viernes, 30 de septiembre de 2016

PALABRA DE LIBERTAD: Las Escrituras - Teología Bíblica y Sistemática

PALABRA DE LIBERTAD: Las Escrituras - Teología Bíblica y Sistemática

















































lunes, 7 de enero de 2013






Las Escrituras - Teología Bíblica y Sistemática





     CAPÍTULO I:    LAS ESCRITURA
"El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán." "Secase la
hierba, marchitase la flor: mas la palabra del Dios nuestro permanece
para siempre."Mateo 24:35, Isaías 40:8.
            El Dr. Payson, refiriéndose a la Biblia, ha dicho lo
siguiente: "Destruye este volumen, tal como han tratado de hacerlo en
vano los enemigos de la felicidad del hombre, y nos dejarás sumido en
profunda ignorancia con respecto a nuestro Creador, a la formación del
mundo en que habitamos, al origen de nuestra raza y sus progenitores, a
nuestro destino futuro, relegándonos al plano de la fantasía, de la duda
y conjetura. Destruye este volumen y nos privarás de la religión
cristiana, con todos  sus consuelos vivificantes, esperanzas y
perspectivas que ofrece, no dejándonos nada sino elegir (¡miserable
alternativa!) entre las lóbregas tinieblas de la infidelidad y las
sombras monstruosas del paganismo. Destruye este volumen y despoblarás
el cielo, cerrarás para siempre sus puertas a la desdichada posteridad
de Adán, restituirás al rey de los terrores su fatal aguijón, sepultarás
la esperanza en la misma tumba que recibe nuestros cuerpos, consignarás
a todos los que han muerto antes que nosotros al sueño eterno o
calamidad infinita, y nos dejarás sin esperar nada a nuestra muerte,
sino suerte similar a la de ellos. En una palabra, destruye este
volumen, y nos despojarás al instante de todo lo que impide que la
existencia se convierta en el peor de todos los azotes apagarás el sol,
secarás el océano y harás desaparecer la atmósfera del mundo moral, y
degradarás al hombre a un nivel desde el cual quizá mire con envidia a
los brutos que perecen.
BOSQUEJO
I.          HAY NECESIDAD DE LAS ESCRITURAS
Tal revelación debe desearse.
Tal revelación debe esperarse.
Tal revelación sería expresada en forma escrita.
II.        LA INSPIRACIÓN DE LAS ESCRITURAS
Divina y no meramente humana.
Única y no común.
Viva y no mecánica.
Completa y no meramente parcial.
Verbal y no meramente conceptual.
III.       LA VERIFICACIÓN DE LAS ESCRITURAS
Afirma ser inspirada.
Tienen toda la apariencia de inspiradas.
Uno siente que son inspiradas.
Demuestran ser inspiradas.
I.         HAY NECESIDAD DE LAS ESCRITURAS
            "¿Qué cosa es la verdad?" Preguntó Pilato, y por su tono
sugirió que la búsqueda de la verdad era vana, sin esperanza. Si no
existiera una guía autorizada para llegar al conocimiento de Dios, el
hombre y el mundo, luego Pilato tenía razón.
            Pero no se necesita caminar a tientas sumido en la duda y el
escepticismo, puesto que hay un Libro, las "Sagradas Escrituras, las
cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la
fe en Cristo Jesús." 2Timoteo 3:15.
1.         Tal revelación debe ser deseada.
            El Dios que creó el universo debe ser un Dios sabio, y un
Dios sabio ciertamente tendrá un propósito determinado para sus
criaturas. El descuidar este propósito sería necedad, y el desafiarlo
pecado. Mas, ¿cómo se puede conocer a ciencia cierta el propósito
divino? La historia nos demuestra que el mundo arriba a diferentes
conclusiones, y hay muchas personas que jamás arriban a ninguna. La
experiencia nos demuestra que el problema no se puede solucionar
solamente por el estudio. Algunos carecen del tiempo necesario; otros,
aunque quisieran estudiar, no tienen capacidad para ello, y aunque
tuvieran éxito, arribarían a sus conclusiones con lentitud, y con dudas.
