domingo, 14 de agosto de 2016

El Blog de GHNB: historia

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jueves, febrero 05, 2015






Iglesias de Ibagué a comienzos del Siglo XX


Durante el siglo XIX Ibagué era una plaza sin importancia, desde el
punto de vista religioso. En 1894 se creó la Diócesis del Tolima, con
Sede Episcopal en Neiva. El 20 de mayo de 1900, León XIII suprimió la
Diócesis del Tolima y creó las de Garzón e Ibagué. El momento decisivo
fue en 1902, cuando el huilense Ismael Perdomo fue nombrado primer
Obispo de la diócesis de Ibagué. En junio de 1903 fue consagrado como
obispo en Roma. Emprendió el largo camino de regreso y el 26 de agosto
de 1903 llegaba por barco a Honda, donde tomó posesión de su nueva
Diócesis. Su primera actuación fue crear el seminario Mayor en Ibagué,
que puso bajo el patrocinio de María Inmaculada.
La ciudad de Ibagué tenía en esos momentos una sola iglesia, situada en
la Plaza de Bolivar. Hasta 1898 esta iglesia era muy chica. El Cura,
presbítero Jesús María Restrepo, la amplió entonces y construyó la
cúpula. Así se veían la Plaza y la Iglesia hacia 1909:
LA LLEGADA DE LOS PADRES SALESIANOS
En 1903 un grupo de vecinos de la ciudad de Ibagué promovió la venida de
los Padres Salesianos, que manejaban el concepto de Juan Bosco de
promover la educación de los jóvenes, enseñándoles artes y oficios,
formándolos para hacerlos capaces de integrarse a la sociedad. Carlos
Carvajal M. Edmundo Vargas R., Santiago Sánchez Soto y 56 personas más
hicieron una petición al Gobernador del Tolima Antonio Gutiérrez Rubio,
para que cambiara el uso de un edificio construido para un Colegio de
Señoritas, destinándolo en cambio a que la Comunidad Salesiana montara
una Escuela de Artes y Oficios. El Gobernador atendió la solicitud e
invitó al Superior de los Salesianos en Colombia, Padre Antonio Aime,
para que hiciera el largo viaje de Bogotá a Ibagué para analizar esta
propuesta. 
Después de varias cartas, el Padre Aime viajó hasta Ibagué, en compañía
del padre Jerónimo Cera, con el fin de conocer el lugar y tratar
definitivamente con el señor Gobernador sobre la propuesta de la
apertura de la Escuela. El 6 de marzo de 1904 llegaron a Girardot en
tren y comenzaron el largo trayecto hacia Ibagué. El 11 de marzo
llegaron a la ciudad, con la mala fortuna que se cruzaron en las goteras
de la ciudad con el Gobernador Gutiérrez, quien les informó que viajaba
hacia Bogotá, pues había sido destituido del cargo. El proyecto de la
Escuela quedaba sin apoyo.
El padre Aime no se amilanó y pidió ayuda al Obispo Perdomo. El domingo
12 de marzo de 1904, a las 6.00 de la tarde el Padre Aime dictó una
conferencia en la Catedral, llena de gente, sobre las Obras Salesianas.
Enseguida tomó la palabra Monseñor Perdomo explicando los beneficios que
reportaría a Ibagué una fundación Salesiana y estimuló a todos los
habitantes para ayudar a ella. Don Carlos Carvajal, fue el primer
donante, regalando 20 solares de su propiedad para que sirvieran como
base para una colonia agrícola (el futuro Colegio San Jorge). El 20 de
marzo tuvo lugar una reunión en el edificio de la Gobernación presidida
por Monseñor Perdomo, el Secretario de Instrucción Pública, Don Roberto
Caicedo, encargado de la Gobernación, y el Padre Aime. Los vecinos de
Ibagué aportaron treinta mil ($30.000) pesos, suma extraordinaria en esa
época y en esa ciudad. Al día siguiente se le consignaron al Alcalde
doce mil pesos ($ 12.000) como suma adelantada por los terrenos que
hubiera que comprar, si fuera necesario.
El 8 de junio volvieron de Bogotá los Padres Jerónimo Cera y Vicente
Pérez para fundar la casa en Ibagué. El Padre Cera compró tres casitas
pajizas situadas en el entonces Camellón Santander, a la entrada de la
ciudad, junto a un lote que ya había comprado el Padre Aime. De las tres
casitas una fue destinada para habitación y las otras dos se reformaron
uniéndolas y fueron la primera Capillita en honor de la Virgen del
Carmen.
El 11 de diciembre de 1904 fue inaugurada esta capilla por el Señor
Obispo Ismael Perdomo. El Obispo celebró la primera misa y distribuyó la
santa comunión. Dijo la segunda misa el Padre salesiano Jerónimo Cera y
su compañero Vicente Pérez celebró la tercera misa, esta vez cantada.
Por la tarde de ese día tuvo lugar una procesión con la estatua de la
Virgen del Carmen. Se cree que el número de participantes a esta
procesión fue de unos 8.000 fieles. Aparte de los vecinos de Ibagué,
llegaron campesinos de las veredas de Ambalá, El Salado, San Bernardo y
muchas otras.
LA IGLESIA DE LA VIRGEN DEL CARMEN
El éxito de la pequeña capilla y de la nueva escuela llevaron a la
decisión de hacer un templo con todas las de la ley. La primera piedra
de la futura Iglesia de la Virgen del Carmen se colocó el 18 de marzo de
1906 y la obra se hizo rápidamente, pues se inauguró el 7 de julio de
1914. Fue decisivo en su construcción el liderazgo del Padre Salesiano
Enrique Heredia quien estaba al frente de la Capilla del Carmen desde
1908. En relativamente poco tiempo y sin mayores gastos, se logró
acarrear toda la piedra necesaria para los cimientos y bajar, de las
vecinas montañas de La China y Calambeo, treinta pesadas vigas
destinadas para el techo. Esta Iglesia permaneció sin mayores cambios
hasta 1931.
Muy al estilo ibaguereño, los Padres Salesianos habían pasado por una
dura prueba al comienzo de la construcción del templo. La terminación de
la nueva edificación del Colegio San José (en julio de 1907) provocó
una fuerte red de chismes, donde muchos  paisanos aseguraban que las
limosnas que los fieles habían dado para la obra del templo, se habían
invertido en el Colegio. Un arqueo mostró que los Padres habían puesto
de su bolsillo $ 3.353 pesos más que las entradas que se habían tenido.
A comienzos de los años 30, este era el aspecto que tenían la iglesia y la Escuela de Oficios y Artes:
Como anécdota personal, en 1925 había llegado a la Escuela de Artes y
Oficios mi abuelo Pedro Antonio Niño Rodríguez, formado como tipógrafo
en el Colegio León XIII de Bogotá. Mi abuelo llegó como instructor de la
Escuela de Tipografía, luego quedó al frente de la misma y finalmente
se independizó y se estableció como tipógrafo y comerciante en Ibagué.
Fue el primero de la familia Niño en establecerse en el Tolima, hace 90
años.
LA CATEDRAL
De 1910 a 1918 la Plaza de Bolivar tuvo una importante transformación,
pasando de ser una Plaza de Ferias a convertirse en un parque de recreo
muy agradable. Este es un aspecto de la Plaza de Bolivar en 1912, cuando
ya comenzaba el proceso de conversión a parque de recreo, incluyendo la
siembra de árboles







