martes, 25 de octubre de 2016

Texto Masorético, Origen y transmisión, Masorah, La fijación del texto, Historia de la Masorah, Estudio crítico, Algunas ediciones importantes - Sallomo

Texto Masorético, Origen y transmisión, Masorah, La fijación del texto, Historia de la Masorah, Estudio crítico, Algunas ediciones importantes - Sallomo

Masora

Traducción textual de la Biblia Hebrea, un registro oficial de sus
palabras, consonantes, vocales y acentos. Es dudoso si la palabra apunta
al verbo en nuevo hebreo “pasar por debajo” o del verbo que significa
“vincular”. La primera indicación se ve en Ezequiel 20,37; la última se
debe al hecho de que en la Mishna, el significado principal es
“tradición”. Nuestro principal testigo de la Masora es el texto real de
manuscritos de la Biblia hebrea. Otros testigos son varias colecciones
de Masoras y las numerosas notas marginales dispersas sobre los
manuscritos hebreos. Los márgenes superior e inferior y el final del
manuscrito contienen las Masoras menores tales como variantes. La mejor
colección de Masora es la de Ginsburg, “La Masora compilada de los
manuscritos organizados alfabética y léxicamente.” (3 vols. Londres,
1880-85).


Los libros sagrados eran para los judíos un registro y códice
inspirado, un medio destinado por Dios para conservar la unidad política
y religiosa, y fidelidad a la nación. Era imperativo para ellos
mantener dichos libros intactos. Tan temprano como en el siglo I a.C.
los copistas eran adiestrados y empleados para establecer el texto
hebreo. Todos tenían un solo propósito: copiar, es decir, según el
sentido literal de la Masora. Para reproducir su ejemplar perfectamente,
transmitir la Masora—sólo ésta y más ninguna era la intención del
copista oficial de la Biblia hebrea. Se eludía todo lo nuevo. Hay
evidencia de que la Masora arreglaba pronunciaciones falsas siglos antes
de la invención de los puntos tales como se ven hoy día en el texto
masorético. A veces tales traducciones tempranas como la de Aquila,
Teodoción, la Versión de los Setenta y el Peshitto dan evidencia
precisamente de la misma pronunciación errónea como se halla en el texto
hebreo puntuado de hoy día.


El Texto Consonántico

El hebreo no tenía vocales en su alfabeto. Los sonidos vocales fueron
en su mayor parte transmitidos por la tradición. Se usaban ciertas
consonantes para expresar algunas vocales largas, las cuales eran
llamadas Matres lectionis, porque determinaban la pronunciación. Los
esfuerzos de los copistas parecen haberse convertido en más y más
minuciosos y detallados en la perpetuación del texto consonántico. Estos
copistas (grammateis) fueron llamados al principio Sopherim (del hebreo
que significa “contar”), porque, como dice el Talmud, “contaban todas
las letras en la Torah (Kiddushin, 30ª). No fue hasta más tarde que se
dio el nombre de masoretas a los preservadores de la Masora.


En el período talmúdico (c. 300-500 d.C.) las reglas para perpetuar
la Masora fueron sumamente detalladas. Sólo se debían usar pieles de
animales limpios para rollos de pergamino y sus ataduras. Cada columna
debía ser de igual longitud, no menos de sesenta ni más de ochenta y
cuatro líneas. Cada línea debía contener treinta letras, escritas con
tinta negra de una hechura prescrita y en las letras cuadradas que
fueron los ancestros de las letras del presente texto hebreo. El copista
debía tener ante sí una copia auténtica del texto; y no debía escribir
de memoria ni una sola letra, ni siquiera una yod—cada letra debía ser
copiada del ejemplar, letra por letra. El espacio entre consonantes
debía ser del ancho de un pelo, entre palabras, el ancho de una
consonante estrecha; entre secciones, el ancho de nueve consonantes;
entre libros, el ancho de tres líneas.


Tales reglas numerosas y minuciosas, aunque eran observadas
escrupulosamente, no eran suficientes para satisfacer el celo de
perpetuar el texto consonántico fijado e inalterado. Se omitían letras
que se habían colado subrepticiamente, las variantes e interpretaciones
conjeturales se indicaban en el margen interior—palabras “leídas pero no
escritas” (Qere), “escritas pero no leídas” (Kethibh), “leídas de una
forma pero escritas de otra”. Estas notas críticas marginales
continuaron aumentando con el tiempo. Se hizo aún mucho más para fijar
el texto consonántico. Se contaban las palabras y letras de cada libro y
de cada sección de los veinticuatro libros de la Biblia hebrea; se
anotaban las palabras del medio y letras del medio de los libros y
secciones. En el Talmud, vemos como un rabino solía importunar a otro
con tales asuntos textuales triviales como la yuxtaposición de ciertas
letras en ésta o aquella sección, la media sección en la cual estaba
ésta o aquella consonante, etc. Los rabinos contaban el número de veces
que ocurrían ciertas palabras y frases en los varios libros y en la
Biblia completa; y buscaban significados místicos en ese número de
veces. En los márgenes superior e inferior de los manuscritos agrupaban
varias peculiaridades del texto y redactaban listas alfabéticas de
palabras que ocurrían con igual frecuencia—por ejemplo, de aquellas que
aparecían una vez con y otra vez sin waw (N. de la T.: sexta letra del
alfabeto hebreo). En el Códice Babilonio Petropolitano (916 d.C.)
tenemos muchas notas críticas marginales de tales y otras
peculiaridades, por ejemplo, una lista de catorce palabras escritas con
He final que se deben leer con Waw, y de ocho palabras escritas con waw
final, que se deben leer con He. Tales eran algunos de los esmerados
medios usados para preservar el texto consonántico de la Masora.


