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- Data di upload:19-06-2015
- Anno Accademico:14/15
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- su20
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CIMENTACIONES
La base sobre la que se levanta una construcción que penetra en el terreno se llama cimiento y su función es la de transmitir uniformemente la presión de la obra al terreno. La elección del tipo de fundación depende siempre de la carga a transmitir así como de la calidad y resistencia del terreno donde se va a establecer. En función de esta premisa existen:
- Cimentaciones sobre terrenos muy resistentes, cuando el terreno sobre el que se va a cimentar es firme y suficientemente resistente para recibir inmediatamente la base de
- Cimentaciones sobre terrenos muy resistentes, cuando el terreno sobre el que se va a cimentar es firme y suficientemente resistente para recibir inmediatamente la base de
la construcción.
- Cimentaciones sobre terrenos comunes: cimentación normal, cuyo firme está a una profundidad fácilmente accesible. (zanja (zapata corrida rellena de piedra, ladrillo u hormigón); Las zapatas aisladas, que suelen combinarse con las zanjas o zapatas corridas, sirviendo las primeras como cimiento para soportes o cargas puntuales y las segundas para los muros; sobre pozos o machones aislados que llegan a terreno firme hasta profundidades de 15 m, situados debajo de los elementos cargados del edificio, entre otros, columnas, machones y cornijales. En algunas ocasiones, cuando además de estar a gran profundidad el firme las cargas son de consideración o el terreno no tiene la consistencia debida para soportar las cargas permanentes de la construcción, con objeto de aliviar a los pozos o pilares de la carga que tienen que sufrir se les une por medio de arcos invertidos, cuyo trasdós está en contacto con el mal terreno y se consigue repartir las presiones.
- Fundaciones sobre terrenos comprensibles y sobre pilotes: aquellas que se realizan sobre terrenos malos o de resistencia desigual, hincando pilotes de madera, hierro y hormigón, sobre los que se establece un encepado formado por un entablado, mampostería o una capa de hormigón. Se entiende con el termino “ pilote” a cierto número de elementos alargados de sección redonda o cuadrada que se introducen en el terreno hasta encontrar el terreno firme.
SOPORTES
Entendidos los soportes como elementos resistentes verticales destinados a soportar
cargas verticales, podemos distinguir varios tipos:
- Pies derechos de madera o hierro.
Los pies derechos son elementos sustentantes de madera o hierro, cuya función principal es la de sostener cargas concentradas ocupando el mínimo espacio, siendo una de sus dimensiones (la altura) mucho mayor que las otras dos. No obstante, algunos tratados de construcción los definen también a los construidos en hormigón sin armar o armado: los primeros cuando sólo se presentan insignificantes tensiones de tracción y los áridos se pueden obtener a un precio insignificante, mientras que los segundos
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cuando se han de soportar grandes cargas con secciones reducidas y para cargas que dan lugar a momentos de flexión, además de compresiones verticales. Cuando el hierro hizo su aparición en la construcción durante el siglo XIX, también lo hizo en los pies derechos y entramados verticales, por consiguiente, sus elementos fueron los mismos que los de madera, siendo su función la de servir de soporte exento o bien conformando una fábrica mixta. Se levantaron postes de sección cuadrada, circular o poligonal con seis u ocho piezas, cosiéndose sus diferentes partes con roblones, es decir, con vástagos de hierro/acero de sección circular formados por una cabeza en uno de sus extremos llamada de asiento, que era introducida en orificios abiertos en las piezas que se pretendían coser. Los puntos principales de los pies derechos de hierro eran la basa y el capitel. La primera servía para unir el soporte con el cimiento, constando esencialmente de la placa de apoyo y los elementos que la sujetaban al pie derecho, mientras que el segundo servía para enlazarlo con las vigas del suelo.
- Pilares ( de piedra, ladrillo, hormigón y hormigón armado).
El pilar es un elemento estructural resistente y vertical con función de soporte. Puede presentarse exento o adosado; ser de sección cuadrada, poligonal o circular; estar construido en ladrillo, mampostería, sillería, hormigón u hormigón armado y a veces estar sometido a la normativa de un orden.
. Pilastras.
