jueves, 1 de septiembre de 2016

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA I (Números 1 - 701)

CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA I (Números 1 - 701)



EH, ¿DÓNDE ESTA LA SANGRE?

Por

Robert Breaker III

1ra edición

con todos los derechos reservados.

Nota: Disculpe si hay errores en este libro. Tuve que ponerlo en la página de internet rápidamente, mientras que todavía no he tenido tiempo revisarlo.

Si Dios permite, lo haré pronto. O si hay alguien que me quiere ayudar en esto, favor envíame un correo electrónico a: Robertbreaker3@hotmail.com




Introducción

Hace algunos años atras, salió en el televisor un comercial de un restaurante de comida rápida en que ellos trataban de hacer sus hamburguesas lucir más ricas que las de sus competidores. El anuncio mostró tres ancianas entrando a un comedor de comida rápida ordenando una hamburguesa. Cuando se entregó su alimento, una de las mujeres partió el pan y dijo aquellas palabras famosas recordadas hasta hoy en día por todos los que han visto ése comercial sólo una vez, “Eh, ¿Dónde esta la carne?”

Siguiendo el espíritu de esa anciana, yo también tengo una pregunta. Pero en vez de “¿Dónde esta la carne?” Yo quiero peguntar algo mucho más importante: “EH, ¿DÓNDE ESTA LA SANGRE?”

En esta época de apostasía que la Biblia llama Laodicea, encuentro más y más que la sangre preciosa de Jesucristo ha sido, olvidada, evitada, o deliberadamente omitada en circulos Cristianos. ¿Por qué es así? “Eh, ¿dónde esta la sangre?”

Hace pocos años pasados el Cristianismo fue llamado “La Religión Sanguina.” ¿Por qué? Porque siempre predicó que la sangre de Cristo Jesus era esencial para ser salvo. Sin embargo, hoy casí no se escucha de la sangre de Cristo. Los que dicen que son Cristianos ni la menciona. Por ésto, se debe preguntar, “Eh, ¿Dónde esta la sangre?”

Los pocos que mencionan la sangre de Cristo, muchas veces lo hacen con una conotación negativa, como los liberales modernos quienes enseñan que la sangre de Jesus no se diferenció de la sangre de cualquier humano. Pero, eso es una tontería. Porque sangre humana es sangre pecaminosa. Y la sangre de Jesus no es igual que la del hombre, sino es LA SANGRE DE DIOS (Actos o Hechos 20:28).

Muchos apostatas modernos ahora afirman que la sangre derramada de Cristo no es lo que hizo expiación por los pecados del hombre. En vez de la sangre, muchos ahora enseñan que sólo fue la muerte de Cristo. Sí esto es la verdad, Jesús no hubiera tenido que derramar su sangre en la cruz para salvarnos. El pudo ahogarse, o morirse estrangulado, o muerto de un ataque de corazón, o dado a si mismo una inyección letal, para salvar a los seres humanos de sus pecados.

Pero, la Biblia claramente nos enseña que es sólo la sangre derramada de Cristo Jesús que nos limpia (1 Juan 1:7), redime (Col. 1:14), justifica (Rom. 5:9), purifica (Heb. 9:14), remite (Heb. 9:22), perfecciona (Heb. 13:20,21), sanctifica (Heb. 13:12), lava de los pecados (Rev. o Ap. 1:5), y nos da paz con Dios (Col. 1:20).

En la Biblia, la sangre de Jesucristo se llama sangre preciosa (1 Pedro 1:19), sin mancha ni contaminación (1 Pedro 1:19), eterna (Heb. 13:20), mandada (Heb. 9:20), poderosa (Actos o Hechos 20:28), y expiatoria (Levi. 17:11).

Además, la sangre de Jesús también esta conocida como sangre inocente (Mateo 27:4), la sangre del Cordero (Ap. o Rev. 12:11), su propia sangre (Heb. 13:12), la sangre del pacto eterno (Heb. 13:20), la sangre de la rociadura (Heb. 12:24), la sangre de Cristo (Ef. 2:13), la sangre de su cruz (Col. 1:20), su sangre (Ef. 1:7), la sangre del Señor (1 Cor. 11:27), la sangre de este hombre (Actos o Hechos 5:28), la sangre del Nuevo Testamento (Marcos 14:24), and la sangre de Dios mismo (Actos o Hechos 20:28).

En Ingles, la palabra sangre aparece 447 veces en la Biblia Rey Jaime de 1611 (también conocido como el King James). Casi cada referencia aplica a la sangre de Jesús, directamente ó simbólicamente. Con todos estas referencias a la sangre de Jesús, ¿por qué hay poco enfasis sobre ella en el cristianismo moderno de hoy? EH, ¿DÓNDE ESTA LA SANGRE?”

Pues, éste libro te mostrará donde esta ubicada la sangre de cristo — en la silla de misericordia en el cielo, puesto allí por Dios mismo, y esperando lavarte de todos tus pecados, seras más blanco que la nieve sí vienes a Jesucristo para la salvación.

Más, éste librito te mostrará que el cristianismo moderno de hoy esta en apostasía completa y ha salido del plan de salvación bíblico (una expiación sustitutoria) cuando no predica la sangre derramada de Jesucristo.

Así dicho, déjeme cuestionarle otra vez, a tí, querido lector, “Eh, ¿Dónde esta la sangre?”

¿Por qué no lees más para saber?




CAPÍTULO 1

SACRIFICIOS DE SANGRE EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Como ha sido mencionado antes, la palabra sangre (blood) aparece en la Biblia Rey Jaime en Ingles exactamente 447 veces. E interesantemente, la palabra pecado (sin) aparece 447 veces también. Esto quiere decir que para cada pecado en la Biblia, ¡hay sufficente sangre para cubrirlo! ¡Qué gran bendición! (Uno debe anotar que en las versiones nuevas basadas en los textos críticos, este fenómeno no se encuentra, porque muchas versiones nuevas son obras corruptas, quitando muchos pasajes sobre la sangre de Cristo).

La Biblia nos enseña claramente en Hebreos 9:22“…sin derramamiento de sangre, no hay remisión.” Esto significa que SIN SANGRE, DIOS NO PERDONA.

La Biblia nos muestra ésta doctrina con toda claridad dentro sus páginas. Sin expiación de sangre, nada puede obtener la salvación.

En la Biblia encontramos sacrificios de sangre en todo el Antiguo Testamento. Cuando Adán y Eva pecaron, Génesis 3:21 dice que Dios les vestió con piel de un animal (un cordero según otros pasajes). Dios mismo sacrificó aquel animal, mostrándoles lo que él demandaba para aplacar su ira.

Mientras que Adan y Eva miraban con horror, ellos vieron la sangre carmesí caliente vertiendo de ésta criatura inocente. Lo que ellos pensaba, nadié sabe hasta el día de hoy. Pero algo es claro—entendieron que el inocente derramó su sangre en lugar de ellos por sus pecados.

En todo el resto del Antiguo Testamento, se halla bastantes sacrificios de sangre por la remisión de pecado. Cuando Caín y Abel ofrecieron sacrificios a Dios en Génesis capítulo cuatro, leemos que Caín trajo el fruto de su labor, mientras Abel ofreció nada más que un cordero sacrificado. En versículos 4 y 5 leemos: “Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda, mas no miró propicio a Caín y a la ofrenda suya.”

Dios sólo aceptó la ofrenda de SANGRE DERRAMADA, no la ofrenda de ALGO HECHO DEL HOMBRE PECADOR (lo que es un tipo de las obras humanas).

Lo mismo es verídico hoy en día. Dios rechaza a los que confian en sus propias obras, y únicamente salva a aquellos, como Abel, que confian en la sangre derramada del Cordero.

