jueves, 8 de septiembre de 2016

Ceremonia y rúbrica de la Iglesia española - Usos y costumbres de la Catedral de Sevilla - Otras manifestaciones de la liturgia catedralicia

Ceremonia y rúbrica de la Iglesia española - Usos y costumbres de la Catedral de Sevilla - Otras manifestaciones de la liturgia catedralicia




Ceremonia y rúbrica de la Iglesia española · LITURGIA CATEDRALICIA · Otras manifestaciones de la liturgia catedralicia
Ir a la página: 1 · 2 · última
60 mensajes. Página 1 de 2
rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#1 · Mensaje viejo · Editado por CarmeloMartinez
PROCESIÓN DE TERCIA DEL DÍA DE SAN CLEMENTE


 Esta foto pertenece a la procesión de Tercia que los Cabildos
de la Ciudad de Sevilla celebran cada 23 de noviembre en conmemoración
de la toma de la ciudad por las tropas del Santo Rey Fernando III en
1248. Antes era por gradas altas, como vemos aquí; el cortejo está
pasando por delante de la Puerta del Lagarto, de fondo la Giralda. Se
lleva la espada del Santo Rey por el Alcalde, el pendón de la Ciudad por
el concejal más joven y la reliquia de San Clemente Romano, que vemos
la porta el Capitular Diácono. Vemos cómo como complemento de la
dalmática se utilizaba el redropiés, cuadros de la misma tela y
decoración adheridos al alba en la parte inferior, delante y detrás.
Lleva bonete negro con la borla verde, propia de los canónigos
sevillanos. Como lo exige la liturgia del día, los ornamentos utilizados
son rojos, propios de mártires. El Papa León X Medici concedió 40 años y
otras tantas cuarentenas de indulgencia a los que asistiesen a esta
procesión anual por Breves 11-04 y 8-09-1516.



La Espada del Santo Rey llegó a la Catedral por permuta con
la Abadesa y las Reverendas Madres del Real Monasterio Cisterciense de
San Clemente, que conservaban desde tiempos de su fundación alfonsina
varias reliquias del ajuar de San Fernando. Cambiaron la Espada por una
concesión del agua de los Caños de Carmona, que derivaron un canuto del
canalillo para dar al Convento agua corriente.
El pendón de San Fernando original está realizado en fino
tafetán carmesí con la técnica del encajado de las figuras (castillos y
leones), es de mediados del XIII. Hoy se saca una copia.



El relicario de San Clemente Romano es de plata en forma de
cáliz, que tiene en el pie un grifo y un león y un cisne de plata
dorados y cada uno de éstos tiene un escudo con armas: el León, las del
Papa León X Medici, que acometió a Jacobo Card. Obispo de Albano,
Comendador del Monasterio de S.Clemente de Roma, donde se conservan sus
reliquias, que diera la reliquia, que es del brazo derecho, que el Papa
tuvo en sus manos y colocó en un vaso de oro y plata; el grifo, las del
Card. Oristán, y el cisne, las de Baltasar del Río Obispo de Scalas,
Dignidad Arcediano de Niebla y Canónigo de esta Iglesia, que lo donó en
1516. La copa es de piedra ágata.  Encima, una patena dorada que la
cubre y sobre ella el Santo Pontífice revestido de pontifical, sentado
en silla curul, tocado de tiara y en la mano izquierda un ancla, su
atributo iconográfico, pues fue arrojado al Mar Negro. Fue entregado
solemnemente el 29-06-1516.



Esta procesión hoy se realiza por últimas naves después del
canto de Maitines y Laudes, con estación ante la urna del Santo Rey, que
se abre a la pública veneración de los fieles de 8,30 a 10,00 h. La
preside de oficio el Canónigo Magistral, a la presente Mons. Miguel
Oliver Román, Prelado de Honor de S.S. el Papa. Hoy la reliquia la porta
el Preste. A continuación, la Misa Solemne. Asiste a procesión y misa
el Excmo. Ayuntamiento de la Ciudad corporativamente bajo mazas,
traslándose el cortejo con la Banda Municipal desde las Casas
Consistoriales, en la Plaza de San Francisco, por la Avenida de la
Constitución, y entran por la Puerta de San Miguel en la Catedral, donde
son recibidos por la Diputación de Protocolo del Cabildo.






Esta foto pertenece a procesión de 1924, por las gradas altas de la
Calle Alemanes, con el muro de cerramiento del Patio de los Naranjos a
la derecha. Vemos a un beneficiado con el bonete en la mano y a los
canónigos con las capas pluviales sobre el hábito coral, lo que, como ya
ha anotado el P. Melo, contraviene la ley litúrgica general.





Espada del Santo Rey:










Ramón de la Campa Carmona
rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#2 · Mensaje viejo · Editado por rdelacampa
CORPUS CATEDRALICIO DE 1935



este
año de 1935, dentro del bienio republicano de la derecha, habían salido
todas las cofradias a la calle haciendo estacion de penitencia a la
Catedral. Casualidades de la vida el Domingo de Ramos es el 14 de Abril
festividad de la Republica. Llegó el Corpus.
Tras cuatro años de procesión portando al Santísimo bajo palio sin
asistencia de la Corporacion Municipal, este año sale en la Custodia
Chica por las gradas altas asistiendo doce concejales. Lo hace sólo por
gradas de la Catedral, y no por la Carrera tradicional, que ha
permanecido inalterable desde los comienzos documentados de la
procesión, salvo en ocasiones excepcionales justificadas. Al salir en la
custodia chica, obra manierista argéntea de Francisco de Alfaro para
las Dominicas de Gibraleón, adquirida posteriormente por el Cabildo, que
normalmente alberga una Santa Espina del relicario catedralicio y
procesiona también con ella en el cortejo normal del Corpus, pudo ser
cobijada por palio blanco de varas altas, algo imposible con la custodia
de Arfe. Vemos el quitasol, versión de los flabelos pontificios o del
rhipidion bizantino, propio de la liturgia episcopal hispalense, ausente
en el Ceremonial de los Obispos romano. Era a la sazón Arzobispo de
Sevilla el navallo Eustaquio Cardenal Ilundáin Esteban.
Curiosamente en 1937,- aunque la cosa había cambiado tela
- puedo haber repetido su función, pero le quito el sitio el baldaquino
del Niño Jesús de Martínez Montañés, de la Sacramental del Sagrario.

Vemos
en esta foto de 1929 el lugar habitual de la Custodia Chica con la
Santa Espina. Los bonetes en las manos, por tratarse de una procesión
del Santísimo.




Foto del año 2004. El paso es exornado en la actualidad por la Cofradía del Valle.



Foto de la custodia chica:



Ramón de la Campa Carmona
rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#3 · Mensaje viejo
SERMÓN DE DOCTRINA, PATIO DE LOS NARANJOS


Se trata del Sermón de Doctrina, que nace con una vocación misional en 1548.
Se predicaba anualmente el Domingo de Pasión, que recibía por ello el
apelativo de Domingo de Doctrina, en este púlpito marmóreo del lado de
levante del Patio de los Naranjos de la catedral sevillana, con su
valarium o batidor, organizado por la Congregación del Pecado Mortal,
que estaba en el derruido Convento Casa Grande de San Francisco
hispalense. Aquí predicaron los más famosos oradores españoles: San
Vicente Ferrer (1408), San Juan de Ávila, San Francisco de Borja, el
Venerable Fernando de Contreras, el Venerable Fernando de Mata, el Beato
Diego José de Cádiz... Posteriormente se  colocó mas próximo a la Semana Mayor, el Viernes de Dolores.
Entre el auditorio, en unos bancos se sentaban los huérfanos y
huérfanas de los Hospicios, que asistían corporativamente precedidos por
cruz y faroles que venían en procesión cantando el Rosario, formando un
cuadro al frente del púlpito alfombrado con un tapiz; en su centro se
solía colocar el Arzobispo, que solía asistir con las autoridades
civiles y eclesiásticas, y estuvieron también entre sus asiduos SS. AA.
RR.los Duques de Montpensier e hijos, cuando se encontraban en
Sevilla.Todavía se celebraba en los años cincuenta. Se consideraba el
acto preliminar de la Semana Santa hispalense.





Ramón de la Campa Carmona
miguelourense
Nuevo usuario
#4 · Mensaje viejo
Realmente todo muy interesante, agradezco y felicito a quien nos enriquecen de esta manera

Miguel A. González

Canónigo Archivero Ourense
CarmeloMartinez
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#5 · Mensaje viejo · Editado por CarmeloMartinez
Escrito originalmente por rdelacampa
CORPUS CATEDRALICIO DE 1935



Vemos
el quitasol, versión de los flabelos pontificios o del rhipidion
bizantino, propio de la liturgia episcopal hispalense, ausente en el
Ceremonial de los Obispos romano. Era a la sazón Arzobispo de Sevilla el
navallo Eustaquio Cardenal Ilundáin Esteban.
Curiosamente en 1937,- aunque la cosa había cambiado tela
- puedo haber repetido su función, pero le quito el sitio el baldaquino
del Niño Jesús de Martínez Montañés, de la Sacramental del Sagrario.
Tengo
que rebuscar en la biblioteca, pero quisiera hacer un comentario acerca
del uso del quitasol en la procesión del Corpus hispalense, puesto que
de nuevo aparece en el foro ese curioso objeto.  Los cardenales tenían
varios sombreros. El gran capelo ceremonial que todos conocemos, el
capelo sencillo para las cabalgatas, el sombrero de felpa o fieltro rojo
que se llevaba con los capisayos, el sombrero sencillo negro de castor
con cordoncillo y borlas o con el llamado giardino, y finalmente el sombrero parasol o cappellone.
Este último era de idénticas dimensiones al capelo ceremonial pero sin
borlas, una especie de disco con armazón de paja trenzada forrada de
seda, reservado para las procesiones eucarísticas, en las que el decano
de la familia cardenalicia sostenía el parasol, andando a la derecha del
prelado, a fin de proteger la eminentísima crisma de los rayos del sol.
Para mí que el quitasol sevillano es una versión de ese capelo, que en
Roma desapareció como tantos usos cortesanos en 1870.



Cordialmente, Melo.

"Cualquier tiempo pasado fue anterior"
rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#6 · Mensaje viejo
PROCESIÓN DEL CORPUS POR LA PLAZA DE SAN FRANCISCO


Subir imagenes a http://www.imagenonline.com


Vemos
a Pedro Cardenal Segura y Sáenz, Cardenal Arzobispo de Sevilla desde
1937 a 1957. En octubre de 1954 Pío XII firmó la bula de nombramiento
del Obispo Bueno Monreal como Arzobispo Coadjutor con derecho a sucesión
con el pleno y total régimen de la diócesis. Fue, por tanto,
defenestrado. Dicha imagen pertenece a la Procesión del Corpus, porque
el Cardenal está destocado y se ven los palos que sostienen los toldos
de la Carrera del Corpus. Está pasando por la Plaza de San Francisco,
delante del Ayuntamiento. Irá presidiendo delante de pontifical Bueno
Monreal, por lo que debe ser la foto después de 1954. Se observa el uso
de la umbela o quitasol, que sostiene un acólito con sotana y
sobrepelliz de las, recogidas en el brazo como corresponde. Es similar
al rhipidion ortodoxo, que también se usaba y se llamaba flabelo, en la
misa solemne de rito dominicano:



Ramón de la Campa Carmona
rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#7 · Mensaje viejo · Editado por rdelacampa


ASISTENCIA DE LAS CRUCES PARROQUIALES A LA PROCESIÓN DE PALMAS Y OTRAS GENERALES

PROCESIONES GENERALES EN LA CATEDRAL DE SEVILLA

Seguimos las Religiosas Estaciones que frecuenta la Religiosidad Sevillana,
ms. del Abad Gordillo (+1630), conservado en la Biblioteca Capitular y
Colombina de Sevilla. Se llaman procesiones generales las que son
estación común de todo el clero y pueblo, convocadas por un particular
toque de campanas, conocida por "llamar las cruces", que acompañan a la
de la Catedral.

El Arzobispo Diego Hurtado de Mendoza fue el que
legisló en 1496 que fueran acompañadas de los beneficiados y capellanes
de sus parroquias con sobrepellices, saliendo después de tañer las
campanas de cada una de ellas. En la ida y la vuelta manda que se
amoneste a los fieles a acompañar a su cruz. Eran la de la Santa
Cruzada, la de San Sebastián, la de la Candelaria, la de Ramos, la del
Corpus, la de la Asunción, la de la Inmaculada.

El orden de
precedencia era: la de la catedral, la de Santa Cruz, la del Salvador,
la de San Vicente, la de la Magdalena, la de San Lorenzo, la de San
Miguel, la de San Andrés, la de San Martín, la de San Juan, la de San
Pedro, la Omnium Sanctorum, la de San Gil, la de San Julián, la de Santa
María la Blanca, la de Santa Ana, la de San Isidoro, la de San Nicolás,
la de San Bartolomé, la de San Esteban, la de Santiago, la de San
Ildefonso, la de Santa Catalina, la de San Román, la de San Marcos, la
de Santa Marina y la de Santa Lucía.

Las cruces las portaban los
sacristanes menores acompañados de los mayores, y con los de la catedral
iba el Beneficiado Subdiácono de la epístola de la misa. En la foto,
tomada por la Calle Alemanes esquina a Hernando Colón, vemos que los
sacristanes cruciferarios van vestidos de sotana y roquete de alas
recogidas en el brazo. Las  cruces van veladas como corresponde al
Domingo de Ramos.


Ramón de la Campa Carmona
rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#8 · Mensaje viejo
LAS LÁGRIMAS DE SAN PEDRO, 28 DE JUNIO, VÍSPERA Y DÍA DE LA SOLEMNIDAD DE LOS SANTOS PEDRO Y PABLO











Es
una tradición que se había perdido y que recuperó hace unos años la
sevillana Banda de Cornetas y Tambores de Ntra. Sra. del Sol, que las
sigue interpretando desde el cuerpo de campanas de la Giralda. Esta
tradición parte desde  1403, cuando, al volver el infante Don Fernando
de la conquista de Antequera, se hicieron grandes regocijos y repiques y luminarias como la noche de San Pedro.
En 1551, el Canónico  Rivera, destina sus bienes  para finaciar esta tradicion . En las Memorias de fuego
del abedor de la Iglesia Mayor Don Juan de Eguirola se hace referencia
al pago los fuegos artificiales, que por encargo del mayordomo del
Cabildo Catedral, realizan Don Pedro de Villalobos y Don Francisco
Alemán. En 1629, el Cabildo dispone que sólo se permitan fuegos en la
noche de San Pedro. Entre  1647 y 1648 es Don Diego Alemán el
responsable de esta celebracion. Se interrumpe esta tradición entre los
años 1839 a 1865 reanudándose a partir de entonces y sin interrupción
hasta 1961. En 1983, a instancia del escritor Antonio Burgos y del
comerciante sevillano, Don Rogelio Gómez  ,este ultimo solicita ,  al
Cabildo Catedral autorización para que seis componentes de la Banda de
Nuestra Señora del Sol interpreten las desaparecidas Lagrimas de San
Pedro, peticion que se hace en años sucesivos hasta que en  1986 cuando
el Cabildo aprueba que  seis cornetas de la Banda de Nuestra Señora del
Sol la interpreten, desde el campanario en la festividad de San Pedro.

