miércoles, 3 de agosto de 2016

Jornadas de Estudios Orientales - JEO2004 - Transoxiana - EEO, USAL

Jornadas de Estudios Orientales - JEO2004 - Transoxiana - EEO, USAL



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JEO2004

Primeras Jornadas de Estudios Orientales

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Transoxiana,
Journal Libre de Estudios Orientales

20 y 21 de Diciembre de 2004

Escuela de Estudios Orientales, Universidad del Salvador

Buenos Aires, Argentina

La presencia de Lilith en los escritos rabínicos y su
origen

Mag. María Martha Fernández

Licenciada en Cs. de la
Comunicación - Master en Ciencias de la
Religión



Área temática: Mesopotamia - Antiguo
Israel



Palabras clave:
Mitología hebrea - Génesis - Adam Kadmon
- Lilith - Isthar - Inanna -
Lilitú - Demonios babilónicos - Poemas
de Gilgamesh - Andrógino -
Kabbalah






Resumen: Durante el
Génesis (o Bereshit) del Antiguo Testamento, aparece
insinuada una tercera presencia, Lilith, que tiene mayor
protagonismo en la literatura hebrea paralela más que en
el texto sagrado. Su numinosidad se remonta a una
tradición mesopotámica que la une con las diosas
babilónicas Ishtar, Inanna, y Anath entre
otras. En el Judaísmo, por lo contrario, no se la ha
deificado, si no que ha sido vehículo para introducir el
concepto del mal ligado a lo femenino, generando, no sólo
una leyenda a su alrededor, si no, también, rituales
religiosos judíos.





Introducción

Relato de la Creación
Según el Bereshit, como
en otros mitos cosmológicos, en la primera creación
de D's o del ser o seres creadores, "el creado"
era el resultante de una unión absoluta y armoniosa de los
géneros conocidos en Uno: el Andrógino. En la
mitología hebrea aparece el Adam Kadmón,
hombre prototípico y primordial (Gen. 1:26 "Dijo
Elohim: Hagamos al ser humano a nuestra imagen como a nuestra
apariencia", Gen 1:27 "Creó Elohim al ser
humano a su imagen, a la imagen de Elohim lo creó: Macho y
hembra".)



Para comprender el concepto que
describe a ese andrógino, nos vale recordar dos puntos.
Primero, el relato de Platón en "El Banquete":
"Existió una raza primordial, pues, cuya especie
está ahora extinguida, formada por seres que llevaban en
sí ambos principios: el Masculino y el Femenino".
Los miembros de aquella raza andrógina "eran
extraordinarios por su fuerza y atrevimiento" hasta el
punto que se enfrentaron a los dioses; son los llamados
"Gigantes" en los mitos antiguos, que fueron
fulminados. Sin embargo, otra versión que se acerca
más a la que se supone por los escritos Midrásicos,
fue la que dan por supuesta los textos sagrados. La única
manera de "neutralizar" ese poder fue
dividiéndolos.



Para el imaginario de los textos
hebreos como el Ma'aseh Bereshit -relato de la
creación y sus especulaciones místicas-, Adam
Kadmon
es el resumen de lo cósmico y está en
perfecta armonía entre lo femenino y masculino. Gracias a
esta ecuación, místicos hebreos comenzaron a
esbozar las dimensiones de D's.



En el Midrash del Genesis
Rabba1
-método de interpretación de las Escrituras- el
Rabbi Yirmeyah ben Lazar dijo: "Cuando el Santo, bendito
sea, creó el primer hombre, lo creó
andrógino, pues está dicho Macho y Hembra los
creó... y les puso de nombre Adam (Gen. 5,2)." Dijo
R. Semuel bar Najmán: Cuando el Santo, bendito sea,
creó al primer hombre, lo hizo de dos caras;
después lo partió y le proveyó de dos
espaldas, una para cada parte".




En su "Tratado de las
Religiones", Mircea Elíade completa claramente este
concepto: "Adán y Eva fueron hechos espalda con
espalda, unidos por los hombres, y D's los separó de
un hachazo, cortándolos en dos. Otras interpretaciones
difieren, explicando que el primer hombre era Hombre por el lado
derecho y Mujer por el lado Izquierdo, pero D's los partió en dos
mitades". 2



En el Bereshit Erubin se
menciona a un ser con un rostro masculino que miraba hacia
delante y uno femenino que miraba hacia atrás, unidos por
la espalda. Como la circunstancia entorpecía la capacidad
de movimiento y dificultaba la conversación, D's
dividió al andrógino y dio a cada mitad una nueva
espalda, aportando más detalles otras
versiones.