En Génesis capítulo 22, leemos sobre Abrahan, y como Dios le probó cuando le pidió ofrecer su únigenito hijo como un holocausto a Dios. Cuando ambos subieron a la montaña de sacrificio (El Monte Moriah), Issac dijo a su padre en el versículo siete: “He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde esta el cordero para el holocausto?”

También Isaac sabía que un sacrificio de sangre derramada fue la única cosa que puede aplacar la ira de Dios.

El bello versículo que sigue es una profecía del sacrificio del Señor Jesus, cuando Abraha dice, “...Dios se proveerá de cordero para holocausto, hijo mio.” (Nota: En Ingles, se ve más claramente, cuando dice “…My son, God will provide himself a lamb for a burnt offering.” Traducido, dice: “Hijo mio, Dios se proveerá a sí mismo como un cordero de holocausto.”)

Jesucristo algunos mil ochocientos años despúes se convertió en el último sacrificio cuando murió como el Cordero de Dios, pagando por los pecados de todo el mundo.

Y ¿quién puede olvidar la Pascua de los Judios en el libro de Éxodo? Allí leemos que Dios mandó a los Judios matar a un cordero y echar su sangre sobre los postes y el dintel de la casa (un tipo de la cruz). Éxodo 12:13 declara, “Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre, y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad, cuando heriré la tierra de Egipto.” Otra vez miramos que un hombre sólo pudo ser salvo por medio de la sangre derramada de un cordero.

Además, ¿quién puede ignorar la ley de Moisés, que enseña al hombre bajo la ley como ofrecer un sacrificio de sangre a Dios por medio de los sacerdotes? En Levítico capítulo tres, versos uno al ocho leemos:

“Y si su ofrenda fuere sacrificio de paz, si hubiere de ofrecerlo de ganado vacuno, sea macho o hembra, sin defecto lo ofrecerá delante de Jehová: Y pondrá su mano sobre la cabeza de su ofrenda, y la degollará a la puerta del tabernáculo del testimonio; y los sacerdotes, hijos de Aarón, rociarán su sangre sobre el altar en derredor. Luego ofrecerá del sacrificio de las paces, por ofrenda encendida a Jehová, el sebo que cubre los intestinos, y todo el sebo que esta sobre las entrañas, Y los dos riñones, y el sebo que está sobre ellos, y sobre los ijares, y con los riñones quitará el redaño que esta sobre el hígado. Y los hijos de Aarón harán arder esto en el altar, sobre el holocausto que estará sobre la leña que habrá encima del fuego; es ofrenda de olor suave a Jehová. Mas si de ovejas fuere su ofrenda para sacrifcio de paces a Jehová, sea macho o hembra, ofrecerála sin tacha. Si ofreciere cordero por su ofrenda, ha de ofrecerlo delante de Jehová: Y pondrá su mano sobre la cabeza de su ofrenda, y después la degollará delante del tabernáculo del testimonio; y los hijos de Aarón rociarán su sangre sobre el altar en derredor.”

Nota: Versiones modernas perversas como la NVI, la RV 1995, la RV 1960, Dios Habla Hoy, y muchos más, son culpables de hacer el Señor Jesús un pecador en versículo vientidos cuando cambian las palabras “la purificación de ella” (tomado del Texts Receptus) a “la purificación de ellos,” (del texto crítico y católico), insinuando que Jesús también necesitaba un sacrificio por sus propios pecados. Sin embargo, nada puede ser más blasfemoso, ni mas lejos de la verdad. La Biblia Rey Jaime en Ingles, basada en el Textus Receptus, también conocido como EL TEXTO MAYORÍA de Griego, dice claramente que solo Maria necesitaba un sacrificio de purficación por sus pecados. Jesús no necesitaba ningún sacrificio porque el no fue pecador (2 Cor. 5:21), sino EL SACRIFICIO INCARNADO, y DIOS MANIFESTADO EN LA CARNE (1 Tim. 3:16), quien como el sustituto sin pecado vino al mundo para morir por los pecados de la humanidad.

Aquí Dios mandó al pecador a venir al tabernáculo y poner sus manos sobre su sacrificio y matarlo. Después los sacerdotes recogieron la sangre y la rociaban en derredor del altar.

Fíjese que fue el pecador, no el sacerdote, que mató el sacrficio. Esto nos da un ejemplo perfecto de la salvación en el Nuevo Testamento. Porque la Biblia nos enseña que Jesucristo de su propia voluntad dio su vida por nosotros aquel día en el Calvario. Sin embargo, nosotros pecadores somos culpables de su muerte—¡porque nosotros somos los que matabamos al Señor Jesus! Nuestros pecados pusieron a Cristo en el madero. Nosotros asesinabamos al Señor de Gloria por nuestros propios trangresiones.

Ahora, cuando alguien entiende ésta verdad bíblica y recibe a Cristo como su Salvador por la fe, él esta personalmente apropiando el sacrificio de Jesús por sus propios pecados, igual que aquel hombre bajo la ley de Mosiés aplicó su ofrenda a sí mismo por medio de poner las manos en la cabeza de su sacrificio.

Asimismo, el hombre en el Antiguo Testamento que ofrecio su sacrificio no tenía derecho echar la sangre sobre el altar. No pudo. Sólo un sacerdote pudiera hacerlo por él. Y en Hebreo capítulo nueve y versículo doce, leemos que Jesucristo, nuestro SACERDOTE ALTISIMO, “…por su propia sangre, entró una vez en el lugar santísimo, habiendo obtenido redención eterna para nosotros.”

El Antiguo Testamento entero esta lleno de sacrificios de sangre desde Génesis hasta Malaquías. Y no me queda tiempo ni espacio para hablar de los sacrificios ensangrentados de Samuel (1 Sam. 9:12,13), de David (2 Sam. 24:18-25) y su familia (1 Sam. 20:28,29), de Salomón (1 Reyes 3:3-4, 2 Cron. 7:5), de Elías (1 Reyes 18:36-39), de Esdras (Esdras 4:2), y mucho más. ¡La Biblia es un libro sanguina! Isaiás 34:6 lo dice bien:

Llena esta de sangre la espada de Jehova [La Biblia],engrasada esta de grosura, de sangre de corderos y de cabritos, porque Jehová tiene sacrificios en Bosra, grande matanza en tierra de Edom.

Ahora, vamos a fijar nuestra atención a la sangre en el Nuevo Testamento, más especificamente, el sangre del Señor Jesús.




CAPÍTULO 2

LA SANGRE DE CRISTO JESUS

Según la Biblia, Jesús vino a éste mundo para salvar a los pecadores (1 Tim. 1:15). Mateo 1:21 dice, “...y llamarás su nombre JESUS: porque él salvará a su pueblo de sus pecados.”

Entonces, Jesús fue nacido en éste mundo por un sólo propósito—salvarnos de nuestros pecados.

La Biblia nos declara que Jesucristo es “El Cordero de Dios” (Juan 1:36). Y ¿dónde se encuentra mejor lugar para que naciere un cordero que un pesebre (Lucas 2:7)? Este pequeño Cordero de Dios fue nacido para morir. Dios planeó usarle como el último sacrificio por los pecados del hombre, el justo por los injustos (1 Pedro 3:18).

Aunque Jesús nació sin pecado, su madre no era así. En Lucas 2:21-24 leemos que también María necesitaba un sarificio de sangre por sus pecados según la ley de Moisés:

Y cuando fueron cumplidos ocho días para circuncidar al niño, llamaron su nombre JESUS, el cual fue así llamado por el ángel antes que él fuese concebido en el vientre. Y cuando fueron cumplidos de la purificación de ella conforme a la ley de Moisés le trajeron a Jerusalem para presentarle al Señor, (Como está escrito en la ley del Señor: Todo varónque abriere la matriz, será llamado santo al Señor;) Y para ofrecer sacrificio conforme a lo que esta dicho en la ley del Señor, un par de tórtolas, o dos palominos.

