Tuvo lugar principalmente en Alemania,4 norte y este de Francia,5 norte de Italia, Bohemia y Moravia, Austria, Hungría, Polonia, Ucrania, Rusia y los Países Bálticos.6
En la esfera del arte judío, el arte asquenazí presenta puntos de convergencia con el arte sefardí,
dado que ambos desarrollaron singulares tipologías sinagogales y
objetos provistos de características estéticas que a menudo trascienden
las meras funciones rituales o litúrgicas del judaísmo. Con todo, las
manifestaciones artísticas en cuestión presentan ciertas peculiaridades
propias de cada grupo y responden a la tradición, el rito y la liturgia
de cada uno de ellos. La caligrafía hebrea sefardí, por ejemplo, posee
caracteres redondeados que son bien distintos a aquellos que tienden a
ser casi cuadrados en el arte asquenazí; y mientras que los motivos
islámicos e hispanos no son ajenos al arte sefardí, el arte asquenazí
presenta otros que provienen de las culturas germánicas y eslavas.
En el arte asquenazí, la mayoría de las piezas que responden a este
principio datan del período comprendido entre el siglo XI y el siglo
XVIII.7 Aunque a menudo confinado al gueto,
el arte asquenazí presenta una asombrosa cantidad de afinidades
estilísticas con aquellas que tipifican el arte románico, gótico,
renacentista, barroco, rococó y demás desarrollados en el continente
europeo.8
Con la emancipación de los judíos a partir del siglo XIX, el arte refleja los efectos de la Haskalá,9
la progresiva integración de los judíos en las sociedades europeas y
las tensiones que emanan del conflicto entre tradición y modernización
en un contexto europeo en plena transformación y que de rural en buena
parte tendió a volverse cada vez más industrializado.10 Los grandes cambios socio-políticos del siglo XIX también se hicieron sentir en el arte askenazí.11
Ya a partir del siglo XIX, más especialmente durante el siglo XX, el
aspecto colectivo dará cada vez más lugar a la personalidad propia de
cada artista.12
Índice
Características y desarrollo
figurativos, aunque en determinados casos presenta influencias del arte
cristiano, e incorpora debido a ello algunos motivos figurativos o
adapta los estilos del arte europeo a sus propias necesidades.
Los manuscritos miniados askenazíes presentan escrituras con
tipografías hebreas cuadradas e interesantes trabajos en micrografía.14 También existen manuscritos miniados renacentistas, como la Hagadá de Pésaj de Joel ben Simon, Arba’a Turim de Jacob ben Asher, y la Miscelánea Rothschild.15
Entre las sinagogas asquenazíes medievales se destacan aquellas de Erfurt, Worms, Ratisbona y Praga.16
Numerosas sinagogas de Europa Oriental fueron construidas en madera y
entre ellas notables fueron la Sinagoga Jodorov en Ucrania y la Sinagoga
Volpa en Polonia durante los siglos XVII y XVIII.17 Como resultado del Iluminismo y la Haskalá,
la emancipación de los judíos europeos conllevó la edificación de
numerosas sinagogas decimonónicas, siendo representativos de ello el
Primer Templo Reformista de Hamburgo, la Sinagoga de Épernay, la Nueva
Sinagoga de Berlín, la Gran Sinagoga de Varsovia y la Gran Sinagoga de
Budapest.18
Aunque existieron artistas askenazíes que produjeron objetos de arte ritual entre los siglos XI y XVIII,19
su entrada en el campo de las artes visuales propiamente dichas tuvo
lugar e incluso considerable influencia desde el siglo XIX en adelante.20 Entre los artistas asquenazíes más importantes figuran Moritz Daniel Oppenheim, Maurycy Gottlieb, William Rothenstein, Leopold Pilichowski, Max Liebermann, Ephraim Moses Lilien, Isidor Kaufmann y Mauricy Minkowski; en el siglo XX se destacan Marc Chagall,
Chaim Soutine, Isaachar Ryback, Otto Freundlich, El Lissitzky, Dora
Maar, Man Ray, Meret Oppenheim, Jacques Lipchitz y Jacob Epstein.21
Las crisis socio-políticas europeas y el antisemitismo alteraron el
curso de la historia del arte asquenazí. De ellos resultaron enormes
olas emigratorias dirigidas principalmente hacia el continente americano
entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX.22 Otro factor decisivo fue el Holocausto.23
