paz, es bueno preguntarse
inmediatamente qué "mercancías" posee la zona, qué "rutas comerciales"
transitan por ella, qué potencias se las disputan, qué potencias se
benefician de la estabilidad de dichas rutas y cuáles se benefician de
su inestabilidad.
Los pueblos europeos
alimentamos con nuestro sudor y nuestra sangre las primeras etapas del
capitalismo: el capitalismo industrial y el capitalismo comercial.
Ahora, en la época del capitalismo financiero, la consigna es reducir y
externalizar costes, dumping social, derrumbar cualquier frontera,
acabar con cualquier particularismo territorial y lograr un planeta
homogéneo, y los europeos nos hemos convertido en un obstáculo para la
globalización total. Por ende, se nos quiere arrebatar el poder y el
prestigio que conquistamos en el pasado, e incluso podría parecer que
los geoestrategas de la globalización están decididos a acabar
físicamente con los europeos étnicos, empleando medidas socio-económicas
y mediático-culturales tendentes a la disgenesia, la esterilización de
generaciones enteras, el mestizaje, la feminización social y la limpieza
étnica. Todavía estamos acostumbrados a pensar que Europa, "Occidente",
es el centro del mundo, pero la realidad es que el centro ha gravitado
ahora hacia la macro-región del Indopacífico.
Durante
mucho tiempo, los mapamundis han sido casi siempre del modelo
eurocéntrico (Estados Unidos ha manejado mapas americano-céntricos). Ese
modelo ya no representa la realidad del mundo. Los mapamundis modernos
deberían ser de tipo pacífico-céntricos como éste, incluso invertidos
como éste otro.
Para comprender en buena
medida por qué el centro de gravedad del mundo está basculando desde el
Atlántico al Pacífico y por qué las compañías multinacionales están
irguiendo sus torres de marfil en ciudades como Shanghai (que ya en 2005
tenía 4.000 rascacielos, el doble que Nueva York), Mumbai, Hong Kong o
Bangalore, sólo es necesario tomar parte en uno de los pasatiempos más
importantes y pseudo-rituales de nuestra civilización: ir de compras. La
mayor parte de las chucherías compradas en centros comerciales europeos
y norteamericanos están fabricados en las sweatshops de China,
India, Pakistán, Sri Lanka, Bangladesh, Tailandia, Camboya, Vietnam,
Malasia, Indonesia, etc. Desde los chándales Adidas made in Cambodia hasta
los trapos de la multinacional española Inditex (tiendas Zara, Pull and
Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius) fabricados con mano de obra
cuasi-esclava ―hacinada en barcos situados fuera de aguas territoriales
chinas para evitar controles fiscales y aduaneros―, la mayor parte de
chirimbolos comprables (incluyendo cualquier artefacto cuyo nombre
empiece por "i") están manufacturados en los dragones asiáticos ―eufemismo de "paraísos esclavistas"― del Asia-Pacífico.
El auge
de Estasia (Asia Oriental) y de China como superpotencia, es
consecuencia directa de la globalización y de la religión consumista y
materialista instaurada en las nuevas catedrales de Occidente: los
centros comerciales. Responsables: las castas financieras de Londres,
Nueva York y Frankfurt, y sus testaferros en el resto del mundo.

Debido a las políticas de la
globalización (intervenciones militares en teatros bélicos alejados,
deslocalización empresarial e industrial, inmigración masiva, fomento
del consumismo, el individualismo, el nihilismo, el hedonismo, la
disgenesia, el mestizaje y la vulgarización de los pueblos) el mundo
entero puede desestabilizarse y convertirse en un inmenso "Globalistán"
tercermundista, donde los pueblos se amontonarán en vastas
villas-miseria y descenderán a los abismos del caos y de la atrocidad
mientras su sudor y sus recursos son explotados por élites financieras,
atrincheradas en núcleos de lujo fuertemente tecnologizados, manejando
milicias privadas y controlando a sus esclavos con servicios de
Inteligencia de una omnisciencia total. De momento, estos señores se
reúnen en logias y cumbres internacionales, se guiñan el ojo y se
repiten sonrientes "yo me forro, tú te forras, él se forra", mientras
promueven carnicerías de la peor clase para derrocar a los gobiernos que
no les agradan (como están haciendo en Siria en el mismo momento de
escribir estas líneas). Los aristócratas del dinero esperan ser libres
pronto para construir, sin obstáculos y sin oposición por parte de
pueblos libres o gobiernos independientes, un único gobierno mundial, un
banco mundial, una moneda mundial, una religión mundial y un rebaño
mundial de mano de obra dócil. Este desenlace culminaría de forma lógica
la tecnologización de la sociedad (es decir, el progreso de la materia
inerte en contraposición a la materia viva) cuyo pistoletazo de salida
fue la Revolución Neolítica.
Si se pretende evitar el
advenimiento de Globalistán, es preciso entender los entramados de la
globalización. Mientras la economía de las naciones esté basada en el
comercio internacional, el eje del mundo serán las rutas que conectan el
Gran Occidente con el Gran Oriente, tanto por tierra (Ruta de la Seda)
como por mar (Ruta de las Especias). En este artículo repasaremos la
situación de algunos de los Estados más importantes del Océano Índico,
un espacio marítimo que destaca por su elevadísimo tráfico petrolero, y
que las potencias oceánicas utilizan como aspiradora económica, para
evitar que el comercio Oriente-Occidente se vuelque por tierra, como
sería lo lógico. Dedicar atención por separado a estos países nos
permitirá comprender en buena medida los pormenores de la nueva ruta de
las especias y los increíbles obstáculos de la nueva ruta de la seda.
Un
vistazo rápido a las ZEE (Zonas Económicas Exclusivas) del Índico
muestra algunas sorpresas, como el protagonismo francés, australiano,
británico y sudafricano, o la importancia relativamente desproporcionada
de Estados-paraísos fiscales como las Islas Comores, Seychelles o
Mauricio. No vienen representadas reivindicaciones sobre plataformas
continentales, ni disputas marítimas ―como la que existe entre India y
Pakistán en torno a la ZEE de Sir Creek, una desembocadura fluvial.
Tampoco vienen representados los territorios índicos de Antártida
(pertenecientes a Australia, Noruega y Francia). Puede resultar bastante
instructivo comparar este mapa con el mapa sobre rutas y puntos estratégicos del Índico que hemos visto en el anterior artículo sobre este tema.
INDIA
India, con su enorme
población, vasto territorio y forma de cuña, es el Estado mejor situado
para dominar el Índico. Sin embargo tiene tres vecinas que ejercen
contra ella una influencia geobloqueante: Pakistán, Bangladesh y Sri
Lanka. La independencia de estos tres Estados fue una diabólica obra
maestra de las intrigas británicas, cuya idea era cortar los lazos
tradicionales de India con Oriente Medio y Asia Central, evitar que se
convirtiese en un país claramente hegemónico en el sur de Asia,
arrebatarle el río que le da nombre (el Indos) y poder aliarse con sus
rivales regionales en caso de que India se volviese respondona. También
tenía por objetivo evitar que la orilla norte del Índico se vertebrase,
configurándose como un bloque independiente y no-necesitado de la
intervención o las alianzas extranjeras para sobrevivir por sí mismo.
Otros Estados-tapones que alivian un poco la tensión en su frontera con
China son Nepal y Bhután, países con los que India mantiene buenas
relaciones, en detrimento de China.
India tiene también una
situación buena para recibir los hidrocarburos tanto de Asia Central
como de Oriente Medio y África. Su extraordinaria situación geográfica,
unida a su extensión y enorme población, la convirtió en la "joya de la
corona" del Imperio Británico. Después de la Segunda Guerra Mundial, la
consigna era la des-europeización del mundo, e India se independizó en
1947 en el medio de sanguinarios conflictos entre hinduistas y
musulmanes. Durante la Guerra Fría, el país cayó bajo la órbita
soviética y se convirtió en un aliado de la URSS contra China y
Pakistán, que se encontraban bajo la influencia de EEUU. India luchó una
guerra contra China en 1962, y tuvo conflictos con Pakistán en 1947,
1965, 1971 y 1999.
Densidad
de población en Asia Central y meridional. La tendencia del arco hindú
fuertemente superpoblado es subir por el norte, amontonarse al borde de
las cadenas montañosas, conectar con centros de población dispersa en
Asia Central y occidental y rodear a China. Es la tendencia del Cinturón
de Hielo, que veremos en un artículo futuro.
India mantuvo una economía
bastante proteccionista y de circuito cerrado durante la Guerra Fría.
Por ejemplo, a finales de los 70, Coca-Cola e IBM se marcharon del país,
ya que las condiciones eran inaceptables para ellos. Sin embargo,
después de la caída del telón de acero en 1991, Nueva Delhi liberalizó
muchas de sus políticas económicas, lo cual resultó en el auge de unas
enormes clases altas y medias urbanas. Actualmente hace todo lo que
puede para "atraer inversiones", lo que la ha llenado de multinacionales
extranjeras (IBM, Microsoft, Nokia, PepsiCo, Ranbaxy Laboratories,
Reebok, Sony, Vodafone, etc.). A la sombra de esta bonanza, han
prosperado centros de la alta tecnología como Bangalore, e incluso la
hindú Tata Motors ha comprado Jaguar y Land Rover a Ford. Hoy, salvo excepciones,
India es un paraíso del capitalismo salvaje y esclavista. La clave:
abaratar costes. El país sudasiático también se ha convertido en un
importante centro de la finanza y la especulación (hablando claro: del
robo, el zanganismo y el parasitismo) merced a la National Exchange of India (Mumbai), fuertemente relacionada con la City de Londres.
La política exterior hindú tiene varias vertientes. Una se dirige hacia Asia Central y
está representada por Farkhor, una base aérea hindú en Tayikistán, en
pleno corazón de Asia Central. El objetivo inicial de la base era
proporcionar apoyo logístico a grupos anti-talibán (y por tanto
anti-pakistaníes). Naturalmente, la verdadera estrategia es proyectar el
poder hindú en Asia Central y rodear a Pakistán. Rusia está en contra
de cualquier presencia militar extranjera en Asia Central salvo la suya
propia. Existe otra base aérea tayica, Ayni, que India ha ayudado a
desarrollar pero no ha ocupado de momento, probablemente debido a la
inquietud de Moscú. India también mantiene una presencia en Afganistán,
en forma de miles de millones de dólares en inversiones, y tropas
dedicadas al entrenamiento del ANA (el Ejército afgano). Estos
movimientos pueden considerarse parte del Cinturón de Hielo (un anillo
geográfico que tiende a contener la expansión de la influencia china
hacia Occidente), como veremos en un artículo futuro.
Otra tendencia de India es
proyectarse hacia Oriente Medio, concretamente, ya que por tierra se
encuentra geobloqueada por Pakistán, el Golfo Pérsico,
de donde saca la mayor parte de su petróleo (su mayor suministrador es
Arabia Saudí, seguida de cerca por Irán). Un nuevo enclave hindú
representa esta tendencia: el puerto de Chabahar, situado en la
estratégica provincia iraní de Sistán y Baluchistán, al este del país.
Este puerto tiene características interesantes, como estar fuera del
Golfo Pérsico y del estrecho de Hormuz. A pesar de la presión internacional,
India ha seguido comprando petróleo iraní y sigue siendo de los mayores
socios comerciales de Irán. No hay que olvidar que, cuando triunfó la
Revolución Islámica en Irán en 1979, Teherán decidió cortar lazos con
todos los países aliados de EEUU, lo cual incluía a Pakistán. Esto,
automáticamente, convirtió a Irán en amigo de India. El puerto de
Chabahar también está abierto a comerciantes afganos. Los proyectos de
gasoductos TAPI (Turkmenistán-Afganistán-Pakistán-India) e IPI
(Irán-Pakistán-India) son otras dos manifestaciones de la atracción que
ejerce India sobre el Oeste.
Click para agrandar. El gasoducto IPI (rojo)
ayudaría mucho a estabilizar la zona y a vertebrar relaciones sanas
entre los países involucrados. El primer interesado en que esta
estabilidad no se materialice es el atlantismo, que hace todo lo que
puede para desestabilizar Baluchistán y envenenar las relaciones
diplomáticas, especialmente echando mano del radicalismo islámico
arraigado en Pakistán. Al atlantismo le convendría un Baluchistán
independiente y marioneta, y un gasoducto TAPI (verde)
que tienda a alejar el gas natural centroasiático de rutas controladas
por Rusia, pasar por un país bajo ocupación militar estadounidense
(Afganistán) y evitar el flujo de gas natural iraní hacia el Este, por
tanto, forzando el alejamiento de Irán e India y acentuando la tendencia
de India a inmiscuirse en Asia Central, tradicional esfera de
influencia rusa. El IPI (llamado "gasoducto de la paz") está apoyado por
socios reveladores, como la NIOC (National Iranian Oil Corporation), el
gigante gasífero estatal ruso Gazprom y hasta la italiana Eni. El coste
del IPI se estima en 1.200 millones de dólares y cuenta con
participación rusa, mientras que el coste del TAPI, promovido por
Hillary Clinton y el Grupo Merhav de Israel (dirigido por el agente del
Mossad Yosef Maiman), ronda los 8.000 millones.