Las fuentes más recientes la definen como un “ pilar adosado a un muro, destinado a recibir cargas superiores (…),”1 pero en otras ocasiones se la ha definido como la “Columna rectangular adosada a un muro para darle rigidez, con capitel, fuste y basa, 2 o bien el “Elemento vertical, adosado al muro y de sección cuadrangular, que puede desempeñar una función estructural de soporte o
decorativo.”3
. Estípite.
El estípite, cuya palabra viene del latín stipe y significa estaca hincada en la tierra, es una pilastra en forma de pirámide invertida con su base de menor tamaño que
la parte superior. Sirve para sustituir a una columna o una pilastra y por lo general se
la parte superior. Sirve para sustituir a una columna o una pilastra y por lo general se
nos presenta en piedra o hierro.
1 SERRA HAMILTON, Alberto. Términos Ilustrados de Arquitectura, Construcción y otras Artes y
Oficios. Madrid: C.O.Aparejadores y Arquitectos Técnicos, 1997, p. 763.
2 PUTNAM, R.E. y CARLSON, G.E. Diccionario de arquitectura, construcción y obras públicas.
Madrid: International Thomson Editores Spain, 2001, p. 316.
3 AA.VV. Diccionario visual de términos arquitectónicos. Madrid: Ediciones Cátedra, 2008, p. 362.
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Estípites.
. Pilares compuestos.
Es un pilar que surge en la construcción románica y gótica. Toma su nombre por adosarse al pilar varias columnas, cuyo número puede variar en función de los arcos y los nervios de las bóvedas que en ellas se apoyan.
Pilares compuestos . Machones.
Se entiende por machones, a las pilastras o los pilares fuertes en los que se apoyan dos arcos contiguos, siendo su sección rectangular, es decir, el pilar fuerte que recibe el empuje de un arco, arcada, etc.
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Iglesia del palacio de Goyeneche (Nuevo Baztán) (izq.) y tapial entre machones (dcha.)
Otra de sus acepciones nos ha llegado a través de Juan de Villanueva, quien en su obra póstuma Arte de Albañilería, publicada en 1827, recogió la voz de “Macho” como el “cuerpo que por lo regular se sitúa ó en los extremos de una pared, ó repartidos por su largo cuando ésta se forma de cajones de mampostería ó tierra; hallándose á el extremo de la pared, hace un medio pilar por el frente, y por el otro lado se une con los cajones de que se forma la misma pared, por medio de unos dientes que se dejan de dos á dos pies ó mas de altura, entrando unos, y saliendo
otros.”4
. Pilas de puentes.
Se entienden como pilas, a cada uno de los pilares, machones o macizos de fábrica que sostienen el arco u arcos de un puente. Como es lógico, los puentes más antiguos que han llegado hasta nuestros días son de fábrica, haciéndose uso en ellos del sistema de pilotaje, entendido éste como el conjunto de cierto número de piquetes redondos o cuadrados conocidos con el nombre de pilotes, que se introducen en el terreno generalmente por medio de la percusión hasta encontrar el terreno sólido.
Puente de Toledo.
4 VILLANUEVA, Juan de. Arte de Albañilería. Madrid: en la Oficina de Don Francisco Martínez
Dávila, 1827, pp. 42 y 43.
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Las pilas se han ejecutado en hormigón romano y hormigón ciclópeo con cal; bolas o sillares con tierra arcillosa; sillares puestos en seco, piedras con tierra o en mampostería, siendo revestido este núcleo central con sillería. Pero del mismo modo, se han levantado en hormigón y hormigón armado, incluso en hormigón pretensado a partir de los años cincuenta del siglo XX.
Generalmente se han diseñado con una planta rectangular, pero en ocasiones han sido recrecidas con tajamares triangulares coronados con sombreretes tronco-cónicos situados aguas arriba y espolones semicirculares o rectangulares aguas abajo; sin embargo, no faltan ejemplos en los que las pilas poseen tajamares triangulares y semicirculares en ambos frentes, incluso sin unos y otros.
Generalmente se han diseñado con una planta rectangular, pero en ocasiones han sido recrecidas con tajamares triangulares coronados con sombreretes tronco-cónicos situados aguas arriba y espolones semicirculares o rectangulares aguas abajo; sin embargo, no faltan ejemplos en los que las pilas poseen tajamares triangulares y semicirculares en ambos frentes, incluso sin unos y otros.
