domingo, 15 de enero de 2017

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Barbería Alex




Muchas
mañanas después de limpiar la ropa de los internos de Prem Dam, cojo
un pequeño cubo de agua, una maquina de afeitar de las muy antiguas,
cuchillas, jabón y brocha y un paño grande y voy afeitando a los
residentes que tienen barba de varios días. Les gusta que les afeite
poco a poco, con parsimonia, primero bien enjabonados con brocha que
poco a poco va cubriendo de blanco el pelo de su cara, les pongo un
amplio paño que cubra todo su cuerpo para que no les ensucie la ropa,
dejo reposar un poco el jabón en sobre la barba y luego, poco a poco,
voy pasando la cuchilla en la dirección del pelo y enjuagándola en el
cubo de agua para dejar allí los pelitos cortados. No debo dejar ni un
solo pelo ya que sino me llaman la atención. El afeitado debe ser
perfecto. Al finalizar, les paso el paño húmedo por la cara, limpio
todos los restos de jabón, recorto con unas tijeras el bigote a algunos
de ellos, corto los pelos que les sale de las orejas y de la nariz y
les digo alguna chorrada que aunque no entienden les arranca una
sonrisa.

Muchos de ellos me hablan en bengalí mientras les
afeito, apoya su mano en mi hombro y hasta susurran cosas, bromeo con
ellos enjabonándoles la nariz o las gafas lo que hace despotriquen en
su idioma, se enfadan si no voy lo deprisa que entienden debo ir pero al
finalizar siempre juntan sus manos y se las llevan hacia su cara en
señal de agradecimiento.

El caso es que diariamente tengo una cola de entre 10 y 15 "clientes" y compromisos de un día para otro.

Lastima que no será un buen negocio el montar una barbería en España.

La quiebra de la moral


No gusta que algunos días cuando por la mañana busco a algunos de los
pacientes que peor estaban el día anterior nos los vea en su camastros y
al preguntar por ellos me digan que han muerto, o que se mueran delante
de mi y además haya que amortajarlos. Se que forma parte de la
experiencia, que la vida es así, etc, etc, pero jode. Cuando pasa lo
mismo con niños para que decir.
Se unen a esto un conjunto de
situaciones menos importantes que también tiene su peso. Los
impresionantes heridas que algunos traen, los gritos de los pacientes en
las curas sin anestesia, lo frágiles y solos que estan, el agresivo y
despectivo trato de algunas monjas hermanas de la caridad con pacientes
de la casta de los intocables (está abolido el sistema de castas pero
aún sigue latente en la sociedad india), el que peguen a los niños, como
se abandona a los débiles, la precaria vida que llevamos, el calor y la
humedad, la añoranza, las enfermedades, las muchedumbres......

Para
algunos voluntarios estas vivencias producen toda una quiebra de la
moral. Los hay que al poco de llegar cambian su vuelo para volver cuando
antes a casa, otros, pasado un tiempo, dejan de ir a los centros de la
Madre Teresa o van espaciando sus apariciones, otros se van a hacer
turismo por India, otros se van a yoga, otros lloran por los
rincones,..........

Este menda va aguantando el tipo como puede,
algunas mañanas (pocas) todo entra torcido y se te hacen incómodas las
situaciones mas tontas y al pensar que hasta el 15 de diciembre estaré
aquí se me hace un nudo en el estomago de la agonía que me da y otras,
como cuando hoy los niños de Daya Dan ensayaban la canción para las
Navidades, quería en retrasar el vuelo y pasar aquí las Navidades.

Este es un muy buen sitio para apreciar que el secreto de la felicidad está en las pequeñas cosas.