Los Puntos

Los rollos que se destinaban para uso en la sinagoga estaban siempre
sin puntuación. Los que estaban para otros usos vinieron con el tiempo a
recibir puntos vocales y acentos; estos últimos indicaban la
interrelación de las palabras y la modulación de la voz en el cántico
público. Un escriba escribía el texto consonántico; otro ponía los
puntos vocales y acentos de la Masora. La historia de la vocalización
del texto es completamente desconocida para nosotros. Se ha sugerido que
la interpretación dogmática claramente llevaba a ciertas puntuaciones;
pero es más probable que la pronunciación fuera parte de Masora mucho
antes de la invención de la puntuación. El mismo origen de esta
invención es dudoso; Bleek lo asigna al siglo VIII (cf. “Introd. al A.
T.” I, 109, Londres, 1894). Ciertamente, los puntos no se usaban en
tiempos de San Jerónimo; él no conocía nada sobre ellos. La puntuación
del texto tradicional estaba seguramente completa en el siglo IX, pues
R. Saadia Gaon (m. 942) de Fayum en Egipto escribió tratados sobre ello.
La labor de puntuar debe haber continuado por años y haber sido hecha
por un gran número de estudiosos que trabajaron conjunta y
autoritativamente. Strack (vea “Texto del A. T.”, en Hastings, Dicc. de
la Biblia”) dice que es prácticamente cierto que los puntos llegaron a
la Masora por influencia siríaca. Los sirios se esforzaron, por medio de
esos signos, de perpetuar la vocalización y entonación correcta de su
texto sagrado. Sus esfuerzos dieron impulso al celo judío por la
vocalización tradicional de la Biblia hebrea. Bleek (Introd. al A.T.”,
I, 110, Londres, 1894) y otros están igualmente firmes en que los
eruditos hebreos recibieron su impulso de puntuar del método musulmán de
preservar la vocalización arábiga del Corán. Es indudable que los
estudiosos hebreos fueron influenciados ya sea por la puntuación siríaca
o arábiga. Ambas formas y nombres de los puntos masoréticos indican
origen siríaco o arábigo. Lo que nos sorprende es la ausencia de
cualquier vestigio de oposición a esta introducción a la Masora de
puntos que eran decididamente no judíos. Los judíos caraítas nos
sorprenden aún más, puesto que durante un breve período transliteraron
el texto hebreo a caracteres arábigos.


Por lo menos dos sistemas de puntuación son masoréticos: el oriental y
el occidental. El occidental es llamado tiberiano, como la muy famosa
escuela de Masora en Tiberias. Prevaleció sobre el sistema oriental y se
sigue en la mayoría de los manuscritos así como en todas las ediciones
impresas del texto masorético. Por unas bastante complicadas e
ingeniosas combinaciones de puntos y guiones, colocados ya sea sobre o
debajo de las consonantes, los masoretas representaron fielmente diez
sonidos de vocales (las a, e, i, o, u largas y cortas) junto con cuatro
medias vocales o Shewas. Estas últimas correspondían a los muy oscuros
sonidos ingleses de e, a y o. Los masoretas tiberianos también
introdujeron una gran cantidad de acentos para indicar la sílaba tónica
de una palabra, la correlación lógica de las palabras y la modulación de
la voz en la lectura pública.


El sistema de puntuación oriental o babilónico muestra dependencia
del occidental y se halla en muy pocos manuscritos—el principal de los
cuales es el Códice Babilonio Petropolitano (916 d.C.). Fue la
puntuación de Yemen hasta el siglo XVIII. Los signos vocales están todos
sobre las consonantes y se forman a partir de las Matres Lectionis. Los
acentos disyuntivos de esta puntuación supra lineal tienen signos como
la primera letra de su nombre; zaqueph; tarha. Un tercer sistema de
puntuación se ha hallado en dos fragmentos de la biblia descubiertos
recientemente en Egipto y ahora en la Biblioteca Bodleiana (cf. Kahle en
“Zeitschrift fur die Alttestam. Wissensehaft”, 1901; Friedlander, “Un
tercer sistema de símbolos para las vocales y acentos hebreos” en
“Revista Trimestral Judía”, 1895). La invención de los puntos aumentó
grandemente la obra de los escribas; ahora se dedicaron a listar
palabras en vista de perpetuar no sólo las consonantes sino también las
vocales. El Códice Babilonia Petropolitano (916 d.C.), por ejemplo,
lista dieciocho palabras que comienzan con Lamed y Shewa o Hireq
seguidas por Shewa; dieciocho palabras que comienzan con Lamed y Pathah;
junto con una lista alfabética de palabras que ocurren sólo una vez.