Los sabios quizá propugnen sistemas filosóficos para llegar a la
verdad, pero ningún sistema, por completo que sea, jamás podrá descubrir
la verdad. "El mundo por medio de su sabiduría (filosofía) no conocía a
Dios," nos dice la Versión Moderna. Las verdades que le dicen al hombre
cómo pasar de la tierra al cielo, deben de ser enviadas del cielo a la
tierra. En otras palabras, el hombre necesita una revelación.
2.         Tal revelación debe esperarse.
            En la naturaleza, tenemos una revelación de Dios que puede
ser comprendida por la razón. Pero cuando el hombre está aherrojado por
el pecado, y su alma se halla agobiada, tanto la naturaleza como la
razón son impotentes para proporcionar luz y alivio. Oigamos a hombres
que hicieron culto de la razón. Dijo Manuel Kant, uno de los egregios
pensadores de todos los tiempos: "Haces bien en fundamentar tu paz y
piedad en los evangelios, pues solo en los evangelios se halla la fuente
de verdades espirituales después que la razón ha llegado al límite de
su investigación, en vano." Otro filósofo capacitado, Jorge Guillermo
Federico Hegel, no quiso otro libro en su lecho de muerte que la Biblia.
Dijo que si pudiera prolongar la vida, se dedicaría al estudio de ese
Libro, pues en el había hallado lo que la razón no podía descubrir.
            Si, como creemos, hay un Dios bueno, es razonable esperar
que se revelara personalmente a sus criaturas. El Rvdo. David S. Clarke
dijo lo siguiente:
            No podemos imaginarnos que un padre se oculte para
siempre de su hijo, que nunca se comunique con él. Tampoco podemos
imaginar que un Dios bueno oculte de las criaturas creadas a su imagen.
la Apelación de su ser y de su voluntad. Dios ha hecho al hombre capaz
de y deseoso de conocer la realidad de las cosas, ¿y acaso ocultará una
revelación capaz de satisfacer ese deseo? Según la antiquísima mitología
egipcia, la legendaria Esfinge tebana proponía enigmas a los que
pasaban, y los Mt.aba si no los descubrían. Sin duda alguna un Dios
amoroso y sabio no dejará que el hombre perezca por falta de
conocimientos, desconcertado ante el enigma del universo.
            Por su parte el Dr. Hoges afirma:
La inteliGn.cia de Dios despierta en nosotros la esperanza de que él
ha adaptado los medios al fin, y que coronará la naturaleza religiosa
con una religión sobrenatural. La benevolencia de Dios despierta la
esperanza en nosotros de que sacará a sus criaturas de su doloroso
azoramiento y conjurará el peligro que las acecha. La justicia de Dios
despierta en nosotros la esperanza de que hablará a la conciencia con
tono claro y de autoridad.
3.         Tal Apelación sería expresada en forma escrita.
            Es razonable pensar que Dios expresara en un libro su
mensaje al hombre. El Dr. Keyser dice lo siguiente: "Los libros
constituyen el mejor método de preservar la verdad íntegra, y
transmitirla de Generación en Generación. Ni la memoria ni la tradición
son dignas de confianza. Por lo tanto, Dios procedió con la mayor
sabiduría y también en forma normal al proporcionar al hombre la
Apelación divina en forma de libro. De ninguna otra manera, hasta donde
nos es posible ver, podría él haber impartido a la humanidad un nivel
infalible que hubiera estado disponible para toda la humanidad, y que
continuaría a través de las edades, y del cual el hombre podía obtener
el mismo nivel o patrón de fe y conducta."
            Es razonable esperar asimismo que Dios inspiraría a sus
siervos para registrar las verdades que no podrían haber sido
descubiertas por la razón del hombre. Y finalmente, es razonable creer
que Dios ha preservado en forma providencial los manuscritos de las
Sagradas Escrituras, y ha inspirado a la iglesia para incluir en el
canon solo aquellos libros que tuvieron su origen en la inspiración
divina.
