sábado, 22 de octubre de 2016

Ruinas romanas de Cáparra

Ruinas romanas de Cáparra

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Ruinas romanas de Cáparra



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Condiciones de la visita:
Se accede a Cáparra desde la N-630, tomando el desvío a Guijo de Granadilla a partir de ahí empieza a estar indicado. La visita puede durar algo más de una hora. El horario de visitas incluido el Centro de Interpretación es: abierto todos los días del año, horario de verano,(junio, julio, agosto, septiembre): mañanas de 10 a 14, tardes de 17 a 20 horas. Horario de invierno( octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo, abril, mayo), mañanas de 10 a 14 horas, tardes de 16 a 19 horas.
El recinto de Cáparra y el arco se puede ver fuera de horarios. Tlf: 927 199485.

Reconstrucción virtual del Arco de Cáparra. Cortesía de Roberto Ceballoc Vivas

CÀPARRA Y SU TERRITORIO EN ÈPOCA ROMANA

Ubicada en una de las zonas más fértiles de la provincia de Cáceres, el valle del Ambroz. Las ruinas de Cáparra han constituido durante siglos motivo de atención por parte de curiosos y eruditos, centrada especialmente en su elemento más atractivo y mejor conservado: el arco tetrapylon, único en su género en la Península Ibérica.

Las ruinas de Cáparra se hallan ubicadas en la dehesa Casablanca, entre los términos de Oliva de Plasencia y Guijo de Granadilla en las coordenadas:

Latitud: 40.1665651360024 (40º 9' 59.63" N)

Longitud: -6.100977953756683 (6º 6' 3.52" W

Los restos materiales en superficie, las fuentes literarias y los trabajos de excavación nos permiten situar aquí la Cáparra de los textos antiguos, cuyo topónimo pervivió hasta principios del siglo XX en el despoblado de Ventas de Cáparra.

Este enclave romano, que llegó a la categoría de municipium en época de Vespasiano, se encuentra emplazado en un territorio muy escaso en núcleos urbanos de época romana.

La ciudad de Cáparra gozó de una excelente situación debido a diferentes factores:

La calzada de la Plata que atraviesa la ciudad, la proximidad del río Ambroz, su posición dominante en un alto del terreno, con un rico valle a sus pies, de excelente calidad agrícola (Valle del Ambroz). Asimismo, se encuentran en sus aledaños materiales apropiados para la construcción (pizarra y granito).

Estos condicionamientos convirtieron el lugar en un punto suficientemente atractivo, no sólo por los intereses del Imperio en la zona sino también por los pueblos que aquí habitaron ante de la llegada de los romanos.

DOCUMENTACIÓN SOBRE CÁPARRA: DESDE LAS FUENTES ANTIGUAS HASTA LA ACTUALIDAD

Cáparra está muy bien documentada desde la antigüedad. Desde las fuentes literarias-geográficas del mundo clásico, como Plinio, Ptolomeo, los Itinerarios, a los investigadores de nuestros días se pueden señalar un gran número de eruditos y estudiosos preocupados por el tema.

La zona comprendida entre Plasencia y Baños de Montemayor, a lo largo de la cual corre la Vía de la Plata, ha sido una de las más visitadas por investigadores nacionales y extranjeros. La ruta de sus estudios fue marcada por este viejo camino y fueron sus mansió e inscripciones a las que dedicaron mayor atención.

Las menciones más abundantes y mejor conservadas son los que hacen alusión a Cáparra como ciudad y mansió de la Ruta de la Plata, por su fácil ubicación gracias a los restos que incluso hoy en día afloran en superficie, en especial su famoso arco.

La abundancia de inscripciones y la buena conservación del camino de la Plata hasta mediados del siglo XVIII, atrajeron la atención de viajeros y eruditos del siglo XVI al XIX, los cuales nos dejaron en un buen número de obras sus datos o sus impresiones. En algunos de los viajes realizados utilizan la propia calzada romana, dando buena cuenta de los restos arqueológicos que en ella observaron, apuntando cuidadosamente los restos antiguos que le salían al paso.