Hacia el Oeste,
la influencia hindú está cortada por Pakistán. Sin embargo, a raíz de
recientes acuerdos de defensa entre EEUU e India, la CIA, el Mossad y el
RAW (servicios de Inteligencia hindúes) han estado apoyando diversos
actos subversivos en la provincia pakistaní de Baluchistán, en la iraní
de Sistán-Baluchistán… y también en Tíbet y Xinjiang. Realmente, tanto
Afganistán como Pakistán no son más que tapones para evitar que India se
conecte con Irán como sería lo "lógico" (la influencia persa en toda la
región es inmensa, e incluso el famoso Taj Mahal fue construido por una
dinastía de origen iraní).
El empuje de India hacia el Este ha
sufrido muchas contenciones. China es la primera interesada en que
Indochina no bascule más hacia la primera mitad de su nombre, y durante
mucho tiempo, Myanmar hizo de Estado-tapón en contra de India, incluso
albergando a movimientos insurgentes anti-hindúes y guerrillas naxalitas
maoístas. Desde 1993, debido a intereses económicos, las relaciones
entre India y Myanmar han mejorado. Myanmar tiene petróleo y gas
natural, e India ha mostrado mucho interés en construir vías de
comunicación (oleoductos, gasoductos, autopistas, carreteras,
ferrocarriles). En Febrero de 2007, India anunció un plan para
desarrollar el puerto de Sittwe, que le proporcionarían a las aisladas
provincias del noreste de China, una salida al mar, a través del río
Kaladan. Esta presencia hindú está en contradicción con la potencia
dominante en Myanmar, China, que ha invertido enormes sumas de dinero en
el país y que mantiene un puerto en Kyaukpyu.
No obstante, de momento, el
90% del comercio hindú y el 100% de sus importaciones petrolíferas, le
llegan a India por mar. Por ende, la tendencia más importante de India
es la marítima, hacia el océano que lleva su nombre.
India no se ha sustraído al hecho de que la inmensa mayor parte del
tráfico mundial petrolero y comercial pasa delante de sus narices, y ha
tomado posiciones para afianzar su control sobre las rutas marítimas. La
primera medida ha sido comenzar un vasto proyecto para sembrar de
radares y centros de Inteligencia y monitorización de tráfico marítimo
su propia costa, estableciendo una red de seguridad marítima. La segunda
medida ha sido dar el salto más allá de sus costas.
Las islas Maldivas son
un importante socio estratégico de India desde la Operación Cactus
(1988) en la que los militares hindúes repelieron a mercenarios tamiles.
Actualmente, India busca integrar a las Maldivas en su arquitectura de
seguridad marítima, estableciendo helicópteros, unidades de la Guardia
Costera y radares en los 26 atolones del país insular, que se conectarán
con el sistema costero hindú. A cambio, las autoridades de Maldivas
tienen derecho a observar cómo manejan los hindúes la seguridad en las
islas Andamán y Nicobar, dos archipiélagos hindúes críticos que se
encuentran debajo de Myanmar, a sólo 150 km de la estratégica provincia
indonesia de Aceh y en una situación altamente dominante del tráfico que
se dirige al estrecho de Malaca. Los hindúes no son los únicos que
cortejan a Maldivas: China está llevando al cabo exploraciones marinas e
intenta negociar la instalación de una base militar.
Otro país isleño cortejado por India es Mauricio, situado cerca de Madagascar. Ambos países negocian la posibilidad de que India se quede con las dos islas gemelas de Agalega,
con vistas a que India desarrolle allí el turismo. El turismo, claro
está, es una excusa para llenar la zona de colonos, espías,
instalaciones logísticas y de monitorización, aeropuertos,
infraestructuras de uso dual (tanto civil como militar),
empresas-tapadera, oficinas y probablemente proyectos agrícolas. En todo
el mundo, tanto el turismo como los proyectos medioambientales,
etnológicos, zoológicos, geológicos, empresariales, etc., a menudo no
son más que un cuento chino para proyectar influencia sobre una región y
poner una pica en Flandes [1].
India tiene instalaciones de
radar y monitorización de comunicaciones marítimas tanto en el norte de
Madagascar como en las islas Seychelles. El objetivo es supuestamente
interceptar actividades piratas y terroristas, pero también es un puntal
para tener a raya a la creciente influencia de la Armada china en la
región. Si a esto le añadimos los acuerdos marítimos alcanzados con
Mozambique (cuyas costas son patrulladas rutinariamente por la Armada
hindú) y con Omán (que le permite a India atracar barcos en su costa),
vemos que la Armada hindú está velando por el mantenimiento del eje IBSA
(India-Brasil-Sudáfrica) y por sus rutas hacia el Golfo Pérsico. India
también está activamente involucrada en Kenia, Somalia, Etiopía, Uganda,
Tanzania, Malawi, Zambia, Sudáfrica y posiblemente el nuevo Estado de
Sudán del Sur.
CLICK PARA AGRANDAR. Este mapa, que ya vimos en la anterior entrega,
ayuda a dar una idea de la extensión del actual "imperio hindú" y de
hasta qué punto se encuentra en contradicción con el despliegue de
fichas chinas en el tablero marítimo indopacífico.
El auge del poder chino y el
viraje de Pakistán ―que ha basculado claramente desde EEUU hasta China―
ha tendido a acercar a India al bloque atlantista. En Octubre de 2010,
India firmó con Washington un importantísimo contrato armamentístico, en
detrimento de Rusia, la tradicional suministradora de armas a Nueva
Delhi. Poco después, Obama comenzaría a apoyar el ingreso de India en el
Consejo de Seguridad de la ONU (organismo donde sólo vienen incluidos
EEUU, Rusia, China, Reino Unido y Francia). Más tarde, Washington
ofrecería a las Fuerzas Armadas de India la posibilidad de llevar al
cabo maniobras militares en Alaska, en terreno montañoso y condiciones
de frío extremo, presumiblemente como preparación para posibles
conflictos en el Himalaya, el Karakoram y el Hindu Kush. Los supuestos
enemigos: China y Pakistán. El gran escollo en las relaciones de India
con EEUU y la Unión Europea es que India depende de los hidrocarburos
iraníes y no está dispuesta a apoyar las sanciones anti-iraníes en la
ONU. Esto se traduce en que EEUU debe impedir a toda costa que India se
conecte con Irán mediante gasoductos, oleoductos o corredores
comerciales. De ahí la desestabilización de Pakistán y la provincia de
Baluchistán. Puede que como resultado de las recientes giras
diplomáticas de Washington en India, Nueva Delhi ha apoyado al Consejo
de Cooperación del Golfo, la Liga Árabe y la OTAN en las sanciones
contra Siria.
Rusia ―cuyas buenas
relaciones con Nueva Delhi se remontan a la Guerra Fría― sigue
colaborando activamente con India en el campo de la tecnología y la
defensa en diversos proyectos muy
avanzados, y también apoya su ingreso en el Consejo de Seguridad de la
ONU. Además, Moscú quiere que India entre en la OCS (Organización de
Cooperación de Shanghai, SCO por sus siglas inglesas, concebida como una
contrapartida eurasiática de la OTAN).
Geopolíticamente hablando,
Rusia es el aliado "lógico" tanto de India como de Irán. Las antiguas
invasiones indo-iranias, que forjaron las civilizaciones védica y persa,
procedían de las estepas del sur de Rusia y fueron canalizadas
naturalmente hacia India por la configuración geográfica del territorio.
Incluso si nos remontamos a la genética, hay una importante presencia
de linajes paternos R1a (relacionado con los pueblos eslavos e
indo-iranios) tanto en India como en Irán.
El enemigo geopolítico de
India es Pakistán. Ambos países son potencias nucleares y no suscritas
al Tratado de No-Proliferación. Como veremos enseguida, India puede
cortarle a Pakistán su acceso a China, lo cual sería una catástrofe para
el país. Tanto Pakistán como Bangladesh, Sri Lanka y en menor medidad
Nepal y Bhután, le roban a India mucha energía estratégica y constituyen
amortiguadores muy efectivos para la influencia hindú.

PAKISTÁN
Hablando en plata, Pakistán
es uno de los polvorines más volátiles del planeta. La importancia de
Pakistán salta a la vista con sólo mirar un mapa. Es el puente  entre el
Golfo Pérsico y los enormes mercados de India y China, y un eslabón
entre Oriente Medio, el Indostán, Asia Central y el Índico. Pakistán
tiene en común con Egipto que se trata de un país superpoblado (200
millones, el país islámico más poblado después de Indonesia), con
villas-miseria insalubres e inmensas (Lahore y Karachi), que los
habitantes están fuertemente concentrados alrededor de un río (en este
caso el Indos) siendo el resto del país comparable a Afganistán, que la
población es movediza y virulentamente anti-occidental, fácil de excitar
con retóricas religiosas, que está al borde del estallido social y que
tanto el Ejército como los servicios de Inteligencia y grupos radicales,
tienen fuertes lazos con Reino Unido, EEUU, Arabia Saudí y las
corrientes salafistas-wahhabitas del "yihadismo internacional". Pero, a
diferencia de Egipto, Pakistán es una potencia nuclear que comparte
problemáticas e inestables fronteras con otras dos potencias nucleares:
India y China. En particular, su frontera con India está superpoblada,
carece de coherencia geográfica alguna y tiene capitales y ciudades
grandes en su proximidad, ya que dicha frontera es más un eje natural
que una línea divisoria natural. También a diferencia de Egipto,
Pakistán tiene vastas regiones montañosas y un endiablado laberinto de
valles recónditos que se prestan mucho al establecimiento de campos de
entrenamiento de insurgentes y a la formación de autoridades (por
ejemplo tribales, mafiosas, religiosas o todo junto) totalmente al
margen del Gobierno.
En lo que será Pakistán,
sólo tenía lugar un 17,5% de las actividades financieras del antiguo Raj
colonial británico. Durante la Guerra Fría, Pakistán fue un socio
privilegiado de Estados Unidos y de la OTAN (también de China), ya que
el país cerraba la expansión soviética hacia el Sur. Utilizando a
Pakistán como base, moviendo los hilos del ISI (servicio de Inteligencia
pakistaní, dirigido por el general Akhtar Abdur Rahman)
y regando las madrasas y mezquitas con petrodólares saudíes impresos a
destajo en la Reserva Federal, el célebre geoestratega Zbigniew
Brzezinski (consejero de seguridad nacional de la administración
Carter), en colaboración con el general Zia Ul Haq (que dirigía el
gobierno pakistaní en la época, enfocándolo en la tarea de islamizar el
país) formó el movimiento talibán ―destinado a contener la influencia
soviética en Afganistán primero y a justificar la presencia de tropas de
la OTAN después. También tuvieron un papel clave en este proceso las
tupidas redes de información y agitación tejidas por el MI6 británico en
la época del Imperio, y la infraestructura de madrasas, campos de
entrenamiento y mezquitas fundamentalistas financiadas por Arabia Saudí.
Islamabad y Washington temían que la URSS acabase invadiendo Pakistán
en su búsqueda de puertos cálidos (Mar Arábigo) y para conectarse
territorialmente con India. Si eso pasaba, el Rimland (la
periferia del continente eurasiático, que rodea al Heartland) quedaría
partido en dos, y se rompería el asedio oceánico al núcleo duro de
Eurasia.
Click para agrandar.
Este artículo del periódico británico "The Independent", del Lunes 6 de
Diciembre de 1993, se titula "Guerrero anti-soviético pone a su
ejército en la carretera hacia la paz". En el borde superior puede
leerse "El hombre de negocios saudí que reclutó muyaidines ahora los
emplea en proyectos de construcción a gran escala en Sudán". Bin Laden
fue uno de los contactos clave de la Inteligencia saudí para hacer
llegar dinero a los talibán que, refugiados en Pakistán, donde obtenían
apoyo logístico y económico, mantuvieron una larga resistencia contra la
invasión soviética. Irónicamente, la película "Rambo III" representa a
los talibán como los "buenos". 
En tiempos recientes, Pakistán ha sufrido un deterioro espectacularmente rápido de sus relaciones con el eje anglo-americano, basculando hacia China y, por ende, hacia Irán y
hacia Rusia. Hasta tal punto ha llegado esto que en 2010 Vladimir Putin
apoyó a Islamabad para entrar en la OCS y se convertirá en el primer
Presidente ruso de la historia en visitar Pakistán (y ver aquí y aquí).
Estos procesos a su vez han dado lugar a un incremento de
intervencionismo militar estadounidense en suelo pakistaní (generalmente
a cargo de drones y equipos de operaciones especiales), violando la
soberanía de Islamabad innumerables veces [2] y dejando miles de civiles muertos.
