martes, 18 de octubre de 2016

Emor

Emor



 


Libro Vaikra - Levítico
La Perashá de la Semana



Emor

¿Hay Lugar para Dios en Nuestros Corazones?

Profanación y
Santificación
El tema central en la porción semanal
de la Torá Emor, alcanza su punto culminante en el final
de la tercer parte de la porción:
 "No profanarás Mi nombre sagrado y
seré santificado en medio del pueblo de Israel, porque Yo soy
Di-s tu Di-s
."
En este versículo son enumerados dos
mandamientos separados y complementarios. El primero es un
mandamiento negativo que ordena no profanar el nombre de Di-s.
El segundo, positivo, nos ordena santificar Su nombre.
El espacio vacío negativo
La palabra hebrea usada en este
versículo para "profanar" es lejalel. Literalmente,
jalal
significa " una situación de vacío". Esto es, una
carencia en algún área de la existencia. La misma palabra es
usada para "cadáver", que carece de alma. La profanación del
nombre de Di-s surge cuando parece que Di-s se ausenta de una
realidad determinada. En un nivel más avanzado, Maimónides
explica que cuando un judío se comporta en una manera
aparentemente negativa ha profanado el nombre de Di-s, en
especial si este es alguien muy respetado. Con nuestro
entendimiento del significado de la palabra jalel, vemos
que cuando se comporta de esta manera, está proyectando que
Di-s  no está presente en la realidad.
Santificación: Tener Conciencia de
Di-s.
El mandamiento complementario de la
prohibición de profanar el nombre de Di-s es la directiva de
santificarlo. Como la profanación significa dar la impresión de
una aparente ausencia de Di-s, se entiende de esto que la
santificación del nombre de Di-s es traer la concienciación de
la existencia de Di-s a cada faceta de la realidad. La
palabra hebrea para "santificar" es lekadesh, cuyo
significado literal es "trascendente" o "separado". Cuando una
persona refleja los rasgos de su carácter rectificado y Divino
lo más intensamente posible en todos sus actos, trae la
trascendencia de Di-s a nuestra realidad inmanente. De esta
manera santifica el Nombre de Di-s.
La Revelación del Alma Divina de Israel
En definitiva, la directiva de
santificar el Nombre de Di-s es el más intenso de todos los
mandamientos de la Torá. De acuerdo a la ley judía, hay tres
mandamientos negativos que un judío no debe transgredir incluso
bajo amenaza de muerte: la prohibición de la idolatría, cometer
adulterio y cometer asesinato. Si un judío está siendo
coaccionado a transgredir cualquiera de estos mandamientos o si
está siendo coaccionado públicamente a transgredir cualquier
mandamiento (esto se aplica cuando hay un decreto externo
prohibiendo el cumplimiento de cualquier mandamiento) debe
elegir morir antes de transgredir.
Sin embargo, paradójicamente, el verbo
para "santidad" en nuestro versículo está escrito en forma
pasiva ("Seré santificado"). De los 248 mandamientos positivos,
todos los cuales son activos de alguna manera, sólo este aparece
en forma pasiva.
Cuando una persona se enfrenta a un
dilema moral que amenaza su vida y elije morir, está demostrando
la máxima intensidad del auto sacrificio. Simultáneamente, por
otra parte, está negando su ego. El lugar que su ego ocupa en su
corazón está vacío y abierto a la trascendencia de Di-s. Su
voluntad de morir revela que Di-s está plenamente presente en su
realidad. Esto explica la forma pasiva del verbo "santificar".
Cuando una persona niega completamente su ego, su corazón se
abre al flujo espontáneo y natural de la conciencia Divina.
Tanto en la vida como en la muerte, ha revelado que sólo existe
Di-s, ha traído al mundo la trascendente omnipresencia de Di-s.
Más que cualquier otro mandamiento, este es la revelación del
alma Divina de Israel.
 
El Nombre de Hashem
El profeta Zejaria vislumbró un futuro
cuando "Hashem Será uno y Su Nombre será uno". Así como el nombre
de la persona refleja su presencia en la realidad, también el
Nombre de Di-s es la percepción conciente de El en nuestra
realidad. Cuando Zejaria promete que "Di-s Será uno", se está
refiriendo al rol de Di-s de revelarse activamente a Si mismo en
el mundo. "Su nombre será uno" se refiere al rol del mundo, que
buscará activamente percibir a Di-s en cada faceta de su
existencia, psicológica y físicamente.
 