En lo que respecta a la influencia del Holocausto en las artes
visuales, particularmente significativas son las expresiones de Elsa
Pollak, Samuel Bak y Mauricio Lasansky.24
Durante y luego de la Segunda Guerra Mundial importante fue la contribución gráfica de Arthur Szyk, artista e ilustrador sionista que realizó trabajos tales para la Hagadá de Pésaj y el Libro de Esther, así como también una memorable estampa conmemorando el Levantamiento del Gueto de Varsovia y algunos diseños gráficos para estampillas del entonces recientemente creado Estado de Israel.25
Arquitectura sinagogal
Idem. Pequeño vitral, visto desde interior. Inspirado en el Mapa de Jerusalén como centro de convergencia entre Asia, África y Europa, por Heinrich Bünting, 1581
Manuscritos hebreos miniados medievales y renacentistas
El arte asquenazí en medida considerable ha sido fiel reflejo del persistente aniconismo que caracteriza al arte judío en general. No obstante existen excepciones. Una de ellas es la Hagadá de los Pajaritos,manuscrito donde las figuras de los hebreos presentan cabezas de ave;
ello es interpretado tanto como un gesto piadoso por parte del comitente
de dicho manuscrito o ya como una concesión ante la aversión y censura
rabínica ante la representación de la figura humana.31
Tres autoridades rabínicas son señaladas como responsables de este
tipo de proceder en lo que al arte asquenazí respecta: Judá el Piadoso
(1140-1217), fundador del jasidismo asquenazí, quien prohibía
estrictamente el desarrollo de imágenes figurativas; Meir de Rothenberg
(1215 – 1293) desaprobaba la representación de imágenes en los textos
por considerarlas un factor de distracción en el estudio de los mismos;
Efraín de Ratisbona (1133–1200) prohibió la representación del rostro
humano pero a su vez permitió la representación de animales y aves.32
Solo las figuras de los hebreos presentan cabezas de ave en la Hagadá de los Pajaritos, mas ellas no son interpretadas en términos negativos, sino como verdaderas "celebraciones de la identidad judía".33
Dado que las figuras de la Hagadá de los Pajaritos
en muchos casos no presentan meramente cabezas de ave sino además
orejas de mamífero, Mark Epstein las asocia con la heroica figura del
grifo, animal fabuloso y simbólico de la idea de redención.34
Tal asociación no es causal, sino una configuración consonante con las
palabras formuladas por Kalónimo ben Judá de Mainz en el siglo XI a raíz
de las masacres de comunidades judías perpetuadas durante la primera
cruzada en 1096: "Para los nobles seres de la congregación de Maíz que
son más ágiles que las águilas y más fuertes que los leones".35 De esta última expresión Epstein deduce que las figuras que representan a los judíos en la Hagadá preservada en el Museo de Israel no son "pajaritos" sino grifos; de ahí que dicho autor se refiera a las mencionadas "celebraciones de la identidad judía".36
Contradiciendo la interpretación tradicional de Bezalel Narkiss, quien
sostenía que los sombreros portados por las figuras masculinas de la
Hagadá eran un distintivo discriminatorio
e impuesto a los judíos, Mark Epstein sostiene que sombreros amarillos
eran ya portados por los judíos asquenazíes antes de que el uso de los
mismos les haya sido impuesto por sus gobernantes no judíos hacia
mediado y fines del siglo XIV;37 según Epstein, los judíos usaban sombreros amarillos porque se sentían orgullosos de serlo.38
Es significativo que en la hasta ahora considerada Hagadá, en la escena
donde José recibe a sus hermanos en Egipto, el hijo preferido de Jacob, a diferencia de sus otros hermanos, no porta el sombrero amarillo, dado que se ha asimilado a los egipcios.39
El Majzor de Núremberg
es otro destacado manuscrito miniado asquenazí realizado en 1331. Se
trata de un manuscrito medieval que cubre el ciclo de vida judío por
completo y contiene el ciclo anual de plegarias asquenazíes, además de
otros tantos poemas litúrgicos y comentarios acerca de las plegarias.40
Singular es el caso de los manuscritos miniados hebreos de origen
italiano, donde características asquenazíes y sefardíes a menudo