La Catedral, sin embargo, no había tenido mayor transformación. Un
viajero, Rufino Gutiérrez, que dejó una importante monografía del Ibagué
de 1918, así la describe en ese momento: 
"La Catedral, que es la misma antigua parroquial, es vieja y poco
elegante, con frontis y una torre no desairada, y alta cúpula. Es corta y
bastante ancha, pues tiene cuatro naves, de ellas dos de pavimento de
tablas, y de mal ladrillo el de las otras dos. Los altares no tienen el
menor mérito, y menos las estatuas y los cuadros. Hay en ella tres
escaños, unas pocas malas bancas y bastantes reclinatorios."
En 1926, el segundo obispo de la ciudad, Monseñor Pedro María Rodríguez
Andrade, decidió emprender una completa remodelación de la vieja
iglesia. Comenzó con la construcción de nuevas columnas. reforzamiento
de arcos y de bases, todo bajo la técnica de cal y canto. En 1930
contrató para los trabajos de arte, altares y decoración de la Catedral a
un afamado artista italiano, Pedro Julio  D`Achiardi, quien hizo un muy
buen trabajo.



En 1930 la activa colonia antioqueña residente en Ibagué regaló un reloj
de fabricación suiza para la torre de la Catedral. En 1931 llegaron las
campanas, fabricadas especialmente en Anncey (Francia), afinadas en
Fa-Sol-Do#. Esta foto muestra un aspecto de la Catedral a comienzos de
los años 30s.



