domingo, 23 de octubre de 2016

BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower

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Un profeta de antaño con un mensaje actual
Un profeta de antaño con un mensaje actual - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 1

Un profeta de antaño con un mensaje actual

Isaías 1:1

1, 2. a) ¿Qué triste situación vemos en el mundo? b) ¿Cómo expresó un senador estadounidense su preocupación por el deterioro de la sociedad?

¿QUIÉN no anhela el fin de los problemas que afronta la humanidad? ¡Cuántas veces, sin embargo, se malogran nuestras expectativas! Soñamos con la paz, pero vivimos plagados de guerras. Amamos la ley y el orden, pero no podemos contener la creciente oleada de robos, violaciones y asesinatos. Deseamos confiar en el prójimo, pero tenemos que cerrar las puertas con llave para protegernos. Queremos a nuestros hijos y tratamos de inculcar en ellos buenos principios, pero muy a menudo contemplamos, impotentes, cómo sucumben a la influencia perniciosa de sus compañeros.

2 Es fácil concordar con Job, quien dijo que el hombre “es de vida corta y está harto de agitación” (Job 14:1). Esas palabras parecen hoy más ciertas que nunca, cuando el deterioro de la sociedad alcanza proporciones nunca vistas. Un senador estadounidense señaló: “Aunque la Guerra Fría ha terminado, el mundo, lamentablemente, se ha hecho más proclive a las venganzas y atrocidades de tipo étnico, tribal y religioso. [...] Hemos rebajado hasta tal punto nuestras normas morales, que gran parte de la juventud se halla confundida, descorazonada y en graves apuros. Estamos recogiendo una cosecha de padres que desatienden a los hijos, divorcios, abusos de menores, embarazos de adolescentes, jóvenes que dejan los estudios, drogas y calles llenas de violencia. Es como si a nuestra casa, después de haber resistido el gran terremoto que llamamos la Guerra Fría, se la estuvieran comiendo las termitas”.

3. ¿Qué libro bíblico ofrece de modo especial esperanza para el futuro?

3 Pero no estamos sin esperanza. Hace unos dos mil setecientos años, Dios inspiró a un hombre de Oriente Medio para que pronunciara una serie de profecías que tienen un significado especial para nuestro tiempo. Estos mensajes se hallan en el libro bíblico que lleva el nombre del profeta: Isaías. ¿Quién fue este personaje, y por qué podemos decir que sus profecías, escritas hace casi tres milenios, son una luz para toda la humanidad?

Un hombre justo en tiempos turbulentos

4. ¿Quién fue Isaías, y en qué período sirvió de profeta de Jehová?

4 En el primer versículo de su libro, Isaías se presenta como “el hijo de Amoz”,* y nos dice que fue profeta de Dios “en los días de Uzías, Jotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá” (Isaías 1:1). De ese dato se desprende que fue profeta de Dios para la nación de Judá durante un mínimo de cuarenta y seis años, los cuales al parecer comenzaron a finales del reinado de Uzías, hacia el año 778 a.E.C.

5, 6. ¿Qué podemos concluir respecto a la vida familiar de Isaías, y por qué?

5 En comparación con otros profetas, es muy poco lo que sabemos de la vida privada de Isaías. Sí sabemos que estaba casado y que llamó a su esposa “la profetisa” (Isaías 8:3). Según la obra Cyclopedia of Biblical, Theological, and Ecclesiastical Literature, de McClintock y Strong, esa designación indica que la vida de casado de Isaías “no solo armonizaba con su vocación, sino que estaba estrechamente ligada a ella”. Bien pudiera ser que la esposa de Isaías tuviera su propia comisión profética, al igual que otras mujeres piadosas del Israel antiguo (Jueces 4:4; 2 Reyes 22:14).

6 Isaías y su esposa tuvieron por lo menos dos hijos, ambos con nombres de significado profético. El primogénito, Sear-jasub, acompañó a su padre cuando este comunicó mensajes divinos al malvado rey Acaz (Isaías 7:3). Podemos concluir, pues, que Isaías y su mujer hicieron de la adoración a Dios un asunto de familia, por lo que constituyen un magnífico ejemplo para los matrimonios de nuestros días.

7. Resuma la situación de Judá en tiempos de Isaías.

7 Isaías y su familia vivieron durante un período turbulento de la historia de Judá. Los disturbios políticos eran comunes, el soborno corrompía los tribunales y la hipocresía desgarraba el entramado religioso de la sociedad. Las cimas de las colinas estaban llenas de altares a dioses falsos. Hasta hubo reyes que promovieron la adoración pagana. Acaz, por ejemplo, no solo toleró la idolatría entre sus súbditos, sino que él mismo la practicó e hizo “pasar [...] por el fuego” a su propia prole, en sacrificio ritual al dios cananeo Mólek* (2 Reyes 16:3, 4; 2 Crónicas 28:3, 4). ¡Y todas aquellas cosas las efectuaban personas que estaban en una relación de pacto con Jehová! (Éxodo 19:5-8.)

8. a) Señale qué buen proceder adoptaron los reyes Uzías y Jotán, y si el pueblo siguió su ejemplo. b) ¿Cómo demostró denuedo Isaías en medio de aquel pueblo rebelde?

8 Es de elogiar que algunos contemporáneos de Isaías —entre ellos unos pocos gobernantes— trataran de fomentar la adoración verdadera. Un ejemplo fue el rey Uzías, que hizo “lo que era recto a los ojos de Jehová”. Aun así, durante su reinado el pueblo estuvo “sacrificando y haciendo humo de sacrificio en los lugares altos” (2 Reyes 15:3, 4). El rey Jotán también “siguió haciendo lo que era recto a los ojos de Jehová”. Sin embargo, “el pueblo todavía estaba actuando ruinosamente” (2 Crónicas 27:2). Puede verse que, durante la mayor parte del ministerio de Isaías, el reino de Judá estuvo sumido en una condición espiritual y moral deplorable. En general, la gente resistió cualquier influencia positiva que viniera de sus reyes. Es obvio que no resultaría fácil proclamar mensajes divinos a un pueblo terco como aquel. No obstante, cuando Jehová planteó la pregunta “¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?”, Isaías exclamó sin dudarlo: “¡Aquí estoy yo! Envíame a mí” (Isaías 6:8).

Un mensaje de salvación

9. ¿Cuál es el significado del nombre de Isaías, y qué relación guarda con el tema de su libro?

9 El nombre de Isaías significa “Salvación de Jehová”: un título que sería muy apropiado para su mensaje. Es cierto que algunas de sus profecías son condenatorias, pero el tema de la salvación se impone. Una y otra vez, Isaías mostró que a su debido tiempo Jehová liberaría a los israelitas del cautiverio a Babilonia y permitiría que un resto regresara a Sión y devolviera su antiguo esplendor a la tierra. Sin lugar a dudas, el privilegio de pronunciar y escribir profecías sobre la restauración de su amada Jerusalén le causó gran alegría.

10, 11. a) ¿Por qué nos interesa actualmente el libro de Isaías? b) ¿Cómo dirige el libro la atención al Mesías?

10 Ahora bien, ¿qué tienen que ver con nosotros aquellos mensajes de condena y salvación? Afortunadamente, Isaías no profetiza tan solo para provecho del reino de dos tribus de Judá. Antes bien, sus mensajes tienen un significado especial para nuestro día. Isaías pinta un cuadro glorioso del Reino de Dios, que pronto traerá grandiosas bendiciones a la Tierra. De ahí que gran parte de los escritos de este profeta se centren en el Mesías prometido, el que habría de ser el Rey del Reino de Dios (Daniel 9:25; Juan 12:41). No parece coincidencia que los nombres Jesús (que significa “Jehová Es Salvación”) e Isaías expresen prácticamente la misma idea.

11 Aunque Jesús no nació hasta unos siete siglos después, las profecías mesiánicas del libro de Isaías son tan detalladas y exactas que parecen el relato de un testigo presencial de la vida de Jesús en la Tierra. Tanto es así que, según indica cierta obra, a veces se llama a ese libro “el Quinto Evangelio”. Por tanto, no sorprende que Isaías sea el libro bíblico del que Jesús y sus apóstoles citaron con más frecuencia para identificar con claridad al Mesías.

12. ¿Por qué emprendemos con interés un estudio del libro de Isaías?

12 Isaías traza una gloriosa descripción de unos “nuevos cielos y una nueva tierra”, en los que “un rey reinará para justicia misma” y habrá príncipes que gobernarán con rectitud (Isaías 32:1, 2; 65:17, 18; 2 Pedro 3:13). El libro de Isaías señala a la alentadora esperanza del Reino de Dios, con el Mesías, Jesucristo, en el puesto de Rey entronizado. ¡Qué animador es vivir con la gozosa expectativa de la “salvación por [Jehová]”! (Isaías 25:9; 40:28-31.) Por tanto, examinemos con interés el inapreciable mensaje del libro de Isaías. Al hacerlo, nuestra confianza en las promesas divinas se fortalecerá notablemente, y nos convenceremos aún más de que Jehová es de veras el Dios de nuestra salvación.

Un padre con hijos rebeldes
Un padre con hijos rebeldes - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 2

Un padre con hijos rebeldes

Isaías 1:2-9

1, 2. Explique cómo ha llegado Jehová a tener hijos rebeldes.

COMO cualquier padre amoroso, mantuvo bien a sus hijos. Durante muchos años se ocupó de que no les faltara alimento, ropa y cobijo. Los disciplinó cuando se hizo necesario, pero el castigo nunca fue excesivo, sino “hasta el grado debido” (Jeremías 30:11). Por tanto, podemos imaginarnos el dolor que siente este amoroso padre cuando tiene que declarar: “Hijos he criado y educado, pero ellos mismos se han sublevado contra mí” (Isaías 1:2b).

2 Los hijos rebeldes a los que aquí se alude son el pueblo de Judá, y el padre herido en sus sentimientos es Jehová Dios. ¡Qué lamentable! Jehová ha cuidado a Judá y la ha ensalzado entre las naciones. “Pasé a vestirte con una prenda de vestir bordada y a calzarte con piel de foca y a envolverte en lino fino y a cubrirte con género costoso”, les recuerda más tarde por medio del profeta Ezequiel (Ezequiel 16:10). Sin embargo, los habitantes de Judá en su mayoría no agradecen lo que Jehová ha hecho por ellos. Al contrario, se sublevan contra él.

3. ¿Por qué convoca Jehová a los cielos y la Tierra para que testifiquen de la sublevación de Judá?

3 Con razón Jehová hace que sus palabras tocante a aquellos hijos rebeldes vayan precedidas de esta proclamación: “Oigan, oh cielos, y presta oído, oh tierra, porque Jehová mismo ha hablado” (Isaías 1:2a). Siglos antes, los cielos y la Tierra oyeron, por así decirlo, las claras advertencias que se dieron a los israelitas sobre las consecuencias de desobedecer. Moisés dijo: “De veras tomo como testigos contra ustedes hoy los cielos y la tierra, de que positivamente perecerán de prisa de sobre la tierra hacia la cual van a cruzar el Jordán para tomarla en posesión” (Deuteronomio 4:26). Ahora, en el tiempo de Isaías, Jehová convoca a los cielos invisibles y a la Tierra visible para que testifiquen de la sublevación de Judá.

4. ¿En qué papel prefiere presentarse Jehová ante Judá?

4 La gravedad de la situación exige abordarla con franqueza. Es notable, y también alentador, que aun en esas circunstancias extremas Jehová no se presente ante Judá simplemente como el dueño que la ha comprado, sino como padre amoroso. En efecto, ruega a su pueblo que mire la cuestión desde el punto de vista de un padre angustiado por el descarrío de sus hijos. Es posible que algunos padres de Judá se identifiquen con esa situación y se sientan conmovidos por la analogía. En cualquier caso, Jehová está a punto de exponer sus argumentos contra la nación.

Las bestias saben más

5. A diferencia de Israel, ¿cómo demuestran el toro y el asno un sentido de fidelidad?

5 Jehová dice por medio de Isaías: “Un toro conoce bien a su comprador, y el asno el pesebre de su dueño; Israel mismo no ha conocido, mi propio pueblo no se ha portado con entendimiento” (Isaías 1:3).* El toro y el asno son animales de tiro que a los residentes de Oriente Medio les resultan familiares. Ciertamente, la gente de Judá no puede negar que hasta esas simples bestias tienen un sentido de fidelidad, una clara noción de que pertenecen a un dueño. A este respecto, veamos lo que un investigador de la Biblia presenció al caer la tarde en una ciudad de Oriente Medio: “La manada empezó a dispersarse en cuanto se halló dentro de los muros de la ciudad. Todos los bueyes conocían a la perfección quiénes eran sus amos y el camino a su casa, y ni por un momento se desconcertaron en aquel laberinto de callejones angostos y sinuosos. En cuanto al asno, fue derecho a la puerta y luego al ‘pesebre de su amo’”.

6. ¿Cómo ha dejado de portarse con entendimiento la gente de Judá?

6 Dado que escenas como esa sin duda son comunes en el tiempo de Isaías, el mensaje de Jehová es claro: si hasta una bestia conoce a su dueño y su propio pesebre, ¿qué excusa puede dar la gente de Judá para haber dejado a Jehová? Bien puede decirse que no se han “portado con entendimiento”. Es como si no comprendieran que su prosperidad y su misma existencia dependen de él. Verdaderamente, es una muestra de misericordia el que Jehová aún llame a la gente de Judá “mi propio pueblo”.

7. Mencione algunas maneras de mostrar nuestro agradecimiento por las provisiones de Jehová.

7 Que nunca nos portemos sin entendimiento y dejemos de agradecer todo lo que Jehová ha hecho por nosotros. Imitemos más bien al salmista David, quien dijo: “Ciertamente te elogiaré, oh Jehová, con todo mi corazón; de veras declararé todas tus maravillosas obras” (Salmo 9:1). Asimilar continuamente el conocimiento de Jehová nos animará a ello, pues la Biblia dice que “el conocimiento del Santísimo es lo que el entendimiento es” (Proverbios 9:10). Meditar a diario en las bendiciones de Jehová hará que nos sintamos agradecidos y que nunca menospreciemos a nuestro Padre celestial (Colosenses 3:15). “El que ofrece acción de gracias como su sacrificio —dice Jehová— es el que me glorifica; y en cuanto al que guarda un camino fijo, ciertamente le haré ver la salvación por Dios.” (Salmo 50:23.)

Una terrible afrenta al “Santo de Israel”

8. ¿Por qué puede llamarse al pueblo de Judá “la nación pecadora”?

8 Isaías prosigue su mensaje con palabras contundentes dirigidas a la nación de Judá: “¡Ay de la nación pecadora, el pueblo cargado de error, descendencia malhechora, hijos ruinosos! Han dejado a Jehová, han tratado con falta de respeto al Santo de Israel, se han vuelto hacia atrás” (Isaías 1:4). Los actos de maldad pueden acumularse hasta el punto de convertirse en una carga aplastante. En los días de Abrahán, Jehová calificó los pecados de Sodoma y Gomorra de “muy grave[s]” (Génesis 18:20). Algo parecido ocurre con el pueblo de Judá, pues Isaías dice que está “cargado de error”. Además, los llama “descendencia malhechora, hijos ruinosos”. En efecto, los habitantes de Judá son como hijos delincuentes. Se han “vuelto hacia atrás”, o como lo expresa la versión de la Casa de la Biblia (1992), le han “vuelto la espalda” a su Padre.

9. ¿Qué denota la expresión “el Santo de Israel”?

9 Por su proceder descarriado, el pueblo de Judá muestra una gran falta de respeto al “Santo de Israel”. ¿Qué denota esta expresión, que se halla veinticinco veces en el libro de Isaías? Ser santo significa ser limpio y puro. Jehová es santo en grado superlativo (Revelación [Apocalipsis] 4:8). A los israelitas les viene a la memoria este hecho cada vez que miran las palabras grabadas en la lámina resplandeciente de oro que lleva el sumo sacerdote sobre el turbante: “La santidad pertenece a Jehová” (Éxodo 39:30). Al utilizar la expresión “el Santo de Israel” para referirse a Jehová, Isaías subraya la gravedad del pecado de Judá. Esos rebeldes están violando directamente el mandato impuesto a sus antepasados: “Tienen que santificarse y tienen que resultar santos, porque yo soy santo” (Levítico 11:44).

10. ¿Cómo podemos evitar la falta de respeto al “Santo de Israel”?

10 Los cristianos de la actualidad han de evitar a toda costa faltarle al respeto al “Santo de Israel”, como hizo Judá. Deben imitar la santidad de Jehová (1 Pedro 1:15, 16). Además, es preciso que “odien lo que es malo” (Salmo 97:10). Prácticas inmundas como la inmoralidad sexual, la idolatría, el robo o la borrachera pueden corromper a la congregación cristiana. Por ese motivo se expulsa de esta a quienes rehúsan abandonarlas. Con el tiempo, a aquellos que de forma impenitente siguen un proceder de inmundicia no se les permitirá recibir las bendiciones del Reino de Dios. Todas esas obras inicuas constituyen, en realidad, una terrible afrenta al “Santo de Israel” (Romanos 1:26, 27; 1 Corintios 5:6-11; 6:9, 10).

Enfermos de pies a cabeza

11, 12. a) Resuma la deplorable condición de Judá. b) ¿Por qué no deberíamos sentir lástima por Judá?

11 A continuación, Isaías procura que los habitantes de Judá razonen señalándoles la condición enferma en la que se encuentran. Dice: “¿En qué otra parte se los golpeará aún más, puesto que añaden más sublevación?”. Es como si Isaías les preguntara: “¿Es que no han sufrido ya bastante? ¿Por qué se hacen aún más daño persistiendo en su rebelión?”. Entonces prosigue: “Toda la cabeza está en condición enferma, y todo el corazón está endeble. Desde la planta del pie hasta la cabeza misma no hay en él lugar sano” (Isaías 1:5, 6a). Judá se halla en un estado deplorable y malsano, enferma en sentido espiritual de pies a cabeza: un diagnóstico realmente sombrío.

12 ¿Deberíamos sentir lástima por Judá? Ni mucho menos. Siglos antes se advirtió debidamente a toda la nación de Israel del castigo por la desobediencia. Entre otras cosas, se le dijo: “Jehová te herirá con un divieso maligno sobre ambas rodillas y ambas piernas, del cual no podrás ser sanado, desde la planta de tu pie hasta la coronilla de tu cabeza” (Deuteronomio 28:35). Por su terco proceder, Judá está padeciendo en sentido figurado esas mismas consecuencias. Y todo podría haberse evitado si el pueblo tan solo hubiera obedecido a Jehová.

13, 14. a) ¿Qué lesiones se le han causado a Judá? b) ¿Hacen los sufrimientos de Judá que esta recapacite en cuanto a su proceder de rebeldía?

13 Isaías sigue describiendo el lamentable estado de Judá: “Heridas y magulladuras y contusiones frescas... no han sido exprimidas ni vendadas, ni ha habido ablandamiento con aceite”(Isaías 1:6b). El profeta hace alusión a tres tipos de lesiones: heridas (cortaduras, como las infligidas con una espada o cuchillo), magulladuras (verdugones causados por golpes) y contusiones frescas (llagas recientes y abiertas que parecen incurables). La imagen que se presenta es la de un hombre al que se ha castigado con severidad de toda manera imaginable, sin que ninguna parte de su cuerpo haya quedado indemne. Judá está verdaderamente maltrecha.

14 ¿Hace la lamentable condición de Judá que esta se vuelva a Jehová? No. Judá es como el rebelde del que habla Proverbios 29:1: “Un hombre censurado repetidas veces, pero que hace dura su cerviz, de repente será quebrado, y eso sin curación”. La nación no parece tener cura. Como dice Isaías, sus heridas “no han sido exprimidas ni vendadas, ni ha habido ablandamiento con aceite”.* En cierto sentido, toda Judá es una llaga, abierta y sin vendar.

15. ¿Cómo podemos protegernos de la enfermedad espiritual?

15 Lo que pasó con Judá nos enseña que debemos estar en guardia contra la enfermedad espiritual. Al igual que la de índole física, puede afectarle a cualquiera de nosotros. Al fin y al cabo, ¿quién es inmune a los deseos de la carne? La codicia y un deseo excesivo de placeres pueden echar raíces en nuestro corazón. Por lo tanto, hemos de aprender a ‘aborrecer lo que es inicuo’ y ‘adherirnos a lo que es bueno’ (Romanos 12:9). También es preciso que cultivemos en nuestra vida diaria los frutos del espíritu de Dios (Gálatas 5:22, 23). De ese modo evitaremos estar como Judá: espiritualmente enfermos de pies a cabeza.

Una tierra desolada

16. a) ¿Qué dice Isaías sobre el estado del territorio de Judá? b) ¿Por qué afirman algunos biblistas que estas palabras se pronunciaron durante el reinado de Acaz, pero cómo podríamos entenderlas?

16 Isaías deja ahora su analogía médica y pasa a hablar del estado en que se halla el territorio de Judá. Como si estuviera contemplando una llanura asolada por la guerra, dice: “La tierra de ustedes es una desolación, sus ciudades están quemadas con fuego; su suelo... directamente enfrente de ustedes, extraños se lo están comiendo, y la desolación es como un derribo por extraños” (Isaías 1:7). Aunque estas palabras se hallan al principio del libro de Isaías, en opinión de algunos biblistas es probable que el profeta las pronunciara en un momento posterior de su carrera, tal vez durante el reinado del malvado rey Acaz. Afirman que el reinado de Uzías fue tan próspero que no encaja con una descripción tan sombría. Si bien no puede establecerse con certeza que el libro de Isaías se compilara en orden cronológico, es posible que sus palabras respecto a la desolación sean proféticas. Lo más probable es que, al pronunciar la citada declaración, Isaías emplee la técnica —utilizada en otros lugares de la Biblia— de referirse a un suceso futuro como si ya hubiera ocurrido para recalcar que la profecía se cumplirá sin falta (compárese con Revelación 11:15).

17. ¿Por qué no debería tomar por sorpresa al pueblo de Judá la descripción profética de la desolación?

17 Sea como fuere, la descripción profética de la desolación de Judá no debería tomar por sorpresa a este pueblo terco y desobediente. Siglos antes, Jehová les había advertido de las consecuencias de la rebelión, al decir: “Yo, por mi parte, ciertamente haré desolado el país, y los enemigos de ustedes que están morando en él simplemente se quedarán mirando asombrados a causa de ello. Y a ustedes los esparciré entre las naciones, y ciertamente desenvainaré una espada tras de ustedes; y su tierra tiene que quedar hecha una desolación, y sus ciudades llegarán a ser una ruina desolada” (Levítico 26:32, 33; 1 Reyes 9:6-8).

18-20. ¿Cuándo se cumplen las palabras de Isaías 1:7, 8, y de qué modo deja Jehová ‘que queden unos cuantos’ esta vez?

18 Por lo visto, las palabras de Isaías 1:7, 8 se cumplen durante las invasiones de los asirios, que provocan la caída de Israel y gran devastación y sufrimiento en Judá (2 Reyes 17:5, 18; 18:11, 13; 2 Crónicas 29:8, 9). Judá, sin embargo, no ha sufrido una aniquilación total. Isaías añade: “Y la hija de Sión ha quedado como una cabaña en una viña, como choza de vigilancia en un campo de pepinos, como una ciudad bloqueada” (Isaías 1:8).

19 En medio de toda esa devastación, “la hija de Sión”, Jerusalén, permanecerá en pie. Sin embargo, parecerá muy vulnerable, como una cabaña en una viña o la choza del guardián de un pepinar. Cierto erudito del siglo XIX recordó las palabras de Isaías cuando, bajando por el Nilo, vio chozas de ese tipo, que le parecieron “poco más que un cobijo contra el viento del norte”. En Judá, una vez terminada la siega, se dejaba que esas cabañas se estropearan y desmoronaran. A pesar de todo, por endeble que pudiera parecer ante el avasallador ejército asirio, Jerusalén sobreviviría.

20 Isaías concluye así esta declaración profética: “A menos que Jehová de los ejércitos mismo hubiera dejado que nos quedaran solo unos cuantos sobrevivientes, habríamos llegado a ser justamente como Sodoma, nos habríamos parecido a Gomorra misma” (Isaías 1:9).* Jehová finalmente intervendrá a favor de Judá contra el poder de Asiria. A diferencia de Sodoma y Gomorra, no será arrasada, sino que seguirá existiendo.

21. ¿Por qué dejó Jehová ‘que quedaran unos cuantos’ tras la destrucción de Jerusalén a manos de Babilonia?

21 Más de cien años después, Judá volvió a verse amenazada. La disciplina que el pueblo había recibido por medio de Asiria no le sirvió de escarmiento. “Continuamente estuvieron burlándose de los mensajeros del Dios verdadero y despreciando sus palabras y mofándose de sus profetas.” En consecuencia, “la furia de Jehová subió contra su pueblo, hasta que no hubo curación” (2 Crónicas 36:16). El monarca babilonio Nabucodonosor conquistó Judá, y esta vez no hubo nada que quedara en pie “como una cabaña en una viña”. Incluso Jerusalén sufrió destrucción (2 Crónicas 36:17-21). Aun así, Jehová ‘dejó que quedaran unos cuantos’, y a pesar de que Judá aguantó setenta años de destierro, Dios garantizó la continuidad de la nación y en particular de la línea davídica, de la que saldría el Mesías prometido.

22, 23. ¿Por qué dejó Jehová ‘que quedaran unos cuantos’ en el siglo primero?

22 En el siglo primero, Israel atravesó su última crisis como el pueblo en pacto con Dios. Cuando Jesús se presentó como el Mesías prometido, la nación lo rechazó, y en consecuencia, Jehová los rechazó a ellos (Mateo 21:43; 23:37-39; Juan 1:11). ¿Supuso eso que Jehová ya no tendría una nación especial sobre la Tierra? No. El apóstol Pablo indicó que Isaías 1:9 tenía aún otro cumplimiento. Citando de la versión Septuaginta, escribió: “Así como Isaías había dicho en otro tiempo: ‘A menos que Jehová de los ejércitos nos hubiera dejado descendencia, habríamos llegado a ser justamente como Sodoma, y habríamos quedado justamente como Gomorra’” (Romanos 9:29).

23 En esta ocasión, los sobrevivientes fueron los cristianos ungidos, los cuales demostraron fe en Jesucristo. Este grupo se compuso al principio de cristianos de origen judío, a los que más tarde se unieron otros de origen gentil. Juntos constituyeron un nuevo Israel, “el Israel de Dios” (Gálatas 6:16; Romanos 2:29). Esa “descendencia” sobrevivió a la destrucción del sistema de cosas judío en 70 E.C. De hecho, “el Israel de Dios” aún está con nosotros, y se le han unido millones de creyentes de las naciones, los cuales componen “una gran muchedumbre, que ningún hombre [puede] contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas” (Revelación 7:9).

24. ¿Qué deben tener en cuenta todos los que desean sobrevivir a la mayor crisis de la humanidad?

24 Este mundo pronto se enfrentará a la batalla de Armagedón (Revelación 16:14, 16). Aunque será un conflicto de mayor envergadura que la invasión asiria o babilónica de Judá, e incluso que la devastación romana de Judea del año 70 E.C., habrá sobrevivientes (Revelación 7:14). Es crucial, pues, que todos nosotros tengamos muy en cuenta las palabras que Isaías dirigió a Judá. En aquel entonces llevaron a la supervivencia de las personas fieles, y hoy en día pueden significar supervivencia para los creyentes.

[Notas]

En este contexto, “Israel” se refiere al reino de dos tribus de Judá.

Las palabras de Isaías reflejan la práctica médica de su tiempo. El investigador de la Biblia E. H. Plumptre señala: “‘Cerrar’ o ‘apretar’ la herida purulenta, para limpiarla de pus, era lo primero que se intentaba; a continuación se ‘vendaba’ con una cataplasma —como en el caso de Ezequías (Isaías cap. XXXVIII, vs 21)—, y luego se usaba algún aceite tónico o ungüento —probablemente aceite y vino, como en Lucas X, 34— para limpiar la úlcera”.

La obra Commentary on the Old Testament, de C. F. Keil y F. Delitzsch, dice: “La alocución del profeta llega aquí a un receso. El hecho de que en este punto se divide en dos secciones separadas se indica con un espacio en blanco entre los vv. Isa 1:9, 10. Este método de marcar secciones grandes o pequeñas, ya sea dejando espacios en blanco o empezando una nueva línea, es más antiguo que los puntos vocálicos y los acentos, y se fundamenta en una tradición antiquísima”.

[Ilustración de la página 20]

A diferencia de Sodoma y Gomorra, Judá no quedará deshabitada para siempre

“Enderecemos los asuntos”
“Enderecemos los asuntos” - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 3

“Enderecemos los asuntos”

Isaías 1:10-31

1, 2. ¿A quiénes compara Jehová a los gobernantes y la gente de Jerusalén y Judá, y por qué es apropiada esa comparación?

ES POSIBLE que los habitantes de Jerusalén se sientan tentados a justificarse tras oír la denuncia que se halla en Isaías 1:1-9. Probablemente les gustaría señalar con orgullo a los sacrificios que ofrecen a Jehová. No obstante, en los versículos 10 a 15 hallamos la fulminante respuesta de Jehová a esa actitud, una respuesta que empieza así: “Oigan la palabra de Jehová, dictadores de Sodoma. Presten oído a la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra” (Isaías 1:10).

2 Sodoma y Gomorra sufrieron destrucción, no solo por sus prácticas sexuales pervertidas, sino también por su carácter implacable y altanero (Génesis 18:20, 21; 19:4, 5, 23-25; Ezequiel 16:49, 50). Quienes oyen a Isaías deben de horrorizarse al verse comparados a la gente de aquellas ciudades maldecidas.* Pero Jehová ve a su pueblo tal como es, e Isaías no atenúa el mensaje divino para ‘regalarles los oídos’ (2 Timoteo 4:3).

3. ¿Qué da a entender Jehová al decir que ‘ha tenido suficiente’ de los sacrificios del pueblo, y por qué se siente así?

3 Observe lo que piensa Jehová de la adoración ritualista de su pueblo. “¿De qué provecho me es la multitud de sus sacrificios? —dice Jehová—. Suficiente he tenido ya de holocaustos de carneros y de la grasa de animales bien alimentados; y en la sangre de toros jóvenes y corderos y machos cabríos no me he deleitado.” (Isaías 1:11.) El pueblo ha olvidado que Jehová no depende de sus sacrificios (Salmo 50:8-13). Él no necesita nada de lo que los seres humanos puedan ofrecerle, así que la gente está muy equivocada si cree que al presentarle sus ofrendas de mala gana le están haciendo un favor. Jehová utiliza una figura retórica muy eficaz. La expresión “suficiente he tenido” también puede traducirse por “estoy saciado” o “estoy harto”. ¿Alguna vez se ha sentido tan lleno que el simple hecho de ver la comida le resultaba repulsivo? Pues lo mismo siente Jehová por esas ofrendas: una repugnancia total.

4. ¿Cómo denuncia Isaías 1:12 el carácter vacío de las visitas que hace el pueblo al templo de Jerusalén?

4 Jehová pasa a decir: “Cuando ustedes siguen entrando para ver mi rostro, ¿quién es el que ha requerido esto de la mano de ustedes, para hollar mis patios?” (Isaías 1:12). ¿Acaso no es la propia ley de Jehová la que manda que el pueblo ‘entre para ver Su rostro’, es decir, que se presente en Su templo de Jerusalén? (Éxodo 34:23, 24.) Sí, pero ellos lo hacen por simple formalismo. Sencillamente cumplen con los aspectos ceremoniales de la adoración pura, pero sus motivos no son puros. A los ojos de Jehová, las numerosas visitas que hacen a Sus patios solo sirven para ‘hollarlos’, para desgastar el suelo.

5. ¿Cuáles son algunos actos de adoración a Jehová que realizan los judíos, y por qué se han convertido en “una carga”?

5 No sorprende que las palabras que Jehová emplea a continuación sean aún más enérgicas. “Cesen de traer más ofrendas de grano que nada valen. El incienso... me es algo detestable. Luna nueva y sábado, el convocar una convocación... no puedo soportar el uso de poder mágico junto con la asamblea solemne. Sus lunas nuevas y sus períodos de fiesta mi alma ha odiado. Para mí han llegado a ser una carga; me he cansado de llevarlos.” (Isaías 1:13, 14.) Las ofrendas de grano, el incienso, los sábados y las asambleas solemnes forman parte de la Ley que Dios dio a Israel. En cuanto a las “lunas nuevas”, dicha Ley solo estipula que se observen, pero poco a poco se han arraigado algunas tradiciones sanas en torno a la ocasión (Números 10:10; 28:11). La luna nueva se considera un sábado mensual, un día en el que el pueblo deja de trabajar y hasta se congrega para escuchar la enseñanza de profetas y sacerdotes (2 Reyes 4:23; Ezequiel 46:3; Amós 8:5). Esas celebraciones no son incorrectas. El problema estriba en que únicamente guardan las fiestas por aparentar. Además, los judíos están recurriendo al “poder mágico”, es decir, a prácticas espiritistas, al tiempo que observan formalmente la Ley de Dios.* Por consiguiente, sus actos de adoración a Jehová son “una carga” a los ojos de este.

6. ¿En qué sentido se ha “cansado” Jehová?

6 Pero ¿cómo puede Jehová sentirse “cansado”? Después de todo, cuenta con una “abundancia de energía dinámica [...]. Él no se cansa ni se fatiga” (Isaías 40:26, 28). Jehová emplea una vívida figura retórica para que entendamos sus sentimientos. ¿Nunca ha cargado algo pesado durante tanto tiempo que, exhausto, lo único que deseaba era soltarlo? Así se siente Jehová con los actos hipócritas de adoración que le rinde su pueblo.

7. ¿Por qué ya no escucha Jehová las oraciones de su pueblo?

7 Jehová pasa entonces a referirse al acto de adoración más íntimo y personal. “Cuando ustedes extienden las palmas de las manos, escondo de ustedes los ojos. Aunque hagan muchas oraciones, no escucho; sus mismas manos se han llenado de derramamiento de sangre.” (Isaías 1:15.) Extender los brazos con las palmas de las manos hacia arriba es un gesto de súplica. Para Jehová, esta postura ya no significa nada, pues el pueblo tiene las manos llenas de derramamiento de sangre. La violencia prolifera en la tierra. Oprimir al débil es lo común. El que esas personas abusivas y egoístas oren a Jehová y le pidan que las bendiga es escandaloso. ¡Con razón les dice que ‘no escucha’!

8. ¿Qué error comete la cristiandad hoy en día, y cómo han caído en una trampa similar algunos cristianos?

8 En nuestro día, la cristiandad tampoco se ha granjeado el favor divino con su incesante repetición de oraciones inútiles y sus otras “obras” religiosas (Mateo 7:21-23). Es de vital importancia que nosotros no caigamos en la misma trampa. En ocasiones, un cristiano se desliza a una práctica pecaminosa grave y piensa que con solo ocultar lo que hace y aumentar su actividad en la congregación cristiana, sus hechos contrarrestarán de algún modo su pecado. Esas obras formalistas no agradan a Jehová. Únicamente existe una cura para la enfermedad espiritual, como muestran los versículos siguientes de Isaías.

La cura para la enfermedad espiritual

9, 10. ¿Qué importancia tiene la limpieza en nuestra adoración a Jehová?

9 Jehová, el Dios de la compasión, adopta ahora un tono más afectuoso y atrayente. “Lávense; límpiense; quiten la maldad de sus tratos de enfrente de mis ojos; cesen de hacer lo malo. Aprendan a hacer lo bueno; busquen la justicia; corrijan al opresor; dicten fallo para el huérfano de padre; defiendan la causa de la viuda.” (Isaías 1:16, 17.) Hallamos aquí una serie de nueve imperativos o mandatos. Los primeros cuatro son negativos en el sentido de que entrañan abandonar el pecado; los últimos cinco son positivos: implican acciones encaminadas a obtener la bendición de Jehová.

10 El lavado y la limpieza siempre han ocupado un lugar importante en la adoración pura (Éxodo 19:10, 11; 30:20; 2 Corintios 7:1). Pero Jehová desea que la limpieza sea más profunda, que llegue hasta el corazón mismo de quienes lo adoran. La limpieza a la que Jehová se refiere, la más importante de todas, es la de índole moral y espiritual. Los primeros dos mandatos del versículo 16 no constituyen una simple repetición. Según un gramático de la lengua hebrea, el primero, “lávense”, denota un acto inicial de limpiarse, mientras que el segundo, “límpiense”, alude a los esfuerzos continuos por mantener dicha limpieza.

11. ¿Qué debemos hacer para combatir el pecado, y qué no debemos hacer?

11 A Jehová no podemos ocultarle nada (Job 34:22; Proverbios 15:3; Hebreos 4:13). Por consiguiente, el mandato “quiten la maldad de sus tratos de enfrente de mis ojos” solo puede significar una cosa: que abandonen sus prácticas malvadas. Ello supone no tratar de ocultar pecados graves, pues hacerlo ya constituye un pecado. Proverbios 28:13 advierte: “El que encubre sus transgresiones no tendrá éxito, pero al que las confiesa y las deja se le mostrará misericordia”.

12. a) ¿Por qué es importante que ‘aprendamos a hacer lo bueno’? b) ¿Cómo pueden los ancianos en particular seguir las instrucciones de ‘buscar la justicia’ y ‘corregir al opresor’?

12 Podemos aprender mucho de las acciones que Jehová ordena en los mandatos positivos del versículo 17 del capítulo 1 de Isaías. Observe que no los insta simplemente a “hacer lo bueno”: les dice que “aprendan a hacer lo bueno”. Para entender lo que es bueno a los ojos de Dios y desear hacerlo, hace falta estudiar personalmente Su Palabra. Además, Jehová no se limita a decirles que “hagan justicia”; les manda que “busquen la justicia”. Hasta los ancianos con experiencia necesitan investigar minuciosamente la Palabra de Dios para determinar el proceder correcto en algunas situaciones complejas. Ellos tienen la responsabilidad de ‘corregir al opresor’, como Jehová ordena seguidamente. Estas instrucciones revisten mucha importancia para los pastores cristianos de la actualidad, pues estos desean proteger de los “lobos opresivos” al rebaño (Hechos 20:28-30).

13. ¿Cómo pudiéramos aplicar hoy en día los mandatos relativos a los huérfanos y las viudas?

13 Los dos mandatos finales tienen que ver con personas que se cuentan entre las más desvalidas del pueblo de Dios: los huérfanos y las viudas. El mundo no tiene ningún reparo en aprovecharse de ellos, pero eso no debe ocurrir entre el pueblo de Dios. Los ancianos amorosos ‘dictan fallo’ a favor de los huérfanos de la congregación ayudándolos a recibir un trato justo y protección en un mundo que procura explotarlos y corromperlos. Los ancianos ‘defienden la causa’ de la viuda o, según otro significado del término hebreo, “luchan” en su favor. En realidad, todos los cristianos han de ser un refugio y una fuente de consuelo y justicia para los necesitados que se hallan entre nosotros, pues Jehová los considera muy valiosos (Miqueas 6:8; Santiago 1:27).

14. ¿Qué vigoroso mensaje transmite Isaías 1:16, 17?

14 Por medio de estos nueve mandatos, Jehová transmite un mensaje firme y vigoroso. En ocasiones, quienes caen en el pecado llegan a la conclusión de que les es imposible hacer lo correcto. Esas ideas tienen un efecto desalentador, y además, son erróneas. Jehová sabe —y desea que sepamos— que con su ayuda, cualquier pecador puede abandonar su proceder, volverse y practicar lo que es bueno.

Un ruego compasivo y justo

15. ¿Qué interpretación equivocada se da en ocasiones a la frase “enderecemos los asuntos entre nosotros”, y cuál es su verdadero significado?

15 El tono de Jehová se hace ahora todavía más cariñoso y compasivo. “Vengan, pues, y enderecemos los asuntos entre nosotros —dice Jehová—. Aunque los pecados de ustedes resulten ser como escarlata, se les hará blancos justamente como la nieve; aunque sean rojos como tela de carmesí, llegarán a ser aun como la lana.” (Isaías 1:18.) La invitación que abre este hermoso versículo suele entenderse mal. Por ejemplo, la Versión Popular dice “vengan, vamos a discutir este asunto”, como si ambas partes tuvieran que hacer concesiones para llegar a un acuerdo. ¡De ninguna manera! Jehová no ha hecho nada malo, y mucho menos en sus tratos con este pueblo rebelde e hipócrita (Deuteronomio 32:4, 5). El versículo no habla de una negociación entre iguales, sino de un foro para establecer la justicia. Es como si Jehová retara a Israel a comparecer a juicio ante un tribunal.

16, 17. ¿Cómo sabemos que Jehová está dispuesto a perdonar incluso pecados graves?

16 Esa perspectiva podría parecer intimidatoria, pero Jehová es el más misericordioso y compasivo de los jueces. Su capacidad para perdonar no tiene igual (Salmo 86:5). Solo él puede limpiar a los israelitas de pecados que son “como escarlata” y hacer que queden “blancos justamente como la nieve”. No hay iniciativa ni fórmula humana, sean obras, sacrificios u oraciones, que pueda eliminar la mancha del pecado. Lo único que puede lavar el pecado es el perdón que Jehová concede y en las condiciones que él establece, entre las que figura un arrepentimiento verdadero, de corazón.

17 Esta verdad es tan importante que Jehová la repite utilizando una variante poética: los pecados “carmesí” llegarán a ser como lana blanca, nueva y sin teñir. Jehová desea que sepamos que él es Aquel que perdona los pecados, hasta los más graves, si ve que estamos sinceramente arrepentidos. A quienes les resulte difícil creer que sus pecados puedan ser perdonados, les convendría examinar ejemplos como el de Manasés, quien pecó de modo horrible y durante muchos años. Sin embargo, se arrepintió y fue perdonado (2 Crónicas 33:9-16). Jehová desea que todos nosotros, incluso los que han cometido pecados graves, sepamos que todavía no es demasiado tarde para que “enderecemos los asuntos” con él.

18. ¿Qué opciones da Jehová a su pueblo rebelde?

18 Jehová recuerda a su pueblo que han de elegir. “Si ustedes muestran buena disposición y de veras escuchan, comerán lo bueno de la tierra. Pero si rehúsan y realmente son rebeldes, por una espada serán comidos; porque la mismísima boca de Jehová lo ha hablado.” (Isaías 1:19, 20.) En este pasaje, Jehová pone de relieve diversas actitudes, y otra vez emplea una vívida figura retórica para hacerles entender la situación. Los habitantes de Judá han de escoger entre comer o ser comidos. Si se decantan por escuchar y obedecer a Jehová, comerán el producto de la tierra. Si, por otro lado, persisten en su actitud rebelde, la espada de sus enemigos se los comerá a ellos. Cuesta imaginar que un pueblo prefiera la espada de sus enemigos a la misericordia y generosidad de un Dios que perdona. Pero ese es el caso de Jerusalén, como muestran los siguientes versículos de Isaías.

Una endecha por la ciudad amada

19, 20. a) ¿Cómo expresa Jehová lo que siente al verse traicionado? b) ¿Por qué puede decirse que ‘la justicia se ha alojado en Jerusalén’?

19 En Isaías 1:21-23 constatamos hasta qué punto llega la maldad que reina en la Jerusalén de la época. El profeta da comienzo a un poema inspirado que adquiere la forma de una endecha o lamento: “¡Oh, cómo ha llegado a ser una prostituta la población fiel! Llena estaba de derecho; la justicia misma se alojaba en ella; pero ahora, asesinos” (Isaías 1:21).

20 ¡Qué bajo ha caído la ciudad de Jerusalén! La que antaño fue esposa fiel ahora no es más que una prostituta. ¿Qué pudiera transmitir de forma más vigorosa los sentimientos de Jehová al verse traicionado y defraudado? “La justicia misma se alojaba en” la ciudad. ¿Cuándo? Pues bien, incluso antes de que Israel existiera, allá en los días de Abrahán, la ciudad se llamaba Salem. En ella gobernaba un hombre que era tanto rey como sacerdote. Se llamaba Melquisedec, que significa “Rey de Justicia”, y todo apunta a que hizo honor a su nombre (Hebreos 7:2; Génesis 14:18-20). Unos mil años después de Melquisedec, Jerusalén alcanzó su época dorada durante los reinados de David y Salomón. “La justicia misma se alojaba en ella”, sobre todo cuando sus reyes daban el ejemplo al pueblo y andaban en los caminos de Jehová. Sin embargo, en la época de Isaías, aquellos tiempos no son más que un lejano recuerdo.

21, 22. ¿Qué significado tienen la escoria y la cerveza diluida, y por qué merecen tal descripción los dirigentes de Judá?

21 Parece que la culpa recae, en buena medida, en los dirigentes del pueblo. Isaías prosigue su lamento: “Tu plata misma ha llegado a ser escoria espumajosa. Tu cerveza de trigo está diluida con agua. Tus príncipes son tercos y socios de ladrones. Cada uno de ellos es amador de un soborno y corredor tras regalos. No dictan fallo para el huérfano de padre; y ni siquiera consigue entrada a ellos la causa judicial de la viuda” (Isaías 1:22, 23). Dos elementos gráficos en rápida sucesión sirven de preludio a lo que sigue. En la fragua, el herrero quita la escoria espumajosa de la plata fundida y la tira. Los príncipes y jueces de Israel se asemejan a la escoria, no a la plata. Hay que librarse de ellos. En realidad, no son de más utilidad que la cerveza que se ha diluido con agua y ha perdido su sabor. Una bebida así solo sirve para tirarla.

22 El versículo 23 muestra por qué merecen tal descripción los dirigentes. La Ley mosaica ennobleció al pueblo de Dios y lo separó de las demás naciones. Lo hizo, por ejemplo, al ordenar que se protegiera a los huérfanos y a las viudas (Éxodo 22:22-24). Pero en el tiempo de Isaías, los huérfanos tienen pocas probabilidades de obtener una sentencia favorable. En cuanto a las viudas, ni siquiera pueden conseguir que alguien escuche su caso, y mucho menos que lo defienda. No, esos jueces y caudillos están demasiado ocupados en sus propios intereses, procurando sobornos y regalos y haciéndose socios de ladrones, pues protegen a los delincuentes mientras dejan que sus víctimas sufran. Peor aún, se han hecho “tercos”, empedernidos en su práctica de la maldad. ¡Qué situación tan lamentable!

Jehová refinará a su pueblo

23. ¿Qué sentimientos manifiesta Jehová hacia sus adversarios?

23 Jehová no va a tolerar para siempre ese abuso de poder. Isaías pasa a decir: “Por lo tanto, la expresión del Señor verdadero, Jehová de los ejércitos, el Poderoso de Israel, es: ‘¡Ajá! Me desembarazaré de mis adversarios, y ciertamente me vengaré de mis enemigos’” (Isaías 1:24). En este pasaje, a Jehová se le dan tres designaciones que resaltan su justa soberanía e inmenso poder. La exclamación “¡Ajá!” probablemente significa que a su compasión se añade ahora la determinación de descargar su cólera, y ciertamente hay razón para ello.

24. ¿A qué proceso de refinación se propone someter Jehová a su pueblo?

24 El propio pueblo de Jehová se ha hecho su enemigo. Se tiene bien merecida la venganza de Dios, quien ‘se desembarazará’ o librará de ellos. ¿Supondrá eso la destrucción total y permanente del pueblo que lleva Su nombre? No, pues Él pasa a decir: “Y de veras volveré mi mano sobre ti, y eliminaré por fundición tu escoria espumajosa como con lejía, y ciertamente quitaré todos tus desperdicios” (Isaías 1:25). Jehová utiliza ahora el proceso de refinación a modo de ejemplo. Los refinadores de la antigüedad solían añadir lejía para separar más fácilmente la escoria del valioso metal. De igual manera, Jehová, que no considera completamente malvado a su pueblo, lo ‘castigará hasta el grado debido’. Solo eliminará de él los “desperdicios”, los individuos tercos e indeseables que se niegan a aprender y obedecer* (Jeremías 46:28). Con estas palabras, Isaías tiene el privilegio de poner por escrito hechos históricos antes de que sucedan.

25. a) ¿Cómo refinó Jehová a su pueblo en el año 607 a.E.C.? b) ¿Cuándo refinó Jehová a su pueblo en tiempos modernos?

25 Jehová realmente refinó a su pueblo quitando la escoria espumajosa, es decir, los caudillos corruptos y demás rebeldes. En el año 607 a.E.C., mucho después del tiempo de Isaías, Jerusalén fue destruida y sus habitantes llevados a un destierro de setenta años en Babilonia. En algunos aspectos, aquello fue un paralelo de unas medidas que Dios tomó mucho después. La profecía de Malaquías 3:1-5, muy posterior al destierro en Babilonia, indicó que Dios realizaría de nuevo una refinación. Apunta al tiempo en que Jehová Dios visitaría el templo espiritual acompañado de su “mensajero del pacto”, Jesucristo, lo que al parecer ocurrió al final de la I Guerra Mundial. Jehová inspeccionó y efectuó una criba de cuantos afirmaban ser cristianos, separando a los verdaderos de los falsos. ¿Con qué resultado?

26-28. a) ¿Qué cumplimiento inicial tuvo Isaías 1:26? b) ¿Cómo se ha cumplido esta profecía en nuestro tiempo? c) ¿Cómo pueden beneficiarse de esta profecía los ancianos de la actualidad?

26 Jehová responde: “Ciertamente traeré de vuelta otra vez jueces para ti como al principio, y consejeros para ti como al comienzo. Después de esto se te llamará Ciudad de Justicia, Población Fiel. Con equidad Sión misma será redimida, y los de ella que vuelven, con justicia” (Isaías 1:26, 27). Esta profecía se cumplió primero en la Jerusalén antigua. Tras la vuelta de los desterrados a su ciudad amada, en el año 537 a.E.C., hubo de nuevo jueces y consejeros fieles como los del pasado. Los profetas Ageo y Zacarías, el sacerdote Josué, el escriba Esdras y el gobernador Zorobabel guiaron e instruyeron en las sendas de Dios al resto fiel que había regresado. Sin embargo, en el siglo XX tuvo lugar un cumplimiento aún más importante.

27 En 1919, el pueblo de Jehová del día moderno salió de un período de prueba. Se vio liberado de la esclavitud espiritual a Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa. La distinción entre ese resto ungido fiel y el clero apóstata de la cristiandad se hizo patente. Dios bendijo una vez más a su pueblo ‘trayéndoles de vuelta jueces y consejeros’, hombres fieles cuyos consejos se basan en las Escrituras y no en tradiciones humanas. En la actualidad hay miles de tales hombres entre el menguante “rebaño pequeño” y los crecientes millones de “otras ovejas” que se le han unido (Lucas 12:32; Juan 10:16; Isaías 32:1, 2; 60:17; 61:3, 4).

28 Los ancianos tienen presente que, de vez en cuando, hacen de “jueces” en la congregación a fin de mantenerla limpia en sentido moral y espiritual y de corregir a los transgresores. Se preocupan profundamente por actuar como a Dios le agrada, imitando su misericordioso y equilibrado sentido de la justicia. Pero en la mayoría de los casos son “consejeros”, algo muy distinto a ser príncipes o tiranos, y hacen cuanto pueden para ni siquiera dar la apariencia de estar “enseñoreándose de los que son la herencia de Dios” (1 Pedro 5:3).

29, 30. a) ¿Qué decreta Jehová para quienes rehúsan beneficiarse del proceso de refinación? b) ¿En qué sentido llega el pueblo a ‘avergonzarse’ de sus árboles y jardines?

29 ¿Y la “escoria” que se menciona en la profecía de Isaías? ¿Qué les sucede a quienes rehúsan beneficiarse del proceso de refinación divino? Isaías prosigue: “Y el ruidoso estrellarse de los sublevadores y el de los pecadores será al mismo tiempo, y los que dejan a Jehová se desharán. Porque ellos se avergonzarán de los poderosos árboles que ustedes desearon, y ustedes quedarán corridos a causa de los jardines que han escogido” (Isaías 1:28, 29). Quienes se sublevan y pecan contra Jehová, desoyendo los mensajes de advertencia de sus profetas hasta que es demasiado tarde, realmente se ‘estrellan’ y ‘deshacen’ en el año 607 a.E.C. Ahora bien, ¿qué significan las alusiones a los árboles y los jardines?

30 La idolatría es un problema persistente en Judá. Los árboles, jardines y arboledas son a menudo escenario de sus prácticas depravadas. Por ejemplo, quienes adoran a Baal y su consorte, Astoret, creen que en la estación seca ambas deidades yacen muertas y sepultadas. A fin de que despierten y tengan coito, de modo que la tierra recupere su fertilidad, los idólatras se reúnen para practicar actos sexuales pervertidos bajo los árboles “sagrados” de arboledas o jardines. Cuando llegan las lluvias y la tierra se vuelve fecunda, atribuyen el mérito a los dioses falsos y se reafirman en esas supersticiones. Pero cuando Jehová los hace estrellarse ruidosamente, ningún dios ídolo los protege. Aquellos rebeldes ‘se avergüenzan’ de sus impotentes árboles y jardines.

31. ¿A qué consecuencias peores que la vergüenza se enfrentan los idólatras?

31 Los idólatras habitantes de Judá se enfrentan, sin embargo, a algo peor que la vergüenza. Jehová cambia ahora de ilustración y los compara con árboles. “Llegarán a ser como un árbol grande cuyo follaje se marchita, y como un jardín que no tiene agua.” (Isaías 1:30.) En el clima caluroso y seco de Oriente Medio, esta ilustración es muy adecuada. Ningún árbol o jardín dura mucho sin un aporte constante de agua. Al secarse, las plantas son muy vulnerables al fuego. De ahí que la ilustración del versículo 31 encaje tan bien en el relato.

32. a) ¿Quién es “el hombre vigoroso” al que alude el Isa 1 versículo 31? b) ¿En qué sentido llegará a ser como “estopa”, qué “chispa” le prenderá fuego, y con qué resultado?

32 “El hombre vigoroso ciertamente llegará a ser estopa, y el producto de su actividad una chispa; y ambos ciertamente se harán llamas al mismo tiempo, sin que haya quien extinga.” (Isaías 1:31.) ¿Quién es ese “hombre vigoroso”? La expresión hebrea comunica el sentido de alguien fuerte y rico, y al parecer se refiere al seguidor de dioses falsos, próspero y seguro de sí mismo. Tanto en el tiempo de Isaías como en el nuestro, no faltan hombres que rechazan a Jehová y su adoración pura. Algunos de ellos hasta parecen prosperar. Sin embargo, Jehová advierte de que tales hombres serán como “estopa”, toscas hebras de lino tan endebles y secas que se deshacen, por así decirlo, ante el mero olor del fuego (Jueces 16:8, 9). El producto de la actividad del idólatra —sus dioses ídolos, su riqueza o lo que sea que adore en lugar de a Jehová— será como una “chispa” incendiaria. Tanto la chispa como la estopa serán consumidas, devoradas por un fuego que nadie puede extinguir. Las sentencias de Jehová son perfectas, y no hay poder en el universo que pueda anularlas.

33. a) ¿Por qué puede decirse que las advertencias divinas de la sentencia venidera también revelan su misericordia? b) ¿Qué oportunidad da Jehová a la humanidad, y cómo nos atañe a cada uno de nosotros?

33 ¿Es compatible este mensaje final con el de misericordia y perdón del Isa 1 versículo 18? Claro que sí. Jehová se ha encargado de que sus siervos escriban y transmitan esas advertencias precisamente porque es misericordioso. En realidad, “no desea que ninguno sea destruido; más bien, desea que todos alcancen el arrepentimiento” (2 Pedro 3:9). Hoy es un privilegio de todo cristiano verdadero proclamar los mensajes de advertencia divinos a la humanidad, para que quienes se arrepientan puedan beneficiarse del perdón generoso de Dios y vivir para siempre. ¡Qué bondadoso es Jehová al ofrecer a la familia humana la oportunidad de ‘enderezar los asuntos’ con él antes de que sea demasiado tarde!

[Notas]

Según la tradición judía antigua, el malvado rey Manasés ordenó que ejecutaran a Isaías aserrándolo en pedazos (compárese con Hebreos 11:37). Cierta fuente indica que para provocar dicha sentencia de muerte, un profeta falso lo acusó en estos términos: “Ha llamado a Jerusalén Sodoma, y ha declarado que los príncipes de Judá (son) el pueblo de Gomorra”.

La palabra hebrea para “poder mágico” también se traduce “lo que es perjudicial”, “lo que es mágico” y “erróneo”. Según el Diccionario teológico del Antiguo Testamento, los profetas hebreos emplearon la expresión para denunciar el “delito causado por un abuso de poder”.

La expresión “volveré mi mano sobre ti” significa que Jehová dejará de apoyar a su pueblo y lo castigará.

Se alza la casa de Jehová
Se alza la casa de Jehová - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 4

Se alza la casa de Jehová

Isaías 2:1-5

1, 2. ¿Qué cita aparece grabada en un muro de la plaza de las Naciones Unidas, y cuál es su origen?

“VOLVERÁN sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.” Así se traducen las palabras grabadas en un muro de la plaza de las Naciones Unidas, en la ciudad de Nueva York. Durante décadas no se indicó la procedencia de la cita, y ya que el objetivo de la ONU es trabajar en favor de la paz mundial, era fácil atribuirla a quienes en 1945 fundaron dicha organización.

2 Sin embargo, en 1975 se cinceló el nombre de Isaías en el muro, al pie de la cita, y así se puso de manifiesto que esas palabras no tenían origen moderno. De hecho, constituyen una profecía que, escrita hace más de dos mil setecientos años, se halla en lo que hoy es el capítulo segundo del libro de Isaías. Durante milenios, los amantes de la paz se han preguntado cómo y cuándo ocurrirían los sucesos que predijo el profeta. Eso ya no es preciso. Ahora vemos con nuestros propios ojos el extraordinario cumplimiento de esta antigua profecía.

3. ¿Quiénes constituyen las naciones que baten sus espadas en rejas de arado?

3 ¿Qué naciones vuelven sus espadas en rejas de arado? Está claro que no se trata de las naciones y gobiernos políticos de tiempos modernos. Hasta ahora esas naciones han fabricado armas (“espadas”) tanto para guerrear como para preservar “la paz” mediante el uso de la fuerza. En realidad, su tendencia siempre ha sido la de convertir los arados en espadas. La profecía de Isaías se cumple en representantes de todas las naciones, en personas que adoran a Jehová, “el Dios de la paz” (Filipenses 4:9).

Las naciones que afluyen a la adoración pura

4, 5. ¿Qué predicen los primeros versículos del capítulo 2 de Isaías, y cómo se recalca la fiabilidad de esas palabras?

4 El capítulo 2 de Isaías comienza con estas palabras: “La cosa que Isaías el hijo de Amoz contempló en visión acerca de Judá y Jerusalén: Y en la parte final de los días tiene que suceder que la montaña de la casa de Jehová llegará a estar firmemente establecida por encima de la cumbre de las montañas, y ciertamente será alzada por encima de las colinas; y a ella tendrán que afluir todas las naciones” (Isaías 2:1, 2).

5 Observemos que la profecía no es una simple conjetura, pues a Isaías se le ordena que escriba lo que sin falta “tiene que suceder”. Todo lo que Jehová se propone tiene “éxito seguro” (Isaías 55:11). Probablemente a fin de recalcar la fiabilidad de su promesa, Dios inspiró al profeta Miqueas, contemporáneo de Isaías, para que escribiera en su libro la misma profecía que se halla en Isaías 2:2-4 (Miqueas 4:1-3).

6. ¿Cuándo se cumple la profecía de Isaías?

6 ¿Cuándo se habría de cumplir la profecía de Isaías? “En la parte final de los días” o, como dice la Nueva Versión Internacional, “en los últimos días”. En las Escrituras Griegas Cristianas se predijeron distintos rasgos que marcarían este período, entre ellos guerras, terremotos, pestes, escasez de alimentos y “tiempos críticos, difíciles de manejar”* (2 Timoteo 3:1-5; Lucas 21:10, 11). El cumplimiento de estas profecías aporta muchas pruebas de que estamos viviendo “en la parte final de los días”, en los últimos días del presente sistema mundial. Es lógico, pues, que esperemos ver en nuestro tiempo la realización de lo que predijo Isaías.

Una montaña en la que adorar

7. ¿Qué cuadro profético pinta Isaías?

7 Isaías pinta en pocas palabras un gráfico cuadro profético. Vemos una montaña encumbrada en cuya cima se alza una casa gloriosa, el templo de Jehová. La montaña se eleva por encima de los montes y colinas circundantes. Aun así, su apariencia no es amenazadora o intimidatoria, sino atrayente. Hay personas de todas las naciones que anhelan ascender a la montaña de la casa de Jehová, que afluyen a ella. Es fácil visualizar el cuadro, pero ¿qué significa?

8. a) ¿A qué están vinculadas las colinas y las montañas en el tiempo de Isaías? b) ¿Qué representa la afluencia de las naciones a “la montaña de la casa de Jehová”?

8 En el tiempo de Isaías, las colinas y las montañas suelen estar vinculadas a la adoración. Muchas de ellas son lugares de culto idolátrico y santuarios de dioses falsos (Deuteronomio 12:2; Jeremías 3:6). Sin embargo, la casa de Jehová, su templo, adorna en Jerusalén la cima del monte Moria. Los israelitas fieles viajan a esta ciudad tres veces al año y suben al monte Moria para adorar al Dios verdadero (Deuteronomio 16:16). Por tanto, la afluencia de las naciones a “la montaña de la casa de Jehová” representa que personas de muchos pueblos se congregarían en torno a la adoración verdadera.

9. ¿Qué representa “la montaña de la casa de Jehová”?

9 Hoy en día, el pueblo de Dios no se reúne en una montaña literal sobre la que se alce un templo de piedra. El templo de Jehová que estaba en Jerusalén sufrió destrucción a manos de los ejércitos romanos en el año 70 E.C. Además, el apóstol Pablo aclaró que tanto aquel templo como el tabernáculo que lo precedió eran representativos. Prefiguraron una realidad espiritual y más grandiosa, “la tienda verdadera, que Jehová levantó, y no el hombre” (Hebreos 8:2). Esta tienda espiritual es la provisión para acercarse a Jehová a fin de adorarlo, y se basa en el sacrificio de rescate de Jesucristo (Hebreos 9:2-10, 23). En armonía con este hecho, “la montaña de la casa de Jehová” mencionada en Isaías 2:2 representa la adoración pura y ensalzada de Jehová en nuestro tiempo. Quienes la abrazan no se congregan en ningún lugar geográfico; es la adoración a Dios lo que los une.

Se pone en alto la adoración pura

10, 11. ¿En qué sentido se ha puesto en alto en nuestros días la adoración de Jehová?

10 Según el profeta, “la montaña de la casa de Jehová”, es decir, la adoración pura, llegaría a estar “firmemente establecida por encima de la cumbre de las montañas” y sería “alzada por encima de las colinas”. Mucho antes de que Isaías viviera, el rey David llevó el arca del pacto a Jerusalén, al monte Sión, situado a 760 metros sobre el nivel del mar, donde permaneció hasta que, una vez terminado el templo sobre el monte Moria, la trasladaron allí (2 Samuel 5:7; 6:14-19; 2 Crónicas 3:1; 5:1-10). Por consiguiente, en tiempos de Isaías el arca sagrada ya se había puesto literalmente en alto y colocado en el templo, en un lugar más elevado que las numerosas colinas de los alrededores en las que se adoraba a dioses falsos.

11 Claro está, en sentido espiritual la adoración de Jehová siempre ha sido superior a las prácticas religiosas de quienes sirven a dioses falsos. Sin embargo, en nuestros días Jehová ha ensalzado su adoración hasta los cielos, por encima de toda forma de adoración inmunda, sí, muy por encima de todas “las colinas” y de “la cumbre de las montañas”. ¿Cómo lo ha hecho? En buena medida, reuniendo a cuantos desean adorarlo “con espíritu y con verdad” (Juan 4:23).

12. ¿Quiénes son “los hijos del reino”, y qué recolección ha tenido lugar?

12 Cristo Jesús asemejó “una conclusión de un sistema de cosas” a un tiempo de siega en el que los ángeles juntarían a “los hijos del reino”, es decir, a quienes abrigan la esperanza de gobernar con Jesús en gloria celestial (Mateo 13:36-43). Desde 1919, Jehová ha autorizado a “los restantes” de esos hijos para que colaboren con los ángeles en la siega (Revelación [Apocalipsis] 12:17). De modo que primero se reúne a “los hijos del reino”, los hermanos ungidos de Jesús, y luego estos participan en otra obra de recolección.

13. ¿Cómo ha bendecido Jehová al resto ungido?

13 En este tiempo de siega, Jehová ha ayudado progresivamente al resto ungido a entender y poner por obra su Palabra, la Biblia, lo que también ha contribuido a ensalzar la adoración pura. Mientras que “la oscuridad misma [cubre] la tierra, y densas tinieblas a los grupos nacionales”, los ungidos “resplandecen como iluminadores” entre la humanidad, pues Jehová los ha limpiado y refinado (Isaías 60:2; Filipenses 2:15). “[Llenos] del conocimiento exacto de su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual”, estos ungidos por espíritu “[resplandecen] tan brillantemente como el sol en el reino de su Padre” (Colosenses 1:9; Mateo 13:43).

14, 15. ¿Quiénes son recogidos además de “los hijos del reino”, y cómo lo predijo Ageo?

14 Además de ellos, otras personas han afluido a “la montaña de la casa de Jehová”. Jesús las llamó sus “otras ovejas”, y tienen la esperanza de vivir para siempre en un paraíso terrestre (Juan 10:16; Revelación 21:3, 4). A partir de los años treinta, afluyeron primero por miles, luego por cientos de miles y ahora por millones. En una visión que tuvo el apóstol Juan constituían “una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas” (Revelación 7:9).

15 El profeta Ageo predijo la formación de esta gran muchedumbre cuando escribió: “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: ‘Todavía una vez —es poco tiempo— y voy a mecer los cielos y la tierra y el mar y el suelo seco. Y ciertamente meceré todas las naciones, y las cosas deseables de todas las naciones [aquellos que se unen a los cristianos ungidos en la adoración pura] tienen que entrar; y ciertamente llenaré de gloria esta casa’, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Ageo 2:6, 7). La existencia de esta creciente “gran muchedumbre” y de sus compañeros ungidos pone en alto, sí, glorifica, la adoración pura que se rinde en la casa de Jehová. La historia muestra que jamás ha habido tantos seres humanos unidos en la adoración del Dios verdadero, y ese hecho da gloria a Jehová y a su Rey entronizado, Jesucristo, pues como escribió el rey Salomón, “en la multitud de pueblo está el adorno del rey” (Proverbios 14:28).

La vida de muchas personas ensalza la adoración a Dios

16-18. ¿Qué cambios han efectuado algunas personas a fin de adorar a Jehová de forma grata a Sus ojos?

16 Aunque a Jehová le corresponde todo el mérito por el ensalzamiento de la adoración pura en nuestros días, quienes se acercan a él tienen el privilegio de cooperar en esa labor. Tal como subir a una montaña requiere esfuerzo, también lo requiere aprender las justas normas divinas y vivir en conformidad con ellas. Igual que los cristianos del siglo primero, los siervos de Dios de la actualidad han dejado atrás estilos de vida y prácticas que son incompatibles con la adoración verdadera. Fornicadores, idólatras, adúlteros, ladrones, avarientos y borrachos, entre otros, han cambiado y “han sido lavados” a los ojos de Dios (1 Corintios 6:9-11).

17 Es representativa la experiencia de una joven que escribió: “Estaba perdida y sin esperanzas. Llevaba una vida de inmoralidad y borracheras. Contraje varias enfermedades de transmisión sexual. También vendía drogas, y sencillamente no me importaba nada”. Tras estudiar la Biblia, efectuó notables cambios a fin de ajustarse a las normas de Dios. Luego añadió: “Ahora tengo serenidad, autoestima, una esperanza para el futuro, una verdadera familia y, lo mejor de todo, una relación con nuestro Padre, Jehová”.

18 Aun después de alcanzar una condición aprobada ante Jehová, hay que seguir ensalzando la adoración pura poniéndola en un lugar preferente en la vida. Hace miles de años, Jehová expresó por medio de Isaías su confianza en que hoy habría multitud de seres humanos deseosos de hacer de la adoración a Dios lo más importante de su vida. ¿Es usted uno de ellos?

Un pueblo al que se le enseña el camino de Jehová

19, 20. ¿Qué se enseña al pueblo de Dios, y dónde?

19 Isaías amplía la información sobre los que hoy en día abrazan la adoración pura: “Muchos pueblos ciertamente irán y dirán: ‘Vengan, y subamos a la montaña de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus sendas’. Porque de Sión saldrá ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová” (Isaías 2:3).

20 Jehová no deja a sus siervos vagar como ovejas perdidas, sino que mediante la Biblia y publicaciones basadas en ella les imparte su “ley” y su “palabra” a fin de que aprendan sus caminos. Este conocimiento los prepara para ‘andar en sus sendas’. Impulsados por un corazón rebosante de agradecimiento, y en conformidad con las instrucciones divinas, hablan entre sí de los caminos de Jehová. Se reúnen en asambleas grandes y en grupos más pequeños —en Salones del Reino y hogares particulares— a fin de escuchar y aprender cuáles son los caminos de Dios (Deuteronomio 31:12, 13). De ese modo siguen el ejemplo de los primeros cristianos, quienes se reunían para animarse e incitarse unos a otros a abundar en el “amor y [...] las obras excelentes” (Hebreos 10:24, 25).

21. ¿En qué obra colaboran los siervos de Jehová?

21 También invitan a otras personas a ‘subir’ a la ensalzada adoración de Jehová Dios, lo que encaja a la perfección con la comisión que Jesús dio a sus discípulos poco antes de ascender al cielo. Él les dijo: “Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado” (Mateo 28:19, 20). En obediencia a este mandato, y con el respaldo divino, los testigos de Jehová van por toda la Tierra enseñando, haciendo discípulos y bautizándolos.

Espadas en rejas de arado

22, 23. ¿Qué predice Isaías 2:4, y qué dijo al respecto una autoridad de la ONU?

22 Ahora llegamos al versículo siguiente, parte del cual se halla inscrito en el muro de la plaza de la ONU. Isaías escribe: “Él ciertamente dictará el fallo entre las naciones y enderezará los asuntos respecto a muchos pueblos. Y tendrán que batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra” (Isaías 2:4).

23 Este no sería un logro cualquiera. Federico Mayor, director general de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), dijo en cierta ocasión: “Todas las perversidades de la guerra, tan patentes hoy gracias a los aparatos audiovisuales, no parecen capaces de detener la gigantesca maquinaria bélica puesta en pie y alimentada durante siglos y siglos. Corresponde a las generaciones presentes la casi imposible tarea bíblica de ‘transformar las lanzas en arados’ y transitar desde un instinto de guerra —forjado desde el origen de los tiempos— a una conciencia de paz. Sería el mejor y más noble acto que la ‘aldea global’ podría realizar. El mejor obsequio a nuestros descendientes”.

24, 25. ¿En quiénes se cumplen las palabras de Isaías, y cómo?

24 Las naciones en conjunto nunca lograrán ese noble objetivo. Sencillamente está fuera de su alcance. Las palabras de Isaías se cumplen en individuos de muchas naciones, unidos en la adoración pura. Jehová ha ‘enderezado los asuntos’ entre ellos. Ha enseñado a su pueblo a vivir en paz unos con otros. En efecto, en un mundo dividido y desgarrado por la contienda, sus siervos han batido figurativamente sus “espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas”. ¿Cómo lo consiguen?

25 Por un lado, no toman partido en las guerras de las naciones. Poco antes de la muerte de Jesús, unos hombres armados se dispusieron a arrestarlo. Cuando Pedro blandió una espada en defensa de su Maestro, Jesús le dijo: “Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que toman la espada perecerán por la espada” (Mateo 26:52). Desde entonces, quienes siguen las pisadas de Jesús han batido sus espadas en rejas de arado y se han negado a tomar las armas para matar a su prójimo, así como a apoyar de otras maneras las actividades bélicas. “[Siguen] tras la paz con todos.” (Hebreos 12:14.)

Sigamos los caminos de la paz

26, 27. ¿Cómo ‘busca la paz y sigue tras ella’ el pueblo de Dios? Dé un ejemplo.

26 La paz del pueblo de Dios implica mucho más que su negativa a intervenir en las guerras. Aunque quienes lo integran se hallan en más de doscientos treinta países y representan innumerables lenguas y culturas, disfrutan de paz entre sí. En ellos se observa un cumplimiento moderno de las palabras que Jesús dirigió a sus discípulos en el siglo primero: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí” (Juan 13:35). Los cristianos de la actualidad son “pacificadores” (Mateo 5:9, nota). ‘Buscan la paz y siguen tras ella.’ (1 Pedro 3:11.) Además, los sostiene Jehová, “el Dios que da paz” (Romanos 15:33).

27 Entre quienes han aprendido a ser pacificadores hay ejemplos asombrosos. Un joven escribe respecto a su niñez: “Las experiencias difíciles me enseñaron a defenderme. Me hicieron agresivo, y estaba resentido con la vida. Siempre acababa enzarzándome en alguna pelea. Cada día luchaba con un muchacho distinto del vecindario, unas veces con los puños y otras con piedras o botellas. Crecí siendo muy violento”. Con el tiempo, sin embargo, este joven aceptó la invitación de acudir a “la montaña de la casa de Jehová”; aprendió los caminos divinos y se convirtió en un pacífico siervo de Dios.

28. ¿Qué pueden hacer los cristianos para seguir tras la paz?

28 La mayoría de los que sirven a Jehová no proceden de un entorno tan violento, pero incluso en detalles relativamente pequeños, como manifestaciones de bondad, perdón y empatía, procuran fomentar la paz con el prójimo. Aunque son imperfectos, tratan de seguir el consejo bíblico de continuar “soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro” (Colosenses 3:13).

Un futuro de paz

29, 30. ¿Qué futuro le espera a la Tierra?

29 Jehová ha efectuado algo maravilloso en esta “parte final de los días”. De todas las naciones ha reunido a personas que desean servirle y les ha enseñado a andar en sus caminos, en los caminos de la paz. Estas son las personas que sobrevivirán a la venidera “gran tribulación” y entrarán en un nuevo mundo pacífico en el que la guerra se habrá eliminado para siempre (Revelación 7:14).

30 Las espadas —las armas— ya no existirán. Acerca de ese tiempo, el salmista escribió: “Vengan, contemplen las actividades de Jehová, como ha establecido acontecimientos pasmosos en la tierra. Hace cesar las guerras hasta la extremidad de la tierra. Quiebra el arco y verdaderamente corta en pedazos la lanza; quema los carruajes en el fuego” (Salmo 46:8, 9). Ante tales perspectivas, la siguiente exhortación de Isaías es tan oportuna hoy como cuando la puso por escrito: “Oh hombres de la casa de Jacob, vengan y andemos a la luz de Jehová” (Isaías 2:5). Sí, que la luz de Jehová ilumine ahora nuestra senda, para que andemos en sus caminos por toda la eternidad (Miqueas 4:5).

[Nota]

Véase el cap. 11, titulado “¡Estamos en los últimos días!”, del libro El conocimiento que lleva a vida eterna, editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.

Jehová humilla a los que se ensalzan
Jehová humilla a los que se ensalzan - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 5

Jehová humilla a los que se ensalzan

Isaías 2:6–4:1

1, 2. ¿Por qué es de interés para nosotros el mensaje profético que Isaías dirige a los judíos de su tiempo?

INDIGNADO por la situación de Jerusalén y Judá, el profeta Isaías se dirige ahora a Jehová Dios y declara: “Has desamparado a tu pueblo, la casa de Jacob” (Isaías 2:6a). ¿Qué ha inducido a Dios a rechazar al pueblo que él mismo escogió como su “propiedad especial”? (Deuteronomio 14:2.)

2 La denuncia que Isaías hace del proceder de los judíos de su tiempo reviste mucho interés para nosotros. ¿Por qué? Porque la situación actual de la cristiandad es muy parecida a la del pueblo de Isaías, y también lo es la sentencia que Jehová pronuncia. Prestar atención a la proclamación de Isaías nos dará una idea clara de lo que Dios condena y nos ayudará a evitar la conducta que desaprueba. Analicemos, pues, con actitud expectante, las palabras proféticas de Jehová que se hallan en Isaías 2:6–4:1.

Se inclinan con orgullo

3. ¿Qué errores de su pueblo confiesa Isaías?

3 Isaías confiesa los errores de su pueblo: “Han quedado llenos de lo que proviene de Oriente, y son practicantes de magia como los filisteos, y abundan con hijos de extranjeros” (Isaías 2:6b). Unos ochocientos años antes, Jehová había dado a su pueblo escogido este mandato: “No se hagan inmundos por medio de ninguna de estas cosas [...] [mediante las cuales] se han hecho inmundas las naciones que voy a enviar de delante de ustedes” (Levítico 18:24). Respecto a los que Él había elegido para que fueran Su propiedad especial, Jehová obligó a Balaam a decir: “Desde la cima de las rocas los veo, y desde las colinas los contemplo. Allí como pueblo siguen residiendo aislados, y a sí mismos no se cuentan entre las naciones” (Números 23:9, 12). Para el tiempo de Isaías, sin embargo, los escogidos de Jehová han adoptado los hábitos abominables de las naciones circundantes y están “llenos de lo que proviene de Oriente”. En vez de tener fe en Jehová y su palabra, están practicando “magia como los filisteos”. Lejos de mantenerse separados de las naciones, han permitido que en el país ‘abunden’ los “hijos de extranjeros”, seguramente extranjeros que inician al pueblo de Dios en las prácticas impías.

4. En vez de impulsarlos a dar gracias a Jehová, ¿qué efecto tienen las riquezas y el poderío militar en los judíos?

4 Isaías observa la prosperidad económica y el poderío militar de Judá durante el reinado de Uzías y dice: “Su país está lleno de plata y de oro, y no hay límite para sus tesoros. Y su país está lleno de caballos, y no hay límite para sus carros” (Isaías 2:7). ¿Agradece el pueblo a Jehová esa riqueza y fuerza militar? (2 Crónicas 26:1, 6-15.) Ni mucho menos. Al contrario, cifran su confianza en la riqueza misma y le dan la espalda a Jehová Dios, la Fuente de su abundancia. ¿Con qué consecuencias? “Su país está lleno de dioses que nada valen. Ante la obra de las manos de uno se inclinan, ante lo que han hecho los dedos de uno. Y el hombre terrestre se inclina, y el hombre queda rebajado, y no te es posible perdonarlos.” (Isaías 2:8, 9.) Le vuelven la cara al Dios vivo y se inclinan ante ídolos sin vida.

5. ¿Por qué no constituye un acto de humildad inclinarse ante ídolos?

5 Aunque inclinarse puede ser un signo de humildad, postrarse ante objetos inanimados es inútil, y hace que el adorador del ídolo quede “rebajado”, degradado. ¿Cómo puede perdonar Jehová un pecado como ese? ¿Qué harán esos idólatras cuando Él les pida cuentas?

‘Los ojos altivos tienen que ser rebajados’

6, 7. a) ¿Qué les ocurre a los que se ensalzan cuando llega el día del juicio de Jehová? b) ¿Sobre quiénes y sobre qué descarga su ira Jehová, y por qué?

6 Isaías pasa a decir: “Entra en la roca y escóndete en el polvo a causa de lo pavoroso de Jehová, y ante su espléndida superioridad” (Isaías 2:10). Pero ninguna roca será lo bastante grande para protegerlos de Jehová, el Todopoderoso, ni habrá nada lo suficientemente grueso como para ocultarlos de su vista. Cuando Él venga a ejecutar su sentencia, “los ojos altivos del hombre terrestre tienen que ser rebajados, y la altanería de los hombres tiene que inclinarse; y solo Jehová tiene que ser puesto en alto en aquel día” (Isaías 2:11).

7 “El día que pertenece a Jehová de los ejércitos” se acerca, el día en que Dios descargará su ira “sobre todos los cedros del Líbano que están encumbrados y elevados, y sobre todos los árboles macizos de Basán; y sobre todas las montañas encumbradas y sobre todas las colinas que están elevadas; y sobre toda torre alta y sobre todo muro fortificado; y sobre todas las naves de Tarsis y sobre todos los barcos deseables” (Isaías 2:12-16). En efecto, en el día de la cólera de Jehová les llegará su hora a todos los individuos impíos y a todas las organizaciones que el hombre ha erigido como símbolo de su orgullo. De ese modo, “la altivez del hombre terrestre tiene que inclinarse, y la altanería de los hombres tiene que ser rebajada; y solo Jehová tiene que ser puesto en alto en aquel día” (Isaías 2:17).

8. ¿Cómo alcanza a Jerusalén en 607 a.E.C. el predicho día de juicio?

8 El predicho día de juicio alcanza a los judíos en el año 607 a.E.C., cuando el rey Nabucodonosor de Babilonia destruye Jerusalén. Los habitantes contemplan su amada ciudad en llamas, sus espléndidos edificios demolidos, sus recias murallas derruidas. El templo de Jehová ha quedado reducido a escombros. Ni sus tesoros ni sus carros son de valor alguno en “el día que pertenece a Jehová de los ejércitos”. ¿Y qué sucede con sus ídolos? Precisamente lo que predice Isaías: “Los mismísimos dioses que nada valen pasarán por completo” (Isaías 2:18). Los judíos, entre ellos los príncipes y hombres poderosos, son desterrados a Babilonia. Jerusalén habrá de yacer desolada durante setenta años.

9. ¿En qué se parece la situación de la cristiandad a la de Jerusalén y Judá en tiempos de Isaías?

9 La situación de Jerusalén y Judá en tiempos de Isaías se parece muchísimo a la de la cristiandad. Es patente que esta ha entablado una amistad estrecha con las naciones del mundo. Apoya con entusiasmo a las Naciones Unidas y ha llenado su casa de ídolos y prácticas contrarias a las Escrituras. Sus adeptos son materialistas, y confían en el poderío militar. ¿Y acaso no consideran a sus clérigos dignos de mucha distinción y les confieren títulos y honores? El engreimiento de la cristiandad se desvanecerá por completo. Pero ¿cuándo?

El inminente “día de Jehová”

10. ¿Qué “día de Jehová” señalan los apóstoles Pablo y Pedro?

10 Las Escrituras señalan un “día de Jehová” que será mucho más importante que el día de juicio que les sobrevino a las antiguas Jerusalén y Judá. Bajo inspiración, el apóstol Pablo relacionó el venidero “día de Jehová” con la presencia del rey Jesucristo entronizado (2 Tesalonicenses 2:1, 2). Pedro habló de aquel día y lo vinculó al establecimiento de unos ‘nuevos cielos y una nueva tierra en los que la justicia habrá de morar’ (2 Pedro 3:10-13). Es el día en que Jehová ejecutará su sentencia contra todo este sistema de cosas malvado, incluida la cristiandad.

11. a) ¿Quién podrá “sostenerse bajo” el venidero “día de Jehová”? b) ¿Cómo podemos hacer de Jehová nuestro refugio?

11 “¡Ay del día —dice el profeta Joel—; porque el día de Jehová está cerca, y como despojo violento del Todopoderoso vendrá!” En vista de la inminencia de ese “día”, ¿no deberíamos todos preocuparnos de hallar protección durante ese período sobrecogedor? “¿Quién puede sostenerse bajo él?”, pregunta Joel, y él mismo responde: “Jehová será un refugio para su pueblo” (Joel 1:15; 2:11; 3:16). ¿Será Jehová Dios un refugio para quienes tienen espíritu altivo y confían en las riquezas, el poderío militar y los dioses creados por el hombre? ¡De ninguna manera! Dios abandonó incluso a su pueblo escogido cuando este actuó así. Por tanto, es esencial que todos los siervos de Dios “busquen justicia, busquen mansedumbre” y examinen seriamente el lugar que la adoración de Jehová ocupa en su vida (Sofonías 2:2, 3).

“A las musarañas y a los murciélagos”

12, 13. ¿Por qué resulta adecuado que los idólatras arrojen sus dioses “a las musarañas y a los murciélagos” en el día de Jehová?

12 Durante el gran día de Jehová, ¿qué pensarán de sus ídolos quienes los adoran? Isaías contesta: “La gente entrará en las cuevas de las rocas y en los agujeros del polvo, a causa de lo pavoroso de Jehová y ante su espléndida superioridad, cuando él se levante para que la tierra sufra sobresaltos. En aquel día el hombre terrestre arrojará a las musarañas y a los murciélagos sus dioses de plata inútiles y sus dioses de oro que nada valen, [...] a fin de entrar en los agujeros de las rocas y en las hendiduras de los peñascos, a causa de lo pavoroso de Jehová y ante su espléndida superioridad, cuando él se levante para que la tierra sufra sobresaltos. Por el propio bien de ustedes, manténganse a distancia del hombre terrestre, cuyo aliento está en sus narices, pues ¿sobre qué base ha de ser tomado en cuenta él mismo?” (Isaías 2:19-22).