Estos
toques catedralicios se realizan desde las cuatro caras de la Giralda
el 28 de junio a las 24:00 h. y el 29 de junio a las 9:30 y 12:00 h.
Consisten en una pequeña melodía que se repite tres veces por cada cara
del cuerpo de campanas (al igual que San Pedro al predicar a los cuatro
vientos), comenzando con volteo de campanas durante unos tres minutos y
seguidamente los toques en dirección a Plaza del Triunfo, Avenida, Plaza
de San Francisco, y terminando hacia la Plaza de la Virgen de los
Reyes.

Seis clarineros de la Banda de Cornetas y Tambores
Nuestra Señora del Sol son habitualmente los encargados de ejecutar
dichos toques y son acompañados por alabarderos de escolta de la misma
banda, todos con uniforme de gala.

El orden del acto al presente
es el que sigue. Recorren las naves de la Catedral, se postran ante el
Stmo. Sacramento en la Capilla de Nuestra Señora de los Reyes, continúan
hasta la entrada de la Giralda, donde a pie de la misma quedan formados
los Alabarderos, siguiendo los Seis Clarineros de la Banda Ntra. Sra.
Del Sol hasta el campanario para ejecutar dicha melodía.


Ramón de la Campa Carmona
Pio_IX
Usuario veterano
Haz clic para ver el perfil del usuario
#9 · Mensaje viejo


Una
de las tradiciones conservadas en la catedral de Sevilla es la del
baile de los Seises ante el Santísimo, en las octavas del Corpus Christi
y de la Inmaculada Concepción, así como en el Triduo de Carnestolendas.

En
esta foto antigua los vemos en la procesión del Corpus Christi. Tras
ellos se nota un fagote de la capilla musical, señal de que cantaban en
la misma procesión.

Otros detalles curiosos son los jóvenes
acólitos vestidos de subdiáconos, las tropas cubriendo la carrera (aún
recuerdo esta costumbre, hará quince o veinte años quizá), el pertiguero
con el cuello duro, el hábito de verano de los canónigos (se evidencia
el distinto color de la sotana y la muceta, hoy son iguales, ¿era la
sotana entonces negra?), y al fondo la custodia de Arfe.
PabloPomar
Fundador y administrador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#10 · Mensaje viejo
Ya
es la segunda vez que le leo, santidad, "vestidos de subdiáconos" y me
quedo preguntándome ¿y por qué no de diáconos? Ya me lo explicará. Como
ve, no hay foto verdaderamente antigua donde podamos confundir un
diácono con un acólito, porque cuando crecían y esa confusión se podría
dar, dejaban de usar las dalmáticas, casullas y demás prendas que
utilizaban como concesión infantil y juvenil. He vuelto a ver fotos
ultimamente de todo esto y saco en conclusión de que las empezaban a
usar cuando tenían edad de darle importancia a la prenda y las dejaban
años antes de que pudiese haber confusión. El generalizado abuso actual
llama mucho la atención a los visitantes. Un dominico eslovaco amigo mío
al que mostré un reportaje de la Semana Santa, lo primero que me dijo
es "¡cuántos diáconos tenéis en la diócesis!" Y se quedó pasmado con la
explicación.

El distinto de muceta y sotana yo creo que se debe a la diversa naturaleza de la lana y la seda que brilla en modo diverso.
Pio_IX
Usuario veterano
Haz clic para ver el perfil del usuario
#11 · Mensaje viejo
Escrito originalmente por Porfirogeneta
Ya
es la segunda vez que le leo, santidad, "vestidos de subdiáconos" y me
quedo preguntándome ¿y por qué no de diáconos? Ya me lo explicará. Como
ve, no hay foto verdaderamente antigua donde podamos confundir un
diácono con un acólito, porque cuando crecían y esa confusión se podría
dar, dejaban de usar las dalmáticas, casullas y demás prendas que
utilizaban como concesión infantil y juvenil. He vuelto a ver fotos
ultimamente de todo esto y saco en conclusión de que las empezaban a
usar cuando tenían edad de darle importancia a la prenda y las dejaban
años antes de que pudiese haber confusión. El generalizado abuso actual
llama mucho la atención a los visitantes. Un dominico eslovaco amigo mío
al que mostré un reportaje de la Semana Santa, lo primero que me dijo
es "¡cuántos diáconos tenéis en la diócesis!" Y se quedó pasmado con la
explicación.

El distinto de muceta y sotana yo creo que se debe a la diversa naturaleza de la lana y la seda que brilla en modo diverso.

Digo
"vestidos de subdiáconos" porque así lo he leído en algún escrito
antiguo, no recuerdo dónde. Además, nunca llevan estola, por lo tanto no
van de vestidos de diáconos sino de subdiáconos.

En su defensa
podemos decir que se dan tradicionalmente en otras diócesis hispanas
(Corpus de Toledo, ya puse foto, o como hemos visto hace poco gracias a
Melo, en el del Seminario de San Juan de Ribera de Valencia), y que
recordará Vd. que hasta hace pocos años, aquí en nuestras diócesis, no
eran tan chavales como ahora.

Ahora se ha convertido en un honor
entre los grupos jóvenes el salir vestido así, pero hasta hace poco
ocupaban estos puestos gente muy característica, de cierta edad, que así
se sacaban un dinero para sus aficiones.

Aún más. En la misma
misa, no ya en procesiones y otros sacramentales, en la misma misa
solemne se daba, aquí en nuestras partes, que el mismo sacristán sin
estar ordenado de nada, actuara de subdiácono. Esto podrán confirmarlo
los más mayores del foro.

Respecto al distinto brillo de los tejidos, es posible.

PabloPomar
Fundador y administrador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#12 · Mensaje viejo · Editado por PabloPomar
Escrito originalmente por Pio_IX
Escrito originalmente por Porfirogeneta
Ya
es la segunda vez que le leo, santidad, "vestidos de subdiáconos" y me
quedo preguntándome ¿y por qué no de diáconos? Ya me lo explicará. Como
ve, no hay foto verdaderamente antigua donde podamos confundir un
diácono con un acólito, porque cuando crecían y esa confusión se podría
dar, dejaban de usar las dalmáticas, casullas y demás prendas que
utilizaban como concesión infantil y juvenil. He vuelto a ver fotos
ultimamente de todo esto y saco en conclusión de que las empezaban a
usar cuando tenían edad de darle importancia a la prenda y las dejaban
años antes de que pudiese haber confusión. El generalizado abuso actual
llama mucho la atención a los visitantes. Un dominico eslovaco amigo mío
al que mostré un reportaje de la Semana Santa, lo primero que me dijo
es "¡cuántos diáconos tenéis en la diócesis!" Y se quedó pasmado con la
explicación.

El distinto de muceta y sotana yo creo que se debe a la diversa naturaleza de la lana y la seda que brilla en modo diverso.

Digo
"vestidos de subdiáconos" porque así lo he leído en algún escrito
antiguo, no recuerdo dónde. Además, nunca llevan estola, por lo tanto no
van de vestidos de diáconos sino de subdiáconos.

En su defensa
podemos decir que se dan tradicionalmente en otras diócesis hispanas
(Corpus de Toledo, ya puse foto, o como hemos visto hace poco gracias a
Melo, en el del Seminario de San Juan de Ribera de Valencia), y que
recordará Vd. que hasta hace pocos años, aquí en nuestras diócesis, no
eran tan chavales como ahora.

Ahora se ha convertido en un honor
entre los grupos jóvenes el salir vestido así, pero hasta hace poco
ocupaban estos puestos gente muy característica, de cierta edad, que así
se sacaban un dinero para sus aficiones.

Aún más. En la misma
misa, no ya en procesiones y otros sacramentales, en la misma misa
solemne se daba, aquí en nuestras partes, que el mismo sacristán sin
estar ordenado de nada, actuara de subdiácono. Esto podrán confirmarlo
los más mayores del foro.

Respecto al distinto brillo de los tejidos, es posible.


Esa
moda que cita, sólo la he visto en Sevilla. En el resto de procesiones
de esta zona seguimos con los "característicos" que salen de cualquier
antro tabernario, llegan a la iglesia, se visten "de subdiáconos"
pero mayorcitos, portan el cirial durante el recorrido con cara de pocos
amigos, cobran y se van a Lepe a la recogida de la fresa.
Pio_IX
Usuario veterano
Haz clic para ver el perfil del usuario
#13 · Mensaje viejo
Seises en la octava de la Inmaculada

Seises en la octava del Corpus Christi
rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#14 · Mensaje viejo
Escrito originalmente por Porfirogeneta
Ya
es la segunda vez que le leo, santidad, "vestidos de subdiáconos" y me
quedo preguntándome ¿y por qué no de diáconos? Ya me lo explicará. Como
ve, no hay foto verdaderamente antigua donde podamos confundir un
diácono con un acólito, porque cuando crecían y esa confusión se podría
dar, dejaban de usar las dalmáticas, casullas y demás prendas que
utilizaban como concesión infantil y juvenil. He vuelto a ver fotos
ultimamente de todo esto y saco en conclusión de que las empezaban a
usar cuando tenían edad de darle importancia a la prenda y las dejaban
años antes de que pudiese haber confusión. El generalizado abuso actual
llama mucho la atención a los visitantes. Un dominico eslovaco amigo mío
al que mostré un reportaje de la Semana Santa, lo primero que me dijo
es "¡cuántos diáconos tenéis en la diócesis!" Y se quedó pasmado con la
explicación.

El distinto de muceta y sotana yo creo que se debe a la diversa naturaleza de la lana y la seda que brilla en modo diverso.
Yo más bien diría que se trata de los capellanes reales, que llevaban sotana negra y muceta violeta.

En
cuanto a lo de las dalmáticas, como sabes, siento discrepar. Te veo en
plan Palafox. En la foto de la procesión de palmas catedralicia, se ve
perfectamente al subdiácono de servicio con planeta tras la cruz
patriarcal, que lleva un acólito con sobrepelliz en su lugar, y los
acólitos con dalmáticas a la derecha.

Como
tuve oportunidad de investigar en el Archivo de la Catedral de Sevilla,
que hoy se encuentra depositado junto al General del Arzobispado de
Sevilla en el Palacio Arzobispal, entre los litigios que hubo entre el
Cabildo Catedral y el Arzobispo Jaime de Palafox y Cardona (1684-1701),
el "hombre de los mil pleitos", él pretendió abolir todos los usos
particulares y privilegios de la seo hispalense: precedencia del deán
sobre el provisor eclesiástico, danzas de los seises, uso de ornamentos
blancos y celestes para la Inmaculada..., y el uso de dalmáticas por los
ministros menores.


Todos
los pleitos fueron a Roma, el que nos interesa, entre otros, a la SCR.
Fue largo, y no sé como acabó, lo que sí es cierto que la costumbre se
perpetuó. Se pidió parecer a muchas catedrales de España, y todas
respondían afirmativamente, al uso de dalmáticas por ministros legos o
clérigos no ordenados, como propia de nuestra nación. Una de las
soluciones sugeridas es que fueran ornamentos no bendecidos, pero esto
no satisfizo.


Hay
grabados de los viajeros del XIX que incluyen a los ceroferarios y
turiferarios con dalmáticas. Incluso hay testimonios de que en el
seminario de Sevilla había antiguamente dalmáticas de todos los colores
para cuando el seminario asistía solemnemente a la catedral.
En
el trabajo mío “Un ejemplo de patronazgo nobiliario en la Catedral de
Sevilla: la Capilla de la Concepción Grande y Don Gonzalo Núñez de
Sepúlveda" (El comportamiento de las Catedrales españolas. Del Barroco a los Historicismos, Murcia 2003, pp.
425 ss.), al narrar el inventario de la dotación del ajuar y fiesta de
la Inmaculada de 1656 están citados un terno completo de brocado blanco
de oro matizado en azul celeste, un frontal grande para el altar mayor,
once frontales donde se ponen las reliquias, un paño de púlpito, una
manga de cruz, etc., siete dalmáticas de raso azul y blanco con sus cenefas de brocatel para los ceroferarios y turiferarios, con sus albas de ruán y faldones de dicho raso, cíngulos, cordones de seda blanca y azul.



Espero en un futuro poder ampliar la información.


Ramón de la Campa Carmona
Pio_IX
Usuario veterano
Haz clic para ver el perfil del usuario
#15 · Mensaje viejo
No
es una característica propia de la Catedral de Sevilla, por lo tanto
podría trasladarse este mensaje a otro hilo sobre capas pluviales, o al
de racionales.

Me refiero al uso de un broche especial sobre la capa pluvial, para diferenciar jerárquicamente al que lo luce.

Estos dos son de la Catedral de Sevilla:



El
menor de ellos lo usaba el deán hasta fechas recientes, junto con una
capa que por estar tachonada de estrellas se diferenciaba de las demás
capas de los canónigos. Ahora no se usa más.

El grande no lo he visto nunca, supongo que sería para uso del obispo.

Curioso
resulta que mientras el Papa rescata para su uso este tipo de broches,
en esta parte se dejen de usar casi al mismo tiempo.

Gradiader
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#16 · Mensaje viejo
Escrito originalmente por rdelacampa
Yo más bien diría que se trata de los capellanes reales, que llevaban sotana negra y muceta violeta.


