jueves, 4 de agosto de 2016

Apuntes de Reumatología

Apuntes de Reumatología





Las vasculitis son un grupo de enfermedades que se caracterizan por presentar
inflamación de los vasos sanguíneos, determinando así
deterioro u obstrucción al flujo de sangre y daño a la integridad
de la pared vascular. Pueden afectar cualquier tipo de vaso del organismo
y el compromiso puede ser de uno o varios órganos o sistemas.
La clínica de estas enfermedades está
dada por la expresión de la isquemia a los tejidos irrigados por
los vasos comprometidos, además de presentar fiebre, baja de peso
y compromiso estado general que acompañan frecuentemente a la inflamación
sistémica.
El diagnóstico de las vasculitis se basa en
la combinación de hallazgos clínicos, serológicos,
histológicos y angiográficos.
Se clasifican según un consenso desarrollado
en 1992 (Conferencia de Chapel Hill), que toma en cuenta los siguientes
aspectos:
  • Manifestaciones clínicas e histopatológicas
  • Tamaño de los vasos comprometidos
  • Presencia de marcadores serológicos, por ejemplo los anticuerpos
    anticitoplasma de neutrófilo (ANCA)
  • Tejido comprometido, demostrado por inmunohistoquímica

    Patogenia de las vasculitis

    La inflamación de los vasos puede ocurrir por tres mecanismos:


  1. Noxa directa sobre el vaso por algún agente: este es
    el mecanismo menos reconocido como responsable del desarrollo de vasculitis.
    Se han descrito en relación con agentes infecciosos (virales
    o bacterianos), embolías de colesterol e inyección de
    ciertos materiales tóxicos (ej. Abuso de drogas).



  2. Procesos inflamatorios dirigidos sobre algún componente
    de la pared vascular
    : se reconocen anticuerpos antimembrana basal,
    que pueden causar capilaritis en pulmón y riñón
    y Anticuerpos anti célula endotelial.



  3. Compromiso secundario a un proceso inflamatorio no relacionado
    directamente a los vasos
    : Este es el mecanismo con mayor evidencia
    en el desarrollo de vasculitis, en donde la formación de complejos
    inmunes juega un papel fundamental. Cualquier antígeno que permanezca
    por un tiempo suficiente en el intravascular es capaz de gatillar la
    producción de anticuerpos, que unidos al antígeno forman
    complejos inmunes en la circulación

    Los mecanismos inmunes involucrados en el desarrollo de las vasculitis
    se han clasificado en cuatro tipos:


  1. Asociado con enfermedades atópicas: En estas las reacciones
    de hipersensibilidad tipo I son centrales. Hay producción de
    IgE en respuesta a algún agente ambiental, que se unen a las
    células plasmáticas a través de su receptor Fc.
    En las exposiciones posteriores al agente ambiental, la IgE unida induce
    la degranulación de los mastocitos liberando mediadores que producen
    reacciones alérgicas.
    Ejemplos de vasculitis donde los fenómenos atópicas
    pudieran jugar un papel son el síndrome de Churg Strauss
    y la Vasculitis urticarial


  2. Asociada con autoanticuerpos: Las reacciones de hipersensibilidad
    tipo II involucran la producción de (auto) anticuerpos tipo IgM
    o IgG.
    En este grupo los anticuerpos más importantes reconocidos
    son los anticuerpos anti citoplasma de neutrófilos (ANCA) y
    los anticuerpos anticélulas endoteliales (AECA). Los ANCA son
    detectados por técnicas de inmunofluorescencia, que reconoce
    dos patrones: fluorescencia granular citoplasmática (cANCA)
    o fluorescencia perinuclear (pANCA). También se pueden detectar
    los antígenos blanco de los ANCA a través de técnica
    de ELISA, pudiendo reconocer a la proteinasa-3 (PR3) en el caso de
    los cANCA y a la Mieloperoxidasa (MPO) en el caso del pANCA.


    Tanto el PR3 como el MPO son proteínas que se almacenan en
    los gránulos azurofílicos de los polimorfonucleares,
    y tienen funciones importantes como actividad proteolítica,
    activación de citokinas, control de crecimiento y diferenciación
    celular y formación de especies reactivas de oxígeno.
    Estas proteínas pueden expresarse en la membrana celular, siendo
    blanco de unión de los ANCA lo que determina la activación
    celular y subsecuente daño endotelial.


    Las vasculitis clásicas ANCA (+) son la Vasculitis de Wegener
    (GW), la Poliangiitis microscópica (MPA) y la vasculitis
    de Churg Strauss.