13 Las musarañas viven en agujeros del terreno, y los murciélagos, en cuevas oscuras y desoladas. Donde se juntan muchos murciélagos para descansar hay un olor repulsivo y gruesas capas de excremento. Resulta muy adecuado que se arrojen los ídolos en sitios así, pues un lugar de oscuridad e inmundicia es justo lo que se merecen. En cuanto a la gente, en el día del juicio de Jehová buscará refugio en cuevas y hendiduras de las rocas. Por consiguiente, tanto los ídolos como sus adoradores correrán la misma suerte. En conformidad con la profecía de Isaías, en 607 a.E.C. aquellos ídolos sin vida no salvaron de las garras de Nabucodonosor ni a sus adoradores ni a Jerusalén.

14. ¿Qué harán los que tienen la mentalidad de este mundo durante el día de Jehová que se cierne sobre el imperio mundial de la religión falsa?

14 ¿Qué hará la gente durante el día del juicio de Jehová que se cierne sobre la cristiandad y otros sectores del imperio mundial de la religión falsa? Al ver cómo empeoran las condiciones por toda la Tierra, la mayoría probablemente comprenderá que sus ídolos no tienen ningún valor. En vez de acudir a ellos, bien podría ser que buscara refugio y protección en organizaciones terrestres no religiosas, entre las que tal vez figure la de las Naciones Unidas, la “bestia salvaje de color escarlata” del capítulo 17 de Revelación (Apocalipsis). Serán “los diez cuernos” de esta bestia salvaje simbólica los que destruirán a Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa, del que la cristiandad constituye una parte considerable (Revelación 17:3, 8-12, 16, 17).

15. ¿Por qué podemos decir que solo Jehová será “puesto en alto” en su día de juicio?

15 Aunque la devastación y el incendio de Babilonia la Grande sean obra directa de los diez cuernos simbólicos, en realidad se trata de la ejecución de la sentencia de Jehová. Respecto a Babilonia la Grande, Revelación 18:8 señala: “Por eso, en un solo día vendrán sus plagas: muerte y lamento y hambre, y será quemada por completo con fuego, porque fuerte es Jehová Dios que la juzgó”. De modo que es a Jehová Dios, el Todopoderoso, a quien corresponde el mérito por liberar a la humanidad del dominio de la religión falsa. Tal como indica Isaías, “solo Jehová tiene que ser puesto en alto en aquel día. Porque es el día que pertenece a Jehová de los ejércitos” (Isaías 2:11b, 12a).

‘Tus guías te están haciendo andar errante’

16. a) ¿Qué constituye el “apoyo y sostén” de toda sociedad humana? b) ¿Qué efectos experimentará el pueblo de Isaías cuando quede privado del “apoyo y sostén” de su sociedad?

16 Una sociedad estable debe tener “apoyo y sostén”, es decir, recursos indispensables como el alimento y el agua y, más importante aún, líderes dignos de confianza y capaces de dirigir al pueblo y mantener el orden público. Respecto al Israel antiguo, sin embargo, Isaías predice: “¡Miren!, el Señor verdadero, Jehová de los ejércitos, quita de Jerusalén y de Judá apoyo y sostén, todo el apoyo de pan y todo el apoyo de agua, hombre poderoso y guerrero, juez y profeta, y practicante de adivinación y hombre de edad madura, jefe de cincuenta y hombre altamente respetado y consejero y perito en artes mágicas, y el encantador diestro” (Isaías 3:1-3). Simples muchachos serán príncipes y gobernarán de manera caprichosa. Los gobernantes no serán los únicos que oprimirán al pueblo, sino que “la gente realmente se tiranizará uno a otro [...]. Se precipitarán, el muchacho contra el viejo, y el estimado en poco contra el que ha de recibir honra” (Isaías 3:4, 5). Los niños “se precipitarán” contra sus mayores sin guardarles el menor respeto. Las condiciones serán tan malas que a alguien sin aptitudes para gobernar le dirán: “Tienes un manto. Debes llegar a ser dictador para nosotros, y esta masa derribada debe estar bajo tu mano” (Isaías 3:6). Pero los que reciban esa invitación la rechazarán, pues insistirán en que no poseen ni la capacidad para sanar las heridas de la tierra ni la riqueza para asumir tal responsabilidad. Dirán: “No llegaré a ser uno que vende heridas; y en mi casa no hay ni pan ni manto. Ustedes no deben ponerme como dictador sobre el pueblo” (Isaías 3:7).

17. a) ¿En qué sentido fue el pecado de Jerusalén y Judá “semejante al de Sodoma”? b) ¿A quién culpa Isaías de la situación del pueblo?

17 Isaías continúa: “Jerusalén ha tropezado, y Judá mismo ha caído, porque su lengua y sus tratos están contra Jehová, puesto que se portan rebeldemente a los ojos de su gloria. La mismísima expresión de sus rostros realmente testifica contra ellos, y de su pecado semejante al de Sodoma de veras informan. No lo han escondido. ¡Ay de su alma! Porque se han repartido calamidad a sí mismos” (Isaías 3:8, 9). El pueblo del Dios verdadero se ha sublevado contra él de palabra y obra. Hasta sus expresiones faciales de desvergüenza y descaro son un reflejo de sus pecados, los cuales son tan repugnantes como los de Sodoma. Aunque tienen un pacto con Jehová, este no cambiará sus normas por ellos. “Le irá bien al justo, pues ellos comerán el mismísimo fruto de sus tratos. ¡Ay del inicuo!... Calamidad; ¡pues el tratamiento que con sus propias manos dispensó le será dispensado a él! En cuanto a mi pueblo, los que le asignan sus tareas están tratándolo severamente, y simples mujeres realmente gobiernan sobre él. Oh pueblo mío, los que te van guiando te están haciendo andar errante, y han confundido el camino de tus sendas.” (Isaías 3:10-12.)

18. a) ¿Qué sentencia pronuncia Jehová contra los ancianos y príncipes del tiempo de Isaías? b) ¿Qué aprendemos del juicio de Jehová contra los ancianos y príncipes?

18 Jehová ‘pronuncia sentencia’ y ‘entra en juicio’ con los ancianos y príncipes de Judá: “Ustedes mismos han quemado por completo la viña. Lo que fue tomado por robo de los afligidos está en las casas de ustedes. ¿Qué quieren decir con esto de aplastar a mi pueblo, y moler los rostros mismos de los afligidos?” (Isaías 3:13-15). En vez de trabajar por el bienestar del pueblo, los caudillos se entregan a prácticas fraudulentas. Abusan de su autoridad enriqueciéndose y despojando a los pobres y necesitados. Pero deberán responder ante Jehová de los ejércitos de la opresión a la que han sometido a los afligidos. Sirva esto de advertencia a quienes hoy ocupan puestos de autoridad. Que nunca abusen de ella.

19. ¿De qué opresión y persecución se ha hecho culpable la cristiandad?

19 La cristiandad —en particular su clero y sus personajes destacados— ha adquirido fraudulentamente muchas posesiones que deberían pertenecer a la gente común, a la que ha oprimido y continúa oprimiendo. También ha golpeado, perseguido y maltratado al pueblo de Dios, y ha mancillado el nombre de Jehová. Podemos estar seguros de que, a su debido tiempo, Jehová “entrará en juicio” contra ella.

“Una marca con hierro candente en vez de belleza”

20. ¿Por qué condena Jehová a “las hijas de Sión”?

20 Tras denunciar la maldad de los caudillos del pueblo, Jehová se dirige a “las hijas de Sión”, las mujeres de Jerusalén. Por lo visto para seguir la moda, llevan en los tobillos “cadenillas de los pasos”, que producen un melodioso tintineo. Caminan “con pasos menudos”, cortos, adoptando lo que podría considerarse un estilo de andar refinado y femenino. ¿Acaso hay algo malo en ello? Sí, la actitud de estas mujeres. Jehová dice: “Las hijas de Sión se han hecho altivas y andan con la garganta estirada y dando miradas provocativas con los ojos” (Isaías 3:16). Esa altivez no queda impune.

21. ¿Cómo afecta a las mujeres judías la sentencia de Jehová contra Jerusalén?

21 Por consiguiente, cuando la sentencia divina caiga sobre la tierra, las altaneras “hijas de Sión” lo perderán todo, incluso la belleza de la que tanto se enorgullecen. Dios mismo profetiza: “Jehová también realmente hará costrosa la coronilla de la cabeza de las hijas de Sión, y Jehová mismo les dejará descubierta la mismísima frente. En aquel día Jehová quitará la hermosura de las ajorcas y las cintas para la cabeza y los adornos de forma de luna, los pendientes y los brazaletes y los velos, las prendas de adorno para la cabeza y las cadenillas de los pasos y las fajas para los pechos y las ‘casas del alma’ [probablemente frascos de perfume] y las conchas zumbadoras ornamentales [o amuletos], los anillos para los dedos y los anillos para la nariz, los vestidos de ceremonia y las sobretúnicas y las capas y las bolsas, y los espejos de mano y las prendas de vestir interiores y los turbantes y los velos grandes” (Isaías 3:17-23; véanse las notas). ¡Qué cambio tan trágico!

22. Además de sus adornos, ¿qué pierden las mujeres de Jerusalén?

22 El mensaje profético pasa a decir: “En vez de aceite balsámico llegará a haber meramente un olor mohoso; y en vez de un cinto, una soga; y en vez de un arreglo artístico del cabello, calvicie; y en vez de una prenda de vestir lujosa, un ceñirse de saco; una marca con hierro candente en vez de belleza” (Isaías 3:24). En el año 607 a.E.C., las orgullosas mujeres de Jerusalén pasan repentinamente de la riqueza a la pobreza. Pierden su libertad y reciben “una marca con hierro candente” como señal de esclavitud.

“Ciertamente quedará sin ocupante”

23. ¿Qué proclama Jehová respecto a Jerusalén?

23 Jehová Dios se dirige ahora a la ciudad de Jerusalén y proclama: “A espada caerán tus propios hombres, y por guerra tu poderío. Y las entradas de ella tendrán que estar de duelo y expresar tristeza, y ella ciertamente quedará sin ocupante. Se sentará en la mismísima tierra” (Isaías 3:25, 26). Los hombres de Jerusalén caerán muertos en el campo de batalla, incluso los poderosos. La ciudad quedará arrasada. Será un tiempo “de duelo y expresar tristeza” por sus “entradas”. “Quedará sin ocupante”, desolada.

24. ¿Qué drásticas consecuencias tiene para las mujeres de Jerusalén la muerte de los hombres a espada?

24 La muerte de los hombres a espada afectará drásticamente a las mujeres de Jerusalén. Al concluir esta sección de su libro profético, Isaías predice: “Siete mujeres realmente se agarrarán de un solo hombre en aquel día, y dirán: ‘Comeremos nuestro propio pan y nos vestiremos de nuestras propias mantas; solo que se nos llame por tu nombre para quitar nuestro oprobio’” (Isaías 4:1). Habrá tan pocos varones casaderos que varias mujeres se aferrarán a un solo hombre para poder llevar su nombre, es decir, para que la gente las conozca como esposas de él, y así librarse del oprobio de no tener marido. La Ley mosaica requería que el esposo proporcionara sustento y ropa a su esposa (Éxodo 21:10). Sin embargo, estas mujeres están dispuestas a liberar al hombre de sus obligaciones legales, pues consienten en ‘comer su propio pan y vestirse con su propia ropa’. ¡Qué situación tan desesperada para las que una vez fueron las altivas “hijas de Sión”!

25. ¿Qué les espera a los que se ensalzan?

25 Jehová humilla a los que se ensalzan. Así sucede en el año 607 a.E.C., cuando hace que la altivez de su pueblo escogido ‘se incline’ y su “altanería” quede ‘rebajada’. Los cristianos verdaderos nunca deben olvidar que “Dios se opone a los altivos, pero da bondad inmerecida a los humildes” (Santiago 4:6).

[Ilustración de la página 50]

Ni los ídolos ni las riquezas ni las hazañas militares salvan a Jerusalén en el día del juicio de Jehová

[Ilustración de la página 55]

En “el día de Jehová” quedará devastado el imperio mundial de la religión falsa

Jehová Dios tiene misericordia de un resto
Jehová Dios tiene misericordia de un resto - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 6

Jehová Dios tiene misericordia de un resto

Isaías 4:2-6

1, 2. ¿Qué predice respecto a Judá y Jerusalén el profeta Isaías?

UNA violenta tempestad se abate sobre una región densamente poblada. Los recios vientos, las lluvias torrenciales y las fuertes crecidas avanzan implacables, destrozando casas, arruinando cosechas y cobrándose vidas. Pero la tormenta pasa pronto, y tras ella sobreviene la calma. Para quienes han sobrevivido, ha llegado la hora de restaurar y reconstruir.

2 El profeta Isaías predice algo parecido respecto a Judá y Jerusalén. Los nubarrones del juicio divino se aproximan amenazadores, y hay sobradas razones para ello. La culpa de la nación es grave. Tanto los gobernantes como el pueblo han colmado la tierra de injusticia y derramamiento de sangre. Por medio de Isaías, Jehová pone al descubierto la culpa de Judá y advierte de que ejecutará su sentencia contra esa nación transgresora (Isaías 3:25). Después de la tormenta, la tierra de Judá quedará sumida en un estado de completa desolación, una perspectiva que seguramente entristece a Isaías.

3. ¿Qué buenas noticias contiene el mensaje inspirado de Isaías 4:2-6?

3 Sin embargo, hay buenas noticias. La tempestad del justo juicio de Jehová pasará, y un resto quedará con vida, pues Jehová templará con misericordia el juicio de Judá. El mensaje inspirado del profeta, que se encuentra en Isaías 4:2-6, nos sitúa en el futuro, en ese tiempo bendito. Es como si el sol saliera de entre las nubes; de las imágenes y sonidos de juicio que se describen en Isaías 2:6–4:1, la escena pasa a mostrar ahora la hermosa visión de una tierra y un pueblo renovados.

4. ¿Por qué nos interesa analizar la profecía de Isaías tocante a la restauración de un resto?

4 La profecía de Isaías tocante a la restauración de un resto y su posterior seguridad tiene también un cumplimiento en la actualidad, “en la parte final de los días” (Isaías 2:2-4). Analicemos este oportuno mensaje, no tan solo por su trascendencia profética, sino porque nos habla de la misericordia de Jehová y de lo que podemos hacer personalmente para obtenerla.

“El brote de Jehová”

5, 6. a) ¿Cómo describe Isaías el tiempo de paz que sigue a la tempestad que se aproxima? b) ¿Qué significa el término “brote”, y qué indica esto respecto a la tierra de Judá?

5 Isaías suaviza el tono de su mensaje al mirar hacia un tiempo más pacífico, más allá de la tempestad que se aproxima. Escribe: “En aquel día lo que Jehová haga brotar [“el brote de Jehová”, nota] llegará a ser para decoración y para gloria, y el fruto de la tierra será algo de lo cual tener orgullo, y algo hermoso para los de Israel que hayan escapado” (Isaías 4:2).

6 Isaías habla aquí de una restauración. El sustantivo hebreo que se traduce por “brote” se refiere a ‘un retoño, un vástago, una rama’, y está relacionado con prosperidad, aumento y bendiciones procedentes de Jehová. Isaías pinta de ese modo un cuadro esperanzador: la venidera desolación no durará para siempre. Con la bendición de Jehová, la tierra de Judá alcanzará la prosperidad que tuvo en el pasado, y de nuevo producirá fruto en abundancia* (Levítico 26:3-5).

7. ¿En qué sentido “llegará a ser para decoración y para gloria” el brote de Jehová?

7 Isaías recurre a términos muy gráficos para referirse a la transformación que se avecina. El brote de Jehová “llegará a ser para decoración y para gloria”. La palabra “decoración” evoca la belleza de la Tierra Prometida cuando, siglos antes, Jehová se la dio a Israel. Era tan hermosa que se la consideraba “la decoración [“joya”, Franquesa-Solé] de todas las tierras” (Ezequiel 20:6). De modo que las palabras de Isaías garantizan al pueblo que el territorio de Judá recobrará el esplendor y la hermosura de antaño. De hecho, será como una joya que corone la Tierra.

8. ¿Quiénes estarán en el territorio para disfrutar de su restablecida belleza, y cómo describe Isaías lo que sentirán?

8 Ahora bien, ¿quiénes estarán allí para disfrutar de la belleza que recobre el territorio? “Los de Israel que hayan escapado”, escribe Isaías. En efecto, algunos israelitas seguirán con vida tras la humillante destrucción predicha (Isaías 3:25, 26). Un resto de esos sobrevivientes regresará a Judá y participará en las labores de rehabilitación del lugar. La abundante producción de su tierra restaurada “será algo de lo cual tener orgullo, y algo hermoso” para aquellos que regresen, es decir, para “los escapados” (Isaías 4:2; nota). La humillación de la desolación dará paso a un renovado sentido de orgullo.

9. a) ¿Qué sucedió en 537 a.E.C., en cumplimiento de las palabras de Isaías? b) ¿Por qué puede decirse que entre “los escapados” figuran algunos nacidos en el exilio? (Véase la nota.)

9 En conformidad con las palabras de Isaías, la tormenta de juicio llegó en 607 a.E.C., año en que los babilonios destruyeron Jerusalén y numerosos israelitas perecieron. Algunos habitantes que sobrevivieron fueron al destierro en Babilonia, pero si no hubiera sido por la misericordia divina, no habría quedado nadie con vida (Nehemías 9:31). Con el tiempo, Judá terminó completamente desierta (2 Crónicas 36:17-21). Pero más tarde, en 537 a.E.C., el Dios de la misericordia permitió que “los escapados” regresaran a Judá para restaurar la adoración pura* (Esdras 1:1-4; 2:1). El arrepentimiento de corazón de aquellos exiliados que volvieron se expresa, de manera muy hermosa, en el Salmo 137, escrito probablemente mientras estaban cautivos o poco después. Al regresar a Judá, labraron y sembraron el terreno. Piense en lo que debieron de sentir al ver que Dios bendecía sus labores haciendo la tierra tan productiva como el fértil “jardín de Edén” (Ezequiel 36:34-36).

10, 11. a) ¿En qué sentido estuvieron los Estudiantes de la Biblia cautivos de “Babilonia la Grande” a principios del siglo XX? b) ¿Cómo bendijo Jehová al resto de israelitas espirituales?

10 En nuestro tiempo ha tenido lugar una restauración similar. A principios del siglo XX, los Estudiantes de la Biblia, como entonces se conocía a los testigos de Jehová, llegaron a ser cautivos, en sentido espiritual, de “Babilonia la Grande”, el imperio mundial de la religión falsa (Revelación [Apocalipsis] 17:5). Si bien habían rechazado muchas doctrinas religiosas falsas, todavía los contaminaban algunas ideas y prácticas babilónicas. A consecuencia de la oposición instigada por el clero, hubo quienes fueron encarcelados literalmente. Su tierra espiritual —su heredad religiosa, o espiritual— quedó desolada.

11 Pero en la primavera de 1919, Jehová tuvo misericordia de este resto de israelitas espirituales (Gálatas 6:16). Vio su arrepentimiento y su deseo de adorarlo de acuerdo con la verdad, así que se encargó de que fueran liberados de la prisión literal y, lo que es más importante, del cautiverio espiritual. Dios devolvió a “los escapados” a la heredad espiritual que les había concedido e hizo que esta produjera en abundancia. Dicha heredad ha presentado un aspecto tan atractivo que millones de personas piadosas se han sentido impulsadas a unirse al resto en la adoración verdadera.

12. ¿Cómo exaltan las palabras de Isaías la misericordia de Jehová para con Su pueblo?

12 Las palabras de Isaías 4:2 exaltan la misericordia de Dios para con su pueblo. Aunque, como nación, los israelitas se volvieron contra Jehová, este se apiadó de un resto arrepentido. Consuela saber que incluso los que yerran gravemente pueden regresar a Jehová con esperanza. Quienes se arrepienten no deben sentir que están fuera del alcance de la misericordia de Jehová, pues él no rechaza un corazón contrito (Salmo 51:17). La Biblia nos garantiza: “Jehová es misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa. Como un padre muestra misericordia a sus hijos, Jehová ha mostrado misericordia a los que le temen” (Salmo 103:8, 13). Sin lugar a dudas, un Dios tan misericordioso merece toda nuestra alabanza.

Un resto llega a ser ‘santo a Jehová’

13. ¿Qué indica el profeta, según Isaías 4:3, en cuanto al resto que sería objeto de la misericordia de Jehová?

13 Aunque ya nos ha hablado del resto que sería objeto de la misericordia de Jehová, Isaías da más detalles: “Tiene que suceder que de los restantes en Sión y de los que queden en Jerusalén se dirá que son santos a él, todos los que estén inscritos para vida en Jerusalén” (Isaías 4:3).

14. ¿Quiénes son “los restantes” y ‘los que quedan’, y por qué tendrá Jehová misericordia de ellos?

14 ¿Quiénes son “los restantes” y ‘los que quedan’? Son los escapados que se mencionan en el versículo anterior, es decir, los judíos desterrados a quienes se permitirá volver a Judá. Isaías pasa a mostrar por qué les tendrá misericordia Jehová: porque serán “santos a él”. Santidad significa “limpieza o pureza espiritual; condición de sagrado”. Ser santo entraña ser limpio o puro tanto de habla como de conducta, alcanzar la norma divina de lo que es justo y propio. Jehová ciertamente se apiadará de los que sean “santos a él” y dejará que regresen a “la ciudad santa”, Jerusalén (Nehemías 11:1).

15. a) ¿Qué costumbre judía nos recuerda la expresión “inscritos para vida en Jerusalén”? b) ¿Qué advertencia que induce a la reflexión entrañan las palabras de Isaías?

15 ¿Permanecerá allí este resto fiel? Isaías promete que serán “inscritos para vida en Jerusalén”. Esta expresión nos recuerda que los judíos tenían la costumbre de llevar un registro exacto de las familias y tribus de Israel (Nehemías 7:5). Figurar en un registro significaba estar vivo, pues, cuando alguien moría, su nombre se borraba de él. En otros lugares de la Biblia se habla en sentido figurado de un registro, o libro, que contiene los nombres de las personas a quienes Jehová concede la recompensa de la vida. La permanencia en ese libro, sin embargo, está condicionada, pues Jehová puede ‘borrar’ los nombres (Éxodo 32:32, 33; Salmo 69:28). Por tanto, las palabras de Isaías entrañan una advertencia que induce a la reflexión: quienes regresen solo podrán seguir viviendo en su tierra restaurada si permanecen santos a los ojos de Dios.

16. a) ¿Qué exigió Jehová de aquellos a quienes permitió regresar a Judá en 537 a.E.C.? b) ¿Por qué puede decirse que la misericordia que Jehová ha mostrado al resto ungido y a las “otras ovejas” no ha sido en vano?

16 El resto que en el año 537 a.E.C. retornó a Jerusalén lo hizo con un motivo puro: restaurar la adoración verdadera. Nadie que estuviera contaminado con prácticas religiosas paganas, o con la conducta inmunda que Isaías había denunciado tan contundentemente, tenía derecho a volver (Isaías 1:15-17). Únicamente aquellos a quienes Jehová considerara santos podrían regresar a Judá (Isaías 35:8). De igual modo, desde que en 1919 fue liberado del cautiverio espiritual, el resto ungido se ha esforzado al máximo por ser santo a la vista de Dios. En la actualidad se le han unido millones de “otras ovejas”, personas que abrigan la esperanza de vivir eternamente en la Tierra (Juan 10:16). Habiéndose librado de las enseñanzas y prácticas babilónicas, todos ellos procuran sostener las elevadas normas morales de Dios (1 Pedro 1:14-16). La misericordia que Jehová les ha mostrado no ha sido en vano.

17. ¿Qué nombres escribe Jehová en su “libro de la vida”, y a qué debemos estar resueltos?

17 Recordemos que Jehová se fijó en los israelitas que eran santos e ‘inscribió sus nombres para vida’. Hoy en día, también observa el empeño que ponemos en estar limpios en sentido mental y físico al ‘presentar nuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, acepto a Dios’ (Romanos 12:1). Y a cuantos viven según ese patrón él los inscribe en su “libro de la vida”, el registro simbólico donde constan los nombres de quienes se encaminan a la vida eterna, sea en el cielo o en la Tierra (Filipenses 4:3; Malaquías 3:16). Por lo tanto, hagamos todo lo posible para permanecer santos a los ojos de Dios, pues de ese modo mantendremos nuestro nombre en ese preciado “libro” (Revelación 3:5).

Una promesa de tierno cuidado

18, 19. ¿Qué limpieza va a efectuar Jehová según Isaías 4:4, 5, y cómo la llevará a cabo?

18 Isaías señala a continuación de qué manera se santificará a los residentes de la tierra restaurada y las bendiciones que les esperan: “Cuando Jehová haya lavado de las hijas de Sión el excremento, y enjuague de Jerusalén aun el derramamiento de sangre de en medio de ella por el espíritu de juicio y por el espíritu de quemazón, Jehová también ciertamente creará sobre todo lugar establecido del monte Sión y sobre su lugar de convocación una nube de día y un humo, y el resplandor de un fuego llameante de noche; porque sobre toda la gloria habrá abrigo” (Isaías 4:4, 5).

19 Anteriormente, Isaías ha reprendido a “las hijas de Sión”, cuya corrupción moral se escondía tras sus vistosos adornos. También ha denunciado la culpa de sangre del pueblo en general y lo ha instado a lavarse (Isaías 1:15, 16; 3:16-23). Ahora, sin embargo, mira hacia el futuro, al tiempo en que Dios “haya lavado [...] el excremento”, o inmundicia moral, y limpiado “las manchas de sangre” (Isaías 4:4, Nácar-Colunga). ¿Cómo se efectuará esa limpieza? “Por el espíritu de juicio y por el espíritu de quemazón.” La venidera destrucción de Jerusalén y el destierro en Babilonia serán manifestaciones del juicio y la cólera ardiente de Dios sobre una nación inmunda. El resto que sobreviva a estas calamidades y regrese a casa habrá sido humillado, refinado. Por ese motivo será santo para Jehová y disfrutará de Su misericordia (compárese con Malaquías 3:2, 3).

20. a) ¿Qué evocan las expresiones “una nube”, “un humo” y “un fuego llameante”? b) ¿Por qué no tendrán los desterrados razones para sentir temor una vez que estén limpios?

20 Jehová promete a través de Isaías que cuidará con ternura a ese resto ya purificado. Las expresiones “una nube”, “un humo” y “un fuego llameante” evocan la forma en que Jehová cuidó a los israelitas una vez que partieron de Egipto. Una “columna de fuego y nube” los protegió de sus perseguidores egipcios y los guió por el desierto (Éxodo 13:21, 22; 14:19, 20, 24). Cuando Jehová se manifestó en el monte Sinaí, la montaña “humeaba por todas partes” (Éxodo 19:18). De modo que, una vez limpios, los desterrados no han de sentir temor. Jehová será su Protector. Estará con ellos, sea que se reúnan en sus propias casas o se congreguen en asambleas santas.

21, 22. a) ¿Con qué fin solía construirse una cabaña o una choza? b) ¿Qué perspectiva tiene ante sí el resto purificado?

21 Para acabar de describir la protección divina, Isaías dirige la atención al vivir cotidiano: “Llegará a haber una cabaña para sombra, de día, contra el calor seco, y para refugio y para escondite contra la tempestad de lluvia y contra la precipitación” (Isaías 4:6). En los viñedos y otros campos de cultivo a menudo se construía una cabaña o una choza con objeto de protegerse del sol ardiente durante la estación seca, y del frío y las tormentas en la estación lluviosa (compárese con Jonás 4:5).

22 Frente al calor abrasador de la persecución y las tormentas de la oposición, será Jehová quien dé protección, seguridad y refugio al resto purificado (Salmo 91:1, 2; 121:5). Estos tienen ante sí, por tanto, una perspectiva halagüeña: si dejan atrás las doctrinas y prácticas inmundas de Babilonia, permiten que el juicio de Jehová los purifique, y procuran mantenerse santos, estarán a salvo, en “una cabaña” de protección divina, por así decirlo.

23. ¿Por qué ha bendecido Jehová al resto ungido y a sus compañeros?

23 Observe que la limpieza precede a las bendiciones. Así ha sido en nuestros días. En 1919, el resto ungido aceptó con humildad que se le refinara, y Jehová ‘lavó’ su inmundicia. Desde entonces, “una gran muchedumbre” de otras ovejas también se ha dejado limpiar por Jehová (Revelación 7:9). Tras purificarlos, Jehová ha bendecido al resto y a sus compañeros: los ha puesto bajo su protección. No es que impida milagrosamente que el calor de la persecución o las tormentas de la oposición los alcancen, pero sí los protege, como si levantara sobre ellos ‘una cabaña para sombra y para escondite contra la tempestad’. ¿De qué manera?

24. ¿Qué prueba hay de que Jehová ha bendecido a su pueblo organizado?

24 Piense en este hecho: Algunos de los gobiernos más poderosos de la historia han proscrito la predicación de los testigos de Jehová o han tratado de eliminarlos por completo. Pese a ello, estos se han mantenido firmes, predicando sin cesar. ¿Por qué no han logrado las potencias detener las actividades de este grupo relativamente pequeño y en apariencia indefenso? Porque Jehová ha puesto a sus siervos limpios en “una cabaña” protectora que ningún hombre puede derribar.

25. En el plano personal, ¿qué significa el hecho de que Jehová sea nuestro Protector?

25 ¿Y en el plano personal? Que Jehová sea nuestro Protector no significa que vayamos a vivir sin problemas en este sistema de cosas. Muchos cristianos fieles se encaran a la pobreza, los desastres naturales, la guerra, las enfermedades, la muerte y otras adversidades graves. Al afrontar tales situaciones, nunca olvidemos que nuestro Dios está con nosotros. Él nos brinda protección espiritual y todo lo que necesitamos para aguantar fielmente las pruebas, incluso “el poder que es más allá de lo normal” (2 Corintios 4:7). En su presencia estamos seguros; no hemos de temer. En realidad, mientras hagamos todo lo posible por mantenernos santos a sus ojos, nada “podrá separarnos del amor de Dios” (Romanos 8:38, 39).

[Notas]

Algunos biblistas opinan que la expresión “brote de Jehová” alude al Mesías, quien no se presentaría hasta después de la restauración de Jerusalén. En los targumes arameos, la paráfrasis de dicha expresión es “el Mesías (Cristo) de Jehová”. Cabe señalar que Jeremías emplea el mismo sustantivo hebreo (tsé·maj) cuando llama al Mesías “un brote justo” que Jehová levanta a David (Jeremías 23:5; 33:15).

Algunos de “los escapados” nacieron en el destierro. Si sus antepasados no hubieran sobrevivido a la destrucción, ellos no habrían nacido, así que podía considerarse que habían “escapado” (Esdras 9:13-15; compárese con Hebreos 7:9, 10).

[Ilustración de la página 63]

La tormenta del juicio divino se cierne sobre Judá

¡Ay de la viña infiel!
¡Ay de la viña infiel! - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 7

¡Ay de la viña infiel!

Isaías 5:1-30

1, 2. ¿Qué planta el “amado”, y qué decepción sufre?

“POR su exquisita belleza lingüística y consumada maestría comunicativa, esta parábola es prácticamente única.” Con tales palabras se refirió cierto comentarista bíblico a los versículos de apertura del capítulo 5 de Isaías. Más que una simple obra artística, las palabras de Isaías ofrecen una descripción conmovedora del cariño que Jehová siente por su pueblo, al tiempo que nos advierten de lo que le desagrada.

2 La parábola de Isaías empieza así: “Déjeseme cantarle a mi amado, por favor, una canción de mi amado acerca de su viña. Había una viña que mi amado llegó a tener en una ladera fértil. Y procedió a cavarla y a limpiarla de piedras y a plantarla de una vid roja selecta, y a edificar una torre en medio de ella. Y también hubo un lagar que él labró en ella. Y siguió esperando que produjera uvas, pero gradualmente produjo uvas silvestres” (Isaías 5:1, 2; compárese con Marcos 12:1).

El cuidado de la viña

3, 4. ¿Qué cuidado amoroso se le dispensa a la viña?

3 Sea que Isaías realmente cante esta parábola ante sus oyentes o no, de seguro capta su atención. Es probable que la mayoría de ellos estén familiarizados con el trabajo de plantar una viña, y el vívido relato de Isaías se ciñe a la realidad. Tal como los viticultores modernos, el dueño de la viña no planta semillas de uva, sino estacas, o sarmientos, de otra vid, “una vid roja selecta”, de primera calidad. Es apropiado, por tanto, que plante su viña “en una ladera fértil”, un lugar idóneo para que crezca.

4 A fin de que una viña sea fructífera, hay que trabajar con tesón. Isaías dice que el dueño ‘cava la tierra y la limpia de piedras’, una labor tediosa y agotadora. Al parecer, utiliza las piedras más grandes para “edificar una torre”. En tiempos antiguos se apostaban en aquellas torres los guardas que protegían las cosechas contra los ladrones y los animales.* Además, el dueño levanta muros de contención con piedras para que las terrazas de la viña no se desmoronen (Isaías 5:5). Esta era una forma usual de impedir que el agua arrastrara consigo el mantillo, la importantísima capa superior del suelo.

5. ¿Qué es lógico que espere el dueño de la viña, pero qué obtiene?

5 Después de trabajar tan arduamente para proteger la viña, es lógico que el dueño espere que produzca fruto, así que labra un lagar. Ahora bien, ¿se hace realidad la anhelada cosecha? No, pues la viña da uvas silvestres.

La viña y su dueño

6, 7. a) ¿Quién es el dueño de la viña, y qué es la viña? b) ¿Qué juicio solicita el dueño de la viña?

6 ¿Quién es el dueño, y qué es la viña? El propio dueño da la respuesta: “Ahora, oh habitantes de Jerusalén y hombres de Judá, sírvanse juzgar entre mí y mi viña. ¿Qué hay que hacerle todavía a mi viña que yo no haya hecho ya en ella? ¿Por qué esperé yo que produjera uvas, pero gradualmente produjo uvas silvestres? Y ahora, por favor, permítaseme darles a conocer lo que voy a hacerle a mi viña: Habrá una remoción de su seto, y tiene que ser destinada para quemazón. Tiene que haber un derribo de su muro de piedra, y tiene que ser destinada para lugar de holladura” (Isaías 5:3-5).

7 Jehová, en efecto, es el amo de la viña; él mismo se presenta en la sala de un tribunal, por así decirlo, para que este juzgue entre Él y su decepcionante viña. ¿Qué es la viña, entonces? Su dueño lo explica: “La viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá son la plantación con la cual él estaba encariñado” (Isaías 5:7a).

8. ¿Qué indica el que Isaías llame a Jehová “mi amado”?

8 Isaías llama a Jehová, el amo de la viña, “mi amado” (Isaías 5:1). Su estrecha relación con Dios le permite referirse a él de forma tan íntima (compárese con Job 29:4; Salmo 25:14). Sin embargo, el amor que el profeta siente por Dios palidece al compararlo con el que este ha demostrado por su “viña”, la nación que él ‘plantó’ (compárese con Éxodo 15:17; Salmo 80:8, 9).

9. ¿Por qué puede decirse que Jehová ha tratado a su nación como si fuera una viña valiosa?

9 Jehová ‘plantó’ su nación en la tierra de Canaán y le entregó sus leyes y disposiciones, las cuales, como si se trataran de un muro, la protegerían a fin de que las demás naciones no la corrompieran (Éxodo 19:5, 6; Salmo 147:19, 20; Efesios 2:14). Además, le dio jueces, sacerdotes y profetas para que enseñaran al pueblo (2 Reyes 17:13; Malaquías 2:7; Hechos 13:20). Cuando ciertas agresiones militares amenazaron a Israel, Jehová designó libertadores (Hebreos 11:32, 33). Con razón Él pregunta: “¿Qué hay que hacerle todavía a mi viña que yo no haya hecho ya en ella?”.

La viña de Dios hoy día

10. ¿Qué parábola relató Jesús acerca de una viña?

10 Es posible que Jesús pensara en las palabras de Isaías cuando pronunció la parábola de los cultivadores asesinos: “Había un hombre, un amo de casa, que plantó una viña y la rodeó de una cerca y cavó en ella un lagar y erigió una torre, y la arrendó a cultivadores, y viajó al extranjero”. Desgraciadamente, los cultivadores traicionaron al dueño de la viña y hasta mataron a su hijo. Jesús pasó entonces a mostrar que esta parábola no se refería exclusivamente a la nación literal de Israel, pues dijo: “El reino de Dios les será quitado a ustedes [el Israel según la carne] y será dado a una nación que produzca sus frutos” (Mateo 21:33-41, 43).

11. ¿Qué viña espiritual existía en el siglo primero, pero qué sucedió tras la muerte de los apóstoles?

11 Esa nueva “nación” resultó ser “el Israel de Dios”, una nación espiritual integrada por un total de 144.000 cristianos ungidos (Gálatas 6:16; 1 Pedro 2:9, 10; Revelación [Apocalipsis] 7:3, 4). Jesús comparó a esos discípulos a los “sarmientos” de “la vid verdadera”, que es él mismo. Naturalmente, se espera que dichos sarmientos den fruto (Juan 15:1-5). Han de manifestar las cualidades de Cristo y participar en la predicación de “estas buenas nuevas del reino” (Mateo 24:14; Gálatas 5:22, 23). Desde la muerte de los doce apóstoles, sin embargo, la gran mayoría de los que afirman ser sarmientos de “la vid verdadera” han demostrado ser falsos; en vez de fruto bueno, han producido uvas silvestres (Mateo 13:24-30, 38, 39).

12. ¿Cómo condenan a la cristiandad las palabras de Isaías, y qué lección contienen para los cristianos verdaderos?

12 Por consiguiente, la condena que Isaías dirige a Judá es aplicable hoy día a la cristiandad. Un examen de su historia —de sus guerras, sus cruzadas, sus inquisiciones— revela perfectamente lo agrio que ha sido su fruto. No obstante, los cristianos ungidos —quienes componen la viña verdadera— y la “gran muchedumbre” que se les ha unido tienen que prestar atención a las palabras de Isaías (Revelación 7:9). Si quieren complacer al dueño de la viña, deben producir, tanto a nivel individual como colectivo, los frutos que le agradan.

“Uvas silvestres”

13. ¿Qué le hará Jehová a su viña, en vista del mal fruto que produce?

13 Tras haber tomado medidas extraordinarias para cuidar y cultivar la viña, Jehová espera, con razón, que sea “una viña de vino espumante” (Isaías 27:2). Pero en vez de uvas aptas para el consumo, da “uvas silvestres”, literalmente “cosas hediondas” o “bayas podridas” (Isaías 5:2, nota; Jeremías 2:21). Por tanto, Jehová anuncia su intención de privar a la nación del “seto” protector que la rodea. Quedará “como cosa destruida” y sufrirá los efectos del abandono y la sequía (léase Isaías 5:6). Moisés ya había advertido a los israelitas de que la desobediencia a la Ley de Dios les acarrearía esas mismas consecuencias (Deuteronomio 11:17; 28:63, 64; 29:22, 23).

14. ¿Qué frutos espera Jehová de su nación, pero qué produce esta?

14 Dios espera que la nación produzca buenos frutos. Miqueas, contemporáneo de Isaías, declara: “¿Qué es lo que Jehová está pidiendo de vuelta de ti sino ejercer justicia y amar la bondad y ser modesto al andar con tu Dios?” (Miqueas 6:8; Zacarías 7:9). Pero la nación no hace caso de la exhortación de Jehová. “[Dios] siguió esperando juicio, pero, ¡miren!, quebrantamiento de ley; justicia, pero, ¡miren!, alarido.” (Isaías 5:7b.) Moisés predijo que la nación infiel produciría uvas venenosas procedentes de “la vid de Sodoma” (Deuteronomio 32:32). Es probable, pues, que la inmoralidad sexual, incluida la homosexualidad, sea parte de su desviación de la Ley divina (Levítico 18:22). La expresión “quebrantamiento de ley” también puede traducirse por “derramamiento de sangre”. Sin duda, un trato tan cruel ha hecho que las víctimas lancen un “alarido” que ha llegado hasta Aquel que plantó la viña (compárese con Job 34:28).

15, 16. ¿Cómo pueden guardarse los cristianos verdaderos de producir los malos frutos que Israel produjo?

15 Jehová Dios es “amador de justicia y derecho” (Salmo 33:5). A los judíos les impuso este mandato: “No deben hacer injusticia en el juicio. No debes tratar con parcialidad al de condición humilde, y no debes preferir la persona de un grande. Con justicia debes juzgar a tu asociado” (Levítico 19:15). Por consiguiente, hemos de evitar tratarnos con parcialidad. Jamás debemos permitir que factores como la raza, la edad, la riqueza o la pobreza influyan en el concepto que tenemos de los demás (Santiago 2:1-4). En particular, es importante que quienes ocupan puestos de superintendencia “no [hagan] nada según una inclinación parcial” y siempre procuren oír las dos versiones de un asunto antes de emitir juicio (1 Timoteo 5:21; Proverbios 18:13).

16 Además, dado que viven en un mundo desaforado, los cristianos fácilmente podrían adoptar una actitud negativa o rebelde para con las normas divinas. Pero los verdaderos discípulos de Cristo han de estar ‘listos para obedecer’ las leyes de Dios (Santiago 3:17). Pese a la inmoralidad sexual y la violencia que caracterizan al “inicuo sistema de cosas actual”, deben “[vigilar] cuidadosamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios” (Gálatas 1:4; Efesios 5:15). Tienen que rechazar los criterios permisivos en cuanto al sexo, y cuando surgen desacuerdos, han de evitar resolverlos con “cólera e ira y gritería y habla injuriosa” (Efesios 4:31). Al cultivar la justicia, los cristianos verdaderos honran a Dios y se granjean su aprobación.

El precio de la avaricia

17. ¿Qué conducta malvada condena Isaías en el primero de los ayes que pronuncia?

17 A partir del versículo 8, Isaías deja de transcribir las palabras de Jehová. El profeta pronuncia personalmente el primero de seis ayes, con el que condena algunas de las “uvas silvestres” que Judá ha producido: “¡Ay de los que juntan casa a casa, y de los que anexan campo a campo hasta que no hay más lugar y a ustedes se les ha hecho morar solos en medio del país! En mis oídos Jehová de los ejércitos ha jurado que muchas casas, aunque grandes y buenas, llegarán a ser un verdadero objeto de pasmo, sin habitante alguno. Pues hasta diez yugadas de viña producirán solo una medida de bato, y hasta una medida de homer de semilla producirá solo una medida de efá” (Isaías 5:8-10).

18, 19. ¿Cómo desobedecen los contemporáneos de Isaías las leyes de Jehová que regulan la propiedad, y cómo sufrirán por ello?

18 En el Israel antiguo, toda la tierra pertenecía, en última instancia, a Jehová. Cada familia recibía una herencia de Dios que podía alquilar o prestar, pero nunca vender “en perpetuidad” (Levítico 25:23). Esta ley impedía abusos como los monopolios de tierras, así como que las familias se hundieran en la miseria. No obstante, algunos habitantes de Judá estaban quebrantando con avaricia las leyes divinas que regulaban la propiedad. Miqueas escribió: “Han deseado campos y se han apoderado de ellos; también casas, y las han tomado; y han defraudado a un hombre físicamente capacitado y a su casa, a un hombre y su posesión hereditaria” (Miqueas 2:2). Ahora bien, Proverbios 20:21 da la siguiente advertencia: “Se está consiguiendo una herencia por avidez desmesurada al principio, pero su propio futuro no será bendecido”.

19 Jehová promete que arrebatará a esos avaros sus ganancias mal habidas. Las casas que usurparon quedarán “sin habitante alguno”. Las tierras que codician no producirán más que una mínima parte de su potencial. No se dice exactamente cómo y cuándo se cumplirá esta maldición. Es probable que, al menos en parte, se refiera a las condiciones que ocasionará el futuro destierro a Babilonia (Isaías 27:10).

20. ¿Cómo pueden guardarse los cristianos actuales de imitar la actitud avariciosa de algunos israelitas?

20 Los cristianos han de aborrecer la avaricia insaciable que evidenciaron algunos israelitas de aquel tiempo (Proverbios 27:20). Cuando se otorga una importancia desmedida a las posesiones materiales, es fácil rebajarse a ganar dinero por medios poco honrados. Fácilmente pudiéramos enredarnos en negocios turbios o hacer caso de promesas poco realistas del tipo Hágase rico en poco tiempo. “El que se apresura a ganar riquezas no permanecerá inocente.” (Proverbios 28:20.) ¡Qué importante es, por tanto, contentarnos con lo que tenemos! (1 Timoteo 6:8.)

La trampa de las diversiones cuestionables

21. ¿Qué pecados condena el segundo ay de Isaías?

21 A continuación viene el segundo ay de Isaías: “¡Ay de los que se levantan muy de mañana para buscar solo licor embriagante, que se quedan hasta tarde en la oscuridad nocturna, de modo que el vino mismo los inflama! Y tiene que resultar que haya arpa e instrumento de cuerdas, pandereta y flauta, y vino en sus banquetes; pero la actividad de Jehová no miran, y la obra de sus manos no han visto” (Isaías 5:11, 12).

22. ¿Qué desenfreno se hace patente en Israel, y con qué consecuencias para la nación?

22 Jehová es el “Dios feliz”, y no le molesta que sus siervos se diviertan de modo razonable (1 Timoteo 1:11). Estos hedonistas, sin embargo, traspasan todos los límites. “Por lo general los que se emborrachan están borrachos de noche”, dice la Biblia (1 Tesalonicenses 5:7). Pero los juerguistas de la profecía empiezan sus parrandas al alba y siguen bebiendo hasta muy entrada la noche. Se comportan como si Dios no existiera, como si no fuera a pedirles cuentas de sus actos. Isaías les augura un sombrío porvenir. “Mi pueblo tendrá que irse al destierro por falta de conocimiento; y su gloria será hombres muertos de hambre, y su muchedumbre estará abrasada de sed.” (Isaías 5:13.) Por su negativa a conducirse según el conocimiento verdadero, el pueblo en pacto con Dios —tanto los prominentes como los de condición humilde— irá a parar al Seol (léase Isaías 5:14-17).

23, 24. ¿Qué comedimiento y moderación deben tener los cristianos?

23 Las “diversiones estrepitosas”, o “juergas”, también suponían un problema para ciertos cristianos del siglo primero (Gálatas 5:21, Barclay; 2 Pedro 2:13). Por eso no sorprende que algunos cristianos dedicados de la actualidad hayan sido poco juiciosos en lo referente a las reuniones sociales. Algunas de estas ocasiones se han convertido en fiestas estrepitosas, escandalosas, por culpa del consumo descontrolado de bebidas alcohólicas (Proverbios 20:1). Bajo la influencia de estas, hay quienes han llegado al extremo de comportarse de modo inmoral, y algunas reuniones han durado casi toda la noche, lo que ha afectado a las actividades cristianas del día siguiente.

24 Los cristianos equilibrados, en cambio, producen fruto piadoso, y son comedidos y moderados al escoger el modo de divertirse. Siguen el consejo de Pablo que se halla en Romanos 13:13: “Como de día, andemos decentemente, no en diversiones estrepitosas y borracheras”.

Odiemos el pecado y amemos la verdad

25, 26. ¿Qué manera de pensar malvada denuncia Isaías en los ayes tercero y cuarto?

25 Escuchemos ahora los ayes tercero y cuarto de Isaías: “¡Ay de los que tiran hacia sí el error con sogas de falsedad, y el pecado como con cuerdas de carreta; de los que están diciendo: ‘¡Apresúrese la obra de él; sí, venga rápidamente, a fin de que la veamos; y acérquese y venga el consejo del Santo de Israel, para que lo conozcamos!’! ¡Ay de los que dicen que lo bueno es malo y lo malo es bueno, los que ponen oscuridad por luz y luz por oscuridad, los que ponen amargo por dulce y dulce por amargo!” (Isaías 5:18-20).

26 ¡Qué descripción tan gráfica de los que viven entregados al pecado! Están tan atados a él como los animales de tiro a las carretas. Estos pecadores no temen ningún día de juicio venidero. En son de burla, dicen: ‘¡Venga rápidamente la obra de Dios!’. En vez de someterse a la Ley divina, tuercen la realidad y afirman que “lo bueno es malo y lo malo es bueno” (compárese con Jeremías 6:15; 2 Pedro 3:3-7).

27. ¿Cómo pueden evitar una actitud semejante a la de los israelitas los cristianos de la actualidad?

27 Los cristianos de la actualidad han de evitar a toda costa esa actitud. Por ejemplo, rehúsan adoptar el criterio mundano de que la fornicación y la homosexualidad son aceptables (Efesios 4:18, 19). Claro, un cristiano podría ‘dar un paso en falso’ que lo llevara a cometer algún pecado grave (Gálatas 6:1). Los ancianos de la congregación están dispuestos a dar ayuda a quien ha caído y la necesita (Santiago 5:14, 15). Las oraciones y los consejos basados en la Biblia pueden contribuir a su recuperación espiritual. De otro modo, corre el peligro de convertirse en “esclavo del pecado” (Juan 8:34). En lugar de mofarse de Dios y perder la conciencia de que el día de juicio se aproxima, los cristianos se afanan por permanecer “inmaculados y sin tacha” ante Jehová (2 Pedro 3:14; Gálatas 6:7, 8).

28. ¿Qué pecados se condenan en los últimos ayes de Isaías, y cómo pueden evitarlos los cristianos de la actualidad?

28 Es apropiado, pues, que Isaías añada estos últimos ayes: “¡Ay de los que son sabios a sus propios ojos, y discretos aun enfrente de sus propios rostros! ¡Ay de los que son poderosos en beber vino, y de los hombres con energía vital para mezclar licor embriagante, los que pronuncian justo al inicuo a cambio de un soborno, y que hasta la justicia del justo quitan de él!” (Isaías 5:21-23). Probablemente, estas palabras iban dirigidas a los jueces del país. Hoy en día, los ancianos de las congregaciones procuran no parecer “sabios a sus propios ojos”. Aceptan con humildad los consejos de otros ancianos y siguen cuidadosamente las directrices de la organización (Proverbios 1:5; 1 Corintios 14:33). Son moderados con la bebida, y nunca consumen alcohol precisamente antes de cumplir con sus responsabilidades en la congregación (Oseas 4:11). Asimismo se guardan de dar siquiera la apariencia de mostrar favoritismo (Santiago 2:9). Son muy distintos de los clérigos de la cristiandad, muchos de los cuales encubren a los pecadores ricos e influyentes de su grey, desoyendo por completo las advertencias del apóstol Pablo que se hallan en Romanos 1:18, 26, 27; 1 Corintios 6:9, 10, y Efesios 5:3-5.

29. ¿Qué trágico final le espera a la viña israelita de Jehová?

29 Isaías concluye este mensaje profético refiriéndose al trágico final de quienes “han rechazado la ley de Jehová” y no han producido fruto justo (Isaías 5:24, 25; Oseas 9:16; Malaquías 4:1). Declara: “[Jehová] ha levantado una señal enhiesta a una gran nación lejana, y le ha silbado en la extremidad de la tierra; y, ¡miren!, apresuradamente vendrá con celeridad” (Isaías 5:26; Deuteronomio 28:49; Jeremías 5:15).

30. ¿Quién convocará a “una gran nación” para que se alce contra el pueblo de Jehová, y con qué resultado?

30 En tiempos antiguos, un poste situado en un alto podía constituir “una señal enhiesta”, un punto de reunión para personas o ejércitos (compárese con Isaías 18:3; Jeremías 51:27). Jehová mismo convocará “a una gran nación”, cuyo nombre no se menciona, para que ejecute su sentencia.* ‘Le silbará’, es decir, atraerá la atención de ella hacia su pueblo descarriado para que considere que merece la pena conquistarlo. El profeta alude entonces al rápido y aterrador ataque de esos conquistadores que, como leones, “agarrarán la presa”, esto es, la nación de Dios, “y se la llevarán con seguridad” al cautiverio (léase Isaías 5:27-30a). ¡Y qué lamentables consecuencias tendrá eso para la tierra del pueblo de Jehová! “Uno realmente mirará con fijeza la tierra, y, ¡miren!, hay oscuridad angustiosa; y hasta la luz se ha oscurecido a causa de las gotas que caen en ella.” (Isaías 5:30b.)

31. ¿Cómo pueden los cristianos verdaderos evitar el castigo que se le impuso a la viña israelita de Jehová?

31 En efecto, la viña que Dios plantó con tanto amor resulta estéril, merecedora tan solo de sufrir destrucción. Las palabras de Isaías contienen una lección magistral para cuantos sirven a Jehová en la actualidad. Que todos ellos procuren producir únicamente fruto justo, para la alabanza de Dios y para su propia salvación.

[Notas]

Algunos estudiosos creen que estructuras provisionales más baratas, como cabañas, o chozas, eran mucho más comunes que las torres de piedra (Isaías 1:8). La existencia de una torre indicaría que el dueño había tomado medidas excepcionales en provecho de su “viña”.

En otras profecías, Isaías indica que la nación que ejecutaría la devastadora sentencia de Jehová contra Judá sería Babilonia.

[Ilustración de la página 83]

El pecador está tan atado al pecado como el animal de tiro a la carreta

[Ilustración a toda plana de la página 85]

Jehová Dios está en su santo templo
Jehová Dios está en su santo templo - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 8

Jehová Dios está en su santo templo

Isaías 6:1-13

1, 2. a) ¿Cuándo tuvo la visión del templo el profeta Isaías? b) ¿Por qué perdió el rey Uzías la aprobación de Jehová?

“EN EL año que murió el rey Uzías, yo, sin embargo, conseguí ver a Jehová, sentado en un trono excelso y elevado, y sus faldas llenaban el templo.” (Isaías 6:1.) Estas palabras del profeta abren el sexto capítulo de Isaías. Transcurre el año 778 a.E.C.

2 La mayor parte del reinado de cincuenta y dos años de Uzías sobre Judá se vio coronada por el éxito. Mientras hizo “lo que era recto a los ojos de Jehová”, contó con el respaldo divino en sus empresas militares, arquitectónicas y agrícolas. Pero ese mismo éxito también supuso su ruina. Con el tiempo, su corazón se volvió altivo, “de modo que actuó infielmente contra Jehová su Dios y entró en el templo de Jehová para quemar incienso”. A causa de este acto presuntuoso y de la furia con que trató a los sacerdotes que lo censuraron, Uzías murió leproso (2 Crónicas 26:3-22). Isaías llegó a ser profeta por aquel entonces.

3. a) ¿Ve realmente a Jehová Isaías? Explique. b) ¿Qué escena contempla Isaías, y por qué razón?

3 Aunque no se nos revela dónde se encuentra Isaías, evidentemente lo que se abre ante sus ojos físicos no es una vista real del Altísimo, sino una visión, ya que “a Dios ningún hombre lo ha visto jamás” (Juan 1:18; Éxodo 33:20). Así y todo, contemplar al Creador, Jehová, aunque sea en una visión, es una experiencia impresionante. En un trono elevado que simboliza su puesto de Rey y Juez eterno, se halla sentado el Gobernante Universal, Aquel de quien emana todo gobierno legítimo. Las faldas de su vestidura, larga y holgada, llenan el templo. Se llama a Isaías a un servicio profético que ensalzará el poder y la justicia soberanos de Jehová. Con objeto de prepararlo, tendrá una visión de la santidad de Dios.

4. a) ¿Por qué han de ser simbólicas las descripciones que se hacen de Jehová en las visiones que aparecen en la Biblia? b) ¿Qué revela en cuanto a Jehová la visión de Isaías?

4 A diferencia de Ezequiel, Daniel y Juan, Isaías no hace ninguna alusión a la apariencia de Jehová en su visión. Además, todos esos relatos difieren en cuanto a lo que se ve en el cielo (Ezequiel 1:26-28; Daniel 7:9, 10; Revelación [Apocalipsis] 4:2, 3). No obstante, hemos de tener presente la naturaleza de aquellas visiones y su propósito. No son descripciones literales de la presencia de Jehová. El ojo físico no puede ver lo que es espiritual, ni la mente humana, con sus limitaciones, alcanza a comprender la región espiritual. De ahí que las visiones presenten en términos humanos la información que se quiere transmitir (compárese con Revelación 1:1). La visión de Isaías no precisa una descripción de la apariencia de Dios, pues su propósito es que el profeta sepa que Jehová está en Su santo templo, que es santo y que Sus juicios son puros.

Los serafines

5. a) ¿Quiénes son los serafines, y qué significa ese término? b) ¿Por qué se cubren el rostro y los pies?

5 Escuchemos lo que Isaías pasa a decir: “Había serafines de pie por encima de él. Cada uno tenía seis alas. Con dos se cubría el rostro, y con dos se cubría los pies, y con dos volaba de acá para allá” (Isaías 6:2). El capítulo 6 de Isaías es el único lugar de la Biblia donde se menciona a los serafines. Es obvio que son criaturas angélicas al servicio de Jehová que gozan de un rango muy elevado en cuanto a privilegios y honores se refiere, pues están situados junto a Su trono celestial. A diferencia del orgulloso rey Uzías, ocupan su puesto con toda humildad y modestia. Por estar en presencia del Soberano celestial, se cubren el rostro con un par de alas, y con reverencia por el lugar santo, se tapan los pies con otro par. Cerca del Soberano Universal, aún se esfuerzan más por pasar inadvertidos, a fin de que toda la atención se centre en la gloria personal de Dios. El término serafines, que significa “ardientes” o “abrasadores”, indica que irradian brillo; con todo, esconden su rostro del fulgor y la gloria más intensos de Jehová.

6. ¿Cuál es la posición de los serafines en relación con la de Jehová?

6 Los serafines se valen del tercer par de alas para volar y, sin duda, para situarse “de pie”, es decir, para quedarse suspendidos en su lugar (compárese con Deuteronomio 31:15). En cuanto a su posición, el profesor Franz Delitzsch señala: “Los serafines en realidad no destacarían sobre la cabeza del que estaba sentado en el trono, sino que estarían suspendidos por encima de Su túnica, la cual llenaba el salón” (Commentary on the Old Testament). Esta explicación parece razonable. Se hallan “de pie por encima”, no en una posición superior a la de Jehová, sino atendiéndolo, obedientes y preparados para servirle.

7. a) ¿Cuál es la misión de los serafines? b) ¿Por qué proclaman tres veces la santidad de Jehová?

7 Escuchemos ahora a los privilegiados serafines. “Este clamó a aquel y dijo: ‘Santo, santo, santo es Jehová de los ejércitos. La plenitud de toda la tierra es su gloria’.” (Isaías 6:3.) Su misión consiste en encargarse de que se declare la santidad de Jehová y se reconozca Su gloria por todo el universo, incluida la Tierra. Su gloria se observa en toda la creación, y pronto la percibirán todos los habitantes de la Tierra (Números 14:21; Salmo 19:1-3; Habacuc 2:14). La triple declaración “santo, santo, santo” no es prueba de una Trinidad. Su objetivo, más bien, es destacar con triple énfasis la santidad de Dios (compárese con Revelación 4:8). Jehová es santo en grado superlativo.

8. ¿Qué efecto producen las declaraciones de los serafines?

8 Aunque no se menciona la cantidad de serafines, puede que se sitúen en grupos cerca del trono. En una melodiosa canción, uno tras otro repite la proclamación de la santidad y la gloria de Dios. ¿Qué efectos perceptibles producen sus declaraciones? Escuchemos de nuevo a Isaías: “Los quicios de los umbrales empezaron a retemblar a la voz del que clamó, y la casa misma gradualmente se llenó de humo” (Isaías 6:4). En la Biblia, el humo o una nube a menudo constituyen una señal visible de la presencia de Dios (Éxodo 19:18; 40:34, 35; 1 Reyes 8:10, 11; Revelación 15:5-8). Denota una gloria a la que las criaturas humanas no podemos acercarnos.

Limpiado pese a no merecerlo

9. a) ¿Qué efecto tiene la visión en Isaías? b) ¿Qué contraste se hace patente entre Isaías y el rey Uzías?

9 Esta visión del trono de Jehová tiene un profundo efecto en Isaías, pues escribe: “Procedí a decir: ‘¡Ay de mí! ¡Pues puedo darme como reducido a silencio, porque hombre inmundo de labios soy, y en medio de un pueblo inmundo de labios moro; pues mis ojos han visto al mismo Rey, Jehová de los ejércitos!’” (Isaías 6:5). ¡Qué contraste entre Isaías y el rey Uzías! Este último se arrogó las funciones de los sacerdotes ungidos y cometió el sacrilegio de irrumpir en el Santo, uno de los compartimientos del templo. Aunque vio los candelabros y el altar de incienso, hechos de oro, y las mesas del “pan de la Presencia”, no contempló el rostro de Jehová dándole Su aprobación ni recibió de él comisión alguna (1 Reyes 7:48-50, nota). En cambio, el profeta Isaías no menosprecia el sacerdocio ni irrumpe en el templo. Sin embargo, tiene una visión de Jehová en su santo templo y el honor de que Dios mismo le confíe una comisión. Mientras que los serafines no se atreven a mirar al Señor del templo en su trono, a Isaías se le permite contemplar en una visión “al mismo Rey, Jehová de los ejércitos”.

10. ¿Por qué se asusta Isaías al tener la visión?

10 El contraste que Isaías percibe entre la santidad de Dios y su propio estado pecaminoso hace que se sienta totalmente inmundo. El miedo lo invade, y cree que va a morir (Éxodo 33:20). Oye a los serafines alabar a Dios con labios limpios, mientras que los suyos son inmundos, y además están manchados por la inmundicia de los labios de la gente entre la que reside y cuya habla escucha. Jehová es santo, y sus siervos han de reflejar esa cualidad (1 Pedro 1:15, 16). Aunque Dios ya lo ha elegido para que sea su portavoz, Isaías está abrumado, pues es consciente de su condición pecaminosa y de que carece de la limpieza de labios que corresponde a un mensajero del Rey glorioso y santo. ¿Qué respuesta recibirá del cielo?

11. a) ¿Qué hace un serafín, y qué simboliza ese acto? b) Cuando nos sentimos indignos de ser siervos de Dios, ¿cómo puede ayudarnos lo que el serafín le dice a Isaías?

11 En vez de impedir que Isaías, dada su inferioridad, continúe en la presencia de Jehová, los serafines acuden en su ayuda. Dice el relato: “Ante eso, uno de los serafines voló a donde mí, y en su mano había una brasa relumbrante que él había tomado con tenazas del altar. Y él procedió a tocarme la boca y a decir: ‘¡Mira! Esto ha tocado tus labios, y tu error se ha ido y tu pecado mismo queda expiado’” (Isaías 6:6, 7). En sentido simbólico, el fuego purifica. Al tocar los labios de Isaías con la brasa candente tomada del fuego santo del altar, el serafín le asegura que sus pecados han sido expiados hasta el grado necesario como para permitir que Dios le otorgue su favor y una comisión. Este pasaje es muy reconfortante para todos nosotros, pues también somos pecadores e indignos de acercarnos a Dios. No obstante, podemos obtener Su aprobación y acercarnos a él mediante la oración, ya que en virtud del sacrificio de rescate de Jesús se nos ha redimido (2 Corintios 5:18, 21; 1 Juan 4:10).

12. ¿Qué altar ve Isaías, y qué efecto tiene el fuego?

12 La mención del “altar” nos vuelve a recordar que se trata de una visión (compárese con Revelación 8:3; 9:13). En el templo de Jerusalén había dos altares. El pequeño altar del incienso se encontraba justo delante de la cortina del Santísimo, y el gran altar de los sacrificios, en el que el fuego se mantenía ardiendo continuamente, se alzaba frente a la entrada del santuario (Levítico 6:12, 13; 16:12, 13). Ahora bien, aquellos altares terrestres constituían un tipo, es decir, representaban realidades mayores (Hebreos 8:5; 9:23; 10:5-10). Cuando el rey Salomón inauguró el templo, un fuego procedente del cielo consumió la ofrenda quemada que había sobre el altar (2 Crónicas 7:1-3). Ahora, el fuego del altar verdadero, el celestial, elimina la impureza de los labios de Isaías.

13. ¿Qué pregunta formula Jehová, y a quién incluye al decir “nosotros”?

13 Escuchemos junto con Isaías. “Empecé a oír la voz de Jehová que decía: ‘¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?’. Y yo procedí a decir: ‘¡Aquí estoy yo! Envíame a mí’.” (Isaías 6:8.) Puesto que ningún otro profeta humano aparece en la visión, está claro que la pregunta de Jehová busca obtener una respuesta de Isaías. Se trata, sin duda alguna, de una invitación para que sea Su mensajero. Pero ¿por qué formula Jehová su pregunta diciendo “¿quién irá por nosotros?”? Al utilizar ahora el pronombre plural “nosotros”, Jehová incluye por lo menos a otra persona. ¿A quién? ¿No será a su Hijo unigénito, quien posteriormente llegó a ser el hombre Jesucristo? No hay duda de que fue a este mismo Hijo a quien Dios se dirigió cuando dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen” (Génesis 1:26; Proverbios 8:30, 31). En efecto, al lado de Jehová, en la corte celestial, está su Hijo unigénito (Juan 1:14).

14. ¿Cómo responde Isaías a la invitación de Jehová, y qué ejemplo nos da?

14 Isaías no vacila en responder. Sin importarle cuál pueda ser el mensaje, de inmediato contesta: “¡Aquí estoy yo! Envíame a mí”. Tampoco pregunta qué provecho sacará de aceptar la asignación. Su espíritu dispuesto constituye un magnífico ejemplo para todos los siervos de Dios de la actualidad, en vista de la comisión que han recibido de predicar las “buenas nuevas del reino [...] en toda la tierra habitada” (Mateo 24:14). Al igual que Isaías, perseveran fielmente en su asignación y llevan el “testimonio a todas las naciones” pese a la indiferencia generalizada. Y siguen adelante con la misma confianza que el profeta, pues saben que su comisión tiene el respaldo de la autoridad suprema.

La comisión de Isaías

15, 16. a) ¿Qué ha de decir Isaías a “este pueblo”, y qué respuesta encontrará? b) ¿Tiene alguna culpa Isaías de que el pueblo reaccione de ese modo? Explique.

15 Jehová pasa a exponer lo que Isaías debe decir y la respuesta que hallará: “Ve, y tienes que decir a este pueblo: ‘Oigan vez tras vez, pero no entiendan; y vean vez tras vez, pero no consigan conocimiento’. Haz el corazón de este pueblo indispuesto a recibir, y haz sus mismísimos oídos indispuestos a responder, y pégales los mismísimos ojos, para que no vean con los ojos y no oigan con los oídos, y para que su propio corazón no entienda, y para que realmente no se vuelvan y consigan curación para sí” (Isaías 6:9, 10). ¿Significan estas palabras que Isaías ha de ser rudo y desconsiderado, ahuyentando de ese modo a los judíos para que sigan enfrentados con Jehová? ¡Ni mucho menos! Son su propia gente, a quienes se siente vinculado. Sin embargo, las palabras de Jehová revelan cómo responderán a su mensaje, prescindiendo de la fidelidad con que Isaías lleve a cabo su misión.

16 La culpa es del pueblo. Isaías les hablará “vez tras vez”, pero ellos no aceptarán el mensaje ni lo entenderán. En su mayoría serán tercos e indiferentes, como si estuvieran completamente ciegos y sordos. Al dirigirse a ellos una y otra vez, Isaías dejará que “este pueblo” demuestre que no quiere comprender, que cierra su mente y corazón al mensaje que les lleva, sí, al mensaje de Dios. ¡Qué parecida es la situación hoy en día! Muchas personas rehúsan escuchar a los testigos de Jehová cuando estos predican las buenas nuevas del venidero Reino de Dios.

17. ¿A qué se refiere Isaías cuando pregunta “hasta cuándo”?

17 Isaías está preocupado: “Ante esto, dije: ‘¿Hasta cuándo, oh Jehová?’. Entonces él dijo: ‘Hasta que las ciudades realmente caigan estrepitosamente en ruinas, para estar sin habitante, y las casas estén sin hombre terrestre, y el suelo mismo sea arruinado hasta ser una desolación; y Jehová realmente aleje a los hombres terrestres, y la condición desértica de veras llegue a ser muy extensa en medio de la tierra’” (Isaías 6:11, 12). Cuando pregunta “hasta cuándo”, Isaías no se refiere a cuánto tiempo habrá de continuar predicando a un pueblo indiferente. Más bien, es la gente lo que le preocupa, y trata de saber hasta cuándo seguirá esta en su deplorable estado espiritual y hasta cuándo se deshonrará el nombre de Jehová en la Tierra (véase Salmo 74:9-11). Así pues, ¿cuánto se prolongará esta situación sin sentido?

18. Indique hasta cuándo persistirá la triste condición espiritual del pueblo, y si vivirá Isaías para ver el cumplimiento completo de la profecía.

18 La respuesta de Jehová indica que, por desgracia, su triste condición espiritual persistirá hasta que sufran todas las consecuencias de desobedecer a Dios, expuestas en Su pacto (Levítico 26:21-33; Deuteronomio 28:49-68). La nación acabará en la ruina, el pueblo irá al destierro y la tierra quedará desierta. Aunque Isaías profetizará más de cuarenta años, hasta muy adentrado el reinado de Ezequías, bisnieto del rey Uzías, no vivirá para ver la destrucción de Jerusalén y su templo a manos del ejército babilónico, en el año 607 a.E.C. Aun así, cumplirá fielmente su comisión hasta su muerte, acaecida más de cien años antes de que el desastre azote a la nación.

19. A pesar de que la nación será cortada como si fuera un árbol, ¿qué garantiza Dios a Isaías?

19 Si bien nada puede impedir la destrucción que dejará a Judá “arruinad[a] hasta ser una desolación”, no todo está perdido (2 Reyes 25:1-26). Jehová asegura a Isaías: “Todavía habrá en ella un décimo, y de nuevo tiene que llegar a ser algo para quemazón, como un árbol grande y como un árbol macizo en los cuales, cuando hay tala de ellos, hay tocón; una descendencia santa será el tocón de él” (Isaías 6:13). En efecto, quedará “un décimo, [...] una descendencia santa”, justamente como el tocón de un árbol macizo talado. Seguro que Isaías encuentra consuelo en esta garantía: se hallará un resto santo entre su pueblo. Pese a que la nación sufrirá una nueva quemazón, como en el caso de un gran árbol que se corta para leña, del árbol simbólico de Israel quedará un tocón vital. Será una descendencia santa para Jehová. Con el tiempo volverá a brotar, y el árbol crecerá de nuevo (compárese con Job 14:7-9; Daniel 4:26).

20. ¿Qué cumplimiento inicial tuvo la última parte de la profecía de Isaías?

20 ¿Resultó veraz la profecía? Efectivamente. Cuando la tierra de Judá llevaba setenta años desierta, un resto de personas temerosas de Dios volvió del destierro en Babilonia, reconstruyó el templo y la ciudad, y restableció la adoración verdadera en el país. El regreso de los judíos a su tierra natal, la tierra que Dios les había dado, hizo posible un segundo cumplimiento de esta profecía que Jehová transmitió a Isaías. ¿Qué cumplimiento? (Esdras 1:1-4.)

Otros cumplimientos

21-23. a) ¿En quiénes se cumplió la profecía de Isaías en el siglo primero, y de qué manera? b) ¿Quiénes constituyeron la “descendencia santa” en el siglo primero, y cómo se salvó esta?

21 La labor profética de Isaías prefiguró la obra que el Mesías, Jesucristo, efectuaría unos ochocientos años después (Isaías 8:18; 61:1, 2; Lucas 4:16-21; Hebreos 2:13, 14). Aunque Jesús fue mayor que Isaías, se mostró igual de dispuesto a que su Padre celestial lo enviara, pues dijo: “¡Mira! He venido [...] para hacer tu voluntad” (Hebreos 10:5-9; Salmo 40:6-8).

22 Igual que Isaías, Jesús llevó a cabo fielmente el trabajo que se le había asignado, y se topó con la misma reacción. Los judíos de su tiempo no se mostraron más dispuestos a aceptar el mensaje que aquellos a quienes predicó el profeta Isaías (Isaías 1:4). Debido a que las ilustraciones fueron una constante en el ministerio de Jesús, sus discípulos le preguntaron: “¿Por qué les hablas usando ilustraciones?”. Jesús respondió: “A ustedes se concede entender los secretos sagrados del reino de los cielos, mas a aquellos no se les concede. Por esto les hablo a ellos usando ilustraciones, porque, mirando, miran en vano, y oyendo, oyen en vano, ni captan el sentido de ello; y para con ellos se cumple la profecía de Isaías, que dice: ‘Oyendo, oirán, pero de ningún modo captarán el sentido de ello; y, mirando, mirarán, pero de ningún modo verán. Porque el corazón de este pueblo se ha hecho indispuesto a recibir, y con los oídos han oído sin responder, y han cerrado los ojos; para que nunca vean con los ojos, ni oigan con los oídos, ni capten el sentido de ello con el corazón, y se vuelvan, y yo los sane’” (Mateo 13:10, 11, 13-15; Marcos 4:10-12; Lucas 8:9, 10).

23 Al citar de Isaías, Jesús indicó que la profecía tenía un cumplimiento en su tiempo. La gente en general demostró la misma actitud de corazón que los judíos de la época de Isaías. Se hicieron ciegos y sordos a su mensaje, y también a ellos les sobrevino la destrucción (Mateo 23:35-38; 24:1, 2). En 70 E.C., las fuerzas romanas comandadas por el general Tito atacaron Jerusalén y demolieron la ciudad y su templo. No obstante, algunas personas habían escuchado a Jesús y se habían hecho sus discípulos. Jesús las declaró “felices” (Mateo 13:16-23, 51). Les había dicho que cuando vieran “a Jerusalén cercada de ejércitos acampados”, deberían “ech[ar] a huir a las montañas” (Lucas 21:20-22). De modo que la “descendencia santa”, que había tenido fe y formado una nación espiritual, “el Israel de Dios”, se salvó* (Gálatas 6:16).

24. ¿Qué aplicación hizo Pablo de la profecía de Isaías, y qué indica ese hecho?

24 Hallándose bajo arresto domiciliario en Roma, hacia el año 60 E.C., el apóstol Pablo convocó a “los hombres prominentes de los judíos”, así como a otras personas, y les dio un “testimonio cabal respecto al reino de Dios”. Cuando muchos de los presentes no aceptaron el mensaje, Pablo explicó que aquello sucedía en cumplimiento de la profecía de Isaías (Hechos 28:17-27; Isaías 6:9, 10). Vemos, por tanto, que los discípulos de Jesús realizaron una comisión comparable a la del profeta.

25. ¿De qué se dan cuenta hoy los testigos de Jehová, y cómo reaccionan?

25 De la misma manera, los testigos de Jehová se dan cuenta hoy de que Jehová Dios está en su santo templo (Malaquías 3:1). Como Isaías, dicen: “¡Aquí estoy yo! Envíame a mí”. Proclaman celosamente el mensaje de advertencia respecto al fin, cada vez más cercano, de este sistema de cosas perverso. Tal como Jesús indicó, sin embargo, son relativamente pocas las personas que abren los ojos y los oídos para ver y oír y salvarse (Mateo 7:13, 14). Felices, sin duda, son aquellos que inclinan su corazón para escuchar y conseguir “curación para sí” (Isaías 6:8, 10).

[Nota]

A causa de una revuelta judía, en el año 66 E.C. las fuerzas romanas a las órdenes de Cestio Galo sitiaron Jerusalén y penetraron en ella hasta llegar a los mismos muros del templo. Entonces se retiraron, y los discípulos de Jesús pudieron huir a las montañas de Perea antes de que los romanos regresaran, en el año 70 E.C.

[Ilustración de la página 94]

“¡Aquí estoy yo! Envíame a mí”

[Ilustración de la página 97]

“Hasta que las ciudades [...] caigan estrepitosamente en ruinas, para estar sin habitante”

Confianza en Jehová frente a la adversidad
Confianza en Jehová frente a la adversidad - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 9

Confianza en Jehová frente a la adversidad

Isaías 7:1–8:18

1. ¿Por qué les conviene a los cristianos de la actualidad examinar los capítulos 7 y 8 de Isaías?

EN LOS capítulos 7 y 8 de Isaías observamos un marcado contraste. Tanto Isaías como Acaz pertenecían a una nación dedicada a Jehová. Ambos tenían una comisión divina: uno la de profeta; el otro, la de rey de Judá. Los dos se vieron ante la misma amenaza: la invasión de Judá por fuerzas enemigas muy superiores. Isaías, sin embargo, afrontó la situación confiando en Jehová, en tanto que Acaz sucumbió al temor. ¿Por qué reaccionaron de modo tan distinto? A los cristianos de la actualidad les conviene examinar estos dos capítulos de Isaías y descubrir las lecciones que encierran, pues ellos también se ven rodeados de elementos hostiles.

Enfrentados a una decisión

2, 3. ¿Qué resumen hace Isaías en sus palabras de apertura?

2 Como un artista que con unos pocos trazos esboza una nueva pintura, Isaías comienza su narración con algunas declaraciones amplias que marcan el principio y el fin de los sucesos que se dispone a relatar: “Aconteció en los días de Acaz el hijo de Jotán el hijo de Uzías, el rey de Judá, que Rezín el rey de Siria —y Péqah el hijo de Remalías, el rey de Israel— subió a Jerusalén para hacer guerra contra ella, y él no pudo hacer guerra contra ella” (Isaías 7:1).

3 Transcurre el siglo VIII a.E.C.; Acaz ha sucedido a su padre, Jotán, en el trono de Judá. Los reyes de Siria y del reino norteño de Israel, Rezín y Péqah, respectivamente, invaden Judá; sus ejércitos lanzan un ataque feroz. Llegarán a asediar la propia Jerusalén, pero sin éxito (2 Reyes 16:5, 6; 2 Crónicas 28:5-8). ¿Por qué? Lo veremos más adelante.

4. ¿Por qué tiembla de miedo el corazón de Acaz y el de su pueblo?

4 En un momento anterior de la guerra, “a la casa de David se dio un informe que dijo: ‘Siria se ha apoyado en Efraín’. Y se puso tembloroso el corazón de él y el corazón de su pueblo, como el temblor de los árboles del bosque a causa de un viento” (Isaías 7:2). En efecto, Acaz y su pueblo se asustan al enterarse de que sirios e israelitas se han aliado y de que en ese mismo instante sus ejércitos se hallan acampados en el territorio de Efraín (de Israel), a solo dos o tres jornadas de Jerusalén.

5. ¿En qué sentido es como Isaías el pueblo de Dios hoy día?

5 Jehová le dice a Isaías: “Sal, por favor, al encuentro de Acaz, tú y Sear-jasub tu hijo, al extremo del conducto del estanque superior junto a la calzada del campo del lavandero” (Isaías 7:3). Imagínese. En un momento en que el rey debería buscar al profeta de Jehová para pedirle orientación, es el profeta quien ha de salir a buscar al rey. Aun así, Isaías obedece a Jehová de buena gana. De igual modo, hoy día el pueblo de Dios se muestra muy dispuesto a ir y buscar a la gente que vive atemorizada por las presiones de este mundo (Mateo 24:6, 14). Nos sentimos muy satisfechos de que todos los años cientos de miles de personas respondan favorablemente a las visitas de los predicadores de las buenas nuevas y se aferren a la mano protectora de Jehová.

6. a) ¿Qué alentador mensaje transmite Isaías al rey Acaz? b) ¿Qué situación reina en nuestro tiempo?

6 Isaías encuentra a Acaz fuera de los muros de Jerusalén, inspeccionando el suministro de agua de la ciudad en previsión del asedio. El profeta le transmite el mensaje de Jehová: “Cuídate y manténte sosegado. No tengas miedo, y no dejes que tu corazón mismo sea tímido a causa de las dos colas de estos leños humeantes, a causa de la ardiente cólera de Rezín y Siria y el hijo de Remalías” (Isaías 7:4). Cuando los atacantes arrasaron Judá con anterioridad, su cólera era tan ardiente como las llamas, pero ahora no son más que “dos colas de [...] leños humeantes”. Acaz no ha de temer al rey sirio Rezín ni al rey israelita Péqah, hijo de Remalías. Lo mismo sucede en nuestro tiempo. Por siglos, los líderes de la cristiandad han perseguido atrozmente a los cristianos verdaderos. Ahora, no obstante, la cristiandad se parece a un leño a punto de consumirse por completo. Tiene los días contados.

7. ¿Por qué son los nombres de Isaías y de su hijo un motivo para tener esperanza?

7 Además del mensaje de Isaías, el significado de su nombre y el de su hijo también infunden esperanza en los contemporáneos de Acaz que confían en Jehová. Aunque es verdad que Judá corre peligro, el nombre de Isaías, que significa “Salvación de Jehová”, es una indicación de que Dios los librará. Jehová le dice a Isaías que lleve consigo a su hijo Sear-jasub, cuyo nombre quiere decir “Un Simple Resto Volverá”. Pese a que el reino de Judá acabará por caer, Dios, en su misericordia, hará que un resto de judíos regrese al país.

Algo más que una guerra entre naciones

8. ¿Por qué constituye el ataque a Jerusalén algo más que una guerra entre naciones?

8 Jehová revela por medio de Isaías la estrategia de los enemigos de Judá. He aquí lo que planean: “Subamos contra Judá y desgarrémoslo y por irrupciones tomémoslo para nosotros; y hagamos reinar dentro de él a otro rey, al hijo de Tabeel” (Isaías 7:5, 6). La liga de sirios e israelitas trama conquistar Judá y sustituir a Acaz, descendiente de David, por un hombre que ellos han designado. Está claro que el ataque contra Jerusalén se ha convertido en algo más que una guerra entre naciones. Se ha vuelto una lucha entre Satanás y Jehová. ¿Por qué razón? Debido a que Jehová Dios hizo un pacto con David en el que garantizó que los hijos de este gobernarían a Su pueblo (2 Samuel 7:11, 16). Satanás obtendría un triunfo inmenso si pudiera instalar otra dinastía de reyes en el trono de Jerusalén. Incluso podría frustrar el propósito de Jehová de que surja del linaje de David un heredero permanente, el “Príncipe de Paz” (Isaías 9:6, 7).

Las garantías amorosas de Jehová

9. ¿Qué garantías deberían infundir valor a Acaz, lo mismo que a los cristianos de la actualidad?

9 ¿Se materializará el plan de Siria e Israel? No, pues Jehová declara: “No subsistirá, ni tendrá lugar” (Isaías 7:7). A través de Isaías, no solo señala que fracasará el asedio a Jerusalén, sino que “en el transcurso de solo sesenta y cinco años Efraín será hecho añicos, de modo que no sea pueblo” (Isaías 7:8). En efecto, dentro de sesenta y cinco años el pueblo de Israel ya no existirá.* Esta garantía, con su precisión cronológica, debería hacer que Acaz cobrara valor. Del mismo modo, saber que el tiempo que le resta al mundo de Satanás se está agotando fortalece al pueblo de Dios de la actualidad.

10. a) ¿Cómo pueden los cristianos verdaderos imitar a Jehová hoy día? b) ¿Qué le ofrece Jehová a Acaz?

10 Es posible que el rostro de Acaz refleje incredulidad, ya que Jehová dice mediante Isaías: “A no ser que ustedes tengan fe, no serán en tal caso de larga duración”. Pacientemente, “Jehová siguió hablándole más a Acaz” (Isaías 7:9, 10). ¡Qué magnífico ejemplo! Aunque mucha gente se resiste a aceptar el mensaje del Reino hoy día, hacemos bien en imitar a Jehová “hablándole más”, visitándola una y otra vez. A continuación, Jehová le dice a Acaz: “Pide para ti una señal de Jehová tu Dios, haciéndola tan profunda como el Seol o haciéndola alta como las regiones de arriba” (Isaías 7:11). Acaz puede pedir una señal, y Jehová la ejecutará como garantía de que protegerá a la casa de David.

11. ¿Qué garantía encierra la expresión de Jehová “tu Dios”?

11 Observe que Jehová le dice: ‘Pide una señal de tu Dios’. Jehová es francamente bondadoso, pues Acaz ya tiene fama de adorar a dioses falsos y de haber adoptado repugnantes prácticas paganas (2 Reyes 16:3, 4). Pese a ello y a la cobardía del rey, Jehová todavía se refiere a sí mismo como el Dios de Acaz, lo que nos garantiza que Él no rechaza a los seres humanos precipitadamente. Está dispuesto a tender la mano a aquellos que yerran o cuya fe se ha debilitado. ¿Hará esta garantía del amor divino que Acaz acepte la ayuda de Jehová?

De la duda a la desobediencia

12. a) ¿Qué actitud altanera adopta Acaz? b) En vez de volverse a Jehová, ¿dónde busca Acaz ayuda?

12 Acaz contesta desafiante: “No pediré, ni someteré a Jehová a prueba” (Isaías 7:12). No es que Acaz esté obedeciendo las palabras de la ley: “No deben poner a prueba a Jehová su Dios” (Deuteronomio 6:16). Varios siglos después, Jesús citó esa misma ley ante la tentación de Satanás (Mateo 4:7). Pero el caso de Acaz es distinto, ya que Jehová lo invita a volver a la adoración verdadera y le ofrece ejecutar una señal que fortalezca su fe. El rey, sin embargo, prefiere buscar protección en otro sitio. Posiblemente en este momento envía una gran suma de dinero a Asiria para que le ayude a librarse de sus enemigos del norte (2 Reyes 16:7, 8). Entretanto, el ejército siroisraelita rodea Jerusalén, y comienza el asedio.

