- No confundir con el Imperio neobabilónico o caldeo del I milenio a. C.
- Para otros usos de la palabra Babilonia, véase Babilonia (desambiguación).
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| Capital | Babilonia | |||
| Idioma principal | Acadio (dialecto babilono antiguo) | |||
| Otros idiomas | Sumerio | |||
| Gobierno | Monarquía hereditaria | |||
| Historia | ||||
| • Subida al trono de Hammurabí | 1792 a. C. | |||
| • Fundación del reino amorreo | ||||
| • Inicio de la dinastía casita | ||||
| • Saqueo de Babilonia | 1595 a. C. | |||
Por extensión se denomina periodo paleobabilónico a la época que comprende la I dinastía de Babilonia. Históricamente se corresponde con la decadencia de Sumer, encuadrándose entre el periodo de auge conocido como Renacimiento Sumerio y el dominio de Asiria. Comienza con un nuevo auge de las ciudades-estado sureñas después de que Ur
entre en decadencia, acosado por las continuas invasiones provenientes
del oeste. Al comienzo del periodo destacan los reinos de Larsa e Isín, que van cediendo terreno a los Estados del norte de Mesopotamia (Babilonia y, en segundo grado, Asiria).2
Índice
Historia
Decadencia sumeria e invasiones amorritas
En torno al año 1950 a. C. los pueblos amorritas, de carácter seminómada y origen semítico, invadieron Sumer y fundaron dinastías en varias de sus ciudades. Poco después los elamitas se hicieron con Ur,que hasta entonces había sido la gran potencia local. Estos cambios
políticos propiciaron la anarquía en la región, dividida en pequeños
países entre los que sobresalió Mari, primero, y Babilonia,
ciudad elegida por los amorritas para centralizar su poder, después.
Los primeros días de Babilonia como Estado independiente, sin embargo,
quedan supeditados a otras potencias amorritas más inicialmente fuertes,
sobre todo Isín, Nippur y Larsa, que compitieron entre sí durante doscientos cincuenta años.3 Al final, con las dinastías amorritas ya asentadas, en Mesopotamia emergen tres potencias equilibradas: Alepo, Asiria y Babilonia.4
Las tribus amorritas fueron en realidad un conjunto de pueblos llamados mar.tu en sumerio y Amurru en acadio, palabras ambas que significan oeste. Probablemente estuvieron emparentados con los cananeos. Al llegar a Mesopotamia, hicieron suyas la lengua acadia y la escritura cuneiforme, aculturizándose. Los archivos reales de Mari
los describen como pastores de cabras y ovejas que interrelacionan con
poblaciones sedentarias. Eran nómadas, pero sus desplazamientos,
limitados a las riberas y a otros lugares donde encontrar agua y tierras
de cultivo, eran pequeños y de carácter anual. Se desconocen las
razones que les empujaron hacia las llanuras mesopotámicas y el modo en
que se asentaron y fundaron dinastías en las ciudades que lograron
conquistar. Se sabe sin embargo que, más que gracias a su poder bélico,
sus conquistas fueron posibles debido al deterioro del poder político y
la economía sumerias, que coincide con el cierre de las principales
rutas comerciales debido a su escasa protección y el retroceso cultural,
todo ello causado por el vacío de poder que sucedió al fin de Ur III y
que posibilitó innumerables rebeliones que debilitaron Sumeria.
Parece que los amorritas se fueron apoderando de las tierras que
quedaron abandonadas por estas causas. Una vez abandonadas las tierras
desérticas de las que provenían, se sedentarizaron muy rápidamente y
atacaron a otros amorritas aún nómadas.5
Algunas tribus amorritas fueron los haneos, los benjaminitas y los suteos. Estos últimos, beligerantes, rondaron la ciudad Babilonia, muchas veces alistándose en sus ejércitos y en los de los reyes sirios,
pero salvo excepciones no dejan de ser nómadas. A comienzos del II
milenio diversas tribus amorritas fundan sendas poderosas dinastías en Larsa, Isín y Uruk. El periodo fue surtido en fricciones y reinos efímeros. Gungunum (1932-1906 a. C.), soberano de Larsa, conquistó Ur, convirtiéndose en el nuevo poder hegemónico local, aunque lejos de lo que había sido Ur III, y se proclama Rey de Sumer y Akkad. Larsa tiene bajo su control los dos grandes puertos del golfo Pérsico: Lagash y Ur, con lo que basa su poder en el comercio de metales preciosos y cobre. Gungunum llegó incluso a conquistar Susa, aunque por poco tiempo. No obstante, en tiempos de su hijo Abisare la ciudad de Isín cobra importancia como segundo poder regional. Isín conquista Ur y sus soberanos obtienen así el título de Reyes de Sumer y Akkad. Pero el nuevo reino es efímero, siendo destruido sólo tres meses después por el hijo de Abisare, Sumuel (1894-1866 a. C.), que reconquistó Ur y se hizo con las ciudades de Kazallu, Kish y Nippur.
Al final de su reinadon una hambruna provocó el alzamiento de la
población, que provoca la creación de una nueva dinastía, cuyo primer
rey reconstruye Larsa y Eridu. Su hijo derrotó y asoló las ciudades-Estado de Babilonia y Ešnunna, pero por contra no pudo atajar las rebeliones de Uruk e Isín. En el año 1835 a. C. Larsa fue conquistada por Kazallu, aunque sólo durante un año. Larsa vivirá, bajo Warad-Sin primero y Rim-Sin
después, un nuevo periodo de esplendor a finales del siglo XIX a. C.
Babilonia, Isín y Uruk se aliaron en contra de Larsa. La alianza entre
estas ciudades fue promovida por Uruk a través de emparentamientos
políticos durante el reinado de Sin-Hashid.