Estómagos curtidos


El nuevo ingreso que ha habido hoy en Prem Dam lo han cogido medio
muerto en la estación de tren de Howrah, estaba muy delgado, cojeando,
sucio, pelo largo, barba y mirada perdida. Cuando él llegaba yo estaba
haciendo el tonto con el entrañable "disco dancer", ex-soldado indio en
una de las guerras indo-paquistani que está como una cabra y que siempre
me repite todos los días exactamente las mismas historias sobre su vida
y de vez en cuando se levanta y baila y canta una canción que dice que
él un bailarín de discoteca.....en fin, a lo que iba, casi todos los
días entra gente como la que entraba hoy que no suele vivir mucho, el de
hoy llamaba la atención porque llevaba puesta una mas que roñosa
camiseta de la selección española de fútbol y, como creo que ya he
escrito por aquí, a esta gente le rapan la cabeza y la barba, lavan, dan
de comer y beber y curan las heridas que lleva.....
Ya había hecho
alguna cura sobre dedos amputados, llagas, desinfección de agujeros en
la cabeza y estaba medio acostumbrado a los gritos de dolor (aquí no hay
anestesias), a que me intenten pegar por hacerles daño, a sus caras de
sufrimiento.....

Como ahora somos menos voluntarios y John, una
enfermera neozelandesa voluntaria (si, una mujer que se llama John), me
pide que le ayude a curar una herida en el tobillo del nuevo ingreso.
Un
rato antes habíamos comentado como se te curte el estomago en este
país. No hay palabras ni fotografías para explicar como huelen algunos
aseos o la sensación de tener cagar en un urinario público, de esos que
sólo hay un minúscula mampara de separación, donde puedes mascar el
olor y miles de moscas y allí, te agaches sobre la pared donde se
debería mear, viendo a todos los hombres soltar el peso que les molesta
con los pantalones bajados y las caras rojas del esfuerzo y que encima
no haya agua para que todo lo que has dejado corra hacia donde sea y
desaparezca, se queda todo allí acumulado. Si alguna vez lo tenéis que
vivir ya veréis.

Y bueno, allá que vamos hacia el enfermo John y
este voluntario medio risueño por las bromas con 'disco dancer' y al
quitarle la gasa que le tapaba la parte interior del tobillo, justo
arriba del hueso de la articulación, tenia una herida de unos 20 cm de
diámetro y dentro de ella cientos y cientos de gusanos, cayéndose de
tantos que eran y que se movían como locos dentro de la herida bañándose
en un mar de sangre que le brotaba de dentro.

Es difícil de
explicar lo que se siente a ver eso, la cara del hombre lo decía todo. A
veces parece como que ese sufrimiento que todos los días veo ya lo
hubiera vivido antes.

Y nada, te pones los guantes, y vas
cogiendo primero con los dedos montoncitos de gusanos, iguales como los
que seguramente se me comerán a mi, echádolos a un cubo y luego, cuando
no puedes con los dedos, los atrapas con una pinzas buceando entre la
sangre, hurgando entre la carne donde se van a esconder rápidamente y
en los huecos entre los tendones y huesos hasta no dejar uno.

Cuando
el hombre ya deja de gritar y aullar, le ponemos yodo, gasas, etc. le
doy una palmada en la espalda, en una silla de ruedas lo llevo a un
camastro, le digo que soy del país de la camiseta que lleva puesta, le
deseo un buen día y pienso que sólo habla bengalí y no me entiende . Me
mira, se coje la camiseta, me guiña un ojo y con el puño cerrado hacia
mi levanta el pulgar.