Muchos de estos ataques son claras maniobras de provocación y tensión por parte de Washington. El show montado en torno a la supuesta liquidación
de Bin Laden el 2 de Mayo de 2011, así como el incidente del misilazo
el 26 de Noviembre del mismo año ―que les costó la vida a 24 soldados
pakistaníes― fueron pretextos de Washington para justificar su
alejamiento de Islamabad, así como probablemente para dar más peso a
Uzbekistán y Tayikistán como vías de suministro para las tropas de
ocupación en Afganistán. También supone una excusa para transladar sus
bases de drones (aviones no-tripulados) a las repúblicas ex-soviéticas
de Asia Central, pero de momento, dichos países se han negado. Las
autoridades pakistaníes bloquearon el paso de suministros de la OTAN por
el paso de Khyber y desalojaron a los estadounidenses de su base de
drones en Shamsi (Baluchistán). Reveladoramente, el general William
Fraser, máximo responsable del transporte militar, informó al senado el
28 de Febrero de 2012 de que las rutas bloqueadas por Pakistán eran
esenciales para completar la supuesta retirada de tropas estadounidenses
de Afganistán en 2014. Según él, las rutas de la llamada Northern Distribution Network (que
pasan por Asia Central y sólo permiten transportar suministros
no-letales) son insuficientes para manejar el inmenso tráfico de
convoyes necesario para evacuar a EEUU de Afganistán. Por tanto, si
Pakistán cierra sus rutas, EEUU tendrá que posponer su retirada… o
prolongar su ocupación, según se mire. Esto último quizás era lo que
tenían en mente los estrategas del Pentágono, ya que, a pesar de haber
asegurado docenas de veces que para 2014 ya no tendrían tropas en el
país, Washington se ha dedicado a construir nuevas bases, expandir y
actualizar las ya existentes y convertir su embajada en Kabul y otras
instalaciones en auténticas fortalezas y centros de Inteligencia y
tecnología. Lo cierto es que si EEUU se indispone con los países del
entorno afgano, puede encontrarse conque no podrá retirar la mayor parte
de material militar que ha desplegado en Afganistán, y sus efectivos
quedarán aislados y bajo asedio efectivo. El Secretario de Defensa
estadounidense, Leon Panetta, ha declarado que continuaría llevando al
cabo ataques de drones contra los refugios "que Pakistán ofrece a los
insurgentes afganos". Islamabad ha afirmado que derribará los drones estadounidenses que violen su espacio aéreo.
Otra esfera con la que
Pakistán está rompiendo relaciones es la petro-árabe, representada por
el Consejo de Cooperación del Golfo (GCC por sus siglas inglesas), una
unión de Estados petroleros (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos,
Kuwait, Qatar, Omán y Bahrein). Esto se evidenció en Noviembre de 2011,
cuando las autoridades aduaneras pakistaníes confiscaron 80
halcones pertenecientes al emir de Qatar. No hay que olvidar tampoco
que el estratégico puerto pakistaní de Gwadar, actualmente una perla del
collar chino, perteneció en el pasado a Omán, un país que cultiva
buenas relaciones con India. Si miramos el mapa de las Zonas Exclusivas
del Índico de más arriba, veremos que India y Omán tienden a estrangular
el espacio marítimo pakistaní y su salida a aguas internacionales.
La desestabilización de
Pakistán significa que el país alberga cada vez más movimientos
insurgentes y fundamentalistas (esencialmente de signo salafista y
talibán), que operan, no sólo en Afganistán, sino también en India, en
Nepal, en las ex-repúblicas soviéticas de Asia Central y en la provincia
china de Xinjiang. Estos grupos, oportunamente, crean una inestabilidad
regional que, junto con la endiablada orografía del terreno, hace
inviable mantener rutas comerciales.
Puede decirse que sólo las
provincias de Punyab, Sindh e Islamabad son Pakistán "propiamente dicho"
y que el resto son el patio trasero del país. Sin embargo, hay tres
provincias pakistaníes con una tremenda importancia en el puzzle
asiático:
• Gilgit-Baltistán (Cachemira
del Norte) tiene la desgracia de ser la región donde coinciden
Afganistán, China, Pakistán e India. El corredor afgano de Wakhan ―una
de las regiones-amortiguadoras más importantes del planeta desde que
fue creada por los británicos en el Siglo XIX para evitar que el Imperio
Británico y el Imperio Ruso compartiesen fronteras― separa a Pakistán
del espacio ex-soviético… por 16 km. Rusia ha fichado el corredor para
construir una carretera y una vía férrea que unirá a Tayikistán con
Pakistán en el caso de que Washington se retire de Afganistán. Cachemira
es también una región sensible porque, a través de ella, India puede
cortarle a Pakistán su comunicación con China (la autopista del Karakoram,
por la que China sale al Índico). Aunque esto lo veremos con mayor
detalle en un artículo futuro, hay una región de Cachemira administrada
por India y reclamada por Pakistán, una región de Cachemira administrada
por Pakistán y reclamada por India. Lo que toda Cachemira tiene en
común es que la religión mayoritaria es la musulmana. Esto significa que
su pakistanización y talibanización es cuestión de saber accionar los
resortes adecuados.
"Cachemira
pakistaní". Señalado en el mapa lo que los hindúes llaman PoK (Pakistan
occupied Kashmir), que se corresponde con las provincias pakistaníes de
Gilgit-Baltistán (rojo oscuro) y Azad Kashmir (rojo claro).
• Baluchistán es
una región estratégica del sur de Asia que incluye a la provincia
pakistaní de Baluchistán (que conforma la mayor parte de su territorio),
la iraní de Sistán y Baluchistán y la franja más meridional de
Afganistán.  La región es montañosa, árida, inhóspita y de baja densidad
de población (a pesar de su enorme extensión, contiene sólo el 4% de la
población de Pakistán), pero es rica en gas natural, petróleo, uranio,
cobre y oro. Además, en su costa se encuentra Gwadar, un puerto que une
el comercio chino y centroasiático con el Índico y por tanto con el
resto del mundo, y donde China recibe enormes cantidades de petróleo
iraní, sudanés, nigeriano, etc. El comercio terrestre en la macro-región
del sur de Asia es imposible sin un Baluchistán estable y fuerte… y eso
es lo que el atlantismo intenta impedir.
Después de la revolución
islámica en Irán, tanto EEUU como Iraq forjaron grupos separatistas
baluchíes para luchar contra Irán. Esos lazos han pervivido en el
tiempo, y hoy son varios los grupos que sirven, directa o
indirectamente, a los intereses del atlantismo en la región, destacando
dos. Uno es el BLA (Ejército de Liberación Baluchí por
sus siglas inglesas), un grupo terrorista que tiene lazos con el MI6
desde la época de la independencia de Pakistán. Islamabad conoce de sobra todos estos lazos, y el mismo ex-presidente pakitaní Musharraf declaró que el BLA estaba apoyado desde el extranjero [3].
Entre otras cosas, el BLA ha atacado a trabajadores chinos destacados
en la región y ha llevado al cabo limpieza étnica contra no-baluchíes en
general. Otro grupo es Jundallah o Yundolá ("soldados
de Alá"), cuyas acciones van especialmente dirigidas contra Irán. Este
grupo controla el narcotráfico de la zona (la adicción a la heroína ha
hecho graves estragos en Irán), ha llevado al cabo secuestros y
asesinatos de científicos iraníes, atentados terroristas contra
infraestructuras críticas y combate contra las autoridades de Teherán.
El resultado ha sido una guerra civil de baja intensidad en la frontera
de Irán-Pakistán, en la que Irán pierde muchos soldados y policías. La
revista Foreign Policy ha reconocido abiertamente
que tanto la CIA como el Mossad compiten para controlar Jundallah, y
recientemente, la embajada estadounidense en Islamabad ha pedido la
apertura de un consulado en Baluchistán.
La desestabilización de la
maltrecha provincia no sólo está a cargo de narcotraficantes, islamistas
radicales, terroristas, espías, confidentes, agitadores e infiltrados
de servicios de Inteligencia de EEUU, Israel, Reino Unido e India, sino
también de iniciativas que parten del mismo Congreso de los Estados
Unidos, como la encabezada por
Dana Rohrabacher, un político con antiguos lazos con muyahidines de
Al-Qaeda (una simple fachada para las operaciones negras de la CIA) y
que dirige el turbio House of Foreign Affairs Subcommittee on Oversight and Investigations. La
idea: Pakistán es un Estado terrorista que ofrece "refugio" a
terroristas y EEUU debe hacer todo lo que puede para intervenir en
Pakistán y "liberar" Baluchistán. De nuevo, este tipo de retóricas no
son más que una tapadera hipócrita para el temor a que China obtenga una
salida fiable al Índico. India también ha entrado en el juego,
dejándose convencer por Kabul para dar dinero a movimientos insurgentes
de Baluchistán y utilizar a la policía indo-tibetana para proporcionar
seguridad en la Ring Road afgana. En caso de que Baluchistán se
independizase bajo paraguas de Washington, EEUU obtendría desde
Afganistán una salida marítima que le libraría de su dependencia de las
rutas de suministro de la Northern Distribution Network, que pasan por Pakistán y el espacio ex-soviético.
China
mantiene un importantísimo puerto en el enclave costero de Gwadar, y
proyecta establecer un gasoducto y un corredor comercial para unirlo con
territorio chino. El principal problema: Baluchistán, FATA, Cachemira y
Xingjiang, por donde pasaría el corredor, están plagados de
turbulencias geopolíticas. Pakistán desea que Gwadar se convierta en un
puerto comercial de primera categoría, compitiendo con el iraní de
Chabahar (a sólo 160 km de distancia), donde la presencia extranjera
predominante es la hindú. Se dice que, en caso de que Baluchistán se
independizase, EEUU querría que Gwadar se convirtiese en "la próxima
Dubai": un centro financiero y petrolero, además de importante hub logístico
para alimentar su influencia geopolítica en Asia Central y el Caspio, y
para salvarlos de su excesiva dependencia de pasos estratégicos
montañosos como el de Khyber. La independencia de Baluchistán sería un
desastre para China, que se vería privada de su salida al Índico.
• FATA (Areas Tribales Administradas Federalmente, por sus siglas inglesas; incluyen la región de Waziristán) y KPK (Khyber
Pakhtunkwa, antes llamada Provincia de la Frontera del Noroeste, NWFP
por sus siglas inglesas) son las provincias más talibanizadas, pobres,
desindustrializadas e ingobernables de Pakistán, fuente de problemas en
la frontera AFPAK (Afganistán-Pakistán) y cuna del mismo movimiento
talibán, así como de la Red Haqqani (nutrida por la CIA
y el ISI pakistaní durante la Guerra Fría), una organización que ―a
diferencia de Al-Qaeda, que es supuestamente "global"― ha sido señalada
por Washington como vinculada específicamente al Estado pakistaní y al
ISI. Si Al-Qaeda fue la excusa para atacar Afganistán, la Red Haqqani
viene a ser la excusa para actuar en Pakistán. En FATA también hay
campos de entrenamiento del Movimiento del Turquestán Oriental, un grupo
radical islámico que actúa en la provincia china de Xingjiang (también
llamada Turquestán Oriental o Uiguristán) y que tiene lazos con (no
podía faltar) Al-Qaeda. Pakistán es, en general, una cantera para
islamistas radicales y mercenarios dispuestos a actuar por el salafismo
(por ejemplo, en Siria),
bajo hilos movidos por los servicios de Inteligencia atlantistas. Lo
mismo puede decirse de Arabia Saudí, Libia, Kosovo, Chechenia y los
barrios "multiculturales" de muchas ciudades europeas, especialmente de
Reino Unido y Francia.
El epicentro del caos es el
distrito de Waziristán, cuyos habitantes tienen fama de magníficos
guerreros, aprovechándose de lo complicado de su terreno y dándole
muchos problemas al Imperio Británico entre 1860 y 1945. Los nativos de
esta región son de la etnia pashtún, muy vinculada con el
conservadurismo y el tribalismo. Debido lo montañoso del terreno y a la
existencia de valles aislados, existen también etnias muy interesantes,
como los kalash o los hunza. A través de las porosas fronteras de FATA
con Afganistán, se filtran insurgentes, contrabando, tráfico de opio y
armas. Los militares occidentales sienten que los "terroristas" se
aprovechan de la seguridad de Pakistán, que Islamabad no hace suficiente
y que hasta lo promueve, y que la única manera de acabar con los
ataques de la insurgencia talibán es llevando la guerra a territorio
pakistaní, cosa que ya se ha hecho con drones y equipos de Operaciones
Especiales, pero de momento no con una presencia permamente. En
realidad, el estado actual de Pakistán hace pensar que la ocupación de
Afganistán fue una excusa para desestabilizar Pakistán (amén de Asia
Central y todo el sur de Asia) con el objetivo de bloquear los
tentáculos geopolíticos chinos en la zona. La TV estatal rusa ya acusó a
EEUU de ello en 2009.
Señaladas
en el mapa las provincias pakistaníes FATA y NWFP (también llamada
KPK). En Waziristán hay oro, diamante, cobre y manganeso.
• Mención aparte merece el caso de Sir Creek,
una franja de agua de 96 km disputada entre India y Pakistán en un
estuario costero, y muy representativa de los absurdos a los que llega
la geopolítica a veces. Y es que la posesión de esta franja pantanosa
implica, por extensión, dominar una Zona Económica Exclusiva marítima de
más de 8.000 kilómetros cuadrados. La disputa, aparentemente ridícula,
encuentra sentido en la presencia de importantes cantidades de petróleo y
gas natural que se encuentran bajo el lecho marino, y que
incrementarían enormemente el potencial energético del país que se
adueñe de ellos. También hay en juego un importante potencial pesquero.
Línea
verde: frontera reclamada por Pakistán. Línea roja: frontera reclamada
por India. Esta frontera, prolongada 200 millas mar adentro, decide a
quién pertenece una ZEE de miles de kilómetros cuadrados y rica en gas
natural, petróleo y bancos de pesca.
