domingo, 11 de septiembre de 2016

Palestina en tiempos de Jesús - Wikipedia, la enciclopedia libre

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Jesús de Nazaret o Jesucristo (izquierda), realiza uno de los milagros que le atribuye la Biblia, La curación del ciego. Pintura realizada por el Greco, 1567-1570.
Palestina en tiempos de Jesús es un tema de estudio de la arqueología bíblica muy relacionado con la investigación del Jesús histórico. Su objetivo es reconstruir el ambiente en el que nació el cristianismo y describir los aspectos políticos, culturales y sociales de esa época que faciliten su intelección.Ref 1


En la época de Jesús, el pueblo judío estaba sometido al poder romano
que ejercía su dominio a través de su procurador o gobernador. Las
autoridades romanas exigían tributos personales y territoriales para el César, y aportes en especie para el mantenimiento de sus tropas de ocupación.


Las primeras comunidades cristianas vivieron en este mundo
judío-romano, o simplemente pagano. Es conveniente conocer este mundo
para captar la novedad de Jesús, de sus opciones y compromisos; el
carácter inevitablemente hiriente de su denuncia profética, el alcance
de su anuncio: «se ha cumplido el plazo, ya llega el reinado de Dios,
Enmiéndense y tengan fe en esta buena noticia» (Marcos 1, 15).


La actuación de Jesús de Nazaret afectó de un modo u otro la vida
palestinense, sus instituciones, sus distintos grupos sociales,
religiosos, y la política por entonces ligada con la religión.


Cuando se escribieron los evangelios canónicos habían transcurrido
por lo menos de 35 a 60 años desde la muerte de Jesús. El ambiente
cultural en que los evangelios se escribieron tiene un universo
conceptual y simbólico, y modos de expresión muy diferentes al de
nuestros días.


Jesús estaba en contra de las «inmoralidades, robos, homicidios, adulterios, codicias, perversidades, fraudes, desenfreno» (Marcos 7,20-23) que existían en Palestina. No aprobó que los romanos opriman al pueblo judío.1 Pero en esos tiempos, quienes imponían cargas más pesadas al pueblo,2 desasistiéndolo y arrojándolo a la pobreza, impotencia y desesperanza3
eran los jefes religiosos-políticos de su pueblo que, según Jesús, en
lugar de ser pastores eran «ladrones y bandidos asalariados».4 Jesús escuchó los clamores de los marginados por la religión y sociedad de su pueblo, y optó por ellos aún a costa de su vida.



Índice

División del territorio

El Nuevo Testamento destingue la región del Jordán (Mateo 3, 5) de la región «al otro lado del Jordán» (Mateo 4, 15; Mateo
19, 1), situada en la ribera izquierda (oriental) del río, habitada por
no israelitas, no judíos, y que actualmente corresponde al estado de Jordania. Varios episodios del Nuevo Testamento se ambientan a orillas del río Jordán. El más importante es el relato del bautismo de Jesús de manos de Juan el Bautista, narrado explícitamente por los tres evangelios sinópticos (Mateo 3, 13-17; Marcos 1, 9-11; Lucas 3, 21-22) y tangencialmente por el evangelio de Juan (Juan 1, 29-34).


Jesús de Nazaret nació y vivió en el espacio del Oriente Medio llamado aun hoy Palestina (país de los filisteos). Desde el año 64 a. C., esta región formaba parte del imperio romano. Históricamente ha recibido diferentes nombres: Judea, Canaán, Israel, Tierra Santa, etc. (aunque cada uno de ellos alude a realidades geográficas difusas y no estricamente coincidentes).


Su extensión es de unos 30 mil km²,Ref 2 con la forma de un trapecio cuyas bases miden 40 km en el extremo norte y 140 en el sur, con una altura de unos 250 km. El mar Mediterráneo lo limita al oeste, y el valle del río Jordán al este. Es de gran importancia estratégica por ser paso de comunicaciones y comercio.


La región es atravesada de norte a sur por un sistema montañoso de escasa elevación.Ref 3 El río Jordán discurre paralelo por la vertiente oriental,Ref 4
con una longitud de 118 km en línea recta desde su unión con el último
afluente hasta el mar Muerto, pero con un recorrido real de 320 km ya
que desciende en forma zigzagueante, conformando meandros que le dan desde la altura la apariencia de serpiente.Ref 5 Su presencia determina la existencia de una fértil llanuraRef 6 que contrasta con el resto del territorio.


Jordán significa «el que baja», porque pasa de una altura de 520 msnm en su nacimiento a una de 392 m bajo el nivel del mar cuando desemboca en el mar Muerto.


Estaba dividida en cuatro provincias:Ref 7


Galilea


Maurycy Gottlieb, Cristo predicando en la Sinagoga de Cafarnaúm, óleo, 1878-79. Museo Nacional de Polonia, Varsovia
Está situada al norte, en su parte montañosa están las ciudades de Naím,5 y Caná,6 entre ellas se encuentra Nazaret que dista de Jerusalén unos 140 km; y está al borde de un precipicio por el que trataron de arrojar a Jesús sus propios paisanos.7 En Nazaret vivían María y José8 y allí se crío Jesús, según el Evangelio de Juan:


¿De Nazaret puede salir algo bueno?


Evangelio de Juan 1,46
La parte más llana de Galilea, se situaba alrededor del lago o mar de Tiberíades,9 también llamado mar de Galilea10 o lago de Genesaret.11 Tiene 21 km de largo y 12 de ancho, está situado a 210 m bajo el nivel del mar.


Aunque sus aguas son ricas en peces, también son peligrosas por las bruscas tempestades que en él se levantan.12
En las redes de los pescadores entraban peces buenos y otros que eran
considerados malos (no comestibles), ya que los peces sin escamas o sin
aletas, que se parecían a las serpientes, como las anguilas y también
los mariscos les quedaban prohibidos por respeto a la ley mosaica.


Jesús frecuenta las orillas del lago porque en ella se desarrolla la vida,13 en ella se acumula la población, por ejemplo: Cafarnaúm, de donde son Pedro y Andrés.


Por la llanura de Genesaret, donde comenzó la vida pública de Jesús, pasaban por el camino caravanas de Damasco a la Cesarea del litoral, por eso había en Carfanaúm una guarnición militar.14 Esto nos da la idea de una zona pluricultural y multi-étnica.


El Monte Tabor, que es presentado en toda la Biblia como una montaña sagrada, domina la llanura situada al suroeste del lago, el relato de la transfiguración se sitúa en él.15 Este monte tiene aproximadamente 588 metros de altura.


Las casas de los campesinos de la zona eran pequeñas y muchas veces de una única pieza, en Galilea predominaba el latifundio. Las tierras solían ser del rey, de sus familiares, o de los ricos comerciantes.


A los habitantes de Galilea se les llamaba galileos. Aun siendo
judíos, vivían como en una isla rodeada de pueblos paganos. Como era una
vía comercial, existía constante tránsito de caravanas y, por
consecuencia, se producía una mayor mezcla de etnias y culturas. Los
galileos, por el contacto con otros pueblos estaban más abiertos a otras
culturas y modos de ser, por eso eran de un espíritu religioso menos
observante y escrupuloso que los judíos de Judea. Estos, más minuciosos y
legalistas, consideraban a la zona semi pagana y desde tiempos pasados
la llamaban "Galilea de los paganos". Posiblemente por eso los letrados (fariseos y escribas) despreciaban a Jesús y sus discípulos.


¿Es que también tú eres de Galilea? Estudia y verás que de Galilea no surge ningún profeta.


Evangelio de Juan 7,52
Los galileos eran en su mayor parte campesinos y pescadores, de ahí
que la mayor parte de las parábolas de Jesús tengan como marco la vida
pesquera o agrícola. Tenían fama de rudos e incultos, pero leales y
sinceros.16


Samaria


Monte Garizím donde los samaritanos tenían su propio templo. Ellos negaban la importancia religiosa del templo de Jerusalén.
Es una provincia que está situada entre Galilea al norte y Judea al
sur, estaba habitada por una población que no era "puramente" judía en
sus orígenes. Desde el año 721 a. C. (invasión asiria),
se habían instalado allí emigrantes de origen asirio, quizás junto con
otros israelitas, de tal forma que las diferentes etnias y creencias se
habían mezclado, dando orígen a un pueblo multi-étnico. Por eso para los
judíos, los samaritanos eran un pueblo impuro ya que su sangre estaba
contaminada por la de otros pueblos extranjeros.


Sin embargo los samaritanos, creían ser los verdaderos descendientes
de los hijos de Israel, y fueron quienes preservaron la escritura hebrea
arcaica. En el siglo III antes de Cristo, el Rabí Hisda (miembro del Sanedrín) explicaba que los "pueblos ordinarios" a los que fue entregada la escritura hebrea arcaica eran, de hecho, los samaritanos.17 Ellos se consideraban fieles a la Ley, verdaderos israelitas, por ello la samaritana habla de "nuestro padre Jacob".18


Ellos tenían su propio templo sobre el monte Garizím (Jn 4,20).Ref 8 Entre los judíos y samaritanos se había desarrollado un odio mutuo, ya que en el 107 antes de Cristo, el judío Juan Hircano se apoderó de Siquén capital de Samaria y destruyó el templo de Garizím, Herodes el Grande lo restauró en el año 30 antes de Cristo y se caso con una samaritana.19
En el año 6 después de Cristo, los samaritanos profanaron gravemente el
templo de Jerusalén arrojando en él por la noche huesos humanos,
precisamente en el día de Pascua. Desde entonces se creó una hostilidad implacable.


Los samaritanos negaban la importancia religiosa de Jerusalén. Los judíos tenían a los samaritanos como herejes y no querían ningún trato con ellos.Ref 9 Cuando los samaritanos iban a Jerusalén, los judíos no les permitían pasar del sitio reservado a los paganos,
ni siquiera les aceptaban sacrificios expiatorios, ni penitenciales, ya
que consideraban que no adoraban a Dios como era debido.


El Evangelio de Juan hace eco de ello en (Jn 4,9). Que un judío
calificase a otro de "samaritano" era una grave injuria, por ello a
Jesús lo insultan los dirigentes judíos diciéndole: ¿No tenemos razón en decir que eres un samaritano y que estás endemoniado?.20 En Lc. 10,37, el escriba evita pronunciar la palabra "samaritano".