13. ¿Qué cambio se observa en el Isa 7 versículo 13, y qué significa?

13 Teniendo presente la falta de fe del rey, Isaías dice: “Escuchen, por favor, oh casa de David. ¿Les es cosa tan pequeña cansar a los hombres, que también hayan de cansar a mi Dios?” (Isaías 7:13). Sí, Jehová puede llegar a cansarse de una insolencia continua. Observe también que el profeta ya no dice “su Dios”, sino “mi Dios”. Un cambio que no presagia nada bueno. Al rechazar a Jehová y acudir a Asiria, Acaz pierde una oportunidad de oro para recuperar su relación con Dios. Jamás sacrifiquemos nuestra relación con el Creador pasando por alto nuestras creencias bíblicas para obtener algún beneficio temporal.

La señal de Emmanuel

14. ¿Cómo demuestra Jehová que es fiel a su pacto con David?

14 Jehová permanece fiel a su pacto con David. Ha ofrecido una señal, y una señal dará. Isaías prosigue: “Jehová mismo les dará una señal: ¡Miren! La doncella misma realmente quedará encinta, y va a dar a luz un hijo, y ciertamente le pondrá por nombre Emmanuel. Mantequilla y miel comerá él para cuando sepa rechazar lo malo y escoger lo bueno. Porque antes que el muchacho sepa rechazar lo malo y escoger lo bueno, el suelo de aquellos dos reyes que te hacen sentir pavor morboso será dejado enteramente” (Isaías 7:14-16).

15. ¿A qué dos preguntas da respuesta la profecía respecto a Emmanuel?

15 Esta es una buena noticia para todo el que teme que los invasores acaben con la línea de reyes davídica. Emmanuel significa “Con Nosotros Está Dios”. Dios está con Judá, y no permitirá que su pacto con David quede anulado. A Acaz y su pueblo no solo se les dice lo que Jehová hará, sino también cuándo lo hará. Las naciones enemigas sufrirán destrucción antes de que el niño llamado Emmanuel tenga edad para distinguir entre lo bueno y lo malo. Y así sucede.

16. ¿Por qué, probablemente, deja Jehová en la sombra la identidad del Emmanuel del tiempo de Acaz?

16 La Biblia no revela de quién es hijo Emmanuel, pero dado que este jovencito ha de servir de señal e Isaías dice más adelante que él y sus hijos son “como señales”, puede que Emmanuel sea un hijo del profeta (Isaías 8:18). Jehová tal vez deja que la identidad del Emmanuel del tiempo de Acaz quede en la sombra para que la atención de las generaciones venideras se centre en el Emmanuel Mayor. ¿Quién es este?

17. a) ¿Quién es el Emmanuel Mayor, y qué significó su nacimiento? b) ¿Por qué puede el pueblo de Dios hoy día clamar “Con nosotros está Dios”?

17 Si exceptuamos el libro de Isaías, el nombre Emmanuel solo aparece una vez en la Biblia, en Mateo 1:23. Inspirado por Jehová, Mateo aplicó la profecía del nacimiento de Emmanuel al nacimiento de Jesús, el legítimo heredero del trono de David (Mateo 1:18-23). El nacimiento del primer Emmanuel fue una señal de que Dios no había abandonado a la casa de David. De igual modo, el nacimiento del Emmanuel Mayor, Jesús, constituyó una señal de que Dios no había abandonado a la humanidad ni su pacto del Reino con la casa de David (Lucas 1:31-33). Puesto que el principal representante de Jehová estaba entre la humanidad, Mateo podía decir con toda razón: ‘Con nosotros está Dios’. Hoy en día, Jesús gobierna como Rey celestial, y está con su congregación terrestre (Mateo 28:20). Sin lugar a dudas, el pueblo de Dios tiene aún más razones para clamar: “¡Con nosotros está Dios!”.

Otras consecuencias de la infidelidad

18. a) ¿Por qué aterrorizan a sus oyentes las palabras siguientes de Isaías? b) ¿Qué giro tomarán pronto los acontecimientos?

18 Así como las anteriores palabras de Isaías son consoladoras, su siguiente declaración siembra el terror entre sus oyentes: “Jehová traerá contra ti y contra tu pueblo y contra la casa de tu padre días como los cuales no han venido unos desde el día en que Efraín se apartó de estar al lado de Judá, a saber, al rey de Asiria” (Isaías 7:17). Sí, se aproxima el desastre, y de la mano del rey de Asiria. La perspectiva de que los dominen los asirios, famosos por su crueldad, debe de quitarles el sueño muchas noches a Acaz y a su pueblo. El rey cree que haciéndose amigo de Asiria se librará de Israel y Siria, y lo cierto es que el rey asirio responderá a su ruego y acabará por atacar a estas naciones (2 Reyes 16:9). Ese es al parecer el motivo por el que Péqah y Rezín tendrán que levantar el sitio de Jerusalén. La liga siroisraelita no podrá tomar la ciudad (Isaías 7:1). Sin embargo, Isaías comunica ahora a su atónito auditorio que Asiria, cuya protección anhelan, se convertirá en su opresora (compárese con Proverbios 29:25).

19. ¿Qué advertencia encierra para los cristianos de la actualidad este relato histórico?

19 Este relato histórico encierra una advertencia para los cristianos de la actualidad. Es posible que, sometidos a presión, nos veamos tentados a desobedecer los principios bíblicos y así rechazar la protección de Jehová. Las palabras que Isaías pronuncia a continuación dejan patente que ese proceder sería insensato, incluso suicida, pues describen los efectos que la invasión asiria tendrá en la tierra y la gente.

20. ¿Quiénes son “las moscas” y “las abejas”, y qué harán?

20 El profeta divide sus declaraciones en cuatro partes, y en todas ellas predice lo que sucederá “en aquel día”, es decir, el día en que Asiria ataque a Judá. “En aquel día tiene que ocurrir que Jehová silbará a las moscas que están a la extremidad de los canales del Nilo de Egipto y a las abejas que están en la tierra de Asiria, y ciertamente vendrán y se asentarán, todas ellas, sobre los valles torrenciales escarpados y sobre las hendiduras de los peñascos y sobre todos los matorrales de espinas y sobre todos los abrevaderos.” (Isaías 7:18, 19.) Como enjambres de moscas y abejas, los ejércitos de Egipto y Asiria se dirigirán hacia la Tierra Prometida. No se tratará de una invasión pasajera. “Las moscas” y “las abejas” se asentarán e infestarán hasta el último rincón del territorio.

21. ¿De qué manera será como una navaja el rey de Asiria?

21 Isaías prosigue: “En aquel día, por medio de una navaja alquilada en la región del Río, aun por medio del rey de Asiria, Jehová afeitará la cabeza y el pelo de los pies, y ella barrerá hasta la barba misma” (Isaías 7:20). Ahora solo se menciona a Asiria, la principal amenaza. Acaz contrata al rey de esa nación para que ‘afeite’ a Siria e Israel. No obstante, esta “navaja alquilada” de la región del Éufrates se dirigirá contra “la cabeza” de Judá y la afeitará al rape, incluso la barba.

22. ¿Con qué ejemplos ilustra Isaías las consecuencias de la inminente invasión asiria?

22 ¿Cuáles serán las consecuencias? “En aquel día tiene que ocurrir que un individuo conservará vivas una ternera de la vacada y dos ovejas. Y tiene que ocurrir que, debido a la abundancia de la producción de leche, él comerá mantequilla; porque mantequilla y miel será lo que comerán todos los que queden en medio del país.” (Isaías 7:21, 22.) Una vez que los asirios hayan ‘afeitado’ la tierra, quedarán tan pocas personas que les bastarán unos cuantos animales para alimentarse. “Mantequilla y miel”; no comerán nada más. Ni vino ni pan ni otros productos básicos. Como para subrayar el grado de desolación, Isaías dice por tres veces que el terreno que fue valioso y productivo no producirá entonces más que zarzas y malas hierbas. Quien se aventure a adentrarse en el campo necesitará “flechas y el arco” a fin de protegerse de los animales salvajes que acechen en la maleza. Los campos antes limpios de plantas molestas se convertirán en terreno de holladura para toros y ovejas (Isaías 7:23-25). Esta profecía empieza a cumplirse ya en los días de Acaz (2 Crónicas 28:20).

Predicciones exactas

23. a) ¿Qué mandato recibe ahora Isaías? b) ¿Cómo se confirma la señal de la tabla?

23 Isaías vuelve ahora a referirse a la situación presente. La coalición siroisraelita aún asedia a Jerusalén cuando el profeta da este informe: “Jehová procedió a decirme: ‘Toma para ti una tabla grande y escribe sobre ella con estilo de hombre mortal: “Maher-salal-has-baz”. Y déjeseme tener atestación para mí mismo por testigos fieles, Urías el sacerdote y Zacarías el hijo de Jeberekías’” (Isaías 8:1, 2). El nombre Maher-salal-has-baz significa “¡Apresúrate, oh Despojo! Él Ha Venido Rápidamente al Saqueo”. Isaías solicita a dos hombres respetados de la comunidad que sean testigos de que escribe ese nombre en una tabla grande, para que posteriormente puedan confirmar la autenticidad del documento. Esta señal, no obstante, se verá corroborada por otra, una segunda.

24. ¿Qué efecto debería tener en el pueblo de Judá la señal de Maher-salal-has-baz?

24 Dice Isaías: “Entonces me acerqué a la profetisa, y ella quedó encinta, y con el tiempo dio a luz un hijo. Jehová ahora me dijo: ‘Ponle por nombre Maher-salal-has-baz, porque antes que el muchacho sepa clamar: “¡Padre mío!”, y: “¡Madre mía!”, uno se llevará los recursos de Damasco y el despojo de Samaria delante del rey de Asiria’” (Isaías 8:3, 4). Tanto la tabla grande como el recién nacido serán señales de que Asiria pronto saqueará a Siria e Israel, los opresores de Judá. ¿Cuándo exactamente? Antes de que el pequeño sea capaz de pronunciar las primeras palabras que aprenden la mayoría de los niños: “Padre” y “Madre”. Una predicción tan exacta debería fortalecer la confianza del pueblo en Jehová. Pero también podría hacer que algunos individuos se burlaran de Isaías y sus hijos. Sea como fuere, las palabras proféticas de Isaías se cumplieron (2 Reyes 17:1-6).

25. ¿Qué similitudes existen entre el tiempo de Isaías y el nuestro?

25 Las repetidas advertencias de Isaías encierran una lección para los cristianos. El apóstol Pablo reveló que, en este drama histórico, Isaías representó a Jesucristo, y sus hijos, a los discípulos ungidos de este (Hebreos 2:10-13). Mediante sus seguidores ungidos, Jesús ha venido recordando a los cristianos verdaderos la necesidad de que ‘se mantengan despiertos’ en estos tiempos críticos (Lucas 21:34-36). Al mismo tiempo, se advierte a los opositores impenitentes de que se aproxima su destrucción, aun cuando muchos de ellos se mofen de tales advertencias (2 Pedro 3:3, 4). El que las profecías mencionadas se cumplieran oportunamente en el tiempo de Isaías, constituye una garantía de que, de igual modo, lo que Dios ha programado para nuestros días “sin falta se realizará. No llegará tarde” (Habacuc 2:3).

“Aguas” devastadoras

26, 27. a) ¿Qué sucesos predice Isaías? b) ¿Qué indican las palabras de Isaías a los siervos de Jehová del presente?

26 Isaías prosigue con sus advertencias: “Por la razón de que este pueblo ha rechazado las aguas del Siloé, que están yendo apaciblemente, y hay alborozo a causa de Rezín y el hijo de Remalías; aun por eso, ¡mira!, Jehová está haciendo subir contra ellos las aguas poderosas y caudalosas del Río, al rey de Asiria y toda su gloria. Y él ciertamente subirá por encima de todos sus cauces e irá por encima de todas sus riberas y avanzará a través de Judá. Realmente inundará y pasará por encima. Hasta el cuello llegará. ¡Y la extensión de sus alas tendrá que efectuarse para llenar la anchura de tu tierra, oh Emmanuel!” (Isaías 8:5-8).

27 “Este pueblo”, el reino norteño de Israel, se niega a aceptar el pacto de Jehová con David (2 Reyes 17:16-18). Les parece tan débil como el lento fluir del Siloé, canal que abastece de agua a Jerusalén. Se regocijan de guerrear contra Judá, pero su desprecio no quedará sin castigo. Jehová permitirá que los asirios ‘inunden,’ o invadan, Siria e Israel, tal como pronto dejará que los actuales elementos políticos del mundo inunden los dominios de la religión falsa (Revelación [Apocalipsis] 17:16; compárese con Daniel 9:26). A continuación, dice Isaías, las desbordadas “aguas” avanzarán “a través de Judá” y llegarán justo “hasta el cuello”, hasta Jerusalén, donde gobierna la cabeza (el rey) de Judá.* En nuestro tiempo, los ejecutores políticos de la religión falsa se dirigirán contra los siervos de Jehová y los cercarán “hasta el cuello” (Ezequiel 38:2, 10-16). ¿Cuál será el desenlace? Pues bien, ¿qué sucede en el tiempo de Isaías? ¿Pasa la marea asiria sobre los muros de la ciudad y barre al pueblo de Dios? De ningún modo. Dios está con él.

No teman: “Dios está con nosotros”

28. ¿Qué garantiza Jehová a Judá, pese a los enconados intentos de sus enemigos?

28 Isaías da esta advertencia: “¡Sean dañinos, oh pueblos [que se oponen al pueblo en pacto con Dios], y sean hechos añicos; y presten oído, todos ustedes los que están en partes distantes de la tierra! ¡Cíñanse, y sean hechos añicos! ¡Cíñanse, y sean hechos añicos! ¡Planeen un proyecto, y será desbaratado! ¡Hablen cualquier palabra, y no subsistirá, porque Dios está con nosotros!” (Isaías 8:9, 10). Estas palabras se cumplen años más tarde, durante el reinado del fiel Ezequías, hijo de Acaz, cuando los asirios amenazan Jerusalén y el ángel de Jehová derriba a 185.000 soldados. Es evidente que Dios está con su pueblo y con el linaje real de David (Isaías 37:33-37). De igual modo, en la venidera batalla de Armagedón, Jehová enviará al Emmanuel Mayor, no solo para hacer añicos a Sus enemigos, sino también para rescatar a todos los que hayan confiado en Él (Salmo 2:2, 9, 12).

29. a) ¿Cómo difieren los judíos de los días de Acaz de los del tiempo de Ezequías? b) ¿Por qué se guardan los siervos de Jehová actuales de entrar en alianzas religiosas y políticas?

29 A diferencia de los judíos del tiempo de Ezequías, los contemporáneos de Acaz no tienen fe en que Jehová los protegerá. Prefieren que una confederación o “conspiración” con los asirios sea su baluarte contra la liga siroisraelita. Sin embargo, “la mano” de Jehová impele a Isaías a hablar contra “el camino de este pueblo”, es decir, la tendencia popular. Les advierte: “No deben temer el objeto de su temor, ni deben temblar ante él. Jehová de los ejércitos... es a él a Quien ustedes deben tratar como santo, y él debe ser el objeto de su temor, y él debe ser Quien los haga temblar” (Isaías 8:11-13). Con estas palabras presentes, los siervos de Jehová de la actualidad se guardan de conspirar en concilios religiosos o ligas políticas o de cifrar su confianza en ellos. Tienen plena confianza en el poder protector de Dios. Al fin y al cabo, si ‘Jehová está de nuestra parte, ¿qué puede hacernos el hombre terrestre?’ (Salmo 118:6).

30. ¿Qué suerte correrán los que no confíen en Jehová?

30 Isaías pasa a reiterar que Jehová será un “lugar sagrado”, un refugio, para los que confíen en él. En cambio, quienes lo rechacen “de seguro tropezarán y caerán y serán quebrados, y serán cogidos en lazo y atrapados”, cinco verbos descriptivos que no dejan ninguna duda sobre la suerte que correrán quienes no pongan su confianza en Jehová (Isaías 8:14, 15). Las personas que en el siglo primero rechazaron a Jesús también tropezaron y cayeron (Lucas 20:17, 18). Lo mismo les aguarda a quienes en nuestro tiempo no demuestran lealtad al Rey celestial entronizado (Salmo 2:5-9).

31. ¿Cómo pueden seguir los cristianos de la actualidad el ejemplo de Isaías y de los que escucharon sus enseñanzas?

31 En el tiempo de Isaías, no todos tropiezan. Dice el profeta: “¡Envuelve la atestación, pon un sello alrededor de la ley entre mis discípulos! Y ciertamente me mantendré en expectación de Jehová, que oculta su rostro de la casa de Jacob, y en él ciertamente esperaré” (Isaías 8:16, 17). Isaías y los que siguen sus enseñanzas no abandonarán la Ley de Dios. Seguirán confiando en Jehová, a diferencia de sus compatriotas transgresores, cuyo proceder hace que el Creador oculte su rostro de ellos. Que todos nosotros sigamos el ejemplo de los que depositan su confianza en Jehová y mostremos la misma resolución de aferrarnos a la adoración pura (Daniel 12:4, 9; Mateo 24:45; compárese con Hebreos 6:11, 12).

“Señales” y “milagros”

32. a) ¿Quiénes son hoy día “como señales y como milagros”? b) ¿Por qué deben los cristianos distinguirse del mundo?

32 A continuación, Isaías proclama: “¡Miren! Yo y los hijos que Jehová me ha dado somos como señales y como milagros en Israel de parte de Jehová de los ejércitos, que está residiendo en el monte Sión” (Isaías 8:18). Isaías, Sear-jasub y Maher-salal-has-baz constituyen, efectivamente, señales de los propósitos de Jehová para Judá. En la actualidad, Jesús y sus hermanos ungidos también son señales (Hebreos 2:11-13). Además, con ellos colabora “una gran muchedumbre” de “otras ovejas” (Revelación 7:9, 14; Juan 10:16). Claro está, una señal solo es valiosa si se destaca de lo que la rodea. De igual modo, los cristianos cumplen su comisión de ser señales únicamente si se distinguen de este mundo por ser diferentes, cifrando plena confianza en Jehová y proclamando con denuedo sus propósitos.

33. a) ¿Qué están decididos a hacer los cristianos verdaderos? b) ¿Por qué podrán mantenerse firmes los cristianos verdaderos?

33 Que todos nosotros, pues, acatemos las normas de Dios, no las de este mundo. Sigamos sobresaliendo sin temor —como señales— llevando a cabo la comisión que recibió el Isaías Mayor, Jesucristo: “Proclamar el año de la buena voluntad [...] y el día de la venganza de parte de nuestro Dios” (Isaías 61:1, 2; Lucas 4:17-21). Aun cuando las aguas puedan llegarnos al cuello, la inundación asiria que cubrirá toda la tierra no nos barrerá a los cristianos verdaderos. Nos mantendremos firmes, pues “Dios está con nosotros”.

[Notas]

Hallará más información sobre el cumplimiento de esta profecía en el vol. 1, págs. 41, 827, 828 de la obra Perspicacia para comprender las Escrituras, editada por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.

También se compara a Asiria con un ave cuyas alas extendidas ‘llenan la anchura de la tierra’, lo que indica que el ejército asirio cubriría la tierra en toda su extensión.

[Ilustración de la página 103]

Isaías llevó consigo a Sear-jasub cuando transmitió el mensaje de Jehová a Acaz

[Ilustración de la página 111]

¿Por qué escribió Isaías “Maher-salal-has-baz” en una tabla grande?

La promesa de un Príncipe de Paz
La promesa de un Príncipe de Paz - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 10

La promesa de un Príncipe de Paz

Isaías 8:19–9:7

1. ¿Qué ha experimentado la humanidad desde el tiempo de Caín?

HACE unos seis mil años vino al mundo el primer bebé. Se llamó Caín, y su nacimiento fue muy especial. Ni sus padres, ni los ángeles, ni siquiera el Creador habían visto antes un niño recién nacido. Este pequeño pudo haber llevado esperanza a una humanidad condenada. Fue toda una decepción, por tanto, el que de adulto se convirtiera en un asesino (1 Juan 3:12). Desde entonces, los seres humanos han sido testigos de innumerables crímenes. Inclinados a la maldad, no están en paz ni entre sí ni con Dios (Génesis 6:5; Isaías 48:22).

2, 3. ¿De qué bendiciones se podrá disfrutar gracias a Jesucristo, y qué debemos hacer para obtenerlas?

2 Cuatro milenios después del nacimiento de Caín vino al mundo otro niño. Se llamó Jesús, y su alumbramiento también fue muy especial. Nació de una virgen por el poder del espíritu santo: el único nacimiento de tales características en toda la historia. Cuando se produjo el suceso, una multitud de jubilosos ángeles cantó alabanzas al Creador con estas palabras: “Gloria en las alturas a Dios, y sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad” (Lucas 2:13, 14). Lejos de ser un asesino, Jesús abrió el camino para que los seres humanos pudieran disfrutar de paz con Dios y vivir eternamente (Juan 3:16; 1 Corintios 15:55).

3 Isaías profetizó que Jesús sería llamado “Príncipe de Paz” (Isaías 9:6). También predijo que entregaría su vida en favor de la humanidad, lo que haría posible el perdón de los pecados (Isaías 53:11). En la actualidad podemos obtener dicho perdón y paz con Dios en virtud de la fe en Jesucristo. Sin embargo, estas bendiciones no vienen por sí solas (Colosenses 1:21-23). Para obtenerlas hay que aprender a obedecer a Jehová Dios (1 Pedro 3:11; compárese con Hebreos 5:8, 9). En la época de Isaías, Israel y Judá hacen justo lo contrario.

Recurren a los demonios

4, 5. ¿Qué situación existe en la época de Isaías, y a quiénes recurren algunos?

4 Por culpa de su desobediencia, los contemporáneos de Isaías se encuentran en un estado moral deplorable, en un auténtico pozo de oscuridad espiritual. Ni siquiera tiene paz el reino meridional, Judá, donde se alza el templo de Dios. Por su proceder infiel, la amenaza de la invasión asiria se cierne sobre los habitantes de Judá. Les esperan tiempos difíciles. ¿A quién acudirán en busca de ayuda? Lamentablemente, muchos se dirigen a Satanás, no a Jehová. Claro, no es que invoquen a Satanás por su nombre. Más bien, recurren al espiritismo y buscan la solución a sus problemas tratando de comunicarse con los muertos, como hizo el rey Saúl de la antigüedad (1 Samuel 28:1-20).

5 Hay quienes incluso alientan esta práctica. Isaías señala a esa apostasía al decir: “En caso de que les digan: ‘Recurran a los médium espiritistas o a los que tienen espíritu de predicción, que están chirriando y profiriendo expresiones en voz baja’, ¿no es a su Dios a quien debe recurrir cualquier pueblo? ¿Debe recurrirse a personas muertas en pro de personas vivas?” (Isaías 8:19). Los médium pueden engañar “chirriando y profiriendo expresiones en voz baja”, como lo hacen los ventrílocuos, y atribuir esos sonidos a los espíritus de los difuntos. No obstante, en ocasiones, los demonios intervienen directamente y se hacen pasar por los muertos, como, al parecer, sucedió cuando Saúl consultó con la bruja de En-dor (1 Samuel 28:8-19).

6. ¿Por qué son particularmente reprensibles los israelitas que han recurrido al espiritismo?

6 Todo esto sucede en Judá, a pesar de que Jehová ha prohibido el espiritismo. La Ley mosaica lo castiga con la muerte (Levítico 19:31; 20:6, 27; Deuteronomio 18:9-12). ¿Por qué este pueblo, que pertenece a Jehová de modo muy especial, comete un delito tan grave? Porque le ha vuelto la espalda a Su Ley y consejos y se ha dejado “endurecer por el poder engañoso del pecado” (Hebreos 3:13). “El corazón de ellos se ha hecho insensible tal como grasa”, y se han alejado de su Dios (Salmo 119:70).*

7. ¿Cómo imitan a los israelitas del tiempo de Isaías muchas personas de la actualidad, y qué futuro les espera si no se arrepienten?

7 Es probable que piensen: “¿De qué nos sirve la Ley de Jehová ahora que los asirios están a punto de atacarnos?”. Quieren salir del atolladero por una vía rápida y fácil, y no están dispuestos a esperar a que se efectúe la voluntad de Jehová. También en nuestros días, muchas personas pasan por alto la ley de Dios, y acuden a los médium, consultan horóscopos y recurren a otras formas de ocultismo para resolver sus problemas. Sin embargo, el que los vivos busquen la ayuda de los muertos es tan ridículo hoy como entonces. Quien lleve a cabo esas prácticas y no se arrepienta correrá la misma suerte que los “asesinos y fornicadores y los [...] idólatras y todos los mentirosos”. Sus perspectivas de vida futura son nulas (Revelación [Apocalipsis] 21:8).

‘La ley y la atestación’ de Dios

8. ¿Qué es “la ley” y “la atestación” a la que debemos acudir actualmente para que nos guíe?

8 Ni la ley de Jehová que prohíbe el espiritismo ni el resto de sus mandatos están escondidos de Judá. Se han conservado por escrito. Actualmente contamos con toda Su Palabra, la Biblia, en la que no solo hallamos una compilación de las leyes y estatutos divinos, sino también una crónica de la relación de Dios con su pueblo. Este relato bíblico de los tratos de Jehová constituye una atestación, o testimonio, que nos habla de Su personalidad y cualidades. En vez de consultar a los muertos, ¿adónde deberían ir los israelitas en busca de guía? Isaías contesta: “¡A la ley y a la atestación!” (Isaías 8:20a). Sí, los que buscan verdadera iluminación deben acudir a la Palabra escrita de Dios.

9. ¿Es de valor alguno el que los pecadores impenitentes citen de vez en cuando de la Biblia?

9 Es posible que algunos israelitas que juguetean con el espiritismo digan que respetan la Palabra escrita de Dios, pero tales afirmaciones son huecas e hipócritas. Isaías señala: “De seguro ellos seguirán diciendo lo que es conforme a esta declaración que no tendrá luz del alba” (Isaías 8:20b). ¿A qué declaración se refiere aquí el profeta? Tal vez a esta: “¡A la ley y a la atestación!”. Algunos israelitas apóstatas quizás aludan a la Palabra de Dios. Del mismo modo, los apóstatas y otras personas hoy día tal vez citen de las Escrituras; pero eso no son más que palabras. Referirse a textos bíblicos no hará que se produzca ninguna “luz del alba”, ninguna iluminación que proceda de Jehová, si ello no va acompañado de la obediencia a Su voluntad y el rechazo de las prácticas inmundas.*

“Un hambre, no de pan”

10. ¿Qué sufrimientos padecen los habitantes de Judá por rechazar a Jehová?

10 La desobediencia a Jehová produce oscuridad mental (Efesios 4:17, 18). En sentido espiritual, el pueblo de Judá se ha vuelto ciego, carente de entendimiento (1 Corintios 2:14). Isaías dice respecto a la situación de la gente: “Cada uno ciertamente pasará por la tierra duramente oprimido y hambriento” (Isaías 8:21a). La infidelidad de Judá, sobre todo durante el mandato del rey Acaz, hace peligrar su permanencia como reino independiente. La nación está rodeada de adversarios. Una tras otra, sus ciudades sufren el ataque del ejército asirio. El enemigo arrasa los campos, por lo que el alimento escasea. Gran parte del pueblo se halla “duramente oprimido y hambriento”. Pero, además, otra clase de hambre aflige al país. Décadas antes, Amós había profetizado: “¡Mira! Vienen días —es la expresión del Señor Soberano Jehová—, y ciertamente enviaré un hambre al país, un hambre, no de pan, y una sed, no de agua, sino de oír las palabras de Jehová” (Amós 8:11). A la sazón, Judá está sumida precisamente en ese estado de hambre espiritual.

11. ¿Le servirá de lección a Judá la disciplina que recibe?

11 ¿Aprenderá Judá la lección y regresará a Jehová? ¿Abandonará el pueblo el espiritismo y la idolatría, y se volverá “a la ley y a la atestación”? Jehová prevé su reacción: “Tiene que suceder que, por estar hambriento y por haberse indignado, realmente invocará el mal contra su rey y contra su Dios, y ciertamente mirará con avidez hacia arriba” (Isaías 8:21b). En efecto, muchos judíos acusarán a su rey humano de haberlos abocado a esta situación. Incluso habrá quienes sean tan necios que atribuyan sus calamidades a Jehová (compárese con Jeremías 44:15-18). Hoy en día, muchas personas reaccionan de modo parecido y culpan a Dios de tragedias que son producto de la maldad del hombre.

12. a) ¿Qué se ha acarreado Judá al alejarse de Dios? b) ¿Qué importantes preguntas se plantean?

12 ¿Lograrán tener paz los habitantes de Judá maldiciendo a Dios? No. Isaías predice: “Mirará hacia la tierra, y, ¡he aquí!, angustia y oscuridad, lobreguez, tiempos difíciles y tenebrosidad, sin ningún resplandor” (Isaías 8:22). Tras alzar la vista al cielo para culpar a Dios, su mirada volverá a posarse en la tierra... volverán a su desesperanza. Alejarse del Creador les ha acarreado la calamidad (Proverbios 19:3). Pero ¿y las promesas que Jehová hizo a Abrahán, Isaac y Jacob? (Génesis 22:15-18; 28:14, 15.) ¿Las incumplirá? ¿Acabarán los asirios u otra potencia militar con la línea real que se prometió a Judá y a David? (Génesis 49:8-10; 2 Samuel 7:11-16.) ¿Estarán condenados a la oscuridad para siempre los israelitas?

Una tierra a la que se “trató con desprecio”

13. ¿Qué es “Galilea de las naciones”, y cómo llega a ser “trat[ada] con desprecio”?

13 Isaías alude entonces a uno de los peores cataclismos que sobrevienen a los descendientes de Abrahán: “La lobreguez no será como cuando la tierra tuvo premura, como en el tiempo anterior cuando uno trató con desprecio a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí y cuando en el tiempo posterior uno hizo que se le honrara... el camino junto al mar, en la región del Jordán, Galilea de las naciones” (Isaías 9:1). Galilea es un territorio que pertenece al reino norteño, Israel. En su profecía, Isaías engloba en él “la tierra de Zabulón y [...] la tierra de Neftalí”, así como “el camino junto al mar”, una antigua calzada que bordeaba el mar de Galilea y llegaba hasta el Mediterráneo. En tiempos de Isaías, la región recibe el nombre de “Galilea de las naciones”, debido probablemente a que los habitantes de muchas de sus ciudades no son israelitas.* ¿Cómo se “trat[a] con desprecio” a esta tierra? Los paganos asirios la conquistan, se llevan a los israelitas al exilio y repueblan toda la región con paganos que no son descendientes de Abrahán. De ese modo, la nación que constituye el reino norteño de diez tribus deja de existir como tal (2 Reyes 17:5, 6, 18, 23, 24).

14. ¿En qué sentido será menor “la lobreguez” de Judá que la del reino de diez tribus?

14 Judá también se enfrenta a la amenaza asiria. ¿Se hundirá en una perpetua “lobreguez”, como le sucedió al reino de diez tribus representado por Zabulón y Neftalí? No. En un “tiempo posterior”, Jehová derramará bendiciones sobre el territorio del reino meridional de Judá e incluso sobre el que una vez perteneció al reino del norte. ¿Cómo lo hará?

15, 16. a) ¿En qué “tiempo posterior” cambia la situación de “los distritos de Zabulón y Neftalí”? b) ¿Qué honra recibe la tierra a la que una vez se trató con desprecio?

15 El apóstol Mateo responde a esta pregunta en su crónica inspirada del ministerio terrestre de Jesús. Al narrar los inicios de dicho ministerio, indica: “Después de salir de Nazaret, [Jesús] vino y se domicilió en Capernaum, a la orilla del mar, en los distritos de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo que se habló por medio de Isaías el profeta, que dijo: ‘¡Oh tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, por el camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de las naciones!, el pueblo sentado en oscuridad vio una gran luz, y en cuanto a los sentados en una región de sombra como de muerte, la luz se levantó sobre ellos’” (Mateo 4:13-16).

16 “El tiempo posterior” que Isaías predijo es, efectivamente, el período del ministerio terrestre de Jesús, quien pasó la mayor parte de su vida humana en Galilea. Fue en este distrito donde inició su ministerio y empezó a anunciar: “El reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17). En Galilea pronunció su célebre Sermón del Monte, escogió a sus apóstoles, efectuó su primer milagro y, una vez resucitado, se apareció a unos quinientos discípulos (Mateo 5:1–7:27; 28:16-20; Marcos 3:13, 14; Juan 2:8-11; 1 Corintios 15:6). Al honrar con tal distinción a “la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí”, Jesús cumplió la profecía de Isaías. Pero no limitó su ministerio a los galileos. Predicó las buenas nuevas por todo el país, y así ‘hizo que se honrara’ a la entera nación de Israel, incluida Judá.

La “gran luz”

17. ¿En qué sentido brilla “una gran luz” en Galilea?

17 Ahora bien, ¿y la alusión de Mateo a la “gran luz” que aparecería en Galilea? Se trata de otra cita de la profecía de Isaías, quien escribió: “El pueblo que andaba en la oscuridad ha visto una gran luz. En cuanto a los que moran en la tierra de sombra profunda, la luz misma ha brillado sobre ellos” (Isaías 9:2). Para el siglo primero, las falsedades del paganismo habían eclipsado la luz de la verdad. Los guías religiosos judíos no hicieron sino agravar el problema, pues observaban tradiciones religiosas con las que “invalida[ban] la palabra de Dios” (Mateo 15:6). Los humildes, bajo la dirección de “guías ciegos”, eran víctimas de la opresión y se sentían desconcertados (Mateo 23:2-4, 16). Cuando se presentó Jesús el Mesías, los ojos de muchas personas mansas se abrieron de un modo maravilloso (Juan 1:9, 12). Con la expresión “una gran luz”, la profecía de Isaías se refiere atinadamente a la labor de Jesús mientras estuvo en la Tierra y a las bendiciones que origina su sacrificio (Juan 8:12).

18, 19. ¿Qué razón tienen para sentir gran regocijo los que acogen favorablemente la luz?

18 Los que acogieron favorablemente la luz tuvieron mucha razón para regocijarse. Isaías prosigue así: “Has hecho populosa la nación; para ella has hecho grande el regocijo. Se han regocijado delante de ti como con el regocijo del tiempo de la siega, como los que se regocijan al dividir el despojo” (Isaías 9:3). La predicación de Jesús y sus discípulos sacó a la luz a los que eran sinceros, pues estos se mostraron muy dispuestos a adorar a Jehová con espíritu y verdad (Juan 4:24). En menos de cuatro años, multitudes de personas abrazaron el cristianismo. El día de Pentecostés de 33 E.C. se bautizaron 3.000. Poco después, “el número de los varones llegó a ser como de cinco mil” (Hechos 2:41; 4:4). A medida que los cristianos reflejaban celosamente la luz, “el número de los discípulos siguió multiplicándose muchísimo en Jerusalén; y una gran muchedumbre de sacerdotes empezó a ser obediente a la fe” (Hechos 6:7).

19 Tal como quienes se regocijan por una cosecha abundante o al repartirse un botín valioso tras una gran victoria militar, los discípulos de Jesús se alborozaron por el aumento (Hechos 2:46, 47). Con el tiempo, Jehová hizo que la luz resplandeciera entre las naciones (Hechos 14:27). De ese modo, personas de todas las razas se alegraron de que se les hubiera abierto el camino para acercarse a Jehová (Hechos 13:48).

“Como en el día de Madián”

20. a) ¿De qué maneras demostraron los madianitas que eran enemigos de Israel, y cómo eliminó Jehová la amenaza que representaban? b) ¿Cómo eliminará Jesús en un “día de Madián” venidero la amenaza que representan los enemigos del pueblo de Dios?

20 Los efectos de la labor del Mesías son permanentes, como se desprende de las palabras siguientes de Isaías: “El yugo de su carga y la vara sobre sus hombros, el bastón del que los obligaba a trabajar, los has hecho añicos como en el día de Madián” (Isaías 9:4). Siglos antes de la época de Isaías, los madianitas conspiraron con los moabitas para inducir a Israel al pecado (Números 25:1-9, 14-18; 31:15, 16). Posteriormente, Madián sembró el terror entre los israelitas atacando y saqueando pueblos y granjas durante siete años (Jueces 6:1-6). Pero entonces Jehová, por medio de su siervo Gedeón, derrotó por completo a los ejércitos madianitas. Después de aquel “día de Madián”, no hay constancia de que aquella nación causara más sufrimiento al pueblo de Jehová (Jueces 6:7-16; 8:28). El Gedeón Mayor, Jesucristo, asestará dentro de poco un golpe mortal a los enemigos modernos del pueblo de Jehová (Revelación 17:14; 19:11-21). “Como en el día de Madián”, la victoria será completa y duradera, no debido a la pericia de los hombres, sino al poder de Jehová (Jueces 7:2-22). El pueblo de Dios jamás volverá a sufrir bajo el yugo de la opresión.

21. ¿Qué profetiza Isaías respecto a lo que sucederá con las guerras?

21 Las manifestaciones del poder divino no exaltan la guerra. El resucitado Jesús es el Príncipe de Paz, y al aniquilar a sus enemigos traerá una paz que será eterna. Isaías pasa a referirse al equipo bélico como algo que el fuego devora por completo: “Toda bota del que pisoteaba con estremecimientos y el manto revolcado en sangre hasta han llegado a ser para quemazón, como alimento para el fuego” (Isaías 9:5). Nunca volverá nadie a estremecerse por el golpeteo de las botas de los soldados al marchar. Nunca más se verán los uniformes ensangrentados de guerreros curtidos en el combate. Nunca más habrá guerra (Salmo 46:9).

“Maravilloso Consejero”

22. ¿Qué nombre profético compuesto se da a Jesús en el libro de Isaías?

22 Cuando aconteció su milagroso nacimiento, el que había de ser el Mesías recibió el nombre de Jesús, que significa “Jehová Es Salvación”. Pero tiene otros nombres, de carácter profético, que indican su papel fundamental y elevada posición. Uno de ellos es Emmanuel, que significa “Con Nosotros Está Dios” (Isaías 7:14, nota). Isaías pasa a referirse a otro nombre profético: “Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; y el regir principesco vendrá a estar sobre su hombro. Y por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6). Analicemos el significado completo de este nombre profético compuesto.

23, 24. a) ¿En qué sentido es Jesús un “Maravilloso Consejero”? b) ¿Cómo pueden imitar a Jesús los consejeros cristianos de la actualidad?

23 Un consejero es el que da consejos o asesoramiento, y Jesucristo dio consejos maravillosos cuando estuvo en la Tierra. Leemos en la Biblia que “las muchedumbres quedaron atónitas por su modo de enseñar” (Mateo 7:28). Él es un Consejero sabio, comprensivo y con extraordinario entendimiento de la naturaleza humana. Sus consejos no consisten únicamente en reprimendas o amonestaciones, sino que, con mayor frecuencia, asumen la forma de enseñanzas y recomendaciones amorosas. Son maravillosos: siempre sabios, perfectos e infalibles. Seguirlos conduce a la vida eterna (Juan 6:68).

24 Además, los consejos de Jesús no son simplemente el producto de su mente brillante. Más bien, él mismo dice: “Lo que yo enseño no es mío, sino que pertenece al que me ha enviado” (Juan 7:16). Al igual que en el caso de Salomón, Jehová Dios es la Fuente de la sabiduría de Jesús (1 Reyes 3:7-14; Mateo 12:42). El ejemplo de este debe impulsar a los maestros y consejeros de la congregación cristiana a basar siempre sus enseñanzas en la Palabra de Dios (Proverbios 21:30).

“Dios Poderoso” y “Padre Eterno”

25. ¿Qué nos revela el nombre “Dios Poderoso” respecto a la posición que ocupa Jesús en el cielo?

25 Jesús también es “Dios Poderoso” y “Padre Eterno”. Esto no significa que usurpe la autoridad y la posición de Jehová, quien es “Dios nuestro Padre” (2 Corintios 1:2). “[Jesús] no dio consideración a una usurpación, a saber, que debiera ser igual a Dios.” (Filipenses 2:6.) Se le llama Dios Poderoso, no Dios Todopoderoso. Nunca se creyó el Dios todopoderoso, pues dijo que su Padre es “el único Dios verdadero”, es decir, el único Dios que debemos adorar (Juan 17:3; Revelación 4:11). En las Escrituras, la palabra dios puede significar “poderoso” o “fuerte” (Éxodo 12:12; Salmo 8:5; 2 Corintios 4:4). Antes de venir a la Tierra, Jesús era “un dios”, “existía en la forma de Dios”. Tras su resurrección, obtuvo una posición todavía más encumbrada en el cielo (Juan 1:1; Filipenses 2:6-11). Además, el título dios tiene aún otro significado. A los jueces de Israel se les llamó “dioses”, y en una ocasión, Jesús mismo los llamó así (Salmo 82:6; Juan 10:35). Jesús es el Juez que Jehová ha designado, el que “está destinado a juzgar a los vivos y a los muertos” (2 Timoteo 4:1; Juan 5:30). Con toda razón, pues, se le llama Dios Poderoso.

26. ¿Por qué podemos llamar a Jesús “Padre Eterno”?

26 El título “Padre Eterno” alude al poder y autoridad del Rey Mesiánico para otorgar a los seres humanos la perspectiva de vivir eternamente en la Tierra (Juan 11:25, 26). El legado de nuestro primer padre, Adán, fue la muerte. Jesús, el último Adán, “llegó a ser un espíritu dador de vida” (1 Corintios 15:22, 45; Romanos 5:12, 18). Tal como Jesús, el Padre Eterno, vivirá para siempre, así la humanidad fiel se beneficiará eternamente de su paternidad (Romanos 6:9).

“Príncipe de Paz”

27, 28. ¿Cuáles son los magníficos beneficios, tanto presentes como futuros, de ser súbditos del “Príncipe de Paz”?

27 Además de vida eterna, el hombre necesita paz con Dios y el prójimo. Aun en nuestro tiempo, quienes se someten a la autoridad del “Príncipe de Paz” han logrado “batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas” (Isaías 2:2-4). No alimentan el odio que generan las disensiones políticas, territoriales, raciales o económicas, sino que están unidos en la adoración del único Dios verdadero, Jehová, y procuran vivir en paz con su prójimo, tanto en la congregación como fuera de ella (Gálatas 6:10; Efesios 4:2, 3; 2 Timoteo 2:24).

28 Cuando llegue el momento que Dios ha designado para ello, Cristo instaurará en toda la Tierra una paz que será tanto estable como permanente (Hechos 1:7). “De la abundancia del regir principesco y de la paz no habrá fin, sobre el trono de David y sobre su reino a fin de establecerlo firmemente y sustentarlo por medio del derecho y por medio de la justicia, desde ahora en adelante y hasta tiempo indefinido.” (Isaías 9:7a.) Al ejercer su autoridad como Príncipe de Paz, Jesús no recurrirá a métodos tiránicos. No despojará a sus súbditos del libre albedrío ni los dominará por la fuerza. Bien al contrario, todo lo que logre será “por medio del derecho y por medio de la justicia”. ¡Qué cambio más alentador!

29. ¿Qué debemos hacer si deseamos disfrutar de la bendición de paz eterna?

29 En vista de los maravillosos significados del nombre profético de Jesús, la forma en que Isaías concluye esta sección de sus profecías es, sin duda alguna, emocionante. Escribe: “El mismísimo celo de Jehová de los ejércitos hará esto” (Isaías 9:7b). En efecto, Jehová nunca actúa con falta de entusiasmo, sino con celo. Podemos estar seguros de que cumplirá a cabalidad todas sus promesas. Por consiguiente, cuantos anhelan disfrutar de paz eterna, sirvan a Jehová con corazón completo. Al igual que Jehová Dios y Jesús, el Príncipe de Paz, que todo siervo de Dios sea “celoso de obras excelentes” (Tito 2:14).

[Notas]

Muchos doctos opinan que Ezequías escribió el Salmo 119 antes de ser rey. Si así fue, probablemente lo hizo durante el período en que Isaías profetizó.

En Isaías 8:20, la expresión “esta declaración” pudiera referirse a la declaración relativa al espiritismo, citada en Isaías 8:19. De ser así, lo que Isaías dice es que quienes promueven el espiritismo en Judá continuarán instando a la gente a acudir a los médium, y que, por tanto, no recibirán ninguna iluminación de Jehová.

Algunos biblistas han señalado que los habitantes de las veinte ciudades galileas que el rey Salomón ofreció a Hiram, rey de Tiro, probablemente no eran israelitas (1 Reyes 9:10-13).

[Ilustración y mapa de la página 122]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

Corazín

Capernaum

Llanura de Genesaret

Magadán

Tiberíades

Betsaida

Mar de Galilea

Río Jordán

GADARA

Gadara

[Ilustraciones de la página 119]

Tanto el nacimiento de Caín como el de Jesús fueron muy especiales, pero solo el de Jesús tuvo un feliz desenlace

[Ilustración de la página 121]

Vendrá un hambre mucho peor que ‘el hambre de pan y la sed de agua’

[Ilustración de la página 127]

Jesús fue una luz en el país

¡Ay de los rebeldes!
¡Ay de los rebeldes! - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 11

¡Ay de los rebeldes!

Isaías 9:8–10:4

1. ¿Qué terrible error cometió Jeroboán?

CUANDO el pueblo que estaba en pacto con Jehová se dividió en dos reinos, el del norte, formado por diez tribus, llegó a estar bajo el rey Jeroboán. El nuevo monarca era enérgico y capaz, pero no tenía verdadera fe en Jehová. Por ese motivo cometió un terrible error que marcó la entera existencia del reino septentrional. La Ley mosaica mandaba a los israelitas viajar tres veces al año al templo de Jerusalén, que en aquel tiempo estaba ubicado en el meridional reino de Judá (Deuteronomio 16:16). Temeroso de que esos viajes periódicos indujeran a sus súbditos a pensar en la reunificación con sus hermanos del sur, Jeroboán “hizo dos becerros de oro y dijo al pueblo: ‘Es demasiado para ustedes el que suban a Jerusalén. Aquí está tu Dios, oh Israel, que te hizo subir de la tierra de Egipto’. Entonces colocó uno en Betel, y el otro lo puso en Dan” (1 Reyes 12:28, 29).

2, 3. ¿Qué consecuencias tuvo para Israel el error de Jeroboán?

2 Al principio, el plan de Jeroboán pareció funcionar. Poco a poco, el pueblo dejó de ir a Jerusalén y empezó a celebrar sus ritos religiosos ante los dos becerros (1 Reyes 12:30). Sin embargo, el culto apóstata corrompió al reino de diez tribus. Pasados los años, incluso Jehú, que manifestó un celo encomiable por erradicar de Israel la adoración a Baal, no dejó de inclinarse ante los becerros de oro (2 Reyes 10:28, 29). ¿Qué otras consecuencias tuvo la nefasta decisión de Jeroboán? Inestabilidad política y sufrimiento para el pueblo.

3 Por la apostasía de Jeroboán, Jehová decretó que su descendencia no reinaría en el territorio y que, al final, al reino norteño le sobrevendría un terrible desastre (1 Reyes 14:14, 15). La palabra de Jehová se cumplió. Siete reyes de Israel gobernaron dos años o menos; algunos, unos cuantos días tan solo. Uno se suicidó, y seis fueron asesinados por hombres ambiciosos que usurparon el trono. Los disturbios, la violencia y el crimen plagaron a Israel, sobre todo tras el mandato de Jeroboán II, que acabó hacia el año 804 a.E.C., mientras Uzías reinaba en Jerusalén. Con este telón de fondo, Jehová dirige mediante Isaías una advertencia directa, “una palabra”, al reino del norte. “Hubo una palabra que Jehová envió contra Jacob, y esta cayó sobre Israel.” (Isaías 9:8.)*

La altivez y la insolencia acarrean la ira divina

4. ¿Qué “palabra” envía Jehová contra Israel, y por qué?

4 La “palabra” de Jehová no pasará inadvertida. “El pueblo ciertamente lo sabrá, aun todos ellos, Efraín y el habitante de Samaria, a causa de la altivez de ellos y a causa de la insolencia de corazón de ellos.” (Isaías 9:9.) Los términos “Jacob”, “Israel”, “Efraín” y “Samaria” se refieren al norteño reino de Israel, del que Efraín es la tribu dominante, y Samaria, la capital. La palabra de Jehová contra ese reino consiste en una contundente sentencia judicial, pues Efraín se ha hecho insensible en su apostasía y trata al Creador con descarada insolencia. Dios no evitará que el pueblo sufra las consecuencias de su mal camino. La gente se verá obligada a oír Su palabra, a prestarle atención (Gálatas 6:7).

5. ¿Cómo manifiestan los israelitas que no les importan los juicios de Jehová?

5 El deterioro gradual de las condiciones hace que el pueblo sufra, entre otras grandes pérdidas, la de sus casas, que por lo común son de adobe y madera barata. ¿Se les ablandará el corazón por ello? ¿Obedecerán a los profetas de Jehová y se volverán al Dios verdadero?* Isaías deja constancia de la insolente respuesta del pueblo: “Ladrillos son lo que ha caído, pero con piedras labradas edificaremos. Sicómoros son lo que ha sido cortado, pero con cedros haremos el reemplazo” (Isaías 9:10). Los israelitas desafían a Jehová y desdeñan a Sus profetas, quienes les señalan la razón de sus dificultades. En realidad, la gente dice: “Puede que perdamos casas de frágil adobe y madera barata, pero al final saldremos ganando, pues las reedificaremos con materiales de mayor calidad: piedras labradas y madera de cedro” (compárese con Job 4:19). No le dejan a Jehová otra opción que disciplinarlos más aún (compárese con Isaías 48:22).

6. ¿Cómo desbarata Jehová la conspiración siroisraelita contra Judá?

6 Isaías prosigue: “Jehová colocará a los adversarios de Rezín en alto contra él” (Isaías 9:11a). Los reyes Péqah de Israel y Rezín de Siria son aliados. Pretenden conquistar el reino de dos tribus de Judá para poner a un títere suyo, cierto “hijo de Tabeel”, en el trono de Jehová, ubicado en Jerusalén (Isaías 7:6). Pero la conspiración está condenada al fracaso. Rezín tiene enemigos poderosos, y Jehová los “colocará [...] en alto” contra “él”, es decir, contra Israel. La expresión ‘colocar en alto’ significa permitirles que entablen una guerra que desbarate la coalición y sus objetivos.

7, 8. ¿Qué supone para Israel la conquista de Siria por los asirios?

7 La disolución de esa alianza empieza cuando los asirios atacan Siria. “El rey de Asiria subió a Damasco [la capital de Siria] y la tomó y llevó a la gente de esta al destierro a Quir, y dio muerte a Rezín.” (2 Reyes 16:9.) Perdido su poderoso aliado, Péqah ve truncados sus planes respecto a Judá. De hecho, poco después de la muerte de Rezín, el propio Péqah muere asesinado por Hosea, quien usurpa el trono de Samaria (2 Reyes 15:23-25, 30).

8 Siria, la anterior aliada de Israel, es ahora vasalla de Asiria, la potencia dominante en la región. Respecto a la forma en que Jehová se valdrá de este nuevo alineamiento político, Isaías profetiza: “A los enemigos de aquel [es decir, de Israel] los aguijoneará [Jehová]: a Siria del este y a los filisteos de la zaga, y se comerán a Israel con boca abierta. En vista de todo esto, la cólera de él no se ha vuelto atrás, sino que su mano todavía está extendida” (Isaías 9:11b, 12). En efecto, Siria es ahora enemiga de Israel, quien debe prepararse para el ataque procedente de Asiria y Siria. La invasión triunfa. Asiria convierte al usurpador Hosea en su vasallo y le impone un enorme tributo. (Décadas antes, Asiria había recibido una gran suma del rey Menahem de Israel.) Las palabras del profeta Oseas resultan muy ciertas: “Extraños han comido [el] poder [de Efraín]” (Oseas 7:9; 2 Reyes 15:19, 20; 17:1-3).

9. ¿Por qué puede decirse que los filisteos atacan desde “la zaga”?

9 ¿No dice también Isaías que los filisteos los invadirán desde “la zaga”, es decir, desde atrás? Así es. Antes de la aparición de la brújula, los hebreos señalaban la dirección desde el punto de vista de alguien que mira hacia el naciente. De modo que “el este” era el frente, mientras que el oeste, la zona costera en la que moraban los filisteos, era “la zaga”. El “Israel” que se menciona en Isaías 9:12 podría en este caso incluir a Judá, pues los filisteos invadieron Judá durante el reinado de Acaz, contemporáneo de Péqah, y tomaron y ocuparon algunas ciudades y plazas fuertes. Al igual que Efraín, su vecino del norte, el reino de Judá se merece esa disciplina de Jehová, pues también está saturado de apostasía (2 Crónicas 28:1-4, 18, 19).

Una nación de rebeldes de ‘la cabeza a la cola’

10, 11. ¿Qué castigo impondrá Jehová a Israel por su obstinada rebeldía?

10 Pese a todo su sufrimiento y a las contundentes declaraciones de los profetas de Jehová, el reino norteño persiste en su rebelión contra Dios. “El pueblo mismo no se ha vuelto a Aquel que lo golpea, y a Jehová de los ejércitos no han buscado.” (Isaías 9:13.) En consecuencia, dice el profeta: “Jehová cortará de Israel cabeza y cola, tallo y junco, en un solo día. El de edad y altamente respetado es la cabeza, y el profeta que da instrucción falsa es la cola. Y los que van guiando a este pueblo resultan ser los que hacen que anden errantes; y los de ellos que están siendo guiados, los que se están confundiendo” (Isaías 9:14-16).

11 La “cabeza” y el “tallo” representan al “de edad y altamente respetado”, es decir, a los dirigentes de la nación. La “cola” y el “junco”, a los profetas falsos cuyas declaraciones complacen a esos dirigentes. Cierto biblista escribe: “A los Profetas falsos se les llama la cola, porque en sentido moral eran los más viles del pueblo y porque eran aduladores y adeptos serviles de gobernantes malvados”. El profesor Edward J. Young dice de ellos: “En modo alguno caudillos, no eran más que la cola que agita un perro: siempre detrás de sus jefes, adulándolos con zalamerías” (compárese con 2 Timoteo 4:3).

Hasta ‘las viudas y los huérfanos’ son rebeldes

12. ¿Hasta qué sector de la sociedad israelita ha llegado la corrupción?

12 Jehová es el defensor por excelencia de las viudas y los huérfanos (Éxodo 22:22, 23). Sin embargo, oigamos lo que Isaías pasa a decir: “Jehová no se regocijará siquiera a causa de sus jóvenes, y de sus huérfanos de padre y de sus viudas no tendrá misericordia; porque todos ellos son apóstatas y malhechores, y toda boca está hablando insensatez. En vista de todo esto, la cólera de él no se ha vuelto atrás, sino que su mano todavía está extendida” (Isaías 9:17). La apostasía ha corrompido todos los sectores de la sociedad, hasta a las viudas y los huérfanos. Pacientemente, Jehová envía a sus profetas esperando que el pueblo cambie. Por ejemplo, Oseas suplica: “Vuelve, sí, oh Israel, a Jehová tu Dios, porque has tropezado en tu error” (Oseas 14:1). Imagínese el dolor que ha de sentir el Defensor de las viudas y los huérfanos al tener que ejecutar su sentencia incluso contra ellos.

13. ¿Qué aprendemos de la situación que existía en el tiempo de Isaías?

13 Al igual que Isaías, vivimos en tiempos críticos, tiempos que preceden al día de juicio de Jehová contra los inicuos (2 Timoteo 3:1-5). Por tanto, es vital que los cristianos verdaderos, sin importar su situación en la vida, permanezcan limpios en sentido espiritual, moral y mental a fin de no perder la aprobación de Dios. Que todos nosotros valoremos nuestra relación con Jehová. Ya que hemos escapado de “Babilonia la Grande”, no volvamos nunca a “participar con ella en sus pecados” (Revelación [Apocalipsis] 18:2, 4).

La adoración falsa engendra violencia

14, 15. a) ¿A qué conduce la adoración de demonios? b) Según la profecía de Isaías, ¿cómo seguirá sufriendo Israel?

14 En realidad, la adoración falsa es adoración a demonios (1 Corintios 10:20). La influencia de estos conduce a la violencia, como quedó demostrado antes del Diluvio (Génesis 6:11, 12). Por consiguiente, no es de extrañar que, cuando Israel se torna apóstata y empieza a adorar a los demonios, la violencia y la maldad invadan el país (Deuteronomio 32:17; Salmo 106:35-38).

15 Isaías describe gráficamente la forma en que la maldad y la violencia se extienden por todo Israel: “La iniquidad ha llegado a arder justamente como un fuego; zarzas y malas hierbas comerá. Y se encenderá en los matorrales del bosque, y serán llevados en alto como remolinos de humo. En el furor de Jehová de los ejércitos se ha encendido la tierra, y el pueblo llegará a ser como alimento para el fuego. Nadie mostrará compasión siquiera a su hermano. Y uno cortará a la derecha y ciertamente tendrá hambre; y uno comerá a la izquierda, y ciertamente no estarán satisfechos. Comerán cada cual la carne de su propio brazo, Manasés a Efraín, y Efraín a Manasés. Juntos estarán contra Judá. En vista de todo esto, la cólera de él no se ha vuelto atrás, sino que su mano todavía está extendida” (Isaías 9:18-21).

16. ¿Cómo se cumplen las palabras de Isaías 9:18-21?

16 Como una llama que se propaga de zarza en zarza, la violencia avanza a rienda suelta. Rápidamente alcanza “los matorrales del bosque”, ocasionando un auténtico incendio de barbarie. Keil y Delitzsch, comentaristas de la Biblia, se refieren al grado de violencia existente como “la autodestrucción más inhumana en una anárquica guerra civil. Carentes de toda ternura, se devoraron entre sí con ansia insaciable”. Es probable que se individualice a Efraín y Manasés porque, de las diez tribus, estas son las principales representantes del reino septentrional, y además, son las que guardan un parentesco más cercano, pues descienden de los dos hijos de José. Pese a ello, solo interrumpen su violencia fratricida cuando guerrean contra el meridional reino de Judá (2 Crónicas 28:1-8).

Se juzga a los jueces corruptos

17, 18. ¿Qué clase de corrupción existe en el sistema legal y administrativo de Israel?

17 Acto seguido, Jehová centra su inspección judicial en los jueces y demás funcionarios corruptos de Israel. Estos abusan de su poder y desvalijan a los humildes y afligidos que acuden a ellos en busca de justicia. Dice Isaías: “¡Ay de los que están decretando disposiciones reglamentarias dañinas y de los que, escribiendo constantemente, han puesto por escrito puro penoso afán, para rechazar de una causa judicial a los de condición humilde, y para arrebatar de los afligidos de mi pueblo la justicia, para que las viudas lleguen a ser su despojo, y para que puedan saquear aun a los huérfanos de padre!” (Isaías 10:1, 2).

18 La Ley de Jehová condena la injusticia en todas sus modalidades: “No deben hacer injusticia en el juicio. No debes tratar con parcialidad al de condición humilde, y no debes preferir la persona de un grande” (Levítico 19:15). Desoyendo ese mandato, las autoridades corruptas promulgan sus propias “disposiciones reglamentarias dañinas” a fin de legitimar lo que en realidad es un robo descarado de la peor clase: despojar a las viudas y a los huérfanos de lo poco que poseen. Los dioses falsos de Israel, por supuesto, están ciegos ante tal injusticia, pero Jehová no. Mediante Isaías, el Creador se dirige ahora a esos jueces malvados.

19, 20. ¿Cómo se hará que cambie la situación de los jueces israelitas corruptos, y qué será de “su gloria”?

19 “¿Qué harán ustedes ante el día de dárseles atención y ante la ruina, cuando venga de lejos? ¿Hacia quién huirán por auxilio, y dónde dejarán su gloria, a no ser que uno tenga que inclinarse bajo los prisioneros y que la gente siga cayendo debajo de los que han sido muertos?” (Isaías 10:3, 4a.) Las viudas y los huérfanos no tienen jueces honrados a los que apelar. Es propio, pues, que Jehová pregunte a los jueces israelitas corruptos a quién van a recurrir ellos, ahora que él les pide cuentas. Sí, no tardarán en saber que “es cosa horrenda caer en las manos del Dios vivo” (Hebreos 10:31).

20 La “gloria” de esos jueces malvados —el prestigio, los honores y el poder mundanos que les reportan su riqueza y posición— durará poco. Algunos serán prisioneros de guerra y ‘se inclinarán’ o agacharán entre otros cautivos, mientras que a los demás se les dará muerte, y sus cuerpos quedarán cubiertos por los cadáveres de los caídos en la guerra. “Su gloria” también comprende sus riquezas mal habidas, las cuales irán a parar a manos del enemigo.

21. En vista de los castigos que Israel ha recibido, ¿se ha aplacado la cólera de Jehová contra ellos?

21 Isaías concluye esta estrofa final con una sombría advertencia: “En vista de todo esto [de todas las calamidades que la nación ha sufrido hasta ese momento], la cólera de él no se ha vuelto atrás, sino que su mano todavía está extendida” (Isaías 10:4b). Jehová tiene algo más que decir a Israel. Su mano extendida no se volverá atrás hasta que aseste un golpe final, devastador, al rebelde reino del norte.

Nunca seamos presa de la falsedad y el egoísmo ajenos

22. ¿Qué lección aprendemos de lo que sucedió con Israel?

22 La palabra de Jehová pronunciada mediante Isaías cayó como una losa sobre Israel y ‘no volvió a él sin resultados’ (Isaías 55:10, 11). El trágico fin del norteño reino de Israel se encuentra en los anales de la historia, y nosotros no podemos sino imaginar los sufrimientos por los que sus habitantes tuvieron que pasar. La palabra de Dios respecto a este sistema de cosas, y en particular respecto a la cristiandad apóstata, se cumplirá tan inexorablemente como entonces. Por consiguiente, es de suma importancia que los cristianos no prestemos oído a ningún tipo de propaganda mentirosa contra Dios. Gracias a la Biblia, las hábiles tácticas de Satanás llevan mucho tiempo desenmascaradas, así que no tenemos por qué dejarnos embaucar como la gente del antiguo Israel (2 Corintios 2:11). Que ninguno de nosotros deje jamás de adorar a Jehová “con espíritu y con verdad” (Juan 4:24). Así, contrario a lo que sucedió con los rebeldes de Efraín, Dios no golpeará a sus adoradores con la mano extendida. Más bien, los rodeará tiernamente con los brazos y los ayudará a lo largo del camino que conduce a la vida eterna en una Tierra paradisíaca (Santiago 4:8).

[Notas]

Isaías 9:8–10:4 se compone de cuatro estrofas (secciones de un pasaje rítmico), cada una de las cuales concluye con el inquietante estribillo: “En vista de todo esto, la cólera de él no se ha vuelto atrás, sino que su mano todavía está extendida” (Isaías 9:12, 17, 21; 10:4). En virtud de este recurso literario, Isaías 9:8–10:4 queda fundido en una sola “palabra” compuesta (Isaías 9:8). Observemos también que si la “mano [de Jehová] todavía está extendida”, no es para ofrecer la reconciliación, sino para dictar sentencia (Isaías 9:13).

Los profetas de Jehová que cumplieron su comisión en el norteño reino de Israel fueron Jehú (no debe confundirse con el rey), Elías, Micaya, Eliseo, Jonás, Oded, Oseas, Amós y Miqueas.

[Ilustración de la página 139]

La maldad y la violencia se propagan por todo Israel como un incendio forestal

[Ilustración de la página 141]

Jehová pedirá cuentas a los que se aprovechan del prójimo

No tengas miedo del asirio
No tengas miedo del asirio - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 12

No tengas miedo del asirio

Isaías 10:5-34

1, 2. a) Desde una óptica humana, ¿por qué resulta comprensible que Jonás se mostrara reacio a cumplir la comisión de predicar a los asirios? b) ¿Cómo respondieron los ninivitas cuando oyeron el mensaje de Jonás?

A MEDIADOS del siglo IX a.E.C., el profeta hebreo Jonás, hijo de Amitai, se aventuró a entrar en Nínive, la capital del Imperio asirio. Llevaba un mensaje importante. Jehová le había dicho: “Levántate, ve a Nínive la gran ciudad, y proclama contra ella que la maldad de ellos ha subido delante de mí” (Jonás 1:2, 3).

2 En un principio, cuando Jonás recibió aquella comisión, huyó en dirección opuesta, hacia Tarsis. Desde una óptica humana, su reacción resulta comprensible. Los asirios eran un pueblo cruel. He aquí lo que uno de sus monarcas hizo con sus enemigos: “Desmembré a los oficiales [...]. A muchos de sus cautivos los quemé con fuego, y a otros muchos los capturé vivos. A algunos les amputé las manos y los dedos; a otros, la nariz”. Sin embargo, cuando Jonás finalmente entregó el mensaje divino, los ninivitas se arrepintieron de sus pecados, así que Jehová, por esa vez, perdonó a la ciudad (Jonás 3:3-10; Mateo 12:41).

Jehová toma “la vara”

3. ¿Cómo difieren los israelitas de los ninivitas en su respuesta a las advertencias de los profetas de Jehová?

3 ¿Reaccionan de igual modo los israelitas cuando Jonás les predica? (2 Reyes 14:25.) No. Le vuelven la espalda a la adoración pura, hasta el punto de “inclinarse ante todo el ejército de los cielos y [...] servir a Baal”. Peor aún, continúan “haciendo pasar a sus hijos y a sus hijas por el fuego y practicando la adivinación y buscando agüeros, y [...] vendiéndose a hacer lo que [es] malo a los ojos de Jehová, para ofenderlo” (2 Reyes 17:16, 17). Puesto que Israel, a diferencia de los ninivitas, no se arrepiente ante las advertencias de los profetas que Jehová envía, este decide adoptar medidas más drásticas.

4, 5. a) ¿A quién hace referencia la expresión “el asirio”, y de qué forma lo utiliza Jehová como “vara”? b) ¿Cuándo cae Samaria?

4 Tras la visita de Jonás a Nínive, la agresividad asiria decae durante algún tiempo.* Pero a principios del siglo VIII a.E.C., Asiria se afianza como potencia militar, y Jehová la utiliza de modo asombroso. El profeta Isaías transmite a Israel, el reino norteño, este mensaje de advertencia procedente de Jehová: “¡Ajá, el asirio, la vara para mi cólera, y el palo que está en la mano de ellos para mi denunciación! Contra una nación apóstata lo enviaré, y contra el pueblo de mi furor le daré una orden, para que tome mucho despojo y para que tome mucho en saqueo y para que haga de él un lugar de holladura como el barro de las calles” (Isaías 10:5, 6).

5 ¡Qué humillación para los israelitas! Dios utiliza a una nación pagana, “el asirio”, como “vara” para castigarlos. En el año 742 a.E.C., el rey asirio Salmanasar V pone sitio a Samaria, capital de la apóstata nación de Israel. Desde su estratégica posición en lo alto de una colina de 90 metros de altura, Samaria resiste casi tres años. Pero no hay táctica humana capaz de frustrar el propósito de Dios. Samaria cae en 740 a.E.C., aplastada bajo los pies de Asiria (2 Reyes 18:10).

6. ¿Por qué puede decirse que el asirio se extralimita en las funciones que Jehová le ha asignado?

6 Aunque Jehová se vale de ellos para dar una lección a Su pueblo, los asirios no lo reconocen como su Dios. Por ese motivo pasa a decir: “Aunque [el asirio] no sea así, se sentirá inclinado; aunque su corazón no sea así, él tramará, porque el aniquilar está en su corazón, y el cortar no pocas naciones” (Isaías 10:7). Un instrumento en sus manos: así considera Jehová al asirio. Pero este se siente inclinado a extralimitarse. Su corazón lo incita a proyectar algo más grande: la conquista del mundo conocido.

7. a) Explique qué significa la expresión “¿No son mis príncipes al mismo tiempo reyes?”. b) ¿De qué deben tomar nota quienes abandonan a Jehová en la actualidad?

7 Muchas de las ciudades que los asirios conquistan fuera del territorio de Israel están gobernadas por reyes. Estos pasan a convertirse en príncipes vasallos del monarca asirio, por lo que este último bien puede proclamar con jactancia: “¿No son mis príncipes al mismo tiempo reyes?” (Isaías 10:8). Los falsos dioses de las principales ciudades de esas naciones no han podido librar de la destrucción a quienes los adoran. Tampoco las deidades que veneran los habitantes de Samaria, como Baal, Mólek o los becerros de oro, protegerán a una ciudad que, habiendo dejado a Jehová, no tiene derecho a esperar que él intervenga. Quienes abandonan a Jehová en la actualidad deben tomar nota de la suerte que corre Samaria. Con razón puede alardear el asirio respecto a esta y a las demás ciudades que ha conquistado, diciendo: “¿No es Calnó justamente como Carquemis? ¿No es Hamat justamente como Arpad? ¿No es Samaria justamente como Damasco?” (Isaías 10:9). Para él, todas son lo mismo: un botín del que apoderarse.

8, 9. ¿Por qué va demasiado lejos el asirio al poner la vista en Jerusalén?

8 No obstante, el asirio va demasiado lejos en su jactancia, pues dice: “Cuando quiera que mi mano haya alcanzado los reinos del dios que nada vale, cuyas imágenes esculpidas son más que las que están en Jerusalén y en Samaria, ¿no será que tal como habré hecho a Samaria y a sus dioses que nada valen, aun así haré a Jerusalén y a sus ídolos?” (Isaías 10:10, 11). Los reinos que el asirio ya ha derrotado tenían muchos más ídolos que Jerusalén, más incluso que Samaria. Por consiguiente, razona: “¿Qué me impedirá hacer con Jerusalén lo mismo que hice con Samaria?”.

9 ¡Qué fanfarrón! Jehová no le permitirá tomar Jerusalén. Es cierto que Judá no tiene un intachable historial de apoyo a la adoración verdadera (2 Reyes 16:7-9; 2 Crónicas 28:24). Jehová le ha advertido que su infidelidad le acarreará mucho sufrimiento durante la invasión asiria. Pero Jerusalén sobrevivirá (Isaías 1:7, 8). Ezequías, quien reina en la ciudad cuando los asirios invaden el país, no es como su padre, Acaz. De hecho, precisamente en el primer mes de su reinado vuelve a abrir las puertas del templo y restaura la adoración pura (2 Crónicas 29:3-5).

10. ¿Qué promete Jehová en cuanto al asirio?

10 De modo que el ataque que Asiria se propone lanzar contra Jerusalén no tiene la aprobación divina. Jehová promete que ajustará cuentas con esa insolente potencia mundial: “Tiene que suceder que cuando Jehová termine toda su obra en el monte Sión y en Jerusalén, me encargaré de la rendición de cuentas por el fruto de la insolencia del corazón del rey de Asiria y por el engreimiento de su altanería de ojos” (Isaías 10:12).

¡Ahora, contra Judá y Jerusalén!

11. ¿Por qué cree el asirio que Jerusalén será una presa fácil?

11 Transcurridos ocho años desde la caída del reino norteño en 740 a.E.C., un nuevo monarca asirio, Senaquerib, marcha contra Jerusalén. Poéticamente, Isaías revela sus ambiciosos planes: “Quitaré los límites de los pueblos, y ciertamente saquearé sus cosas almacenadas, y rebajaré a sus habitantes justamente como un poderoso. Y como si fuera en un nido, mi mano alcanzará los recursos de los pueblos; y justamente como cuando uno recoge huevos que han sido dejados, yo mismo ciertamente recogeré aun toda la tierra, y ciertamente no habrá quien menee las alas ni abra la boca ni chirríe” (Isaías 10:13, 14). Puesto que las demás ciudades han caído y Samaria ya no existe, Senaquerib cree que Jerusalén será presa fácil. Puede que presente alguna resistencia, pero apenas sin un chirrido, sus habitantes no tardarán en someterse, y él les arrebatará sus bienes como si fueran los huevos de un nido abandonado.

12. ¿Cómo deben verse los alardes del asirio, según lo muestra Jehová?

12 Ahora bien, hay algo que Senaquerib pasa por alto. La Samaria apóstata merecía el castigo que recibió. Bajo el rey Ezequías, sin embargo, Jerusalén ha vuelto a ser un bastión de la adoración pura. Quien se atreva a tocarla tendrá que vérselas con Jehová. Indignado, Isaías pregunta: “¿Se dará realce a sí misma el hacha sobre el que corta con ella, o se engrandecerá la sierra sobre el que la mueve de acá para allá, como si el bastón moviera de acá para allá a los que lo levantan en alto, como si la vara levantara en alto al que no es madera?” (Isaías 10:15). El Imperio asirio no es más que un instrumento en las manos de Jehová, como el hacha, la sierra, el bastón o la vara de un leñador, un aserrador o un pastor. ¡Qué osadía el que la vara quiera ahora ensalzarse por encima del que la utiliza!

13. Señale a quiénes se refieren las siguientes expresiones y qué les ocurre a: a) “los gordos”, b) “las malas hierbas y las zarzas” y c) “la gloria de su bosque”.

13 ¿Qué le ocurrirá al asirio? “El Señor verdadero, Jehová de los ejércitos, seguirá enviando sobre los gordos de él una enfermedad de extenuación, y debajo de la gloria de él seguirá ardiendo un ardor como el ardor de un fuego. Y la Luz de Israel tiene que llegar a ser un fuego, y su Santo una llama; y tiene que saltar en llamaradas y comer las malas hierbas y las zarzas de él en un solo día. Y Él hará que se acabe la gloria de su bosque y de su huerto, aun desde el alma hasta la carne misma, y tiene que llegar a ser como el consumirse de uno que está enfermo. Y los restantes árboles de su bosque... llegarán a ser de tal número que un simple muchacho podrá apuntarlos.” (Isaías 10:16-19.) ¡Sí, Jehová recortará “la vara” asiria! “Una enfermedad de extenuación” se abatirá sobre “los gordos” de su ejército, sus fornidos soldados. Ya no parecerán tan fuertes. Jehová Dios, la Luz de Israel, quemará sus tropas terrestres como si fueran mala hierba y zarzas. Y “la gloria de su bosque”, sus oficiales militares, llegará a su fin. Cuando Jehová termine con el asirio, quedarán tan pocos oficiales que hasta un niño podrá contarlos con los dedos (véase también Isaías 10:33, 34).

14. Describa el avance del asirio en el suelo de Judá para el año 732 a.E.C.

14 Aun así, a los judíos que moran en Jerusalén en el año 732 a.E.C. debe de resultarles difícil creer que las fuerzas enemigas serán derrotadas. El colosal ejército avanza implacablemente. Observemos la lista de ciudades de Judá que han caído: “Ha venido sobre Ayat [...,] Migrón [...,] Micmash [...,] Gueba [...,] Ramá [...,] Guibeah de Saúl [...,] Galim [...,] Laisa [...,] Anatot [...,] Madmená [...,] Guebim [...,] Nob” (Isaías 10:28-32a).* Finalmente, los invasores llegan a Laquis, a solo 50 kilómetros de Jerusalén. Poco después, un numeroso ejército asirio amenaza la capital. “Él agita la mano amenazante hacia la montaña de la hija de Sión, la colina de Jerusalén.” (Isaías 10:32b.) ¿Qué puede detener al asirio?

15, 16. a) ¿Por qué necesita tener fe firme el rey Ezequías? b) ¿Qué razones tiene Ezequías para cifrar su fe en que Jehová acudirá en su ayuda?

15 En la ciudad, dentro del palacio, el rey Ezequías se siente cada vez más inquieto. Se rasga las vestiduras y se cubre de saco (Isaías 37:1). Además, envía hombres a Isaías para que este inquiera de Jehová en nombre de Judá. Los mensajeros no tardan en regresar con la respuesta divina: “No tengas miedo [...;] ciertamente defenderé esta ciudad” (Isaías 37:6, 35). Pero los asirios siguen amenazando Jerusalén, completamente seguros de su victoria.

16 La fe: eso es lo que sostiene al rey Ezequías durante esta crisis. Fe es “la demostración evidente de realidades aunque no se contemplen” (Hebreos 11:1). Supone mirar más allá de lo obvio, pero se funda en el conocimiento. Es probable que Ezequías recuerde las reconfortantes palabras que Jehová pronunció de antemano: “No tengas miedo, oh pueblo mío que moras en Sión, a causa del asirio [...]. Porque todavía un rato muy corto... y la denunciación se habrá acabado, y mi cólera, al desgastarse ellos. Y Jehová de los ejércitos ciertamente blandirá contra él un látigo como en la derrota de Madián junto a la roca Oreb; y su bastón estará sobre el mar, y ciertamente lo alzará de la manera como lo hizo con Egipto” (Isaías 10:24-26).* En efecto, el pueblo de Dios ya se ha visto en apuros antes. En el mar Rojo parecía que los antepasados de Ezequías estaban irremediablemente perdidos ante la superioridad del ejército egipcio. Siglos antes del tiempo de Ezequías, Gedeón se halló en pasmosa inferioridad numérica cuando los madianitas y los amalequitas invadieron Israel. Aun así, Jehová libró a su pueblo en ambas ocasiones (Éxodo 14:7-9, 13, 28; Jueces 6:33; 7:21, 22).

17. ¿Cómo es “destrozado” el yugo asirio, y por qué motivo?

17 ¿Hará Jehová lo mismo que hizo entonces? Sí, pues promete: “En aquel día tiene que suceder que su carga se apartará de sobre tu hombro, y su yugo de sobre tu cuello, y el yugo ciertamente será destrozado a causa del aceite” (Isaías 10:27). Los hombros y el cuello del pueblo con el que Dios estableció su pacto quedarán libres del yugo asirio. De hecho, este será “destrozado”. ¡Y vaya si es destrozado! En una sola noche, el ángel de Jehová mata a 185.000 asirios. La amenaza desaparece, y los invasores se retiran para siempre del suelo de Judá (2 Reyes 19:35, 36). ¿El motivo? “A causa del aceite”, posiblemente el aceite con el que se ungió a Ezequías como rey del linaje de David. De modo que Jehová cumple su promesa: “Ciertamente defenderé esta ciudad para salvarla por causa de mí mismo y por causa de David mi siervo” (2 Reyes 19:34).

18. a) ¿Tiene la profecía de Isaías más de un cumplimiento? Explique. b) ¿Qué organización actual se parece a la Samaria antigua?

18 Aunque el relato de Isaías comentado en este capítulo tiene que ver con sucesos que ocurrieron en Judá hace más de dos mil setecientos años, tales acontecimientos revisten suma importancia en nuestros días (Romanos 15:4). ¿Quiere decirse que los principales personajes de esta emocionante narración —tanto los habitantes de Samaria y Jerusalén como los asirios— tienen sus equivalentes modernos? Así es, en efecto. Al igual que la idólatra Samaria, la cristiandad afirma que adora a Jehová, pero en realidad es apóstata hasta la médula. En su obra Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana, el cardenal católico John Henry Newman admite que muchos elementos que la cristiandad ha utilizado durante siglos, como el incienso, los cirios, el agua bendita, las vestiduras sacerdotales y las imágenes, “son todos de origen pagano”. La adoración paganizada de la cristiandad ofende a Jehová tanto como la idolatría de Samaria.

19. ¿Qué advertencia ha recibido la cristiandad, y quién se la ha dado?

19 Los testigos de Jehová llevan muchos años advirtiendo a la cristiandad de que incurre en el desagrado divino. En 1955, por ejemplo, se pronunció por todo el mundo la conferencia pública titulada “La cristiandad o el cristianismo... ¿cuál es ‘la luz del mundo’?”. En ella se explicó gráficamente la forma en que la cristiandad se ha descarriado de las verdaderas doctrinas y prácticas cristianas. Acto seguido se envió el texto de este vigoroso discurso a clérigos de muchos países. Puesto que la cristiandad en conjunto no ha hecho caso de tales advertencias, no le deja a Jehová otra opción que castigarla con una “vara”.

20. a) ¿Quién desempeñará en nuestro tiempo el papel del asirio, y en qué sentido se le utilizará como una vara? b) ¿Hasta qué punto se castigará a la cristiandad?

20 ¿A quién utilizará Jehová para castigar a la rebelde cristiandad? Hallamos la respuesta en el capítulo 17 de Revelación (Apocalipsis), en el que aparece una ramera, “Babilonia la Grande”, que representa a todas las religiones falsas del mundo, incluidas las de la cristiandad. La ramera va a lomos de una bestia salvaje de color escarlata que tiene siete cabezas y diez cuernos (Revelación 17:3, 5, 7-12). Esta representa a la Organización de las Naciones Unidas.* Tal como la antigua Asiria destruyó Samaria, la bestia salvaje de color escarlata ‘odiará a la ramera y hará que quede devastada y desnuda, y se comerá sus carnes y la quemará por completo con fuego’ (Revelación 17:16). De modo que el asirio del día moderno (las naciones miembros de la ONU) asestará a la cristiandad un golpe devastador y la borrará de la existencia.

21, 22. ¿Quién incitará a la bestia salvaje a que ataque al pueblo de Dios?

21 ¿Perecerán junto con Babilonia la Grande los testigos fieles de Jehová? No. Ellos no han incurrido en el desagrado de Dios. La adoración pura perdurará. Sin embargo, la bestia salvaje que destruirá a Babilonia la Grande también mirará codiciosamente al pueblo de Jehová. No lo hará por designio de Dios, sino por el de otra persona. ¿A quién nos referimos? A Satanás el Diablo.

22 Jehová pone al descubierto el orgulloso proyecto de Satanás con estas palabras: “En aquel día tendrá que ocurrir que subirán cosas a tu corazón [es decir, el de Satanás], y ciertamente pensarás algún proyecto dañino; y tendrás que decir: ‘[...] Vendré sobre los que están sin disturbio, que moran en seguridad, todos ellos morando sin muro [protector] [...]’. Será para conseguir gran despojo y para hacer mucho saqueo” (Ezequiel 38:10-12). Satanás pensará: “¿Por qué no incitar a las naciones a que ataquen a los testigos de Jehová? Vulnerables, indefensos, sin influencia política... no ofrecerán resistencia. ¡Qué fácil será tomarlos como si fueran huevos en un nido desprotegido!”.

23. ¿Por qué no podrá el asirio moderno hacer con el pueblo de Dios lo mismo que con la cristiandad?

23 Pero ¡cuidado, naciones! Sepan que si tocan al pueblo de Jehová tendrán que vérselas con Él. Dios ama a su pueblo, y es tan seguro que luchará por él como que peleó a favor de Jerusalén en tiempos de Ezequías. Cuando el asirio del día moderno intente aniquilar a los siervos de Jehová, en realidad se encontrará batallando contra Jehová Dios y el Cordero, Jesucristo. Es un combate que el asirio no puede ganar. La Biblia dice: “Porque es Señor de señores y Rey de reyes, el Cordero los vencerá” (Revelación 17:14; compárese con Mateo 25:40). Lo mismo que el asirio de la antigüedad, la bestia salvaje de color escarlata “se [irá] a la destrucción” (Revelación 17:11).

24. a) ¿A qué se han resuelto los cristianos verdaderos a fin de estar preparados para el futuro? b) ¿Cómo apunta Isaías a un futuro más lejano? (Véase el apartado de la pág. 155.)

24 Los cristianos verdaderos pueden encarar sin temor el futuro si su relación con Jehová es sólida y su interés primordial en la vida es hacer la voluntad divina (Mateo 6:33). En tal caso, no habrán de ‘temer nada malo’ (Salmo 23:4). Con los ojos de la fe verán alzarse el poderoso brazo de Dios, no para castigarlos, sino para protegerlos de sus enemigos. Y en sus oídos resonarán, tranquilizadoras, estas palabras: “No tengas miedo” (Isaías 10:24).

[Notas]

Véase la obra Perspicacia para comprender las Escrituras, vol. 1, pág. 236.

Para mayor claridad, Isaías 10:28-32 se explica antes que Isaías 10:20-27.

En el apartado “Isaías apunta a un futuro más lejano”, de la pág. 155, se comenta Isaías 10:20-23.

Hallará más información sobre la identidad de la ramera y la bestia salvaje de color escarlata en los caps. 34, 35 del libro Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!, editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.

[Apartado e ilustraciones de las páginas 155 a 156]

ISAÍAS APUNTA A UN FUTURO MÁS LEJANO

Isaías 10:20-23

El capítulo 10 de Isaías se centra principalmente en cómo utiliza Jehová la invasión asiria para ejecutar su sentencia contra Israel y en Su promesa de proteger Jerusalén. Dado que los versículos 20 a 23 se hallan en medio de esa profecía, puede considerarse que tienen un cumplimiento general durante el mismo lapso de tiempo (compárese con Isaías 1:7-9). Sin embargo, su redacción indica que tales versículos se refieren más específicamente a períodos posteriores, períodos en que también Jerusalén tuvo que responder por los pecados de sus habitantes.