Para Jean Libis3, esta
división supone la dislocación del Adam
Kadmón
andrógino hacia una especie de
infrahumanidad. Considerando que, como indica la Kabbalah
-interpretación de la mística judía- el
mayor elemento de meditación y aprendizaje son los
Sefiroth -las once esferas del conocimiento-; éstas
contienen intrínsicamente los dos principios: el Femenino
y el Masculino. A su vez, éstas no sólo pueden ser
proyectadas a un nivel cósmico, si no, ya que es un saber
dinámico, conforman una imagen del hombre en perfecta
armonía y equilibrio - como lo era en el Adam
Kadmon-; en el corte, la división las
desarmoniza.




Aproximación al nacimiento de la Lilith hebrea
La creación de este
Adam Kadmón es reemplazada por Adam, que es
creado el sexto día, luego de dar nombre a los animales de
la creación (Gen. 2:20: "...En cuanto al hombre, no
encontró ayuda frente a
él").



En el Bereshit Yebamot 63
a. explica que, luego que Adam viera desfilar a las parejas de
animales y todos los seres vivientes, sintió celos de su
amor y, aunque intentó copular con cada hembra por turnos,
no encontró satisfacción en el acto. "Todas
las criaturas menos yo tienen la pareja apropiada",
rogó a D's.



Las prácticas
zoofílicas eran muy comunes entre los pastores de Medio
Oriente y figuran unas tres veces en el Pentateuco
(Génesis, Exodo, Números, Reyes y Deuteronomio). Un
antecedente se podría encontrar en el Poema de
Gilgamesh, donde se relata que Enkidu vivía
con gacelas y se codeaba con otras bestias salvajes, hasta que,
en el abrevadero, la sacerdotisa Aruru revirtió esta
conducta luego de estar en su compañía durante
siete días y seis noches.



Según el Yalqut
Reubeni,
"D's formó entonces a
Lilith, la primera mujer, del mismo modo que había
formado a Adán, aunque utilizó inmundicia y
sedimento en lugar de polvo puro" y continúa:
"De la unión de Adán con este
demonio-hembra, y con otro como él llamado
Naamá, hermana de Tubal Caín,
nacieron Asmodeo e innunmerables demonios que
todavía atormentan a la humanidad"4.
También se deja asentada la posibilidad de que Lilith se
haya presentado, junto con Naamá, disfrazadas como rameras
de Jerusalén frente a la corte del rey
Salomón.



Planteo

Genealogía babilónica
Los orígenes de la
presencia de Lilith se remontan a raíces sumerias o
acadias. Se ha hecho una distinción entre diferentes
clases de espíritus malignos, ya sean diablos, demonios o
fantasmas5.




Clase

Descripción

Nombres

Diablos

Tienen la misma
naturaleza que los dioses, producen vientos, tormentas y
enfermedades

Gallu, Ilu.

Fantasmas

Almas desencarnadas de
humanos que no pueden encontrar descanso y deambulan por
la tierra

Utukku Ekimm

Demonios

Mitad humanos, mitad
seres humanos supernaturales.

Rabisu, Alu, Labartu, Lilitu, Lilu, Ardat Lili, Idlu
lili.
A su vez, la imaginería
se dividía en dos grupos: Lamashtu (Labartu,
Labasu, Ahhazu) y el de Lilitu (Lilu, Lilitu, Ardat Lili).
La clasificación realizada por Thompson fue constatada
según la décima tabla de la serie
ugud-hul-a-mes, investigación expuesta por John
Prosecky . Sobre Lilitu, Thompson menciona que era "un
demonio maligno que el hombre ha creado sobre una cama en una
noche de sueño", apareciendo una idea que
estaría ligada a Lilith en todo su simbolismo: La
seducción como arma, la noche como hábitat y el
erotismo -cualidad devenida quizás de Ardat Lili- que, en
la tergisversación que se da con el paso del tiempo,
transforma a Lilith en
"súcuba".



Lamashtu e Ishtar
delinearían mejor el perfil de Lilith. Lilitú fue
perdiendo ciertas características a través de la
tradición hebrea. Desaparece, principalmente, su
carácter divino original y se convierte en una imagen
descolorida y errante.



En la demonología hebrea
aparecen, entonces, los espíritus o Ruchot, las
pestes o Masqim y los destructores Chabalim. A
todos ellos se los puede englobar dentro de los Shedim, un
término derivado del arameo Shida, significa
"demonios". Pero los Shedim tienen una doble
naturaleza: Pueden ser benevolentes e incluso solidarios con la
actividad humana, pero ha preponderado su principio generador de
problemas. Casi todos son de género
masculino.