Judea

Es la región más meridional, alta y seca, configurada por montañas
que forman un macizo cerrado y accidentado. Al sur y al este hay grandes
zonas desérticas. Se produce trigo aunque en pocas cantidades, pero sí
bastantes aceitunas, uvas, dátiles, higos y legumbres. Casi todo el
ganado que producen es sacrificado en el Templo y sus habitantes en
general son pobres, que se alimentaban con pescado ahumado y salado,
pero con poca carne.


La capital, Jerusalén, es la ciudad santa de los judíos. Está situada a 750 msnm y el Monte de los Olivos
a 818 msnm. La ciudad está mal situada para el tráfico y comercio. La
importancia de esta ciudad es más bien religiosa: allí está el templo
judío, único en el mundo, al que todos deben peregrinar, centro de
formación religiosa y sede de la autoridad suprema. La vida en Judea
gira alrededor de Jerusalén y su Templo.


En Judea están varios pueblos de importancia en la vida de Jesús:


Betania que es un pueblito en la falda del Monte de los Olivos, a unos tres kilómetros de Jerusalén.21


Belén, aldea a unos 8 km de Jerusalén, llamada "Ciudad de David"22 porque en ella recibió la unción el rey David. Según las profecías y los evangelios fue el lugar de nacimiento de Jesús, el Mesías.23


Emaús, aldea situada a unos 12 km de Jerusalén.24


Jericó,
situada en un oasis muy fértil a unos 250 m bajo el nivel del mar. Esta
se comunica con Jerusalén, a través del desierto de Judá, por una ruta
accidentada y peligrosa, propicia al bandidaje.25


Contexto histórico

En el año 40 a. C., la región estaba amenazada por los partos de Mesopotamia.Ref 10
Para remediar la situación, los romanos confiaron el gobierno a un rey
cliente llamado Herodes. Herodes reinó hasta el año 4 a. C.Ref 11


Gobierno


Cristo llevado y presentado ante el Procurador Poncio Pilato. Óleo de Mihály Munkácsy (1881). Déri Museum, Debrecen.
En los territorios pequeños conquistados por los ejércitos romanos, el emperador Augusto,
en el año 29 antes de Cristo, nombraba a un Prefecto o gobernador como
su representante para dirigirlo todo. Desde los años 6 al 41 el Prefecto
de Judea fue llamado Procurador.


El Procurador romano de Judea tiene el supremo poder militar, aunque depende del Legado romano de Siria.
Es también el agente de finanzas del emperador romano, recoge la
totalidad de los impuestos que los judíos tienen que pagar al fisco
imperial romano. Bajo sus órdenes están los recaudadores de impuestos,
respaldados por sus soldados.26 La justicia ordinaria la ejerce el Sanedrín, pero el Procurador romano se reserva la ejecución de la pena de muerte.27


Reside en Cesarea,
pero en las fiestas acude a Jerusalén y vive en la ciudadela militar
llamada Torre Antonia, edificada en el ángulo nordeste del Templo, donde
habitualmente reside la guarnición romana (una cohorte)28 de Jerusalén. Era un sitio estratégico desde donde era fácil controlar a la multitud que acudía al Templo.


Desde los años 6 al 41 el Procurador Romano nombró en ocho ocasiones al Sumo Sacerdote.


Pilato fue Procurador romano desde el 26 al 35. Agripa I,29 describe a Pilato como inflexible, de carácter arbitrario y despiadado, y le acusa de venalidad, robos, ultrajes, amenazas, de acumular ejecuciones sin previo juicio, de crueldad salvaje e incesante.30
Procurador frío y hostil a los judíos, poco comprensivo con sus
tradiciones religiosas provocó una resistencia no violenta cuando con
engaño introdujo en Jerusalén, ciudad sagrada de los judíos, estandartes
con la imagen del emperador. Exigió a los judíos que le entregaran
dinero del tesoro del Templo para construir un acueducto que resolviera
el problema del agua en Jerusalén.


De nuevo los judíos se alzaron, pero Pilato, con ayuda de sus
soldados, disfrazados y mezclados con la multitud, pudo reprimir el
motín, aporreando y matando a muchos, y ultimar la obra. Lucas 13,1
parece aludir a este hecho diciendo que Pilato había mezclado la sangre de unos galileos con las víctimas que ofrecían.


El año 35 después de Cristo mató a unos samaritanos reunidos en el
monte Garizín, ante las quejas de judíos y samaritanos el Legado de
Siria, Vitelio, lo envía en el año 36 a Roma para que dé cuenta de sus
abusos ante el emperador. Posiblemente muere en el año 37 suicidándose.


Tortura a Jesús


Flagelación de Jesús de Nazaret. Pintura realizada por el artista William-Adolphe Bouguereau (1825-1905), llamada The Flagellation of Our Lord Jesus Christ (1880).
Los soldados de las guarniciones romanas en Palestina no eran
romanos, por supuesto, tampoco judíos. Eran sirios y griegos que vivían
en Palestina y que aborrecían a los judíos. Los últimos tres reyes
judíos independientes, los reyes asmoneos, sometieron y esclavizaron a
las ciudades sirias y griegas cercanas a sus fronteras.


El rey Alejandro Janeo, que también era Sumo Sacerdote, reinó en Judea
del 103 al 76 a. C., durante su reinado entró en agudo conflicto con
los fariseos. El pueblo seguía las directrices de los fariseos y odiaba
al rey. Como los fariseos se aliaron con los sirios, adversarios del
rey, éste se vengó sangrientamente de los sirios. Josefo hace el
siguiente relato de uno de esos excesos de venganza: Celebrado un
banquete en un lugar no visible junto con sus concubinas, ordenó
crucificar a unos ochocientos de ellos, degolló a sus hijos y a sus
mujeres ante sus ojos, mientras aún estaban con vida, imponiéndoles en
venganza de los agravios recibidos ese castigo, superior a lo que puede
resistir un hombre
.31


Desde entonces esas ciudades y sus habitantes temen a un reino judío
poderoso. Y los judíos alentaban siempre la esperanza de volver a los
buenos días de libertad, bienestar y esplendor, como en los tiempos del
rey David.


Por eso los soldados sirios y griegos de Pilato no pueden menos de
odiar a los que pretendían ser reyes o mesías. «¿Tu eres rey de los
judíos?», preguntó Pilato.
Y los soldados oyen como el procurador contesta a los que le piden el
indulto de costumbre «¿Quieren que les suelte al rey de los judíos?»
(Mc.15,1-2.9). Por eso se ensañan con Jesús, luego de ser condenado y
azotados, estos se burlaban diciéndole «¡Salud, rey de los judíos!».


Según el historiador judío Flavio Josefo, habitantes de Cesarea y de Sebaste devenidos en soldados de las cohortes, manifestaron abiertamente su odio a los reyes judíos en ocasión de la muerte del rey Agripa I.
En efecto, en el año 44 celebraron públicamente en Cesarea la muerte de
Agripa y arrastraron a un burdel las imágenes de las hijas del rey.32


Religión

Saduceos

Se puede empezar nombrando los saduceos, que toman su nombre de Sadoc, sumo sacerdote del tiempo de Salomón que vivió en el siglo II a. C.Ref 12
Integraban este grupo las familias sacerdotales dirigentes, las
principales familias de los grandes comerciantes de la ciudad y los
hacendados más ricos del campo.Ref 13 Los jefes de esa aristocracia sacerdotalRef 14 y laica (los ancianos) formaban parte del Sanedrín.
Era, pues, un partido aristocrático que reunía a los ricos y los
poderosos. Formaban una "clase aparte", eran escasos en número[cita requerida]
y estaban fuertemente organizados. Su influencia en la política y la
administración de justicia fue muy importante entre el periodo asmoneo y
la guerra judaica.Ref 15
Algunos de los saduceos "seglares" eran los arrendatarios de los
impuestos, los procuradores y recaudadores romanos. Los romanos les
concedieron el monopolio del cobro de los impuestos.[cita requerida]


En materia de religión admitían únicamente la "Torá" o Ley de Moisés, que está formada exclusivamente por los cinco primeros libros de la Biblia o Pentateuco: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.Ref 16 Se atienen estrictamente a la letra de lo que dicen esos libros, son pues fundamentalistas y por eso, rechazan todo desarrollo posterior de esa doctrina.Ref 17
Según los saduceos, los sacerdotes son los únicos intérpretes de la
Ley; no quieren que los fariseos laicos la interpreten, y sospechan de
los profetas. Propugnaban la observancia del sábado.
Viendo que en la Torá no se habla de la resurrección de los muertos ni
de otra vida, no creen en ella, por considerarla un concepto novedoso.Ref 18 Para ellos todo termina con la muerte y aseguran que no hay más salvación que la terrenal.[cita requerida] En política, favorecieron un nacional-judaísmo y fueron acérrimos defensores del Estado del Templo,Ref 19 y procuraron llevarse bien con los romanos.Ref 20


Se les acusa de vivir el divorcio entre la fe y la vida: al lado de
su actitud religiosa conservadora, mostraban una licenciosa relajación
de costumbres:


  • lujo y aficiones paganas siguiendo el ejemplo de los romanos (dueños del mundo)
  • el divorcio era frecuente entre ellos
  • utilizaban el matrimonio entre miembros de la misma familia para conservar riqueza y poder
  • poligamia que, en la práctica, sólo era accesible a los ricos por lo costoso que resultaba.[cita requerida]
Caifás,
el Sumo Sacerdote (18-37 después de Cristo) era saduceo
(Jn.11,49;18,13-14). Los jefes de los sacerdotes eran, en general,
saduceos. Los Hechos de los Apóstoles designan a los saduceos como los partidarios del Sumo Sacerdote (Hch.5,17). Mateo (Mt 16,12) contiene un pasaje donde Jesús advierte a los que le escuchan que se guarden de el fermento de los fariseos y saduceos.


Son hedonistas, les interesa sobre todo acumular riquezas y disfrutarlas en la vida terrena (Lc.12,15-21).[cita requerida]


Sacerdotes

Israel, en tiempos de Jesús era una auténtica Teocracia, y en una teocracia son los sacerdotes quienes, en primer término constituyen el grupo menos poderoso.