1. FUENTES ANTIGUAS: LITERARIAS-GEOGRÁFICAS

La ciudad romana de Cáparra está muy bien documentada en lo antigüedad, al igual que el pueblo al que pertenece, caparensis, el cual lo encontramos mencionado en Plinio, cuando sitúa a Cáparra en la Lusitania como oppidum stipendiarium, junto a otros oppida vecinos. No constituía pues, una ciudad propiamente dicha, sino un populus peregrino con el estigma del pago de un stipendium.

PLINIO SEGUNDO: Natura/es Historia (I d. C.) Trata de la parte geográfica de Hispania y dentro de ella nuestra provincia, Lusitania. No cita el nombre particular de las ciudades sino el del pueblo que las habitan. Plinio cita a los caparenses (Nat. Hist. IV, 118) como estipendiarios de la Lusitania:

Los estipendiarías, que sin disgusto se pueden nombrar, además de algunos ya dichos, cuando hablamos de las ciudades Béticas, cognominales de los lusitanos y celtíberos son los augustobrigenses, los ammoenses, los aranditanos, los arabrigenses, los balsenses, los caesarobrigenses, los caparenses, los caurenses, los cosianos..

CLAUDIO PTOLOMEO (primera mitad del siglo II d. C.) (griego). Obra donde aparecen muchos de los nombres de las mansiones de la vía, citados en su situación geográfica, expresada en grados de longitud y latitud. Cáparra pasó de los lusitanos a los vetones o viceversa (con Augusto las fronteras varían en el 27 a. C). Esta dualidad indica claramente que la ciudad se encontraba en el límite de los dos pueblos. No se puede dudar que la Capasa de Ptolomeo sea la Cáparra actual.

ITINERARIO DE ANTONINO (III d. C.) Compilación de caminos importantes, de carácter general; en él la calzada aparece completa, con indicación de los distancias parciales y totales y enumeración de las mansiones que la jalonaban. El itinerario (433, 7) coloca la ciudad y mansió de Cáparra a 110 millas de Emérita Augusta, entre Rusticiana al sur (cerca de Riolobos) y Caelonico al N. (cerca de Baños de Montemayor) a 22 millas de ambos (casi 32.5 kms.)

ANÓNIMO DE RÁVENA (VII), geógrafo que escribe en cinco tomos una Cosmografía, obra que en realidad se reduce a una árida lista de nombres, es una simple enumeración de ciudades. La mansió de Cáparra figura en el Ravenate (IV, 45, 319,11) como Cáppara.

ITINERARIO DE BARRO: aparece como Capara.

2. FUENTES EPIGRÁFICAS

Cáparra y los caparensis aparecen mencionados en varias inscripciones procedentes de dicha ciudad y sus alrededores.

Al igual que Plinio llamó a este pueblo caparenses, vemos en un epígrafes del CIL, II, 806 caparensis en el 812, caparensi en el 810 ordo caparensium o caparitanorum en las lápidas votivas de Baños de Montemayor podemos leer en cinco de ellas nymphis caparensium en un ara de Montehermoso, caparensis...

Así pues, el término caparensis/caparensis abunda en los epígrafes de Cáparra.

El nombre de Caperae aparece en el CIL, II, 813; en otra de Mérida, Capara...



El lugar en que lo sitúo el Itinerario de Antonino quedo confirmado gracias al fragmento de miliario encontrado en las excavaciones de Blázquez (1963) en el cual se lee CX, exactamente las millas que ofrece el itinerario desde Emérita Augusta a Cáparra. Se encontró fragmentado en tres trozos, fechándose en el año 58 en que Nerón desempeñó la potestas tribunitia por quinta vez. Este miliario es una prueba fehaciente de que esta ciudad es la Cáparra de los fuentes antiguas.