La coálición no tuvo éxito y Rim-Sin logró añadir Uruk e Isín a su
dominio. El dominio de Larsa acabó ahí, pues en el año 1763 a. C. Hammurabí conquistó Larsa tras una campaña brutal. Por su parte, el valle del Diyala,
en aquella época más urbanizado que la Baja Mesopotamia, no cayó bajo
dominio amorrita. Todas sus ciudades eran vasallas de otra potencia
local, Ešnunna, a excepción de Tuttub durante un corto espacio de tiempo. Paralelamente emerge como potencia Mari, antiguamente gobernada por ensi, delegados de Ur. Mari gana poder a partir de Iahdun-lim (1825-1810 a. C.), probablemente un amorrita de la tribu de los haneos. Iahdu-lim restaura las defensas de Mari y de Terqa,
ciudad vasalla, funda una nueva población y construye un gran sistema
de irrigación. Mari y Terqa, no obstante, caen pronto bajo el dominio de
Assur, otra potencia local, aunque sólo hasta que el hijo de Iahdu-lim, Zimri-lin, exiliado en Alepo,
logra recuperar el trono de Mari y convierte Mari en un gran núcleo
comercial, aliado de Babilonia, Alepo y los pequeños reinos del Habur.
Mesopotamia era, tras la caída de Ur III y la llegada al trono de
Babilonia de Hammurabí, un crisol de pequeñas ciudades-Estado y de
ciudades vasallas, entre las cuales ninguna destacó mucho tiempo. En
este contexto Hammurabí cambió la configuración territorial, al
conquistar un imperio mucho mayor.5
Ciudad-Estado
Sobre los inicios de Babilonia como ciudad-Estado se conoce poco. Laciudad, ocupada por una tribu amorrita, fue administrada por un ensi
desde la caída de Ur III. En el año 1894 a. C. Babilonia es, por
primera vez en su historia conocida, independiente durante el reinado de
Sumu-Abum,5 de quien se especula que tuvo por padre a un hombre llamado Dadbanaya.6 Poco conocemos de Sumuabum aparte de que conquistó Kazallu,7 le sucedió Sumulael
cuatro años después, quien aparentemente no era descendiente suyo.
Sumulael fundó la dinastía de Hammurabí. Amplió considerablemente los
dominios de Babilonia, llegando a conquistar las ciudades de Kish y Marad. A pesar de ello, Babilonia no podía competir aún con Larsa. Los descendientes de Sumulael, Sabium, Apil-Sin y Sin-Muballig,
iniciaron una gran cantidad de obras de ingeniería y arquitectura.
Sin-Muballig se unió en 1810 a. C. a Uruk e Isín para lograr vencer a
Larsa, sin conseguirlo. No obstante, el papel de Babilonia en
Mesopotamia cambió con la llegada al trono de Hammurabí en el 1762 a. C.
Con él Babilonia se convirtió en un imperio que, si bien igual de
efímero que los anteriores, se recuerda como paradigma de su época.5
A comienzos del siglo XIX a. C. la ciudad de Sippar,
situada unos 70 km al sur de Babilonia, fue conquistada por ésta. Se
cree que esta conquista pudo haber sucedido a finales del reinado de
Sumulael, pues los textos datados a comienzos de su reinados nombran
hasta tres gobernantes de una Sippar independiente.8 Sumulael se casó con una de las hijas de Sin-kashid de Uruk, sellando una alianza con esta ciudad.9
Imperio
Babilonia bajo Hammurabi.
que gobernó a finales del siglo XVIII a. C. y a comienzos del XVII, fue
el sexto rey de la dinastía amorrita de Babilonia. Hammurabí fue capaz
de vencer a los elamitas en el sur de Sumer y a los asirios
en el norte, unificando la mayor parte de Mesopotamia bajo su mando.
Creó una serie de divisiones administrativas y puso un gobernador al
frente de cada una. No obstante Babilonia no era un imperio fuertemente
unido, como se demostró durante el reinado de su hijo Samsu-Iluna.10
En 1763 a. C. Hammurabí no sólo logró conquistar Larsa, sino también Ešnunna, las dos grandes potencias cercanas a Babilonia.5
Samsu-ilana tuvo que hacer frente a una serie de revueltas que
terminaron con la independencia de las regiones del sur, lo que conllevó
la pérdida de la franja costera del golfo Pérsico para Babilonia. Dichas revueltas comenzaron en Larsa, ciudad a la que accedió el usurpador Rim-Sin II. Éste consiguió instigar sendas insurrecciones en Isín, Ešnunna, Ur y Uruk.
Samsu-ilana se vio obligado a intervenir militarmente, llegando a
destruir Ur y Uruk. La debilidad que esto supuso fue aprovechada por Elam, que atacó el sur del imperio. Samsu-ilana, incapaz de actuar en todos los frentes, perdió finalmente el control de Isín, que dirigida por el rey Iluma-Ilum, ganó la costa.11 Seguramente, Samsu-iluna debió combatir también contra los casitas.
Éstos aparecen en los textos desde el siglo XVII a. C. Sin embargo,
para esa época habían creado un reino en la región de Hana, en el curso
medio del Éufrates.12
A la muerte de Samsu-iluna, el imperio había entrado claramente en
decandencia. Perdidos gran parte de sus territorios, se limitaba a la
porción central de Mesopotamia. Las inscripciones parecen dar a entender
que el poderío militar del Babilonia fue menguando. Durante el reinado
de Abi-eshuh (1711-1684 a. C.) el imperio se enfrentó repetidamente a los casitas.13 Abi-eshuh trató, sin resultado, de reconquistar el País del Mar, en el sur; es decir, las tierras emancipadas bajo el gobierno de Iluma-Ilum. Para ello, incluso desvió las aguas del Tigris.