Los sacerdotes habían organizado a los judíos después del destierro de Babilonia
(538 a. C.) y los habían dirigido en los asuntos espirituales y
materiales, en tiempos de Jesús continuaban en posesión del poder
político y social. El sacerdocio no era por vocación de Dios, sino
hereditario, según la Ley, sólo podían ser sacerdotes los descendientes
de Aarón, el hermano de Moisés (Ex.28,1; Nm.17,16-26; Lc.1,5; Heb.9,4). Formaban pues, un círculo cerrado y estrechamente unido.


A los 20 años de edad, el hijo del sacerdote es presentado en el
templo donde tiene que demostrar la legitimidad de su nacimiento,
después de comprobar que no tiene defecto físico, le ordenaban mediante
un baño de purificación, le visten con hábitos sagrados y se celebran
unos sacrificios, todo durante una semana, de esta forma queda
habilitado para ofrecer sacrificios (Heb.10,11), ejecutar ritos (Mt.8,4;
Lc.17,14), para el servicio al templo (Lc.1,5.8). Los sacerdotes no
estaban encargados de la enseñanza de la Ley, esto era propio de los
escribas (Mt.7,29).


Estaban organizados en 24 grupos, y cada grupo aseguraba el servicio
del templo durante una semana, los turnos se sacaban a la suerte
(Lc.1,5-9). Por la cantidad de culto que existía en el templo y para
atenderlo se necesitaban 300 sacerdotes ayudados por 400 levitas, estos
últimos eran descendientes de la tribu de Leví
(Dt.33,8-11; Lc.10,32), eran una especie de "bajo clero", encargados de
servicios auxiliares del culto y también de los servicios de policía
del templo.


Los sacerdotes más importantes que llegaban a ser una aristocracia eran: El Sumo Sacerdote,
jefe de todos los judíos de Palestina y del extranjero, responsable
principal del templo, administrador, presidente, por oficio, del
Sanedrín o Gran Consejo. Era el único mortal que entraba en la parte más
íntima, sagrada e importante del Templo: el "Sancta Santorum": tres
veces, un solo día al año, el "Día de la Expiación" (el Yom Kippur. o
día de penitencia instituido por Dios).


A partir del año 37 antes de Cristo, Herodes primero y luego los
procuradores o gobernantes romanos tenían el derecho de nombrar y
deponer a los Sumos Sacerdotes, desde entonces el cargo no era
hereditario ni vitalicio. También consagran al Sumo Sacerdote mediante
la entrega de los ornamentos sacerdotales (ocho piezas consideradas como
sagradas). Herodes y los romanos guardan estos ornamentos sagrados (del
6 al 37 después de Cristo en la Torre Antonia), y los prestan a los sacerdotes sólo para los días de fiesta.


La intervención de Anás en el proceso de Jesús,33 explica como mantenían su influencia y prestigio luego de haber cesado en el cargo como Sumo Sacerdote.


Otros sacerdotes principales eran el Comandante del Templo, responsable del orden, los tres Sacerdotes Tesoreros, a cargo de las finanzas y los Sacerdotes Vigilantes,
quienes guardaban las llaves del templo y se responsabilizaban de la
vigilancia y orden bajo la autoridad del Comandante del Templo.


Los Ancianos

Eran también llamados "Senadores del pueblo" y los encontramos con
frecuencia en el Nuevo Testamento, siempre aliados con los Sumos
Sacerdotes (Mt.21,23; 26,3.47), normalmente unidos bajo una única
expresión "los sumos sacerdotes y los ancianos" (Lc.22,52).


La palabra anciano no se refiere a persona de más edad, a viejos de
Jerusalén, en sentido estricto los "ancianos" son el grupo del Sanedrín
distinto de los sacerdotes-jefes y de los escribas fariseos. Está
compuesto por los jefes de las familias más ricas e influyentes de
Jerusalén. En algún momento Lucas los llama "los notables el pueblo"
(19,47), son la aristocracia seglar, los poderosos, esto por el dinero
ya que eran los propietarios de grandes haciendas y los comerciantes más
ricos.


Estos ancianos están relacionados con la fuente principal productora
de riqueza que es el Templo de Jerusalén y con sus dirigentes, los
sacerdotes jefes. También están ligados al poder romano que ha sabido
atraérselos entregándoles en arriendo el cobro de impuestos, así los
romanos dominan, por su medio, el Sanedrín. La fortuna de los ancianos
es la garantía de que el impuesto de los judíos ingresará en el tesoro
del Imperio romano.
Para estos "ancianos", jefes del sistema de recaudación de impuestos,
las cantidades recolectadas bien administradas, son una buena fuente de
ingresos suplementarios, porque entregan a los romanos los impuestos por
ellos exigidos, pero se los cobran con creces al pueblo por intermedio
de los "publicanos".


Están muy interesados en defender el orden establecido, pues en él se
basa la conservación y mejora de su posición, dinero e intereses. Si
los romanos sospechasen que ellos de algún modo se oponen a su poder,
perderían sus privilegios, correrían peligro de ser desterrados y
después sufrirían la confiscación de todos sus bienes.


Son observadores en cuestiones de religión y se atienen estrictamente
a la letra de la Escritura, y tienen por jefes a los "hombres de la
religión", a los jefes de los sacerdotes, a la nobleza sacerdotal.
Además son muy fieles a la observancia religiosa externa.


No pueden ser sacerdotes, ni siquiera comprando el sacerdocio. Como
todos los que tienen por ídolo el dinero, "ídolo de muerte", para
defender su "orden", un orden injusto, pero que les favorece a ellos,
llegan hasta la sangre (Mt 26,3-5.59; 27,1-2; Mc 14,43).


No todos los ancianos eran iguales en su pensar y proceder, entre estos notables se encuentra José de Arimatea, rico hacendado (Mt 27,57; Mc 15,43; Lc 23,50-51; Jn 19,38-42).


Fariseos

Los fariseos era un grupo religioso caracterizado por su estricta observancia de la Ley.Ref 21 Provenían del movimiento asideo (siglo II).Ref 22 Ref 23 Aunque tenían sacerdotes era en esencia un movimiento laico.Ref 24 Ref 25 El movimiento asideo se separó en dos ramas: los fariseos y los esenios.Ref 26


El nombre fariseo es la forma griega de perusim que significa "los santos"[cita requerida], los separados,Ref 27 la verdadera comunidad de Israel. Eran gente religiosa y piadosa.


En el Nuevo Testamento los fariseos son presentados como hipócritas, pero no se corresponde con lo que se sabe de ellos.[cita requerida]


Los fariseos se preocupan mucho por cumplir todas las leyes y
tradiciones religiosas, también en que otros las cumplan. Para ellos lo
más importante en su relación con Dios es la Ley religiosa, ella es el
verdadero tesoro de Israel, más importante que el Templo. Ellos son el
"pueblo de la Ley", generalmente son artesanos, pequeños comerciantes,
campesinos, pero, aunque proceden del pueblo, quieren estar separados de
él; les parece demasiado ignorante de la Ley y, sobre todo, impuro, que
no la cumple; "maldito" (Jn.7,45-49).


Son legalistas, pues ellos mismos habían añadido muchas leyes y
tradiciones a la Ley. Formularon 613 leyes complementarias (248 mandatos
y 365 prohibiciones),Ref 28
difíciles de aprender y sobre todo difíciles de cumplir, estas
reglamentaban minuciosamente la vida, especialmente la observancia del
sábado y la pureza necesaria para el culto. A estas leyes las llamaban
"tradición oral" (inventada por ellos). Para ellos esta tradición tenía
tanto o más valor que la Ley escrita.


Los fariseos esperaban una intervención divina, la venida del Mesías
que libraría al pueblo del yugo de los romanos, se preparaban para ese
"Día" con la oración, con el ayuno y, sobre todo, con la observancia
fiel de todas las leyes, particularmente la del sábado.


Eran ritualistas, se preocupaban mucho de las acciones obligatorias
para acercarse con pureza a Dios, a la oración, al templo, a los actos
de culto.Ref 29 La profusión de normas tendía a convertir el ejercicio de la piedad en una cuestión técnica o normativa.Ref 30
Se guiaban por un libro entero para esto, el Levítico, sobre todo en
los capítulos 11 al 16, que explica las reglas de pureza. Para ellos
impuro significaba contagioso, y el roce con lo impuro les impedía las
relaciones con Dios.


Impuros eran:


  • la sangre y todo lo que toca porque, según ellos, es la vida.
  • todo derrame sexual (ej. menstruación).
  • los utensilios como copas, platos, ollas sucios, pues había que lavarlos varias veces escrupulosamente (Lc 11,39).
  • ciertos animales que la Ley prohibía comer (Mt 15,10).
  • todo cadáver de animal o persona; no sólo el que los tocaba, aunque
    fuese por necesidad, también el que pisaba una tumba, un sepulcro, aún
    sin saberlo, quedaba "impuro" ante Dios (Lc 11,24).
  • las personas afectadas por alguna enfermedad repugnante, en especial
    de la piel, como la lepra, eran "intocables", porque el mero rozarles
    impedía acercarse al Dios Santo (Mt 8,2-4).
  • los judíos que ejercían determinados oficios u ocupaciones que eran
    considerados impuros; publicanos o recaudadores, prostitutas, pastores,
    médicos. Sentarse con ellos a la mesa u hospedarse en sus casas
    "contagiaba" (Mt 9,9-13; Lc 19,1-7).
  • el solo entrar en las casas de paganos, quienes no eran judíos, contaminaba (Jn 18,28).
Tenían obsesión por los lavados rituales, sobre todo de las manos
"impurificadas" por haber tocado algo "impuro". Hasta siete veces al día
el fariseo piadoso hacía sus abluciones personales con agua y con
oración. También el agua entraba en este juego pues, se convertía en un
problema saber que tipo se requería para lavar cada utensilio y para los
baños de purificación, ellos distinguían hasta seis tipos de agua para
estos menesteres.


Estos fariseos piensan que cumpliendo con la Ley y la tradición
adquieren los méritos necesarios para la salvación, y que Dios tiene que
"pagar" esa fidelidad, esa recompensa se les debe (Lc 17,7-10).