La catedral y la Plaza tenían este aspecto en 1950, en un dibujo a plumilla de Mildred Ciociano.
Más reciente, esta es una foto que muestra el conjunto de la Catedral y
la Plaza de Bolivar, unidas entrañablemente a lo largo de la historia de
Ibagué
Este es el aspecto actual de la Catedral de Ibagué
LA AMPLIACIÓN DE LA IGLESIA DEL CARMEN
En 1931 se hizo evidente que la Iglesia de la Virgen del Carmen de la 18
con Quinta debía ser ampliada. La afluencia del público y el
crecimiento de la comunidad salesiana en Ibagué hicieron necesario este
proyecto. La zona había sido elevada a la categoría de parroquia el 14
de febrero de 1925, con título oficial de la PARROQUIA DE LA
BIENAVENTURADA VIRGEN MARIA DEL MONTE CARMELO.
Estaba en la plenitud de su carrera el arquitecto salesiano Giovanni
Buscaglione, que había llegado a Colombia en 1920. Buscaglioni
desarrolló una impresionante carrera en nuestro país, habiendo diseñado
más de 100 grandes edificaciones, incluyendo capillas, templos,
santuarios, seminarios, congregaciones, conventos, granjas agrícolas y
colegios, varios de los cuales son en la actualidad monumentos
nacionales. Buscaglione ya conocía Ibagué, pues la primera obra que
diseñó en Colombia fue el edificio de la Escuela Agronómica San Jorge.
Los salesianos de Ibagué lo volvieron a contactar en 1931, para que
diseñara la ampliación del templo de la Virgen del Carmen. Los fondos
para realizar estos estudios y adquirir más terrenos salieron de un gran
bazar, realizado el 8 de diciembre de 1931.
Buscaglione concibió un ambicioso proyecto. La longitud del complejo
salesiano se aumentó hasta la carrera sexta, en tres arcos más: el
toral, el del presbiterio y el que hizo el enlace entre lo antiguo y la
nueva ampliación. Se aprovechó el desnivel sobre la carrera sexta para
la construcción de la capilla de la cripta. Del templo anterior solo
quedaron las columnas de donde salen los arcos y algo de los muros
laterales. Los ventanales superiores se transformaron de circulares en
abanicos y se aumentó la altura de las naves. El estilo del templo es
románico. Las torres, en forma de cebolla son de estilo oriental. 
El proyecto se construyó a paso de tortuga. En 1940 todavía no había
sido techado el nuevo templo, cuando murió el padre Buscaglione. Aquí un
aspecto de la parte frontal del templo a comienzos de los años 40s
Se logró techarlo en 1941 y se siguió avanzando en la obra, entregando
obras poco a poco. Este es un aspecto de la construcción, un poco antes
del 9 de abril de 1948.
Para el año 1952 se terminó el templo del Carmen tal y como se tiene
ahora, faltando solo el mármol del altar mayor, que se quería traer de
Carrara. A finales de junio de 1955 llegó un auxilio de SENDAS para el
Colegio Salesiano, de lo cual se sacó parte para  pagar el altar en
mármol del templo. En 1955, se estrenaron las últimas 20 bancas y se
aprovechó la ocasión para celebrar 50 años de presencia salesiana en
Ibagué. 
El altar mayor es de puro mármol de Carrara, fue traído de Italia y
estrenado en el año de 1957 (siendo Párroco el Padre Rubén Polifroni).
El púlpito y la mesa del comulgatorio son de marmolina, trabajo de los
hermanos Ramelli de Bogotá.
Este es el aspecto de la Iglesia en la actualidad:
IGLESIA DE SAN ROQUE
Ls Iglesia de San Roque es más reciente que las anteriores. Los
franciscanos llegaron a Ibagué a comienzos de los años 30s. El 5 de
octubre de 1933 llegó a la ciudad el padre Manuel Aníbal Siabato,
custodio de la Provincia Franciscana y fue el primer superior del
convento de San Roque, situado en la calle 17 entre carreras tercera y
segunda de Ibagué. 
El 19 de agosto de 1934, Monseñor Pedro María Rodríguez, Obispo de
Ibagué, bendijo la primera piedra del convento y templo, cuya comunidad
se erigió el 6 de septiembre de 1934. El 24 de diciembre de 1935 fue
erigida como vicaría parroquial y elevada a la categoría de parroquia el
14 de marzo de 1939 siendo su primer párroco Fray Nicolás Gutiérrez.
El Colegio Jiménez de Cisneros, adjunto al templo, fue fundado el 1 de
febrero de 1942 por el padre Fray Mario José Urrea, e inició sus clases
en el mes de febrero de 1943. En ese colegio estudié mis años de
primaria e hice mi Primera Comunión el día primero de octubre de 1966 en
el Templo de San Roque. Guardo muchos buenos recuerdos de esos años de
mi infancia.

viernes, enero 23, 2015






Demoliciones de edificios históricos de Ibagué


Dos demoliciones de edificios históricos de Ibagué. Arriba, la
demolición de la estación del tren, que había sido construida en 1926.
Abajo, la demolición de la antigua gobernación, que databa de comienzos
del siglo XX.










Tolimenses en la Junta Militar de Gobierno


Dos tolimenses fueron integrantes de la Junta Militar de Gobierno de
1957. Deogracias Fonseca y Gabriel Paris eran parte de los llamados
quíntuples. 
Deogracias Fonseca Espinosa, a la derecha de la foto. Militar y
estadista tolimense (Ibagué, marzo 21 de 1908), miembro de la Junta
Militar de gobierno que remplazó al general Gustavo Rojas Pinilla, entre
el 10 de mayo de 1957 y el 7 de agosto de 1958. Hijo de Jesús Fonseca
Camargo y Erisinda Espinosa Espinosa. Estudió en el colegio de San Luis
Gonzaga y San Simón de Ibagué, graduándose en este último como
bachiller. Casado con Ana María Iragorri Castro, tuvieron 10 hijos.
Comandante de las Fuerzas de Policía de Colombia y miembro de la Junta
Militar de Gobierno. Se retiró por voluntad propia al entregar el poder
al presidente Alberto Lleras el 7 de agosto de 1958. Murió en El Salado
(Valle del Cauca), el 25 de marzo de 2006.



El general Gabriel Paris, en el centro de la foto, nació en Ibagué, el 8
de marzo de 1910. Hijo de Alberto París Montalvo e Isabel Gordillo
Díaz, adelantó estudios en la escuela de varones de Ibagué y en el
colegio San Simón, se graduó como bachiller en la Escuela Militar. A los
29 años se casó con María Felisa Quevedo París, matrimonio del que tuvo
cuatro hijos: Gabriel, Jaime, Gloria y Ligia. Presidió la Junta Militar
de Gobierno por poco más de un año. En agosto de 1958 el general París
se retiró del servicio activo y le entregó la primera magistratura a
Lleras Camargo y se dedicó a su vida privada. Residía en su finca ‘El
Recreo' en la vereda El Topacio en Flandes. Murió el 21 de marzo de 2008
en Girardot.
La foto de abajo fue tomada el 17 de mayo de 1957. En su primera
alocución pública después de asumir el poder, el general tolimense
Gabriel Paris Gordillo se dirige a todos los colombianos a través de la
televisión, para anunciar el programa de gobierno de la Junta Militar
que asumió el poder el 10 de mayo de 1957, ante la caída del gobierno de
Gustavo Rojas Pinilla. Tenía 47 años en ese momento.