- Columnas
La columna es un soporte de sección circular sujeto a un orden, bien en piedra o hierro y en menor medida en madera u hormigón armado. Formada por basa, fuste y capitel, se puede presentar exenta o adosada a un muro. Sus tipos se distinguen según las variaciones que presentan cada uno de sus elementos, el estilo arquitectónico al que pertenecen, así como el lugar que ocupan en el edificio, su función, número y peculiaridades decorativas, lo que ha hecho que su valoración artística sea mucho mayor que el resto de los soportes conocidos.
Columnas de orden jónico y corintio (izq.) y Tratado de construcción civil, de Ger y Lóbez, 1898.
En la segunda mitad del siglo XIX y hasta bien entrado el siglo XX se impuso el uso generalizado de la columna de hierro, tanto de hierro forjado como de fundición, material que hasta entonces sólo se había empleado en las estructuras ocultas de los edificios, pero que comenzó a introducirse también en los elementos vistos recibiendo un tratamiento estético al ser demandado por la sociedad y permitir la ejecución de elementos decorativos de tradición clásica.
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FORJADOS
Se entiende como forjados a la estructura horizontal que da forma a los suelos de los diferentes pisos, debiendo cumplir con una serie de funciones: - Soportarse a sí mismo y además soportar el pavimento, las tabiquerías y elementos
Se entiende como forjados a la estructura horizontal que da forma a los suelos de los diferentes pisos, debiendo cumplir con una serie de funciones: - Soportarse a sí mismo y además soportar el pavimento, las tabiquerías y elementos
decorativos. - Superar el proceso constructivo. - Solidarizar todos los elementos de la planta. - Actuar como plano de rigidez (diafragma rígido) y repartir las cargas horizontales entre todos los elementos. - Presentar deformaciones compatibles con sus funciones. - Aislar térmica y acústicamente las planta entre sí. - Tener una adecuada resistencia al fuego.
Durante siglos se ejecutaron en madera pero se desarrollaron hasta conseguir espesores menores, sobre todo a raíz de la aparición de los nuevos materiales (hierro, acero, hormigón), que hicieron factible la realización de muros de menor espesor y con ello forjados con menores espesores en los que iban apoyados. El perfil metálico sustituyó a la vigueta de madera consiguiendo mayor resistencia mecánica, menores riesgos de deformación, menor riesgo contra el fuego y mayor economía. Más tarde se desarrollaron las estructuras de acero y simultáneamente nació el hormigón armado, que revolucionó aún más el arte de construir.
Son muy numerosos sus tipos como el relleno de sus entrevigados: yeso y cascotes, alcatifa, bovedillas, botes cerámicos, ladrillos huecos de yeso y cerámicos, tableros decorativos de barro cocido de poco peso formando artesones, baldosas de vidrio en
Son muy numerosos sus tipos como el relleno de sus entrevigados: yeso y cascotes, alcatifa, bovedillas, botes cerámicos, ladrillos huecos de yeso y cerámicos, tableros decorativos de barro cocido de poco peso formando artesones, baldosas de vidrio en
forma de adoquines, etc.
Forjado de hueco por macizo (izq.) y edificio monolítico de hormigón armado (Tratado práctico de edificación de Barberot, 1927 (dcha.)
ARCOS
Es una estructura que cierra superiormente una abertura o un vano. Desde que surgió la arquitectura, los constructores han perforado las fábricas con huecos o ventanas en sus muros, para permitir la iluminación y ventilación de los espacios que los limitan o que dan acceso a los mismos. Ya se trate de huecos de ventanas o de puertas, su cubrición se ha realizado bien con dinteles o arcos. Los primeros son piezas horizontales apoyadas en sus extremos formadas por una o varias piezas, mientras que los segundos son estructuras resistentes que trabajan a compresión y están formados por varias piezas llamadas dovelas,
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que además de su propio peso reciben cargas que sobre ellos actúan, transmitiéndolas a los muros, pilares o pilastras que delimitan el hueco. Nacidos de la necesidad de salvar luces mayores de las que podían alcanzar elementos característicos de la construcción en piedra o ladrillo, su utilización es apreciable desde tiempos remotos, no obstante, en los edificios modernos no alcanzan un lugar preeminente como lo tuvieron en la arquitectura del pasado. A lo largo de la historia han adoptado formas muy variadas, características de cada época y estilo, tomando diferente nombre según su forma.