Hacían todo tipos de obras, más allá de lo mandado por la Ley, para
así tener más méritos ante Dios; ayunos (Mt 9,14; Lc 18,12), oraciones
(Mt 6,5), pago de diezmos (Mt 23,23). Cumplían minuciosamente las
estrictas reglas sobre la pureza ritual que de por sí eran obligatorias
sólo para los sacerdotes, y las leyes sobre los alimentos (Mt 15,1-20;
23,25.27; Mc 7,1-23; Lc 11,39).


El Evangelio que más trata el fariseísmo es Mateo exhibiendo opiniones como ésta.


Atan bultos pesados y los cargan en las espaldas de los demás, mientras ellos no quieren empujarlos ni con un dedo.


Mt 23,4

Escribas


Ruinas de la Sinagoga de Kfar Bir'im. En tiempos de Jesús, cada
comunidad judía tiene su sinagoga. La sinagoga era el sitio de reunión
para la oración y el estudio de la Ley. Al Templo se accedía
especialmente durante las principales festividades judías. Quedaba lejos
para la mayoría. En las sinagogas, la ceremonia se dividía en dos
partes: primero se reciaba el Shemá, que terminaba con una bendición, luego se hacía la lectura de la Torá, iluminada por un texto de los profetas y seguida por una homilía.
Los escribas, en hebreo sofrim, son los "especialistas de la Ley", quienes estudian, conocen, explican e interpretan la Ley mosaica.Ref 31 Son al mismo tiempo, teólogos, profesores, jueces[cita requerida],
enseñan lo que hay que hacer para cumplir con la Ley, resuelven las
dudas que sobre la observancia se presentan. Ejercen también la
justicia, según la Ley.


En un principio los escribas eran un grupo laico pero, dada su apertura a nuevas interpretaciones, muchos de ellos eran también fariseos o saduceos. Con el tiempo, empero, predominaron los escribas fariseos.Ref 32
Los escribas o "doctores de la Ley", son la aristocracia intelectual
judía, el escriba o "rabí" llega al poder no desde el dinero como los
ancianos o senadores, ni por la sangre o casta como los sacerdotes, sino
por su saber, y son conscientes de eso. Los fariseos-escribas llegaron
al Sanedrín y cada vez tuvieron más poder después de la muerte de
Herodes el Grande, año 4 antes de Cristo.


Su formación era en escuelas, la más importante y famosa es la de
Jerusalén, después de un ciclo regular de estudios en varios años, el
escriba poseía un sólido conocimiento de todo el Antiguo Testamento,
dominaba plenamente todos los recovecos de la Ley, estaba autorizado
para decidir personalmente todas las cuestiones de leyes y ritos
religiosos, era nombrado juez en los procesos criminales y decidía
también en los procesos civiles, tenía derecho a ser llamado "rabbí". Al
cumplir 40 años de edad era escriba con plenas atribuciones como
"Doctor graduado".


Su saber los colocaba en los puestos más importantes de la enseñanza,
de la administración y de la justicia. Y, sobre todo los escribas que
además eran fariseos, tenían un gran poder porque creaban y trasmitían
las "tradiciones" religiosas que estaban en igualdad y aun por encima de
la propia Torá o Ley escrita; tenían el poder de atar (obligar) y
desatar (liberar de obligación) para siempre, a los judíos del mundo
entero, en conformidad con lo mandado por la Ley; en su poder estaban
los puestos claves del poder judicial, del poder administrativo, y de la
enseñanza: en general, eran escribas los jueces de todas las ciudades
importantes del país.


En las sinagogas, además de ser los jefes, explican e interpretan con
autoridad la Escritura, son los jueces y supervisores de la marcha de
la vida diaria; tienen poder en lo judicial, en lo ejecutivo y hasta
pueden imponer castigos de azotes y llegar al destierro.


Dirigían y controlaban la Escuela Superior de Jerusalén, el partido
fariseo del Sanedrín estaba compuesto íntegramente por escribas (en el
N.T. el grupo fariseo del Sanedrín es llamado indistintamente "Los
fariseos" Mt 21,45 o los "escribas" Lc 20,19). En él cada vez tenían más
poder, entre otras cosas porque el Sanedrín era la única Corte de
Justicia o Tribunal Supremo para todos los judíos (Mt 26,57-66; Hch
5,34-40).


El conocimiento del Antiguo Testamento (la exégesis de la Escritura)
era decisivo en las sentencias judiciales, y ese conocimiento era
exclusivo de los "escribas-fariseos" del Sanedrín:


  • los escritos del Antiguo Testamento estaban redactados en la "lengua
    sagrada", el hebreo, y ésta lengua sólo era conocida por los escribas,
    el Arameo era la lengua del pueblo, aun en el siglo primero, los jefes
    de los escribas lucharon para que el Antiguo Testamento no se divulgase
    en Arameo.
  • Eran los únicos que conocían la "tradición oral" que sólo se trasmitía, de palabra del maestro al discípulo.
  • Eran los dueños de la tradición "esotérica", es decir de los
    secretos más ocultos sobre doctrinas, leyes, fórmulas mágicas
    religiosas.
Todo esto les daba un gran prestigio ante el pueblo.


El Templo de Jerusalén

Israel fue un Estado teocrático, un Estado en el que lo más
importante fue la religión, cuyos dignatarios poseían máxima autoridad
en la mayoría de los casos. El mismo poder político del gobierno judío
estaba sometido al poder religioso, al sacerdocio, especialmente al Sumo Sacerdote. Este ejercía el poder en nombre de Dios, aplicando las leyes de la Torá
y aquellas tradicionales en la religión israelita. Los poderes
religioso y político se encontraban fusionados en la antigua teocracia
israelita.


El Templo de Jerusalén, considerado como signo de la presencia de Dios entre los hombres, funcionaba como centro espiritual del antiguo Israel.


Estaba construido en la parte más visible de la ciudad, sobresaliendo con una torre de 50 m
de altura en medio de una explanada de 480 m de larga por 300 m de
ancha, rodeada por un alto muro. Era el templo que Herodes el Grande
empezó a construir de nueva planta. Dominando sobre el resto de la
ciudad y recubierto con espesas placas de oro y mármol blanquísimo, que
brillaban refulgentes al sol, y despertaba la admiración de la gente:
«Maestro, ¡mira que piedras y que edificios!» (Mc.13,1). Nueve grandes
puertas daban acceso al templo, ocho de ellas recubiertas totalmente de
oro y plata, lo mismo que sus montajes y dinteles, y la novena, en
bronce de Corintio, sobrepasaba en valor a las otras decoradas en oro y
plata. Abundaban los portones recubiertos de oro y plata, los
candelabros, copas, cadenas y utensilios sagrados, también de oro y
plata. Tan grande debe haber sido la riqueza de oro que había en el
templo que, después de la conquista de Jerusalén por los romanos en el
70 después de Cristo, la oferta de oro fue tan gigantesca que trajo como
consecuencia que su precio se redujese a la mitad.


La ampliación, arreglo y decoración del Templo duró unos 84 años (desde el 20 a. C. al 63 d. C.). El Evangelio de Juan lo indica colocándolo en boca de los dirigentes judíos, hacia el año 27.


Cuarenta y seis años ha costado construir este santuario, y ¿tu vas a levantarlo en tres días?


Evangelio de Juan 2,20
En todos los años que duró la construcción del Templo, no se interrumpió el culto en ningún momento.


Como lugar de la presencia de Dios, el templo era el centro del poder
religioso. Era el único templo que tenían los judíos de todo el mundo
para dar culto a Dios.


El culto era celebrado a diario, por la mañana y otro por la tarde, y
además un culto extraordinario en las grandes festividades religiosas
anuales, especialmente tres: Pésaj (Pascua judía), Shavuot (Fiesta de las Primicias) y Sucot
(Fiesta de los Tabernáculos), a las que todo israelita varón, a partir
de los trece años, tenía obligación de acudir (si bien de hecho aquellos
que vivían lejos lo hacían sólo para Pésaj).34


El Templo de Jerusalén, funcionaba como el principal centro
educativo: allí se impartía la ciencia religiosa, teológica y jurídica
del judaísmo.35 Al Templo, así como también a diversas sinagogas, acudía Jesús a impartir sus enseñanzas.36
La presencia de Jesús produjo a veces polémicas con los dirigentes
judíos, dado que fue allí donde Jesús también dio a conocer sus grandes
denuncias.


Algunos grupos de la sociedad

Publicanos

Estos eran agentes de aduana o recaudadores de impuestos. En aquel
tiempo no eran funcionarios del Estado, sino comerciantes que adquirían
del Estado, en arriendo, el derecho a la recaudación de impuestos. Para
ello pagaban determinada suma de dinero al erario público, quedándose
con todo lo que podían sacar por encima de esa suma.


Entre ellos se distinguían dos clases:


Los jefes del sistema de recaudación de impuestos: Eran gente rica,
generalmente jefes de las familias de la alta sociedad de Jerusalén,
algunos de ellos miembros del Sanedrín (ancianos o senadores del
pueblo).


Los judíos tenían que pagar a los romanos unos impuestos directos y
otros indirectos. Estos grandes arrendatarios de aduanas se
responsabilizaban del pago de estos impuestos, luego se reembolsaban
esas cantidades con creces, en ete cobro están respaldados por los
romanos.


Arrendaban muchos puestos aduaneros, para cada puesto aduanero
señalaban un canon de arriendo que era preciso entregar. Los ingresos
superiores a éste canon se los quedaba el arrendatario como ganancia
personal, llevando esto a la explotación y la estafa.


Los cobradores locales a quienes se les llamaba publicanos.



Representación: La llamada de Mateo Leví hecha por Jesus de Nazaret.
Jesús no se fija en su ocupación (publicano, cobrador de impuestos),
sólo lo llama para hacerlo discípulo y Mateo a su vez responde a éste
llamado siguiéndole y ofreciendo un banquete. Michelangelo Merisi da
Caravaggio o Caravaggio.
La mayor parte de los que hacían este trabajo eran pobres o esclavos
empleados por una agencia de recaudación de algún gran arrendatario, a
su vez los despedían al menor problema.