II.        LA INSPIRACIÓN DE LAS ESCRITURAS
            El que una religión sin escrituras inspiradas podría ser
divina es una posibilidad concebible. Sobre el particular dice el
profesor Francisco L. Patton:
            Si sobre la base de simples pruebas históricas se puede
establecer que Jesús hizo milagros, habló profecías y proclamó su
divinidad; si se puede demostrar que fue crucificado para redimir a los
pecadores, que resucitó e hizo depender el destino del hombre de su
aceptación de él como Salvador, luego fueren los anales históricos
inspirados o no, ¡ay de aquél que descuida una salvación tan grande!
            No necesitamos, sin embargo, discutir con mas amplitud esta
posibilidad, pues no se nos ha dejado en dudas con respecto al asunto.
"Toda Escritura es inspirada divinamente," (Dios le imparte su hálito)
declara el Apóstol Pablo. 2Timoteo 3:16. Por su parte el Apóstol Pedro
afirma: "Pues ninguna profecía fue dada por un Hecho de voluntad humana,
sino que hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de
Dios." 2Pedro 1:21.
            El diccionario de Webster define a la inspiración de la
siguiente manera: "Es la influencia sobrenatural del Espíritu de Dios
ejercida sobre la mente del hombre, influencia que capacitó a los
profetas, Apóstoles y escritores sagrados para exponer la verdad divina
sin mezcla de error." Por su parte, el diccionario Espasa-Calpe dice:
"Intimación que Dios hace al escritor sagrado para que éste escriba
acerca de una determinada Materia junto con su asistencia especial para
que no yerre en su exposición."
            De acuerdo a lo expuesto por el Dr. Gaussen, inspiración es
"el poder inexplicable que el Espíritu divino ejerce en los autores de
las Escrituras, para guiarlas aún en el empleo de los vocablos que deben
usar, y preservarlas de todo error u omisión."
            "La inspiración, según la definición formulada por el
Apóstol Pablo en este pasaje (2Ti_3:16) es un soplo recio, consciente,
de Dios en el hombre, capacitando a éste para expresar la verdad," nos
dice el Dr. Guillermo Evans. "Es Dios que habla por medio del hombre, y
por lo tanto, el Antiguo Testamento es la Palabra de Dios tanto como si
Dios mismo hubiera pronunciado cada una de las palabras. Las Escrituras
son el resultado del influjo o hálito divino, así como la respiración
acompaña en el hombre la pronunciación de palabras. La declaración de
Pedro "se puede decir que indica que el Espíritu Santo se encontraba
presente en forma especial y milagrosa con los escritores de las
Sagradas Escrituras y en ellos, Apelándoles las verdades que no habían
conocido antes, y guiándolos igualmente en el registro de estas
verdades, y en todo acontecimiento que habían visto y oído, de manera
que eran testigos capacitados para presentarlos con suficiente exactitud
a otros."
            Uno llegaría a la conclusión por la lectura de los diversos
credos de la cristiandad, que el cristianismo es un asunto más bien
complicado, erizado de enigmas teológicos y cargado de definiciones
abstrusas. No es ese el caso. Las doctrinas del Nuevo Testamento, tal
como fueron expuestas originalmente, son simples y se pueden definir con
sencillez. Empero con el transcurso de los años, la iglesia se vio
confrontada con puntos de vista erróneos y defectuosos con respecto a
doctrinas y se vio obligada entonces a cercarlas y protegerlas con
definiciones. De este proceso de definición exacto y detallado surgieron
los credos. Las declaraciones doctrinales desempeñaron un papel
importante y a la vez necesario en la vida de la iglesia, y se
convirtieron en obstáculos solo cuando la fe viva fue reemplazada por el
mero asentimiento a dichas declaraciones.
            La doctrina de la inspiración, según se enuncia en la
Palabra, es muy sencilla, empero la presentación de puntos de vista
erróneos y defectuosos hizo necesario "proteger" la doctrina mediante
definiciones amplias, detalladas. En oposición a ciertas teorías, es
necesario sostener que la inspiración de las Sagradas Escrituras es:
1.         Divina y no meramente humana.
            Los modernistas comparan la inspiración de los escritores
sagrados con esa clarividencia espiritual y sabiduría que desplegaron
hombres como Platón, Sócrates, Browning, Shakespeare, Cervantes y otros
Gn.ios de la literatura, la filosofía y la religión. Se considera así la
inspiración algo puramente natural. Esta teoría despoja al vocablo
inspiración de todo su significado, no es consecuente con el carácter
único y sobrenatural de la Biblia.