Algunos intentan a enseñar que Jesucristo fue nada más que un hombre común, cuyos padre fue José y su madre María. Por ésto, declaran que la misma sangre que corrió por la venas de Jesús fue nada más que la misma sangre corrupta que nosotros recibimos por lineaje de Adan. Pero, ¡nada puede ser más lejos de la verdad!

Según la Biblia, Jesucristo no es el hijo de José, sino el HIJO DE DIOS (John 1:34). In Lucas 1:26-35, leemos la siguiente historia sobre como Jesús fue concebido:

26 Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado de Dios a una ciudad de Galilea, que se llama Nazareth, 27 A una virgen desposada con un varón que se llamaba Joseph, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. 28 Y entrando el ángel a donde estaba ella, dijo: ¡Salve, altamente favorecida! El Señor es contigo: bendita tú entre las mujeres. 29 Mas ella, cuando le vio, se turbó de su palabra, y pensaba que salutación fuese ésta. 30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y he aquí, que concebirás en el vientre, y parirás un hijo, y llamarás su nombre JESUS 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo: y le dará el Señor Dios el trono de David su padre; 33 Y reinará sobre la casa de Jacob eternamente, y de su reino no habrá fin. 34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? porque no conozco varón. 35 Y respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo santo que de ti nacerá, será llamado Hijo de Dios.

Aquí nos dice que Jesucristo fue concebido en alguna manera misteriosa por medio de Dios mismo cuando el Espíritu Santo “vino sobre” María. ¡Esto significa que el padre de Jesús es no más que Dios mismo! También ésto prueba que la sangre de Cristo no es sangre de pecado, sino LA SANGRE DE DIOS (Actos o Hechos 20:28).

Jesucristo no tuvo carne de pecado como todos que nazcan de la simiente de Adan. Romanos 8:3 nos dice, “...Dios enviando a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado, y por el pecado, condenó al pecado en la carne.”

Cristo Jesús estuvo en semejanza de carne de pecado, pero sin la naturaleza de pecado pasado de un padre humano a otro padre humano. Jesús entonces fue completemente humano, pero sin pecado, y competemente divino, porque fue el Hijo de Dios.

Este Dios-hombre, entonces caminó en la tierra por 33 años sin pecar ni una vez. Que Jesús sabía que él tuviera que morir por los pecadores, no hay duda, porque en ocasiones numerosas él contó a sus discipulos exactamente lo que pasará a él. Por ejemplo, en Mateo 20:17-19, leemos:

Y subiendo Jesús a Jerusalem, tomó sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo: He aquí subimos a Jerusalem, y el Hijo del hombre será entregado a los príncipes de los sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte; Y le entregarán a los Gentiles para que le escarnezcan, y azoten, y crucifiquen; mas al tercero día resucitará.

También encontramos a Jesús dando profecía de su muerte en muchos otros lugares, incluyendo Mateo 16:21 y 17:22-23; Marcos 9:31 y 10:32-24; Lucas 9:21-22; 18:31-33; 24:6-7; y Juan 12:31-33.

Preparado y sabiendo el porque fue enviado, Jesús voluntariamente entregó a si mismo a sus captores y sufrió horribles tormentas. Ellos le escupían en su cara, le golpeaban, le burlaban, le puñalaban, le bofeteaban, y much más peor. Después él sufrió los más cruel tortura bajo los Romanos, cuando ellos le crucificaron, violando sus manos y pies con clavos. Oh, ¡tanta sangre que derramó¡

Pero, esto aconteció según el plan de Dios. Como el himno en Ingles dice, “Jesus construyó un puente al cielo, con sólo tres clavos y dos pedazos de madera.”

Jesús voluntariamente sufrió y derramó su sangre y murió por los pecados de toda la humanidad. Y sobre aquel árbol, él derramó cada gota de su sangre. Tanto, que sólo quedó agua, y esto también salió de su cuerpo, según Juan 19:34: “Empero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y luego salió sangre y agua.”

Jesús de su propia voluntad derramó su sangre para hacer la expiación para los pecados del hombre. Hebreos 13:12 nos enseña que el propósito de Jesús, “Por lo cual Jesús también para santificar al pueblo por su propia sangre, padeció fuera de la puerta.”

Como fue mencionado antes, no hay remisión sin derramamiento de sangre. Y gracias a Dios, Jesús libremente ofreció su propia sangre sin pecado como una ofrenda a Dios para que nosotros podemos ser santificado o salvo.

Como dice otro himno en Ingles, “Cuando Cristo estaba en la cruz, ¡estuvo pensando en mí!”

Jesús no solamente murió por su propio pueblo (los Judíos), ¡sino por los pecados de todo el mundo! En 1 Juan 2:2, leemos, “Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, mas también por los de todo el mundo.”

Esto significa que el Señor Jesús no murió sólo por algúna raza, tribu, o género de personas. ¡El murió por cada ser humano sobre la faz de la tierra, y que cualquier puede venir a él para el perdón de los pecados!

Asi que, la única manera para ser salvo, entonces, es por medio de un sacrificio de sangre. En el Antiguo Testamento, Dios demandó la sangre de un cordero. En el Nuevo Testamento, vemos la sangre del Cordero de Dios (Juan 1:29) muerto por nuestros pecados. Y todo aquel que quiere venir a Dios debe acercarse por fe (Heb. 11:6), in aqella preciosa sangre (1 Pedro 1:18,19) derramada (Rom. 3:25).

Que Dios Padre tenía presciencia del sacrificio de Cristo, no hay duda. La Biblia nos enseña que ésto fue el plan de Dios en la eternidad pasada, cuando leemos, Revelación o Apocalipsis 13:8, “el Cordero...inmolado desde la fundación del mundo.”

En su sabiduria infinita, Dios sabía aún antes que creó al hombre, que el hombre caerá en el pecado. Entonces Dios creó al hombre con el plan que cuando ésto acontecerá, Dios daría al hombre una manera regresar a la comunión con él. (¡Qué gran Dios misericordioso!) El hombre pudiera venir a Dios por LA SANGRE de un cordero—más especificamente, EL CORDERO Jesucristo.

Cuando Cristo Jesús murió en la cruz del Calvario, derramando cada gota de sangre, la Biblia nos dice que Dios Padre le castigó a él por todos los pecados del mundo entero, echando su ira contra pecado sobre su únigenito y querido hijo.

En otras palabras, la muerte sacrificial de Cristo en la cruz aplacó la ira de Dios contra los pecados de la humanidad. En Isaías capítulo 53, leemos los siguientes versículos de profecía:

6 Todos nosotros nos descariamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino: mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. 7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca: como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. 8 De la cárcel y del juicio fue quitado; y su generación ¿quién la contará? Porque cortada fue de la tierra de los viventes; por la rebelión de mi pueblo fue herido. 9 Y dipúsose con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; porque nunca hizo él maldad, ni hubo engaño en su boca. 10 Con todo eso Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando hubiere puesto su vida en expiacíon por el pecado verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada. 11 Del trabajo de su alma verá y será saciado; con su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y él llevará las iniquidades de ellos.

Esta profecía fue cumplida el día que Jesús murió. Dios Padre pusó en él las iniquidades (o pecados) de todos nosotros (2 Cor. 5:21) mientras que Cristo llevó nuestros pecados (1 Pedro 2:24), dándose mismo para nosotros en nuestro lugar (Gal. 1:4). El pagó nuestro deuda de pecado la única manera que pudo aplacar la ira de Dios—por medio de derramando su sangre (Heb. 9:22). Y cuando Jesús clamaba, “Consumado es,” en Juan 19:30, él querría decir que el sacrificio último y eficaz ha sido hecho por todos los pecados de todo el mundo.