Aprovechando
su mención a los capellanes reales, pongo aquí dos imágenes de la
Procesión de la Virgen de los Reyes, en las que, además, se aprecia la
presencia de los Capellanes Reales. Las tomo del blog "Gelán
Noticias", del que creo conveniente reseñar (aunque tal vez esto ya lo
sepan sobradamente nuestros foreros sevillanos) algún fragmento:
"En
la actualidad, y siguiendo una antigua tradición, un Cabido de
Capellanes Reales, que autorizó la fundación de la Asociación de Fieles
de Nuestra Señora de los Reyes, en tiempos del cardenal Pedro Segura,
cuida de la Capilla Real, así como el programa de actos en honor de la
Patrona de Sevilla y de Fernando III el Santo."
"CORTEJO:
Ante el paso figuran los hermanos de la Asociación de la Virgen de los
Reyes, Hermandad Sacramental del Sagrario y el Consejo General de
Hermandades y Cofradías. Junto al paso, los Capellanes Reales. Detrás
del paso, representación del Cabildo y el cardenal arzobispo de Sevilla.
Inmediatamente después, las representaciones civiles. El Ayuntamiento
figura en esta procesión desde 1866."
Virgen de los Reyes
Virgen de los Reyes
Virgen de los Reyes
En
esta última imagen se ve a un capitular en hábito coral, que imagino
será un Capellán Real (así se deduce de las descripciones que he
reseñado anteriormente). Al no ser canónigo, supongo que no procede
incluirlo en el apartado dedicado al hábito coral canonical, pero Vds.
dirán.
Por último, estimado D. Ramón, en esta última foto encuentra Vd. un apoyo más a su tesis sobre las sobrepellices españolas.
rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#17 · Mensaje viejo
CONCURRENCIA DEL CABILDO MUNICIPAL A LAS PROCESIONES DE LA VIRGEN DE LOS REYES

Efectivamente,
en acta capitular de 12-07-1866 se recoge el acuerdo del Cabildo
Municipal del voto de concurrir a la procesión anual del quince de
agosto de la Virgen de los Reyes y a la posterior misa cantada, en
acción de gracias a Nuestra Señora por su protección en la epidemia
de cólera morbo de 1865, a propuesta del Sr. Pagés del Corro, elevándose
petición al Cabildo Eclesiástico, que aceptó. Se había realizado
procesión de rogativas el 31-10-1865 alrededor de la Catedral con dicha
sagrada imagen.


Ramón de la Campa Carmona
rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#18 · Mensaje viejo
 
Virgen de los Reyes
Esta
foto, subida por nuestro contertulio veterano Gradiader, pertenece a la
procesión que se realizó a la Plaza Nueva con motivo de la declaración
del patronato de Nuestra Señora de los Reyes sobre Sevilla y su
Archidiócesis, concedido por Pío XII bajo los auspicios del Cardenal
Segura, que tuvo lugar el 24-11-1946 (el día después de la conmemoración
de la reconquista de la Ciudad por el Santo Rey). En los preparativos
de esta procesión se dice que el Cardenal Segura pronunció la famosa
frase: "De que no llueva, me encargo yo", y hubo un sol radiante.

Ofició
la misa el Nuncio Cicogniani y pronunció el sermón el Cardenal
Arzobispo Segura, tras el que, todos de pie, se leyó el Breve Quam fervida en
que se sancionaba el patronato, tras cuya lectura hubo repique general
de la Giralda, seguida de los campanarios de toda Sevilla.

Por la
tarde se procedió a la procesión. En ella participaron varias imágenes
marianas hispalenses; tres, letíficas: Virgen del Amparo (Parroquial de
la Magdalena), Reina de Todos los Santos (Parroquial Omnium Sanctorum) y
Virgen del Pilar (Parroquial de San Pedro), y tres, dolorosas: Vírgenes
de la Amargura (Filial de San Juan de la Palma), Valle (entonces en la
Conventual del Santo Ángel, OCD) y Macarena (entonces en la
Universitaria de la Anunciación).

Llegado el cortejo a la Plaza
Nueva o de San Fernando, ante la fachada del Ayuntamiento, el Excmo.
Alcalde, Rafael Medina Vilallonga, Duque de Alcalá, le entregó su bastón
de mando.

El Capellán Real vuelto al paso y agarrado a la
manigueta derecha (iban cuatro capellanes reales de pluvial escoltando
el paso, costumbre que yo he llegado a conocer) es el famoso D. José
Sebastián y Bandarán, Predicador de la Ciudad, que dirigió la vida
religiosa y cultural hispalense durante cuarenta años.

Vemos los
acólitos de los ciriales revestidos de dalmáticas, según la costumbre de
la catedral hispalense, que ya hemos expuesto bastantes veces.

El
beneficiado de pluvial en primer plano es uno de los portainsignias,
según se deduce del velo humeral que lleva. Éstos eran: mitra, báculo,
libro y palmatoria.


Ramón de la Campa Carmona
Gradiader
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#19 · Mensaje viejo
Estimado
D. Ramón, muchas gracias por los ilustrativos e interesantos datos que
aporta sobre el tema. Debo decir que me ha sorprendido que el patronato
de la Virgen de los Reyes sobre la ciudad de Sevilla se hubiese
proclamado en fechas tan -relativamente- tardías.
rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#20 · Mensaje viejo · Editado por rdelacampa
Escrito originalmente por Gradiader
Estimado
D. Ramón, muchas gracias por los ilustrativos e interesantos datos que
aporta sobre el tema. Debo decir que me ha sorprendido que el patronato
de la Virgen de los Reyes sobre la ciudad de Sevilla se hubiese
proclamado en fechas tan -relativamente- tardías.

Las
patronas inmemoriales de Sevilla son las Santas mártires Justa y Rufina.
Después fue proclamado patrono litúrgico San Isidoro de Sevilla. En
contra de la creencia popular, no lo es San Fernando. El patronato de la
Virgen de los Reyes de 1946 fue declarado como principal de la Ciudad y
de la Archidiócesis, sin perjuicio de los otros patronatos.

Protectores
de la Ciudad, proclamados por el Ayuntamiento son las imágenes góticas
de la Virgen de la Hiniesta (voto el ocho de septiembre, Parroquial de
San Julián) y y del Cristo de San Agustín (voto el dos de julio, en la
epidemia de peste de 1649, Parroquial de San Roque, antes en el
desaparecido Convento de San Agustín).

Primitiva imagen de la Virgen de la Hiniesta, de talleres catalanes del siglo XIV:



Restos calcinados de la Hiniesta  gótica tras el incendio provocado de la Parroquial de San Julián el 08-04-1932:



Actual
imagen, réplica aproximada de la destruida, obra de 1945 de Antonio
Castillo Lastrucci, coronada canónicamente en 1974, cuyas coronas son
las de las fotos, y que lleva el bastón de mando municipal:



Cristo
de San Agustín, procedente del desaparecido convento homónimo, que fue
destruida en el incendio intencionado de la Parroquial de San Roque el
18-07-1936:



Imagen
actual, magnífica réplica de Agustín Sánchez Cid del mismo 1936, que
preside un retablo de la nave del evangelio de la Parroquial citada de
San Roque:



Ramón de la Campa Carmona
Christifer
Usuario veterano
Haz clic para ver el perfil del usuario
#21 · Mensaje viejo
Escrito originalmente por rdelacampa:
Protectores
de la Ciudad, proclamados por el Ayuntamiento son las imágenes góticas
de la Virgen de la Hiniesta (voto el ocho de septiembre, Parroquial de
San Julián) y y del Cristo de San Agustín (voto el dos de julio,
Parroquial de San Roque, antes en el desaparecido Convento de San
Agustín).
No sabía que el Cristo de San Agustín fuera
Protector de Sevilla. También es Protector de Granada a causa de una
peste que azotó al antiguo reino en los años 1678-1679, y el
Ayuntamiento cumple con el Voto que le hizo cada 14 de septiembre,
aunque hasta 1993 era el 8 de agosto.


Más que Tú, María, solo Dios.
Bandaran
Usuario habitual
#22 · Mensaje viejo
Escrito originalmente por rdelacampa
Escrito originalmente por Gradiader
Estimado
D. Ramón, muchas gracias por los ilustrativos e interesantos datos que
aporta sobre el tema. Debo decir que me ha sorprendido que el patronato
de la Virgen de los Reyes sobre la ciudad de Sevilla se hubiese
proclamado en fechas tan -relativamente- tardías.

Las
patronas inmemoriales de Sevilla son las Santas mártires Justa y Rufina.
Después fue proclamado patrono litúrgico San Isidoro de Sevilla. En
contra de la creencia popular, no lo es San Fernando. El patronato de la
Virgen de los Reyes de 1946 fue declarado como principal de la Ciudad y
de la Archidiócesis, sin perjuicio de los otros patronatos.

Protectores
de la Ciudad, proclamados por el Ayuntamiento son las imágenes góticas
de la Virgen de la Hiniesta (voto el ocho de septiembre, Parroquial de
San Julián) y y del Cristo de San Agustín (voto el dos de julio,
Parroquial de San Roque, antes en el desaparecido Convento de San
Agustín).
Entonces Ramón nuestro San Fernando ¿qué consideración tiene?


MORS MORTEM SUPERAVIT
rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#23 · Mensaje viejo


Escrito originalmente por Bandaran
Escrito originalmente por rdelacampa
Escrito originalmente por Gradiader
Estimado
D. Ramón, muchas gracias por los ilustrativos e interesantos datos que
aporta sobre el tema. Debo decir que me ha sorprendido que el patronato
de la Virgen de los Reyes sobre la ciudad de Sevilla se hubiese
proclamado en fechas tan -relativamente- tardías.

Las
patronas inmemoriales de Sevilla son las Santas mártires Justa y Rufina.
Después fue proclamado patrono litúrgico San Isidoro de Sevilla. En
contra de la creencia popular, no lo es San Fernando. El patronato de la
Virgen de los Reyes de 1946 fue declarado como principal de la Ciudad y
de la Archidiócesis, sin perjuicio de los otros patronatos.

Protectores
de la Ciudad, proclamados por el Ayuntamiento son las imágenes góticas
de la Virgen de la Hiniesta (voto el ocho de septiembre, Parroquial de
San Julián) y y del Cristo de San Agustín (voto el dos de julio,
Parroquial de San Roque, antes en el desaparecido Convento de San
Agustín).
Entonces Ramón nuestro San Fernando ¿qué consideración tiene?
Es
el reconquistador de la Ciudad, que le dio su pendón, y figura en su
escudo, junto a los santos Arzobispos Isidoro y Leandro. Figura entre
los protectores de Sevilla, junto con San Hermenegildo, también, y San
Clemente Romano, en cuyo día se tomó la Ciudad. Como sabemos, sus restos
reposan en la preciosa urna de plata de Juan  Laureano de Pina
ejecutada entre 1690-1701 y 1717-1719, que se abre cuatro veces en el
año: el día de su santo (30 de mayo), la Octava de la Asunción (22 de
agosto), el aniversario de la Reconquista (23 de noviembre) y el 14 de
mayo, aniversario del traslado procesional de la urna a su actual
emplazamiento en 1729.

El Ayuntamiento participa corporativamente
en la procesión de Tercia a la Capilla Real, con estación ante los
restos del Santo Rey y a la Misa Solemne, presidida por el Canónigo
Magistral.

 





Es patrono del Cuerpo de Ingenieros del Ejército:



Ramón de la Campa Carmona
PabloPomar
Fundador y administrador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#24 · Mensaje viejo · Editado por PabloPomar
Una
singularidad de la Catedral de Sevilla a la que ya hizo Ramón
referencia y de la que desconozco su origen y si contará con paralelos
en otras iglesias españolas es el hecho de que el el entierro de los
arzobispos fuese con ornamentos blancos. La regla de coro de 1923, en su
artículo 372 hace referencia a ello: "Al día siguiente, terminado el
Oficio de la mañana, el Cabildo irá procesionalmente al Palacio, llevando los Sres. Capitulares y Rvdos. Beneficiados capas blancas, según antiquísima costumbre de esta Santa Iglesia; y acompañado del Clero, traerá el cadáver a la Catedral, entrando por la puerta principal. Seguidamente se cantará la Misa, corpore praesente,
y después de cumplidas todas las ceremonias del caso, se le dará
sepultura en la cripta del Sagrario, en donde se depositan los restos de
los Sres. Arzobispos."
rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#25 · Mensaje viejo
Se decía la Misa de Beata, lo que justifica los ornamentos blancos.


Ramón de la Campa Carmona
PabloPomar
Fundador y administrador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#26 · Mensaje viejo
Escrito originalmente por rdelacampa
Se decía la Misa de Beata, lo que justifica los ornamentos blancos.
Sí,
ya, es cierto que lo comentaste, pero yo lo que me pregunto es qué
llevó a los capitulares sevillanos a ese cambio tan significativo, o si
es algo heredado de la vieja liturgia hispánica o vete a saber razones.
rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#27 · Mensaje viejo
María Fernanda Morón de Castro: "Liturgia procesional del siglo XVI en la Catedral de Sevilla", Laboratorio de Arte: Revista del Departamento de Historia del Arte, ISSN 1130-5762, Nº. 12, 1999 , pags. 57-68, en:

http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=636459


Ramón de la Campa Carmona
Pio_IX
Usuario veterano
Haz clic para ver el perfil del usuario
#28 · Mensaje viejo
Interesante
el artículo. Reminiscencias de estas procesiones son sin duda, los
cortejos de figurantes del Corpus Crhisti de Valencia, del Corpus de
Oñate y del Misterio de Elche.
PabloPomar
Fundador y administrador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#29 · Mensaje viejo
Con
todos mis respetos para mis amigos Ramón, que subió el artículo y Pío,
que lo ponderó positivamente, les diré que este trabajito lo leí hace
años y me parece flojo, flojo, flojo hasta decir basta. La autora no se
entera de la misa la media.
Pio_IX
Usuario veterano
Haz clic para ver el perfil del usuario
#30 · Mensaje viejo
Escrito originalmente por Porfirogeneta
Con
todos mis respetos para mis amigos Ramón, que subió el artículo y Pío,
que lo ponderó positivamente, les diré que este trabajito lo leí hace
años y me parece flojo, flojo, flojo hasta decir basta. La autora no se
entera de la misa la media.

Sobre la misma temática, existe este otro artículo, que no está sin embargo disponible en internet:

http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1184994
PabloPomar
Fundador y administrador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#31 · Mensaje viejo · Editado por PabloPomar
Sígole
dando vueltas a lo de los entierros episcopales de blando en Sevilla y
me pregunto ¿No sería esa la razón por la que Zurbarán le puso
pontificales de dicho color a San Buenaventura en su Entierro,
cuadro que hizo en para el convento sevillano homónimo en 1629? Muy
facilmente podría haberlo así visto el de Fuente de Cantos en los
entierros en la catedral de los arzobispos Pedro de Castro en 1623 y de
Luis Fernández de Córdoba en 1625.

rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#32 · Mensaje viejo
LA SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN DE MARÍA Y LA VIRGEN DE LOS REYES  EN LA CATEDRAL DE SEVILLA

                                     
                                     
                       
Ramón de la Campa Carmona

    
Sin duda el día más destacado del verano sevillano, y uno de los más
emotivos del año cristiano hispalense, es el quince de agosto, el Día  de la Virgen.
La Catedral de Sevilla ejerce su misión de corazón religioso de la
ciudad y de la diócesis, sus bellos alrededores se convierten en templo
abierto de la Iglesia hispalense que se arremolina, con su pastor a la
cabeza, en torno a Nuestra Señora de los Reyes, María, la Madre de Dios, asunta y reina de los corazones de Su tierra por antonomasia.


