viernes, 2 de septiembre de 2016

Asesinato ritual judío - Metapedia

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Asesinato ritual judío





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Asesinato ritual del niño mártir cristiano San Simón por judíos en 1472[1].

Vosotros sois de
vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él
ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad,
porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque
es mentiroso, y padre de la mentira.


—Juan 8:44.
El asesinato ritual judío es un crimen perpetrado en contra de gentiles a manos de los judíos, para hacer rituales religiosos.


Históricamente se alega que la sangre de niños cristianos es especialmente apreciada. La primera cita conocida de crímenes rituales perpetrados por judíos esta en los escritos de Apión, que afirmaba que los judíos sacrificaban víctimas griegas en el Templo de Salomón, hoy diversas afirmaciones se han mantenido hasta el siglo XX.


Actualmente los judíos ven con malos ojos que se hable de esta
oscura parte de su historia y si bien no han conseguido refutar su
autenticidad se conforman con sembrar dudas basadas en la presunción de
que jueces, testigos y gentiles, falsearon los hechos movidos por un antisemitismo extremo. Siguiendo los postulados de la Escuela de Frankfurt se rotula a estos relatos como "libelos de sangre".



Contenido

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El crimen ritual judío

Por Ramón Bau
Hemos de hablar sin miedo de temas que pronto nos estarán prohibidos por la dictadura demoliberal.

Durante los últimos 10 años no recuerdo haber leído absolutamente nada
de este delicado tema, que es absolutamente maldito, y sobre el cual
casi nadie desea ni siquiera hablar, incluidas las propias revistas NS.
Parte de esa prevención sobre el tema se debe a lo poco que se sabe
sobre ello, pero también a que si se habla de ese asunto parece que uno
este soñando con fantasmas y cuentos de viejas, con lo que se duda de su
salud mental o al menos de su capacidad de ser sensato y equilibrado en
otros temas.


Pero este artículo es especial, y por ello no creo que debamos
dejar de abordar un tema espinoso y muy poco popular sólo por miedo al
'que dirán'. Desde luego no pretendo efectuar un estudio histórico sobre
los principales casos de crímenes rituales que se conocen (existen
casos claramente documentados), no es esto lo que me interesa difundir,
sino el porqué, el espíritu y la esencia del problema es lo que nos debe
interesar.


En realidad el problema se basa en los textos de la llamada 'Tradición' judía religiosa: el Talmud.
El Talmud es una recopilación de textos rabínicos escritos en diversas
épocas, que recogen la 'tradición' de la escuela rabínica judía. De la
misma forma que la Iglesia Católica considera la 'Tradición' como parte
de la 'Palabra de Dios', y por tanto formando parte del conjunto
doctrinal 'sagrado' de la Iglesia (esa 'Tradición viene dada entre los
Católicos fundamentalmente por las Actas de Concilios y los documentos
de los llamados 'Padres de la Iglesia') de igual forma en el Judaismo la
'Tradición' rabínica se ha concretado en un texto realmente poco
conocido que es el Talmud.
Una gran parte del 'secreto' sobre los Crímenes Rituales está basado en
el Secreto que se tiene en la difusión del Talmud. Durante siglos la
difusión del Talmud entre los no judíos era considerado como un crimen
por la comunidad judía. Incluso hoy día no se puede 'comprar' el Talmud
en las tiendas, es un texto que 'está protegido' por el secreto debido
al poder enorme del sionismo.
En España publicamos un pequeño texto titulado 'Judaismo al Descubierto'
donde se reproducían una parte substancial de las peores y más
repulsivas referencias talmúdicas. Existen así mismo diversos textos
editados en Argentina que descubren también esos pasajes talmúdicos,
etc... son pocos los libros que hablan de ello, pero existen y no son
imposibles de encontrar por un especialista. Pero desde luego están
fuera del alcance del público en general. Jamás se ha efectuado una
película o un libro (tras la post-guerra) que dé a conocer de forma
popular los temas Talmúdicos.


Realmente si un día la Justicia fuera para 'ser justos' y no para
beneficio del Sistema, las actuales leyes que prohíben el 'odio racial'
deberían prohibir el Talmud y por tanto la religión judía (mientras no
condene de forma clara, pública y notoria al Talmud). La simple
aplicación de las leyes 'democráticas' permitirían prohibir al
Judaísmo!!.


La razón es que el Talmud refleja de forma clara y sin dudas una idea: el Goim,
el no judío (y en concreto el ario y el cristiano), es un ser
despreciable, merecedor de todo el odio y repudio, pero sobre todo, es
un OBJETO asimilable a un ANIMAL. Esta idea central es básica para
entender el origen del crimen ritual.


El Goim
es un animal, es comparado claramente con los bueyes y demás animales
de 'ganado'. Pero además hay que entender que dentro de la tradición
religiosa judía (cristiana) el 'animal' es un objeto sin valor ni
consideración. El judaísmo y el cristianismo
no asignan al animal el valor de 'parte de la Naturaleza', y por ello
parte del Cosmos y de la propia esencia de la Vida. Para el judaísmo el
'animal' es un objeto sin valor, al servicio puro del hombre, tal como
expone la Biblia en el Génesis: todo está creado por Jehova
sólo para servir al hombre. Pero el Hombre es, para el judaísmo
talmúdico, solo el Pueblo Elegido, el descendiente de Adán y Eva, según
el Pacto de Jehová con su Pueblo, Israel. Por ello los Goims son parte
de esa 'creación' de objetos de Jehová al 'servicio' del Pueblo Elegido.
Son pues animales de ganado, 'criados' para servicio del 'Hombre', o
sea del Pueblo Elegido.


Esta es muy sucintamente la base teológica rabínica que se
refleja en el Talmud y que de alguna forma ha calado en el espíritu del
inconsciente colectivo del Judaísmo durante siglos de enseñanza rabínica
cerrada y claustrofóbica.


Pero existe además otro tema a entender previamente: la Cábala.
O sea la vertiente mágica y esotérica del Judaísmo. Debido a la
esquizofrenia mental propia del judaísmo, a su historia de miseria moral
y de sectarismo cerrado, ha creado durante siglos una visión esotérica y
secretista, repleta de símbolos y ritos generados durante siglos de
oscurantismo, en las sinagogas y las tenebrosas reuniones de los guettos...
todo ese conjunto de creencias forman la Cábala. Existe una relación
clara entre textos 'sagrados' religiosos del judaísmo y la Cábala, cosa
que no es de extrañar si alguien ha leído, por ejemplo, textos como el Apocalipsis
llamado de San Juan (que refleja el estilo de otros varios Apocalipsis
judaicos). Textos místicos, de talante terrorífico, crueles y brutales,
donde la BESTIA es el centro del odio y la victoria judía es siempre
sangrienta. La Bestia en el Apocalipsis es sin duda Roma, el pueblo pagano, la 'gran prostituta', y a la postre el Goim.


De textos así, meditados en conciliábulos secretistas y cerrados
por rabinos, dentro del ambiente de odio y degradación del guetto, y
bajo el caldo de cultivo del ODIO inmenso que siente la tradición
talmúdica judía sobre el cristiano y el Goim, se generó la idea del
Crimen Ritual.
Tenemos ya un primer antecedente moral en el rito judío, absolutamente
vigente y actual, de matar los animales del ganado de forma especial,
mediante un ritual repulsivo y sangriento, que demuestra ya de por sí
una falta de sentimientos y una brutalidad interior indecente. Los
judíos mantienen la matanza de los animales para su alimentación según
un rito especial que se sigue puntualmente actualmente en los mataderos,
efectuando ese rito-matanza rabinos o matarifes-rabínicos.


El mero hecho de hacer intervenir 'palabras' y ritos religiosos
de forma premeditada en las brutalidades que se cometen con el ganado,
desangrándolo, evitando que se les permita 'adormecer' para evitar
dolor, en fin eliminando los pocos adelantos anti-dolor que se están
intentando introducir en los mataderos, ya demuestra un fondo cruel y
sádico. Muchas sociedades pro-animales se han quejado de que se permita
la tortura de animales en los mataderos bajo la excusa de 'ritos
religiosos', pero evidentemente no se ha conseguido jamás que se
prohíban tan crueles prácticas, una vez más protegidas por el poder
sionista.


Ese mismo rito llevado al ganado-Goím, sería la base del Crimen
Ritual. Se trata de ofrecer a Jehova el ganado-Goím más deseable, al
Goím más significado, o mejor a niños, como el sacrificio de terneros o
corderitos lechales era el más deseable en las ofrendas de animales.
Dado que en repetidos textos talmúdicos el Goim no es más que ganado, en
tanto es una mera criatura más, creada por Jehova para disfrute y uso
del Pueblo Elegido, ese rito de sacrificio humano no es realmente
'humano', sino sólo un reflejo de idéntico valor al sacrificio secular
de ganado en el Templo de Jehová. Así pues el Crimen Ritual exige dos fases:


La elección del Goim a sacrificar, que debe ser 'digno' de ser
ofrecido, o sea debe ser significado o bien por contra 'inocente',
limpio, en el sentido en que se sacrificaba un lechal. Seguir un ritual
mínimo. No se trata de un mero asesinato, sino de una ofrenda, por ello
debe ser desangrado (dado que el rito judío exige que la sangre,
elemento impuro según la Biblia, sea separada de la 'carne' a ser
ofrendada). Y exige un rito también en la ofrenda, unas palabras, unas
lecturas de ofrenda.


Por supuesto una parte del judaísmo religioso se ha separado de
la interpretación estricta del Talmud. Como los Protestantes se han
separado de la 'Tradición' Conciliar. Pero otra gran parte sigue
fielmente la tradición talmúdica. Y no vamos a ocultar que una gran
parte de las autoridades rabínicas actuales condenan oficialmente no
sólo el Crimen Ritual, sino la interpretación 'animal' del Goim, incluso
aunque acepten el Talmud.


En realidad la realización de Crímenes Rituales exige o ha
exigido normalmente la intervención de una componente esotérica, de la Cábala.
Han sido siempre elementos ortodoxos judíos, influidos grandemente por
las locuras cabalísticas y por un odio desmedido los que han intervenido
en esos hechos. Eso no evita que se hayan producido periódicamente
hechos que son claramente crímenes rituales, casi siempre disimulados
por la prensa, y más o menos ocultos en motivaciones de tipo
'vámpirista' o bajo formas de 'locura' demoníaca. Cuando se ha hablado
de un crimen efectuado bajo formas rituales siempre se ha dejado un
oscuro velo al tema, incluso cuando se ha encontrado al autor, y se le
ha condenado, pero siempre sin aclarar el aspecto ritualista del crimen.