La Historia del que Maldijo
El tema de la profanación del Nombre de
Di-s aparece nuevamente al final de la porción Emor. La Torá
relata la historia del hombre que maldijo a Di-s cuando el
pueblo judío estaba en el desierto. Este hombre era el hijo de
Shlomit bat Divri. Como lo dice su nombre literalmente "Paz,
hija del Habla". (Tenía la poco digna inclinación de hablarle a
cualquiera que pasase por su casa, antes de salir de Egipto,
diciendo shalom, "paz", tanto a judíos como a egipcios.
Este hábito inmodesto para una mujer, la hizo vulnerable a la
entrada del mal. Fue eventualmente violada por un egipcio que se
hizo pasar por su marido, y dio a luz a un hijo que maldijo a
Di-s con odio al no recibir una parcela de tierra con el resto
de la tribu.) Después de violar a Shlomit bat Divri, el egipcio
trató de matar a su marido, pero Moisés, quien con su espíritu
santo percibió lo que había sucedido, mató al egipcio, salvando
así la vida del marido. Esta fue la primera vez que Moisés actuó
como redentor de Israel, siendo subsecuentemente sentenciado a
muerte por el Faraón por esta acción, teniendo que huir de
Egipto.
 
La Conexión entre Maldición y
Profanación
La palabra hebrea para "maldición" es kalel, kuf-lamed-lamed. La raíz hebrea de "profanación" es jalel, jet-lamed-lamed. Estas dos
palabras están obviamente relacionadas. Ambas terminan con doble
lamed, mientras que las letras que difieren son kuf
y jet. De acuerdo con el sistema de transformación
conocido como Albam, las letras kuf y jet
son intercambiables. La rectificación del maldiciente (mekalel)
en el desierto fue volverse un cadáver, jalal.
El Cadáver Positivo
Las dos letras idénticas en kalel
y jalel son las lamed. En cabalá aprendemos que
doble lamed es el secreto del corazón. El rey David
escribe (Salmos 109:22):
"Y mi corazón está muerto dentro de
mi"
El rey David mató su mala inclinación,
dejando un "cadáver positivo". En el lugar de su mala
inclinación, creó un vació en su corazón, dejándolo abierto a la
entrada de la trascendencia de Di-s. En la porción Emor,
jalal
y kalel se utilizan en sentido negativo. Ambos
son estados del corazón. Jalal es el espacio vacío de
Di-s en el corazón, mientras que kalel proviene de ese
mismo vacío. Así vemos que vacío y maldito son
interdependientes.
Al trabajar sobre los atributos del
corazón con intensidad, el rey David rectificó el jalal
negativo transformándolo en un receptáculo para la trascendencia
de Di-s, una santificación de Su Nombre.
Una Nueva Manifestación.
El antónimo de jalal es
kodesh
, "santificación", kuf-dalet-shin. Como hemos
estudiado, la letras kuf y jet son
intercambiables. Si sustituimos la jet por kuf en
kodesh, se forma la palabra jadesh, que significa "nuevo". (Jodesh también significa "mes", aludiendo a la
"luna nueva"). La Torá nos ordena santificar la luna nueva. El
famoso comentador bíblico Rashi, explica que Di-s le mostró a
Moisés exactamente como luce la luna nueva en el cielo,
diciendo: "Cuando veas esto, santifícala"
Lo nuevo es original. Cuando vemos un
fenómeno totalmente nuevo debemos santificarlo. El fenómeno más
nuevo en nuestro mundo es cuando algo trascendente o
completamente diferente de nuestro espectro rutinario de
fenómenos naturales se vuelve intensamente revelado en nuestra
conciencia. Este es el secreto de "Yo seré santificado". Cuando
una persona desea entregar su vida a Di-s, su ego se desvanece.
Esto crea una manifestación totalmente nueva, nunca antes
revelada en el mundo. La absoluta trascendencia de Di-s,
kodesh
, es nuevamente (jadash) revelada, volviéndose
omnipresente e inmanente. Así vemos que santidad y novedad son
interdependientes.
Las Percepciones del Corazón y la Mente
Mientras que jalal y kalal
son estados del corazón, kodesh y jadash son
estados de la mente. Son la percepción pura del ojo interior de
la mente, como en la instrucción de Di-s a Moisés "cuando veas
esto (la luna nueva), santifícala". La diferencia entre la mente
y el corazón es la diferencia entre la percepción pura y la
respuesta emotiva a lo que se percibe. Toda percepción pura
(visión, sonido, etc.) es una facultad mental. Kodesh y
jodesh
se originan en la esencia interior de la percepción
de la mente. Jalal y kalel se originan en el
corazón y tienen que ser transformados en el "cadáver positivo" del rey David.
La "Maldición" Positiva
En Ezekiel 1:7 kalal significa
un resplandor brillante. El vacío positivo del corazón (jalal)
crea un espacio para la nueva (jadash) manifestación de
la omnipresencia trascendente de Di-s (kodesh). Esto
produce el resplandor de la experiencia emotiva del corazón (jalal).
La rectificación para nosotros en la
que debemos concentrarnos en esta semana es anular nuestro ego
para permitir que la trascendencia de Di-s entre en nuestro
corazón. La trascendencia es siempre nueva, transformando la
negatividad de la profanación y la maldición para rectificar las
emociones del corazón, el cual brillará resplandeciente y
santificará el Nombre de Di-s en la realidad que nos rodea.

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