    También se han descrito ANCA, principalmente pANCA en algunas
    infecciones, reacciones a drogas y tumores.


    Los AECA se pueden detectar por técnica de ELISA. Constituyen
    un grupo de autoanticuerpos, cuyo antígeno no está bien
    definido. Se pueden encontrar en una serie de vasculitis primarias
    (Kawasaki, Wegener, MPA) o secundarias, y no es claro si juegan un
    papel patogénico en estas o se trataría de un epifenómeno.


  3. Asociada con complejos inmunes: estas se caracterizan por presentar
    complejos inmunes circulantes y depósito de estos en las paredes
    de los vasos sanguíneos. Representan una reacción de hipersensibilidad
    tipo III.
    Los complejos inmunes son el resultado de la unión no covalente
    del antígeno y su anticuerpo. Sólo en dos entidades
    se ha identificado el antígeno circulante en los complejos
    inmunes: antígeno de hepatitis B en la Poliarteritis Nodosa
    (PAN) y antígeno de la Hepatitis C en algunos pacientes
    con Crioglobulinemia mixta esencial.


    Otro ejemplo de estas vasculitis es el Púrpura de Henoch-Schönlein,
    en la que se identifican complejos inmunes que contienen IgA.


  4. Asociada con Hipersensibilidad mediada por linfocitos T: representan
    una reacción de hipersensibilidad tipo IV.

En la pared arterial se encuentra un gran número y proporción
de linfocitos T CD4 infiltrantes. También se encuentran macrófagos
y células gigantes, con ausencia casi total de neutrófilos
y células plasmáticas. Ejemplos de estas vasculitis son
la Arteritis de la Temporal y la Arteritis de Takayasu,
ambas vasculitis de grandes vasos.



Clasificación de las vasculitis


Una de las clasificaciones más utilizada es aquella que
las agrupa según el tamaño del vaso comprometido





Vasos Pequeños



Asociadas con ANCA:

Síndrome de Wegener o Granulomatosis deWegener

Poliangiitis Microscópica (Micropoliangiitis)

Síndrome de Churg-Strauss .Secundarias a infecciones
y drogas




Asociada con Complejos Inmunes

Púrpura de Henoch-Schönlein

Crioglobulinemia

Vasculitis urticarial hipocomplementémica

Síndrome de Goodpasture

Enfermedad de Behcet

Enfermedad del suero

Secundaria a otras ETC: Lupus, Artritis Reumatoide y Sjögren

Secundaria a drogas e infecciones




Paraneoplásicas

Secundarias a neoplasias linfoproliferativas, mieloproliferativas
y carcinoma



Asociada con Enfermedad Intestinal Inflamatoria






Vasos medianos

Poliarteritis Nodosa (PAN)

Enfermedad de Kawasaki






Vasos Grandes

Arteritis de Células Gigantes

Arteritis de Takayasu



Clínica de las Vasculitis

El espectro de manifestaciones clínicas es muy variado
y va desde sólo compromiso estado general, manifestado con baja
de peso, anorexia, astenia y fiebre hasta un compromiso de múltiples
órganos y sistemas que puede determinar una falla multiorgánica
y la muerte del paciente


Cuadro clínico general:

  1. Piel: Las manifestaciones son variadas: exantema, púrpura,
    nódulos subcutáneos, úlceras, necrosis y lívedo
    reticularis. Estas lesiones traducen compromiso inflamatorio de arteriolas
    y capilares subcutáneos y de la dermis, y que puede ser necrotizante
    o granulomatoso al examen histológico. La distribución
    no es constante, pudiendo existir compromiso de extremidades, tronco
    o ambos.



  2. Neurológico: lo más frecuente es la neuropatía
    periférica, que se puede manifestar como mononeuritis múltiple
    o menos frecuente como polineuropatía. Está determinada
    por compromiso inflamatorio de los vasos del epineuro y produce alteraciones
    de las fibras sensoriales (parestesias, disestesias, hormigueo y sensación
    de "corriente") o de las fibras motoras (paresia) o ambas.
    El compromiso de los vasos meníngeos es menos frecuente, aunque
    la cefalea puede ser la manifestación más frecuente e
    intensa de la arteritis de la Temporal.



  3. Músculo: compromiso inflamatorio de los vasos musculares,
    lo que determina una miopatía con dolor en masas musculares y
    déficit de fuerzas. Se caracteriza por producir elevación
    de las enzimas CPK y LDH.



  4. Articulaciones: se observan artralgias, en general de articulaciones
    grandes y artritis en un 10-20% de los pacientes.