1. La procesión de Nuestra Señora de los Reyes

     El
veintidós de diciembre de 1248 se celebró en nuestra ciudad la entrada
solemne de las tropas cristianas de Fernando III el Santo a modo de
procesión, parece ser presidida por la imagen de Nuestra Señora de los Reyes, que fue depositada por el rey castellano-leonés en la Capilla Real de la Catedral. Había
sido transformada en seo el edificio de la mezquita aljama, bendecido
por D. Gutierre de Olea, Obispo de Córdoba y Arzobispo electo de Toledo.
El doce de marzo de 1252 había de ser consagrada, en cuya memoria se
celebraba anualmente la fiesta de Santa María de la Sede, entronizada en el altar mayor.

     La procesión ordinaria, festiva y externa de Nuestra Señora de los Reyes en la Solemnidad de la Asunción de Nuestra Señora, entre las muchas que se celebraban en la Catedral,
se remonta a tiempo inmemorial. El Papa Alejandro IV dei conti di
Segni, en Agnani a cuatro de abril de 1259, según recoge Ortiz de
Zúñiga, concede al Cabildo de la Iglesia de Sevilla cien días de
indulgencia para cuantos asistiesen a la Solemnidad de la Asunción
y a los demás días de culto en que se celebraban procesiones. Esto nos
indica que ya por aquella época era renombrada la salida de Nuestra Señora de los Reyes.

     No olvidemos que Santa María en el misterio de Su Asunción Gloriosa es
la fiesta en que se celebra la titularidad de la Santa Iglesia Catedral
hispalense, como de otras muchas españolas, hasta treinta y siete:
Córdoba, Toledo, León, Salamanca, Segovia, Burgos, Cuenca, Pamplona,
Palma de Mallorca... Es, por tanto, la fiesta máxima de nuestro primer
templo, por lo que era fiesta de pontifical y sermón y se preparaba todo
esmeradamente, incluso el recorrido, barriéndolo, regándolo y echándole
juncia. Se acompañaban, incluso, festejos profanos, como los juegos de cañas y toros
que organizó el Alguacil Mayor D. Alfonso de Guzmán el catorce de
agosto de 1496, según nos documenta Gestoso. Se consideraba asimismo
fiesta de precepto, como así se reseña en el Concilio Provincial de 1512.

    
Era procesión general, según nos relata el Abad Gordillo, que son las
que convocan a todo el pueblo y clero. Por eso concurrían a ella las cruces parroquiales, según mandato del Arzobispo Hurtado de Mendoza en 1496, que iban delante del clero secular, como en la Solemnidad del Corpus. La imagen de la Virgen permanecía en la Capilla Mayor hasta la tarde, en que, después de Vísperas, se organizaba una procesión de vuelta a la que también asistían las cruces parroquiales junto a la Patriarcal. Hoy ha perdido este carácter y es una procesión particular del Cabildo Catedral, y a la vuelta procesional de la imagen sigue inmediatamente la misa pontifical.

2. Misa Estacional. Preliminares.

     El Ceremonial de los Obispos llama misa estacional a la cantada y solemne que celebra el Obispo
sobre todo en la Iglesia Catedral, rodeado de su presbiterio y
ministros, con una gran y activa participación de todo el Pueblo de Dios
(nº 119), propia sobre todo de las mayores solemnidades del año
litúrgico; entre ellas cita la del Patrono de la diócesis (nº 120), que
es nuestro caso. Asimismo, el Arzobispo, al final de la eucaristía,
imparte la bendición papal.

     La jornada se abre con la recepción del Cabildo Catedral al Arzobispo a la Puerta de los Palos, todos en hábito coral. El episcopal consiste en sotana y fajín de seda violáceos, roquete, muceta violácea sin cogulla, anillo, cruz pectoral con cordón verde y oro, solideo y birrete violáceos y calzado negro (Ceremonial de los Obispos, nº 63). Se permite también el uso de la capa magna
para las festividades más solemnes de la diócesis, que es un gran manto
violáceo solemne de cola, aunque ha caído en desuso (nº 64 y 1200).
Como actualmente el prelado es cardenal, todos los elementos de su traje
coral son rojos, incluido el crucicordio.

     Llegado al umbral de la puerta, un canónigo, el más digno, le ofrece el hisopo (Ceremonial de los Obispos, nº 79). A continuación de la aspersión, se dirigen al lugar donde se han de cantar los Laudes, oración litúrgica de la mañana, antes en la Sacristía de los Cálices, ahora, más acertadamente, en la Capilla Real. Ésta consta de un himno (Solis o Virgo, de Vittorio Genovesi, +1967, que evoca a la Mujer del Apocalipsis) dos salmos y un cántico del Antiguo Testamento con sus antífonas (los festivos: LXII; Dn. III, 57-88. 56, y CXLIX), un capítulo breve de la Escritura (Is. LXI, 10), un responsorio breve y unas preces, que acaban con el padrenuestro y la oración colecta del día: "Omnípotens
sempiterne Deus, qui immaculatam Virginem Mariam, Filii tui Genetricem,
corpore et anima ad caelestem gloriam assumpsisti, concede, quaesumus,
ut, ad superna semper intenti, ipsisus gloriae mereamur esse consortes"
("Dios
todopoderoso y eterno, que has elevado en cuerpo y alma a los cielos a
la Inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos, te rogamos,
que aspirando siempre a las realidades divinas lleguemos a participar
con ella de su misma gloria en el cielo")
. Terminada ésta, el Arzobispo se reviste de pontifical (alba, cíngulo, cruz pectoral, estola, capa pluvial, solideo, báculo y mitra), impone incienso y se pone en marcha el cortejo, precedido de cruz y ciriales.

    
Según nos refiere Ortiz de Zúñiga, por privilegio firmado en Agnani a
ocho de julio de 1255 del Papa Alejandro IV dei conti di Segni, las Dignidades del Cabildo Catedral (actualmente Deán, Tesorero, Arcipreste, Chantre, Arcediano, Maestrecuela, Capellán Mayor) pueden utilizar mitras blancas
en las principales festividades, lo cual se viene realizando desde el
año siguiente de 1256. Esta honra de la Iglesia de Sevilla es debida a
los méritos de San Fernando y a la devoción de su hijo Alfonso X el
Sabio. Esta solemnidad es una en la que las usan las Dignidades que concelebran.

     Según la norma común, las procesiones preceden a la misa, exceptuadas las del Santísimo Sacramento, porque se procesiona la hostia consagrada en la eucaristía. Antiguamente, a la misa pontifical, igual que a la solemne en los lugares donde había oficio coral (catedrales, colegiatas, conventos), precedía el canto de Tercia, una de las horas menores del Oficio Divino, mientras el Obispo recitaba los salmos y preces de la Preparatio ad Missam y se revestía de los ornamentos sagrados. Por esta ceremonia preliminar la procesión recibe el nombre de Procesión de Tercia.

3. Itinerario

     El recorrido habitual exterior de esta procesión a lo largo de los siglos era entre la Puerta de los Palos y la Puerta de San Miguel. El quince de mayo de 1958 el ex-alcalde Conde de Halcón,
haciéndose portavoz del sentimiento sevillano, manifestó la oportunidad
de alargar el recorrido, entrando la Virgen por otra puerta, para que
pudiera ser contemplada por más publico. El cinco de agosto del mismo
año, el Arzobispo Cardenal Bueno Monreal, oído el parecer favorable del
Cabildo Catedral, determinó se ampliara el itinerario por todas las
gradas bajas hasta la Puerta de los Palos, por donde había de salir. El recorrido, por tanto, es actualmente el siguiente: Plaza de la Virgen de los Reyes, Placentines, Alemanes, Avenida de la Constitución, Fray Ceferino González, Plaza del Triunfo, Plaza de la Virgen de los Reyes. A la salida y entrada, por el carácter festivo de la procesión, repican las campanas, así como en las estaciones.

4. Estaciones

      Antes de levantar el paso, se inciensa la imagen de la Virgen. A lo largo del recorrido se realizan estaciones, que son paradas en las que se canta un responsorio o motete mientras que el Obispo, despojado de báculo y mitra, también inciensa la efigie mariana, y se concluye con un versículo (V/. Exaltata est Sancta Dei Genitrix. R/. Super choros angelorum ad caelestia regna, "Exaltada ha sido la Santa Madre de Dios sobre los coros de los ángeles a los reinos celestes"; V/. Assumpta es Maria in caelum: gaudent Angeli. R/. Laudantes benedicunt Dominum, "Asunta es María a los cielos: se alegran los ángeles, con su alabanza bendicen al Señor"; V/. Dignare me laudare te Virgo sacrata. R/. Da mihi virtutem contra hostes tuos, "Dígnate recibir mi alabanza, Virgen sagrada, dame fuerza contra tus enemigos")  y la oración colecta.

     Actualmente están fijadas las estaciones, en las que el paso se vuelve hacia el prelado, en la esquina de Placentines con Alemanes, en la de Alemanes con la Avenida de la Constitución y en la de la Avenida con Fray Ceferino González. Posiblemente esta costumbre de las estaciones proceda de las estaciones en los altares de las procesiones eucarísticas. Llegados de vuelta a la Catedral, el Arzobispo, trocada la capa pluvial por casulla y palio (insignia arzobispal para las grandes solemnidades) empieza la eucaristía con la incensación del altar, la cruz y la Virgen y el canto del Gloria.

5. Cortejo

    
Como preliminar, diremos que los participantes se colocan por orden de
precedencia, que se considera por la mayor proximidad al preste, según
la costumbre ordenadamente en fila de dos. El orden habitual es,
primero, las pías asociaciones; segundo, las cofradías y archicofradías, tercero, los religiosos; cuarto, el clero secular, cerrado por el Cabildo Catedral; el preste con sus ministros y, por último, los magistrados y autoridades (que también pueden ir delante del clero secular).

     Asimismo, en cuanto al atuendo adecuado, los laicos deben asistir vestidos, como es natural, de traje decente, en nuestro protocolo de traje oscuro. Los religiosos, con su hábito, y los clérigos seculares, con sotana y sobrepelliz o alba y estola. Los canónigos van con el traje coral. Las autoridades de gala, según marque su protocolo.  

-Cruz Patriarcal

     Como todas las procesiones litúrgicas, las abre la cruz alzada, con la cara del crucificado hacia delante, que va iluminada por dos ciriales. En este caso es la patriarcal (de dos brazos horizontales) propia del Cabildo Catedral, que es quien convoca y organiza el cortejo. 


-Asociación de Fieles de Nuestra Señora de los Reyes y San Fernando

     Tras la cruz abre marcha esta pía asociación. Fue el Cardenal Arzobispo Segura Sáenz, tan devoto de la Virgen, quien la erigió canónicamente en la Capilla Real por decreto del quince de diciembre de 1941 con el nombre de Asociación de fieles de la Devoción a Nuestra Señora de los Reyes, con el objetivo de promover el culto y devoción a María en Su advocación de los Reyes. El dos de julio de 1947 el mismo prelado aprobaba nuevos estatutos, que serían renovados por el Cardenal Arzobispo Bueno Monreal el veinticinco de junio de 1973.

-Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla

-Archicofradía Sacramental del Sagrario

     Seguidamente va esta corporación. Hay constancia documental de que desde 1579 esta Hermandad acompaña al Cabildo
en la procesión como la última institución de seglares, lo cual no
quiere decir que no lo efectuara con anterioridad, antes bien, parece
que deba ser, más que nada, sanción de una costumbre que se remontase a
los orígenes de esta institución eucarística.

-Capilla musical

    
Acompañan también un coro para interpretar los motetes y responsorios
durante la procesión. Quizá el canto más adecuado a este día sea el Magnificat (Lc. I,
46-55), en el que la propia María profetiza que todas las generaciones
habrán de felicitarLa porque Dios ha obrado maravillas en Ella, hasta
coronarla de majestad en Su Asunción Gloriosa.

-Clero y Excelentísimo Cabildo Catedral

     A continuación va el clero participante seguido del Cabildo Catedral con el traje coral.

-Paso de Nuestra Señora de los Reyes

    Prede al paso el turiferario y el acólito de naveta; es una pena que se hayan dejado de sacar ciriales o hachas.

    Primitivamente
la imagen de la Virgen procesionaba bajo baldaquino de plata, pero
parece que ya desde muy antiguo lo hacía bajo palio, como
podemos comprobar por un dibujo en colores de 1662. si bien uso
contrario a la ley canónica, que sólo lo permite sobre imágenes de la
Virgen cuando haya peligro de lluvia, pues está reservado, por su
carácter latréutico, al Santísimo Sacramento y tolerado para las reliquias de la Vera Cruz o instrumentos de la Pasión del Señor. Esta costumbre quizá proceda del privilegio regio de entrar en los templos bajo palio, que se aplicase a la Reina de los Reyes.
El actual paso, de litera o tumbilla, bajo patrocinio del Cardenal
Arzobispo Almaraz, fue diseñado por el Arquitecto Municipal Juan
Talavera Heredia y bordado sobre tisú de plata en los talleres de José
Olmo Hurtado. Se estrenó en 1924 y se remató en el año siguiente.

     Es una lástima que se halla perdido la costumbre de que los capellanes reales, revestidos de capa pluvial
blanca, vayan de manigueteros. Todavía tenemos en el recuerdo al Muy
Ilustre y Rvdo. Sr. D. Federico María Pérez Estudillo Sánchez, que fue
el último que salió, aun en solitario.

-Preste y ministros sagrados

     Lor ornamentos, como corresponde a la fiesta del día, son blancos. Corresponde presidir al Arzobispo de la ciudad de pontifical, portando mitra y báculo (Ceremonial de los Obispos, nº 1101), acompañado por dos capitulares como diáconos de honor. El Arzobispo y el presbítero asistente, el Deán de la Catedral, van con capas pluviales, el ornamento propio de las procesiones (ibidem, nº 1100), y los diáconos de honor con dalmáticas. Detrás van los acólitos de mitra, báculo y libro, así como el familiar del prelado.

-El Ayuntamiento bajo mazas

     Entre las muchas procesiones de rogativas en que se sacó a la Virgen, debemos hacer mención de la de 1865, provocada por una epidemia de cólera morbo. En acción de gracias
por declinar a partir de entonces la plaga, el doce de julio del
siguiente año acordó el Pleno Municipal por unanimidad acompañar
anualmente la imagen de Nuestra Señora en su procesión de agosto. Dicho voto fue comunicado el dieciocho del mismo mes por el Alcalde al Deán y Cabildo Catedral: "El
municipio ha hecho en acuerdo unánime de doce del corriente el voto
solemne de concurrir a la procesión anual que con la sagrada imagen de
Nuestra Señora de los Reyes se verifica el quince de agosto por las
inmediaciones de la Santa Iglesia Metropolitana y a la misa cantada que,
acto continuo, se celebra en el mismo templo a la honra de la Asunción
de Nuestra Señora, alcanzando confianza de que V.E.R. acogerá
benignamente ese piadoso deseo de perpetuar por este público testimonio
la acrecentada devoción e inmensa gratitud de este Cuerpo a la venerada
efigie que dispensó a Sevilla, entre otros beneficios anteriores, el de
disminuir progresivamente la intensidad del cólera morbo... Ruega a
V.E.R. se sirva autorizar la asistencia del Ayuntamiento a la mencionada
ceremonia y admitir la seguridad de su distinguido aprecio".


