miércoles, 27 de julio de 2016

ESOTERICA: LA REENCARNACIÓN EN LA KABBALAH

ESOTERICA: LA REENCARNACIÓN EN LA KABBALAH



















































LA REENCARNACIÓN EN LA KABBALAH






Si
bien, el judaísmo en general no acepta la reencarnación, esta es afirmada y
enseñada en la Kabbalah que es la escuela mística y esotérica del judaísmo
(גלגול
הנשמות o “Gilgul neshamot”)
.



El
tema es directamente abordado en el Zohar (una de las principales obras kabalísticas)
y más precisamente en la “Parasha Mishpatim” que está constituida por los
capítulos 21 a 24 del Éxodo. (Cada semana del año, el rabino lee una parte de
la Tora dividida en “parashas”). Así comienza:

« Rabi Simeón inició [su discurso] con las palabras: “Y estas son las
resoluciones que has de exponer delante de ellos” (Éxodo 21:1). También en la
traducción aramea se habla de resoluciones. Estas son las reglas concerniendo la
reencarnación, a saber las sentencias de las almas que encarnan de nuevo en
este mundo para ser castigadas de acuerdo a sus actos punibles. … Rabi
Simeón les dijo: “amigos, el tiempo ha llegado para revelarles algunos
misterios ocultos concerniendo la reencarnación”.

(Y
en efecto, da toda una explicación pero con parábolas y claves que si no se
tiene conocimientos kabalísticos, es difícil comprender, aunque con el
conocimiento esotérico, más o menos logré interpretar)

“Si
compras un siervo hebreo, seis años servirá y en el séptimo saldrá libre” (Éxodo
21:2)




(Hay que posicionar el versículo en su contexto histórico. En aquella
época, la esclavitud era algo común. Sin embargo, como en la mayoría de los textos
religiosos antiguos, detrás de su significado exotérico, se oculta una
enseñanza esotérica.)

Significa
que el alma está obligada a reencarnar, ya sea a causa de sus pecados [karma], o
bien porque durante su vida no ha cumplido completamente la Tora y los
preceptos [no ha captado completamente la enseñanza que yace en la escritura
sagrada y la ha aplicado]. El alma se ve forzada a regresar a este mundo y
retomar un cuerpo, para nacer de nuevo y terminar lo que se le impuso por los
setenta años de vida en este mundo.

Si
el alma está asociada con el Ángel Metatron [que cuida y dirige] este mundo de Yetzirah,
que comprende seis niveles: Chesed, Geburah, Tiphareth, Netzach, Hod y Yesod [en
inglés], está escrito “seis años ha de servir” [obviamente los años son
simbólicos y corresponden a ciclos de desarrollo de los seres humanos]. Es
requerido que reencarne solo hasta que termine correctamente los seis niveles Hesed,
Geburah, Tifereth, Netzah, Hod y Yesod [en español], en el mismo lugar donde
fue tomado, a saber Metatron. Pero si el alma está asociada con Shekhinah [la presencia
de Dios] que es el séptimo ... seguramente está escrito para ella “y en el
séptimo saldrá libre”, para no trabajar más… »
(Zohar, II, 94a)

Para
comprenderlo, vamos a estudiar un poco el Árbol de la Vida. Este es una figura
fundamental en la Kabala que describe como la Creación se formó a partir de las
diez emanaciones de Dios (“sefirá”, plural “sefirot”) representadas por las
esferas. La estructura oculta del Universo (tanto manifestado como sutil) está
formado por “Cuatro Mundos” de existencia:

-       
el Mundo de la Emanación (Aziluth)
-       
el Mundo de la Creación (Briah)
-       
el Mundo de la Formación (Yetzirah)
-       
el Mundo de la Acción (Assiah)

Cada
uno de estos Mundos está a su vez compuesto por varios sefirot:






Interesantemente, este
concepto lo encontramos también en otras culturas como el budismo y en el brahmanismo.


DIVISIÓN BRAHMÁNICA
DIVISIÓN BUDISTA
Bhuvanatraya
Tribhuvana o
Trailokya
1
Bhûr, la tierra
1
Kâmadhâtu, el Mundo del deseo
2
Bhuvar, el cielo
2
Rûpadhâtu, el Mundo con forma
3
Svah, el firmamento
3
Arûpadhâtu, el Mundo sin forma
4
Mahar, la eterna esencia luminosa

La
teosofía explica que esos Mundos corresponden al universo local que es el
sistema solar. Esas 4 o 3 grandes divisiones a su vez están compuestas por
varios planos sutiles. (Ver los planos sutiles: introducción)


No
tengo claro las correspondencias entre las diferentes enseñanzas, pero es
fascinante ver como la enseñanza esotérica de diferentes culturas se asemeja.