Palestina sufría un sistema de impuestos verdaderamente opresivo,
había que pagar derechos de aduana y de peaje a la entrada de los
pueblos, en los puentes, los vados, los cruces de caminos. El
hostigamiento de los publicanos era molesto y también muy costoso, pues
los recaudadores tenían que exigir una cantidad superior a la tarifa
oficial si querían ganarse la vida. Leví es uno de esos recaudadores o "publicano".37


Es de notar también que el pueblo no conocía con certeza la ley
romana de impuestos, y tampoco se atrevía a reclamar, ya que los
recaudadores estaban apoyados.


A los ojos de todo sacerdote y fariseo, el publicano era un pecador,
pues su profesión era considerada "contaminante" o "impura" por los
escribas o doctores de la ley. Para los judíos el único impuesto
legítimo es el que se pagaba al Templo, por tanto estos publicanos que
cobraban para los romanos, eran también despreciados por la comunidad.


Por lo general los publicanos eran gente pobre, pertenecían a una
clase social tan desfavorecida que tenían que aceptar este trabajo
"deshonroso" para sobrevivir.


Los publicanos jamás eran invitados a comer, no los trataban, estaban
despojados de sus derechos civiles: no podían ser jueces, ni siquiera
testigos de un proceso, mucho menos pertenecer a una comunidad de
fariseos. Eran, pues, gente tomada como pecador, marginados, mal pagados
y con frecuencia maltratados.


El comportamiento de Jesús con los publicanos

Los evangelios hablan directamente de estos "publicanos", recaudadores y normalmente asocia "publicanos y pecadores".38


Juan el Bautista exige de los recaudadores, como signo de penitencia, el cobro exacto del impuesto fijado: Fueron
también a bautizarse unos recaudadores, que le preguntaron: Maestro
¿qué tenemos que hacer? Él les contestó: No exijan más de lo que tienen
establecido
Lc.3,13.


La actuación de Jesús y de sus seguidores, fue sencillamente
escandalosa, iban contra toda regla de comportamiento social y
religioso. Son muchos ejemplos que hay de tal situación; cuando llamó al
publicano Leví a ser discípulo íntimo suyo,39 al frecuentar la compañía de publicanos y pecadores y comer con ellos,40 Leví
le ofreció en su casa un gran banquete, y estaban recostados a la mesa
con ellos un gran número de recaudadores y otra gente
(Lc 5,29). Para los piadosos judíos era escandaloso que Jesús y sus seguidores comieran con ellos en la misma mesa.


Cuando se enfrenta con los fariseos mostrándoles que, salir al
encuentro de un pecador, expresa mayor fidelidad al Dios Santo, que no
buscar aislarse para alardear de su propia perfección: «Los fariseos y
los letrados de su partido» (los fariseos que eran escribas)
«protestaban diciendo a los discípulos: ¿Se puede saber por qué comen y
beben con recaudadores y pecadores?». Jesús les replicó: «No necesitan
médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a invitar a justos,
sino a pecadores, a que se arrepientan» (Lc 5,30-32).


Este forma de actuar de Jesús, le valió una especie de sobrenombre,
más bien una acusación malévola: «¡Vaya glotón y borracho, amigo de
recaudadores y pecadores!» (Mt 11,19).


Más allá todavía, y de un modo desconcertante y provocador dice que
los publicanos son preferidos a los sumos sacerdotes y los senadores del
pueblo: «Los recaudadores y las prostitutas se dirigen, en lugar de
ustedes, al reino de Dios» (Mt 21,23-32).


Los Zelotes

Estos eran hombres ardientes, "llenos de celo", de deseos por cumplir
la Ley, sobre todo su primer mandato: para ellos "sólo Dios reina en Israel", y por eso estaban dispuestos a sacrificar hasta la propia vida.


Como ideología o partido no hay documentación cierta de ellos hasta
el año 44 después de Cristo. Y todos los escritos del Nuevo Testamento
son posteriores a esa fecha. Su actividad se desarrolló, ciertamente, en
el tiempo de las primeras comunidades cristianas. Los zelotas con su
insurrección del año 66 provocaron la represión romana y la caída de
Jerusalén. Algunos autores consideran como zelotas a los galileos que
con ocasión del censo de Quirino, hacia el año 6 después de Cristo, se rebelaron bajo la dirección de Judas el Galileo.41


Los zelotas eran fariseos militantes, se puede decir que
representaban el ala más radical de los fariseos. Eran observantes
estrictos de la Ley escrita y de la tradición oral más rigurosa, eran
fanáticos en su afán por la instauración del reino de Dios en Israel.
Ellos eran los judíos nacionalistas más radicales: ortodoxos e
integristas. Su fanatismo integraba política y religión, y se expresaba
con actos de terrorismo dirigido contra los romanos y contra los judíos
que ellos considerban poco religiosos o colaboracionistas. Zelota o
fanático es el sobrenombre del apóstol Simón.42


También se consideraban «instrumento» de la venganza de Dios, en
relación al culto y al sacerdocio. Quisieron purificar el Templo de la
corrupción y de las injusticias, buscaron purificar el país, contaminado
especialmente por la ocupación romana, recurriendo a la violencia.
Ellos negaban la obediencia a todo poder terreno, únicamente obedecían a
Dios y a su Ley.


Los romanos sostenían el principio jurídico de que, con la conquista
de un país, sus tierras pasaban a ser propiedad del Estado (romano), y a
la vez les cedía en usufructo a los nativos, exigiéndoles, a cambio, el
pago de tributos.


Precisamente la introducción del tributo al César fue la que provocó la rebelión de Judas el Galileo, en el año 6 después de Cristo, cuando los romanos desterraron a Arquelao, hijo de Herodes I el Grande y convirtieron a Judea en provincia romana.43


Para los zelotas, pagar el impuesto a los romanos era incurrir en
pecado de idolatría. Como para ellos, la llegada el Reino dependía de la
acción revolucionaria violenta, robaban, sobre todo a los ricos,
secuestraban personajes importantes, y si era preciso llegaban al
asesinato. La primera víctima de los zelotas sicarios (llamados así por
el pequeño puñal o "sica" que utilizaban) fue el sumo sacerdote Jonatám,
hijo de Hannas.


Para los años 30, los zelotas no formaban un grupo organizado, sólo
eran grupos clandestinos, con intereses sociales precisos, con
inspiración religiosa, impacientes de liberar a Israel de la dominación
romana. Los romanos los llamaban "ladrones"44
y los consideraban simples bandidos, escondidos en las montañas, que
aprovechaban las circunstancias, sobre todo las festividades para sus
labores.


Clases sociales

Los ricos

En el aspecto socio-económico, en tiempos de Jesús, había en Palestina estratos sociales opuestos: los ricos y los pobres.


Los ricos eran pocos en número, pero muy poderosos, conservadores en
religión y también en política, generalmente pertenecían al grupo de los
saduceos.


Entre estos ricos poderosos tenemos a Herodes II Antipas,45 a la muerte, 4 años antes de Cristo, de su padre Herodes I el Grande,46 había recibido una parte del reino de éste: Galilea, provincia del Norte, con la capital en Tiberiades47
y la Transjordania al Este. Este era un vasallo del emperador romano,
que ni siquiera le otorgó el título de rey. En el año 39 después de
Cristo el emperador Tiberio lo destronó y desterró.


Los partidarios de Herodes Antipas, que eran pocos en número, eran llamados herodianos, siempre fueron enemigos de Jesús.48


La plaga de impuestos que Herodes impuso, provocó la venta de tierras
y la concentración latifundista en manos de unos pocos: miembros de la
familia real, colaboradores a quienes recompensaba de ese modo, gente
adinerada que invertía su dinero haciéndose con grandes haciendas.49
Esta concentración de fincas en Galilea fomentaron el desempleo y la
emigración, ya que algunos se fueron a mendigar a Jerusalén, y en parte
también, el movimiento zelota que rechazaba el pago de los impuestos no
religiosos.


La mayoría de estos hacendados vivían fuera de sus tierras y dejaban
la administración en manos de empleados. Los jornaleros, gente sin
empleos fijos, trabajaban para esas haciendas.50


El padre de Herodes Antipas había comenzado la construcción del
Templo de Jerusalén, y la prosiguió generosamente (año 19 a. C.).


Herodes ingresaba anualmente unos diez millones de denarios (1
denario era el salario razonable de un día). Poseía cantidad de
mansiones; para confiscar y apoderarse de los bienes que le apetecían no
retrocedía ni ante el asesinato. Este Herodes es el que mando decapitar
a Juan el Bautista en la cárcel.51


Jesús mostró que no le temía,52 rechazó todo trato con él53 y, alertó a sus discípulos sobre la maldad que en él se ocultaba.54


Los sacerdotes jefes de familia eran integrantes de la aristocracia
de Jerusalén, eran entre 15 y 17 familias, gente muy enriquecida con los
grandes ingresos y poder que producía una religiosidad y culto montados
en relación al Templo, eran los principales administradores del tesoro,
y esta administración llevaba un dominio usufructual, pues se
aprovechaban de todas sus rentas.


Las familias de los sumos sacerdotes se contaban entre las más ricas del país.


Los grandes comerciantes y terratenientes eran normalmente saduceos
como los jefes sacerdotes, varios de ellos eran ancianos, miembros del
Sanedrín.


Los pobres

La mayor parte de la población eran gente pobre: Jesús recorría
todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas, proclamando la
buena noticia del reino y curando toda dolencia y enfermedad. Viendo el
gentío, le dio lástima de ellos porque andaban fatigados y decaídos como
ovejas sin pastor
(Mt 9,35-36). Entre ésta gente se encontraban:


Los jornaleros, asalariados que ganaban el sustento con el
trabajo, se les pagaba por días y el abono era diario, trabajaban de sol
a sol por un denario y la comida.55


Los escribas no tenían un oficio ni ejercían el comercio, como la enseñanza de la Ley debía ser gratuita,56 estos escribas eran generalmente pobres y vivían de las ayudas que recibían de sus admiradores y seguidores,57 de la hospitalidad espontánea que les ofrecían,58 de las invitaciones a tomar parte en los banquetes celebrados en otras casas.59


Había fariseos pobres, pero con cabeza de rico: "amigos del dinero" los llama el evangelio,60 y escribas parásitos que se aprovechaban de la hospitalidad de las personas económicamente modestas: que se comen los bienes de las ciudad con pretexto de largos rezos (Mc 12,40).