  5. Vísceras: puede haber compromiso de cualquier órgano.
    Los más frecuentes son el compromiso de vía aérea-pulmón
    y riñón. En la vía aérea el compromiso
    vascular puede determinar una sinusitis, otitis, mastoiditis, perforación
    del tabique nasal y alteración de cuerdas vocales. Las manifestaciones
    pulmonares pueden ser hallazgos radiológicos como formación
    de nódulos, cavitaciones o infiltrados hasta hemoptisis y hemorragia
    pulmonar con el subsecuente compromiso ventilatorio del paciente. El
    compromiso renal puede manifestarse como cualquiera de los síndromes
    nefrológicos clásicos: síndrome urinario, nefrítico
    o nefrótico, que pueden llevar a la insuficiencia renal terminal.
    También puede manifestarse como HTA de reciente comienzo o difícil
    manejo.


Otros compromisos que se pueden observar son el intestinal,
con hemorragia digestiva, perforación u obstrucción intestinal;
cardíaco, con isquemia miocárdica; ocular,
con episcleritis, uveítis y amaurosis; hepático,
con elevación de transaminasas.


Las distintas vasculitis pueden manifestar ciertos patrones de compromiso
de órganos y sintomatología predominantes que orientan
en la diferenciación clínica:


  • Compromiso de pulmón y riñón (síndrome
    riñón-pulmón) en la GW y MPA.
  • Compromiso piel y riñón (síndrome dérmico—renal)
    en el Púrpura Henoch- Schönlein y en las Crioglobulinemias
  • Compromiso vía aérea superior en la granulomatosis de
    Wegener
  • Compromiso pulmonar obstructivo, tipo asma bronquial, en el Churg-Strauss
  • Compromiso intestinal, con dolor y hemorragia intestinal en el Púrpura
    de Henoch- Schönlein
  • Ausencia de pulsos en extremidades en Arteritis de Takayasu
  • Cefalea, compromiso ocular y mandibular en la Arteritis de la Temporal

Laboratorio en las Vasculitis



Los exámenes que se solicitan van orientados a confirmar el
compromiso inflamatorio sistémico de estas vasculitis, el compromiso
particular de los distintos órganos y exámenes diagnósticos
para diferenciar tipo de vasculitis.


  1. Hemograma-VHS: es frecuente encontrar anemia de grado variable, habitualmente
    normocítica-normocrómica, Plaquetas y VHS elevadas.
  2. Perfil bioquímico: evaluar compromiso renal (elevación
    del BUN), hepático (transaminasas y bilirrubina) y muscular (LDH)
  3. Creatininemia para evaluación de la función renal y
    sedimento de orina para evaluar la presencia de proteinuria y de inflamación
    glomerular: hematuria con glóbulos rojos dismórficos y
    presencia de cilindros, principalmente hemáticos.
  4. CPK para evaluación compromiso inflamatorio muscular
  5. Radiografía de Tórax, en busca de infiltrados o nódulos
    pulmonares
  6. Electromiografía (EMG), que certifica mononeuritis múltiple,
    polineuropatía o miopatía
  7. ANCA, anti-PR3 y anti-MPO: que son positivos hasta en 90% de los GW
    y MPA
  8. Crioglobulinas séricas y niveles de complementos C3 y C4.
  9. Serología de Hepatitis B y C cuando se sospecha formación
    de crioglobulinas.
  10. Angiografía, que demuestra irregularidades del calibre de los
    grandes vasos en caso de Arteritis de Takayasu

    Histopatología



Idealmente se debe procurar biopsia del tejido u órgano comprometido
para estudio histopatológico y certificación diagnóstica.
Los órganos más frecuentemente biopsiados en estas vasculitis
son la piel, nervio sural, vía aérea superior (principalmente
senos nasales y paranasales) y riñón. Menos frecuente,
por la dificultad técnica que implica, el pulmón. Cuando
hay sospecha de Arteritis de la Temporal, el sitio de biopsia es la
arteria temporal.


Los hallazgos que se buscan para hacer el diagnóstico son la
inflamación arterial, necrosis o granulomatosis. Siempre se complementa
con inmunofluorescencia en busca de depósitos de IgA (Henoch
Schönlein), IgM e IgG (crioglobulinemias). Las vasculitis asociadas
a ANCA son habitualmente pauci-inmunes, o sea su inmunofluorescencia
es negativa.