We've a break


En las fotos se ve una paradisiaca playa con la arena blanca, agua
transparente, palmeras que llegan hasta la orilla, tías buenísimas en
biquini nadando, jugando con una pelotita y tomándose un aparatosa
bebida con una pajita tumbadas en la playa y como creemos que el coger
un poco de distancia del día a día esta ciudad y de este voluntariado
les vendrá bien a los calcuteños para descansar de nosotros allá que nos
vamos.
Pero queremos intentar agobiar más si cabe a los indios con
nuestra presencia y comportamiento, así que mañana Inés con la guitarra
acústica que se ha comprado, servidor con la cutre flauta que saca
sonidos de saxo y clarinete que compré por poco mas de un euro y Jordi
con mi gorra azul de kukusumusu que le dejo para pedir dinero, nos vamos
a tocarles las narices a los indios de estas playas con nuestra música,
pidiéndoles incesantemente dinero por tocar para ellos, molestándoles
comiendo con cuchara y tenedor y como con la mano como ellos,
irritándolos cuando alquilemos una moto con sidecar para recorrer la
isla y no tocando incesantemente el pito y quizás los rematemos cuando
utilicemos papel higiénico y tiremos agua al baño después de
utilizarlo.
Y si no conseguimos estresar (se escribe así?) a los
indios, seguro retomaremos fuerzas con un libro, una libreta para
escribir jilipolleces como las que estáis leyendo, la música que tanto
ayuda, la buena compañía de estos bandarras, las playas, las cabañas al
lado de la playa, el taparrabos de bañador que me he comprado por 35
rupias (0,50 cts de euro), etc.
Cuando hace dos semanas nos fuímos a
Darjeeling (maravilla de sitio entre Nepal, Bhutan y China en las
estribaciones del Himalaya) echábamos de menos Calcuta y nuestro
trabajo de voluntarios. Puede que el lugar físico de la felicidad no
está en lo que las agencias de viajes dicen es el paraíso.

Aunque
nos vamos poco tiempo me he despedido de mis entrañables residentes de
Prem Dam que son capaces de entender que mañana no iré, me decían que
quien los iba a afeitar, a ayudarlas a darles sus paseos, a bañarlos,
etc. Obelit me ha hecho una bonita pulsera de hilo blanca y negra,
'disco dancer' me ha cantado y bailado en indio, Binoy me ha abrazado y
se le han humedecido lo ojos......he ido a buscar a Rama a la "small
room" (habitación de 7 camas donde están los más jodidos) y un worker
(trabajadores contratados) me ha señalado el último cadáver amortajado.
He abierto la sábana de la mortaja para verle y acariciarle la cara tan
calavérica por última vez.

En Daya Dan no hay ningún niño con la cabeza bien como para entender que no iré al día siguiente.


Wish you were here


Las islas Andaman son un paraíso al que no ha llegado el turismo
occidental de lujos y grandes hoteles, te alojas en chozas básicas junto
al mar, cortan la luz frecuentemente, Internet funciona lento y mal,
todo baratísimo, paseas por playas tropicales desérticas de arena
blanca, agua cristalina y vegetación que llega al agua, alquilas una
pequeña moto y en media hora recorres la pequeña isla de Havelock a la
que tuvimos que llegar desde la isla principal después de dos horas y
media de barco, hace calor, llueve mucho, la vegatación es exuberante,
los pocos occidentales que hay son casi todos jóvenes israelíes, los
nativos son muchos mas cariñosos que en Calcuta.......un sitio
sensacional para perderse y olvidarse de muchas cosas, pero...
Echaba
de menos Calcuta, cuando esta tarde ibamos en el taxi del aeropuerto al
hotel estaba muy contento de volver estar en "mi ciudad" con que cada
vez mas me gusta pese a la largísima lista de inconvenientes que ya he
contado tiene. Me he alegrado mucho de volver a ver a los voluntarios,
sus abrazos y saludos afectuosos, la cena que han organizado. Mañana
estoy deseando volver Daya Dan para ver a mis alumnos ciegos Thomas y
Francis, a las prácticas de batería con Enoy, de teclado con Bernad, el
hablarle y tocar para que sienta a alguien a su lado Obinoy.....y Prem
Dam con su "disco dancer"........