Otro problema de Pakistán
que causa gran alarma internacional es que se trata del único Estado
musulmán armado con cabezas nucleares. Si el Estado pakistaní falla, una
o varias cabezas nucleares pueden acabar "fortuitamente" en manos de
alguna facción musulmana radical. Estas cabezas nucleares podrían
"desaparecer del registro" durante algún tiempo, hasta que reapareciesen
en el momento más oportuno, quizás en manos de alguna organización
terrorista, por ejemplo para lanzar un ultimátum, o bien siendo
detonadas en atentados de falsa bandera que podrían dar otro empujón a
la geoestrategia de las potencias atlantistas. Por ello, las cabezas
nucleares pakistaníes causan honda preocupación en el mundo.

IRÁN EL ATAQUE GLOBALISTA CONTRA SIRIA Y LA IMPORTANCIA ABSOLUTA DE PENTALASIA EN EL GRAN TABLERO 
Irán es una potencia
regional por derecho propio y con rasgos de potencia internacional, al
estilo de países emergentes como Brasil o Sudáfrica, hasta tal punto que
el futuro del planeta está indisolublemente ligado a lo que pase en
Irán. Es el Estado mejor situado para dominar Oriente Medio y, junto con
Rusia, el mejor situado para monopolizar las rutas entre el Gran
Oriente y el Gran Occidente. De hecho, en muchos sentidos, Irán es una
Rusia del Sur, y abundan los linajes genéticos paternos R1a (los mismos
asociados al mundo eslavo, los escitas, los indo-arios, la cultura de
hachas de combate del Volga y la cultura de los Kurganes). Durante la
Antigüedad, el Imperio Persa ―que se corresponde con la esfera de
influencia del Irán moderno― compartía fronteras con el Imperio Romano
al Oeste e India al Este, y dominando también rutas hacia China. Este
simple hecho habla volúmenes en cuanto al destino histórico y
geopolítico de Teherán. Irán es la única potencia nuclear de Oriente
Medio junto con Israel, y el único país que, con Israel, posee textos y
tradiciones que se remontan a la Edad de los Metales.
Máxima
extensión de la influencia persa. Su papel como intermediaria entre
Europa y "las Indias" (codiciadas desde hace mucho por Occidente, como
hemos visto en la primera parte) es evidente. Esta esfera de influencia,
transplantada a nuestros días, significaría automáticamente que Irán se
convierte en el país Nº1 en reservas de petróleo y gas natural y que
dominaría de forma indiscutible Pentalasia y los estrechos de Hormuz,
Mandeb, Suez, Dardanelos y Bósforo ―con todo lo que ello implica.
Viene a cuento recordar que,
en la Persia sasánida del Siglo VI, en el palacio de Ctesifonte, había
varios asientos vacíos bajo el trono imperial, supuestamente destinados a
los emperadores de Roma, China y el rey de los nómadas de Asia Central.
Durante la época de los imperios coloniales, Irán fue el único país en
la zona, junto con la mutilada Turquía, en no caer en manos extranjeras,
si bien la influencia tanto británica (en el Golfo Pérsico y el Índico)
como rusa (hacia el Cáucaso y el Caspio) eran importantes. Es la época
de la Anglo-Persian Oil Company (antepasada de la actual British
Petroleum) y de su influencia en el Golfo Pérsico. En 1925, Reza Khan,
Primer Ministro y antiguo general de la Brigada de Cosacos Persas, dio
un golpe de Estado y se impuso como "Sha" (un vocablo iranio emparentado
con el "ksatriya" hindú y que significa algo así como "señor") de
Persia. Debido a sus afinidades con Alemania (incluso cambió el nombre
de Persia por el de Irán, "tierra de los arios", en un guiño ideológico
nazi), Reza Sha fue obligado por los británicos y los soviéticos a
abdicar en su hijo, Mohammad Reza Pahlavi. Los aliados temían que los
alemanes, entrando desde el Cáucaso, pudiesen enlazar con Irán (y de ahí
a India y Tibet, donde Alemania tenía muchos simpatizantes) y causar
serios problemas en territorios tanto británicos como soviéticos y
franceses. Además, los británicos le habían echado ya el ojo al
ferrocarril trans-iraní como vía de suministro para abastecer a la URSS.
A través de Persia, Winston Churchill apuntaló el esfuerzo de guerra
soviético con ingentes envíos de material militar y materias primas. La
compañía estadounidense Occidental Petroleum (actual Oxy), de Armand
Hammer, también acordó sacar petróleo soviético del Caspio a través de
esta ruta.
En 1951, el Dr. Mohammad
Mossadegh fue elegido Primer Ministro de Irán y emprendió un programa
soberanista que nacionalizó la industria petrolera iraní y sus reservas
de crudo, aniquilando el monopolio de Londres. El Gobierno británico,
con Winston Churchill a la cabeza, respondió con el primer embargo naval
de petróleo iraní, emprendió una campaña de sanciones económicas para
arruinar y aislar al país, congeló los activos iraníes y conspiró con el
presidente estadounidense Eisenhower para, en 1953, lanzar la Operación
Ajax (conocida en Irán como golpe de 28 Mordad 1338), básicamente un
golpe de Estado patrocinado por los servicios de Inteligencia
angloamericanos. Mossadegh, que era enormemente popular en Irán, fue
arrestado, y su gobierno cambiado por uno al mando del sha, totalmente
teledirigido desde Londres y bien avenido tanto con Israel como con EEUU
y Arabia Saudí. 
El régimen iraní comenzó a
reorganizarse siguiendo el ejemplo de las petro-dictaduras árabes del
Golfo y la Libia del rey Idris. Durante décadas, el servicio de
Inteligencia del sha, el SAVAK, aterrorizaría a buena parte de la
población y sería temido y odiado cordialmente por sus tácticas brutales
a la hora de reprimir toda oposición al régimen (esencialmente
religiosos chiítas y activistas comunistas). El descontento popular
culminó con la Revolución Islámica de 1979, encabezada por el ayatolá
Jomeini, que instauró una especie de teocracia nacionalista chiíta,
volvió a implantar un programa político soberanista, expulsó a la
British Petroleum, formó la Guardia Revolucionaria ―un cuerpo militar de
élite que persiguió y ejecutó a los jefes del SAVAK― y llevó al cabo
una larguísima y cruenta guerra contra el Iraq de Saddam Hussein,
sostenido por los angloamericanos. Esta guerra, en la que Iraq empleó
armas químicas con pleno conocimiento de Occidente, puso de manifiesto
el enorme poder magnético que la religión chiíta ejercía sobre las masas
en Irán, dándoles fuerzas para llevar al cabo alegremente los mayores
sacrificios y acometer acciones kamikazes que hundían la moral del
enemigo.
El papel de Irán como nexo
no se detiene en su bisagra Este-Oeste. De todos los países con costa en
el Índico, Irán es el que se encuentra más cerca del Mediterráneo, del
Caspio, de Rusia, del Heartland, de Israel y del espacio ex-soviético.
Su posición única, en pleno Pentalaso o Pentalasia (tierra
de los cinco mares), lo convierte en una bisagra que conecta al Índico y
al Golfo Pérsico con una delicada arquitectura geopolítica que llega al
Cáucaso, Turquía, Israel, Asia Central, Rusia… y a Europa.
Pentalasia es la
región-bisagra por excelencia, ya que une cinco espacios marítimos
totalmente diferentes y de una importancia inconmensurable. Por si fuera
poco, la región está repleta de hidrocarburos. No existe en el mundo
otro caso igual, y no es de extrañar que se trate del entorno más
delicado de todo el planeta. Se comprende por qué el interés del
atlantismo en ocuparlo y desestabilizarlo (Israel, Iraq, Siria, Líbano,
Kurdistán): si este espacio se vertebrase y estabilizase bajo un poder
soberano (como estuvo a punto de pasar con el panarabismo, o como podría
pasar con Irán y Siria a través de Iraq), le restaría una enorme
importancia a las rutas marítimas, que son la gran baza de las potencias
oceánicas.
Irán llega a la historia moderna como el único Estado del mundo que tiene mar en el Índico, el Caspio y el Golfo Pérsico, además de tierra en Pentalasia y en el Heartland eurasiático. Dice Robert Kaplan en "La venganza de la geografía" que Irán es "el verdadero nexo universal de Oriente Medio". Además, si miramos el mapa Eurasia balcanizada,
veremos que Irán se encuentra también situado en los "Balcanes
Eurasiáticos", en la "Zona Central de Inestabilidad" y en el "Nuevo
Pivote Global". El analista geopolítico Robert D. Kaplan describe Irán
como "el verdadero nexo universal de Oriente Medio".
Todos
los caminos por mar y tierra llevan a Pentalasia. Desde hace milenios,
ninguna superpotencia es digna de tal nombre si no intenta dominar este
pentágono o alguna región, ruta, puerto o recurso del mismo. En este
crucial nudo de rutas surgieron las primeras sociedades civilizadas.
Desde la mezcla entre neandertales y "humanos modernos" hasta la
aparición de la raza arménida próximo-oriental, desde el ascenso de la
Cultura Natufiense hasta la expansión de la revolución neolítica y hasta
nuestros días, pasando por sumerios, acadios, asirios, egipcios,
hititas, mitanios, fenicios, judíos, babilonios, caldeos, persas,
macedonios, romanos, bizantinos, árabes, cruzados europeos, mongoles,
otomanos, potencias colonialistas, armenios (el genocidio armenio por
parte de Turquía fue una maniobra para expulsar a Rusia de Pentalasia),
panarabistas baasistas, israelíes, kurdos, estadounidenses,
multinacionales petroleras, oleoductos como el BTC… Pentalasia siempre
ha sido una cita ineludible en el destino de la humanidad ―una ventana
hacia nuestro futuro. El geógrafo inglés Halford J. Mackinder, uno de
los padres de la geopolítica moderna, anticipó la idea de Pentalasia al
mencionar dos veces "land of the Five Seas" en su artículo "The
Geographical Pivot of History", asimilando el concepto a "Próximo
Oriente". Según él, la zona aproximada del mapa es "the most vital of
modern highways".
El régimen de Teherán no
sólo es nexo, sino también un potencial muro de contención, ya que se
trata de una meseta elevada y plagada de montañas, una suerte de
fortaleza natural. Peter Brown, historiador de la Universidad de
Princeton, afirma que Irán es "la Castilla de Oriente", en cuyo caso
Hormuz sustiruiría a Gibraltar. Es un espacio fácilmente defendible,
bien poblado (75 millones de habitantes, como Turquía), con mejores
medios materiales y económicos y más población que el Iraq de Saddam
Hussein, pero con la complicada orografía de Afganistán y con salidas
marítimas excelentes. Expandiendo su influencia hacia el Mediterráneo,
Irán puede aislar al mundo petro-árabe del resto de Eurasia y también
sería capaz de aislar a Turquía de los recursos del Golfo. Los desafíos
regionales de Irán son: el Estado de Israel, las petro-monarquías árabes
y la presencia desestabilizadora de EEUU y Reino Unido en la región.
Tanto Turquía como Israel y
las petro-dictaduras árabes, tienen aspiraciones de dominio regional en
Pentalasia. Sin embargo, la potencia mejor situada para ello es Irán,
que ya lo gobernó en el pasado (medos, persas, aqueménidas, partos,
sasánidas, etc.). Teherán, aliado con Siria, Iraq, Líbano y las
comunidades chiítas, alahuitas, cristianas, drusas, ismaelitas, sufíes,
etc., podría jugar un papel importantísimo en la estabilización de este
espacio y por tanto en la paz mundial. Para evitarlo, el atlantismo
financia el radicalismo sunnita (especialmente de corrientes
salafistas-wahabitas relacionadas con Arabia Saudí) y hace lo que puede
(por ejemplo, atentados con bomba en ciudades santas chiítas de Iraq)
para atizar el odio sectario entre chiítas y sunnitas, quizás con la
esperanza de causar una macroguerra civil religiosa en la región.
Irán es además, junto con
Emiratos Árabes y Omán, el único país del Golfo Pérsico que posee costa
también en el Índico. El atlantismo apoya decididamente a las
petro-dictaduras árabes (Arabia Saudí, Qatar, Emiratos, Bahréin), pero
sin embargo, Irán está mucho mejor situado que ningún otro país del
mundo para dominar el Golfo Pérsico, ya que:
1. Domina el superestratégico Estrecho de Hormuz,
por donde transita el 40% del tráfico petrolero mundial (incluyendo el
40% del petróleo chino). Si Irán cierra este estrecho (algo que sería
considerado acto de guerra), las consecuencias internacionales serían
difíciles de calcular. Recientemente,
Emiratos Árabes ha inaugurado un oleoducto que conecta al Golfo Pérsico
con el Mar Arábigo (parte del Índico) saltándose el control iraní de
Hormuz.
El oleoducto Habshan-Fujairah, o ADCOP,
tiene una capacidad de 1,5 millones de barriles de crudo al día (tres
veces más que el tráfico petrolero en el Canal de Panamá) y su trazado
está diseñado para aliviar su dependencia del estrecho de Hormuz, por
donde transitan más de 30 millones de barriles de crudo al día. Las
islas señaladas (Tunb Mayor y Menor, Abu Musa) están disputadas entre Irán y Emiratos.
