viernes, 9 de septiembre de 2016

Ceremonia y rúbrica de la Iglesia española - Iglesias visigóticas - Rito hispánico

Ceremonia y rúbrica de la Iglesia española - Iglesias visigóticas - Rito hispánico




Ceremonia y rúbrica de la Iglesia española · RECURSOS DE INTERÉS · Rito hispánico
Iglesias visigóticas
rdelacampa
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#1 · Mensaje viejo
Santa Lucía del Trampal, Alcuéscar (Cáceres)





No
hace mucho que se han reconstruido las partes que se habían derruido y
rehabilitado otras que se encontraban maltrechas, hasta aparecer ante
nosotros un hermoso templo de tipo visigótico, que según los
especialistas pertenecería a la segunda mitad del siglo VII, poco antes
del fin del reino godo en España.

La iglesia de Santa Lucía del
Trampal pertenecería a un complejo monástico similar al de Melque
(Toledo) ya que se han encontrado trazas de otros edificios cercanos
(los posibles estancias monacales) y de otra iglesia (Santiago)

También
se han encontrado en el solar piezas arqueológicas de época prerromana y
romana por lo que es fácil interpretar que Santa Lucía del Trampal se
construyese, como era habitual en la arquitectura medieval, sobre un
lugar de culto tradicional anterior y donde se reaprovechó material de
acarreo como queda constancia en numerosas partes de sus muros.

La
iglesia de Santa Lucía del Trampal de Alcuéscar muestra dos partes
claramente diferenciadas: el sector que engloba la cabecera triabsidal y
el crucero, que es lo más valioso, pertenece al edificio
hispanovisigodo.

El cuerpo de la nave es posterior, de estilo gótico.

El
tramo de fábrica visigoda está construido con sillería perfectamente
escuadrada a base de enormes sillares, como era costumbre en la época

Tiene
esta parte una sola y corta nave unida a un crucero y cabecera
triabsidal. Todo el abovedamiento es de cañón con perfil de herradura,
salvo los tres tramos que preceden a los ábsides, que son más elevados y
estarían en su origen cubierto con bóveda de aristas construidas con
ladrillo.

La bóveda del crucero descansa sobre doce columnas monolíticas con seis arcos transversales de herradura.

En
el acceso al crucero y a los ábsides existen unas hendiduras verticales
donde se colocarían canceles para estructurar el espacio del templo
según el modo de liturgia hispánica.

El cuerpo de la iglesia que entronca con la parte citada ya es bajomedieval, de los siglos XIV o XV.

El
problema para interpretar los enigmas con que todavía nos desafía la
iglesia de Santa Lucía es el escaso conocimiento que tenemos de la
arquitectura visigoda. Han sido pocos y muy alterados los edificios de
la época que se han conservado y, en todo caso, no son edificios urbanos
sino más bien construcciones de tipo secundario que se han salvado por
encontrarse en entornos rurales.


Ramón de la Campa Carmona

rdelacampa
Fundador
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#2 · Mensaje viejo · Editado por rdelacampa
Santa María de Melque (siglos VII-VIII)

San Martín de Montalbán, Toledo







Ramón de la Campa Carmona
rdelacampa
Fundador
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#3 · Mensaje viejo
Ermita de Santa María de Quintanilla de las Viñas (Burgos)





 

 

