La
Batalla de Carabobo, ocurrida el 24 de junio de 1821 en Carabobo
(Valencia, Venezuela) entre el ejército realista del mariscal de campo
Miguel de la Torre y el ejército republicano mandado por el general
Simón Bolívar, se le prefiere llamar la segunda batalla de Carabobo para
diferenciarla de una anterior ocurrida el 28 de mayo de 1814.
El
armisticio celebrado en Trujillo el 26 de noviembre de 1820 entre Simón
Bolívar y el general español Pablo Morillo, se rompió antes de cumplirse
los seis meses de su vigencia. En efecto, el 28 de enero de 1821
Maracaibo se sublevaba contra España y, poco después, Morillo renunciaba
al cargo de jefe del ejército realista acantonado en Araure, en las
cercanías de Valencia. El gobierno español le reemplazó por el mariscal
de la Torre, al tiempo que Bolívar reiniciaba su campaña para la
liberación de Caracas. Las fuerzas republicanas empezaron la ofensiva
sobre esta capital desde tres frentes distintos, uno al mando del
general José Antonio Páez desde los llanos, otro dirigido por Bolívar a
través de los Andes y el último por la zona de Maracaibo al mando del
general Francisco Bermúdez. Los tres convergieron en el valle de Aragua;
mientras las fuerzas de Bolívar y Páez se unieron para enfrentar al
mariscal de la Torre, las de Bermúdez prosiguieron su avance hacia
Caracas por el este en una táctica de distracción.
Los
ejércitos republicano y realista se encontraron en la sabana de Carabobo
hacia mediados de junio. El ejército español, que llegó a este punto
procedente de Araure, distribuyó sus fuerzas por el oeste hasta el
camino de San Carlos y por el sur hasta la ruta a El Pao. La primera
línea defensiva realista fue encomendada a la 1ª. División del general
Tomás García; la posición que correspondía a la línea del Pao estuvo a
cargo de la División de Vanguardia al mando del brigadier Francisco
Tomás Morales. La reserva quedó integrada por el Segundo Batallón del
Burgos y cuatro regimientos de caballería. La artillería, compuesta por
dos cañones, fue emplazada en una pequeña altura cercana a dos de los
batallones de la División García más importantes (el de Valencey y
Barbastro). La fuerza total con la que se contaba para el combate era de
5,000 hombres. Por su parte, el ejército republicano fue organizado en
tres divisiones, la primera al mando del general Páez, la segunda al
comando del Manuel Cedeño y la tercera a cargo del coronel Ambrosio
Plaza. En total, Bolívar contó con una fuerza de 6,500 hombres para
enfrentarse a los españoles. Al amanecer del día de la batalla, desde el
cerro de Buenavista, Bolívar hizo un reconocimiento de la posición
realista y quedó convencido de que era imposible atacar la posición del
ejército realista por el frente y el sur. Por el contrario, consideró
que el flanco derecho realista era el más débil y que por allí debía
lanzarse la ofensiva. Así, ordenó que las divisiones Páez y Cedeño se
juntaran por la izquierda y flanquearan la derecha de su enemigo,
dejando a la división Plaza proseguir por el centro. A pesar de la
rapidez con que se produjo la variación táctica en las filas
republicanas, el mariscal De la Torre se dio cuenta de la intención de
Bolívar y envió al batallón Burgos a reforzar su ala derecha para
impedir la entrada de las divisiones Páez y Cedeño. La batalla comenzó
con un enfrentamiento entre las tropas del Burgos y el batallón Bravos
de Apure, cabeza de la división Páez, que tras cruzar el riachuelo de
Carabobo intentaba llegar a la parte plana de la sabana. El batallón
republicano tuvo que retroceder dos veces ante lo efectivo de la
ofensiva realista. Sólo cuando Páez ordenó al batallón Cazadores
Británicos reforzar a los Bravos de Apure, fue cuando el batallón
español comenzó a ceder terreno. La primera división patriota aprovechó
esta circunstancia para tomar la sabana y forzar el repliegue de la
vanguardia realista. Mientras De la Torre trató de aumentar la
resistencia de su avanzada con los batallones Infante, Príncipe y
Barbastro, el grueso de la caballería republicana de la división de Páez
entraba por el norte al escenario de la batalla. Atacados de frente por
la infantería y a la derecha por la caballería, los batallones
realistas emprendieron la retirada. El mariscal De la Torre, en una
decisión desesperada, ordenó al Regimiento de Lanceros del Rey que
cargara sobre la caballería de Páez, pero éstos desobedecieron y
rehuyeron el combate. El primer batallón realista de Valencey, que
todavía no había intervenido en la lucha, al ver el retroceso
generalizado de los batallones, inició la retirada bajo la presión de la
tercera división. A este grupo se sumaron luego el propio mariscal De
la Torre y su Estado mayor, dirigiéndose todos hacia Valencia y Puerto
Cabello. La persecución, encomendada por Bolívar a la segunda y tercera
división, sólo pudo dar alcance al batallón ligero del Barbastro, quien
tuvo que rendirse. Según el parte realista, de los 4,279 hombres que
combatieron en Carabobo se perdieron 2 oficiales superiores, 120
subalternos y 2,786 individuos de tropa. Entre los republicanos las
bajas en muertos y heridos se contabilizaron en cerca de 1,000 hombres.
La victoria de Bolívar en Carabobo resultó decisiva para liberar a
Caracas y al resto del territorio venezolano de la ocupación española.
Fuente: Encarta
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