2. Tiene más costa en el Golfo Pérsico que ningún otro país, con
2510 km (el siguiente en importancia es Emiratos, con 1358 km). Además
su costa está salpicada de bahías, islas, ensenadas, calas y otros
puertos naturales, perfectos para esconder lanchas suicidas que ataquen
petroleros. Lo "normal", geopolíticamente hablando, sería que las
actividades comerciales y financieras del Golfo Pérsico, que suponen un
tráfico fabuloso de capital cada día, tuviesen lugar en Irán, y que el
principal centro financiero del Golfo Pérsico no fuese la emiratense
Dubai, sino la isla pérsica de Kish (destinada a convertirse en la Dubai de Irán, en parte gracias a arquitectos alemanes), declarada "zona de libre comercio" por Teherán, al estilo de similares zonas en China. En Kish está ubicada la bolsa petrolera iraní,
un mercado de valores bursátiles petroleros en divisas distintas al
dólar (euros, riales, rublos, renminbis y yenes principalmente), y que
constituye casi una declaración de guerra a EEUU, atacándole donde más
le duele: en su monopolio sobre el petrodólar creado de la nada como
divisa de comercio internacional. Kish tiende a restarle protagonismo a
la fastuosa ciudad emiratense de Dubai, sede del Dubai Exchange ―el trono supremo del petrodólar, controlado férreamente por el NYMEX (New York Mercantile Exchange) neoyorkino (a su vez controlado por Morgan Stanley, Goldman Sachs y otros capitales de Nueva York y Londres), el ICE Futures (Inter Continental Exchange), el London IPE (International Petroleum Exchange) y el London International Commodity Exchange.
Todas estas entidades llevan al cabo sus negocios en dólares. La bolsa
de Kish fue abierta en Agosto de 2011 y en sus primeras transacciones
empleó el euro y el dirham emiratense.
La
estratégica isla de Kish es sede del comercio internacional iraní y
compite directamente con la vecina meridional Dubai, de los Emiratos
Árabes Unidos. La pequeña isla pérsica, de 20.000 habitantes, recibe 1,5
millones de visitantes al año (y creciendo) y es una de las causas del miedo a que Dubai caiga.
El simple nombre "Golfo Pérsico" es algo que pone los pelos de punta en
las petro-dictaduras árabes, que prefieren llamarlo "Golfo Árabe".
Googlemaps, por su parte, causó polémica al negarse a etiquetar el nombre del Golfo.
3. La mayor parte de la población de la costa del Golfo Pérsico es de religión chiíta. Afirma
un dicho que "el Islam no conquistó a Persia, sino que Persia conquistó
al Islam", queriendo decir que en Irán se dio una indoeuropeización y
des-semitización del Islam, que desembocó en la religiosidad chiíta, más
jerarquizada que el sunnismo, con un clero plenamente organizado y con
claras reminiscencias mazdeas, zoroastras y maniqueas. Los abasíes (o
abbasidas) de Bagdad habrían sucumbido a las tradiciones administrativas
y culturales persas del mismo modo que los Omeya de Damasco lo habrían
hecho ante las bizantinas. En todo Oriente Medio, los chiítas son una
potencial quinta columna de Irán: constituyen el 66% de la población de
Iraq y de Bahrein (un petro-Estado insular dominado por una monarquía
sunnita que ha reprimido duramente a la mayoría chiíta sin que la
"comunidad internacional" moviese un dedo), el 33% de Kuwait, el 20% de
Arabia Saudí (concentrados en
las provincias del Golfo Pérsico, las más ricas en petróleo) y el 10%
de Emiratos y Qatar. Existen también importantes poblaciones chiítas en
Azerbaiyán (65%), Yemen (40%), Líbano (33%) y Siria (15%), además de
Pakistán, Turquía, India, Afganistán y otros. Estas comunidades son
esenciales en la vertebración del "nuevo imperio persa" ―la esfera de
influencia de Irán― y ponen muy nerviosos a los regímenes petro-árabes,
que esperan contener la influencia chiíta financiando corrientes religiosas radicales como el salafismo-wahhabismo.


Irán tiene ambiciones de convertirse en algo así como un "Reich de todos los chiítas y persas".
Como hemos visto, es del
todo imposible exagerar la importancia estratégica de Irán. Las mal
llamadas "sanciones de la comunidad internacional" tienen en realidad el
efecto de arrojar a Irán a los brazos de China, Rusia, Turquía e India
(que hacen caso omiso de las sanciones), y representan sólo el miedo del
atlantismo a que Irán logre reconstruir su antigua esfera de
influencia, llevarse bien con Europa y estabilizar vastos espacios
terrestres que albergan rutas importantísimas, capaces de quitarle gran
protagonismo a las vías marítimas dominadas por el atlantismo. Las
reacciones paranoicas de Washington en contra de Irán tienen por
objetivo:
 Proteger al Estado de Israel de
Irán como rival económico, energético y geopolítico en general. En
palabras del Presidente de los Estados Unidos y premio Nobel de la paz
Barak Hussein Obama, "la seguridad de Israel es sacrosanta". La causa
hay que buscarla en el inmenso poder que tiene el lobby sionista en EEUU.
 Desestabilizar todas las fronteras iraníes y
evitar que Irán se conecte territorialmente con Pakistán, Iraq, Siria,
Líbano, India, Rusia y China, especialmente mediante proyectos
energéticos (oleoductos, gasoductos, etc.). Desde tiempos inmemoriales,
como "imperio intermedio" entre el romano y el chino, los persas, para
prosperar, necesitaban puertos en el Mediterráneo y rutas hacia Asia
Oriental. El atlantismo debe frustrar esta posibilidad, evitando, por
ejemplo, la consolidación de proyectos como el gasoducto IPI.
El
proyectado gasoducto IPI. La parte pakistaní será inaugurada, "si todo
va bien", en 2014. El proyecto está apoyado por China y Rusia entre
otros. El hub iraní de Asaluyeh también pretende ser el punto
de partida para un gasoducto que atraviese Irán, Iraq y Siria, saliendo
al Mediterráneo por el pueto de Baniyas. De consumarse todos estos
planes (cosa muy difícil en vista de la estrategia atlantista de
desestabilización y balcanización), habría una "ruta comercial" directa
entre el Mediterráneo e India.
 Rodear Irán de un anillo de bases militares atlantistas (Iraq, Emiratos, Bahréin, Afganistán) y Estados satélites del atlantismo (Georgia, Azerbaiyán [4], Arabia Saudí), así como masificar efectivos en
su entorno para presionarlo y quizás forzarlo a defenderse, lo cual
serviría de pretexto para atacarlo militarmente. Emiratos Árabes parece
ser el país donde esta concentración de efectivos será más fuerte, con
varias instalaciones estadounidenses (base de drones, base naval, centro
de Inteligencia de la CIA y complejo de entrenamiento de la compañía militar privada Academi ―antigua Blackwater/Xe Services). También Azerbaiyán está sirviendo de puntal de Israel en la región. Junto con la oficina talibán en
Qatar y otras instalaciones, se está formando en el Golfo una
infraestructura de reclutamiento, entrenamiento y financiación de
mercenarios yihadistas que le hacen el trabajo sucio al atlantismo en
Siria, Pakistán, Chechenia, Libia, Somalia, el Magreb y donde sea
necesario.
• Evitar que Irán se conecte con China, especialmente a través de un gasoducto a través del espacio ex-soviético de Asia Central, o simplemente prolongando el IPI.
 Cortar de tajo cualquier intento persa de acercarse al Mediterráneo ―incluyendo Siria. Esto
implica desestabilizar Iraq como zona de paso, y Siria y Líbano como
sus grandes aliados en el Mediterráneo. Las insurrecciones promovidas en
Siria por el atlantismo, pueden interpretarse en gran parte como el
deseo de Israel y Turquía de apropiarse del gas natural sirio (todo el
Mediterráneo Oriental está repleto de gas natural, se ha calculado
recientemente que frente a las costas de Egipto, Gaza, Israel, Líbano,
Siria y Turquía puede haber 3,5 billones de metros cúbicos), del gasoducto árabe (notar
las importantes ramificaciones en Homs, ciudad donde ha habido
gravísimos enfrentamientos y atrocidades de los "rebeldes"), así como
evitar la construcción de dos oleoductos (acordados en Septiembre de 2010) y un gasoducto llamado Gasoducto Islámico (Julio
de 2011) que unirían los campos petrolíferos iraquíes de Akkas y
Kirkuk, y el masivo campo gasífero iraní de Pars del Sur, con el puerto
sirio de Baniyas (una ciudad cercana a la base naval rusa de Tartus, y
donde también ha habido fuertes conflictos financiados desde el
extranjero)[5], con Damasco y hasta con Líbano. Eso equivaldría, entre otras cosas, a restaurar la ruta del destruido oleoducto Kirkuk-Baniyas,
que fue bombardeado por EEUU cuando invadió Iraq en 2003. El objetivo
de todos estos "heréticos" ductos Irán-Iraq-Siria: abastecer
energéticamente a Europa sin pasar por aguas o tierras controladas por
el atlantismo y, para colmo, siguiendo vías geográficas "lógicas" en
plena armonía con la antigua Ruta de la Seda. La pequeña pero influyente
petro-monarquía de Qatar ve estos proyectos como rivales de su ideal,
que sería "Qatar-Arabia Saudí-Jordania-Golfo de Aqaba-Golfo de
Suez-Mediterráneo", y que aumentaría también la influencia israelí en
Pentalasia.
Los
proyectos del eje Líbano-Siria-Iraq-Irán (verde) luchan con los
proyectos del eje Turquía-Israel-Egipto-Jordania-Arabia Saudí-Qatar
(rojo oscuro). EEUU apoya a estos últimos, ya que los proyectos verdes
conectarían con el gasoducto IPI (Irán-Pakistán-India), lo cual
implicaría una ruta comercial estable y vertebradora de buenas
relaciones, directamente desde India y China al Mediterráneo. Es por
ello que la OTAN y los países de los proyectos rojos intentan sembrar de
inestabilidades todas las áreas por donde transitarían los proyectos
verdes. Éste es, en gran medida, el secreto tras los conflictos en
Líbano, Siria, Kurdistán, Iraq, Irán, Pakistán, etc. El objetivo es el
mismo que durante la época de las Cruzadas: controlar las rutas que
llevan al Mediterráneo Oriental, establecer puertos estratégicos y
convertirse en el "grifo comercial" (en este caso energético) de Europa.
Jordania espera que su enclave estratégico de Aqaba pueda convertirse
en una especie de Dubai del Mar Rojo.
El establecimiento en Siria de importantes hubs energéticos
costeros como Baniyas, patrocinados por Rusia, le haría la competencia
directa al puerto turco de Ceyhan, patrocinado por EEUU. Líbano,
dominado de facto por Hezbolá (una milicia chiíta fundada por agentes de
la Guardia Revolucionaria iraní), se ha convertido en un protectorado
iraní y materializa la voluntad persa de llegar al Mediterráneo. Tanto
Siria como Líbano tienen contenciosos territoriales pendientes con
Israel, que en buena medida giran entorno al gas natural submarino, los
acuíferos y el dominio de las montañas.
La formación del eje
Irán-Iraq-Siria-Hezbolá (la llamada "Resistencia") está patrocinada por
Moscú. Es oportuno recordar que, a principios de 2010, la Secretaria de
Estado de EEUU, Hillary Clinton, conminó a
Damasco a "distanciarse de la Resistencia". La provocativa respuesta
del Presidente sirio Bashar al-Assad fue reunirse en público con
Ahmadineyad (Presidente de Irán) y con Hassan Nasrallah (Secretario
General de Hezbolá), firmar con ellos un documento titulado
humorísticamente "Tratado de Distancia Reducida" y declarar que debió
entender mal la traducción de las palabras de Clinton. El humor del
Presidente sirio no debió hacer mucha gracia en Washington: Obama
respondió prolongando 2 años las sanciones contra Siria [6].
El
oleoducto Kirkuk-Baniyas, que conectaba a dos Estados árabes laicos,
moderados y de tendencia panarabista (Siria e Iraq) fue construido en
1952 y transportó petróleo iraquí hacia el Mediterráneo hasta que fue
destruido por EEUU en 2003. En Septiembre de 2010, se acordó volver a
construir un proyecto similar, y en Julio del año siguiente, se acordó
la construcción del Gasoducto Islámico, el mayor proyecto gasífero de
Oriente Medio, que conectaría Irán, Iraq y Siria. Ese mismo año, Siria
fue oportunamente desestabilizada. El ducto de la imagen compite
claramente con el Kirkuk-Ceyhan, que beneficia a Turquía y a la OTAN. 
La causa de que la
"comunidad internacional" (en realidad los países dominados por EEUU)
esté tan interesada en eliminar al Presidente sirio Bashar al-Assad es
porque desde Mayo de 2009 había estado promoviendo su llamada
"estrategia de los cuatro mares": convertir Siria en una encrucijada de
rutas energéticas del Caspio, el Mar Negro, el Mediterráneo y el Golfo
Pérsico. En realidad, a través del gasoducto árabe (AGP), Siria tendría
también un pie en el Mar Rojo, ejerciendo más bien una estrategia de
cinco mares: la estrategia de dominio de Pentalasia. Assad afirmaba:



Cuando
el espacio económico entre Siria, Turquía, Irán e Iraq esté integrado,
enlazaríamos el Mediterráneo, el Caspio, el Mar Negro y el Golfo (...). Una
vez que enlacemos estos cuatro mares, nos convertiremos en la
intersección obligada del mundo entero en inversiones, transportes y más
(...). Estamos hablando del centro del mundo.
Siria, como Irán, también se encuentra rodeada de un anillo de bases atlantistas.