Echandía, presidente de Colombia en 1943


Dario Echandía asumió la presidencia de la república de Colombia durante
6 meses, entre el 19 de noviembre de 1943 y el 16 de mayo de 1944,
durante la licencia concedida al presidente titular Alfonso López
Pumarejo, quien viajó fuera del país por enfermedad de su esposa Maria
Michelsen.

sábado, enero 10, 2015






La llegada del tren a Ibagué


El primero de enero de 1921 fue un día muy especial en la historia de la
ciudad de Ibagué. Después de una espera de varios lustros, llegaba a la
ciudad el primer tren, permitiendo la comunicación entre Ibagué y la
capital de la república.
A las once de la mañana llegó la primera locomotora, que estaba siendo
esperada por una inmensa multitud. Cuando las sirenas de las 3 máquinas
que traían el tren sonaron, un grito unánime de entusiasmo brotó de la
concurrencia, mientras que la banda del municipio y los pitos de los
pocos carros que había en la ciudad acompañaban el gran momento.
En representación de las autoridades de la ciudad se encontraba el
Obispo de Ibagué, Monseñor Ismael Perdomo Borrero, el Secretario de
Gobierno del Departamento, el Alcalde de Ibagué y su gabinete. Venían en
el tren el Gerente del Ferrocarril del Tolima, General Celerino Jiménez
y el ingeniero encargado de la obra, Jorge Triana. En la estación hubo
un corto discurso del Obispo, dando la bienvenida a los ilustres
visitantes.
Enseguida, se organizó un desfile de autos hasta el Circulo Social de
Ibagué, donde los socios antioqueños y el doctor Manuel J. Sarmiento
ofrecieron una copa de champaña a los visitantes. El discurso de brindis
fue pronunciado por el General Félix A. Vélez, a cuyas palabras
respondieron los dos invitados de honor, que recordaron la labor de los
presidentes Restrepo, Concha y Suárez en la obra, así como la
colaboración de los ministros Araujo, Vélez y Jaramillo por llevar el
ferrocarril a Ibagué. La Orquesta Quevedo amenizó el evento.
El único inconveniente se presentó en la noche, pues el baile en el
Circulo Social y la gran iluminación en toda la ciudad debieron
suspenderse, pues un daño en la luz eléctrica hizo imposible la
realización de las festividades.
EL FERROCARRIL GIRARDOT IBAGUÉ
Por Ordenanza de 4 de agosto de 1892 se autorizó al Gobernador del
Tolima para contratar la construcción de vías férreas en el
departamento. El 2 de febrero del año siguiente se hizo contrato con el
señor Carlos Tanco para construir un ferrocarril de frente a Girardot, a
la orilla izquierda  del río Magdalena, a Ibagué, con ramificaciones
para el norte y el sur  del Departamento. 
Al  estallar la guerra en 1899 había construidos 17 kilómetros del
puente de Girardot a cerca del Espinal, y se había establecido servicio
en ese trayecto con una locomotora diminuta y unos carros de malísima
calidad y muy incómodos, y el servicio  era tan defectuoso que la
mayoría de los viajeros, para no perder tiempo y no quemarse con las
chispas de la locomotora, preferían hacer el viaje a caballo o a pie. La
guerra acabó de inutilizar la carrilera y el escaso material rodante.
Terminada la guerra de los mil días, el señor Tanco adelantó la
carrilera hasta el kilómetro 25 y la dotó de tres locomotoras, dos
vagones, un carro para ganados y tres plataformas. Muerto el señor
Tanco, sus herederos celebraron en junio de 1912 un contrato con el
Gobierno Nacional, por el cual vendieron a éste la propiedad del
ferrocarril con algunas anexidades por $30,000 oro y se comprometieron a
devolver a la Nación $ 194,950 en bonos que el señor Tanco había
recibido el depósito por cuenta de 25 kilómetros que no se construyeron.
En 1918, el ferrocarril ya llegaba hasta Chicoral, con los siguientes
itinerarios: trenes de Flandes los domingos, lunes y jueves a las 7 y a
la mañana y a las 3 de la tarde; de Chicoral a las 9  ½ y a las 5; los
martes y viernes, de Flandes a las 7 y a  las 5 ½ , y de Chicoral sólo a
las 9 ½ de la mañana; los miércoles y sábados  de Flandes a las 3 de la
tarde y, de Chicoral a las 5 ½  de la mañana y a las 5 de la tarde. 
Carros en la Plaza de Bolivar en Ibagué, hacia 1919
En 1919 se extendió la línea férrea hasta Picaleña y finalmente el primero de enero de 1921 llegó hasta la ciudad de Ibagué. 
LA INFLUENCIA DEL FERROCARRIL
La llegada del ferrocarril trajo gran impulso a la ciudad, que se
convirtió en un importante tramo en el camino entre Bogotá y el
occidente del país. Crecieron los hoteles y el comercio, dinamizando
Ibagué de una manera muy grande, que solo se volvería a ver en los IX
Juegos de 1970.
La llegada del tren se complementó con la construcción de una imponente
estación ferroviaria, que se inauguró en 1926. La zona se llenó de buses
y de actividad comercial. 
Bus en la estación del tren en Ibagué, hacia 1927
Lamentablemente, el bello edificio de la estación fue demolido. Solo
quedan algunas fotografías, como la que publico aquí, perteneciente al
archivo fotográfico de don Santiago Vila.
Aquí va otra buena fotografía de la estación, tomada en 1928

