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- Fecha de subida:08-02-2015
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Fabián Bish Eguiagaray
Historia Moderna de América.
Prueba de evaluación continua 1.
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Comentario de Texto: Carta de Isabel de Guevara.
El texto es una carta dirigida por Isabel de Guevara a Doña Juana de Austria. En la carta la autora narra la activa participación de las mujeres en una expedición y reclama para ella una compensación por dicha participación. Sobre la autora del carta se sabe poco más que la existencia de la propia carta, aunque podría ser pariente de Carlos de Guevara, uno de los hombres principales de esta expedición. Se ha puesto en duda la autoría de la carta aludiendo a que una mujer probablemente no supiese escribir en esa época. Aunque la afirmación no es del todo incorrecta las excepciones son numerosas y este pudo ser el caso de la autora, pero otra posibilidad es que en caso de no saber escribir la carta pudo ser dictada. No me parece por tanto que se pueda criticar la autenticidad basándose en este punto. En cuanto a la persona a la que va dirigida se trata de Doña Juana de Austria. Doña Juana era nieta de Manuel I de Portugal y Felipe el hermoso, hija de Carlos I, hermana de Felipe II y desde 1557, a la muerte de su suegro, madre del ya rey con tres años Sebastián I de Portugal. Durante la ausencia de Felipe II entre 1554 a 1559 fue regente de España. En el momento en que se fecha la carta ella es por tanto regente se España pero esta es una instancia muy elevada para remitir una reclamación de este tipo. Ante esto hay que preguntarse por qué Isabel decide enviársela a ella y no a las autoridades pertinentes en America o en el Consejo de Indias, quizá esperaba en otra mujer una actitud más comprensiva. La expedición en cuestión de la que habla la carta será la comandada por Pedro de Mendoza en que se funda Buenos Aires, en un primer emplazamiento que se abandonará. Según las crónicas en este viaje de unas mil quinientas personas el número de mujeres no debió ser muy elevado y en ninguna fuente queda constancia directa de la participación de Isabel de Guevara. La presencia de mujeres en los primeros momentos es muy escasa, en gran parte debido al carácter de las expediciones que se realizan. En este sentido, en las primeras décadas de la conquista apenas llegaban mujeres, solo cuando por parte de la corona se obliga a emigrar acompañado por la mujer a los hombres casados
El texto es una carta dirigida por Isabel de Guevara a Doña Juana de Austria. En la carta la autora narra la activa participación de las mujeres en una expedición y reclama para ella una compensación por dicha participación. Sobre la autora del carta se sabe poco más que la existencia de la propia carta, aunque podría ser pariente de Carlos de Guevara, uno de los hombres principales de esta expedición. Se ha puesto en duda la autoría de la carta aludiendo a que una mujer probablemente no supiese escribir en esa época. Aunque la afirmación no es del todo incorrecta las excepciones son numerosas y este pudo ser el caso de la autora, pero otra posibilidad es que en caso de no saber escribir la carta pudo ser dictada. No me parece por tanto que se pueda criticar la autenticidad basándose en este punto. En cuanto a la persona a la que va dirigida se trata de Doña Juana de Austria. Doña Juana era nieta de Manuel I de Portugal y Felipe el hermoso, hija de Carlos I, hermana de Felipe II y desde 1557, a la muerte de su suegro, madre del ya rey con tres años Sebastián I de Portugal. Durante la ausencia de Felipe II entre 1554 a 1559 fue regente de España. En el momento en que se fecha la carta ella es por tanto regente se España pero esta es una instancia muy elevada para remitir una reclamación de este tipo. Ante esto hay que preguntarse por qué Isabel decide enviársela a ella y no a las autoridades pertinentes en America o en el Consejo de Indias, quizá esperaba en otra mujer una actitud más comprensiva. La expedición en cuestión de la que habla la carta será la comandada por Pedro de Mendoza en que se funda Buenos Aires, en un primer emplazamiento que se abandonará. Según las crónicas en este viaje de unas mil quinientas personas el número de mujeres no debió ser muy elevado y en ninguna fuente queda constancia directa de la participación de Isabel de Guevara. La presencia de mujeres en los primeros momentos es muy escasa, en gran parte debido al carácter de las expediciones que se realizan. En este sentido, en las primeras décadas de la conquista apenas llegaban mujeres, solo cuando por parte de la corona se obliga a emigrar acompañado por la mujer a los hombres casados
la proporción crece hasta poco menos del 30%. Pero no solo viajan mujeres casadas, también lo hacen solteras aunque en menor número por varios motivos. Uno es que esta limitado legalmente para evitar el paso de aventureras y prostitutas por lo que se ponían muchas trabas para otorgar las licencias. Otro motivo es la inseguridad del viaje, especialmente para las mujeres solteras.
