jueves, 21 de julio de 2016

La batalla de Maratón - Apuntes de Historia

La batalla de Maratón - Apuntes de Historia

Skip links


Main navigation






Petición de ayuda

Las noticias de la expedición persa no tardaron en llegar a Atenas,
que se preparó para la guerra. Los atenienses reunieron un ejército de
unos diez mil soldados, capitaneados por el strategos más experimentado contra los persas, Milcíades el Joven.


Mientras el ejército ateniense se aprestaba para la guerra, Milcíades
envió al mejor corredor, Filípides, a pedir ayuda militar a Esparta.
Doscientos cuarenta y seis kilómetros, que el mensajero recorrió en dos
días monte a través.



Hombres de Esparta los atenienses os piden ayuda, y os
ruegan que no permanezcáis de brazos cruzados mientras la ciudad más
antigua de Grecia es aplastada y sometida por un invasor extranjero;
Eretria ya ha sido esclavizada, y Grecia se debilita por la pérdida de
una buena ciudad.


Heródoto, Historia VI
Sin embargo los espartanos estaban celebrando las Carneas, una
festividad religiosa que les impedía entrar en batalla hasta el
siguiente plenilunio, así que Atenas tenía que enfrentarse sola a las
tropas de Artafernes, amén de un pequeño contingente de unos mil hombres
que aportó la ciudad de Platea.


Y así el ejército ateniense, prácticamente solo y abandonado por sus
aliados, salió al encuentro de las tropas persas, un ejército al que
ningún griego había vencido hasta la fecha, y que como poco les doblaba
en número.


En la llanura de Maratón

Ambos ejércitos se encontraron en Maratón,
una gran llanura junto al mar a unos cuarenta kilómetros de Atenas,
donde los persas habían desembarcado por consejo de Hipias.


Quedaban diez días para el plenilunio y Milcíades tenía esperanzas de
que, llegada la fecha, Esparta enviaría ayuda militar, así que adoptó
una posición defensiva y se mantuvo a la espera. Por su parte los
persas, a la expectativa, hicieron lo mismo.


Cinco días transcurrieron así. Supongo que el tiempo pasaría lento
para Milcíades, que esperaba el plenilunio como una salvación.


No sabemos si los persas averiguaron los planes de los atenienses, si
la logística de avituallamiento comenzó a hacerse demasiado onerosa o
si simplemente se cansaron de esperar viendo el inmovilismo de las
tropas griegas.


El caso es que, al quinto día, abandonaron las posiciones defensivas y
comenzaron a evolucionar en la llanura. Adiós a la ayuda espartana.
Atenienses y plateos tendrían que vérselas solos con los persas.


La batalla de Maratón

Los ejércitos formaron frente a frente. Milcíades dispuso a sus
hombres en tres bloques, uno central y dos laterales, ya que la
inferioridad numérica le impidió crear una línea continuada que hiciera
frente al enemigo.


Astafernes, por su parte, dispuso a sus tropas de élite en el centro,
mientras que en los flancos situó las tropas menos entrenadas y las
reclutadas forzosamente.


Y, al contrario de lo que los griegos solían hacer, comenzaron
atacando prácticamente a la carrera, directos al enemigo. ¿El motivo?
Los arqueros persas. Cuanto antes llegaran al cuerpo a cuerpo, menos
tiempo tendrían que resistir la lluvia de flechas.


Ponte por un momento en la piel de uno de aquellos hoplitas. Ambos
ejércitos estaban separados por unos mil quinientos metros, y los
griegos iban equipados con largas lanzas, escudo de bronce y coraza
también de bronce, como en la ilustración.


Batalla de Maratón


Así que tienes que correr mil quinientos metros, cargado con un
equipamiento que pesa más de veinte kilos y bajo una lluvia de flechas.
No suena muy halagüeño, ¿verdad? Sin embargo, el enemigo que espera al
otro lado apenas lleva protección, ni escudo ni coraza, y mientras los
griegos contaban con largas lanzas los persas sólo tenían una espada
corta.