3. DOCUMENTOS DE LOS SIGLOS V AL XVII

-Época visigoda: no tenemos noticias.

-Periodo árabe: no mencionan o Cáparra. Posibles causas: pérdida de interés de este enclave por la situación geográfica en la línea fronteriza cristiana/musulmana o porque la Vía de la Plata dejó de ser transitada por factores político-militares.

-Período Renacentista (siglos XV y XVI). En esta época la descripción de lugares antiguos cobra un gran auge por diferentes causas:

-Políticas: preocupación del Estado por todo su territorio. Se recogen datos sobre zonas despobladas, de interés históricos y se acude a los clásicos. Es la época de los Interrogatorios de Felipe II (1575).

-Económicas y humanas: necesidad de repoblación de estos territorios por razones fiscales y demográficas.

-Culturales: el movimiento humanista preconiza una vuelta a los estudios clásicos y a las antigüedades.

-El primer autor que menciona a Cáparra en el siglo XVI es M. A. ACCURSIO (Hisp. XXVII, 33, 1527) que además nos transmite el primer dibujo del arco.
Dibujo de M. Accursio (S,XVI) Grabado de Ponz (1784) Grabado de Laborde (1806) Reconstrucción de A. García y Bellido (1972)

dibujo de M. Acursio (s. XVI)


grabado de Ponz (1784)


grabado De Laborde (1806)


reconstruccion A. Garcia y Bellido

Según este dibujo el estado de conservación del arco era el mismo que en la actualidad. Por fortuna el tiempo no ha hecho en él mella notable durante estos cinco últimos siglos.

El tetrapylum hoy

Muchos autores se centran en la descripción del arco y los lápidas en este siglo:

SICULO, DOCAMPO. ZURITA, JUAN DE VILLUGA, GASPAR DE CASTRO...

Hoy que reseñar que, en el siglo XVI, el topónimo romano Cápera se conservaba en el de Ventas de Cáparra, como se conocía a este lugar de parada que se despobló en siglos posteriores.

-En el siglo XVII, la crisis y decadencia no propiciaron los estudios descriptivos sobre lugares antiguos. Lo única noticia proviene de un extremeño, miembro del clero, Fray FRANCISCO DE CORIA, que nos aporta una jugosa semblanza del arco y las inscripciones pero también enumeró los edificios, describe el puente, muralla y otros restos.

4. NOTICIAS DE LOS SIGLOS XVIII—XIX

-Siglo XVIII: Viene lleno de noticias gracias a los viajes de eruditos, donde tomaban notas de las antigüedades que encontraban a su paso. Es un género de gran interés y valor para nosotros por los abundantes restos antiguos que nos describen en sus obras. También existen crónicas, anales, encuestas de la zona alta de Extremadura en donde podemos hallar menciones sobre Cáparra.

Todo ello está inmerso en la época de los Monarcas Ilustrados (Carlos III y Carlos IV). Se realizan proyectos para conocer más ampliamente el entorno:

INTERROGATORIOS DE LA REAL AUDIENCIA (1791) como ejemplo. Las noticias de los viajeros a través de sus testimonios directos y sus relatos son entregados como memoriales e informes a la corona.

ENRIQUE FLOREZ, padre agustino y magnifico historiador: España Sagrada. Siglo XVIII, en la que da abundantes noticias de algunas de las mansiones de la calzada. En el tomo XIV de su obra, escrita en 1758 (Cap. II, p. 53) nos habla de Cáparra como ciudad antigua del obispado de Coria:

En el territorio del obispado antiguo de Coria, hubo una famosa ciudad, llamada Cáparra, que algunos escriben con dos pp y otros con dos rr. Hízose famosa por tener su situación en el camino real de Mérida a Zaragoza por Salamanca... camino de la Plata y por tanto es uno de los lugares mencionados en Antonino y en el Ravennate. Plinio nombra entre los estipendiarios de Lusitania a los caperenses parece debe Ieerse caparenses por hallarse así en Antonino, Ptolomeo y piedras literatas. La mención de Ptolomeo es entre los pueblos de los vettones, pero con e/ yerro común de no señalar bien la posición individual pues la coloca mas cerca de Salamanca, que lo señalado en Antonino y lo que realmente corresponde al sitio de la ciudad, la cual conserva sus ruinas en el mismo camino de la Plata, distante tres leguas de Plasencia hacia e/ septentrión, en un llano, junto al río Ambroz.

