La historia y el legado de los Asmoneos
CUANDO Jesús estuvo en la Tierra, el
judaísmo se hallaba dividido en partidos que pugnaban por imponer su
influencia sobre el pueblo. Este es el cuadro que pintan tanto los
relatos evangélicos como los escritos de Josefo, historiador judío del
siglo primero.
judaísmo se hallaba dividido en partidos que pugnaban por imponer su
influencia sobre el pueblo. Este es el cuadro que pintan tanto los
relatos evangélicos como los escritos de Josefo, historiador judío del
siglo primero.
Los fariseos y los saduceos tenían
entonces una enorme autoridad sobre la opinión pública, hasta el grado
de inducirla a rechazar a Jesús como el Mesías (Mateo 15:1, 2; 16:1; Juan 11:47, 48; 12:42, 43). No obstante, no se cita a estos dos influyentes grupos en ningún lugar de las Escrituras Hebreas.
entonces una enorme autoridad sobre la opinión pública, hasta el grado
de inducirla a rechazar a Jesús como el Mesías (Mateo 15:1, 2; 16:1; Juan 11:47, 48; 12:42, 43). No obstante, no se cita a estos dos influyentes grupos en ningún lugar de las Escrituras Hebreas.
Josefo menciona a los saduceos y los
fariseos por primera vez en el contexto de los sucesos del siglo segundo
antes de nuestra era. En aquella época, muchos judíos se rindieron a
los atractivos del helenismo, esto es, la cultura y la filosofía
griegas. La tensión entre helenismo y judaísmo alcanzó su punto álgido
cuando las autoridades seléucidas profanaron el templo de Jerusalén y lo
dedicaron a Zeus. Un dinámico jefe judío, Judas Macabeo, de una familia
conocida como los Asmoneos, encabezó un ejército rebelde que liberó el
templo del control griego.*
fariseos por primera vez en el contexto de los sucesos del siglo segundo
antes de nuestra era. En aquella época, muchos judíos se rindieron a
los atractivos del helenismo, esto es, la cultura y la filosofía
griegas. La tensión entre helenismo y judaísmo alcanzó su punto álgido
cuando las autoridades seléucidas profanaron el templo de Jerusalén y lo
dedicaron a Zeus. Un dinámico jefe judío, Judas Macabeo, de una familia
conocida como los Asmoneos, encabezó un ejército rebelde que liberó el
templo del control griego.*
Los años inmediatamente posteriores a
la revuelta y la victoria macabeas se caracterizaron por la formación
de sectas con ideologías antagónicas que pugnaban entre sí para poner de
su lado a la mayor parte de la comunidad judía. ¿Qué dio origen a esta
tendencia? ¿Por qué se dividió tanto el judaísmo? El repaso de la
historia de los Asmoneos nos dará la respuesta.
la revuelta y la victoria macabeas se caracterizaron por la formación
de sectas con ideologías antagónicas que pugnaban entre sí para poner de
su lado a la mayor parte de la comunidad judía. ¿Qué dio origen a esta
tendencia? ¿Por qué se dividió tanto el judaísmo? El repaso de la
historia de los Asmoneos nos dará la respuesta.
Independencia y desunión crecientes
Alcanzado el objetivo religioso de
restaurar la adoración de Jehová en el templo, Judas Macabeo se centró
en intereses políticos, por lo que muchos judíos dejaron de seguirle.
Pese a ello, él continuó peleando contra los reyes seléucidas, concertó
un tratado con Roma y trató de crear un estado judío independiente.
Judas murió en batalla, pero sus hermanos Jonatán y Simón prosiguieron
la lucha. Al principio, los gobernantes seléucidas combatieron a los
Macabeos con todas sus energías; no obstante, con el tiempo alcanzaron
acuerdos políticos por los que les concedían cierto grado de autonomía.
restaurar la adoración de Jehová en el templo, Judas Macabeo se centró
en intereses políticos, por lo que muchos judíos dejaron de seguirle.
Pese a ello, él continuó peleando contra los reyes seléucidas, concertó
un tratado con Roma y trató de crear un estado judío independiente.
Judas murió en batalla, pero sus hermanos Jonatán y Simón prosiguieron
la lucha. Al principio, los gobernantes seléucidas combatieron a los
Macabeos con todas sus energías; no obstante, con el tiempo alcanzaron
acuerdos políticos por los que les concedían cierto grado de autonomía.