Los elementos que componen un arco se llaman: - Dovelas, de las cuales la clave es la dovela central. - Contraclaves: dovelas adyacentes a la clave. - Salmeres: dovelas de arranque del arco hasta la altura de los riñones. - Estribos: los macizos de fábrica entre los que se tiende el arco. - Arranques: los puntos de nacimiento del arco. - Riñones: las zonas intermedias comprendidas entre los arranques y la clave. - Tímpano, enjuta o recalzado: parte de la fábrica que descansa sobre los riñones y llega hasta la altura del trasdós de la clave.
Elementos de un arco.
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Las dimensiones de un arco comprende la luz o lo que es decir la distancia horizontal media entre arranques; la flecha, altura del arco respecto a la línea de arranque, y el espesor, la distancia comprendida entre el intradós y trasdós, entendiendo el intradós como la superficie definida por el paramento inferior del arco cuyo punto más alto recibe el nombre de vértice y la línea de vértices espinazo, y como trasdós, la superficie definida por el paramento superior del arco. La enjuta o la albanega, como se la denomina en la construcción árabe, es cada uno de los espacios triangulares que inscribe el arco en un segmento cuadrado de pared. En función de las épocas podía estar o no decorado aunque generalmente quedó ornamentado en la construcción árabe, renacentista, barroca y posteriormente en la arquitectura historicista del siglo XIX, a base de medallones o tondos, motivos pictóricos, azulejos y relieves. Los arcos se pueden construir en piedra (sillería, mampostería, etc.), ladrillo (a sardinel o tabicado) o alternando ambos materiales, así como también en hormigón, generalmente con este último cuando se trata de obras de ingeniería, aunque en la construcción de edificios el más habitual es el hormigón armado en arcos adintelados. Pero independientemente del material con que esté ejecutado, será mayor el espesor del muro en donde se apoye un arco rebajado que uno de medio punto o apuntado debido a que el arco rebajado ejerce mayor empuje en el muro que el de medio punto o el apuntado. Antiguamente dicho espesor se calculaba dividiendo el perfil del arco a construir en tres partes iguales, prolongando la cuerda del último tercio.
Espesores de los muros según el perfil de los arcos que sustentan.
Tanto para la ejecución de los arcos como para las bóvedas es necesaria la utilización de un armazón de madera llamada cimbra. Esta construcción auxiliar está destinada a sostener los materiales mientras que se ejecuta la obra y sólo se retira una vez fraguado el mortero y cuando la fábrica ha hecho su asiento. Consta de una tablazón, cuya superficie da la forma del intradós del arco/bóveda, que apoya sobre camones mantenidos a su vez por apeos adecuados. Dichos camones se organizan de diferente manera, según sea la luz y la montea del arco o la vuelta. En muchas ocasiones es necesario introducir tirantes, a fin de contrarrestar los empujes transmitidos por los arcos a los estribos. Antiguamente era común la utilización de tirantes de madera o de hierro, aunque hoy en día los tirantes están formados por hierros redondos, a veces provisto de un tensor para apretar la varilla de hierro. Según como sea la línea del intradós en el frente del arco (recta, quebrada, curva o mixta), los arcos pueden adoptar diferentes formas geométricas, pero según su ubicación toman diferentes nombres :
- Arco formero: el dispuesto paralelo al eje longitudinal de la nave. - Arco transversal: el ubicado transversalmente al eje de la nave.
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- A toral: cada uno de los cuatro arcos que definen un crucero, independientemente de que soporten una cúpula de media naranja u otra bóveda. Pero ¿qué es el crucero? Es el espacio resultante de la intersección de la nave principal y transversal en las iglesias que poseen planta de cruz latina o griega.
Planta de una iglesia medieval.
- Arco fajón o perpiaño: es un arco transversal, refuerza normalmente a una bóveda de cañón y sobresale del intradós o extradós de ella. Compartimenta el espacio interior, se apoya en soportes adosados al muro y sus tensiones son transmitidos a
través de éste al exterior, siendo absorbidos por contrafuertes.
Arcos fajones o perpiaños.
- Arco en saledizo: también llamado falso arco o arco escalonado, está ejecutado por hiladas avanzadas o en saledizo, de modo que las piezas van volando sobre las anteriores cerrando la luz.
Arco en saledizo.