2.         Única y no común.
            Algunos confunden la inspiración con la iluminación. La
iluminación es la influencia ejercida por el Espíritu Santo, la cual es
común a todos los creyentes, y les facilita comprender las verdades
divinas. 1Corintios 2:4; Mateo 16:17. Afirman que tal iluminación es una
explicación adecuada del oriGn. de la Biblia. Existe una facultad en el
hombre, según se enseña, por la cual el hombre puede conocer a Dios,
algo así como un ojo del alma. En circunstancias que los hombres
piadosos de antaño meditaban en Dios, el Espíritu Divino vivificaba sus
facultades, permitiéndoles el acceso a los misterios divinos.
            Tal iluminación ha sido prometida a los creyentes y ha sido
experimentada por ellos. Pero no es lo mismo que la inspiración. Se nos
dice (1Pedro 1:10-12) que a veces los profetas recibieron verdades por
inspiración, y al mismo tiempo les fue denegada la iluminación para
comprender esas verdades. El Espíritu Santo inspiró sus palabras, pero
no creyó oportuno proporcionar el significado de esas palabras. Se nos
dice que Caifás fue el instrumento de un mensaje inspirado (aunque no
tuvo conciencia de ello) cuando aún no pensaba de Dios. En ese momento
era inspirado pero no iluminado. Juan 11:49-52.
            Nótense dos diferencias específicas entre la iluminación y
la inspiración. (1) Con respecto a duración, la iluminación es
permanente, o puede serlo. "Mas la senda de los justos es como la luz de
la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto." La unción
que el creyente ha recibido del Santo permanece en él, nos dice Juan.
1Juan 2:20-27. Por otra parte, la inspiración era intermitente, pues en
efecto el profeta no podía profetizar a voluntad, sino que estaba sujeto
a la voluntad del Espíritu. "Pues ninguna profecía fue dada  por un
Hecho de voluntad humana," dijo el Apóstol Pedro, " sino que hombres
inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios.  2Pedro
1:21. Lo repentino de la inspiración profética está insinuado en la
expresión común que dice: "Vino la palabra del Señor." Se establece una
distinción clara entre los profetas verdaderos que hablaron sólo cuando
vino la palabra del Señor, y los falsos que hablaron según propia
invención. Jeremías 14:14; Jeremías 23:11; Jeremías 23:16; Ezequiel
13:2-3. (2) La iluminación admite grados, la inspiración no. La Gente
disfruta de distintos grados de iluminación, pues algunos poseen mayor
penetración que otros. Mas en el caso de la inspiración, en el sentido
bíblico, una persona es ya sea inspirada o no lo es.
3.         Viva y no mecánica.
            La inspiración no significa dictado, ni que los escritores
adoptaban una actitud pasiva y su mente no tomaba parte alguna en la
escritura del Material, aunque es cierto que algunas porciones de las
Escrituras fueron dictadas, como por ejemplo los Diez Mandamientos y el
Padrenuestro. La misma palabra inspiración excluye mera acción mecánica,
y la acción mecánica excluye la inspiración. Por ejemplo, un empresario
no inspira a su secretaria cuando le dicta una carta. Dios no habló por
medio del hombre como hablaría por medio de un megáfono. Su Espíritu
Divino usó las facultades del hombre, produciendo así un mensaje
perfectamente divino que no obstante ostenta características de la
personalidad del escritor. Es la Palabra del Señor, mas en cierto
sentido, la de Moisés, o Isaías, o Pablo. "Dios no ha hecho nada sin el
hombre; el hombre no ha hecho nada sin Dios. Es Dios quien habla en el
hombre, Dios que habla por medio del hombre, Dios que habla como hombre,
Dios que habla a favor del hombre."
            El hecho de la cooperación divina y humana en la producción
de un mensaje inspirado, es de sí evidente; empero el "como" del asunto
escapa a nuestra observación. La interacción o influencia recíproca aún
entre la mente y el cuerpo es un misterio para el sabio más egregio.
¡Cuánto más cuando se trata de la interacción del Espíritu de Dios y el
espíritu del hombre!