Uno de los mejores exploradores de la calzada, su más exacto conocedor y el que mayor número de datos ha aportado es LUIS JOSÉ DE VELÁZQUEZ, marques de Valdeflores, erudito de mediados del siglo XVIII.

A él se debe la recopilación de un gran número de inscripciones de Cáparra y sus alrededores. Nos da abundantes noticias:

Cáparra es hoy una pequeña aldea de sólo cuatro vecinos, que aún conserva el nombre antiguo, con que se halla en el Itinerario de Antonino, Ptolomeo y Plinio.

Aunque los vestigios de antigüedad, que se descubren aquí son muchos sólo ha quedado en pie la mayor parte de un gran arco de orden compuesto, cuyas ruinas permanecen sobre la calzada antigua, que va a Salamanca y pasa por debajo de él. Lo que hoy ha quedado es una bóveda sostenida de cuatro arcos abiertos por cuatro frentes.

Por la parte inferior de las bóvedas y por algunos de los cuatro frentes se ven entre las uniones de las piedras muchos agujeros, en que estuvieron encajados los garfios de hierro, que se ponían en semejantes edificios, como se ve todavía en el arco de Mérida.

ANTONIO PONZ. Viage de España, monumental obra publicada por primera vez entre 1772 y 1794. Está redactada en forma de epistolario y dividido en 18 tomos en donde narra una serie de viajes por todo la Península. Paro nuestro estudio tiene un especial interés los trayectos a lo largo de Extremadura. Radica esta importancia en que para algunos de sus viajes, en concreto el de lo Ruta de la Plata, utilizó Ponz la propia calzada. En los capítulos 48 al 54 del tomo VII nos comenta la situación ventajosa de la ciudad:

Lo que Cáparra pudo haber sido en lo antiguo, lo demuestran claramente su hermosa situación, la amplitud, y buena proporción del terreno para cultivo, reducido hoy a espeso monte; las infinitas lápidas y monumentos del tiempo de los romanos, llevados a Plasencia y a diferentes pueblos de estos contornos, particularmente a la Oliva; la proximidad de/ río.., los muchos cimientos, trozos de columnas y otras piedras de suntuosas fábricas, que se descubren... el famoso arco o monumento de trofeo, que en la misma Cáparra se conserva en pie en la calzada romana... ¿quién duda que se hallarían infinitas preciosidades, si de propósito se hiciesen excavaciones en Cáparra?. Ello es que por todo aquel contorno se encuentran piedras labradas, y cimientos de fábricas sin poner cuidado en buscar/os.

ENCUESTA DE LA REAL AUDIENCIA DE EXTREMADURA (1791): interrogatorio de varias preguntas, interesándonos la número 52 en concreto, en la que se mencionan los despoblados de la provincia de Cáceres, de todo nuestra zona sólo nombran despoblados en Plasencia, Zarza de Granadilla y Guijo de Granadilla: en este último municipio es donde se encuentra el llamado despoblado de Ventas de Cáparra. El interés que puede tener para nosotros es de simple curiosidad. Según noticias de Ponz en 1730 todavía vivía alguien en Cáparra, unos ochos vecinos que pronto la abandonaron. Así pues, desde esta fecha a la del Interrogatorio, Cáparra queda como despoblado después de tantos siglos habitada (en unos 60 años).

-SIGLO XIX: estudiosos que recorren el camino de la Plata; la mayoría no aportan nada nuevo, pues ya no ven in situ los inscripciones y restos de diversa índole, como pasaba en años anteriores.