Valor Crítico de la Masora

Durante el siglo XVII, muchos teólogos protestantes, tales como los
Buxtorfs, defendieron el texto masorético como infalible; consideraron
que Esdras junto con los hombres de la Gran Sinagoga, bajo la
inspiración del Espíritu Santo, no sólo habían determinado el canon
hebreo sino que habían establecido para siempre el texto de la Biblia
hebrea, sus puntos vocales y acentos, su división en versículos,
párrafos y libros. Los críticos textuales modernos valoran la Masora,
tales como la Itala y el Peshitto, sólo como uno de los testigos de un
texto del siglo II. El texto masorético puntuado es testigo de un texto
que ciertamente no es anterior al siglo VIII. El texto consonántico es
un mucho mejor testigo; desafortunadamente la traducción de este texto
estaba casi absolutamente uniforme. Hubo diferentes escuelas de
masoretas, pero sus diferencias nos han dejado muy pocas variantes del
texto consonántico (vea Manuscritos de la Biblia. Los masoretas eran
esclavos de la Masora y transmitieron uno y sólo un texto. Incluso
peculiaridades textuales claramente debidas a error o accidente fueron
perpetuadas por rabinos que atormentaron sus cerebros para averiguar las
interpretaciones místicas de estas peculiaridades. Letras rotas e
invertidas, consonantes que era demasiado pequeñas o demasiado grandes,
puntos fuera de sitio—todas esas vaguedades fueron servilmente
transmitidas como si fuesen destinadas por Dios y llenas de significado
divino


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texto, Historia de la Masorah, Estudio crítico, Algunas ediciones
importantes


El texto masorético es el texto autorizado hebreo de la Biblia judía.
Mientras que el texto masorético define los libros del canon judío,
también define la letra de texto exacto de estos libros de la Biblia,
con su vocalización y acentuación conocido como el Masorah. La MT es
también ampliamente utilizado como la base para las traducciones del
Antiguo Testamento en las Biblias protestantes, y en los últimos años
también para algunas Biblias católicas, aunque los ortodoxos orientales
siguen utilizando la Septuaginta, ya que tienen que ser inspirado
divinamente. En los tiempos modernos los Rollos del Mar Muerto han
mostrado la MT sea casi idéntica a algunos textos del Tanaj que datan de
200 aC, pero diferente de los demás.


La MT se ha copiado todo, editada y distribuida por un grupo de
Judios conocidos como los masoretas entre los siglos 7 y 10 CE. A pesar
de las consonantes difieren poco del texto de aceptación general en el
siglo segundo, tiene numerosas diferencias tanto de mayor y menor
importancia en comparación con los manuscritos de la Septuaginta, la
traducción griega de las Escrituras Hebreas que estaba en uso popular en
Egipto e Israel .


La palabra hebrea Mesorah se refiere a la transmisión de una
tradición. En un sentido muy amplio que puede referirse a toda la cadena
de la tradición judía, pero en referencia al Texto Masorético Mesorah
la palabra tiene un significado muy concreto: las marcas diacríticas del
texto de la Biblia hebrea y las notas marginales concisas en los
manuscritos de la Biblia hebrea, que cuenta detalles textuales,
generalmente cerca de la ortografía de los términos.


Los antiguos manuscritos existentes a la fecha del texto masorético
de aproximadamente el siglo noveno CE y el Códice de Alepo data del
siglo 10.


Origen y transmisión

El Talmud afirma que se mantiene una copia estándar de la Biblia
hebrea en la corte del Templo en Jerusalén, en beneficio de los
copistas, no se pagaron los correctores de libros de la Biblia entre los
oficiales del templo. Esta copia se menciona en la Carta de Aristeas,
en los estados de Filón y Josefo.


Otra historia talmúdica, quizá refiriéndose a un estado anterior, se
refiere que tres rollos de la Torá fueron encontrados en el atrio del
Templo, pero estaban en desacuerdo con los demás. Las diferencias fueron
resueltas por decisión mayoritaria entre los tres.


Período del Segundo Templo

El descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto en Qumran, que data de
c. 150 aC-75 CE, muestra sin embargo que en este período no fue siempre
la uniformidad escrupulosa de texto que fue tan estresado en los siglos
posteriores. Los pergaminos muestran numerosas pequeñas variaciones en
la ortografía, tanto como en contra del texto masorético tarde, y entre
sí. También es evidente a partir de los notings de las correcciones y de
las alternativas variantes que escribas sentían libres de elegir de
acuerdo a su gusto personal y discreción entre los diferentes lecturas.
Sin embargo, a pesar de estas variaciones, la mayoría de los fragmentos
de Qumran se pueden clasificar como estar más cerca del texto masorético
que a cualquier otro grupo de textos que ha sobrevivido. Según
Shiffman, el 60% puede ser clasificado como de tipo proto-masorético, y
un 20% más estilo de Qumran con bases en los textos proto-masoréticos,
en comparación con el 5% de tipo proto-samaritano, 5% tipo Septuaginta, y
el 10% no alineados. Joseph Fitzmyer señaló lo siguiente en relación
con los hallazgos de Qumrán Cueva Cuatro, en particular, “Tales formas
recensional antiguas de los libros del Antiguo Testamento dan testimonio
de una diversidad insospechada textual que una vez existió; estos
textos merecen mucho más estudio y atención de la que se han concedido
hasta ahora . Por lo tanto, las diferencias en la Septuaginta ya no se
consideran el resultado de un intento pobre o tendenciosa para traducir
el hebreo al griego, sino que son testimonio de una forma pre-cristiana
diferente del texto hebreo “. Por otro lado, algunos de los fragmentos
que se ajusten más precisión al texto masorético se encontraron en la
cueva 4.