El rey Acaz busca la protección de Asiria. El profeta Isaías predice que llegará el día en que los sobrevivientes de la casa de Israel no volverán a seguir ese proceder insensato. Según indica Isaías 10:20, “se apoyarán en Jehová, el Santo de Israel, con apego a la verdad”. Ahora bien, serán pocos los que actúen de ese modo, pues el versículo 21 dice que “un simple resto volverá”. Estas palabras nos hacen pensar en el hijo de Isaías llamado Sear-jasub, que constituye una señal en Israel y cuyo nombre significa, precisamente, “Un Simple Resto Volverá” (Isaías 7:3). El versículo 22 del capítulo 10 anuncia que se ha decretado “un exterminio” futuro. Este será justo, pues es el castigo que merece un pueblo rebelde. Como resultado de dicho exterminio, aunque la nación es tan populosa que sus habitantes son “como los granos de arena del mar”, solo un resto volverá. El versículo 23 advierte de que la venidera aniquilación abarcará todo el territorio. Esta vez, Jerusalén no se salvará.

Estos versículos describen con acierto lo que ocurrió en el año 607 a.E.C., cuando Jehová utilizó al Imperio babilónico como su “vara”. El país entero cayó ante el invasor, incluso Jerusalén. A los judíos se les llevó a Babilonia, donde permanecieron cautivos setenta años. Sin embargo, transcurrido ese plazo, algunos de ellos —aunque solo constituyeran “un simple resto”— regresaron para reinstaurar la adoración verdadera en Jerusalén.

Según Romanos 9:27, 28, la profecía de Isaías 10:20-23 tuvo otro cumplimiento en el siglo primero (compárese con Isaías 1:9; Romanos 9:29). Pablo explica que, en sentido espiritual, en aquel entonces ‘volvió’ a Jehová un “resto” de judíos, pues unos pocos judíos fieles se hicieron discípulos de Jesucristo y se pusieron a adorar a Jehová “con espíritu y con verdad” (Juan 4:24). Más tarde se les unieron creyentes de origen gentil, y ambos grupos formaron una nación espiritual: “el Israel de Dios” (Gálatas 6:16). En esa ocasión se cumplieron las palabras de Isaías 10:20: la nación dedicada a Jehová ‘nunca volvió’ a alejarse de él y a recurrir a fuentes humanas en busca de apoyo.

[Ilustración de la página 147]

Senaquerib cree que apoderarse de las naciones es tan fácil como arrebatar los huevos de un nido

El reinado del Mesías, tiempo de salvación y regocijo
El reinado del Mesías, tiempo de salvación y regocijo - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 13

El reinado del Mesías, tiempo de salvación y regocijo

Isaías 11:1–12:6

1. Explique el estado espiritual del pueblo del pacto en tiempos de Isaías.

EN TIEMPOS de Isaías, el estado espiritual del pueblo con el que Dios había establecido su pacto era lamentable. Gran parte de sus miembros practicaba ritos idolátricos en los lugares altos, incluso durante el mandato de reyes fieles como Uzías y Jotán (2 Reyes 15:1-4, 34, 35; 2 Crónicas 26:1, 4). Cuando Ezequías ascendió al trono, tuvo que limpiar el país de todo lo relacionado con la adoración a Baal (2 Crónicas 31:1). No es de extrañar que Jehová instara a su pueblo a regresar a él y le advirtiera del castigo que se le avecinaba.

2, 3. ¿Cómo anima Jehová a quienes desean servirle a pesar de la infidelidad generalizada?

2 Pero no todos fueron rebeldes incorregibles. Jehová tuvo profetas fieles, y, según parece, algunos judíos los escucharon. A estas personas, Dios les dirigió palabras de ánimo. Tras mencionar los terribles estragos que la invasión asiria causaría a Judá, el profeta Isaías escribió por inspiración uno de los pasajes más bellos de toda la Biblia, una descripción de las bendiciones que el reinado del Mesías traerá.* Aunque algunos aspectos de ellas se cumplieron en pequeña escala cuando los judíos regresaron del cautiverio en Babilonia, la profecía en conjunto tiene un cumplimiento mayor en nuestros días. Es cierto que Isaías y los demás judíos fieles de su época no vivieron para disfrutar de esas bendiciones, pero las esperaron con fe, y cuando resuciten verán hechas realidad las palabras del profeta (Hebreos 11:35).

3 Quienes integran el pueblo de Jehová del día moderno también necesitan ánimo, pues la rápida decadencia de los valores morales en el mundo, la enconada oposición al mensaje del Reino y las debilidades personales suponen una verdadera prueba para ellos. Las fascinantes palabras de Isaías relativas al Mesías y a su reinado pueden fortalecerlos y ayudarlos.

El Mesías, un caudillo capacitado

4, 5. ¿Qué profetizó Isaías respecto a la llegada del Mesías, y qué aplicación parece que dio Mateo a las palabras del profeta?

4 Siglos antes del tiempo de Isaías, otros escritores bíblicos hebreos se habían referido a la llegada del Mesías, el auténtico Caudillo que Jehová enviaría a Israel (Génesis 49:10; Deuteronomio 18:18; Salmo 118:22, 26). Ahora, por medio de Isaías, Jehová aporta más detalles: “Tiene que salir una ramita del tocón de Jesé; y procedente de sus raíces un brote será fructífero” (Isaías 11:1; compárese con Salmo 132:11). Las expresiones “ramita” y “brote” indican que el Mesías sería descendiente de Jesé a través de su hijo David, a quien se ungió con aceite como rey de Israel (1 Samuel 16:13; Jeremías 23:5; Revelación [Apocalipsis] 22:16). Cuando llegara el verdadero Mesías, este “brote” de la casa de David produciría buen fruto.

5 El Mesías prometido es Jesús. El evangelista Mateo aludió a Isaías 11:1 al decir que, en cumplimiento de los mensajes de los profetas, se le llamó “Nazareno”. Este nombre, aplicado a Jesús por haber crecido en Nazaret, se relaciona, al parecer, con la palabra hebrea para “brote”* utilizada en dicho versículo (Mateo 2:23, nota; Lucas 2:39, 40).

6. ¿Qué clase de gobernante se profetizó que sería el Mesías?

6 ¿Qué clase de gobernante será el Mesías? ¿Será como el cruel y obstinado asirio que destruye el norteño reino de diez tribus de Israel? Claro que no. Isaías dice al respecto: “Sobre él tiene que asentarse el espíritu de Jehová, el espíritu de sabiduría y de entendimiento, el espíritu de consejo y de poderío, el espíritu de conocimiento y del temor de Jehová; y habrá disfrute por él en el temor de Jehová” (Isaías 11:2, 3a). Al Mesías no se le unge con aceite, sino con el espíritu santo de Dios, que Juan el Bautista ve descender en forma de paloma sobre Jesús en el momento de su bautismo (Lucas 3:22). Es obvio que el espíritu de Jehová ‘se asienta sobre’ Jesús, pues este manifiesta sabiduría, entendimiento, habilidad para aconsejar, poderío y conocimiento. ¡Qué espléndidas cualidades para un gobernante!

7. ¿Qué promesa hizo Jesús a sus discípulos fieles?

7 Los discípulos de Jesús también pueden recibir espíritu santo. En uno de sus discursos, el Maestro declaró: “Si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará el Padre en el cielo espíritu santo a los que le piden!” (Lucas 11:13). Por lo tanto, no vacilemos en pedir espíritu santo a Dios ni dejemos de cultivar sus buenos frutos: “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, autodominio” (Gálatas 5:22, 23). Jehová promete a los discípulos de Jesús que, si se la piden, les concederá “la sabiduría de arriba” para que puedan superar las dificultades de la vida (Santiago 1:5; 3:17).

8. ¿Cómo halla Jesús disfrute en el temor de Jehová?

8 ¿Qué significa que el Mesías sienta temor de Jehová? Está claro que Jesús no vive aterrorizado, con miedo a que Dios lo condene. Más bien, le tiene un temor respetuoso, una reverencia amorosa. La persona temerosa de Dios siempre desea efectuar “las cosas que le agradan”, igual que Jesús (Juan 8:29). Este nos enseña, de palabra y obra, que no existe mayor gozo que el de andar día tras día en el sano temor de Jehová.

Un juez justo y misericordioso

9. ¿Qué ejemplo da Jesús a los que tienen la responsabilidad de juzgar en la congregación cristiana?

9 Isaías predice otras características del Mesías: “No juzgará por la mera apariencia de las cosas a sus ojos, ni censurará simplemente según lo que oigan sus oídos” (Isaías 11:3b). Si tuviera que comparecer ante un tribunal, ¿no agradecería tener un juez así? En su función de Juez de toda la humanidad, el Mesías no se deja influir por argumentos falsos, hábiles tácticas legales, rumores o factores externos como la riqueza. Percibe el engaño y no se fija en las apariencias poco favorecedoras, sino en “la persona secreta del corazón”, “el hombre escondido” (1 Pedro 3:4, nota). El ejemplo sobresaliente de Jesús es un modelo para cuantos tienen la responsabilidad de juzgar en la congregación cristiana (1 Corintios 6:1-4).

10, 11. a) ¿De qué modo corrige Jesús a sus discípulos? b) ¿Qué sentencia dicta Jesús contra los malvados?

10 ¿Cómo influirán las superlativas cualidades del Mesías en sus fallos judiciales? Isaías explica: “Con justicia tiene que juzgar a los de condición humilde, y con rectitud tiene que administrar censura a favor de los mansos de la tierra. Y tiene que golpear la tierra con la vara de su boca; y con el espíritu de sus labios dará muerte al inicuo. Y la justicia tiene que resultar ser el cinto de sus caderas, y la fidelidad el cinto de sus lomos” (Isaías 11:4, 5).

11 Jesús da a sus discípulos la corrección que necesitan del modo que más los beneficia: un magnífico ejemplo para los ancianos cristianos. Por otro lado, los que practican el mal pueden esperar que él los juzgue con la mayor severidad. Cuando Dios le exija cuentas a este sistema de cosas, el Mesías tendrá que “golpear la tierra” con la autoridad de su voz, sentenciando a la destrucción a todos los malvados (Salmo 2:9; compárese con Revelación 19:15). Finalmente, no quedará nadie de esa clase para perturbar la paz de la familia humana (Salmo 37:10, 11). Jesús está facultado para lograrlo, pues tiene las caderas y los lomos ceñidos con la justicia y la fidelidad (Salmo 45:3-7).

Cambian las condiciones en la Tierra

12. ¿Qué podría preocupar a un judío que pretendiera regresar desde Babilonia a la Tierra Prometida?

12 Imagínese a un israelita que acaba de enterarse de que Ciro ha decretado el retorno de los judíos a Jerusalén y la reconstrucción del templo. ¿Dejará atrás la seguridad de Babilonia y emprenderá el largo viaje a casa? En los setenta años que Israel ha estado ausente, aquellos campos desiertos se han cubierto de maleza. Lobos, leopardos, leones y osos merodean libremente por ellos, y las cobras también los han hecho su morada. Para sobrevivir, los judíos que regresen tendrán que depender de animales domésticos: los rebaños y vacadas les darán leche, lana y carne, y los toros tirarán del arado. ¿Acabarán tales bestias en las fauces de los predadores? ¿Morderán las serpientes a los niños pequeños? ¿Habrá peligro de emboscadas durante el viaje?

13. a) ¿Qué cuadro alentador pinta Isaías? b) ¿Cómo sabemos que la paz de la que habla Isaías entraña más que estar a salvo de los animales salvajes?

13 Isaías pasa a pintar un cuadro alentador de las condiciones que Dios establecerá en la tierra: “El lobo realmente morará por un tiempo con el cordero, y el leopardo mismo se echará con el cabrito, y el becerro y el leoncillo crinado y el animal bien alimentado todos juntos; y un simple muchachito será guía sobre ellos. Y la vaca y la osa mismas pacerán; sus crías se echarán juntas. Y hasta el león comerá paja justamente como el toro. Y el niño de pecho ciertamente jugará sobre el agujero de la cobra; y sobre la abertura para la luz de una culebra venenosa realmente pondrá su propia mano un niño destetado. No harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña; porque la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar” (Isaías 11:6-9). ¿No resultan conmovedoras estas palabras? Observe que la paz descrita en este pasaje proviene de conocer a Jehová. Por tanto, entraña más que estar a salvo de los animales salvajes. El conocimiento de Jehová no cambiará a los animales, sino a la gente. De modo que, durante el viaje de regreso y una vez en la tierra restaurada, los israelitas no tendrán que temer ni a bestias ni a hombres con características salvajes (Esdras 8:21, 22; Isaías 35:8-10; 65:25).

14. ¿Cuál es el cumplimiento mayor de Isaías 11:6-9?

14 Pero esta profecía tiene un cumplimiento mayor. En 1914 se entronizó a Jesús, el Mesías, en el monte Sión celestial. En 1919, tras ser liberados del cautiverio babilónico, los restantes del “Israel de Dios” emprendieron la restauración de la adoración verdadera (Gálatas 6:16), lo que abrió el camino para el cumplimiento moderno de la profecía de Isaías respecto al Paraíso. El “conocimiento exacto”, el conocimiento de Jehová, ha cambiado la personalidad de mucha gente (Colosenses 3:9, 10). Individuos violentos se han vuelto pacíficos (Romanos 12:2; Efesios 4:17-24). En nuestro tiempo se han observado tales cambios en millones de personas, pues la profecía de Isaías abarca a cristianos con esperanza terrestre, cuyo número crece a pasos agigantados (Salmo 37:29; Isaías 60:22). Por lo que han aprendido, estas personas anhelan el día en que toda la Tierra, una vez restaurada, sea el paraíso pacífico y seguro que Dios se propuso en un principio (Mateo 6:9, 10; 2 Pedro 3:13).

15. ¿Es razonable esperar que las palabras de Isaías se cumplan de modo literal en el nuevo mundo? Explique.

15 ¿Tendrá la profecía de Isaías otro cumplimiento, quizá más literal, en ese Paraíso restaurado? Es razonable creer que sí. La profecía da a cuantos vivan bajo el reinado del Mesías la misma seguridad que dio a los israelitas que regresaron; ni ellos ni sus hijos se verán amenazados, ni por seres humanos ni por animales. Bajo el reinado del Mesías, todos los habitantes de la Tierra disfrutarán de una paz como la que Adán y Eva disfrutaron en Edén. Claro está, las Escrituras no revelan todos los detalles de cómo era la vida en Edén ni de cómo será en el Paraíso. No obstante, podemos confiar en que, bajo el mandato sabio y amoroso del Rey Jesucristo, todo será como es debido.

La adoración pura, restaurada por medio del Mesías

16. ¿Qué sirvió de señal para el pueblo de Dios en 537 a.E.C.?

16 El primer ataque contra la adoración pura se produjo en Edén, cuando Satanás logró que Adán y Eva desobedecieran a Jehová. Hasta el día de hoy, Satanás no ha cejado en su empeño de apartar de Dios a cuantos le sea posible. Pero Jehová nunca permitirá que la adoración pura desaparezca de la Tierra. Su nombre está en juego, y él se interesa por aquellos que le sirven. De ahí que por medio de Isaías haga esta emocionante promesa: “En aquel día tiene que suceder que habrá la raíz de Jesé que estará de pie como señal enhiesta para los pueblos. A él hasta las naciones se dirigirán inquiriendo, y su lugar de descanso tiene que llegar a ser glorioso” (Isaías 11:10). En 537 a.E.C., Jerusalén, la ciudad que David había convertido en la capital de la nación, fue, por decirlo así, una señal enhiesta que atrajo a un resto fiel del disperso pueblo judío para que regresara y reconstruyera el templo.

17. ¿Por qué puede decirse que Jesús “se levant[ó] para gobernar naciones” tanto en el siglo primero como en nuestros días?

17 Sin embargo, la profecía apunta a algo más. Como ya hemos visto, señala al gobierno del Mesías, el único Caudillo verdadero para gente de todas las naciones. El apóstol Pablo utilizó Isaías 11:10 para mostrar que personas de las naciones de su día tendrían cabida en la congregación cristiana. Citando de la versión Septuaginta, escribió: “Dice Isaías: ‘Habrá la raíz de Jesé, y habrá uno que se levante para gobernar naciones; en él cifrarán su esperanza naciones’” (Romanos 15:12). Además, la profecía llega hasta nuestro tiempo, en el que personas de todas las naciones manifiestan su amor a Jehová apoyando a los hermanos ungidos del Mesías (Isaías 61:5-9; Mateo 25:31-40).

18. ¿Por qué puede decirse que Jesús ha constituido en nuestros días un punto de reunión?

18 En el cumplimiento moderno, “aquel día” al que se refirió Isaías comenzó en 1914, con la entronización del Mesías como Rey del Reino celestial de Dios (Lucas 21:10; 2 Timoteo 3:1-5; Revelación 12:10). Desde entonces, Jesucristo ha sido una señal clara, un punto de reunión, tanto para el Israel espiritual como para personas que proceden de toda nación y anhelan un gobierno justo. Con la dirección del Mesías, las buenas nuevas del Reino se han llevado a todas las naciones, tal como Jesús predijo (Mateo 24:14; Marcos 13:10). Estas buenas nuevas tienen mucho impacto. “Una gran muchedumbre, que ningún hombre [puede] contar, de todas las naciones”, se está uniendo al resto ungido en la adoración pura, sometiéndose así al Mesías (Revelación 7:9). La multitud de nuevos discípulos, que continuamente se une al resto en la “casa de oración” espiritual de Jehová, realza la gloria del “lugar de descanso” del Mesías, el gran templo espiritual de Dios (Isaías 56:7; Ageo 2:7).

Un pueblo unido sirve a Jehová

19. ¿En qué dos ocasiones ha restaurado Jehová a su lugar a un resto de su pueblo que se hallaba esparcido por toda la Tierra?

19 A continuación, Isaías recuerda a los israelitas que Jehová ya los libró una vez de la opresión de un enemigo poderoso. Ese episodio de la historia de Israel —su liberación de Egipto— ocupa un lugar muy especial en el corazón de todos los judíos fieles. Isaías escribe: “En aquel día tiene que suceder que Jehová volverá a ofrecer su mano, por segunda vez, para adquirir el resto de su pueblo que quede de Asiria y de Egipto y de Patrós y de Cus y de Elam y de Sinar y de Hamat y de las islas del mar. Y ciertamente levantará una señal enhiesta para las naciones y reunirá a los dispersos de Israel; y juntará a los esparcidos de Judá desde las cuatro extremidades de la tierra” (Isaías 11:11, 12). Jehová tomará de la mano, por decirlo así, a un resto fiel de Israel y Judá, lo sacará de las naciones por las que está esparcido y lo llevará a salvo a casa. Aunque esta promesa se realizó a grado limitado en 537 a.E.C., el cumplimiento mayor es mucho más glorioso. En 1914, Jehová puso al entronizado Jesucristo como “señal enhiesta para las naciones”. A partir de 1919, los restantes del “Israel de Dios” comenzaron a afluir a ella, con el intenso deseo de practicar la adoración pura bajo el Reino de Dios. Esta singular nación espiritual procede “de toda tribu y lengua y pueblo y nación” (Revelación 5:9).

20. ¿De qué tipo de unidad disfrutará el pueblo de Dios a su regreso de Babilonia?

20 Llamando Efraín al reino del norte y Judá al del sur, Isaías habla ahora de la unidad de la nación repatriada: “El celo de Efraín tendrá que irse, y aun los que muestren hostilidad a Judá serán cortados. Efraín mismo no estará celoso de Judá, ni Judá mostrará hostilidad hacia Efraín. Y tendrán que volar contra el hombro de los filisteos al occidente; juntos saquearán a los hijos de Oriente. Edom y Moab serán aquellos sobre quienes alargarán la mano, y los hijos de Ammón serán sus súbditos” (Isaías 11:13, 14). Una vez que regresen de Babilonia, los judíos ya no estarán divididos en dos naciones. Representantes de todas las tribus de Israel retornarán juntos a su tierra (Esdras 6:17). Ya no se mostrarán resentimiento ni hostilidad. Como un solo pueblo, harán frente con éxito a las naciones circundantes enemigas.

21. ¿Por qué podemos decir que la unidad del actual pueblo de Dios es verdaderamente sobresaliente?

21 La unidad del “Israel de Dios” es aún más admirable. Ya por casi dos mil años, las doce tribus simbólicas del Israel espiritual han gozado de una unidad que se basa en el amor a Dios y a sus hermanos espirituales (Colosenses 3:14; Revelación 7:4-8). El pueblo de Dios de la actualidad —tanto los israelitas espirituales como los que abrigan la esperanza terrestre— disfruta bajo el gobierno del Mesías de una paz y unidad mundial, desconocida en las iglesias de la cristiandad. Los testigos de Jehová presentan un frente espiritual unido contra los intentos de Satanás de obstaculizar su adoración a Dios. Como un solo pueblo, predican y enseñan las buenas nuevas del Reino del Mesías en todas las naciones, tal como Jesús les encomendó (Mateo 28:19, 20).

Se superarán las barreras

22. ¿Cómo “cortará [Jehová] la lengua del mar de Egipto” y “agitará su mano hacia el Río”?

22 Tanto en sentido literal como figurado, existen numerosas barreras que obstaculizan el regreso de los israelitas del exilio. ¿Cómo se superarán? Dice Isaías: “Jehová ciertamente cortará la lengua del mar de Egipto, y agitará su mano hacia el Río en el ardor de su espíritu. Y tendrá que golpearlo en sus siete torrentes, y realmente hará que la gente ande en sus sandalias” (Isaías 11:15). Es Jehová quien eliminará todo lo que estorbe el retorno de su pueblo. Barreras tan colosales como “la lengua”, o brazo, del mar Rojo que forma el golfo de Suez, o tan infranqueables como el caudaloso río Éufrates, se secarán, por así decirlo, hasta el punto de que puedan cruzarse sin siquiera tener que quitarse las sandalias.

23. ¿En qué sentido “llegar[á] a haber una calzada que salga de Asiria”?

23 En los días de Moisés, Jehová preparó un camino para que Israel escapara de Egipto y marchara hacia la Tierra Prometida. Ahora efectuará algo parecido: “Tiene que llegar a haber una calzada que salga de Asiria para el resto de su pueblo que quede, tal como llegó a haber una para Israel el día en que subió de la tierra de Egipto” (Isaías 11:16). Jehová guiará el regreso de los exiliados como si caminaran por una calzada que los llevara desde su lugar de destierro hasta su tierra natal. Los opositores intentarán detenerlos, pero su Dios, Jehová, estará con ellos. De la misma manera, hoy los cristianos ungidos y sus compañeros avanzan con valor pese a enconados ataques. Han salido de la Asiria moderna, el mundo de Satanás, y ayudan a otras personas a hacer lo mismo. Saben que la adoración pura triunfará y florecerá, pues no es obra humana, sino divina.

Regocijo sin fin para los súbditos del Mesías

24, 25. ¿Qué expresiones de alabanza y gratitud proferirá el pueblo de Jehová?

24 Con gran gozo, Isaías pasa a referirse al júbilo que el pueblo de Jehová sentirá por el cumplimiento de Su palabra: “En aquel día de seguro dirás: ‘Te daré gracias, oh Jehová, porque aunque te enojaste conmigo, tu cólera gradualmente se volvió atrás, y procediste a consolarme’” (Isaías 12:1). La disciplina que Jehová impone a su pueblo descarriado es severa, pero surte efecto: cierra la brecha entre Él y la nación, y restaura la adoración pura. Jehová confirma a sus leales adoradores que al final los salvará, así que no sorprende que ellos expresen su agradecimiento.

25 La confianza que los israelitas repatriados tienen en Jehová se ve plenamente justificada, por lo que claman: “‘¡Mira! Dios es mi salvación. Confiaré y no estaré en pavor; porque Jah Jehová es mi fuerza y mi poderío, y él llegó a ser la salvación para mí.’ Con alborozo ustedes de seguro sacarán agua de los manantiales de la salvación” (Isaías 12:2, 3). La palabra hebrea que en el versículo 2 se traduce “poderío”, en la Septuaginta se vierte “alabanza”. Quienes adoran a Dios rompen a cantar alabanzas por la salvación que proviene de “Jah Jehová”. El término Jah, forma abreviada del nombre Jehová, se utiliza en la Biblia para exteriorizar profundos sentimientos de alabanza y gratitud. La expresión Jah Jehová —en la que se repite el nombre divino— eleva la intensidad de la alabanza a las más altas cotas.

26. ¿Quiénes, hoy en día, dan a conocer entre las naciones los “tratos”, o actos, de Dios?

26 Los adoradores verdaderos de Jehová no pueden guardar para sí el gozo que sienten. Isaías predice: “En aquel día ustedes ciertamente dirán: ‘¡Den gracias a Jehová! Invoquen su nombre. Den a conocer entre los pueblos sus tratos. Hagan mención de que su nombre está puesto en alto. Celebren a Jehová con melodía, porque ha obrado de manera sobresaliente. Esto se da a conocer en toda la tierra’” (Isaías 12:4, 5). Desde 1919, y posteriormente con ayuda de sus compañeros del grupo de las “otras ovejas”, los cristianos ungidos han “‘declar[ado] en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa”. Son “una raza escogida, [...] una nación santa” apartada para ese propósito (Juan 10:16; 1 Pedro 2:9). Los ungidos declaran que el santo nombre de Jehová está puesto en alto, y lo dan a conocer en toda la Tierra. Marchan en vanguardia de los adoradores de Jehová en cuanto a regocijarse por la provisión divina para su salvación. Tal como exclama Isaías: “Da chillidos de alegría y grita de gozo, oh moradora de Sión, porque grande en medio de ti es el Santo de Israel” (Isaías 12:6). El Santo de Israel es Jehová Dios mismo.

Miremos al futuro con confianza

27. ¿Qué confianza tienen los cristianos mientras aguardan la realización de su esperanza?

27 En nuestros días, millones de seres humanos han afluido a la “señal enhiesta para los pueblos”, a saber, Jesucristo entronizado en el Reino de Dios. Se alegran de someterse a ese Reino, y les emociona conocer a Jehová Dios y a su Hijo (Juan 17:3). Llenos de felicidad por su unidad y compañerismo cristianos, procuran por todos los medios salvaguardar la paz que caracteriza a los verdaderos siervos de Jehová (Isaías 54:13). Persuadidos de que Jah Jehová es un Dios que cumple sus promesas, están seguros de su esperanza y con gusto la dan a conocer. Que cuantos adoramos a Jehová sigamos sirviéndole con todas nuestras fuerzas y ayudando al prójimo a hacer lo mismo. Tomemos a pecho las palabras de Isaías y regocijémonos en la salvación que esperamos mediante el Mesías de Jehová.

[Notas]

El término mesías se deriva de la palabra hebrea ma·schí·aj, que significa “ungido”. Su equivalente en griego es Kjri·stós, o “Cristo” (Mateo 2:4, nota).

La palabras hebreas que se traducen “brote” y “Nazareno” son né·tser y Nots·rí, respectivamente.

[Ilustraciones de la página 158]

El Mesías es “una ramita” que sale de Jesé a través del rey David

[Ilustración a toda plana de la página 162]

[Ilustración de la página 170]

El pasaje de Isaías 12:4, 5 en los Rollos del mar Muerto (el nombre de Dios aparece resaltado)

Jehová humilla a una ciudad arrogante
Jehová humilla a una ciudad arrogante - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 14

Jehová humilla a una ciudad arrogante

Isaías 13:1–14:23

1. ¿A qué momento futuro apunta el libro de Isaías?

EL LIBRO profético de Isaías se escribió en el siglo VIII a.E.C. y tiene como telón de fondo la invasión asiria de la Tierra Prometida. Como ya hemos visto en sus capítulos anteriores, el profeta predice con notable exactitud el curso de los acontecimientos. Sin embargo, el libro apunta a más allá del período de la supremacía asiria. Profetiza que el pueblo del pacto divino regresará de su exilio en muchas tierras, entre ellas Sinar, donde se encuentra Babilonia (Isaías 11:11). El capítulo 13 de Isaías recoge una extraordinaria profecía cuyo cumplimiento posibilitará el retorno. Estas son sus palabras de introducción: “La declaración formal contra Babilonia que Isaías el hijo de Amoz vio en visión” (Isaías 13:1).

‘La altivez abatiré’

2. a) ¿Qué relación entabla Ezequías con Babilonia? b) ¿Qué es la “señal” que será levantada?

2 En vida de Isaías, Judá entabla relaciones con Babilonia. Tras recuperarse de una grave enfermedad, el rey Ezequías recibe la visita de unos embajadores de Babilonia que han ido a felicitarle por su restablecimiento y que, probablemente, abrigan la secreta pretensión de obtener su apoyo en la guerra que libran contra Asiria. Ezequías comete la imprudencia de enseñarles todos sus tesoros, motivo por el que Isaías le dice al rey que después de la muerte de este todas aquellas riquezas irán a parar a Babilonia (Isaías 39:1-7). Sus palabras se cumplen en el año 607 a.E.C., con la destrucción de Jerusalén y el exilio de la nación. No obstante, el pueblo que Dios ha escogido no se quedará para siempre en Babilonia. Jehová revela cómo les preparará el terreno para que regresen. Su predicción comienza así: “Sobre una montaña de rocas peladas levanten una señal enhiesta. Alcen la voz a ellos, agiten la mano, para que ellos entren en las entradas de los nobles” (Isaías 13:2). La “señal” es una pujante potencia mundial que derrocará a Babilonia de su posición de privilegio. Puesto que será alzada “sobre una montaña de rocas peladas”, podrá verse fácilmente desde lejos. Ante la orden de atacar Babilonia, la nueva potencia mundial se abrirá paso a través de “las entradas de los nobles”, las puertas de la gran ciudad, y la conquistará.

3. a) ¿Quiénes son los “santificados” que Jehová utilizará? b) ¿En qué sentido se ‘santifica’ a ejércitos paganos?

3 Jehová pasa a decir: “Yo mismo he dado la orden a mis santificados. También he llamado a mis poderosos para expresar mi cólera, a mis eminentemente alborozados. ¡Escuchen! ¡Una muchedumbre en las montañas, algo semejante a un pueblo numeroso! ¡Escuchen! ¡El alboroto de reinos, de naciones reunidas! Jehová de los ejércitos está reuniendo en formación militar al ejército de guerra” (Isaías 13:3, 4). ¿Quiénes son los “santificados” que reciben la encomienda de derribar a la altiva Babilonia? Son ejércitos de naciones aliadas, “naciones reunidas”, las cuales descienden contra Babilonia desde una lejana región montañosa. “Vienen desde la tierra lejana, desde la extremidad de los cielos.” (Isaías 13:5.) ¿En qué sentido se les ha santificado? Obviamente, no se les ha hecho santos. Son ejércitos paganos que no tienen ningún interés en servir a Jehová. Ahora bien, en las Escrituras Hebreas, el término santificado significa “apartado para el uso divino”. Jehová puede santificar a los ejércitos de las naciones y valerse de su ambición para expresar Su ira. Ya utilizó a Asiria de ese modo, y lo mismo hará con Babilonia (Isaías 10:5; Jeremías 25:9). Cuando a esta le llegue el turno, también se servirá de otras naciones para castigarla.

4, 5. a) ¿Qué predice Jehová respecto a Babilonia? b) ¿A qué tendrán que enfrentarse los que ataquen Babilonia?

4 Aunque Babilonia todavía no es la potencia mundial dominante, Jehová mira hacia el futuro, hacia el tiempo en que lo será, y hace una proclamación; mediante Isaías predice su caída: “¡Aúllen, porque el día de Jehová está cercano! Como despojo violento de parte del Todopoderoso vendrá” (Isaías 13:6). En efecto, la jactancia de Babilonia se tornará en un aullido lastimero. ¿Por qué? A causa del “día de Jehová”, el día en que Jehová ejecute su sentencia contra ella.

5 Pero ¿cómo es posible que Babilonia termine despojada? Cuando llegue el momento que Jehová ha fijado para ello, dará la impresión de que la ciudad está a salvo. Los ejércitos invasores tendrán que enfrentarse primero con la barrera natural que presenta el río Éufrates, que discurre por el centro de la ciudad, constituye su fuente de agua potable y alimenta un foso protector. Después se encontrarán con las recias murallas dobles, en apariencia inexpugnables. Además, Babilonia estará bien abastecida de alimento. El libro Daily Bible Illustrations (Ilustraciones bíblicas para cada día) dice que Nabonido, el último rey de Babilonia, “había hecho supremos esfuerzos por abastecer de provisiones la ciudad, y se calculaba que había suficiente [comida] almacenada como para sustentar a sus habitantes durante veinte años”.

6. ¿Qué reacción inesperada se producirá durante el predicho asalto a Babilonia?

6 Sin embargo, las apariencias engañan. Dice Isaías: “Por eso todas las manos mismas caerán, y el entero corazón mismo del hombre mortal se derretirá. Y la gente se ha perturbado. Convulsiones y dolores de parto mismos se apoderan; están con dolores como una mujer que está dando a luz. Se miran unos a otros con asombro. Sus rostros son rostros inflamados” (Isaías 13:7, 8). Cuando los ejércitos conquistadores invadan la ciudad, la tranquilidad de sus habitantes se convertirá en un dolor tan repentino e intenso como el de una mujer que da a luz. Su corazón se derretirá de miedo. Quedarán paralizados, con las manos caídas, incapaces de defenderse. Con sus rostros “inflamados” por el temor y la angustia, se mirarán con asombro, preguntándose cómo ha podido caer su gran ciudad.

7. ¿Qué “día de Jehová” se acerca, y con qué consecuencias para Babilonia?

7 Y sin embargo, caerá. Babilonia tiene que enfrentarse a un día de ajuste de cuentas, un “día de Jehová” verdaderamente doloroso. El Juez Supremo expresará su cólera y dará su merecido a los pecadores babilonios. La profecía añade: “¡Miren! Viene el mismísimo día de Jehová, cruel tanto con furor como con cólera ardiente, a fin de hacer de la tierra un objeto de pasmo, y para aniquilar a los pecadores de la tierra de en medio de ella” (Isaías 13:9). El porvenir de Babilonia es muy sombrío. Es como si el Sol, la Luna y las estrellas se oscurecieran. “Porque las mismísimas estrellas de los cielos y sus constelaciones de Kesil no despedirán su luz; el sol realmente se oscurecerá al salir, y la luna misma no hará brillar su luz.” (Isaías 13:10.)

8. ¿Por qué decreta Jehová la caída de Babilonia?

8 ¿Por qué le espera semejante destino a esta ciudad altiva? Jehová dice: “Ciertamente demostraré indisputablemente sobre la tierra productiva su propia maldad, y sobre los inicuos mismos el propio error de ellos. Y realmente haré cesar el orgullo de los presuntuosos, y la altivez de los tiranos abatiré” (Isaías 13:11). Por la crueldad con que Babilonia ha tratado al pueblo de Dios, Jehová derramará su cólera sobre ella. Todo el territorio sufrirá debido a la maldad de los babilonios. Estos tiranos orgullosos ya no desafiarán a Jehová.

9. ¿Qué le espera a Babilonia en el día de juicio de Jehová?

9 Añade Jehová: “Haré al hombre mortal más raro que el oro refinado, y al hombre terrestre más raro que el oro de Ofir” (Isaías 13:12). Sí, la ciudad quedará despoblada, desierta. Él prosigue diciendo: “Por eso haré que el cielo mismo se agite, y la tierra se mecerá y moverá de su lugar ante el furor de Jehová de los ejércitos y ante el día de su cólera ardiente” (Isaías 13:13). “El cielo” de Babilonia, su multitud de dioses y diosas, estará agitado; no podrá ayudar a la ciudad en ese momento crucial. “La tierra”, el Imperio babilónico, caerá derribada, pasará a la historia como una potencia extinta más. “Tiene que suceder que, como una gacela ahuyentada y como un rebaño sin nadie que lo junte, se dirigirán, cada cual a su propio pueblo; y huirán, cada cual a su propia tierra.” (Isaías 13:14.) Todos los extranjeros que apoyaban a Babilonia la abandonarán y huirán, esperando establecer nuevas relaciones con la potencia mundial vencedora. Por último, Babilonia sufrirá los padecimientos de una ciudad conquistada, los mismos que ella, en sus días de gloria, provocó a tantas otras: “Todo el que sea hallado será traspasado, y todo el que sea atrapado en la barrida caerá a espada; y sus mismos hijos serán estrellados ante sus ojos. Sus casas serán saqueadas, y sus propias esposas serán forzadas” (Isaías 13:15, 16).

El instrumento divino de destrucción

10. ¿A quiénes utilizará Jehová para derrotar a Babilonia?

10 ¿De qué potencia se valdrá Jehová para provocar la caída de Babilonia? Él mismo lo revela con unos doscientos años de antelación: “Aquí voy a despertar contra ellos a los medos, que consideran la plata misma como nada, y que, respecto al oro, no se deleitan en él. Y sus arcos harán añicos hasta a los jóvenes. Y al fruto del vientre no le tendrán piedad; su ojo no sentirá lástima por los hijos. Y Babilonia, la decoración de reinos, la hermosura del orgullo de los caldeos, tiene que llegar a ser como cuando Dios derribó a Sodoma y Gomorra” (Isaías 13:17-19). La espléndida ciudad de Babilonia caerá, y los ejércitos de la montañosa y lejana Media serán el instrumento que Jehová utilizará para lograrlo.* Con el tiempo, Babilonia quedará tan desolada como las depravadas ciudades de Sodoma y Gomorra (Génesis 13:13; 19:13, 24).

11, 12. a) ¿Cómo se convierte Media en potencia mundial? b) ¿Qué rasgo insólito de los ejércitos de Media menciona la profecía?

11 En tiempos de Isaías, tanto Media como Babilonia están bajo el yugo asirio. Aproximadamente un siglo después, en 632 a.E.C., Media y Babilonia se alían y conquistan Nínive, la capital de Asiria, lo que da paso a que Babilonia se convierta en la potencia mundial predominante. Poco se imagina esta que, unos cien años después, Media la destruirá a ella. ¿Quién sino Jehová Dios podría hacer una predicción tan audaz?

12 Al revelar cuál será el agente destructor que ha escogido, Jehová dice que los ejércitos de Media “consideran la plata misma como nada, y que, respecto al oro, no se deleitan en él”, algo insólito tratándose de aguerridos soldados. El biblista Albert Barnes señala: “Realmente pocos han sido los ejércitos invasores a los que no ha alentado la expectativa del botín”. ¿Son los ejércitos de Media como Jehová predice? En efecto. Fijémonos en este comentario de la obra The Bible-Work, de J. Glentworth Butler: “A diferencia de la mayoría de las naciones que han guerreado en el transcurso de la historia, los medos, y en especial los persas, no pensaban tanto en el oro como en la conquista y la gloria”.* En vista de esa actitud, no sorprende que al liberar a los israelitas del exilio en Babilonia, el mandatario persa Ciro les restituyera miles de vasos de oro y plata que Nabucodonosor se había llevado del templo de Jerusalén (Esdras 1:7-11).

13, 14. a) Pese al escaso interés de los guerreros medos y persas en el botín, ¿por qué puede calificárseles de ambiciosos? b) ¿Cómo supera Ciro las defensas de las que tanto alardean los habitantes de Babilonia?

13 Pese a su escaso interés en el botín, los medos y los persas son ambiciosos. No piensan quedar por detrás de ninguna otra nación en la escena mundial. Además, Jehová les pone en el corazón el “despojo violento” (Isaías 13:6). De ahí que estén decididos a conquistar Babilonia armados con sus fuertes arcos, con los que disparan flechas que ‘hacen añicos’ a los soldados enemigos, los hijos de las babilonias.

14 Las fortificaciones de la ciudad no intimidan a Ciro, el caudillo de los ejércitos medopersas. La noche del 5 al 6 de octubre del año 539 a.E.C., este ordena desviar el caudal del río Éufrates. Cuando su nivel desciende, los invasores penetran a hurtadillas en la ciudad caminando por el lecho del río, con el agua hasta los muslos. Toman desprevenidos a los habitantes de Babilonia, y la ciudad cae (Daniel 5:30). Jehová Dios inspira a Isaías para que profetice todos estos acontecimientos, con lo que no deja ninguna duda de que Él los está dirigiendo.

15. ¿Qué futuro le espera a Babilonia?

15 ¿Hasta qué grado quedará destruida Babilonia? Escuchemos la declaración de Jehová: “Nunca será habitada, ni residirá por generación tras generación. Y allí el árabe no asentará su tienda, y no habrá pastores que dejen que sus rebaños se echen allí. Y allí los frecuentadores de regiones áridas ciertamente se echarán, y sus casas tendrán que estar llenas de búhos reales. Y allí tienen que residir los avestruces, y demonios mismos de forma de cabra irán brincando por allí. Y chacales tienen que aullar en sus torres de habitación, y la culebra grande estará en los palacios de deleite exquisito. Y la sazón para ella está próxima a llegar, y sus días mismos no serán postergados” (Isaías 13:20-22). La aniquilación total: ese es el destino de la ciudad.

16. ¿Qué confianza nos infunde el estado actual de Babilonia?

16 Tal devastación no se produjo de inmediato en el año 539 a.E.C. Sin embargo, hoy podemos ver claramente que todo cuanto Isaías profetizó respecto a Babilonia se ha cumplido. Babilonia “es, desde hace siglos, escenario de una extensa desolación, un montón de ruinas”, dice cierto comentarista bíblico. Y añade: “Es imposible contemplar la escena sin recordar la exactitud con que se han cumplido las predicciones de Isaías y Jeremías”. Obviamente, ningún contemporáneo de Isaías pudo predecir ni la caída de Babilonia ni su posterior desolación. Tengamos en cuenta que la ciudad sucumbió ante los medos y los persas unos doscientos años después de escrito el libro, y que su definitiva despoblación se produjo siglos más tarde. ¿No fortalecen estos hechos nuestra fe en que la Biblia es la Palabra inspirada de Dios? (2 Timoteo 3:16.) Además, puesto que tantas profecías de Jehová se cumplieron en el pasado, podemos tener plena confianza en que las profecías bíblicas que aún no se han realizado lo harán cuando llegue el momento que Dios ha fijado para ello.

“Descanso de tu dolor”

17, 18. ¿Cómo beneficiará a Israel la derrota de Babilonia?

17 La caída de Babilonia supondrá un alivio para Israel. Significará liberación del cautiverio y la oportunidad de regresar a la Tierra Prometida. Por lo tanto, Isaías pasa a decir: “Jehová mostrará misericordia a Jacob, y con certeza todavía escogerá a Israel; y realmente les dará descanso sobre su suelo, y el residente forastero tiene que unirse a ellos, y tienen que adherirse a la casa de Jacob. Y los pueblos realmente los tomarán y los llevarán a su propio lugar, y la casa de Israel tiene que tomarlos para sí como posesión sobre el suelo de Jehová, como siervos y como siervas; y tienen que llegar a ser los apresadores de aquellos que los tenían cautivos, y tienen que tener en sujeción a aquellos que los obligaban a trabajar” (Isaías 14:1, 2). En este pasaje, “Jacob” hace referencia a Israel en conjunto, a las doce tribus. Jehová mostrará misericordia a “Jacob” permitiendo el regreso de la nación. Con ella irán miles de extranjeros, muchos de los cuales servirán a Israel como esclavos del templo. Algunos israelitas incluso tendrán autoridad sobre sus antiguos captores.*

18 La angustia de vivir en el exilio habrá desaparecido. En su lugar, Jehová dará a su pueblo “descanso de [su] dolor y de [su] agitación y de la dura esclavitud en la que [fue] hecho esclavo” (Isaías 14:3). Una vez liberado de las cadenas literales de la esclavitud, Israel ya no padecerá el dolor ni la agitación de vivir entre quienes adoran a dioses falsos (Esdras 3:1; Isaías 32:18). El libro Lands and Peoples of the Bible (Tierras y pueblos de la Biblia) dice al respecto: “Las características de los babilonios se vieron reflejadas en sus dioses, incluso sus peores defectos. Eran cobardes, borrachos y necios”. Escapar de un ambiente religioso tan degenerado constituiría un auténtico alivio.

19. ¿Qué se requiere para que Israel obtenga el perdón de Jehová, y qué aprendemos de ello?

19 Sin embargo, la misericordia de Jehová no es incondicional. El pueblo debe mostrar que siente remordimiento por su maldad, la cual ocasionó el severo castigo divino (Jeremías 3:25). Si confiesan sus pecados de manera franca y sentida, Jehová los perdonará (véase Nehemías 9:6-37; Daniel 9:5). El mismo principio es aplicable actualmente. “No hay hombre que no peque”, así que todos necesitamos que Jehová se apiade de nosotros (2 Crónicas 6:36). Puesto que es un Dios misericordioso, nos anima a confesarle los pecados, arrepentirnos y dejar de practicar el mal para que seamos sanados (Deuteronomio 4:31; Isaías 1:18; Santiago 5:16). Dar tales pasos no solo nos ayuda a recobrar su favor, sino que también nos consuela (Salmo 51:1; Proverbios 28:13; 2 Corintios 2:7).

Un “dicho proverbial” contra Babilonia

20, 21. ¿Cómo se regocijan los vecinos de Babilonia cuando esta cae?

20 Más de cien años antes de que Babilonia sea la potencia mundial preeminente, Isaías predice cómo reaccionará el mundo ante su caída. Proféticamente, ordena a cada uno de los israelitas liberados de Babilonia: “Tienes que levantar este dicho proverbial contra el rey de Babilonia y decir: ‘¡Cómo ha cesado el que obligaba a otros a trabajar, cómo ha cesado la opresión! Jehová ha quebrado la vara de los inicuos, el bastón de los que gobernaban, el que golpeaba a los pueblos en furor con un golpe incesantemente, el que sojuzgaba a las naciones en consumada cólera con una persecución sin restricción’” (Isaías 14:4-6). Babilonia se ha ganado a pulso la reputación de conquistadora, de opresora que convierte a la gente libre en esclavos. Por tanto, resulta muy adecuado que su caída se celebre con un “dicho proverbial” dirigido principalmente contra la dinastía babilónica, una dinastía que, iniciándose en Nabucodonosor y terminando en Nabonido y Belsasar, ha presidido los días de gloria de la gran ciudad.

21 ¡Qué distinto será cuando caiga! “Toda la tierra ha entrado en descanso, ha quedado libre de disturbio. La gente se ha puesto alegre con clamores gozosos. Hasta los enebros se han regocijado también a causa de ti, los cedros del Líbano, diciendo: ‘Desde que has yacido, no sube contra nosotros ningún cortador de leña’.” (Isaías 14:7, 8.) Los gobernantes de Babilonia consideraban a los reyes de las naciones circundantes como árboles que podían cortarse y utilizarse para sus propios fines. Pues bien, esos días terminaron. El leñador babilonio ha talado su último árbol.

22. ¿Cómo afecta al Seol, en sentido poético, la caída de la dinastía babilónica?

22 Tan asombrosa es la caída que el propio sepulcro se estremece: “Aun el Seol debajo se ha agitado a causa de ti a fin de venir a tu encuentro a tu llegada. A causa de ti ha despertado a los que están impotentes en la muerte, a todos los caudillos de la tierra semejantes a cabras. Ha hecho que todos los reyes de las naciones se levanten de sus tronos. Todos ellos se expresan y te dicen: ‘¿A ti mismo también se te ha hecho débil como nosotros? ¿A nosotros se te ha hecho comparable? Al Seol ha sido bajado tu orgullo, el estruendo de tus instrumentos de cuerda. Debajo de ti, las cresas están extendidas como lecho; y gusanos son tu cubierta’” (Isaías 14:9-11). Se trata, desde luego, de una impactante imagen poética. Es como si la sepultura común de la humanidad despertara a todos aquellos reyes que han precedido en la muerte a la dinastía babilónica para que reciban a la recién llegada. Se mofan de la impotente Babilonia, que yace en un lecho de cresas, no en un diván costoso, y está cubierta de gusanos, no de lujosas prendas de lino.

“Como un cadáver pisoteado”

23, 24. ¿A qué extremo llega la arrogancia de los reyes de Babilonia?

23 Isaías prosigue con su dicho proverbial: “¡Oh, cómo has caído del cielo, tú, el resplandeciente, hijo del alba! ¡Cómo has sido cortado a tierra, tú que estabas incapacitando a las naciones!” (Isaías 14:12). El orgullo egoísta impulsa a los monarcas de Babilonia a ensalzarse por encima de los reyes vecinos. Ejercen su poder y autoridad con arrogancia, como una estrella que brilla con intensidad en el cielo del amanecer. La conquista de Jerusalén por parte de Nabucodonosor, una hazaña que Asiria no pudo lograr, constituye un especial motivo de orgullo. La declaración proverbial pone en labios de la orgullosa dinastía babilónica las siguientes palabras: “A los cielos subiré. Por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré sobre la montaña de reunión, en las partes más remotas del norte. Subiré por encima de los lugares altos de las nubes; me haré parecer al Altísimo” (Isaías 14:13, 14). ¿Podría haber mayor desvergüenza?

24 En la Biblia, a los reyes del linaje de David se les asemeja a estrellas (Números 24:17). De David en adelante, aquellas “estrellas” gobernaron desde el monte Sión. Una vez que Salomón construyó el templo de Jehová en Jerusalén, el nombre Sión pasó a designar a la entera ciudad. Bajo el pacto de la Ley, todo varón israelita estaba obligado a viajar a Sión tres veces al año, por lo que se convirtió en “la montaña de reunión”. Con su determinación de subyugar a los reyes de Judá y luego desarraigarlos de aquella montaña, Nabucodonosor manifiesta su intención de elevarse por encima de tales “estrellas”. En vez de atribuir el mérito de su victoria sobre ellas a Jehová, en realidad se coloca con arrogancia en el lugar de este.

25, 26. ¿Qué vergonzoso final tiene la dinastía babilónica?

25 A la orgullosa dinastía babilónica le espera un serio revés. Babilonia no se alzará, ni mucho menos, por encima de las estrellas de Dios. Jehová declara algo muy distinto: “Al Seol se te hará bajar, a las partes más remotas del hoyo. Los que te ven fijarán su mirada aun en ti; harán un examen minucioso hasta de ti, y dirán: ‘¿Es este el hombre que estuvo agitando la tierra, que estuvo haciendo mecerse los reinos, que hizo que la tierra productiva fuera como el desierto y que derribó sus mismísimas ciudades, que no abrió el camino hacia casa siquiera a sus prisioneros?’” (Isaías 14:15-17). La ambiciosa dinastía bajará al Hades (Seol), tal como cualquier ser humano.

26 ¿Qué será, pues, de la nación que conquistó reinos, arrasó campos de labor y derribó un sinnúmero de ciudades? ¿Qué será de la potencia mundial que hizo cautivos y nunca les permitió volver a su tierra? La dinastía babilónica ni siquiera tendrá un entierro digno. Dice Jehová: “Todos los otros reyes de las naciones, sí, todos ellos, han yacido en gloria, cada uno en su propia casa. Pero en cuanto a ti, tú has sido arrojado sin sepultura para ti, como un brote detestado, vestido de muertos atravesados por la espada que bajan a las piedras de un hoyo, como un cadáver pisoteado. No llegarás a unirte con ellos en un sepulcro, porque arruinaste tu propia tierra, mataste a tu propio pueblo. Hasta tiempo indefinido la prole de los malhechores no será nombrada” (Isaías 14:18-20). En el mundo antiguo, ser privado de un entierro honorable era una vergüenza para un rey. Por tanto, ¿qué puede decirse de la dinastía real de Babilonia? Es verdad que sus reyes probablemente reciben sepultura con honores, pero la dinastía imperial de descendientes de Nabucodonosor queda repudiada “como un brote detestado”. Es como si la arrojaran en una tumba anónima, como un simple soldado de a pie caído en combate. ¡Qué humillación!

27. ¿En qué sentido sufrirán por el error de sus antepasados las generaciones futuras de babilonios?

27 El dicho proverbial concluye con las últimas órdenes para los medos y persas conquistadores: “Preparen ustedes un tajo para los propios hijos de él a causa del error de los antepasados de ellos, para que no se levanten y realmente tomen posesión de la tierra y llenen de ciudades la haz de la tierra productiva” (Isaías 14:21). Babilonia caerá para siempre, y su dinastía gobernante será desarraigada. No resurgirá nunca. Las generaciones futuras de babilonios sufrirán a causa del “error de [sus] antepasados”.

28. ¿Cuál fue la causa del pecado de los reyes de Babilonia, y qué aprendemos de ello?

28 La sentencia que se pronuncia contra la dinastía babilónica encierra una valiosa lección para nosotros. La causa del pecado de aquellos reyes fue su desmesurada ambición (Daniel 5:23). Sedientos de poder, querían dominar a otros seres humanos (Isaías 47:5, 6). Y ansiaban recibir gloria de los hombres, algo que en justicia solo corresponde a Dios (Revelación [Apocalipsis] 4:11). Sirva esto de advertencia a cuantos tienen autoridad, incluso en la congregación cristiana. La ambición y el orgullo egoísta son características que Jehová no tolerará, ni a individuos ni a naciones.

29. ¿De qué fue reflejo el orgullo y la ambición de los gobernantes babilonios?

29 El orgullo de los gobernantes babilonios fue reflejo del espíritu del “dios de este sistema de cosas”, Satanás el Diablo (2 Corintios 4:4). Él también está sediento de poder y anhela ensalzarse por encima de Jehová Dios. Igual que sucedió con el rey de Babilonia y los pueblos a los que subyugó, la ambición impía de Satanás ha acarreado miseria y sufrimiento a toda la humanidad.

30. ¿Qué otra Babilonia se menciona en la Biblia, y qué disposición ha demostrado?

30 Por otra parte, el libro de Revelación habla de una segunda Babilonia: “Babilonia la Grande” (Revelación 18:2). Esta organización, el imperio mundial de la religión falsa, también ha manifestado una disposición orgullosa, opresiva y cruel. Por consiguiente, cuando llegue el momento que Dios ha estipulado, ella también deberá enfrentarse a un “día de Jehová” y sufrir destrucción (Isaías 13:6). Desde 1919 ha resonado este mensaje por toda la Tierra: “¡Babilonia la Grande ha caído!” (Revelación 14:8). Esta sufrió una caída cuando no pudo retener cautivo al pueblo de Dios, y pronto será destruida por completo. Acerca de la antigua Babilonia, Jehová ordenó: “Páguenle conforme a su actividad. Conforme a todo lo que ha hecho, háganle a ella. Porque es contra Jehová contra quien ha obrado presuntuosamente, contra el Santo de Israel” (Jeremías 50:29; Santiago 2:13). Babilonia la Grande recibirá una sentencia similar.

31. ¿Qué le ocurrirá pronto a Babilonia la Grande?

31 Por lo tanto, la declaración final de esta profecía no solo es aplicable a la Babilonia de la antigüedad, sino también a Babilonia la Grande: “Ciertamente me levantaré contra ellos [...]. Y ciertamente cortaré de Babilonia nombre y resto y descendencia y posteridad [...]. Y ciertamente la haré posesión de puercos espines y estanques de agua llenos de cañas, y ciertamente la barreré con la escoba de la aniquilación” (Isaías 14:22, 23). Las desoladas ruinas de la antigua Babilonia son una muestra de lo que Dios pronto hará con Babilonia la Grande. ¡Qué consuelo para los amantes de la adoración verdadera! Y también es un estímulo para impedir a toda costa que aniden en nosotros las características satánicas del orgullo, la arrogancia o la crueldad.

[Notas]

Aunque Isaías solo menciona por nombre a los medos, contra Babilonia se aliarán Media, Persia, Elam y otras naciones más pequeñas (Jeremías 50:9; 51:24, 27, 28). Los países vecinos emplean el término “el medo” para referirse a medos y a persas por igual. Además, en la época de Isaías, Media es la potencia predominante. Persia no ocupará esa posición sino hasta el reinado de Ciro.

Parece, sin embargo, que posteriormente los medos y los persas desarrollaron una verdadera pasión por el lujo (Ester 1:1-7).

Por ejemplo, Daniel fue nombrado alto funcionario en Babilonia durante el mandato de los medos y los persas. Unos sesenta años después, Ester llegó a ser reina consorte del rey persa Asuero, y Mardoqueo, primer ministro de todo el Imperio persa.

[Ilustración de la página 178]

Tras su caída, Babilonia será frecuentada por los animales del desierto

[Ilustraciones de la página 186]

Lo mismo que la Babilonia antigua, Babilonia la Grande se convertirá en un montón de ruinas

El consejo de Jehová contra las naciones
El consejo de Jehová contra las naciones - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 15

El consejo de Jehová contra las naciones

Isaías 14:24–19:25

1. ¿Qué sentencia contra Asiria escribe Isaías?

AUNQUE Jehová puede valerse de las naciones para disciplinar a su pueblo por su maldad, de ningún modo excusa la crueldad gratuita, el orgullo y la animosidad de estas hacia la adoración verdadera. De ahí que, con mucha antelación, inspire a Isaías a escribir “la declaración formal contra Babilonia” (Isaías 13:1). No obstante, Babilonia es una amenaza aún futura. En tiempos de Isaías, la nación que oprime al pueblo en pacto con Dios es Asiria, la cual destruye el norteño reino de Israel y asola gran parte de Judá. Pero el triunfo asirio es limitado. Isaías escribe: “Jehová de los ejércitos ha jurado, y dicho: ‘De seguro tal como he calculado, así tiene que suceder [...] a fin de quebrar al asirio en mi tierra, y para que lo pisotee en mis propias montañas; y para que su yugo realmente se aparte de sobre ellos, y para que su mismísima carga se aparte de sobre el hombro de ellos’” (Isaías 14:24, 25). No mucho después de que Isaías pronuncia esta profecía, se hace desaparecer la amenaza asiria contra Judá.

2, 3. a) ¿Contra quiénes extendió Jehová su mano en la antigüedad? b) ¿Qué significa el hecho de que Jehová extienda su mano contra “todas las naciones”?

2 Pero ¿y las demás naciones enemigas del pueblo con el que Dios estableció su pacto? Contra ellas también se dictará sentencia. Isaías declara: “Este es el consejo que está aconsejado contra toda la tierra, y esta es la mano que está extendida contra todas las naciones. Porque Jehová de los ejércitos mismo ha aconsejado, y ¿quién puede desbaratarlo? Y su mano es la que está extendida, y ¿quién puede volverla atrás?” (Isaías 14:26, 27). “El consejo” de Jehová es más que una simple recomendación. Es su firme determinación, su decreto (Jeremías 49:20, 30). “La mano” de Dios es su poder en acción. En los versículos finales del capítulo 14 de Isaías y en los Isa capítulos 15 a 19, Jehová dirige su consejo contra Filistea, Moab, Damasco, Etiopía y Egipto.

3 Pero Isaías dice que la mano de Jehová está extendida contra “todas las naciones”. Así, aunque estas profecías se cumplen inicialmente en la antigüedad, también lo hacen en líneas generales en “el tiempo del fin”, cuando Jehová extiende su mano contra todos los reinos de la Tierra (Daniel 2:44; 12:9; Romanos 15:4; Revelación [Apocalipsis] 19:11, 19-21). Con mucha antelación y plena confianza, el Dios todopoderoso, Jehová, revela su consejo. Nadie puede volver atrás Su mano extendida (Salmo 33:11; Isaías 46:10).

“Una culebra abrasadora volante” contra Filistea

4. Mencione algunos detalles de la declaración formal de Jehová contra Filistea.

4 Primero les llega el turno a los filisteos. “El año en que murió el rey Acaz ocurrió esta declaración formal: ‘No te regocijes, oh Filistea, ninguno de ti, simplemente porque ha sido quebrado el bastón del que te golpeaba. Porque de la raíz de la serpiente saldrá una culebra venenosa, y su fruto será una culebra abrasadora volante’.” (Isaías 14:28, 29.)

5, 6. a) ¿En qué sentido fue Uzías como una serpiente para los filisteos? b) ¿Qué resulta ser Ezequías para Filistea?

5 El rey Uzías tuvo la fuerza suficiente para contener la amenaza que suponían los filisteos (2 Crónicas 26:6-8). A los ojos de estos, él fue como una serpiente, alguien cuyo bastón no cesó de golpear a aquel vecino hostil. Al morir Uzías, ‘su bastón fue quebrado’. Le sucedió el fiel Jotán, pero “el pueblo todavía estaba actuando ruinosamente”. Con el siguiente rey, Acaz, el panorama cambió. Los filisteos efectuaron victoriosas incursiones en Judá (2 Crónicas 27:2; 28:17, 18). Pero las circunstancias cambian de nuevo. El rey Acaz muere en 746 a.E.C., y el joven Ezequías sube al trono. Los filisteos están muy equivocados si creen que la situación seguirá favoreciéndolos. Ezequías resulta ser un temible adversario. Este rey, descendiente de Uzías (el “fruto” de su “raíz”), es como “una culebra abrasadora volante”: se lanza rápido al ataque, golpea con la velocidad del relámpago y produce un efecto abrasador, como si inyectara veneno a sus víctimas.

6 Sin duda, una descripción atinada del nuevo rey. “Fue [Ezequías] quien derribó a los filisteos aun hasta Gaza, y también sus territorios, desde la torre de los atalayas aun hasta la ciudad fortificada.” (2 Reyes 18:8.) Según los anales del rey asirio Senaquerib, los filisteos se convierten en súbditos de Ezequías. “Los de condición humilde” —el debilitado reino de Judá— llegan a tener seguridad y prosperidad, mientras que Filistea padece hambre (léase Isaías 14:30, 31).

7. ¿Qué declaración de su fe debe hacer Ezequías a los embajadores que se hallan en Jerusalén?

7 Parece que ciertos embajadores han venido a Judá, tal vez con el objetivo de formar una alianza contra Asiria. ¿Qué se les debe decir? “¿Qué dirá cualquiera en respuesta a los mensajeros de la nación?” ¿Ha de buscar Ezequías protección en alianzas con extranjeros? No. He aquí lo que debe responder a los mensajeros: “Jehová mismo ha colocado el fundamento de Sión, y en ella se refugiarán los afligidos de su pueblo” (Isaías 14:32). El rey debe tener plena confianza en Jehová. El fundamento de Sión es firme. La ciudad perdurará y será un refugio seguro contra la amenaza asiria (Salmo 46:1-7).

8. a) ¿En qué se han parecido a Filistea algunas naciones? b) Como en el pasado, ¿qué ha hecho Jehová hoy para apoyar a su pueblo?

8 Como la antigua Filistea, algunas naciones actuales se oponen enconadamente a quienes adoran a Dios. Han confinado a muchos testigos cristianos de Jehová en prisiones y campos de concentración. Los han proscrito. A algunos les han dado muerte. Los opositores continuamente “hacen ataques agudos contra el alma del justo” (Salmo 94:21). Quizá, a los ojos de sus adversarios, quienes componen este grupo cristiano sean “de condición humilde” y “pobres”. Pero, con el apoyo de Jehová, tienen abundancia espiritual mientras sus enemigos padecen hambre (Isaías 65:13, 14; Amós 8:11). Cuando Jehová extienda su mano contra los filisteos modernos, estas personas “de condición humilde” estarán a salvo. ¿Dónde? Junto a “la casa de Dios”, de la que Jesús es la sólida piedra angular de fundamento (Efesios 2:19, 20). Además, los protegerá la “Jerusalén celestial”, el Reino celestial de Jehová, cuyo Rey es Jesucristo (Hebreos 12:22; Revelación 14:1).

Moab es reducida al silencio

9. ¿Contra quién se dirige la siguiente declaración formal, y cómo ha demostrado esta nación que es enemiga del pueblo de Dios?

9 Al este del mar Muerto se encuentra otra nación vecina de Israel: Moab. A diferencia de los filisteos, los moabitas están emparentados con Israel, pues son descendientes de Lot, sobrino de Abrahán (Génesis 19:37). Pese a dicho parentesco, Moab tiene un historial de enemistad con Israel. En los días de Moisés, por ejemplo, el rey de Moab contrató al profeta Balaam con la intención de que maldijera a los israelitas, y cuando la acción fracasó, los moabitas se valieron de la inmoralidad y la adoración a Baal a fin de entramparlos (Números 22:4-6; 25:1-5). No es de extrañar, por tanto, que ahora Jehová inspire a Isaías a dejar constancia escrita de “la declaración formal contra Moab” (Isaías 15:1a).

10, 11. ¿Qué le sucederá a Moab?

10 La profecía de Isaías va dirigida contra numerosas ciudades y lugares de Moab, como Ar, Quir (o Quir-haréset) y Dibón (Isaías 15:1b, 2a). Los moabitas se lamentarán por las tortas de pasas de Quir-haréset, posiblemente uno de los principales productos de la ciudad (Isaías 16:6, 7). Se abatirá a Sibmá y Jazer, famosas por sus viñas (Isaías 16:8-10). Eglat-selisiyá, cuyo nombre quizá signifique “novilla de tres años”, será como una robusta ternera que profiere lastimeros mugidos de angustia (Isaías 15:5). Los pastos se secarán y las “aguas de Dimón” se teñirán con la sangre de los moabitas muertos. Las “aguas de Nimrim” se tornarán en “verdaderas desolaciones”, ya sea en sentido figurado o literal, pues posiblemente el enemigo cegará sus arroyos (Isaías 15:6-9).

11 Los moabitas se ceñirán de saco, el tejido del luto. Se afeitarán la cabeza en símbolo de vergüenza y lamento. Su barba será “cortada” en señal de tristeza y humillación extremas (Isaías 15:2b-4). Isaías mismo, seguro de la ejecución de las sentencias, manifiesta un profundo sentir. Como las vibrantes cuerdas de un arpa, su interior se conmueve de pena por el sombrío mensaje dirigido a Moab (Isaías 16:11, 12).

12. ¿Cómo se cumplieron las palabras que Isaías habló contra Moab?

12 ¿Cuándo se cumplirá esta profecía? Pronto. “Esta es la palabra que habló Jehová respecto a Moab anteriormente. Y ahora Jehová ha hablado, y dicho: ‘Dentro de tres años, conforme a los años de un trabajador asalariado, a la gloria de Moab también se tiene que deshonrar con mucha conmoción de toda suerte, y los que queden serán muy pocos, no poderosos’.” (Isaías 16:13, 14.) En armonía con estas palabras, los hallazgos arqueológicos indican que en el siglo VIII a.E.C., Moab atravesó un período de intenso sufrimiento y que muchos sectores quedaron deshabitados. Tiglat-piléser III mencionó a Salamanu de Moab entre los gobernantes que le pagaron tributo. Senaquerib recibió tributo de Kammusunadbi, rey de Moab. Los monarcas asirios Esar-hadón y Asurbanipal dijeron que los reyes moabitas Musuri y Kamashaltu estaban sometidos a ellos. Hace siglos que los moabitas dejaron de existir como pueblo. Aunque se han hallado ruinas de ciudades supuestamente moabitas, hasta ahora se han desenterrado pocos indicios de esta antigua y poderosa nación enemiga de Israel.

Perece la “Moab” moderna

13. ¿Qué organización actual es comparable a Moab?

13 Hoy existe una organización mundial similar a la Moab antigua. Se trata de la cristiandad, la sección principal de “Babilonia la Grande” (Revelación 17:5). Tanto Moab como Israel eran descendientes de Taré, el padre de Abrahán. Al igual que la congregación actual de cristianos ungidos, la cristiandad afirma que sus raíces se remontan a la congregación cristiana del siglo primero (Gálatas 6:16). Sin embargo, como Moab, está corrompida y promueve la inmoralidad espiritual y la adoración de dioses que no son el único Dios verdadero, Jehová (Santiago 4:4; 1 Juan 5:21). Como colectivo, los líderes de la cristiandad se oponen a quienes predican las buenas nuevas del Reino (Mateo 24:9, 14).

14. A pesar del consejo de Jehová en contra de la “Moab” moderna, ¿qué esperanza pueden tener a título individual los miembros de esta organización?

14 Moab acabó reducida al silencio. Lo mismo le sucederá a la cristiandad. Jehová se valdrá de un equivalente moderno de Asiria y hará que quede desolada (Revelación 17:16, 17). Ahora bien, hay esperanza para quienes están en la “Moab” moderna. En mitad de su profecía contra Moab, Isaías dice: “En bondad amorosa ciertamente se establecerá firmemente un trono; y uno tendrá que sentarse sobre él con apego a la verdad en la tienda de David, juzgando y buscando el derecho y siendo pronto en la justicia” (Isaías 16:5). En 1914, Jehová estableció firmemente el trono de Jesús, el Gobernante del linaje del rey David. El reinado de Jesús es una manifestación de la bondad amorosa del Creador y, en cumplimiento del pacto de Dios con el rey David, durará para siempre (Salmo 72:2; 85:10, 11; 89:3, 4; Lucas 1:32). Muchas personas mansas han abandonado la “Moab” moderna y se han sometido a Jesús para obtener la vida (Revelación 18:4). Las consuela mucho saber que Jesús “aclarará a las naciones lo que es la justicia” (Mateo 12:18; Jeremías 33:15).

Damasco se convierte en un montón de ruinas

15, 16. a) ¿Qué medidas hostiles toman Damasco e Israel contra Judá, y con qué consecuencias para Damasco? b) ¿A quién incluye también la declaración formal contra Damasco? c) ¿Qué pueden aprender del ejemplo de Israel los cristianos de la actualidad?

15 Acto seguido, Isaías escribe “la declaración formal contra Damasco” (léase Isaías 17:1-6). Esta ciudad, situada al norte de Israel, es “la cabeza de Siria” (Isaías 7:8). Estando Judá bajo el rey Acaz, Rezín de Damasco, aliado con Péqah de Israel, la invade. Sin embargo, a petición de Acaz, el asirio Tiglat-piléser III ataca Damasco, la conquista y envía al exilio a muchos de sus habitantes. A partir de ese momento, Damasco ya no representa una amenaza para Judá (2 Reyes 16:5-9; 2 Crónicas 28:5, 16).

16 Quizá debido a la alianza de Israel con Damasco, la declaración formal contra esta última también contiene expresiones que condenan al infiel reino norteño (Isaías 17:3-6). Israel será comparable a un campo con muy poco grano en la época de la siega, o a un olivo vareado en cuyas ramas apenas quedan aceitunas (Isaías 17:4-6). Este ejemplo es muy aleccionador para cuantos están dedicados a Jehová. Él espera devoción exclusiva, y solo acepta el servicio sagrado que se rinde de corazón. Además, odia a quienes se vuelven contra sus propios hermanos (Éxodo 20:5; Isaías 17:10, 11; Mateo 24:48-50).

Plena confianza en Jehová

17, 18. a) ¿Cómo responden algunos habitantes de Israel a las declaraciones formales de Jehová, pero cómo lo hace la mayoría? b) ¿Qué similitudes hay entre la situación actual y la del tiempo de Ezequías?

17 Isaías dice a continuación: “En aquel día el hombre terrestre dirigirá la vista a su Hacedor, y sus propios ojos mirarán con fijeza al mismísimo Santo de Israel. Y no dirigirá la vista a los altares, la obra de sus manos; y a lo que sus dedos han hecho no mirará con fijeza, ni a los postes sagrados ni a los estantes de incienso” (Isaías 17:7, 8). Sí, hay en Israel quienes responden a la advertencia que hace Jehová en su declaración formal. Por ejemplo, cuando Ezequías envía una invitación a los habitantes de Israel para que celebren la Pascua junto con Judá, algunos de ellos la aceptan y viajan al sur con el fin de unirse a sus hermanos en la adoración pura (2 Crónicas 30:1-12). No obstante, la mayoría de los habitantes de Israel se burlan de los portadores de la invitación. La apostasía del país es incorregible. De ahí que las palabras de Jehová en su contra se hagan realidad. Asiria destruye sus ciudades, la tierra se convierte en un yermo, y los prados se tornan improductivos (léase Isaías 17:9-11).

18 ¿Y ahora? Israel era una nación apóstata. Por tanto, la forma en que Ezequías intentó que algunos israelitas se volvieran a la adoración verdadera nos recuerda la labor de los cristianos verdaderos de nuestro tiempo, pues ellos también tratan de ayudar a personas que pertenecen a la organización de la cristiandad apóstata. Desde 1919, “el Israel de Dios” ha despachado mensajeros que han ido por toda la cristiandad invitando a la gente a unírseles en la adoración pura (Gálatas 6:16). La mayoría no ha querido, y muchos se han burlado de los portadores del mensaje. Pero algunos, que ya se cuentan por millones, han hecho caso y se deleitan en ‘mirar con fijeza al Santo de Israel’ para recibir Su enseñanza (Isaías 54:13). Dejando atrás los altares inmundos —la devoción a dioses de hechura humana y la confianza en ellos—, se vuelven con entusiasmo a Jehová (Salmo 146:3, 4). Cada uno de ellos se hace eco de estas palabras de Miqueas, contemporáneo de Isaías: “En cuanto a mí, por Jehová me mantendré vigilante. Ciertamente mostraré una actitud de espera por el Dios de mi salvación. Mi Dios me oirá” (Miqueas 7:7).

19. ¿A quiénes reprenderá Jehová, y qué supondrá para ellos?

19 Tales personas se hallan en marcado contraste con las que confían en hombres mortales. En estos últimos días, turbulentas oleadas de violencia y agitación azotan a la población mundial. “El mar” de la humanidad inquieta y rebelde genera insatisfacción y revoluciones (Isaías 57:20; Revelación 8:8, 9; 13:1). Jehová “reprenderá” a esta multitud estruendosa. Su Reino celestial destruirá a toda organización e individuo alborotador, y de ese modo “huir[án] lejos [...] como un remolino de cardos delante de un viento de tempestad” (Isaías 17:12, 13; Revelación 16:14, 16).

20. Pese al ‘saqueo’ que sufren a manos de las naciones, ¿qué confianza tienen los verdaderos cristianos?

20 ¿Con qué resultado? Isaías lo indica: “Al tiempo del atardecer, pues, ¡miren!, hay terror repentino. Antes de la mañana... ya no es. Esta es la parte que corresponde a los que nos despojan, y la suerte que pertenece a los que nos saquean” (Isaías 17:14). Muchos están saqueando a los siervos de Jehová, es decir, tratándolos con dureza y falta de respeto. Dado que estos no son —ni quieren ser— parte de las religiones mayoritarias del mundo, críticos tendenciosos y opositores fanáticos los consideran presa fácil. Pero el pueblo de Dios tiene plena confianza en que “la mañana” en la que terminarán sus tribulaciones se acerca con rapidez (2 Tesalonicenses 1:6-9; 1 Pedro 5:6-11).

Etiopía lleva un regalo a Jehová

21, 22. ¿Cuál es la siguiente nación contra la que se dicta sentencia en la declaración formal, y cómo se cumplen las palabras inspiradas de Isaías?

21 Etiopía, al sur de Egipto, ha participado al menos en dos agresiones militares contra Judá (2 Crónicas 12:2, 3; 14:1, 9-15; 16:8). Ahora Isaías predice que será castigada: “¡Un ¡ha!, para el país de los insectos zumbadores con alas, que está en la región de los ríos de Etiopía!” (léase Isaías 18:1-6).* Jehová decreta que sea ‘cortada, quitada y escamondada’.

22 La historia extrabíblica revela que Etiopía conquistó Egipto a finales del siglo VIII a.E.C. y que lo gobernó unos sesenta años. Los emperadores asirios Esar-hadón y Asurbanipal invadieron por su parte el territorio egipcio. Una vez que Asurbanipal destruyó Tebas, Asiria subyugó Egipto y puso fin al dominio etíope sobre el valle del Nilo (véase también Isaías 20:3-6). ¿Qué puede decirse de los sucesos de tiempos modernos?

23. ¿Cuál es el papel de la “Etiopía” actual, y por qué llega a su fin?

23 La profecía de Daniel sobre “el tiempo del fin” declara que Etiopía y Libia ‘irían en los pasos’ del agresivo “rey del norte”, es decir, responderían a su dirección (Daniel 11:40-43). Asimismo se menciona a Etiopía entre las fuerzas de combate de “Gog de la tierra de Magog” (Ezequiel 38:2-5, 8). Las huestes de Gog, incluido el rey del norte, llegan a su fin cuando atacan a la nación santa de Jehová. La mano de Dios, por tanto, también se extenderá contra la “Etiopía” del día actual, pues se opone a la soberanía divina (Ezequiel 38:21-23; Daniel 11:45).

24. ¿De qué maneras ha recibido Jehová “regalos” de las naciones?

24 Pero la profecía señala algo más: “En aquel tiempo se traerá un regalo a Jehová de los ejércitos, de parte de un pueblo de alta talla y bruñido, aun de un pueblo que por todas partes es inspirador de temor, [...] al lugar del nombre de Jehová de los ejércitos, al monte Sión” (Isaías 18:7). Si bien no reconocen la soberanía de Jehová, las naciones han actuado a veces de modos que benefician a Su pueblo. En algunos países, las autoridades han promulgado leyes y han dictado sentencias que otorgan derechos legales a los fieles adoradores de Jehová (Hechos 5:29; Revelación 12:15, 16). Y hay regalos de otra índole. “A ti mismo los reyes traerán regalos. [...] Efectos de bronce saldrán de Egipto; Cus [Etiopía] mismo rápidamente extenderá sus manos con regalos a Dios.” (Salmo 68:29-31.) Hoy, millones de “etíopes” modernos que temen a Jehová le están entregando “un regalo” relacionado con su adoración (Malaquías 1:11). Lo hacen colaborando en la enorme tarea de predicar las buenas nuevas del Reino en toda la Tierra (Mateo 24:14; Revelación 14:6, 7). ¡Qué magnífico regalo para Jehová! (Hebreos 13:15.)

El corazón de Egipto se derrite

25. ¿Qué le sucede al antiguo Egipto en cumplimiento de Isaías 19:1-11?

25 El vecino inmediato de Judá hacia el sur, por largo tiempo enemigo del pueblo en pacto con Dios, es Egipto. El capítulo 19 de Isaías deja constancia de su inestabilidad en tiempos del profeta. El país está sumido en una guerra civil que enfrenta a “ciudad contra ciudad, reino contra reino” (Isaías 19:2, 13, 14). Los historiadores han hallado pruebas de que hubo dinastías rivales contemporáneas gobernando diferentes secciones del país. La aclamada sabiduría de Egipto, con sus “dioses que nada valen” y “encantadores”, no protegió a la nación de la “mano de un amo duro” (Isaías 19:3, 4). Sucesivamente, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma conquistan Egipto, y todos esos acontecimientos cumplen las profecías de Isaías 19:1-11.

26. En el cumplimiento mayor, ¿cómo reaccionarán los habitantes del “Egipto” moderno ante los actos judiciales de Jehová?

26 Ahora bien, en la Biblia, Egipto a menudo simboliza el mundo de Satanás (Ezequiel 29:3; Joel 3:19; Revelación 11:8). ¿Tiene un cumplimiento mayor, por tanto, “la declaración formal contra Egipto” que pronuncia Isaías? Por supuesto que sí. Las palabras de apertura de la profecía deben impulsarnos a todos a prestar atención: “¡Miren! Jehová va montado en una nube veloz y entra en Egipto. Y los dioses de Egipto, que nada valen, ciertamente se estremecerán a causa de él, y el mismísimo corazón de Egipto se derretirá en medio de él” (Isaías 19:1). Dentro de poco, Jehová tomará medidas contra la organización de Satanás. Cuando eso ocurra, se hará patente que los dioses de este sistema de cosas no son de valor alguno (Salmo 96:5; 97:7). “El mismísimo corazón de Egipto se derretirá” de miedo. Será tal como Jesús predijo: “Habrá [...] angustia de naciones, por no conocer la salida a causa del bramido del mar y de su agitación, mientras que los hombres desmayan por el temor y la expectación de las cosas que vienen sobre la tierra habitada” (Lucas 21:25, 26).

27. ¿Qué divisiones internas se predijeron respecto a “Egipto”, y cómo se cumplen hoy tales predicciones?

27 Refiriéndose al período previo a la ejecución de su sentencia, Jehová predice: “Ciertamente aguijonearé a egipcios contra egipcios, y ciertamente guerrearán cada cual contra su hermano, y cada cual contra su compañero, ciudad contra ciudad, reino contra reino” (Isaías 19:2). Desde que el Reino de Dios se estableció en 1914, “la señal de [la] presencia” de Jesús ha estado marcada por el levantamiento de nación contra nación y reino contra reino. Las masacres entre tribus, los sangrientos genocidios y las llamadas limpiezas étnicas se han cobrado millones de vidas durante estos últimos días. Tales “dolores de angustia” no harán más que intensificarse según vaya acercándose el fin (Mateo 24:3, 7, 8).

28. En el día del juicio, ¿podrá hacer algo la religión falsa para salvar a este sistema de cosas?

28 “El espíritu de Egipto tendrá que quedar perplejo en medio de él, y yo confundiré su propio consejo. Y de seguro acudirán a los dioses que nada valen, y a los encantadores, y a los médium espiritistas, y a los pronosticadores profesionales de sucesos.” (Isaías 19:3.) Cuando Moisés se presentó ante Faraón, los sacerdotes de Egipto, incapaces de igualar el poder de Jehová, quedaron avergonzados (Éxodo 8:18, 19; Hechos 13:8; 2 Timoteo 3:8). Del mismo modo, la religión falsa tampoco podrá salvar a este sistema corrupto en el día del juicio (compárese con Isaías 47:1, 11-13). Con el tiempo, Egipto llegó a estar sometido a “un amo duro”, Asiria (Isaías 19:4). Este hecho prefigura el sombrío futuro que le espera a este sistema de cosas.

29. ¿De qué utilidad serán los dirigentes políticos cuando llegue el día de Jehová?

29 Pero ¿y los dirigentes políticos? ¿Son de alguna ayuda? “Los príncipes de Zoan son verdaderamente tontos. En cuanto a los sabios de los consejeros de Faraón, su consejo es una cosa irrazonable.” (Léase Isaías 19:5-11.) Esperar que los consejeros humanos sirvan para algo en el día del juicio es totalmente irrazonable. Aunque tengan a su disposición todo el conocimiento del mundo, carecen de sabiduría piadosa (1 Corintios 3:19). Han rechazado a Jehová y lo han sustituido por otros dioses, como la supuesta ciencia, la filosofía, el dinero o los placeres. De ahí que no conozcan los propósitos de Dios. Engañados y desconcertados, sus obras son inútiles (léase Isaías 19:12-15). “Los sabios han quedado avergonzados. Se han aterrorizado y serán atrapados. ¡Miren! Ellos han rechazado la mismísima palabra de Jehová, y ¿qué sabiduría tienen?” (Jeremías 8:9.)

Una señal y un testimonio para Jehová

30. ¿De qué modo ‘llegará a ser el suelo de Judá una causa de vértigo para Egipto’?

30 Los dirigentes de “Egipto” son débiles, “como mujeres”, pero aún hay personas que buscan la sabiduría piadosa. Los ungidos de Jehová y sus compañeros ‘declaran en público las excelencias de Dios’ (Isaías 19:16; 1 Pedro 2:9). Hacen lo posible por dar la advertencia de que se aproxima el fin de la organización de Satanás. Aludiendo a esta situación futura, Isaías dice: “El suelo de Judá tiene que llegar a ser para Egipto causa de vértigo. Todo aquel a quien uno lo menciona está en pavor a causa del consejo de Jehová de los ejércitos que él aconseja contra él” (Isaías 19:17). Los fieles mensajeros de Jehová siguen declarando la verdad, incluso el anuncio de las plagas predichas por él (Revelación 8:7-12; 16:2-12). Su actividad perturba a los guías religiosos del mundo.

31. ¿Cómo es que llega a hablarse “el lenguaje de Canaán” en varias ciudades de Egipto a) en la antigüedad? b) en tiempos modernos?

31 ¿Cuál es el sorprendente resultado de esta proclamación? “En aquel día resultará que en la tierra de Egipto habrá cinco ciudades que hablen el lenguaje de Canaán, y que juren a Jehová de los ejércitos. La Ciudad de Demolición será llamada una ciudad.” (Isaías 19:18.) En la antigüedad, esta profecía se cumplió, al parecer, cuando en varias ciudades egipcias se oyó el idioma hebreo de labios de los judíos que se refugiaron en ellas (Jeremías 24:1, 8-10; 41:1-3; 42:9–43:7; 44:1). Actualmente, en los dominios del “Egipto” moderno hay personas que han aprendido a hablar el “lenguaje puro” de la verdad de la Biblia (Sofonías 3:9). Una de las cinco ciudades simbólicas se llama “La Ciudad de Demolición”, lo que denota que un aspecto del lenguaje puro está relacionado con la denuncia pública y “demolición” de la organización de Satanás.

32. a) ¿Qué “altar” está en medio de la tierra de Egipto? b) ¿En qué sentido son los ungidos como “una columna” al lado del límite de Egipto?

32 La proclamación que realiza el pueblo de Jehová hará que Su gran nombre se conozca en el presente sistema de cosas. “En aquel día resultará haber un altar a Jehová en medio de la tierra de Egipto, y una columna a Jehová al lado de su límite.” (Isaías 19:19.) Estas palabras señalan la posición de los cristianos ungidos, los cuales han entrado en un pacto con Dios (Salmo 50:5). Como “altar”, ofrecen sus sacrificios, y como “columna y apoyo de la verdad”, dan testimonio de Jehová (1 Timoteo 3:15; Romanos 12:1; Hebreos 13:15, 16). Están “en medio de la tierra”, pues, junto con sus compañeros de las “otras ovejas”, se encuentran en más de doscientos treinta países y territorios insulares. No obstante, “no son parte del mundo” (Juan 10:16; 17:15, 16). Por decirlo así, se hallan en el límite entre este mundo y el Reino de Dios, preparados para cruzarlo y recibir su recompensa celestial.

33. ¿Por qué puede decirse que los ungidos son una “señal” y un “testimonio” en “Egipto”?