viernes, agosto 22, 2014






37 generaciones


Mi pasión de varios años por la genealogía me ha llevado a recientes
descubrimientos muy interesantes, que son casi increíbles. Conocer
parientes como Juan Nepomuceno Niño, entender porqué la familia llegó a
Oiba, tener la fortuna de poder conocer generación trás generación de
antepasados hasta Pedro Alonso Niño, es algo muy valioso para un amante
de la genealogía. Pero nunca me imaginaba la sorpresa que me llevaría al
seguir el rastro de mi pentabuela (quinta abuela); María Teresa Camacho
y Lago, la sufrida esposa de mi pariente Juan Nepomuceno. Aquí va la
historia, que comienzo para ustedes en el año 1038, hace casi mil
añitos.
UNA CORONACIÓN EN LEÓN
El 22 de junio del año 1038 fue un día muy importante en la ciudad de
León, España. El conde Fernando de Castilla fue coronado Rey de León, en
compañía de su esposa, Sancha de León, en solemne ceremonia en la
Iglesia de Santa María de León. Culminaba así una larga guerra entre
Bermudo III, anterior rey, muerto en la Batalla de Tamarón y su cuñado
Fernando. Los nobles leoneses habían demorado algunos meses después de
la batalla en reconocer al conde castellano como su nuevo monarca, pero
era evidente el derecho de Sancha de ocupar el trono junto a su marido.


Fernando y Sancha de León
El matrimonio de Fernando I y Sancha de León venía a consolidar un gran
territorio, que se extendía desde Galicia hasta los limites del reino de
Pamplona. Por el sur limitaba con las taifas árabes de Badajoz, Toledo y
Zaragoza, pequeños reinos provenientes de la disolución de al-Andalus,
taifas que pagaban tributo a los reinos cristianos.
Fernando era hijo de Sancho III el Mayor, rey de Navarra y provenía de
un linaje que se extendía a los reyes de Pamplona y Navarra desde el año
850, mientras que su madre era Muniadona de Castilla, hija de Sancho I,
conde de Castilla, cuyo linaje provenía de condes de Castilla y Burgos
desde el año 760. 
Sancha de León era hija de Alfonso V de León y provenía de un linaje que
se extendía por varios reyes de León y duques de Cantabria hasta el año
680, nacimiento de Pedro I, duque de Cantabria. Por el lado de madre
era nieta del Conde de Portucale (hoy Portugal)
La situación en la península ibérica no era muy fácil en esos días y los
reyes se dedicaban a pelear la mayor parte del tiempo. A los dieciséis
años de reinado, Fernando hubo que hacer una guerra contra su hermano
mayor, García III de Pamplona. Ambos ejércitos se encontraron en la
Batalla de Atapuerca en 1054, con gran derrota de las tropas navarras.
Pamplona quedó como reino vasallo de León. 
LA REPARTICIÓN DE UN GRAN REINO
En 1065, Fernando I falleció, dividiendo el reino entre sus hijos de la siguiente manera:
  • Sancho, el mayor, heredó Castilla, que recibió por primera vez el nombre de Reino.
  • Alfonso, el segundo, recibió el reino de León.
  • García, el menor, el reino de Galicia, que incluía Portugal.
  • Urraca, la ciudad amurallada de Zamora
  • Elvira, la ciudad de Toro.
Todos ellos recibieron el título de rey o reina. La armonía entre
hermanos duró muy poco. En 1070, los hermanos mayores Sancho y Alfonso
atacaron al joven e inexperto García y le arrebataron Galicia. Más
tarde, Alfonso se enfrentó a Sancho, fue derrotado, pero su hermano
Sancho murió tratando de conquistar Zamora a su hermana Urraca. Alfonso
quedó como único monarca del gran reino heredado a su padre. Alfonso VI
de León se convierte en rey de Castilla y León y comienza el gran auge
castellano en la península. De él descienden los grandes reyes
castellanos, Isabel La Católica incluida.
LOS VÍNCULOS
Y todo esto que tiene que ver con nuestra familia? Pues resulta que
García, el hijo menor del rey Fernando I, al que le arrebataron el reino
de Galicia sus hermanos mayores, alcanzó a tener un hijo. Fernando
García, hijo del rey García, sobrevivió a la guerra entre su padre y sus
tíos, fue señor de las ciudades de Hita, Uceda, Guadalajara y
Medinaceli y es el genearca (cabeza de familia) de la Casa de Castro en
España. Se casó con Estefanía de Urgel, catalana, descendiente directa
de los primeros condes de Barcelona. Con el tiempo, los descendientes de
Fernando García llegaron a América, concretamente a Tunja. Y por dos
lados se unieron a los descendientes de Pedro Alonso Niño.
Una descendiente directa de Fernando García y por consiguiente de los
reyes Fernando y Sancha de Aragón fue mi pentabuela María Teresa
Camacho, la esposa de mi pentabuelo Juan Nepomuceno Niño. La ruta
completa es la siguiente:
Una bisnieta de Pedro Alonso Niño, Elvira Niño Zambrano, se casó en
Tunja con Jerónimo Donato de Rojas, hacia 1585. Su hijo, Gerónimo Rojas
Niño, se casó con Josefa de Fonseca y Alarcón, descendiente directa de
Fernando García. Ese fue el primer vinculo entre las dos familias, que
se ratificó dos siglos después con el matrimonio de mis pentabuelos Juan
Nepomuceno y Maria Teresa. Esta es la ruta completa por ese lado:


Un poco enredada la historia, pero muestra rutas genealógicas que valía la pena compartir.