El término hebreo
Shed, "canción", proviene seguramente
del término Shedú, que definía en
Babilonia a una deidad etónica que era adorada como un
toro alado con cabeza de hombre. Su par femenino era
Lamassú o Lama, llamada Kal en
Sumeria y que era venerada con el cuerpo de vaca y cara de mujer;
ambos eran las imágenes que custodiaban las afueras de los
palacios. Ella fue retomada en el panteón sumerio y, a
partir de ahí, fue tomando ciertas características
que heredó la anteriormente nombrada Lamashtú, y
que traspasaría a Lilith.



Estos demonios hembras
observaban los nacimientos y, durante los trabajos de parto,
trataban de herir o atacar directamente a la madre, con el fin de
robar al recién nacido para luego matarlo, como se puede
observar en un sello cilíndrico expuesto en el Museo de
Oxford6



En los textos se señala
que Labartú vive en las montañas o en las
riberas de los ríos. Su apariencia es espantosa, con
cabeza y cara de león embravecido y piel blanca como
arcilla. Gruñe como león y aúlla como
chacal. De esencia salvaje y despiadada, su sola presencia
significa destrucción. Los encantamientos que usaban para
protegerse de ella hablaban de la creación como
antítesis de su propia naturaleza, que nos recuerda al
principio que mueve a Kali.



Lamashtú dará
origen a la Lamia griega, que puede tener origen en una
princesa frigia; otras teorías señalan que
podría ser la hija de Laistrygons de Libia.
Según la mitología griega, Lamia fue amante de
Zeus, con quien tuvo una prolífica descendencia hasta que
la celosa Hera mató a todos sus hijos, menos a Esquila.
Lamia perdió su belleza y, en venganza por su prole
asesinada, secuestra a los recién nacidos. Tiene cuerpo de
reptil y la cabeza de una mujer hermosa.



De Isthar
deviene otra característica que se reconoce en Lilith: El
poder de seducción de la diosa babilónica. Su
veneración hizo que ésta tomara siempre ciertas
aristas enigmáticas, pero que le otorgarán el poder
femenino de la seducción. Opuesta completamente a
Lamashtú, puede llegar a considerarse como la Diosa Madre,
la Reina del Cielo.



Ishtar fue
conocida como "Astar de Siria". Así se la
llamó en Egipto durante la XVIIIa. Dinastía. En el
siglo XII AC, se confundían sus cualidades y nombres:
Anath, Astarté o Qadesh, "Damas
del Cielo". Ya Qadesh introduciría la idea que
aparecerá en la iconografía de Lilith: la diosa
parada sobre leones.



Asheráh es de origen canaanita y arriba al
mundo hebreo hacia el 586 AC. En esta cosmovisión,
seguramente, encarnará la idea opuesta a la que
representaba Lilith. Durante la destrucción del primer
templo, en los tiempos de Nabucodonosor, los canaanitas y hebreos
compartieron los altares y lugares de culto, fusionando los
panteones propios con los sirios y los de otros pueblos de la
Mesopotamia



Esta diosa, la
más importante de la imaginería canaanita y con
presencia desde el siglo XIV AC, era la esposa del dios
El, que también ingresará al mundo hebreo
hasta permanecer como uno de los 72 nombres de D's.
Darán la progenie divina de la que descenderán
Baal, Anath y Mot.>7



Su culto
continuó durante el periodo de los reyes y jueces;
principalmente se le encomendaban los partos y la fertilidad, lo
que la hizo muy popular.



La
confusión entre los nombres de Asherah
y Astarté se debe a las conocidas
Cartas de Amarna, documentos diplomáticos de
histórico contenido cuya importancia reside en que
atestiguan las relaciones sociopolíticas en Medio Oriente,
de Egipto con Canaán y Mesopotamia, Anatolia y el Egeo,
durante el reinado de Amenhotep III hasta el de Ay
(año 1386 hasta 1321 AC).



En el año
621 AC, el Rey Josías introdujo la reforma que
rompió el elemento integral del antiguo Israel:
Yahvé y Asherá como pareja sagrada.
Anath continuará en los mitos ugaríticos y
no tiene ninguna aparición en los textos sagrados
judeo-cristianos. Encarnará a la diosa de la guerra,
considerándola como la más sedienta de sangre. Ese
perfil la hará protectora de los faraones en Egipto:
"La diosa, la victoriosa, una mujer actuando como hombre,
vestiduras de hombres, ceñidas como una
mujer"




Lilith, la primera amante de Adán

Lilith, que mostraba una
fuerte impronta canaanea, se resistía a yacer por debajo
de Adán: "¿Porqué he de yacer debajo
de tí? Yo también fui hecha con polvo y por tanto,
soy tu igual" -decía, según el Midrash
Alphabeta de Ben Sira. Al ser forzada por Adán,
pronunció el nombre de D's, se elevó por los
aires y desapareció. Ante las quejas de Adán,
D's envió a Sansenoy, Semangelof y
Senoy a buscarla. La hallaron en el Mar Rojo. Esta
región se caracterizaba por la presencia de demonios, con
los cuales ella ya había engendrado a los Lilim,
"a razón de más de cien por
día".