A pesar de que reinó durante veintiocho años, su reinado apenas se
recuerda a excepción de la citada campaña y unas pocas obras hidráulicas
y estatuas. La pérdida de poder de Babilonia se acentuó
espectacularmente. En el norte Babilonia también perdió terreno, a favor
de un nuevo reino en Khana.14
La tónica fue la misma en tiempos de su sucesor, Ammi-ditana (1683-1646 a. C.), quien mandó construir diversas fortificaciones. Su sucesor, Ammi-saduqa (1646-1626 a. C.) logró recuperar la plaza de Nippur. El último rey de la I dinastía fue Samsu-ditana, quien murió durante las guerras entre babilonios e hititas.13
El saqueo de Babilonia. La dinastía casita
En el año 1595 a. C. los hititas saquearon la ciudad de Babilonia y acabaron definitivamente con su imperio.Política y administración
Busto de Hammurabi, reformador de algunas de las instituciones de
tradición sumeria, hábil en la diplomacia y la guerra y creador del
nuevo tejido administrativo imperial.
tradición sumeria, hábil en la diplomacia y la guerra y creador del
nuevo tejido administrativo imperial.
ciudades sumerias, ligó los palacios reales con los templos. La
procedencia del poder era divina. Así, los gobernadores de las ciudades
sumerias del III milenio a. C., los ensi y los lugal, gobernaban sobre extensiones de terreno que pertenecían
a dioses locales. Lo mismo sucedió con los primeros imperios de Asiria y
Babilonia. Los dioses, en este caso nacionales, eran los poseedores de
la tierra. Los reyes eran solamente sus delegados, encargados tanto del
país como de complacer a los dioses y de construir, restaurar y mantener
sus templos.15 Los soberanos se arrogaron el título de Reyes de Sumer y Akad, que desde la III dinastía de Ur portaban los reyes que conseguían dominar la mayor parte de la Baja Mesopotamia.5 Asimismo, Hammurabí y otros reyes dejaron constancia de su ambición titulándose Rey del Universo y Rey de las Cuatro Partes del Mundo.16
Pero el período paleobabilónico arrancó con una novedad: aunque la
procedencia del poder real siguió considerándose divina, tras Ur III los
reyes habían arrebatado las tierras a los templos, dando lugar a un
nuevo modelo económico. Algo similar sucedió con la política y la
justicia, cuyos cargos se secularizaron. La relación entre el pueblo y
el gobierno pasó a ser directa, sin la intervención de los sacerdotes.17
Todas las actividades administrativas, que crecieron especialmente a
causa de la complejización de las estrategias de guerra en un periodo en
en el que las confrontaciones y los contingentes iban en aumento,
quedaban centralizadas en el palacio. Éste se desarrolló
arquitectónicamente para albergar la nueva complejidad burocrática.16
En cuanto a la política exterior,
las alianzas se sellaban mediante compromisos mutuos de colaboración y
amistad que se cerraban intercambiando embajadores y regalos. Esto fue
tan usual como la táctica de esperar la debilidad del Estado amigo para,
una vez desgastado, enviar un ejército a su conquista.18
La organización del palacio, del templo y de la provincia eran
similares. El rey lo controlaba todo, y ante él respondían directamente
los prefectos y alcaldes. Aunque se añadieron algunos cargos
administrativos en tiempos paleobabilónicos, se perdieron otros y
algunos vieron modificada su importancia, las élites administrativas no
variaron demasiado de las neosumerias. El término ensi,
que otrora había señalado a los gobernantes de las ciudades-Estado y a
los príncipes de las ciudades de Ur III, se desvalorizó hasta designar a
los feudatarios del palacio. Sin embargo, mantuvo su valor inicial en
otros Estados de la época. Existía también el cargo de shassukkum,
cuya misión era registrar las tierras y su fruto almacenado en los
graneros para los trabajadores del palacio. Los altos cargos eran los de
archivero (shaduba), prefecto (shapiru) y tesorero (shanda-bakkum), que además de en el palacio real podían existir en algunas provincias. Al frente de cada provincia había un gobernador (sha nakkum), encargado del orden, el ejército y la economía locales. Por debajo de cada uno había un prefecto del país o shapiru-matim y diversos jefes de subdivisiones provinciales o bel pahatim. A su vez, respondían ante estos últimos los jefes de aldeas (suqaqu) y los jefes de ciudades o alcaldes (rabianum). Completaban el grueso de las maquinarias palaciega y provincial los escribas, correos humanos, fuerzas del orden, tesoreros, espías, jefes de los depósitos de grano (kagurrum) y jefes del catastro (shassukkum). Todos estos cargos estaban supervisados por un primer ministro o isaku. Así mismo, existía una suerte de cancillería que contaba con diversas oficinas para hacer llegar los correos entre el palacio real y los gobiernos provinciales.19
Aparte de esta estructura administrativa, enormemente rígida,
existieron asambleas locales enraizadas en la tradición. Estas asambleas
no representaban al rey y estaban vigiladas por sus funcionarios. Se
les permitía administrar los bienes materiales de sus lugares de origen,
incluyendo el arrendamiento de tierras, por el que recibían impuestos.19
La sociedad paleobabilonia
Durante la segunda mitad del II milenio y la primera del IMesopotamia va convirtiéndose poco a poco en un mundo urbano donde el
núcleo familiar, centrado en la ciudad, va adquiriendo una importancia
progresiva. Desde el III milenio muchas sociedades mesopotámicas se
habían basado en el principio de libertad individual, de manera que
pudieran pesar sobre los ciudadanos las cargas económicas. El final del
reinado de Hammurabi marca un punto de inflexión en esta tendencia, y a
partir de él todos los reyes babilonios confirman al comienzo y
ocasionalmente a mitad de su reinado una serie de regularizaciones,
mediante la figura del edicto, de la economía diaria. De esta manera las
familias pueden tener propiedades, y no sólo los reyes o el Estado, lo
que fue creando durante el II milenio una suerte de clase media.
La comparación del concepto de propiedad privada y la profundización en
las diferencias estructurales sociales entre los milenios III y II son
difíciles, ya que careceremos de suficiente información del III milenio,
especialmente de regiones ajenas a la Baja Mesopotamia.20
La familia
La llegada de los amorreos a las ciudades mesopotámicas enfrenta dosmodelos sociales y económicos. Por un lado está el neosumerio, basado en
el templo y el palacio real, que monopolizan la gestión de las tierras.
Por otro lado el amorreo, basado en una fuerte estructura familiar.