No es de extrañar que hayan existido algunos casos entre niños
palestinos que pueden ser claramente crímenes rituales, y es muy
probable que se hayan producido varios casos más dispersados por todo el
mundo en los últimos años. Se han escrito textos clásicos sobre los
crímenes rituales, e incluso hace poco pude ver una película como
'¿Quien era la Dalia Negra?' que expone bien como podría ser un crimen
ritual... realizado en Hollywood,
y en donde pese a las evidencias jamás la policía se plantea que pueda
ser un crimen ritual judío!.
La brutalidad y la crueldad unida a una inteligencia es lo que se
necesita. Se precisa una cierta habilidad para poder efectuar el
desangrado y el degüelle, el despiece, etc... pero a la vez se precisa
una mente diabólica, cruel y sádica.


Sin embargo creo que el judaísmo como tal ha abandonado la figura
del Crimen Ritual en su concepción moderna. O sea, sin duda existirán
aun sectas y núcleos judaicos que seguirán las ideas arcaicas del
talmudismo y cabalismo, y que aceptarían pues el hecho ritualista. Pero a
mi forma de ver se ha producido un cambio significativo en este tema:
el Sacrificio personal, individual y sangriento corresponde a una época
cerrada y sectaria del Judaísmo, propia de los guettos y su tiempo. El judaísmo actual ha cambiado el significado del sacrificio, pero no la del Goím.


El Goím sigue siendo un animal, un objeto, y de alguna forma el
Pueblo Elegido sigue siendo moralmente dueño del destino, propietario de
los Goíms. Lo que ha cambiado es la forma de sacrificio. El judaísmo
moderno está enfocado al dominio del mundo, y en esta fase no tiene
sentido el sacrificio individual. Se trata ahora de un sacrificio
comunitario: el sacrificio de la juventud y de la comunidad Goím que es
puesta al servicio del Pueblo Elegido.


Los mismos elementos que en otra época y bajo condiciones del
guetto hubieran soñado con el crimen ritual ahora trabajan en la
degradación colectiva y sistemática de las formas de vida Goim, o sea en
su sacrificio en el altar de la concepción judía del mundo.
El nuevo Crimen Ritual se está realizando en actos concretos y
organizados de corrupción global. Sin duda la introducción de droga o la
popularización de formas degenerativas, la introducción sistemática de
formas de vida sionistas como formas de vida 'oficiales' de la comunidad
Goim, son la representación actual del rito permanente de odio y
menosprecio del Talmud hacia la comunidad aria.



Borra la vida del cristiano y mátale. es agradable a la majestad divina como el que ofrece un don de incienso.
Sepher Or Israel 177b, Talmud
Hemos tomado este ejemplo, entre los muchos que hay, para recordar
algo que nadie quiere denunciar. El Talmud, y por tanto la llamada
religión judía, es ilegal y criminal y debería ser prohibida en base a
las leyes que prohíben el odio racial y religioso. Estas leyes están al
servicio del sionismo político, no de la Justicia.



Breve comentario a los crímenes rituales judios

Por Der Stuermer[2]
El antijudaismo impulsado por Adolf Hitler,
se caracteriza por ser orgánico, metódico y científico. Esto significa
que no se basa en prejuicios o interpretaciones religiosas, sino en un
análisis profundo de todos los aspectos de la cuestión. Uno de ellos,
que quizás no sea muy conocido por los jóvenes camaradas es el de las
ceremonias hebreas de sacrificios humanos. Frecuentemente los judíos se
burlan de esta "creencia" y la llaman mentira o patraña y aclaran que "está totalmente comprobado que eso es completamente falso".

Veremos: En primer lugar cabe destacar una expresión judía muy común que
ya ha pasado a nuestra cultura, esta es "chivo expiatorio" o "chivo
emisario". Esta tiene su origen en la tradición de hacer sacrificios con
animales para lograr la ayuda de Jehová. Ni siquiera ellos mismos lo niegan. Ahora bien, al leer el Talmud encontramos pasajes como este: "...porque se ha dicho: y nosotros, ovejas de mi pasto, hombres sois (Ezeq. XXXIV, 31, nota 342 del Cap. VI), a nosotros os llaman hombres, pero no llaman hombres a los idolatras..." (Tratado Iebamot, 61a, pág. 242).


Este: "La criatura que se halla en el vientre de una esclava cananea es igual que la cría que se halla en el vientre de un animal".
(Kidushín, 69a, pág. 274). Testimonios moralizantes como los anteriores
se reiteran incansablemente en otras partes del Talmud y la Zomar, por
ejemplo: Borazot, 25b, pág.161; Ketuwot, 111a; pág. 443-444; Sanedrín,
74b, pág. 305; Yebamot 62a, pág. 246; etc., etc. En estos pasajes se
declara lisa y llanamente que los no-judios no son seres humanos. Son, según su religión, animales con forma humana, creados por Yahvé para servirlos.


Por ejemplo un gran impulsor del sionismo,
Iosef Agasi, admite que su pueblo no consideraba como personas a los
extranjeros. Otros, como Shamuel Etinguer, o Isher Guinsburg lo
confirman. La prohibición mosaica de no matar se aplica solo al prójimo
(el judío). Existen elementos que nos permiten considerar con más
seriedad el tema. Conocemos el origen semita del culto hebreo y así
debemos saber que esos pueblos antiguos practicaban sacrificios humanos a
Bual; Hamman - Mellarth. Se sabe que tenían su lugar también en eI
culto de los grandes dioses de Babilonia, de Anow en Asiria, de Kamosch entre los Moabitas, de Melech o Moloch en la Biblia, etc.


Es la costumbre del Antiguo Testamento designada por medio de la expresión "hacer pasar a sus hijos por el fuego" de la cual los Yahvistas Mosaistas (es decir los judíos ortodoxos)
hablan con horror. Los habitantes del reino de Juda se dieron a esta
práctica bajo los últimos reyes de la raza de David, ya era general
entre los israelitas* en los tiempos anteriores (revue de l'histoire de
religions, Tomo II, pág. 207-208). Esto quiere decir que era una
practica común de las naciones semitas y lo que es más importante, que
esa costumbre se extendió a los judíos en forma definitiva. Autores como
el liberal Voltaire admite esto como hecho histórico cuando expresa: "o
renuncien a sus libros, o confiesen que vuestros padres ofrecieron ríos
de sangre humana a Dios, más de lo que hizo jamás ningún otro pueblo". (Voltaire, Diccionario Filosófico, art.Judíos).


Y hasta los más escépticos deberán rendirse al encontrar en el
"libro santo", la Biblia: "...Tomaste a tus hijos y a tus hijas que me
habías engendrado y los sacrificasteis como manjar. ¿No bastaban tus
prostituciones que degollaste a mis hijos y se los diste, haciéndolos
pasar por el fuego?..." (Ezequiel, Cap. XVI, versículos 20-21) Los
ejemplos documentados de este tipo de crímenes son abultadisimos. Dos
víctimas han sido canonizadas y aun figuran en los martirólogos
católicos. San Simeón de Trento y San Guillermo de Norwich. Sacrificios
de este tipo se llevaron a cabo también en Blois 1171, Pontoise 1179,
Londres 1181, Fulda 1235, Londres 1244, Zaragoza 1250, Northampton 1279,
Creus 1293, Weissensse 1303, Praga 1305 entre otros. Federico Rivanera
Carlés expone también el caso del niño de la Guardia (1490) llevado a
cabo por marranos.


Este tipo de ceremonias nunca se ha extinguido, ya que hasta
principios de siglo se siguieron descubriendo casos como el de Konitz
1901, el de Nazareth (U.S.A.) 1908, Bucarest 1911, Tcherme 1913, Kiev
1911-1913, etc. Para la mejor comprensión del tema realizaremos una guía
de preguntas y respuestas.


1. ¿Por qué se realizan estos asesinatos rituales? Los motivos
podrían buscarse en el odio constante y furioso de los judíos hacia los
idolatras. Pero esto va mas allá. En primer lugar sabemos que consideran
a los no-judios
como animales y, el hecho de que, (hasta hace cincuenta años) hayan
vivido en sociedades que no le eran totalmente sumisas e incluso los
reprimían y los segregaban los llevo a lograr revanchas mágicas por
estos otros medios. Las del esoterismo, la cábala, la numerología,
etc.; eran patrimonio original de los rabis.
2. ¿Cómo son los sacrificios? Ante la gran cantidad de casos es
comprensible que se conozcan diferentes métodos. Uno bastante difundido
sobre todo durante la Edad Media consistía en la crucifixión. Es común
la tortura con puñetazos, quemaduras y latigazos durante largas horas.
Los pequeños judíos deben participar con un golpe simbólico. En casi
todos los casos se desviste completamente a la víctima. Finalmente se le
suele hacer una herida mortal en el cuello y luego el cuerpo, sostenido
por dos ayudantes, es colocado de cabeza para que se vierta la sangre
en unos cuencos ceremoniales. Es muy importante que la sangre sea
recogida.



Matanza de un cordero según el ritual judío Kosher
que consiste en un corte profundo y uniforme en la garganta del animal.
El tiempo transcurrido desde que se hace el corte hasta que sobreviene
la inconsciencia oscila entre 15 y 30 segundos. El animal muere hasta
que se desangra.
3. ¿Por qué la sangre? Para el culto hebreo la sangre es el vehículo
material del alma. Por eso no pueden comer carne que no sea kosher.
Las practicas mágicas con sangre humana los provee, según algunos, de
poderes que están mas allá del conocimiento humano. Es probable que esto
solo sea superstición, pero es una superstición en la que creen. Muchos
rituales realizan con la sangre; por ejemplo, la rocían (seca) sobre el
pene de los bebes destinados a algún futuro importante al ser
circuncidados, la vierten en una bebida junto a una gota de la del
meñique izquierdo de un rabino para que la beban algunos jóvenes, o la
mezclan al preparar panes asimos (matza).