     Aquel mismo año, a raíz de esa vinculación Municipio y Virgen de los Reyes, el Arcediano de Sevilla, pretendiendo hacer un nuevo paso para la imagen, pidió licencia el dieciocho de julio al Ayuntamiento Constitucional para incluir en éste el escudo de la Ciudad, así como una ayuda para el proyecto. Era su idea "hermanar
en un símbolo las dos más grandes idean que puedan germinar en el
corazón del hombre, la idea de la religión y la idea de la Patria"
. El veintinueve de julio respondía afirmativamente el Alcalde, ofreciendo "un donativo de mil escudos, facultando además al arcediano para esculpir en las nuevas andas el blasón de la ciudad".
En el paso definitivo, que se estrenó, como ya hemos comentado, en
1924, en uno de sus frentes, se bordó el escudo de la ciudad.

     Un nuevo motivo de expresar esta vinculación fue la concesión por el Papa Pío XII Pacelli del Patronato Litúrgico sobre Sevilla y su Archidiócesis a Nuestra Señora de los Reyes en el Breve Quam fervida
de quince de agosto de 1946, a petición del Cardenal Arzobispo Segura y
Sáenz. Fue celebrado el veinticuatro de noviembre de dicho año. En la
procesión en la tarde de dicha jornada, al llegar ante las Casas Consistoriales, el Alcalde Duque de Alcalá le ofrendó con un bastón de mando, de cuya alocución son significativas las siguientes palabras: "Nunca
como wen la hora presente fue más íntima la identificación de
sentimientos entre la ciudad y su Ayuntamiento, y por ello, la
corporación acordó a una voz ofrendarte este bastón, insignia de la
autoridad que viene atribuida al primer magistrado de la ciudad, para
que seas Tú, ¡oh, Madre nuestra!, la que por el poder e influjo de tu
gracia sujetes a tu excelsa y suprema autoridad espiritual a esta
Sevilla que te aclama tan de corazón, y dispenses a ella y a sus hijos
los beneficios de Tu amor de Madre y de Tu amparo y misericordia”
.

            Esta vinculación entre el Ayuntamiento y la Virgen de los Reyes se estrechó aún más por la concesión del Pleno el treinta de marzo de 1953 de la I Medalla de Oro de Sevilla, que le obsequiarían los empleados del Municipio
hispalense, en desagravio por un robo sacrílego sufrido por el tesoro
de esta imagen. Se pasó notificicación del acuerdo por el Alcalde
Jerónimo Domínguez al Cardenal Arzobispo Segura Sáenz el siete de abril
de dicho año, de cuyo texto resaltamos las siguientes palabras: "pues aunque su creación [la de la Medalla de la Ciudad]
fue prevista con la finalidad de premiar relevantes servicios prestados
en interés o beneficio de Sevilla, atendido a que constituye la manera
más ostensible e inequívoca de expresar el sentir colectivo para honrar y
enaltecer a quienes son amados por la ciudad, nos autoriza a afirmar
que ninguna ocasión puede ser más precisa que ésta para la jubilosa y
fervorosa manifestación de tan notables sentimientos"
. Pero la imposición no se llevaría a cabo hasta 1958, en que el siete de mayo acordó nuevamente el Ayuntamiento la imposición, acompañada de un lazo de oro con las llaves de la ciudad, símbolo de la devoción de sus vecinos, efectuándose el diez de mayo.

-Compañía militar de honores

     Por Real Orden de Fernando VII, el año 1807 asistió a la procesión haciendo guardia el Cuerpo de Artillería. Su hija Isabel II, en 1862, le concedió los honores de Capitán General a la imagen de la Virgen. Este privilegio fue refrendado por el Consejo de Ministros bajo la presidencia del General Jefe de Estado
Franco Bahamonde en 1939, en acción de gracias por el final de la
guerra; el quince de agosto de ese año Le fue ofrendado e impuesto a la
Virgen el fajín de Capitán General. Va acompañando la popular Banda de Soria 9, que entre otras marchas procesionales interpreta Virgen de los Reyes, obra de Abel Moreno, que muchos años desfiló mientras fue director de la citada banda.

Bibliografía

AA.VV.: Historia de la Iglesia de Sevilla, Castillejo, Sevilla 1992.

Arocena, F.: Los himnos de la Liturgia de las Horas, Palabra, Madrid 1992, pp. 271 s.

Carrero Rodríguez, J.: Nuestra Señora de los Reyes y su historia, Rodríguez Castillejo, Sevilla 1989.

Gestoso Pérez, J.: Curiosidades Antiguas Sevillanas (Serie Segunda), Ayuntamiento, Sevilla 1993, p. 206.

Juan Pablo IICaeremoniale Episcoporum, Typis polyglottis Vaticanis, 1985.

Lesage, R.: Ornamentos y objetos litúrgicos, Casal i Vall, Andorra 1959, pp. 126 ss.

Martínez Alcalde, J.: La Virgen de los Reyes, Patrona de Sevilla y de su Archidiócesis. Historia, arte y devoción, Miriam, Sevilla 1989.

Martínez de Antoñana, G.: Manual de Liturgia Sagrada, Corazón de María, Madrid s/a.

Ortiz de Zúñiga, D.: Annales eclesiásticos y seculares de la Muy Noble y muy leal Ciudad de Sevilla, ed. f/s., Guadalquivir, Sevilla 1988.

Sánchez Gordillo, A. (+1644): Religiosas estaciones que frecuenta la religiosidad sevillana, Sevilla 1982, pp. 120. 141-2. 145.

Solá, D.: Curso práctico de liturgia en relación con el canto sagrado, Valladolid 1919, pp. 385-91.


Ramón de la Campa Carmona
Pio_IX
Usuario veterano
Haz clic para ver el perfil del usuario
#33 · Mensaje viejo
Escrito originalmente por rdelacampa
     La jornada se abre con la recepción del Cabildo Catedral al Arzobispo a la Puerta de los Palos, todos en hábito coral.

¿En
este día solemne no procesiona el cabildo hasta Palacio, para felicitar
y recoger al arzobispo? Puedo estar confundido con otro día.
rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#34 · Mensaje viejo
El
Cabildo Catedral va a Palacio Arzobispal a felicitar al Salón del Trono
y a acompañar al Arzobispo el Domingo de Pascua y en la Solemnidad de
la Inmaculada, según el Directorio Litúrgico de la Catedral actual.


Ramón de la Campa Carmona
Palear
Usuario veterano
Haz clic para ver el perfil del usuario
#35 · Mensaje viejo
Escrito originalmente por Porfirogeneta
Sígole
dando vueltas a lo de los entierros episcopales de blando en Sevilla y
me pregunto ¿No sería esa la razón por la que Zurbarán le puso
pontificales de dicho color a San Buenaventura en su Entierro,
cuadro que hizo en para el convento sevillano homónimo en 1629? Muy
facilmente podría haberlo así visto el de Fuente de Cantos en los
entierros en la catedral de los arzobispos Pedro de Castro en 1623 y de
Luis Fernández de Córdoba en 1625.

Uffffffffff.
Le estoy dando vueltas a eso que dice, y es atrayente, pero se me
ocurren dos peros. Uno, ¿de qué color son las vestiduras que le le ponen
a un obispo difunto para enterrarlo con ellas? Yo sólo he visto a uno
en esa situación postrera, y recuerdo que llevaba una casulla roja. Y lo
recuerdo porque me impresionó mucho. Y otra, si lo que son blancos son
los ornamentos del celebrante, el papa que aparece ahí con capa no se
sabe si es blanca o negra, porque sólo se ven los extremos dorados, y
quizás el forro rojo.

El caso es que Zurbarán era bastante exacto
en eso de los colores litúrgicos, si no, recuerde el rosa de los
ornamentos de la Misa del P. Cabañuelas.

HAce unos pocos años un
obispo de una diócesis próxima a esta se murió y dejó mandado que
celebrasen sus funerales de blanco. Así lo hicieron y muchos lo pusieron
como hoja de perejil. No me extraña, debió haber sacado algún egregio
precedente para que no lo criticasen tanto post mortem.


Non nobis, Domine, non nobis
CarmeloMartinez
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#36 · Mensaje viejo · Editado por CarmeloMartinez
Siempre
de morado, como manda el Ritual y el Ceremonial confirma. Sólo el papa
difunto es revestido de ornamentos rojos. Y ya que estamos, los
funerales por un papa son siempre en negro. Bueno, eran, hoy en día cada
quien hace lo que le sale del forro del bonete. Claro que quién
habla... yo he pedido que se me vista con mi casulla blanca de
ordenación, que total está inservible.





Cordialmente, Melo.

"Cualquier tiempo pasado fue anterior"
rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#37 · Mensaje viejo · Editado por rdelacampa
LA SEMANA SANTA EN LA CATEDRAL HISPALENSE: EXCELENCIAS Y PECULIARIDADES

Ramón de la Campa Carmona
GIESRA, Departamento de Antropología Social, Universidad de Sevilla
INTRODUCCIÓN

Como
en muchas ocasiones se ha señalado, hay una Semana Santa del interior
de los templos y litúrgica y una Semana Santa de las calles y
procesional. Aunque la primera siempre fue, más elitista, determinadas
ceremonias gozaban de gran popularidad.

En las ciudades con sede
episcopal, su catedral era el centro y el modelo del culto, máxime en
Sevilla, en donde, por su importancia sociopolítica y religiosa, por su
gran diócesis, su magna hispalensis adquirió una amplia área de influencia.

Lo expresa perfectamente Ortiz de Zúñiga: “Quanto
en estos días los demás templos de Sevilla los demás templos de Sevilla
imitan a su Catedral en monumentos, luces, oficios, ceremonias, y bien
empleado dispendio de sumas crecidísimas, es una de las cosas que a
Sevilla hacen famosa
” (tomo 3, 242 s.).

La riqueza y
prestigio del Cabildo Eclesiástico sevillano hizo que se desplegara un
grandioso aparato en el culto, que se evidencia de una manera importante
en torno a las celebraciones pascuales, núcleo del año litúrgico.

Expresivas son las palabras del historiador local Alonso Morgado: “no hay cosa en ella [Catedral]
(para en lo tocante a su ornato y culto divino) que no pueda contarse,
cada una en particular, por grandeza singular y señalada. Siendo como de
grandiosa autoridad y riqueza todas sus cosas tomadas en general, y en
particular, por la curiosidad y santo celo de su ilustrísimo Cabildo y
renta de su fábrica de más de cuarenta mil ducados en cada año”
(tomo 2, 34).

Junto a esto, tras la edición del Misal Romano de
1568, obligatorio para todo el Rito Romano, salvo indulto pontificio,
que se implantó en Sevilla en 1571, bajo el pontificado de Cristóbal de
Rojas y Sandoval, como señala Guichot (tomo 2, pp. 411-412), se
conservaron, no obstante, en la Catedral hispalense ciertos usos y
costumbres peculiares.

Del esplendor de pasados tiempos nos quedan
importantes obras de arte: el tenebrario, la urna de Jueves Santo, el
monumento despiezado, libros de coro, ornamentos, el Miserere
de Eslava… Todo ello nos habla de una época, la Edad Moderna, que queda
liquidada en lo litúrgico a partir de la reforma litúrgica de la Semana
Santa de 1956 y la general del Concilio Vaticano II, y de la
idiosincrasia religiosa, expresiva, exuberante y dramática, de un
pueblo.

CELEBRIDAD DE LOS FASTOS PASCUALES HISPALENSES

El
conocido analista Ortiz de Zúñiga comenta que los fastos pascuales
concitaban la ausencia de naturales y forasteros (tomo 3, p. 238). En el
mismo sentido se expresa el analista Velázquez, en el siglo XIX, aunque
es más explícito y poético (p. 85).

La fama incluso trasciende nuestro país. El conocido Barón de Davillier (1823-1883), en su Viaje por España, publicado por primera vez en 1862, comenta con rotundidad: “Las
fiestas religiosas de Sevilla, sobre todo las que tienen lugar durante
la Semana Santa, son las más frecuentadas y las más curiosas. Se pueden
comparar a las ceremonias de Roma”
(tomo 1, pp. 447-448).

VELACIÓN DE ALTARES Y CRUCES

Desde
las I Vísperas del Domingo de Pasión se prescribía ocultar el retablo
con un velo inmenso morado. Las cruces y las imágenes se ocultaban
también con un velo morado no trasparente como signo de tristeza y que
acaba adquiriendo con el tiempo también el significado de expresar la
humillación del Redentor.

Para cubrir el Calvario de nuestro retablo mayor, había un velo llamado Sábana Santa
con una cruz desnuda pintada en medio, por lo que no entra en el
mandato referido más abajo, y en derredor los instrumentos de la Pasión:
escala, lanza, corona, columna, azotes, túnica, martillo, clavos…: son
los arma Christi. Llevaba en 1824 el rótulo tomado del himno de Vísperas Vexilla regis, del que luego se hablará: “O crux, ave, spes unica, hoc Passionis tempore, piis adauge gratiam reisque dele crimina”[1].

OSTENSIÓN DE LA SEÑA

Se
consideraba el comienzo del Tiempo de Pasión. Consistía en tremolar el
estandarte de la Cruz, la primera vez al último Salmo de las I Vísperas
del Domingo de Pasión, y luego hasta cinco veces, en las segundas del
mismo domingo, en las I y II Vísperas del de Ramos, y en las del
Miércoles Santo, al cantar el coro el Himno Vexilla Regis[2].

El
Chantre ordinariamente, u otra Dignidad o Prebendado preeminente,
sacaba la bandera de la Cruz, que es de tafetán negro, con una cruz
carmesí que la atravesaba, y asta ligera de junco indiano, y puesto en
medio del altar mayor, a ciertas pausas la extendía y tremolaba sobre
los Prebendados que arrodillados la rodeaban.

A esta ceremonia
acudía mucha gente por devoción y por varias indulgencias que hay
concedidas por los Cardenales Arzobispos Don Juan de Cervantes (1369),
por el Cardenal Arzobispo Don Pedro González de Mendoza (1478), y el
Cardenal Arzobispo Don Alonso Manrique (1538).

El origen remoto de
esta ceremonia lo sitúan los historiadores en la de la Antigüedad
romana a la muerte de un caudillo victorioso, en la que un jefe ondeaba
en el Capitolio sobre los soldados su estandarte. Su significado era la
preparación del pueblo para la celebración de la Pasión: la Iglesia
acoge a sus fieles bajo la bandera de Cristo.