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- Arcos de descarga.
Desde la antigüedad preclásica los constructores han utilizado el llamado arco de descarga cuando han tenido que cargar una fábrica o elemento de mucho peso sobre un elemento de poca resistencia. Con este sistema se puede aligerar el peso transmitiendo todos los esfuerzos a los arranques o estribos de dicho arco. Pueden tomar muchas formas, siendo las más habituales las de medio punto y rebajadas.
Serra Hamilton. Arcos de descarga.
Su uso habitual por encima del vano de una puerta o ventana tiene como razón de ser el desplazar los empujes hacia los laterales para no debilitar o cargar el dintel. Podemos encontrarlos también embebidos en el muro, invertidos en las cimentaciones a fin de desplazar el empuje de la fábrica al terreno o invertidos entre dos fachadas de edificios para sujetarlos y prevenirlos de posibles desplomes.
- Trompa.
Son arcos de descarga cuya función es recibir el peso del huso que no tiene apoyo en el ángulo del muro y transmitirlo hacia el exterior, por lo que se genera un espacio abovedado que puede resolverse de diferentes formas: bien realizarse con arcos circulares en voladizo o bien con segmentos de esfera en forma de pechina, lo que a veces ha llegado a confundir trompa con pechina y viceversa.
Trompas: arcos en voladizo (izq.), con segmentos de esfera en forma de pechina (centro) y trompas en el crucero de la catedral de Burgos (dcha)
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- Arbotante.
El arco rampante o por tanquil es aquel que tiene sus arranques a distinta altura, por ello los arbotantes son arcos de esta naturaleza pero a su vez arcos de descarga porque su extremo inferior carga sobre un contrafuerte. Surgieron en época medieval, concretamente en la arquitectura gótica, para transmitir hacia el exterior el empuje ejercido por las bóvedas de crucería. o botarel, mientras que el superior absorbe el empuje de otro arco o de una bóveda.
El arco rampante o por tanquil es aquel que tiene sus arranques a distinta altura, por ello los arbotantes son arcos de esta naturaleza pero a su vez arcos de descarga porque su extremo inferior carga sobre un contrafuerte. Surgieron en época medieval, concretamente en la arquitectura gótica, para transmitir hacia el exterior el empuje ejercido por las bóvedas de crucería. o botarel, mientras que el superior absorbe el empuje de otro arco o de una bóveda.
Arbotante de la catedral de León.
Este arco descargaba en un contrafuerte o botarel que contenía a veces un pináculo, es decir, una pieza en forma de pirámide de varias toneladas que servía de contrapeso para que el contrafuerte no cediese y fuese desplazado por el empuje recibido. Pero otra de las funciones del arbotante era conducir las aguas pluviales hacia el exterior a través de un canal de plomo que discurría en su parte superior y desagüaba en las gárgolas, o lo que es decir, desagües tallados en piedra con formas fantásticas, diablos, animales, etc.
- Las arquivóltas.
En la Edad Media surgieron también las arquivóltas o lo que es decir, la superposición de arcos en derrame en puertas y ventanas. Se hizo uso de arcos de medio punto como los apuntados, los primeros en obras románico-mudéjares y neorrománicas, mientas que los segundos en la arquitectura gótica y neogótica.
Portada gótica con arquivoltas.
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- Arco diafrágma.
Arco de fábrica dispuesto transversalmente al eje longitudinal de una nave, cuyo trasdós forma el ángulo de inclinación del tejado donde se sitúa una estructura generalmente de madera, por tanto hace el papel de un cuchillo en estas cubiertas. En esta solución constructiva se combinan elementos de madera con los arquitectónicos al servir de apoyo los arcos a las correas y éstas a los cabios, que a su vez sustentan el enlatado y la terminación de la cubierta. Son característicos de la construcción árabe y mudéjar, de ahí que en el renacimiento español se hiciese uso de ellos tanto en edificaciones civiles como religiosas.
BÓVEDAS.
Si el arco es una estructura que cierra superiormente una abertura o un vano, la bóveda es una estructura que cierra superiormente un espacio, por lo que su figura es tridimensional. Son cubiertas macizas arqueadas, formadas por piezas que se comprimen mutuamente y que se mantienen en equilibrio por el apoyo que les proporcionan los muros en los que se apoyan. Se compone de una serie de elementos que gravitan sobre el vacío y soportan esfuerzos de compresión. Muchos de sus elementos son similares a la de los arcos, por lo que los agruparemos en varios apartados: elementos que componen una bóveda, dimensiones, superficie y líneas.