4. ¿Cuándo se realizan estos crímenes? Pueden haber muchos
momentos en el año, pero los mas específicamente indicados son la fiesta
del Purim y la del Pezaz. Durante la primera, celebran la muerte de
Aman y sus hijos, y durante la segunda, la pascua. El nueve de julio es
un día propicio, sin embargo para los más religiosos cualquier momento
es bueno para ofrecerle un regalo a Jehová.

5. ¿Se siguen realizando? Si. Sin ninguna duda. Muchos se preguntan que
sucede con algunos menores que desaparecen y nunca mas vuelven a
vérseles. Quizás muchos de ellos han servido para estos aberrantes
fines.


6. ¿Qué pruebas hay de que se realicen aquí y ahora? Podemos
citar el caso del crimen ritual del militante nacionalista Alfredo
Guereño. Este fue secuestrado el 9 de julio (día de la fiesta hebrea
llamada Seida-Amaphesmeias) de 1987 por un grupo de hombres que se lo
llevaron en un auto. Su cuerpo apareció, días mas tarde, en el pozo de
un ascensor en la calle Gascón al 600 de la ciudad de Buenos Aires,
Argentina. Presentaba quemaduras hechas con cigarrillos y horrendas
evidencias de tormentos. El brazo fue hallado en otra parte (cortado) y
al cadáver le habían extraído la sangre.



El caso de los niños Schuessler y Grimes (Chicago, 1955)

La comunidad judía de Chicago
una de las más adineradas en el mundo, ha ejercido siempre un grado
sumamente poderoso de influencias en la escena de la Windy City, una
influencia similar en alcance y poder (y sí no mas) que la de los
sindicatos del crimen organizado italiano, más siniestro por ser lejos
menos visible.


En octubre de 1955 cuatro niños blancos, dos muchachos jóvenes
que eran hermanos y dos hermanas adolescentes, fueron secuestrados y
asesinados de una manera que sugería un sacrificio ritual judío, con el
objetivo litúrgico de obtener sangre Gentil para mezclarla con el pan
matzoh, usado en varias ceremonias esotéricas y religiosas judías como
el Purím, Passover, Kol Nidre y Yom Kippur.

Los muchachos eran de apellido Schuessler y las muchachas Grimes. Ambos
casos quedaron oficialmente sin resolver a pesar de cientos de
horas-hombres de investigación por los detectives de Chicago.
El caso Grimes, de hecho, apareció en un episodio de MISTERIOS SIN
RESOLVER, hace varios años, pero la muestra no llegó más allá.


Los casos compartieron claramente características en común. Ambos
muchachos, de seis y ocho años de edad respectivamente, y las muchachas
de trece y quince, se hallaron desnudos, aunque no habían sido
asaltados sexualmente. Según los informes de patólogos, se les había
mantenido vivos por algo de tiempo después de que se reportaron
desaparecidos, aunque el clima frío al que se expusieron los cuerpos
impidio determinar el tiempo exacto de su muerte. Los cadáveres
mostraban marcas de ataduras en las muñecas v tobillos, lo aue índica
que se habían atados o se inmovilizaron. (*)


Se habían torturado a todas las víctimas principalmente con
cortes pequeños, poco profundos y heridas de perforación, ninguna
suficiente como para causar muerte por sí misma. Se determinó que la
pérdida de sangre era la causa del oficial de muerte y al pánico debido a
pérdida de la sangre y exposición; los cuerpos de los niños estaban
"drenados de sangre” según observaron en la escena del crimen.
Las dos víctimas mujeres habían sido torturadas
por repetidas heridas de perforación en la parte superior del torso,
muslos y nalgas, lo que sugiere un elemento sádico sexual en las
motivaciones de los asesinos, pero a las dos jóvenes víctimas masculinas
se habían traspasado por las manos, muñecas, y pies con armas más
grandes, similares a estiletes o punzones de carpintero, que infligen
heridas muy parecidas a los llamados estigmas, las heridas de Cristo.


Lo interesante sobre estos casos no es que los asesinatos estén
sin resolver, sino la vision que por una vez damos a la magnitud de las
cosas que los judíos sospechosos harán para encubrir los casos del
asesinato ritual. En vista del gran interes publico en el caso, había
por supuesto muchos medios de comunicación informando de el. El Daily News
de Chicago publico una edición de la tarde detallando la naturaleza
ritualística de las heridas infligidas en los muchachos Schuessler,
comparándolas con un caso anterior en que un muchacho apellidado
Peterson se habla hallado muerto con el mismo tipo de heridas, y se
especulaba que miembros de un "culto religioso” pudiesen estar
involucrados.
Luego de diez minutos de que la edición llegó a la calle, se enviaron
fuera camiones para traerlos a todos; se arrancaron de los kioscos de
periódicos todas las copias y se tomaron las placas de impresión desde
el edificio de Noticias donde estaban, para ser quemadas.
Ocho copias de esta edición fueron obtenidas por una mujer llamada
Señora Lyle Clarle dan Hyníng, quien publico un periodico conservador
llamado Women's Verice, Cuando llamó la oficina de las Noticias Diaria
preguntar por qué el diario se había revocado, se dijo habían llegado
demasiadas "quejas" sobre él y era probable que causara “Inquietud
racial".


La señora Van Hyning tenia sus propias sospechas y envió al padre
de los dos muchachos asesinados, Arnold Schuessler, una copia del
concluyente trabajo de Arnold Leese ASESINATO RITUAL JUDIO. Schuessler
leyó el librillo y quedó aturdido con lo que aprendio. Entonces, tomó la
equivocada decisión de partir hasta la policía y exigirles que se
investigara la muerte de su hijos en el ángulo de un posible asesinato
ritual. El Alguacil del Condado en aquel tiempo era un Judío llamado Sam
Lohman, e inmediatamente puso al Sr. Schuessler bajo arresto por
sospecha de haber asesinado a sus propios hijos.


Un diputado judío apellidado Horowítz, envió al hogar de
Schuessler un pelotón de hombres; tras haber saqueado la casa en busca
de "evidencias”, Horowitz, entonces, puso a la Señora Schussler y a su
familia bajo arresto domiciliar, prohibiéndoles salir de la casa o
hablar con alguien por telefono para que no difundieran “rumores
injustificados acerca de los Judíos”.
Arnold Schuessler fue sometido a la prueba del detector de mentiras,
pasándola por completo y en forma tan satisfactoria como para probar que
tenía una coartada contra los asesinatos. En lugar de soltarlo, las
autoridades recluyeron a Arnold Schuessler en una institución mental
privada en Des Plaines, Illinois, operada por un Dr. Leon Steinfeld.


El Sr. Schuessler fue sometido a toda prisa al electroshock,
donde murio esa misma tarde en que llegó al "sanatorio", habiendo
suficiente publico enterado sobre la muerte extraña del padre, al punto
de que se desarrolló una investigación publica del caso de Schuessler y
el Dr, Steinfeld se vió forzado a testificar. Allí declaró que Arnold
Schuessier padecía de “alucinaciones” y “delirios de paranoia” que
“personas seguramente se los inducían desde afuera".


En 1955 salieron, a raíz de esto, unos honrados oficiales
públicos. Uno de ellos era el Coronel del Condado, un viejo irlandés
llamado Dr. Thomas MeCarron, quien era también una psiquiatra
calificado. MeCarron conocía al Dr. Steinfeld desde hacia tiempo.
Durante la Segunda Guerra Mundial, se había proseguido a Steinferld por
darle varias drogas legales e ilegales a muchachos judíos, las que les
producían fibrilaciones del corazón, saturación de sus pulmones con un
líquido que simulaba la tuberculosis, condiciones nocivas de la piel,
etc. para que pudiesen evitar el servicio militar.


Steinfeld, según afirmaba, había reunido U$ 2000 por cabeza por
cada Yiddishe Mama's Little Bubbeleh que reunió mientras luchaba contra
los Nazis como un gran líder. (¿Cúanto podría darse por sus pruebas,
como algunos estandartes de una vieja svástica comprada y colgada en su
pared, junto con toda una colección de medallas falsas? - NT)


El Dr. MeCarron llamó a Steinfeld un mentiroso y un charlatán y
entregó todo los documentos en el caso al abogado de distrito,
recomendando que Steinfeld fuera juzgado por perjurio y asesinato.
También denunció a Steinfeld a los periódicos y públicamente declaró su
impresión de que se había asesinado a Arnold Schuessler. En respuesta,
recibió una orden del oficial del abogado de distrito de no hacer ningún
otro comentario público sobre el caso.


Varias noches más tarde, para dar énfasis a la naturaleza seria
de la advertencia, una pequeña bomba voló la puerta delantera de la casa
de McCarron. Pero hubo por lo menos alguna justicia tardía. Varios días
después de que la pesquisa cerró, Leon Steinfeld huyó del país. Voló a
Suiza por una "cura de descanso" y se le halló colgado en su hotel una
mañana, en un supuesto suicidio.


El columnista de un periódico judío Irv Kupcinet estableció una
"simpatía consolidada” y poco después de esto se presentó a la viuda de
Arnold Schuessler, la madre de los niños asesinados, con U$100,000
aportado por la comunidad judia de Chicago, una suma inmensa de dinero
en 1955-56, valor fácilmente equivalente a un par de millones hoy, y una
acción muy extraña de los Judíos para ser dada a una víctima Gentil de
un crimen, un alemán en este caso, a menos que estuvieran comprando el
silencio. Hubiera habido una conexión final con este horrible caso.
El autor británico Arnold Leese proveyó cantidades macizas de recortes
de noticias e información, incluso una transcripción de las pesquisas,
por sus corresponsales en Chicago, y estaba trabajando en una cuenta
definitiva del caso Schuessler como uno de los mejores documentados
asesinatos rituales Judíos de los tiempos modernos, cuando casualmente
murió de súbito en la primavera de 1956. Ninguno de los archivos de
Schuessler en los que había trabajado y que les mostró a varios amigos y
visitas, se halló en alguna parte en su posesión, cuando se
inventariaron sus efectos después de su muerte.


Se ató el último cabo suelto.


Uno mira hoy esas pequeñas caras tristes de los cartones del envase de la leche, y no puede ayudar, sino sorprenderse...