4.         Completa y no meramente parcial.
            De acuerdo a la teoría de la inspiración parcial, los
escritores fueron preservados del error en asuntos necesarios para la
salvación, pero no en asuntos como historia, ciencia, cronología y
otros. Por lo tanto, de acuerdo a esta teoría, sería mas correcto decir
que "la Biblia contiene la Palabra de Dios, más bien que afirmar que es la Palabra de Dios."
            Esta teoría nos sume en la ciénaga de la incertidumbre, pues
¿quién puede juzgar de manera inerrable lo que es esencial para la
salvación y lo que no es?
            ¿En dónde se encuentra la autoridad infalible para decidir
con respecto a qué parte es la Palabra de Dios, y qué parte no es? Y si
la historia de la Biblia es falsa, luego la doctrina no puede ser
verdadera, pues la doctrina bíblica se fundamenta en la historia
bíblica. Finalmente, las Sagradas Escrituras mismas reclaman para sí
inspiración completa, plena. Cristo y sus Apóstoles Aplican el término
"palabra de Dios" a todo el Antiguo Testamento.
5.         Verbal, y no meramente conceptual.
            De acuerdo a otro punto de vista, Dios inspiró los pensamientos pero no las palabras de los escritores. Dicho de otra manera, Dios inspiró a los hombres, y los dejó librados a su propio criterio en la selección de vocablos y frases. Empero el énfasis bíblico no recae sobre hombres inspirados, sino sobre palabras inspiradas.
"Dios, habiendo hablado... en otros tiempos a los padres por los
profetas."Hebreos 1:1. "sino los santos hombres de Dios hablaron siendo
inspirados del Espíritu Santo." 2Pedro 1:21. Además, es difícil separar
palabra y pensamiento, puesto que el pensamiento es palabra interna ("y
no penséis decir dentro de vosotros"; "dice el necio en su corazón,")
mientras que una palabra es un pensamiento expresado. Pensamientos
divinamente inspirados serían naturalmente expresados mediante palabras
divinamente inspiradas. Pablo nos habla de "palabras... que enseña el
Espíritu Santo." 1Corintios 2:13. Versión Moderna. Finalmente, se citan
palabras particulares como fundamento de doctrinas de peso. Juan 10:35;
Mateo 22:42-45; Gálatas 3:16; Hebreos 12:26-27.
            Se debe distinguir entre Apelación e inspiración. Por
Apelación nos referimos a  ese Hecho de Dios por medio del cual Ap.ela
lo que el hombre no podía hallar por sí mismo; por inspiración queremos
decir que el escritor es preservado del error al escribir esa Apelación. Por ejemplo, los Diez Mandamientos fueron Apelados y Moisés recibió inspiración para registrarlos en el Pentateuco.
            La inspiración no siempre implica Apelación. Moisés fue
inspirado a registrar los acontecimientos que él mismo había presenciado
y que por lo tanto se encontraban dentro de la esfera de sus propios
conocimientos.
            Se debe distinguir entre palabras no inspiradas y registro inspirado
de ella. Por ejemplo, muchos dichos de Satanás figuran o están
registrados en las Escrituras, y sabemos que el diablo no fue inspirado
de Dios cuando pronunció. Empero el registro de esas expresiones satánicas es inspirado.
III.      LA VERIFICACION DE LAS ESCRITURAS
1.         Afirman ser inspiradas
            El Antiguo Testamento reclama para si el haber sido escrito
por inspiración especial de Dios. El vocablo o frase "y dijo Dios" o su
equivalente se emplea más de 2.600 veces. La historia, la ley, los
salmos, y las profecías, se afirma que todo fue escrito por hombres bajo
la inspiración especial de Dios. Vea por ejemplo: Éxodo 24:4; Éxodo
34:28; Josué 3:9; 2Reyes 17:13; Isaías 34:16; Isaías 59:21; Zacarías
7:12; Salmos_78:1; Proverbios 6:23. Cristo mismo endosó el Antiguo
Testamento, lo citó y vivió en armonía con sus enseñanzas. Endosó su
verdad y autoridad (Mt 5:18; Juan 10:35; Lucas 18:31-33; Lucas 24:25; Lucas 24:44; Mt 23:1-2Mt 26:54)
y así también lo hicieron los Apóstoles. Lucas 3:4; Romanos 3:2;
2Timoteo 3:16; Hebreos 1:1; 2Pedro 1:21; 2Pedro 3:2; Hechos 1:16; Hechos
3:18; 1Corintios 2:9-16.