En
la región de Lara, rodeada de restos arqueológicos celtas, romanos y
medievales, se encuentra esta iglesia de la que sólo queda la cabecera y
parte del crucero, sin las bóvedas primitivas. Aunque
han existido dudas sobre su fecha de construcción, debido a una
dedicatoria de difícil interpretación, en la actualidad está considerada
como visigoda del siglo VII, posiblemente la última de la que tenemos
noticia, junto con Santa María de Melque y San Giao de Nazaré, anterior a la invasión árabe.
Vista de la cabecera Construida a base de grandes sillares
de caliza gris, con franjas de decoración esculpida en piedra también
calcárea pero más clara, esta iglesia ha llegado hasta nosotros sólo
parcialmente ya que no queda más que el ábside cuadrado y la
nave transversal. Por lo que se ha podido descubrir en las excavaciones
sabemos que se trataba de una basílica de tres naves, las dos laterales
divididas en tres aposentos y separadas por arquerías de herradura,
conservándose el arranque de una de ellas, con un único ábside
cuadrado exterior y un pórtico con dos aposentos laterales a los pies.
Tiene nave de crucero, que sería de la misma altura que la central, con
pórticos laterales que sobresalían, como también el ábside, de la planta
rectangular de la basílica. Su estructura parece un paso intermedio
entre San Pedro de la Nave y las iglesias asturianas posteriores.
Es
muy probable que la construcción primitiva quedara inacabada ya que en
las excavaciones solamente ha sido encontrada una parte de los
basamentos de las naves. Además se conservan en el interior de la
iglesia varios bloques grandes de piedra, adornados con bajorrelieves,
con reproducciones antropomorfas que dan la impresión de jamás haber
sido colocados en el sitio para el cual estaban destinados. Por otra
parte, de los seis medallones que existen sobre las paredes exteriores
del ábside rectangular, colocados para recibir, labrados en la piedra,
monogramas con letras enlazadas al estilo visigótico, solamente han sido
esculpidos tres, los otros quedaron sin decorar. Esto demuestra la
posibilidad de que parte de la decoración en los
edificios visigodos se esculpiera sobre los muros ya construidos, lo
que podría explicar algunos temas conflictivos, como la escasez de
decoración de Santa María de Melque, que podría ser debida a que la invasión árabe no dio tiempo a decorarla.
Los
restos que se conservan en los muros, que fueron desmochados a
principios del siglo XX para poner un tejado moderno de madera, indican
que tanto la cabecera como las naves laterales estaban abovedadas; el ábside mediante bóveda baída de la que aún se conservan los arranques; las naves laterales y posiblemente el cimborrio central por bóveda
de aristas. Es muy difícil saber cómo estaban cubiertas la nave central
y la de crucero ya que no ha quedado nada que permita decidir si sería
también con bóveda de cañón o con techumbre de madera, en
cualquier caso a dos aguas. Las últimas teorías defienden la tesis de
que se trataba de un edificio totalmente abovedado (ver esquema de su
estructura según Caballero y Arce), aunque no existe ningún dato
concreto que pueda hacer que consideremos como segura ninguna de las dos
posibilidades.
La estructura de esta iglesia
varía respecto a las anteriores y aporta nuevos puntos de conexión entre
la arquitectura visigoda de finales del siglo VII y las primeras
iglesias asturianas como Santianes de Pravia y San Julián de los Prados:Detalle del arco triunfal de la cabecera
 La existencia de una nave transversal, de la misma anchura que la nave central, en combinación con una planta basilical.
 Las naves laterales son mucho más estrechas que en los monumentos anteriores, como en las iglesias asturianas.
 Por
los restos que se conservan, sabemos que tanto la nave central como la
de crucero se elevaban a una altura considerable y posiblemente se
cubrían por techo de madera.
 La existencia del pórtico con aposentos laterales permite pensar que podría haber encima una tribuna, que ya aparece en San Giao de Nazaré, y que luego sería habitual en toda la arquitectura asturiana.
Detalle de la imposta con representación del Cristo-SolEn la entrada del ábside se conserva un maravilloso arco toral inequívocamente visigodo, con forma de herradura que se prolonga 1/4 del radio, con trasdós inferior divergente y dovelas perfectamente centradas con clave central e impostas
sobre columnas. Se trata del arco de herradura más perfecto e
interesante que ha llegado hasta nosotros de toda la arquitectura
visigoda (Ver su esquema en la página de Características Generales del Arte Visigodo).
Posee
una magnífica decoración esculpida tanto interior como exteriormente,
toda ella de talla a dos planos y con las figuras a bisel. En el
exterior consiste en dos franjas decorativas, en piedra calcárea de
color más claro que el resto, que recorren los muros de la cabecera y