(*) NOTA: Los cadáveres de los muchachos asesinados presentaban
también marcas de signos innegablemente cabalísticos que habían quedado
impresos en su espalda cuando estaban vivos. Esto hace suponer que
fueron colocados acostados sobre una mesa en la que estaban grabados
estos símbolos quedando estampados en la piel antes de ser sacrificados,
probablemente encima de ese mismo mueble. Los símbolos eran similares a
los que aparecen en el Libro de Zohar que prescribe los sacrificios
rituales, según las fotos de los expedientes del caso.
Fuente: ABERRAZIÓN.



Comentarios a algunos casos de crímenes rituales judios en el siglo XX

La sangre de un ser sin alma, sin energía vital, no le sirve al judío para el Purim
ni para los sacrificios: los delincuentes, los asesinos, los
degenerados y los "vampiros" que de vez en cuando aparecen entre los
nacimientos de los no judíos (por no operar ya la selección natural
entre los seres humanos) y toda la escoria más baja de una sociedad no
es beneficiosa para ellos; sí lo serán los inocentes que caigan en sus
manos... Es por eso que, donde quiera que estén en el mundo, los judíos
simulan ser filántropos defensores de la vida, pacifistas y contrarios a la pena de muerte.


A pesar de todo, durante la época contemporánea aún se realizan aisladamente algunos sacrificios humanos de Purim
al estilo de los que se realizaban en tiempos remotos, con una víctima
que es secuestrada y torturada hasta morir con prácticas increíblemente
sádicas y casi psicopáticas,
en donde es frecuente lo que podríamos llamar la "muerte con marca en
el cuello", ya sea por degüello (como en los asesinados de Nüremberg) o por estrangulamiento.


En gran medida, los "horrores" inventados por los fanáticos
judíos en torno a la fantasía del "Holocausto" son una exteriorización
de su propio subconciente e inconciente colectivo, sediento de sangre,
horror y muerte, pues además, muchas de las supuestas "torturas" que
describen como habituales de los "Campos de exterminio" son prácticas frecuentes en sus Purim. El asesinato a sangre fría de los oficiales polacos en los bosques de Katyn fue un gran Purim ejecutado por los comisarios rusos del ejército rojo,
todos ellos judíos, a pesar de que por años se trató de culpar a los
alemanes de este horrible hecho, hasta que la verdad se impuso...


Actualmente, pueden verse aún ejemplos de estos sacrificios jehovíticos. En Polonia,
por ejemplo, los judíos "chassidim" practicaban fanáticamente, desde
tiempos remotísimos y con toda impunidad, la vieja usanza del Purim, con
sacrificio humano directo y todo, siendo muy probable que aún lo hagan
de un modo parecido. Así nos explicamos que el papa polaco, Juan Pablo II,
haya declarado que los cristianos eran "hermanos menores de los
judíos", ciertamente lacayos muchos de ellos (lo que nos recuerda una
leyenda medieval judía según la cual, algún día, llegaría a la casa del
Vaticano un papa judío, llamado "Elhanan") sin que jamás haya alzado su
sacrosanta voz contra las masacres de árabes de todos los años por parte
de sus hermanitos mayores.


El 5 de septiembre de 1938, 59 jóvenes neonazis chilenos fueron asesinados a mansalva en la llamada "Masacre del Seguro Obrero", durante un intento de sublevación nacionalista.
El hecho de sangre, que involucró al propio presidente de la república
de entonces, fue realizado por un grupo de oficiales policiales
vinculados a la masonería chilena y dirigidos en el lugar de los hechos
por un extraño judío llamado Francisco Droguett Raud. Todo esto hace
sospechar que se trató, en parte, de un gran asesinato con connotaciones
rituales.


Y sobre los asesinatos individuales, aún se recuerda además la triste muerte del hijo del coronel Charles Lindbergh,
famoso por haber atravesado el atlántico de un continente a otro a
través de su avión "Espíritu de San Luis", por primera vez en la
historia. Lindbergh era un ferviente partidario del nazismo
alemán y declaró en varias oportunidades su antijudaismo. Del mismo
modo, su padre se oponía a la creación de la Federal Reserve Banking
Sistem, fundada por los mismos judíos que financiaron la Revolución Rusa.


El resultado final: el hijo de Charles Lindbergh fue secuestrado el 1 de marzo de 1932, y aparece muerto después del Purim
de ese año, celebrado el 22 del mismo mes. Lindbergh siempre sospechó
que la muerte de su hijo había sido realizada por judíos, al igual que
lo creía la policía, siguiéndole los pasos a una banda de mafiosos
judíos liderados por uno de apellido Fleischer. Sin embargo, de súbito
apareció como culpable un tal Hauptmann, de origen alemán, que fue
ajusticiado sin evidencias concluyentes de su participación en un crimen
que, por sus características, era imposible que hubiera sido realizado
por un solo hombre.


Ya antes y durante la Primera Guerra,
la judería inglesa –la misma que preparaba el traslado de los Sionistas
hasta Palestina- organizaba y dirigía acciones criminales en donde los
muertos se contaban por montones. En 1916, con el propósito de proveerse
de las muertes de gentiles necesarias para el período del Purim, las altas autoridades judeo-masónicas del Imperio Británico
protagonizaron uno de sus actos más viles, del que aún hoy día
persisten heridas abiertas. El día Lunes de Pascua de ese año, los
independentistas católicos irlandeses se alzaron ante la negativa del
gobierno británico de cumplir con la Ley del Gobierno Irlandés, aprobada
desde hacía dos años, que les daba su deseada autonomía. Unas 500
personas murieron en las revueltas por la sangrienta represión inglesa y
15 de los líderes irlandeses fueron ejecutados... Sangre católica para colmar la sed de los judíos de Albión.


Por culpa de los desvergonzados historiadores de nuestros
tiempos, poca gente sabe que los altos funcionarios judeo-masónicos de
Gran Bretaña tenían su propia versión de la KGB
de sus colegas soviéticos, llamadas "Black & Tans". Esta milicia
cometió horribles y atroces crímenes contra los irlandeses católicos,
desde que fueron enviados hasta allá en 1920. Hoy en día, el conflicto
entre blancos católicos y protestantes sigue dirigido por los poderosos
judíos ingleses. La llamada secta fundamentalista "protestante" denominada "Orangistas", que desfila por barrios católicos de Irlanda
todos los años, celebrando provocadoramente el centenario aplastamiento
de los católicos, está absolutamente infiltrada y dirigida por judíos sionistas,
algunos conectados a la Masonería y la poderosa B'Nai Brith, y su
símbolo en la mismísima Estrella de David, usando uniformes azules de
retazos naranjos. Esta organización está relacionada con el grupo
paramilitar de la "UVF", secta de asesinos protestantes dedicadas
exclusivamente a matar católicos y dirigir atentados contra sus barrios
en Irlanda.
Muchachos de las vencidas fuerzas alemanas del Reich,
fueron ejecutados sin juicio, sin defensa ni ajuste a las leyes
internacionales, al final de la guerra. Miles de alemanes fueron
asesinados de esta forma por los aliados y, al igual que en los
bombardeos, las órdenes eran impartidas por oficiales y políticos de
origen judío. Todas estas imágenes han desaparecido de la luz pública.


Hombres, mujeres y niños asesinados por los aliados en los
criminales bombardeos a los barrios civiles de las urbes alemanas,
ordenados por los mandatarios judíos Roosevelt y Churchill. Por este holocausto alemán nunca hubo Juicios de Núremberg ni compensaciones. Miles y miles de civiles germanos murieron en los bombardeos a Berlín.
Algunos "historiadores" han cometido el descaro y el sacrilegio de
exponer algunas de esta imágenes fingiendo que se trataría de "víctimas
judías del Holocausto" . En el verdadero holocausto, el que ocurrió
contra los alemanes con la llegada de los aliados, los judíos no eran
precisamente las "víctimas"... Ese sí fue un verdadero Holocausto, una
"quema ritual", con miles y miles de asesinados por bombas incendiarias.
Un escándalo que quedó en la impunidad absoluta.


Una de las bombas atómicas fue lanzada sobre Japón,
sin necesidad bélica real y con el único objeto de probar su poder
destructivo en zonas urbanas y sus mecanismos de detonación. Por eso, la
bomba de Hiroshima era distinta de la de Nagazaki.
La isla de Japón presentaba, además, las características de aislamiento
continental ideales para usarlas sin dañar países vecinos, amigos de
los aliados. Desde su creador teórico, Albert Einstein, hasta el presidente de EE.UU que ordenó su uso, Harry S. Truman, prácticamente todos los vinculados al crimen de Hiroshima eran judíos. Ambas esas bombas fueron lanzadas con inscripciones que decían ser "un beso de los EE.UU. para Japón e Hirohito".
La Guerra de Vietnam también le presentó a los altos oficiales del Pentágono,
vinculados a la judería, toda una gama de excusas para probar el poder
destructor de un sinnúmero de armas de guerra sobre áreas civiles, como
las bombas de napalm, Todo indica también que la Guerra del Golfo
Pérsico habría tenido motivaciones muy parecidas, para probar armas de
gases venenosos del ejército norteamericano. Se repite así la crueldad
criminal en las bombas de la judía Madeleine Albright contra Irak, las que llevaban burlas y consignas groseras escritas sobre sus cubiertas antes de ser arrojadas sobre civiles inocentes.


Se podría seguir con los niños japoneses quemados al abrazo de fuego de la bomba atómica de Hiroshima y Nagazaki
de 1945, utilizada por las altas autoridades judías que en aquel
entonces dominaban los Estados Unidos. El creador intelectual de la
bomba, Albert Einstein,
el famoso científico judío que ha sido inmortalizado con una imagen de
personaje simpático y agradablemente informal, insistió en varias
oportunidades que la bomba fuera lanzada pronto, a pesar de que
frecuentemente se hace creer lo contrario. Einstein siempre estuvo de
acuerdo con emplear la bomba atómica y usarla de preferencia contra
Alemania, alternativa que fue descartada por poner en peligro a los
países aliados cercanos a los límites germanos.