Estos dos modelos interactuaron en época paleobabilónica, de manera que
se crearon grandes grupos familiares cerrados que pasaron a controlar
diversas áreas de la economía, descentralizando de algún modo el poder
de la adminsitración estatal.21
Pero progresivamente se va produciendo una pérdida progresiva de la
solidaridad familiar concretada en la negación de la herencia. Esta
realidad deviene en los tópicos literarios del huérfano y la viuda;
es decir, personas que han quedado al margen de una estructura familiar
y por consiguiente del sistema de sustento económico asociado a ella. A
su vez, la falta de recursos provoca la petición de préstamos que, al
no poder pagarse, obliga a los deudores a vender sus servicios. Si esto
sucedía en una familia deudora, el cabeza de familia estaba obligado,
por este orden, a pagar con sus bienes inmuebles, su esposa y sus hijos,
y consigo mismo, hasta completar el monto de la deuda. En la mayoría de
los casos esto significaba la servidumbre de por vida, debido a que ese
trabajo sólo cubría los intereses de la deuda. Los siervos seguían
siendo hombres libres, y la protección familiar era en cierta manera
sustituida por la figura del rey y las disposiciones reales.21
Sistema hereditario
En el imperio paleobabilónico también existía el concepto de herencia. Ésta, en concepto de tierras fértiles, debía ser repartida por igual entre los herederos varones.20 22 Las mujeres recibían en su lugar dotes, que dependían del estatus social. Las mujeres de alta alcurnia podían volverse naditus;es decir, eran enviadas de niñas a un templo y se les entregaba una
dote que incluía bienes inmuebles como casas y campos, y bienes muebles,
consistentes normalmente en dinero. Las naditus podían disponer
libremente de los bienes muebles, pero no de los inmuebles. Percibían
beneficios del uso de las tierras y viviendas, pero no podían venderlas
y, a su muerte, pasaban a propiedad de sus hermanos. Este sistema de
herencia femenina fue característico del periodo paleobabilónico, pues
se creó tras la caída de la tercera dinastía de Ur y no perduró tras la
caída del imperio babilónico. Las mujeres de baja clase social se
casaban y vivían dependientes de terceros (kezertu).22
La división de las propiedades entre los herederos condicionó un
proceso de desintegración de las grandes familias existentes hasta
entonces en pequeños núcleos. Del mismo modo, extendió la figura del testamento, casi inexistente en el III milenio a. C.21
El rey y las élites
Los primeros reyes babilonios, al igual que sucedió en otrasciudades-Estado amorritas, se identificaban antes con su etnia que con
su ciudad, y sus títulos no les separaban demasiado de sus élites
respectivas. Esto propició que a lo largo de la primera mitad del II
milenio los reyes fueran delegando en las élites funciones
administrativas y, en lugar de disponer de una élite de funcionarios que
administraran las tierras del reino, simplemente cobraba impuestos
agrícolas. Este sistema contrastó profundamente con el asirio y con el
posterior neobabilónico en el I milenio a. C.23
La realeza paleobabilónica difirió ligeramente de la sumeria. Con la
división territorial en pequeños reinos amorritas, se crearon dos zonas
diferenciadas. En el norte, donde los Estados eran más pequeños, el rey
siguió apoyándose en las victorias militares. En el sur cobraron más
importancias valores y herramientas de tradición sumeria, a saber:
elaboración de himnos reales,
inscripciones celebrativas, amnistías, códigos de leyes, actividades
edificatorias e ingenieriles y procesos de deificación. La diferencia
más notable entre los reyes del periodo paleobabilonio y los del Renacimiento sumerio
es que, mientras que los segundos se centraban en transmitir una imagen
de buena gestión, los primeros actuaban como guías de la población,
especialmente de las clases desfavorecidas. El rey, así, obtiene un
papel paternalista que contrasta con la desintegración progresiva de la
solidaridad de las familias y que quizá tiene sus raíces en la
naturaleza gentilicia de los amorreos.21
Cabe decir que aunque las acciones de los reyes babilonios pudieran
interpretarse como mandatos divinos (el rey hace la ley de acuerdo a la
voluntad de los dioses), su legitimidad se basaba en una dinastía más o
menos heroica y legendaria. Esto contrasta con la concepción neosumeria
anterior, que establecía el mito de que la realeza había bajado del cielo en su origen.24
Pastores y agricultores
La vestimenta ilustra muy gráficamente la separación social yeconómica de los colectivos de pastores y agricultores. Los agricultores
poseían ropas más elaboradas, de mejoras fibras, lo que sugiere una
producción propia mejor. Los agricultores poseían una regulación
de la arquitectura con fines textiles. La vestimenta no era un asunto
baladí. En el poema El descenso de Innana a los infiernos se aprecia que el regalo de unas ropas finas hace que la diosa Inanna decida su matrimonio con Enkimdu, un granjero, en detrimento de Dumuzi, su otro pretendiente, que es pastor.25
El ejército
Batallas decisivas libradas por Hammurabi.