Período rabínico

El énfasis en los detalles minuciosos de las palabras y la
ortografía, ya utilizados entre los fariseos como base de argumentación,
alcanzó su apogeo con el ejemplo de Rabí Akiva. La idea de un texto
perfecto santificados en su base consonántico se extendió rápidamente a
través de las comunidades judías a través de declaraciones de apoyo en
la Halajá, Aggada, y el pensamiento judío, y con ello restricciones cada
vez más contundentes de que una desviación, incluso en una sola letra
sería un rollo de la Torá no válido. Muy pocos manuscritos se dice que
han sobrevivido a la destrucción de Jerusalén en el año 70. Este tanto
reduce drásticamente el número de variantes en circulación, y le dio una
nueva urgencia que el texto debe ser preservado. También se hicieron
nuevas traducciones griegas. A diferencia de la Septuaginta,
desviaciones a gran escala en el sentido entre la griega de Aquila y
Teodoción y lo que ahora conocemos como el texto Masorético son mínimos.
Variaciones detalladas entre los diferentes textos hebreos en uso
todavía claramente existían, sin embargo, como lo demuestran las
diferencias entre el texto masorético actual y las versiones mencionadas
en el Talmud y Midrashim menudo incluso halájico basan en ortografía
versiones que no existen en el texto masorético actual.


La edad de los masoretas

El texto recibido en curso finalmente alcanzó predominio a través de
la reputación de los masoretas, escuelas de escribas y eruditos de la
Torá de trabajo entre los siglos 7 y 11, basado principalmente en la
Tierra de Israel en las ciudades de Tiberíades y Jerusalén, y en
Babilonia. Estas escuelas desarrollaron tal prestigio de la exactitud y
de control de errores de sus técnicas de reproducción que sus textos
establecen una autoridad más allá de todos los demás. Las diferencias se
mantuvieron, a veces reforzada por las diferencias locales sistemáticos
en la pronunciación y la entonación. Cada localidad, siguiendo la
tradición de su escuela, tenía un códice estándar que contiene sus
lecturas. En Babilonia la escuela de Sura difería de la de Nehardea y
diferencias similares existen en las escuelas de la Tierra de Israel
frente a él en Tiberias, que en los últimos tiempos cada vez más se
convirtió en la sede principal de aprendizaje. En este período tradición
viva cesaron y los masoretas en la preparación de sus códices seguidos
generalmente por una escuela u otra, el examen, sin embargo, códices
estándar de otras escuelas y tomando nota de sus diferencias.


Ben Asher y Ben Neftalí

En la primera mitad del siglo 10 Aaron ben Moisés ben Asher y Moshe
ben Neftalí fueron las principales masoretas en Tiberias. Sus nombres
han llegado a simbolizar las variaciones entre los masoretas, pero las
diferencias entre ben Asher y Ben Neftalí no deben ser exageradas.
Apenas hay diferencias entre ellos con respecto a las consonantes,
aunque difieren más en la vocalización y acentos. Además, había otras
autoridades, como el rabino Pinchas y Moshe Moheh y ben Asher y Ben
Neftalí menudo están de acuerdo en contra de estos otros. Además, es
posible que todas las variaciones se han encontrado entre los
manuscritos eventualmente llegaron a ser considerados como los
desacuerdos entre estas figuras decorativas. Ben Asher escribió un
códice estándar que incorpora sus opiniones. Probablemente ben Neftalí
también lo hizo, pero no ha sobrevivido.


Se ha sugerido que nunca hubo un verdadero “ben Neftalí”, sino que el
nombre fue elegido para designar una tradición diferente de Ben Asher.
Esto es poco probable, ya que no existe una lista de lugares donde ben
Asher y Ben Neftalí están de acuerdo con otras autoridades.


Ben Asher fue el último de una distinguida familia de masoretas se
remontan a la segunda mitad del siglo octavo. A pesar de la rivalidad de
ben Neftalí y de la oposición de Saadia Gaon, el representante más
eminente de la escuela babilónica de la crítica, códice de ben Asher fue
reconocido como el texto estándar de la Biblia. Ver Aleppo Codex, el
Codex Cairensis.


La mayoría de los eruditos seculares concluir que Aaron ben Asher era
un Caraíta, aunque no hay evidencia en contra de esta opinión.


La Edad Media

Las dos autoridades rivales, ben Asher y Ben Neftalí, trajeron el
Masorah prácticamente a su fin. Muy pocas adiciones fueron hechas por
los masoretas posteriores, decoradas en los siglos 13 y 14 Na? Danim,
quien revisó los trabajos de los copistas, añade las vocales y acentos y
con frecuencia la Masorah.


Influencia considerable en el desarrollo y la difusión de la
literatura Masorético fue ejercida durante los siglos XI, XII, y 13 por
parte de la escuela franco-alemana de tosafistas. R. Gershom, su hermano
Maquir, Joseph ben Samuel Bonfils de Limoges, R. Tam, Menahem ben Pérez
de Joigny, Perez ben Elías de Corbeil, Judah de París, Mer Spira, y R.
Mer de Rothenburg hicieron Masoretic compilaciones o adiciones a la
materia, que son todos más o menos refieren con frecuencia en las glosas
marginales de códices bíblicos y en las obras de los gramáticos
hebreos.


Masorah

Por tradición, un ritual rollo de la Torá sólo deberá contener el
texto consonántico hebreo – se puede añadir nada, nada quitado. Sin
embargo, tal vez porque estaban destinados para el estudio personal en
lugar de uso ritual, los códices masoréticos proporcionan abundante
material adicional, denominado Masorah, para mostrar la pronunciación y
la entonación correcta, proteger contra errores de los escribas, y
anotar las posibles variantes. Los manuscritos incluyen por tanto los
puntos vocales, marcas de pronunciación y acentos de estrés en el texto,
anotaciones breves en los márgenes laterales, y ya más extensas notas
en los márgenes superior e inferior y se recogen al final de cada libro.