Los esclavos, la mayoría de ellos estaban en el palacio de
Herodes, venían a ser como criados domésticos no libres. Los judíos sólo
podían ser esclavos durante seis años, y si el dueño no era judío, el
esclavo debía ser rescatado por sus parientes. El servicio de esclavo no
era considerado deshonroso, inclusive, el jornalero vivía mucho más
inseguro que el esclavo.


El Templo no tenía esclavos, en el campo casi no había y en la ciudad eran pocos.


Los mendigos, eran los que no trabajaban y no podían trabajar: Se le acercó un gran gentío llevándole cojos, ciegos, lisiados, sordomudos y otros muchos enfermos
(Mt 15,29). Jerusalén era ya en tiempos de Jesús un centro de
mendicidad. Los mendigos se concentraban en torno al Templo, en las
puertas exteriores de la explanada, en el atrio de los paganos y vivían
de la limosna de gente piadosa. La limosna era una de las tres prácticas
fundamentales de la piedad judía, junto con la oración y el ayuno.


" Am ha' aretz= pueblo de la tierra". Eran campesinos,
considerados por los sacerdotes como ignorantes de la ley e incapaces de
cumplirla, sobre todo la ley del sàbado, la pureza ritual y el pago de
los impuestos.


La clase media apenas existía y sólo había en Jerusalén,
pertenecían a ella pequeños comerciantes, artesanos propietarios de sus
talleres, y los dueños de las hospederías de Jerusalén.


Jesús enfrenta a los ricos

Jesús desenmascaró el poder alienante que se encierra en las
riquezas, para él, las cosas materiales son buenas, necesarias y debemos
disfrutarlas como regalo de Dios, por eso Jesús condena tan duramente a
los ricos y reprocha a los que acaparan y poseen más de lo que
necesitan para vivir. Los evangelios traen muestras de las llamadas de
atención que hace a todos:


  • No pueden servir a Dios y al dinero (Mt 6,24)
  • No amontonen riquezas en la tierra... Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón (Mt 6,19-21).
  • Guárdense de toda codicia, que aunque uno tenga de sobra, la vida no depende de los bienes (Lc 12,15-21).
  • Pero, ¡ay de ustedes los ricos, porque ya tienen su consuelo! (Lc 6,24).
  • La raíz de todos los males es el amor al dinero (1Tim 6,10).
  • El que amontona riquezas para sí no es rico para Dios, sino insensato, necio: ha malgastado su vida (Lc 12,31-34).
  • ¡Con que dificultad van a entrar en el Reino de Dios los que tienen dinero! (Mc 10,17-27).
  • Pero las preocupaciones de esta vida, la seducción de las riquezas y
    el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan el mensaje y se queda
    estéril (Mc 4,19).
  • En cambio, busquen que él reine y eso se les dará por añadidura.
    Tranquilícense, rebaño pequeño, que es decisión de su Padre reinar de
    hecho sobre ustedes. Vendan sus bienes y denlo en limosnas; háganse
    bolsas que no se estropeen, un tesoro inagotable en el cielo, donde no
    se acercan los ladrones ni hecha a perder la polilla. Porque donde
    tengan su riqueza tendrán el corazón (Lc 10,17-27).
  • Una cosa te falta: vete a vender lo que tienes y dáselo a los
    pobres, que Dios será tu riqueza; y, anda sígueme a mí. A estas
    palabras, el otro frunció el ceño y se marchó entristecido, pues tenía
    muchas posesiones (Mc 10,21-22).
  • En vida te tocó a ti lo bueno y a Lázaro lo malo; por eso ahora él encuentra consuelo y tú padeces (Lc 16,19-31).
  • Gánense amigos dejando el dinero injusto: así, cuando esto acabe, los recibirán en las moradas eternas (Lc 16,9-11).
  • ¡Que bien echan a un lado el mandamiento de Dios para plantar su tradición! (Mc 7,8-13).
  • Pagan el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda verdura, y pasan por alto la justicia y el amor de Dios (Lc 11,41-42).
  • Esto es "Limpiar por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están repletos de robos y maldades" (Lc 11,39).

Trato a la mujer

La situación social de Palestina es patriarcal.Ref 33 La familia hebrea es una familia grande, amplia. La poligamia
sigue siendo lícita, aunque no esté más que al alcance de los que
tienen suficientes medios económicos. Y en la casa de familia viven la
esposa principal y las secundarias, los hijos e hijas de todas,
juntamente con los criados y criadas, esclavos y esclavas.


Sociedad Patriarcal

A la familia se le llama "casa del padre".Ref 34
Él padre gobierna en ella como señor absoluto. Él es el dueño
responsable de los bienes de la familia. Los hijos varones son sus
herederos. Las hijas aumentan el patrimonio con el precio que los
pretendientes pagan al padre al comprarlas.


Él es el único que tiene derecho de disponer, dar órdenes, castigar,
pronunciar oraciones, sobre todo la bendición de la mesa, ofrecer los
sacrificios. También él, es el maestro de sus hijos.


Como madre, la mujer era respetada y reverenciada, porque los hijos
son regalo y bendición de Dios. Por sus hijos, en especial y sobre todo
por los varones, es bendecida la mujer, ya que las mujeres no se
consideraban a la altura de los hombres. Por ello tenían menos derechos.


Mujer diferente al varón

La mujer judía de Palestina, en tiempos de Jesús era considerada inferior al varón por tener menos ventajas que él.


Existía una expresión, como formula, que se repetía con frecuencia; "Mujeres, esclavos (paganos) y niños".


Como el esclavo no judío y el niño menor de edad (13 años), la mujer
se debía por completo a su dueño: al padre si era soltera, al marido, si
era casada; al cuñado si era viuda sin hijo (Dt 25,5-10). Si la mujer
era soltera estaba bajo la tutela de su padre cuando ésta tenía doce
años y era considerada menor: solo él tenía autoridad para casarla. Pero
como el padre tenía la autoridad para casar a la hija antes de su
llegada a la mayoría de edad, éste podía hacerlo sólo en la edad en que
la hija podía dar su consentimiento explícito y decidir a quien quiere
como esposo.


Tiene prohibido el hombre casar a su hija cuando es menor hasta que crezca y diga 'a fulano yo quiero'


(Talmud Babilónico, Tratado de Kidushin 81b).
En ese tiempo, el marido es el dueño de la mujer, y ésta no puede
disponer ni de los ingresos de su trabajo, ni de lo que se encuentra.


La pobreza de las mujeres aparece en el relato de la viuda pobre que "ha echado todo lo que tenía para vivir" al tesoro del Templo. Y "todo lo que tenía para vivir " eran "unos centavos" (Mc 12,41-44).


El culto religioso

La religión judía era una religión de varones. En el templo y en la
sinagoga varones y mujeres estaban rigurosamente separados, y las
mujeres siempre en lugares inferiores, secundarios. Sólo se celebraba el
culto en la sinagoga si había al menos diez hombres, no contaban las
mujeres, por muchas que estuviesen presentes.


Las mujeres estaban exentas de peregrinar a Jerusalén
en las grandes fiestas del año, que obligaban a los varones y de otras
prácticas religiosas. Ni siquiera eran aptas, en la sociedad patriarcal,
para pronunciar la acción de gracias en la mesa, en las comidas. Pero
sí estaban obligadas a cumplir con todas las prohibiciones de la Ley
religiosa, sometidas también a todo rigor de la legislación civil y
penal, comprendida la pena de muerte (ver Jn. 8,1-5).


La conciencia de la superioridad religiosa masculina estaba muy
extendida en tiempos de Jesús y de las primeras comunidades cristianas,
no sólo entre los judíos, sino también entre griegos y romanos. Por
ejemplo, el hombre griego estaba agradecido a los dioses por la suerte
de haber nacido humano y no bestia, griego y no bárbaro, libre y no
esclavo, hombre y no mujer.


Entre los judíos corría un dicho: "Bien aventurado aquel cuyos hijos son varones, y ¡ay! de aquel cuyos hijos son hembras".


En la oración que los judíos del siglo I y II d. C. hacían en la
sinagoga, por tres veces el hombre judío agradece a Dios por el hecho de
que no lo creara pagano, esclavo o mujer, poniendo énfasis en su
privilegio religioso. Así lo dice este comentario del siglo II:


Rabbí Yehudá61 dice: deben decirse tres plegarias cada día:


  • Bendito sea Dios que no me ha hecho pagano
  • Bendito sea Dios que no me ha hecho mujer
  • Bendito sea Dios que no me ha hecho ignorante
Bendito sea Dios que no me ha hecho pagano: porque todas las naciones
son como nada ante él. (Is 40,17). Bendito sea Dios que no me ha hecho
mujer: porque la mujer no está obligada a cumplir los mandamientos.
Bendito sea Dios que no me ha hecho ignorante: porque el ignorante no se
avergüenza de pecar.


En la lengua en que fue escrito el Antiguo Testamento, el hebreo, las palabras piadoso (hasid), justo (saddiq) y santo (qados) no tienen femenino.


Ignorancia

La mujer no recibía instrucción religiosa, se suponía que era incapaz
de comprenderla. Las escuelas eran sólo para varones, los maestros (escribas) no tenían "discípulas".


Además la mujer no podía ser testigo en un tribunal, ni siquiera como
testigo de cargo de acusación. Apoyándose en Gn 18,11-15, consideraban
que su testimonio carecía de valor por su inclinación a la mentira.


Reglas de educación

Sobre todo en las ciudades y en las familias más acomodadas, la mujer permanece en casa, en el gineceo
(la parte destinada a las mujeres), y sólo puede mostrarse en público
con la cara tapada, cubierta con dos velos atados a la cabeza para que
no se puedan distinguir los rasgos de su rostro.


La peor parte la llevaban las jóvenes solteras, según aquello del Eclesiástico: "Una
hija es un tesoro engañoso para su padre, le quita el sueño por la
preocupación... Que su habitación no tenga ventana... Que no muestre su
belleza ante cualquier hombre"
Eclo 42,9-12).