Ademas, presta atención a la cosa más importante, en versículo once arriba, dice que Dios el Padre fue “saciado.” Esta palabra del Griego en Ingles esta traducido “satisfecho,” que quiere decir que Dios Padre fue satisfecho con el sacrificio sanguinolento de sustitución de su Hijo. También el pasaje nos dice en verso 10 que Dios Padre “quiso quebrantarle.” Esto nos muestra que era el plan de Dios. Dios mató a su Hijo, y echo en él su ira contra todos los pecados de todo el mundo. En Ingles, el pasaje dice que Dios Padre fue “pleased” (agradado), con el sacrificio de su Hijo.

Ahora, querido lector, sobra los siguientes preguntas: ¿Eres tu agradado con el plan de salvación que Dios ha hecho? Y ¿Estás satisfecho con el sacrificio de Cristo Jesús quien ya pagó por tus pecados en la cruz?

Porque la única manera ser salvo es poner su FE COMPLETA en CRISTO JESUS, CONFIANDO únicamente en su EXPIACION SACRIFICIAL SANGUINOLENTO. Romanos 3:25 lo dice claramente:

“Al cual Dios ha propuesto por propiciación POR LA FE EN SU SANGRE, para manifestación de su justicia por la remisión de los pecados pasados...”

¿En que confías para llevarte al cielo? ¿Estás confiando en el SACRIFICIO DE LA SANGRE de Cristo Jesús? o ¿en algún sustituto SIN SANGRE aparte del Señor y Salvador Jesúcristo?

Pues, si confías en algo aparte de la sangre de Cristo, ni eres salvo ni cristiano. Porque, “Sin derramamiento de sangre, no hay remisión de pecados.”



CAPTÍTULO 3

EL EVANGELIO MODERNÍSTICO SIN SANGRE

EL EVANGELIO VERDADERO BÍBLICO

Antes de ver el evangelio moderno perverso (lo que omite la sangre y quiere evitar salvación por medio de fiar en el sacrificio de Cristo), primero debemos entender lo que es el Evangelio verdadero. Según las sagradas escrituras, EL EVANGELIO consiste de la muerte, sepultura, y resurrección de Cristo. Leemos esto en 1 Cor. 1:1-4:

Empero os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, y en el cual estáis firmes; Por el cual asimismo sois salvos, si retenéis en la memoria lo que os he predicado, si no es que habeís creído en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo yo recibí, que Cristo murió por nuestros pecados, según las escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día según las escrituras;

Aquí miramos los cinco partes del Evangelio:

1. Cristo murió

2. Por nuestros pecados

3. Fue sepultado

4. Resucitó

5. Según las Escrituras

La sangre de Jesús luce claramente dentro este Evangelio. Es un EVANGELIO ENSANGRENTADO.

Cuando leemos las palabras “...Cristo murió...” nos pone a pensar en las cinco heridas de Cristo que el recibió dentro su crucifición. Cristo derramó cada gota de su sangre mientras que los hombres le golpeban y abofeteaban brutalmente. Isaías 52:15 nos dice, “...en tanta manera fue desfigurado de los hombres su parecer…” significando que tanto que golpeaban al Señor, casí fue irreconcible. Fue un hombre completemente derrotado dejado en la astilloso cruz de Calvario para sangrar.

A leer la palabras “...por nuestros pecados…” inmediatemente nos acuerda de Isaías 1:18: “Venid luego, dirá Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como a nieve serán embanquecidos: si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.”

Aquí la biblia dice que el pecado es como grana o carmesí—el mismo color de sangre. Sin duda, la humanidad es una raza ensangrentosa.

Del asesino carnicería de Abel, a las guerras inumerables que hombres pelen, es facíl ver que la historia del Hombre esta cubierta con sangre. Y la biblia nos enseña en Numeros 35:33, “...porque esta sangre amancillará la tierra; y la tierra no será expiada de la sangre que fue derramada en ella, sino por la sangre del que la derramó.”

Dios demanda la sangre del hombre culpable por su pecado. Pero Dios aceptará un sustituto si sangre innocente esta ofrecida en lugar del culpable. En el Antiguo Testamento, el cordero innocente murió por el pecador. Pero, en el Nuevo Testament, Cristo derramó su propia sangre por nuestros pecados una vez, ¡como nuestro SUSTITUTO! (¡Que gran amor!)

El Evangelio sigue diciendonos que Jesús “...fue sepultado…” Sus discípulos le enterró en la mimsa tierra en que su sangre hubo derramado sólo poca horas antes.

Cuando Abel (un tipo de Cristo) murió, leemos lo que Dios dijo a su asesino Caín, “¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra?” (Gén. 4:10)

Este versículo declara que sangre derramada grita o clama a Dios desde la tierra. Escrudiñando las Escrituras, llegamos a Hebreos 12:24, y llemos que también la sangre de Cristo, “...habla cosas mejores que la de Abel.” Y en verso 25, hay un mandamiento que dice, “Mirad que no recuséis al que habla.”

Biblicamente, uno tiene que aceptar la sangre de Cristo Jesus y no rechazarla, porque ¡solamente la sangre derramada expiatoria de Jesucristo puede hablar a Dios en nombre del pecador!

El cuarto parte del evangelio es Cristo “...resucitó.” ¡Esta es la ascensión gloriosa de nuestro Señor Jesucristo! La muerte no pudo mantenerle. El infierno no pudo amarrarle. El sepulcro no pudo sujetarle. ¡El subió por su propio poder! (Juan 10:17,18)

Además, el propósito de la resurreccion de Jesús fue para llevar su propia sangre arriba y ofrecerla a Dios sobre el altar en el cielo. Esto vemos claramente en Hebreos 8:3-5:

3 Porque todo sumo sacerdote es ordenado para ofrecer dones y también sacrificios: por lo cual es necesario que éste también tuviese algo que ofrecer. 4 Porque si él estuviese sobre la tierra, ni aun sería sacerdote, habiendo aún los sacerdotes que ofrecen los dones según la ley. 5 Los cuales sirven de ejemplo y sombra de cosas celestiales, como fue avisado por Dios a Moisés, cuando estaba para hacer el tabernáculo, porque: Mira, dice, haz todas las cosas según el dechado que se te ha sido mostrado en el monte.

Aquí Dios dice que el tabernáculo de Moisés en la tierra es una sombra y un ejemplo de las cosas en el tabernáculo celestial. Después leemos en Hebreos 9:12 y 24-26:

12 Ni por la sangre de machos cabríos, ni de becerros, mas por su propia sangre, entró una vez en el lugar santísimo, habiendo obtenido redención eterna para nosotros... 24 Porque no entró Cristo en lugares santos hechos de mano, que son figuras del verdadero, mas en el cielo mismo para aparecer ahora por nosotros en la presencia de Dios: 25 Empero no para ofrecerse muchas veces a sí mismo; como entra el sumo sacerdote en el santuario cada año con sangre ajena; 26 De otra manera fuera necesario que hubiera padecido muchas veces desde el principio del mundo: mas ahora una vez en el fin del mundo, para deshacimiento del pecado, apareció por el sacrificio de sí mismo.

Cristo Jesús apareció en el cielo con su propia sangre, y la ofreció a Dios sobre la cubierta del arca. ¡Todavía esta allí lista para lavar el mas vil pecador de sus pecados al momento que acepta al Señor como su Salvador!

Finalmente, el Evangelio termina con “...Según las escrituras.” (Nota: Otras versiónes dicen conforme a las escrituras). Tan importante es ésta afirmación, que está mencionada dos veces en el mismo capítulo. ¿Por qué murió Cristo según las escrituras? Porque todo el Antigua Testamento anunció la muerte y resurreción de Cristo por medio de cienes de profecías. También podemos ver Cristo simbolizado en los millones de corderos matados ofrecidos a Dios para la remisión del pecado.