Etimología

La palabra hebrea Masorah es tomado de Ezequiel 20:37 y significa
originalmente “traba”. La fijación del texto se considera que está en la
naturaleza de un grillete a partir de su exposición. Cuando, en el
transcurso del tiempo, la Masorah se había convertido en una disciplina
tradicional, el término llegó a ser conectado con el verbo, y adquirió
el significado general de “tradición”.


Lengua y forma

El lenguaje de las notas masoréticos es principalmente el arameo,
pero en parte hebrea. Las anotaciones masoréticos se encuentran en
diversas formas: en trabajos separados, por ejemplo, la oklah
nosotros-Oklah, en forma de notas escritas en los márgenes y al final de
los códices. En casos raros, las notas se escriben entre líneas. La
primera palabra de cada libro bíblico también es por lo general rodeado
de notas. Estos últimos se llaman Masorah inicial, las notas en los
márgenes laterales o entre las columnas se llaman Masorah pequeña o
interior, y aquellos en los márgenes superior e inferior, el Masorah
grande o exterior. El nombre de “Gran Masorah” a veces se aplica a las
notas dispuestas léxico al final de la Biblia impresa, por lo general
llamado Masorah Final, o la Concordancia masorético.


El Pequeño Masorah consiste en breves notas con referencia a las
lecturas marginales, a las estadísticas que muestran el número de veces
que una forma particular se encuentra en las Escrituras, a la plena y
ortografía defectuosa, y para las cartas escritas anormalmente. El
Masorah grande es más abundante en sus notas. El Masorah final comprende
todas las rúbricas más para que el espacio no se podían encontrar en el
margen del texto, y se ordenan alfabéticamente en forma de una
concordancia. La cantidad de notas Masorah marginal contiene está
condicionado por la cantidad de espacio libre en cada página. En los
manuscritos que varía también con la velocidad a la que se pagó el
copista y la forma caprichosa que le dio a su brillo.


En la mayoría de los manuscritos, hay algunas discrepancias entre el
texto y el Masorah, lo que sugiere que fueron copiados de diferentes
fuentes o que uno de ellos haya errores de copia. La falta de este tipo
de discrepancias en el Códice de Alepo es una de las razones de su
importancia, el escriba que copió las notas, probablemente Aaron ben
Moisés ben Asher, probablemente las escribió originalmente.


Numerical Masorah

En la antigüedad clásica, los copistas eran pagados por su trabajo de
acuerdo con el número de Stichs. Como los libros de prosa de la Biblia
fueron escritos casi nunca en Stichs, los copistas, con el fin de
estimar la cantidad de trabajo, tuvieron que contar las cartas. Para el
texto masorético, la información estadística más importante también se
aseguró la precisión en la transmisión del texto con la producción de
las copias posteriores que se hicieron a mano.


De ahí que los masoretas contribuyeron al Masorah numérico. Estas
notas se clasifican tradicionalmente en dos grupos principales: el
Masorah marginal y la Masorah final. La categoría de Masorah marginal se
divide en la Masorah parva en los márgenes laterales exteriores y el
Masorah magna, tradicionalmente ubicada en los márgenes superior e
inferior del texto.


El Masorah parva es un conjunto de estadísticas en los márgenes
laterales exteriores del texto. Más allá de simplemente contar las
cartas, el Masorah parva consta de las estadísticas de uso de la
palabra, documentación similar para expresiones o cierta fraseología,
las observaciones sobre el escrito completo o defectuoso, las
referencias a las lecturas Kethiv-Qere y mucho más. Estas observaciones
son también el resultado de un apasionado celo para proteger la
transmisión precisa de los textos sagrados.


A pesar de que a menudo citado como muy exacta, los masoretic “notas
de frecuencia” en el margen de Leningradiensis Codex contienen varios
errores.


El Masorah magna, en la medida, es una ampliación Masorah parva. No se imprime en BHS.


El Masorah final se encuentra al final de los libros bíblicos o
después de ciertas secciones del texto, como al final de la Torá.
Contiene información y estadísticas sobre el número de palabras en un
libro o sección, etc


Así es el verso central en el Pentateuco, y todos los nombres de la
Divinidad mencionados en relación con Abraham son santos, excepto, diez
pasajes del Pentateuco son puntos; tres veces el Pentateuco tiene la
ortografía? donde la lectura es . El cotejo de los manuscritos y señalar
sus diferencias materiales suministrados con la Masorah Texto Crítico.
La estrecha relación que existió en tiempos pasados entre el maestro de
la tradición y la Masorete, tanto con frecuencia estar unidos en una
sola persona, explica el Masorah exegético. Finalmente, la invención y
la introducción de un sistema gráfico de la vocalización y la
acentuación dieron lugar a la Masorah gramatical.


La más importante de las notas masoréticos son aquellos que detallan
la Kethiv-Qere que se encuentra en el Masorah parva en los márgenes
exteriores de BHS. Dado que los masoretas no alterar el texto
consonántico sagrado, las notas Kethiv-Qere eran una forma de “corregir”
o comentar el texto para cualquier número de razones consideradas
importantes por el copista.


La fijación del texto

Los primeros trabajos de los masoretas incluyen normalizar división
del texto en los libros, secciones, párrafos, versículos, y las
cláusulas, la fijación de la ortografía, pronunciación y entonación, la
introducción o adopción final de los caracteres cuadrados con las cinco
letras finales; algunos cambios en el texto para protegerse contra la
blasfemia y similares; la enumeración de las letras, palabras, versos,
etc, y la sustitución de algunas palabras para los demás en la lectura
pública.