amorritas, que poseían sociedades tribales, estaban gobernados por jefes
que recibían el rango militar de rab amurrum (jefe amorrita). Cuando se mezclaron con los sumerios sus tradiciones se mezclaron. Existía el ilkum,
una institución dedicada al reclutamiento de soldados que servían al
rey y, como recompensa, recibían concensiones de tierras. Su oficio
incluía, además de la guerra, el trabajo policial y el físico en obras
de ingeniería. Todo soldado reclutado estaba obligado a acudir a cada
llamamiento o era muerto, según se recoge el código de Hammurabí. El ilkum
garantizaba ciertos derechos. Si un soldado era hecho prisionero y la
tierra que se le había concendido se le había dado a otro, tenía
derecho, una vez liberado, a ser su propietario nuevamente. Su rescate,
además, corría a cargo del templo o del Estado. Así mismo, si un
funcionario de estas instituciones intentaba hacerse con las tierras de
un soldado, era castigado, incluso con la muerte.26
La infantería,
subdividida en tropas ligeras, y equipadas, componía el grueso del
ejército, complementado con un número escaso de carros de dos ruedas
tirados por caballos. Las tropas ligeras se utilizaban en escaramuzas y
exploraciones. Los talleres de los palacios suministraban el material
bélico a las tropas, que solían ser transportadas en botes mediante la
extensa red de ríos canales de Mesopotamia. No obstante, las redes de
suministro utilizaban carros tirados por animales. Algunas tropas se
movían constantemente y estaban encargadas de realizar señales de fuego
para alertar de ataques enemigos. Muchas de las tropas utilizadas no
eran babilónicas, sino de reyes vasallos o aliados de Babilonia. El
hecho de recurrir a tropas ajenas fue la tónica general de los reinos
amorritas de la época.26
En el periodo casita, Babilonia parece haber adoptado la tradición hurrita del carro de guerra ligero, cuya inclusión modificó la organización y el armamento del ejército grandemente.26
Economía
Al comienzo del periodo paleobabilónico la economía descansaba en elconcepto de las tierras comunales. La legislación estatal imponía
restricciones a la privatización de las tierras. De este modo se
intentaba mantener un poder adquisitivo similar entre los granjeros, que
eran la base de la economía. No obstante, la fragmentación de las
tierras y los ratios de interés terminaron por quebrar el sistema. Hoy
distinguimos que en origen existieron dos niveles económicos, los
trabajos públicos y la economía dirigida desde los palacios en sí misma,
que soportaba la carga de las obras públicas y, por tanto, del
engrandecimiento de la realeza. Los trabajadores implicados en las obras
públicas eran pagados, bien contratados con plata o bien miembros del
ejército o del palacio, en cuyo caso recibían tierras.20
Manufacturación textil
Entre los principales cultivos mesopotámicos figuraba el lino, recurso apreciadísimo junto con las lanas de cabra y oveja por su importancia en la manufacturación textil, uno de los pilares de la economía mesopotámica y babilonia.25Sistema de préstamos
La legislación sobre la herencia en la antigua Babilonia obligaba aque cada heredero recibiera una parte igual al resto. En el caso de las
tierras de cultivo, esto provocó que fueran gradualmente fraccionándose.
Cuando los propietarios ya no tenían tierra suficiente para sobrevivir
todo el año, se vieron obligados a pedir préstamos a propietarios más
pudientes o a organizaciones, en forma de grano o de plata. En el caso
de la plata, los prestamistas cobraban un interés cercano al 20%,
mientras que si el préstamo era de cebada,
el interés alcanzaba el 33%, a pagar con la recogida de la cosecha. En
el caso de que los deudores no pudieran pagar, vendían sus tierras. Si
esto no bastaba vendían sus haciendas y si aun así no alcanzaban a
cubrir el monto de la deuda se vendían a sí mismos. Si la tierra o la
hacienda vendidas sobraban para pagar la deuda, entonces el deudor
recibía la cantidad restante. En el caso de que el deudor se
esclavizara, podía reclamar sus tierras una vez pagada la deuda con sus
servicios, aunque esto no siempre sucedía. En consecuencia, la mayor
parte de las tierras terminó cayendo en manos de unas pocas familias,
que incluso cuando no recibían las tierras de otros podían acumular
dinero de las tierras de sus deudores mientras las poseían. Estas
familias, aprovechándose de sus situación como acreedores, lograron
concentrar las tierras aun a pesar de la disposición igualitaria de las
leyes, concepto esencia de la economía paleobabilónica que, al romperse,
hundió el sistema económico.20
Lengua y literatura
Idiomas
El babilonio o babilónico antiguo era una variante del acadio y, por tanto, una lengua semítica. Utilizaba la escritura cuneiforme, de invención sumeria.27 Durante este periodo el sumeriosubsistió como lengua culta utilizada por los sacerdotes. Existían
además toda una serie de lenguas periféricas. El acadio, del cual surgió
el babilonio, surgió como idioma dominante en los textos de la Baja
Mesopotamia en el siglo XVIII a. C.28
Las inscripciones entre los años 2030 y 1595 a. C. son abundantes. Se utilizaron como soportes habituales tablillas, ladrillos de adobe, vasos cerámicos, estelas, muros de piedra esculturales, jambas, sellos
y gemas. La mayoría de las inscripciones nombraban a un rey y estaban
escritas en sumerio o acadio. En el imperio babilonio esta riqueza de
inscripciones se produce a partir de Hammurabí. Antes de él las
escrituras se reducen casi únicamente a los sellos.29
Sellos
Sello cilíndrico encontrado en Uruk, probablemente en época de Samsu-iluna.
oficiales basado en sellos cilíndricos, propio de los sumerios. Este
sistema, durante el Renacimiento sumerio,
fue una herramienta restringida a las élites de unas administraciones
enormemente centralizadas. Sin embargo, la creación de los numerosos
reinos amorritas propició la extensión del sistema, convirtiendo los
sellos en instrumentos de una literatura incipiente; hasta entonces, la
escritura había servido solo a las élites. El extensivo uso de los
sellos queda demostrado por la arqueología, que ha encontrado más sellos
cilíndricos durante los cuatro siglos que duraron los reinos de
Babilonia, Isin y Larsa, que en cualquier otro periodo donde éstos se
utilizaron. Estos artefactos, nacidos en torno al año 3400 a. C.,
funcionaron como marcadores de propiedades y selladores de documentos
durante cerca de 3 000 años. Realizados en piedra tallada, poseían
aperturas verticales para poder insertarlos en pernos y cuerdas. La
piedra podía ser de muchos minerales distintos, y sus dimensiones
habituales oscilaban entre los 2,5 y los 3 centímetros de largo, con
diámetros que rondaban la mitad de su longitud. A veces portaban una
inscripción iconográfica en el reverso, que sobre la arcilla dejaba un
relieve en positivo. En el primer milenio a. C., pasado ya el periodo
paleobabilónico, su uso cambió, convirtiéndonse en piezas de joyería y
amuletos.30
Los códigos legales
El código de Hammurabí.
marcó un antes y un después en la aplicación de los leyes. El rey
recopiló un conjunto de leyes en el código y las grabó en piedra como
muestra de su inmutabilidad y su origen divino. Al mismo tiempo, al
hacerlo, arrebató el poder judicial a los sacerdotes, que lo habían
ostentado hasta entonces. Sin embargo no fue el único código legal. Del
periodo paleobabilónico, aunque no se aplicaron en el Imperio babilonio,
son también el Código de Lipit-Ishtar, vigente en Isín, y las Leyes de Ešnunna, vigentes en el Estado homónimo.31
Literatura
Desde los tiempos de Hammurabí hasta la decadencia de su imperio,Babilonia mantuvo la capitalidad cultural y científica de Mesopotamia.