El choque fue brutal y la infantería griega arrolló a las líneas
persas. En el centro, donde se encontraban las tropas más entrenadas,
resistieron mejor, pero los flancos persas fueron puestos en fuga.


Los flancos de Milcíades comenzaron la persecución de las tropas que
huían hacia los barcos, mientras en el centro los hoplitas no sólo
habían frenado su avance sino que comenzaban a recular. El centro persa
ganaba terreno.


Cuando los persas se percataron de la trampa ya era demasiado tarde. Y
es que los flancos griegos, olvidándose de las tropas que huían,
rodearon el centro aqueménida en un movimiento de tenaza perfecto.
Rodeadas, las tropas persas sólo pudieron huir hacia los barcos en un
desordenado sálvese quien pueda. Muchos se ahogaron en las marismas que
rodeaban la llanura de Maratón.


Evolución de la batalla de Maratón


Aún así muchos persas lograron huir a bordo de los trirremes y
pusieron rumbo a Atenas. Con el ejército ateniense en Maratón, si los
persas alcanzaban la ciudad aquello sería una masacre.


Regreso a Atenas

No había tiempo que perder, el ejército debía regresar a defender la
ciudad, que en barco se podía alcanzar en unas diez horas. Ése era el
tiempo que tenían para recorrer los cuarenta kilómetros, cargados con el
equipo, y después de haber luchado.


Y lo consiguieron. A marchas forzadas en una extenuante jornada de
ocho horas, los hoplitas consiguieron llegar a Atenas justo antes de que
arribaran las naves persas que, viéndolos allí, renunciaron a
desembarcar y se retiraron.



Una pequeña parte de los griegos permanecieron en Maratón, reuniendo
los cuerpos de sus doscientos compañeros caídos en la batalla para
darles sepultura bajo un túmulo, que aún puede verse en la llanura en la
actualidad. De hecho puedes verlo en Google Maps, aquí.


Túmulo de Maratón


Por cierto que, unos días después, llegaron los refuerzos espartanos:
dos mil hoplitas que, viendo el panorama, lo único que pudieron hacer
fue felicitar a los atenienses y los plateos por su gran victoria.


Lo que Maratón evitó

Como ya sabes, la retirada de los persas no fue definitiva. Sin
embargo, por el momento Grecia (al menos la Grecia continental) estaba a
salvo.


Tanto Atenas como Esparta habían quedado sin su castigo y, a pesar de
que Macedonia y algunas islas del Egeo como las Cícladas habían quedado
bajo dominio persa, el resto de Europa quedaba libre del empuje
aqueménida.


Darío seguirá empeñado en castigar a las ciudades griegas que
apoyaron la revuelta jónica y que mataron a sus embajadores pero, sobre
todo, seguirá empeñado en conquistar la Grecia continental para abrir
una puerta hacia Europa que mitigue su sed de expansión.


Y aunque su muerte, ocurrida cuatro años después de la derrota de
Maratón, se lo impediría, su hijo Jerjes I continuaría adelante con sus
planes de invasión y de castigo. Y no tardaría mucho en hacerlo, esta
vez por mar y por tierra…



Libro y piscina

Ahora mismo, en el momento de publicar esta entrada y durante toda la
semana, estoy de vacaciones. De hecho, seguramente en este momento esté
en la orilla de la piscina acompañado de mi mujer, las niñas y un buen
libro. La publicación del artículo, el envío de la newsletter, las
publicaciones en redes sociales, todo está programado para realizarse
“automágicamente”.



No lo digo por darte envidia (que también, un poquito 😉
) sino para que sepas que quizá no conteste a los comentarios, correos y
mensajes varios en unos días. No obstante te animo a dejarlos
igualmente, así a la vuelta tendré el placer de encontrarme mucha
interacción. 🙂


Si quieres profundizar en el tema


Maratón Maratón


de Richard A. Billows


Comprando el libro a través del enlace ayudas al
mantenimiento económico del blog sin que a ti te cueste más. También
puedes realizar una aportación puntual mediante PayPal a través de este enlace. Gracias.