            ¿Reclama para sí el Nuevo Testamento una inspiración
similar? En particular, la inspiración de los evangelios está
garantizada por la promesa de Cristo de que el Espíritu Santo traería a
la memoria de los Apóstoles todas las cosas que les había enseñado, y
que el mismo Espíritu los guiaría a toda verdad. En todas partes el
Nuevo Testamento, declarando con autoridad la abrogación de las antiguas
leyes. Por lo tanto, si el Antiguo Testamento es inspirado, también lo
es el Nuevo. Pedro parece colocar los escritos de Pablo a un mismo nivel
con aquellos del Antiguo Testamento (2Pedro 3:15-16), y tanto Pablo
como los demás Apóstoles afirman hablar con autoridad divina. 1Corintios
2:13; 1Corintios 14:31; 1Tesalonicenses 2:13; 1Tesalonicenses 4:2;
2Pedro 3:2; 1Juan 1:5; Apocalipsis 1:1.
2.         Tienen toda la Apariencia de inspiradas
            Las Sagradas Escrituras afirman ser inspiradas, y un examen
de ellas Ap.ela el hecho de que su carácter sustenta o Ap.oya esa
afirmación. La Biblia se presenta ante el tribunal, por así decirlo, con
un buen testimonio. Con respecto a sus autores, la Biblia fue escrita
por hombre cuya honestidad e integridad no puede ser puesta en tela de
juicio. Con respecto a su contenido, encierra la Apelación más sublime
de Dios que conoce el mundo; en lo que respecta a influencia, ha
proporcionado luz salvadora a naciones e individuos, y posee un poder
infalible de conducir hombres a Dios, y transformar su carácter; en lo
referente a autoridad, llena los requisitos de corte final de
Apelaciones en religión, de manera que los cultos falsos hallan
necesario citar sus palabras con el objeto de hacer impresión en el
público.
            Para ser específicos, notemos: (1) Su exactitud. En efecto,
se observa en la Biblia una ausencia total de absurdos que Aparecen en
otros libros sagrados. No leemos en ella, por ejemplo, que la tierra
naciera de un huevo que necesitó varios años para incubar, que la tierra
descansa sobre la caparazón de una tortuga, que está rodeada de siete
Mr.es de agua salada, jugo de caña de azúcar, licores espiritosos,
manteca pura, leche agria y otras substancias. El Dr. D. S. Clarke
escribe al respecto lo siguiente: "Existe una diferencia insondable para
el hombre entre la Biblia y cualquier otro libro. La diferencia reside
en el origen.." (2) Su unidad. La Biblia consiste en sesenta y seis
libros, escritos por unos cuarenta autores diferentes, durante un
período de 1600 años, y abarca una variedad de asuntos, no obstante lo
cual mantiene una unidad de tema y de propósito que se puede explicar
solamente si se admite que fue dirigida por una mente rectora o
superintendente. (3) ¿Cuántos libros hay que justifican aún dos
lecturas? Empero la Biblia se puede leer centenares de veces sin que se
logre sondear sus profundidades, o sin que pierda el interés para sus
lectores. (4) Su extraordinaria circulación, habiendo sido traducida a
centenares de idiomas, y leída en la mayor parte de los países del mundo
(5) Su actualidad. Es uno de los libros mas antiguos, y sin embargo,
mas moderno. El alma del hombre dejará de necesitarla. El pan es uno de
los alimentos mas antiguos, y sin embargo mas moderno. Mientras el
hombre sienta hambre, querrá pan para su cuerpo; y mientras el hombre
anhele a Dios y aquello que es eterno, querrá la Biblia. (6) Su
extraordinaria preservación frente a la persecución y la oposición de la
ciencia. "El Martillo se Rompe, pero el yunque sigue en pie." (7) Sus
muchas profecías cumplidas.