Sobre los casos de famosos asesinatos individuales de corte ritual del siglo XX, empezamos con el "Caso Beiliss", ocurrido en 1911 en Kiev, Rusia.
Ese año se halló el cuerpo desangrado de un niño dentro del terreno de
una fábrica de ladrillos a la que sólo judíos tenían acceso y que tenía
hasta una sinagoga propia. Se enjuició a su dueño, el judío Mendel
Beiliss, pero por no llegar a un fallo unánime, fue dejado en libertad
en 1913; sin embargo, el jurado resolvió que el crimen había sido de
tipo ritual y con mucho sufrimiento, causado por un sinnúmero de heridas
en todo el cuerpo. Los judíos de Kiev comenzaron de inmediato una
campaña de desinformación sobre el caso, debiendo ser amonestados
públicamente. Un hecho muy oscuro es el que dos pequeños hermanos, Genia
y Valentine, que iban a dar testimonio contra Beiliss, murieron
misteriosamente tras comer unas golosinas que les diera un policía judío
llamado Krassowsky. Dos doctores judíos declararon que los niños
murieron de disentería, pero extrañamente, después se retractaron de
este informe, admitiendo que sí habían sido envenenados.
Se supo también que a la madre de ellos, los judíos le habían ofrecido
un soborno para culparse a sí misma por el asesinato del muchacho de la
fábrica. El cadáver del muchacho presentaba además trece puñaladas en la
sien derecha y siete en la izquierda, tal como prescribe hacer los
sacrificios rituales el Libro del Zohar, de la secta de los Judíos
Chassidim. Pero tras ocurrir la Revolución Rusa, los judíos bolcheviques
anularon los resultados del juicio sobre "asesinato ritual" cambiándolo
por un crimen común y corriente cometido, supuestamente, por un
cristiano. Beiliss emigró a Estados Unidos y murió en 1934 siendo
sepultado por los demás judíos como todo un héroe. Un panfleto fue
distribuido por entonces en Kiev, advirtiendo a los padres de cuidar a
sus hijos durante el período del Passover Judío, mostrando la imagen del
cadáver del niño asesinado ritualmente en la fábrica de Beiliss.


La horrible muerte ritual del hijo del coronel Charles Lindbergh
es un tema tabú en nuestros días por tratarse de uno de los escándalos
más graves que han involucrado prácticas de sacrificios humanos por los
judíos, a pesar de que el poder secreto logró esconder la realidad de
los hechos a nivel judicial.


Una de las menos mencionadas matanzas del Siglo XX
es el asesinato en masa de las familias germanas establecidas en
Polonia, en 1939. Siempre se ha supuesto que fueron terroristas o
policías polacos sus autores, lo que es muy posible, pero la presencia
de un innegable toque ritual en este crimen nos sugiere que una mano
"extra" debió haber dirigido esta masacre, probablemente los mismos que
organizaron la Masacre de los Bosques de Katyn, en este mismo país, al
año siguiente. Estos asesinatos, junto con ser brutales, incluían un
revelador rasgo ritualístico propio de los sacrificios rituales del Purim: a todas las víctimas (mujeres y niños incluídos) le fueron extraídos los ojos con ballonetas.
En la actualidad los judíos de Estados Unidos
decidieron celebrar los 50 años de las Naciones Unidas con un bestial
ataque a los restos de la ex-Yugoslavia, so pretexto de corregir la
grave situación política y social interna que sacudía a Serbia por
aquellos días y que era propiaciada por la propia judería izquierdista
que controla al gobierno serbio de Milosevich.


Los culpables directos de este atroz crimen internacional son todos judíos detrás del títere Bill Clinton,
y los ataques forman parte del costo que debe pagar el mundo por culpa
de los países poderosos que llevan a judíos hasta los puestos claves del
Gobierno. Los judíos norteamericanos, asesinos que dirigieron esta
sangrienta cruzada contra Yugoslavia, fueron: Madeleine Albright
(Secretaría de Estado) tan activa en este asunto que se le llamó "La
Guerra de Madeleine" , William Cohen (Secretaría de Defensa), Samuel
Berger (Consejo de Seguridad Nacional), Stuart Eizenstat (Sub-Secretaria
de Estado), Doug Sosnik (Consejero de la Presidencia), Steve Kessler
(Consejo de la Casa Blanca) y Dan Schifter (Director de las Fuerzas de Paz), entre otros tantos que no caben en este espacio.


Las escenas escalofriantes de los criminales ataques de la NATO sobre Serbia,
fueron dadas por orden de los judíos que controlan los Estados Unidos.
Soprende la agresividad y violencia con que estos gangsters actuaron
contra Yugoslavia en este caso, sobretodo si la comparamos con la
increíble indiferencia y pasividad que mostraron ellos mismos durante
los horrores de la guerra civil yugoslava que agitó la mayor parte de
esa década, a pesar de las súplicas de entonces de la comunidad
internacional pidiendo detener el conflicto.


¿Asesinatos rituales de kosovares en Yugoslavia?... Mientras la OTAN atacaba a civiles yugoslavos y kosovares
por igual (siempre "por errores", que causaron más de 170 bajas sólo
entre los musulmanes que pretendían "salvar") y de paso también a la
Embajada China, Israel ofrecía asilo a los refugiados kosovares y Estados Unidos denunciaba la existencia de "Campos de Concentración"
en una tremenda campaña por asociar al dictador pro-comunista y
pro-judio de Milosevic con Hitler y los horrores del Holocausto.
¿Estaremos en presencia de una guerra absolutamente fabricada por los
medios de prensa y los altos mandos del Pentágono y la Casa Blanca en
complicidad con Israel?. Pasarán décadas antes de que el mundo pueda
entender (o aceptar) realmente lo que ocurrió entre serbios y kosovares,
y para que se acabe de entender quién estaba realmente detrás de las
atrocidades cometidas por los ejércitos serbios y los "salvadores" de la
OTAN.


En algunas fotos se pueden observar un bebé y un anciano kosovar
asesinados por soldados serbios, pero con un estilo muy particular. El
fallecido presenta el cuello cortado "ritualmente" (de oreja a oreja,
como cordero). ¿Es acaso una costumbre que los soldados serbios
degüellen ritualmente a sus víctimas?... No lo sabemos. ¿Quiénes podrían
haber ordenado una "ejecución ritual" como ésta?... eso si lo sabemos, y
usted también.


El mismo año de los ataques norteamericanos a Yugoslavia, la judería rusa hacía lo propio... Los ataques de Rusia sobre Chechenia repiten el mismo estilo criminal de los antecedentes que mostramos. La judería rusa del borracho presidente Boris Yeltzsin y el entonces ministro de interior Vladimir Rachailo Putin, ex-KGB descendiente de judíos rusos y posterior Presidente de Rusia, como ayer lo hiciera Stalin, han atacado sin compasión a los chechenos sublevados.
Y de paso también a los recintos aledaños: un mercado central y una
maternidad, donde se produjo la mayoría de las cerca de 150 o más
muertes. La versión de las agencias noticiosas y de la judería rusa: "El ejército ruso bombardeó bases guerrilleras islámicas de Chechenia".


Tras los atentados terroristas en Moscú de septiembre y octubre de 1999, atribuidos a los chechenos, los judíos Yuri Lushkov y Vladímir Putin, Alcalde de Moscú
y el entonces Ministro de Interior ruso respectivamente, se valieron de
ellos para desatar una persecución contra el pueblo checheno tomándolos
detenidos en masa, como se ven en algunas imagenes. Entre el 6 y el 7
de octubre, las agencias del mundo informan que los rusos han atacado el
poblado guerrillero de Shamil Besayev, en Chechenia
para reprimir a los terroristas... Sin embargo, muestran que los cerca
de 40 muertos eran civiles inocentes y desarmados. Las masacres fueron
así la tónica de este siglo que cerró el milenio, de principio a fin.


En 1932, el mismo año de la muerte del hijo de Lindbergh,
un judío llamado Moritz Kaspar fue condenado a sólo 15 años de cárcel
al confesar, ante la evidencia en su contra, que había asesinado
ritualmente a la ciudadana Martha Kapar, como parte de un Purim...
Sesenta y cinco años más tarde, en 1997, las cosas no han cambiado: el
joven judío de 19 años Samuel Sheinbein, celebró su propio Purim
secuestrando, asesinando y picando en pedazos a un adolescente de
Maryland, para luego escapar de la justicia a Israel; y sólo luego de
dos años de presión por parte de las autoridades y fiscales de Estados Unidos, el judío asesino confeso recibió una condena de sólo 24 años con posibilidad de salir a los 16.


Así, pruebas hay en todos lados y a lo largo de toda la historia.


Rudolf Hess
es otro ejemplo. Era ya un anciano el llamado "Preso N° 7" cuando una
mañana salió de su celda seguido de un gendarme, a dar su diaria vuelta
por el patio de Spandau,
como hacía 45 años lo venía haciendo. Hess era el único capaz de
revelar los detalles de las psicotorturas y drogas utilizadas en la
prisión, que ya había anunciado en parte con anterioridad, y una luz de
libertad se filtraba hasta su celda, pues el canciller Kohl había enviado una carta, poco antes, a Margaret Thatcher, Ronald Reagan y Mikhail Gorbachev suplicando la liberación del anciano prisionero, además de las insistencias. Se esperaba entonces una respuesta...


Pero Inglaterra tenía mucho que perder, pues Hess además poseía los argumentos de un siniestro secreto, que pone al Reino Unido más cerca del Tercer Reich
que de los aliados, y como protagonista de una tremenda traición. ¿Cuál
era ese secreto?. Hess se lo llevó al morir víctima de un Purim,
ese día. En un descuido, el vigilante lo habría perdido de vista para
encontrarlo más tarde colgado de un cable dentro de una de las bodegas,
con un nudo en el cuello que sus ya seniles manos nunca habría podido
realizar. Había sido asesinado también con la "marca en el cuello", como
las marcas de los vampiros, existiendo evidencia de que incluso terminó
de ser ejecutado en la ambulancia que lo llevaba al hospital.