33 Isaías prosigue: “Tiene que resultar ser para señal y para testimonio a Jehová de los ejércitos en la tierra de Egipto; porque clamarán a Jehová a causa de los opresores, y él les enviará un salvador, sí, uno grande, que realmente los librará” (Isaías 19:20). Como una “señal” y un “testimonio”, los ungidos encabezan la predicación y exaltan el nombre de Jehová en este sistema de cosas (Isaías 8:18; Hebreos 2:13). Por todo el mundo se oyen los clamores de los oprimidos, pero los gobiernos humanos en general son incapaces de socorrerlos. Sin embargo, Jehová enviará a un Magnífico Salvador, el Rey Jesucristo, para liberar a todos los mansos. En la culminación de estos últimos días en la guerra de Armagedón, este aliviará y otorgará bendiciones eternas a los seres humanos temerosos de Dios (Salmo 72:2, 4, 7, 12-14).

34. a) ¿Cómo llegarán “los egipcios” a conocer a Jehová, y qué “sacrificio y regalo” le presentarán? b) ¿Cuándo asestará Jehová un golpe a “Egipto”, y qué curación se producirá a continuación?

34 Mientras tanto, es la voluntad de Dios que personas de toda clase adquieran conocimiento exacto y se salven (1 Timoteo 2:4). De ahí que Isaías escriba: “Jehová ciertamente llegará a ser conocido a los egipcios; y los egipcios tendrán que conocer a Jehová en aquel día, y tendrán que presentar sacrificio y regalo, y tendrán que hacer un voto a Jehová y pagarlo. Y Jehová ciertamente asestará un golpe a Egipto. Habrá un asestar un golpe y un curar; y ellos tendrán que volverse a Jehová, y él tendrá que dejarse rogar por ellos y tendrá que sanarlos” (Isaías 19:21, 22). Individuos de todas las naciones del mundo de Satanás, “egipcios” en ese sentido, llegan a conocer a Jehová y a presentarle como sacrificio “el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre” (Hebreos 13:15). Hacen un voto a Jehová cuando se dedican a él y lo cumplen sirviéndole con lealtad toda su vida. Tras el “golpe” que asestará al actual sistema de cosas en Armagedón, Jehová utilizará su Reino para sanar a la humanidad. Durante el Reinado Milenario de Jesús, esta será elevada a la perfección espiritual, mental, moral y física: una verdadera curación (Revelación 22:1, 2).

“Bendito sea mi pueblo”

35, 36. En cumplimiento de Isaías 19:23-25, ¿qué conexión llegó a existir en la antigüedad entre Egipto, Asiria e Israel?

35 El profeta pasa a predecir algo notable: “En aquel día llegará a haber una calzada de Egipto a Asiria, y Asiria realmente entrará en Egipto, y Egipto en Asiria; y ciertamente prestarán servicio, Egipto con Asiria. En aquel día Israel llegará a ser el tercero con Egipto y con Asiria, a saber, una bendición en medio de la tierra, porque Jehová de los ejércitos lo habrá bendecido, diciendo: ‘Bendito sea mi pueblo, Egipto, y la obra de mis manos, Asiria, y mi herencia, Israel’” (Isaías 19:23-25). En efecto, llegará el día en que Egipto y Asiria estarán en buenas relaciones. ¿Cómo ocurrirá eso?

36 En el pasado, cuando Jehová rescató a su pueblo de otras naciones, le hizo calzadas hacia la libertad, por así decirlo (Isaías 11:16; 35:8-10; 49:11-13; Jeremías 31:21). Esta profecía tuvo un cumplimiento limitado tras la derrota de Babilonia, cuando muchos de los exiliados en Asiria y Egipto, así como en Babilonia, fueron llevados de vuelta a la Tierra Prometida (Isaías 11:11). Pero ¿y en tiempos modernos?

37. ¿En qué sentido viven hoy millones de personas como si hubiera una calzada entre “Asiria” y “Egipto”?

37 En la actualidad, el resto de israelitas espirituales ungidos es “una bendición en medio de la tierra”, pues promueve la adoración verdadera y está declarando el mensaje del Reino a gente de todas las naciones. Algunas de estas son como Asiria, de un marcado carácter militarista. Otras son más liberales, quizá como Egipto, que una vez fue “el rey del sur” de la profecía de Daniel (Daniel 11:5, 8). Millones de personas del mundo entero, tanto de los países militaristas como de los más liberales, han emprendido el camino de la adoración verdadera y ‘prestan servicio’ en unidad, sin que existan barreras nacionalistas que las separen. Por su amor mutuo, verdaderamente puede decirse que ‘Asiria entra en Egipto y Egipto en Asiria’, como si hubiera una calzada que comunicara a ambas naciones (1 Pedro 2:17).

38. a) ¿En qué sentido llegará Israel “a ser el tercero con Egipto y con Asiria”? b) ¿Por qué dice Jehová: “Bendito sea mi pueblo”?

38 Ahora bien, ¿cómo llegará Israel “a ser el tercero con Egipto y con Asiria”? A principios del “tiempo del fin”, la mayoría de los siervos de Jehová en la Tierra eran componentes del “Israel de Dios” (Daniel 12:9; Gálatas 6:16). Desde los años treinta del siglo XX ha surgido una gran muchedumbre de “otras ovejas” con esperanza terrestre (Juan 10:16a; Revelación 7:9). Provenientes de todas las naciones —prefiguradas por Egipto y Asiria—, estas personas afluyen a la casa de adoración de Jehová e invitan a su prójimo a unirse a ellas (Isaías 2:2-4). Llevan a cabo la misma predicación que sus hermanos ungidos, soportan pruebas similares, demuestran idéntica fidelidad e integridad y se alimentan de la misma mesa espiritual. Realmente, los ungidos y las “otras ovejas” forman “un solo rebaño” tras “un solo pastor” (Juan 10:16b). ¿Puede alguien dudar de que Jehová, quien ve su celo y aguante, se complazca en su actividad? No sorprende que los bendiga diciendo: “Bendito sea mi pueblo”.

[Nota]

Algunos biblistas opinan que la expresión “país de los insectos zumbadores con alas” alude a las langostas que a veces enjambran en Etiopía. Otros señalan que el sonido de la palabra hebrea para “zumbadores” (tsela·tsál) se parece al nombre que le dan a la mosca tsé-tsé (tsaltsalya) los galla, pueblo camita que vive en la actual Etiopía.

[Ilustración de la página 191]

Guerreros filisteos arremetiendo contra sus enemigos (talla egipcia del siglo XII a.E.C.)

[Ilustración de la página 192]

Relieve en piedra de un guerrero o un dios moabita (entre los siglos XI y VIII a.E.C.)

[Ilustración de la página 196]

Guerrero sirio a lomos de un camello (siglo IX a.E.C.)

[Ilustración de la página 198]

“El mar” de la humanidad rebelde genera insatisfacción y revoluciones

[Ilustración de la página 203]

Los sacerdotes de Egipto fueron incapaces de igualar el poder de Jehová

Acudamos a Jehová en busca de guía y protección
Acudamos a Jehová en busca de guía y protección - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 16

Acudamos a Jehová en busca de guía y protección

Isaías 20:1-6

1, 2. ¿A qué peligro se enfrenta el pueblo de Dios en el siglo VIII a.E.C., y a quién prefieren recurrir muchos en busca de protección?

EN CAPÍTULOS anteriores de este libro hemos visto que el pueblo de Dios se enfrenta a una terrible amenaza en el siglo VIII a.E.C. La sanguinaria potencia asiria está saqueando un país tras otro, y su ataque contra el meridional reino de Judá es solo cuestión de tiempo. ¿A quién acudirán para pedir protección los habitantes de esa tierra? Puesto que tienen una relación de pacto con Jehová, deberían acudir a él en busca de ayuda (Éxodo 19:5, 6). Así lo hizo el rey David, quien reconoció: “Jehová es mi peñasco y mi plaza fuerte y el Proveedor de escape para mí” (2 Samuel 22:2). Sin embargo, es evidente que en el siglo VIII a.E.C., muchos no confían en Jehová como su plaza fuerte. Prefieren recurrir a Egipto y Etiopía con la esperanza de que estas dos naciones les sirvan de baluarte contra la intimidatoria invasión asiria, pero están equivocados.

2 Por medio de Isaías, Jehová les advierte de las desastrosas consecuencias de buscar protección en Egipto o Etiopía. Las palabras inspiradas del profeta contienen enseñanza provechosa para sus contemporáneos y una lección valiosa para nosotros, una lección sobre la importancia de confiar en Jehová.

Un país de derramamiento de sangre

3. ¿Cuánta importancia concedía Asiria al poderío militar?

3 Los asirios eran famosos por su poderío militar. El libro Ancient Cities (Ciudades antiguas) señala: “Adoraban la fuerza, y solo dirigían sus oraciones a ídolos colosales de piedra, leones y toros cuyas pesadas extremidades, alas de águila y cabezas humanas simbolizaban la fortaleza, el valor y la victoria. La nación se dedicaba a la lucha, y los sacerdotes la promovían constantemente”. Con buena razón, el profeta bíblico Nahúm llamó a Nínive, la capital de Asiria, “la ciudad de derramamiento de sangre” (Nahúm 3:1).

4. ¿Cómo aterrorizaban los asirios a las demás naciones?

4 Las tácticas bélicas asirias eran excepcionalmente crueles. Los relieves de la época representan a los guerreros asirios conduciendo a los cautivos mediante garfios que les traspasan la nariz o los labios. A algunos de ellos los cegaban con lanzas. Cierta inscripción narra una conquista en la que el ejército asirio desmembró a los prisioneros e hizo dos montones fuera de la ciudad, uno de cabezas y el otro de extremidades. Los hijos de los conquistados acabaron en el fuego. El miedo que tal brutalidad infundía debió favorecer en sentido militar a los asirios, pues quienes se hallaran en el trayecto de sus ejércitos no se atreverían a ofrecer resistencia.

La guerra contra Asdod

5. ¿Qué poderoso gobernante asirio vivió en tiempos de Isaías, y cómo se vio confirmado el relato bíblico tocante a él?

5 En tiempos de Isaías, el Imperio asirio alcanzó bajo el rey Sargón un poderío sin precedentes.* Los críticos dudaron por muchos años de la existencia de este gobernante, pues las fuentes seglares no hacían ninguna mención de él. Con el tiempo, sin embargo, los arqueólogos sacaron a la luz las ruinas del palacio de Sargón, con lo que se demostró la veracidad del relato bíblico.

6, 7. a) ¿Qué motivos tuvo posiblemente Sargón para dar la orden de atacar Asdod? b) ¿Qué repercusión tiene la caída de Asdod en los vecinos de Filistea?

6 Isaías hace una breve alusión a una de las campañas militares de Sargón: “Tartán vino a Asdod, cuando lo envió Sargón el rey de Asiria, y él procedió a guerrear contra Asdod y a tomarla” (Isaías 20:1).* ¿Por qué ordena Sargón un ataque contra la ciudad filistea de Asdod? En primer lugar, los filisteos son aliados de Egipto, y Asdod, donde se alza un templo de Dagón, se halla en el camino que bordea la costa desde Egipto hasta Palestina. La ciudad, por tanto, se alza en un lugar estratégico. Su captura puede considerarse un paso preliminar para la conquista de Egipto. Además, las crónicas asirias indican que Azuri, rey de Asdod, estaba conspirando contra Asiria, por lo que Sargón destituye al monarca rebelde y coloca en el trono al hermano menor de este, Ahimiti. Sin embargo, la medida no pone fin al problema. Estalla otra revuelta y, esta vez, Sargón actúa con más contundencia. Da la orden de atacar Asdod, y la ciudad es asediada y conquistada. Es probable que Isaías 20:1 aluda a este suceso.

7 La caída de Asdod proyecta una oscura sombra sobre sus vecinos, en especial sobre Judá. Jehová sabe que su pueblo se inclina a buscar la ayuda de “un brazo de carne”, como Egipto o Etiopía, naciones situadas al sur. Por tanto, manda a Isaías que escenifique una sombría advertencia (2 Crónicas 32:7, 8).

“Desnudo y descalzo”

8. ¿Qué escenifica proféticamente Isaías por inspiración?

8 Jehová le dice a Isaías: “Ve, y tienes que soltar el saco de sobre tus caderas; y debes quitarte las sandalias de los pies”. Isaías cumple la orden. “Procedió a hacerlo, y anduvo desnudo y descalzo.” (Isaías 20:2.) El saco es un tejido tosco con el que los profetas suelen vestirse, a veces al entregar un mensaje de advertencia. También se utiliza en tiempos de crisis o al recibir noticias calamitosas (2 Reyes 19:2; Salmo 35:13; Daniel 9:3). ¿Va Isaías desnudo en el sentido de estar sin cobertura alguna? No necesariamente. La palabra hebrea que se traduce por “desnudo” también puede aplicarse a alguien que está parcial o escasamente vestido (1 Samuel 19:24, nota). Es posible que Isaías solo se despoje de su prenda exterior de saco y se quede con la túnica corta que normalmente se llevaba ceñida al cuerpo. Las esculturas asirias con frecuencia representan así a los cautivos varones.

9. ¿Qué significado profético tiene la actuación de Isaías?

9 El relato disipa cualquier duda respecto al significado de la insólita actuación de Isaías: “Jehová pasó a decir: ‘Tal como mi siervo Isaías ha andado desnudo y descalzo por tres años como señal y portento presagioso contra Egipto y contra Etiopía, así el rey de Asiria conducirá al cuerpo de cautivos de Egipto y a los desterrados de Etiopía —muchachos y viejos— desnudos y descalzos, y con las nalgas descubiertas, la desnudez de Egipto’” (Isaías 20:3, 4). En efecto, tanto egipcios como etíopes no tardarán en ir al cautiverio. No habrá excepciones. Hasta “muchachos y viejos”, niños y ancianos, serán despojados de todas sus posesiones y llevados al exilio. Mediante estas imágenes sombrías, Jehová advierte a los habitantes de Judá que es inútil confiar en Egipto y Etiopía. Cuando caigan, estas naciones sufrirán “desnudez”, su peor humillación.

Las esperanzas se desmoronan, la belleza se desvanece

10, 11. a) ¿Cómo reaccionará Judá cuando se dé cuenta de la impotencia de Egipto y Etiopía frente a los asirios? b) ¿Qué pudiera haber inducido a los habitantes de Judá a confiar en Egipto y Etiopía?

10 A continuación, Jehová predice la reacción de su pueblo cuando este se dé cuenta de que Egipto y Etiopía, sus anhelados protectores, han demostrado su impotencia frente a los asirios. “Ciertamente se aterrorizarán y se avergonzarán de Etiopía, su esperanza aguardada, y de Egipto, su hermosura. Y el habitante de esta tierra costeña ciertamente dirá en aquel día: ‘¡Así es nuestra esperanza aguardada, a la cual huimos por auxilio, a fin de ser librados a causa del rey de Asiria! ¿Y cómo escaparemos nosotros mismos?’.” (Isaías 20:5, 6.)

11 En comparación con las potencias egipcia y etíope, Judá parece una simple franja de tierra. Es posible que algunos habitantes de “esta tierra costeña” estén prendados de la belleza de Egipto, con sus impresionantes pirámides, imponentes templos y espaciosas villas rodeadas de jardines, huertos y estanques. Sus grandiosas obras arquitectónicas transmiten una sensación de estabilidad y permanencia. ¡Es imposible que este país sea devastado! Y quizá los arqueros, los carros y los jinetes de Etiopía también despierten la admiración de los judíos.

12. ¿En quién debería cifrar su confianza Judá?

12 En vista de la advertencia que Isaías escenifica y de las palabras proféticas de Jehová, quienes aleguen ser parte del pueblo de Dios pero se inclinen a confiar en Egipto y Etiopía, tienen motivo para reflexionar seriamente. Más les valdría que cifraran su confianza en Jehová y no en el hombre terrestre (Salmo 25:2; 40:4). En el curso de los acontecimientos, Judá sufre terriblemente a manos del rey de Asiria, y más tarde ve cómo Babilonia destruye su templo y su capital. No obstante, queda “un décimo”, “una descendencia santa”, semejante al tocón de un gran árbol (Isaías 6:13). Cuando llegue el momento, el mensaje de Isaías fortalecerá mucho la fe de ese pequeño grupo que habrá seguido confiando en Jehová.

Cifremos nuestra confianza en Jehová

13. ¿Qué presiones sufren actualmente todos los seres humanos, sean creyentes o no?

13 La advertencia del libro de Isaías tocante a la inutilidad de confiar en Egipto y Etiopía no es solo historia pasada; tiene valor práctico para nuestros días. Vivimos “tiempos críticos, difíciles de manejar” (2 Timoteo 3:1). Los desastres económicos, la pobreza generalizada, la inestabilidad política, el malestar social y las guerras de mayor o menor magnitud tienen consecuencias devastadoras, no solo en quienes desdeñan la gobernación divina, sino también en los que adoran a Jehová. La cuestión a la que nos enfrentamos cada uno de nosotros es esta: a quién acudir en busca de ayuda.

14. ¿Por qué debemos confiar únicamente en Jehová?

14 Algunas personas pudieran admirar a los genios de las finanzas, los políticos o los científicos, quienes hablan de resolver los problemas de la humanidad mediante el ingenio y los avances tecnológicos del hombre. La Biblia, sin embargo, dice claramente: “Mejor es refugiarse en Jehová que confiar en nobles” (Salmo 118:9). Los planes del ser humano para conseguir paz y seguridad se malograrán, y la razón se encuentra en esta atinada declaración del profeta Jeremías: “Bien sé yo, oh Jehová, que al hombre terrestre no le pertenece su camino. No pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso” (Jeremías 10:23).

15. ¿En quién descansa la única esperanza para la humanidad afligida?

15 Es fundamental, por tanto, que los siervos de Dios no se dejen impresionar demasiado por cualquier apariencia de solidez o sabiduría de este mundo (Salmo 33:10; 1 Corintios 3:19, 20). La única esperanza para la humanidad afligida descansa en el Creador, Jehová. Quienes depositen su confianza en él se salvarán. Como el apóstol Juan escribió bajo inspiración, “el mundo va pasando, y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan 2:17).

[Notas]

Los historiadores llaman a este rey Sargón II. Con el nombre de Sargón I se designa a un rey anterior de Babilonia, no de Asiria.

“Tartán” no es un nombre propio, sino un título que designa al comandante en jefe del ejército asirio, probablemente la segunda persona más poderosa del imperio.

[Ilustración de la página 209]

Los asirios solían cegar a algunos de sus cautivos

[Ilustraciones de la página 213]

Hay quienes se dejan impresionar por los logros del hombre, pero es mejor confiar en Jehová

‘¡Babilonia ha caído!’
‘¡Babilonia ha caído!’ - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 17

‘¡Babilonia ha caído!’

Isaías 21:1-17

1, 2. a) ¿Cuál es el tema general de la Biblia, pero qué importante tema secundario aparece en el libro de Isaías? b) ¿Cómo desarrolla la Biblia el tema de la caída de Babilonia?

LA BIBLIA puede compararse a una gran pieza musical con un tema dominante y otros secundarios, intercalados para realzar la singularidad del conjunto. Su tema principal es la vindicación de la soberanía de Jehová mediante la gobernación del Reino mesiánico, y entre los demás temas importantes y recurrentes está el de la caída de Babilonia.

2 Este tema, que se presenta en los capítulos 13 y 14 de Isaías, surge de nuevo en el Isa 21, y luego, en el Isa 44 y 45. Un siglo después, Jeremías vuelve a tratarlo, y el libro de Revelación (Apocalipsis) lo lleva a un final atronador (Jeremías 51:60-64; Revelación 18:1–19:4). Todo estudiante concienzudo de la Biblia debe interesarse en este importante tema secundario de la Palabra de Dios. El capítulo 21 de Isaías resulta muy útil en este sentido, pues suministra detalles fascinantes sobre la predicha caída de aquella gran potencia mundial. Más adelante veremos que en él se recalca otro importante tema bíblico, un tema que nos ayuda a evaluar hasta qué punto mantenemos hoy la vigilancia propia del cristiano.

“Una visión dura”

3. ¿Por qué se llama a Babilonia “el desierto del mar”, y qué presagia dicho título en cuanto a su futuro?

3 El capítulo 21 de Isaías comienza con un inquietante mensaje: “La declaración formal contra el desierto del mar: Como vientos de tempestad en el sur al moverse adelante, desde el desierto viene, de una tierra inspiradora de temor” (Isaías 21:1). Babilonia se extiende a ambas orillas del río Éufrates, con su mitad oriental situada entre este y otro gran río, el Tigris. Se encuentra bastante lejos del mar. ¿Por qué, pues, se la llama “el desierto del mar”? Porque la región solía inundarse todos los años, creando un inmenso “mar” pantanoso. No obstante, los babilonios han controlado este “desierto” acuoso con un complejo sistema de diques, compuertas y canales, e ingeniosamente utilizan las aguas como parte de las defensas de la ciudad. Pero no hay obra humana que pueda librar a Babilonia de la sentencia divina. Un desierto ha sido, y eso volverá a ser. Una calamidad se cierne sobre ella. Se avecina como una violenta tempestad de las que en ocasiones azotan Israel procedentes del temible desierto que se encuentra al sur (compárese con Zacarías 9:14).

4. ¿Cómo alude a “aguas” y a “un desierto” la visión de “Babilonia la Grande” que aparece en el libro de Revelación, y qué significan las “aguas”?

4 Como aprendimos en el capítulo 14 de este libro, aquella Babilonia tiene su equivalente moderno: “Babilonia la Grande”, el imperio mundial de la religión falsa. El libro de Revelación también vincula a esta última con “un desierto” y con “aguas”. Al apóstol Juan se le transporta a un desierto para que la vea. Además, se le dice que Babilonia la Grande “se sienta sobre muchas aguas”, que representan “pueblos y muchedumbres y naciones y lenguas” (Revelación 17:1-3, 5, 15). El apoyo popular siempre ha sido fundamental para la permanencia de la religión falsa, pero tales “aguas” no la protegerán cuando llegue a su fin. Como la Babilonia de la antigüedad, acabará vacía, abandonada y desolada.

5. ¿Cómo se gana Babilonia la reputación de ‘tratar traidoramente y despojar con violencia’?

5 En vida de Isaías, Babilonia aún no es la potencia mundial dominante, pero Jehová ya prevé que cuando lo sea abusará de su poder. Isaías prosigue: “Hay una visión dura de la que se me ha informado: El que en sus tratos es traicionero trata traidoramente, y el que despoja con violencia está despojando con violencia” (Isaías 21:2a). Babilonia despojará y traicionará a las naciones que conquiste, Judá entre ellas. Saqueará Jerusalén y su templo, y a sus habitantes se los llevará cautivos a su país. Una vez allí, estos serán tratados traidoramente, ridiculizados por su fe y privados de toda esperanza de volver a su tierra (2 Crónicas 36:17-21; Salmo 137:1-4).

6. a) ¿A qué suspirar pondrá fin Jehová? b) ¿Qué naciones atacarán a Babilonia, y cómo se cumple esta predicción?

6 En efecto, Babilonia bien merece esta “visión dura”, que anuncia tiempos difíciles para ella. Isaías añade: “¡Sube, oh Elam! ¡Pon sitio, oh Media! A todo suspiro que se debe a ella he hecho cesar” (Isaías 21:2b). Los oprimidos por ese imperio traicionero tendrán alivio. Por fin terminará su suspirar (Salmo 79:11, 12). ¿Por medio de quién les llegará el alivio? Isaías menciona dos naciones que atacarán a Babilonia: Elam y Media. Dos siglos más tarde, en 539 a.E.C., Ciro el persa dirigirá una fuerza conjunta de persas y medos contra Babilonia. Como para entonces los reyes persas ya dominarán al menos parte de Elam, habrá elamitas en su ejército.*

7. ¿Qué efecto produce en Isaías la visión, y qué indica tal reacción?

7 Observe el efecto que la visión produce en Isaías, según sus propias palabras: “Por eso mis caderas se han llenado de dolores severos. Convulsiones mismas se han apoderado de mí, como las convulsiones de una mujer que está dando a luz. Me he desconcertado de modo que no oigo; me he perturbado de modo que no veo. Mi corazón ha vagado; un estremecimiento mismo me ha aterrorizado. El crepúsculo nocturno al que tenía apego se me ha hecho un temblor” (Isaías 21:3, 4). Parece que al profeta le agradan las horas del crepúsculo, propicias para la meditación sosegada. Sin embargo, el anochecer ha perdido ya su encanto y ahora solo provoca miedo, sufrimiento y temblores. Isaías tiene convulsiones como una parturienta, y su corazón “ha vagado”. Cierto erudito traduce esta frase con la expresión “mi corazón palpita febrilmente” y señala que se refiere a “un pulso acelerado e irregular”. ¿Por qué tanta angustia? Los sentimientos de Isaías tienen obviamente carácter profético. La noche del 5 al 6 de octubre del año 539 a.E.C., los babilonios experimentarán un terror similar.

8. Según estaba profetizado, ¿cómo se comportan los babilonios, aun con sus enemigos al otro lado de las murallas?

8 Al caer aquella funesta noche, el terror es lo último que les pasa por la mente a los babilonios. Dos siglos antes, Isaías había predicho: “¡Que haya un poner en orden la mesa, un arreglar la ubicación de los asientos, un comer, un beber!” (Isaías 21:5a). Sí, el arrogante rey Belsasar está dando un banquete. Se ha invitado a mil de sus grandes, así como a multitud de esposas y concubinas (Daniel 5:1, 2). Los juerguistas saben que hay un ejército al otro lado de las murallas, pero creen que su ciudad es inexpugnable. Sus recios muros y profundos fosos hacen que parezca imposible tomarla; sus muchos dioses lo hacen inconcebible. Por lo tanto, “¡que haya [...] un comer, un beber!”. Belsasar se emborracha, y probablemente no es el único. El estado de aturdimiento de los altos oficiales se percibe por la necesidad de despertarlos, como indican las siguientes palabras proféticas de Isaías.

9. ¿Por qué se hace necesario ‘ungir el escudo’?

9 “Levántense, príncipes, unjan el escudo.” (Isaías 21:5b.) De repente, acaba la fiesta. Los príncipes deben despertarse. Se hace comparecer al anciano profeta Daniel, quien ve cómo Jehová infunde en el rey babilonio Belsasar un miedo similar al que Isaías describió. Mientras los grandes del rey son presa de la confusión, las fuerzas aliadas medas, persas y elamitas abren brecha en las defensas de la ciudad. Babilonia cae rápidamente. Pero ¿qué significa la expresión “unjan el escudo”? A veces, la Biblia se refiere al rey de una nación como si fuera el escudo de esta, en virtud de su función de defensor y protector del país* (Salmo 89:18). Por tanto, este versículo de Isaías probablemente predice que haría falta un nuevo rey. ¿Por qué? Porque a Belsasar se le da muerte “aquella misma noche”. Es preciso, pues, que “unjan el escudo”, que nombren a otro soberano (Daniel 5:1-9, 30).

10. ¿Cómo consuela a los adoradores de Jehová el cumplimiento de la profecía de Isaías respecto al que trata traidoramente?

10 Este relato consuela a cuantos aman la adoración verdadera. La Babilonia actual, Babilonia la Grande, es tan traicionera y saqueadora como la del pasado. Hasta este día, los guías religiosos han conspirado para que se proscriba, se persiga o se exija impuestos abusivos a los Testigos. Pero la profecía nos recuerda que Jehová ve estos tratos traicioneros y no los dejará sin castigo. Él acabará con toda religión que lo representa falsamente y maltrata a Su pueblo (Revelación 18:8). ¿Es posible tal cosa? Para fortalecer nuestra fe, basta con ver cómo se han cumplido sus advertencias en cuanto a la caída de ambas Babilonias, la antigua y su correspondiente actual.

“¡Ha caído!”

11. a) ¿Cuál es la responsabilidad de un vigía, y quién ha cumplido esa función en nuestros días? b) ¿Qué representan el carro de guerra de asnos y el de camellos?

11 Jehová se dirige ahora al profeta, quien informa: “Esto es lo que me ha dicho Jehová: ‘Ve, aposta un vigía para que informe precisamente lo que vea’” (Isaías 21:6). Con estas palabras se introduce otro tema importante de este capítulo: el del vigía, o atalaya. Este asunto concierne a todos los cristianos verdaderos de la actualidad, pues Jesús instó a sus discípulos a ‘mantenerse alerta’. “El esclavo fiel y discreto” nunca ha callado lo que ve respecto a la proximidad del día de juicio de Dios y los peligros de este mundo corrupto (Mateo 24:42, 45-47). ¿Qué es lo que ve el vigía de la visión de Isaías? “Vio un carro de guerra con una pareja de corceles, un carro de guerra de asnos, un carro de guerra de camellos. Y prestó atención estricta, con disposición muy atenta.” (Isaías 21:7.) Cada uno de estos carros de guerra posiblemente representa columnas enteras de ellos avanzando en formación de batalla con la velocidad de corceles adiestrados. El de asnos y el de camellos son símbolos apropiados de las dos potencias que lanzan este ataque conjunto: Media y Persia. Es más, la historia confirma que el ejército persa empleaba tanto asnos como camellos en las contiendas.

12. ¿Qué cualidades manifiesta el vigía de la visión de Isaías, y quiénes las necesitan hoy?

12 Así que el vigía se ve en la obligación de dar un informe. “Procedió a clamar como un león: ‘Sobre la atalaya, oh Jehová, estoy de pie constantemente de día, y en mi puesto de guardia estoy apostado todas las noches. ¡Y ahora, fíjate, aquí viene un carro de guerra de hombres, con una pareja de corceles!’.” (Isaías 21:8, 9a.) El vigía de la visión clama valerosamente, “como un león”. Requiere valor alzar la voz para pronunciar un mensaje de juicio contra una nación tan imponente como Babilonia. También se exige algo más: aguante. El vigía permanece en su puesto día y noche, sin bajar la guardia en ningún momento. De modo similar, en estos últimos días, la clase del atalaya ha necesitado valor y aguante (Revelación 14:12). Todos los cristianos verdaderos precisan dichas cualidades.

13, 14. a) ¿Qué le sucede a la antigua Babilonia, y en qué sentido son quebrados sus ídolos? b) ¿Cómo y cuándo sufrió Babilonia la Grande una caída similar?

13 El vigía de la visión de Isaías ve un carro de guerra acercándose. ¿Qué noticia trae? “Él empezó a expresarse y decir: ‘¡Ha caído! ¡Babilonia ha caído, y todas las imágenes esculpidas de sus dioses él ha quebrado hasta la tierra!’.” (Isaías 21:9b.) ¡Qué informe tan emocionante! Por fin ha caído esta traicionera saqueadora del pueblo de Dios.* Ahora bien, ¿en qué sentido son quebradas las imágenes esculpidas y los ídolos de Babilonia? ¿Irrumpirán en los templos de esta los medopersas invasores y harán pedazos los innumerables ídolos? No, no hay necesidad de nada semejante. Los dioses ídolos babilónicos serán quebrados en el sentido de que quedará expuesta su impotencia para proteger la ciudad. Y Babilonia sufrirá una caída cuando ya no le sea posible seguir oprimiendo al pueblo de Dios.

14 ¿Y Babilonia la Grande? Al orquestar la opresión del pueblo de Dios durante la I Guerra Mundial, en realidad lo mantuvo temporalmente en el exilio. Logró que su predicación se suspendiera casi por completo. El presidente y otros directores de la Sociedad Watch Tower fueron a prisión por falsos cargos. Sin embargo, en 1919, la situación dio un giro asombroso. Se puso en libertad a los directores, tuvo lugar la reapertura de la sede mundial y se reanudó la predicación. De modo que Babilonia la Grande cayó en el sentido de que su yugo sobre el pueblo de Dios se quebró.* En Revelación, un ángel proclama dos veces esta caída empleando las palabras del anuncio que se hace en Isaías 21:9 (Revelación 14:8; 18:2).

15, 16. ¿Por qué puede llamarse “trillados” a los compatriotas de Isaías, y qué podemos aprender de la actitud de Isaías para con ellos?

15 Isaías concluye este mensaje profético con una nota de compasión por su propio pueblo: “Oh, mis trillados y el hijo de mi era, lo que he oído de parte de Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, se lo he informado a ustedes” (Isaías 21:10). En la Biblia, la acción de trillar simboliza con frecuencia la disciplina y refinación a que se somete al pueblo en pacto con Dios. Sus miembros serán ‘hijos de la era’, el lugar donde se separa el trigo de la paja de modo que solo queden granos aprovechables, sin impurezas. Isaías no se recrea con esta disciplina; al contrario, se compadece de los futuros ‘hijos de la era’, algunos de los cuales pasarán toda su vida cautivos en una tierra extranjera.

16 Este hecho puede constituir un práctico recordatorio para todos nosotros. En algunos integrantes de la congregación cristiana actual podría aflorar la tendencia a no sentir compasión por los pecadores. Y es posible que quienes reciban disciplina se inclinen a resentirse por ella. Pero si tenemos presente que Jehová disciplina a su pueblo para refinarlo, no despreciaremos la corrección ni a quienes la reciben con humildad, y tampoco nos opondremos a ella cuando vaya dirigida a nosotros. Aceptemos la disciplina de Dios como una expresión de su amor (Hebreos 12:6).

Se interroga al atalaya

17. ¿Por qué es “Dumá” un nombre apropiado para Edom?

17 El segundo mensaje profético del capítulo 21 de Isaías destaca la figura del atalaya. Empieza así: “La declaración formal contra Dumá: Hay uno que a mí clama desde Seír: ‘Atalaya, ¿qué hay de la noche? Atalaya, ¿qué hay de la noche?’” (Isaías 21:11). ¿Dónde está Dumá? Por lo visto, había varias ciudades con ese nombre en tiempos bíblicos, pero este pasaje no se refiere a ninguna de ellas. Dumá no se encuentra en Seír, otro nombre que recibe Edom. Ahora bien, como Dumá significa “Silencio”, parece que se da a la región un nombre premonitorio, tal como en el caso de la anterior declaración formal. Edom, antiguo y vengativo enemigo del pueblo de Dios, se verá reducido al silencio, el silencio de la muerte. Pero antes, algunos preguntarán con inquietud qué les depara el futuro.

18. ¿Cómo se cumplió en la antigua Edom la declaración: “La mañana tiene que venir, y también la noche”?

18 Para cuando se escribe el libro de Isaías, Edom se halla en el camino del poderoso ejército asirio. Algunos edomitas anhelan saber cuándo acabará la noche de opresión que padecen. ¿La respuesta? “Dijo el atalaya: ‘La mañana tiene que venir, y también la noche’.” (Isaías 21:12a.) El futuro de Edom no es nada esperanzador. En el horizonte se verá una tenue claridad matutina, pero será momentánea, ilusoria. La noche —otro oscuro período de opresión— llegará de inmediato. ¡Qué atinada representación del futuro de Edom! La opresión asiria pasará, pero Babilonia sucederá a esta potencia mundial y diezmará a los edomitas (Jeremías 25:17, 21; 27:2-8). Y el ciclo se repetirá. Tras la opresión babilónica sufrirán la de los persas, y luego, la de los griegos. A continuación, habrá una breve “mañana” en la época de Roma, cuando la dinastía de los Herodes, oriundos de Edom, obtenga el poder en Jerusalén. Pero esa “mañana” pasará pronto. Edom acabará por bajar definitivamente al silencio, desaparecerá de la historia. El nombre de Dumá por fin le encajará a la perfección.

19. ¿Qué es posible que quiera decir el atalaya con las palabras: “Si ustedes quieren inquirir, inquieran. ¡Vuelvan a venir!”?

19 El atalaya concluye su corto mensaje con estas palabras: “Si ustedes quieren inquirir, inquieran. ¡Vuelvan a venir!” (Isaías 21:12b). La expresión “¡Vuelvan a venir!” tal vez se refiera a la continua sucesión de ‘noches’ que Edom tiene ante sí. O, dado que también puede traducirse por “regresen”, con ella el profeta quizá señale que todo edomita que desee librarse del destino de la nación deberá arrepentirse y “regresar” a Jehová. En cualquier caso, el atalaya invita a que le formulen más preguntas.

20. ¿Por qué es tan importante para el pueblo de Jehová de nuestros días la declaración formal que se halla en Isaías 21:11, 12?

20 Esta breve declaración formal ha significado mucho en nuestros días para el pueblo de Jehová.* Sabemos que la humanidad está profundamente sumida en una oscura noche de ceguera espiritual y distanciamiento de Dios que acabará en la destrucción de este sistema de cosas (Romanos 13:12; 2 Corintios 4:4). Durante este período nocturno, cualquier fugaz rayo de esperanza que la humanidad pueda arrojar en cuanto a paz y seguridad es como los destellos matutinos ilusorios a los que solo siguen tiempos aún más oscuros. Se acerca un verdadero amanecer, el del Reinado Milenario de Cristo sobre esta Tierra. Pero mientras dure la noche, tenemos que obedecer las instrucciones de la clase del atalaya manteniéndonos alerta en sentido espiritual y anunciando con valor que este sistema de cosas corrupto se aproxima a su fin (1 Tesalonicenses 5:6).

Cae la noche en la llanura desértica

21. a) ¿Qué juego de palabras pudiera contener la frase “la declaración formal contra la llanura desértica”? b) ¿Qué son las caravanas de los hombres de Dedán?

21 La última declaración formal del capítulo 21 de Isaías se dirige contra “la llanura desértica”, y comienza así: “La declaración formal contra la llanura desértica: En el bosque de la llanura desértica pasarán ustedes la noche, oh caravanas de los hombres de Dedán” (Isaías 21:13). Es evidente que el territorio al que se alude es Arabia, pues la declaración formal se dirige a varias tribus árabes. A veces, el término para “llanura desértica” se traduce por “atardecer”, vocablo muy parecido en hebreo. Hay quien opina que se trata de un juego de palabras, como si un oscuro atardecer —un tiempo de dificultades— fuera a caer sobre la región. La declaración formal se inicia con una escena nocturna en la que aparecen las caravanas de los hombres de Dedán, una prominente tribu árabe. Estas recorren las rutas comerciales del desierto de oasis en oasis transportando especias, perlas y otros tesoros. Sin embargo, ahora las vemos forzadas a dejar los caminos transitados y pasar las noches ocultándose. ¿Por qué?

22, 23. a) ¿Qué peso aplastante está a punto de caer sobre las tribus árabes, y qué efecto tendrá en ellas? b) ¿Cuándo llegará este desastre, y a manos de quién?

22 Explica Isaías: “Para salir al encuentro del sediento, traigan agua. Oh habitantes de la tierra de Temá, preséntense ante el que huye con pan para él. Porque a causa de las espadas han huido, a causa de la espada desenvainada, y a causa del arco tensado y a causa de lo reñido de la guerra” (Isaías 21:14, 15). En efecto, el peso aplastante de la guerra caerá sobre estas tribus árabes. Temá, ubicada en uno de los oasis mejor regados de la región, se ve obligada a llevar pan y agua a los desventurados refugiados de la contienda. ¿Cuándo les sobrevendrá este aprieto?

23 Isaías prosigue: “Esto es lo que me ha dicho Jehová: ‘Dentro de aún un año, conforme a los años de un trabajador asalariado, toda la gloria de Quedar hasta tiene que acabarse. Y los que queden del número de los que manejan el arco, los hombres poderosos de los hijos de Quedar, llegarán a ser pocos, porque Jehová mismo, el Dios de Israel, lo ha hablado’” (Isaías 21:16, 17). Quedar es una tribu tan prominente que a veces se la utiliza para representar a toda Arabia. Jehová ha decidido que solo queden unos pocos arqueros y hombres poderosos de esta tribu. ¿Cuándo? “Dentro de aún un año”, no más, lo mismo que un asalariado no trabaja más tiempo del que se le paga. No se sabe con certeza cómo se cumplieron exactamente todas estas palabras. Dos gobernantes asirios, Sargón II y Senaquerib, se atribuyeron el mérito de haber sojuzgado Arabia. Cualquiera de ellos pudo diezmar a las orgullosas tribus árabes, como se predijo.

24. ¿Por qué podemos estar seguros de que la profecía de Isaías contra Arabia se cumplió?

24 Sin embargo, podemos estar seguros de que esta profecía se cumplió al pie de la letra. Nada mejor para recalcar ese hecho que las palabras con que concluye la declaración formal: “Jehová mismo, el Dios de Israel, lo ha hablado”. A la gente del tiempo de Isaías tal vez le parezca improbable que Babilonia vaya a alzarse sobre Asiria para luego ser derrocada en una sola noche, en el transcurso de una juerga desenfrenada. Igual de inverosímil debe resultarles que la poderosa Edom vaya a acabar en el silencio de la muerte, o que una noche de penuria y privaciones caiga sobre las prósperas tribus árabes. Pero Jehová lo decreta, y así sucede. En la actualidad, Jehová nos dice que el imperio mundial de la religión falsa dejará de existir. No es una mera posibilidad, sino algo seguro: Jehová mismo lo ha hablado.

25. ¿Cómo podemos seguir el ejemplo del atalaya?

25 Por tanto, seamos como el vigía. Permanezcamos alerta, como si estuviéramos apostados en una atalaya elevada, escrutando el horizonte en busca de cualquier señal de peligro inminente. Unámonos con firmeza a la clase del atalaya fiel, los cristianos ungidos que quedan en la Tierra. Junto a ellos, proclamemos con valor lo que vemos: la aplastante evidencia de que Cristo gobierna en los cielos; de que pronto pondrá fin a la larga y oscura noche en que la humanidad ha estado alejada de Dios, y de que a continuación dará paso al verdadero amanecer: el Reino Milenario sobre un paraíso terrestre.

[Notas]

Al rey persa Ciro se le llama a veces “rey de Anshan”, una región o ciudad de Elam. Puede que los israelitas de la época de Isaías, el siglo VIII a.E.C., no supieran mucho de los persas, pero sí sabrían de Elam, lo que posiblemente explique que Isaías mencionara en este pasaje a dicha nación en lugar de a Persia.

En opinión de numerosos comentaristas de la Biblia, las palabras “unjan el escudo” se refieren a la antigua costumbre militar de poner aceite en los escudos de cuero antes de la batalla para que desviaran la mayor cantidad de golpes. Aunque esta es una posible interpretación, debemos notar que la noche en que la ciudad cayó, sus habitantes apenas tuvieron tiempo de ofrecer resistencia, y mucho menos de prepararse para la batalla engrasando los escudos.

La profecía de Isaías relativa a la caída de Babilonia es tan exacta que algunos críticos de la Biblia han apuntado la hipótesis de que debe haberse escrito después de tal suceso. No obstante, como observa el hebraísta F. Delitzsch, tal conjetura es innecesaria si aceptamos que, bajo inspiración, un profeta puede predecir acontecimientos siglos antes de que ocurran.

Véase el libro Apocalipsis...¡se acerca su magnífica culminación!, págs. 164-169.

En sus primeros cincuenta y nueve años de publicación, la revista La Atalaya exhibió en la portada el texto de Isaías 21:11, versículo en el que también se basó el último sermón escrito de Charles T. Russell, primer presidente de la Sociedad Watch Tower (véase la ilustración de la página anterior).

[Ilustración de la página 219]

“¡Que haya [...] un comer, un beber!”

[Ilustración de la página 220]

El vigía “procedió a clamar como un león”

[Ilustración de la página 222]

“Estoy de pie constantemente de día, y [...] todas las noches”

Lecciones que extraemos de la infidelidad
Lecciones que extraemos de la infidelidad - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 18

Lecciones que extraemos de la infidelidad

Isaías 22:1-25

1. ¿Cómo debió ser la experiencia de encontrarse dentro de una ciudad antigua sitiada?

IMAGÍNESE lo que sería estar en una ciudad antigua sitiada. Al otro lado de las murallas se encuentra un enemigo fuerte y despiadado. Usted sabe que otras poblaciones ya han sucumbido ante él, y que ahora se propone conquistar y saquear la ciudad donde usted vive, violando y matando a sus habitantes. El ejército invasor es demasiado poderoso para enfrentarse a él en un combate frontal; solo cabe esperar que los muros de la ciudad le impidan la entrada. Al mirar por encima de la muralla, puede ver que el enemigo ha traído torres de asalto, así como máquinas de guerra capaces de lanzar rocas para hacer añicos las defensas. Ve sus arietes y escalas, sus arqueros y carros, su multitud de soldados. Se trata, sin duda alguna, de una visión sobrecogedora.

2. ¿Cuándo tiene lugar el asedio descrito en el capítulo 22 de Isaías?

2 En el capítulo 22 de Isaías leemos de un asedio contra Jerusalén similar al descrito. ¿Cuándo tiene lugar? Es difícil señalar algún caso en particular en el que se dieran todos los rasgos que se mencionan. Evidentemente, la profecía se entiende mejor si se toma como una descripción genérica de los diversos asedios que sufrirá Jerusalén, como una advertencia general de lo que le espera.

3. ¿Cuál es la reacción de los habitantes de Jerusalén frente al asedio que Isaías describe?

3 ¿Qué hacen los habitantes de Jerusalén frente al asedio que Isaías describe? Puesto que son un pueblo en pacto con Dios, ¿claman a Jehová para que los salve? No, sino que manifiestan una actitud muy poco sensata, semejante a la que hoy vemos en muchos que afirman adorar a Dios.

Una ciudad sitiada

4. a) ¿Qué es el “valle de la visión”, y por qué se le llama así? b) ¿En qué estado espiritual se hallan los habitantes de Jerusalén?

4 Cada uno de los tres mensajes de juicio del capítulo 21 de Isaías empieza con la expresión “la declaración formal” (Isaías 21:1, 11, 13). El capítulo 22 comienza del mismo modo: “La declaración formal del valle de la visión: ¿Qué te pasa, entonces, que has subido toda a los techos?” (Isaías 22:1). El “valle de la visión” es Jerusalén. Se habla de la ciudad como de un valle, pues aunque se sitúa a cierta altitud, está rodeada de montañas más elevadas. Se añade “de la visión” porque es escenario de muchas visiones y revelaciones divinas. Por este motivo, sus habitantes tendrían que prestar atención a las palabras de Jehová. En cambio, no le han hecho ningún caso y han caído en la adoración falsa. El enemigo que cerca la ciudad es un instrumento del juicio de Dios contra su pueblo descarriado (Deuteronomio 28:45, 49, 50, 52).

5. ¿Cuál es, probablemente, la razón por la que sube a los techos la gente?

5 Observe que la población de Jerusalén “[ha] subido toda a los techos” de sus casas. En la antigüedad, los techos de las viviendas israelitas eran planos, y las familias solían reunirse allí. Aunque Isaías no nos dice por qué lo hacen en esta ocasión, sus palabras reflejan desaprobación. Probablemente, han subido a los techos para invocar a sus dioses falsos. Tal es su costumbre en los años que preceden a la destrucción de la ciudad en 607 a.E.C. (Jeremías 19:13; Sofonías 1:5.)

6. a) ¿Qué situación reina en Jerusalén? b) ¿Por qué se alborozan algunos, pero qué va a pasar?

6 Prosigue Isaías: “Llena estabas de ruidosa agitación, una ciudad bulliciosa, un pueblo alborozado. Los tuyos que han sido muertos no son los que fueron muertos a espada, ni los que murieron en batalla” (Isaías 22:2). Multitudes de personas han afluido a la ciudad, sumiéndola en un estado de agitación. En las calles se oye el bullicio de la gente asustada. Algunos, en cambio, se alborozan, quizá porque se sienten seguros o porque creen que el peligro está pasando.* Sin embargo, alborozarse en estos momentos es absurdo. Un elevado número de personas va a morir de un modo mucho más cruel que por el filo de la espada. Una ciudad sitiada queda aislada de las fuentes externas de alimento, y sus reservas se van agotando. El hambre y el hacinamiento provocan epidemias. Por tanto, muchos habitantes de Jerusalén morirán víctimas de la desnutrición y las plagas, lo que de hecho sucede tanto en 607 a.E.C. como en 70 E.C. (2 Reyes 25:3; Lamentaciones 4:9, 10.)*

7. ¿Qué hacen los gobernantes de Jerusalén durante el asedio, y qué les sucede?

7 ¿Qué ejemplo dan los gobernantes de Jerusalén en esta crisis? Isaías responde: “Todos tus dictadores mismos han huido a la vez. Sin necesitarse un arco los han tomado prisioneros. A todos los que de ti han hallado, los han tomado prisioneros juntos. Habían huido lejos” (Isaías 22:3). Los dirigentes y los hombres influyentes huyen, pero son capturados de inmediato. Sin que siquiera un arco se tense contra ellos, se les atrapa y convierte en prisioneros. Esto sucede en 607 a.E.C. Tan pronto como se abre brecha en la muralla de Jerusalén, el rey Sedequías y sus hombres poderosos huyen al amparo de la noche. El enemigo se entera, los persigue y los alcanza en las llanuras de Jericó. Los hombres se dispersan. En cambio, a Sedequías lo prenden, lo dejan ciego, lo sujetan con grilletes de cobre y se lo llevan a rastras a Babilonia (2 Reyes 25:2-7). ¡Qué trágicas consecuencias tuvo su infidelidad!

Consternación ante la catástrofe

8. a) ¿Cómo afecta a Isaías la profecía sobre la catástrofe que se cierne sobre Jerusalén? b) ¿Qué escenas se verán en la ciudad?

8 Profundamente conmovido por esta profecía, Isaías dice: “Aparten de mí su mirada fija. Ciertamente mostraré amargura al llorar. No insistan en consolarme por el despojo violento de la hija de mi pueblo” (Isaías 22:4). Isaías se apenó por el destino profetizado contra Moab y Babilonia (Isaías 16:11; 21:3). Ahora, su consternación y lamento son aún mayores al ver el desastre que se cierne sobre su propio pueblo. Se siente desconsolado. ¿Por qué razón? “Porque es el día de confusión y de pisotear y de confundir que tiene el Señor Soberano, Jehová de los ejércitos, en el valle de la visión. Hay el demoledor del muro, y el clamor a la montaña.” (Isaías 22:5.) Jerusalén se sumirá en el caos. Presa del pánico, la gente vagará sin rumbo. Cuando el enemigo empiece a abrirse paso a través de los muros de la ciudad, se alzará un “clamor a la montaña”. ¿Será que los habitantes clamarán a Dios en su santo templo, sobre el monte Moria? Tal vez. Pero en vista de su infidelidad, probablemente solo signifique que sus gritos de espanto resonarán en las montañas circundantes.

9. Describa el ejército que amenaza Jerusalén.

9 ¿Cómo es el enemigo que amenaza Jerusalén? Isaías nos dice: “Elam mismo ha tomado la aljaba, en el carro de guerra del hombre terrestre, con corceles; y Quir mismo ha descubierto el escudo” (Isaías 22:6). Los adversarios están muy bien armados. Los arqueros tienen las aljabas llenas de flechas. Los guerreros preparan los escudos para la batalla. Cuentan con carros de guerra y caballos adiestrados para el combate. En el ejército hay soldados de Elam, región ubicada al norte del actual golfo Pérsico, así como de Quir, probablemente cercana a Elam. La mención de estas tierras muestra la gran distancia que han cubierto los invasores. Asimismo, indica que pudo haber arqueros elamitas en el ejército que amenazó a Jerusalén en tiempos de Ezequías.

Intentos de defenderse

10. ¿Qué suceso no presagia nada bueno para la ciudad?

10 Isaías predice el curso de los acontecimientos: “Sucederá que las más selectas de tus llanuras bajas tendrán que llenarse de carros de guerra, y sin falta los mismísimos corceles tendrán que colocarse en posición junto a la puerta, y uno quitará la pantalla de Judá” (Isaías 22:7, 8a). Los carros y los caballos atestan las llanuras que rodean Jerusalén y toman posiciones para atacar sus puertas. ¿Qué es “la pantalla de Judá” que será quitada? Posiblemente sea una de las entradas, y su captura no presagia nada bueno para los defensores.* Una vez eliminada esta pantalla defensiva, la ciudad queda a merced de sus atacantes.

11, 12. ¿Qué medidas defensivas toman los habitantes de Jerusalén?

11 Isaías se concentra ahora en los intentos de la gente por defenderse. Lo primero en que piensan: ¡armas! “Mirarás en aquel día hacia el arsenal de la casa del bosque, y ustedes ciertamente verán las mismísimas brechas de la Ciudad de David, porque realmente serán muchas. Y ustedes juntarán las aguas del estanque inferior.” (Isaías 22:8b, 9.) Las armas se guardan en el arsenal de la casa del bosque, edificado por Salomón. Puesto que se construyó con cedros del Líbano, llegó a conocerse como “la Casa del Bosque del Líbano” (1 Reyes 7:2-5). Inspeccionan las brechas del muro. Recogen el agua, una medida defensiva de primer orden, pues el agua es imprescindible para la vida. Sin ella, ninguna ciudad puede resistir. Sin embargo, observe que no se dice nada de que acudan a Jehová para que los libre. Más bien, cifran su confianza en sus propios recursos. ¡Que nunca cometamos nosotros el mismo error! (Salmo 127:1.)

12 ¿Qué puede hacerse respecto a las brechas del muro de la ciudad? “Realmente contarán las casas de Jerusalén. También demolerán las casas para hacer inasequible el muro.” (Isaías 22:10.) Examinan las casas y determinan cuáles pueden demolerse para conseguir materiales con los que reparar las brechas, en un esfuerzo por impedir que el enemigo tome la muralla.

Un pueblo sin fe

13. ¿Cómo trata la gente de asegurarse el suministro de agua, pero de quién se olvidan?

13 “Habrá un depósito colector que tendrán que hacer entre los dos muros para las aguas del estanque viejo. Y ciertamente no mirarán al gran hacedor de él, y ciertamente no verán al que hace mucho lo formó.” (Isaías 22:11.) Los esfuerzos por recoger el agua, mencionados tanto aquí como en el Isa 22 versículo 9, nos recuerdan las medidas adoptadas por el rey Ezequías para proteger Jerusalén de los invasores asirios (2 Crónicas 32:2-5). Sin embargo, en esta profecía, la gente de la ciudad carece por completo de fe. A diferencia de Ezequías, ni siquiera piensa en el Creador mientras participa en las labores de defensa.

14. ¿Qué imprudente actitud manifiesta la gente a pesar del mensaje de advertencia de Jehová?

14 Isaías pasa a decir: “El Señor Soberano, Jehová de los ejércitos, dará llamada en aquel día a llanto y a duelo y a calvicie y a ceñimiento de saco. Pero, ¡miren!, alborozo y regocijo, la matanza de reses vacunas y la degollación de ovejas, el comer carne y el beber vino: ‘Que se coma y se beba, porque mañana moriremos’” (Isaías 22:12, 13). No se ve que los habitantes de Jerusalén sientan ningún remordimiento por su rebelión contra Jehová. No lloran ni se cortan el cabello ni se visten de saco en señal de arrepentimiento. Si lo hicieran, Jehová probablemente los libraría de los horrores que se avecinan. Por el contrario, se entregan a placeres sensuales. La misma actitud manifiestan hoy muchas personas que no tienen fe en Dios. Sin esperanza alguna —ni en la resurrección de los muertos ni en la vida en el futuro Paraíso terrestre—, adoptan una actitud de autocomplacencia, diciendo: “Comamos y bebamos, porque mañana hemos de morir” (1 Corintios 15:32). ¡Qué criterio más miope! Si pusieran su confianza en Jehová, tendrían esperanza en algo duradero (Salmo 4:6-8; Proverbios 1:33).

15. a) ¿Qué condena pronuncia Jehová contra Jerusalén, y quiénes la ejecutan? b) ¿Por qué correrá la cristiandad una suerte similar a la de Jerusalén?

15 Los habitantes de la asediada Jerusalén no conocerán la seguridad. Isaías dice: “En mis oídos Jehová de los ejércitos se ha revelado: ‘“Este error no será expiado a favor de ustedes sino hasta que mueran”, ha dicho el Señor Soberano, Jehová de los ejércitos’” (Isaías 22:14). A causa de la dureza de corazón del pueblo, no habrá perdón. Les espera una muerte segura. Hay certeza de ello, pues lo ha dicho el Señor Soberano, Jehová de los ejércitos. En cumplimiento de las palabras proféticas de Isaías, el desastre golpea dos veces a la infiel Jerusalén. Primero la destruyen los ejércitos babilónicos, y luego, los romanos. Una calamidad similar vendrá sobre la infiel cristiandad, cuyos miembros dicen que adoran a Dios pero en realidad lo repudian con sus obras (Tito 1:16). Los pecados de la cristiandad y de las otras religiones del mundo que desprecian los justos caminos divinos “se han amontonado hasta llegar al cielo”. Lo mismo que el de la Jerusalén apóstata, su error es demasiado grande para perdonarlo (Revelación [Apocalipsis] 18:5, 8, 21).

Un mayordomo egoísta

16, 17. a) ¿Quién recibe ahora un mensaje de advertencia de Jehová, y por qué? b) ¿Qué precio pagará Sebná por sus altivas aspiraciones?

16 El profeta dirige ahora su atención, no a un pueblo infiel, sino a un individuo infiel. Escribe: “Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano, Jehová de los ejércitos: ‘Anda, entra a este mayordomo, a Sebná, que está sobre la casa: “¿Qué hay que te sea de interés aquí, y quién hay que te sea de interés aquí, para que te hayas labrado aquí una sepultura?”. En una altura él labra su sepultura; en un peñasco corta una residencia para sí’” (Isaías 22:15, 16).

17 Sebná es ‘mayordomo sobre la casa’, probablemente la del rey Ezequías. Como tal, goza de una posición influyente, inferior tan solo a la del rey, y se espera mucho de él (1 Corintios 4:2). Sin embargo, aunque debería dar prioridad a los asuntos de la nación, él busca la gloria para sí mismo. Se está haciendo labrar en lo alto de un peñasco una tumba lujosa, comparable a la del rey. Jehová lo observa e inspira a Isaías a dar esta advertencia al mayordomo infiel: “¡Mira! Jehová está arrojándote abajo con arrojamiento violento, oh hombre físicamente capacitado, y está asiéndote a la fuerza. Sin falta te envolverá apretadamente, como una pelota para una tierra ancha. Allí morirás, y allí los carros de tu gloria serán la deshonra de la casa de tu amo. Y yo ciertamente te empujaré de tu posición; y de tu puesto oficial uno te derrocará” (Isaías 22:17-19). Por ser tan egocéntrico, Sebná no tendrá ni siquiera una tumba corriente en Jerusalén, sino que será arrojado, como se lanza una pelota, para que muera en una tierra lejana. Estas palabras encierran una advertencia para quienes tienen alguna autoridad en el pueblo de Dios. Si alguien abusa del poder, perderá su autoridad, y posiblemente, Jehová lo alejará de sí.

18. ¿Quién reemplazará a Sebná, y qué significa el hecho de que reciba el traje oficial de este y la llave de la casa de David?

18 Pero ¿cómo se quitará a Sebná de su posición? Jehová explica mediante Isaías: “En aquel día tiene que ocurrir que yo ciertamente llamaré a mi siervo, a saber, a Eliaquim el hijo de Hilquías. Y ciertamente lo vestiré con tu traje talar, y tu banda se la ceñiré firmemente en derredor, y daré tu dominio en su mano; y él tiene que llegar a ser un padre para el habitante de Jerusalén y para la casa de Judá. Y yo ciertamente pondré la llave de la casa de David sobre su hombro, y él tendrá que abrir sin que nadie cierre, y tendrá que cerrar sin que nadie abra” (Isaías 22:20-22). Eliaquim reemplazará a Sebná y recibirá el traje oficial de mayordomo, así como la llave de la casa de David. La Biblia emplea el término llave como símbolo de autoridad, gobernación o poder (compárese con Mateo 16:19). En la antigüedad, el consejero del rey al que se le confiaban las llaves podía tener a su cargo la supervisión general de los aposentos reales, e incluso escoger los candidatos para el servicio del monarca (compárese con Revelación 3:7, 8). Por consiguiente, el puesto de mayordomo es importante, y se exige mucho de quienes lo ocupan (Lucas 12:48). Puede que Sebná sea competente, pero Jehová lo reemplazará por ser infiel.

Dos clavijas simbólicas

19, 20. a) ¿Cómo resultará ser Eliaquim una bendición para su pueblo? b) ¿Qué les ocurrirá a quienes sigan apoyándose en Sebná?

19 Por último, Jehová utiliza un lenguaje simbólico para describir el traspaso de poderes de Sebná a Eliaquim. Declara: “Ciertamente lo clavaré [a Eliaquim] como una clavija en un lugar duradero, y tendrá que llegar a ser como trono de gloria a la casa de su padre. Y tendrán que colgar de él toda la gloria de la casa de su padre, los descendientes y los retoños, todas las vasijas de las pequeñas, las vasijas de forma de tazón así como todas las vasijas de los jarros grandes. En aquel día —es la expresión de Jehová de los ejércitos— la clavija [Sebná] que está clavada en un lugar duradero será quitada, y tendrá que ser hacheada y tendrá que caer, y la carga que está sobre ella tendrá que ser cortada, porque Jehová mismo lo ha hablado” (Isaías 22:23-25).

20 La primera clavija que se menciona en estos versículos es Eliaquim, quien se convertirá en un “trono de gloria” para la casa de su padre, Hilquías. A diferencia de Sebná, no mancillará la casa ni la reputación de su padre. Será un apoyo duradero para las vasijas de la casa, es decir, para los demás servidores del rey (2 Timoteo 2:20, 21). En contraste, la segunda clavija es Sebná. Tal vez parezca firme, pero será arrancado, y cualquiera que siga buscando apoyo en él caerá.

21. Al igual que a Sebná, ¿a quién se ha reemplazado en tiempos modernos, por qué motivo, y a quién se ha colocado en su lugar?

21 El caso de Sebná nos recuerda que, entre quienes afirman adorar a Dios, los que aceptan privilegios de servicio deben utilizarlos para servir a los demás y para la alabanza de Jehová. No deben emplear su posición para enriquecerse o conseguir prominencia personal. La cristiandad, por ejemplo, hace mucho que se adjudica el puesto de mayordomo nombrado, de representante de Jesucristo en la Tierra. Sin embargo, sus líderes han deshonrado al Creador acumulando para sí riquezas y poder, tal como Sebná deshonró a su padre buscando su propia gloria. Por consiguiente, Jehová destituyó a la cristiandad en 1918, cuando llegó el momento de que comenzara el juicio “con la casa de Dios”. Identificó a otro mayordomo —“el mayordomo fiel, el discreto”— y lo nombró sobre la casa de Jesús en la Tierra (1 Pedro 4:17; Lucas 12:42-44). Esta clase compuesta ha demostrado que es digna de poseer “la llave” real de la casa de David. Como “una clavija” confiable, ha resultado ser un apoyo seguro para las diferentes “vasijas”, cristianos ungidos que tienen distintas responsabilidades y que buscan en ella su sustento espiritual. Las “otras ovejas”, a semejanza del ‘residente forastero que estaba dentro de las puertas’ de la antigua Jerusalén, también dependen de esta “clavija”, el Eliaquim del día moderno (Juan 10:16; Deuteronomio 5:14).

22. a) ¿Por qué fue oportuno el reemplazo de Sebná como mayordomo? b) En tiempos modernos, ¿por qué fue oportuno el nombramiento del “mayordomo fiel, el discreto”?

22 Eliaquim reemplazó a Sebná cuando Senaquerib y su ejército amenazaban a Jerusalén. De igual modo, se ha nombrado al “mayordomo fiel, el discreto”, para que desempeñe su función durante el tiempo del fin, que concluirá cuando Satanás y sus huestes lancen un ataque final contra “el Israel de Dios” y sus compañeros de las otras ovejas (Gálatas 6:16). Tal como en los días de Ezequías, este ataque terminará en la destrucción de los enemigos de la justicia. Así como los habitantes fieles de Jerusalén sobrevivieron a la invasión asiria de Judá, quienes se apoyen en la “clavija [clavada] en un lugar duradero”, el mayordomo fiel, sobrevivirán. Es sensato, por tanto, no aferrarse a la desacreditada “clavija” de la cristiandad.

23. ¿Dónde hallamos a Sebná más adelante, y qué aprendemos de ello?

23 ¿Qué le sucede a Sebná? No tenemos constancia de cómo se cumplió la parte de la profecía respecto a él que aparece en Isaías 22:18. Sebná se asemeja a la cristiandad en que se ensalza y cae en desgracia. Sin embargo, posiblemente aprendiera de la disciplina recibida. En eso difiere mucho de la cristiandad. Cuando el asirio Rabsaqué exige la rendición de Jerusalén, el nuevo mayordomo de Ezequías, Eliaquim, encabeza la delegación que va a reunirse con él. Sin embargo, Sebná está a su lado como secretario del rey. Es evidente, pues, que aún se halla al servicio del monarca (Isaías 36:2, 22). Su caso constituye una magnífica lección para quienes pierden un puesto de servicio en la organización de Dios. En vez de amargarse y resentirse, hacen bien en seguir sirviendo a Jehová en cualquier función que él estime conveniente (Hebreos 12:6). De ese modo evitarán el desastre que le sobrevendrá a la cristiandad y disfrutarán del favor y la bendición de Dios por toda la eternidad.

[Notas]

En el año 66 E.C., muchos judíos se alborozaron cuando los ejércitos romanos que sitiaban Jerusalén se retiraron.

Según Josefo, historiador del siglo primero, el hambre que padeció Jerusalén en 70 E.C. fue tan intensa que la gente comió cuero, hierba y heno. Se sabe de un caso en el que una madre asó a su propio hijo y se lo comió.

“La pantalla de Judá” también podría ser alguna otra cosa que protegiera la ciudad, como fortalezas con soldados acuartelados y arsenales, por ejemplo.

[Ilustración de la página 231]

Cuando Sedequías huye, lo capturan y lo dejan ciego

[Ilustración de las páginas 232 y 233]

Los judíos atrapados en Jerusalén tienen un porvenir sombrío

[Ilustración de la página 239]

Ezequías hace de Eliaquim “una clavija [clavada] en un lugar duradero”

[Ilustración de la página 241]

Como Sebná, muchos líderes de la cristiandad han deshonrado al Creador acumulando riquezas

[Ilustraciones de la página 242]

En tiempos modernos se ha nombrado sobre la casa de Jesús a la clase del mayordomo fiel

Jehová profana el orgullo de Tiro
Jehová profana el orgullo de Tiro - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 19

Jehová profana el orgullo de Tiro

Isaías 23:1-18

1, 2. a) ¿Qué clase de ciudad era la antigua Tiro? b) ¿Qué profetizó Isaías respecto a Tiro?

ERA “de perfecta hermosura” y abundaba en “riquezas de todo género” (Ezequiel 27:4, 12, Martín Nieto, 1992). Su enorme flota surcaba el mar hacia lugares remotos. Llegó a ser “muy gloriosa en el corazón del alta mar”, y con sus “cosas valiosas” hizo “ricos a los reyes de la tierra” (Ezequiel 27:25, 33). Tal era en el siglo VII a.E.C. la importancia de Tiro, ciudad fenicia enclavada en el extremo oriental del Mediterráneo.

2 Sin embargo, le esperaba la destrucción. Unos cien años antes de que Ezequiel la describiera, Isaías había predicho la caída de esta fortaleza fenicia y el lamento de quienes dependían de ella. También profetizó que, transcurrido algún tiempo, Dios se interesaría en la ciudad y le permitiría recuperar su prosperidad. ¿Cómo se cumplieron las palabras del profeta? ¿Y qué aprendemos de lo que le ocurrió a Tiro? Entender con claridad lo que provocó su caída y las razones de tales sucesos fortalecerá nuestra fe en Jehová y sus promesas.

“¡Aúllen, naves de Tarsis!”

3, 4. a) ¿Dónde se hallaba Tarsis, y qué relación tenía con Tiro? b) ¿Por qué tendrán razón para ‘aullar’ los navegantes que comercian con Tarsis?

3 Tras el encabezamiento “la declaración formal de Tiro”, Isaías proclama: “¡Aúllen, naves de Tarsis!, porque ha sido despojada violentamente para que no sea puerto, para que no sea lugar donde entrar” (Isaías 23:1a). Se cree que Tarsis era una zona de España, en el Mediterráneo occidental, lejos de Tiro.* Ahora bien, los fenicios eran marinos expertos que contaban con barcos grandes y en buen estado. Según algunos historiadores, ellos fueron los primeros en observar la relación entre la Luna y las mareas, así como en aplicar la astronomía a la navegación. De ahí que la gran distancia entre Tiro y Tarsis no representara ningún obstáculo para ellos.

4 En la época de Isaías, la lejana Tarsis es un gran mercado para Tiro, tal vez la principal fuente de la riqueza que poseyó durante parte de su historia. España tiene ricos yacimientos de plata, hierro, estaño y otros metales (compárese con Jeremías 10:9; Ezequiel 27:12). Las “naves de Tarsis”, probablemente barcos de Tiro que comercian con esa región distante, tendrán razón para ‘aullar’ al lamentarse por la destrucción de su puerto de origen.

5. ¿Dónde se enterarán de la caída de Tiro los marinos de las naves procedentes de Tarsis?

5 ¿Cómo se enterarán de la caída de Tiro los marinos que se hallen en el mar? Isaías contesta: “Desde la tierra de Kitim les ha sido revelado” (Isaías 23:1b). Probablemente, la expresión “la tierra de Kitim” se refiere a la isla de Chipre, situada a unos 100 kilómetros al oeste de la costa fenicia, donde hacen su última escala antes de arribar a Tiro los barcos procedentes de Tarsis que viajan hacia el este. Por tanto, cuando los navegantes fondeen allí, sabrán de la caída de su estimado puerto de origen. Será un golpe muy duro para ellos. Consternados, ‘aullarán’ desconsoladamente.

6. ¿Qué relación existe entre Tiro y Sidón?

6 La consternación también se abatirá sobre los pobladores del litoral fenicio. Dice el profeta: “Callen, habitantes de la tierra costeña. Los mercaderes de Sidón, los que atravesaban el mar... ellos te han llenado. Y sobre muchas aguas ha estado la semilla de Sihor, la cosecha del Nilo, su renta; y llegó a ser la ganancia de las naciones” (Isaías 23:2, 3). Los “habitantes de la tierra costeña” —los vecinos de Tiro— guardarán silencio, absolutamente asombrados ante tan desastrosa caída. ¿Quiénes son “los mercaderes de Sidón” que “han llenado” a estos habitantes haciéndolos ricos? Tiro fue en sus inicios una colonia de la ciudad portuaria de Sidón, ubicada a solo 35 kilómetros al norte. En sus monedas, Sidón se llama a sí misma la madre de Tiro. Aunque ha eclipsado por su riqueza a su fundadora, Tiro sigue siendo “hija de Sidón”, y sus habitantes aún se consideran sidonios (Isaías 23:12). De modo que la expresión “los mercaderes de Sidón” posiblemente se refiera a los comerciantes de Tiro.

7. ¿De qué forma han distribuido riqueza los comerciantes sidonios?

7 Dedicados al comercio, los prósperos mercaderes sidonios cruzan el mar Mediterráneo. Transportan a muchos lugares la semilla, o grano, de Sihor, el brazo más oriental del río Nilo, en la región egipcia del delta (compárese con Jeremías 2:18). “La cosecha del Nilo” incluye asimismo otros productos de Egipto. La venta e intercambio de tales mercancías es muy rentable para estos marinos, y también para las naciones con las que negocian. Los comerciantes sidonios llenan Tiro con sus ganancias. ¡Con razón les afligirá la desolación de esta!

8. ¿Cómo reaccionará Sidón ante la destrucción de Tiro?

8 A continuación, Isaías dirige a Sidón estas palabras: “Avergüénzate, oh Sidón; porque el mar, oh tú, fortaleza del mar, ha dicho: ‘No he tenido dolores de parto, y no he dado a luz, ni he criado a jóvenes, ni educado a vírgenes’” (Isaías 23:4). Tras la destrucción de Tiro, el sector de la costa donde se alzaba la ciudad se verá yermo y desolado. El mar parecerá clamar angustiosamente, como una madre que ha perdido a sus hijos y se halla tan trastornada que niega haberlos tenido. Sidón se avergonzará de lo que le ocurra a su hija.

9. ¿Qué otros sucesos provocaron una consternación comparable a la que causará la caída de Tiro?

9 En efecto, la noticia de la destrucción de Tiro provocará una pesadumbre generalizada. Dice Isaías: “Justamente como ante el informe relativo a Egipto, así mismo estará la gente con dolores fuertes ante el informe sobre Tiro” (Isaías 23:5). El dolor de los afligidos podrá compararse al que produjo el informe sobre Egipto. ¿A qué informe se refiere el profeta? Es posible que al del cumplimiento de su anterior “declaración formal contra Egipto”* (Isaías 19:1-25). O también podría ser el de la destrucción del ejército del Faraón en tiempos de Moisés, un informe que causó consternación en muchos lugares (Éxodo 15:4, 5, 14-16; Josué 2:9-11). Sea como fuere, el informe de la destrucción de Tiro sumirá en un dolor profundo a sus oyentes, a quienes se les dice que huyan y se refugien en la lejana Tarsis y que proclamen ruidosamente su pesar: “Pasen a Tarsis; aúllen, habitantes de la tierra costeña” (Isaías 23:6).

Alborozada “desde sus tiempos primitivos”

10-12. ¿Qué puede decirse de las riquezas, antigüedad e influencia de Tiro?

10 Tiro es una ciudad antigua, como nos recuerda Isaías cuando pregunta: “¿Es esta su ciudad que estuvo alborozada desde días de mucho tiempo atrás, desde sus tiempos primitivos?” (Isaías 23:7a). La próspera historia de Tiro se remonta cuando menos al tiempo de Josué (Josué 19:29). Con los años, la ciudad ha adquirido renombre por la manufactura de objetos de metal, artículos de vidrio y tintes de color púrpura. Las vestiduras de púrpura tiria se venden a precios elevadísimos, y la nobleza se disputa los costosos tejidos que allí se fabrican (compárese con Ezequiel 27:7, 24). Tiro es también un centro mercantil para las caravanas que viajan por tierra y un gran almacén para productos de importación y exportación.

11 Además, la ciudad es fuerte en sentido militar. L. Sprague de Camp señala: “Aun sin ser especialmente belicosos —eran comerciantes, no soldados—, los fenicios defendían sus ciudades con arrojo y tenacidad. Estas cualidades, aunadas a su poderío naval, impidieron que los tirios sucumbieran a manos del ejército asirio, el más potente de su época”.

12 Verdaderamente, Tiro deja una profunda huella en el mundo mediterráneo. “Sus pies la llevaban lejos para residir como forastera.” (Isaías 23:7b.) Los fenicios viajan a lugares distantes y establecen puestos comerciales y puertos de escala, algunos de los cuales crecen y se convierten en colonias. Por ejemplo, Cartago, en la costa septentrional de África, es una colonia tiria. Andando el tiempo, superará a la misma Tiro, y su influencia en el Mediterráneo rivalizará con la de Roma.

Se profanará su orgullo

13. ¿Por qué surge la pregunta en cuanto a quién se atreve a dictar sentencia contra Tiro?

13 En vista de la antigüedad y riqueza de Tiro, la pregunta que a continuación se formula es pertinente: “¿Quién es el que ha dado este consejo contra Tiro, la que otorga coronas, cuyos mercaderes eran príncipes, cuyos comerciantes eran los honorables de la tierra?” (Isaías 23:8). ¿Quién se atreve a hablar contra la ciudad que ha colocado a individuos influyentes en puestos de gran autoridad en sus colonias y otros lugares, convirtiéndose así en “la que otorga coronas”? ¿Quién se atreve a hablar contra la metrópoli cuyos mercaderes son príncipes y cuyos artesanos son gente honorable? Maurice Chehab, que fue director de antigüedades del Museo Nacional de Beirut (Líbano), afirmó: “Entre los siglos IX y VI a.E.C., Tiro mantuvo una posición de importancia comparable a la que Londres ocupó a principios del siglo XX”. Por lo tanto, ¿quién se atreve a hablar contra la ciudad fenicia?

14. ¿Quién dicta sentencia contra Tiro, y por qué?

14 La respuesta inspirada provocará consternación en Tiro. Dice Isaías: “Jehová de los ejércitos mismo ha dado este consejo, para profanar el orgullo de toda hermosura, para tratar con desprecio a todos los honorables de la tierra” (Isaías 23:9). ¿Por qué dicta Jehová sentencia contra esta próspera y antigua ciudad? ¿Es porque sus habitantes adoran al dios falso Baal? ¿Se debe a la relación de Tiro con Jezabel (la hija de Etbaal, rey de Sidón y también de Tiro), quien se casó con el rey Acab de Israel y masacró a los profetas de Jehová? (1 Reyes 16:29, 31; 18:4, 13, 19.) La respuesta a ambas preguntas es no. Se condena a Tiro por su arrogante orgullo: se ha enriquecido a costa de otros pueblos, entre ellos los israelitas. En el siglo IX a.E.C., mediante el profeta Joel, Jehová dijo a Tiro y a otras ciudades: “A los hijos de Judá y a los hijos de Jerusalén los han vendido a los hijos de los griegos, con el propósito de alejarlos de su propio territorio” (Joel 3:6). ¿Puede Dios pasar por alto el que Tiro haya considerado al pueblo que ha entrado en un pacto con Él como simple mercancía?

15. ¿Cuál será la reacción de Tiro cuando Jerusalén caiga ante Nabucodonosor?

15 El transcurso de cien años no hará que Tiro cambie. En 607 a.E.C., cuando el ejército del rey Nabucodonosor de Babilonia destruya Jerusalén, Tiro se alegrará y dirá: “¡Ajá! ¡Ha sido quebrantada, las puertas de los pueblos! La tendencia ciertamente será hacia mí. Seré llena... ella ha sido devastada” (Ezequiel 26:2). La ciudad se regocijará con la expectativa de beneficiarse de la destrucción de Jerusalén. Ya sin la competencia de la capital de Judá, esperará aumentar sus operaciones comerciales. Jehová tratará con desprecio a los que a sí mismos se proclaman “honorables” y con orgullo toman partido por los enemigos de Su pueblo.

16, 17. ¿Qué será de los habitantes de Tiro tras la caída de la ciudad? (Véase la nota.)

16 Isaías prosigue con la condena de Jehová contra Tiro: “Atraviesa tu país como el río Nilo, oh hija de Tarsis. Ya no hay astillero. Él ha extendido su mano sobre el mar; ha hecho que se agiten reinos. Jehová mismo ha dado un mandato contra Fenicia, para aniquilar sus fortalezas. Y él dice: ‘No debes volver a alborozarte nunca, oh oprimida, la virgen hija de Sidón. Levántate, pasa a Kitim misma. Aun allí no resultará en descanso para ti’” (Isaías 23:10-12).

17 ¿Por qué se llama a Tiro la “hija de Tarsis”? Tal vez porque, tras la derrota de Tiro, Tarsis será la más poderosa de las dos.* Los habitantes de la desolada ciudad serán dispersados como las aguas de un río desbordado que inundan las llanuras cercanas. El mensaje de Isaías dirigido a la “hija de Tarsis” subraya la gravedad de lo que le ocurrirá a Tiro. Jehová mismo extiende la mano y da el mandato. Nadie puede alterar el desenlace.

18. ¿Por qué se llama a Tiro “la virgen hija de Sidón”, y cómo cambiará su situación?

18 Isaías también llama a Tiro “la virgen hija de Sidón”, para indicar que nunca antes la han capturado y forzado conquistadores extranjeros y que aún es independiente (compárese con 2 Reyes 19:21; Isaías 47:1; Jeremías 46:11). Ahora, en cambio, va a ser aniquilada, y algunos de sus habitantes buscarán refugio en la colonia fenicia de Kitim. Sin embargo, al haber perdido su poder económico, no hallarán descanso allí.

Los caldeos la despojarán

19, 20. ¿Quién conquistará Tiro según la profecía, y cómo se cumple esta?

19 ¿Qué potencia política ejecutará la sentencia de Jehová contra Tiro? Isaías proclama: “¡Miren! La tierra de los caldeos. Este es el pueblo —Asiria no resultó ser dicho pueblo— la fundaron para los frecuentadores del desierto árido. Han erigido sus torres de asedio; han desnudado las torres de habitación de ella; uno la ha puesto como ruina desmoronadiza. Aúllen, naves de Tarsis, porque su fortaleza ha sido despojada violentamente” (Isaías 23:13, 14). Serán los caldeos quienes conquisten Tiro, no los asirios. Levantarán sus torres de asedio, arrasarán las casas y convertirán la fortaleza de las naves de Tarsis en un montón de ruinas.

20 Tal como estaba profetizado, Tiro se rebela contra Babilonia no mucho después de la caída de Jerusalén, y Nabucodonosor pone sitio a la ciudad. Creyéndose inexpugnable, Tiro resiste. Las cabezas de los soldados babilónicos ‘quedan calvas’ durante el asedio por el rozamiento de sus yelmos, y sus hombros ‘se pelan por la frotación’ de cargar los materiales utilizados en la construcción de las obras de asedio (Ezequiel 29:18). El sitio resulta costoso para Nabucodonosor, pues aunque destruye la ciudad que está en el continente, el despojo se le escapa de las manos. La mayor parte de las riquezas de Tiro han sido trasladadas a una pequeña isla situada a unos 800 metros de la orilla. Al carecer de una flota de barcos, el rey caldeo no puede tomar la isla. Tiro se rinde después de trece años, pero sobrevivirá para ver el cumplimiento de otras profecías.

“Tendrá que volver a su alquiler”

21. ¿De qué manera es “olvidada” Tiro, y por cuánto tiempo?

21 Isaías pasa a profetizar: “En aquel día tiene que ocurrir que Tiro tiene que ser olvidada setenta años, lo mismo que los días de un rey” (Isaías 23:15a). Una vez que los babilonios destruyan la ciudad continental, la insular será “olvidada”. En cumplimiento de la profecía, durante “los días de un rey” —el Imperio babilónico—, la ciudad insular no será una potencia económica. Por medio de Jeremías, Jehová incluye a Tiro entre las naciones designadas para que beban el vino de Su furia, y dice: “Estas naciones tendrán que servir al rey de Babilonia setenta años” (Jeremías 25:8-17, 22, 27). Es verdad que la Tiro insular no está sometida a Babilonia durante setenta años completos, pues el Imperio babilónico cae en 539 a.E.C. Aparentemente, los setenta años representan el período en que el dominio de esa potencia se encuentra en su apogeo y su dinastía de reyes se jacta de haber alzado su trono por encima de “las estrellas de Dios” (Isaías 14:13). Diversas naciones llegan a estar bajo su autoridad en distintos momentos. Pero cuando pasen setenta años, tal dominación se hará añicos. ¿Qué le sucederá a Tiro entonces?

22, 23. ¿Qué le sucederá a Tiro cuando deje de estar bajo el dominio de Babilonia?

22 Isaías continúa: “Al fin de setenta años le sucederá a Tiro como en la canción de una prostituta: ‘Toma un arpa, da la vuelta por la ciudad, oh prostituta olvidada. Esmérate en tocar las cuerdas; haz muchas tus canciones, para que seas recordada’. Y al fin de setenta años tiene que ocurrir que Jehová dirigirá su atención a Tiro, y ella tendrá que volver a su alquiler y cometer prostitución con todos los reinos de la tierra sobre la haz del suelo” (Isaías 23:15b-17).

23 Tras la caída de Babilonia en 539 a.E.C., Fenicia pasa a ser una satrapía del Imperio medopersa. El monarca persa, Ciro el Grande, es un mandatario tolerante. Bajo esta nueva gobernación, Tiro reanudará sus antiguas actividades y se afanará por recuperar su posición de centro comercial mundial, tal como una prostituta olvidada que ha perdido su clientela recorre la ciudad, toca el arpa y entona sus canciones para atraer nuevos clientes. ¿Tendrá éxito Tiro? Sí. Jehová se lo concederá. Con el tiempo, la isla se hará muy próspera, tanto que a finales del siglo VI a.E.C., el profeta Zacarías dirá: “Tiro procedió a construir un antemural para sí, y a amontonar plata como polvo, y oro como el fango de las calles” (Zacarías 9:3).

“Su ganancia [...] tiene que llegar a ser cosa santa”

24, 25. a) ¿Cómo se santifican las ganancias de Tiro? b) ¿Qué profecía inspira Jehová respecto a Tiro pese a la ayuda que esta presta al pueblo de Dios?

24 Las siguientes palabras proféticas son sorprendentes. “Su ganancia y su alquiler tiene que llegar a ser cosa santa a Jehová. No será acumulado, ni puesto en reserva, porque su alquiler llegará a ser para los que moran delante de Jehová, para que coman hasta quedar satisfechos y para que se cubran con elegancia.” (Isaías 23:18.) ¿Cómo se santifican las ganancias materiales de Tiro? Jehová dirige los acontecimientos para que se utilicen en armonía con su voluntad: para que su pueblo coma hasta quedar satisfecho y se vista. Esto sucede tras el regreso de los israelitas del destierro en Babilonia, cuando Tiro los ayuda proveyéndoles madera de cedro para la reconstrucción del templo y reanuda las operaciones comerciales con la ciudad de Jerusalén (Esdras 3:7; Nehemías 13:16).