Babilonia representa, por tanto, los parámetros considerados clásicos en
la literatura y las ciencias de la región.32 Se conocen compedios literarios ya en el siglo XVIII a. C. que tenían por finalidad la enseñanza.33
Buena parte de la literatura mesopotámica, desde la época sumeria hasta
la persa, incluyendo la paleobabilónica, se centraba en textos
destinados a describir a los reyes para la posteridad, encontrándose un
gran número de textos conmemorativos de construcciones y batallas
ordenados por los reyes, tanto en tablillas y estelas de arcilla como
estelas y lápidas de piedra, paredes rocosas y piedras preciosas.34 Destaca también la literatura científica, centrada en la adivinación y las matemáticas, así como la religiosa.35 Como poemas concretos, entre otros, destaca Ludlul bêl nêmeqi (Alabaré al señor de sabiduría, en alusión a Marduk),
un poema de unos 400 o 500 versos (parte se ha perdido) compuesto hacia
1700 a. C. Su importancia radica en que sus preguntas existenciales y
dudas acerca del deseo de bien de la divinidad para con sus fieles se
consideran precursoras del profeta bíblico Job.36 37 38 39
- Versiones de Gilgamesh
dominaba políticamente Mesopotamia y la población culta de Babilonia
tenía una actitud escéptica y crítica respecto a los cánones religiosos,
políticos y morales de su propia cultura.32
Al comienzo y durante el apogeo del imperio paleobabilónico, hacia el
siglo XVIII a. C., las historias sobre Gilgameš no constituyen un ciclo
coherente. Son series de pequeñosn relatos escritos en acadio y
agrupados en series o sueltos. Destaca la serie Shutur eli sharri (Un gigante entre los reyes).
Entre los siglos XV y XII a. C., durante la dinastía casita, se
compusieron un gran número de textos. Sin embargo, se escribieron más en
la periferia de Mesopotamia que en las ciudades bajo control babilonio.
El texto considerado clásico de la epopeya es babilonio, datado entre
los siglos XIII y XII a. C., y se cree compuesto por alguien llamado
Sîn-lequi-unnini, que tituló a sus once tablillas Sha nagba imuru (El que vio lo más hondo).40
- Literatura histórica y pseudohistórica
enfrentadas. Una de ellas registraba los hechos más o menos fielmente,
valiéndose de las inscripciones reales, las listas reales y, también, de
la recopilación y copia de cartas reales e inscripciones a partir de
cuya interpretación se trata de reconstruir la historia regional.
Aparecen a su vez la creación de falsas inscripciones, concebidas a
imitación de las antiguas, y los poemas históricos, género
literario que falsea la historia de Acad, región intermedia entre la
Baja y la Alta Mesopotamia. Estos poemas quedaron estereotipados en dos
grandes grupos. Unos tenían como protagonistas deidades menores que se
presentan ante una deidad mayor o un rey deificado, mientras que otros
son una suerte de cartas dirigidas a un dios que relatan injusticias y
piden su actuación.24
- El periodo casita
recopilación anterior (sumerio y babilónico) en grandes diccionarios o
silabarios bilingües y trilingües. Mediante la reagrupación de textos,
se conservaron observaciones científicas, medicinales y astronómicas.
También la mayor parte de los mitos, leyendas y relatos épicos, y otro
tipo de textos religiosos y filosóficos como listados de días fastos y
nefastos, encantamientos y oraciones. Algunos de los textos míticos se
modifican en esa época, y otros, como la leyenda de Adapa,
se confeccionan entonces. Toda esta profusión literaria se escribió en
una lengua que quiso ser arcaizante, y que actualmente conocemos como babilonio estándar, y que es un dialecto bien diferenciado del babilonio medio,
utilizado en textos casitas que no trataban el legado cultural. Otra
característica del periodo es que las grandes obras literarias, además
de archivarse en templos y palacios, se internacionalizan por Anatolia, Egipto, Asiria
y otras regiones, en un grado mayor que antes de los casitas. Por
último, hacia el fin del periodo casita el sumerio se destierra como
lengua culta en la corte y las inscripciones reales, reemplazado por el
babilonio.41
Las ciencias
Matemáticas
Babilonia destacó grandemente en las matemáticas, en concreto en álgebra. La existencia el sistema sexagesimal está atestiguada en Babilonia desde el siglo XIX a.C.; es decir, al inicio de la dinastía amorrea. Posteriormente, durante el imperio neobabilónico, las matemáticas se aplicaron a la astronomíay puede hablarse de una paridad en conocimiento matemático entre
babilonios y egipcios. Los babilonios conocían las ecuaciones de primer y segundo grado ya en tiempos paleobabilónicos. Conocían también algunas figuras geométricas ideales, como los círculos, los segmentos circulares y los conos truncados,42 así como el cálculo de las áreas de diversas geometrías.43 Para representar sus operaciones, los babilonios utilizaron la escritura cuneiforme. Tanto la representación de los numerales, como la manera de pensar los conceptos matemático, difieren bastante de la concepción actual occidental.42
No obstante, la notación algebraica
de los babilonios fue inventada antes del periodo Ur III. Algunos
autores han intentado demostrar que los principales avances encontrados
en las matemáticas babilonias provienen en unos casos del III milenio, y
en otros se basan en las matemáticas sumerias y acadias de aquella
época.44
Adivinación
La adivinación, de la cual la astrología era una parte, eraconsiderada la ciencia más importante en época paleobabilónica. Se
desconoce si existía ya en época sumeria. Aunque es muy probable, lo
cierto es que, al contrario que otros géneros literarios, los textos de
adivinación encontrados están escritos en acadio, y no en sumerio y
acadio.35
- Astrología
saber que iban de la mano. Durante el periodo paleobabilonio la
predicción estaba ligada a los eclipses lunares.