Aunque los Asmoneos descendían de
sacerdotes, nunca habían ocupado el sumo sacerdocio, un puesto que, en
opinión de muchos judíos, pertenecía a los sacerdotes de la línea de
Sadoc, a quien Salomón había nombrado sumo sacerdote (1 Reyes 2:35; Ezequiel 43:19).
Jonatán se valió de la guerra y la diplomacia para persuadir a los
seléucidas de que le dieran a él ese cargo, pero tras su muerte, su
hermano Simón logró aún más. En septiembre del año 140 a.E.C. se emitió
en Jerusalén un importante decreto, conservado en unas tablillas de
bronce al estilo griego: “El rey Demetrio [el gobernante seléucida
griego] lo confirmó [a Simón], por esto, como sumo sacerdote, lo contó
entre sus amigos, y lo rodeó de honores [...]. Los judíos y los
sacerdotes resolvieron que Simón fuera su caudillo y sumo sacerdote de
por vida hasta que apareciera un profeta digno de crédito” (1 Macabeos
14:38-41, libro histórico apócrifo).
sacerdotes, nunca habían ocupado el sumo sacerdocio, un puesto que, en
opinión de muchos judíos, pertenecía a los sacerdotes de la línea de
Sadoc, a quien Salomón había nombrado sumo sacerdote (1 Reyes 2:35; Ezequiel 43:19).
Jonatán se valió de la guerra y la diplomacia para persuadir a los
seléucidas de que le dieran a él ese cargo, pero tras su muerte, su
hermano Simón logró aún más. En septiembre del año 140 a.E.C. se emitió
en Jerusalén un importante decreto, conservado en unas tablillas de
bronce al estilo griego: “El rey Demetrio [el gobernante seléucida
griego] lo confirmó [a Simón], por esto, como sumo sacerdote, lo contó
entre sus amigos, y lo rodeó de honores [...]. Los judíos y los
sacerdotes resolvieron que Simón fuera su caudillo y sumo sacerdote de
por vida hasta que apareciera un profeta digno de crédito” (1 Macabeos
14:38-41, libro histórico apócrifo).
Así, no solo las autoridades
seléucidas extranjeras acordaron que Simón y sus descendientes fueran
gobernantes y sumo sacerdotes, sino también “la Gran Asamblea” de su
propio pueblo, lo cual constituyó un momento histórico decisivo. Como
dijo el historiador Emil Schürer, una vez que los Asmoneos crearon una
dinastía política, “ya no fue su mayor afán el cumplimiento de la Torá
[la Ley judía], sino la defensa y la ampliación de su poder político”.
Sin embargo, Simón se cuidó de ofender la sensibilidad de los judíos y
escogió en lugar de “rey” el título “etnarca”, es decir, “caudillo del
pueblo”.
seléucidas extranjeras acordaron que Simón y sus descendientes fueran
gobernantes y sumo sacerdotes, sino también “la Gran Asamblea” de su
propio pueblo, lo cual constituyó un momento histórico decisivo. Como
dijo el historiador Emil Schürer, una vez que los Asmoneos crearon una
dinastía política, “ya no fue su mayor afán el cumplimiento de la Torá
[la Ley judía], sino la defensa y la ampliación de su poder político”.
Sin embargo, Simón se cuidó de ofender la sensibilidad de los judíos y
escogió en lugar de “rey” el título “etnarca”, es decir, “caudillo del
pueblo”.
No todo el mundo estaba de acuerdo
con que los Asmoneos usurparan tanto el poder religioso como el
político. Muchos historiadores opinan que fue en aquella época cuando se
formó la comunidad del Qumrán. Un sacerdote de la línea de Sadoc —según
se cree es el personaje al que los escritos de Qumrán llaman “Maestro
de justicia”— se marchó de Jerusalén y condujo a un grupo opositor al
desierto de Judea, al lado del mar Muerto. Uno de los rollos del mar
Muerto, un comentario del libro de Habacuc, condena al “Sacerdote Impío,
a quien se llama con el nombre de la fidelidad al comienzo de su
gestión. Pero cuando dominó sobre Israel se [engrió] su corazón”. El
parecer de muchos estudiosos es que esta descripción del “Sacerdote
Impío” gobernante encaja o con Jonatán, o con Simón.