• Promover "rutas comerciales" (es decir, oleoductos y gasoductos) que eviten expresamente pasar por Irán, Armenia, Rusia y Siria,
promocionando otros actores geopolíticos como Azerbaiyán, Georgia,
Turquía e Israel. En estos espacios, Israel colabora activamente
brindando servicios de seguridad y vigilancia, en la práctica
militarizando la región. Israel, que quiere erigirse en grifo energético
de Europa (lo cual difícilmente podrá hacer si no domina toda
Pentalasia en una estrategia de Eretz Israel), pretende reconstruir un oleoducto (el viejo Mosul-Haifa)
y construir un nuevo gasoducto desde Iraq hasta el puerto de Haifa,
algo que de momento la fuerte influencia iraní en la región ha
bloqueado. De consumarse este proyecto (y la ocupación de Iraq tenía
mucho que ver cone ello), a Israel le interesaría un Kurdistán libre,
que dependiese de Tel-Aviv para obtener beneficios petroleros y que le
diese a Israel una influencia decisiva en Pentalasia. Israel también
pretende unir el importante hub energético turco de Ceyhan con
el puerto israelí de Ashkelón mediante un oleoducto submarino que evite
expresamente pasar por Siria. La estrategia de Tel-Aviv es que todos los
oleoductos y gasoductos procedentes del Caspio, del Golfo Pérsico y de
Sudán, pasen por su territorio.
Estos
dos proyectos son vitales para la seguridad energética y los intereses
estratégicos de Israel. Desde Ceyhan, Israel recibiría petróleo del
Caspio, y desde Mosul y Kirkuk, petróleo y gas natural kurdo. Este
último proyecto necesita expulsar poner fin a la creciente influencia
iraní en Iraq, neutralizar la rivalidad siria y asegurar definitivamente
los Altos del Golán, un territorio sirio ocupado por el Ejército
israelí.
 Evitar que Irán torpedee el negocio del petrodólar con
sus iniciativas financieras tendentes a restarle protagonismo a dicha
moneda en su papel de divisa del comercio internacional: Irán ha
aceptado euros a cambio de petróleo desde 2003. En 2007, Teherán dejó de
facturar el petróleo en dólares, sintiéndose fuerte tras la victoria de
Hezbollah (un movimiento político-militar sostenido por Irán) en la
Guerra de Líbano de 2006. En 2011 abrió la bolsa de Kish y
recientemente, India ha comenzado a pagar el petróleo iraní con oro,
esperándose que China pueda seguir el mismo ejemplo. Vale la pena
recordar que el USD, o dólar estadounidense, se emplea, además de en
EEUU, en El Salvador, Ecuador y Panamá, y que las divisas del Consejo de
Cooperación del Golfo (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait,
Qatar, Omán y Bahrein), Jordania, Líbano, Eritrea, Yibuti, Belize y
varias islas caribeñas, están atadas al dólar, ya que tienen cambio fijo
con respecto a él. El EUR (euro), además de ser usado en la eurozona de
la UE, es empleado en Montenegro y la provincia serbia de Kosovo,
mientras que las divisas de Bosnia, Bulgaria, Dinamarca, Letonia,
Lituania, Cabo Verde, Islas Comores, Marruecos, Santo Tomé y Príncipe,
las dos zonas africanas
del franco-CFA (Colonias Francesas de África), la zona del franco-CFP
(Colonias Francesas del Pacífico), Groenlandia y otras dependencias
insulares, tienen un cambio fijo respecto al euro. Estas zonas de
influencia financiera se sostienen, entre otras cosas, con el comercio
de petróleo y gas natural en sus respectivas divisas. Los países que se
salen de los petrodólares o los petroeuros, están saboteando todo este
entramado global, e Irán está tendiendo a crear su propio coto de caza
financiero.
 Evitar que Irán se convierta en la segunda potencia nuclear de Oriente Medio (después
de Israel, un país que se ha negado a firmar el Tratado de
No-Proliferación) para salvaguardar la hegemonía atlantista en la zona y
para evitar que la mayor autarquía energética le permita destinar más
hidrocarburos a la exportación. El sabotaje del programa nuclear iraní
también brinda el pretexto perfecto para llevar al cabo operaciones
encubiertas en territorio iraní: secuestros y asesinatos de científicos,
políticos y altos mandos militares, generalmente con ayuda del Mossad.
El 28 de Septiembre de 2012, Obama sacó de la lista de organizaciones
terroristas a la MKO (Organización Muyahidín e-Khalq),
una milicia fundamentalista basada en Iraq, que actúa con apoyo
estadounidense en contra de intereses iraníes desde los años 80.
• Sabotear a Irán como vía de paso obligado para el agua de Asia Central. Se
está planeando la construcción de un acueducto desde acuíferos de
Tayikistán (una nación de etnia persa) hasta los sedientos países
árabes. El acueducto pasará necesariamente por Irán y le daría un enorme
poder sobre las desérticas petro-dictaduras del Golfo Pérsico.
• Evitar que Irán vertebre a todas las etnias persas,
por ejemplo mediante la Alianza de Países Persahablantes, creada en
Julio de 2006. También hay que tener en cuenta la esfera cultural persa.
El árabe de Iraq, el darí de Afganistán, el tayico de Tayikistán y
Afganistán, el urdu de Pakistán y el bengalí de India y Bangladés son, o
bien variantes del persa o idiomas con fuerte influencia pérsica. Esto
significa que se puede viajar desde Bagdad hasta Dhaka sin dejar de
permanecer a cierta esfera de influencia pérsica. El persa era la lengua
que usaban los otomanos en el mundo diplomático y constituyó el idioma
oficial de India hasta 1835, decayendo de tal modo que, con la llegada
de los ingleses, era el segundo idioma del país y el preferido como
lingua franca por las élites. El sufijo "-istán", que significa "lugar",
es de origen persa. El interés del atlantismo en divorciar a Irán de
Asia Central y Rusia pudo verse con la caída del imperio soviético en
1991: Azerbaiyán adoptó el alfabeto latino y la lengua turca para la
enseñanza.
 Aislar a Irán de la "comunidad internacional",
estrategia que no está siendo coronada con el éxito, en vista de las
relaciones de Irán con los BRICS (Brasil-Rusia-India-China-Sudáfrica),
Turquía, Líbano, Siria, Iraq, Afganistán, toda Asia Central, Armenia,
Serbia, Sudán, Nigeria, Eritrea, Costa de Marfil, Yemen, Venezuela,
Kazajistán y muchos otros que se han negado a unirse a las sanciones
contra Teherán.
• Evitar que Irán promueva sectores disidentes en Occidente del
mismo modo que EEUU lo hace en Oriente. Teherán potencia el
revisionismo del holocausto judío, da bombo a personalidades
antisionistas como el estadounidense David Duke, afirma directamente que
el 11-S fue un atentado de falsa bandera y financió al fallecido
político austriaco Jörg Haider (del mismo modo que Gadafi financiaba al
británico Nick Griffin).
 Evitar que Irán se convierta en el "grifo energético" de la Unión Europea (que
antes de las sanciones, compraba el 20% de su petróleo) y entable lazos
lucrativos con nuestro continente, especialmente con Alemania (que
antes de la última ronda de sanciones era el segundo socio comercial de
Irán, después de China), Austria (de la que el presidente de la Cámara
Iraní de Comercio dijo que era "la puerta de entrada de Irán a la UE",
en parte gracias a los negocios de la petrolera OMV), Francia
(importantes negocios de la petrolera Total antes de la penúltima ronda
de sanciones), España (Repsol mantenía importantes intereses en el país,
e Irán era nuestro
primer suministrador de petróleo, por delante de Libia; la última ronda
de sanciones ha tenido el efecto de encarecer el carburante y
arrojarnos a los petro-regímenes árabes, que han irrumpido en el mundo
del fútbol y la publicidad), Italia (quinto socio comercial de Irán) y
Grecia. Dejándose chantajear por Washington y Londres, estos países
europeos, a los que hay que añadir también Japón, Corea del Sur y los
países del GCC, han demostrado que carecen de soberanía y que no son
libres para defender sus verdaderos intereses nacionales en el seno de
una geoestrategia lógica y coherente. La UE, por su sumisión al
atlantismo, ha perdido la oportunidad de  llevarse bien con Irán y
formar un petro-euro que la afirmase respecto a EEUU.
Téngase
en cuenta que estas cifras son anteriores a que los bancos iraníes
afectados por las sanciones de la UE fuesen desconectados de la red
bancaria SWIFT (el hub global de las transacciones
electrónicas) en Marzo de 2012. El embargo petrolero de la UE sobre Irán
se hizo efectivo en Julio de 2012.
 Evitar que Irán desplace a las petro-dictaduras del Consejo de Cooperación del Golfo y a Jordania, sostenidas por Londres y Washington.
 Exacerbar el sectarismo y el radicalismo religioso en
todo lo que hay entre el Sáhara Occidental e Indonesia. Provocar
conflictos entre chiítas y sunnitas para desestabilizar la región y
quizás provocar una macroguerra civil. La fe y cohesión de los chiítas
debe ser contenida con el radicalismo sunnita financiado por Washington y
Riyadh. Para evitar la sectarización (y por tanto balcanización) de
Oriente Medio, el modelo debería ser el de Hezbollah: un movimiento
nacionalista-libanés antes que sectario-religioso. Irán debería apoyarse
en etnias y grupos religiosos que suponen un nexo con Occidente, como
los cristianos (ortodoxos, armenios, coptos, católicos, maronitas,
etc.), los alahuitas, ismaelitas, sufíes, drusos y otros. Washington, en
cambio, desea la erradicación de muchas de estas comunidades, ya que
tienden a evitar que Occidente y Oriente se divorcien, y son
interlocutores perfectamente válidos para unas relaciones pacíficas y
ordenadas entre Europa y Oriente Medio. Eso explicaría en buena medida
la reciente visita del Papa a Líbano (no hay que olvidar que el Vaticano sigue siendo una potencia internacional a tener en cuenta en el tablero).
 Atizar el odio étnico y el separatismo en Irán, utilizando especialmente a las etnias baluchí y azerí.
 Utilizar la amenaza persa-chiíta para
convencer al Consejo de Cooperación del Golfo de la necesidad de una
presencia de la OTAN y de una alianza regional anti-iraní de tipo mini-OTAN en
la región, que incluye una defensa anti-misiles (eufemismo para
"instalaciones misilísticas tanto ofensivas como defensivas") conjunta.
Estas maniobras complementan la integración de las estructuras de
Inteligencia y mando militar israelí-estadounidenses en Oriente Medio,
así como el envío de miles de tropas de EEUU a Israel.

YEMEN
Yemen es uno de los
candidatos más razonables a Estado fallido, ya que el gobierno de Sanaa
controla apenas un tercio del país. Existe un caos absoluto entre
infinidad de facciones, caos que es aprovechado por potencias
extranjeras para avanzar sus propias agendas.
Se trata del país que tiene
más costa en el estrecho de Mandeb (la "puerta de las lágrimas"), por
tanto el mejor situado para dominar un tráfico petrolero que fue
calculado por el Departamento de Energía de EEUU como de 3,3 millones de
barriles al día, además de un tráfico marítimo de 20.000 barcos al año y
el 10% del comercio mundial. Yemen también se encuentra a medio camino
entre el Cuerno de África y el Golfo Pérsico y es el único que podría
establecer un puente de tierra entre el Índico y el Mar Rojo en el caso
de que Bab el-Mandeb fuese bloqueado por una potencia marítima. También
es esencial para que el petróleo del Golfo llegue al Canal de Suez y por
tanto a Europa. Se trata también, junto con Israel, del trozo de
Eurasia más cercano a África. Eso significa que diversas organizaciones
terroristas utilizan al país como cabeza de puente para penetrar el
continente africano a través del Sahel,
avanzando hacia Sudán, Nigeria, Mali y Mauritania, y causando
conflictos también en el Cuerno de África. La oportuna presencia de AQMI (Al-Qaeda
en el Magreb Islámico) implica que EEUU puede proyectar su poder desde
su base militar en Tan-Tan (sur de Marruecos) hasta el corazón de
África, especialmente hacia Sudán y Nigeria (petróleo) y Congo-Kinshasa
(una de las cuencas mineras más ricas del mundo).
Gran parte de la responsabilidad del caos en Yemen y en todo el Cuerno de África lo tiene Camp Lemmonier,
una base estadounidense situada en Yibuti. Francia también mantiene en
esta base un destacamento de la Legión Extranjera. Desde esta base,
salen drones, soldados de operaciones especiales y agentes de la CIA que
operan en Sudán, Yemen, el Cuerno de África y el Mar Rojo. El objetivo:
llevar "la lucha contra Al-Qaeda" (en este caso, contra la llamada AQAP, o Al-Qaeda en la Península Arábiga) allá donde se encuentre la escurridiza organización [7].
Algunos "informes" estadounidenses apuntan que Yemen puede convertirse
en el nuevo refugio de Al-Qaeda, por delante de Pakistán. Además de un
pretexto para llevar al cabo ataques aéreos estadounidenses en
territorio yemení (como en Diciembre de 2009), Al-Qaeda supone una
cantera de mercenarios para hacerle el trabajo sucio a Washington allá
donde más falta haga: Tariq al-Fadhli, un supuesto comandante de la
"internacional terrorista", llegó a un acuerdo con
EEUU y Arabia Saudí para enviar 5.000 mercenarios a Siria para intentar
derrocar a Bashar al-Assad. A través de las porosas fronteras de Yemen
pasan yihadistas, inmigrantes ilegales, refugiados, tráfico de armas y
de droga (especialmente de khat o qat) y otras formas de contrabando.