Se ha encontrado información sobre ellos en algunas tablillas de la
época. También influían en las predicciones la parte del disco lunar
afectada por el eclipse, el momento de la noche en que se produjera, la
dirección de la sombra que cubría la luna, la duración del eclipse y la
apariencia del cielo. Los datos escogidos varían según los textos.
Asimismo existieron predicciones proféticas basadas en los eclipses solares.
Se sabe muy poco acerca de la influencia que este tipo de predicciones
tenían en la sociedad babilonia. Cualquiera que fuese, la mayor parte de
las predicciones coetáneas se realizaban escrutando las entrañas de
animales sacrificados. En conjunto, se han hallado muy pocos textos
astrológicos en Babilonia y Asiria; sin embargo se han encontrado
bastantes en regiones periféricas. Algunas de las tablillas babilonias
han sido clasificadas partes o predecesoras del ciclo Enuma Anu Enlil (Cuando Anu y Enlil),45
una serie de obras desarrolladas plenamente a comienzos del I milenio
a. C. que relacionan las profecías con la mitología sumeria.46
Arquitectura e ingeniería
Urbanismo
A finales del II milenio a. C. muchas de las ciudades mesopotámicaseran ya antiguas. La mayoría se habían fundado sobre colinas, pero
muchas de las planeadas en dicho milenio se asentaron en tierras bajas.
Todas tenían común estar dedicadas a una deidad.
El mundo urbano era de una gran importancia, hasta el punto de que los
textos babilonios ligan a las personas con sus ciudades, siendo más
importante su procedencia que su apellido. Incluso, parte de los nombres
se formaban con el del dios local.47
La época paleobabilónica sigue los modelos geométricos basados en la ortogonalidad que se desarrollaron también en Sumeria y Egipto.
Se cree que en las ciudades de nueva planta creadas en la época,
proyectadas como lugares fronterizos y por tanto defensivos de los
reinos, utilizaban medidas ortogonales como representación del Estado.
En Babilonia el ejemplo paradigmático es la ciudad de Haradum, fundada en el siglo XIX a. C. Antes de Hammurabí constituía la frontera de Babilonia en el curso medio del Éufrates con las tierras de Mari.
La ciudad fue una pequeña población fundada sobre un cuadrado casi
perfecto de 120 metros de lado, amurallada y con sendos torreones
esquineros. Había una única puerta de entrada flanqueada por dos torres.
Interiormente la trama era una malla ortogonal en la que destacaba una
avenida que dividía en dos mitades la población partiendo de la puerta y
terminando en la muralla opuesta. Un ensanche de esta calle, en el
centro de la ciudad, creaba una plaza cuadrada que daba acceso al templo
y a un edificio principal, probablemente ocupado por un gobernador o
delegado estatal, y que contenía un archivo. La rigidez de su urbanismo
demuestra su concepción estatal y, al mismo tiempo, su flexibilidad y
decandencia tras la conquista de Mari en el siglo XVIII a. C., explican
su olvido por parte de los reyes. La ciudad se despobló a finales de ese
siglo. Otras ciudades contemporáneas situadas en otros puntos de
Mesopotamia, como Shaddupum, presentan características similares,48 en tanto que otras coetáneas, como Harmal,
no son tan regulares. Además de las calles, era normal que la ciudades
estuvieran atravesadas por canales y cursos de agua que, al igual que
las calles principales, las dividían en distritos o cuartos.47
En época paleobabilónica se dio un fenómeno urbanístico singular, la creación de colonias militares. Dichos poblados ya se conocían desde los tiempos del Imperio acadio,
pero no fue hasta este período en que se volvieron habituales. Tienen
su origen en la necesidad de recompensar a los ejércitos mercenarios,
cada vez más grandes debido al aumento de belicosidad en Mesopotamia.
Para ello los reyes expropiaban las tierras de los templos de las ciudades conquistadas y las repartían entre sus soldados.21
Arquitectura
Las ciudades babilónicas coinciden en el fuerte amurallamiento y laposición central de los edificios religiosos y los grandes palacios.
Éstos se disponían en torno al zigurat, si existía. Hay evidencias de que Hammurabí mandó concebir algunos zigurats, como el de Larsa.
Este zigurat en concreto, restaurado durante el periodo casita, se
amuralló, creando una sucesión de patios o recintos fortificados
concéntricos. Los grandes templos estaban rodeados de pequeñas
habitaciones que servían como oficinas.47 Es singularmente difícil estudiar los palacios de la época. En concreto, el destrozo de las ruinas de Babilonia durante la Segunda Guerra del Golfo hace que sea prácticamente imposible averiguar cómo fue el palacio de Hammurabí. Otro ejemplo es el recinto palaciego de Nur-Adad
en Larsa, un gran edificio rectangular construido medio siglo antes del
reinado de Hammurabí, hoy seriamente dañado por el expolio. Un ejemplo
típico de palacio babilonia para ser el de Mari, construido a mediados
del tercer milenio pero restaurado a comienzos del segundo, y destruido
por Hammurabí cuando tomó la ciudad. El palacio de Mari fue un complejo
diplomático, cultural y económico, toda una ciudadela a la cual quedaba
supeditada el Estado. Fue fuertemente fortificado. La entrada, situada
al norte, da acceso a un gran patio de armas tras el paso por una serie
de pequeñas dependencias auxiliares. En el patio existía un pozo. En el
lado opuesto a la entrada debió de haber una sala de recepción con un
pequeño altar. Con vistas sobre toda la zona existió una corte
secundaria. Al noroeste se situaba la Gran Corte de la Palmera, cuya logia,
sala del trono y sala de audiencias, pintadas con frescos, conformaban
el corazón del complejo. El trono estaba elevado sobre una plataforma.