El
hecho es que los seres humanos van a ir evolucionando a través de múltiples
reencarnaciones, desarrollándose a través de esos seis niveles de consciencia
hasta llegar al séptimo que es la divinidad pura (Atma). Cuando logran unirse
con ella, entran en un inconcebible estado de dicha absoluta y ya no necesitan
reencarnar más, ya no necesitan “trabajar” más. (Ver entrada a nirvana: Buddha egoísta vs Buddha de compasión)

El
Nirvana corresponde al Mundo de la Resurrección del judaísmo que es la
recompensa máxima, el lugar en donde el cuerpo y el alma son reunidos para
vivir eternamente en un estado real de perfección.

(Nota:
bajo el principio “como es arriba, es abajo” se puede dar otras
interpretaciones que por el momento prefiero no detallar para no confundir las
mentes.)

La literatura kabalística está llena de referencias a la reencarnación:
  • Zohar vol. 1 (131a,
    186b), vol. 2 (94a, 97a, 99b, 100a, 105b, 106a), vol. 3 (88b, 215a, 216a).  Tikunei
    Zohar
    6 (22b, 23b), 21 (56a), 26 (72a), 31 (76b), 32 (76b), 40 (81a), 69
    (100b, 103a, 111a, 114b, 115a, 116b), 70 (124b, 126a, 133a, 134a, 137b, 138b).  Zohar
    Jadash
    (33c, 59a-c, 107a).  Rut (89a).  Sefer
    ha-Bahir
    (122, 155, 184, 185, 195). (Entre paréntesis corresponde a la
    paginación antigua tradicional)
     
  • Rabi
    Isaac Luria Ashkenazi (“Ari zal' hakadosh”) es considerado como uno de los más
    grandes pensadores del misticismo judío. En sus libros habla seguido de la
    reencarn
    ación. De hecho, su obra Shaar
    Haguilgoulim
    trata exclusivamente del tema. Su principal discípulo Rabi
    Jaím Vital también escribió un libro Sefer
    Haguilgoulim
    dedicado por completo a la reencarnación
    .


Algunos
otros ejemplos relevantes:

«
Siempre que una persona fracasa en su propósito en este mundo, Dios, Bendito
Sea, la arranca de raíz y la vuelve a plantar una y otra vez, repetidamente. »
(Zohar,
I, 186b)

«
Todas las almas están sujetas a la reencarnación; ¡y la gente no conoce los
caminos de Dios, Bendito Sea! No saben que son traídos frente al tribunal tanto
antes de entrar a este mundo como después de dejarlo, son ignorantes de las
muchas reencarnaciones, y de los trabajos secretos que tienen que realizar, y
de la cantidad de almas desnudas, y cuántos espíritus desnudos deambulan en el
otro mundo sin poder ingresar detrás del velo del Palacio del Rey. Los hombres
no saben cómo las almas vuelan de un lado a otro como una piedra que es
arrojada con una honda. Pero ya se acerca el tiempo cuando estos misterios
serán revelados. » (Zohar, II 99b)

« ¿Por qué existe una persona justa a quien
le ocurren cosas buenas, mientras que a otra persona justa le ocurren cosas
malas? Esto sucede porque la [segunda] persona justa actuó mal en su vida
previa, y ahora está experimentando las consecuencias. ¿A qué se parece esto?
Una persona plantó un viñedo y tuvo la esperanza de que crecieran uvas dulces,
pero en lugar de eso, crecieron uvas agrias. Vio que su siembra y su cosecha no
fueron exitosas, así que arrancó el viñedo de raíz. Removió las parras de uvas
agrias y plantó de nuevo. Cuando vio que su siembra no fue exitosa, la arrancó
de raíz y plantó de nuevo. » (Bahir, p195)

Si leen la Teosofía Original, verán que mucho de lo que se enseña,

¡es similar!

«
El Zohar es una obra muy importante y
los judíos la consideran una autoridad. En II, 199 b, leemos que “Todas las
almas están sujetas a la reencarnación”. Esta es la metempsicosis o a'leen b'gilgoola, pero declara que los
seres humanos ignoran la manera en que se les juzgó cada vez. Esto quiere decir
que durante sus reencarnaciones pierden completamente la memoria de las acciones
que los llevaron al juicio (ver ¿por qué no nos acordamos de nuestras
vidas pasadas?
).  Esta
es precisamente la doctrina teosófica. Según Kether Malkuth: “si el alma es
pura, obtendrá el favor ... pero si ha sido contaminada, deberá peregrinar por
un tiempo en el dolor y en la desesperación ... hasta el día de su
purificación.” Si el alma es pura y proviene directamente de Dios, ¿cómo puede
ser contaminada? ¿Dónde debe vagar si no en este mundo o en otro hasta que se
purifique? Según las explicaciones de los rabinos, el alma descendía en sus
peregrinaciones desde el paraíso a través de muchas revoluciones o nacimientos,
hasta que reconquistara la pureza. »
(William
Judge, revista teosófica Path, Febrero de 1894)


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