coexisten. A este grupo pertenece un ejemplar renacentista del Mishné Torá (Maimónides) iluminado en el norte de Italia hacia 1457,41 así como otro titulado Miscelánea para eventos del ciclo de la vida, manuscrito también renacentista e iluminado probablemente en Ferrara en el último tercio del siglo XV.42
Edward Rothstein nota que mientras los manuscritos con textos
religiosos hebreos tienden por lo general a ser abstractos y
atemporales, su iluminación los tranforma, de modo tal que lo sagrado se
vuelve específico tanto en tiempo como en espacio: dado que incorpora
al texto religioso en la historia, e incluso, en la propia biografía, es
por medio de la iluminación que en el manuscrito miniado "lo sagrado se
vuelve personal".43
La tradición judía se siente poco a gusto ante cualquier tipo de
ilustración que pueda llegar a ser asociada con la idolatría o con la
representación de la Divinidad. Esta última, observa Rothstein,
permanece en el misterio, mientras que la humanidad es en sí un terreno
fértil para la especulación y la ilustración. Rothstein explica que en
el judaísmo no son los textos religiosos tradicionales los que se
ilustran, sino aquellos textos que narran los episodios épicos del
pueblo hebreo: la Hagadá de Pésaj y la Meguilá de Ester
en particular son ilustradas con gran entusiasmo y es específicamente
en ellas donde los artistas despliegan sus conocimientos e imaginación
en materia de conciencia histórica y de experiencia personal.44
Aleluya, con el Salmo 149, coro a capella y director foliado, manuscrito italo-francés, siglo XIII (Beth Hatefutsoth).45
Sumo Sacerdote de Israel con los implementos del Templo de Jerusalén, entre los que destaca la menorá. Pentateuco de Ratisbona, Bavaria, 1300.48
Judío alemán portando el anillo amarillo. Libro de oraciones para Pésaj, manuscrito hebreo, c. 1460-1476.51
Judaica y tradición
Estrella de David. Reja de hierro con el escudo de armas de la Comunidad Judía de Praga, Sinagoga Maisel, Praga
Tradicional Judenstern de las comunidades judeo-alemanas.53
La lámpara de aceite aquí ilustrada es de plata y fue realizada por
Johann Valentin Schüler en Fráncfort del Meno hacia 1680. The Jewish
Museum, Nueva York.
Johann Adam Boller, Januquiá, Alemania, 1706. Empleada especialmente durante la Fiesta de las Luminarias.
Haskalá y modernidad
Maurycy Gottlieb, Recha dándole la bienvenida a su padre Nathan, 1867-1877, Museo Nacional de Polonia, Varsovia
Ephraim Moses Lilien, La reina del Shabat (La fe hebraica), ilustración para Judá, libro de poesías sobre temas bíblicos escrito por su amigo cristiano y pro-sionista Börries von Münchhausen, Berlín, 1900-1.61
Lilien, Estampilla para el Keren Kayemet (Fondo Nacional Judío), Viena, 1901-2. Su configuración simbólica presenta una estrella de David que contiene la palabra Sion en caracteres hebreos.
Vanguardismo en arquitectura
Erich Mendelsohn, Torre Einstein (observatorio astronómico), Instituto de Astrofísica de Potsdam, 1917-1921
Kahn, Proyecto para la Sinagoga Hurva, Jerusalén, fase 1, 1968. Perspectiva mostrando interacción entre pilones y pilares
Daniel Libeskind, Museo Judío de Berlín, 1997-1999. El edificio presenta una marca que forma la letrea hebrea shin (ש), inicial del nombre del Todopoderoso (hebreo—Shadái).
Peter Eisenman, Monumento a los judíos europeos asesinados en el Holocausto (1938-1945),66 Berlín, 2003-2005
Referencias
Rabbi Judah Loew creando el Golem, que lleva escrita sobre su frente la palabra hebrea Guelem (גלם—que sugiere la noción de "materia prima"). Ilustración de Mikoláš Aleš, 1899.
El Golem: cómo vino al mundo (Der Golem, wie er in die Welt kam, 1915), afiche de la película de Paul Wegener, 1920.
- En alemán, Denkmal für die ermordeten Juden Europas.
Véase también
- Arte judío
- Sinagoga
- Menorá
- Estrella de David
- Julius Jacob
- Historia de los judíos
- Museo de la Diáspora Judía
- Arte sefardí
- Artes visuales en Israel
Bibliografía
- Comay, Joan. The Diaspora Story: The Epic of the Jewish People among the Nations (1981), Tel Aviv y Bnei-Brak: Steimatzky, repr. 1994.