25 Pese a ello, Jehová inspira otra declaración formal contra Tiro. Con respecto a la nuevamente próspera ciudad insular, Zacarías profetiza: “¡Mira! Jehová mismo la desposeerá, y al mar ciertamente derribará su fuerza militar; y en el fuego ella misma será devorada” (Zacarías 9:4). Sus palabras se cumplen en el mes de julio del año 332 a.E.C., cuando Alejandro Magno demuele a la orgullosa señora del mar.

Evitemos el materialismo y el orgullo

26. ¿Por qué condenó Jehová a Tiro?

26 Jehová condenó a Tiro por su orgullo, una característica que él desprecia. Los “ojos altaneros” figuran entre las siete cosas que Jehová odia (Proverbios 6:16-19). Pablo vinculó el orgullo con Satanás el Diablo, y en la descripción que hace Ezequiel de la orgullosa Tiro vemos elementos que describen al propio Satanás (Ezequiel 28:13-15; 1 Timoteo 3:6). ¿Por qué se hizo orgullosa Tiro? Dirigiéndose a ella, Ezequiel dice: “Tu corazón empezó a ser altivo debido a tu riqueza” (Ezequiel 28:5). La ciudad se dedicó al comercio y a acumular dinero. Sus logros en el campo económico la hicieron insoportablemente altanera. Mediante Ezequiel, Jehová dijo “al caudillo de Tiro”: “Tu corazón se ha hecho altivo, y sigues diciendo: ‘Yo soy un dios. En el asiento de dios me he sentado’” (Ezequiel 28:2).

27, 28. ¿En qué trampa pueden caer los seres humanos, y cómo lo ilustró Jesús?

27 Las naciones —y también los individuos— pueden caer en el orgullo y adoptar un punto de vista torcido de las riquezas. En una de sus parábolas, Jesús indicó lo sutil que puede ser esta trampa. Habló de un hombre rico cuyos campos produjeron mucho. Complacido, planeó construir graneros mayores para almacenar sus productos, regocijándose con la idea de gozar de una vida larga y llena de comodidades. Pero sus sueños no se realizaron. Dios le dijo: “Irrazonable, esta noche exigen de ti tu alma. Entonces, ¿quién ha de tener las cosas que almacenaste?”. En efecto, el hombre murió, y las riquezas no le sirvieron para nada (Lucas 12:16-20).

28 Jesús concluyó la parábola con las palabras: “Así pasa con el hombre que atesora para sí, pero no es rico para con Dios” (Lucas 12:21). Ser rico no era malo en sí mismo, y tener una buena cosecha no era ningún pecado. El error de aquel hombre fue convertir aquellas cosas en las prioridades de su vida. Depositó toda su confianza en las riquezas. Al pensar en el futuro, no tuvo en cuenta a Jehová Dios.

29, 30. ¿Qué advertencia dio Santiago en cuanto a confiar en uno mismo?

29 Santiago recalcó el mismo hecho de forma muy contundente cuando dijo: “Vamos, ahora, ustedes los que dicen: ‘Hoy o mañana iremos a tal ciudad y allí pasaremos un año, y negociaremos y haremos ganancias’, cuando el caso es que ustedes no saben lo que será su vida mañana. Porque son una neblina que aparece por un poco de tiempo y luego desaparece. En vez de eso, deberían decir: ‘Si Jehová quiere, viviremos y también haremos esto o aquello’” (Santiago 4:13-15). A continuación, Santiago indicó la relación que existe entre la riqueza y el orgullo: “Ustedes se glorían en sus alardes llenos de presunción. Todo ese gloriarse es inicuo” (Santiago 4:16).

30 Negociar tampoco constituye un pecado. El pecado es el orgullo, la arrogancia, la confianza en uno mismo que las riquezas pueden engendrar. Un antiguo proverbio dice sabiamente: “No me des ni pobreza ni riqueza”. La pobreza puede hacer muy amarga la vida. Pero las riquezas pueden hacer que una persona “niegue [a Dios] y diga: ‘¿Quién es Jehová?’” (Proverbios 30:8, 9).

31. ¿Qué preguntas conviene que se haga el cristiano?

31 Vivimos en un mundo en el que muchos han caído víctimas de la avaricia y el egoísmo. El clima comercial que nos rodea hace que se conceda mucha importancia a la prosperidad económica. Por tanto, conviene que el cristiano se examine para cerciorarse de que no esté cayendo en la misma trampa que Tiro, aquella ciudad comercial. ¿Dedica tanto tiempo y energías a los intereses materiales que, en realidad, se ha vuelto un esclavo de las riquezas? (Mateo 6:24.) ¿Siente envidia de los que quizá tengan más o mejores posesiones que él? (Gálatas 5:26.) Si resulta que es rico, ¿piensa con orgullo que merece más atenciones o privilegios que los demás? (Compárese con Santiago 2:1-9.) Si no lo es, ¿está ‘resuelto a ser rico’ cueste lo que cueste? (1 Timoteo 6:9.) ¿Se halla tan ocupado con los negocios que apenas deja un pequeño rincón en su vida para servir a Dios? (2 Timoteo 2:4.) ¿Está tan ansioso por conseguir riquezas que pasa por alto los principios cristianos en sus actividades comerciales? (1 Timoteo 6:10.)

32. ¿Qué advertencia dio Juan, y cómo podemos obrar en armonía con ella?

32 Prescindiendo de cuál sea nuestra situación económica, siempre debemos poner el Reino en primer lugar. Es esencial que nunca olvidemos las palabras del apóstol Juan: “No estén amando ni al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él” (1 Juan 2:15). Es verdad que para subsistir tenemos que valernos del sistema económico del mundo (2 Tesalonicenses 3:10). Hacemos “uso del mundo”, pero no lo usamos “a plenitud” (1 Corintios 7:31). Si amamos demasiado los bienes materiales —las cosas del mundo—, ya no amamos a Jehová. Ir en pos del “deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno” es incompatible con hacer la voluntad de Dios.* Y es esto último lo que conduce a la vida eterna (1 Juan 2:16, 17).

33. ¿Cómo pueden los cristianos evitar la trampa en la que cayó Tiro?

33 Tiro cayó en la trampa de poner la búsqueda de posesiones delante de todo lo demás. Prosperó en sentido material, se hizo muy orgullosa y por su orgullo fue castigada. Su ejemplo sirve de advertencia a naciones e individuos de hoy día. Cuánto mejor es seguir la exhortación del apóstol Pablo a los cristianos “de que no sean altaneros, y de que cifren su esperanza, no en las riquezas inseguras, sino en Dios, que nos proporciona todas las cosas ricamente para que disfrutemos de ellas” (1 Timoteo 6:17).

[Notas]

Algunos entendidos afirman que Tarsis era Cerdeña, una isla del Mediterráneo occidental, también lejos de Tiro.

Véase el cap. 15 de esta obra, págs. 200-207.

La expresión “hija de Tarsis” también podría referirse a los habitantes de Tarsis. Cierta obra de consulta dice: “Los naturales de Tarsis pueden ahora viajar y comerciar tan libremente como el Nilo cuando sus aguas fluyen en todas direcciones”. No obstante, el acento se pone en las drásticas repercusiones de la caída de Tiro.

“Exhibición ostentosa” es una traducción de la palabra griega a·la·zo·ní·a, que se define como “presunción impía y vana que confía en la estabilidad de las cosas terrenales” (The New Thayer’s Greek-English Lexicon).

[Mapa de la página 256]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

EUROPA

ESPAÑA (Posible ubicación de TARSIS)

MAR MEDITERRÁNEO

CERDEÑA

ÁFRICA

CHIPRE

EGIPTO

ASIA

SIDÓN

TIRO

[Ilustración de la página 250]

Tiro quedaría sometida a Babilonia, no a Asiria

[Ilustración de la página 256]

Moneda con la efigie de Melqart, la principal deidad de Tiro

[Ilustración de la página 256]

Modelo de un barco fenicio

Jehová es Rey
Jehová es Rey - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 20

Jehová es Rey

Isaías 24:1-23

1, 2. a) ¿Quiénes serán objeto de la cólera de Jehová? b) ¿Quedará sin castigo Judá? ¿Cómo lo sabemos?

BABILONIA, Filistea, Moab, Siria, Etiopía, Egipto, Edom, Tiro, Asiria: todas estas naciones y ciudades hostiles serán objeto de la cólera de Jehová. Isaías ha predicho las calamidades que se abatirán sobre ellas. Pero ¿y Judá? ¿Quedará sin castigo el proceder pecaminoso de sus habitantes? El registro histórico responde con un rotundo no.

2 Veamos lo que le ocurrió a Samaria, la capital del reino de diez tribus de Israel. La nación no cumplió su pacto con Dios. No se mantuvo apartada de las prácticas lascivas de las naciones que la rodeaban. Más bien, los habitantes de Samaria “siguieron haciendo cosas malas para ofender a Jehová [...]; por lo tanto Jehová se enojó mucho contra Israel, de modo que los quitó de su vista”. Arrancado de su tierra, “Israel se fue de su propio suelo al destierro en Asiria” (2 Reyes 17:9-12, 16-18, 23; Oseas 4:12-14). Lo que le sucedió a Israel no auguró nada bueno para Judá, su reino hermano.

Isaías predice la desolación de Judá

3. a) ¿Por qué abandona Jehová al reino de dos tribus de Judá? b) ¿Qué ha decidido hacer Jehová?

3 Algunos reyes de Judá fueron fieles, pero la mayoría no. El pueblo nunca abandonó por completo la adoración falsa, ni siquiera durante el mandato de un rey tan fiel como Jotán (2 Reyes 15:32-35). La maldad alcanzó un punto culminante en el reinado del sanguinario Manasés, el cual, según narra la tradición judía, ordenó que el leal profeta Isaías muriera aserrado en pedazos (compárese con Hebreos 11:37). Este rey malvado “siguió seduciendo a Judá y a los habitantes de Jerusalén para que hicieran peor que las naciones que Jehová había aniquilado de delante de los hijos de Israel” (2 Crónicas 33:9). Bajo su gobierno, la tierra se contaminó aún más que cuando la poseían los cananeos. Por tanto, Jehová declara: “Aquí voy a traer una calamidad sobre Jerusalén y Judá, de la cual, si alguien oye, ambos oídos le retiñirán. [...] Simplemente limpiaré a Jerusalén así como uno limpia el tazón sin asa, limpiándolo y volviéndolo boca abajo. Y realmente abandonaré al resto de mi herencia y los daré en la mano de sus enemigos, y simplemente llegarán a ser botín y presa para todos sus enemigos, por razón de que hicieron lo que era malo a mis ojos y de continuo estuvieron ofendiéndome” (2 Reyes 21:11-15).

4. ¿Qué le hará Jehová a Judá, y cómo se cumple la profecía?

4 La tierra quedará deshabitada, como si fuera un tazón vuelto boca abajo del que se ha derramado todo su contenido. La venidera desolación de Judá y Jerusalén vuelve a ser el tema de una profecía de Isaías. Esta comienza así: “¡Mira! Jehová vacía la tierra y la deja asolada, y ha torcido la faz de ella y ha esparcido a sus habitantes” (Isaías 24:1). La profecía se cumple cuando los ejércitos invasores de Babilonia, a las órdenes del rey Nabucodonosor, destruyen Jerusalén y su templo, y cuando la espada, el hambre y la peste diezman a los habitantes de Judá. A la mayoría de los judíos supervivientes se les lleva cautivos a Babilonia, y los pocos que quedan atrás huyen a Egipto, de modo que el país acaba arrasado y completamente desierto. Ni siquiera hay animales domésticos. La tierra despoblada se transforma en un yermo, en cuyas sombrías ruinas solo habitan aves y animales salvajes.

5. ¿Se librará alguien de la sentencia de Jehová? Explique.

5 ¿Recibirá alguien en Judá un trato preferente durante el juicio que se aproxima? Isaías responde: “Tiene que llegar a ser lo mismo para el pueblo como para el sacerdote; lo mismo para el siervo como para su amo; lo mismo para la sierva como para su ama; lo mismo para el comprador como para el vendedor; lo mismo para el prestador como para el que toma prestado; lo mismo para el que toma el interés como para el que paga el interés. Sin falta la tierra será vaciada, y sin falta será saqueada, porque Jehová mismo ha hablado esta palabra” (Isaías 24:2, 3). La riqueza y los privilegios que conlleva el servicio en el templo no significarán nada. No se harán excepciones. La tierra está tan corrompida que todos los supervivientes tendrán que ir al exilio, sin importar que sean sacerdotes, siervos o amos, compradores o vendedores.

6. ¿Por qué retira Jehová su bendición de la tierra?

6 Para que no haya ningún malentendido, Isaías describe la absoluta desolación que ocasionará este desastre y explica la razón por la que sobrevendrá: “La tierra se ha dado al duelo, se ha desvanecido. La tierra productiva se ha marchitado, se ha desvanecido. Los encumbrados del pueblo de la tierra se han marchitado. Y la mismísima tierra ha sido contaminada bajo sus habitantes, porque han pasado por alto las leyes, han cambiado la disposición reglamentaria, han quebrantado el pacto de duración indefinida. Por eso la maldición misma se ha comido la tierra, y a los que la habitan se les considera culpables. Por eso los habitantes de la tierra han decrecido en número, y muy pocos hombres mortales han quedado” (Isaías 24:4-6). Cuando los israelitas recibieron la tierra de Canaán, comprobaron que era una “tierra que mana[ba] leche y miel” (Deuteronomio 27:3). Aun así, todavía dependían de la bendición de Jehová. Si obedecían fielmente sus estatutos y mandamientos, la tierra ‘daría su producto’. De lo contrario, ‘gastarían para nada’ sus energías tratando de cultivar el terreno, ya que este ‘no daría su producto’ (Levítico 26:3-5, 14, 15, 20). La maldición de Jehová ‘se comería la tierra’ (Deuteronomio 28:15-20, 38-42, 62, 63). Judá debe esperar ahora que dicha maldición caiga sobre ella.

7. ¿En qué caso sería el pacto de la Ley una bendición para los israelitas?

7 Unos ochocientos años antes de la época de Isaías, los israelitas habían aceptado por propia voluntad un pacto con Jehová y se habían comprometido a regirse por él (Éxodo 24:3-8). El pacto de la Ley estipulaba que Jehová los colmaría de bendiciones si obedecían Sus mandatos, pero que, de lo contrario, perderían Su bendición y caerían prisioneros de sus enemigos (Éxodo 19:5, 6; Deuteronomio 28:1-68). Este pacto de la Ley, del que Moisés fue mediador, estaría en vigor por un período indefinido, no especificado, y serviría de protección al pueblo de Israel hasta la llegada del Mesías (Gálatas 3:19, 24).

8. a) ¿Cómo ha “pasado por alto las leyes” y ha “cambiado la disposición reglamentaria” el pueblo? b) ¿De qué maneras son “los encumbrados” los primeros en ‘marchitarse’?

8 Pero los israelitas “han quebrantado el pacto de duración indefinida”. Han pasado por alto las leyes que Dios ha promulgado, las han desoído. “Han cambiado la disposición reglamentaria” adoptando prácticas legales distintas a las que Jehová había estipulado (Éxodo 22:25; Ezequiel 22:12). Por consiguiente, se les expulsará del país. No habrá lugar para la misericordia. Cuando Jehová retire su protección y favor, “los encumbrados” —la nobleza— estarán entre los primeros en ‘marchitarse’. Estas palabras se cumplen al aproximarse la destrucción de Jerusalén, pues primero los egipcios y luego los babilonios convierten a los reyes de Judá en vasallos suyos. Posteriormente, el rey Joaquín y otros miembros de la familia real figuran entre los primeros que fueron llevados cautivos a Babilonia (2 Crónicas 36:4, 9, 10).

El regocijo huye del país

9, 10. a) ¿Qué papel desempeñan la agricultura y la ganadería en Israel? b) ¿Qué significa el que cada uno ‘se siente debajo de su propia vid y de su propia higuera’?

9 Los israelitas son un pueblo agrícola y ganadero. Desde que entraron en la Tierra Prometida, su vida gira en torno al cultivo del terreno y a la cría de ganado, de modo que las cuestiones agrarias ocupan un lugar destacado en la legislación que recibieron. Por ejemplo, esta ordena que cada séptimo año la tierra reciba un descanso sabático obligatorio que le permita recuperar la fertilidad (Éxodo 23:10, 11; Levítico 25:3-7). Asimismo, las fechas de las tres fiestas anuales que la nación debe celebrar coinciden con temporadas agrícolas (Éxodo 23:14-16).

10 En el país abundan los viñedos. Las Escrituras dicen que el vino, un producto de la vid, es un don de Dios que “regocija el corazón del hombre mortal” (Salmo 104:15). El que cada uno ‘se siente debajo de su propia vid y de su propia higuera’ denota la prosperidad, la paz y la seguridad que reinan bajo el gobierno justo de Dios (1 Reyes 4:25; Miqueas 4:4). Una vendimia abundante se considera una bendición y un motivo para cantar y regocijarse (Jueces 9:27; Jeremías 25:30). Pero lo contrario también es cierto. El hecho de que las viñas se marchiten o no produzcan uvas y los viñedos se conviertan en yermos desolados llenos de espinos, es una prueba palpable de que Jehová ha retirado su bendición; denota una época de gran pesar.

11, 12. a) ¿Cómo ilustra Isaías las consecuencias de la sentencia de Jehová? b) ¿Qué sombrías perspectivas pinta Isaías?

11 Es apropiado, pues, que Isaías utilice las viñas y su producto para ilustrar las consecuencias de que Jehová retire su bendición del país: “El vino nuevo se ha dado al duelo, la vid se ha marchitado, todos los alegres de corazón se han puesto a suspirar. Ha cesado el alborozo de las panderetas, ha quedado suspendido el ruido de los altamente jubilosos, ha cesado el alborozo del arpa. No beben vino con canción; el licor embriagante se les pone amargo a los que lo beben. El pueblo desierto ha sido derribado; toda casa ha sido cerrada para que no se entre. Por falta de vino hay un clamor en las calles. Todo regocijo ha desaparecido; el alborozo de la tierra se ha ido. En la ciudad ha quedado una condición pasmosa; la puerta ha sido triturada hasta quedar hecha un simple montón de ripios” (Isaías 24:7-12).

12 La pandereta y el arpa son instrumentos deleitables que se usan para alabar a Jehová y expresar gozo (2 Crónicas 29:25; Salmo 81:2). En estos tiempos de castigo divino, no se oirá su música. No habrá vendimias gozosas. Ningún sonido de alegría saldrá de las ruinas desiertas de Jerusalén. La puerta de la ciudad será “un simple montón de ripios”, de escombros, y toda casa estará “cerrada” para que nadie entre. Sombrías perspectivas para los habitantes de una tierra que ha sido tan fértil por naturaleza.

Un resto ‘clama gozosamente’

13, 14. a) ¿Qué leyes ha dado Jehová sobre las cosechas? b) ¿Cómo se vale Isaías de las leyes sobre las cosechas para ilustrar que algunos sobrevivirán al castigo de Jehová? c) ¿De qué pueden estar seguros los habitantes fieles de Judá a pesar de que se aproximan oscuros períodos de prueba?

13 Los israelitas recolectan las aceitunas vareando los olivos para que estas caigan al suelo. La Ley divina prohíbe rebuscar las que quedan en las ramas. Tampoco se pueden recoger las uvas olvidadas al vendimiar. Los restos de la cosecha deben dejarse para que los recojan los pobres, es decir, “para el residente forastero, para el huérfano de padre y para la viuda” (Deuteronomio 24:19-21). Isaías se vale de estas leyes tan conocidas para ilustrar el hecho consolador de que habrá quienes sobrevivan al venidero castigo de Jehová: “Así llegará a ser en medio de la tierra, entre los pueblos, como el vareo del olivo, como la rebusca cuando ha terminado la vendimia. Ellos mismos alzarán la voz, clamarán gozosamente. En la superioridad de Jehová ciertamente clamarán agudamente desde el mar. Por eso en la región de la luz tienen que glorificar a Jehová, en las islas del mar el nombre de Jehová, el Dios de Israel. Desde la extremidad de la tierra hay melodías que hemos oído: ‘¡Decoración al Justo!’” (Isaías 24:13-16a).

14 Al igual que en el árbol o en la viña quedan algunos frutos después de la cosecha, tras la ejecución de la sentencia de Jehová también quedarán algunos israelitas, “la rebusca cuando ha terminado la vendimia”. Como hemos visto en el Isa 24 versículo 6, el profeta ya se ha referido a ellos al decir que “muy pocos hombres mortales han quedado”. Pero, aunque sean pocos, habrá quienes sobrevivan a la destrucción de Jerusalén y Judá, y un resto regresará posteriormente del cautiverio para repoblar la tierra (Isaías 4:2, 3; 14:1-5). Pese a que los rectos atravesarán oscuros períodos de prueba, pueden estar seguros de que les aguarda la liberación y una época de gozo. Los supervivientes verán la realización de la palabra profética de Jehová y reconocerán que Isaías ha sido un profeta verdadero de Dios. Rebosarán de alegría al presenciar el cumplimiento de las profecías de restauración. Desde todos los lugares en que se encuentren dispersos —sean las islas del Mediterráneo, al oeste; Babilonia, en “la región de la luz” (el naciente o este), o algún otro confín—, alabarán a Dios por haberlos protegido y cantarán: “¡Decoración al Justo!”.

Nadie escapará del castigo de Jehová

15, 16. a) ¿Cómo se siente Isaías por lo que le sucederá a su pueblo? b) ¿Qué les sobrevendrá a los habitantes infieles del país?

15 De momento, sin embargo, cualquier regocijo es prematuro. Isaías hace regresar a sus contemporáneos al presente cuando declara: “Pero yo digo: ‘¡Para mí hay flacura, para mí hay flacura! ¡Ay de mí! Los que en sus tratos son traicioneros han tratado traidoramente. Aun con traición los que en sus tratos son traicioneros han tratado traidoramente’. Pavor y el hueco y la trampa están sobre ti, habitante de la tierra. Y tiene que suceder que cualquiera que huya del sonido de lo que se ha temido con pavor caerá en el hueco, y cualquiera que suba de dentro del hueco será apresado en la trampa. Porque las mismísimas compuertas de lo alto realmente serán abiertas, y los fundamentos de la tierra se mecerán. Absolutamente ha reventado la tierra, absolutamente ha sido sacudida la tierra, absolutamente ha sido puesta en bamboleo la tierra. Absolutamente se mueve con inseguridad como un borracho la tierra, y ha oscilado de acá para allá como una choza de vigilancia. Y su transgresión se ha hecho pesada sobre ella, y tiene que caer, de modo que no volverá a levantarse” (Isaías 24:16b-20).

16 El dolor por lo que le sobrevendrá a su pueblo embarga a Isaías. Las condiciones que ve a su alrededor le hacen sentirse enfermo y afligido. Abundan individuos traicioneros que aterrorizan a la gente del país. Cuando Jehová ya no los proteja, los habitantes infieles de Judá tendrán pavor día y noche. Temerán por su vida. No podrán escapar del desastre que se les avecina por haber rechazado los mandatos de Jehová y haber pasado por alto la sabiduría piadosa (Proverbios 1:24-27). Les sobrevendrá la calamidad, aunque haya traidores entre ellos que traten de convencerlos de que todo irá bien y recurran a la falsedad y al engaño para empujarlos a un proceder que los encamine a la destrucción (Jeremías 27:9-15). Llegarán enemigos extranjeros que los saquearán y se los llevarán cautivos. Todas estas perspectivas angustian a Isaías.

17. a) ¿Por qué no hay manera de escapar? b) ¿Qué le sucederá a la tierra cuando Jehová desate su poder ejecutor desde los cielos?

17 Aun así, el profeta tiene la obligación de declarar que no hay escape posible. Sin importar adónde traten de huir, los capturarán. Algunos se librarán de una calamidad, pero les acaecerá otra: no estarán seguros en ningún sitio. Serán como un animal perseguido que se libra de caer en una trampa, pero que luego queda atrapado en un cepo (compárese con Amós 5:18, 19). Jehová abrirá los cielos para que su poder ejecutor sacuda los mismísimos cimientos de la tierra, la cual se tambaleará y desplomará como un borracho, cargada de culpa e incapaz de levantarse (Amós 5:2). La sentencia divina es inapelable. Una total destrucción y ruina se abatirá sobre la tierra.

Jehová reinará en gloria

18, 19. a) ¿A quiénes podría referirse la expresión “ejército de la altura”, y cómo se les reúne “en el calabozo”? b) Al parecer, ¿cómo dará Jehová atención “al ejército de la altura” después de “una abundancia de días”? c) ¿Cómo se ocupa Jehová de “los reyes del suelo”?

18 A continuación, el enfoque de la profecía de Isaías se amplía y señala al desenlace final del propósito de Jehová: “En aquel día tiene que suceder que Jehová dirigirá su atención al ejército de la altura en la altura, y a los reyes del suelo sobre el suelo. Y ciertamente serán reunidos como con la acción de reunir a prisioneros en el hoyo, y serán encerrados en el calabozo; y después de una abundancia de días se les dará atención. Y la luna llena ha quedado corrida, y el sol relumbrante se ha avergonzado, porque Jehová de los ejércitos ha llegado a ser rey en el monte Sión y en Jerusalén y enfrente de sus hombres de edad madura, con gloria” (Isaías 24:21-23).

19 La expresión “ejército de la altura” podría referirse a los demoníacos “gobernantes mundiales de esta oscuridad, [...] las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales” (Efesios 6:12). Estos seres han ejercido una fuerte influencia en las potencias mundiales (Daniel 10:13, 20; 1 Juan 5:19). Su objetivo es alejar a la gente de Jehová y de la adoración pura. En el caso de la nación de Israel lo consiguen de sobra, pues la inducen a adoptar las prácticas corruptas de las naciones que la rodean y así la hacen merecedora de la sentencia divina. Ahora bien, Satanás y sus demonios tendrán que responder por sus hechos cuando Dios centre su atención en ellos y en los gobernantes terrestres, “los reyes del suelo”, en quienes los demonios han influido para que se opongan a Dios y violen Sus leyes (Revelación [Apocalipsis] 16:13, 14). En lenguaje simbólico, Isaías dice que serán reunidos y “encerrados en el calabozo”. “Después de una abundancia de días”, quizá al final del Reinado Milenario de Jesucristo, cuando se libere temporalmente a Satanás y sus demonios (pero no a “los reyes del suelo”), Dios les dará el castigo definitivo que merecen (Revelación 20:3, 7-10).

20. Tanto en tiempos antiguos como en la actualidad, ¿cómo y cuándo ‘llega a ser rey’ Jehová?

20 Por consiguiente, esta parte de la profecía de Isaías ofrece a los judíos la magnífica garantía de que, en su debido momento, Jehová provocará la caída de Babilonia y los devolverá a su tierra natal. En 537 a.E.C., cuando Jehová demuestra de ese modo su poder y soberanía a favor de ellos, realmente se les puede decir: “¡Tu Dios ha llegado a ser rey!” (Isaías 52:7). En tiempos modernos, Jehová “ha llegado a ser rey” en 1914, fecha en que instaló a Jesucristo en el trono de Su Reino celestial (Salmo 96:10). También ‘llegó a ser rey’ en 1919, cuando demostró el poder de su reinado liberando al Israel espiritual del cautiverio al que Babilonia la Grande lo tenía sometido.

21. a) ¿En qué sentido ‘quedarán avergonzados la luna llena y el sol relumbrante’? b) ¿Qué resonante llamada tendrá su cumplimiento más grandioso?

21 Jehová de nuevo ‘llegará a ser rey’ cuando acabe con Babilonia la Grande y el resto de este sistema de cosas perverso (Zacarías 14:9; Revelación 19:1, 2, 19-21). Después, Su gobierno del Reino será tan maravilloso que ni la brillante luna llena ni el radiante sol del mediodía se le podrán asemejar en esplendor (compárese con Revelación 22:5). Por decirlo así, ambos astros quedarán avergonzados al compararse con el majestuoso Jehová de los ejércitos. Jehová será el Rey supremo. Su omnipotencia y su gloria se pondrán de manifiesto ante todos (Revelación 4:8-11; 5:13, 14). ¡Qué maravillosa perspectiva! Cuando llegue ese momento, la llamada del Salmo 97:1 resonará por toda la Tierra en su cumplimiento más grandioso: “¡Jehová mismo ha llegado a ser rey! Esté gozosa la tierra. Regocíjense las muchas islas”.

[Ilustración de la página 262]

Ya no se oirá música ni regocijo en el país

[Ilustración de la página 265]

Al igual que tras la cosecha quedan frutos en el árbol, habrá quienes sobrevivan al juicio de Jehová

[Ilustración de la página 267]

El dolor por lo que le sobrevendrá a su pueblo embarga a Isaías

[Ilustración de la página 269]

Ni el Sol ni la Luna se asemejarán a Jehová en esplendor

La mano de Jehová llega a estar elevada
La mano de Jehová llega a estar elevada - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 21

La mano de Jehová llega a estar elevada

Isaías 25:1–27:13

1. ¿Por qué siente aprecio Isaías por Jehová?

ISAÍAS ama intensamente a Jehová y se deleita en alabarlo. Exclama: “Oh Jehová, tú eres mi Dios. Te ensalzo, elogio tu nombre”. ¿Qué permite al profeta sentir un aprecio tan profundo por su Creador? Un factor principal es el conocimiento de Jehová y sus obras, tal como lo revelan sus siguientes palabras: “Porque has hecho cosas maravillosas, consejos desde tiempos primitivos, en fidelidad, en confiabilidad” (Isaías 25:1). Al igual que Josué, quien vivió antes que él, Isaías sabe que Jehová es fiel y digno de confianza, y que sus “consejos” —todo lo que se propone— se hacen realidad (Josué 23:14).

2. ¿Qué consejo de Jehová pronuncia ahora Isaías, y contra quién es posible que vaya dirigido?

2 Entre los consejos de Jehová figuran sus declaraciones judiciales contra los enemigos de Israel, como esta que Isaías pronuncia ahora: “Has hecho de una ciudad un montón de piedras, de un pueblo fortificado una ruina desmoronadiza, de la torre de habitación de extraños que no sea ciudad, la cual no será reedificada aun hasta tiempo indefinido” (Isaías 25:2). ¿Cuál es esta ciudad que no se nombra? Es posible que Isaías se refiera a Ar de Moab, ya que esta nación ha sido desde antaño enemiga del pueblo de Dios.* O tal vez haga alusión a otra ciudad más poderosa: Babilonia (Isaías 15:1; Sofonías 2:8, 9).

3. ¿En qué sentido glorifican a Jehová sus enemigos?

3 ¿Cómo reaccionarán los enemigos de Jehová cuando se realice el consejo de Dios contra su poderosa ciudad? “Los que son un pueblo fuerte te glorificarán; el pueblo de las naciones tiránicas te temerá.” (Isaías 25:3.) Aunque es comprensible que los enemigos del Dios todopoderoso lo teman, ¿cómo es que lo glorifican? ¿Abandonando a sus dioses falsos y abrazando la adoración pura? Difícilmente. Más bien, glorifican a Jehová cuando se ven obligados a reconocer Su aplastante superioridad, como hicieron el Faraón y Nabucodonosor (Éxodo 10:16, 17; 12:30-33; Daniel 4:37).

4. ¿Quién es “el pueblo de las naciones tiránicas” actual, y cómo tiene que glorificar a Jehová incluso él?

4 En la actualidad, “el pueblo de las naciones tiránicas” es “la gran ciudad que tiene un reino sobre los reyes de la tierra”, es decir, “Babilonia la Grande”, el imperio mundial de la religión falsa, cuya parte principal es la cristiandad (Revelación [Apocalipsis] 17:5, 18). ¿Cómo glorifican a Jehová los líderes de la cristiandad? Al admitir con amargura que Dios ha efectuado actos maravillosos a favor de Sus Testigos. En particular, tales caudillos “se atemorizaron y dieron gloria al Dios del cielo” en 1919, año en que Jehová hizo que sus siervos reemprendieran su actividad con dinamismo tras liberarlos del cautiverio espiritual al que Babilonia la Grande los tenía sometidos (Revelación 11:13).*

5. ¿Cómo protege Jehová a quienes confían plenamente en él?

5 Aunque inspire temor a sus enemigos, Jehová es un refugio para los mansos y humildes que desean servirle. Los tiranos religiosos y políticos tratan por todos los medios de quebrantar la fe de los adoradores verdaderos, pero fracasan, pues estos confían plenamente en Jehová. Con el tiempo, Dios reduce al silencio a sus opositores con facilidad, como si cubriera el sol ardiente del desierto con una nube o detuviera la fuerza de una tempestad con un muro (léase Isaías 25:4, 5).

‘Un banquete para todos los pueblos’

6, 7. a) ¿Qué clase de banquete sirve Jehová, y para quiénes? b) ¿Qué prefigura el banquete que Isaías profetizó?

6 Jehová, como un padre amoroso, no solo protege a sus hijos, sino que también los alimenta, especialmente en sentido espiritual. Tras liberar a sus siervos en 1919, puso ante ellos un banquete de victoria, una abundante provisión de alimento espiritual. “Jehová de los ejércitos ciertamente hará para todos los pueblos, en esta montaña, un banquete de platos con mucho aceite, un banquete de vino mantenido sobre las heces, de platos con mucho aceite, llenos de médula, de vino mantenido sobre las heces, filtrado.” (Isaías 25:6.)

7 El banquete se sirve en la “montaña” de Jehová. ¿Qué lugar es ese? Es “la montaña de la casa de Jehová”, a la cual afluyen todas las naciones “en la parte final de los días”. Es la “santa montaña” de Dios, donde los fieles que lo adoran no hacen daño alguno ni causan ninguna ruina (Isaías 2:2; 11:9). En este elevado lugar de adoración, Jehová ofrece a sus fieles un opulento festín, y las delicias espirituales que ahora les provee tan generosamente prefiguran las delicias físicas de las que disfrutarán cuando el Reino de Dios sea el único gobierno sobre la humanidad y el hambre ya no exista. “Llegará a haber abundancia de grano en la tierra; en la cima de las montañas habrá sobreabundancia.” (Salmo 72:8, 16.)

8, 9. a) ¿Qué dos grandes enemigos de la humanidad serán eliminados? Explique. b) ¿Qué hará Dios para acabar con el oprobio que sufre su pueblo?

8 Quienes ahora participan de este festín espiritual que Dios ofrece tienen un futuro glorioso. Prestemos atención a las siguientes palabras de Isaías. En ellas compara el pecado y la muerte a una sofocante “obra tejida”, o “envoltura”. Dicen así: “En esta montaña ciertamente se tragará [Jehová] la cara de la envoltura que está envuelta sobre todos los pueblos, y la obra tejida que está entretejida sobre todas las naciones. Él realmente se tragará a la muerte para siempre, y el Señor Soberano Jehová ciertamente limpiará las lágrimas de todo rostro” (Isaías 25:7, 8a).

9 En efecto, el pecado y la muerte ya no existirán (Revelación 21:3, 4). Además, el descrédito mentiroso que los siervos de Jehová han aguantado por milenios habrá quedado en el pasado. “El oprobio de su pueblo quitará de toda la tierra, porque Jehová mismo lo ha hablado.” (Isaías 25:8b.) ¿Cómo lo hará Jehová? Eliminando la fuente de tal oprobio, Satanás y su descendencia (Revelación 20:1-3). No sorprende que el pueblo de Dios se vea impulsado a exclamar: “¡Miren! Este es nuestro Dios. Hemos esperado en él, y él nos salvará. Este es Jehová. Hemos esperado en él. Estemos gozosos y regocijémonos en la salvación por él” (Isaías 25:9).

Los altivos se ven humillados

10, 11. ¿Qué trato severo le reserva Jehová a Moab?

10 Jehová salva a los miembros humildes de su pueblo. Sin embargo, Moab, nación vecina de Israel, es orgullosa, y Jehová detesta el orgullo (Proverbios 16:18). Por tanto, le aguarda una humillación. “La mano de Jehová se asentará en esta montaña, y Moab tiene que ser pisoteado en su lugar como cuando se pisotea un montón de paja en un estercolero. Y él tiene que dar palmadas hacia fuera con las manos en medio de él como cuando el nadador da palmadas hacia fuera para nadar, y tiene que abatir su altivez con los movimientos mañosos de sus manos. Y la ciudad fortificada, con tus altos muros de seguridad, la tiene que echar abajo; tiene que abatirla —ponerla en contacto con la tierra— al polvo.” (Isaías 25:10-12.)

11 La mano de Jehová “se asentará” sobre la montaña de Moab. ¿Con qué consecuencias? La altiva nación será abofeteada y pisoteada como “en un estercolero”. En tiempos de Isaías, la paja se pisotea sobre montones de estiércol para hacer abono; de modo que el profeta predice la humillación de Moab, a pesar de sus muros altos y aparentemente seguros.

12. ¿Por qué se dirige específicamente a Moab la declaración judicial de Jehová?

12 ¿Por qué dirige Jehová un consejo tan duro específicamente a Moab? Los moabitas son descendientes de Lot, quien fue sobrino de Abrahán y adorador de Jehová. Por consiguiente, no solo son vecinos de la nación con la que Dios ha hecho un pacto, sino también parientes. Pese a ello, han adoptado el culto a dioses falsos y han demostrado una enconada enemistad hacia Israel. Merecen lo que va a sucederles. A este respecto, Moab es como los adversarios de los siervos de Jehová actuales. Se parece, en particular, a la cristiandad, que afirma tener sus raíces en la congregación cristiana del siglo primero pero que, como ya hemos visto, constituye la parte principal de Babilonia la Grande.

Una canción de salvación

13, 14. ¿Qué “ciudad fuerte” tiene hoy el pueblo de Dios, y a quiénes se permite la entrada?

13 ¿Qué puede decirse de quienes componen el pueblo de Dios? Con la emoción que les produce disfrutar del favor y la protección de Jehová, alzan sus voces para cantar. “En aquel día se cantará esta canción en la tierra de Judá: ‘Tenemos una ciudad fuerte. Él pone la salvación misma por muros y antemural. Abran las puertas para que entre la nación justa que mantiene conducta fiel’.” (Isaías 26:1, 2.) Aunque estas palabras sin duda tuvieron un cumplimiento en la antigüedad, está claro que tienen otro en nuestros días. “La nación justa” de Jehová, el Israel espiritual, cuenta con una organización sólida, semejante a una ciudad: un motivo para regocijarse y cantar.

14 ¿Qué clase de personas entra en la “ciudad”? La canción da la respuesta: “La inclinación que está bien sostenida [tú, Dios] la salvaguardarás en paz continua, porque en ti se hace que uno confíe. Confíen en Jehová para siempre, porque en Jah Jehová está la Roca de tiempos indefinidos” (Isaías 26:3, 4). “La inclinación” que Jehová sostiene es el deseo de obedecer sus justos principios y de confiar en él más bien que en los tambaleantes sistemas comerciales, políticos o religiosos del mundo. “Jah Jehová” es la única Roca fidedigna que brinda seguridad. Los que confían plenamente en él reciben Su protección y disfrutan de “paz continua” (Proverbios 3:5, 6; Filipenses 4:6, 7).

15. ¿Cómo ha sido abatido “el pueblo elevado” de la actualidad, y en qué sentido lo han hollado “los pies del afligido”?

15 En contraste, los enemigos del pueblo de Dios correrán una suerte muy distinta. “Él ha echado abajo a los que habitaban la altura, el pueblo elevado. Lo abate, lo abate hasta la tierra; lo pone en contacto con el polvo. El pie lo hollará, los pies del afligido, los pasos de los de condición humilde.” (Isaías 26:5, 6.) Al igual que antes, es posible que Isaías se refiera a algún “pueblo elevado” de Moab, o quizá a otra ciudad, como Babilonia, ciertamente elevada en su altivez. En cualquier caso, Jehová hace que se inviertan los papeles, de modo que ahora “los de condición humilde” y “afligido[s]” pisotean al “pueblo elevado”. En nuestros días, la profecía encaja a la perfección con Babilonia la Grande, en especial con la cristiandad, “el pueblo elevado” que en 1919 sufrió una caída humillante al verse obligado a liberar al pueblo de Jehová. A su vez, este ha hollado a su antigua captora (Revelación 14:8). ¿De qué manera? Anunciando públicamente que la venganza de Jehová se cierne sobre ella (Revelación 8:7-12; 9:14-19).

El deseo de justicia y de la “memoria” de Jehová

16. ¿Qué magnífico ejemplo de devoción hallamos en Isaías?

16 Concluida su triunfante canción, Isaías revela la profundidad de su devoción y las recompensas de servir al Dios de la justicia (léase Isaías 26:7-9). El profeta es un digno ejemplo de alguien que ‘espera en Jehová’ y siente anhelo por el “nombre” y la “memoria” divinos. ¿Qué es la “memoria” de Jehová? Éxodo 3:15 dice: “Jehová [...] es mi nombre hasta tiempo indefinido, y este es la memoria de mí a generación tras generación”. Isaías ama el nombre divino y cuanto este significa, incluidas las normas y sendas justas de Jehová. Quienes cultivan un amor así por Él pueden estar seguros de que los bendecirá (Salmo 5:8; 25:4, 5; 135:13; Oseas 12:5).

17. ¿Qué privilegios se les negarán a los inicuos?

17 Sin embargo, no todos aman a Jehová y sus elevadas normas (léase Isaías 26:10). Aunque se les invite a ello, los inicuos se niegan tercamente a aprender justicia y así entrar en “la tierra de derechura”, la que ocupan los siervos de Jehová rectos en sentido moral y espiritual. En consecuencia, el malvado “no verá la eminencia de Jehová”. No vivirá para disfrutar de las bendiciones que fluirán a la humanidad una vez que el nombre de Jehová haya sido santificado. Algunas personas quizá no respondan a la bondad amorosa divina ni siquiera en el nuevo mundo, cuando todo el planeta sea una “tierra de derechura”. Sus nombres no se escribirán en el libro de la vida (Isaías 65:20; Revelación 20:12, 15).

18. ¿Por qué puede decirse que algunos contemporáneos de Isaías son ciegos por voluntad propia, y cuándo se verán obligados a ‘contemplar’ a Jehová?

18 “Oh Jehová, tu mano ha llegado a estar elevada, pero ellos no la contemplan. Contemplarán y se avergonzarán ante el celo por tu pueblo. Sí, el mismísimo fuego para tus propios adversarios se los comerá.” (Isaías 26:11.) En tiempos de Isaías, la mano de Jehová se ha alzado para proteger a su pueblo al castigar a sus enemigos, pero la mayoría de los israelitas no lo ha admitido. Tales personas, ciegas espiritualmente por voluntad propia, con el tiempo se verán obligadas a ‘contemplar’ a Jehová, o reconocer su autoridad, cuando el fuego de su celo las devore (Sofonías 1:18). Como Dios le dice más tarde a Ezequiel: “Tendrán que saber que yo soy Jehová” (Ezequiel 38:23).

“Jehová disciplina a quien ama”

19, 20. ¿Por qué y cómo ha disciplinado Jehová a su pueblo, y quiénes se han beneficiado de tal corrección?

19 Isaías sabe que cualquier paz y prosperidad que puedan tener los miembros de su nación se debe a la bendición de Jehová. “Oh Jehová, tú nos adjudicarás paz, porque aun todas nuestras obras nos las has ejecutado.” (Isaías 26:12.) Pese a ello y a que Jehová ha puesto ante su pueblo la oportunidad de ser “un reino de sacerdotes y una nación santa”, Judá ha tenido una historia de continuos altibajos (Éxodo 19:6). Sus habitantes se han vuelto en repetidas ocasiones a la adoración de dioses falsos, por lo que Jehová los ha disciplinado una y otra vez. Ahora bien, tal corrección es prueba del amor que Dios siente por ellos, pues “Jehová disciplina a quien ama” (Hebreos 12:6).

20 Con frecuencia, Jehová disciplina a quienes componen su pueblo dejando que otras naciones, “otros amos”, los dominen (léase Isaías 26:13). En 607 a.E.C. permite que los babilonios se los lleven al exilio. ¿Les beneficia esta experiencia? Aunque el sufrimiento en sí no es de ningún provecho, si quien sufre aprende la lección, se arrepiente y da a Jehová devoción exclusiva, entonces sí se beneficia (Deuteronomio 4:25-31). ¿Hay judíos que muestren arrepentimiento verdadero? Sí, los hay. Proféticamente, Isaías dice: “Solo por ti haremos mención de tu nombre”. Tras su retorno del destierro en 537 a.E.C., los judíos necesitan frecuente disciplina por otros pecados, pero ya no vuelven a caer en la trampa de adorar dioses de piedra.

21. ¿Qué les ocurrirá a quienes han oprimido al pueblo de Dios?

21 ¿Y los captores de Judá? “Impotentes en la muerte, no se levantarán. Por lo tanto, has dirigido tu atención para aniquilarlos y destruir toda mención de ellos.” (Isaías 26:14.) La orgullosa Babilonia tendrá que sufrir por las crueldades infligidas a la nación que Jehová ha escogido. Dios usará a los medos y los persas para derrocarla y liberará a Su pueblo desterrado. La gran ciudad de Babilonia quedará impotente, como si estuviera muerta. Y con el tiempo, dejará de existir.

22. ¿Cómo ha bendecido Jehová a su pueblo en tiempos modernos?

22 En el cumplimiento moderno, un resto del Israel espiritual, una vez refinado, fue liberado en 1919 de Babilonia la Grande y restaurado al servicio de Jehová. Con renovada vitalidad, los cristianos ungidos se entregaron a su comisión de predicar (Mateo 24:14). Jehová, a su vez, los ha bendecido con aumento y hasta ha hecho que una gran muchedumbre de “otras ovejas” se una a ellos (Juan 10:16). “Has añadido a la nación; oh Jehová, has añadido a la nación; te has glorificado. Has extendido a gran distancia todos los confines del país. Oh Jehová, durante angustia ellos han dirigido su atención a ti; han derramado un susurro de oración cuando tuvieron de ti disciplina.” (Isaías 26:15, 16.)

“Se levantarán”

23. a) ¿Qué grandiosa demostración del poder de Jehová se ve en el año 537 a.E.C.? b) ¿Qué demostración similar ocurrió en 1919?

23 Isaías vuelve a referirse a la situación que afronta Judá mientras sigue cautiva de Babilonia. Compara la nación a una mujer que está de parto, pero que no puede dar a luz sin ayuda (léase Isaías 26:17, 18). Cuando dicha ayuda llega, en 537 a.E.C., el pueblo de Jehová regresa a su tierra, ansioso por reconstruir el templo y restaurar la adoración verdadera. Realmente, la nación se levanta de la muerte. “Tus muertos vivirán. Cadáver mío... se levantarán. ¡Despierten y clamen gozosamente, residentes del polvo! Porque tu rocío es como el rocío de malvas, y la tierra misma dejará que hasta los que están impotentes en la muerte caigan en nacimiento.” (Isaías 26:19.) Esta es, sin duda, una grandiosa demostración del poder de Jehová, similar a la que ocurrió en 1919, cuando estas palabras se cumplieron en sentido espiritual (Revelación 11:7-11). Anhelamos el momento en que se cumplan literalmente en el nuevo mundo, de modo que cuantos se hallan impotentes en la muerte ‘oigan la voz de Jesús y salgan’ de las tumbas conmemorativas (Juan 5:28, 29).

24, 25. a) ¿Cómo, posiblemente, obedecieron los judíos en el año 539 a.E.C. el mandato de Jehová de esconderse? b) ¿A qué es posible que señalen los “cuartos interiores” en tiempos modernos, y qué actitud debemos cultivar al respecto?

24 Ahora bien, los fieles solo podrán disfrutar de las bendiciones espirituales prometidas mediante Isaías si siguen estas instrucciones de Jehová: “Anda, pueblo mío, entra en tus cuartos interiores, y cierra tus puertas tras de ti. Escóndete por solo un momento hasta que pase la denunciación. Porque, ¡mira!, Jehová está saliendo de su lugar para pedir cuenta por el error del habitante de la tierra contra él, y la tierra ciertamente expondrá su derramamiento de sangre y ya no encubrirá a los de ella a quienes han matado” (Isaías 26:20, 21; compárese con Sofonías 1:14). Quizá este pasaje tenga su cumplimiento inicial en 539 a.E.C., cuando los medos y los persas, a las órdenes del rey Ciro, conquistan Babilonia. Según el historiador griego Jenofonte, cuando dicho caudillo entra en la ciudad, manda que todos los habitantes permanezcan en sus casas, pues su caballería tiene “órdenes de dar muerte a todo el que se encuentre en las calles”. Hoy es posible que los “cuartos interiores” de esta profecía tengan mucha relación con las decenas de miles de congregaciones del pueblo de Jehová por toda la Tierra, las cuales seguirán desempeñando un papel clave en nuestra vida, incluso durante “la gran tribulación” (Revelación 7:14). Por tanto, es esencial mantener una sana actitud hacia la congregación y relacionarnos regularmente con ella (Hebreos 10:24, 25).

25 El mundo de Satanás acabará pronto. Aún no sabemos cómo protegerá Jehová a su pueblo durante ese tiempo tenebroso (Sofonías 2:3). Sin embargo, lo que sí sabemos es que nuestra supervivencia dependerá de la fe que tengamos en Jehová y de la lealtad y obediencia que le manifestemos.

26. Identifique a “Leviatán” en la época de Isaías y en la nuestra, y mencione lo que le sucede a este “monstruo marino”.

26 Mirando a ese momento futuro, Isaías predice: “En aquel día Jehová, con su espada dura y grande y fuerte, dirigirá su atención a Leviatán, la serpiente deslizante, aun a Leviatán, la serpiente torcida, y ciertamente matará al monstruo marino que está en el mar” (Isaías 27:1). En el cumplimiento inicial, “Leviatán” se refiere a las naciones en las que Israel está esparcido, como Babilonia, Egipto y Asiria. Estos países no podrán impedir que el pueblo de Jehová regrese a su tierra al debido tiempo. Pero ¿quién es el Leviatán moderno? Al parecer, Satanás —“la serpiente original”— y su impío sistema de cosas terrestre, el instrumento que usa en su guerra contra el Israel espiritual (Revelación 12:9, 10; 13:14, 16, 17; 18:24). “Leviatán” perdió su control sobre el pueblo de Dios en 1919, y pronto desaparecerá por completo, pues la profecía indica que Jehová “ciertamente matará al monstruo marino”. Mientras, nada de lo que “Leviatán” intente contra los siervos de Dios tendrá verdadero éxito (Isaías 54:17).

“Una viña de vino espumante”

27, 28. a) ¿De qué ha llenado la viña de Jehová toda la Tierra? b) ¿Cómo protege Jehová su viña?

27 Isaías ilustra con otra canción la productividad del pueblo liberado de Jehová: “En aquel día canten a ella: ‘¡Una viña de vino espumante! Yo, Jehová, la salvaguardo. Cada momento la regaré. Para que nadie dirija su atención contra ella, la salvaguardaré aun de noche y de día’” (Isaías 27:2, 3). El resto del Israel espiritual y sus industriosos colaboradores realmente han llenado toda la Tierra de fruto espiritual, lo que sin duda es un motivo de celebración, una razón para cantar. Todo el mérito es de Jehová, aquel que con amor atiende su viña (compárese con Juan 15:1-8).

28 Verdaderamente, el gozo ha reemplazado a la cólera que Jehová sintió. “No hay furia que tenga yo. ¿Quién me dará zarzas y malas hierbas en la batalla? Ciertamente pisaré las tales. Ciertamente prenderé fuego a las tales a la vez. De otro modo, que eche mano a mi plaza fuerte, que haga paz conmigo; paz haga conmigo.” (Isaías 27:4, 5.) Jehová se asegura de que la viña siga produciendo “vino espumante” en abundancia, aplastando y consumiendo como con fuego toda influencia semejante a mala hierba que pueda corromperla. Por consiguiente, no dejemos que nadie ponga en peligro el bienestar de la congregación cristiana. Más bien, ‘echemos mano a la plaza fuerte de Jehová’, es decir, busquemos Su favor y protección. De ese modo haremos la paz con Dios, algo tan importante que Isaías lo menciona dos veces. ¿Qué resultado obtendremos? “En los días venideros Jacob se arraigará, Israel echará flores y realmente brotará; y simplemente llenarán la superficie de la tierra productiva de producto.” (Isaías 27:6.)* El cumplimiento de este versículo constituye una prueba maravillosa del poder de Jehová. Desde 1919, los cristianos ungidos han llenado la tierra de “producto”, de nutritivo alimento espiritual. Gracias a ello, millones de personas leales de la clase de las otras ovejas se les han unido en rendir a Dios “servicio sagrado día y noche” (Revelación 7:15). En medio de un mundo corrupto, observan con gozo las elevadas normas divinas. Y la bendición de Jehová hace que sigan aumentando. No olvidemos nunca el grandioso privilegio que se nos ha otorgado: participar del “producto” y ofrecerlo a otras personas mediante nuestro propio grito de alabanza.

[Notas]

Probablemente, el nombre Ar signifique “Ciudad”.

Véase el libro Apocalipsis... ¡se acerca su magnífica culminación!, pág. 170.

El pasaje de Isaías 27:7-13 se analiza en el apartado de la pág. 285.

[Apartado de la página 285]

“Un cuerno grande” proclama libertad

Los dolores de Judá se intensifican en 607 a.E.C., cuando Jehová disciplina a su nación descarriada con el azote del exilio (léase Isaías 27:7-11). El error es demasiado grande para expiarlo con sacrificios animales. Así, como alguien que dispersa un rebaño de ovejas o cabras con “un grito espantador”, o esparce las hojas con un “soplo” de viento fuerte, Jehová expulsa a Israel de su tierra. De este modo, hasta algunos pueblos débiles, simbolizados por mujeres, pueden aprovecharse de lo que queda en el país.

Sin embargo, llegará el día en que Jehová libere del cautiverio a su pueblo, como un agricultor que, por así decirlo, libera las aceitunas prisioneras en los árboles. “En aquel día tiene que ocurrir que Jehová vareará el fruto, desde la corriente caudalosa del Río [Éufrates] hasta el valle torrencial de Egipto, y así ustedes mismos serán recogidos uno tras otro, oh hijos de Israel. Y en aquel día tiene que ocurrir que se tocará un cuerno grande, y los que estén pereciendo en la tierra de Asiria y los que estén dispersados en la tierra de Egipto ciertamente vendrán y se inclinarán ante Jehová en la montaña santa de Jerusalén.” (Isaías 27:12, 13.) Tras su victoria en 539 a.E.C., Ciro promulga un decreto con el que concede la libertad a todos los judíos de su imperio, lo que incluye a los que están en Asiria y en Egipto (Esdras 1:1-4). Es como si “un cuerno grande” emitiera, resonante, el himno de la libertad para el pueblo de Dios.

[Ilustraciones de la página 275]

“Un banquete de platos con mucho aceite”

[Ilustración de la página 277]

Los que fueron sus prisioneros pisotean a Babilonia

[Ilustración de la página 278]

“Entra en tus cuartos interiores”

Isaías predice el ‘hecho extraño’ de Jehová
Isaías predice el ‘hecho extraño’ de Jehová - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 22

Isaías predice el ‘hecho extraño’ de Jehová

Isaías 28:1–29:24

1, 2. ¿Por qué se sienten a salvo Israel y Judá?

DURANTE un breve período, Israel y Judá se sienten a salvo. Sus dirigentes han establecido alianzas políticas con potencias más grandes y poderosas, tratando de hallar seguridad en un mundo peligroso. Samaria, la capital de Israel, ha recurrido a su vecina, Siria, mientras que Jerusalén, la capital de Judá, ha depositado su esperanza en la cruel Asiria.

2 Es posible que algunos habitantes del reino norteño, además de confiar en sus nuevos aliados, esperen que Jehová los proteja pese a que siguen realizando actos de adoración ante becerros de oro. Judá también está convencida de que puede contar con la protección divina. Al fin y al cabo, ¿no está el templo de Jehová en su capital, Jerusalén? No obstante, a las dos naciones les aguardan sucesos inesperados. Bajo inspiración, Isaías predice acontecimientos que le parecerán realmente extraños a su pueblo descarriado. Y sus palabras contienen lecciones vitales para todos los que vivimos hoy día.

“Los borrachos de Efraín”

3, 4. ¿De qué se siente orgulloso el reino norteño de Israel?

3 Isaías comienza su profecía con estas sorprendentes palabras: “¡Ay de la corona eminente de los borrachos de Efraín, y de la flor marchita de su decoración de hermosura que está sobre la cabeza del valle fértil de los que han sido vencidos por el vino! ¡Mira! Jehová tiene a alguien fuerte y vigoroso. Cual tempestad atronadora de granizo, [...] él ciertamente efectuará un echar abajo a tierra con fuerza. Con los pies serán holladas las coronas eminentes de los borrachos de Efraín” (Isaías 28:1-3).

4 Efraín, la más prominente de las diez tribus norteñas, ha llegado a representar a todo el reino de Israel. Samaria, la capital de la nación, se alza en un lugar hermoso e imponente, “sobre la cabeza del valle fértil”. Los caudillos de Efraín se sienten orgullosos de su “corona eminente”, de su independencia del reino davídico de Jerusalén. Sin embargo, están “borrachos”, ebrios en sentido espiritual por haberse aliado con Siria en contra de Judá. Unos pies invasores están a punto de pisotear todo aquello que aman (compárese con Isaías 29:9).

5. ¿En qué precaria situación está Israel, pero qué esperanza da Isaías?

5 Efraín no se da cuenta de su precaria situación. Isaías prosigue: “La flor marchita de su decoración de hermosura que está sobre la cabeza del valle fértil tiene que llegar a ser como el higo temprano antes del verano, que, cuando lo ve el que está viendo, mientras todavía está en la palma de su mano, se lo traga” (Isaías 28:4). Efraín caerá en manos de Asiria, como un higo sabroso que se come de un solo bocado. ¿No hay, entonces, esperanza alguna? Pues bien, como tan a menudo ocurre, en las profecías de justo castigo que pronuncia Isaías hay un rayo de esperanza. Aunque la nación caiga, algunos fieles sobrevivirán con la ayuda divina. “Jehová de los ejércitos llegará a ser como corona de decoración y como guirnalda de hermosura para los restantes de su pueblo, y como espíritu de justicia al que se sienta en el juicio, y como poderío a los que apartan la batalla de la puerta.” (Isaías 28:5, 6.)

“Se han descarriado”

6. ¿Cuándo llega a su fin Israel, pero por qué no debería alborozarse Judá?

6 El día de ajuste de cuentas le llega a Samaria en el año 740 a.E.C., cuando los asirios arrasan el país y el reino norteño deja de existir como nación independiente. ¿Y en el caso de Judá? Los asirios invadirán su territorio, y, posteriormente, Babilonia destruirá su capital. Pero en vida de Isaías, el templo y el sacerdocio seguirán funcionando, y sus profetas continuarán activos. ¿Debe Judá alborozarse por la venidera desaparición de su vecina del norte? Claro que no, pues Jehová también tomará medidas contra la nación meridional y sus caudillos por su desobediencia y falta de fe.

7. ¿En qué sentido están borrachos los guías de Judá, y con qué consecuencias?

7 Dirigiendo su mensaje a Judá, Isaías continúa: “Y estos también... a causa del vino se han descarriado y a causa del licor embriagante han andado errantes. Sacerdote y profeta... se han descarriado a causa del licor embriagante, se han confundido como resultado del vino, han andado errantes como resultado del licor embriagante; se han descarriado en su ver, han tambaleado en cuanto a decisión. Porque todas las mesas mismas se han llenado de sucio vómito... no hay lugar sin él” (Isaías 28:7, 8). ¡Qué repugnante! Estar literalmente borrachos dentro de la casa de Dios ya sería bastante grave, pero estos sacerdotes y profetas están embriagados en sentido espiritual: la confianza excesiva en alianzas humanas les ha nublado el juicio. Han llegado a convencerse de que su proceder es el único sensato, quizá creyendo que ahora tienen un plan de emergencia por si acaso la protección de Jehová resulta insuficiente. En su estado de ebriedad espiritual, tales líderes religiosos profieren expresiones repugnantes, inmundas, que revelan su grave carencia de verdadera fe en las promesas de Dios.

8. ¿Qué reacción produce el mensaje de Isaías?

8 ¿Cómo responden a la advertencia divina los caudillos de Judá? Se burlan de Isaías y lo acusan de hablarles como si fueran niños: “¿A quién instruirá uno en conocimiento, y a quién hará uno entender lo que se ha oído? ¿A los que han sido destetados de la leche, a los quitados de los pechos? Porque es ‘mandato sobre mandato, mandato sobre mandato, cordel de medir sobre cordel de medir, cordel de medir sobre cordel de medir, aquí un poco, allí un poco’” (Isaías 28:9, 10). Las palabras de Isaías les suenan repetitivas y extrañas. Una y otra vez, repite lo mismo: ‘¡Esto es lo que ha mandado Jehová! ¡Esto es lo que ha mandado Jehová! ¡Esta es la norma de Jehová! ¡Esta es la norma de Jehová!’.* Pero Dios pronto “hablará” a los habitantes de Judá mediante hechos. Enviará contra ellos a los soldados de Babilonia: extranjeros que realmente hablan un idioma diferente. Estos ejecutarán el “mandato sobre mandato” de Jehová, y Judá caerá (léase Isaías 28:11-13).

Borrachos espirituales hoy día

9, 10. ¿Cuándo y cómo fueron aplicables a generaciones posteriores las palabras de Isaías?

9 ¿Se cumplieron las profecías de Isaías únicamente en los reinos de Israel y Judá de la antigüedad? De ningún modo. Tanto Jesús como Pablo las citaron y las aplicaron a la nación de sus días (Isaías 29:10, 13; Mateo 15:8, 9; Romanos 11:8). Hoy también se da una situación similar a la del tiempo de Isaías.

10 En esta ocasión son los líderes religiosos de la cristiandad quienes ponen su confianza en la política. Como los borrachos de Israel y Judá, se tambalean vacilantes, se inmiscuyen en asuntos de política y se regocijan de que los llamados grandes de este mundo les pidan consejo. De sus labios sale inmundicia, no la verdad pura de la Biblia. Puesto que su visión espiritual es borrosa, no son guías fiables para la humanidad (Mateo 15:14).

11. ¿Cuál es la reacción de los líderes de la cristiandad cuando oyen las buenas nuevas del Reino de Dios?

11 ¿Cuál es la reacción de los líderes de la cristiandad cuando los testigos de Jehová les hablan de la única esperanza verdadera, el Reino de Dios? No entienden. A sus ojos, los Testigos parecen balbucear de un modo repetitivo, como bebés. Los guías religiosos los miran con aires de superioridad y se mofan de ellos. Al igual que los judíos de los días de Jesús, no desean el Reino de Dios ni que sus rebaños oigan de él (Mateo 23:13). Por tanto, están avisados de que Jehová no siempre hablará por medio de sus inofensivos mensajeros. Llegará el momento en que quienes no se sometan al Reino de Dios serán “quebrados y cogidos en lazo y atrapados”, sí, destruidos por completo.

“Un pacto con la Muerte”

12. ¿Qué supuesto “pacto con la Muerte” tiene Judá?

12 Isaías prosigue con su declaración formal: “Ustedes han dicho: ‘Hemos celebrado un pacto con la Muerte; y con el Seol hemos efectuado una visión; la avenida repentina, inundante, en caso de que pase, no vendrá a nosotros, porque hemos hecho de una mentira nuestro refugio, y en la falsedad nos hemos ocultado’” (Isaías 28:14, 15). Los caudillos de Judá se jactan de que sus alianzas políticas impedirán que sean derrotados. Creen que han celebrado “un pacto con la Muerte” y que esta los dejará en paz. Pero su vano refugio no los protegerá. Sus alianzas son una mentira, una falsedad. Hoy, de forma similar, la estrecha relación de la cristiandad con los dirigentes del mundo no la protegerá el día en que Jehová le exija cuentas. De hecho, tal vínculo resultará ser su ruina (Revelación [Apocalipsis] 17:16, 17).

13. ¿Quién es la “piedra probada”, y cómo ha sido objeto del rechazo de la cristiandad?

13 ¿Hacia dónde, pues, deberían mirar estos líderes religiosos? Isaías pasa a dar cuenta de la promesa de Jehová: “Aquí voy a colocar como fundamento en Sión una piedra, una piedra probada, el precioso ángulo de un fundamento seguro. Nadie que ejerza fe será sobrecogido de pánico. Y ciertamente haré del derecho el cordel de medir, y de la justicia el instrumento de nivelar; y el granizo tiene que barrer el refugio de una mentira, y las aguas mismas inundarán el mismísimo escondrijo” (Isaías 28:16, 17). No mucho después de que Isaías pronuncia estas palabras, el fiel rey Ezequías es entronizado en Sión, y su reino se salva por la intervención de Jehová, no por la de aliados vecinos. Sin embargo, estas palabras inspiradas no se cumplen en Ezequías. Citando las palabras de Isaías, el apóstol Pedro indicó que Jesucristo, descendiente lejano de Ezequías, es la “piedra probada”, y que nadie que tenga fe en Él ha de sentir ningún temor (1 Pedro 2:6). Es triste que los líderes de la cristiandad, llamándose cristianos, hayan hecho lo que Jesús se negó a hacer. Han buscado prominencia y poder en este mundo, en vez de esperar que Jehová traiga su Reino con Jesucristo como Rey (Mateo 4:8-10).

14. ¿Cuándo quedará disuelto “el pacto [de Judá] con la Muerte”?

14 Cuando “la avenida repentina, inundante”, de los ejércitos de Babilonia pase por el país, Jehová pondrá al descubierto que el refugio político de Judá es una mentira. “El pacto de ustedes con la Muerte ciertamente será disuelto, y aquella visión de ustedes con el Seol no subsistirá. La avenida repentina, inundante, cuando pase... ustedes también tienen que llegar a ser para ella un lugar de holladura. Cuantas veces pase, [...] tiene que llegar a ser solo razón para trepidación, para hacer que otros entiendan lo que se ha oído.” (Isaías 28:18, 19.) En efecto, lo que les ocurre a quienes afirman servir a Jehová, pero cifran su confianza en alianzas con las naciones, encierra una impactante lección.

15. ¿Qué ilustración usa Isaías para indicar que la protección de Judá es deficiente?

15 Veamos cómo quedan ahora los caudillos de Judá. “El lecho ha resultado demasiado corto para estirarse uno en él, y la sábana tejida misma es demasiado angosta cuando se envuelve uno.” (Isaías 28:20.) Es como si se echaran a descansar, pero no pudieran. Los pies quedan destapados y se enfrían, pero si encogen las piernas, la sábana es demasiado estrecha para envolverse con ella y abrigarse. La incómoda situación que se vivió en la época de Isaías es similar a la de quienes hoy confían en el falso refugio de la cristiandad. Es realmente deplorable que algunos líderes religiosos de esta, por inmiscuirse en la política, se hayan implicado en atrocidades tan monstruosas como limpiezas étnicas y genocidios.

El ‘hecho extraño’ de Jehová

16. ¿En qué consiste el ‘hecho extraño’ de Jehová, y por qué se trata de algo insólito?

16 Todo acabará de una forma completamente opuesta a lo que los guías religiosos de Judá esperan. Dios hará algo extraño con los borrachos espirituales de la nación. “Jehová se levantará tal como en el monte Perazim, se agitará tal como en la llanura baja cerca de Gabaón, para hacer su hecho —su hecho es extraño— y para obrar su obra —su obra es extraordinaria—.” (Isaías 28:21.) En tiempos del rey David, Jehová concedió a su pueblo notables victorias sobre los filisteos en el monte Perazim y en la llanura baja de Gabaón (1 Crónicas 14:10-16). En los días de Josué hasta hizo que el Sol se detuviera encima de Gabaón para que la victoria de Israel sobre los amorreos fuera completa (Josué 10:8-14). Aquello fue algo insólito. Ahora, Jehová luchará de nuevo, pero esta vez contra quienes afirman ser su pueblo. ¿Podría haber algo más extraño o insólito? Lo cierto es que no, sobre todo si se tiene en cuenta que Jerusalén es el centro de la adoración de Jehová y la ciudad del rey ungido de Dios. Hasta este instante, nunca se ha derrocado a la casa real de David. Aun así, Jehová sin falta llevará a cabo su ‘hecho extraño’ (compárese con Habacuc 1:5-7).

17. ¿Qué efecto tendrán las burlas en el cumplimiento de la profecía de Isaías?

17 Por consiguiente, Isaías da esta advertencia: “No se muestren escarnecedores, para que no se pongan fuertes sus ataduras, porque hay un exterminio, aun algo ya decidido, que he oído de parte del Señor Soberano, Jehová de los ejércitos, para toda la tierra” (Isaías 28:22). El mensaje de Isaías es veraz, por más que provoque el escarnio de los caudillos. El profeta lo ha oído de Jehová, con quien todos ellos tienen una relación de pacto. Del mismo modo, los jefes religiosos de la cristiandad se burlan cuando oyen del ‘hecho extraño’ de Jehová, y hasta profieren injurias. Pero el mensaje que proclaman los Testigos es veraz. Se encuentra en la Biblia, libro que esos dirigentes dicen representar.

18. ¿Qué ilustración da Isaías respecto al equilibrio con que Jehová administra disciplina?

18 En cuanto a las personas sinceras que no siguen a dichos líderes, Dios las reajustará y las restaurará a su favor (léase Isaías 28:23-29). Tal como un agricultor recurre a métodos más suaves para trillar granos delicados, como el comino, así Jehová regula su disciplina según la persona y las circunstancias. Nunca es arbitrario ni opresivo, sino que actúa buscando la posible recuperación de quienes se han descarriado. En efecto, hay esperanza para todo el que responda a la llamada de Jehová. De igual forma hoy, aunque la suerte de la cristiandad en conjunto está echada, cualquier persona que se someta al Reino de Jehová puede librarse del juicio adverso que se aproxima.

¡Ay de Jerusalén!

19. ¿En qué sentido está Jerusalén por convertirse en un “altar-hogar”, y cuándo y cómo se cumple esta predicción?

19 Sin embargo, ¿de qué habla Jehová a continuación? “¡Ay de Ariel, de Ariel, el pueblo donde acampó David! Añadan ustedes año sobre año; las fiestas completen el giro. Y tengo que hacer apretadas las cosas para Ariel, y tiene que llegar a haber duelo y lamentación, y ella tiene que llegar a ser para mí como el altar-hogar de Dios.” (Isaías 29:1, 2.) El nombre Ariel posiblemente signifique “Hogar (o Fogón) del Altar de Dios”, y todo apunta a que en este pasaje se refiere a Jerusalén, donde se alza el templo con el altar para los sacrificios. Aunque los judíos acostumbran celebrar sus fiestas y presentar sus sacrificios allí, Jehová no se complace lo más mínimo en la adoración que rinden (Oseas 6:6). Más bien, decreta que la ciudad misma se convierta en un “altar-hogar” en un sentido diferente. En ella chorreará la sangre y arderá el fuego, como en un altar. Jehová llega al punto de describir cómo sucederá: “Tengo que acampar por todos lados contra ti, y tengo que ponerte sitio con una empalizada y levantar contra ti obras de asedio. Y tienes que ser rebajada de modo que hables desde la tierra misma, y como desde el polvo tu decir sonará bajo” (Isaías 29:3, 4). En lo que respecta a Judá y Jerusalén, estas palabras se cumplen en el año 607 a.E.C., cuando las fuerzas de Babilonia asedian y destruyen la ciudad y queman el templo. Jerusalén queda rebajada al mismo nivel que el suelo sobre el que la construyeron.

20. ¿Cuál será el destino final de los enemigos de Dios?

20 Antes de que llegue ese terrible momento, de cuando en cuando Judá tiene reyes que obedecen la Ley de Dios. ¿Qué ocurre en tales períodos? Que Jehová pelea a favor de su pueblo. Aunque los enemigos cubran todo el país, se convierten en “polvo fino” y en “tamo”. A su debido tiempo, Jehová los dispersa “con trueno y con temblor y con un gran sonido, viento de tempestad y tormenta, y la llama de un fuego devorador” (Isaías 29:5, 6).

21. Explique la ilustración de Isaías 29:7, 8.

21 Es posible que haya ejércitos hostiles ansiosos por saquear Jerusalén y hartarse con el botín de guerra, pero les aguarda un duro despertar. Los enemigos de Judá no disfrutarán del festín que con tanta avidez esperan. Son como el hambriento que sueña estar en un banquete, pero se despierta tan hambriento como cuando se acostó (léase Isaías 29:7, 8). Analicemos lo que experimenta el ejército asirio cuando, bajo el mando de Senaquerib, amenaza Jerusalén en tiempos del fiel rey Ezequías (Isaías, capítulos 36 y 37). En una sola noche, y sin la intervención de hombre alguno, la imponente maquinaria de guerra asiria se ve obligada a retirarse tras la muerte de 185.000 de sus valientes guerreros. Los sueños de conquista quedarán de nuevo frustrados cuando el dispositivo bélico de Gog de Magog se ponga en marcha para atacar al pueblo de Jehová en el futuro cercano (Ezequiel 38:10-12; 39:6, 7).

22. ¿Cómo afecta a Judá su borrachera espiritual?

22 En el momento en que Isaías pronuncia esta porción de la profecía, los caudillos de Judá no tienen la fe de Ezequías. Las alianzas con naciones impías los han emborrachado y sumido en un estado de sopor espiritual. “Demórense y asómbrense; ciéguense, y sean cegados. Ellos se han embriagado, pero no con vino; se han movido con inseguridad, pero no a causa de licor embriagante.” (Isaías 29:9.) Ebrios en sentido espiritual, dichos líderes son incapaces de percibir la trascendencia de la visión que Jehová da a Su profeta verdadero. Isaías señala: “Jehová ha derramado sobre ustedes un espíritu de sueño profundo; y cierra los ojos de ustedes, los profetas, y ha cubierto hasta las cabezas de ustedes, los hombres de visiones. Y para ustedes la visión de todo llega a ser como las palabras del libro que ha sido sellado, el cual dan a alguien que conoce la escritura, y le dicen: ‘Lee esto en voz alta, por favor’, y él tiene que decir: ‘No puedo, porque está sellado’; y hay que dar el libro a alguien que no sabe escritura, y alguien dice: ‘Lee esto en voz alta, por favor’, y él tiene que decir: ‘No sé nada de escritura’” (Isaías 29:10-12).

23. ¿Por qué ajustará Jehová las cuentas a Judá, y cómo lo hará?

23 Los guías religiosos de Judá afirman que son sabios en sentido espiritual, pero han dejado a Jehová. Prefieren enseñar sus propios conceptos torcidos de lo bueno y lo malo, con los que justifican su falta de fe, sus actos inmorales y el hecho de que encaminan a la gente a incurrir en la desaprobación de Dios. Jehová empleará “algo maravilloso” —su ‘hecho extraño’— para ajustarles las cuentas por su hipocresía. Dice: “Por razón de que este pueblo se ha acercado con su boca, y me ha glorificado meramente con sus labios, y ha alejado de mí su corazón mismo, y su temor para conmigo llega a ser mandamiento de hombres que se está enseñando, por lo tanto, aquí estoy yo, Aquel que volverá a obrar maravillosamente con este pueblo, de manera maravillosa y con algo maravilloso; y la sabiduría de sus sabios tiene que perecer, y el mismísimo entendimiento de sus discretos se ocultará” (Isaías 29:13, 14). La sabiduría y el entendimiento que Judá se atribuye desaparecerán cuando Jehová dirija los acontecimientos de modo que la potencia mundial babilónica borre de la existencia todo el sistema religioso apóstata. Lo mismo sucedió en el siglo primero, cuando los caudillos judíos, que se creían sabios, extraviaron a la nación. Y algo similar le ocurrirá en nuestros tiempos a la cristiandad (Mateo 15:8, 9; Romanos 11:8).

24. ¿Cómo revelan los habitantes de Judá que no tienen temor de Dios?

24 De momento, sin embargo, los jactanciosos dirigentes de Judá piensan que son lo bastante listos como para que su corrupción de la adoración verdadera quede sin castigo. ¿Lo son? Isaías los desenmascara poniendo al descubierto que en realidad no tienen temor de Dios ni, consiguientemente, sabiduría verdadera: “¡Ay de los que van a gran profundidad en ocultar consejo de Jehová mismo, y cuyos hechos han tenido lugar en un sitio oscuro, mientras dicen: ‘¿Quién nos está viendo, y quién sabe de nosotros?’! ¡Qué perversidad la de ustedes! ¿Acaso al alfarero mismo se le debe considerar igual al barro? Pues, ¿debe decir la cosa hecha respecto a su hacedor: ‘Él no me hizo’? Y, ¿realmente dice la mismísima cosa formada respecto a su formador: ‘Él no mostró entendimiento’?” (Isaías 29:15, 16; compárese con Salmo 111:10). Sin importar lo bien escondidos que ellos crean estar, sus vidas se encuentran “desnudas y abiertamente expuestas” a los ojos de Dios (Hebreos 4:13).

“Los sordos ciertamente oirán”

25. ¿En qué sentido oirán “los sordos”?

25 No obstante, hay salvación para las personas que tienen fe (léase Isaías 29:17-24; compárese con Lucas 7:22). “Los sordos ciertamente oirán las palabras del libro”, el mensaje de la Palabra de Dios. No se trata de la curación de una sordera física, sino espiritual. Isaías señala una vez más hacia el establecimiento del Reino mesiánico y la restauración de la adoración verdadera en la Tierra mediante el gobierno del Mesías. Estos acontecimientos han tenido lugar en nuestros tiempos, en los que millones de personas sinceras se dejan corregir por Jehová y aprenden a alabarlo. ¡Qué emocionante cumplimiento! Llegará el día en que todo el mundo, todo ser que respire, ensalzará a Jehová y santificará su sagrado nombre (Salmo 150:6).

26. ¿Qué recordatorios espirituales oyen hoy “los sordos”?

26 ¿Qué están aprendiendo “los sordos” al escuchar la Palabra de Dios? Que todos los cristianos, y en especial los que la congregación considera ejemplos, deben tener mucho cuidado de no ‘descarriarse a causa del licor embriagante’ (Isaías 28:7). Además, nunca deben cansarse de oír los recordatorios de Dios, pues estos los ayudarán a tener un punto de vista espiritual en todas las cosas. Aunque los cristianos nos sometemos como es debido a las autoridades gubernamentales y esperamos que estas nos presten ciertos servicios, sabemos que la salvación no viene del mundo, sino de Jehová Dios. Tampoco debemos olvidar que, como en el caso de la Jerusalén apóstata, la ejecución de la sentencia divina contra esta generación es inevitable. Con la ayuda de Jehová podemos seguir proclamando su advertencia a pesar de la oposición, tal como hizo Isaías (Isaías 28:14, 22; Mateo 24:34; Romanos 13:1-4).

27. ¿Qué lecciones encierra para los cristianos la profecía de Isaías?

27 Los ancianos y los padres pueden aprender de la forma en que Jehová disciplina, y no limitarse a castigar a los que han errado, sino tratar de restaurarlos al favor de Dios (Isaías 28:26-29; compárese con Jeremías 30:11). Y a todos nosotros, incluidos los jóvenes, se nos recuerda que es esencial servir a Jehová con el corazón, y no solo aparentar que somos cristianos a fin de agradar a los hombres (Isaías 29:13). Debemos mostrar que, a diferencia de los habitantes de Judá carentes de fe, abrigamos un temor sano a Jehová y le respetamos profundamente (Isaías 29:16). Además, ha de verse que estamos dispuestos a que Jehová nos corrija y enseñe (Isaías 29:24).

28. ¿Cómo consideran los siervos de Jehová los actos de salvación divinos?

28 La fe y la confianza en Jehová y en su manera de actuar son muy importantes (compárese con Salmo 146:3). El mensaje que predicamos le parecerá infantil a la mayoría de la gente, pues la futura destrucción de la cristiandad, una organización que afirma servir a Dios, es un concepto extraño, insólito. Sin embargo, Jehová efectuará su ‘hecho extraño’; de eso no cabe duda. Por tanto, los siervos de Dios que viven en los últimos días de este sistema de cosas tienen plena confianza en Su Reino y en Su Rey nombrado, Jesucristo. Saben que los actos de salvación de Jehová —que él lleva a cabo junto con su ‘obra extraordinaria’— traerán bendiciones eternas a toda la humanidad obediente.

[Nota]

En el hebreo original, las palabras de Isaías 28:10 forman una rima machacona que recuerda a una canción de niños. Por consiguiente, el mensaje de Isaías sonaba repetitivo e infantil a los guías religiosos.

[Ilustraciones de la página 289]

La cristiandad ha confiado en alianzas con gobernantes humanos más bien que en Dios

[Ilustración de la página 290]

Jehová lleva a cabo su ‘hecho extraño’ al permitir que Babilonia destruya Jerusalén

[Ilustración de la página 298]

Los que eran sordos en sentido espiritual ‘oyen’ la Palabra de Dios

Mantengámonos en expectativa de Jehová
Mantengámonos en expectativa de Jehová - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 23

Mantengámonos en expectativa de Jehová

Isaías 30:1-33

1, 2. a) ¿Cuál es el contenido del capítulo 30 de Isaías? b) ¿Qué preguntas analizaremos a continuación?

EN EL capítulo 30 del libro de Isaías hallamos más declaraciones formales divinas contra los malvados, las cuales, al mismo tiempo, hacen hincapié en algunas de las alentadoras cualidades de Jehová. De hecho, estas se describen con tanto realismo que, por decirlo así, percibimos su presencia reconfortante, oímos su voz guiadora y sentimos la caricia curativa de sus manos (Isaías 30:20, 21, 26).

2 Aun así, los compatriotas de Isaías, los apóstatas habitantes de Judá, se niegan a volver a Jehová. En su lugar, ponen su confianza en otros seres humanos. ¿Qué opina Jehová de ello? ¿Y por qué puede decirse que este capítulo de Isaías ayuda a los cristianos de hoy a mantenerse en expectativa de Jehová? (Isaías 30:18.) Veámoslo.

Locura y fatalidad

3. ¿Qué conspiración pone al descubierto Jehová?

3 Los dirigentes de Judá llevan algún tiempo conspirando en secreto para encontrar la manera de no caer en el yugo de Asiria. Pero Jehová los ha estado observando, y ahora pone al descubierto lo que traman: “¡Ay de los hijos tercos —es la expresión de Jehová—, aquellos dispuestos a llevar a cabo consejo, pero no el que proviene de mí; y a derramar una ofrenda de bebida, pero no con mi espíritu, para añadir pecado a pecado; los que están poniéndose en camino para bajar a Egipto” (Isaías 30:1, 2a).

4. ¿Por qué puede decirse que el rebelde pueblo de Dios ha puesto a Egipto en el lugar de Jehová?

4 Los caudillos intrigantes sufren una verdadera sacudida cuando oyen a Isaías revelar su plan. Viajar a Egipto con el objetivo de establecer una alianza es algo más que un acto hostil contra Asiria; supone rebelarse contra Jehová Dios. En tiempos del rey David, la nación consideró a Jehová su plaza fuerte y se refugió “en la sombra de [sus] alas” (Salmo 27:1; 36:7). Ahora proceden a “abrigarse en la plaza fuerte de Faraón” y a “refugiarse en la sombra de Egipto” (Isaías 30:2b). Han puesto a Egipto en el lugar de Dios. ¡Qué traición! (Léase Isaías 30:3-5.)

5, 6. a) ¿Por qué es una terrible equivocación la alianza con Egipto? b) ¿Qué travesía anterior del pueblo de Dios pone de relieve la locura de este viaje a Egipto?

5 Por si acaso respondieran que la misión a Egipto no es más que una visita casual, Isaías da más detalles. “La declaración formal contra las bestias del sur: Por la tierra de angustia y duras condiciones, del león y del leopardo que están gruñendo, de la víbora y de la culebra abrasadora volante, ellos llevan sus recursos sobre los hombros de asnos adultos, y sus provisiones sobre las gibas de camellos.” (Isaías 30:6a.) Está claro que el viaje ha sido bien planeado. Los emisarios preparan una caravana de camellos y asnos, los cargan con valiosas mercancías y los conducen a Egipto a través de tierras áridas infestadas de leones rugientes y serpientes venenosas. Por fin llegan a su destino y entregan los tesoros a los egipcios. Han comprado protección, o al menos eso piensan. Sin embargo, Jehová dice: “En el interés del pueblo no resultarán de ningún provecho. Y los egipcios son mera vanidad, y simplemente de nada servirá su ayuda. Por lo tanto, he llamado a esta: ‘Rahab... favorecen el sentarse quietos’” (Isaías 30:6b, 7). “Rahab”, un “monstruo marino”, llegó a simbolizar a Egipto (Isaías 51:9, 10). Esta nación lo promete todo, pero no hace nada. Judá comete una terrible equivocación al aliarse con ella.

6 Es posible que la descripción que da Isaías del viaje de los enviados recuerde a sus oyentes un viaje parecido efectuado en los días de Moisés. Sus antepasados cruzaron a pie ese mismo “desierto [...] inspirador de temor” (Deuteronomio 8:14-16). En aquel entonces, sin embargo, los israelitas hicieron la travesía para alejarse de Egipto y librarse del cautiverio. Esta vez, los enviados viajan a dicha nación, sí, para someterse a ella. ¡Qué locura! Nunca tomemos una decisión tan imprudente; jamás cambiemos nuestra libertad espiritual por la esclavitud (compárese con Gálatas 5:1).