El cuarto sureste del complejo palaciego era religoso, habiéndolo
ocupado los sacerdotes del rey y poseído varios altares. Otro cuarto,
adminsitrativo, fue ocupado por los escribas.49
Cabe mencionar que en la época los palacios mesopotámicos se atribuían a
los reyes. Eran ellos quienes ordenaban su construcción y colocaban la
primera piedra, lo que simbólicamente santificaba el lugar y ellos se
convierten en sus constructores. Su labor constructiva se graba entonces
en los ladrillos del propio palacio.50
Las viviendas ocupaban casi todo el espacio intramuros. No obstante,
hasta hoy sólo se han excavado dos grandes áreas residenciales de la
época paleobabilónica, Ur y Nippur. Los barrios residenciales poseían
calles más pequeñas que servían a grupos de viviendas muy apretadas. Las
casas, hechas de adobe
al igual que la práctica totalidad de la arquitectura babilonia, se
pintaban de blanco de cara a la calle, con la que se conectaban mediante
puertas estrechas. Cada vivienda poseía un pequeño altar, cuyas entrada
muchas veces estaba flanqueada por relieves vidriados que representaban
a deidades menores. En Ur, se deduce que existieron unos pocos
edificios comerciales mezclados con las viviendas; se caracterizan
porque poseen ventanas que dan a la calle. La mayoría de las viviendas,
por contra, estaban focalizadas a patios interiores, normalmente uno y a
veces dos, que además de proveer de luz y ventilación eran en sí mismos
espacios de trabajo. La diferencia de amplitud de las casas en ambas
ciudades es grande (en el caso de Ur, entre los 9,68 y los 19,25 m2);
sin embargo su cercanía en las distintas agrupaciones o vecindarios ha
hecho suponer que ricos y pobres estaban emparentados. Otra hipótesis
alude a una cercanía de los profesionales de un mismo oficio, y una
tercera, basándose en que las viviendas más grandes poseen grandes
capillas, explica que esas casas pudieron pertenecer a sacerdotes.49
Canales
Hay textos paleobabilónicos que contienen cuentas matemáticas relacionadas con la construcción de canales.51Otras artes
Terracota del periodo paleobabilónico (Museo Británico).
practicaron en Babilonia otras artes plásticas y musicales. En
referencia a la escultura, los artistas babilónicos se diferencian de
otros contemporáneos, como los egipcios, por la pequeña escala
de sus obras. Probablemente esto se debió a la escasez de la piedra en
Mesopotamia, que impedía la confección de grandes relieves murales. No
obstante, los babilonios pudieron pintar sobre sus muros de adobe, que se popularizaron en el siglo XVIII a. C. (se conoce la técnica en épocas prehistóricas, abandonada hasta entonces).52 La escultura de este periodo conservada en Babilonia es muy escasa. Los reyes de la I dinastía de Babilonia fueron mecenas
artísticos; no obstante, y a pesar de que en algunas piezas del periodo
se observa elegancia y gracia, no se produjo ningún avance
significativo en la historia de la escultura.53
Religión
En Babilonia y, en general, en Mesopotamia, la religión, politeísta,estaba presente en todos los ámbitos de la vida y el Estado. Cada
ciudad estaba asociada a una deidad, de la cual sus habitantes tomaban
el nombre.47
El templo del dios, una sucesión de recintos amurallados cuyas
edificiaciones cumplían funciones administrativas además de religiosas,
ocupaba un lugar central de la ciudad.49
La sociedad babilonia se consideraba en cierta manera un reflejo de la
de sus dioses. Así, la riqueza de las ropas y adornos de cada división
social se correspondía con las de sus dioses, cuyos diseños variaban
según los valores que representaban.25
Al parecer los babilonios del II milenio a. C. adoptaron la religión
sumeria sin apenas variaciones. Esa fue la tónica en toda Mesopotamia,
aunque acadios, asirios y amorreos introdujeron nuevas deidades, cuyos
mitos se fundieron con las historias y estructuras sumerias.35 15
Aparte de dar mayor o menos importancia a determinadas deidades, los
pueblos amorritas no introdujeron grandes cambios en la religión.
Genéricamente, se limitaron a poco más que a extender el culto a Adad
o Amurru, la deidad del oeste, de donde procedían. El cambio más
significativo quizá se produjo en la ciudad de Babilonia, cuyo dios pasó
a ser Marduk,
versión nacionalizada de Amurru. Aun así, el patronato de Marduk se
data mediada la dinastía amorrita, y no se presenta con poderes
usurpados a otras deidades hasta la época casita.35
Antes de eso se trataba de una deidad menor. Por su parte, los casitas
introdujeron el culto a varios dioses indoarios, pero éste fue muy
restringido y poco duradero.15
El desarrollo de la religión quedó ligado al de la escritura,
vehículo para su difusión y su enseñanza. Así, el núcleo duro de la
religión proviene de los sumerios, pero los babilonios evolucionan en
las formas literarias de transmisión. Esto provocó un cambio en la
concepción babilonia de los mitos y los ritos, que se dinamizaron y se
presentaron como luchas violentas de los dioses contra el caos,
representado por un dragón hembra. En este sentido la figura de Dumuzi deja de importar tras Hammurabi, y la de Ishtar se violenta y sexualiza.35
Véase también
Notas y referencias
Notas
- En
Mesopotamia existen diversos problemas de datación para este periodo,
de manera que ninguna fecha es absoluta. Pueden utilizarse las
cronologías alta, media y baja, que sugieren fechas diferentes. Véase cronología del Antiguo Oriente Próximo.
Referencias
- North Fowler, Harold (2005). A history of sculpture. Kessinger Publishing. pp. 29-30. ISBN 9781417960415.
| Predecesor: Renacimiento sumerio (III dinastía de Ur) |
Historia de Mesopotamia Dinastías amorreas s. XX a. C. - s. XVI a. C. |
Sucesor: Imperio asirio |
| Predecesor: Renacimiento sumerio (III dinastía de Ur) |
Historia de Babilonia s. XX a. C. - s. XVI a. C. |
Sucesor: Reino casita de Babilonia |
Mathematica vol. 3, cap. 4: The antecedents of old Babylonian place
notation and the early history of Babylonian mathematics (en inglés). Elsevier Inc. pp. 417-439.
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