Ahora tengo el sensación de que
las Andaman formará parte de está vivencia India con la choza de caña
junto al mar, dormirme cerca del mar mirando el ventilador del techo y
cubierto por una inmensa mosquitera, incluso la serpiente que una mañana
me esperaba detrás del sucio espejito del baño a la altura de mis
ojos, el pescado a la brasa de las cenas, algún que otro exceso etílico
con Inés y compañía, las noches estrelladas, los ratos en la playa, la
buena amistad con José, Javi, Yoli, Jorge, Omar, Rhiannon, Limor y Erez,
el buceo en los arrecifes de coral con bancos de barracudas y la
adrenalina de ser zona de tiburones y sobre todo ese pequeño mordisco
que a veces te dan en el corazón el recuerdo de personas que se te
metieron dentro y que tuve poco antes de dormirme la última noche cuando
se me puso un nudo en la garganta al empezar a oír en la cabaña de los
israelis de al lado la canción "Wish you were here" (Ojalá estuvieras
aquí).


Lagrimones


Cuando un voluntario trabaja su último día en Mother's House todos
los voluntarios y algunas "sisters" le cantamos una pegadiza canción de
despedida con una letra en la que se le dan las gracias por su trabajo,
se le dice que se le quiere y que se le echará de menos. A la mayoría le
saltan las lágrimas cuando en ese momento se le rodea y los voluntarios
con los que ha estado trabajando le cantan y aplauden, salen los
intensos momentos que se viven con los enfermos y niños de los centros
de trabajo y cercana relación que se tiene con los voluntarios que hemos
venido a este agujero del mundo. Hasta los japos y coreanos que tan
fríos que parace y que realmente no lo son, cogen unos sofocos de llanto
impresionantes que muchos latinos quisieran.
Por la tarde/noche te
ves con aquellos con los que han tenido una relación mas cercana y salen
otros sentimientos y ocasionalmente se dicen y escriben cosas aún mas
intensas , incluso siguiendo lo que tradicionalmente hacen los indios
con sus hijos, se regalan pulseras o colgantes en los que hay una
pequeña cápsula de plata y dentro de ella, sellado con cera, se escriben
unas palabras para esa persona que nunca deberá abrir para leerla y que
siempre deberá llevar encima.
Uno ya se ha convertido en una especie
de veterano, en algo mas de un mes que llevo por aquí ya sólo hay dos
españoles que estaban aquí cuando llegue a mediados de Octubre y de
todos los voluntarios habrán unos 10 mas veteranos que un servidor.
Todas las semanas vivo directamente unas cinco despedidas.
Ya
escribiré por los que ahora están y me han llegado al corazón, estas
palabras que sean para los que se han ido y ha saltado algún que otro
lagrimon.
Alberto, Mónica, Marta, Lisa, Jordi, Justine, Emerit,
Azahara, Mirella, Anabel, Roberto, Josefina la urugaya y Josefina la
chilena, Andrés, Peter, Simona, Isabel, Julio, Vanesa, Silvia, Pera,
Elvira, Luis, Ares, Joan, Steve y Thomas.

Rumsiki y Michel Jackson



Gracie
es una joven y guapa voluntaria americana de Oregon y que hará un mes
se encontró tirado en la calle medio muerto a Rumsiki, lo había
atropellado primero un autobús que dejó con el tobillo derecho triturado
y cojo para siempre y luego le pasó por encima un coche que le rompió y
dejó inútil para siempre el codo y hombro derecho. Nadie le atendía,
sabían que era uno de los parias de la calle, sin dinero ni familia, de
los que todos los días mueren por desnutrición, atropellados o en peleas
callejeras. El que pasara por allí alguien con los huevos que tiene
Gracie como para cargarlo al brazo, parar un taxi, pelearse con el
taxista que no quería que se le manchara el taxi de sangre, disputara el
sobreprecio que quería cobrarle, lo llevara al hospital, luego a Prem
Dam con las Hnas. de la Caridad, etc., en fin, le salvó el pellejo al
chaval. Según quien quiera interpretar este caso ha tenido mucha suerte o
Dios le ha ayudado o no se, ambas cosas.