El mensaje del profeta encuentra oposición

7. ¿Por qué hace Jehová que Isaías ponga por escrito la advertencia que Él dirige a Judá?

7 Jehová le dice a Isaías que ponga por escrito el mensaje que este acaba de entregar, para que “sirva para un día futuro, para testimonio hasta tiempo indefinido” (Isaías 30:8). El Creador desaprueba que se pongan las alianzas humanas por encima de la confianza en él, y ello debe quedar registrado para generaciones futuras, incluida la nuestra (2 Pedro 3:1-4). Pero existe una razón más inmediata para dejar constancia escrita. “Es un pueblo rebelde, hijos mentirosos, hijos que no han querido oír la ley de Jehová.” (Isaías 30:9.) El pueblo ha rechazado los consejos de Dios, y este hecho debe escribirse para que luego no puedan negar que se les dio la debida advertencia (Proverbios 28:9; Isaías 8:1, 2).

8, 9. a) ¿De qué modo tratan los caudillos de Judá de corromper a los profetas de Jehová? b) ¿Cómo demuestra Isaías que no se deja intimidar?

8 A continuación, Isaías da un ejemplo de la actitud rebelde de los habitantes: “Han dicho a los que ven: ‘No deben ver’, y a los que tienen visiones: ‘No deben ver en visiones para nosotros cosas de derechura. Háblennos cosas melosas; vean en visiones cosas engañosas’” (Isaías 30:10). Al ordenar a los profetas fieles que no hablen “cosas de derechura”, o verdaderas, sino “cosas melosas” y “engañosas”, o falsas, los caudillos de Judá demuestran que su deseo es que les regalen los oídos. Quieren que los alaben, no que los condenen. En su opinión, los profetas que no estén dispuestos a profetizar lo que complazca a los líderes tendrían que obedecer esta orden: “Apártense del camino; desvíense de la senda” (Isaías 30:11a). O deberían decir lo que a ellos les guste oír, o dejar por completo de predicar.

9 Los adversarios de Isaías insisten: “Hagan cesar al Santo de Israel simplemente a causa de nosotros” (Isaías 30:11b). ¡Que Isaías deje de hablar en el nombre de Jehová, el “Santo de Israel”! Este título en sí ya los irrita, pues las elevadas normas divinas ponen de manifiesto su deplorable condición. ¿Cómo responde el profeta? Declara: “Esto es lo que ha dicho el Santo de Israel” (Isaías 30:12a). Sin titubear, Isaías pronuncia las mismísimas palabras que sus opositores detestan escuchar. No se deja intimidar. Un ejemplo magnífico para todos nosotros, pues los cristianos jamás debemos transigir respecto a predicar el mensaje de Dios (Hechos 5:27-29). Al igual que Isaías, seguimos proclamando: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová’.

Las consecuencias de la rebelión

10, 11. ¿Qué consecuencias tendrá la sublevación de Judá?

10 Judá ha rechazado la palabra de Dios y ha confiado en una mentira, en “lo sinuoso” (Isaías 30:12b). ¿Cuáles serán las consecuencias? En vez de retirarse como la nación desea, Jehová hará que esta deje de existir. Su fin será repentino y total, e Isaías hace hincapié en ello con una ilustración. La rebeldía de la nación es como “una sección rota que está a punto de caer, una comba en un muro muy elevado, el quebranto del cual puede venir de repente, en un instante” (Isaías 30:13). La creciente rebeldía de los contemporáneos de Isaías provocará la caída de la nación, como un muro que va combándose en su parte alta hasta que acaba por derrumbarse.

11 Con otra ilustración, Isaías indica que la destrucción que se aproxima será total: “Uno ciertamente lo quebrará como se quiebra un jarro grande de los alfareros, triturado sin tenerle uno consideración, de manera que no se pueda hallar entre sus pedazos triturados un fragmento de vasija de barro con el cual sacar el fuego del hogar o espumar agua de un lugar pantanoso” (Isaías 30:14). La devastación de Judá será tal que no quedará nada de valor, ni siquiera un fragmento de cerámica lo bastante grande como para sacar las cenizas calientes del hogar de una chimenea o espumar agua —extraerla— de un terreno pantanoso. ¡Qué vergonzoso final! La venidera aniquilación de quienes hoy se rebelan contra la adoración verdadera será igual de súbita y completa (Hebreos 6:4-8; 2 Pedro 2:1).

Rechazan la oferta de Jehová

12. ¿Cómo puede evitar su destrucción el pueblo de Judá?

12 Sin embargo, para los oyentes de Isaías, la destrucción no es inevitable. Existe una salida. El profeta explica: “Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová, el Santo de Israel: ‘Por volver y descansar se salvarán ustedes. Su poderío resultará estar simplemente en mantenerse sosegados y en confianza plena’” (Isaías 30:15a). Jehová está dispuesto a salvar a sus siervos siempre que demuestren que tienen fe al “descansar” —no tratar de asegurarse la salvación a través de alianzas humanas— y “mantenerse sosegados” —mostrarse confiados en el poder protector de Dios sin ceder al temor—. “Pero ustedes no quisieron”, dice Isaías a la gente (Isaías 30:15b).

13. ¿En qué ponen su confianza los caudillos de Judá, y está justificada tal confianza?

13 Isaías da más detalles: “Y procedieron a decir: ‘¡No, sino que en caballos huiremos!’. Por eso huirán. ‘¡Y en caballos veloces cabalgaremos!’ Por eso los que los persiguen se mostrarán veloces” (Isaías 30:16). Los habitantes de Judá creen que su salvación está en los caballos veloces más bien que en Jehová (Deuteronomio 17:16; Proverbios 21:31). No obstante, el profeta replica que tal confianza es ilusoria: los enemigos los alcanzarán. Ni siquiera el hecho de ser muchos los ayudará. “Mil temblarán a causa de la reprensión de uno solo; a causa de la reprensión de cinco ustedes huirán.” (Isaías 30:17a.) Los ejércitos de Judá huirán aterrados al grito de un mero puñado de adversarios.* Al final, únicamente un resto quedará, solitario “como un mástil en la cima de una montaña, y como una señal enhiesta en una colina” (Isaías 30:17b). En fiel cumplimiento de la profecía, solo un resto sobrevive a la destrucción de Jerusalén del año 607 a.E.C. (Jeremías 25:8-11.)

Consuelo en medio de la condenación

14, 15. ¿Qué consuelo brindan las palabras de Isaías 30:18 a los habitantes de Judá de la antigüedad y a los cristianos verdaderos de hoy?

14 Mientras estas severas palabras aún resuenan en los oídos del pueblo, el tono del mensaje de Isaías cambia. A la advertencia del desastre le sigue una promesa de bendiciones. “Por lo tanto Jehová se mantendrá en expectación de mostrarles favor a ustedes, y por lo tanto se levantará para mostrarles misericordia. Porque Jehová es un Dios de juicio. Felices son todos los que se mantienen en expectativa de él.” (Isaías 30:18.) ¡Qué expresiones tan alentadoras! Jehová es un Padre compasivo que anhela ayudar a sus hijos y se deleita en tratarlos con misericordia (Salmo 103:13; Isaías 55:7).

15 Estas tranquilizadoras palabras van dirigidas al resto de judíos que, por la misericordia de Dios, pudieron sobrevivir a la destrucción de Jerusalén en 607 a.E.C., así como a los pocos que regresaron a la Tierra Prometida en 537 a.E.C. Ahora bien, los dichos del profeta también nos consuelan a los cristianos de la actualidad. Nos recuerdan que Jehová “se levantará” a favor nuestro y pondrá fin a este mundo perverso. Los adoradores fieles pueden confiar en que Jehová —“un Dios de juicio”— no permitirá que el mundo de Satanás exista ni un solo día más de lo que exija la justicia. De modo que “los que se mantienen en expectativa de él” tienen mucha razón para estar felices.

Jehová conforta a su pueblo contestando las oraciones

16. ¿Cómo conforta Jehová a los abatidos?

16 Con todo, algunas personas tal vez se sientan desanimadas porque la liberación no haya llegado tan pronto como esperaban (Proverbios 13:12; 2 Pedro 3:9). A todas ellas pueden reconfortarles las palabras que Isaías pronuncia a continuación, las cuales subrayan una faceta particular de la personalidad de Jehová. “Cuando el mismo pueblo de Sión more en Jerusalén, no llorarás de manera alguna. Sin falta él te mostrará favor al sonido de tu clamor; luego que él lo oiga, realmente te responderá.” (Isaías 30:19.) El mensaje de Isaías transmite ternura al cambiar del plural “ustedes” del versículo 18 al singular “tú” en el 19. Cuando Jehová conforta a los afligidos, los trata individualmente. Como Padre, no le pregunta a un hijo descorazonado: “¿Por qué no puedes ser fuerte como tu hermano?” (Gálatas 6:4). Más bien, escucha con atención a cada uno. De hecho, “luego que él lo oiga, realmente [...] responderá”. Estas palabras son muy alentadoras. Los abatidos pueden obtener mucha fortaleza si oran a Jehová (Salmo 65:2).

Escuchemos la voz guiadora de Dios leyendo su Palabra

17, 18. ¿Cómo nos guía Jehová incluso en tiempos difíciles?

17 A continuación, Isaías recuerda a sus oyentes que sufrirán penalidades. El pueblo recibirá “pan en la forma de angustia y agua en la forma de opresión” (Isaías 30:20a). Cuando estén sitiados, la angustia y la opresión se les harán tan normales como el pan y el agua. Sin embargo, Jehová está listo para acudir al rescate de los amantes de la justicia. “Tu Magnífico Instructor ya no se esconderá, y tus ojos tienen que llegar a ser ojos que vean a tu Magnífico Instructor. Y tus propios oídos oirán una palabra detrás de ti que diga: ‘Este es el camino. Anden en él’, en caso de que ustedes se fueran a la derecha o en caso de que se fueran a la izquierda.” (Isaías 30:20b, 21.)*

18 El “Magnífico Instructor” es Jehová. No hay maestro que lo iguale. Pero ¿cómo puede la gente ‘verlo’ y ‘oírlo’? Jehová se revela por medio de sus profetas, cuyas palabras están escritas en la Biblia (Amós 3:6, 7). Cuando los adoradores fieles de la actualidad la leen, es como si la voz paternal de Dios les indicara el camino por el que deben ir y los exhortara a reajustar su proceder para andar en él. Todo cristiano debe escuchar atentamente lo que Jehová dice en las páginas de la Biblia y mediante las publicaciones basadas en esta que proporciona “el esclavo fiel y discreto” (Mateo 24:45-47). Leamos la Biblia asiduamente, pues ‘significa nuestra vida’ (Deuteronomio 32:46, 47; Isaías 48:17).

Reflexionemos en las bendiciones futuras

19, 20. ¿Qué bendiciones aguardan a quienes responden a la voz del Magnífico Instructor?

19 Los que responden a la voz del Magnífico Instructor se desharán de sus imágenes esculpidas, pues las considerarán repugnantes (léase Isaías 30:22). Entonces, estas personas disfrutarán de las maravillosas bendiciones que se describen en Isaías 30:23-26. Estos versículos contienen una hermosa profecía de restauración cuyo cumplimiento inicial tiene lugar en 537 a.E.C., cuando un resto de judíos vuelve del cautiverio. En nuestros días, este pasaje nos ayuda a ver las magníficas bendiciones que el Mesías otorga, tanto en el paraíso espiritual de hoy, como en el literal, todavía en el futuro.

20 “Él ciertamente dará la lluvia para tu semilla con la cual siembras el terreno, y, como el producto del terreno, pan, el cual tiene que llegar a ser graso y aceitoso. Tu ganado pacerá en aquel día en un prado espacioso. Y las reses vacunas y los asnos adultos que cultivan el terreno comerán forraje sazonado con acedera, que habrá sido aventado con la pala y con el bieldo.” (Isaías 30:23, 24.) El pan “graso y aceitoso” —comida muy nutritiva— será un componente básico de la dieta. El terreno producirá tanto que hasta los animales se beneficiarán. Al ganado se le dará “forraje sazonado con acedera”, sabroso alimento que se reserva para ocasiones especiales. Incluso habrá sido “aventado”, algo que normalmente solo se hace con el grano que se destina al consumo humano. En este pasaje, Isaías ilustra con espléndidos detalles la abundancia de bendiciones que Jehová imparte a la humanidad fiel.

21. Describa hasta qué punto son completas las bendiciones que vendrán.

21 “Sobre toda montaña alta y sobre toda colina elevada tiene que llegar a haber arroyos.” (Isaías 30:25a.)* En una descripción muy acertada, Isaías recalca que las bendiciones de Jehová son completas. No habrá escasez de agua, un bien precioso que no solo fluirá en las llanuras, sino en todos los montes, incluso “sobre toda montaña alta y sobre toda colina elevada”. En efecto, el hambre habrá quedado en el pasado (Salmo 72:16). Acto seguido, el profeta dirige su atención a cosas aún más altas que las montañas. “La luz de la luna llena tiene que llegar a ser como la luz del sol relumbrante; y la mismísima luz del sol relumbrante se hará siete veces mayor, como la luz de siete días, el día en que Jehová vende el quebranto de su pueblo y sane hasta la grave herida que resulte del golpe por él.” (Isaías 30:26.) ¡Qué emocionante culminación para esta brillante profecía! La gloria de Dios brillará en todo su esplendor. Las bendiciones que el Creador reserva a sus adoradores fieles excederán en mucho —siete veces— a cualquier cosa que hayan experimentado hasta entonces.

Castigo y gozo

22. En contraste con las bendiciones que aguardan a los fieles, ¿qué tiene reservado Jehová para los malvados?

22 El tono del mensaje de Isaías cambia de nuevo. “¡Mira! —dice como para atraer la atención de sus oyentes—. El nombre de Jehová viene de lejos, ardiendo con su cólera y con nubes pesadas. En cuanto a sus labios, se han llenado de denunciación, y su lengua es como un fuego devorador.” (Isaías 30:27.) Hasta este momento, Jehová se ha mantenido al margen, ha permitido que los enemigos de su pueblo sigan su propio curso. Pero ahora se acerca para ejecutar su sentencia, como una tormenta que se aproxima más y más. “Su espíritu es como un torrente inundante que llega hasta el mismo cuello, para columpiar las naciones de acá para allá con una zaranda de inutilidad; y un freno que haga andar errante estará en las mandíbulas de los pueblos.” (Isaías 30:28.) Los enemigos del pueblo de Dios se verán rodeados por “un torrente inundante”, sacudidos con violencia “de acá para allá con una zaranda” y sujetados con “un freno”. Serán destruidos.

23. ¿Por qué sienten “regocijo de corazón” los cristianos de la actualidad?

23 El tono de Isaías vuelve a cambiar para pasar a describir la felicidad de los adoradores leales que un día regresarán a su tierra. “Ustedes llegarán a tener una canción como la de la noche en que uno se santifica para una fiesta, y regocijo de corazón como el de uno que anda con flauta para entrar en la montaña de Jehová, a la Roca de Israel.” (Isaías 30:29.) Los cristianos verdaderos de la actualidad sienten un “regocijo de corazón” similar cuando reflexionan en la sentencia divina contra el mundo de Satanás, en la protección que les brinda Jehová —la “Roca de salvación”— y en las bendiciones futuras del Reino (Salmo 95:1).

24, 25. ¿Cómo subraya la profecía de Isaías que la sentencia divina contra Asiria no dejará de cumplirse?

24 Tras esta expresión de júbilo, Isaías retorna al tema del juicio e identifica al destinatario de la ira de Dios. “Jehová ciertamente hará oír la dignidad de su voz y hará ver el descender de su brazo, en el enfurecimiento de cólera y la llama de un fuego devorador y turbión y tempestad de lluvia y piedras de granizo. Pues, a causa de la voz de Jehová, Asiria se sobrecogerá de terror; él la golpeará hasta con un bastón.” (Isaías 30:30, 31.) Con esta descripción tan gráfica, Isaías subraya que la sentencia divina contra Asiria no dejará de cumplirse. En efecto, de pie ante Dios, esta potencia tiembla al contemplar “el descender de su brazo” ejecutor.

25 El profeta añade: “Cada movimiento de su vara de castigo que Jehová haga asentar sobre Asiria ciertamente resultará ser con panderetas y con arpas; y con batallas de armas blandidas realmente peleará contra ellos. Porque su Tófet está puesto en orden desde tiempos recientes; también está preparado para el rey mismo. Ha hecho profundo su apilamiento. Fuego y leña hay en abundancia. El aliento de Jehová, como torrente de azufre, arde contra él” (Isaías 30:32, 33). Tófet, un lugar del valle de Hinón, se utiliza en este pasaje como un quemadero figurativo. Al señalar que Asiria acabará allí, Isaías recalca que la destrucción que le espera será repentina y completa (compárese con 2 Reyes 23:10).

26. a) ¿Qué aplicación actual tienen las proclamaciones de Jehová contra Asiria? b) ¿Cómo se mantienen en expectativa de Jehová los cristianos de hoy?

26 Si bien el mensaje de condena se dirige contra Asiria, la profecía de Isaías tiene una trascendencia mayor (Romanos 15:4). Jehová vendrá de nuevo desde lejos, por decirlo así, para inundar, zarandear y poner freno a los opresores de su pueblo (Ezequiel 38:18-23; 2 Pedro 3:7; Revelación [Apocalipsis] 19:11-21). Que llegue pronto ese día. Mientras tanto, los cristianos aguardan expectantes el momento de su liberación. Les fortalece reflexionar en las gráficas palabras del capítulo 30 de Isaías, palabras que impulsan a los siervos de Dios a valorar el privilegio de orarle, a estudiar con detenimiento la Biblia y a meditar sobre las bendiciones que el Reino traerá (Salmo 42:1, 2; Proverbios 2:1-6; Romanos 12:12). En definitiva, las palabras de Isaías nos ayudan a mantenernos en expectativa de Jehová, a esperar en él.

[Notas]

Notemos que si Judá hubiera sido fiel, podría haberle sucedido todo lo contrario (Levítico 26:7, 8).

Este es el único lugar de la Biblia en el que se llama “Magnífico Instructor” a Jehová.

Isaías 30:25b dice: “En el día de la gran matanza cuando caigan las torres”. En su cumplimiento inicial, es posible que estas palabras se refieran a la caída de Babilonia, que abrió el camino para que Israel disfrutara de las bendiciones predichas en Isaías 30:18-26 (véase el párr. 19). También podrían hacer alusión a la destrucción que ocasionará Armagedón, la cual posibilitará el cumplimiento más grandioso de estas bendiciones en el nuevo mundo.

[Ilustraciones de la página 305]

En los días de Moisés, los israelitas escaparon de Egipto. En tiempos de Isaías, Judá va a Egipto en busca de ayuda

[Ilustración de la página 311]

“Sobre toda colina elevada tiene que llegar a haber arroyos”

[Ilustración de la página 312]

Jehová vendrá “con su cólera y con nubes pesadas”

Ninguna ayuda de este mundo
Ninguna ayuda de este mundo - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 24

Ninguna ayuda de este mundo

Isaías 31:1-9

1, 2. a) ¿Por qué están aterrorizados los habitantes de Jerusalén? b) En vista de la difícil situación de Jerusalén, ¿qué preguntas son oportunas?

LOS habitantes de Jerusalén están aterrorizados, y con razón. Asiria, el imperio más poderoso del momento, ha atacado “todas las ciudades fortificadas de Judá y [ha procedido] a apoderarse de ellas”. Ahora, la maquinaria militar asiria amenaza la capital de Judá (2 Reyes 18:13, 17). ¿Qué harán el rey Ezequías y los demás residentes de la ciudad?

2 Dado que las demás ciudades del país ya han caído, Ezequías sabe que Jerusalén no es rival para la poderosa fuerza militar asiria. Además, los asirios tienen una reputación sin paralelo de crueldad y violencia. Su ejército es tan imponente que a veces los adversarios huyen sin luchar siquiera. En vista de estas circunstancias desesperadas, ¿a quién pueden solicitar ayuda los habitantes de Jerusalén? ¿Hay algún modo de librarse del ejército asirio? ¿Y cómo ha llegado a esta situación el pueblo de Dios? Para responder a estas preguntas, tenemos que remontarnos al pasado y examinar cómo trató Jehová en años anteriores a la nación con la que había hecho un pacto.

La apostasía en Israel

3, 4. a) ¿Cuándo y cómo se dividió en dos reinos la nación de Israel? b) ¿Qué mal comienzo le dio Jeroboán al reino norteño de diez tribus?

3 Las doce tribus de Israel fueron una sola nación durante algo más de quinientos años, desde que Israel salió de Egipto hasta la muerte del hijo de David, Salomón. Una vez fallecido este, Jeroboán comandó a las diez tribus del norte en una rebelión contra la casa de David. Esto sucedió en el año 997 a.E.C., y desde entonces, la nación estuvo dividida en dos reinos.

4 Jeroboán, el primer rey del reino norteño de Israel, condujo a sus súbditos a la apostasía, pues reemplazó el sacerdocio aarónico y la adoración legítima de Jehová por un sacerdocio ilícito y la adoración de becerros (1 Reyes 12:25-33). Tal acto fue repugnante a los ojos de Jehová (Jeremías 32:30, 35). Por esta y otras razones, Dios permitió que Asiria subyugara a Israel (2 Reyes 15:29). El rey Hosea intentó romper el yugo asirio conspirando con Egipto, pero la trama fracasó (2 Reyes 17:4).

Israel recurre a un refugio falso

5. ¿A quién recurre Israel?

5 Jehová desea que los israelitas recobren la sensatez.* De ahí que envíe al profeta Isaías con la siguiente advertencia: “¡Ay de los que bajan a Egipto por auxilio, los que se apoyan en simples caballos, y que cifran su confianza en carros de guerra, porque son numerosos, y en corceles, porque son muy poderosos, pero que no han mirado al Santo de Israel y no han buscado a Jehová mismo!” (Isaías 31:1). ¡Qué triste! Israel confía más en caballos y carros de guerra que en el Dios vivo, Jehová. Desde su punto de vista carnal, los corceles egipcios son muchos y poderosos, así que esta potencia será, sin duda, un valioso aliado contra el ejército asirio. Sin embargo, los israelitas no tardarán en comprobar que su alianza mundana con Egipto es insensata e inútil.

6. ¿Por qué revela una notoria falta de fe en Jehová el hecho de que Israel recurra a Egipto?

6 En virtud del pacto de la Ley, tanto los habitantes de Israel como los de Judá están dedicados a Jehová (Éxodo 24:3-8; 1 Crónicas 16:15-17). Al recurrir a Egipto, Israel revela falta de fe en Jehová y de respeto a las leyes que son parte de dicho pacto santo. ¿Por qué? Porque los términos de este incluyen la promesa de Dios de proteger a su pueblo si le da devoción exclusiva (Levítico 26:3-8). Jehová ha cumplido tal promesa demostrando una y otra vez que es una “plaza fuerte en el tiempo de angustia” (Salmo 37:29; 2 Crónicas 14:2, 9-12; 17:3-5, 10). Además, a través de Moisés, el mediador del pacto de la Ley, Dios advirtió a los futuros reyes de Israel que no acumularan un gran número de caballos (Deuteronomio 17:16). Su obediencia a este mandato demostraría que buscaban la protección del “Santo de Israel”. Desgraciadamente, los gobernantes de Israel no tienen esta clase de fe.

7. ¿Qué lección pueden extraer hoy los cristianos de la falta de fe de Israel?

7 Este pasaje contiene una lección para los cristianos de la actualidad. Israel recurrió al apoyo visible de Egipto más bien que a la ayuda mucho más poderosa que Jehová concede. De modo parecido, hoy día es posible que los cristianos se vean tentados de poner su confianza en fuentes de seguridad mundanas —como cuentas bancarias, una buena posición social y contactos en el mundo— más bien que en Jehová. Es verdad que los cabezas de familia cristianos se toman en serio la responsabilidad de mantener a su familia (1 Timoteo 5:8). Pero no depositan su confianza en las posesiones materiales. Además, se guardan de “toda suerte de codicia” (Lucas 12:13-21). Para ellos, la única “altura segura en tiempos de angustia” es Jehová Dios (Salmo 9:9; 54:7).

8, 9. a) Aunque los planes de Israel puedan parecer estratégicamente sensatos, ¿qué consecuencias tendrán, y por qué? b) ¿Qué diferencia hay entre las promesas humanas y las de Jehová?

8 De hecho, Isaías se burla de los caudillos israelitas que han tramado el acuerdo con Egipto: “Él también es sabio y traerá lo que es calamitoso, y no ha revocado sus propias palabras; y ciertamente se levantará contra la casa de los malhechores y contra el auxilio de los que practican lo que es perjudicial” (Isaías 31:2). Los dirigentes de Israel tal vez se crean muy listos, pero ¿acaso la sabiduría del Creador del universo no es suprema? En apariencia, la treta de buscar la ayuda de Egipto es estratégicamente sensata. No obstante, a los ojos de Dios, formar una alianza política como esa constituye adulterio espiritual (Ezequiel 23:1-10). Como consecuencia, Isaías dice que Jehová “traerá lo que es calamitoso”.

9 Es patente que las promesas humanas no son dignas de crédito, y la protección del hombre es incierta. En cambio, Jehová no necesita ‘revocar sus propias palabras’, pues sin falta cumple lo que promete. Sus dichos ‘no vuelven a él sin resultados’ (Isaías 55:10, 11; 14:24).

10. ¿Qué les sucederá tanto a Egipto como a Israel?

10 ¿Serán los egipcios una verdadera protección para Israel? No. Isaías dice al pueblo: “Los egipcios, sin embargo, son hombres terrestres, y no Dios; y sus caballos son carne, y no espíritu. Y Jehová mismo extenderá su mano, y el que ofrece ayuda tendrá que tropezar, y el que es ayudado tendrá que caer, y al mismo tiempo todos ellos se acabarán” (Isaías 31:3). Cuando Jehová extienda su mano para ejecutar su sentencia por medio de Asiria, tanto el que ofrece ayuda (Egipto) como el que la recibe (Israel) tropezarán, caerán y llegarán a su fin.

La caída de Samaria

11. ¿Qué abultado historial de pecados tiene Israel, y cuál es el resultado final?

11 En su misericordia, Jehová envía vez tras vez a sus profetas para estimular a Israel a que se arrepienta y vuelva a la adoración pura (2 Reyes 17:13). Pese a ello, la nación añade al pecado del culto a los becerros la adivinación, la inmoral adoración de Baal y el uso de postes sagrados y lugares altos. Incluso llega al punto de “pasar a sus hijos y a sus hijas por el fuego”, de sacrificar el fruto de su propio vientre a dioses demoníacos (2 Reyes 17:14-17; Salmo 106:36-39; Amós 2:8). A fin de acabar con la maldad de Israel, Jehová decreta: “Samaria y su rey ciertamente serán reducidos a silencio, como una ramita arrancada sobre la superficie de aguas” (Oseas 10:1, 7). En el año 742 a.E.C., las fuerzas asirias atacan Samaria, la capital de Israel. Después de tres años de asedio, la ciudad cae, y el reino de diez tribus deja de existir en 740 a.E.C.

12. ¿Qué obra ha ordenado Jehová para nuestros días, y qué les sucede a quienes pasan por alto la advertencia?

12 Jehová ha ordenado que en nuestros días se efectúe una obra de predicación mundial para advertir “a la humanidad que todos en todas partes se arrepientan” (Hechos 17:30; Mateo 24:14). Quienes rechazan el medio de salvación de Dios llegarán a ser como “una ramita arrancada”, destruidos igual que la apóstata nación de Israel. Por otra parte, quienes esperan en Jehová “poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella” (Salmo 37:29). Es prudente, pues, que evitemos los errores del antiguo reino de Israel. Tengamos plena confianza en que Jehová nos salvará.

El poder salvador de Jehová

13, 14. ¿Qué consoladoras palabras dirige Jehová a Sión?

13 A unos cuantos kilómetros de la frontera sur de Israel se encuentra Jerusalén, la capital de Judá. Sus habitantes están muy al tanto de lo que le ha ocurrido a Samaria, y ahora se hallan ante la amenaza del mismo enemigo aterrador que ha acabado con su vecina del norte. ¿Aprenderán de lo sucedido con Samaria?

14 Las palabras siguientes de Isaías son un consuelo para los residentes de Jerusalén, pues el profeta les garantiza que Jehová todavía ama a su pueblo, aquel con el que ha establecido un pacto. “Esto es lo que me ha dicho Jehová: ‘Tal como gruñe el león, aun el leoncillo crinado, sobre su presa, cuando se llama a salir contra él a un número cabal de pastores, y a pesar de la voz de ellos él no se aterroriza, y a pesar de la conmoción de ellos no se agacha, de la misma manera Jehová de los ejércitos descenderá para hacer guerra sobre el monte Sión y sobre su colina’.” (Isaías 31:4.) Como un león joven de pie sobre su presa, Jehová protegerá celosamente a Sión, su santa ciudad. No lo harán desistir de su propósito ni la jactancia ni las amenazas ni ninguna otra conmoción que causen las tropas asirias.

15. ¿Por qué puede decirse que Jehová trata con ternura y compasión a los habitantes de Jerusalén?

15 Observemos ahora la ternura y compasión con que Jehová tratará a los habitantes de Jerusalén: “Como pájaros que vuelan, Jehová de los ejércitos defenderá de la misma manera a Jerusalén. Al defenderla, también ciertamente la librará. Al perdonarla, también tiene que hacer que ella escape” (Isaías 31:5). En el mundo de las aves, la madre siempre está alerta para amparar a sus polluelos. Con las alas extendidas sobrevuela el nido, atenta a cualquier señal de peligro. Si algún predador se acerca, se lanza en picado a defender a sus crías. De modo parecido, Jehová cuidará con ternura a los habitantes de Jerusalén y los protegerá de los asirios invasores.

“Vuelvan”

16. a) ¿Qué invitación amorosa hace Jehová a su pueblo? b) ¿Cuándo se hace especialmente patente la sublevación del pueblo de Judá? Explique.

16 Jehová le recuerda ahora a su pueblo que ha pecado, y lo anima a abandonar sus malos caminos: “Vuelvan a Aquel contra quien los hijos de Israel han ido a lo profundo en su sublevación” (Isaías 31:6). Las diez tribus de Israel no han estado solas en su rebelión. Los habitantes de Judá —también “hijos de Israel”— han ido “a lo profundo en su sublevación”. Este hecho se hace patente de un modo especial poco después de que Isaías concluye su mensaje profético, cuando Manasés, hijo de Ezequías, llega a ser rey. Según el relato bíblico, “Manasés siguió seduciendo a Judá y a los habitantes de Jerusalén para que hicieran peor que las naciones que Jehová había aniquilado de delante de los hijos de Israel” (2 Crónicas 33:9). ¡Imagínese! Jehová extermina a naciones paganas por la inmundicia repugnante en que se hallan sumidas, y, sin embargo, el pueblo de Judá, que tiene un pacto con Él, es aún peor.

17. ¿En qué sentido son comparables las condiciones actuales a las de Judá durante el mandato de Manasés?

17 En los albores del siglo XXI, las condiciones se parecen en muchos aspectos a las que existían en Judá durante el mandato de Manasés. El mundo está cada día más dividido por odios de carácter religioso, racial y étnico. Millones de personas han sido víctimas de espantosos asesinatos, torturas, violaciones y lo que se ha dado en llamar limpiezas étnicas. No hay duda de que tanto la gente como las naciones, y en particular las de la cristiandad, han llegado “a lo profundo en su sublevación”. Sin embargo, podemos estar seguros de que Dios no tolerará la maldad para siempre. ¿Qué garantía tenemos? Lo que ocurrió en tiempos de Isaías.

La liberación de Jerusalén

18. ¿Qué advertencia dirige Rabsaqué a Ezequías?

18 Los reyes asirios atribuyen las victorias militares a sus dioses. En el libro Ancient Near Eastern Texts aparece el siguiente escrito de Asurbanipal, monarca asirio que afirmó contar con la guía divina: “Por Asur, Bel, Nebo, los grandes dioses, mis señores, que (siempre) marchan a mi lado, derroté a los aguerridos soldados [...] en una gran batalla campal”. En tiempos de Isaías, Rabsaqué, representante del rey Senaquerib de Asiria, demuestra tener una creencia similar en la implicación de los dioses en las guerras humanas cuando se dirige al rey Ezequías. Advierte al rey judío que no espere que Jehová lo salve, y señala que los dioses de las demás naciones no han podido librarlas de la poderosa maquinaria de guerra asiria (2 Reyes 18:33-35).

19. ¿Cómo reacciona Ezequías ante el arrogante desafío de Rabsaqué?

19 ¿Cómo reacciona el rey Ezequías? El relato bíblico dice: “Tan pronto como el rey Ezequías lo oyó, inmediatamente rasgó sus prendas de vestir y se cubrió de saco y entró en la casa de Jehová” (2 Reyes 19:1). Ezequías reconoce que solo hay Uno que puede ayudarlo en esa terrible situación, así que se humilla y acude a Dios en busca de dirección.

20. ¿Qué hará Jehová a favor de los habitantes de Judá, y qué lección deberían aprender estos?

20 Jehová da la orientación solicitada. Por medio del profeta Isaías, dice: “En aquel día ellos rechazarán cada cual sus dioses de plata inútiles y sus dioses de oro que nada valen, que las manos de ustedes han hecho para ustedes como pecado” (Isaías 31:7). Cuando Jehová luche a favor de su pueblo, pondrá al descubierto la inutilidad de los dioses de Senaquerib, y los habitantes de Judá deberían tomar a pecho la lección. Pese a la fidelidad del rey Ezequías, la tierra de Judá se ha llenado de ídolos, igual que Israel (Isaías 2:5-8). Si sus habitantes quieren restablecer su relación con Jehová, tendrán que arrepentirse de sus pecados y rechazar “cada cual sus dioses [...] inútiles” (véase Éxodo 34:14).

21. ¿Qué descripción profética da Isaías de la ejecución de los asirios por parte de Jehová?

21 Isaías pasa a dar una descripción profética de la ejecución del imponente enemigo de Judá por parte de Jehová: “El asirio tiene que caer a espada, no la de un hombre; y una espada, no la del hombre terrestre, lo devorará. Y él tiene que huir a causa de la espada, y a sus propios jóvenes se les llegará a usar para trabajos forzados mismos” (Isaías 31:8). Cuando se produzca el enfrentamiento, los residentes de Jerusalén ni siquiera tendrán que desenvainar las espadas, pues es la espada de Jehová, no las de seres humanos, la que devora lo más selecto de las tropas asirias. En cuanto al rey Senaquerib, “tiene que huir a causa de la espada”. Tras la muerte de 185.000 de sus guerreros a manos del ángel de Jehová, se ve forzado a volver a su tierra. Más tarde, sus propios hijos lo asesinan mientras se inclina ante su dios Nisroc (2 Reyes 19:35-37).

22. ¿Qué pueden aprender los cristianos actuales de lo sucedido con el rey Ezequías y el ejército asirio?

22 Nadie, ni siquiera Ezequías, podía prever cómo libraría Jehová a Jerusalén del ejército asirio. Sin embargo, la reacción del rey ante la crisis constituye un excelente ejemplo para quienes hoy afrontan pruebas (2 Corintios 4:16-18). En vista de la aterradora reputación de los asirios que amenazaban Jerusalén, se comprende el temor de Ezequías (2 Reyes 19:3). Aun así, tuvo fe en Jehová y buscó la guía divina, no la humana, lo que supuso una gran bendición para Jerusalén. Hoy día, los cristianos temerosos de Dios también pueden experimentar sentimientos muy intensos al verse sometidos a tensión. En muchas situaciones, no es de extrañar que tengan miedo. Pero si ‘echamos sobre Jehová toda nuestra inquietud’, él nos cuidará (1 Pedro 5:7). Nos ayudará a vencer el temor y nos fortalecerá para enfrentarnos a cualquier presión.

23. ¿Por qué puede decirse que es Senaquerib, y no Ezequías, quien queda aterrado?

23 Al final es Senaquerib, no Ezequías, quien queda aterrado. ¿A quién puede recurrir? Isaías predice: “‘Su propio peñasco pasará de puro espanto, y a causa de la señal enhiesta sus príncipes tienen que aterrorizarse’, es la expresión de Jehová, cuya luz está en Sión y cuyo horno está en Jerusalén” (Isaías 31:9). A Senaquerib le fallan sus dioses, su “peñasco”, el refugio en el que ha confiado. Por decirlo así, ‘pasan’, o desaparecen, “de puro espanto”. Además, ni siquiera los príncipes del rey asirio son de mucha ayuda: también ellos están aterrorizados.

24. ¿Qué claro mensaje encierra lo que les sucedió a los asirios?

24 Esta sección de las profecías de Isaías encierra un claro mensaje para cualquier posible opositor de Dios. No hay arma, poder o estratagema capaz de frustrar los propósitos de Jehová (Isaías 41:11, 12). Al mismo tiempo, quienes afirman servir a Dios pero le dan la espalda y buscan seguridad en fuentes humanas, sufrirán una decepción. Todo el que no haya “mirado al Santo de Israel” comprobará que Jehová “traerá lo que es calamitoso” (Isaías 31:1, 2). Verdaderamente, el único refugio real y duradero es Jehová Dios (Salmo 37:5).

[Nota]

Da la impresión de que los tres primeros versículos 1-3 del capítulo 31 de Isaías van dirigidos principalmente a Israel, mientras que los últimos seis Isa 31:4-9 parecen aplicar a Judá.

[Ilustración de la página 319]

Quienes depositan su confianza en las posesiones materiales quedarán decepcionados

[Ilustración de la página 322]

Como un león que guarda su presa, Jehová protegerá su santa ciudad

[Ilustraciones de la página 324]

El mundo está dividido por odios de carácter religioso, racial y étnico

[Ilustración de la página 326]

Ezequías acudió a la casa de Jehová en busca de ayuda

El rey y sus príncipes
El rey y sus príncipes - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 25

El rey y sus príncipes

Isaías 32:1-20

1, 2. ¿Qué puede decirse sobre el texto del Rollo de Isaías del mar Muerto?

A FINALES de los años cuarenta del siglo XX se descubrió una extraordinaria colección de rollos en unas cuevas cercanas al mar Muerto (Palestina). Los documentos, que, según se cree, se escribieron entre los años 200 a.E.C. y 70 E.C., recibieron el nombre de Rollos del mar Muerto. El más conocido es un manuscrito prácticamente completo del libro de Isaías, escrito en hebreo sobre piel duradera y cuyo contenido difiere mínimamente del de los manuscritos del texto masorético que datan de mil años después. Por tanto, el rollo demuestra que el texto bíblico se transmitió fielmente.

2 Un detalle interesante del Rollo de Isaías del mar Muerto es que, en el margen de lo que hoy se conoce como el capítulo 32, un escriba garabateó una X. Ignoramos por qué pondría tal marca, pero lo que sí sabemos es que este pasaje de la Sagrada Biblia tiene algo especial.

Gobiernan para justicia y derecho

3. ¿Qué administración se profetiza en los libros de Isaías y Revelación?

3 El capítulo 32 de Isaías comienza con una emocionante profecía que se está cumpliendo en nuestros días de una forma excepcional: “¡Mira! Un rey reinará para justicia misma; y en cuanto a príncipes, gobernarán como príncipes para derecho mismo” (Isaías 32:1). La exclamación “¡Mira!” nos recuerda otra parecida que se encuentra en el último libro profético de la Biblia: “Aquel que estaba sentado en el trono dijo: ‘¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas’” (Revelación [Apocalipsis] 21:5). Tanto el libro bíblico de Isaías como el de Revelación, escritos con unos novecientos años de diferencia, ofrecen una descripción alentadora de una nueva administración —“un nuevo cielo”, compuesto del Rey, Cristo Jesús, entronizado en los cielos en 1914, y 144.000 personas “[compradas] de entre la humanidad” para reinar con él— y “una nueva tierra”, una sociedad humana mundial y unida* (Revelación 14:1-4; 21:1-4; Isaías 65:17-25). Todo esto es posible gracias al sacrificio redentor de Cristo.

4. ¿Cuál es el núcleo, ya existente, de la nueva tierra?

4 El apóstol Juan explica qué vio en una visión después de contemplar cómo se sellaba definitivamente a estos 144.000 cogobernantes: “Vi, y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero”. He ahí el núcleo de la nueva tierra: una gran multitud que ya asciende a millones de personas, a quienes se ha reunido al lado del reducido resto de los 144.000, en su mayoría de edad avanzada. Esta gran muchedumbre sobrevivirá a la gran tribulación ya muy cercana, y en la Tierra paradisíaca se le unirán los resucitados, tanto los que fueron fieles como los miles de millones que recibirán la oportunidad de manifestar fe. Cuantos así lo hagan serán bendecidos con vida eterna (Revelación 7:4, 9-17).

5-7. ¿Cuál es el papel de los predichos “príncipes” en el rebaño de Dios?

5 No obstante, mientras exista el mundo actual lleno de odio, los miembros de la gran muchedumbre necesitan protección, y la reciben en buena medida a través de los “príncipes” que ‘gobiernan para derecho mismo’. Sin duda, una espléndida provisión. La profecía de Isaías sigue describiendo a estos “príncipes” con palabras reconfortantes: “Cada uno tiene que resultar ser como escondite contra el viento y escondrijo contra la tempestad de lluvia, como corrientes de agua en país árido, como la sombra de un peñasco pesado en una tierra agotada” (Isaías 32:2).

6 En vista de las condiciones angustiosas que reinan hoy en el mundo, se necesitan “príncipes”, sí, ancianos que “presten atención [...] a todo el rebaño”, que cuiden de las ovejas de Jehová y administren justicia en armonía con Sus rectos principios (Hechos 20:28). Tales “príncipes” deben satisfacer los requisitos consignados en 1 Timoteo 3:2-7 y Tito 1:6-9.

7 En su gran profecía que describe las penalidades de “la conclusión del sistema de cosas”, Jesús dijo: “Vean que no se aterroricen” (Mateo 24:3-8). ¿Por qué no aterrorizan a los discípulos de Jesús las peligrosas condiciones mundiales? Una razón es que los “príncipes” —ungidos o de las “otras ovejas”— protegen con lealtad al rebaño (Juan 10:16). Cuidan valerosamente de sus hermanos aun ante atrocidades como guerras étnicas y genocidios. En un mundo estéril en sentido espiritual, semejante a una tierra agotada, se ocupan de que las almas abatidas reciban consuelo mediante las alentadoras verdades de la Palabra de Dios, la Biblia.

8. ¿Cómo está preparando y utilizando Jehová a los “príncipes” que son de las otras ovejas?

8 Durante los pasados cincuenta años se ha podido distinguir claramente quiénes son los “príncipes”. A los pertenecientes a las otras ovejas, que constituyen la clase del “principal” en formación, se les está preparando para que algunos de ellos, después de la gran tribulación, puedan desempeñar funciones administrativas en la “nueva tierra” (Ezequiel 44:2, 3; 2 Pedro 3:13). Dan dirección espiritual y consuelo a la vez que toman la iniciativa en el servicio del Reino; así demuestran ser “como la sombra de un peñasco pesado”, pues confortan al rebaño en lo relativo a la adoración que rinde.*

9. ¿Qué condiciones indican que hoy día se necesitan “príncipes”?

9 En estos peligrosos últimos días del mundo inicuo de Satanás, los cristianos dedicados necesitan imperiosamente tal protección (2 Timoteo 3:1-5, 13). Soplan fuertes vientos de doctrinas falsas y propaganda engañosa. Estallan tempestades en la forma de guerras civiles y entre naciones, así como en la de ataques directos contra los adoradores fieles de Jehová Dios. En un mundo que sufre sequía espiritual, las corrientes de agua de la verdad pura y sin adulterar son imprescindibles para que los cristianos sacien su sed espiritual. Felizmente, Jehová ha prometido que su Rey entronizado, a través de sus hermanos ungidos y los “príncipes” de las otras ovejas que los apoyan, estimulará y guiará a los que se abaten y desaniman en estos tiempos difíciles. De este modo, Jehová se encargará de que triunfe la justicia.

Prestemos atención con los ojos, los oídos y el corazón

10. ¿Qué ha proporcionado Jehová para que su pueblo pueda ‘ver’ y ‘oír’ las cosas espirituales?

10 ¿Cómo ha respondido la gran muchedumbre a la provisión teocrática de Jehová? La profecía dice: “Los ojos de los que ven no estarán pegados, y los mismísimos oídos de los que oyen prestarán atención” (Isaías 32:3). A lo largo de los años, Jehová ha proporcionado lo necesario para que sus amados siervos se instruyan y alcancen la madurez. La Escuela del Ministerio Teocrático y otras reuniones que se celebran mundialmente en las congregaciones de los testigos de Jehová; las asambleas de distrito, nacionales e internacionales, y la preparación especial que reciben los “príncipes” para tratar al rebaño con amor, han contribuido al fortalecimiento de una hermandad mundial unida de millones de personas. Sin importar en qué lugar de la Tierra estén dichos pastores, tienen los oídos muy atentos a los cambios de entendimiento que se producen en la progresiva palabra de la verdad. Con una conciencia educada según la Biblia, están siempre dispuestos a escuchar y obedecer (Salmo 25:10).

11. ¿Por qué habla ahora el pueblo de Dios con confianza, sin tartamudear por la incertidumbre?

11 La profecía pasa a indicar: “El corazón mismo de los que son demasiado apresurados considerará conocimiento, y hasta la lengua de los tartamudos será rápida en hablar cosas claras” (Isaías 32:4). Que nadie llegue a conclusiones precipitadas sobre lo que está bien y lo que está mal. La Biblia dice: “¿Has contemplado a un hombre que es apresurado con sus palabras? Hay más esperanza para alguien estúpido que para él” (Proverbios 29:20; Eclesiastés 5:2). Antes de 1919, hasta el pueblo de Jehová estaba contaminado de ideas babilónicas. Pero desde ese año, Jehová les ha dado un entendimiento más claro de sus propósitos. Han comprendido que las verdades que Él ha revelado no son precipitadas, sino bien pensadas, y ahora hablan de sus creencias con plena convicción, sin tartamudear por la incertidumbre.

“El insensato”

12. ¿Quiénes son hoy ‘los insensatos’, y en qué sentido carecen de generosidad?

12 La profecía de Isaías establece ahora un contraste: “Al insensato ya no se le llamará generoso; y en cuanto al hombre sin principios, de él no se dirá que sea noble; porque el insensato mismo hablará pura insensatez” (Isaías 32:5, 6a). ¿Quién es “el insensato”? Como para enfatizar, el rey David responde por partida doble: “El insensato ha dicho en su corazón: ‘No hay Jehová’. Han obrado ruinosamente, han obrado detestablemente en su trato. No hay quien haga el bien” (Salmo 14:1; 53:1). Los ateos declarados, naturalmente, dicen que Jehová no existe. Y lo mismo hacen en realidad los “intelectuales” y cuantos actúan como si no hubiera un Dios, pensando que no han de rendirle cuentas a nadie. Tales personas no están en posesión de la verdad. Su corazón no es generoso. No predican un evangelio de amor. A diferencia de los cristianos verdaderos, tardan en auxiliar a los necesitados, o no los socorren de ninguna manera.

13, 14. a) ¿Cómo se ocupan en lo que es perjudicial los apóstatas modernos? b) ¿De qué intentan privar los apóstatas a los hambrientos y sedientos, pero cuál será el resultado?

13 Muchos de estos insensatos llegan a odiar a los que defienden la verdad divina. “Su corazón mismo se ocupará en lo que es perjudicial, para ocuparse en apostasía y para hablar contra Jehová lo que es descarriado.” (Isaías 32:6b.) ¡Qué bien encajan estas palabras con los apóstatas modernos! En varios países de Europa y Asia, los apóstatas, aliados con otros opositores de la verdad, han mentido descaradamente a las autoridades para lograr que se restrinja o proscriba a los testigos de Jehová. Tales individuos manifiestan el espíritu del “esclavo malo” del que Jesús profetizó: “Si alguna vez aquel esclavo malo dijera en su corazón: ‘Mi amo se tarda’, y comenzara a golpear a sus coesclavos, y comiera y bebiera con los borrachos inveterados, vendrá el amo de aquel esclavo en un día que no espera y a una hora que no sabe, y lo castigará con la mayor severidad y le asignará su parte con los hipócritas. Allí es donde será su llanto y el crujir de sus dientes” (Mateo 24:48-51).

14 Mientras tanto, el apóstata hace que “el alma del hambriento lo pase vacía; y hace que hasta el sediento lo pase sin bebida misma” (Isaías 32:6c). Los enemigos de la verdad intentan privar de alimento espiritual a las personas hambrientas de la verdad e impedir que los sedientos beban las refrescantes aguas del mensaje del Reino. Pero el resultado será lo que Jehová declara a su pueblo mediante otro profeta suyo: “De seguro pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti, porque: ‘Yo estoy contigo —es la expresión de Jehová— para librarte’” (Jeremías 1:19; Isaías 54:17).

15. ¿Quiénes, en particular, son hoy hombres “sin principios”, qué “dichos falsos” han fomentado, y con qué resultado?

15 Desde mediados del siglo XX, la inmoralidad se ha extendido abierta y descontroladamente por los países de la cristiandad. ¿Por qué? La profecía reveló una razón: “En cuanto al hombre sin principios, sus instrumentos son malos; él mismo ha dado consejo para actos de conducta relajada, para destrozar a los afligidos con dichos falsos, aun cuando alguien pobre habla lo que es recto” (Isaías 32:7). Muchos clérigos han cumplido particularmente estas palabras al adoptar una actitud permisiva ante las relaciones sexuales prematrimoniales, el concubinato, la homosexualidad... en suma, “la fornicación y la inmundicia de toda clase” (Efesios 5:3). Así, ‘destrozan’ a sus rebaños con dichos falsos.

16. ¿Qué hace felices a los cristianos verdaderos?

16 En contraste, el cumplimiento de las subsiguientes palabras del profeta es muy reconfortante. “En cuanto al generoso, es para cosas generosas para lo que ha dado consejo; y en pro de cosas generosas él mismo se levantará.” (Isaías 32:8.) Jesús mismo fomentó la generosidad cuando dijo: “Practiquen el dar, y se les dará. Derramarán en sus regazos una medida excelente, apretada, remecida y rebosante. Porque con la medida con que ustedes miden, se les medirá en cambio” (Lucas 6:38). También el apóstol Pablo señaló las bendiciones que reciben los generosos. Aconsejó: “[Tengan] presentes las palabras del Señor Jesús, cuando él mismo dijo: ‘Hay más felicidad en dar que en recibir’” (Hechos 20:35). Lo que hace felices a los cristianos verdaderos no es adquirir riquezas materiales o prominencia social, sino ser generosos, tal como su Dios, Jehová, lo es (Mateo 5:44, 45). Su mayor felicidad proviene de efectuar la voluntad divina, de dar generosamente de sí mismos a fin de transmitir al prójimo “las gloriosas buenas nuevas del Dios feliz” (1 Timoteo 1:11).

17. ¿Quiénes son hoy en día como las “hijas descuidadas” que menciona Isaías?

17 La profecía de Isaías prosigue: “¡Mujeres que están en desahogo, levántense, escuchen mi voz! ¡Hijas descuidadas, presten oído a mi dicho! Dentro de un año y algunos días, ustedes, las descuidadas, se hallarán agitadas, porque se habrá acabado la vendimia, pero ninguna recolección de fruta vendrá. ¡Tiemblen, mujeres que están en desahogo! ¡Agítense, descuidadas!” (Isaías 32:9-11a). La actitud de estas mujeres nos hace pensar en quienes hoy día afirman servir a Dios, pero no le sirven con celo. Tales personas forman parte de las religiones de “Babilonia la Grande, la madre de las rameras” (Revelación 17:5). Por ejemplo, los miembros de las religiones de la cristiandad se parecen mucho a estas “mujeres” que menciona Isaías. Están “en desahogo” en el sentido de que viven despreocupados, indiferentes al juicio y la agitación que pronto les sobrevendrá.

18. ¿A quiénes se ordena que “[se ciñan] saco sobre los lomos”, y por qué?

18 A continuación se hace un llamamiento a las religiones falsas: “Desvístanse y desnúdense, y cíñanse saco sobre los lomos. Dense golpes sobre los pechos en lamentación por los campos deseables, por la vid fructífera. Sobre el suelo de mi pueblo suben meramente espinos, arbustos espinosos, pues están sobre todas las casas de alborozo, sí, el pueblo altamente jubiloso” (Isaías 32:11b-13). No parece que las palabras “desvístanse y desnúdense” se refieran a que debían despojarse de toda la ropa. Antiguamente era costumbre llevar sobre la prenda de vestir interior otra exterior, la cual a menudo identificaba a la persona (2 Reyes 10:22, 23; Revelación 7:13, 14). En consecuencia, la profecía ordena a los miembros de las religiones falsas que se quiten las prendas de vestir exteriores —su supuesta identidad como siervos de Dios— y se pongan vestiduras de saco, que simbolizan el duelo por su inminente castigo (Revelación 17:16). Ni las organizaciones religiosas de la cristiandad, que dice ser “el pueblo altamente jubiloso” de Dios, ni el resto de los integrantes del imperio mundial de la religión falsa producen frutos piadosos. De su campo de acción salen “meramente espinos, arbustos espinosos” de descuido y abandono.

19. ¿Qué condición de la apóstata “Jerusalén” denuncia Isaías?

19 Este cuadro funesto se extiende a todos los puntos de la apóstata “Jerusalén”: “La torre de habitación misma ha sido abandonada, la mismísima bulla de la ciudad ha sido dejada; Ofel y la atalaya mismas se han convertido en campos pelados, para tiempo indefinido el alborozo de cebras, el pasto de hatos” (Isaías 32:14). Se menciona incluso a Ofel, un promontorio de Jerusalén que se utiliza como fortaleza. Decir que Ofel se convierte en un campo pelado denota la desolación completa de la ciudad. Las palabras de Isaías muestran que la “Jerusalén” apóstata, la cristiandad, no se preocupa por hacer la voluntad de Dios. Estéril en sentido espiritual y apartada por completo de la verdad y la justicia, se comporta de forma totalmente irracional, como un animal.

Un glorioso contraste

20. ¿Qué efecto ha tenido el derramamiento del espíritu de Dios sobre su pueblo?

20 Isaías presenta enseguida una esperanza alentadora para los que hacen la voluntad de Jehová. Cualquier desolación que sufra el pueblo de Dios durará solo “hasta que sobre nosotros sea derramado el espíritu desde lo alto, y el desierto se haya convertido en huerto, y el huerto mismo sea considerado como verdadero bosque” (Isaías 32:15). Felizmente, desde 1919, el espíritu de Jehová se ha derramado con abundancia sobre su pueblo, restableciendo, por así decirlo, un huerto fructífero de Testigos ungidos, al que le sigue un bosque en expansión de otras ovejas. Su organización terrestre actual se caracteriza por la prosperidad y el crecimiento. En el paraíso espiritual restaurado, este pueblo refleja “la gloria de Jehová, el esplendor de nuestro Dios”, al proclamar por toda la Tierra Su Reino venidero (Isaías 35:1, 2).

21. ¿Dónde existe hoy justicia, quietud y seguridad?

21 Escuchemos ahora la promesa gloriosa de Jehová: “En el desierto ciertamente residirá el derecho, y en el huerto morará la justicia misma. Y la obra de la justicia verdadera tiene que llegar a ser paz; y el servicio de la justicia verdadera, quietud y seguridad hasta tiempo indefinido” (Isaías 32:16, 17). ¡Qué descripción tan acertada de la condición espiritual del pueblo de Jehová en nuestros días! A diferencia de la mayor parte de la humanidad, dividida por el odio, la violencia y la pobreza espiritual extrema, los cristianos verdaderos de todo el mundo están unidos, pese a proceder “de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas”. Viven, trabajan y sirven a Dios en consonancia con la justicia divina, confiando en que finalmente disfrutarán de verdadera paz y seguridad hasta tiempo indefinido (Revelación 7:9, 17).

22. ¿Qué diferencia hay entre la condición del pueblo de Dios y la de los miembros de las religiones falsas?

22 En el paraíso espiritual ya se está cumpliendo Isaías 32:18, que dice: “Mi pueblo tiene que morar en un lugar de habitación pacífico y en residencias de plena confianza y en lugares de descanso sosegados”. En cambio, para los cristianos falsos, “ciertamente caerá granizo cuando el bosque se venga abajo y la ciudad quede rebajada a una condición de abatimiento” (Isaías 32:19). Tan devastadora como una violenta granizada, la sentencia de Jehová contra la imaginaria ciudad de la religión falsa se ejecutará en breve y rebajará a su “bosque” de partidarios destruyéndolos para siempre.

23. ¿Qué obra mundial está por concluir, y cómo se puede considerar a los que participan en ella?

23 Este pasaje de la profecía concluye así: “Felices son ustedes los que siembran junto a todas las aguas, y envían los pies del toro y del asno” (Isaías 32:20). En la antigüedad, el pueblo de Dios utilizaba el toro y el asno como bestias de carga para arar y sembrar. Hoy en día, los siervos de Jehová se valen de prensas, herramientas electrónicas, edificios y medios de transporte modernos y, sobre todo, de una organización teocrática unida, para imprimir y distribuir miles de millones de publicaciones bíblicas. Personas dispuestas a trabajar emplean estos instrumentos para sembrar semillas de la verdad del Reino por toda la Tierra, literalmente “junto a todas las aguas”. Ya se han cosechado millones de hombres y mujeres temerosos de Dios, y muchas personas más se les están uniendo (Revelación 14:15, 16). A todos ellos se les puede considerar verdaderamente “felices”.

[Notas]

El “rey” de Isaías 32:1 quizá fuera en un principio Ezequías. Sin embargo, el capítulo 32 de Isaías se cumple fundamentalmente en el Rey Cristo Jesús.

Véase la revista La Atalaya del 1 de marzo de 1999, págs. 13-18, editada por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.

[Ilustraciones de la página 331]

En los Rollos del mar Muerto, el capítulo 32 de Isaías está marcado con una X

[Ilustraciones de la página 333]

Cada ‘príncipe’ es como un escondite contra el viento, un refugio contra la lluvia, como agua en el desierto y una sombra que protege del sol

[Ilustración de la página 338]

Al cristiano le hace muy feliz dar a conocer las buenas nuevas al prójimo

“Ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’”
“Ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’” - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 26

“Ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’”

Isaías 33:1-24

1. ¿Por qué nos animan las palabras de Isaías 33:24?

“TODA la creación sigue gimiendo juntamente y estando en dolor juntamente hasta ahora”, dijo el apóstol Pablo (Romanos 8:22). A pesar de los adelantos en el campo médico, las enfermedades y la muerte siguen azotando a la humanidad. ¡Qué maravillosa es, por tanto, la promesa con la que culmina este capítulo del libro profético de Isaías! Imaginémonos cuando llegue el día en el que “ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’” (Isaías 33:24). ¿Cuándo y cómo se cumplirá esta promesa?

2, 3. a) ¿En qué sentido está enferma la nación de Israel? b) ¿De qué manera utiliza Dios a Asiria como “vara” de disciplina?

2 Isaías escribe en un tiempo en el que el pueblo que ha hecho un pacto con Dios está enfermo en sentido espiritual (Isaías 1:5, 6). Se halla tan sumido en la apostasía y la inmoralidad que necesita que Jehová Dios lo discipline severamente. Asiria es la “vara” divina para administrar tal disciplina (Isaías 7:17; 10:5, 15). En primer lugar, el reino norteño de diez tribus de Israel cae en manos de los asirios en 740 a.E.C. (2 Reyes 17:1-18; 18:9-11.) Unos cuantos años después, el rey asirio Senaquerib lanza una fuerte ofensiva contra el reino sureño de Judá (2 Reyes 18:13; Isaías 36:1). Su máquina de guerra va arrasando la tierra, y parece inevitable que aniquile por completo a Judá.

3 Pero Asiria se extralimita en su comisión de disciplinar al pueblo de Dios, dominada por la ambición de conquistar el mundo (Isaías 10:7-11). ¿Dejará Jehová sin castigo la brutalidad con que trata a su pueblo? ¿Se sanará la nación de su enfermedad espiritual? En el capítulo 33 de Isaías leemos las respuestas de Jehová a estas preguntas.

Se despoja al despojador

4, 5. a) ¿Qué revés sufrirá Asiria? b) ¿Qué oración ofrece Isaías a favor del pueblo de Jehová?

4 La profecía se inicia así: “¡Ay de ti el que andas despojando violentamente sin que tú mismo seas despojado violentamente, y de ti el que estás tratando traidoramente, sin que otros te hayan tratado traidoramente! Luego que hayas terminado como violento despojador, tú serás violentamente despojado. Luego que hayas acabado de tratar traidoramente, te tratarán traidoramente a ti” (Isaías 33:1). Isaías se dirige sin rodeos al violento despojador, Asiria. En la cumbre de su poderío, la agresiva nación parece invencible. Ha ‘despojado sin ser despojada’, pues ha saqueado las ciudades de Judá e incluso se ha apoderado de las riquezas de la casa de Jehová con aparente impunidad (2 Reyes 18:14-16; 2 Crónicas 28:21). Pero ahora se van a invertir los papeles. “Tú serás violentamente despojado”, declara Isaías con valor. ¡Qué profecía más animadora para los fieles!

5 Durante ese aterrador período, los adoradores leales de Jehová tendrán que acudir a él para recibir ayuda. Por consiguiente, Isaías le ruega: “Oh Jehová, muéstranos favor. En ti hemos esperado. Llega a ser nuestro brazo [de fuerza y apoyo] cada mañana, sí, nuestra salvación en el tiempo de angustia. Al sonido de la ruidosa agitación, pueblos han huido. Al levantarte tú, naciones han sido dispersadas” (Isaías 33:2, 3). Apropiadamente, Isaías le pide a Jehová que libere a Su pueblo tal como lo ha hecho muchas veces en el pasado (Salmo 44:3; 68:1). Y apenas termina el profeta su oración, cuando predice la respuesta que Jehová dará.

6. ¿Qué le sucederá a Asiria, y por qué es justo?

6 “El despojo de ustedes [los asirios] realmente será recogido como las cucarachas cuando recogen, como la arremetida de enjambres de langostas que arremete contra uno.” (Isaías 33:4.) Judá conoce bien las devastadoras plagas de insectos. En esta ocasión, sin embargo, son los enemigos de Judá quienes serán devastados. Asiria sufrirá una humillante derrota, y sus soldados se verán obligados a huir, dejando tras de sí un gran despojo para los habitantes de Judá. Es justo que Asiria, conocida por su crueldad, experimente lo que significa ser despojado (Isaías 37:36).

El asirio moderno

7. a) ¿A qué puede compararse hoy la nación de Israel, enferma en sentido espiritual? b) ¿Qué “vara” utilizará Jehová para destruir a la cristiandad?

7 ¿Cómo se cumple la profecía de Isaías en nuestros tiempos? La nación de Israel, enferma en sentido espiritual, puede compararse a la infiel cristiandad. Tal como Jehová utilizó a Asiria a modo de “vara” para castigar a Israel, se valdrá de una “vara” para castigar a la cristiandad, así como al resto de “Babilonia la Grande”, el imperio mundial de la religión falsa (Isaías 10:5; Revelación [Apocalipsis] 18:2-8). Dicha “vara” serán países miembros de las Naciones Unidas, organización representada en Revelación como una bestia salvaje de color escarlata, con siete cabezas y diez cuernos (Revelación 17:3, 15-17).

8. a) ¿Quién se asemeja hoy a Senaquerib? b) ¿A quién atacará con atrevimiento el Senaquerib moderno, y con qué resultado?

8 Cuando el asirio moderno arrase el dominio de la religión falsa, parecerá que nada puede detenerlo. Con una actitud similar a la de Senaquerib, Satanás el Diablo arremeterá con atrevimiento no solo contra las organizaciones apóstatas que merecen castigo, sino también contra los cristianos verdaderos. Juntamente con el resto de los hijos espirituales ungidos de Jehová, millones de personas que han salido del mundo de Satanás, que abarca a Babilonia la Grande, se ponen de parte del Reino de Jehová. Furioso por la negativa de los cristianos verdaderos a rendirle homenaje, “el dios de este sistema de cosas”, Satanás, lanzará una fuerte ofensiva contra ellos (2 Corintios 4:4; Ezequiel 38:10-16). Aunque será, sin duda, un ataque espeluznante, el pueblo de Jehová no tendrá por qué encogerse de miedo (Isaías 10:24, 25). Dios les asegura que él será su “salvación en el tiempo de angustia”. Intervendrá para aplastar a Satanás y a su muchedumbre (Ezequiel 38:18-23). Tal como en la antigüedad, los que intenten despojar al pueblo de Dios acabarán ellos mismos despojados (compárese con Proverbios 13:22b). El nombre de Jehová será santificado, y los sobrevivientes recibirán su recompensa por haber buscado “sabiduría y conocimiento [y] el temor de Jehová” (léase Isaías 33:5, 6).

Advertencia para los infieles

9. a) ¿Qué harán los “héroes” y los “mensajeros de paz” de Judá? b) ¿Cómo responderá Asiria a las iniciativas de paz de Judá?

9 Ahora bien, ¿qué les sucederá a los infieles de Judá? Isaías hace una descripción sombría de su inminente fin a manos de Asiria (léase Isaías 33:7). Los “héroes” militares de Judá claman aterrorizados por el avance de las tropas asirias. A los “mensajeros de paz”, diplomáticos enviados para negociar la paz con el belicoso enemigo, les espera mofa y humillación; llorarán amargamente por su fracaso (compárese con Jeremías 8:15). La brutal potencia asiria no tendrá misericordia de ellos (léase Isaías 33:8, 9). Incumplirá despiadadamente los pactos que ha hecho con los habitantes de Judá (2 Reyes 18:14-16). ‘Menospreciará sus ciudades’, pues las verá con desdén y no demostrará ningún respeto por la vida humana. La situación será tan trágica que la propia tierra, por decirlo así, se pondrá de duelo. El Líbano, Sarón, Basán y el Carmelo también llorarán la desolación.

10. a) ¿Por qué serán infructuosos los intentos de los “héroes” de la cristiandad? b) ¿Quién protegerá a los cristianos verdaderos durante el día de angustia de la cristiandad?

10 Cuando las naciones inicien su ataque contra las religiones, en un futuro cercano, sin duda se darán circunstancias parecidas. Como en los días de Ezequías, de nada servirá oponer resistencia física a tales fuerzas destructoras. Los “héroes” de la cristiandad —sus políticos, financieros y demás gente de influencia— serán incapaces de acudir en su auxilio. Los ‘pactos’, o acuerdos, políticos y económicos concebidos para proteger los intereses de la cristiandad se quebrantarán (Isaías 28:15-18). Los intentos desesperados de evitar su destrucción mediante relaciones diplomáticas fracasarán. Sus actividades comerciales se paralizarán cuando sean confiscados o destruidos sus bienes e inversiones. Todos los que aún sientan simpatía por ella se limitarán a quedarse a una distancia prudencial y lamentar que haya llegado su fin (Revelación 18:9-19). ¿Se destruirá al cristianismo verdadero junto con el falso? No, porque Jehová mismo garantiza: “Ahora ciertamente me levantaré [...], ahora ciertamente me ensalzaré; ahora ciertamente me alzaré” (Isaías 33:10). Jehová intervendrá finalmente a favor de los que sean fieles como Ezequías y detendrá el avance del asirio moderno (Salmo 12:5).

11, 12. a) ¿Cuándo y cómo se cumple Isaías 33:11-14? b) ¿Qué advertencia constituyen para hoy las palabras de Jehová?

11 Los infieles no pueden contar con tal protección. Jehová dice: “Ustedes conciben hierba seca; darán a luz rastrojo. Su propio espíritu, como fuego, se los comerá. Y los pueblos tienen que llegar a ser como las quemas de cal. Como espinos cortados, serán encendidos con fuego mismo. ¡Oigan, ustedes los que están lejos, lo que tengo que hacer! Y conozcan, ustedes los que están cerca, mi poderío. En Sión los pecadores se hallan llenos de pavor; el escalofrío se ha apoderado de los apóstatas: ‘¿Quién de nosotros puede residir por tiempo alguno con un fuego devorador? ¿Quién de nosotros puede residir por tiempo alguno con conflagraciones de larga duración?’” (Isaías 33:11-14). Estas palabras se refieren aparentemente a la ocasión en la que Judá se enfrenta a un nuevo enemigo, Babilonia. Tras la muerte de Ezequías, Judá vuelve a sus malos caminos. A lo largo de las siguientes décadas, las condiciones se deterioran hasta el punto de que toda la nación tiene que sufrir el fuego de la cólera de Dios (Deuteronomio 32:22).

12 Los planes perversos de los desobedientes para eludir la sentencia divina resultan tan inútiles como el rastrojo. De hecho, el espíritu orgulloso y rebelde de la nación es lo que en realidad provoca los acontecimientos que desembocan en su destrucción (Jeremías 52:3-11). Los malvados “[llegarán] a ser como las quemas de cal”, es decir, serán totalmente aniquilados. Ante su inminente muerte, los rebeldes habitantes de Judá son presas del pánico. Las palabras de Jehová a la infiel Judá ilustran bien la situación de los miembros de la cristiandad hoy en día. Si no prestan atención a la advertencia divina, les aguarda un futuro sombrío.

El que “anda en continua justicia”

13. ¿Qué promesa se hace al que “anda en continua justicia”, y cómo se cumplió en el caso de Jeremías?

13 A modo de contraste, Jehová dice a continuación: “Hay uno que anda en continua justicia y habla lo que es recto, que rechaza la ganancia injusta de los fraudes, que sacude sus manos para tenerlas libres de asir soborno, que se tapa el oído para no escuchar el derramamiento de sangre, y que cierra los ojos para no ver lo que es malo. Este es el que residirá en las alturas mismas; su altura segura será lugares peñascosos de difícil acceso. Su propio pan ciertamente se le dará; su abastecimiento de agua será inagotable” (Isaías 33:15, 16). Como indicó posteriormente el apóstol Pedro, “Jehová sabe librar de la prueba a personas de devoción piadosa, pero reservar a personas injustas para el día del juicio para que sean cortadas de la existencia” (2 Pedro 2:9). Jeremías experimentó tal liberación. Durante el asedio de los babilonios, la gente tuvo que “comer pan por peso y con solicitud ansiosa” (Ezequiel 4:16). Algunas mujeres se comieron incluso la carne de sus propios hijos (Lamentaciones 2:20). No obstante, Jehová se encargó de que a Jeremías no le sucediera nada.

14. ¿Cómo pueden los cristianos de hoy seguir ‘andando en continua justicia’?

14 También hoy los cristianos deben ‘andar en continua justicia’, observando a diario las normas de Jehová (Salmo 15:1-5). Tienen que ‘hablar lo que es recto’ y rechazar la mentira y la falsedad (Proverbios 3:32). Aunque el fraude y el soborno sean comunes en muchos países, al que “anda en continua justicia” le repugnan. Los cristianos deben asimismo tener “una conciencia honrada” en las actividades comerciales, guardándose muy bien de entrar en negocios turbios o fraudulentos (Hebreos 13:18; 1 Timoteo 6:9, 10). Y el que “se tapa el oído para no escuchar el derramamiento de sangre, y [...] cierra los ojos para no ver lo que es malo” será selectivo con la música y el entretenimiento (Salmo 119:37). Durante su día de juicio, Jehová protegerá y sostendrá a sus adoradores, los cuales se rigen por tales normas (Sofonías 2:3).

Contemplan a su rey

15. ¿Qué promesa sostendrá a los judíos fieles en el destierro?

15 Isaías ahora pasa a ofrecer una vislumbre espléndida del futuro: “Un rey en su hermosura es lo que tus ojos contemplarán; verán una tierra lejana. Tu propio corazón hará comentarios en voz baja sobre una cosa espantosa: ‘¿Dónde está el secretario? ¿Dónde está el que entrega la paga? ¿Dónde está el que cuenta las torres?’. No verás a un pueblo insolente, un pueblo de lenguaje demasiado profundo para escucharlo, de lengua tartamuda sin comprensión de parte tuya” (Isaías 33:17-19). La promesa del futuro Rey Mesiánico y su Reino sostendrá a los judíos fieles durante las largas décadas de destierro en Babilonia, aunque solo ven ese Reino de lejos (Hebreos 11:13). Cuando la gobernación del Mesías por fin se haga realidad, la tiranía babilónica será un recuerdo lejano. Los sobrevivientes del ataque de los asirios preguntarán felices: “¿Dónde está el opresor que pesaba y contaba los impuestos [...]?” (Isaías 33:18, La Nueva Biblia Latinoamérica).

16. ¿Desde cuándo ha podido ‘contemplar’ al Rey Mesiánico el pueblo de Dios, y con qué resultado?

16 Aunque las palabras de Isaías garantizan la liberación del cautiverio babilónico, los desterrados judíos tendrán que esperar a la resurrección para disfrutar del cumplimiento completo de esta parte de la profecía. ¿Qué puede decirse de los siervos de Dios de la actualidad? Desde 1914, el pueblo de Jehová ha podido ‘contemplar’ al Rey Mesiánico, Jesucristo, o percibir su presencia, en toda su belleza espiritual (Salmo 45:2; 118:22-26). En consecuencia, ha sido liberado de la opresión y el control del sistema inicuo de Satanás. Bajo Sión, la sede del Reino de Dios, goza de verdadera seguridad espiritual.

17. a) ¿Qué promesas se hacen con relación a Sión? b) ¿Cómo se cumplen las promesas de Jehová respecto a Sión en el Reino mesiánico y en los seres humanos que lo apoyan?

17 Isaías prosigue: “¡He aquí a Sión, el pueblo de nuestras ocasiones festivas! Tus propios ojos verán a Jerusalén un lugar de habitación sosegado, una tienda que nadie empacará. Nunca serán arrancadas sus estacas de tienda, y ninguna de sus sogas se romperá en dos. Antes bien, allí el Majestuoso, Jehová, será para nosotros un lugar de ríos, de canales anchos. Por él no irá flota de galeras, y ninguna nave majestuosa pasará sobre él” (Isaías 33:20, 21). El profeta nos asegura que nadie puede ‘arrancar’, o erradicar, el Reino mesiánico de Dios. Además, tal protección se extiende, sin lugar a dudas, a los seres humanos que hoy apoyan fielmente dicha gobernación. Aun cuando muchos de ellos sean sometidos a pruebas severas, a los súbditos del Reino de Dios se les garantiza que ningún intento de destruirlos como congregación puede tener éxito (Isaías 54:17). Jehová protegerá a su pueblo tal como un foso o un canal protege una ciudad. A cualquier enemigo que los ataque le espera la destrucción, aunque sea tan poderoso como una “flota de galeras” o una “nave majestuosa”.

18. ¿Qué responsabilidad acepta Jehová?

18 ¿Por qué pueden estar tan seguros de que contarán con la protección divina quienes aman el Reino de Dios? Isaías explica: “Jehová es nuestro Juez, Jehová es nuestro Dador de Estatutos, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará” (Isaías 33:22). Jehová acepta la responsabilidad de proteger y dirigir a sus siervos, que reconocen su posición como Soberano Supremo. Estos se someten con gusto a la gobernación divina a través del Rey Mesiánico, pues reconocen que Jehová tiene la autoridad no solo de promulgar leyes, sino también de hacer que se cumplan. No obstante, como Jehová ama la justicia, su gobierno en manos de su Hijo no es opresivo. Por el contrario: sus adoradores ‘se benefician a sí mismos’ al someterse a su autoridad (Isaías 48:17). Él nunca abandonará a los que le son leales (Salmo 37:28).

19. ¿Cómo describe Isaías la inutilidad de los enemigos del pueblo fiel de Jehová?

19 Isaías les dice a los enemigos del pueblo fiel de Jehová: “Tus sogas tienen que colgar flojamente; no mantendrán firmemente derecho su mástil; no han extendido una vela. En aquel tiempo, hasta despojo en abundancia tendrá que dividirse; los cojos mismos realmente harán gran saqueo” (Isaías 33:23). Todo enemigo que se aproxime resultará tan inútil e impotente ante Jehová como un barco de guerra con los cabos flojos, el mástil bamboleante y sin velas. La destrucción de los adversarios de Dios producirá tanto despojo que hasta los impedidos participarán en el saqueo. Por consiguiente, podemos estar seguros de que, mediante el Rey Jesucristo, Jehová triunfará sobre sus enemigos en la venidera “gran tribulación” (Revelación 7:14).

Una curación

20. ¿Qué clase de curación experimentará el pueblo de Dios, y cuándo?

20 Esta sección de la profecía de Isaías concluye con una promesa reconfortante: “Ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’. La gente que more en la tierra constará de los que habrán sido perdonados por su error” (Isaías 33:24). La enfermedad a la que se refiere Isaías es fundamentalmente de índole espiritual, pues se relaciona con el pecado, o “error”. En la primera aplicación de estas palabras, Jehová promete que, tras su liberación del cautiverio babilónico, la nación será sanada en sentido espiritual (Isaías 35:5, 6; Jeremías 33:6; compárese con Salmo 103:1-5). Habiéndoseles perdonado sus pecados anteriores, los judíos repatriados restablecerán la adoración pura en Jerusalén.

21. ¿De qué maneras son curados espiritualmente los adoradores de Jehová de nuestros días?

21 La profecía de Isaías tiene también un cumplimiento moderno. Los siervos de Jehová de nuestros días han experimentado igualmente una curación espiritual. Se les ha liberado de enseñanzas falsas tales como la inmortalidad del alma, la Trinidad y el infierno. Han recibido guía moral que les ayuda a evitar prácticas inmorales y a tomar buenas decisiones. Y, gracias al sacrificio redentor de Jesucristo, disfrutan de una posición limpia ante Dios y una buena conciencia (Colosenses 1:13, 14; 1 Pedro 2:24; 1 Juan 4:10). Esta curación espiritual tiene asimismo beneficios físicos. Por ejemplo, al abstenerse de las relaciones sexuales inmorales y el consumo de tabaco, los cristianos se protegen de las enfermedades de transmisión sexual y ciertos tipos de cáncer (1 Corintios 6:18; 2 Corintios 7:1).

22, 23. a) ¿Qué cumplimiento grandioso tendrá Isaías 33:24 en el futuro? b) ¿A qué deben resolverse los adoradores verdaderos de Dios de hoy día?

22 Pero después de Armagedón, en el nuevo mundo de Dios, habrá un cumplimiento más grandioso aún de las palabras de Isaías 33:24. Bajo el Reino mesiánico, los seres humanos experimentarán una gran curación física junto con la curación espiritual (Revelación 21:3, 4). Poco después de la destrucción del sistema de cosas de Satanás, sin duda tendrán lugar a escala mundial milagros como los que realizó Jesús cuando estuvo en la Tierra. Los ciegos verán, los sordos oirán y los cojos caminarán sin dificultad (Isaías 35:5, 6). De este modo, todos los sobrevivientes de la gran tribulación podrán participar en la magnífica obra de convertir la Tierra en un paraíso.

23 Más adelante, cuando comience la resurrección, los que retornen a la vida lo harán, evidentemente, con buena salud. Pero a medida que se aplique a mayor grado el valor del sacrificio redentor, se producirán más beneficios físicos, hasta que la humanidad sea elevada a la perfección. Entonces los justos “[llegarán] a vivir” en el sentido pleno de la expresión (Revelación 20:5, 6). “Ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’”, ni con relación a la enfermedad física ni a la espiritual. ¡Qué promesa tan emocionante! Que todos los adoradores verdaderos de Dios de hoy día se resuelvan a estar entre los que vivirán su cumplimiento.

[Ilustración de la página 344]

Isaías ora con confianza a Jehová

[Ilustraciones de la página 353]

Gracias al sacrificio redentor, el pueblo de Jehová disfruta de una posición limpia ante él

[Ilustración de la página 354]

En el nuevo mundo tendrá lugar una gran curación física

La indignación de Jehová se abate sobre las naciones
La indignación de Jehová se abate sobre las naciones - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 27

La indignación de Jehová se abate sobre las naciones

Isaías 34:1-17

1, 2. a) ¿De qué podemos estar seguros respecto a la venganza de Jehová? b) ¿Qué logra Dios al vengarse?

JEHOVÁ DIOS es paciente no solo con sus siervos fieles, sino también, cuando su propósito lo justifica, con sus enemigos (1 Pedro 3:19, 20; 2 Pedro 3:15). Es posible que estos no aprecien su paciencia y la interpreten como incapacidad o desgana para actuar. No obstante, como muestra el capítulo 34 de Isaías, al final Jehová siempre pide cuentas a sus enemigos (Sofonías 3:8). Durante algún tiempo, Dios no impidió que Edom y otras naciones se opusieran a su pueblo, pero ya había determinado cuándo les daría su retribución, su merecido (Deuteronomio 32:35). De igual modo, en el momento que ha fijado para ello, Jehová se vengará de todos los elementos del actual sistema perverso que desafían su soberanía.

2 El propósito principal de la venganza de Dios es demostrar Su soberanía y glorificar Su nombre (Salmo 83:13-18). También sirve para probar que sus siervos son sus verdaderos representantes y para liberarlos de circunstancias indeseables. Por otra parte, su venganza siempre está en total consonancia con su justicia (Salmo 58:10, 11).

Presten atención, naciones

3. ¿Qué invitación hace Jehová a las naciones mediante Isaías?

3 Antes de centrar la atención en el castigo que recibirá Edom, Jehová hace una invitación solemne a todas las naciones mediante Isaías: “Acérquense, naciones, para oír; y ustedes los grupos nacionales, presten atención. Escuche la tierra y lo que la llena, la tierra productiva y todo su producto” (Isaías 34:1). El profeta ha hablado ya repetidas veces en contra de las naciones impías y ahora va a resumir las denuncias divinas contra ellas. ¿Encierran algún significado para nuestros días estas advertencias?

4. a) ¿A qué se exhorta a las naciones, según Isaías 34:1? b) ¿Demuestra el hecho de que Jehová castigue a las naciones que sea un Dios cruel? (Véase el apartado de la pág. 363.)

4 Sí. El Soberano del universo tiene una controversia con todos los sectores de este sistema de cosas impío. Por eso se exhorta a “los grupos nacionales” y a “la tierra” a escuchar el mensaje bíblico que Jehová hace que se proclame mundialmente. Con términos que recuerdan el Salmo 24:1, Isaías indica que este mensaje se dará a conocer en todo el planeta, profecía que se ha cumplido en nuestros tiempos con la predicación de los testigos de Jehová “hasta la parte más distante de la tierra” (Hechos 1:8). Las naciones, sin embargo, no han escuchado. No han tomado en serio la advertencia sobre su inminente aniquilación, lo cual no impedirá, desde luego, que Jehová cumpla su palabra.

5, 6. a) ¿Por qué pide Dios cuentas a las naciones? b) ¿Por qué puede decirse que “las montañas tienen que derretirse a causa de su sangre”?

5 La profecía describe ahora las lúgubres perspectivas de las naciones impías, muy distintas de la esperanza radiante del pueblo de Dios expuesta después (Isaías 35:1-10). El profeta afirma: “Jehová tiene indignación contra todas las naciones, y furia contra todo el ejército de ellas. Tiene que darlos por entero a la destrucción; tiene que darlos al degüello. Y sus muertos serán echados afuera; y en cuanto a sus cadáveres, su hedor ascenderá; y las montañas tienen que derretirse a causa de su sangre” (Isaías 34:2, 3).

6 Sus palabras dirigen la atención a la culpa de sangre que comparten las naciones, culpa que hoy recae principalmente en las de la cristiandad. En dos guerras mundiales y muchos conflictos menores han empapado la tierra de sangre humana. ¿Quién tiene el derecho de dar su merecido a los culpables de toda esa mortandad? Solo el Creador, el gran Dador de Vida (Salmo 36:9). La ley de Jehová estableció la norma: “Tienes que dar alma por alma” (Éxodo 21:23-25; Génesis 9:4-6). Fiel a esta ley, Dios hará que la sangre de las naciones se derrame hasta que expiren. El hedor de sus cadáveres sin enterrar impregnará el aire: una muerte verdaderamente vergonzosa (Jeremías 25:33). La sangre exigida en compensación será suficiente para derretir, o disolver, por decirlo así, las montañas (Sofonías 1:17). Las naciones de este mundo verán, además de la destrucción completa de sus fuerzas militares, la caída de sus gobiernos, que en las profecías bíblicas a veces se representan con montañas (Daniel 2:35, 44, 45; Revelación [Apocalipsis] 17:9).

7. ¿Qué son “los cielos”, y qué es el “ejército de los cielos”?

7 Empleando nuevamente vívidas metáforas, Isaías pasa a decir: “Todos los del ejército de los cielos tienen que podrirse. Y los cielos tienen que enrollarse, justamente como el rollo de un libro; y todo su ejército se marchitará y se deshará, tal como el follaje se marchita y cae de la vid, y como un higo marchito de la higuera” (Isaías 34:4). La expresión “todos los del ejército de los cielos” no alude a las estrellas y planetas literales. Los Isa 34 versículos 5 y 6 hablan de una espada de ejecución que se empapa de sangre en esos “cielos”, por lo que estos deben simbolizar algún aspecto del ámbito humano (1 Corintios 15:50). A los gobiernos del hombre, por su posición elevada como autoridades superiores, se les asemeja a cielos que rigen la sociedad humana terrestre (Romanos 13:1-4). Así pues, el “ejército de los cielos” representa a todos los ejércitos de estos gobiernos de la humanidad.