García I de Galicia
Para culminar el post, les remato la triste historia de mi 24avo abuelo,
García I de Galicia. Solo pudo disfrutar de su reino unos pocos años.
Fue apresado por su hermano Alfonso el 13 de febrero de 1073 y
encarcelado en el castillo de Luna, reino de León, donde permaneció
recluido hasta su muerte, ocurrida diecisiete años después, el 22 de
marzo de 1090. En su funeral en San Isidoro estuvieron presentes sus dos
hermanas, las infantas Elvira de Toro y Urraca de Zamora. El rey García
dispuso que deseaba ser enterrado encadenado, tal y como había vivido
los últimos años de su vida. De este modo, sobre la tapa de su sepulcro
de piedra se representó al rey encadenado, hallándose en el sepulcro la
siguiente inscripción en latín: "Aquí yace el rey García de Portugal y
Galicia, hijo del gran rey Fernando, que fue capturado por su hermano
con engaño. Murió preso el 22 de marzo de 1090"



Les incluyo un video sobre su vida:


domingo, agosto 10, 2014






Cantemos al amor de los amores


El jueves 29 de junio de 1911 se celebró en Madrid una de las más
grandes procesiones católicas de la historia, dentro del marco del XXII
Congreso Eucarístico Internacional. Participaron en el impresionante
desfile todos los prelados españoles y extranjeros asistentes al
Congreso, unos ocho mil sacerdotes, dos mil terciarios franciscanos y
alrededor de diez mil adoradores nocturnos, aparte de una inmensa
multitud de madrileños contagiados con el espíritu del acontecimiento.
El momento más solemne y recordado de ese desfile se dio en la puerta
principal del Palacio Real. Allí esperaban la procesión el rey don
Alfonso XIII, la reina doña Victoria Eugenia, la reina madre doña María
Cristina, las infantas doña Isabel, doña María Teresa y doña Luisa de
Orleáns, así como los infantes don Carlos de Borbón-Dos Sicilias y don
Fernando de Baviera, acompañados del nuncio de Su Santidad Pío X en
España, monseñor Antonio Vico, arzobispo titular de Filippi. Al momento
de postrarse la real comitiva ante el Santísimo en adoración, retumbó en
los aires por primera vez en la historia el himno del Congreso
Eucarístico: 
"Cantemos al Amor de los Amores
cantemos al Señor,
Dios está aquí, ¡venid adoradores,
adoremos, a Cristo Redentor!
¡Gloria a Cristo Jesús,
cielos y tierra, bendecid al señor
honor y gloria a Ti, rey de la gloria
amor por siempre a Ti
Dios del Amor!"
Desde el rey Alfonso hasta el más humilde de los madrileños quedaron
sobrecogidos por el majestuoso himno. Se estrenaba en ese instante una
de las más bellas canciones de alabanza a Dios que se haya escrito en
español. Cuando terminó el himno, el padre Juan Postius, dio lectura, en
nombre del Rey, al acto de consagración de España a Dios, del que
destacan las siguientes palabras:
“Soberano Señor, vivo y presente en el Santísimo Sacramento de la
Eucaristía, Rey de reyes y Señor de los que gobiernan: ante vuestro
augusto trono de gracia y de misericordia se prosterna España entera,
vuestra hija muy amada. Somos vuestro pueblo. Que vuestro imperio dure
siempre, por los siglos de los siglos. Amén”.
A continuación, el cardenal legado salió al balcón del Palacio Real y
dio la bendición con la sagrada custodia al pueblo congregado en la
Plaza de la Armería, acompañado por los compases de la Marcha Real.
Nuevamente se entonó el himno del Congreso. Cuando terminó, hubo un
atronador saludo de los clarines del Cuerpo de Caballería, las trompetas
del Cuerpo de Artillería, las salvas de los cañones y los vítores
lanzados por miles y miles de madrileños. Acababa de hacer su ingreso a
la historia el himno de alabanza más conocido en España y Latinoamérica,
que permanece plenamente vigente en nuestros días, más de 100 años
después de su estreno.



Infanta Isabel
Su nombre original para el Congreso fue “A Cristo Jesús”, pero ha pasado
a la historia como “Cantemos al Amor de los Amores”. El himno había
sido escogido para el Congreso en un gran concurso, cuyo jurado estaba
encabezado por la infanta doña Isabel, tía del rey don Alfonso XIII, a
la que el pueblo llamaba “la Chata". Otro miembro del jurado era el
conocido catedrático y escritor Menéndez y Pelayo.
Ignacio Busca
La emocionante letra del himno había sido escrita por el padre Restituto
del Valle Ruiz (1865-1930), agustino de El Escorial, poeta y autor de
la letra de muchos himnos. La imponente música fue compuesta por el
maestro Ignacio Busca de Sagastizábal (1868-1950), organista y músico
muy conocido en ese momento en España.
“Cantemos al Amor de los Amores” es de aquellas canciones que nunca deja
de emocionarme. El himno sigue transmitiendo exactamente lo que
buscaron hace 113 años el poeta del Valle y el maestro Busca: expresar
el amor hacia Dios y sentirlo presente con los que cantan esa bella
alabanza. Yo lo oigo siempre con la misma admiración y emoción con que
lo oyeron aquel 29 de junio de 1911 el rey Alfonso y los miles de
madrileños que participaron en ese gran desfile. Aún para los no
católicos, la solemnidad de este himno es algo digno de admirar.
Les dejo esta versión del himno: 