Enrique Ros
Soy
un lector empedernido y una persona curiosa, un enamorado de aprender y
de la historia (entre otras cosas), madrileño de nacimiento y murciano
de adopción. [ Más sobre mí ]

Reader Interactions

Comentarios





  1. Me parece que los griegos y los persas eran grandes enemigos en
    constantes batallas. Y que esto llegaba lejos pues abarcaba todo los que
    es Irán Grecia y todos loa países alrededor. Muy interesante artículo
    me dio ciegue ta de que hablas de colonialismo e imperialismo.







    • Gracias, Rossanna. Sí, es cierto, se enfrentaron en numerosas
      ocasiones y no por casualidad. El “muro” que suponían los escitas por la
      parte oriental del imperio aqueménida hizo buscar a los persas la
      expansión por Europa, viendo en Grecia la puerta de entrada. Desde luego
      la historia del mundo habría sido muy diferente si el resultado de las
      Guerras Médicas hubiera sido distinto.

      Un saludo.







  2. Hola Enrique


    ¿Crees que el hecho de que los persas apoyaran a los comerciantes
    fenicios, perjudicando así a las polis jónicas, tuvo algo que ver en el
    hecho del apoyo ateniense en la revuelta de Mileto?







    • ¡Muy buena observación, Ricardo! Efectivamente, las causas fueron
      múltiples, como suelen serlas en estas cosas. De hecho esa que nombras,
      el apoyo persa a Sidón y Tiro, fue una de las semillas de la revuelta
      jónica. Lo cierto es que, como habrás podido ver, el artículo es sólo
      una visión general, pero se podría profundizar muuuucho más, tanto en
      causas como en consecuencias.

      Muchas gracias por tu aportación 🙂







  3. Voy a decir solamente que -como todo lo que nos compartes- es
    estupendo y sumamente interesante. Ahora me alejo de la historia y este
    comentario va a ser netamente personal: Estoy enfadada. ¡Como vas a
    escribir que estás en la piscina con las niñas y tu mujer y yo aquí
    leyéndolo. Y aquí, (Argentina) es frío y lluvia desde el viernes; o sea
    viernes, sábado, domingo, lunes y el pronóstico indica que será igual
    hasta el miércoles. Retomando mi perfil serio te agradezco toda la
    información que leo con avidez para a mis 80 años saber cada día un
    poquito más. Un abrazo.







    • Gracias, Elena, encantado de que te haya gustado. 🙂

      Por otro lado, cuenta que, pasada esta semana, yo voy a estar
      maldiciendo el calor húmedo y pegajoso de Murcia durante tres meses,
      mientras tú podrás estar disfrutando de una buena manta y una bebida
      caliente. Eso no tiene precio 🙂

      Un fuerte abrazo (me daré un chapuzón por tí) 🙂







  4. Aparte de esté estupendo e interesante artículo de estas dos grandes civilizaciones que nos han dejado tantos legados…

    Desearte Enrique que pases una estupenda semana en compañía de tu familia 😊 Desconectar y recargar pilas no tiene precio!! 😉


    Saludos y un abrazo







    • Muchísimas gracias, Betty

      Cierto que no tiene precio. Lo que pueda descansar esta semana me tiene que llegar para todo el año 😀
      De hecho, he dejado a la family en la piscina y me he venido a trabajar
      un poco (que después de un chapuzón mañanero y a la sombra de una
      palmera tampoco es que se pueda considerar trabajar) pero ya me ves, en
      vez de con la obligación me he puesto con la devoción 🙂

      Un fuerte abrazo







  5. Primero agradecerte y elogiar la manera de contarnos esa parte de la historia,de la que tanto tendriamos que aprender.

    Yo que soy un enamorado de la historia y mas de la griega,me doy cuenta
    de lo mucho que me queda por saber…mil gracias y disfruta del verano.







    • Mil gracias a ti, Jose Antonio. Comparto tu opinión, todos deberíamos conocer la historia, al fin y al cabo es de donde venimos.

      Gracias por tus deseos, te aseguro que estoy disfrutando 😀

      Un saludo.