3.         Uno siente que son inspiradas
            "¿Pero usted no cree en ese libro, no es cierto? Dijo cierto
profesor de un colegio de Nueva York a una señora cristiana que había
estado asistiendo a clase bíblica. "Claro que sí," respondió la señora,
"sucede que conozco personalmente al Autor." Había expresado una de las
razones más poderosas para creer que la Biblia es la Palabra de Dios, es
decir, el llamado  nuestro fuero interno, puesto que la Biblia nos
habla en un tono que nos hace sentir que procede de Dios.
            La iglesia Rm.ana afirma que el origen divino de las
Escrituras depende en el análisis final de las cosas, del testimonio de
la iglesia, la cual se considera a si misma guía infalible en todo
asunto de fe y práctica. "¡Cómo si la verdad eterna e inviolable de Dios
dependiera del criterio u opinión del hombre!" Declaró Juan Calvino, el
gran reformador. Dijo además:
                                               Se afirma que la
iglesia decide qué Apariencia se le debe a las Escrituras, y qué libros
deben incluirse en el canon sagrado... La pregunta de "¿cómo podemos
saber que proceden de Dios, si ello no se nos asegura por medio de la
iglesia?" es tan necia como la pregunta: "¿Cómo podemos distinguir la
luz de la oscuridad, lo blanco de lo negro, lo amargo de lo dulce?"
            El testimonio del Espíritu Santo es superior a todo
argumento. Dios en su palabra es el único testimonio adecuado con
respecto a sí mismo: y de igual manera su Palabra no podrá ser creída
verdaderamente por el hombre hasta que no haya sido sellada por el
testimonio del Espíritu. El mismo Espíritu que habló por los profetas
debe entrar en nuestro corazón para convencernos que comunicaron
fielmente el mensaje que él les dio. Isaías 59:21.
            Que éste sea entonces un asunto fijo, establecido: que
aquellos que han creído interiormente enseñados por el Espíritu Santo
confían firmemente en las Escrituras; y que las Escrituras son su propia
evidencia y no se las debe sujetar legalmente a pruebas y argumentos,
sino que obtienen, por el testimonio del Espíritu, esa confianza que
merecen.
            Puesto que éste es el caso, ¿por qué aducir evidencia
externa con respecto a la exactitud de las Escrituras y al hecho de que
son dignas de toda confianza? Hacemos esto primero, no con el objeto de creer que son la verdad, sino porque percibimos que son la
verdad. En segundo lugar, es natural e inspirador ser capaz de señalar
la evidencia o prueba exterior de lo que uno interiormente cree;
finalmente, estas pruebas suministran medios concretos, por así decirlo,
por los cuales podemos expresar la convicción de nuestro corazón
mediante palabras, y de esa manera estar "siempre preparados para
responder con mansedumbre y reverencia a cada uno que os demande razón
de la esperanza que hay en vosotros." 1Pedro 3:15.
4.         Demuestran ser inspiradas
            El Dr. EuGn.io Stock dijo en cierta oportunidad lo siguiente:
            Cuando era niño, leí una historia que me demostró las
formas diferentes por las cuales podemos estar seguros que esta gran
biblioteca de Libros Sagrados que denominamos la Biblia es realmente la
Palabra de Dios, su Ap.elación a la humanidad. El autor de la historia
había estado explicando tres clases diferentes de evidencia: la
histórica, la interna y la experimental. Luego narró que en cierta
oportunidad envió a un joven a la farmacia a comprar fósforo, el cual es
un elemento químico. El joven trajo un paquete pequeño. ¿Era fósforo?
El joven informó que fue a la farmacia y pidió fósforo, y que el
farmacéutico fue a un estante, saco algo de un frasco, lo envolvió y se
lo dio, y que él lo había traído directamente. Esa era la evidencia o
prueba histórica de que el paquete contenía fósforo. Luego el caballero
abrió el paquete. La sustancia en el olía a fósforo y se parecía al
fósforo. Esa era la evidencia interna. Luego le acercó un fósforo
encendido, y el contenido del paquete ardió. Esa era la evidencia
experimental.
            La defensa intelectual de la Biblia tiene su sitio, pero,
después de todo, el mejor argumento es el práctico. La Biblia ha
influenciado civilizaciones, ha transformado vidas, ha traído luz,
inspiración y consuelo a millones de seres. Y su labor o trabajo
continúa.
Myer Perlman: Teología Bíblica y Sistemática
Editado By, Pascual Juarez







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