1) Elementos:
- Los apoyos: partes de los muros o pilares sobre los que descansa la bóveda. - Las dovelas: piezas que componen la bóveda. - La clave, dovela que cierra la bóveda. - los salmeres: dovelas ubicadas en la línea de arranque de la bóveda hasta los riñones, entendidos éstos como las dovelas ubicadas a 1/3 del arco hasta la clave. - El tramo de bóveda: cada elemento individual de una bóveda mayor formada por la sucesión de otras menores. la nave, nombre que recibe el espacio cubierto por una sucesión de tramos de bóveda. - Los nervios: arcos de dovelas independientes de los témpanos en las aristas, surgidos en la Edad Media dando lugar a las bóvedas nervadas y de crucería. - El luneto: abertura practicada en la bóveda de otra bóveda que penetra en ella.
- Los apoyos: partes de los muros o pilares sobre los que descansa la bóveda. - Las dovelas: piezas que componen la bóveda. - La clave, dovela que cierra la bóveda. - los salmeres: dovelas ubicadas en la línea de arranque de la bóveda hasta los riñones, entendidos éstos como las dovelas ubicadas a 1/3 del arco hasta la clave. - El tramo de bóveda: cada elemento individual de una bóveda mayor formada por la sucesión de otras menores. la nave, nombre que recibe el espacio cubierto por una sucesión de tramos de bóveda. - Los nervios: arcos de dovelas independientes de los témpanos en las aristas, surgidos en la Edad Media dando lugar a las bóvedas nervadas y de crucería. - El luneto: abertura practicada en la bóveda de otra bóveda que penetra en ella.
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A. Arranque a. Espesor de la bóveda
B. Intradós b. Directriz de la bóveda C. Trasdós c. Flecha D. Salmer d. Línea de arranque E. Clave e. Luz F. Dovela f. Eje de la bóveda G. Muro frontal g. Línea de clave
B. Intradós b. Directriz de la bóveda C. Trasdós c. Flecha D. Salmer d. Línea de arranque E. Clave e. Luz F. Dovela f. Eje de la bóveda G. Muro frontal g. Línea de clave
h. arista
2) Dimensiones:
- La luz: distancia horizontal entre el apoyo o arranques de la bóveda. - La flecha: altura desde el arranque a la clave o la distancia vertical desde la línea de arranques al punto más alto del intradós. - El espesor: la distancia entre el trasdós e intradós de la bóveda.
3) Superficies:
- El trasdós: superficie externa de la bóveda. - El intradós: superficie interna de la bóveda. - Los témpanos: superficie comprendida entre las aristas o las intersecciones con otras superficies de la bóveda. - Los faldones: témpanos de huso en las bóvedas de rincón de claustro y esquifadas. - La plementería: superficie entre nervios, cuando se trata de bóvedas nervadas y de crucería. - El plafón: techo plano que remata ciertas bóvedas (esquifadas , de abanico, etc.).
- La luz: distancia horizontal entre el apoyo o arranques de la bóveda. - La flecha: altura desde el arranque a la clave o la distancia vertical desde la línea de arranques al punto más alto del intradós. - El espesor: la distancia entre el trasdós e intradós de la bóveda.
3) Superficies:
- El trasdós: superficie externa de la bóveda. - El intradós: superficie interna de la bóveda. - Los témpanos: superficie comprendida entre las aristas o las intersecciones con otras superficies de la bóveda. - Los faldones: témpanos de huso en las bóvedas de rincón de claustro y esquifadas. - La plementería: superficie entre nervios, cuando se trata de bóvedas nervadas y de crucería. - El plafón: techo plano que remata ciertas bóvedas (esquifadas , de abanico, etc.).
4) Líneas:
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- Línea de arranque: la que se forma uniendo entre sí todos los puntos de arranque de los arcos que componen la bóveda. - La directriz o perfil: línea del arco en que se basa la bóveda;. - El eje de la bóveda: línea central formada por la unión de los centros de todos los arcos que componen la bóveda. - Las líneas de aristas: las que se forman en el encuentro de dos superficies de bóveda que forman esquina saliente. - La línea de clave: unión de las claves de todos los arcos de la bóveda que puede ser horizontal, ascendente, descendente, curvada quebrada, quebrada peraltada y curvada descendente).