Las reglas de educación prohibían:


  • encontrarse a solas con una mujer, sobre todo si era casada
  • mirar una mujer casada e incluso saludarla
  • hablar con una mujer en la calle
Una mujer no debía estar sola en el campo, y no era normal que un hombre conversara con una extraña. (Jn. 4,27).


La esposa o las hijas tienen el deber de lavar al padre la cara, las
manos y los pies. Pero el judío varón no puede exigir esto a otro varón,
ni siquiera de un esclavo judío; solamente de un esclavo no judío. De
ahí la importancia de la acción y actitud de Jesús, y la explicación,
por lo menos parcial, de la reacción de Pedro (Jn 13,3-17)


Tabú - tentación - peligro

Las mujeres eran consideradas "impuras" durante el tiempo de la
menstruación y no se le podía tocar siquiera. Después de parir, tenían
que ofrecer un sacrificio en el templo para ser "purificadas" (Lc 2,22 y
Lv 12,11-8). Por supuesto que esta purificación no tiene nada que ver
con la impureza moral (con un pecado) que hubiera cometido la madre. Era
como una especie de "tabú".


Si la mujer casada pregunta alguna cosa, hay que responderle lo más brevemente posible: "Con una mujer casada no comas ni te sientes con ella a beber, porque te arrastrará el corazón y dará con tu vida en la fosa" (Eclo 9,9).


Cuando hay huéspedes en la casa, las mujeres no toman parte en el
banquete, ni siquiera podían servir la comida (sólo toman parte el
sábado y en el banquete de Pascua). Se temía que escuchasen las
conversaciones y no fuesen discretas.


Divorcio, derecho del marido

Sólo el marido tenía derecho a romper el matrimonio exigiendo el divorcio, era un derecho arbitrario y caprichoso:


  • Si una mujer salía a la calle sin cubrirse la cabeza y la cara,
    ofendía hasta tal punto las buenas costumbres que su marido tenía el
    derecho, incluso el deber (religioso), de echarla de la casa y
    divorciarse de ella, sin estar obligado a pagarle la suma acordada en el
    contrato matrimonial.
  • Una mujer que pierde su tiempo en la calle, hablando con unos y
    otros, o que se pone a hilar en la puerta de su casa, puede ser
    repudiada por su marido, sin compensación económica alguna.
  • Incluso, cuando la esposa había dejado que se quemara la comida (según el rabí Hillel), podía ser repudiada con el divorcio.
  • Otro motivo podía ser que el marido descubriera algo torpe en su mujer, sobre todo para buscar luego una más joven y adquirirla.
Sólo el hombre podía tener varias mujeres, y la esposa debía tolerar
la existencia de concubinas junto a ella, en su misma casa. Por supuesto
que esto era un privilegio de los ricos.


Si la novia tenía relaciones con otro hombre era considerada como adúltera, y podía ser castigada con la muerte a pedradas (lapidación); para la adúltera casada se reservaba el castigo de la estrangulación.


Para el varón no había castigo. En la mujer no veían más que superficialidad, sexo, peligro y trataban de guardarse de ella.


Comportamiento de Jesús hacia la mujer

Los primeros seguidores de Jesús fueron judíos, hombres y mujeres,
estaban invitados todos sin miramientos de vida, no importaba si eran
pecadores, prostitutas o publicanos, nadie está excluido al llamado del
Reino de Dios.


La afirmación de Jesús: Pero todos, aunque sean primeros, serán últimos, y esos últimos serán primeros,
Mc.10,31, se aplica también a las mujeres y a su situación de
inferioridad en las estructuras dominadas por los varones, en las
estructuras patriarcales.


Jesús de Nazaret con su comportamiento en la vida diaria se alzó
contra el sistema socio-religioso, dominante y opresivo para la mujer.
Pero Él con su actuación concreta, da a la mujer su lugar en la vida
social y religiosa.


Para Jesús la mujer tiene la misma dignidad, categoría y derechos que
el varón, por eso, abiertamente rechaza las leyes y costumbres
discriminatorias que menoscaban esa dignidad, categoría y derechos,
arrisegando en ello su prestigio y su vida.


Jesús con la mujer samaritana


En este cuadro se representa a Jesús y la mujer samaritana. Era
inconcebible que una mujer pudiese estar a solas con un hombre, sin
embargo Jesús de Nazaret da igual valor al varón y la mujer. Sus
discípulos quedan extrañados ante el encuentro de su maestro y la mujer
de Samaría. Óleo de Michelangelo Anselmi (c. 1550).
En el campo, a solas, conversa con una mujer samaritana, extranjera
idólatra y maldita para todo judío fiel (Jn.4,4-42). Es él quien saca
conversación y sabiendo que es una mujer conocida públicamente por su
mala vida, le pide un favor; conversa largamente con ella y no
superficialmente. En aquel momento llegaron sus discípulos y se
quedaron extrañados de que hablase con una mujer, aunque ninguno le
preguntó de que discutían o por que hablaba con ella
Jn.4,27.


Jesús mantiene amistad humana, sostenida y profunda, públicamente,
con algunas mujeres, judías por supuesto, por ejemplo, con Marta y María
(Lc 10,38-42; Jn 11,5.33; Jn 12,1-8).


Además tiene discípulas; Después de esto fue caminando de pueblo
en pueblo y de aldea en aldea proclamando la buena noticia del reino de
Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que él había curado de
malos espíritus y enfermedades: María Magdalena, de la que había echado
siete demonios; Juana, la mujer de Cusa, administrador de Herodes:
Susana, y otras muchas que le ayudaban con sus bienes
Lc 8,1-3.


Para las primeras comunidades, el auténtico discípulo cristiano, es
el que escucha y cumple la palabra de Jesús, por los textos en los que
encontramos esta afirmación, dicha nada menos que en relación a su
madre: Todavía estaba hablando a la gente, cuando su madre y sus
hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él. Uno se lo
avisó: Oye, tu madre y tus hermanos están fuera y quieren hablar
contigo. Pero él contestó al que le avisaba: ¿Quién es mi madre y
quienes mis hermanos?
y señalando con la mano a sus discípulos, dijo: Aquí
están mi madre y mis hermanos: porque cualquiera que pone por obra el
designio de mi Padre del cielo, ése es hermano mío y hermana y madre
Mt 12,46-50.


Según Jesús, el círculo de discípulos que le rodean son su verdadera familia.


En el grupo de mujeres que siguen a Jesús hay a quien "había curado de malos espíritus", significa que eran sospechosas de estar dominadas por fuerzas del mal, entre ellas María Magdalena "de la que había echado siete demonios".
También había mujeres casadas como Juana, esposa de un hombre público
importante, que también a su vez seguía a Jesús, había quienes le
ayudaban con sus bienes, lo que significa que tendrían cierta libertad y
autonomía económica, cosa que sólo podía darse en el caso de aquella
mujer que fuese viuda.


Se concluye que a Jesús lo acompañaban solteras de no muy buena fama,
viudas y casadas, mujeres tan entusiastas que abandonaban casa y
familia para seguirlo, algo inaudito para entonces, poco edificante y
hasta peligroso, pues era contra las "buenas costumbres" de aquel
tiempo.


Estas mujeres, galileas en su mayoría, discípulas de Jesús, son
representadas en lo evangelios como las únicas que fieles a Él,
permanecieron en Jerusalén durante su ejecución y entierro, arriesgando
su seguridad y su vida. Cuando Jesús agonizaba en la cruz: Había
también unas mujeres mirando desde lejos, entre ellas María Magdalena,
María, la madre de Santiago el Menor y de José, y Salomé, que cuando él
estaba en Galilea lo seguían y lo atendían; y además otras muchas que
habían subido con él a Jerusalén
Mc.15,40-41.


Las mujeres son presentadas como las verdaderas discípulas de Jesús
que han abandonado todo y le han seguido en el camino incluso en su
amargo final en la cruz, mientras que los varones, seguidores de él, lo
abandonaron y dejaron solo.


Otros casos de Jesús y las mujeres

Los evangelios de Marcos y Mateo nos cuentan que una mujer es la vocera de la apertura a los paganos: Se
marchó de allí y fue a la región de Tiro. Entró en una casa, no
queriendo que nadie lo supiera, pero no pudo pasar inadvertido. Una
mujer, que tenía una niña poseída por un espíritu impuro, se enteró, fue
enseguida a buscarlo y se le echó a los pies. La mujer era pagana, una
siria de Fenicia, y le rogaba que echara al demonio de su hija: Él le
dijo: Deja que coman primero los hijos. No está bien quitarle el pan a
los hijos para echárselo a los perritos. Le replicó ella: Cierto Señor,
pero también los perritos, debajo de la mesa, comen las migajas que
tiran los niños. Él le contestó: Anda, vete, que por eso que has dicho
el demonio ha salido de tu hija. Al llegar a su casa, se encontró a la
niña echada en la cama; el demonio se había marchado
Mc 7,24-30.


Aquí se muestra nada menos que una mujer pagana que retomando la imagen de los "perritos debajo de la mesa", aprovecha contra Jesús de su misericordia, no sólo para los judíos, sino también para los paganos, hombres y mujeres.


Respecto al matrimonio, las decisiones que toma Jesús al respecto,
representan una novedad sin precedentes, que va contra las estructuras
patriarcales judías del matrimonio.


Jesus rechaza el matrimonio patriarcal, (Mc 10,6-9), se observa en ésta pregunta:


"¿Le está permitido a un hombre despedir a su mujer?,
presupone el matrimonio patriarcal judío que permite sólo al hombre
repudiar a su mujer. El divorcio permitido por Moisés, les explica
Jesús, no es más que una consecuencia de la mentalidad y la actitud
patriarcal, Dios entrega a la mujer al poder del hombre para construir
su casa y línea familiar. Es el hombre el que "dejara a su padre y a su madre" (cortara los lazos con su propia familia patriarcal) se unirá a su mujer y serán los dos un solo ser" (es la asociación igualitaria de hombre y mujer en el matrimonio, y esto porque Dios los ha creado iguales). "Luego lo que Dios ha unido, un hombre no lo separe".