Vexilla son
los estandartes militares de reyes y príncipes, que se interpretan
simbólicamente como los sacramentos o se identifican con los arma Christi:
la cruz, los flagelos, la lanza y los otros instrumentos de la Pasión,
con los que venció al pecado y a la muerte, recordando sin duda el
lábaro de Constantino.

El Cura Flores atribuye su origen inmediato
en la Adoración de la Cruz practicada en la Iglesia oriental mediada la
cuaresma, que pasó al rito hispánico. De la Catedral se extendió esta
práctica a otras iglesias del Arzobispado, como la de Santiago de Alcalá
de Guadaira, así como a muchas de las americanas.

LA PROCESIÓN DE RAMOS

Asistían,
por ser procesión general, las cruces parroquiales adornadas con ramos.
En ella se repartían entre el clero catedral, capellanes y ministros
más de trescientas palmas.

Salía por la puerta del Nacimiento e
iba por gradas y entraba por la Puerta de las Campanillas, que tiene en
el tímpano representada la Entrada en Jerusalén. Llegada la comitiva a
la capilla mayor y antes de empezar la Misa Solemne, el Canónigo
Magistral del Cabildo predicaba el Sermón del Evangelio de la Entrada en
Jerusalén.

El Abad Gordillo (+1644, pp. 115-117) anota que se
ganaba indulgencia plenaria perpetua en las condiciones acostumbradas en
el altar mayor catedralicio desde el sábado a las I Vísperas, concedida
por el Papa Gregorio XIII.

Las palmas eran luego muy codiciadas
para colgarlas en los balcones a fin de proteger con ellas los
domicilios. El Baron de Davillier, en el capítulo ya citado, nos relata
un antiguo uso: “Parece ser que siguiendo un uso muy antiguo, el
capítulo de la catedral de Sevilla envía cada año una cierta cantidad de
estas palmas a los canónigos de Toledo, que a cambio de este obsequio,
hacen presente cada año de la cera que sirve para confeccionar el Cirio
Pascual”
.

En 1646 un portugués vecino de Sevilla compró al
Rey el estanco de las palmas, por el que sólo él, o quien él quisiese,
pudieran venderlas. En protesta por tal privilegio, debido al alto
precio, el Arzobispo Espínola, tras consulta a la Diputación de
Ceremonias de la Catedral de que éstas no eran precisas, mandó que se
realizase la procesión con ramos de olivo, por lo que el pueblo quedó
contentísimo y el portugués quedó burlado por su usura, pues el Cabildo
no las admitió aun llegado el momento que el extrajero quiso dárselas de
balde[3].

EL ROMPIMIENTO DEL VELO

Refiere el analista Ortiz de Zúñiga: “en la [Pasión según San Lucas] de Miércoles Santo, al referir las palabras: Et velum Templi scissum est [Lc. 23, 45], rompiéndose uno [blanco]
que antes encubría el altar, se imita el terremoto horrible con que se
estremecieron los elementos en la muerte de su Criador, con truenos y
fuegos artificiales”
(3, 239).

Así describe la ceremonia el francés Davillier: “el
miércoles acudimos temprano a la catedral donde se cantaba la Pasión.
Cuando llegaron a estas palabras: ‘et velum Templi scissum est’ (y el
velo del Templo se rasgó), oímos el ruido de un velo rompiéndose de
verdad; después imitaron, con los mismos medios que se emplean en el
teatro, el trueno y los relámpagos que se produjeron en el momento en
que Cristo exhaló su último suspiro”
(451).

El velo era un
símbolo de la santidad de Dios que hacía inaccesible su presencia a los
hombres. El rompimiento del velo significaba que Dios se acababa de
revelar en la cruz redentora de Cristo. Su rompimiento el Miércoles
Santo recuerda también el final de la disciplina penitencial, pues el
Jueves Santo tenía lugar la reconciliación de los penitentes.




[1]
El Deán Manuel Torres y Torres, cordobés discípulo de José María
Rodríguez Losada, que pintó numerosos cuadros y más de doscientos
reposteros en que imitaba los tapices, utilizando tela de saco, luego
Obispo de Plasencia, pintó en 1895 para ello un gran lienzo al óleo de
dieciocho metros cuadrados: en el centro, sobre una cruz flordelisada,
un círculo con el monograma de Cristo y una ancha orla perimetral de
estilo plateresco con los símbolos de los evangelistas en los ángulos y
atributos y signos de la Pasión en los lados y en las esquinas bajas y
altas, el sol y la luna. GUICHOT, tomo 2, 338-9. 469.

[2]
Bellísimo himno en siete estrofas, fue escrito por Venancio Fortunato
(Treviso, ca. 530-Poitiers, 600) para una procesión de una reliquia del lignum Crucis.

[3] CASTRO PALACIOS, 1717, 2ª Parte, fol. 86. Guichot, tomo 2,467.


Ramón de la Campa Carmona
rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#38 · Mensaje viejo · Editado por rdelacampa
EL TENEBRARIO

Al
rezo coral solemne de Maitines y Laudes del Triduo Sacro se llamaba
desde el siglo XII Oficio de Tinieblas, porque terminaba con las luces
apagadas. Se adelantaba desde los siglos XIII-XIV a la tarde anterior
para facilitar la participación de los fieles.

En este Oficio se
usaba el tenebrario o saeta: candelabro triangular que ya es citado en
el siglo VII, que se colocaba en el lado de la epístola, cuyas quince
velas eran apagadas progresivamente, como señal de tristeza y luto y
símbolo de la muerte de Cristo, durante el Oficio al fin de cada salmo y
sólo la más alta quedaba ardiendo tras el canto del último de éstos.

Al Benedictus, cántico evangélico de Laudes, se
extinguían cada uno de los seis candeleros del altar.  De la misma
manera, todas las otras luces de la iglesia se apagaban, excepto la
candela de la cúspide del candelabro, que en la costumbre de algunas
iglesias era blanca, en vez de amarilla o tiniebla como las demás.

Era entonces quitada de su lugar por un acólito cuando se repetía la antífona del Benedictus Christus factus, y escondida detrás del altar, en el lado de la epístola, durante el canto del Miserere y
la oración, para ser expuesta de nuevo, encendida, a la conclusión del
Oficio, tras un momento de estruendo muy popular, rememorando la cita
evangélica: “La tierra tembló, las rocas se partieron” (Mateo 27, 52).

A
este candelabro se le da también un rico simbolismo: su forma
triangular, recuerda a la Santísima Trinidad; las primeras catorce velas
representan a los once Apóstoles y a las tres Marías; la luz de la
cúspide representa a Cristo, que acaba venciendo las tinieblas del
pecado y de la muerte, o la Virgen María, que siempre creyó y esperó el
triunfo de su Hijo.

El candelero de tinieblas o tenebrario de la
Catedral es obra magna broncínea de 7,80 m. ejecutada entre 1559 y 1564.
Diseñada por el arquitecto Hernán Ruiz II, Maestro Mayor de las
catedrales de Córdoba y Sevilla, y fundida por los rejeros Pedro Delgado
y Bartolomé Morel. Los entalladores Juan Giralte y Juan Bautista
Vázquez el Viejo y el policromador Juan Marín realizaron las esculturas
de madera que lo rematan y sirven de base a los cirios, que eran de ocho
libras: representan al apostolado, a los evangelistas Marcos y Lucas y a
la Virgen en la cúspide.

EL MISERERE DE ESLAVA

Con el canto del Miserere[4],
el Oficio de Tinieblas llega al clímax. En el primer tercio del siglo
XVI empezó a generalizarse la costumbre de alternar versículos cantados
con la melodía oficial gregoriana en el Tonus peregrinus con otros al stile antico en falsobordone a cuatro o cinco voces a capella. Entre los siglos XVII y XVIII se introduce en la musicalización de esta pieza el stile nuovo, que supone la orquestación de ella.

En Sevilla[5]
se cantaba en gregoriano, como se siguió cantando en la tinieblas del
Sábado Santo, hasta que un Maestro de Capilla empezó a poner algunos
músicos en los órganos para que cantasen, y otro introdujo el realejo,
cubierto con un manteo para que sonase poco, hasta que el Canónigo Luis
Corbet donó en 1672 el claviórgano; otro los dispuso los músicos en los
púlpitos, y al fin se decidió hacer un tablado para los instrumentos en
la Capilla Mayor al plano del presbiterio.

La partitura más famosa de las interpretadas a lo largo del tiempo es la conocida por Miserere de Eslava de Miguel Hilarión Eslava y Elizondo[6],
de una música melódica de corte italiano. Al asumir el cargo de Maestro
de Capilla en Sevilla contrajo la obligación de componer y estrenar un Miserere
cada dos años. Así lo hizo en 1833 en Do menor, tonalidad muy adecuada
por su carácter penitencial, para orquesta, coro y cinco voces solistas,
que no tuvo especial éxito.

En 1835 estrenó otro, con la misma
descripción técnica, cuya interpretación dos años después el Cabildo
Catedral decidió prorrogar, porque no estaba en condiciones de afrontar
el estreno de uno nuevo por la gran crisis económica que afrontaba, por
lo que el autor se limitó a sustituir algunas secuencias.

La
versión definitiva, tras el último retoque de 1871, que consta de doce
números, acabó por quedarse fija. La popularidad alcanzada es reseñada
por el Barón Davillier (tomo I, p. 452), e incluso hizo que, en tiempos
del Arzobispo Beato Marcelo Spínola y Maestre, se admitiera público al
ensayo general que se hacía en la Casa Lonja el Miércoles Santo al
precio de una peseta, cuya recaudación iba destinada a la Asociación
Sevillana de Caridad, el cual pidió indulto pontificio[7] para que pudiera seguir interpretándose en la liturgia pese a las nuevas normas litúrgicas[8].
Admitido el indulto por los Arzobispos Spínola, Almaraz e Ilundáin, fue
suprimido del Oficio en 1945 por el Cardenal Segura y Sáenz por
Instrucción Pastoral del Boletín Oficial de Arzobispado de veinticinco
de febrero, tendente a una correcta aplicación del citado Motu propio,
tras dictamen de una comisión de expertos compuesta por el musicólogo
Felipe Pedrell Sabaté y los compositores José María Nemesio Otaño y
Eguino, José Antonio de Donostia y Manuel de Falla, que lo tacharon de decadente clasicismo y de operismo italiano.

Fue sustituido por un Miserere en
Fa menor a seis voces de Vicente Goicoechea Errazti, compuesto entre
1902 y 1904, basado en motivos del canto gregoriano. Pese a un intento
fallido por parte del Ayuntamiento, a propuesta del 8º Teniente de
Alcalde, Manuel Grosso Valcarce, de pedir en pleno de pedir al Papa Pío
XII Pacelli la representación de éste en la Catedral, no se volvió a
interpretar, hasta hacerlo como concierto sacro en 1956, gracias a los
esfuerzos de Pedro Braña, en la Iglesia de la Anunciación, hasta que al
fin volvió a la Catedral, con la misma categoría, a la tarde del Sábado
de Pasión.

Lo han interpretado los tenores más afamados del mundo
de la música: Julián Gayarre (en 1880, 1881 y 1885), Miguel Fleta,
Stagno, Giacomo Lauri Volpi, Hipólito Lázaro, Rafael Ruiz Amé… a los que
corresponden la antífona Christus factus y tres versículos: Miserere, Tibi soli y Benigne,
números de gran lucimiento, sentimiento y expresión; muy esperado el Do
sonoro o de pecho con que termina el último de ellos. El Redde, uno de sus trozos más bellos, es interpretados por dos niños tiples.

EL MONUMENTO DE JUEVES SANTO[9]

Acorde
con la interpretación medieval alegórica de la liturgia, el simbolismo
fundamental que adopta la reserva del Jueves Santo fue fundamentalmente
sentimental y anacrónico: la deposición del cuerpo de Jesús en el
sepulcro, para completar las aproximadamente cuarenta horas pasadas por
Él en la tumba. El altar se asimila a un catafalco o sepulcro votivo de
Cristo, adornado con luces y flores, y se empieza a denominar Monumento, palabra latina que significa sepulcro.

El
tabernáculo solía adoptar la forma de urna o relicario, siempre opaco.
Un amplio cáliz sustituyó al copón, que se tapaba con la hijuela, sobre
la que se colocaba la patena vuelta hacia abajo, cubierto todo con un
velo blanco, ceñido con una cinta blanca, que evocaba la mortaja.

Pronto
se fueron desarrollando también arquitecturas efímeras, que,
contraviniendo la norma general, incluían imágenes alegóricas,
prefiguras bíblicas y personajes de la Pasión[10].
En un principio eran una especie de decorado teatral con escenas
alusivas a la Eucaristía y a la Pasión, que incluso incluían actores
representando éstas.

En el Renacimiento se le añaden arcos
triunfales, que evolucionaron hacia una estructura arquitectónica, en la
que cada lado repetía el esquema de un arco de triunfo de pisos
superpuestos, formando unas torres resplandecientes de luz y de rica
ornamentación.

Estos conjuntos en madera jaspeada en blanco y
dorado, tienen también que relacionarse con los túmulos funerarios, que
lo eran en negro y dorado. Estas estructuras arquitectónicas son
generalmente de planta centralizada porque hacen referencia también al
Templo de Salomón, donde se custodiaba el Arca de la Alianza, pues en la
Eucaristía llega a su plenitud la promesa hecha por Dios al real
constructor[11].

El
Monumento de la Catedral de Sevilla tiene su génesis en el siglo XVI, y
vino a sustituir al montaje bajomedieval, que era una máquina con monte
y árboles y figuras de cáñamo pintadas, y en el que intervenían incluso
actores a modo de auto sacramental. Alonso Morgado nos señala el
tránsito de uno a otro (tomo 2, p. 35).

En 1531 se le añaden ya
arcos triunfales. En 1545 se encargó ya uno arquitectónico perdurable y
en 1559 se le encomienda a Hernán Ruiz II, pero el que había de llegar
hasta la Edad Contemporánea, fechado en 1594, es atribuible a Asencio de
Maeda, por entonces Maestro Mayor de la Catedral, y se le añadió el
cuarto cuerpo en 1624.

Intervinieron en su ejecución destacados artistas[12].
Fue restaurado por Pedro Honorio de Valencia en 1649 y por Pedro de
Medina Valbuena en 1668. En su estado último, respondía a la
remodelación llevada a cabo entre 1688 y 1689 por el pintor Miguel
Parrilla; la parte escultórica corrió a cargo del célebre imaginero
utrerano Francisco Antonio Gijón. Fue restaurada en su conjunto por
última vez en 1863 por Juan Escacena y Juan Rossi.