jueves, agosto 07, 2014






La posesión de una esperanza frustada


Hoy hace 32 años asistí como invitado especial a la posesión del
presidente Belisario Betancur Cuartas. El sábado 7 de agosto de 1982, en
la Plaza de Bolivar de Bogotá inauguraba su mandato Belisario, entonces
de 59 años de edad. 
Yo tenía ese día 25 años y había sido invitado al acto por el Comité
Belisarista del Tolima, al que le había prestado algún soporte durante
el desarrollo de la campaña presidencial.
Belisario Betancur era un signo de esperanza para muchos jóvenes como yo
en aquellos comienzos de los años 80s. Había sido candidato
presidencial en varias ocasiones, habiendo logrado un buen papel en las
elecciones de 1970, cuando ocupó el tercer lugar. 
En
1978 había hecho una formidable campaña, a la que yo me vinculé con
gran entusiasmo y pasión. No era el típico político, ni el típico
conservador. Hablaba de grandes cambios, de esperanza, de paz entre los
colombianos, de casas sin cuota inicial, de SI SE PUEDE. Su derrota por
estrecho margen frente a Julio César Turbay fue una catástrofe para mi y
para todos los jóvenes del Comité Belisarista Juvenil del Tolima, pues
le habíamos dedicado meses a trabajar por él y por su victoria. Así que
este día de agosto de 1982 era el momento cumbre de la carrera política
de Belisario y la reivindicación de aquella terrible derrota de 1978.



Antes de las 2 de la tarde estuve en la tribuna de invitados especiales,
mientras que la Plaza de Bolivar estaba a reventar. Oímos los discursos
en la plenaria, el juramento del presidente, los aplausos a su
discurso. Alrededor de las 4 de la tarde Belisario salió a la Plaza, en
el costado del Capitolio.



Belisario se fajó un muy buen discurso, pues era un excelente orador.
Habló de su programa de gobierno, lleno de esperanzas. Habló de la paz
con gran vehemencia. Prometió que trataría de que no se derramara una
sola gota de sangre entre colombianos.


Aquella tarde, todos queríamos creerle. Lamentablemente las cosas no
salieron como él y tantos otros deseábamos. El Belisario poeta y soñador
se enfrentaba con grandes monstruos: una guerrilla que aceptó su oferta
de paz para continuar haciendo una solapada guerra. El creciente
narcotráfico, que lo desafió matando a su joven ministro Rodrigo Lara
Bonilla. Ambas fuerzas se unieron para tratar de derrocarlo con el
salvaje ataque al Palacio de Justicia.



Belisario fue iluso en muchos campos, especialmente en el de la paz.
Debió tener una terrible desilusión cuando aquellos a quienes tendió la
mano lo traicionaron aquel noviembre de 1985. No ha querido hablar del
tema en todos estos años. Pero ese sábado de agosto de 1982, la
esperanza de los colombianos estaba en sus manos y él trató de encarnar
esos sueños. Cuando lo saludé al comienzo de esa noche, le desee suerte y
le traté de transmitir mi admiración y mi esperanza. Una esperanza que
fue frustrada.



Durante su gobierno tuve una activa participación. Recién posesionado,
Belisario afrontó una dura crisis financiera, donde nacionalizó el Banco
del Estado. Nombrado presidente del banco el brillante ejecutivo Luis
Prieto Ocampo, vinculó una serie de jóvenes, a los cuales me uní en
octubre de 1983. El Banco salió adelante con el esfuerzo de muchas
personas, que trabajamos con entusiasmo y dedicación. En diciembre de
1985 el ministro Roberto Mejía me nombró Subgerente de Comercio Exterior
en el IDEMA y también allí trabajé con un entusiasta grupo dirigido por
Orlando Sardi de Lima. En junio de 1986 regresé al Banco del Estado,
donde el doctor Prieto Ocampo me nombró Director Nacional de Crédito.



Fueron 4 años de entusiasmo, de duro trabajo, cero corrupción. Creo que
esa fue la impronta que transmitía Belisario. Muchos errores se
produjeron en su gobierno, pero la suerte tampoco lo acompañó. Los
precios del café cayeron, la devaluación fue durísima, la guerrilla
intransigente, el narcotráfico muy fuerte. La mayoría de los colombianos
solo recuerdan lo malo de su gobierno. A Belisario lo tratan mejor en
el exterior, donde su obra de vida ha sido muy reconocida. No comparto
su posición silenciosa frente al tema del Palacio de Justicia, pero
personalmente creo que ha sido uno de los más colombianos que más
esfuerzos ha dedicado al tema de la paz, la educación y la concordia.






sábado, julio 19, 2014






Ethel, un maravilloso documental sobre la era Kennedy


Tuve la oportunidad de ver esta tarde el maravilloso documental "Ethel",
realizado en 2012 sobre la vida de Ethel Skakel, viuda de Robert
Kennedy. Este retrato personal, narrado por Rory, la hija póstuma de
Robert, incluye conversaciones con Ethel Kennedy y sus hijos Kathleen,
Joe, Bobby, Courtney, Kerry, Chris y Max. El documental se extiende
desde la infancia de Ethel, su noviazgo y matrimonio, la vida que
compartió con Robert Kennedy y los años siguientes a su muerte, cuando
ella debió criar sola a sus 11 hijos. "Ethel" es la primera película
sobre los Kennedy completamente realizada desde dentro de la familia. 
Nacida el 11 de abril de 1928 en Chicago, ahora de 86 años, Ethel es
descrita por una de sus hijas como "la persona más ferozmente
competitiva que he conocido."