Al decir esto, ¡es tan claro como un arroyo puro que sale de la montaña alta que LA SANGRE DE CRISTO se encuentra en todos los partes del evangelio! El Evangelio Bíblico es entonces, SANGUINOLENTOSO. Y ¡nadie puede predicar el evangelio sin predicar la sangre derramada de Cristo Jesús!



EL EVANGELIO MODERNÍSTICO SIN SANGRE

Hace años pasado, un predicador antiguisimo dijo una vez, “Si no te predicas la expiación de sangre, ¡no te predicas el evangelio!”

Como hemos visto, esta declaración es pura verdad. Es imposible predicar el Evangelio sin predicar sobre LA EXPIACION DE SANGRE DE CRISTO JESUS. Y es imposible predicar de la expiacion de Cristo sin predicar el evangelio. Los dos son intercambiable.

Sin embargo, en éste epoca apostata de Laodicea, no se escucha mucho sobre la sangre de Jesús, especialmente de los que jactan de ser ganadores de almas. ¿Por qué? Eh, ¿dónde esta la sangre?

La Biblia nos dice que en los últimos días: “...algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores, y a doctrinas de demonios, que con hipocresía hablarán mentira, teniendo cauterizadala conciencia.” (1 Tim. 4:1,2)

Esta desviación de la fe podemos ver en las tres mas importantes doctrinas cristianas: 1. La Santificación, 2. Las Sagradas Escrituras, y 3. La Salvación.

Cristianos no viven tan santo o santificado que en los días pasados. Cuando un inconverso piensa en un cristiano hoy, usualmente le estima con desdén y desprecio, llamándole un hipócrita o pretendiente. Este es porque muchos que dicen que son cristianos hoy en día ni tienen nada de fruto para mostrarsela que son cristianos de verdad. Viven tan mundano, (si a veces no más mundano) que los perdidos. Un predicador anciano lo dijo nitídamente, “¡El problema con el mundo de hoy es que el mundo esta mas religioso, y los religiosos son más mundanos!”

Porque el mundo y la iglesia han abrazado uno al otro, humanismo secular, psiciología mundana, y erudición liberal han metido en el cristianismo y se juntado en atacar las sagradas escrituras. Por esto, hay muchas versiones nuevas de la biblia en nuestra epoca. En vez de guardar la Antigua Rey Jaime, que trajo más avivamiento que cualquier otro libro conocido en el mundo entero, mucho cristianos prefieren una versión nueva, pensando que es “mas facíl entender.”

Pero, si es más facíl enteneder, ¿por qué hay más que 200 versiones en Ingles? ¿Es cierto que cada uno es más entendible, cuando cada una lea en contra de las demás? Y ¿por qué quitan hasta versículos enteros como la NVI quita Hechos 8:37? Y ¿por qué las versiones nuevas quitan la sangre de Cristo en muchos versículos?

Pues, puedo continuar hablando mucho sobre las doctrinas de santificación y las escrituras, en verdad puedo escribir un libro grande sobre cada uno, mostrando que el cristianismo moderno ha apartado de la fe y en muchos casos esta culpable de enseñar el opuesto de lo que cristo y sus apostles enseñaron. Pero, me gustaría enfocar más en nuestro tema—la doctrina de la SALVACIÓN.

Como hemos visto en nuestro estudio, el Evangelio Bíblico es ESCABROSO y ENSANGRENTADO. Y hemos probado indudablemente que es imposible predicar salvación por gracia por la fe sin primeramente predicando EL EVANGELIO MANCHADO DE SANGRE. Biblicamente, una person debe confiar en la sangre de Cristo para ser salvo. Romanos 3:25 nos cuenta esto claramente cuando dice, “Al cual Dios ha propuesto por propiciación por la fe en su sangre...”

Si tu quieres ser salvo, debes fiar en la sangre de Jesucristo. ¡No puedes omitirla! Cristo solamente puede ser tu propiciación o sustituto cuando tu fe esta en su sangre derramada.

Inmediatamente, alguien protestará diciendo que la sangre derramada de cristo es solamente las mechanicas de la salvación y a person no necesariamente tiene que entender o hubo escuchado sobre la sangre para ser salvo. Pero éste versículo declara que la sangre derramada de Cristo Jesús debe ser el OBJETO de la fe. Porque cuando un hombre confia en la sangre de Criso, estan manifestando o declarando la justicia de Dios.

Por esto, la sangre de Cristo es tan importante. Al confiar en otra cosa para llevarte al cielo es estar culpable de fiar en su propia justicia en vez de la justicia de Dios.

En Romanos 10:3, leemos de ellos que, “...ignorando la justicia de Dios, y procurando de establecer su propia justicia, no se han sujetado a la justicia de Dios.”

Ellos que confían en su propia justicia (o sus propias obras) son perdidos. Y aquellos que predican un evangelio sin sangre que enseña que uno puede conseguir las salvación aparte de la sangre de Cristo, son culpables de engañar otros en pensar que les pueden salvar a sí mismos por sus propias obras.

Entonces esto nos trae a una examinación del evangelio moderno de hoy predicado por los liberales apóstatas que completemente omiten el evangelio de la sangre REDENTORA de Cristo, y lo han reemplazado con un RITO que un hombre debe hacer para obtener el favor de Dios.

En vez de predicar el Evangelio bíblico que habla de LO QUE CRISTO HA HECHO POR TI, un pecador esta instruido HACER ALGO para ser salvo.

Brevemente, es un evangelio ánemico SIN SANGRE, que deja al pecador a confiar en SU PROPIA OBRA en vez de la OBRA PROPITIATORA TERMINADA de DIOS en la cruz de Calvario.

Este evangelio modernístico nuevo dice algo así, “¿Te gustarías ser salvo? Entonces, ¡Pide a Cristo entrar su vida y su corazón!”

Otras lo dicen así, “Tu necesitas hacer un compromiso con Dios, y darle su corazón y vida.”

Mas, otros dirán, “Ruégete y suplícate a Dios, pidiéndole a salvarte y dar te vida eterna.”

Y aún más otros lo dicen así, “Para irse al cielo, hay que repetir la oración del pecador, porque sólo puede ser salvo por medio de ésta oración.”

Estos refranes modernos no son bíblicos, y nada más que dichos nacidos de filosofía moderna, que deja al pecador pensando que su salvación viene por medio de su oracion, su compromiso, o su cambio de vida.

Cada uno de éstos evangelios tienen algo en común, ¡TODOS OMITEN LA SANGRE DE JESUCRISTO! Y los dejan a una persona confiando en lo que ELLOS HAN HECHO, en vez de lo que JESUS HA HECHO por ellos.



PIDIENDO LA SALVACION vs FIANDO EN LA SANGRE

En ningún lugar en la Biblia hallamos un pasaje que dice que debemos PEDIR a Dios a salvarnos. Empero, yo personalmente he escuchado muchos que dicen que son cristianos diciendo cosas así: “Algún día yo pedí a Dios a salvarme.” También me han dicho otros: “Yo pido la salvación de Dios cada noche antes de dormir.” O “Cuando peco, pido que Dios me da perdon y vida eterna otra vez.” (Esto prueba que ni sabe si son salvos o no).

Pero, ¿dónde se encuentra en la Biblia salvación imputada a un pecador porque él la pidió? No esta. Uno puede pedir sin confiar. Además, a pedir la salvación es dar a Dios la oportunidad decir, “Si,” o “No.”

Sin embargo, cuando una person promete darte algo, y tú lo aceptas su regalo por fe, el dadador no tiene ningúna opción sino dar lo que prometió. Y si el que prometió no lo da, es un mentiroso. ¡Dios no es mentiroso!