En la carta podemos distinguir dos partes, la primera en que narra el viaje y los problemas sufridos, y la segunda donde reclama una compensación por ellos: La primera parte comienza con la narración del hambre sufrida en esta primera fundación de Buenos Aires. Describe la desastrosa situación de la expedición y los trabajos que las mujeres llevan a cabo por este motivo. Por un lado ayudando con las tareas de limpieza, comida o en curar a los enfermos, y por otro lado en tareas que serían más propias de los hombres de la expedición como hacer guardias e incluso ayudar en la defensa. Después narra el viaje hasta Asunción donde las mujeres de nuevo cumplen con todas las tareas imaginables incluso en los barcos. Aunque esta narración no se ve corroborada por otras crónicas de la misma expedición es posible que las mujeres jugasen un papel importante como ocurrió con otras mujeres en estos primeros momentos de conquista. Ejemplos de ello son Inés de Suárez que destaco en la defensa de Santiago, Ines de Atienza que participa con otras mujeres en la expedición por el Marañón y acaba muriendo a manos de Lope de Aguirre o Isabel Barreto que en la exploración del Pacifico iniciada con su esposo Álvaro de Mendaña queda como general y gobernadora de la expedición y adelantada del mar océano a la muerte de éste. La segunda parte de la carta justifica el relato que nos ofrece en la primera. Expone la queja de no haber recibido parte alguna en el repartimiento y reclama que se le conceda por los servicios prestados, también reclama de paso un cargo o titulo para su marido. El relato claramente reivindica el papel de las mujeres pero en este viaje concreto. No hay nada en la carta que lleve a pensar en una reivindicación mas allá de su papel concreto con un objetivo claro, reivindicar una compensación. Tratar de ver en esta carta una posición feminista me parece un poco descontextualizado. Por un lado creo más correcto ver el feminismo como un movimiento concreto circunscrito a un tiempo concreto y muy lejano al que se refiere la carta por lo que tratar de proyectarlo al pasado es mirar con una óptica equivocada. Pero aun aceptando esta posibilidad no se refleja en la carta una postura que puramente feminista ya que en ningún momento hace una reivindicación general sobre la igualdad o una reclamación general sino una petición concreta para si misma.
Como en muchos otros casos el papel de la mujer en América ha sido poco tratado. Creo que esto se debe a una circunstancia principal, la escasez de referencias a las mujeres en las propias fuentes que
En la carta podemos distinguir dos partes, la primera en que narra el viaje y los problemas sufridos, y la segunda donde reclama una compensación por ellos: La primera parte comienza con la narración del hambre sufrida en esta primera fundación de Buenos Aires. Describe la desastrosa situación de la expedición y los trabajos que las mujeres llevan a cabo por este motivo. Por un lado ayudando con las tareas de limpieza, comida o en curar a los enfermos, y por otro lado en tareas que serían más propias de los hombres de la expedición como hacer guardias e incluso ayudar en la defensa. Después narra el viaje hasta Asunción donde las mujeres de nuevo cumplen con todas las tareas imaginables incluso en los barcos. Aunque esta narración no se ve corroborada por otras crónicas de la misma expedición es posible que las mujeres jugasen un papel importante como ocurrió con otras mujeres en estos primeros momentos de conquista. Ejemplos de ello son Inés de Suárez que destaco en la defensa de Santiago, Ines de Atienza que participa con otras mujeres en la expedición por el Marañón y acaba muriendo a manos de Lope de Aguirre o Isabel Barreto que en la exploración del Pacifico iniciada con su esposo Álvaro de Mendaña queda como general y gobernadora de la expedición y adelantada del mar océano a la muerte de éste. La segunda parte de la carta justifica el relato que nos ofrece en la primera. Expone la queja de no haber recibido parte alguna en el repartimiento y reclama que se le conceda por los servicios prestados, también reclama de paso un cargo o titulo para su marido. El relato claramente reivindica el papel de las mujeres pero en este viaje concreto. No hay nada en la carta que lleve a pensar en una reivindicación mas allá de su papel concreto con un objetivo claro, reivindicar una compensación. Tratar de ver en esta carta una posición feminista me parece un poco descontextualizado. Por un lado creo más correcto ver el feminismo como un movimiento concreto circunscrito a un tiempo concreto y muy lejano al que se refiere la carta por lo que tratar de proyectarlo al pasado es mirar con una óptica equivocada. Pero aun aceptando esta posibilidad no se refleja en la carta una postura que puramente feminista ya que en ningún momento hace una reivindicación general sobre la igualdad o una reclamación general sino una petición concreta para si misma.
Como en muchos otros casos el papel de la mujer en América ha sido poco tratado. Creo que esto se debe a una circunstancia principal, la escasez de referencias a las mujeres en las propias fuentes que
son la base principal para construir un relato objetivo. El porqué de este vacío no creo que se deba a una actitud enfocada al ocultar de una realidad sino a que los hechos de que tenemos noticia por estas fuentes se circunscriben a esferas, que con alguna excepción puntual, son propias de los hombres en una sociedad donde el género marca na gran diferencia de papel. Por otro lado la historiografía, hasta fechas bastante recientes con la aparición de estudios específicos sobre el tema, ha ignorado esta realidad. En este sentido hechos y crónicas referentes a mujeres que si han quedado reflejados en las fuentes no se han tratado hasta fechas recientes. Al igual que el espectro de lo que ahora es objeto de estudio de la historia se ha abierto en todos los frentes el estudio del papel de la mujer se va abriendo también y que se llegue a conocer, no de forma segregada si no de forma conjunta al resto de la historia, es algo necesario para tener un relato coherente.
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