Se supone que Lilith
representaba a las mujeres canaaneas, que adoraban a la
anteriormente mencionada Anath y acostumbraban mantener
relaciones sexuales pre-matrimoniales. Es una forma de censurar a
algunas mujeres israelitas que tenían estas
prácticas, y queda expresamente prohibido en Deuteronomio
23,18: "Que no haya prostitución entre las
israelitas ni entre los israelitas", en demostración
de la pureza sexual.



En cuanto a la idea de que la
mujer permanezca por sobre el hombre, las adoradoras de la griega
Hécate -según lo que reseña
Apuleyo- acostumbraban realizar de esta manera sus
encuentros sexuales, al igual que lo que indican ciertos grabados
del antiguo Sumer.



"Regresa con
Adán de inmediato o te ahogaremos". Ella
respondió que ya no podía regresar con él
luego de su estancia en el Mar Rojo. Ante la reiterada amenaza de
muerte, Lilith explica: "¿Cómo puedo morir,
si D's me ha ordenado que me haga cargo de todos los
recién nacidos, de los niños hasta el octavo
día de vida (el de la circunsición) y de las
niñas hasta el vigésimo día?. No obstante,
si alguna vez veo vuestros tres nombres o vuestras esfigies en un
amuleto sobre un recién nacido, prometo perdonarle la
vida". Así arribaron a un trato, pero D's
castigó a Lilith, haciendo que cientos de sus hijos
demoníacos perecieran por día y que, encolerizada
por la presencia de un amuleto protector, matara a su
descendencia.



La huida de Lilith al Oriente, y
la aparición posterior de Eva, sirven como metáfora
moral del comportamiento de la consorte. Eva ya será
creada a partir de la costilla de Adán -en una de
sus versiones, ya que el término que se utiliza es
Tselá, que significa "lado",
"sombra" y "costilla"-, en una
alegoría de la supremacía masculina. Por otra
parte, Patai y Graves señalan que el hecho
de que Lilith haya realizado ese itinerario es un testimonio
histórico de los pastores nómadas que se
admitían como huéspedes de los canaaneos.
"Éstos se apoderaban del poder y cuando la familia
real huye, ocupan un segundo reino que rinde pleitesía a
la diosa hitita Heba"8,
que podía incluir sacrificos humanos como los que se supone
sublimaron en la muerte de Abel, en el suceso con Caín.



Considerando que en los relatos
del Génesis 1 y el 2 con carácter más
sacerdotal y menos alegórico, tienen una cierta
discrepancia, ésta favoreció la literatura que
reforzaría el mito de Lilith.



Las especulaciones sobre su
creación serían: que haya sido creada antes que
Adam, en el quinto día; o sea, inacabada o
simultáneamente con él (según el
Zohar9, creada
como parte de él). Otra versión explica que
comparte la creación con Samael, que había
emergido de un andrógino que provenía por
detrás del Trono, o sea, el producto siniestro-opuesto,
del Adam Kadmón y, finalmente, surgida de un abismo
primordial.



PUNTOS A DESARROLLAR, PENDIENTES.



  • Mención de
    Lilith en el Talmud, relatos Bíblicos, Poemas de
    Gilgamesh

  • Convergencia y
    similitudes entre la tradición hebrea y
    mesopotámica, de la aparición de Lilith durante
    el suceso de la
    "tentación"
  • Rituales y
    amuletos de protección ante su
    presencia.
  • Esbozo de una
    conclusión del trabajo de
    investigación

Referencias

1 Vegas Montaner,
Luis: Genésis Rabbah I. Ed. Estella,
1994.



2 Eliade, Mircea: Tratado
General de las Religiones.
Ed. Cristiandad, 1974.



3 Libis, Jean: El Mito del
Andrógino
. Ed. Siruela, 1982.



4 Graves, Robert - Patai,
Raphael: Los Mitos Hebreos. Alianza Editorial, 1986.



5 Thompson, R. Campbell: Diablos y
Espíritus Malignos de Babilonia
. Vol. I y II. Luzac
and Company, 1903.



6 Langdon, S.H: Babylonian
and Hebrew Demonology with the Reference to the Supposed Borrowing
Persian Dualism in Judaism and Christianity
. JRAS, 1934.



7 Patai, Raphael: The Hebrew
Goddess
. Wayne State University Press.



8 Ibid. 4



9 Sefer ha-Zohar III.19ª.
Se traduce como "Libro del Esplendor". Comentario
místico al Pentateuco N.A.





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