Tratamiento



Una vez hecho el diagnóstico de vasculitis determinada,
es necesario comenzar un tratamiento precoz para evitar el desarrollo
de complicaciones y evitar la morbimortalidad que puede ser elevada
en poliangiitis. El diagnóstico muchas veces requiere la exclusión
de otras enfermedades que pueden producir sintomatología similar,
principalmente infecciones y tumores


La mayoría de las vasculitis requiere tratamiento esteroidal
en dosis altas, que puede ser dado en forma oral (Prednisona 0.5-1 mg
/kg peso/día) o en pulsos endovenoso, cuando exista riesgo de
compromiso de órgano vital (ej desarrollo de rápida insuficiencia
renal, hemorragia pulmonar masiva, compromiso visión etc). La
duración del tratamiento esteroidal es variable, dependiendo
del tipo de vasculitis y la respuesta al tratamiento instaurado. En
general se debe intentar la disminución rápida, aunque
gradual, de las dosis para evitar las temidas complicaciones de los
corticoides (aspecto de Cushing, hipertensión arterial, elevación
de la glicemia, aparición de estrías y acné, glaucoma,
necrosis ósea avascular, infecciones y otras etc.).


La efectividad del tratamiento de las vasculitis ha sido analizada
repetidamente en los últimos años. Como tratamiento de
mantención, prevención de recaídas y "ahorrador
de esteroides", el tratamiento combina el uso de corticoides con
citotóxicos como el Metotrexate, Azatioprina o Ciclofosfamida.
La elección de estos estará dada por el tipo de vasculitis,
la extensión del compromiso clínico, la respuesta al tratamiento
y efectos adversos. Estos medicamentos tienen riesgo de complicaciones,
que pueden ser fatales. La principal complicación son las infecciones.


La Ciclofosfamida puede causar infecciones asociadas o no con leucopenia
o hipogamaglobulinemia secundaria, cistitis hemorrágica, cáncer
vesical, insuficiencia ovárica y testicular con infertilidad
secundaria. El Metotrexate tiene riesgo de hepatotoxicicidad y requiere
un estricto control de pruebas hepáticas, además leucopenia,
úlceras orales. La azatioprina también tiene riesgo de
infecciones y leucopenia. Todas pueden ser pontencialmente teratogénicas.


Vasculitis de vaso grande

Arteritis de la Temporal

Esta vasculitis aumenta directamente con la edad, observándose
preferentemente en adultos mayores de 50 años. Compromete el doble
a mujeres que a los hombres, y de preferencia se observa en población
blanca.
Prevalencia (EEUU) : 223 casos por 100.000 habitantes
mayores de 50 años.

Clínica:

  • CEG son marcados, con astenia, anorexia y baja de peso.
  • Fiebre de grado variable en 15% de los casos.
  • Cefalea, que puede ser el síntoma predominante. La localización
    es variable, pudiendo ser frontal, occipital o generalizada. Se puede
    acompañar de sensibilidad en el cuero cabelludo, que se presenta
    al peinarse o lavarse el pelo. Al examen se puede encontrar las arterias
    temporales engrosadas, con nódulos y sensibles. También
    puede encontrarse áreas de necrosis o infartos de cuero cabelludo
  • Manifestaciones oftálmicas, hasta en 25-50% de los pacientes.
    Son secundarias a la oclusión de arterias orbitales u oftálmicas.
    Puede presentarse desde visión borrosa y disminución agudeza
    visual hasta amaurosis total, habitualmente súbita y permanente.
    Esto constituye una emergencia médica, que requiere un tratamiento
    agresivo y precoz
  • Claudicación mandibular, en hasta 2/3 de los pacientes. En
    forma ocasional se asocia a parestesias en la lengua, pérdida
    del gusto y dolor.
  • Otras menos frecuentes: hipoacusia, depresión, confusión,
    insuficiencia cardiaca
    Dentro de la clínica es importante mencionar que hasta en
    50% de los pacientes se encuentran síntomas compatibles con
    una Polimialgia Reumática (PMR). Se considera a la Arteritis
    de la Temporal una enfermedad estrechamente relacionada a la PMR,
    pudiendo ser está última la forma más leve del
    espectro de la enfermedad


    La PMR puede presentarse aislada o acompañando a la Arteritis
    de la Temporal. Se manifiesta en su forma clásica con dolor
    en cintura pélvica y escapular. Habitualmente el paciente refiere
    no poder desarrollar actividad que involucren levantar los brazos:
    tender la ropa, peinarse, lavarse el cabello o actividades que movilicen
    cintura pélvica como pararse de una silla. El dolor es simétrico,
    bilateral y es frecuente que se asocie a rigidez, principalmente posterior
    al reposo. El examen neurológico es normal (fuerza, tono y
    ROT).