Por otro lado, se entiende como tramo de bóveda, a cada elemento individual de una bóveda mayor formada por la sucesión de otras menores; la nave, al espacio cubierto por una sucesión de tramos de bóveda; los nervios, los arcos de dovelas independientes de los témpanos en las aristas, surgidos en la Edad Media dando lugar a las bóvedas nervadas y de crucería, y el luneto, a la abertura practicada en la bóveda de otra bóveda que penetra en ella.
Por otro lado, se entiende como tramo de bóveda, a cada elemento individual de una bóveda mayor formada por la sucesión de otras menores; la nave, al espacio cubierto por una sucesión de tramos de bóveda; los nervios, los arcos de dovelas independientes de los témpanos en las aristas, surgidos en la Edad Media dando lugar a las bóvedas nervadas y de crucería, y el luneto, a la abertura practicada en la bóveda de otra bóveda que penetra en ella.
Las bóvedas se pueden construir en adobe, ladrillo, piedra, hormigón romano, hormigón armado, etc., pudiendo destacar las Cilíndricas (de cañón seguido, rincón de claustro, esquifada, de arista, de crucería y nervada; Esféricas o cúpulas (cúpula de base circular, bóveda baída, cúpula sobre pechinas, bóveda o cúpula gallonada y bóveda o cúpula bulbosa) y Otras
(encamonadas o de cuchillos curvos, tabicadas, de mocárabes y en saledizo o falsas bóvedas).
(encamonadas o de cuchillos curvos, tabicadas, de mocárabes y en saledizo o falsas bóvedas).
FÁBRICAS
A la hora de analizar las diferentes fábricas existentes en la arquitectura tradicional española vamos a partir de la definición de fábrica empleada por Ricardo Marcos y Bausá en su Manual de Albañilería: “Se entiende por fábrica, en albañilería, al resultado que se obtiene colocando los materiales de construcción, bajo determinadas formas y con íntimo enlace o trabazón entre sí, para constituir una obra o edificio cualquiera; esta disposición o aparejo de los materiales debe ser tal, que forme por sí sola una masa lo más resistente
posible.” 5
Estas fábricas pueden formar la estructura de las edificaciones o ser meros elementos de cerramiento. Como veremos durante el análisis generalmente cumplen con las dos funciones, por lo que se convierten en el elemento, tal vez, más importante de las
5 MARCOS Y BAUSÁ, Ricardo. Manual de Albañilería…………………………………..
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construcciones. No será hasta el siglo XX, exceptuando las grandes construcciones góticas, cuando los cerramientos y las estructuras tomen caminos diferentes. Empezaremos el análisis con las fábricas de piedra, continuaremos con las construcciones de tierra (el tapial, el adobe y sus variedades), posteriormente hablaremos de los entramados de madera y finalizaremos con las fábricas de ladrillo, limitándonos a estudiar las construcciones identificadas como regionalistas, ya sean mudéjares o neo-mudéjares. Muchas de estas técnicas están en desuso en nuestro país pero al ser protagonistas de una parte muy importante de nuestro patrimonio merece especial atención su estudio sobre todo a la hora de llevar a cabo obras de rehabilitación y restauración.
1) FÁBRICAS DE PIEDRA
1) FÁBRICAS DE PIEDRA
Fábricas formadas por fragmentos de piedra de diversas formas recibidas con mortero de cal o colocadas a hueso. La clasificación y definición de las diferentes fábricas de piedra vendrá marcada por la forma y la colocación de éstas., pudiéndolas clasificar de la siguiente manera:
1.1- Mampostería Ordinaria: Formadas por mampuestos o piedras toscas, no muy labradas, colocadas sin formar aparejo alguno, siendo frecuente la regularización cada cierto tiempo introduciendo una o dos hiladas de ladrillo (verdugadas).
Mamposterías ordinaria.
. De sillarejo (mampostería por hiladas): Formadas por piedras labradas formando ángulos rectos, configurando hiladas que pueden variar de tamaño unas de otras, incluso dentro de la misma hilada. Se regularizan hiladas normalmente cada 1,50 metros de altura.
Fábricas de sillarejo.
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