con que los Asmoneos usurparan tanto el poder religioso como el
político. Muchos historiadores opinan que fue en aquella época cuando se
formó la comunidad del Qumrán. Un sacerdote de la línea de Sadoc —según
se cree es el personaje al que los escritos de Qumrán llaman “Maestro
de justicia”— se marchó de Jerusalén y condujo a un grupo opositor al
desierto de Judea, al lado del mar Muerto. Uno de los rollos del mar
Muerto, un comentario del libro de Habacuc, condena al “Sacerdote Impío,
a quien se llama con el nombre de la fidelidad al comienzo de su
gestión. Pero cuando dominó sobre Israel se [engrió] su corazón”. El
parecer de muchos estudiosos es que esta descripción del “Sacerdote
Impío” gobernante encaja o con Jonatán, o con Simón.
Simón prosiguió con sus campañas
militares para extender los territorios bajo su control. Sin embargo, su
reinado terminó bruscamente cuando su yerno Tolomeo lo asesinó junto a
dos de sus hijos mientras celebraban un banquete cerca de Jericó. Este
intento de hacerse con el control del país fracasó, pues a Juan Hircano,
el hijo superviviente de Simón, se le avisó de que iban a atentar
contra su vida, lo que le permitió capturar a quienes pretendían
matarlo, tras lo cual asumió el control político y el sumo sacerdocio en
lugar de su padre.
militares para extender los territorios bajo su control. Sin embargo, su
reinado terminó bruscamente cuando su yerno Tolomeo lo asesinó junto a
dos de sus hijos mientras celebraban un banquete cerca de Jericó. Este
intento de hacerse con el control del país fracasó, pues a Juan Hircano,
el hijo superviviente de Simón, se le avisó de que iban a atentar
contra su vida, lo que le permitió capturar a quienes pretendían
matarlo, tras lo cual asumió el control político y el sumo sacerdocio en
lugar de su padre.
Mayor expansión y opresión
Al principio, Juan Hircano tuvo que
hacer frente a graves amenazas de parte de las fuerzas sirias, pero en
129 a.E.C., la dinastía seléucida perdió una batalla crucial ante los
partos. Con relación a cómo le afectó esta guerra, el historiador judío
Menahem Stern escribió: “Toda la estructura del reino se desplomó”.
Hircano “pudo entonces recobrar la total independencia política de Judea
y comenzar a expandirse en varias direcciones”. Y en efecto se
expandió.
hacer frente a graves amenazas de parte de las fuerzas sirias, pero en
129 a.E.C., la dinastía seléucida perdió una batalla crucial ante los
partos. Con relación a cómo le afectó esta guerra, el historiador judío
Menahem Stern escribió: “Toda la estructura del reino se desplomó”.
Hircano “pudo entonces recobrar la total independencia política de Judea
y comenzar a expandirse en varias direcciones”. Y en efecto se
expandió.
Como la amenaza siria ya
no representaba un obstáculo, Hircano empezó a invadir y subyugar
territorios fuera de los límites de Judea. Los habitantes de aquellos
lugares tenían que convertirse al judaísmo, o sus ciudades serían
destruidas. Una de tales campañas fue contra los idumeos (edomitas). El
señor Stern comentó sobre ella: “La conversión de los idumeos fue la
primera de su clase, por tratarse de la conversión de todo un pueblo y
no de individuos aislados”. Otra de las zonas conquistadas fue Samaria,
cuyo templo, situado en el monte Garizim, arrasó Hircano. El historiador
Solomon Grayzel escribió lo siguiente sobre lo irónico de esta política
de conversiones forzosas que llevó a cabo la dinastía asmonea: “Nos
encontramos con que el nieto de Matatías [padre de Judas Macabeo] estaba
violando el mismo principio que con tanta nobleza había defendido la
generación anterior: la libertad de cultos”.
no representaba un obstáculo, Hircano empezó a invadir y subyugar
territorios fuera de los límites de Judea. Los habitantes de aquellos
lugares tenían que convertirse al judaísmo, o sus ciudades serían
destruidas. Una de tales campañas fue contra los idumeos (edomitas). El
señor Stern comentó sobre ella: “La conversión de los idumeos fue la
primera de su clase, por tratarse de la conversión de todo un pueblo y
no de individuos aislados”. Otra de las zonas conquistadas fue Samaria,
cuyo templo, situado en el monte Garizim, arrasó Hircano. El historiador
Solomon Grayzel escribió lo siguiente sobre lo irónico de esta política
de conversiones forzosas que llevó a cabo la dinastía asmonea: “Nos
encontramos con que el nieto de Matatías [padre de Judas Macabeo] estaba
violando el mismo principio que con tanta nobleza había defendido la
generación anterior: la libertad de cultos”.