    Estos pacientes frecuentemente presentan GEG marcado, baja de peso
    y en un porcentaje variable edema de manos y sinovitis (muñeca,
    rodillas), usualmente transitorio y leve.


    Laboratorio

    No hay marcador específico. La VHS se encuentra elevada en
    90% de los pacientes.


    Histopatología

    Biopsia de arteria temporal: característicamente se
    encuentra un infiltrado inflamatorio granulomatoso, que compromete
    como panarteritis vasos de mediano y gran tamaño. El compromiso
    inflamatorio puede ser focal, lo que determina que la biopsia puede
    ser "negativa".


    Tratamiento

    El tratamiento esteroidal es de elección. En la Arteritis
    se debe iniciar tratamiento con dosis altas de corticoides (Prednisona
    1 mg/kg/día o pulsos de Solumedrol en casos de compromiso oftálmico),
    y luego disminución gradual en un tiempo variable dependiendo
    de la respuesta clínica, habitualmente de 12-18 meses de tto.


    En la PMR las dosis de esteroides necesarias para el control de la
    enfermedad son menores, habitualmente iniciando con 20-30 mg prednisona
    con una disminución gradual lenta, también por un período
    prolongado de tratamiento (18-24 meses)


Arteritis de Takayasu

Afecta predominantemente a mujeres jóvenes (razón
mujer: hombre de 9:1), siendo más frecuente en la raza oriental.
Puede comprometer arco aórtico y sus ramas (en la forma clásica),
pudiendo también comprometer Aorta torácica, abdominal,
arterias renales y arteria pulmonar



Clínica:

  • CEG y fiebre
  • Artralgias y mialgias
  • Manifestaciones secundarias a la obstrucción de flujo de vaso
    sanguíneo de la arteria comprometida: claudicación de
    extremidades superiores (dificultad para levantar los brazos, peinarse,
    colgar ropa) y reducción o ausencia pulsos al examen físico.
    Pueden presentarse mareos, síncopes y alteraciones visuales
  • En etapas más tardías puede presentarse insuficiencia
    cardíaca y/o HTA de difícil manejo por estenosis de arterias
    renales

    Laboratorio:

    Hay VHS elevada en la mayoría de los pacientes. En ocasiones
    la Rx tórax demuestra un mediastino ensanchado a expensas del
    Arco aórtico. Se debe evaluar el compromiso de los vasos por
    imágenes, siendo el examen de elección la angiografía,
    que demuestra lumen arterial arrosariado o irregular por la estenosis
    y/o obstrucción


    Histopatología:

    En general no se realiza biopsia por el tipo de vaso comprometido.
    En los casos realizados se evidencia una panarteritis, con presencia
    de células gigantes multinucleadas. En los casos más
    avanzadas se pueden observar focos de fibrosis y aneurismas


    Tratamiento:

    En etapas precoces, donde el compromiso inflamatorio es lo más
    importante, el tratamiento esteroidal prolongado (Prednisona 1 mg/kg/día)
    es fundamental. En etapas tardías muchas veces es necesaria
    la cirugía, para reparar y excluir las regiones arteriales
    estenosadas.


Vasculitis de vasos medianos

Poliarteritis Nodosa

Es una vasculitis poco frecuente. Se presenta por igual en hombres y
mujeres, de cualquier raza. A pesar que puede presentarse a cualquier
edad, el promedio de edad de presentación es 50 años.


Prevalencia: 5 casos por millón de habitantes (EE.UU.)



Clínica:

  • CEG, baja de peso, fiebre y fatiga. Artralgias
  • Lesiones cutáneas hasta en 60% de los pacientes: púrpura,
    infartos, úlcera, lívedo reticularis y cambios isquémicos
    en dedos manos y pies.
  • Neuropatía sensitiva y/o motora de predominio en extremidades
    inferiores hasta en 70%, pudiendo ser la manifestación inicial
    de la enfermedad.
  • Compromiso renal de tipo vascular, con HTA e insuficiencia renal.
    En el sedimento no hay elementos de inflamación glomerular
  • Compromiso digestivo: dolor abdominal, alteración pruebas hepáticas,
    hemorragia digestiva y/o diarrea
  • Compromiso testicular con dolor u orquitis
  • Cardiomegalia en 20% e insuficiencia cardíaca

    Laboratorio:

    Marcadores de inflamación: VHS y PCR elevadas, anemia normocítica-normocrómica
    y trombocitosis. En un alto porcentaje (hasta en 50%) hay antigenemia
    del virus de Hepatitis B (pudiendo ser portadores crónicos
    o presentar una hepatitis aguda por virus B). Puede haber crioglobulinemia
    asociada


    La angiografía es útil para confirmar el diagnóstico
    y demuestra compromiso de arterias de mediano tamaño, alternando
    sitios de estenosis con dilataciones aneurismáticas y trombosis.