Poco después, en las calles de Berlín apareció un cartel diciendo:



"Rudolf Hess ha muerto... ¡ahora ya es libre!"
Otro detalle importante en la ritualidad judía es la constante
connotación de "perdón" del resto de las fiestas que celebra durante el
año: perdón de todos sus pecados, de todas sus crueldades y de todos sus
asesinatos, expresado principalmente en el Día del Perdón o "Yom Kippur",
en que, por paralizar las actividades, cierran prácticamente todas las
multitiendas y centros comerciales del mundo para que sus jefes judíos
puedan retirarse y pedir perdón a Jehová durante el aniversario de alguna de sus victorias, a principios de octubre de cada año.
Allí, en el Yom Kippur, oran en ayuno los versículos de la Torah
y "traspasan" todos sus pecados a algún animal que posteriormente será
sacrificado con degüello y desangramiento, para luego ser quemado y
ofrendado en “holocausto”.
Así, el hipócrita judío queda "limpio" de toda culpa a cambio de un
inocente ayuno, y listo para reiniciar sus crímenes anuales, expresados
en plenitud el día del Purim.
Así, como lo gritara Streicher esa tarde, la judería sí celebraba otra de sus Fiesta del Purim en Nüremberg.



David Berkowitz

LOS FAMOSOS CRÍMENES DE “EL HIJO DE SAM”
¿Asesinatos rituales judíos?


Entre julio de 1976 y julio de 1977 una seguidilla de horribles
crímenes sacudieron la sociedad de Nueva York. Seis mujeres jóvenes
fueron asesinadas de tiros en el cráneo y otras siete personas fueron
heridas por unas actuaciones criminales sin motivos claros aparentes. El
asesino elegía a mujeres de raza blanca, especialmente de pelo largo y
liso, fluidamente caído sobre el cuello, atacando de paso a quienes les
acompañaran en sus vehículos, por lo general sus parejas. El psicópata
tenía incluso la desfachatez de celebrar algunos de sus crímenes dejando
cartas anónimas para la desconcertada policía, en las que se presentaba
como “el Hijo de Sam”, y diciendo: “Soy un monstruo, soy el Hijo de
Sam, adoro cazar” . Con este misterioso registro quedará conocido para
la posterioridad él y su caso.


Los policías comenzaban a notar que los crímenes parecían tener
una motivación ritualista y bien podrían tratarse de asesinatos rituales
en una versión moderna, con balas como armas de sacrificio y la ciudad
como escenario. Los peritajes demostraron que las balas encontradas eran
de la misma arma, y el modus operandi era similar en todos los casos:
el asesino se acercaba silenciosamente hasta el vehículo estacionado, en
donde se encontraban las mujeres en compañía, y les disparaba de súbito
con una potente arma, del tipo Magnum 44.


El día 31 de julio, ya con 5 muertes en su haber, el Hijo de Sam
ataca a una nueva pareja y comete otro asesinato, pero no sin antes
permitir que algunos testigos lograran ver su vehículo, un Ford Galaxi,
pista con la que la policía inicia la persecución final del terrorífico
criminal. Y finalmente, el Hijo de Sam, el asesino que aterró a una
ciudad habitualmente acostumbrada a la violencia, fue capturado…


Se llamaba en realidad David Berkowitz; era un judío más bien
joven, habitante local y miembro de una organización ocultista. Confesó
sus crímenes casi al instante y asumió la responsabilidad de todas las
muertes. A pesar de que la policía ya suponía de la existencia de un
móvil ritual asociado a las razones delirantes de los crímenes, uno de
sus primeros actos fue persuadir a Berkowitz para explicar las
motivaciones que habría tenido para realizar los asesinatos que tanto
pavor causaron entre al comunidad neoyorkina.


Berkowitz explicó que se trataba de asesinatos satánicos, y que
el culto al que pertenecía era, fundamentalmente, a una Iglesia
satanista, mientras mezclaba su explicación con supuestos delirios
esquizofrénicos, los mismo que le hacían oír voces del Diablo. Esta
explicación coincidía con los perfiles psicopatológicos hechos por
psiquiatras y criminólogos antes de su captura, y dejó tan asombrada a
la comunidad, que se archivó el caso como tal e incluso modernos
admiradores de los asesinatos en serie, que se suponen como aficionados o
cultos en temas de criminología, publican documentos en los que
insisten en esta cuestionable idea satánica.


Sin embargo, con el pasar de los años, la impresión de que los
crímenes rituales de Berkowitz hayan tenido una efectiva causa satánica
parece cada vez menos sostenible, a pesar de la espectacularidad que
pudiera tener. La teoría satánica ha sido defendida en parte por la
venta que tiene, hasta el punto de que a poco de ser capturado, se debió
promulgar urgentemente una Ley que prohibiera a los asesinos
usufructuar ganancias de la venta de sus historias criminales.


Hoy en día, sin embargo, el recuerdo traumático del Hijo de Sam
sigue generando rentables negocios que van desde producciones
cinematográficas sobre el caso como “Summer of Sam” del director Spike
Lee y en donde se hace una apología del actual Berkowitz, hasta algunos
predicadores inescrupulosos que ha hecho toso un circo del supuesto
arrepentimiento de Berkowitz y su conversión al cristianismo en la
cárcel, en la que deberá permanecer de por vida por una condena de 360
años, una condena irrisoria si consideramos que la sociedad
norteamericana ha llevado al patíbulo a asesinos mucho menos sádicos y
múltiples que Berkowitz.


Mientras no exista una teoría sustancial sobre las verdaderas
razones de Berkowitz para realizar sus crímenes de pistolero psicópata,
la fantasía del esquizofrénico satanista seguirá siendo la única
alternativa para explicar lo sucedido, a pesar de haberse demostrado en
el juicio que Berkowitz era mentalmente sano y no el loco de remate que
se suponía antes de su captura. Pero, ¿por qué conformarse con estas
burdas explicaciones?. Indaguemos un poco…


Berkowitz nació el 1 de junio de 1953 con el nombre de Richard
David Falco . Su madre, Betty Broder Falco , nacida en 1914 y
establecida en Brooklyn, había tenido una aventura con un hombre del que
quedó embarazada y el cual rechazó al hijo. Así, fue puesto en adopción
justo al nacer. Por años se ha tratado de dejar muy claro en los medios
que el apellido judío de Berkowitz pertenecía a sus padres adoptivos,
los judíos Nathan y Perla Berkowitz , del Bronx. Pero lo que pocas veces
se dice es que su padre biológico, aquel que lo abandonó incluso antes
de nacer, se llamaba Joseph Kleinman , y su desprecio al niño fue
bastante oscuro en sus razones. Los Berkowitz invirtieron los nombres
originales del niño y lo registraron como David Richard Berkowitz.


24 años más tarde, Berkowitz yacía ante la justicia explicando
sus recientes asesinatos como sacrificios rituales. Por ningún lado se
supuso que los crímenes tuvieran algo que ver con asesinatos rituales
históricamente realizados por su pueblo y el hecho de que los mismos
fueran iniciados en el periodo cercano a las Fiestas Judías del Purim y
del Passover, que antiguamente incluían sacrificios humanos. No
obstante, las muy espectaculares pero poco sostenibles explicaciones de
Berkowitz fueron creídas y aceptadas, quedando así sus crímenes
disfrazados para siempre como satánicos.


Aquel año 1977 cumplía además con rasgos cabalísticos de la
numerología judaica, regida absolutamente por la incidencia del número
6, mismo que cifra el número de puntas de su estrella religiosa. Así,
1977, descompuesto en 1+9+7+7=24, y 2+4=6. Además, fueron 6 las víctimas
que resultaron asesinadas en sus crímenes y Berkowitz explicó que el
nombre de “Sam” de su apodo, correspondía al de una siniestra divinidad
de 6 mil años, según él.


Quizás la única gran traba de esta idea se encuentra en que la
última de las víctimas era una muchacha de ascendencia judía, apellidada
Moskowitz, y los judíos nunca realizan sacrificios de su propia gente
en forma ritual, al menos no con adultos de su propio pueblo. Sin
embargo, debemos tener en cuenta que Berkowitz elegía a sus víctimas al
azar, por lo que no fue raro que en una de estas rondas cobrara la vida
de una judía, precisamente en la ciudad del mundo en que viven más
judíos, como es Nueva York. A estas alturas, además, Berkowitz ya se
había salido de todo control, animado en parte por la tremenda
publicidad que había en torno a su anonimato y en la extraordinaria
cobertura de sus primeros crímenes en los medios.


Por otro lado, en sus aterradoras cartas donde se presenta como
el Hijo de Sam, el asesino hacía constante referencia sobre el hecho de
que Sam, su “padre”, amaba beber sangre. Recuérdese que la sangre tiene
una valor primario en estos rituales judíos del Purim o Passover, en
donde era derramada dentro de frascos, bebida y hasta comida en galletas
por los presentes, bajo la suposición de que, al ingerirla, se
apropiaban de las fuerzas vitales del sacrificado. Lo mismo sucede en
los sacrificios de animales del holocausto, en donde la criatura es
desangrada entera por los judíos y luego quemada en ofrecimiento a su
divinidad. Este tipo de ritos dio origen a la leyenda de los hombres
vampiros, según se cree.


Berkowitz agregaba un impactante detalle en sus cartas,
refiriéndose a sus víctimas que debían ser de preferencia jóvenes (como
así fueron) y que su sangre debía ser drenada, lo que coincide
exactamente con los antiguos rituales de sacrificios humanos judíos, en
donde la víctima debía ser un no judío joven que era desangrada
completamente. Hasta épocas relativamente recientes, existen varios
juicios llevados en Europa contra judíos que cometieron asesinatos
rituales del mismo modo que se ha descrito, con víctimas jóvenes y
desangramiento.
En algún momento decidió escribirle también una macabra nota a Jimmy
Breslin, un periodista y también judío del Daily News, diciendo:
“Saludos desde las grietas en las aceras de Nueva york y de las hormigas
que moran en estas grietas y se alimentan de la sangre seca del muerto,
que se ha acumulado en las grietas… Saludos desde las alcantarillas de
Nueva York, que se llenan con estiércol de perro, vómito, vino rancio,
orina y sangre”.


Es inevitable asociar esa alusión de Berkowitz sobre “la sangre
seca del muerto” , con la costumbre del ritual judío del Passover, en
donde los presentes comían un pan ázimo especialmente preparado para la
ceremonia con sangre seca, reducida a polvo y mezclada con la masa, la
que era obtenida de los sacrificios humanos, generalmente de gente
joven. Casi en tono de confidencia, el asesino declaraba a Breslin que
“Sam es un muchacho sediento. No permitirá que pare de matar hasta que
sacie su sed se sangre…”


Berkowitz, ya detenido, decía se miembro de una oscura agrupación
llamada “La Iglesia del Proceso”. De ahí habrían sido motivados sus
asesinatos-sacrificios y eso confirmaba en parte la sospecha de los
policías de que en los crímenes rituales habían trabajado más de una
persona a la vez, aunque finalmente se determinara que se actuó sólo,
aunque esto no dejó contentos a todos los que seguían el caso. Se supone
entonces que Berkowitz era sólo un observante de la Iglesia del
Proceso, y que no tomó parte en la totalidad de las matanzas rituales
que se le imputaban.