Esta máquina
manierista a cuatro caras de 120 pies de altura, destacaba por su
magnitud, ostentación y popularidad. Era de planta ochavada de cruz
griega, con las fachadas de 22 m. de ancho. La principal miraba al
trascoro, en cuyo centro se instalaba, rodeada de blandones y de altas
verjas de hierro, iluminada por cientos de luces[13]
y envuelta permanentemente en el humo del incienso de las cazoletas que
estaban en las primeras contrabasas (fundamento del Monumento). Su
alzado era turriforme de cuatro cuerpos decrecientes, con la gradación
de órdenes vitruviana, jaspeado en blanco y dorado. Completaba el
conjunto veintitrés esculturas y un Calvario de remate.

Empezaba
su montaje -el último fue en 1960- el lunes de la tercera semana de
Cuaresma e incluso antes, trabajando en él todos los Peones de la
fábrica, e incluso contratando obreros ex professo. Se iba cubriendo con
toldos y no se descubría hasta el Miércoles Santo por la noche. Las
figuras, ubicadas de noche, eran cubiertas, particularmente las del
Crucifijo y de los ladrones, con velos negros.

Hernández Díaz lo calificó de gran fanfarronada eucarística, pues se levantaba para apenas veinticuatro horas (p. 299). Messía de la Cerda lo denomina octava maravilla del mundo (15-20).
Ortiz de Zúñiga comentaba ya la admiración que despertaba entre propios
y extraños(tomo III, pp. 239-240). Incluso la famosa Enciclopedia
Espasa selecciona este Monumento como modelo excelente o arquetipo de su
modalidad.

El primer cuerpo, de orden dórico, era llamado de la
custodia, porque en su centro, sobre cinco gradas, se colocaba la rica
máquina renacentista de plata de Juan de Arfe y Villafañe de 3,90 m. de
altura, ejecutada entre 1580-1587 por encargo del Cabildo Catedral[14].

Albergaba
la urna de oro y chapa de plata sobredorada (0,34 m. de alto y
0,19X0,23 m. de base), ejecutada por el orfebre francés Luis Valadier en
1771 y donada al Cabildo por el Canónigo Jerónimo Ignacio del Rosal,
con relieves (Transfiguración, Oración del Huerto, Piedad (frente) y
Cena de Emaús), y rematada por el pelícano. De tres años después es la
peana de plata con partes doradas (0,25 m. de alto y 0,34 m. de diámetro
de la base), realizada por el flamenco Francisco Leclare, con relieves
alusivos a la Eucaristía y a la Pasión[15].

Las
esculturas, ilustradas por inscripciones, eran prefiguras eucarísticas o
tipos de Cristo del Antiguo Testamento: Abrahán (dos), Isaac,
Melquisedec, Moisés, Aarón, Salomón, Reina de Saba; figuras alegóricas
femeninas: Naturaleza humana, Ley Escrita, Ley de Gracia, Vida Eterna;
imágenes de Cristo presidiendo los cuerpos: Salvador del Mundo
(Eucaristía presencia de Cristo Glorioso), Atado a la Columna (sangre
derramada) y Calvario: crucificado entre ladrones flanqueado por la
Dolorosa y San Juan (Eucaristía memorial del sacrificio), y personajes
de la Pasión: San Pedro llorando, Sayón de la Bofetada, Sacerdote del
Concilio, Soldado que jugó la túnica.

El ilustrado Ponz hace una
crítica negativa por el cambio de sensibilidad religiosa más intimista
que externa, como otras críticas contemporáneas (vol. III, pp. 71-72).
Entre los extranjeros románticos llamó la atención al francés Théophile
Gautier (1811-1872), gran admirador de la riqueza de nuestra catedral
hispalense (p. 341), al Barón Davillier (tomo I, p. 452) y a Noel,
teorizador de la Semana Santa de Sevilla, que hace una crítica poco
benévola, reclamando una sencillez evangélica (pp. 296-299).

La
llave del Monumento debía conservarla el celebrante hasta el día
siguiente; aunque se entregaba otra simbólica al Alcalde, costumbre
inmemorial ratificada por la Sagrada Congregación de Ritos para Sevilla
en siete de agosto de 1880.

CIRIO PASCUAL

El cirio pascual
era grande según la posibilidad de cada iglesia. El jesuita Agustín de
Herrera ponderaba en 1644 la grandeza y hermosura del cirio pascual de
nuestra catedral, fabricado en el catedralicio Colegio de San Miguel:
tenía 8,40 m.de altura y era de forma algo cónica. Pesaba unos 920 kg.
Se decoraba con varios escudos de colores, oro y plata y otros adornos.

Constantemente
cuidaba de él un colegial con sotana y sobrepelliz, al que se preparaba
una tribuna sujeta a la cornisa de la reja de la Capilla Mayor. La cera
derretida se extraía con un cazo. Se subía a ella por un espárrago muy
prolongado.

En el siglo XX ya se había reducido a un cirio de 30
cm. de diámetro y 1,20 m. de altura, con peso de 73,5 kg., puesto sobre
un cilindro de madera pintada de 1,90 m. de altura, encajado en un cubo
de hierro forjado de chapa calada y repujada en estilo barroco, hecho
por Elías del Toro y González, sostenido por un pedestal de jaspes de
colores, alcanzando el aparato una altura total de 4,60 m.

BIBLIOGRAFÍA

AROCENA, Félix. Los himnos de la Liturgia de las Horas. Madrid: Ediciones Palabra, 1992, pp. 146-147.

AYARRA JARNÉ, José Enrique. “La música en el culto catedralicio hispalense”. En: La Catedral de Sevilla. Sevilla: Guadalquivir, 1991, pp. 713-714.

BERINGER, R. Repertorio Universal del Predicador. X La Eucaristía y la vida de la Iglesia. Culto Eucarístico. Barcelona Editorial Litúrgica Española, 1932. Pp. 77-83.

CASTAGNA,
Paulo. “Prescripciones tridentinas para la utilización del estilo
antiguo y del estilo moderno en la música religiosa católica
(1570-1903)”. www.hist.puc.cl/programa/documentos/Castagna.pdf (04/06/2008).

CASTRO PALACIOS, Bernardo Luis. Tesoro de noticias de la Santa Patriarcal Iglesia Metropolitana. Ms. Dos tomos. Sevilla: 1717 (Biblioteca Capitular y Colombina de Sevilla 57-4-8 y 9, BCC en adelante).

CRUZ VALDOVINOS, José Manuel. Cinco Siglos de Platería Sevillana. Sevilla: Ayuntamiento, 1992, pp. 69-74.

DAVILLIER, Charles. Viaje por España. Tomo 1. Madrid: Ediciones Grech, 1988, pp. 447-454.

FALCÓN MÁRQUEZ, Teodoro. Platería en la Catedral de Sevilla. Sevilla: UIMP, 1989.

FLORES, Leandro José de. Observaciones
sobre el Origen, Antigüedad y mística significación de la Ceremonia de
la Seña, que se hace en el tiempo de Pasión en la Santa Iglesia
Metropolitana y Patriarcal de Sevilla y sobre la Cruz que con otros
instrumentos de Pasión se pone en un velo llamado Sábana Santa, con que
se cubre el Crucifixo del Altar Mayor.
Ms. Sevilla: 1824 (B. C. C. 59-3-46).

Gautier, Théophile. Viaje a España. Madrid: Cátedra, 1988.

GESTOSO Y PÉREZ, José. Sevilla Monumental y Artística. Tomo II. Sevilla, 1892, pp. 283 ss.

GONZÁLEZ BARRIONUEVO, Herminio. “Miserere para solos, coros y orquesta”, en: Magna Hispalensis. El universo de una Iglesia. Sevilla: Ayuntamiento, 1992, pp. 491-492.

GONZÁLEZ DE LEÓN, Félix. Noticia artística, histórica y curiosa de todos los edificios públicos, sagrados y profanos de esta [...] Ciudad de Sevilla. Sevilla: Imprenta de D. José Hidalgo y Compañía, 1844.

Guéranguer, Próspero. El Año Litúrgico. Tomo II. Burgos: Aldecoa, 1956, pp. 163 s.

GUICHOT Y SIERRA, Alejandro. El Cicerone de Sevilla. Monumentos y Bellas Artes (compendio histórico de vulgarización). Tomo primero y segundo. Sevilla: Imprenta Municipal, 1935.

HERNÁNDEZ DÍAZ, José. “Retablos y esculturas”. En: La Catedral de Sevilla, Sevilla: Guadalquivir, 1991, p. 299.

LERCARO, Giacomo. ¿Cuál es el Vocabulario de la Liturgia Católica?. México: Editorial Novaro-México, 1960, pp. 151 s.; 208; 232 s.; 251 s.

LESAGE, Robert. Ornamentos y objetos litúrgicos, pp. 48-51; 121-122; 129.

Lleó Cañal, Vicente. “La Catedral en la historia de Sevilla”. En: La Catedral de Sevilla, Sevilla: Guadalquivir, 1991, p. 80.

Lleó Cañal, Vicente. Nueva Roma. Mitología y Humanismo en el Renacimiento sevillano. Sevilla: Ediciones Libanó, 2001.

Lleó Cañal, Vicente. “El monumento de la catedral de Sevilla, durante el siglo XVI”. En: Rito y Fiesta: una aproximación a la arquitectura efímera sevillana. Sevilla: Ed. FIDAS/COAS, 2004.

LOBERA Y ABIO, Antonio. El porqué de todas las ceremonias de la Iglesia y us misterios. Madrid: Librería Católica de Gregorio del Amo, 1898.

MACCONO, Fernando. Breve Tratado de Sagrada Liturgia. Barcelona: Luis Gili, 1941, pp. 83. 95-98; 210-220.

MARTÍNEZ DE ANTOÑANA, Gregorio. Manual de Liturgia Sagrada. Madrid: Coculsa, 1950, pp. 975 ss.

MARTÍNEZ DE ANTOÑANA, Gregorio. Liturgia pastoral de la Semana Santa. Madrid: Coculsa, 1957.

Messía de la Cerda Rafael. Discursos
festivos en que se pone la descripción del ornato e invenciones que en
la fiesta del sacramento la Parrochia Collegial y vecinos de Sant
Salvador hizieron
. Sevilla, 1594, pp. 15-20

MORGADO, Alonso. Historia de Sevilla (1587). Tomo II. Sevilla: Ediciones Libanó, 2001.

MORILLAS ALCÁZAR, José María. “Arquitectura efímera en la Catedral de Sevilla: el Monumento Eucarístico”. En: Las cofradías de Sevilla en el siglo XX. Sevilla: Universidad, 1992, pp. 205-227.

Noel, Eugenio. Semana Santa en Sevilla (1916). Sevilla: Universidad, 1991, pp. 296-299.

ORTIZ DE ZÚÑIGA, Diego. Anales
eclesiásticos y seculares de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Sevilla,
Metrópoli de la Andalucía. Madrid: Imprenta Real, 1796.


PALOMERO PÁRAMO, Jesús M. “Cruz de Altar del Cardenal Hurtado de Mendoza”, en: Magna Hispalensis. El universo de una Iglesia. Sevilla: Ayuntamiento, 1992, p. 534.

PALOMERO PÁRAMO, Jesús M. “Custodia Grande”, en: Magna Hispalensis. El universo de una Iglesia. Sevilla: Ayuntamiento, 1992, pp. 388-391.

PALOMERO PÁRAMO, Jesús M. “Juego de bandejas del Arzobispo Delgado y Venegas”, en: Magna Hispalensis. El universo de una Iglesia. Sevilla: Ayuntamiento, 1992, p. 442.

PALOMERO PÁRAMO, Jesús M. “Platería en la Catedral de Sevilla”. En: La Catedral de Sevilla. Sevilla, Guadalquivir, 1991, pp. 575 ss.

PALOMERO PÁRAMO, Jesús M. “Tenebrario”, en: Magna Hispalensis. El universo de una Iglesia. Sevilla: Ayuntamiento, 1992, pp. 392-393.

PONZ, Antonio. Viaje de España (1786). Volumen III. Madrid: Aguilar, 1988.

RIGHETTI, Mario. Historia de la Liturgia. Tomo I. Madrid: BAC, 1955.

SANZ SERRANO, María Jesús. “La Semana Santa en la Catedral: Aspectos ornamentales (I)”, ABC de Sevilla 24-3-87, pp. 76-77.

SANZ SERRANO, María Jesús. “La Semana Santa en la Catedral: Aspectos ornamentales (II)”, ABC de Sevilla 25-3-87, pp. 68-69.

SANZ SERRANO, María Jesús. “La Semana Santa en la Catedral: Aspectos ornamentales (III)”, ABC de Sevilla 26-3-87, pp. 76-77.

SOLA, Daniel. Curso práctico de Liturgia en relación con el canto sagrado. Valladolid: Talleres Tipográficos Cuesta, 1919, pp. 149-154; 200; 203; 448 ss.

SOLÁNS, Joaquín. Manual Litúrgico. Tomo Segundo. Barcelona: Imprenta de Subirana Hermanos, 1904, pp. 28 ss.; 553.

VELÁZQUEZ Y SÁNCHEZ, José. Glorias de Sevilla (1849). Sevilla: Ediciones Libanó, 2001.

VILLEGAS, Sebastián Vicente de. Ceremonias de la Iglesia de Sevilla desde Septuagésima hasta Viernes Santo inclusive. Ms. Sevilla: 1647 (BCC 57-5-13).

 -----

[4] Salmo 50 (51), cuarto en orden de los siete llamados penitenciales.

[5] GUICHOT, tomo 2, 469 s.

[6]
Burlada, Navarra 1807-Madrid 1878. De familia humilde, empezó en la
música como niño de coro de la Catedral de Pamplona. En 1828 ganó por
oposición la plaza de Maestro de Capilla de la Catedral de El Burgo de
Osma (Soria). En 1832 se trasladó a Sevilla, en donde se ordenó de
presbítero el mes de septiembre del año siguiente, con el mismo cargo,
que ejerció hasta 1847. En dicho año se traslada a Madrid como Maestro
Director de la Capilla Real. En 1854 fue nombrado profesor de
composición del Conservatorio de Madrid, que en 1866 pasó a dirigir
hasta su muerte.

[7] Se manifiesta la intención de elevar consulta a la Santa Sede y pedir indulto en el Boletín Oficial del Arzobispado de Sevilla,
número 560 (Sevilla, 15-02-1905), en atención al gran concurso de
fieles que asisten a su interpretación, incluso extranjeros, y a la
petición formal del Ayuntamiento, que se ofrecía incluso a sufragar los
gastos de su representación. Fue concedido el privilegio por la Sagrada
Congregación de Ritos, pese a denegarse solicitudes semejantes al
Arzobispo de Santiago de Compostela y a la Catedral de Pisa, por
ejemplo.

[8] Emanadas del Motu propio Tra le sollecitudini sobre
la música sagrada del Papa San Pío X Sarto de veintidós de noviembre de
1903, explicitada por Decreto de la Sagrada Congregación de Ritos de
ocho de enero de 1904.