Biblicamente, Dios prometió dar vida eterna como un regalo (Rom. 6:23), a todos que simplemente CREEN en el Señor Jesucristo (Juan 3:16) por la FE EN SU SANGRE DERRAMADA (Rom. 3:25).

Dios no nos manda PEDIR la salvación, sino que Dios PIDE a nosotros a venir a él, aceptándole como Salvador CONFIANDO en su sacrificio ya hecho en la cruz para salvarnos.

Otros con éste evanglio falso predican que una person debe “Pedir a Jesús entrar tu corazón.”

Pero, ¿dónde esta la sangre en esto? ¿Qué tal si un hombre pide de Dios la salvación sin confiar que el sacrificio de Cristo es suficiente para salvarse? ¿Puede ser salvo por pedir sin confiar? ¿Es posíble que uno puede ser salvo sin confiar en la sangre?

No existe ningún versiculo en la Biblia que dice que Dios entra al corazón de nadie sólo porque él le pidió entrar.

Pero, la Biblia claramente enseña que Cristo sí entra al corazón en la siguiente manera en Efesios 3:17: “Que more Cristo POR LA FE en vuestros corazones; para que, arraigados y fundados en amor.”

La fe de uno debe estar completemente puesta en la obra terminada de LA SANGRE DERRAMADA DE CRISTO EN LA CRUZ, y ¡así y únicamente así entrará Jesus al corazón del creyente! Porque cuando uno confía en el sacrificio expiatorio de Cristo, él no esta confiando en algo que él ha hecho, sino lo que Jesús a hecho por él.

Biblicamente una persona ni puede ser salvo por pedir, sino por confiar. Y ¿en que debe confiar? ¡La Biblia dice que deben fiar en la SANGRE DERRAMADA de Jesucristo! Además, ¿dónde se encuentra la sangre cuando uno pide la salvación? Y ¿Cómo puede uno creer en la sangre si están pidiendo Dios a ser salvo aparte de confiar en la sangre derramada para ser salvo?

Decir que una persona deben pedir la salvación entonces es un EVANGELIO FALSO que FALTA LA SANGRE, y engaña al pecador confiar en SU PETICIÓN en vez de CRISTO y SU EXPIACIÓN.



COMPROMETERSE A CRISTO

Tampoco la Biblia nos dice que salvación es por medio de “Comprometerse a Cristo” o “Darle tu corazón.” No esta. Y si estuviera, ¿dónde esta la sangre en esto?

En vez de confiar en Cristo sólo, un pecador que hace un compromiso, o una promesa a Dios, expectando que recibirá la salvación por medio de cumplírselo, siempre confiará en su compromismo. Esto deja al pecador confiando en SU OBRA en vez de la OBRA DEL SALVADOR, ya hecho para él en la cruz.

Y si una person piensa que el ACTO de comprometerse a Dios le salva, ésta persona siempre estará confiando en las obras que el hace en nombre de Dios. Y ¿qué tal si no cumple su promesa, o sí anda descarriado? ¿Pierda su salvación?

No, la salvación no es por algo que nosotros COMETEMOS (Ef. 2:8,9 y Gal. 2:16). El razón que necesitamos ser salvo es porque COMETEMOS el pecado, y esto nos dejó condenado. Lo que el pecador necesita es Jesucristo.

Sí la salvación fuera por medio de comprometerse a Dios (darle tu corazón, hacer promesa a él, o prometerse a servir a Dios o dedicar tu vida a Dios), entonces la muerte y sangre de Cristo no vale nada. Y si salvación fuera por las obras, Cristo no hubiera necesitado sangrar y morir en la cruz. El pudiera quedado en el cielo y dicho, “Bien, ahora empiezo una dispensación nueva. Cualquiera que viene a mí y me da su vida o que me prometa servirme, le salvaré y le daré vida eterna!”

Pero Dios no dijo esto, y el plan de salvación no es así. Jesús vino a la tierra y vivía treinta y tres años y despúes murió una muerta cruel y doloroso en nuestro lugar. Estó fue la única manera en que él pudo pagar por nuestros pecados. ¡Tenía que derramar su sangre!

Dios, entonces es el que comprometió si mismo, en cometer el acto necesario para salvarnos. Y por medio de hacerlo, ¡él prometió salvar a todos que le escogerá a él por FE sin obras!

Si te piensas que vas al cielo porque has dedicado tu vida a Dios, estás confiando en algo que TU HAS HECHO o ESTAS HACIENDO (tus propios pecados). Y hay que preguntar, Eh, ¿dónde esta la sangre de Cristo en esto?



LA ORACION DEL PECADOR

Algunos dicen, “Pero, ¿qué tal de LA ORACIÓN DEL PECADOR? ¿No es que uno es salvo por medio de repetir esa oración?

La respuesta a ésta pregunta debe ser en la forma de otra pregunta: “¿Cuando un pecador ore, confia en la sangre de Jesús para ser salvo o no?

Si un pecador pone su fe en la sangre de Cristo a la misma vez que ore, ¡ciertamente es salvo! Sin embargo, él debe entender que la oración misma no es lo que le salva, sino su fe en Dios.

El problema con LA ORACION DEL PECADOR es que muchos de ellos que usan éste método nunca mencionan la sangre de Cristo ni siquiera una vez. Y nunca animan al pecador confiar solamente en la sangre redentora del Hijo de Dios.

Porque tantos hoy en día enseñan que un pecador debe orar para ser salvo, muchos piensan que es LA ORACION MISMA que salva y no LA FE en CRISTO MISMO y su sacrificio ensangrentado. Olvidando predicar la sangre y obligando o forzando al pecador repetir una oración formal no es el plan de salvación. Es otro evanglio (Gal. 1:8,9). Es un EVANGELIO VACIO SIN SANGRE, que muchas veces deja al pecador a pensar que ya es un cristiano POR MEDIO DE SU ORACIÓN, y no por medio de confiar en Cristo Jesus DE CORAZON.

Muchas veces el gandador de almas quiere que el pecador acepta al Señor mas que el pecador quiere ser salvo. Por esto, muchos ganadores de almas ruegan que el pecador, “repite una oración pidiendo Dios a salvarte.”

¿Sabes que? Es facíl persuadir a alguién repetir una oración (especialmente a los niños que repiten todo lo que escuchan). Pero, ¿qué pasa si una persona repite una oración sin ningún entendimiento del evangelio y sin nada de arrepentimiento? ¿Es salvo uno así? ¡Mil veces no! Salvación no viene por medio de REPETIR palabras de un HOMBRE, sino por ARREPENTIRSE y HUMILDAMENTE tomar Cristo como su Salvador confiando en su obra eficaz en la cruz.

Así que, ninguna oración puede salvar a nadie. Pero, una person puede ser salvo cuando ore si su fe esta puesto en la sangre de Cristo a la misma vez. El problema con la oración del pecador es que ellos que la enseña no aclaran esto. Y por lo tanto, hay muchos que piensan que son salvo por la oración literal que han repetido. Dicho mejor, estan confiando en LA ORACION DICHO en vez de Cristo y SU HECHO de derramar su sangre.

INVOCANDO AL NOMBRE DEL SEÑOR

Otro evangelio que omite la sangre es cuando uno toma Romanos 10:13 y la predica fuera del contexto para enseñar que salvación es sólo por medio de invocar de la boca en vez de invocar del corazón.