ALEJANDRO LABORDE, a principios de siglo (1806) realiza una obra titulada Voyage pittoresque de /‘Espagne, en la que utilizando los datos de Velázquez, describe las vías romanas. Lo que le da un incalculable valor es la magnífica serie de láminas que lo ilustran, donde se recogen alzados y planos de puentes, reproducciones de edificios de las mansiones principales, el Arco de Cáparra entre ellos, realizado con gran arte y fidelidad.

Predomina un tipo de obras que, tomando datos de autores anteriores, adopta la forma de sumarios, diccionarios, carpora... Este es el caso de CEAN BERMÚDEZ, CORTES Y LÓPEZ, MADOZ...

.J. A. DE VIU: Antigüedades de Extremadura (1852) recoge una gran abundancia de material:

De Val de Obispo sigue este (el camino) a Cáparra, establecimiento campestre de cuatro o seis vecinos hasta la guerra de la independencia en que fue derruido, no quedando, puede decirse, más que una casa, como para designar los campos donde existiera Cáparra. Por fortuna conserva e/ nombre antiguo, que es muy raro... Infinitos son los mármoles y monumentos que han sido arrebatados de Caparra, ya a Plasencia, ya a O/iva o a otras partes; y muchos los que ha destruido el arado y la barbarie. Así es, que ya no se hallan sobre aquel suelo sino pocas inscripciones y éstas muy degradadas... Aunque no deja de haber en Cáparra, a pesar de todo, muchos vestigios de su antigua opulencia, como cimientos de grandes edificios, trozos de columnas, frisos, arquitrabes, basas y capiteles, etc... todo muy deteriorado, no se conserva en pie sino el arco.., junto al arco parece que hubo otros edificios, particularmente hacia su espalda, camino adelante. (Tomo 1, p. 101)

De Viu tomó HUBNER lo mayor parte de sus noticias para confeccionar su CORPUS

DE INSCRIPClONES dedicado a Hispania (CIL, II, 1862-1909). Gigantesca labor recopiladora de epígrafes. Se ocupó de las inscripciones de Cáparra en el CIL, II, pp. 100 a la 106.

PAREDES GUILLEN, uno de los investigadores extremeños de Cáparra en este siglo, buen conocedor de esta zona por ser placentino; autor del libro Origen de/ nombre de Extremadura (1866).

ruinas de Cáparra ruinas de Cáparra



5. ESTUDIOS ACTUALES: CÁPARRA EN EL SIGLO XX

En el siglo XX se produce una diversificación a la hora de abordar el estudio de los restos antiguos en la región. Sin embargo, a principios de la centuria, encontramos aún obras que responden al tipo de recopilaciones, sumarios, etc. Así V. PAREDES y J.R. MÉLIDA.

Pero ya no se trata sólo de describir ruinas o itinerarios sino que aparecen también obras de temas más complejos y específicos: D’ORS, GALSTERER, GARCÍA Y BELLIDO, GARCÍA IGLESIAS, SCHRAJERAMAN, CALLEJO SERRANO, HURTADO DE SAN ANTONIO, A. BLÁZQUEZ, FERNÁNDEZ CASADO, GAZZOLA, ROLDÁN HERVÁS...

Hay que destacar, dentro de los investigaciones reciente, lo publicación de GARCÍA Y BELLIDO en su famoso artículo El Tetrapylon de Cáparra (Cáceres). Aporta un análisis sobre los aspectos constructivos del arco, extrayendo conclusiones fundamentales acerca del status político de Cáparra a partir de las inscripciones halladas en las ruinas.

EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS. En los inicios del siglo XX, se siente por parte de los estudiosos, a nivel local, la necesidad de emprender la excavación en el recinto urbano.