del frente del crucero, con una tercera en el testero. La inferior consiste en un largo tallo ondulado con racimos o flores de cinco hojas en las inflexiones, que Detalle de la decoración exterior del muro de crucerorecuerdan
a los motivos vegetales del "maestro de Nave" pero con una talla algo
más rudimentaria. La superior de círculos enlazados con aves y dibujos
vegetales. La tercera faja del testero es semejante pero con
representaciones animales de clara influencia siriaco-persa. En la
segunda existen también unos anagramas semejantes a los de las monedas
visigodas de la segunda mitad del siglo VII.
En el interior, además de la decoración del arco toral,
mezcla de la de las dos fajas exteriores, existe un segundo grupo de
decoración formado por siete grandes bloques de piedra con relieves
iconográficos. Esta ornamentación interior de Santa María es célebre por
la presencia de unos bajorrelieves que se caracterizan por su aspecto
casi de grabados, inscritos en un marco de piedra; Detalle de un bloque decoradorepresentan
temas historiados y se distinguen por el expresionismo de que aparecen
dotadas las proporciones de los personajes y que entroncan no sólo con San Pedro de la Nave,
sino con toda la iconografía de los manuscritos mozárabes y son un
anuncio del arte románico. El estilo decorativo de la iglesia de Santa
María, es absolutamente lineal; todas las figuras están de frente y
recortadas en un solo plano sobre un fondo profundo, pero sin planos
interiores. Los siete grandes bloques antes citados contienen la
siguiente iconografía:
 El bajorrelieve de la imposta derecha en que se apoya el arco de entrada del ábside,
representa a dos ángeles enfrentados en pleno vuelo que sostienen entre
los dos un medallón circular con la efigie de un sol radiante,
representado como figura masculina imberbe. Sus siluetas con trazos
incisos, destacan con poco relieve sobre un fondo plano. Encima de la
figura tenemos su nombre en letra visigoda: SOL.
 El
otro bloque, situado en la imposta izquierda tiene la misma composición
pero representando a la luna, de forma poco habitual como un personaje
masculino con barba, así como los dos ángeles sosteniendo el círculo
donde se encuentra, sobre la cabeza de la figura una luna creciente y su
nombre: LUNA.
 Otros
dos bloques, de la misma forma y tamaño que los anteriores, se
encuentran actualmente en el suelo del altar mayor. Uno representa una
figura masculina de frente, llevando en la mano derecha una cruz
procesional y dos ángeles iguales que en los
anteriores bloques del Sol y la Luna. El otro, sigue la misma
disposición, solamente que en este caso la figura es femenina,
representa una mujer con la mano cruzada sobre el pecho. Parece posible
que estuvieran situados en el arco de separación entre el crucero y la
nave central, que sería semejante al que se conserva en la cabecera.
 Los
otros dos bloques conforman personajes de frente llevando libros, se
interpretan como evangelistas, uno de ellos San Juan Evangelista. Están
situados encima del primer bloque de este grupo.
 El
último bloque situado por encima de la clave del arco triunfal,
representa a Cristo barbado con nimbo crucífero en actitud de bendición.
Se especula que los dos bloques representando a los evangelistas
pudieran estar situados a ambos lados de este último bloque.
La
interpretación de estas imágenes ha sido origen de grandes
controversias, desde la cristiana más ortodoxa, hasta la posibilidad de
que corresponda a un último brote de la herejía arriana o a que se trate
de inscripciones gnósticas, pero entrar en ese tipo de disquisiciones
nos llevaría muy lejos de nuestros propósitos. Desde nuestro punto de
vista, nos parece más razonable la primera opción, que relaciona a los
cuatro primeros bloques con las representaciones astrales y humanas de
Cristo y su Iglesia, según las antiguas tradiciones cristianas que
define San Isidoro en su "Tratado de la naturaleza", formando
las otras tres una especie de primitivo Pantócrator por encima del arco
triunfal. Sobre lo que no tenemos ninguna duda es de que toda la
decoración es de la época de la construcción de la iglesia y, por lo
tanto, toda ella visigoda de finales del siglo VII excepto quizá la
inscripción dedicatoria interior que podría ser del siglo X.


Ramón de la Campa Carmona
F.b. de la Rosa
Nuevo usuario
#4 · Mensaje viejo
Mi hija se llama Melque en recuerdo de la advocación que "recibe culto" en loa citada Ermita de la Puebla de Montalban (Toledo)
JMGALONSO
Usuario veterano
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#5 · Mensaje viejo
En el Museo Arqueológico Nacional hay (o al menos había antes de la
remodelación en curso) un montaje hecho con piezas originales de lo que
sería un presbiterio visigodo, con su cancel, sus cortinas (estas no son
originales, ya se ve), la cruz colgando sobre el altar...





Aunque para imaginar el esplendor de la liturgia palatina, nada mejor
que detenernos ante las cruces y las coronas votivas de Guarrazar.







Jesús Miguel

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