Dado que no se les permitió adiciones que deban introducirse en el
texto oficial de la Biblia, los primeros masoretas adoptaron otros
expedientes: por ejemplo, marcaron las distintas divisiones de
separación, y dieron indicaciones de enseñanzas halakic y haggadic por
escritura completa o defectuoso, formas anormales de letras, puntos y
otros signos. Las notas marginales se permiten sólo en las copias
privadas, y la primera mención de dichas notas se encuentra en el caso
de R. Mer.


Enmiendas escribas – Tikkune Soferim

Fuentes rabínicas tempranas, de alrededor de 200 dC, menciona varios
pasajes de la Escritura en la que la conclusión es inevitable que los
antiguos lectura debe haber sido diferente de la del presente texto. La
explicación de este fenómeno se da en la expresión.


Rabino Simón ben Pazzi llama a estas lecturas “Enmiendas de los
escribas”, suponiendo que los escribas realmente hacer los cambios. Este
punto de vista fue adoptado por el Midrash más tarde y por la mayoría
de los masoretas. En Masoretic trabaja estos cambios se atribuyen a
Esdras, a Esdras y Nehemías, a Esdras y Soferim, o bien a Esdras,
Nehemías, Zacarías, Hageo y Baruch. Todas estas adscripciones significan
una y la misma cosa: que se supone que los cambios que se han hecho por
los hombres de la Gran Sinagoga.


El término tikun Soferim ha sido entendido por los diferentes
estudiosos de diversas maneras. Algunos lo consideran como una
corrección del lenguaje bíblico autorizado por la Soferim fines
homiléticas. Otros lo toman en el sentido de un cambio mental, hecha por
los escritores originales o redactores de la Biblia, es decir, este
último se redujo de poner por escrito un pensamiento que algunos de los
lectores de esperar que se expresen.


Las Enmiendas asumidas son de cuatro tipos generales:


  • La eliminación de expresiones impropias utilizados en referencia a Dios; por ejemplo, la sustitución de para en ciertos pasajes.
  • Salvaguardia del Tetragrammaton, por ejemplo, sustitución de “Elohim” para “YHVH” en algunos pasajes.
  • La eliminación de la aplicación de los nombres de dioses paganos, por ejemplo, el cambio del nombre “Isbaal” a “Is-boset.”
  • La protección de la unidad del culto divino en Jerusalén.Entre los
    términos técnicos más antiguos utilizados en relación con las
    actividades de los escribas son los mikra Soferim y ittur Soferim. En
    las escuelas gueónicas, el primer término se tomó para significar
    ciertas vocales-cambios que se hicieron en las palabras en pausa o
    después del artículo, y la segunda, la cancelación de algunos pasajes de
    la “vav” conjuntivo, donde tuvo por algún estado erróneamente leer. La
    objeción a esta explicación es que los primeros cambios entrarían en la
    cabeza general de fijación de la pronunciación, y el segundo bajo el
    título de Qere y Ketiv. Varias explicaciones han, por lo tanto, han
    ofrecido por los antiguos y modernos estudiosos, sin embargo, tener
    éxito en el suministro de una solución completamente satisfactoria.Hay
    cuatro palabras que tienen una de sus cartas suspendidas por encima de
    la línea. Uno de ellos, se debe a una alteración de la salida original
    de la reverencia por Moisés, en lugar de decir que el nieto de Moisés se
    convirtió en un sacerdote idólatra, se insertó una carta monja
    suspendido convertir Mosheh en Menashé. El origen de los otros tres es
    dudosa. Según algunos, se deben a las cartas majuscular equivocadas;
    según otros, que son posteriores inserciones de consonantes débiles
    omitidos originalmente.Cartas invertidasEl conjunto principal de monjas
    invertidas se encuentra alrededor del texto de Números 10:35-36 – La
    Mishná señala que este texto es de 85 letras de largo y de puntos. Esta
    delimitación de este texto conduce a la utilización posterior de las
    marcas de monja invertidas. Saúl Lieberman demostró que marcas similares
    se pueden encontrar en los textos griegos antiguos, donde también se
    usan para denotar “textos cortos. Durante la época medieval, las monjas
    fueron invertidos realmente insertados en el texto de las biblias
    rabínicas tempranas publicados por Bomberg en el siglo 16. El Talmud
    registra que se pensaba que las marcas que rodean Números 10:35-36 para
    indicar que este texto escrito 85 no estaba en su lugar.El texto de la
    carta 85 también se dice que es denotado por ser el modelo para el menor
    número de letras que constituyen un “texto” que se estaría obligado a
    salvar del fuego debido a su santidad.La historia de la Masorah se puede
    dividir en tres periodos: periodo creativo, desde su inicio hasta la
    introducción de los signos vocálicos período reproductivo ;), desde la
    introducción de los signos vocálicos de la impresión de la Masorah;
    período crítico, desde 1525 a el tiempo presente.Estudio críticoAl lado
    de Ibn Adonías el estudio crítico de la Masorah ha sido más avanzada por
    Elías Levita, que publicó su famoso “Massoret ha-Massoret” en 1538 –
    Los “Tiberias” del anciano Buxtorf hizo investigaciones de Levita más
    accesible a un público cristiano. El octavo prolegómeno a Biblia
    Políglota de Walton es en gran parte archauff de los “Tiberias”. Levita
    compiló asimismo una gran concordancia masorético, “Sefer ha-Zikronot”,
    que aún se encuentra en la Biblioteca Nacional de París inédito. El
    estudio está en deuda también con R. Mer b. Todros ha-Levi, quien, ya en
    el siglo 13, escribió su “Sefer Massoret Seyag la-Torah”, a Menahem
    Lonzano, que compuso un tratado sobre la Masorah del Pentateuco titulado
    “O Torá”, y, en particular, Jedidiah Norzi, cuyo “Min? a Shai” contiene
    valiosas notas masoréticos basado en un estudio cuidadoso de los
    manuscritos.Algunas ediciones importantes
  • Ha habido muchas ediciones publicadas en el Texto Masorético, algunas de las más importantes:
  • Los Rollos del Mar Muerto han arrojado nueva luz sobre la historia
    del texto masorético. Muchos textos encontrados allí, especialmente los
    de Masada, son muy similares al Texto Masorético, lo que sugiere que un
    antepasado del Texto Masorético fue realmente existente ya en el siglo
    segundo antes de Cristo. Sin embargo, otros textos, como muchos de los
    de Qumran, difieren sustancialmente, lo que indica que el texto
    masorético no era más que uno de un conjunto diverso de los escritos
    bíblicos. Se encontró entre los libros rechazados por ambos los cánones
    judaicos y católica el Libro de Enoc, el Manual de Disciplina o “Regla
    de la Comunidad” y “La Guerra de los Hijos de la Luz contra los Hijos de
    las Tinieblas”. .
  • Jacob ben Hayyim ibn Adonías, después de haber recopilado un gran
    número de manuscritos, sistematizó su materiales y organizó la Masorah
    en la segunda edición Bomberg de la Biblia. Además de introducir el
    Masorah en el margen, compiló en el cierre de su Biblia una concordancia
    de las glosas masoréticos por la que no podía encontrar habitación en
    una forma marginal, y ha añadido una introducción elaborada – el primer
    tratado sobre la Masorah jamás producido. A pesar de sus numerosos
    errores, este trabajo ha sido considerado por algunos como el “Texto
    Recibido” del Masorah, y fue utilizado para la traducción en Inglés del
    Antiguo Testamento de la Versión Reina Valera de la Biblia del Rey.
  • Los materiales para la historia de la primera época se encuentran
    dispersos observaciones en la literatura talmúdica y el Midrash, en los
    tratados post-talmúdico Masseket Sefer Torá y Masseket Soferim, y en una
    cadena de masorético de la tradición que se encuentra en Di ben Asher?
    Du? E ha-? e’amim, 69 y en otros lugares.
  • Historia de la Masorah
  • Bar Kappara considera la Torá que conocemos como compuesta por siete
    volúmenes en la Guemará “Los siete pilares de la sabiduría con la que
    construyó su casa son los siete libros de Moisés”. Génesis, Éxodo y
    Levítico y Deuteronomio como los conocemos, pero los números eran
    realmente tres volúmenes de números separados 1:01-10:35 seguido Números
    10:35-36 y el tercer texto de allí hasta el final de los números.
  • En nueve pasajes de la Biblia son las señales encontradas
    generalmente llamadas “monjas invertidas”, porque se asemejan a la letra
    hebrea nun escrita de alguna manera invertida. La forma exacta varía
    entre los diferentes manuscritos y ediciones impresas. En muchos
    manuscritos, una monja invertida se encuentran-denomina hafucha monja
    por los masoretas. En algunas ediciones impresas anteriores, se muestran
    como la monja norma al revés o giradas, ya que la impresora no quería
    molestarse en diseñar un personaje para ser utilizado sólo nueve veces.
    Las recientes ediciones eruditas del Texto Masorético muestran la monja
    invertida según lo descrito por los masoretas. En algunos manuscritos,