Hay muchos cristianos hoy que quieren ganar almas a cristo, pero son bien perezosos en su manera de hacerlo. En vez de tomar el tiempo necesario para mostrar el evangelio de Cristo moriendo por el pecador, tienen miedo de ofenderle. Y por esto, sólo muestran Romanos 10:13, sí fuera el evangelio completo, diciendo que el pecador puede salvarse por medio de invocar a Dios con su boca pidiéndole la salvación. Dicen que invocar siempre es por ORACION, y que nadie puede ser salvo sino por orar. Pero, mira a Cornelio en Actos o Hechos capítulo diez. El fue salvo por la fe SIN ORAR. Entonces, ¿qué es que salva al pecador, lo que el dice, o su fe en Cristo? ¿Cómo esta salvo uno? ¿Es solamente por la fe, o es por invocar con la boca, o es por ambos? La Biblia nos dice que es por la FE (Efesios 2:8,9) del corazón (Actos o Hechos 8:37) en el Evangelio (1 Cor. 15)

¡Si el pecador tiene que invocar al nombre del Señor para ser salvo, porque Romanos 10:13 nos dice que debe! Sin embargo, el pecador debe saber COMO INVOCAR. Y la Biblia nos enseña que una person debe invocar al nombre del Señor por medio de LA FE DEL CORAZON, y no con UNA ORACION VANA que sólo sale de LA BOCA y NO MAS.

En 2 Tim. 2:22, leemos lo siguiente: “También, huye de las concupiscencias juveniles; mas sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de puro corazón.”

Este versículo prueba que invocando al Señor es un asunto del corazón. Y en Romanos 10:14, leemos: “¿Cómo pues invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oido? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?”

Aquí miramos una cuestión que pregunta ¿cómo puede uno invocar sin creer ni escuchar? ¿Es posíble que uno invoca al nombre del Señor y todavía no ser salvo, especialmente cuando Romanos 10:13 dice que todo aquel que invocare al nombre del Señor será salvo? La respuesta es, “¡Sí, es posible que uno puede invocar al nombre de Dios EQUIVOCADAMENTE y no ser salvo!

En Salmo 145:18 leemos, “Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras.”

Este versículo dice que un pecador debe invocar a Jehová de veras o en verdad. ¿Cómo es que alguién invoca a Dios en verdad?

Como hemos visto, para ser salvo bíblicamente, es por LA GRACIA por FE. Y para recibir la vida eterna, una persona debe acercarse a Dios como un pecador arrepentido confiando en Cristo y su obra cumplida en la cruz como suficiente para llevárselo al cielo. Esto es el plan de salvación bíblico. Esto esta de veras o en verdad. Así que, a invocar al nombre de Dios biblicamente es tomar por FE del corazón a Jesucristo como su único y suficiente Salvador, confiando en su sangre derramada para ser salvo (Rom. 3:25).

Que interesante que la primera vez que miramos a uno invocando al Señor esta en Génesis 4:26. Y es en el contexto de un sacrificio de sangre. (Cuando mataron corderos como holocausto, invocaban al nombre del Señor para decir que el sacrificio fuera por sus pecados). ¿No es cierto, entonces, que en el Nuevo Testamento, cuando uno invoca al Señor para la salvación, él también debe invocar al Señor por medio de confiar en el sacrificio de la sangre derramada de Cristo?

El problema con los modernistas apostatas de hoy quienes citan Romanos 10:13 en vez de predicar el evangelio entero, es que no enseñan al pecador a CONFIAR en Jesus por FE SOLA del corazón. Muchas veces sólo instruyen al pecador invocar a Dios SOLO CON LA BOCA, diciendo que por medio de pedir la salvación, Dios le salvará, y le dará vida eterna si confía en la expiación de sangre de Cristo o no. Dogmaticamente dicen, “¡Si sólo invocan con la boca, serán salvo!” (Yo personalmente he conocido miles de cristianos que creen esto).

Pero debemos mira a otros versículos en la Biblia que muestra otros quienes han invocado al nombre del Señor pero están condenado al infierno. Mire a lo que Jesús dice en Mateo 7:21-23:

21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: sino el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les diré claramente: Nunca os conocí; apartaos de mí, vosotros que obráis maldad.

Aquí encontramos gente que han invocado al nombre del Señor con su BOCA, pero NO FUERON SALVOS. ¿Por qué? Porque cuando oraban ó clamaban a Dios, no confiaban solamente en Cristo para la salvación, sino en sus propias obras. Esto es evidente en lo que ellos dicen en versículo veintidos. Ellos piensan que merecen el cielo por LO QUE ELLOS HICIERON PARA JESUS, y no estan confiando en LO QUE JESUS HIZO POR ELLOS.

Además, encontramos que si una person viene a Jesus y invoca su nombre, pero lo hace con la BOCA SOLA, con nada de FE DEL CORAZON, entonces DIOS NO SALVARÁ A ESTA PERSONA, no importa cuantas veces que invoca.

Miramos ésta gran verdad en Mateo 15:8, cuando Jesús dice, “Este pueblo con su boca se acerca a mí y con sus labios me honra; mas su corazón lejos está de mí.”

En conclusión, una persona debe invocar al nombre del Señor y por medio de esto ser salvo. Pero, la Biblia dice que esta invocación debe ser de veras, por fe del corazón puesto en la sangre derramada de cristo Jesus. También miramos que una person pueda invocar el nombre del Señor en vano, es a decir confiando en si mismo en vez de Cristo sólo, y ¡él que invoca así NO PUEDE SER SALVO!

Un pecador debe invocar al Señor BIBLICAMENTE. Hay, entonces la manera CORRECTA y INCORRECTA invocar a Dios. La manera correcta salvará al pecador. Pero la manera incorrecta evita la sangre. Y si una person invoca al nombre del Señor equivocadamente, pensando que el ACTO DE INVOCAR es el medio que traiga salvación, el esta culpable de hacer su salvación basada en una obra que él hace. Y él entonces esta confiando en su INVOCACION en vez de Cristo la PROPICIACION. Y yo preguntaré a aquel persona, “Eh, ¿dónde esta la sangre?



BAUTISMO EN AGUA

Hay una denominación entera que cree y enseña que la salvación viene solamente por medio de obedecer Actos o Hechos 2:38, y estar bautizado en agua. Pero, ¿es el agua esential para ser salvo? La respuesta dogmaticamente es, “¡NO!” Porque sí la salvación fuera por medio de bautizarse, entonces la salvación depende en LAS OBRAS y vez de la FE. (Lee Ef. 2:8,9)

Hay que vestirse en la ropa de bautismo y caminar al agua. Bautismo entonces, es una OBRA. Y si alguien piensa que está salvo POR SU BAUTISMO, él es tan perdido como una ficha en el más profundo del mar.

Actos o Hechos 2:38 fue la respuesta a una pregunta (vs 37) presentado a la nación de Israel del apóstol Pedro. No fue una pregunta a ningún individuo pecador preguntando, “Señores, ¿Qué es lo que yo debo de hacer para ser salvo?” (Actos 16:30).

El libro de Actos o Hechos es un libro transicional. Empieza con Israel, y termina con la iglesia. En el libro de Actos o Hechos encontramos tres preguntas sobre el bautismo. Son así:

1. …Varones y hermanos, ¿qué haremos? (Actos 2:37)

2. …¿Qué impide que yo sea bautizado? (Actos 8:36)

3. …¿Puede alguien impedir el agua? (Actos 10:47)

En el primero, Pedro esta hablando a los Judíos en el contexto. Versículo 36 nos muestra claramente ésto con las siguientes palabras, “Sepa pues certísimamente toda la casa de Israel…”

Entonces, no podemos aplicar Actos 2:38 a nosotros, a la iglesia, ni a la salvación Neo-Testamentario (que es por la fe).

En el segundo, el eunuco etiope pregunta lo que el falta para ser bautizado. Felipe respondió, “Si crees de todo corazón, bien puedes,” significando que la salvacíon no viene por el acto de bautizarse, sino por la FE del corazón.

El eunuco entonces fue salvo por medio de CREER antes que fue sumergido bajo el agua. Y el contexto también nos muestra que Felipe predicó la expiación de la sangre de Cristo, cuando habló de la oveja que a la muerte fue llevado (vs 32).