    Histopatología:

    Etapas agudas: edema de la íntima y necrosis fibrinoide de
    las arterias musculares con infiltrado de polimorfonucleares neutrófilos
    y ocasionalmente eosinófilos y polvo nuclear. En la etapa crónica
    hay infiltrado mononuclear, engrosamiento de la íntima por
    fibrosis, destrucción de la lámina elástica,
    cicatrices fibrosis de la túnica media, estrechamiento del
    lumen, trombosis y disección.


    Tratamiento:

    Debe evaluarse presencia de Hepatitis B para evaluar tratamiento
    con interferon alfa. Uso de esteroides (dosis de 1 mg/kg/día)
    fraccionado, habitualmente asociado a citotóxicos orales o
    endovenosos (Ciclofosfamida).


Enfermedad Kawasaki


Vasculitis que se presenta en preferentemente en niños menores
de 2 años. Compromete más a niños que niñas,
con razón de 1,5:1.Afecta de preferencia a las arterias coronarias



Clínica:

  • Fiebre, que debe ser de más de 5 días de duración
  • Conjuntivitis bulbar, no supurativa, bilateral
  • Exantema cutáneo polimorfo
  • Cambios en la mucosa oral: labios secos, rojos y fisurados, lengua
    aframbuesada, eritema orofaringeo
  • Adenopatías cervicales no supurativas, mayores de 1.5 cm de
    diámetro
  • Cambios en palmas manos y planta pies: eritema y edema indurado. Posterior
    al décimo día de evolución se puede observar descamación
    de la punta de los dedos.
  • Artralgias y artritis en 20-30%
  • Meatitis y disuria
  • Compromiso neurológico: irritabilidad, convulsiones y Meningitis
    aséptica
  • Compromiso gastrointestinal: dolor abdominal, vómitos y diarrea.
    Ictericia secundaria a hidrops vesicular. Puede haber ileo paralítico
    y alteración de pruebas hepáticas
  • Compromiso cardíaco que es el de mayor trascendencia: pericarditis,
    miocarditis, disfunción valvular e insuficiencia cardíaca

    Laboratorio:

    Marcadores de inflamación: VHS y PCR elevadas, anemia normocítica-normocrómica
    y trombocitosis. ECG puede demostrar un intervalo PR y QT prolongado,
    cambios en segmentos ST y arritmias. La Rx tórax puede demostrar
    cardiomegalia (secundaria a la miocarditis o pericarditis). Ecocardiograma
    puede demostrar cambios en las arterias coronarias como dilatación
    y aneurismas. Los pacientes que presentan dolor al pecho o evidencias
    de IAM, deben realizarse una coronariografía


    Histopatología:

    En la etapa inicial hay edema e infiltración de leucocitos
    y linfocitos. Posteriormente hay necrosis fibrinoide de arterias de
    mediano tamaño. Aneurismas con trombosis en vasos coronarios.


    Tratamiento:

    El uso de Gamaglobulina endovenosa en forma precoz ha demostrado
    disminuir la frecuencia de dilataciones y aneurismas coronarios, especialmente
    el desarrollo de aneurismas mayores de 8 mm que son los que asocian
    a una mayor mortalidad. También debe agregarse Aspirina (3-5
    mg/kg/día) como antiagregante plaquetario.


Vasculitis de vaso pequeño

Granulomatosis de Wegener

Vasculitis necrotizante con formación de granulomas. Se presenta
por igual en hombres y mujeres, con edad promedio de presentación
entre los 40-55 años.