- Fischer, Yona. I capolabori del Museo di Israele, Florencia y Jerusalén, 1985.
- Gutmann, Joseph. Hebrew Manuscript Painting, Londres: Chatto y Windus, 1979
- Kedourie, Elie, ed. Le monde du judaïsme, Londres y París: Thames & Hudson, 2003.
- Maisels, Ziva Amishai. Depiction and Interpretation: The Influence of the Holocaust on the Visual Arts, Oxford y Nueva York: Pergamon Press, 1993.
- Roth, Cecil, ed. Jewish Art: An Illustrated History, Tel Aviv: Massadah Press, 1961.
- Voolen, Ernst van. 50 Jewish Artists, Múnich: Prestel, 2011.
- Zalmona, Yigal. The Israel Museum at 40 Masterworks of Beauty and Sanctity, Jerusalén: Museo de Israel, 2005.
Enlaces externos
- Ladenheim, Benito. Manuscritos hebreos ilustrados, Milim Cultural, 2007.
- David Wachtel, A Treasured Legacy: A Concise History of the Jewish People, Sotheby's, 3 de abril de 2013. Reseña de la historia y arte del pueblo judío desde la Antigüedad hasta la Modernidad. Comprende: Antigüedad, Medioevo, Renacimiento, Era Mercantilista, Iluminismo, Europa Oriental, Emancipación y Era de las Migraciones.
- La vida en el shtetl en los trabajos de Issachar Ryback y Magaril Mestechko
- Trabajadores judíos en América según la obra en ídish Bilder fun Idishn arbeter-lebn in Amerike (1935), ilustrada por N. Kozlovski
- Paul Halsall, Lista estructurada y detallada de recursos disponibles en Internet, Fordham University, Nueva York, 1998-2007.
(1981), Tel Aviv y Bnei-Brak: Steimatzky, repr. 1994, pp. 138-150. En
lo que respecta a la transilteración de la palabra hebrea "אשכנז", el
DRAE, recoge tanto asquenazí como askenazí para denominar todo aquello oriundo de Europa central y oriental; veáse también Diccionario panhispánico de dudas, 2005; y Wikipedia:Transliteración/Hebreo.
Tel Aviv: Massadah Press, 1961, cols. 539-718: "Jewish Artists of the
Age of Emancipation", "Jewish Impressionists", "The School of Paris", y
cols. 797-902: "The Jewish Artist in the Modern World" y "Jewish
Sculptors".
Boda judía, 1893. Tiene lugar en un shtetl de la Zona de Asentamiento; la pareja es precedida por una banda de músicos judíos que tocan klezmer.
cols. 285-290. Datando de 1735 y ejecutadas por Eliezer Sussmann, las
pinturas del cielorraso de la Sinagoga Horb en Fráncfort del Meno son
además exhibidas el Museo de Israel, en Jerusalén (Yigal Zalmona, Israel Museum, pp. 108-111).
« Celebra tus fiestas, Judá », 1950. El texto citado en hebreo proviene del Libro de Nahúm (Nahúm 1:15; nótese que en la Biblia hebrea este verso figura como Nahúm 2:1).
en Jerusalén, las figuras con cabeza de ave también bendicen el vino,
se lavan las manos antes de comer vegetales y recitan poemas litúrgicos
llamados en hebreo paytanim (Elie Kedourie, Le monde du judaïsme,
Londres y París: Thames & Hudson, 2003, pp. 117-118, 259). Para una
posible interpretación de la relación entre texto e imagen en este
manuscrito, véase Marc Michael Epstein, The Medieval Haggadah: Art, Narrative & Religious Imagination, New Haven and London: Yale University Press, 2011; y Richard McBee, "Bird’s Head Haggadah Revealed", The Jewish Press, 29 de marzo de 2012 (consultado 21 de noviembre de 2014).
pintura pertenece al siglo XIX, período en el que Oppenheim y otros
artistas hebreos, tales como Isidor Kaufmann, Maurycy Gottlieb, Isaac
Ilyich Levitan y Mark Antokolski, se incorporaban a la escena artística
europea (Jerusalén, Museo de Israel, Making an Entrance: Jewish Artists in 19th-Century Europe, 2014; consultado 31 de mayo de 2015).
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