  6. Hola Enrique. Yo había leído -como quizá muchos- que el nombre de
    “maraton” se había dado por la carrera de los kms que tuvo que correr
    aquel griego despues de la batalla para llevar las noticias de la
    victoria a sus compatriotas, y por eso son 42 km. Y que este al llegar,
    luegobde completar su misión, había caido muerto. Con lo que acabo de
    leer en tu escrito, significa que esa era una historia falsa? O tambien
    es probable como origen del término?. Saludos.







    • Hola Mauro.

      Sí, en realidad es un mito bastante extendido pero no fue así como
      ocurrió. 42 kilómetros es la distancia entre la llanura de Maratón y
      Atenas, y es la distancia que hizo el ejército ateniense para regresar a
      su ciudad antes de que llegaran los persas y la liaran parda.

      De hecho existe en la actualidad una ultramaratón de 246 kilómetros llamada espartatlón que se celebra desde 1983 y conmemora (esta sí) la gesta de Filípides corriendo de Atenas a Esparta.

      Muchas gracias por tu comentario. Un saludo.







  7. Simplemente alelante y delirante…así es este tipo e recuentos de la
    historia, es como un buen sexo! Gracias por tan interesante y
    enriquecedor post. Sublime.







  8. Como bien lo comento Mauro, es otro historia del origen de la Maratón
    y que muchos por años creímos, pero siempre es bueno aprender algo y si
    es algo verídico, mejor. Te felicito por ser un estudioso de la
    historia y que nos hayas compartido, este conocimiento y que sea un
    ejemplo para que muchas personas hagan lo mismo y salgamos de nuestra
    ignorancia e ir rompiendo paradigmas antes establecidos por quién sabe
    quién, que nos lleva a vivir en un error. Gracias por compartir y si ti
    propósito fue que quien lo leyera y aprendiera, yo aprendí.







    • Muchas gracias por tu comentario Gerardo. Aunque el principal
      objetivo es despertar la curiosidad y el gusto por la historia, siempre
      es un placer añadido y un “subidón” que me digan que se ha aprendido
      algo 🙂

      Un afectuoso saludo.







  9. Gracias Enrique, no soy muy versado en estos temas y tu manera de
    desarrollarlos es muy amena, por lo que siento mas ganas de seguir
    conociendo estos aspectos de la historia. Un abrazo.







    • Muchas gracias a ti, Norberto. Si he despertado tu curiosidad quedo
      satisfecho con creces y doy por cumplido el objetivo que tenía al
      escribirlo 🙂

      Un fuerte abrazo.







  10. Filípides!! Qué grande eras!!!


    Por cierto, tenía entendido que no fue el ejército quien llegó a
    Atenas después de Maratón, sino Filípides, y que fue este quien avisó a
    la población y se disfrazaron de hoplitas para desconcertar a los persas
    y que no se decidieran a atacar…







    • Gracias por tu comentario, Francisco.

      Heródoto (la fuente más fiable ya que escribió muy poco después de los
      hechos) cuenta la versión más ampliamente aceptada, que es la que narro
      en el artículo. Otra versión, la de Plutarco (siglo I d.C., citando a
      Heráclides Póntico, del siglo III a.C.), asigna la gesta a Tersipo o
      Eucles. Luciano, un siglo posterior a Plutarco, es el que cuenta la
      historia de Filípides anunciando la victoria y muriendo a su llegada a
      Atenas desde Maratón, con el ¡Alegraos, vencimos! y la muerte teatral.

      Por algún motivo la versión que se ha extendido es la menos probable
      (Luciano vivió seis siglos después de Maratón y no cita fuente alguna de
      la época). Supongo que porque es la más teatral, pero seguramente en
      esos seis siglos de alguna forma se mezclaron nombres, lugares y
      versiones. Actualmente la versión a la que haces referencia se considera
      simplemente un mito.

      Un saludo.



Deja un comentario o el hoplita se enfada




Ebook gratuito

Ebook gratuito Roma en las provincias

Disfruta la Historia

Comienza cada semana con un nuevo Apunte de Historia directo a tu email y disfruta de contenido exclusivo para lectores del blog




No hay comentarios:

Publicar un comentario