Rumsiki es musulmán
dice tener 20 años aunque no aparenta mas de 15 y había abandonado la
cercana, miserable y rural Bangladesh para venir a Calcuta ya que con
tanta gente que hay por aquí siempre podría arañar de aquí y allá algo
de comida para ir tirando. Dormía y vivía en la calle y se las apañaba
para sobrevivir.
A Rumsiki lo conozco desde que llego a Prem Dam, es
tímido, huidizo y poco dado a las bromas del resto de internos y de
voluntarios y tiende a aislarse. Me sonreía cuando me veía y le decía
algo, no sabía su historia. Gracie me contaba que a raíz del accidente
tiene, por llamarlo de alguna forma, un bloqueo emocional y esta medio
en trance, se une a esto que habla un dialecto de Bangladesh y le es
costoso hablar en Bengali o Indi, no tiene a nadie. Vamos, uno de los
desheredados de la vida.

Esta mañana cuando en Prem Dam iba con
mi kit de barbería afeitar y cortar el pelo de cejas y orejas (es
increible el pelo que tienen en las orejas estos indios) a los
presumidos de mi clientes, me venia a buscar Gracie para pedirme que le
acompañara a llevar a Rumsiki a hacer unas pruebas a un clínica. No
suele responder a instrucciones de mujeres por la educación machista que
hay por aquí y una figura masculina le inspira, según Gracie, respeto
por la falta de figura paterna y bueno, allá que nos hemos ido los tres.

Rumsiki
primero desconfiaba de donde íbamos y he tenido que sacarlo medio a la
fuerza para llevarlo a una clínica mas que cutre que para dar un toque
mas sórdido tenía en la sala de espera una inmensa foto de Silveter
Stallone de boxeador en una de las muchas entregas de Rocky. Rumsiki iba
todo serio en el taxi sin querer responder a lo que Gracie le decía
(ella habla un poco de Bengali), sólo hacia un poco de caso cuando se lo
preguntaba yo en la traducción que me hacia, vamos hablábamos con un
muro que devolvía miradas de desconfianza (y eso que ella le había
salvado la vida) y gestos de miedo y con esa mirada que algunos nos
decican que parecen decir "con lo de puta madre que se vive en tu país,
que coño haces tu aquí?". Para dar mas ambiente a la experiencia al poco
de empezar el electrocardiográma le dice algo el enfermero que no
entendemos y de repente se quita los diodos (con lo que me había costado
convencerlo para que se tumbara en la camilla y se pusiera lo roñosos
diodos) e intenta salir corriendo. El enfermero le había querido gastar
una broma y le había dicho que se prepara que le iban a amputar la
pierna.

Hemos estado allí unas cinco horas, de sala en sala, lo
hemos llevado a que comiera algo y seguía estando muy cerrado pero el
caso es que cuando me miraba parecía que quería decirme algo y no sabía
como. A última hora en la sala de espera, después de haber intentado de
mil formas romper este bloqueo que tenímos con Rumsiki y ya dándolo por
imposible, estaba hablando de música con Gracie y como un poco payaso
soy me pongo en la cabeza esa braga gay que llevo en la mochila, las
gafas de sol y empiezo a tararear "Thiller" de Michel Jackson y a mover
la mano como los raperos americanos y ahí conseguimos llegar al alma de
Rumsiki arrancándole una sonrisa impresionante.

Las fotos en el
taxi de vuelta de Gracie, un servidor y Rumsiki con mi braga en la
cabeza, mis gafas de sol puestas, una sonrisa de oreja a oreja e
imitando a Michel Jackson no tienen desperdicio.


Engaños



El
tiempo va pasando y uno hasta empieza a ver lejana España y sus
costumbres, ya es mes y medio aquí. Te adaptas a esta vida como tus
instintos te permiten y día a día ves como naturales muchas cosas que
en nuestra cultura serían inauditas. Aún sigue costándome el aceptar
que algunos intocables su arrodillen ante mi para tocar mis pies
creyendo que soy de una casta superior por mi aspecto occidental o el
montar en un rickshaw (carros de transporte de personas empujados por
hombres) donde un hombre menudo, con un gran turbante en la cabeza y un
minúsculo doti (esos taparrabos que llevan algunos indios) me arrastra
descalzo por el asfalto. Me parece algo humillante, pero bueno, ¿de que
sino viviría este hombre? Esta cultura es así, aquí hay millones de
personas viviendo muchos siglos con la resignación de haber nacido en
una casta baja y sin ningún afán por cambiar su situación y esto no
puede cambiarse en un plis-plas. Ponemos minúsculos granos de arena
para hacer un mundo mejor, mas igualitario, para dar un poco de alegría
y cariño en pequeños momentos a estas personas y eso es todo.