Prevalencia: 3/100.000 hbtes. Igual proporción de hombres
y mujeres



Clínica:

  • CEG, fiebre, anemia N-N y VHS elevada. Mialgias y artralgias
  • Compromiso cutáneo: nódulos subcutáneos, púrpura
    palpable, úlceras, vesículas o pápulas
  • Compromiso vía aérea superior: síntomas nasales,
    sinusales, traqueales u óticos. Puede presentarse epistaxis,
    úlceras mucosas, perforación del septum nasal, deformaciones
    nasales (nariz en silla de montar), otitis media, parálisis nervio
    facial, estridor.
  • Compromiso pulmonar, que puede ser un hallazgo a la radiografía
    en forma de nódulos o infiltrados, o ser sintomático con
    hemoptisis o insuficiencia respiratoria secundaria a hemorragia alveolar.
    Hasta 85% de los pacientes durante su evolución puede presentar
    este compromiso
  • Compromiso renal hasta en 75% de los casos, con sedimento de orina
    inflamatorio (hematuria dismórfica, cilindros hemáticos)
    e insuficiencia renal de grado variable
  • Compromiso ocular: proptosis, diplopia, alteraciones de la mirada
    conjugada y pérdida visual

    Laboratorio:

    Marcadores de inflamación: trombocitosis, VHS y PCR
    elevada, anemia de enfermedad crónica. Hay presencia de ANCAc
    hasta en 95% de los pacientes con enfermedad generalizada, con ELISA
    positivo para el antígeno del ANCAc, la proteinasa3 (PR3).
    El ANCA tiene valor diagnóstico en esta enfermedad, y también
    es un elemento útil para el seguimiento de la actividad de
    la enfermedad.


    Histopatología:

    la biopsia renal demuestra en la mayoría de los casos una
    glomerulonefritis focal y segmentaria, que puede progresar a formación
    de crescentes y esclerosis glomerular. No hay depósito de complejos
    inmunes. El las biopsias de tejido pulmonar se puede encontrar vasculitis,
    con formación de granulomas.


    Tratamiento

    Para la enfermedad generalizada se utilizan esteroides en dosis altas
    (Prednisona 1 mg/kg/día), asociado a Ciclofosfamida oral 2-3
    mg/Kg/día. Los pacientes con enfermedad localizada en vía
    aérea superior pueden beneficiarse con el uso de Metotrexate
    semanal, asociada a dosis menores de esteroides. El uso de Trimetoprin/sulfametoxazol
    (Cotrimoxazol) es controversial, y su utilidad sería la erradicación
    del Estafilococo Aureus, cuya presencia puede determinar una mayor
    tasa de recaídas de la enfermedad


Poliangiitis Microscópica

Vasculitis necrotizante, sin formación de granulomas.

Afecta por igual ambos sexos



Clínica:

  • CEG, fiebre, artralgias
  • Compromiso cutáneo: púrpura, petequias, necrosis distal,
    úlceras
  • Compromiso renal con glomerulonefritis en 90% de los pacientes, que
    puede determinar insuficiencia renal
  • Compromiso pulmonar con hemorragia alveolar
    Esta enfermedad es la causa más frecuente de síndrome
    riñón-pulmón


    Laboratorio

    Marcadores de inflamación elevados. Hasta 80% de los pacientes
    es ANCAp, con ELISA positivo para el antígeno Mieloperoxidasa
    (MPO)


    Histopatología

    Igual que la poliarteritis nodosa pero con compromiso de vaso pequeño


    Tratamiento:

    El compromiso renal y pulmonar debe ser tratado en forma agresiva
    con esteroides en dosis altas y Ciclofosfamida en pulsos endovenoso.
    Cuando hay hemorragia alveolar, se debe adicionar el uso de plasmaféresis.


Churg Strauss

Esta vasculitis se caracteriza por presentar granulomas necrotizantes
extravasculares. También hay infiltración de tejidos por
eosinófilos. Es poco frecuente y se puede observar en enfermos
asmáticos.


La frecuencia hombre: mujer es 1,1:3


Clínica:

Característicamente se diferencian tres fases:


  1. Etapa inicial o prodromos, que puede durar años (> 30) que
    se manifiesta como rinitis alérgica y poliposis nasal, y más
    tardíamente asma bronquial
  2. Segunda fase con aparición de eosinofilia periférica
    e infiltración de eosinófilos en los tejidos con sindrome
    de Löffler, neumonías eosinofílicas y gastroenteritis
    eosinofílica
  3. Tercera fase con vasculitis sistémica


El compromiso cutáneo se manifiesta como púrpura, nódulos
subcutáneos, lívedo reticularis o infartos piel. Hasta
en 75% pacientes puede haber mononeuritis múltiple, que afecta
principalmente las extremidades inferiores. Puede haber insuficiencia
cardíaca o derrame pericárdico. Laboratorio: El
hemograma demuestra anemia enfermedad crónica, VHS elevada y
hay una eosinofilia importante. En la Rx tórax se puede encontrar
nódulos o infiltrados hasta en 70% de los pacientes, y también
derrame pleural. Hasta 2/3 pacientes tienen ANCAp (+) ó ELISA
MPO (+)Histopatología: Vasculitis vaso pequeño,
con formación de granulomas necrotizantes extravasculares. En
el riñón se evidencia una glomerulonefritis focal y segmentaria,
con formación de crescentes. Eosinófilos en tejidos. Tratamiento:
Muy buena respuesta a los corticoides, con mejoría del asma
y corrección de los parámetros de laboratorio. Habitualmente
se utilizan dosis altas de Prednisona, iniciando con 1 mg/kg/día
y disminuyendo en forma gradual. Se puede adicionar Ciclofosfamida endovenoso
cuando hay importante compromiso renal o pulmonar, o falla en el tto
esteroidal