Otros factores juegan a favor del caos en Yemen:
 La presencia de comunidades chiítas,
concretamente zaydíes, en el noroeste del país, especialmente en la
provincia de Saada. Irán, a través del Ejército del Mahdi (milicia
chiíta de Iraq que dio muchos problemas a los ocupantes
estadounidenses), formó Al-Houthi Zaydi (llamados hutíes u
houthistas) en 2004, y desde entonces el grupo, que opera en el noroeste
de Yemen, donde los chiítas son mayoría, lucha en una guerra civil
contra el gobierno y también contra Arabia Saudí, a la que le encantaría
obtener una salida al índico y controlar el estrecho de Mandeb, y que
además tiene pánico a la posibilidad de que pueda instaurarse un
gobierno pro-iraní en Yemen. Los hutíes no han aceptado el nuevo
gobierno yemení formado a raíz de la "primavera árabe".
• Yemen del Sur. Durante
la Guerra Fría, Yemen estaba dividido en dos partes. Yemen del Sur se
encontraba bajo influencia soviética y, por poseer petróleo, un puerto
privilegiado (Adén, que da nombre al golfo con la mayor piratería del
mundo en la actualidad) y una isla estratégica (Socotra), era más
próspera que su vecina, Yemen del Norte. Las potencias oceánicas verían
con mucho agrado que Yemen volviese a ser balcanizado. Tras la
unificación en 1990, los yemenís del sur acusan al gobierno de Sanaa de
discriminarlos y de explotar sus recursos de manera poco equitativa, con
lo que ha surgido una insurgencia separatista armada, el Movimiento de
Yemen del Sur. En 1994, hubo una guerra civil en la que los separatistas
fueron derrotados por el gobierno de Saleh, que alistó para la lucha a
salafistas yihadistas, muyaidines procedentes de Afganistán y similares,
incluyendo al mencionado Al-Fadhli. En Abril de 2009, Al-Fadhli
abandonó al Presidente yemení Saleh (dictador de facto de Yemen del
Norte y ahora de Yemen entero desde 1978), uniéndose a los separatistas
del sur. Estando la costa yemení casi totalmente desatendida, muchas
poblaciones de Yemen del sur dan cobijo a piratas somalíes que operan en
el Golfo de Adén, y muchos líderes políticos yemeníes tienen vínculos
con líderes de Puntlandia (región somalí) y del "gobierno" de Somalia.  
Yemen
durante la Guerra Fría. Los intereses de las potencias oceánicas tienden
a exigir que los pasos marítimos estratégicos se encuentren divididos
entre varios países, a fin de que, si un país les sale contestón, puedan
aliarse con su vecino. Durante la Guerra Fría, la función balcanizadora
la cumplía Yemen del Norte, mientras que Yemen del Sur representaba la
vieja ambición rusa de dominar el estrecho de Mandeb y el Mar Rojo.
Después de la Guerra Fría, Yemen se unió, pero las potencias oceánicas
siguen exigiendo la balcanización de todo este espacio.
• El archipiélago de Socotra es
uno de los más estratégicos del mundo, y uno de los motivos por los que
tanto EEUU como Rusia le han echado el ojo a Yemen. El portugués
Tristán da Cunha conquistó las islas para Portugal a principios del
Siglo XVI, integrándolas en el primer collar de perlas de la historia
del Índico: el portugués.
Durante la Guerra Fría, Socotra, que pertenecía a la comunista Yemen
del Sur, albergó una base naval soviética que era clave para mantener la
presencia de la URSS en el Índico y su alianza con India. En 1999,
Socotra fue escogida por Washington como un lugar para construir "un
sistema de señales de inteligencia". Según el periódico de oposición
yemení Al-Haq, "la administración de Yemen ha acordado permitir a las
Fuerzas Armadas de EEUU el acceso al puerto" y "un nuevo aeropuerto
civil en Socotra para promover el turismo había sido construido
convenientemente en concordancia con especificaciones militares de
EEUU".
En Enero de 2010, el General
David Petraeus (por aquel entonces jefe del USCENTCOM y ahora jefe de
la CIA) se encontró con el Presidente Saleh, utilizando como excusa la
frustración de un ataque terrorista en Detroit, que supuestamente habría
sido ordenado por "Al-Qaeda en Yemen". Según informes de Irán, el
militar estadounidense tenía por objetivo negociar el establecimiento de
una base aérea de EEUU en la isla de Socotra, y puede que también una
base naval, a fin de luchar "contra la piratería y Al-Qaeda".
Traducción: militarizar vía marítima estratégica. El día anterior a la
reunión, Petraeus había anunciado en Bagdad que la "asistencia de
seguridad" de EEUU a Yemen se incrementaría desde 70 a más de 150
millones de dólares ―un aumento de 14x desde 2006. Según "Newsweek" (18
de Enero de 2010), los mandatarios también acordaron el uso de aeronaves
estadounidenses, quizás también drones, en territorio yemení, así como
el empleo de misiles, siempre que fuese aprobado por las autoridades
yemeníes. Reveladoramente, unos días antes de la visita de Petraeus, el
gabinete yemení había aprobado un préstamo de 14 millones de dólares
del Kuwait Fund for Arab Economic Development para apoyar el
desarrollo del puerto de Socotra. A la semana siguiente de la visita del
general estadounidense, Rusia informó que "no había abandonado sus
planes de tener una base para sus naves en la isla de Socotra". Sin
embargo, los lazos diplomáticos de Moscú en Yemen habían sido
debilitados. Lo que Washington busca es integrar Socotra en su
arquitectura de seguridad regional, junto con su bases en Yibuti,
Etiopía, Emiratos Árabes, Bahréin, Arabia Saudí y la isla Diego García.
El
archipiélago de Socotra se encuentra a sólo 80 km de la costa somalí y
por su posición como punto de paso obligado, domina el Golfo de Adén.
Por sus aguas territoriales, circula un tráfico marítimo extremadamente
denso, incluyendo manufacturas chinas y petróleo con destino a Europa.
La UNESCO ha declarado al archipiélago como zona de interés ecológico,
por su particular flora y fauna, que ha evolucionó aisladamente durante
milenios. Obviamente, otro de los motivos es evitar que la edificación
de infraestructuras convierta a las superestratégicas islas en uno de
los complejos insulares más influyentes del mundo (como lo puedan ser
las Islas Seychelles). Es útil comparar este mapa con el de las ZEE y el
de las rutas del Índico.
• Petróleo y agua. El
75% de la economía de Yemen está basada en el petróleo y el Banco
Mundial cree que sus reservas estarán terminadas antes de una década.
Yemen es también un país muy seco y los acuíferos están siendo
explotados por encima de sus posibilidades de recarga. Sin embargo,
algunas petroleras creen que en Yemen (del Sur) pueden quedar
yacimientos "de clase mundial". Ello incrementaría enormemente el peso
geopolítico del país.
La principal perjudicada por
estos conflictos es Moscú. Rusia lleva queriendo dominar el estrecho de
Bab el-Mandeb desde el malogrado proyecto de Sagallo (en
la actual Yibuti) y, en general, el Mar Rojo y el Cuerno de África
(desde la época en la que apoyaba la rebelión del Mahdi en Sudán y la
lucha del Negus etíope contra los italianos). Con el establecimiento de
Yemen del Sur, una base naval soviética en la ultra-estratégica isla
yemení de Socotra y otra base naval en Somalia, Moscú se había acercado
mucho a su objetivo. Sin embargo, en el momento de escribir estas
líneas, la presencia militar extranjera más importante en Yemen es la de
EEUU… gracias, especialmente, a Al-Qaeda, a los líderes yihadistas a quienes hay que "cazar" y a la piratería.
Lo único que Rusia sí ha
podido sacar de la situación de Yemen es tajada en ventas de armas: la
mayor parte de armas del régimen de Saleh son compradas a Rusia y otros
países del antiguo bloque comunista. Rusia incluso ha vendido cazas
MiG-29 Fulcrum tanto a Sudán como a Yemen. Puesto que es dudoso que las
fuerzas aéreas de dichos países tengan pilotos cualificados para manejar
estos aparatos, lo más probable es que Rusia proporcione "pilotos
mercenarios", como ya ha hecho en muchas ocasiones (por ejemplo, con
Etiopía en su guerra contra Eritrea).

SOMALIA
Del mismo modo que el
extraño estatus del Sahara Occidental se debe a que es la región del
África continental más cercana a EEUU, también la situación del Cuerno
de África tiene mucho que ver con que es la porción del continente negro
más cercana al Golfo Pérsico, a India y a China: desde Somalia a
Pakistán o a los Emiratos Árabes hay una distancia similar a la que
media entre España y Grecia. Es también el país africano mejor situado
para dominar el Índico, con su forma de cuña y el Cabo Guardafui
apuntando hacia Pakistán. Somalia domina además la orilla sur del Golfo
de Adén y, hasta cierto punto, el estrecho de Mandeb.
Por su posición geográfica y
su naturaleza étnica, Somalia está plagada de inestabilidades y se ha
hecho un hueco en la cultura popular como el Estado fallido por
excelencia, el ejemplo perfecto de país "madmaxista" o en condiciones de
caos total, desde que Siyad Barre, jefe del último gobierno central
mínimamente digno de tal nombre, fue derrocado en 1991 por una
combinación de militares golpistas, milicias apoyadas por Etiopía,
secesionistas y el Congreso Somalí Unido de Mohamed Farrah Aidid. Desde
entonces, Somalia colapsó en un caos de milicias, clanes y señores de la
guerra locales. ¿Cuáles son aproximadamente los entresijos de todo este
caos?
Para entender la situación
actual de Somalia, hay que remontarse como mínimo a las intervenciones
militates de EEUU a finales del siglo pasado. En 1992, Washington mandó
tropas al malparado país y, en 1993, los Rangers y Fuerzas Especiales de
EEUU protagonizaron la extraordinaria gesta militar de la que trata la
película "Black Hawk derribado". Poco después de la operación "Libertad
Duradera", Washington ordenaba más operaciones especiales en Somalia. En
2006, una intervención militar de Etiopía (presionada por George Bush),
combinada con la acción de la milicia yihadista-salafista Al-Shabaab,
evitó que la Unión de Tribunales Islámicos (apoyada por Hezbollah e Irán
a la vez que Hezbollah derrotaba al Ejército israelí) pusiese orden en
el país. En 2009, las tropas etíopes abandonaron Somalia dejándola en
peor estado que antes, con Al-Shabaab dominando una amplia región, y en
Otoño de ese año (siguiendo "informes" de la Inteligencia británica
según los cuales muchos militantes de Al-Qaeda de la frontera AFPAK se
estaban "deslocalizando" a Yemen y Somalia), Washington llevó al cabo
devastadores ataques de helicóptero en el sur del país. La emergente
Kenia invadió Somalia en Octubre de 2011, guardando Etiopía un silencio
sepulcral. Cabe esperar una rivalidad entre Nairobi y Adis-Abeba por el
control del cuerno de África. Los verdaderos intereses de Kenia en
realidad no tienen nada que ver con la "lucha contra el terror";
combatir a Al-Shabaab es un pretexto para anexionarse buena parte de la
provincia meridional de Jubbalandia, conocida históricamente como
Azania, y coquetear tanto con EEUU como con China en su búsqueda del
mejor postor. Como no podía ser de otra manera, también hay de por medio
petróleo (hay informes sobre políticos kenianos firmando acuerdos con
la petrolera francesa Total en el sur de Somalia) y agua (que escasea en
Kenia).
El antiguo protectorado británico de Somalilandia declaró
la independencia unilateralmente en 1991 cuando colapsó el gobierno de
Mogadiscio. Habitada por unas 3 millones de personas, se trata de la
región más estable de Somalia, en gran parte porque se trata de la única
salida al mar de Etiopía, un Estado-cliente de EEUU e Israel.
Somalilandia también está bien vista por el atlantismo debido a la
laxitud de sus leyes marítimas y su reticencia a intervenir el tráfico
naval. Las guerrillas somalíes que se enfrentan al gobierno de
Adis-Abeba en la provincia etíope de Ogaden, tienden a perturbar esta
salida de etiopía. El único motivo por el que Somalilandia no ha sido
reconocida como Estado independiente es por la negativa de Egipto, ya
que Somalilandia es clave para la salida al mar de Etiopía, un Estado al
que El Cairo considera amenaza potencial debido a su control sobre las
fuentes del Nilo Azul, sin el cual Egipto no sería nada.
Puntlandia declaró
autonomía en 1998, alegando su lealtad a Mogadiscio pero también la
necesidad de auto-administrarse en vista de que el gobierno central
tiene problemas hasta para controlar sus calles en la capital.
Puntlandia es vista como un refugio de piratas, terroristas y tratos
turbios con políticos de Yemen, Irán y la antigua Libia gadafista, así
como con multinacionales petroleras. El principal problema de Puntlandia
es la escasez de pastos y agua, así como la guerra fronteriza que
mantiene con Somalilandia por el control de la región intermedia "SSC"
(Sool, Sanaag y Cayn), poseedora de riquezas minerales (que Puntlandia
vendió a intereses extranjeros como si los poseyese en la práctica). SSC
ha declarado también autonomía en 2012, autodenominándose Estado de
Khaatumo. Debido a sus lazos tribales con Puntlandia, Somalilandia
invadió la extraña entidad territorial, y sus tropas permanecen en ella
en el momento de escribir estas líneas.