Aparecen los fariseos y los saduceos
Josefo habla por primera vez de la
creciente influencia de los fariseos y los saduceos al escribir sobre el
reinado de Hircano. (Ya había mencionado a los fariseos que vivieron
durante el reinado de Jonatán.) No nos cuenta los orígenes de los
fariseos, pero algunos investigadores opinan que procedían de los
hasidim, una secta piadosa que apoyó a Judas Macabeo mientras trató de
alcanzar sus objetivos religiosos, pero que lo abandonó cuando este
empezó a abrigar ambiciones políticas.
creciente influencia de los fariseos y los saduceos al escribir sobre el
reinado de Hircano. (Ya había mencionado a los fariseos que vivieron
durante el reinado de Jonatán.) No nos cuenta los orígenes de los
fariseos, pero algunos investigadores opinan que procedían de los
hasidim, una secta piadosa que apoyó a Judas Macabeo mientras trató de
alcanzar sus objetivos religiosos, pero que lo abandonó cuando este
empezó a abrigar ambiciones políticas.
Por regla general, el nombre fariseo se
relaciona con una raíz hebrea que significa “los separados”, aunque hay
quien cree que está emparentado con “intérprete”. Los fariseos eran
eruditos que no pertenecían a un linaje especial, sino que procedían de
la gente común. Se separaban de la impureza ritual rigiéndose por unos
principios de piedad especial, en virtud de los cuales aplicaban a las
situaciones cotidianas las leyes del templo relativas a la santidad
sacerdotal. Idearon una nueva manera de interpretar las Escrituras y el
concepto que más adelante recibió el nombre de ley oral. Durante el
reinado de Simón incrementaron su influencia gracias a que algunos
entraron a formar parte de la Gerousía (consejo de ancianos), que tiempo
después recibió el nombre de Sanedrín.
relaciona con una raíz hebrea que significa “los separados”, aunque hay
quien cree que está emparentado con “intérprete”. Los fariseos eran
eruditos que no pertenecían a un linaje especial, sino que procedían de
la gente común. Se separaban de la impureza ritual rigiéndose por unos
principios de piedad especial, en virtud de los cuales aplicaban a las
situaciones cotidianas las leyes del templo relativas a la santidad
sacerdotal. Idearon una nueva manera de interpretar las Escrituras y el
concepto que más adelante recibió el nombre de ley oral. Durante el
reinado de Simón incrementaron su influencia gracias a que algunos
entraron a formar parte de la Gerousía (consejo de ancianos), que tiempo
después recibió el nombre de Sanedrín.
Josefo cuenta que al principio Juan
Hircano fue discípulo y partidario de los fariseos, pero en un
determinado momento ellos lo censuraron por no renunciar al sumo
sacerdocio, lo que desembocó en una drástica ruptura. Hircano prohibió
las ordenanzas religiosas farisaicas y, como castigo adicional, tomó
partido por los saduceos, adversarios religiosos de los fariseos.
Hircano fue discípulo y partidario de los fariseos, pero en un
determinado momento ellos lo censuraron por no renunciar al sumo
sacerdocio, lo que desembocó en una drástica ruptura. Hircano prohibió
las ordenanzas religiosas farisaicas y, como castigo adicional, tomó
partido por los saduceos, adversarios religiosos de los fariseos.