Púrpura de Henoch Schönlein

Es la vasculitis más común de los niños, habitualmente
autolimitada. En los adultos suele tender un curso más crónico.
En 50% de los casos en niños se reconoce una infección respiratoria
previo al inicio del síndrome


Clínica:

  • La tríada clásica incluye púrpura palpable no
    trombocitopénico principalmente de área glútea
    y extremidades inferiores, dolor abdominal tipo cólico y artritis
    no erosiva.

  • Las manifestaciones gastrointestinales pueden incluir náuseas,
    vómitos y hemorragia digestiva.
  • Hay compromiso renal con glomerulonefritis entre 10-50% de los pacientes,

    Laboratorio:

    Se evalúa compromiso renal con BUN, Creatinina y sedimento
    de orina que puede demostrar desde hematuria aislada hasta un síndrome
    nefrótico. Si existe sangramiento digestivo, la endoscopía
    usualmente demuestra una duodenitis erosiva, y en menos frecuencia
    erosiones gástrica, colónicas o rectales.


    Histopatología

    Vasculitis de vaso pequeño leucocitoclástica, con neutrófilos
    en las paredes de los vasos, necrosis y depósito de fibrina.
    La IF demuestra depósito de IgA en las paredes de los vasos
    y riñón.


    Tratamiento

    En niños puede bastar el uso de analgésicos —
    antiinflamatorios para el control del dolor articular. En los casos
    de persistencia de los síntomas, o compromiso renal se agrega
    el uso de corticoides y eventualmente citotóxicos.


Vasculitis cutánea Leucocitoclástica

Vasculitis vaso pequeño limitada a la piel.

Clínicamente pueden determinar una amplia gama de lesiones cutáneas,
desde lesiones tipo urticaria hasta necrosis de extensas zonas de la piel.
La lesión más frecuente es el púrpura palpable. Puede
asociarse a artralgias y/o mialgias


En la histopatología se encuentra necrosis fibrinoide de las paredes
de los vasos , con infiltración de polimorfonucleares, algunos
de los cuales están destruidos, lo que determina la presencia de
detritus nucleares en los tejidos


Tratamiento: Debe evaluarse presencia de causante etiológico como
drogas (Penicilinas, sulfonamidas, tiazidas, alopurinol, quinolonas, propiltiouracilo
etc), infecciones sistémicas o paraproteinemias.


En la mayoría de los casos el cuadro es autolimitado, y el paciente
puede requerir analgésicos o antiinflamatorios para manejo mialgias/artralgias.
En los casos de compromiso cutáneo extenso o persistencia de los
síntomas en el tiempo se puede agregar corticoides orales (Prednisona
0.5 mg/kg/día)


Vasculitis por crioglobulinemia

Las crioglobulinas con complejos inmunes que contienen una IgG como antígeno
y una IgM (mono o policlonal) con actividad de FR como anticuerpo, que
precipitan en frío. Estas crioglobulinas se depositan en las paredes
de los vasos, causando inflamación.


Clínicamente se manifiesta por artralgias, mialgias, fatiga y
púrpura. Puede determinar neuropatía periférica en
70% de los caso, compromiso renal (glomerulonefritis membrano proliferativa)
en 30% y compromiso hepático en 60%. Hay una fuerte asociación
entre la crioglobulinemia y el virus de la hepatitis C (presente en más
del 90%)


En los exámenes de laboratorio se encuentran las crioglobulinas,
factor reumatoídeo, marcadores de virus de Hepatitis C e hipocomplementemia
(principalmente de C4)


El tratamiento puede ser sintomático con AINE. Las artralgias
y el púrpura pueden requerir uso corticoides en dosis bajas (0.1-0.2
mg/kg/día). El compromiso renal, la neuropatía y la vasculitis
sistémica extensa requieren un manejo más agresivo con dosis
mayores de corticoides y plasmaféresis, y ocasionalmente Ciclofosfamida














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