A. FLORIANO CUMBREÑO llevó a cabo la primera exploración metódica, tras una prospección inicial, emprendió la excavación en el otoño de 1929 (trabajos subvencionados por lo Diputación Provincial de Cáceres). En las dos campañas realizadas se exhumaron el llamado templo de Júpiter, por la inscripción allí encontrada y tres necrópolis. Asimismo, le fue posible delimitar el primer plano de la ciudad: ubicación del arco, templo de Júpiter, anfiteatro, embalse, viviendas... Sin embargo, del resultado de estos trabajos sólo fue publicado un breve resumen varios años después.

Durante muchos años, no se continuaron los trabajos de campo en el recinto de Cáparra.

J. M. BLÁZQUEZ. En el año 1963 reinició la labor de excavación (Universidad de Salamanca). Lo más destacado fue el descubrimiento de la fachada de triple puerta que corre paralela al arco por su lado W. En ello se halló el miliario CX.

En campañas sucesivas (hasta el año 1967) se realizaron trabajos en el anfiteatro y edificio rectangular en el lado W del arco; limpieza del templo de Júpiter, hallazgo de una villa urbana y la excavación de una pared que de Oeste a Este recorría el foro. Se obtuvo así un nuevo plano de lo ciudad, que modificaba sustancialmente el elaborado por A. Floriano

En 1985 se iniciaron de nuevo los trabajos sobre Cáparra o través del Área de Arqueología del Departamento de Historia de la Universidad de Extremadura. Se realizó una labor de recogida de material disperso, documentación y prospección del área de influencia urbana de Cáparra.

La Diputación Provincial de Cáceres retomó el interés que ya había mostrado en los años veinte, adquirió lo mayor parte de los terrenos que ocupó la antigua ciudad y firmó un Convenio con la Consejería de Educación y Cultura de lo Junta de Extremadura para realizar trabajos de excavación bajo la dirección del catedrático de Arqueología, Enrique Cerrillo.

Cáparra virtual reconstrucción virtual de Cáparra

CÁPARRA EN EL CONTEXTO DE LAS CIUDADES LUSITANAS

Los territorios que constituyen la actual provincia de Cáceres, englobados en su totalidad en la Lusitania. Había pocos núcleos urbanos: Turgalium (Trujillo), Augustobriga (Talavera la Vieja, bajo el embalse de Valdecañas), Caurium (Coria), Norba Caesarina (Cáceres), Capera.

En el mapa de situación se puede establecer el territorio administrativo y jurídico que le correspondía a cada una de los ciudades y sobre el que ejercían su influencia. Es interesante el comprobar que fueron centros de comarcas naturales, que prácticamente, aún lo mantienen en la actualidad, aunque con ligeros cambios.

El territorio correspondiente a Cáparra es inmenso: comprende el valle de la Vera, del Jerte, Monte Tras la Sierra, Llanos de Jarilla, Vega de las Granadillas, las Hurdes y la parte más oriental de la Vega del Alagón.

EVOLUCIÓN DEL STATUS JURÍDICO~ADMINISTRATIVO DE CÁPARRA

• CÁPARRA ANTE DE LOS ROMANOS:

Un aspecto interesante en Cáparra es su existencia anterior a la llegada de los romanos. Su origen indígena: vetón.

-Fuentes literarias-epigráficas Plinio lo señala como oppidum stipendiariuin. No constituía pues una ciudad propiamente dicha, sino un populus peregrino con el estigma del pago de un stipendium, consecuencia de la nula adhesión a los romanos cuando conquistaron esta región.

Ptolomeo afirma expresamente que la ciudad perteneció a los vettones.

-Las fuentes epigráficas ofrecen una información complementaria a estas dos breves noticias.

-Organización social. Pervivieron los antiguos vínculos sociales representados en la gentilitas. Es uno de los rasgos más claros que nos pone en contacto con esta población indígena; los nombres de algunas de estas gentilidades o clanes identificaban a un grupo de individuos descendientes de un antepasado común: qentilitas de los Capericorum...