El nombre saduceo probablemente
se relaciona con el sumo sacerdote Sadoc, cuyos descendientes habían
ocupado el sacerdocio desde los días de Salomón, si bien no todos los
saduceos eran de este linaje. Según Josefo, eran aristócratas y gente
acaudalada de la nación, y no contaban con el apoyo de las masas. El
profesor Schiffman comenta que, ‘al parecer, la mayoría de ellos eran
sacerdotes o se habían casado con mujeres de las familias de los sumos
sacerdotes’. Así que llevaban mucho tiempo relacionados estrechamente
con quienes ostentaban el poder, por lo cual percibían como una amenaza
que podía minar su autoridad natural la creciente importancia de los
fariseos en la vida pública, así como su idea de extender la santidad
sacerdotal a todo el mundo. En los últimos años del reinado de Hircano,
los saduceos recuperaron el control.
se relaciona con el sumo sacerdote Sadoc, cuyos descendientes habían
ocupado el sacerdocio desde los días de Salomón, si bien no todos los
saduceos eran de este linaje. Según Josefo, eran aristócratas y gente
acaudalada de la nación, y no contaban con el apoyo de las masas. El
profesor Schiffman comenta que, ‘al parecer, la mayoría de ellos eran
sacerdotes o se habían casado con mujeres de las familias de los sumos
sacerdotes’. Así que llevaban mucho tiempo relacionados estrechamente
con quienes ostentaban el poder, por lo cual percibían como una amenaza
que podía minar su autoridad natural la creciente importancia de los
fariseos en la vida pública, así como su idea de extender la santidad
sacerdotal a todo el mundo. En los últimos años del reinado de Hircano,
los saduceos recuperaron el control.
Más política y menos piedad
Al hijo mayor de Hircano,
Aristóbulo, le sorprendió la muerte cuando solo llevaba reinando un año.
Él había continuado con los itureos la política de conversiones
forzosas y había puesto la alta Galilea bajo control asmoneo. Sin
embargo, fue durante el reinado de su hermano, Alejandro Janeo (de 103 a 76 a.E.C.), cuando la dinastía asmonea alcanzó el cenit de su poder.
Aristóbulo, le sorprendió la muerte cuando solo llevaba reinando un año.
Él había continuado con los itureos la política de conversiones
forzosas y había puesto la alta Galilea bajo control asmoneo. Sin
embargo, fue durante el reinado de su hermano, Alejandro Janeo (de 103 a 76 a.E.C.), cuando la dinastía asmonea alcanzó el cenit de su poder.
Alejandro Janeo rompió con la norma
seguida hasta entonces y se proclamó libremente sumo sacerdote y rey.
Se intensificaron los conflictos entre los Asmoneos y los fariseos, que
incluso desembocaron en una guerra civil que se cobró 50.000 vidas
judías. Aplastada la rebelión, Janeo actuó de una manera que recordaba a
los reyes paganos: mandó empalar a 800 rebeldes e hizo matar a sus
esposas e hijos ante sus agonizantes ojos, mientras él banqueteaba en
público con sus concubinas.*
seguida hasta entonces y se proclamó libremente sumo sacerdote y rey.
Se intensificaron los conflictos entre los Asmoneos y los fariseos, que
incluso desembocaron en una guerra civil que se cobró 50.000 vidas
judías. Aplastada la rebelión, Janeo actuó de una manera que recordaba a
los reyes paganos: mandó empalar a 800 rebeldes e hizo matar a sus
esposas e hijos ante sus agonizantes ojos, mientras él banqueteaba en
público con sus concubinas.*
Pese a su enemistad con los
fariseos, Janeo, como político pragmático que era, se dio cuenta de que
estos contaban cada vez con mayor apoyo popular, por lo que en su lecho
de muerte aconsejó a su esposa, Salomé Alejandra, que compartiera el
poder con ellos. Janeo había optado por que fuera ella, y no sus hijos,
quien le sucediera al frente del reino. Salomé Alejandra fue una reina
competente que dio a la nación uno de los períodos más pacíficos de la
época asmonea (76-67 a.E.C.). Los fariseos recuperaron sus puestos de
autoridad, y se revocaron las leyes contra sus ordenanzas religiosas.
fariseos, Janeo, como político pragmático que era, se dio cuenta de que
estos contaban cada vez con mayor apoyo popular, por lo que en su lecho
de muerte aconsejó a su esposa, Salomé Alejandra, que compartiera el
poder con ellos. Janeo había optado por que fuera ella, y no sus hijos,
quien le sucediera al frente del reino. Salomé Alejandra fue una reina
competente que dio a la nación uno de los períodos más pacíficos de la
época asmonea (76-67 a.E.C.). Los fariseos recuperaron sus puestos de
autoridad, y se revocaron las leyes contra sus ordenanzas religiosas.