Jesús se arriesga en defensa de la mujer, Un fariseo lo invitó a
comer con él. Jesús entró en casa del fariseo y se recostó a la mesa. En
esto una mujer, conocida como pecadora en la ciudad, al enterarse que
comía en casa del fariseo, llegó con un frasco de perfume; se colocó
detrás de él junto a sus pies llorando y empezó a regarle los pies con
sus lágrimas; se los secaba con el pelo, los cubría de besos y se los
ungía con el perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado dijo
para sí mismo: Este, si fuera profeta, sabría quien es y que clase de
mujer la que lo está tocando: una pecadora



Jesús tomó la palabra y le dijo: Simón, tengo algo que decirte: Él
le respondió: dímelo Maestro. Un prestamista tenía dos deudores: uno le
debía quinientas monedas y el otro cincuenta, como no tenían con que
pagar, se los perdonó a los dos. ¿Cual de los dos le estará más
agradecido?, Simón le contestó: supongo que aquel a quien le perdono
más. Jesús dijo: has acertado
Lc 7,36-48.


En público Jesús perdona a la pecadora arrepentida, dejándose besar,
acariciar y ungir por ella. Esto era inconcebible y escandaloso para
cualquier fariseo, y Jesús defiende a esa mujer, y la antepone, en su
propia casa, al señor respetable y piadoso que lo había invitado a
comer.


Escandalizados, los fariseos, acusarán siempre a Jesús de mezclarse con publicanos y pecadores: "Este acoge a los pecadores y come con ellos" Lc.15,2. "¿Se puede saber por que come su maestro con recaudadores y pecadores?", preguntarán los fariseos a los discípulos de Jesús Mt.9,11. Y él se atreve a decir en público que "los publicanos y las prostitutas se dirigen en lugar de ustedes al reino de Dios" Mt 21,31.


También defiende con riesgo de su propia vida a una mujer sorprendida en adulterio. Al
amanecer se presentó de nuevo en el templo; acudió el pueblo en masa;
se sentó y se puso a enseñarles. Letrados y fariseos le llevaron una
mujer sorprendida en adulterio, la pusieron en medio y le preguntaron:
Maestro, a esta mujer la han sorprendido en flagrante adulterio; la ley
de Moisés nos manda apedrear a tales mujeres; ¿tú qué dices?. Le
preguntaban esto con mala idea, para tener de que acusarlo. Jesús se
inclinó y se puso a hacer dibujos con el dedo en la tierra. Como
insistían en la pregunta, se incorporó y les dijo: el que no tenga
pecado, que tire la primera piedra
Mt 8,2-11.


Jesús reconoce que la mujer ha pecado, y pregunta donde están sus acusadores, pero él no la condena, al contrario le dice: "Vete y en adelante no peques más".


En los adulterios sólo se ven implicadas las mujeres y no lo varones,
quienes hacen justicia apedreándolas, Jesús la defiende y esa defensa
la hace con riesgo de su propia vida, ya que, al hacerlo viola
claramente un precepto legal.


En otro momento falta a la ley del sábado devolviéndole la salud a
una mujer que llevaba 18 años enferma, y la defiende contra el jefe de
la sinagoga: Un sábado enseñaba en la sinagoga. Había allí una mujer
que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu y
andaba encorvada, sin poderse enderezar del todo. Al verla, la llamó
Jesús y le dijo: mujer, quedas libre de tu enfermedad, y le aplicó las
manos. En el acto se puso derecha y empezó a alabar a Dios. Intervino el
jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, y
le dijo a la gente: hay seis días de trabajo; vengan esos días a que los
curen, y no los sábados. Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo:
Hipócritas: cualquiera de ustedes ¿no desata del pesebre al buey o al
burro, y lo lleva a abrevar aunque sea sábado? Y a ésta que es hija de Abraham, y que Satanás ató hace ya dieciocho años, ¿no había que soltarla de su cadena en sábado?
Lc 13,10-17.


En una oportunidad se muestra que Jesús prefiere la generosidad de la
mujer pobre a la de los ricos y esto lo contrapone públicamente, es la
generosidad sincera y total de una "pobre viuda", contra la hipocresía
de los ricos. Alzando los ojos vio a los ricos que echaban sus
donativos en la caja del templo; vio también a una viuda necesitada que
echaba unos centavos, y dijo: esta viuda, que es pobre, ha echado como
donativo más que nadie, se lo aseguró, porque todos esos han echado como
donativo de lo que les sobra, mientras ella ha echado lo que le hace
falta, todo lo que tenía para vivir
Lc 21,1-4.


Utiliza también a una viuda como modelo para la oración. Para
explicarles que tenían que orar siempre y no desanimarse, les propuso
esta parábola: En una ciudad había un juez que ni temía a Dios ni
respetaba a hombre. En la misma ciudad había una viuda que iba a
decirle: «Hazme justicia frente a mi adversario». Por bastante tiempo no
quiso, pero después pensó: Yo no temo a Dios ni respeto hombre, pero
esa viuda me está amargando la vida; le voy a hacer justicia para que no
venga a reventarme sin parar
Lc.18,1-8.


Otros datos importantes e interesantes respecto de Jesús y la mujer,
serían las resurrecciones que hace y es de tomar en cuenta, por amistad
hacia las hermanas de Lázaro (Jn 11,1-44), por compasión a la viuda de
Naim que queda sola (Lc 7,14), y también la hija de Jairo que se trata
de una muchacha y además casadera. (Mc 5,41; Lc 8,54).


Notas


  • Mt 20:25 Biblia Reina-Valera versión 1995

    1. Como
      500 años después de los Anshé Kenéset Haguedolá, vivió Rabí Iehudá
      Hanasí (s. II), que a la edad de 30 años - 80 años después de la
      destrucción del segundo Templo Sagrado de Jerusalem - fue instituido
      como jefe del Sanhedrín Rabí Iehudá Hanasí mandó a recopilar todas las
      palabras que enseñaron los Sabios desde la época de Moshé Rabenu hasta
      sus días, y comenzó a escribir la Mishná.

    Referencias


    1. Leipoldt 1973:189

    Bibliografía

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    • Flores, Edward (1964). Conquista por poder. Editorial Bicentenaria c.a Caracas - Venezuela - Pag 125/168.
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    • Marmo, Florentino. (1968). Agua viva. Editorial Hermanos Calatayud importadores - Maracaibo - Venezuela.
    • J.LEIPOLDT-W.GRUNDMANN (1973). El mundo del Nuevo Testamento I. Ediciones Cristiandad. ISBN 84-7057-138-9.

    Véase también

    Menú de navegación


  • Mt 23:1-4 Biblia Reina-Valera versión 1995


  • Mc 6:34 Biblia Reina-Valera versión 1995


  • Jn 10:1-16 Biblia Reina-Valera versión 1995


  • Lc 7:11-16


  • Jn 2:1-12


  • Lc 4:28-302


  • Lc 1:26


  • Jn 1:46


  • Mt 4:18, Mt 15:29


  • Lc 5:1


  • Mt 8:24


  • Mc 1:16, Mc 2:13


  • Mt 8:5


  • Lc 17:1-13


  • Jn 1:47


  • Talmud de Babilonia, Sanedrín 21b


  • Jn 4:12


  • Juan 4:9


  • Jn 8:48


  • Jn 11:1-18,Jn 12:1


  • Lc 2:4-11, Lc 2:15


  • Mt 2:5-8,Lc 2:15,Jn 7:42


  • Lc 24:13-35


  • Mt 20:29, Lc 10:30, Lc 19:1


  • Lc 3:14


  • Jn 18:31


  • La
    cohorte era una unidad táctica del ejercito romano compuesta de tres,
    cinco o seis centurias. La centuria estaba compuesta de cien hombres y
    era mandada por un centurión


  • Rey nombrado por los romanos en Filipo y Lisanias (años 37 a 44 después de Cristo)


  • Legatio de Filón, párrafos 299-305.


  • (Ant. XIII 14,2). Tomado de J. Leipoldt y W Grundmann, "El Mundo del Nuevo Testamento". Madrid, 1963, p. 172.)


  • Flavio Josefo, Antigüedades judías XIX.9.1


  • Jn 18:13-24


  • Lc 2:41


  • Con
    todo, las decisiones y enseñanzas de los maestros religiosos de
    Jerusalén se extendían mucho más allá de los límites de Palestina.


  • Mt 21:23


  • Mc 2:14


  • Mc 2:15-16, Mt 9:10-11,Lc 5:30, Lc 15:1-2


  • Mt 9:9-10


  • Mt 9:10-13


  • Hch 5:37


  • Lc 6:15, Hch 1:13


  • El pueblo se quejaba de que el reinado de Arquelao era bárbaro y tiránico. En 6 d. C., César Augusto lo desterró a Vienne,
    en las Galias. Judea y Samaria fueron anexadas a Siria y quedaron bajo
    el gobierno de un procurador romano, responsable ante el emperador a
    través del gobernador de Siria. Este arreglo continuó hasta que Herodes Agripa I, nieto de Herodes el Grande, llegó a ser rey de Judea en 41 d. C. por orden del emperador Calígula. La revuelta de Judas el Galileo fue duramente reprimida por los romanos, hecho relatado por Flavio Josefo en La guerra de los judíos (Libro II, Capítulo 8);Wars of the Jews, II, 8 (en inglés) y en las Antigüedades judías (Libro XVIII). También el libro de los Hechos de los Apóstoles menciona a Judas el Galileo en un discurso de Gamaliel, miembro del Sanedrín (Hechos 5:37), como ejemplo de mesías fallido.


  • Mc 15:27


  • Lc 3:1, Lc 13:31


  • Mt 2:1


  • Jn 6:1-23


  • Mc 3:6, Mc 12:13, Mt 22:16


  • Lc 12:16-17


  • Mt 20:1-6


  • Mt 14:1-6


  • Lc 13:31-33


  • Lc 23:6-12


  • Mc 8:15


  • Mt 20:2-9


  • Mt 10:8-10


  • Lc 8:1-3


  • Lc 9:4


  • Lc 20:46


  • Lc 16:14


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  • Leipoldt 1973:283


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  • «...segregados...» (Leipoldt 1973:283)


  • Leipoldt 1973:285


  • «...la vida diaria es ritualizada, sobrecargada de plegarias y purificaciones...» (Bornkamm 2000:41)


  • «...técnica atomizadora de la piedad...» (Bornkamm 2000:41)


  • Carmona 2001:134


  • Carmona 2001:134


  • Leipoldt 1973:189


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