-Sincretismo religioso: la presencia indígena se manifiesta asimismo, en las dedicaciones votivas. Tras lo denominación romana se están encubriendo una serie de divinidades indígenas, produciéndose un sincretismo: Augusta Trebaruno (epígrafe hallado en el propio núcleo de Cáparra). Lo diosa Trebaruna, de raíces célticas, se ha documentado entre el Tajo al sur y las Sierras de Gata al norte, aparece aquí romanizada con el apelativo Augusta

-Onomástica: importante presencia indígena o de raíz indígena. Aparece el congnomen Vetto: Caecilio Vetto y Lucio Domicio Vetto. Vetto (el vetón) es utilizado por estos individuos romanizados como un signo de prestigio o de vinculación a su antiguo origen. Otros nombres indígenas los tenemos en lo inscripción del pedestal del propio arco de Cáparra: Bolosea y Pe//ius (padres de Marco Fidio Macer)

-Restos materiales que confirman la idea de que en Cáparra se asentaba una importante comunidad indígena: figuras zoomorfas conocidas como verracos en el área que circunda a Cáparra, Segura de Toro, Montehermoso, Ahigal , Plasencia, en la propia Cáparra. Estas esculturas están íntimamente ligadas a la cultura castreña y ganadera vetona.

En las excavaciones de A. Floriano y J. M. Blázquez se ha documento la presencia de cerámica de tradición indígena similar a la de la Edad del Hierro: vaso tetrápodo, plato de cerámica...

termas de Cáparra. pozo romano

• CÁPARRA EN TIEMPO DE LOS ROMANOS

Si Cáparra era núcleo vetón es indudable que ocupó una posición muy favorable en el flujo de comunicación Norte-Sur, que debió producirse, casi con seguridad desde época prerromana.

-Este hecho propició de forma primordial la creación de una MANSIÓ en este mismo punto que adquirió un gran auge tras la creación de Emérita Augusta. Los romanos al trazar el camino que uniría Emérita con Asturica a su paso por Cáparra no tuvieron necesidad de crear una ciudad romana ex novo, pues ya había un núcleo indígena de cierta importancia en la zona. Se inició así un proceso romanizador que tuvo sus orígenes en razones militares y comerciales, pero que afectó más tarde a todos los ámbitos de la vida y la cultura de esta comunidad.

-Concesión del status de CIUDAD ESTIPENDIARIA a Cáparra; incidieron una serie de factores:

-Su situación como mansió de la calzada.

-Su ubicación en una rica vega del Ambroz

-Necesidad de Roma de contar en esta zona concreta con una comunidad urbana de cierta importancia para fines administrativos y tributarios que además vigilara a los pueblos próximos.

Este status comportaba el pago de un canon y la contribución militar al ejército romano; mantenían un derecho propio, acuñaban moneda y sus habitantes, libres, poseen en propiedad la tierra.

-En su evolución política Cáparra pasó de ser estipendiaria, como se la menciona en Plinio, a ser MUNICIPIO, y ello ocurrió en el año 74 d. C. con el Edicto de Vespasiano en el cual se decía:

Universae Hispaniae Vespasianus Imperator Augustus factum procellis rei publicae Iatinum atribuit.

Plinio lo dejará también escrito en su obra:

El emperador Augusto Vespasiano dio a toda la Hispania entera, en los años en que las tormentas asaltaron la república, el derecho latino.

Los habitantes de las ciudades peregrinas que se municipalizaron y alcanzaron la cives romanae gracias a Vespasiano fueron adscritos a la tribu Quirina.

La seguridad de esta modificación de status para Cáparra nos la proporciona, a través de la epigrafía, el cursus honorum del influyente ciudadano romano -natural de esta localidad- MARCO FIDIO MACER, el cual conoció durante su magistratura el cambio de situación jurídica, experimentando lo mutación de carácter en su persona.

Conocemos bastante bien la vida de este personaje caparense gracias a tres inscripciones encontradas en la propia ciudad, que nos permiten estudiar su vida familiar, padres, esposa y su situación política.