Sin embargo, la Iglesia fue incorrectamente descrita como de tipo
satánica; era, de hecho, una secta cristiana, con alusiones al
Apocalipsis y al Juicio Final muy recurrentes, y profundamente
mesiánica, corriente que sabemos enraizada con el judaísmo y que por ahí
pudo tentar las simpatías de Berkowitz, si es que realmente la
organización a la que se sospechaba que pertenecía era esta y no otra
más oscura. El cuento de Berkowitz y su Iglesia podía estar además
inspirado en los famosos asesinatos de Charles Manson y la “Iglesia
Final”, a principios de esa misma década, que popularizaron en la
impresionada sociedad americana las historias de modernos crímenes
rituales y de organizaciones supuestamente satánicas.


Sin embargo, persiste hasta nuestros días la hipótesis de que
Berkowitz si actuaba como parte de algún culto, muy distinto al
cristiano, y que pertenecía a alguna agrupación secreta desde donde
surgió de un asesino involucrado en la ola de asesinatos de 1977. Esta
teoría se basa, principalmente, en el hecho de que los retratos hablados
son muy distintos entre sí y del aspecto físico de Berkowitz (como
podéis ver debajo de este párrafo), aunque sí semejan en un sorprendente
detalle: en todos ellos, los rostros presentan rasgos que podríamos
interpretar como judaicos: nariz predominante, forma de los labios y las
cejas arqueadas, etc.


Por otro lado, es públicamente sabido que la teoría del asesino
solitario no dejó contentos a muchos de los detectives de Nueva York,
que pensaban que Berkowitz se culpaba de la totalidad de las muertes
como una forma de encubrir a los demás miembros de su siniestra
agrupación. El hecho de que se haya usado una misma arma de fuego en
todos los casos se explica porque ésta era el “arma ceremonial”, la
analogía moderna del cuchillo de sacrificio, usada por esta secta
contemporánea de asesinos rituales.


La hipótesis del club de asesinos, sin embargo, nunca fue
comprobada, porque siempre se trabajó confiando en la veracidad de las
confesiones de Berkowitz como asesino solitario, y ciertamente ya es muy
tarde para tratar de revertirla. Berkowitz alegaba exasperadamente por
entonces que era un satanista, mientras los flanes de las cámaras
periodísticas palidecían su rostro típicamente judío. Hoy se pretende
que, en la soledad de su celda, se ha convertido a la Cristiandad
Evangélica y ha renunciado a ese supuesto satanismo del que, en
realidad, nunca formó parte como tal y menos si era miembro de la
Iglesia del Proceso, cristiana y mesiánica.


Podemos sospechar además que parte del mito satánico de las
muertes rituales fue fomentado como una campaña de autoimagen, pues
hasta el día de hoy, la mayoría de los transcriptores de la sangrienta
historia de Berkowitz son también autores judíos, como Davia Abrahamsen,
Tom Shachtman, etc. Todos ellos han mantenido y sostenido la falsa idea
de que estos asesinatos tuvieron un móvil satánico.


Se explicó que el nombre “Sam”, en su apodo “Hijo de Sam”, venían
del nombre del Dios Céltico de los Muertos, llamado “Samhaim”(o
“Samhain”). Esta fue una de las primeras declaraciones del asesino
confeso. En otro momento se dijo incluso que Sam era el nombre era el
nombre del perro negro del vecino de Berkowitz y que el oía los mensajes
que le enviaba la entidad a través del can, según sus propias palabras.
Berkowitz agregó que Sam sería un demonio de 6 mil años. Pero toda la
historia sobre la explicación de lo que era Sam según Berkowitz, muy
aceptada entonces en parte por la ignorancia general sobre ciertas
materias y por las ganas que había de creerlas, hoy es bastante
sospechosa, porque de una incorrecta pronunciación de este nombre por
parte de Berkowitz y sus su supuesto Sam, los Celtas nunca tuvieron un
Dios de los Muertos llamado Samhaim, como algunos creen. De hecho, este
es el nombre de una milenaria Fiesta Pagana y significa “fin de verano”;
se refiere al Día Céltico de Celebración de la Estación, cuya
inspiración permanece en el llamado Wiccan-Sabbath y , de un modo
deformado, en la Noche de Halloween, de Estados Unidos, la Víspera del
Día de los Muertos.


Por otro lado, los satanistas no rinden culto a Dioses Célticos
conocidos, sino en general a imágenes malinterpretadas de los dioses
hebreos, fenicios, babilonios y egipcios, deformadas principalmente por
los antiguos teólogos del monoteísmo judío y cristiano.


Lo más parecido a “Sam” es quizás “Sama”, una deidad luciferina
babilonia y acadia, originalmente de un carácter muy parecido al
mithraísta, que después fuera “demonizada” por el totalitarismo
religioso judeo-cristiano relacionándola con cultos sangrientos, como el
Moloc. El término “Sam” es , además, el diminutivo inglés de Samuel, el
profeta de Israel, y a su vez representa un prefijo del hebreo para
muchos términos de su tradición histórico-esotérica: SAM-aria, SAM-ael,
SAM-son, y puede que hasta el propio SAM-haim. Con estos datos, podemos
presumir que Berkowitz formuló su cuento satánico en unos pocos y
errados conocimientos sobre la naturaleza del Samhaim, reunidos a partir
de un libro antipagano, ya sea en contra de Samhaim o del
Wiccan-Sabbath.


En la actualidad, Berkowitz integra desde la cárcel una
misteriosa organización llamada “Judíos por Jesús”, que financia parte
de los medios de difusión de su conversión al cristianismo y hasta
mantiene páginas de internet dedicadas a él y a la salvación de su alma.
Es ésta, quizás, la muestra más clara del conflicto interior entre
Berkowitz y su lado judío, ese lado simultáneo de un padre que lo
abandona y otro que lo adopta, y de sus delirantes nexos con un
cristianismo hasta el que no puede llegar sin dejar primero un judío, un
“Judío por Jesús”... Dominado por su sangre.


Otro dato importante, aunque poco recordado, es que en febrero de
1979 Berkowitz llamó a una conferencia de prensa para declarar
públicamente que sus motivaciones satánicas eran en realidad una mentira
y que las había inventado en su propia mente para poder perdonarse por
lo que hizo, aunque sin dejar claro entonces el verdadero móvil de sus
asesinatos rituales. Sin embargo, de esta confesión nunca más habló e
insiste el día de hoy en el retomado mito del culto satánico, casi como
si hubiese olvidado sus palabras de aquel día. La judería reaccionó
inmediatamente a esta revelación de Berkowitz, en su necesidad de
mantener vigente la fantasía de los asesinatos por un loco satanista (y
hacer que el tema se centrifugue lejos de cualquier relación con razones
teológico-raciales de Berkowitz para cometer los asesinatos) a través
de diversos autores judíos como Daniel Schwartz y Richard Weidenbacher,
quienes explicaron que este rechazo a los demonios se debía a que
Berkowitz, después de pasar un tiempo con un ministro bautista, terminó
convencido por el religioso de que podía recibir el perdón divino para
su alma sólo si tomaba la responsabilidad completa e individual por sus
crímenes, olvidando el asunto demoníaco.
Es así como uno de los crímenes rituales religiosos más salvajes y
múltiples de este siglo puede haber quedado registrado como los casi
inocentes asesinatos de un “solitario satanista desiquilibrado”,
escondiendo con ello su gravedad y sus oscura conexión con hechos de
sangre recurrentes que antes y después de él han ocurrido, siempre
involucrando a la judería.



El ejercicio de crímenes rituales por los judios y su origen ancestral

Momentos antes de morir asesinado en las fauces de la judería
internacional, el nazista alemán Julius Streicher gritó al público una
extraña frase, previo a ser ahorcado (y desangrado) en el circo llamado
Juicio de Nuremberg, en 1946. Su grito de denuncia ha generado mucho
asombro, comentarios e interpretaciones: "¡LOS JUDIOS CELEBRAN HOY SU
FIESTA DE PURIM EN NÜREMBERG...!". ¿A qué se refería Streicher con el
término "Purim"? ¿Era sólo una comparación irónica con algún tipo de
rito judío o en verdad Streicher había advertido el verdadero sentido de
lo que ocurría?...


Las fotografías oficiales de Nüremberg muestran a los ejecutados
brutalmente cortados de oreja a oreja, pasando por debajo del cuello
hasta la garganta, como la forma de sacrificio por corte en el cuello de
los corderos y los bovinos en manos judías -ejecución ritual llamada
Schema o Schachten- a pesar de que se dice que sólo fueron "ahorcados" y
nada más. Incluso, se sacrificó así al cadáver sin vida de Göering,
quien se había suicidado en la cárcel al sospechar el destino que le
esperaba al final del "juicio". Inmediatamente después de tomadas estas
morbosas fotografías, los cuerpos fueron cortados en pedazos y quemados
en los mismos crematorios de los supuestos "campos de exterminio", para
completar el rito, algo que es descrito abiertamente en todos los libros
de historia.


El carácter ceremonial de este crimen lo vemos también en esta
posterior quema de los cuerpos de los ajusticiados, equivalente a la
incineración de las entrañas y las grosuras del animal sacrificado y a
la quema de la criatura completa en los ritos de holocaustos bíblicos.
Recordemos que los judíos le tienen terror a la cremación de cuerpos,
prohibida por ley en Israel, producto de su incredulidad religiosa en el
alma y de una existencia reducida únicamente al plano material, lo que
les produce supersticiosos y triviales temores sobre lo que le suceda al
cuerpo del difunto aún después de su propia muerte, algo que quedó
claro al final de la Guerra del Yom Kippur,
en donde Israel aceptó liberar presos árabes en un hecho inédito, a
cambio de recuperar los cadáveres de soldados judíos que quedaron
abandonados en territorio enemigo.