    sin embargo, otros símbolos se encuentran de vez en cuando en su lugar.
    Estos se refieren a veces en la literatura rabínica como simaniyot.
  • En quince pasajes de la Biblia, algunas palabras son estigmatizados,
    es decir, los puntos aparecen encima de las letras. La importancia de
    los puntos está en disputa. Algunos sostienen que sean marcas de
    supresión, mientras que otros creen que señalar que en algunos
    manuscritos cotejados las palabras estigmatizadas faltaban, por lo
    tanto, que la lectura es dudosa, mientras que otros sostienen que
    todavía no son más que un recurso mnemotécnico para indicar
    explicaciones homilética que los antiguos habían conectadas con esas
    palabras, por último, algunos sostienen que los puntos fueron diseñados
    para evitar la omisión por copistas de elementos de texto que, a primera
    vista o después de la comparación con los pasajes paralelos, parecían
    ser superfluo. En lugar de puntos algunos manuscritos presentan golpes,
    vertical o bien horizontal. Las dos primeras explicaciones son
    inaceptables por la razón de que tales lecturas son defectuosos podrían
    pertenecer a Qere y Ketiv, que, en caso de duda, la mayoría de los
    manuscritos decidiría. Los últimos dos teorías tienen la misma
    probabilidad.
  • Cartas suspendidos y palabras de puntos
  • Mikra y ittur
  • Daniel Bomberg, ed. Jacob ben Hayyim ibn Adonías, 1524-1525, Venecia
  • La segunda Biblia Rabínica sirvió de base para todas las ediciones
    futuras. Este fue el texto original utilizado por los traductores de la
    versión King James en 1611 y la Nueva Versión King James en 1982.
  • Everard van der Hooght, 1705, Amsterdam y Utrecht
  • Esto era prácticamente una reimpresión de la edición Athias-Leusden
    de 1667, pero al final tiene variantes tomadas de un número de ediciones
    impresas. Ha sido muy apreciado por su excelente y claro tipo, pero no
    hay manuscritos fueron utilizados en su elaboración. Casi todas las
    Biblias hebreas siglo 18 y 19 fueron reimpresiones casi exactas de esta
    edición.
  • Benjamin Kennicott, 1776, Oxford
  • Además del texto van der Hooght, esto incluía el Pentateuco
    Samaritano y una enorme colección de variantes de manuscritos y
    ediciones impresas primeros, mientras que esta colección tiene muchos
    errores, sigue siendo de algún valor. La colección de variantes fue
    corregido y ampliado por Johann Bernard de Rossi, pero sus publicaciones
    sólo dio las variantes sin un texto completo.
  • Lobo Heidenheim, 1818, Frankfort del Meno
  • Esta edición incluye los cinco libros de Moisés, Haftarot y
    Megillot. Tenía muchas diferencias con respecto a las ediciones
    anteriores de las vocales, notas y lay-out, con base en la comparación
    de manuscritos antiguos y una corrección de erratas basado en el
    análisis de los principios gramaticales. Hubo amplias notas textuales
    que justifican todas estas alteraciones. Heidenheim también divide cada
    lectura sábado semanal en siete secciones, ya que no había habido una
    considerable variación en la práctica acerca de dónde hacer las
    divisiones, y sus divisiones son aceptados en casi todas las comunidades
    Ashkenazi. Samson Raphael Hirsch utilizar este texto en su comentario, y
    se convirtió en el texto estándar en Alemania. Fue reimpreso con
    frecuencia allí, de nuevo sin las notas de texto, hasta la Segunda
    Guerra Mundial, y la edición de Jack Mazin es una copia exacta.
  • Meir Letteris, 1852, 2 ª edición, 1866
  • La edición de 1852 fue otra copia de van der Hooght. La edición de
    1866, sin embargo, se comprobó cuidadosamente con antiguos manuscritos y
    ediciones impresas temprana. Es probablemente el texto más reproducida
    de la Biblia hebrea en la historia, con muchas decenas de reimpresiones
    autorizadas y muchos otros más pirateadas y no reconocida.
  • Seligman Baer y Franz Delitzsch, 1869-1895
  • Christian David Ginsburg, 1894, 2 ª edición, 1908-1926
  • La primera edición fue muy cerca de la segunda edición Bomberg, pero
    con variantes añadido de una serie de manuscritos y todas las primeras
    ediciones impresas, cotejados con mucho más cuidado que el trabajo de
    Kennicott, él hizo todo el trabajo él mismo. La segunda edición se
    separaron un poco más de Bomberg y recopiló más manuscritos, que hizo la
    mayor parte del trabajo por sí solo, pero delicado estado de salud lo
    obligó a depender en parte de su esposa y otros asistentes.
  • Biblia Hebraica, las dos primeras ediciones, 1906, 1912,
    prácticamente idéntica a la segunda edición Bomberg pero con variantes
    de fuentes hebreas y las primeras traducciones de las notas al pie
  • Biblia Hebraica, tercera edición basada en el Códice de Leningrado, 1937
  • Umberto Cassuto, 1953
  • Norman Snaith, 1958
  • Snaith basó en manuscritos sefardíes, como el Museo Británico Or.
    2626-28, y dijo que él no había confiado en Letteris. Sin embargo, se ha
    demostrado que debe haber preparado su copia mediante la modificación
    de una copia de Letteris, porque si bien hay muchas diferencias, tiene
    muchos de los mismos errores tipográficos como Letteris. Impresora de
    Snaith incluso fue tan lejos como para romper las vocales impresas para
    que coincida con los personajes rotos en Letteris. Snaith combina el
    sistema acento Letteris con el sistema que se encuentra en los
    manuscritos sefardíes, los patrones de acentuación, creando así en
    ningún otro lugar en ningún manuscrito o edición impresa.
  • Proyecto de la Universidad Hebrea, Biblia, 1965 –
  • Iniciado por Moshe Goshen-Gottstein, esto se desprende del texto del
    Códice de Alepo, donde existente y de lo contrario el Códice de
    Leningrado. Incluye una gran variedad de variantes de los Rollos del Mar
    Muerto, Septuaginta, la literatura rabínica temprana y selección de
    manuscritos medievales tempranos. Hasta ahora, sólo Isaías, Jeremías y
    Ezequiel se han publicado.
  • La Biblia Koren por Koren Publishers Jerusalén, 1962
  • El texto se derivó mediante la comparación de un número de Biblias
    impresas, y después de la mayoría cuando hay discrepancias. Fue
    criticado por Moshe Goshen-Gottstein: “el editor de la Biblia Koren –
    que puso ningún reclamo a la experiencia en cuestiones masoretic … buscó
    la ayuda de tres expertos, quienes sufrieron de la misma falta de
    experiencia masoretic … Básicamente, la edición Koren es apenas una
    edición como la de Dotan, pero otra repetición del material preparado
    por ben Hayim. “
  • Aron Dotan, basado en el Códice de Leningrado, 1976
  • Biblia Hebraica Stuttgartensia, revisión de Biblia Hebraica, 1977
  • Mordechai Breuer, basado en el Códice de Alepo, 1977-1982
  • The Jerusalem Crown, 2001: se trata de una versión revisada de
    Breuer, y es la versión oficial que se utilice en la inauguración del
    Presidente de Israel
  • Biblia Hebraica Quinta, revisión de Biblia Hebraica Stuttgartensia;
    volúmenes publicados hasta ahora son: Cinco Megilloth, Esdras y Nehemía
 




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