• Inscripción del arco



BOLOSEA(E) FIDI(O)

PELLI F. MA(CRI. F)

M. FIDIVS MACE(R EX)

TESTAMENTO F (C)

-BOLOSEA(E) FIDI(O) PELLI F(ILIAE) MACRI F(ILIO) M(ARCVS) FIDIVS MACER (EX) TESTAMENTO F(ACIENDVM) C(VRAVIT).

-Marco Fidio Macer, erigió este monumento, según testamento, en honor de Bolosea, hija de Pellio y de Fidio, hijo de Macer.

Parece ser que sus padres fueron Bolosea, hija de Pellio y Fidio, hijo de Macer. El nombre de lo madre es de tradición indígena y el del padre es propiamente romano, aunque es muy extraño que no tenga el trianómina romano.

• Otro epígrafe, posiblemente el correspondiente al pedestal del lado SW del arco, nos pone en contacto con la esposa de Marco Fidio Macer, llamada Luperca, hija de Luperco



IVLIAE. LVPERCI . F

LVPERCAE. M. FIDIVS

MACER. VSORI. P. I.

-IVLIAE LVPERCI F(ILIAE) LVPERCAE M(ARCVS) FIDIVS MACER UXORI P(ONENDVUM) I(VSSIT)

-A Julia Luperca, hija de Luperco, Marco Fidio Macer, mandó ponérsela a su esposa.

• Pero estos datos dejarían de tener transcendencia si no hubiese aparecido un tercer epígrafe en el que Marco Fidio Macer, de la tribu Quirina, nos dice en su breve cursus honorum que fue magistrado tres veces, que luego fue dos veces Dunvir y que en el momento de redactar la inscripción era praefectus fabrum, es decir, jefe o encargado de un collegium fabrum o cuerpo de bomberos de su ciudad.



AVG. TREBAR (---

M. FIDIVS. FIDI. F. QVIR(---

MAG. III. II. VIR.II PRAEF F(---­

-AVG(VSTAE) TREBAR(VNAE) M(ARCVS) FIDIVS FIDI F(ILIVS) QUIR(INA) (MACER) MAG(ISTRATVS) III IIVIR II PRAEF(ECTVS) FA(BRVM)

-A la diosa Augusta Trebaruna. Marco Fidio Macer, hijo de Fidio, de la tribu Quirina, magistrado tres veces, dunvir dos veces, praefecto de construcciones o cuerpo de bomberos.

El cursus honorum de este personaje nos aclara y confirma paso a paso lo evolución jurídica-administrativa de Cáparra.

-Como ciudad peregrina que era en tiempo de Plinio, y además estipendiaria, no podría ser administrada por Dunviri. El presidente de una civitas indígena peregrina era un magíster o magistratus que podía ser un ciudadano romano, en uso de su trianómina. Generalmente cargos así solían recaer, siempre que era posible, precisamente en indígenas con disfrute de la ciudadanía romana.

Así pues, cuando Marco Fidio Macer desempeñó el cargo de magistratu de Cáparra, la ciudad era todavía lo que Plinio dijo: civitas stipendiaria.

-Pero se da el caso, que en vida de este mismo individuo, Cáparra cambió de status político, convirtiéndose de ciudad peregrina estipendiaria en municipio de derecho romano. Entonces, Macer, hombre sin duda muy poderoso, es de nuevo nombrado o elegido presidente de su comunidad, pero no ya con el título de magistratu sino con el correspondiente a un municipio romano, con el de Dunvir.

Por la fecha del edicto -74 d. C. - se puede decir que Cáparra se convirtió en un municipio flavio de la Lusitania.

Cáparra se ha incluido en el proyecto de rehabilitación integral del Patrimonio Extremeño "Alba Plata" que con la cofinanciación del Banco Europeo de Inversiones pretende la recuperación del camino histórico de la Vía de la Plata. En el entorno de la ciudad romana se ha construido un Centro de Interpretación.

(Agradecimientos a la profesora Victoria Rodrigo López )

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