En el último pregunta sobre el bautismo, Cornelio (y los con él) acabaron de confiar en Jesús como su Salvador. ¡Han recibido ya al Señor por la fe y fueron salvos! Después Pedro preguntó, “¿Quién puede darme algún razón que éstos conversos no pueden ser bautizados?”

Nadie pude decir nada en contra de bautizarles, entonces fueron bautizados. Pero, ¡fueron salvos POR LA FE antes que fueron sumergidos por immersión en agua!

Una persona que piensa que el bautismo de agua es esential para la salvación es culpable de negar que Cristo Jesús ya pagó los pecados del mundo. Porque si la salvación pudiera ser obtenido por otra manera, como por bautizarse, entonces la expiación de sangre de Cristo es completemente inútil.

Pero la Biblia dice que salvación viene solamente por medio de fiar en al obra expiatoria de Cristo. Entonces, hay que preguntar, “¿Eh, dónde esta la sangre si la salvación viene por medio de ser bautizado en agua?”

¡No esta! No somos lavados de nuestros pecados por agua, sino por la sangre de Cristo Jesus (Rev. o Ap. 1:5).



VISITANDO A LA IGLESIA

Millones de personas piensan que si ellos visitan regularmente a una iglesia, Dios les aceptará por esto. Yo personalmente he conocido a algunos que piensan que ser fiel en irse a la iglesia es como obtener el favor de Dios y la entrada al cielo. Pero si ellos andan descarriados y no van a culto, entonces piensan que irán al infierno cuando mueren. Pero esto no es lo que la Biblia enseña. Y debo preguntar, “Eh, ¿dónde esta la sangre en esto?”

Tu puedes asistir en una iglesia toda su vida y todavía irse al infierno, porque nunca has sido lavado en la sangre de Cristo. Para ser salvo, ¡hay que buscar a Jesús y confiar en su sangre derramada!

Es bueno que uno visita una iglesia. Una person debe asistir regularmente una iglesia buena que predica la Biblia. Pero el acto de irse a culto no es que salva a nadie. Una person debe ESCUCHAR y CREER en el evangelio. Lastimosamente, en estos últimos días antes que regresa el Señor, hay pocas iglesias buenas que predican el Evangelio bíblico. Muchas predican otro evangelio, como hemos visto, que omite LA EXPIACION DE SANGRE DE CRISTO JESUS.

Como mencioné antes, muchas iglesias no usan una Biblia buena, sino una versión nueva que quita la sangre de Cristo de Colosenses 1:14 y otros lugares. También escuché historias de iglesias modernas que cambian sus himarios y quitan la sangre de Cristo de los himnos antiguos.

Es difícil esuchar de la sangre de Jesús en muchas iglesias de hoy, porque muchos pastores no la predican, pensando que no la importa. Y en vez de dar énfasis en la sangre, propagan otro evangelio—UN EVANGLIO ANÉMICO, que completemente evita la sangre precioso de Dios.

Por esto veo la necesidad para un librito como ésto. Demasiados cristianos han dejado predicar la sangre de Jesucristo. Pero yo quiero ser fiel en preguntar, “Eh, ¿dónde esta la sangre?



RESUMEN

Entonces, ¿qué debes hacer tú? Pues, primeramente, si te no eres nacido de nuevo, debes aceptar al Señor Jesús Cristo como su único y suficiente Salvador. ¡DEBES ARREPENTIRSE Y CONFIAR EN LA SANGRE DERRAMADA DE CRISTO JESUS!

Despúes, mi sugerencia es que prediques la sangre de Cristo con toda tu fuerza. Predíquela en las calles. Reparte folletos que hablan de la sangre de Cristo. Testifique a familia, amigos, y cotrabajadores. Hágase paginas del internet devocionadas a la sangre de Jesús. Hable con tu pastor, y pídele predicar más mensajes sobre la sangre preciosa de Cristo. Empieza estudios bíblicos en tu casa o escuela o oficina, sobre la sangre de Jesús. ¡Nunca podemos hablar demasíado sobre la sangre expiatoria del Señor!

Entonces, ¿dónde esta la sangre? Hemos visto que la sangre divino de Dios manchó la cruz en el cerro de Calvario. También vimos que la sangre derramada se encuentra en todo el Evangelio. Y cuando Cristo resucitó, llevó su propia sangre redentora al cielo y allí la roció sobre el altar. Todo esto es muy claro.

Pero, hay un lugar más donde la sangre puede estar. Esto es aplicado al alma del pecador al momento que cree. En Revelación o Apocalipsis 1:5b leemos, “...Al que nos amó y nos lavó de nuestros pecados en su propia sangre.”

Y otra vez en 1 Juan 1:7b, “La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.”

¿Estas lavado en la sangre expiatoria de Cristo Jesús? O ¿eres uno de aquellos que esta confiando en algo que HAS HECHO o HAS DICHO?

Sin no eres salvo todavía, ¿Por qué no ahora mismo por fe venga a Jesucristo, sentiendo mal por tus pecados, y tomarle como tu Salvador, confiando completemente en su SANGRE DERRAMADA LIMPIADORA? Dios prometió salvarte si tú aceptas a él por la fe. ¿Por qué esperas?

Si aceptaste al Señor como tu Salvador por medio de leer éste libro, me gustaría saberlo. Por favor envíame un correo electronico a:



Robertbreaker3@hotmail.com







SOBRE EL AUTOR

El Señor Robert Ray Breaker III es un Bautista Independiente. Su padre le ganó a Cristo el 29 de Julio de 1992 en la ciudad de Milton, y el estado de Florida en los Estados Unidos.

Pocos años después él matriculó en el Instituto Bíblico de Pensacola, dónde graduó en 1998 con una licenciatura de divinidad.

Mientras que estudió en el Instituto Bíblico, Robert pastoreaba La Iglesia Bautista de Garcon Point por algún tiempo.

Dos semanas después de graduarse, Robert viajó a Honduras, donde él eventualmente vivía por siete años como un Misionero.

Hoy, Robert es un miembro de una Iglesia Biblica Bautista Independiente en Monterrey, Mexico y viaja bastante como un Evangelista Misionero, cumpliendo su ministerio y llamada de Dios para alcanzar al mundo Hispano en las Amerias.

También Hermano Roberto tiene deseo alcanzar su propio pueblo, los que hablan Ingles, animándolos a regresar a la doctrina sana y rechazar las enseñanzas modernas de apostasía. Él se para firme sobre las doctrinas Biblicas de salvación, santificación, y las sagradas escrituras.









Atras del Libro dice:



El Cristianismo moderno ha dejado predicar la salvación por medio de la FE en la SANGRE EXPIATORIA del Señor Jesucristo. Brevemente, han cambiado el Evangelio antiguo MANCHADO CON SANGRE a un evangelio modernístico y anémico SIN SANGRE. En vez de apuntar al pecador a la cruz y EL HECHO SALVADORA de Cristo, hoy predican un evangelio que enseña que uno debe HACER ALGO para SALVARSE MISMO. Han cambiado el plan de salvación bíblico de CONFIAR EN LO QUE CRISTO HIZO POR NOSOTROS EN LA CRUZ, a un RITO que un HOMBRE PUEDE HACER PARA ALCANZAR LA SALVACION.

Este error horrendo, de omitir la sangre de Jesucristo, ha llegado a la caida del cristianismo. Muchos hoy que dicen que son cristianos ni confian en CRISTO, sino en sus COMPROMISO a él.

Así debemos preguntar, “Eh, ¿dónde esta la sangre? Y cuando la encontramos debemos predicarla al mundo perdido, porque es la única cosa que puede salvarnos y limpiarnos de todos nuestros pecados.

Esto dicho, ¿por qué no lees este librito para ver dónde esta la sangre de Cristo? ¡Vale la pena saber!

- Robert Breaker III


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