Eso
si, el creerse que eres la hostia porque vienes aquí a echar una mano
es un error en que es demasiado fácil caer. Comiendo anteayer en uno de
esos puesto de comida callejera que tanto me gustan y que en todas
partes recomiendan que se debe nunca comer allí, una turista española
nos decía lo valientes que éramos los que nos implicamos varios meses
trabajando aquí. Me parece más valiente ese padre de familia que, con
uno solo sueldo, varios hijos, hipoteca, letras de coche, mas de 40
años, etc. planta cara ante una injusticia de su jefe y esa actitud
puede costarle su puesto de trabajo y como está el panorama por España
con esto del trabajo...... Si hiciéremos un listado de valientes no
somos tanto como parece la panda de piraos que andamos metidos en esta
aventura.

Y no podemos confiarnos con la vida en India. Aquí
deporte nacional es el cricket pero le sigue de cerca el engañar a
occidentales (el tercero es el tocarle el culo a las occidentales en
las habituales aglomeraciones). El sentirte veterano y creer que todo
lo tienes controlado es un error. Ayer por la tarde fui con Inés de mis
entretelas a visitar un templo hinduista dedicado a la diosa Kali y a
nosotros dos, que tan listos y veteranos nos creíamos, un tipo que
decía ser un sacerdote hindú y que nos abordo al entrar al templo, nos
engaño para sacarnos unos cuantas rupias de una forma tonta e infantil.
Aún estamos riéndonos de lo jilipollas que hemos sido.

No está bien empleados por listos. A ver si espabilamos


Música



Hay
mañanas en las sin saber porque te levantas quemado y hastiado de
muchas cosas, no se si será que Jupiter se alinea con Saturno, que me
hace falta de nuevo aire fresco o que levantarse con este ánimo sirve
para apreciar cuando una mañana es buena. Se que debo dar gracias de
estar vivo y sano, que no me ha atropellado aún ningún taxi, etc. pero
seguro que a muchos os pasan cosas similares. Te quemas.

El caso
es que hoy en Prem Dam buscaba una forma de que la mañana no se me
hiciera dura y sobre todo no transmitir ese mal estar a todos los que
me rodean, aquí hemos venido a dar cosas positivas, nada de malos
rollos. Como lo de no ir trabajar es lo último, he decidido ir y
recurrir a la música que tanto me ayuda a estar bien y a que no se me
hagan pesadas algunas cosas.

Así que después de lavar la ropa de
los internos, en vez de abrir mi barbería (que ya he ampliado el
negocio a cortado de uñas y de pelos de orejas y nariz) que tan bien me
sirve para comunicarme con ellos y hacer algo positivo, por el día de
hoy he transferido mis útiles de trabajo a americanos y japos (no hay
españoles últimamente) y allá que he ido hacia la parte de jardín donde
esta la peña con la música de mi móvil y auriculares puestos y menuda
atracción. Al verme primero me hacían el gesto de que hoy les tocaba
afeitado y yo les señala a los voluntarios afeitadores y luego por
gestos me preguntaban que llevaba en mis oídos. Me acercaba a ellos, me
quitaba un auricular y se lo ponía en su peluda y roñosa oreja y al
poco tenía una cola igual que la que tenía cuando los afeitaba.

