domingo, 4 de septiembre de 2016

Biografia de Madre Teresa de Calcuta

Biografia de Madre Teresa de Calcuta




Madre Teresa de Calcuta

(Agnes Gonxha Bojaxhiu; Skopje, actual Macedonia, 1910 -
Calcuta, 1997) Religiosa albanesa nacionalizada india, premio Nobel de
la Paz en 1979.
Cuando en 1997 falleció la Madre Teresa de Calcuta, la
congregación de las Misioneras de la Caridad contaba ya con más de
quinientos centros en un centenar de países. Pero quizá la orden
que fundó, cuyo objetivo es ayudar a "los más
pobres de los pobres", es la parte menor de su legado; la mayor
fue erigirse en un ejemplo inspirador reciente, en la prueba palpable y
viva
de cómo la generosidad, la abnegación y la entrega a los demás
también tienen sentido en tiempos modernos.




La Madre Teresa de Calcuta
Nacida en el seno de una familia católica albanesa, la
profunda religiosidad de su madre despertó en Agnes la vocación
de misionera a los doce años. Siendo aún una niña ingresó en la
Congregación Mariana de las Hijas de María,
donde inició su actividad de asistencia a los necesitados.
Conmovida por las crónicas de un misionero cristiano en Bengala,
a los dieciocho años abandonó para siempre su ciudad natal y
viajó hasta Dublín para profesar en la Congregación
de Nuestra Señora de Loreto. Como quería ser misionera en la
India, embarcó hacia Bengala, donde cursó estudios de
magisterio y eligió el nombre de Teresa para profesar.


Apenas hechos los votos pasó a Calcuta, la ciudad con la que
habría de identificar su vida y su vocación de entrega a los
más necesitados. Durante casi veinte años ejerció como maestra
en la St. Mary's High School de Calcuta. Sin embargo, la profunda
impresión que le causó la miseria que observaba en las calles de
la ciudad la movió a solicitar a Pío XII la licencia
para abandonar la orden y entregarse por completo a la causa de
los menesterosos. Enérgica y decidida en sus propósitos, Teresa de
Calcuta pronunció por entonces el que sería el principio
fundamental de su mensaje y de su acción: "Quiero llevar el
amor de Dios a los pobres más pobres; quiero demostrarles que
Dios ama el mundo y que les ama a ellos".


En 1948, poco después de proclamada la independencia de la
India, obtuvo la autorización de Roma para dedicarse al apostolado
en favor de los pobres. Mientras estudiaba enfermería con las
Hermanas Misioneras Médicas de Patna, Teresa de Calcuta abrió su
primer centro de acogida de niños. En 1950, año en que adoptó
también la nacionalidad india, fundó la congregación
de las Misioneras de la Caridad, cuyo pleno reconocimiento
encontraría numerosos obstáculos antes de que Pablo VI lo hiciera
efectivo
en 1965.




Teresa de Calcuta
Al tiempo que su congregación, cuyas integrantes debían sumar
a los votos tradicionales el de dedicarse totalmente a los necesitados,
abría centros en diversas ciudades del mundo, ella atendía a
miles de desheredados y moribundos sin importarle a qué religión
pertenecían: "Para nosotras no tiene la menor importancia la fe
que profesan las personas a las que prestamos asistencia. Nuestro
criterio
de ayuda no son las creencias, sino la necesidad. Jamás
permitimos que alguien se aleje de nosotras sin sentirse mejor y más
feliz,
pues hay en el mundo otra pobreza peor que la material: el
desprecio que los marginados reciben de la sociedad, que es la más
insoportable
de las pobrezas."


En concordancia con esta palabras, Teresa de Calcuta
convirtió en el premio de una rifa un coche descapotable que le dio el
papa Pablo
VI
durante su visita a la India en 1964 (regalo a su vez de
la comunidad católica) y destinó los fondos recaudados a la
creación de una leprosería en Bengala; posteriormente
convencería al papa Juan Pablo II de abrir un albergue para indigentes
en el mismo Vaticano.


El enorme prestigio moral que la Madre Teresa de Calcuta supo
acreditar con su labor en favor de "los pobres más pobres" llevó a
la Santa Sede a designarla representante ante la Conferencia
Mundial de las Naciones Unidas celebrada en México en 1975 con ocasión
del Año Internacional de la Mujer, donde formuló su ideario
basado en la acción por encima de las organizaciones. Cuatro años
más tarde, santificada no sólo por aquellos a quienes ayudaba
sino también por gobiernos, instituciones internacionales y
poderosos personajes, recibió el premio Nobel de la Paz.



Teresa de Calcuta: "El trabajo que hacemos no tiene nada de heroico. Cualquiera que tenga la gracia de Dios puede hacerlo."
Consciente del respeto que inspiraba, el papa Juan Pablo II
la designó en 1982 para mediar en el conflicto del Líbano, si bien
su intervención se vio dificultada por la complejidad de los
intereses políticos y geoestratégicos del área. Desde
posiciones que algunos sectores de opinión consideraron
excesivamente conservadoras, participó vivamente en el debate sobre las
cuestiones
más cruciales de su tiempo, a las que no fue nunca ajena. Así,
en mayo de 1983, durante el Primer Encuentro Internacional de Defensa
de la Vida, defendió con vehemencia la doctrina de la Iglesia,
conceptiva, antiabortista y contraria al divorcio.


En 1986 recibió la visita de Juan Pablo II
en la Nirmal Hidray o Casa del Corazón Puro, fundada por ella y más
conocida en Calcuta como la Casa del Moribundo. En el curso de
los años siguientes, aunque mantuvo su mismo dinamismo en la lucha para
paliar
el dolor ajeno, su salud comenzó a declinar y su corazón a
debilitarse. En 1989 fue intervenida quirúrgicamente para implantarle
un marcapasos, y en 1993, tras ser objeto de otras
intervenciones, contrajo la malaria en Nueva Delhi, enfermedad que se
complicó con sus
dolencias cardíacas y pulmonares.


Finalmente, tras superar varias crisis, cedió su puesto de superiora a sor Nirmala, una hindú convertida al cristianismo. Pocos
días después de celebrar sus 87 años ingresó en la unidad de cuidados intensivos del asilo de Woodlands, en Calcuta,
donde falleció. Miles de personas de todo el mundo se congregaron en la India para despedir a la Santa de las Cloacas.
Seis años
después de su muerte, en octubre de 2003, y coincidiendo con la
celebración del 25º aniversario del pontificado de Juan Pablo
II, la Madre Teresa de Calcuta fue beatificada en una
multitudinaria misa a la que acudieron fieles de todas partes del mundo.
A finales de
2015, el Papa Francisco aprobó su canonización; el 4 de septiembre de 2016
es la fecha prevista para la ceremonia que ha de elevarla a los altares.










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