Las intervenciones
atlantistas en Somalia están supuestamente motivadas por el papel de
Somalia en la formación de células islámicas fundamentalistas. Londres
hasta declaró que
Somalia es una "amenaza directa" a su seguridad nacional, y Jonathan
Evans, jefe del MI5, advirtió que Somalia, después de Pakistán, era el
destino internacional Nº1 de "entrenamiento terrorista". En Febrero de 2012, Al-Shabaab anuncia que se "une" a Al-Qaeda,
lo que seguramente heralda toda una cascada de intervenciones militares
del AFRICOM en el arruinado país, a fin de luchar contra la amenaza de
"AQHOA" (Al-Qaeda en el Cuerno de África), o como den en llamar a esta
nueva rama teledirigida por los servicios de Inteligencia atlantistas.
Al-Shabaab sigue oponiéndose al Gobierno Federal de Transición (apoyado
por EEUU) pero también a la Unión de Tribunales Islámicos (apoyada por
Irán), controla buena parte del país y ha instaurado la Sharia en las
zonas que domina.
Lejos de interesar la "lucha contra el terror", la estrategia del eje Londres-Washington-Tel Aviv tiene en realidad que ver con:
• Rodear el Cuerno de África de un "cordón sanitario" de
países adictos (Yibuti, Etiopía, Kenia, Uganda, Sudán del Sur) para
evitar que China se infiltre hacia la cuenca del Nilo, la región de los
grandes lagos, los hidrocarburos sudaneses y las riquezas minerales del
este de Congo-Kinshasa.
• Infestar la zona de bases militares (como
Camp Lemmonier en Yibuti, la nueva de Arbe Minch en Etiopía,
posiblemente Uganda y Sudán del Sur) para reforzar tal estrategia.
 Establecer otras bases (Islas
Seychelles, Diego García, posiblemente Socotra) que se interpongan
entre Somalia y sus salidas marítimas naturales (Golfo Pérsico, India,
China).
 Dominar los recursos de Somalia (petróleo, gas natural, uranio, agua y pastos) y, especialmente, evitar que China se apropie de ellos.
 Incorporar el Cuerno de África y el Golfo de Adén a la Brecha Interhemisférica. Como
veremos en la tercera parte de este artículo, Eurasia está dividida en
dos hemisferios, el "Gran Oriente" y el "Gran Occidente", y las
potencias periféricas oceánicas juegan a polarizar y separar ambos
hemisferios todo lo que pueden. Los lugares en donde se produce la
ruptura Oriente-Occidente forman una vertical altamente estratégica
compuesta grosso modo por los campos petrolíferos de Nenets (Rusia), los
Urales, el Caspio-Cáucaso, Pentalasia, el Golfo Pérsico, el Golfo de
Adén y el Cuerno de África.
"Elipse
estratégica": el 71% de las reservas de crudo convencional y 69% de las
reservas de gas natural del planeta se encuentran aquí. Resulta
revelador que esta elipse separe simbólicamente los dos hemisferios
eurasiáticos: Europa Occidental y Asia Oriental. El atlantismo busca
utilizar esta elipse como cuña entre Oriente y Occidente, y extenderla
hacia el Sur, cruzando Yemen, el Golfo de Adén y el Cuerno de África. 
 Militarizar una vía marítima estratégica, utilizando
para el mar una excusa parecida a la que utilizan para la tierra: la
piratería. Dicho lo cual, pasamos a ocuparnos del problema por el que
Somalia es triste e internacionalmente famosa.
Las aguas territoriales
somalíes son una zona pesquera importante. Cuando el gobierno de
Mogadiscio cayó en 1991, infinidad de flotas de países desarrollados
aprovecharon el vacío legal y la falta de regulación en aguas somalíes
para practicar la pesca ilegal y hasta realizar vertidos radiactivos y
tóxicos. En vista de la ausencia de autoridad estatal, los pescadores
locales y habitantes de las costas se erigieron para garantizar la
soberanía somalí sobre sus aguas y, desde luego, para saquear cuanto
pudieran, convirtiéndose en piratas.
En 2006 ―cuando la Unión de
Tribunales Islámicos estaba a punto de vencer al Gobierno de Transición
Federal, conquistando buena parte de Somalia (aproximadamente en la
misma época en la que Hezbollah derrotaba al Ejército israelí)― la
actividad pirata disminuyó en enorme medida. Sin embargo, la
intervención de las tropas etíopes (apoyadas por Washington) terminó con
la estabilización de Somalia, y la piratería volvió a convertirse en
una plaga. Aun así, los costes que ocasiona la piratería al comercio y a
la pesca son mucho menores que los que ocasionaría un Estado estable
que sometiese a regulación sus aguas territoriales y zona económica
exclusiva. Más de 800 barcos pescan en el entorno marítimo somalí y se
calcula que la pesca ilegal produce 450 millones de dólares al año. Los
países industrializados recurren a bancos lejanos porque en sus propias
aguas ya no hay nada que pescar. Aun así, la FAO (Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) alerta de que el
75% de bancos pesqueros han desaparecido, que el 80% de caladeros están
sobreexplotados, que el 30% de especies marinas está por debajo del
límite biológico de seguridad y que, para 2048, ya no quedarán recursos
pesqueros. Esto puede comprenderse si pensamos que el 25% de la pesca
consiste en "capturas accesorias" como tortugas, aves marinas, cetáceos,
etc. ("daños colaterales") que vuelven a arrojarse al mar. Otras veces,
se tiran por la borda los excedentes pesqueros para que no suba
demasiado la oferta y así mantener altos los precios en "los mercados".
En aguas territoriales
somalíes destaca la pesca de atún, con un ritmo absolutamente
insostenible: medio millón de atunes al año. La flota atunera en Somalia
es en buena parte española (60% de las capturas pesqueras) y francesa
(40%). Los barcos pesqueros son particularmente vulnerables a la
piratería, ya que, con todos los aparejos de pesca desplegados, avanzan
con gran lentitud, y recogerlos lleva horas. Son, por tanto, presa fácil
de embarcaciones ligeras como las que emplean los piratas. Para
proteger barcos comerciales y pesqueros, los Estados suelen recurrir a
sus Fuerzas Armadas y/o a empresas de seguridad y compañías militares
privadas. Hasta ahora, España se ha negado a utilizar unidades
especiales de Infantería de Marina para defender su flota pesquera.
El
rápido incremento de la piratería en torno al Cuerno de África significa
que la región está pasando a formar parte de la "elipse estratégica"
que vimos más arriba, con el fin de partir las rutas eurasiáticas en dos
y justificar la militarización del mar.
La misma calidad de la pesca
ha degenerado enormemente debido a la cantidad de vertidos tóxicos que
se llevan al cabo frente a las costas somalíes. Durante mucho tiempo, el
"gobierno" de Somalia ha protestado en la ONU por la cantidad de barcos
que se entran en sus aguas territoriales, tiran barriles misteriosos al
mar y se van. Con el tsunami de 2004, muchos de estos barriles fueron
arrojados a la orilla, se rompieron y los habitantes de las costas
comenzaron a enfermar: problemas respiratorios, hemorragias
intestinales, reacciones cutáneas, bebés deformes y cientos de muertes
súbitas. Los barriles contenían uranio y otros residuos radiactivos,
metales pesados (como cadmio y mercurio, que terminan en los depósitos
de grasa de lo alto de la cadena trófica marina, como los atunes),
basura industrial y hasta desperdicios biológicos de hospitales. El
diplomático mauritano y de la ONU Ahmedou Ould Abdallah declaró en la
cadena de TV qatarí Al-Jazeera que las responsables eran multinacionales
europeas y asiáticas. La ONU mandó representantes a investigar el
asunto y luego cerró el caso.
En Costa de Marfil, Benin,
Congo y Nigeria están sucediendo cosas parecidas. Se calcula que en 2001
se arrojaron 600.000 toneladas de residuos tóxicos en aguas africanas.
Senegal, de gran importancia marítima, dejó de renovar sus acuerdos
pesqueros con la UE en 2006, pero el hecho de que los barcos usen
"banderas de conveniencia" (especialmente de Liberia, cuyas leyes
marítimas son las más liberales del mundo) para burlar la legalidad,
dificulta el control. Debido a esto, ahora los barcos de pesca
senegaleses se usan para transportar miles de inmigrantes ilegales a
Europa cada año.
Hay que añadir a todo esto
la enorme influencia que ha tenido sobre la industria atunera y el
Océano Índico en general la quiebra del cártel bancario Lehman Brothers
en 2008. En el paraíso tropi-fiscal de Islas Seychelles, el banco
neoyorkino había adquirido en otoño de 2006 (coincide grosso modo con la
Guerra de Líbano y la intervención etíope en Somalia) la Indian Ocean Tuna Factory (Factoría
de Atún del Océano Índico), de la multinacional H. J. Heinz Company.
Poco después de completarse la adquisición, el siempre generoso banco
neoyorkino se dispuso a asistir al gobierno seychelense comprándole un
bono basura de más de 200 millones de dólares a más de un 9% de interés,
sabiendo perfectamente que el Estado insultar sería incapaz de
pagarlos, entre otras cosas porque su deuda externa ya ascendía a mil
millones de dólares… tratándose de un país de sólo 83.000 habitantes. En
Octubre de ese año, el líder de la oposición fue apaleado en las
escaleras de la Asamblea Nacional. En Julio de 2008, el gobierno de
Victoria falló al pagar un bono privado, y al mes siguiente, la agencia
de rating Standard and Poor’s degradó dos veces la deuda del país
insular. En vista de cómo en años subsiguientes Seychelles se ha llenado
de contratistas privados, personal de Inteligencia, una base de drones
estadounidense e instalaciones militares hindúes, cabe suponer que todo
fue una maniobra financiera para amarrar al país, firmar acuerdos
oficiosos y obtener un puntal en el Índico y frente a las costas del
Cuerno de África, en un archipiélago donde, por lo demás, sólo hay
cocoteros.
Se comprende que muchos
piratas son en realidad pescadores "cabreados", ya que antes del caos
pescaban suficiente, no sólo para comer, sino para vender los
excedentes, mientras que ahora no tienen medios de subsistencia. Aunque
es obvio que sus móviles no son ni altruistas, ni nacionalistas, ni
medioambientales, ni mucho menos anti-globalización, se hacen llamar
"guardia costera voluntaria", dedicándose a saquear a los saqueadores
con pleno apoyo de la población local somalí y a menudo también yemení.
Todo esto no quita para que haya "pescadores" codiciosos que vean en la
piratería una manera de enriquecerse y que quieran aprovecharse de la
blandura de ciertos países como el nuestro para hacerse de oro con extorsiones, mientras se abstienen de acercarse a los barcos de otros países como Rusia, que sabe defender
sus intereses marítimos a pesar de no ser una talasocracia histórica.
Tampoco quita para que muchos países hayan intentado aprovecharse de la
piratería para imponer sus intereses estratégicos o desestabilizar
espacios marítimos. La militarización de las aguas se ha logrado con
Operación Atalanta y la creación de la Combined Task Force 150.
Zonas
de actuación de la CTF-150. Rojo: HOA (Cuerno de África). Verde: HOAEX
(Cuerno de África Extendido). Imposible no ver el triángulo
Somalia-Yemen-Pakistán y el deseo de dominar los estrechos de Hormuz y
Mandeb e incorporar el HOAEX a la Brecha Interhemisférica mencionada más
arriba.

NOTAS
[1] Al respecto, ver aquí una
desternillante noticia sobre Nepal ―un satélite hindú que forma parte
de la estrategia del Cinturón de Hielo, y donde ya hay madrasas y
mezquitas salafistas relacionadas con redes de origen pakistaní y saudí,
así como grupos tibetanos que agitan contra China. Otra noticia que
evidencia hasta qué punto los gobiernos le toman el pelo a la opinión
pública desinformada puede verse aquí y aquí:
al parecer, la oportuna presencia de una flamante especie de mono en la
ultra-rica cuenca minera del este de Congo-Kinshasa, precisa de la
protección de desinteresados y altruistas organismos internacionales,
que aspiran a poner sus manos sobre docenas de miles de kilómetros
cuadrados de terreno y hasta a cruzar la frontera con Ruanda. En todo el
mundo, cientos de especies desaparecen cada día, pero a la
globalización sólo le importan las que se encuentran en lugares
estratégicos. Estas noticias serían muy divertidas si no fuese por la
gravedad de sus implicaciones: que los asuntos medioambientales
(incluyendo parques naturales, que tienen enormes implicaciones
geopolíticas), también son susceptibles de ser privatizados,
globalizados y/o empleados como excusa para la globalización y el
control de la finanza internacional.
[2] Más información:
[3] Y ver aquí.
[4] País
que suministra el 25% de las necesidades energéticas de Israel (ver
oleoducto Baku-Tbilisi-Ceyhan) y cuyo Ejército está equipado con
material israelí.
[5] Y ver aquí.
[6] Aquí abundante
información y enlaces sobre la desestabilización Tehrán-Damasco,
incluyendo la financiación del movimiento "rebelde" en Siria.
[7] Al-Qaeda suele estar haciéndole el trabajo sucio al atlantismo y donde más le conviene al atlantismo, por ejemplo asesinando ingenieros rusos en Argelia.









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