[9]
GUICHOT, tomo 1, 121-122; 366; tomo 2, 472 ss.; MORGADO, tomo II,
35-36; CARO, fols. 54 v-55r; PONZ, vol. 3, 71-72; GONZÁLEZ DE LEÓN,
287-289; VELÁZQUEZ Y SÁNCHEZ, 86-87; GESTOSO, III, 283 ss.; SANZ
SERRANO, (I) 76-77; (II) 68-69; (III) 76-77; MORILLAS, 205 ss.

[10]LLEÓ, 2001, 241-2.

[11]“Este
lugar he escogido yo y he santificado, para que mi nombre sea invocado
en él para siempre y estén fijos sobre él mis ojos y mi corazón para
siempre”
(I (III) Reyes IX).

[12]
Los pintores Juan de Saucedo, Juan de Campaña, Diego de Zamora, Amaro
Vázquez, Diego de Esquivel, Francisco Cid, Juan Bautista de Argüello,
Juan de Ortega, Miguel Vallés, Pedro de Ortega, Agustín Vázquez, Blas
Grillo y Pedro Calderón, así como los escultores Marcos Cabrera, Blas
Hernández y Juan de Guerola.

[13]
El impacto visual antes de la instalación de la electricidad en la
Catedral sería fantástico, provocando un efecto deslumbrador, porque
además se tapaban por la parte de afuera las vidrieras más inmediatas,
para aumentar el contraste lumínico, con esteras bien clavadas para no
ser arrancadas por el aire. En el primer cuerpo había un ministro con
sobrepelliz pendiente de las luces, y los de los demás cuerpos iban
vestidos de blanco para que no se echaran de ver desde abajo. En cuanto
al total de luces, Guichot (1935) señalaba datos de 1924: 760 luces (109
lámparas de aceite, 221 cirios y 430 velas) a las que se añadió
iluminación eléctrica desde 1912.

[14] CRUZ, 66-74; FALCÓN, nº 6, 7 y 8.

[15] FALCÓN, nº3.


Ramón de la Campa Carmona
Pio_IX
Usuario veterano
Haz clic para ver el perfil del usuario
#39 · Mensaje viejo
Escrito originalmente por rdelacampa
EL TENEBRARIO

En
este Oficio se usaba el tenebrario o saeta: candelabro triangular que
ya es citado en el siglo VII, que se colocaba en el lado de la epístola,



EL MISERERE DE ESLAVA

Lo
han interpretado los tenores más afamados del mundo de la música:
Julián Gayarre (en 1880, 1881 y 1885), Miguel Fleta, Stagno, Giacomo
Lauri Volpi, Hipólito Lázaro, Rafael Ruiz Amé… a los que corresponden la
antífona Christus factus y tres versículos: Miserere, Tibi soli y Benigne,
números de gran lucimiento, sentimiento y expresión; muy esperado el Do
sonoro o de pecho con que termina el último de ellos. El Redde, uno de sus trozos más bellos, es interpretados por dos niños tiples.

Interesantísima entrada. Dos apreciaciones.

Quiero
recordar haber leído en algún sitio que el tenebrario de la catedral de
Sevilla se situaba a la entrada del coro, frente a la Capilla Mayor.

El
Christus Factus Est y el versículo Miserere eran también cantados por
tiples. Sin embargo, la primera frase de Libera me, que ahora la hace el
barítono, era cantada primero por el tenor, después por el barítono y
finalmente por el coro de voces iguales.
CarmeloMartinez
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#40 · Mensaje viejo
Me
espanta esa grandeza... a ver si encontramos una foto de esa maravilla.
Yo tengo una localizada pero es solamente una vista parcial del
monumento.


Cordialmente, Melo.

"Cualquier tiempo pasado fue anterior"
PabloPomar
Fundador y administrador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#41 · Mensaje viejo
Escrito originalmente por CarmeloMartinez
Me
espanta esa grandeza... a ver si encontramos una foto de esa maravilla.
Yo tengo una localizada pero es solamente una vista parcial del
monumento.

http://liturgia.mforos.com/1699089/8062024-monumento-de-semana-santa/
CarmeloMartinez
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#42 · Mensaje viejo
Escrito originalmente por Porfirogeneta
Escrito originalmente por CarmeloMartinez
Me
espanta esa grandeza... a ver si encontramos una foto de esa maravilla.
Yo tengo una localizada pero es solamente una vista parcial del
monumento.

http://liturgia.mforos.com/1699089/8062024-monumento-de-semana-santa/

Maravilloso, gracias. Y yo sin enterarme de que lo teníamos aquí en el foro.


Cordialmente, Melo.

"Cualquier tiempo pasado fue anterior"
Gradiader
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#43 · Mensaje viejo
Interesantísimas
sus aportaciones, D. Ramón. Me resulta extraño que el Cardenal Segura
decidiera hacer caso omiso al indulto por el que se permitía interpretar
el Miserere de Eslava a pesar de no ajustarse a las disposiciones del
Motu Proprio de 1903, máxime teniendo en cuenta el apego de los
sevillanos a esa obra. De todos modos, el elenco de músicos comisionados
para abordar el asunto, así como el compositor del nuevo Miserere, no
eran en absoluto desdeñables (todo lo contrario).
rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#44 · Mensaje viejo
Escrito originalmente por Gradiader
Interesantísimas
sus aportaciones, D. Ramón. Me resulta extraño que el Cardenal Segura
decidiera hacer caso omiso al indulto por el que se permitía interpretar
el Miserere de Eslava a pesar de no ajustarse a las disposiciones del
Motu Proprio de 1903, máxime teniendo en cuenta el apego de los
sevillanos a esa obra. De todos modos, el elenco de músicos comisionados
para abordar el asunto, así como el compositor del nuevo Miserere, no
eran en absoluto desdeñables (todo lo contrario).

Era un hombre muy peculiar, de una gran personalidad y muy riguroso en el cumplimiento de los cánones.


Ramón de la Campa Carmona
Trans-amnem
Usuario veterano
Haz clic para ver el perfil del usuario
#45 · Mensaje viejo
He
encontrado este relato que menciona creo el momento en el que se rasga
el velo y me parece interesante transcribirlo,me resulta curioso que se
trate de un oficio que se llevaba a cabo en el altar mayor velado pero
en un espacio situado entre este velo negro y otro blanco
translúcido...ya me dicen y espero que iluminen...

"El miércoles
santo por la mañana aparece en la capilla mayor delante del altar,que ya
está cubierto con un gran velo negro,otro velo blacon de menores
dimensiones y colocado a alguna distancia de modo que los que ofician se
encuentren entre él y el altar viendolos el pueblo al trasluz del velo
blanco.Así permanece hasta el momento de la pasión,en que el diácono
canta las palabras,et obscuratus est sol,et velum templi sisum est
medium;entoncesdesaparece con la mayor protitud al ruido de enormes
petardos que,colocados en las bóvedas del templo producen el estruendo
de cien cañonazos.La concurrencia que hasta entonces había esperado este
momento con el mayor silencio y compostura,se conmueve,se agita,y los
gritos de los niños asustados y mujeres miedosas se confunden con el
formidable estampido y con los ladridos de tal o cual perro que logró
burlar la vigilancia y evitar el látigo del tan temido y pintoresco
perrero.Despues sucede al silencio el confuso murmullo de la muchedumbre
y el estrépito de innumerables pisadas de los que se marchan,pareciendo
como que la ruptura del velo blanco ha dado la señal que suele dar el
coronel de un rejimiento concluido el ejército.Poco a poco se restablece
la calma,las ceremonias religiosas en tanton han seguido su curso;pero
la multitud desaparece,ya sólo quedan en la Catedral los verdaderos
devotos y los muy curiosos." (J. Varela;El Panorama de Madrid;12 de
abril 1838 pags 40-43)

   Curioso eh?y que me dicen de la figura del "perrero"??


Oh amantísima Pastora que a las almas apacientas,mira que estamos sedientas las ovejas de tu amor...
PabloPomar
Fundador y administrador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#46 · Mensaje viejo · Editado por PabloPomar
Escrito originalmente por delomehor
y que me dicen de la figura del "perrero"??
Todos
recordamos que no hace tantos años que en nuestras calles vivían los
llamados perros callejeros, que rondaban especialmente las zonas de
mercados y carnicerías para sobrevivir y que eran fácilmente
diferenciables de los "de compañía" por su acentuado desaliño e
innumerables pulgas y parásitos. Los grandes templos, abiertos todo el
día, eran lugar adecuado para su refugio, con los inconvenientes de
higiene y decoro que ello conllevaba. Para evitarlo, siempre que gozaron
de rentas suficientes, todas estas iglesias contaron con un perrero, al
que la documentación suele aludir con el pomposo nombre de
"caniculario".



Emmanuel de Witte. Interior de la vieja iglesia de Delft. 1650 ca.

Emmanuel de Witte. Interior de la vieja iglesia de Delft (DETALLE). 1650 ca.
rdelacampa
Fundador
Haz clic para ver el perfil del usuario
#47 · Mensaje viejo
Todavía
existe en la reja de acceso a la capilla mayor, por su parte interior,
la barra en la que se colgaba el velo a rasgar, lo que ocurría como
relato más arriba.


Ramón de la Campa Carmona
Trans-amnem
Usuario veterano
Haz clic para ver el perfil del usuario
#48 · Mensaje viejo
Los
seises como ya sabrán tienen distinto atuendo para los cultos de la
Inmaculada  y para los del Corpus;tambien son diferentes las letras de
las coplas que se interpretan.Aquí van las del Corpus:

LAMPARA DEL SANTUARIO

   Lámpara del Santuario
perfume del incensario
emblemas de adoración
prestad benévolo oido
de un pecho de amor
de amor herido
oid la eterna canción de amor

Duo:

Lámpara del Santuario
Perfume del incensario
Que va a empezar mi oración,
mi oración

Estribillo:

Oh dulce Amado
Sacramentado
bajo la especie de blanco pan
de blanco pan
bajo la especie de blanco

Duo:

Manjar de mieles
que serafines y querubines
envidiaran
lámpara tuya quisiera ser
y ante tus alas de amor arder
de amor arder
de amor arder
giron de aroma del incesario
flotando encima de ese Sagrario
do estás cautivo por mi querer
por mi querer

(se repite el estribillo)

Copla:

Mística lámparaque a solas ardes
mañana y tarde junto al Señor
qué alma mía de amor inflama
como en la sombra su tenue llama
arda en amor



       EN LAS HOJAS DEL TIEMPO

En las hjas del tiempo
con amor infinito
Dios ha escrito la historia
de un eterno designio
que en la noche postrera
de Su humano camino
Cristo se hizo manjar
en el pany en el vino

Estribillo:

es Manjar de gracia
que Dios envía
para que en la Tierra reine la alegría
para que los hombres tengan nueva vida
es Manjar de gracia
que dios envía
no está sólo el hombre
ni yerra el camino
Cristo lo acompaña


Por los siglos de los siglos
es Manjar de gracia
que dios nos envía
cantando danzando
en las hojas del tiempo
dulce Eucaristía proclamen los hombres
es Manjar de gracia que Dios envía
que Dios envía

   Copla:

detras de los velos
nuestra fe Te alaba
en esas especies
se recrea el alma

Cristo lo ha anunciado
es promesa cierta
aquel que Me come
tiene Vida eterna


Oh amantísima Pastora que a las almas apacientas,mira que estamos sedientas las ovejas de tu amor...
Trans-amnem
Usuario veterano
Haz clic para ver el perfil del usuario
#49 · Mensaje viejo
Coplas de la Inmaculada (para mi sublimes):

EL SOL ES TU VESTIDO

El Sol es tu vestido
la Luna es tu calzado
estrellas y luceros
tu esplédido tocado

Duo:

Oh Madre Inmaculada
del Hijo Inmaculado
acoge los cantares
de un pecho enamorado

Estribillo:

Más dulce que la miel
más bella que la flor
más pura que la luz
más limpida que el Sol (bis)

Por Madre de Su verbo
Dios padre te eligio
y en Tu primer instante
la gracia te inundó

Primera redimida
Redentor del Hijo Redentor
Esposa del Paráclito
que en ti se complació

Copla:

Fúlgida Estrella de la mañana
Rosa temparana
Vara de nardos de rico olor
oh Virgen pura
vida y dulzura
dulce esperanza
del pecador



EN LAS HOJAS DEL TIEMPO

En las hojas del tiempo
Catedral de Sevilla
has escrito las glorias
del candor de María
con acento de arte
religiosa armonía
en las hojas del tiempo
Catedral de Sevilla

Estribillo:

eres pura y limpia
Señora mía
en esta Tu casa
siempre se sabía
siempre se anunciaba
como el alba al día

Eres Pura y Limpia
Señora mía
antes de que en Roma
el dogma se oyera
aquí Inmaculada lucía Tu aurora

Eres pura y limpia
Señora mía
cantando danzando
en las hojas del tiempo
bella profecía
lo dejamos escrito
eres Pura y Limpia
Señora mía

Copla:

Se abrieron los mares
desde aquesta orilla
rezaban las velas
Virgen sin mancilla

Llevamos Tu Nombre
hasta la otra orilla
y América dijo
¡Virgen sin mancilla!



Oh amantísima Pastora que a las almas apacientas,mira que estamos sedientas las ovejas de tu amor...
Trans-amnem
Usuario veterano
Haz clic para ver el perfil del usuario
#50 · Mensaje viejo
el
video no es excesivamente bueno pero para quien no lo conozca es una
referencia que le puede ayudar a hacerse una idea.Además de estas coplas
el coro entona el Pange lingua y el Tantum Ergo en los momentos propios
de la exposición mayor del Santísimo Sacramento ante el que se
desarrolla el baile de los pequeños danzantes que lo hacen por singular
privilegio y como pueden ver tocados por el gracioso sombrero con
plumas.


Oh amantísima Pastora que a las almas apacientas,mira que estamos sedientas las ovejas de tu amor...
Ir a la página: 1 · 2 · última
60 mensajes. Página 1 de 2

ATENCIÓN: Este tema no tiene actividad desde hace más de 6 MESES,
te recomendamos abrir un nuevo tema en lugar de responder al actual
Ceremonia y rúbrica de la Iglesia española · LITURGIA CATEDRALICIA · Otras manifestaciones de la liturgia catedralicia
Opciones:Versión imprimible del tema
Subscríbete a este tema
Date de baja de este tema
Ir al subforo: 
 
TU NO PUEDES Escribir nuevos temas en este foro
TU PUEDES Responder a los temas en este foro
TU PUEDES Editar tus propios mensajes en este foro
TU NO PUEDES Borrar tus propios mensajes en este foro
Ahora son las 23:27 UTC+02:00 DST


No hay comentarios:

Publicar un comentario