Algunos
se quedaban como en trance escuchando música, otros arrancaban a
bailar y había quien se ponía melancólico y hasta se le humedecían los
ojos a algunos.
Hoy los Beatles, Mozart, Pink Floyd, Los Panchos,
David Bowie, Sabina, Serrat, Queen, Miles Davis, Coldplay, Radiohead,
Astrud Gilberto..... Han hecho un poco mas felices a esta panda de
indios desheredados y a mi me han arreglado el día.

Estoy pesando en incorporar al servicio de barbería música a petición.

Hospitales públicos




Había
que llevar a uno de los internos de Prem Dam al hospital para que con
unas radiografías, análisis de sangre y un electrocardiograma, un médico
estudiara la posibilidad de operar su maltrecha pierna e intentar que
volviera a caminar sin cojear. Yo que iba hoy a mi trabajo matutino
pensando en una selección de temas musicales para que, como decía ayer,
deleitar a mi clientela de la barbería con una variopinta música y
sobre todo a dos que están a punto de palmarla dejarlos afeitados, con
los pelos de la nariz y orejas bien cortados y habiendo escuchado una
selección de música que pacifica su espíritu y que va desde cantos
gregorianos, a bossa nova y Billie Holiday para que cuando les llegue
la reencarnación en la que tanto creen, les pille preparados, duchados,
afeitados y bien pelados pese a que esto se lo hace un menda que les
dice cosas en un idioma que no entienden, tiene la piel mas blanca que
ellos, les pone en los oídos un aparato que algunos parece no haber
visto nunca y escuchar música para ellos incompresible. (tenía que
haber fotografiado la cara del mas protestón de todo Perm Dam cuando
cambie de una dulce melodía de saxo de Stan Getz a los Sex Pistols).

Así
que nada de jilipolleces con la música y esta vez con Aude, una
encantadora voluntaria francesa de Burdeos, hemos cogido a este indio
de nombre complicadísimo y rosto impasible que parece Buster Keaton en
indio y que tampoco entenderá como dos occidentales se preocupan de que
se le opere para que vuelva a andar y pueda tener mas posibilidades en
su vida y lo hemos llevado a un hospital público donde he vivido una
mañana espeluznante. Dios mío que horror de sitio. Empezando por los
servicios mas guarros de toda India (que ya es decir) llenos de vendas
ensangrentadas y lavabos atascados que rezumaban ya imagináis que,
muchedumbres haciendo colas para ser atendidos, gritos, lloros,
empujones, ambulancia descargando a gente agonizando, pasillos llenos
de enfermos en camilla en el suelo con cadáveres al lado y ratas
cruzando por delante de todos nosotros, un ruido infernal, una cantidad
de suciedad difícil de describir, todo abandonado, sin higiene,
decrépito, en fin....Después de cerca dos horas (dos horas de verdad)
dando vueltas por el centro para encontrar donde estaba el médico que
al teníamos que convencer para que operara de forma gratuita, este nos
ha atendido en un cochambroso y estrecho cuarto con otro médico
enfrente de él que atendía a un matrimonio que estaban hombro con
conmigo y que la señora india sentada en su taburete tenía que enseñar a
su médico y prácticamente a todos nosotros su impresionante herida que
iba desde la rodilla a medio muslo. Creo que me costará quejarme en un
futuro de la sanidad pública española......Bueno, operará a nuestro
B.K. y dice que tiene muchas posibilidades de volver a andar sin
cojera, será con anestesia general y tres noches de hospital, sólo hay
que pagar los medicamentos de la operación que son unas 1200 rupias
(algo más de 17 Euros).
Si me reencarno quiero ser médico en un hospital como este.

Al
salir hemos a comprar medicamentos para paliar el azúcar alto que
tenia nuestro Buster Keaton y Aude y yo nos reíamos de lo mal que nos
ha sabido que en farmacia al lado del hospital hubiera un cartel que
decía que ellos no regateaban en el precio de los medicamentos. Te metes
en la vida india y te viene alguien con costumbres occidentales y te
jode la mañana

Y esta noche con dos voluntarias Olga y Lucía a Varanasi y Nepal.





 

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