En este documental, ella relata sus recuerdos de muchos de los
acontecimientos de su vida, especialmente entre 1946 y 1968, el año del
asesinato de Bobby Kennedy.

Teniendo en cuenta la participación de los Kennedy en muchos de los
acontecimientos fundamentales de los años 50s y 60s, el contexto del
documental es enorme, pasando desde las audiencias de McCarthy y el
movimiento de derechos civiles, Vietnam y el movimiento contra la
guerra, los asesinatos de John F. Kennedy, Martin Luther King Jr. y
Robert Kennedy, incluyendo no solo el punto de vista de los mayores,
sino de los hijos de Robert y Ethel, que participaron desde niños en las
actividades políticas de la familia. 
"Ethel " incluye espectaculares películas caseras y docenas de fotos
personales, trazando la vida de la pareja de irlandeses católicos Ethel
Skakel y Robert Kennedy, quienes se casaron en 1950 y formaron una
familia con 11 hijos, "99 meses de embarazo", como señalan sus hijos en
el documental. Es un documental muy bien realizado, que vale la pena
ver. Muestra el porqué la mayoría de los hijos de Bobby y Kennedy se
dedicaron a realizar obras sociales, siguiendo el ejemplo de servicio
social de sus dos padres.
Búsquenlo en la programación de HBO, se los recomiendo sin duda alguna.


lunes, junio 09, 2014






9 de junio de 1954


Esta foto de la revista LIFE acaba de cumplir 60 años. Fue tomada
después de una manifestación de universitarios en el centro de Bogotá,
el día 9 de junio de 1954. Uno de los manifestantes era mi padre,
Humberto Niño Rodríguez, de 20 años, estudiante de medicina de la
Universidad Javeriana de Bogotá.
Un año antes, el 13 de junio de 1953, el General Gustavo Rojas Pinilla
había subido al poder en Colombia, en medio de una violencia política
sin precedentes en nuestra historia. Durante ese primer año, hubo luna
de miel entre el General y la opinión pública, pero poco a poco fue
claro que el nuevo gobierno no iba a poder resolver todos los problemas
existentes. El 8 de junio, un grupo de estudiantes de la Universidad
Nacional se enfrentó a una patrulla de policía que pretendía entrar al
campus universitario de la calle 26. En el enfrentamiento fue muerto el
estudiante de medicina Uriel Gutiérrez, de 23 años de edad. La muerte de
Gutiérrez, baleado casi a quemarropa, motivó una gran movimiento
universitario esa misma noche en Bogotá, con todas las universidades de
la capital unidas y repudiando la cruel muerte de uno de sus compañeros.

sábado, mayo 24, 2014






El asilo a Haya de La Torre


Un hombre llega de visita
A las 9 de la noche del lunes 3 de enero de 1949, un hombre se acercó a
la puerta de la embajada de Colombia en Lima y le dijo al portero que lo
llevara a donde se encontraba el embajador. El portero se resistía a
dejarlo pasar por lo avanzado de la hora, pero el hombre entró a la
Embajada corriendo y llamó a gritos al jefe de la delegación
diplomática. El embajador bajó y atendió al inesperado visitante. El le
dijo: “Soy Víctor Raúl Haya de la Torre y solicito asilo político. Llevo
15 años en la clandestinidad, estoy enfermo y necesito ayuda para salir
del país. Se que le estoy causando un gran problema.”
El embajador, Carlos Echeverri Cortés, reconoció de inmediato al jefe
político y revolucionario, buscado intensamente por la dictadura que
gobernaba al Perú. Le dio un fuerte abrazo y sin pensarlo le dijo:
“Complacida, Colombia le otorga el asilo diplomático al que tiene
derecho y no me importan las consecuencias personales que esto me
signifique. Usted podrá estar tranquilo aquí, con la seguridad de que mi
embajada y mi gobierno haremos todo lo posible por tramitarle su
salvoconducto.” Haya de la Torre no podía creer la rápida reacción del
diplomático. Lo abrazó fuertemente y repetidamente le daba las gracias.
Estaba a salvo. 
Ni Echeverri ni Haya de la Torre pensaron esa noche que la decisión de
concederle asilo político perturbaría durante cinco años las relaciones
entre Perú que se negaba a concederle el salvoconducto y Colombia que
insistía en el derecho humanitario de proteger la vida del perseguido
político.



El asilado ingresó a la embajada a los 54 años y le fueron celebrados
allí cinco cumpleaños. Los gobiernos de Ospina Pérez, Laureano Gómez,
Urdaneta y Rojas Pinilla le mantuvieron el asilo. Por fin, cuando habían
transcurrido cerca de dos mil días, el 6 de abril de 1954, el ministro
de Justicia del Perú, Alejandro Freundt, notificó a la embajada
colombiana la decisión de su gobierno de permitir la salida de Haya de
la Torre hacia el exilio.











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