NOTA DEL TRADUCTOR
Por Fabián Sepúlveda Morales
Es necesario tener presente que la oración no es una fórmula para el cumplimiento de los deseos
de nuestro corazón, puesto que hay veces en que realizamos plegarias con las que sólo buscamos
satisfacer algún deseo egoísta, contrario a la voluntad de HaShem, que es el Soberano del
Universo, Dueño de todo cuanto hay en él y que, por ende, somos siervos Suyos y no Sus amos.
Tampoco es simplemente pedirLe en los momentos de angustia o bonanza. Es necesario, además,
agradecerLe, alabarLe por todas las cosas que a diario nos entrega en nuestras vidas y reconocer
las faltas y/o pecados que cometemos, sean voluntarios o involuntarios.
La oración es el medio a través del cual dialogamos con el Soberano del universo, Creador de todo
lo existente, para darLe a conocer nuestro mundo interno y por tanto, es un acto que, como se
señaló previamente, debe ser realizado con la reverencia con la que nos dirigiríamos a un
dignatario. Sin embargo, no siempre es fácil encontrar las palabras para expresarLe lo que
sentimos en nuestro interior y es por eso que puede llegar a ser necesario tener un sidur o libro
de rezos adecuado a nuestra identidad espiritual noájida e inteligible en la lengua nativa del
lector, que nos guie para pronunciar las palabras que emergen de nuestros corazones.
Un día, mientras pensaba en las dificultades que a veces tenemos para leer en un idioma distinto
al nuestro, que no manejamos. Esto puede ser engorroso (especialmente en algunos
casos).Después de haber conversado con un amigo al respecto, decidí ofrecerme como traductor
de este libro de oraciones al español, con el fin de facilitar la adoración y comunicación con el
Altísimo.
En un principio, no estaba seguro de que la solicitud fuera aceptada y, debido a razones
personales, me sentía indigno de realizar esta labor. Sin embargo, al recibir respuesta, comprendí
que tendría que mentalizar y reorganizarme para hacer un buen trabajo , que fuera beneficioso
para todos aquellos que, como yo, buscan tener una relación directa y más cercana con el
Creador, Bendito sea Su Nombre, en sus vidas, pero que les cuesta encontrar la fluidez necesaria
para dirigirse hacia Él con palabras. Pasaron meses sin que por diversos motivos tuviera avances
sustanciales en la traducción, pero finalmente, gracias al Eterno, pudo ser concluida.
Agradezco, en primer lugar, a HaShem, por darme la vida y salud necesarias para realizar mis
actividades; a la Sociedad Noájida de Oklahoma por brindarme la posibilidad de traducir al español
este texto; al moré Jaim Mates Frim por su gestión en la corrección; al señor Benyamin Pilant,
administrador del sitio breslov.com, gracias a quien pude acceder a una versión del texto
masorético traducida al inglés y publicada por la JPS; a quienes se esfuerzan por enseñar la verdad
a quienes viven en las sombras de la idolatría, así como también a quienes desean aprender más
sobre el legado espiritual que nos ha sido legado como noájidas y que me han inspirado a luchar
por ser mejor como persona.
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