8. ¿En qué sentido serán los cielos simbólicos “justamente como el rollo de un libro”, y qué les sucederá a sus ‘ejércitos’?

8 Este “ejército” ‘se pudrirá’, se desintegrará, como materia perecedera (Salmo 102:26; Isaías 51:6). Los cielos literales parecen a simple vista curvos, como un rollo de un libro antiguo. Por lo general, los rollos estaban escritos por su parte interior, y cuando se concluía su lectura, se enrollaban y se guardaban. De igual modo, “los cielos tienen que enrollarse, justamente como el rollo de un libro” en el sentido de que los gobiernos humanos deben llegar a su fin. Una vez alcanzada la página final de su historia, habrán de ser eliminados en Armagedón. Sus impresionantes ‘ejércitos’ caerán como las hojas marchitas de la vid y los ‘higos marchitos’ de la higuera. Se les habrá acabado el tiempo (compárese con Revelación 6:12-14).

Un día de castigo

9. a) ¿Cuál es el origen de Edom, y cómo llegaron a estar las relaciones entre Israel y Edom? b) ¿Qué decreta Jehová respecto a Edom?

9 Seguidamente, la profecía se centra en una nación que existe en los días de Isaías: Edom. Los edomitas son descendientes de Esaú (Edom), quien vendió su primogenitura a su hermano gemelo, Jacob, por pan y un guisado de lentejas (Génesis 25:24-34). Como Jacob relevó a Esaú en la primogenitura, este se llenó de odio hacia su hermano. Con el tiempo, la nación de Edom y la de Israel se enemistaron, pese a descender de hermanos gemelos. Por su hostilidad para con el pueblo de Dios, Edom ha incurrido en la ira de Jehová, y Él le dice ahora: “En los cielos mi espada ciertamente se empapará. ¡Miren! Sobre Edom descenderá, y sobre el pueblo que tengo dado por entero a la destrucción en justicia. Jehová tiene una espada; esta tiene que llenarse de sangre; tiene que hacerse mantecosa con la grasa, con la sangre de carneros jóvenes y machos cabríos, con la grasa de los riñones de carneros. Porque Jehová tiene un sacrificio en Bozrá, y una gran degollación en la tierra de Edom” (Isaías 34:5, 6).

10. a) ¿A quiénes derribará Jehová cuando blanda su espada “en los cielos”? b) ¿Qué actitud manifiesta Edom ante el ataque de Babilonia contra Judá?

10 Edom se encuentra en una región elevada, montañosa (Jeremías 49:16; Abdías 8, 9, 19, 21). Pero ni siquiera esta defensa natural le servirá de protección cuando Jehová blanda su espada de juicio “en los cielos”, derribando así a los gobernantes de Edom de su posición encumbrada. La nación está muy militarizada, y sus fuerzas armadas recorren las altas cordilleras para proteger el país. Pero la poderosa Edom no acude en auxilio del reino de Judá cuando los ejércitos babilónicos lo atacan. Al contrario, se regocija contemplando su caída y anima a los conquistadores (Salmo 137:7). Incluso persigue a los judíos que salen huyendo y los entrega a los babilonios (Abdías 11-14). Los edomitas pretenden apoderarse de la tierra abandonada de Israel y hablan jactanciosamente contra Jehová (Ezequiel 35:10-15).

11. ¿Cómo responderá Jehová a la conducta traicionera de los edomitas?

11 ¿Pasa por alto Jehová la conducta tan poco fraternal de los edomitas? No, más bien predice respecto a ellos: “Los toros salvajes tienen que bajar con ellos, y toros jóvenes con los poderosos; y su tierra tiene que estar empapada de sangre, y su mismísimo polvo se hará mantecoso con la grasa” (Isaías 34:7). Jehová utiliza el simbolismo de toros salvajes y toros jóvenes, así como de carneros jóvenes y machos cabríos, para referirse a las personas más destacadas y menos destacadas de Edom. La tierra de esta nación culpable de derramar sangre quedará empapada con la sangre de su propia gente por acción de la “espada” ejecutora de Jehová.

12. a) ¿A quién utiliza Jehová para castigar a Edom? b) ¿Qué predice el profeta Abdías respecto a Edom?

12 Dios se propone castigar a Edom por la perversidad con que ha tratado a Su organización terrestre, llamada Sión. Dice la profecía: “Jehová tiene un día de venganza, un año de retribuciones para la causa judicial respecto a Sión” (Isaías 34:8). Poco después de la destrucción de Jerusalén en el año 607 a.E.C., Jehová empieza a expresar su justa venganza contra los edomitas mediante el rey de Babilonia, Nabucodonosor (Jeremías 25:15-17, 21). Cuando los ejércitos babilónicos marchan sobre Edom, nada puede salvar a sus habitantes. Es “un año de retribuciones”, es decir, de castigo, contra ese país montañoso. Jehová predice por medio del profeta Abdías: “Por la violencia a tu hermano Jacob, vergüenza te cubrirá, y tendrás que ser cortado hasta tiempo indefinido. [...] Del modo como has hecho, se te hará. Tu suerte de trato volverá sobre tu propia cabeza” (Abdías 10, 15; Ezequiel 25:12-14).

El futuro sombrío de la cristiandad

13. ¿Quién es comparable a Edom hoy, y por qué?

13 En nuestros días existe una organización con un historial comparable al de Edom. ¿A cuál nos referimos? Pues bien, ¿quién ha tomado la iniciativa en injuriar y perseguir a los siervos de Jehová? ¿No ha sido la cristiandad, a través de su clase clerical? Sí. La cristiandad se ha ensalzado a sí misma hasta alturas semejantes a montañas en los asuntos de este mundo. Reclama una posición elevada en el sistema de cosas de la humanidad, y sus religiones componen la parte dominante de Babilonia la Grande. Pero Jehová ha decretado “un año de retribuciones” contra esta moderna Edom por las atrocidades que ha cometido contra Su pueblo, Sus Testigos.

14, 15. a) ¿Qué les sucederá tanto a la tierra de Edom como a la cristiandad? b) ¿Qué significan las alusiones a la pez ardiente y al humo que asciende indefinidamente, y qué no significan?

14 Por consiguiente, mientras analizamos el resto de esta profecía de Isaías, no solo pensamos en la antigua Edom, sino también en la cristiandad: “Los torrentes de ella tienen que cambiarse en pez, y su polvo en azufre; y su tierra tiene que llegar a ser como pez ardiente. Ni de noche ni de día se extinguirá; hasta tiempo indefinido su humo seguirá ascendiendo” (Isaías 34:9, 10a). La tierra de Edom ha quedado tan reseca que es como si el polvo fuera azufre y los valles torrenciales no estuvieran llenos de agua, sino de pez. Entonces se prende fuego a estas sustancias altamente inflamables (compárese con Revelación 17:16).

15 Algunos han visto en la alusión al fuego, la pez y el azufre una prueba de la existencia de un infierno ardiente. Pero Edom no es arrojada a las llamas de un infierno mítico para que arda para siempre; más bien es destruida, desaparece de la escena mundial como si se hubiera consumido por completo con fuego y azufre. Como muestra la profecía a continuación, el resultado no es tormento eterno, sino “lo vacío [...,] lo desierto [...,] nada” (Isaías 34:11, 12). El humo ‘que asciende hasta tiempo indefinido’ lo ilustra vívidamente. Cuando se quema una casa, las cenizas siguen desprendiendo humo durante un tiempo después de haberse apagado las llamas, lo que indica a quienes lo ven que ha habido un incendio. Puesto que los cristianos actuales aprendemos lecciones de la destrucción de Edom, en cierto sentido es como si el humo de la quema de Edom siguiera ascendiendo.

16, 17. ¿En qué se convertirá Edom, y cuánto tiempo permanecerá en ese estado?

16 La profecía de Isaías prosigue con la predicción de que la población humana de Edom será reemplazada por animales salvajes, lo que implica que va a sufrir desolación: “De generación en generación quedará abrasada; para siempre jamás, nadie irá pasando por ella. Y el pelícano y el puerco espín tienen que tomar posesión de ella, y los búhos chicos y los cuervos mismos residirán en ella; y él tiene que extender sobre ella el cordel de medir de lo vacío y las piedras de lo desierto. Sus nobles... no hay ninguno allí a quien llamen a la gobernación real misma, y todos sus mismísimos príncipes llegarán a ser nada. Sobre sus torres de habitación tienen que subir espinos, ortigas y yerbajo espinoso en sus lugares fortificados; y ella tiene que llegar a ser un lugar de habitación de chacales, el patio para los avestruces. Y los frecuentadores de regiones áridas tienen que encontrarse con animales aulladores, y hasta el demonio de forma de cabra llamará a su compañero. Sí, allí la chotacabras ciertamente tendrá su reposo y hallará para sí un lugar de descanso. Allí la culebra veloz ha hecho su nido y pone huevos” (Isaías 34:10b-15).*

17 En efecto, Edom se convertirá en una tierra vacía, un yermo habitado solo por animales salvajes, aves y culebras. Y la tierra permanecerá en ese estado “para siempre jamás”, como dice el versículo 10. No será restaurada (Abdías 18).

Jehová cumplirá sin falta su palabra

18, 19. ¿Qué es “el libro de Jehová”, y qué le espera a la cristiandad según ese “libro”?

18 ¡Qué futuro tan sombrío presagia lo anterior para el equivalente moderno de Edom, la cristiandad! Esta ha demostrado ser una enemiga acérrima de Jehová Dios, pues persigue ferozmente a sus Testigos. Y no cabe duda de que Jehová cumplirá su palabra. Cuando alguien compare la profecía con su cumplimiento, verá que ambas cosas coinciden, lo cual es tan seguro como que las criaturas que habitan la desolada Edom tienen “cada cual su compañera”. Isaías se dirige a los futuros estudiantes de las profecías bíblicas con las palabras: “Escudriñen ustedes mismos en el libro de Jehová y lean en voz alta: no ha faltado ninguno de ellos; realmente no dejan de tener cada cual su compañera, porque es la boca de Jehová la que ha dado el mandato, y es su espíritu lo que los ha juntado. Y Él es quien les ha echado la suerte, y su propia mano les ha repartido proporcionalmente el lugar por el cordel de medir. Hasta tiempo indefinido tomarán posesión de él; por generación tras generación residirán en él” (Isaías 34:16, 17).

19 La destrucción inminente de la cristiandad está predicha en “el libro de Jehová”, el cual expone con detalle el ajuste de cuentas que Jehová hará con sus enemigos encarnizados y con los opresores impenitentes de su pueblo. Lo que se escribió respecto a la antigua Edom se cumplió, y eso refuerza nuestra confianza en que la profecía también se cumplirá en el paralelo moderno de Edom, la cristiandad. “El cordel de medir”, el criterio con el que Jehová actúa, garantiza que esta organización moribunda en sentido espiritual se convertirá en un yermo desolado.

20. ¿Qué experimentará la cristiandad, al igual que la antigua Edom?

20 La cristiandad hace cuanto puede para apaciguar a sus amigos políticos, pero de nada le sirve. Según los capítulos 17 y 18 de Revelación, el Dios todopoderoso, Jehová, pondrá en sus corazones el deseo de atacar a Babilonia la Grande, que incluye a la cristiandad. De esta forma, toda la Tierra quedará libre de cristianismo falso. La cristiandad se hallará en la funesta situación descrita en el capítulo 34 de Isaías. Ni siquiera estará presente durante la trascendental “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” (Revelación 16:14). Como la antigua Edom, desaparecerá de la superficie del planeta “para siempre jamás”.

[Nota]

En los días de Malaquías ya se había cumplido esta profecía (Malaquías 1:3). El profeta señala que los edomitas esperaban recobrar su tierra desolada (Malaquías 1:4). Esa no era, sin embargo, la voluntad de Jehová, y posteriormente, otro pueblo, el de los nabateos, tomó posesión de lo que había sido la tierra de Edom.

[Apartado de la página 363]

¿Un Dios colérico?

Expresiones tales como las que aparecen en Isaías 34:2-7 han inducido a muchos a pensar que en las Escrituras Hebreas se pinta a Jehová como un Dios cruel e iracundo. ¿Es eso cierto?

No. Aunque Dios a veces expresa su cólera, siempre tiene motivos justificados. Su ira se basa invariablemente en principios, no en emociones descontroladas; además, siempre se fundamenta en el derecho del Creador a recibir devoción exclusiva y en su constancia en defender la verdad. La cólera divina está controlada por Su amor a la justicia y a los que la practican. Jehová ve todos los factores que intervienen en un asunto y posee un conocimiento total e ilimitado de la situación (Hebreos 4:13). Lee los corazones, nota el grado de ignorancia, negligencia o premeditación en un pecado, y actúa con imparcialidad (Deuteronomio 10:17, 18; 1 Samuel 16:7; Hechos 10:34, 35).

No obstante, Jehová Dios es “tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa” (Éxodo 34:6). Los que le temen y procuran actuar con justicia reciben misericordia de parte del Altísimo, pues él tiene en cuenta la imperfección heredada del hombre. Hoy en día, Dios muestra misericordia sobre la base del sacrificio de Jesús (Salmo 103:13, 14). Además, en el momento oportuno, Jehová deja de sentir cólera hacia los que reconocen su pecado, se arrepienten y le sirven de corazón (Isaías 12:1). Así pues, Jehová no es en esencia un Dios colérico, sino feliz; no es inabordable, sino accesible, pacífico y sereno con los que se acercan a él de la forma adecuada (1 Timoteo 1:11). Todo ello contrasta marcadamente con la falta de misericordia y la crueldad que se atribuyen a los dioses falsos de los paganos y que se reflejan en sus imágenes.

[Mapa de la página 362]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

Mar Grande

FILISTEA

Sidón

Tiro

Dan

Meguidó

ISRAEL

Samaria

Jerusalén

Libná

Lakís

Beer-seba

JUDÁ

Qadés-barnea

Mar de Galilea

Río Jordán

Mar Salado

Damasco

Ramot-galaad

AMMÓN

Rabá

MOAB

Quir-haréset

Bozrá

EDOM

Temán

[Ilustraciones de la página 359]

La cristiandad ha empapado la tierra de sangre

[Ilustración de la página 360]

“Los cielos tienen que enrollarse, justamente como el rollo de un libro”

¡Se restaura el Paraíso!
¡Se restaura el Paraíso! - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 28

¡Se restaura el Paraíso!

Isaías 35:1-10

1. ¿Por qué ofrecen muchas religiones la esperanza de vivir en un paraíso?

“UNA de las principales nostalgias que invaden al ser humano, tal vez la más intensa y persistente de todas, es la nostalgia del paraíso. En todos los niveles de la vida religiosa se evidencia cierto anhelo por el paraíso”, dice The Encyclopedia of Religion. Tal nostalgia es natural, pues la Biblia nos dice que la vida humana empezó en el Paraíso, un hermoso jardín donde no había ni enfermedades ni muerte (Génesis 2:8-15). No es de extrañar que un gran número de religiones del mundo ofrezcan la esperanza de vida futura en algún tipo de paraíso.

2. ¿Dónde podemos encontrar la verdadera esperanza del Paraíso futuro?

2 En muchas secciones de la Biblia podemos leer acerca de la verdadera esperanza del Paraíso futuro (Isaías 51:3). Por ejemplo, el Isa capítulo 35 del libro profético de Isaías describe la transformación de regiones desérticas en parques ajardinados y campos fértiles. Los ciegos recobran la vista, los mudos el habla y los sordos el oído. En este Paraíso prometido no hay desconsuelo ni suspiros, lo que implica que ni siquiera existe ya la muerte. ¡Qué promesa tan maravillosa! ¿Cómo deben entenderse estas palabras? ¿Nos brindan alguna esperanza a los que vivimos hoy? El análisis de este capítulo de Isaías nos dará la contestación a estas preguntas.

Una tierra desolada se regocija

3. Según la profecía de Isaías, ¿qué transformación experimentará la tierra?

3 Isaías inicia de este modo su profecía inspirada del Paraíso restaurado: “El desierto y la región árida se alborozarán, y la llanura desértica estará gozosa, y florecerá como el azafrán. Sin falta florecerá, y realmente estará gozosa con gozo y con alegre gritería. La gloria del Líbano mismo tendrá que serle dada, el esplendor del Carmelo y de Sarón. Habrá los que verán la gloria de Jehová, el esplendor de nuestro Dios” (Isaías 35:1, 2).

4. ¿Cuándo y cómo adquiere la tierra de los judíos el aspecto de un desierto?

4 Isaías escribe estas palabras alrededor del 732 a.E.C. Unos ciento veinticinco años después, los babilonios destruyen Jerusalén, y se destierra a los habitantes de Judá. Su tierra queda despoblada, desolada (2 Reyes 25:8-11, 21-26). Así se cumple la advertencia que Jehová dio a los israelitas de que, si eran infieles, irían al exilio (Deuteronomio 28:15, 36, 37; 1 Reyes 9:6-8). Durante los setenta años que la nación hebrea está cautiva en una tierra extranjera, sus campos de regadío y sus huertos quedan abandonados y adquieren el aspecto de un desierto (Isaías 64:10; Jeremías 4:23-27; 9:10-12).

5. a) ¿Cómo se restituye la tierra a condiciones paradisíacas? b) ¿En qué sentido ve la gente “la gloria de Jehová”?

5 Ahora bien, la profecía de Isaías vaticina que la tierra no quedará desolada para siempre, sino que será restituida a condiciones verdaderamente paradisíacas. Se le dará “la gloria del Líbano” y “el esplendor del Carmelo y de Sarón”.* ¿Cómo? A su regreso del destierro, los judíos pueden cultivar y regar de nuevo sus campos, y la tierra recupera su anterior fertilidad. El mérito debe atribuirse únicamente a Jehová. Los judíos llegan a disfrutar de tales condiciones paradisíacas porque es Su voluntad y porque él los apoya y bendice. La gente ve “la gloria de Jehová, el esplendor de [su] Dios”, cuando reconocen la mano de Jehová en la asombrosa transformación de su tierra.

6. ¿Qué importante cumplimiento de las palabras de Isaías se observa?

6 No obstante, en la tierra restaurada de Israel tiene lugar un cumplimiento más importante de las palabras de Isaías. Israel ha permanecido muchos años en un estado seco y desértico en sentido espiritual. Mientras los judíos estaban desterrados en Babilonia, la adoración pura sufrió serias restricciones. Sin templo ni altar ni sacerdocio organizado, se suspendieron los sacrificios diarios. Ahora Isaías profetiza un cambio total. Bajo la dirección de hombres tales como Zorobabel, Esdras y Nehemías, representantes de las doce tribus de Israel regresan a Jerusalén, reconstruyen el templo y adoran a Jehová libremente (Esdras 2:1, 2). ¡Un auténtico paraíso espiritual!

Fulguran con el espíritu

7, 8. ¿Por qué necesitan los judíos exiliados una actitud optimista, y cómo los animan las palabras de Isaías?

7 Las palabras del capítulo 35 de Isaías irradian alegría. El profeta anuncia con gran convicción y optimismo un futuro brillante para la nación arrepentida. Dos siglos después, en el umbral de su restauración, los judíos exiliados necesitan la misma convicción y optimismo. Mediante Isaías, Jehová les dirige esta exhortación profética: “Fortalezcan las manos débiles, y hagan firmes las rodillas vacilantes. Digan a los que están ansiosos de corazón: ‘Sean fuertes. No tengan miedo. ¡Miren! Su propio Dios vendrá con venganza misma, Dios aun con un pago. Él mismo vendrá y los salvará’” (Isaías 35:3, 4).

8 Una vez finalizado el largo destierro, es el momento de entrar en acción. El rey Ciro de Persia, a quien Jehová utiliza para vengarse de Babilonia, ha proclamado que va a restablecerse la adoración de Jehová en Jerusalén (2 Crónicas 36:22, 23). Miles de familias hebreas tienen que organizarse para realizar el peligroso viaje desde Babilonia hasta Jerusalén. Cuando lleguen allí, deberán edificar viviendas adecuadas y prepararse para la colosal tarea de reconstruir el templo y la ciudad. Todo ello puede intimidar a algunos judíos de Babilonia. Pero no es el momento de ceder a la debilidad o al temor. Deben fortalecerse mutuamente y confiar en Jehová, quien les asegura que se salvarán.

9. ¿Qué magnífica promesa se hace a los judíos que van a regresar a su tierra?

9 Los que sean liberados del cautiverio en Babilonia tendrán buenas razones para alegrarse, pues les aguarda un futuro espléndido a su regreso a Jerusalén. Isaías predice: “En aquel tiempo los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos mismos de los sordos serán destapados. En aquel tiempo el cojo trepará justamente como lo hace el ciervo, y la lengua del mudo clamará con alegría” (Isaías 35:5, 6a).

10, 11. ¿Por qué deben tener las palabras de Isaías un sentido espiritual para los judíos repatriados, y qué significan?

10 Todo indica que Jehová se refiere a la condición espiritual de su pueblo. Por su anterior apostasía los castigó con setenta años de destierro, pero su disciplina no incluyó dejarlos ciegos, sordos, cojos y mudos. De ahí que la restauración de la nación de Israel no exija curar los impedimentos físicos. Jehová restaura lo que se perdió, a saber, la salud espiritual.

11 Los judíos arrepentidos se curan en el sentido de que recobran sus facultades espirituales: tanto la visión espiritual como la capacidad de oír la palabra de Dios, obedecerla y hablar de ella. Se dan cuenta de que no pueden alejarse de Jehová. Mediante su buena conducta, ‘claman’ con alabanza alegre a su Dios. El que era “cojo” se vuelve entusiasta y enérgico en la adoración de Jehová. En sentido figurado, “trepará justamente como lo hace el ciervo”.

Jehová bendice a su pueblo con aguas refrescantes

12. ¿Hasta qué punto bendecirá Jehová a la tierra con agua?

12 Cuesta imaginarse un paraíso sin agua. En el Paraíso original de Edén había abundancia de agua (Génesis 2:10-14). El territorio que se entregó a Israel era también una “tierra de valles torrenciales de agua, manantiales y profundidades acuosas que brotan” (Deuteronomio 8:7). Es oportuno, por tanto, que Isaías haga esta refrescante promesa: “En el desierto habrán brotado aguas, y torrentes en la llanura desértica. Y el suelo abrasado por el calor se habrá puesto como un estanque lleno de cañas; y el suelo sediento, como manantiales de agua. En el lugar de habitación de los chacales, un lugar de descanso para ellos, habrá hierba verde con cañas y papiros” (Isaías 35:6b, 7). Cuando los israelitas cuiden nuevamente la tierra, las zonas desoladas por las que antes vagaban los chacales estarán cubiertas de vegetación exuberante. El terreno seco y polvoriento se transformará en “un lugar pantanoso” donde crecerán el papiro y otras plantas semejantes a la caña que viven cerca del agua (Job 8:11).

13. ¿Qué agua espiritual recibirá con abundancia la nación restaurada?

13 Pero lo más importante es el agua espiritual de la verdad, que los judíos repatriados recibirán con abundancia. Jehová les dará conocimiento, estímulo y consuelo mediante su Palabra. Además, los ancianos y príncipes fieles serán “como corrientes de agua en país árido” (Isaías 32:1, 2). Quienes fomentan la adoración pura —como Ageo, Esdras, Jesúa, Nehemías, Zacarías y Zorobabel— serán un testimonio vivo del cumplimiento de la profecía de Isaías (Esdras 5:1, 2; 7:6, 10; Nehemías 12:47).

“El Camino de la Santidad”

14. Describa el viaje desde Babilonia hasta Jerusalén.

14 Sin embargo, para disfrutar de tales condiciones paradisíacas en sentido físico y espiritual, los judíos desterrados deberán realizar antes el largo y peligroso viaje desde Babilonia hasta Jerusalén. Por la ruta más directa tendrán que cruzar unos 800 kilómetros de terreno árido e inhóspito, y si optan por otra ruta menos dificultosa, recorrerán 1.600 kilómetros. Cualquiera de las dos implicará pasar meses a la intemperie y exponerse a ataques de animales salvajes y hombres feroces. Con todo, los que tienen fe en la profecía de Isaías no están demasiado preocupados. ¿Por qué?

15, 16. a) ¿Qué tipo de protección ofrece Jehová a los judíos fieles en el camino de regreso a su tierra? b) ¿En qué otro sentido proporciona Jehová a los judíos una calzada segura?

15 A través de Isaías, Jehová promete: “Ciertamente llegará a haber una calzada allí, aun un camino; y será llamada el Camino de la Santidad. El inmundo no pasará por ella. Y será para el que anda por el camino, y ningún tonto andará errante por ella. Ningún león resultará estar allí, y las bestias salvajes de las rapaces no subirán a él. Ninguna será hallada allí; y los que hayan sido recomprados tendrán que andar allí” (Isaías 35:8, 9). Jehová ha rescatado a su pueblo, lo ha ‘recomprado’, y le garantiza que lo protegerá en el camino de regreso a su tierra. ¿Existe literalmente una carretera pavimentada, elevada y vallada desde Babilonia hasta Jerusalén? No, pero es tan seguro que Jehová protegerá a su pueblo en el viaje, que es como si este se hallara en ese tipo de calzada (compárese con Salmo 91:1-16).

16 Los judíos también están protegidos de peligros espirituales. La calzada simbólica es “el Camino de la Santidad”. A los que muestran falta de respeto a las cosas sagradas o son inmundos en sentido espiritual no se les permite transitar por ella. No son bien recibidos en la tierra restaurada. Solo cuentan con la aprobación divina los que tienen la motivación correcta. Estos no regresan a Judá y Jerusalén impelidos por el orgullo nacionalista ni pensando en sus propios intereses. Los judíos de mente espiritual comprenden que el motivo principal de su regreso es restablecer la adoración pura de Jehová en esa tierra (Esdras 1:1-3).

El pueblo de Jehová se regocija

17. ¿Cómo ha consolado la profecía de Isaías a los judíos fieles durante su largo destierro?

17 El capítulo 35 de Isaías finaliza con una nota alegre: “Los mismísimos redimidos por Jehová volverán y ciertamente vendrán a Sión con clamor gozoso; y habrá regocijo hasta tiempo indefinido sobre la cabeza de ellos. Alborozo y regocijo alcanzarán, y el desconsuelo y el suspirar tendrán que huir” (Isaías 35:10). Los judíos cautivos que han buscado consuelo y esperanza en esta profecía durante el destierro quizá se han preguntado cómo se cumplirá cada uno de sus detalles. Probablemente no han entendido muchos aspectos de la profecía. Aun así, no han dudado ni por un momento de que “volverán y ciertamente vendrán a Sión”.

18. ¿En qué sentido el desconsuelo y los suspiros de la nación desterrada se tornan en alborozo y regocijo una vez restaurada su tierra?

18 Por lo tanto, en el año 537 a.E.C., unos cincuenta mil hombres (incluidos más de siete mil esclavos), junto con mujeres y niños, emprenden el viaje de cuatro meses hasta Jerusalén, con plena confianza en Jehová (Esdras 2:64, 65). Apenas unos meses después reconstruyen el altar de Jehová, como primer paso de la reedificación total del templo. La profecía de Isaías, pronunciada doscientos años antes, se ha cumplido. El desconsuelo y los suspiros de la nación durante el cautiverio en Babilonia se tornan en alborozo y regocijo una vez restaurada su tierra. Jehová ha cumplido su promesa. ¡Se ha restaurado el Paraíso, tanto literal como espiritual!

El nacimiento de una nueva nación

19. ¿Por qué debe indicarse que la profecía de Isaías tiene solo un cumplimiento limitado en el siglo VI a.E.C.?

19 Es evidente que el cumplimiento del capítulo 35 de Isaías en el siglo VI a.E.C. es limitado. Las condiciones paradisíacas de las que disfrutan los judíos repatriados no perduran. Con el tiempo, las enseñanzas religiosas falsas y el nacionalismo contaminan la adoración pura, y los judíos vuelven a desconsolarse y a suspirar en sentido espiritual. Finalmente, Jehová los rechaza como pueblo suyo (Mateo 21:43). Por ser desobedientes de nuevo, su regocijo no es permanente. Todo ello señala un nuevo y mayor cumplimiento del capítulo 35 de Isaías.

20. ¿Qué nuevo Israel nació en el siglo primero de nuestra era?

20 En el momento determinado por Jehová nació otro Israel, pero de naturaleza espiritual (Gálatas 6:16). Jesús preparó el terreno para el nacimiento de este nuevo Israel durante su ministerio terrestre. Restituyó la adoración pura, y, con sus enseñanzas, las aguas de la verdad empezaron a fluir nuevamente. También curó a los enfermos tanto en sentido físico como espiritual. La proclamación de las buenas nuevas del Reino de Dios constituyó un clamor gozoso. Siete semanas después de su muerte y resurrección, el glorificado Jesús fundó la congregación cristiana, un Israel espiritual compuesto de judíos y no judíos, todos ellos redimidos con su sangre derramada, engendrados como hijos espirituales de Dios y hermanos de Jesús, y ungidos con espíritu santo (Hechos 2:1-4; Romanos 8:16, 17; 1 Pedro 1:18, 19).

21. ¿Qué sucesos relacionados con la congregación cristiana del siglo primero pueden considerarse un cumplimiento de ciertos aspectos de la profecía de Isaías?

21 En una carta dirigida a miembros del Israel espiritual, el apóstol Pablo hizo alusión a Isaías 35:3 al decir: “Enderecen las manos que cuelgan y las rodillas debilitadas” (Hebreos 12:12). Según parece, pues, en el siglo primero de nuestra era hubo un cumplimiento de las palabras del capítulo 35 de Isaías. Como resultado de los milagros de Jesús y sus discípulos, los ciegos vieron, los sordos oyeron, los cojos caminaron y los mudos recuperaron el habla en sentido literal (Mateo 9:32; 11:5; Lucas 10:9). Pero más importante es el hecho de que los amantes de la justicia abandonaron la religión falsa y llegaron a disfrutar de un paraíso espiritual dentro de la congregación cristiana (Isaías 52:11; 2 Corintios 6:17). Como en el caso de los judíos que regresaron de Babilonia, estas personas entendieron que debían tener una actitud positiva y valerosa (Romanos 12:11).

22. En tiempos modernos, ¿cómo llegaron a estar en cautiverio babilónico los cristianos sinceros que buscaban la verdad?

22 ¿Qué puede decirse de nuestros días? ¿Tiene la profecía de Isaías otro cumplimiento más completo en la congregación cristiana actual? Sí. Tras la muerte de los apóstoles, la cantidad de cristianos verdaderos ungidos disminuyó enormemente, y los cristianos falsos, “la mala hierba”, florecieron en el escenario mundial (Mateo 13:36-43; Hechos 20:30; 2 Pedro 2:1-3). En el siglo XIX, un grupo de personas sinceras empezaron a separarse de la cristiandad y a buscar la adoración pura, pero su entendimiento seguía contaminado de enseñanzas antibíblicas. Aunque Jesús fue entronizado como Rey Mesiánico en 1914, estas personas que buscaban la verdad de todo corazón se encontraron poco después ante un panorama un tanto sombrío. En cumplimiento de otra profecía, las naciones ‘hicieron guerra contra ellas y las vencieron’. Estos cristianos sinceros vieron frustrados sus intentos de predicar las buenas nuevas. En realidad, llegaron a estar en cautiverio babilónico (Revelación [Apocalipsis] 11:7, 8).

23, 24. ¿Cómo se han cumplido las palabras de Isaías en el pueblo de Dios desde 1919?

23 En 1919, sin embargo, la situación cambió. Jehová liberó a su pueblo del cautiverio, y este comenzó a rechazar las enseñanzas falsas que habían corrompido su adoración. Como consecuencia, experimentó una curación. Llegó a estar en un paraíso espiritual, el cual sigue extendiéndose hoy por toda la Tierra. En sentido espiritual, los ciegos están aprendiendo a ver y los sordos a oír, es decir, están muy atentos a la actuación del espíritu santo de Dios y siempre reconocen la necesidad de mantenerse cerca de Jehová (1 Tesalonicenses 5:6; 2 Timoteo 4:5). Los verdaderos cristianos ya no son mudos, sino que tienen un vivo interés en ‘clamar’, en declarar las verdades bíblicas (Romanos 1:15). Los que eran débiles espiritualmente, ‘cojos’, ahora muestran celo y gozo. Pueden, en sentido figurado, “[trepar] justamente como lo hace el ciervo”.

24 Estos cristianos restaurados andan por “el Camino de la Santidad”. Dicho “Camino”, que conduce de Babilonia la Grande a un paraíso espiritual, está abierto a todos los adoradores de Dios limpios en sentido espiritual (1 Pedro 1:13-16). Estos pueden estar seguros de que Jehová los protegerá y de que los ataques bestiales de Satanás con el fin de eliminar la adoración verdadera no tendrán éxito (1 Pedro 5:8). A los desobedientes y los que se comportan como bestias feroces no se les permite corromper a los que transitan por la calzada divina de la santidad (1 Corintios 5:11). En este ambiente protegido, los redimidos por Jehová —los ungidos y las “otras ovejas”— se deleitan en servir al único Dios verdadero (Juan 10:16).

25. ¿Se cumplirá algún día en sentido físico el capítulo 35 de Isaías? Explique.

25 ¿Y qué podemos decir del futuro? ¿Se cumplirá algún día la profecía de Isaías en sentido físico? Así es. Las curaciones milagrosas que efectuaron Jesús y sus apóstoles en el siglo primero demostraron que Jehová tiene el deseo y la capacidad de realizar tales curaciones a gran escala en el futuro. Los Salmos inspirados hablan de vida eterna en condiciones pacíficas en la Tierra (Salmo 37:9, 11, 29). Jesús prometió vida en el Paraíso (Lucas 23:43). La Biblia ofrece, de principio a fin, la esperanza de un paraíso literal. En este, los ciegos, los sordos, los cojos y los mudos experimentarán una curación física permanente. Ya no habrá más desconsuelo ni suspiros. El regocijo verdaderamente durará hasta tiempo indefinido, aun para siempre (Revelación 7:9, 16, 17; 21:3, 4).

26. ¿Cómo fortalecen hoy a los cristianos las palabras de Isaías?

26 Aunque los cristianos verdaderos aguardan la restauración del Paraíso físico terrestre, ya están disfrutando de las bendiciones del paraíso espiritual. Se enfrentan a las pruebas y tribulaciones con optimismo. Con firme confianza en Jehová, se animan unos a otros, teniendo así en cuenta la siguiente admonición: “Fortalezcan las manos débiles, y hagan firmes las rodillas vacilantes. Digan a los que están ansiosos de corazón: ‘Sean fuertes. No tengan miedo’”. Están plenamente convencidos de que se cumplirá esta promesa profética: “¡Miren! Su propio Dios vendrá con venganza misma, Dios aun con un pago. Él mismo vendrá y los salvará” (Isaías 35:3, 4).

[Nota]

Las Escrituras describen al antiguo Líbano como una tierra fértil con bosques frondosos y cedros imponentes, comparable al jardín de Edén (Salmo 29:5; 72:16; Ezequiel 28:11-13). Sarón era una región conocida por sus corrientes de agua y sus bosques de robles; el Carmelo era célebre por sus viñedos, huertos y laderas cubiertas de flores.

[Ilustración a toda plana de la página 370]

[Ilustraciones de la página 375]

Los desiertos se convierten en lugares bien regados llenos de papiros y otras plantas semejantes a la caña

[Ilustración de la página 378]

Jesús curó a los enfermos tanto en sentido físico como espiritual

Un rey ve recompensada su fe
Un rey ve recompensada su fe - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 29

Un rey ve recompensada su fe

Isaías 36:1–39:8

1, 2. ¿Cómo demostró ser Ezequías mejor rey que Acaz?

EZEQUÍAS se convirtió en rey de Judá a la edad de 25 años. ¿Qué clase de gobernante sería? ¿Seguiría los pasos de su padre, el rey Acaz, e induciría a sus súbditos a recurrir a dioses falsos? ¿O dirigiría al pueblo en la adoración de Jehová, como hizo el rey David, su antepasado? (2 Reyes 16:2.)

2 Poco después de su ascenso al trono se hizo patente que Ezequías quería hacer “lo que era recto a los ojos de Jehová” (2 Reyes 18:2, 3). En su primer año ordenó que se reparara el templo de Jehová y se reanudaran los servicios que en él se efectuaban (2 Crónicas 29:3, 7, 11). Luego organizó una gran celebración de la Pascua, a la que invitó a toda la nación, incluidas las diez tribus norteñas de Israel. Fue una fiesta inolvidable. De hecho, no se había conocido ninguna como aquella desde los días del rey Salomón (2 Crónicas 30:1, 25, 26).

3. a) ¿Qué medidas tomaron los habitantes de Israel y Judá que asistieron a la Pascua que organizó Ezequías? b) ¿Qué lección encierran para los cristianos de la actualidad las firmes medidas que tomaron quienes asistieron a aquella Pascua?

3 Al concluir la celebración de la Pascua, los asistentes se sintieron impulsados a cortar los postes sagrados, quebrar las columnas sagradas y demoler los lugares altos y los altares de sus dioses falsos, tras lo cual regresaron a sus ciudades decididos a servir al Dios verdadero (2 Crónicas 31:1). ¡Qué contraste con su actitud religiosa anterior! Lo que sucedió encierra una lección para los cristianos verdaderos de la actualidad: la de ‘no abandonar el reunirnos’. Ya sea en las congregaciones locales o en asambleas más grandes, tales reuniones desempeñan un papel esencial, pues en ellas recibimos el ánimo y el impulso tanto de nuestros hermanos como del espíritu de Dios para “incitarnos al amor y a las obras excelentes” (Hebreos 10:23-25).

Se pone a prueba la fe

4, 5. a) ¿Cómo ha manifestado Ezequías su independencia de Asiria? b) ¿Qué ofensiva militar contra Judá lleva a cabo Senaquerib, y qué medidas toma Ezequías para evitar que Jerusalén sufra un ataque inminente? c) ¿Qué preparativos lleva a cabo Ezequías para defender la ciudad frente a los asirios?

4 A Jerusalén le esperan pruebas muy duras. Ezequías ha roto la alianza que su padre, el infiel Acaz, hizo con los asirios. Hasta ha subyugado a los filisteos, que están aliados con Asiria (2 Reyes 18:7, 8). Estos hechos han encolerizado al rey de esta potencia, de modo que leemos: “En el año catorce del rey Ezequías aconteció que Senaquerib el rey de Asiria subió contra todas las ciudades fortificadas de Judá y procedió a apoderarse de ellas” (Isaías 36:1). Quizá con la esperanza de librar a Jerusalén del ataque inminente del implacable ejército asirio, Ezequías acuerda pagar a Senaquerib un enorme tributo de 300 talentos de plata y 30 de oro* (2 Reyes 18:14).

5 Puesto que en la tesorería real no hay suficiente oro y plata para el pago del impuesto, Ezequías reúne todos los metales preciosos del templo que puede. También arranca sus puertas recubiertas de oro y se las envía a Senaquerib. Esto satisface a los asirios, pero solo por el momento (2 Reyes 18:15, 16). Evidentemente, Ezequías comprende que los asirios no dejarán en paz a Jerusalén por mucho tiempo, de modo que es necesario prepararse. El pueblo ciega las fuentes de agua de las que podrían abastecerse los invasores asirios. El rey también refuerza las fortificaciones de la ciudad y manda fabricar gran cantidad de armas, como “proyectiles en abundancia, y escudos” (2 Crónicas 32:4, 5).

6. ¿En quién cifra su confianza Ezequías?

6 No obstante, Ezequías no cifra su confianza en hábiles estrategias bélicas ni en fortificaciones, sino en Jehová de los ejércitos. De ahí que estimule a sus jefes militares con estas palabras: “Sean animosos y fuertes. No tengan miedo ni se aterroricen a causa del rey de Asiria ni debido a toda la muchedumbre que está con él; porque con nosotros hay más que los que hay con él. Con él está un brazo de carne, pero con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y para pelear nuestras batallas”. En respuesta, “el pueblo empezó a apoyarse en las palabras de Ezequías el rey de Judá” (2 Crónicas 32:7, 8). Visualicemos los emocionantes sucesos que se produjeron a continuación mientras analizamos los capítulos 36 a 39 de Isaías.

Los argumentos de Rabsaqué

7. ¿Quién es Rabsaqué, y con qué propósito se le envía a Jerusalén?

7 A fin de exigir la rendición de Jerusalén, Senaquerib envía a la ciudad a Rabsaqué (término que corresponde a un título militar, no a un nombre personal), y a otros dos dignatarios (2 Reyes 18:17). Tres representantes de Ezequías salen a su encuentro fuera de las murallas: Eliaquim, el supervisor de la casa del rey; Sebná, el secretario, y Joah, el hijo de Asaf el registrador (Isaías 36:2, 3).

8. ¿Cómo intenta Rabsaqué socavar la resistencia de Jerusalén?

8 El objetivo de Rabsaqué es muy simple: convencer a Jerusalén de que se rinda sin ofrecer resistencia. En primer lugar, grita en hebreo: “¿Qué es esta confianza en que has confiado? [...], ¿en quién has cifrado confianza, para que te hayas rebelado contra mí?” (Isaías 36:4, 5). Luego se burla de los asustados judíos recordándoles que están completamente solos. ¿A quién pueden recurrir? ¿A Egipto, esa “caña quebrantada”? (Isaías 36:6.) En estos momentos, Egipto de veras parece una caña quebrantada. De hecho, Etiopía ha conquistado temporalmente a esta anterior potencia mundial, y su actual Faraón, el rey Tirhaqá, no es egipcio, sino etíope, y Asiria está a punto de derrotarlo (2 Reyes 19:8, 9). Egipto no es capaz ni de salvarse a sí mismo, así que mal podrá ayudar a Judá.

9. Al parecer, ¿qué induce a Rabsaqué a pensar que Jehová abandonaría a Su pueblo, pero cuál es la realidad?

9 Acto seguido, Rabsaqué argumenta que, puesto que Jehová está disgustado con Su pueblo, no luchará a favor de él. Declara: “En caso de que me digas: ‘Es en Jehová nuestro Dios en quien hemos confiado’, ¿no es este aquel cuyos lugares altos y cuyos altares Ezequías ha quitado?” (Isaías 36:7). Por supuesto, al demoler los lugares altos y los altares del país, los judíos no han rechazado a Jehová, sino que, en realidad, han regresado a él.

10. ¿Por qué no importa que los defensores de Judá sean numerosos o sean escasos?

10 Rabsaqué pasa a recordar a los judíos la abrumadora superioridad militar de los asirios. Con arrogancia lanza este desafío: “Déjame darte dos mil caballos, para ver si puedes, por tu parte, poner jinetes sobre ellos” (Isaías 36:8). Ahora bien, ¿en realidad importa que la caballería adiestrada de la nación sea numerosa o sea escasa? No, pues la salvación de Judá no depende de que su poderío militar sea superior. Proverbios 21:31 lo explica así: “El caballo es algo preparado para el día de la batalla, pero la salvación pertenece a Jehová”. Luego, Rabsaqué afirma que la bendición de Jehová está con los asirios, no con los judíos. De otro modo —arguye—, Asiria no podría haberse adentrado tanto en el territorio de Judá (Isaías 36:9, 10).

11, 12. a) ¿Por qué insiste Rabsaqué en hablar en “el lenguaje de los judíos”, y cómo trata de tentar a sus oyentes? b) ¿Qué efecto podrían tener en los judíos las palabras de Rabsaqué?

11 Los funcionarios judíos que representan a Ezequías están preocupados por el efecto que los argumentos de Rabsaqué puedan tener en los hombres que los oyen desde lo alto de la muralla, de modo que hacen esta solicitud: “Habla, por favor, a tus siervos en el lenguaje siríaco, porque estamos escuchando; y no nos hables en el lenguaje de los judíos a oídos de la gente que está sobre el muro” (Isaías 36:11). Pero Rabsaqué no tiene ninguna intención de hablar en siríaco, pues desea sembrar la duda y el temor entre los judíos para que se rindan y Jerusalén caiga sin luchar (Isaías 36:12). Por consiguiente, el asirio habla de nuevo en “el lenguaje de los judíos” y advierte a los habitantes de Jerusalén: “No los engañe Ezequías, porque él no puede librarlos”. Entonces procura tentar a sus oyentes con una descripción de lo que podría ser su vida bajo el dominio asirio: “Háganme una capitulación y salgan a mí, y coma cada cual de su propia vid y cada cual de su propia higuera, y beba cada cual el agua de su propia cisterna, hasta que yo venga y realmente los lleve a una tierra semejante a su propia tierra, una tierra de grano y vino nuevo, una tierra de pan y viñas” (Isaías 36:13-17).

12 Los judíos no podrán segar este año, pues la invasión asiria les ha impedido sembrar los campos. La perspectiva de comer uvas jugosas y beber agua fresca debe de ser muy atractiva para los hombres que escuchan desde la muralla. Pero los intentos de Rabsaqué de socavar la resistencia de la nación aún no han acabado.

13, 14. Pese a los argumentos de Rabsaqué, ¿por qué no es aplicable a la situación de Judá lo que le ocurrió a Samaria?

13 El portavoz asirio utiliza otra arma verbal de su arsenal de argumentos. Advierte a los judíos que no crean a Ezequías si les dice: “Jehová mismo nos librará”. Rabsaqué les recuerda que los dioses de Samaria fueron incapaces de impedir que los asirios vencieran a las diez tribus. ¿Y qué decir de los dioses de las demás naciones que Asiria ha conquistado? “¿Dónde están los dioses de Hamat y Arpad? —pregunta—. ¿Dónde están los dioses de Sefarvaim? ¿Y han librado ellos a Samaria de mi mano?” (Isaías 36:18-20.)

14 Claro está que Rabsaqué, siendo adorador de dioses falsos, no comprende que existe una gran diferencia entre la apóstata Samaria y la Jerusalén gobernada por Ezequías. Los dioses falsos del reino norteño de diez tribus no tenían poder para librarlo (2 Reyes 17:7, 17, 18). En cambio, durante el reinado de Ezequías, Jerusalén les ha vuelto la espalda a los dioses falsos y sirve de nuevo a Jehová. Pero los tres representantes judíos no tratan de explicárselo a Rabsaqué. “Continuaron callados y no le respondieron palabra, pues fue el mandamiento del rey, que dijo: ‘No deben contestarle’.” (Isaías 36:21.) Eliaquim, Sebná y Joah regresaron para presentar a Ezequías un informe oficial de las palabras de Rabsaqué (Isaías 36:22).

Ezequías toma una decisión

15. a) ¿A qué decisión se enfrenta ahora Ezequías? b) ¿Cómo tranquiliza Jehová a su pueblo?

15 El rey Ezequías tiene que decidir si Jerusalén se rendirá a los asirios, se aliará con Egipto o se mantendrá firme y luchará. Se halla bajo una gran presión. Va al templo de Jehová, y además envía a Eliaquim, a Sebná y a los ancianos de los sacerdotes para que pregunten a Jehová por medio del profeta Isaías (Isaías 37:1, 2). Vestidos de saco, los emisarios del rey se dirigen a Isaías y le dicen: “Este día es día de angustia y de reprensión y de insolencia desdeñosa [...]. Tal vez Jehová tu Dios oiga las palabras de Rabsaqué, a quien el rey de Asiria su señor envió para desafiar con escarnio al Dios vivo, y realmente le pida cuenta por las palabras que Jehová tu Dios ha oído” (Isaías 37:3-5). En efecto, los asirios están desafiando al Dios vivo. ¿Prestará Él atención a sus provocaciones? Por medio de Isaías, Jehová tranquiliza al pueblo judío: “No tengas miedo a causa de las palabras que has oído, con las cuales hablaron injuriosamente de mí los servidores del rey de Asiria. Mira, voy a poner en él un espíritu, y tendrá que oír un informe y regresar a su propia tierra; y ciertamente haré que caiga a espada en su propia tierra” (Isaías 37:6, 7).

16. ¿Qué cartas envía Senaquerib?

16 Entre tanto, Senaquerib, que está guerreando en Libná, llama a su lado a Rabsaqué. Piensa ocuparse de Jerusalén más tarde (Isaías 37:8). Sin embargo, la partida de Rabsaqué no alivia la presión a la que se ve sometido Ezequías. Senaquerib envía cartas amenazadoras que indican lo que los habitantes de Jerusalén pueden esperar si no se rinden: “Tú mismo has oído lo que hicieron los reyes de Asiria a todos los países al darlos por entero a la destrucción, ¿y acaso tú mismo serás librado? ¿Acaso los dioses de las naciones que mis antepasados arruinaron las han librado [...]? ¿Dónde está el rey de Hamat y el rey de Arpad y el rey de la ciudad de Sefarvaim... de Hená y de Ivá?” (Isaías 37:9-13). En esencia, el rey asirio señala que no tiene sentido resistir, pues con ello solo se acarrearán más dificultades.

17, 18. a) ¿Qué motivo impulsa a Ezequías a solicitar la protección de Jehová? b) ¿Cómo responde Jehová al monarca asirio por medio de Isaías?

17 Profundamente preocupado por las consecuencias de la decisión que debe tomar, Ezequías extiende las cartas de Senaquerib ante Jehová en el templo (Isaías 37:14). En una oración sentida implora a Dios que oiga las amenazas del asirio, y concluye así su ruego: “Y ahora, oh Jehová nuestro Dios, sálvanos de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que tú, oh Jehová, eres Dios, tú solo” (Isaías 37:15-20). De estas palabras se desprende claramente que la principal preocupación de Ezequías no es su propia liberación, sino el oprobio que caerá sobre el nombre de Jehová si Asiria derrota a Jerusalén.

18 La respuesta de Jehová a la oración del rey llega mediante Isaías. Jerusalén no debe rendirse; debe resistir. Como si se dirigiera a Senaquerib, el profeta declara con denuedo el mensaje de Jehová contra el monarca asirio: “La virgen hija de Sión te ha despreciado, te ha hecho escarnio. Detrás de ti la hija de Jerusalén ha meneado la cabeza [en son de burla]” (Isaías 37:21, 22). Jehová le dice además, aunque con otras palabras: “¿Quién eres tú para burlarte del Santo de Israel? Conozco tus hechos. Eres muy ambicioso y haces grandes alardes. Has confiado en tu poderío militar y has conquistado muchas tierras. Pero no eres invencible. Yo frustraré tus planes. Te venceré, y luego haré contigo lo mismo que tú has hecho con otros. Te pondré un garfio en la nariz y te llevaré de vuelta a Asiria” (Isaías 37:23-29).

“Esta será la señal para ti”

19. ¿Qué señal da Jehová a Ezequías, y qué significa?

19 ¿Cómo puede Ezequías estar seguro de que la predicción de Isaías se cumplirá? Jehová responde: “Esta será la señal para ti: Este año habrá un comer de lo que crece de los granos caídos, y en el segundo año, grano que brota de sí mismo; pero en el tercer año siembren, y sieguen, y planten viñas y coman su fruto” (Isaías 37:30). Jehová proveerá alimento a los judíos atrapados. Aunque la ocupación asiria les impida plantar semillas, podrán comer de la rebusca de la cosecha pasada. Al año siguiente, que será sabático, deberán dejar los campos en barbecho, a pesar de su desesperada situación (Éxodo 23:11). Jehová promete que si el pueblo obedece su voz, brotará suficiente grano del terreno para sustentarlos. Luego, al tercer año, los hombres sembrarán la semilla como de costumbre y se deleitarán con el fruto de su trabajo.

20. ¿En qué sentido “echarán raíces hacia abajo y producirán fruto hacia arriba” quienes escapen del ataque asirio?

20 Jehová compara ahora su pueblo a una planta que no puede arrancarse con facilidad: “Los que escapen de la casa de Judá [...] ciertamente echarán raíces hacia abajo y producirán fruto hacia arriba” (Isaías 37:31, 32). En efecto, quienes confían en Jehová no tienen nada que temer. Tanto ellos como su descendencia seguirán firmemente establecidos en la tierra.

21, 22. a) ¿Qué se profetiza respecto a Senaquerib? b) ¿Cómo y cuándo se cumplen las palabras de Jehová acerca de Senaquerib?

21 ¿Y las amenazas del monarca asirio contra Jerusalén? Veamos la respuesta de Jehová: “No entrará en esta ciudad, ni disparará allí una flecha, ni se presentará contra ella con escudo, ni alzará contra ella cerco de sitiar. Por el camino por el cual vino, regresará, y en esta ciudad no entrará” (Isaías 37:33, 34). Al final, resulta que no habrá ninguna batalla entre Asiria y Jerusalén. Aunque parezca sorprendente, serán los asirios, y no los judíos, quienes salgan derrotados sin luchar.

22 Fiel a su palabra, Jehová envía a un ángel que abate la flor y nata de las tropas de Senaquerib: 185.000 hombres. Al parecer, la matanza se produce en Libná, y el propio Senaquerib se despierta y encuentra muertos a los caudillos, jefes y hombres fuertes de su ejército. Avergonzado, regresa a Nínive, pero, a pesar de su contundente derrota, persiste obstinadamente en su devoción al dios falso Nisroc. Unos años después, mientras le adora en su templo, es asesinado por dos de sus hijos. Una vez más se hace patente que esa deidad sin vida no tiene poder para salvar (Isaías 37:35-38).

Se fortalece aún más la fe de Ezequías

23. ¿A qué situación crítica se enfrenta Ezequías cuando Senaquerib atenta por primera vez contra Judá, y qué consecuencias podría acarrear?

23 Hacia el tiempo en que Senaquerib atenta por primera vez contra Judá, Ezequías cae gravemente enfermo. Isaías le dice que va a morir (Isaías 38:1). El rey, que cuenta 39 años de edad, está desolado. No le preocupa únicamente su propio bienestar, sino también el futuro del pueblo. Jerusalén y Judá corren peligro de sufrir la invasión de los asirios. Si Ezequías fallece, ¿quién dirigirá la lucha? En esos momentos, el rey todavía no tiene hijos que puedan asumir el gobierno. En una oración ferviente, suplica a Jehová que se apiade de él (Isaías 38:2, 3).

24, 25. a) ¿Cómo responde Jehová, en su misericordia, a la oración de Ezequías? b) ¿Cómo describe Isaías 38:7, 8 el milagro que ejecuta Jehová?

24 Aún no ha abandonado Isaías los patios del palacio, cuando Jehová lo manda regresar junto al lecho del rey enfermo con otro mensaje: “He oído tu oración. He visto tus lágrimas. Mira, voy a añadir a tus días quince años; y de la palma de la mano del rey de Asiria los libraré a ti y a esta ciudad, y ciertamente defenderé esta ciudad” (Isaías 38:4-6; 2 Reyes 20:4, 5). Jehová confirmará su promesa con una señal insólita: “Voy a hacer que la sombra de las gradas, que, por el sol, había bajado en las gradas de la escalera de Acaz, retroceda diez gradas” (Isaías 38:7, 8a).

25 Según el historiador judío Josefo, había una escalera dentro del palacio real, probablemente con una columna cerca de ella. Cuando los rayos del sol dan en la columna, esta proyecta en los peldaños una sombra cuyo avance permite medir el tiempo a lo largo del día. Ahora, Jehová ejecutará un milagro. Tras bajar como de costumbre, la sombra retrocederá diez gradas. ¿Quién ha oído siquiera de un prodigio como ese? La Biblia dice: “Y el sol gradualmente volvió atrás diez gradas en las gradas de la escalera que había descendido” (Isaías 38:8b). Poco después, Ezequías se recupera de su enfermedad, y la noticia llega incluso a la lejana Babilonia, cuyo rey, al oírla, envía mensajeros a Jerusalén para averiguar lo ocurrido.

26. Mencione una consecuencia de que se prolongue la vida de Ezequías.

26 Al cabo de unos tres años del milagroso recobro de Ezequías nace Manasés, su primer hijo. Cuando este crece, no manifiesta aprecio por la compasión divina, sin la cual ni siquiera habría nacido. Por el contrario, durante casi toda su vida practica en gran escala lo que es malo a los ojos de Jehová (2 Crónicas 32:24; 33:1-6).

Una imprudencia

27. ¿De qué maneras demuestra Ezequías su aprecio por Jehová?

27 Al igual que su antepasado David, Ezequías es un hombre de fe. Valora la Palabra de Dios. Según Proverbios 25:1, él dispuso la compilación del texto de los actuales capítulos 25 a 29 de Proverbios. Hay quien sostiene que también escribió el Salmo 119. La conmovedora canción de gratitud que Ezequías compone tras recuperarse de su enfermedad refleja que es un hombre de profundos sentimientos. Llega a la conclusión de que lo más importante es poder alabar a Jehová en Su templo “todos los días de nuestra vida” (Isaías 38:9-20). Que todos nosotros veamos la adoración pura del mismo modo.

28. ¿Qué imprudencia comete Ezequías algún tiempo después de su milagrosa curación?

28 Aunque Ezequías es fiel, también es imperfecto. Algún tiempo después de que Jehová lo sana, comete una grave imprudencia. Isaías explica: “En aquel tiempo Merodac-baladán hijo de Baladán el rey de Babilonia envió cartas y un regalo a Ezequías, después que oyó que había estado enfermo pero estaba fuerte otra vez. De modo que Ezequías empezó a regocijarse a causa de ellos y procedió a mostrarles su casa del tesoro, la plata y el oro y el aceite balsámico y el buen aceite y todo su arsenal y todo cuanto se hallaba en sus tesoros. Resultó que no hubo cosa alguna que Ezequías no les mostrara en su propia casa y en todo su dominio” (Isaías 39:1, 2).*

29. a) ¿Cuál podría ser el motivo por el que Ezequías enseña sus riquezas a la delegación babilonia? b) ¿Qué consecuencias tendrá la imprudencia de Ezequías?

29 Aun después de su aplastante derrota a manos del ángel de Jehová, Asiria sigue suponiendo una amenaza para muchas naciones, incluida Babilonia. Es posible que Ezequías vea en el rey de Babilonia a un posible aliado y quiera impresionarlo. Sin embargo, Jehová no desea que los habitantes de Judá confraternicen con sus enemigos, sino que confíen en él. Por medio del profeta Isaías, revela a Ezequías lo que sucederá en el futuro: “Vienen días, y todo lo que hay en tu propia casa y que tus antepasados han acumulado hasta este día realmente será llevado a Babilonia. No quedará nada [...]. Y algunos de tus propios hijos que saldrán de ti, de quienes llegarás a ser padre, serán tomados ellos mismos y realmente llegarán a ser oficiales de la corte en el palacio del rey de Babilonia” (Isaías 39:3-7). En efecto, la misma nación a la que Ezequías ha tratado de impresionar saqueará con el tiempo los tesoros de Jerusalén y reducirá a sus habitantes a la esclavitud. Al mostrarles su tesoro, lo único que el rey logra es despertar la avaricia de los babilonios.

30. ¿Cómo demostró Ezequías que tenía una actitud correcta?

30 En una aparente referencia al incidente en que Ezequías enseñó su tesoro a los babilonios, 2 Crónicas 32:26 señala: “Ezequías se humilló por la altivez de su corazón, él y los habitantes de Jerusalén, y la indignación de Jehová no vino sobre ellos en los días de Ezequías”.

31. ¿Cómo le fue a Ezequías, y qué podemos aprender de ello?

31 Pese a su imperfección, Ezequías era un hombre de fe. Sabía que su Dios, Jehová, es una persona real, con sentimientos. Cuando se encontró sometido a presión, le oró fervientemente, y él le respondió. Jehová Dios le concedió vivir en paz el resto de sus días, y Ezequías se sintió agradecido por ello (Isaías 39:8). Hoy día, Jehová debería ser igual de real para nosotros. Cuando surjan problemas, imitemos a Ezequías acudiendo a Él para que nos conceda sabiduría y nos señale la salida, “porque él da generosamente a todos, y sin echar en cara” (Santiago 1:5). Si seguimos aguantando y teniendo fe en Jehová, podemos estar seguros de que él será “remunerador de los que le buscan solícitamente”, tanto ahora como en el futuro (Hebreos 11:6).

[Notas]

Su valor actual superaría los 9,5 millones de dólares.

Tras la derrota de Senaquerib, las naciones circundantes regalaron oro, plata y otros objetos valiosos a Ezequías. En 2 Crónicas 32:22, 23, 27 leemos que “Ezequías llegó a tener riquezas y gloria en cantidad muy grande” y que “llegó a ser ensalzado a los ojos de todas las naciones”. Puede que estos regalos le permitieran volver a llenar su casa del tesoro, que había vaciado para pagar el tributo a los asirios.

[Ilustración de la página 383]

El rey Ezequías confía en Jehová al enfrentarse al poderío de Asiria

[Ilustración a toda plana de la página 384]

[Ilustración de la página 389]

El rey envía emisarios a Isaías para oír el consejo de Jehová

[Ilustración de la página 390]

Ezequías ruega que el nombre de Jehová se magnifique mediante la derrota de Asiria

[Ilustración de la página 393]

El ángel de Jehová abate a 185.000 asirios

“Consuelen a mi pueblo”
“Consuelen a mi pueblo” - Las profecías de Isaías I (ip-1)

Capítulo 30

“Consuelen a mi pueblo”

Isaías 40:1-31

1. ¿Cuál es uno de los medios que Jehová utiliza para consolarnos?

JEHOVÁ es “el Dios que suministra [...] consuelo”. Un medio que utiliza para este fin son las promesas que ha hecho poner por escrito en su Palabra (Romanos 15:4, 5). Por ejemplo, cuando muere un ser querido, ¿qué podría ser más reconfortante que la perspectiva de que resucite en el nuevo mundo de Dios? (Juan 5:28, 29.) ¿Y qué puede decirse de la promesa de que Jehová acabará pronto con la maldad y transformará este planeta en un paraíso? ¿No es consolador tener la expectativa de entrar con vida en tal Paraíso venidero y no morir jamás? (Salmo 37:9-11, 29; Revelación [Apocalipsis] 21:3-5.)

2. ¿Por qué podemos confiar en las promesas de Dios?

2 ¿Podemos de veras confiar en las promesas de Dios? Por supuesto que sí, pues Aquel que las ha hecho es completamente confiable. Tiene tanto la capacidad como la voluntad de cumplir su palabra (Isaías 55:10, 11). Este hecho quedó demostrado de modo impactante cuando Jehová declaró mediante Isaías que restauraría la adoración verdadera en Jerusalén. Analicemos esa profecía tal como aparece en el capítulo 40 del libro de Isaías, pues así se fortalecerá nuestra fe en Jehová, Aquel que cumple sus promesas.

Una promesa alentadora

3, 4. a) ¿Qué palabras de consuelo que el pueblo de Dios necesitará más adelante escribe Isaías? b) ¿Por qué serán desterrados a Babilonia los habitantes de Judá y Jerusalén, y cuánto durará su servidumbre?

3 En el siglo VIII a.E.C., el profeta Isaías escribe palabras de consuelo que el pueblo de Jehová necesitará más adelante. Inmediatamente después de decirle al rey Ezequías que se aproxima la destrucción de Jerusalén y la deportación del pueblo judío a Babilonia, Isaías transmite las palabras con las que Jehová promete una restauración: “Consuelen, consuelen a mi pueblo —dice el Dios de ustedes—. Hablen al corazón de Jerusalén y proclámenle que su servicio militar ha sido cumplido, que su error ha sido pagado por completo. Pues de la mano de Jehová ha recibido una cantidad plena por todos sus pecados” (Isaías 40:1, 2).

4 “Consuelen”, la primera palabra del capítulo 40, resume muy bien el mensaje de luz y esperanza contenido en el resto del libro de Isaías. Los habitantes de Judá y Jerusalén se han vuelto apóstatas, y por ese motivo serán desterrados a Babilonia en el año 607 a.E.C. Pero los judíos cautivos no servirán a los caldeos para siempre: su servidumbre solo durará hasta que su error haya sido “pagado por completo”. ¿Cuánto tiempo se requerirá para ello? Según el profeta Jeremías, setenta años (Jeremías 25:11, 12). Transcurrido ese plazo, Jehová conducirá a un resto arrepentido desde Babilonia hasta Jerusalén. Cuando se cumplan setenta años de la desolación de Judá, ¡cuánto alentará a los cautivos comprender que su prometida liberación está a las puertas! (Daniel 9:1, 2.)

5, 6. a) ¿Por qué podemos decir que la larga travesía desde Babilonia hasta Jerusalén no estorbará el cumplimento de la promesa de Dios? b) ¿Qué efecto tendrá en las demás naciones el que Jehová repatríe a los judíos?

5 Para viajar de Babilonia a Jerusalén hay que recorrer entre 800 y 1.600 kilómetros, dependiendo de la ruta que se tome. ¿Dificultará una travesía tan larga el cumplimiento de la promesa de Dios? De ningún modo. Isaías escribe: “¡Escuchen! Alguien está clamando en el desierto: ‘¡Despejen el camino de Jehová! Hagan recta la calzada para nuestro Dios a través de la llanura desértica. Que todo valle sea levantado y toda montaña y colina sea bajada. Y el terreno lleno de montículos tiene que llegar a ser tierra llana, y el terreno escabroso una llanura-valle. Y la gloria de Jehová ciertamente será revelada, y toda carne tendrá que verla juntamente, porque la mismísima boca de Jehová lo ha hablado’” (Isaías 40:3-5).

6 Antes de emprender un viaje, los gobernantes de Oriente solían enviar hombres para que prepararan el camino despejándolo de rocas y hasta construyendo pasos elevados y allanando colinas. En el caso de los judíos que regresen, será como si Dios mismo fuera delante de ellos eliminando todos los obstáculos. Al fin y al cabo, son el pueblo que lleva el nombre de Jehová, y el hecho de que Él cumpla su promesa de repatriarlos pondrá de manifiesto su gloria ante todas las naciones. Estas se verán obligadas, les guste o no, a reconocer que Jehová es Aquel que cumple sus promesas.

7, 8. a) ¿Cómo se cumplieron en el siglo I E.C. las palabras de Isaías 40:3? b) ¿Qué cumplimiento mayor tuvo la profecía de Isaías en 1919?

7 La restauración que se produjo en el siglo VI a.E.C. no fue el único cumplimiento de esta profecía. Hubo otro en el siglo I E.C. Juan el Bautista fue la voz que estuvo “clamando en el desierto”, tal como se predijo en Isaías 40:3 (Lucas 3:1-6). Bajo inspiración, Juan se aplicó a sí mismo las palabras de Isaías (Juan 1:19-23). En el año 29 E.C. empezó a preparar el camino para Jesucristo.* Su proclamación previa indujo al pueblo a buscar al Mesías prometido para escucharlo y seguirlo (Lucas 1:13-17, 76). Por medio de Jesús, Jehová conduciría a los arrepentidos a la libertad que solo el Reino de Dios puede otorgar: libertad de la esclavitud al pecado y la muerte (Juan 1:29; 8:32). La profecía de Isaías tuvo un cumplimiento aún mayor cuando el resto del Israel espiritual fue liberado de Babilonia la Grande en 1919 y restaurado a la adoración verdadera.

8 Ahora bien, ¿qué cabe decir de los judíos cautivos en Babilonia, los potenciales beneficiarios del cumplimiento inicial de la promesa? ¿Realmente pueden confiar en la promesa de Jehová de hacerlos regresar a su amada tierra natal? Claro que sí. Con gráficas palabras e ilustraciones tomadas de la vida diaria, Isaías les da razones convincentes para que cifren plena confianza en que Jehová será fiel a su palabra.

Un Dios cuya palabra dura para siempre

9, 10. ¿Cómo señala Isaías el contraste que existe entre la fugacidad de la vida humana y la permanencia de “la palabra” de Dios?

9 En primer lugar, la palabra de Aquel que promete la restauración dura para siempre. Isaías escribe: “¡Escucha! Alguien está diciendo: ‘¡Clama!’. Y uno dijo: ‘¿Qué he de clamar?’. ‘Toda carne es hierba verde, y toda su bondad amorosa es como la flor del campo. La hierba verde se ha secado, la flor se ha marchitado, porque el mismísimo espíritu de Jehová ha soplado sobre ella. De seguro la gente es hierba verde. La hierba verde se ha secado, la flor se ha marchitado; pero en cuanto a la palabra de nuestro Dios, durará hasta tiempo indefinido’” (Isaías 40:6-8).

10 Los israelitas saben muy bien que la hierba no dura para siempre. En la estación seca, el intenso calor del sol torna su verdor en un chamuscado color pardo. En algunos aspectos, la vida del hombre es como la hierba, efímera por naturaleza (Salmo 103:15, 16; Santiago 1:10, 11). Isaías contrasta la fugacidad de la vida humana con la permanencia de “la palabra” de Dios, es decir, su propósito declarado. En efecto, “la palabra de nuestro Dios” dura para siempre. Cuando Dios habla, nada puede anular sus palabras o impedir que se cumplan (Josué 23:14).

11. ¿Por qué podemos confiar en que Jehová cumplirá las promesas que se encuentran en su Palabra escrita?

11 Hoy tenemos la declaración de Jehová en cuanto a su propósito escrita en la Biblia, un libro que a lo largo de los siglos ha sido blanco de una intensa oposición. Si bien es cierto que traductores valerosos y otras personas han arriesgado la vida para que la Biblia siguiera existiendo, sus esfuerzos por sí solos no explican el hecho de que haya perdurado hasta nuestros días. Todo el mérito corresponde a Jehová, el “Dios vivo y duradero”, Aquel que preserva su Palabra (1 Pedro 1:23-25). Pensemos en lo siguiente: puesto que Jehová se ha encargado de que su Palabra escrita subsista, ¿acaso no debemos confiar en que cumplirá las promesas que se encuentran en ella?

Un Dios fuerte que cuida con ternura a sus ovejas

12, 13. a) ¿Por qué se puede confiar en la promesa de restauración? b) ¿Qué buenas noticias existen para los judíos exiliados, y por qué hay razón para confiar en ellas?

12 Isaías añade un segundo motivo para confiar en la promesa de restauración: Quien la ha hecho es un Dios fuerte que cuida con ternura a su pueblo. El profeta continúa: “Súbete aun a una montaña alta, mujer que traes buenas nuevas para Sión. Levanta la voz hasta con poder, mujer que traes buenas nuevas para Jerusalén. Levántala. No tengas miedo. Di a las ciudades de Judá: ‘Aquí está su Dios’. ¡Mira! El Señor Soberano Jehová mismo vendrá aun como un fuerte [“aun con fuerza”, nota], y su brazo estará gobernando para él. ¡Mira! Su galardón está con él, y el salario que él paga está delante de él. Como pastor pastoreará su propio hato. Con su brazo juntará los corderos; y en su seno los llevará. Conducirá con cuidado a las que están dando de mamar” (Isaías 40:9-11).

13 En tiempos bíblicos era costumbre que las mujeres celebraran las victorias, ya fuera gritando o cantando las buenas noticias de batallas ganadas o de una liberación venidera (1 Samuel 18:6, 7; Salmo 68:11). Isaías indica proféticamente que existen buenas noticias para los judíos exiliados, un mensaje que puede proclamarse a voz en cuello sin temor, incluso desde lo alto de las montañas: Jehová hará que su pueblo regrese a su amada Jerusalén. Hay razón para confiar en ello, pues Él llegará “aun con fuerza”. No existe nada, por tanto, capaz de impedir que cumpla su promesa.

14. a) ¿Cómo ilustra Isaías la ternura con que Jehová conducirá a su pueblo? b) ¿Qué ejemplo tenemos del tierno cuidado que los pastores dan a sus ovejas? (Véase el apartado de la pág. 405.)

14 Sin embargo, este Dios fuerte es bondadoso al mismo tiempo. Isaías da una cálida descripción de la forma en que Jehová conducirá a su pueblo de vuelta a su tierra. Dios es como un pastor amoroso que junta a sus corderos y los lleva en su “seno”. Al parecer, el término “seno” se refiere a los pliegues superiores de la prenda de vestir. Ahí es donde los pastores suelen llevar a los corderos recién nacidos que son incapaces de mantener el paso del rebaño (2 Samuel 12:3). Sin duda, esta conmovedora escena pastoril garantiza al pueblo exiliado de Jehová que su Dios siente un amoroso interés por ellos. De seguro pueden confiar plenamente en que un Dios tan fuerte y compasivo cumplirá lo que les ha prometido.

15. a) ¿Cuándo vino Jehová “aun con fuerza”, y quién es ‘el brazo que gobierna para él’? b) ¿Qué buenas noticias deben proclamarse sin temor?

15 Las palabras de Isaías rebosan de significado profético para nuestros días. En 1914, Jehová vino “aun con fuerza” y estableció su Reino en los cielos. ‘El brazo que gobierna para él’ es su Hijo, Jesucristo, a quien Dios ha instalado en su trono celestial. En lo que respecta a la Tierra, en 1919, Jehová liberó a sus siervos ungidos de la esclavitud a la que Babilonia la Grande los tenía sometidos y emprendió la completa restauración de la adoración pura del Dios vivo y verdadero. Estas son buenas noticias que deben proclamarse sin temor, como si se gritaran desde lo alto de las montañas para que el mensaje llegue a todas partes. Alcemos, pues, nuestras voces y proclamemos con denuedo que Jehová Dios ha restaurado su adoración pura en esta Tierra.

16. ¿De qué manera conduce Jehová a su pueblo hoy, y qué modelo establece?

16 Las palabras de Isaías 40:10, 11 tienen aún más valor práctico para nuestros días. Reconforta observar la ternura con que Jehová conduce a su pueblo. Tal como un pastor comprende las necesidades de cada oveja, hasta de los corderitos que no pueden mantener el paso del resto del rebaño, Jehová entiende las limitaciones de cada uno de sus siervos fieles. Además, como Pastor tierno establece el modelo para los pastores cristianos. Los ancianos deben tratar al rebaño con ternura, imitando el interés amoroso que Jehová mismo manifiesta. Nunca deben olvidar lo que Dios siente por cada miembro del rebaño “que él compró con la sangre del Hijo suyo” (Hechos 20:28).

Omnipotente y omnisapiente

17, 18. a) ¿Por qué pueden confiar los judíos desterrados en la promesa de restauración? b) ¿Qué impactantes preguntas plantea Isaías?

17 Los judíos desterrados pueden confiar en la promesa de restauración porque Dios es omnipotente y omnisapiente. Isaías pregunta: “¿Quién ha medido las aguas en el simple hueco de su mano, y ha tomado las proporciones de los cielos mismos con un simple palmo, y ha incluido en una medida el polvo de la tierra, o ha pesado con indicador las montañas, y en la balanza las colinas? ¿Quién ha tomado las proporciones del espíritu de Jehová, y quién como su hombre de consejo puede hacerle saber algo? ¿Con quién consultó para que se le hiciera entender, o quién le instruye en la senda de la justicia, o le enseña conocimiento, o le hace conocer el mismísimo camino del verdadero entendimiento?” (Isaías 40:12-14).

18 Los judíos exiliados deben reflexionar en estas impactantes preguntas. ¿Pueden simples seres humanos detener la marea de los poderosos mares? Ni mucho menos. Sin embargo, los mares que cubren la Tierra son para Jehová como una gota de agua en la palma de su mano.* ¿Puede el hombre, en su insignificancia, determinar el tamaño del inmenso cielo estrellado o el peso de las montañas y colinas del planeta? Tampoco. Pero Jehová mide los cielos tan fácilmente como alguien mide un objeto con un palmo, es decir, la distancia entre el extremo del pulgar y el del meñique, con la mano abierta. De hecho, Dios puede pesar las montañas y colinas en una balanza. ¿Pueden siquiera los hombres más sabios aconsejar a Dios en cuanto a cómo actuar en el presente, o decirle qué hacer en el futuro? Claro que no.

19, 20. ¿Qué gráficas imágenes verbales emplea Isaías para poner de relieve la grandeza de Jehová?

19 En cuanto a las poderosas naciones de la Tierra, ¿pueden ellas impedir que Dios cumpla sus promesas? Isaías responde con la siguiente descripción: “¡Mira! Las naciones son como una gota de un cubo; y como la capa tenue de polvo en la balanza han sido estimadas. ¡Mira! Él alza las islas mismas como simple polvo fino. Ni siquiera el Líbano basta para que se mantenga ardiendo un fuego, y los animales salvajes de este no bastan para una ofrenda quemada. Todas las naciones son como algo inexistente delante de él; como nada y como una irrealidad le han sido estimadas” (Isaías 40:15-17).

20 A los ojos de Jehová, todas las naciones son como una gota de agua que cae de un cubo, no más que la tenue capa de polvo que se acumula en una balanza sin causar efectos apreciables.* Supongamos que alguien construyera un altar enorme y que para alimentar su fuego utilizara todos los árboles que cubrían las montañas del Líbano. A continuación, imaginemos que ofreciera en sacrificio todos los animales que habitan en ellas. Ni siquiera una ofrenda como esa sería digna de Jehová. Y por si las imágenes empleadas hasta aquí no bastaran, Isaías recurre a una declaración más impactante todavía: a los ojos de Jehová, todas las naciones son “menos que nada” (Isaías 40:17, La Biblia de las Américas).

21, 22. a) ¿Cómo recalca Isaías que Jehová es incomparable? b) ¿A qué conclusión nos llevan las vívidas descripciones de Isaías? c) ¿Qué declaración exacta desde el punto de vista científico escribe el profeta Isaías? (Véase el apartado de la pág. 412.)

21 Con objeto de recalcar aún más que Jehová es incomparable, Isaías pasa a exponer la tontedad de quienes hacen ídolos de oro, plata o madera. Es una completa insensatez pensar que cualquiera de ellos sea una representación apropiada de Aquel “que mora por encima del círculo de la tierra” y ejerce dominio sobre sus habitantes (léase Isaías 40:18-24).

22 Todas estas vívidas descripciones nos llevan a una sola conclusión: nada puede impedir que el omnipotente, omnisapiente e incomparable Jehová cumpla su promesa. Las palabras de Isaías deben de haber consolado y fortalecido muchísimo a los judíos exiliados en Babilonia que anhelaban retornar a su tierra. Hoy también podemos confiar en que las promesas de Jehová para el futuro se harán realidad.

“¿Quién ha creado estas cosas?”

23. ¿Por qué pueden cobrar ánimo los judíos desterrados, y qué pasa a subrayar Jehová respecto a sí mismo?

23 Además, hay otra razón para que los judíos desterrados cobren ánimo. Quien promete liberación es el Creador de todas las cosas y la Fuente de toda energía dinámica. A fin de subrayar sus asombrosas aptitudes, Jehová alude a las que se manifiestan en la creación: “¿A quién pueden ustedes asemejarme para que yo sea hecho su igual? —dice el Santo—. Levanten los ojos a lo alto y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es Aquel que saca el ejército de ellas aun por número, todas las cuales él llama aun por nombre. Debido a la abundancia de energía dinámica, porque él también es vigoroso en poder, ninguna de ellas falta” (Isaías 40:25, 26).

24. ¿Cómo muestra Jehová, al hablar de sí mismo, que no tiene igual?

24 El Santo de Israel está hablando de sí mismo. Para mostrar que no tiene igual, dirige nuestra atención a las estrellas de los cielos. Como un comandante militar que organiza sus tropas, Jehová está al mando de las estrellas. Si fuera a reunirlas, ‘ninguna de ellas faltaría’. A pesar de su gran número, a todas las llama por nombre, sea este un nombre propio u otra designación que las singularice. Como soldados obedientes, se mantienen en su lugar, en su debido orden, pues Quien las gobierna tiene “energía dinámica” en abundancia y es “vigoroso en poder”. Por consiguiente, la confianza de los judíos exiliados está justificada. El Creador, quien comanda las estrellas, tiene el poder necesario para ayudar a sus siervos.

25. ¿Cómo podemos responder a la invitación divina que se halla en Isaías 40:26, y con qué resultado?

25 ¿Quién de nosotros puede resistirse a la invitación divina que se encuentra en Isaías 40:26: “Levanten los ojos a lo alto y vean”? Los descubrimientos recientes han mostrado que los cielos estrellados son más imponentes incluso de lo que parecían en tiempos de Isaías. Los astrónomos que escrutan los cielos con sus potentes telescopios calculan que en el universo observable hay nada menos que ciento veinticinco mil millones de galaxias. De hecho, según algunos cálculos, simplemente una de ellas, la Vía Láctea, tiene más de cien mil millones de estrellas. Estos datos deberían infundir en nuestro corazón un sentimiento de reverencia hacia el Creador y una confianza total en sus promesas.

26, 27. ¿Con qué palabras se reflejan los sentimientos de los exiliados en Babilonia, y qué cosas deberían saber ellos?

26 Jehová sabe que los años de cautiverio desalentarán a los judíos desterrados, así que inspira a Isaías para que escriba por anticipado estas tranquilizadoras palabras: “¿Por qué razón dices tú, oh Jacob, y expresas tú, oh Israel: ‘Mi camino ha sido ocultado de Jehová, y el que se me haga justicia elude a mi Dios mismo’? ¿No has llegado a saber, o no has oído? Jehová, el Creador de las extremidades de la tierra, es un Dios hasta tiempo indefinido. Él no se cansa ni se fatiga. No se puede escudriñar su entendimiento” (Isaías 40:27, 28).*

27 Isaías escribe las palabras con las que Jehová refleja los sentimientos de los exiliados en Babilonia, a cientos de kilómetros de su tierra natal. Algunos creen que su “camino”, el duro discurrir de su vida, está oculto, o pasa desapercibido, a los ojos de Dios. Piensan que Jehová es indiferente a las injusticias que padecen. Dios les recuerda algunas cosas que deberían saber, si no por propia experiencia, sí al menos por la información que se les ha transmitido. Jehová puede y quiere liberar a su pueblo. Es el Dios eterno y el Creador de toda la Tierra. Por consiguiente, todavía posee el poder que demostró en la creación, y ni siquiera la poderosa Babilonia está fuera de su alcance. Un Dios así no se cansa ni abandona a su pueblo. Por otra parte, sus siervos no deben pretender alcanzar una comprensión plena de los actos de Jehová, ya que Su entendimiento —perspicacia, discernimiento y percepción— está más allá de lo que ellos pueden captar.

28, 29. a) ¿Cómo recuerda Jehová a su pueblo que él acudirá en ayuda de los cansados? b) ¿Qué ilustración se utiliza para mostrar que Jehová da poder a sus siervos?

28 Jehová continúa animando mediante Isaías a los desterrados abatidos: “Está dando poder al cansado; y hace que abunde en plena potencia el que se halla sin energía dinámica. Los muchachos se cansan y también se fatigan, y los jóvenes mismos sin falta tropiezan, pero los que estén esperando en Jehová recobrarán el poder. Se remontarán con alas como águilas. Correrán, y no se fatigarán; andarán, y no se cansarán” (Isaías 40:29-31).

29 Al referirse a la necesidad de dar poder al cansado, puede que Jehová tenga presente el difícil viaje que los exiliados tendrán que realizar para regresar a su tierra. Jehová recuerda a su pueblo que una de Sus características es la de acudir en ayuda de los cansados que recurren a él. Hasta los más dinámicos —“muchachos” y “jóvenes”— pueden fatigarse y tropezar de puro agotamiento. Sin embargo, Jehová promete que dará poder a quienes confíen en él, un poder inagotable para correr y caminar. La fortaleza que Jehová da a sus siervos se ilustra con el vuelo sin esfuerzo aparente del águila, poderosa ave que puede surcar los aires durante horas sin descansar.* Con la garantía de tal apoyo divino, los judíos exiliados no tienen por qué perder la esperanza.

30. ¿Cómo pueden obtener consuelo de los versículos de conclusión del capítulo 40 de Isaías los cristianos verdaderos de la actualidad?

30 Estos versículos de conclusión del capítulo 40 de Isaías contienen palabras de consuelo para los cristianos verdaderos que vivimos en los últimos días de este sistema de cosas perverso. Con tantas presiones y problemas que tienden a desalentarnos, es tranquilizador saber que a nuestro Dios no le pasan desapercibidas las dificultades que atravesamos ni las injusticias que sufrimos. Podemos estar seguros de que el Creador de todas las cosas, Aquel cuyo “entendimiento es superior a lo que se puede relatar”, corregirá todas las injusticias a su propio tiempo y manera (Salmo 147:5, 6). Mientras tanto, no tenemos que depender de nuestras propias fuerzas. Jehová, cuyos recursos son inagotables, puede impartir poder a sus siervos en tiempos de prueba, incluso “el poder que es más allá de lo normal” (2 Corintios 4:7).

31. ¿Qué promesa de luz transmitieron las profecías de Isaías a los judíos cautivos en Babilonia, y en qué podemos cifrar plena confianza?

31 Pensemos en aquellos judíos cautivos en Babilonia en el siglo VI a.E.C. Su amada Jerusalén yacía desolada a cientos de kilómetros, con el templo en ruinas. Las profecías de Isaías les transmitieron una reconfortante promesa de luz y esperanza: Jehová los devolvería a su tierra natal. En el año 537 a.E.C., Dios los condujo a su país de origen, con lo que demostró que es Aquel que cumple sus promesas. Nosotros también podemos cifrar plena confianza en Jehová y en que sus promesas del Reino, expresadas con tanta belleza en las profecías de Isaías, se harán realidad. Estas son realmente buenas noticias: un mensaje de luz para toda la humanidad.

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