A la muerte de Salomé, sus hijos
Hircano II, que había sido sumo sacerdote, y Aristóbulo II, se
enzarzaron en una lucha por el poder. Ambos carecían de la visión
política y militar de sus antepasados, y parece que tampoco
comprendieron toda la trascendencia de la creciente presencia de Roma en
la zona tras el hundimiento total de los seléucidas. En 63 a.E.C.,
ambos hermanos pidieron al gobernante romano Pompeyo, entonces en
Damasco, que mediara en su disputa. Ese mismo año, Pompeyo y sus tropas
marcharon hacia Jerusalén y asumieron el control. Fue el principio del
fin de la dinastía asmonea. En 37 a.E.C. tomó Jerusalén el rey idumeo
Herodes el Grande, a quien el Senado romano había aprobado como “rey de
Judea” y “aliado y amigo del pueblo romano”. Había terminado el reino
asmoneo.
Hircano II, que había sido sumo sacerdote, y Aristóbulo II, se
enzarzaron en una lucha por el poder. Ambos carecían de la visión
política y militar de sus antepasados, y parece que tampoco
comprendieron toda la trascendencia de la creciente presencia de Roma en
la zona tras el hundimiento total de los seléucidas. En 63 a.E.C.,
ambos hermanos pidieron al gobernante romano Pompeyo, entonces en
Damasco, que mediara en su disputa. Ese mismo año, Pompeyo y sus tropas
marcharon hacia Jerusalén y asumieron el control. Fue el principio del
fin de la dinastía asmonea. En 37 a.E.C. tomó Jerusalén el rey idumeo
Herodes el Grande, a quien el Senado romano había aprobado como “rey de
Judea” y “aliado y amigo del pueblo romano”. Había terminado el reino
asmoneo.
El legado de los Asmoneos
En la época asmonea, desde Judas
Macabeo hasta Aristóbulo II, se puso el fundamento de la división
religiosa existente cuando Jesús estuvo en la Tierra. El celo por la
adoración de Dios que caracterizó al principio a los Asmoneos degeneró
en un abusivo interés personal. Sus sacerdotes, que tuvieron la
oportunidad de unir al pueblo en la práctica de la Ley de Dios, llevaron
a la nación al abismo de los enfrentamientos políticos internos. En
este ambiente florecieron las ideas religiosas divisivas. Los Asmoneos
dejaron de existir, pero la lucha por el control religioso entre
saduceos, fariseos y otros partidos caracterizaría a la nación bajo
Herodes y Roma.
Macabeo hasta Aristóbulo II, se puso el fundamento de la división
religiosa existente cuando Jesús estuvo en la Tierra. El celo por la
adoración de Dios que caracterizó al principio a los Asmoneos degeneró
en un abusivo interés personal. Sus sacerdotes, que tuvieron la
oportunidad de unir al pueblo en la práctica de la Ley de Dios, llevaron
a la nación al abismo de los enfrentamientos políticos internos. En
este ambiente florecieron las ideas religiosas divisivas. Los Asmoneos
dejaron de existir, pero la lucha por el control religioso entre
saduceos, fariseos y otros partidos caracterizaría a la nación bajo
Herodes y Roma.
[Notas]
Véase el artículo “¿Quiénes fueron los Macabeos?”, de La Atalaya del 15 de noviembre de 1998.
El rollo del mar
Muerto “Comentario de Nahúm” menciona al “León Furioso” que “colgó a
hombres vivos”, lo que tal vez haga referencia al suceso mencionado.
Muerto “Comentario de Nahúm” menciona al “León Furioso” que “colgó a
hombres vivos”, lo que tal vez haga referencia al suceso mencionado.
[Tabla de la página 30]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
La dinastía asmonea
Judas Macabeo Jonatán Macabeo Simón Macabeo
↓
Juan Hircano
↓ ↓
Salomé Alejandra — se casó con — Alejandro Janeo Aristóbulo
↓ ↓
Hircano II Aristóbulo II
[Ilustración de la página 27]
Judas Macabeo luchó por la independencia judía
[Reconocimiento]
The Doré Bible Illustrations/Dover Publications, Inc.
[Ilustración de la página 29]
Los Asmoneos trataron de expandir su control sobre las ciudades no judías
[Reconocimiento]
The Doré Bible Illustrations/Dover Publications, Inc.
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