Sin embargo, ¿qué tiene que ver este carácter ritual de las ejecuciones de Nuremberg con el término exclamado por Streicher?. Del "Purim",
podemos decir que es relativamente bien conocido por la historia,
correspondiendo a un acto tipo carnaval que se realiza cada año en todo
el mundo por los judíos, en especial por los más ortodoxos, desde hace
ya unos 2.500 años ininterrumpidamente. El dios de los judíos, Jehová,
es un dios que originalmente necesita proveerse "vampíricamente" de
sangre animal... Pero al menos una vez al año requiere de un servicio
extra: sangre humana, es decir, de no judío.


En los tiempos antiguos esta provisión de sangre era asegurada
por los judíos de todo el mundo en la oscuridad de sus secretos
escondrijos y sinagogas, y más de una vez han sido descubiertos, en
diferentes partes del planeta. Recordemos que los judíos primitivos
adoraban al demonio Móloc, dios de esclavos en la antigüedad, que exigía
sacrificios animales y humanos entre los que figuraban los primeros
hijos de cada matrimonio. La arqueología ha demostrado esto. Aunque la Biblia recomienda no adorar a Moloch pero sí a Jehová,
éste último le pide a Abraham una "prueba de fe" sacrificando para él a
su primogénito tal como a los corderos. Puede que a fin de cuentas, Moloch y Jehová sean lo mismo. En definitiva, es esta ceremonia anual de sacrificios humanos la llamada "Fiesta de Purim".


Es frecuente que un pueblo desprestigie a su enemigo
describiéndolo con características salvajes y sanguinarias, como sucedió
con los conquistadores europeos que encontraban "caníbales" en todos
los continentes que pisaron: África, América, Asia y Australia. El
describir a un pueblo como una raza bárbara y hostil, aficionada a
prácticas de crueldad y criminalidad es una buena forma de ganarse
adeptos y reclutar simpatías para justificar sometimientos o
persecuciones. Sin embargo, frente al tema judío y particularmente al
Purim, parece que nos estaríamos encontrando frente a una situación
completamente distinta y muy real.


Julius Streicher, además, era un editor, no uno de los más altos
cabecillas del movimiento Nazista. Por Streicher los periodistas del
mundo nunca han alzado sus acongojadas voces de reclamo, ni han apelado a
la mentada "libertad de expresión" de la prensa... Ni siquiera figura
en la lista de periodistas del mundo que han muerto víctimas de su
propio trabajo. Debemos buscar así las razones de su ejecución en su
afanoso estudio del Talmud judío, que publicaba periódicamente,
sacrilegio que en la ley judía se castiga con la muerte del no judío que
ose contemplar sus sagradas escrituras del Talmud y la Torah:


"Un no judío que estudie el Talmud o el judío que le ayude a hacerlo deben ser condenados a muerte" (Sanhedrín)


"Es la Ley matar a quien reniegue de la Torah y los Cristianos pertenecen a los detractores de la Torah." (Coschen hamischpat)


La Fiesta del Purim, propiamente tal, está descrita en la Biblia
desde el grotesco Libro de Esther, texto que la Iglesia Católica ha
canonizado y sacramentado con hipocresía. En él puede leerse cómo una
cuasi prostituta judía, Esther, consigue hacer con sus favores que el
Rey Asuero, de Persia, de muerte al Primer Ministro Amán o Haman, y sus
diez hijos por ser un antijudío, colocando en su lugar a Mardoqueo,
pariente de la Esther... Sin embargo, el relato continúa haciendo
apología de la crueldad y de la muerte:


"... La Santa Esther no quedó todavía satisfecha y consiguió que
el rey enviara carta sellada a todos los gobernadores ordenando que en
cada ciudad fuesen a estar con los judíos y les mandasen juntarse todos a
una y estuviesen apercibidos para defender sus vidas, y matasen y
exterminasen a todos sus enemigos con sus mujeres e hijos, y todas sus
casas y que saqueasen sus despojos...". 75.000 sirios (hombres, mujeres y
niños) murieron en aquella salvaje jornada de los días 13 y 14 "del mes
de Adar".


Tan alegre puso al judaísmo esta carnicería, que se instuyó la
tradición de celebrar la masacre por la eternidad de los tiempos "con
banquetes y convites", con el nombre de Fiesta del Purim, o Fiesta de
las Suertes. Con el tiempo, los judíos han asociado al Purim con otra de
sus ancestrales fiestas llamada "Passover", que también incluía muertes
y derramamiento de sangre, al punto de que ya es difícil distinguir
cuál es cuál y probablemente se practican en forma simultánea, haciedo
ya que el Passover sea parte del rito del Purim.
El Passover era otra fiesta que conmemoraba una masacre infanticida en
masa de no judíos a manos de asesinos judíos, esta vez ocurrida en
Egipto, poco después de la administración de José. De hecho, todas las
efemérides de este pueblo son celebraciones de asesinatos colectivos de
"gentiles". Pero en el Passover se incluía invariablemente el sacrificio
de un niño, de preferencia con aspecto nórdico, rubio y de ojos claros,
o en su defecto de un cordero o cabrito muy joven que era señalado como
"un niño" para ser desangrado.


Los ritos de sacrificio de vidas provienen de las razas más
oscuras y siniestras del pasado, como algunas tribus negras y semíticas
(mismas de las que surgió el culto americano del vudú y las sectas de
asesinos rituales de la diosa Kali) entre las que se aloja la creencia
de que cada ser vivo es una "pila" de energía vital, la que se libera al
ser sacrificado súbitamente, en especial si el ser aquel advierte que
será muerto y entra en pánico, dentro de un triángulo o círculo dibujado
sobre el suelo, que atrapa esta energía y la canaliza hasta el "vampiro
divino", sin energía propia, que sobrevive sólo a base de la energía
apropiada desde otros seres. La sangre humana es la más apetecida, por
su cantidad, calidad, valor, connotaciones y todo lo que encarne el ser
que la posee.


Los animales también poseen una espiritualidad básica, algo así
como una semilla de un alma, pues también son seres etéreos que caen
atrapados en la materia corporal. Por eso son el blanco de constantes
sacrificios judíos. Se nota en la costumbre de las colonias judías de
comer casi exclusivamente carne de animales sacrificados, degollados y
desangrados, hábito que los ha llevado a instalar mataderos propios
cuando la ciudad les pertenece, o en su defecto, instruyen a los
mataderos locales a dar muerte a los animales con este procedimiento en
vez de otros menos crueles, como los que se usaron con los miles y miles
de corderos y bueyes sacrificados para la inauguración del Templo de
Salomón, según la Biblia. Quizás de ahí provengan también algunos
hábitos alimenticios de las tribus africanas como los famosos "massais",
para quienes la base de su dieta es la sangre que le sacan a su ganado
vacuno por perforaciones hechas en la zona de la garganta.
Volvemos a insistir en que no pretendemos caer en la vanalidad de
intentar asociar al judaísmo con la barbarie y la criminalidad como
forma de desprestigio, pero inevitablemente nos encontramos con
situaciones que parecen describir por sí solas algún oscuro sentido de
ritualidad en el arquetipo judío, sumado a prácticas que en nuestra
cultura occidental suenan horribles. Sólo como ejemplo: los estudiosos
del hebreismo alegan que la prohibición ancestral de comer carne de
cerdo se debe a que los antiguos judíos declaraban que "sabe y semeja a
la carne humana". La pregunta obvia sería entonces, ¿cómo lo sabían?.


La credibilidad de nuestra página ha tropezado con un dogma
popular que no teníamos considerado: muchas de las personas que nos han
escrito aceptan los argumentos aquí presentados, pero consideran
imposible que hoy, en la era del átomo y de Internet, sigan ocurriendo
esta clase de acontencimientos tan tribales y salvajes... Pues bien:
entre Abril y Mayo del 2000, ocurrió en el Sur de la India un nuevo caso
de asesinato ritual, esta vez de un niño de 8 años de una tribu nativa
de Masimanda, en Andra Pradesh, asesinado el día 30 de Marzo con armas
cortantes y en forma ceremonial, como parte de un ritual que -según la
superstición- proporcionaba riqueza y beneplácito divino a sus dos
ejecutores.
El niño fue desenterrado el día martes 2 de Abril mientras sus asesinos
permanecían prófugos. La noticia fue difundida por la agencia estatal
PTI y la EFE, en pleno siglo XXI,
en plena era digital y del "Challeger". Esta práctica sangrienta fue
introducida en la India por los clanes judíos denominados Beni-Israel
("Hijos de Israel", establecidos allí desde tiempos tan remotos que no
celebran el Purim por haber llegado quizás a la India antes del episodio
de Esther en Persia) ampliamente asentados en la zona referida. La
muerte del niño coincide, además, con el período de celebración del
Passover, y este año también con los aniversarios mundiales judíos de
los 55 años del "Día de la Liberación" al final de la Segunda Guerra
Mundial. La situación temporal o cronológica no es excusa, entonces.



La siniestra fiesta ritual del Purim

"¡Los judios celebran hoy su fiesta de purim en Nüremberg...!"
Momentos antes de morir asesinado en las fauces de la judería internacional, el nazista alemán Julius Streicher gritó al público esta extraña frase, previo a ser ahorcado (y desangrado) en el circo llamado Juicio de Nüremberg,
en 1946. Su grito de denuncia ha generado mucho asombro, comentarios e
interpretaciones. ¿A qué se refería Streicher con el término "Purim" ?
¿Era sólo una comparación irónica con algún tipo de rito judío o en
verdad Streicher había advertido el verdadero sentido de lo que
ocurría?...


Las fotografías oficiales de Nüremberg muestran a los ejecutados
brutalmente cortados de oreja a oreja, pasando por debajo del cuello
hasta la garganta, como la forma de sacrificio tipo por corte en el
cuello de los corderos y los bovinos en manos judías -ejecución ritual
llamada Schema o Schachten - a pesar de que se dice que sólo fueron
"ahorcados" y nada más. Incluso, se sacrificó así al cadáver sin vida de
Göering, quien se había suicidado en la cárcel al sospechar el destino
que le esperaba al final del juicio .


Inmediatamente después de tomadas estas morbosas fotografías, los
cuerpos fueron cortados en pedazos y quemados en los mismos crematorios
de los supuestos "campos de exterminio", para completar el rito, algo
que es descrito abiertamente en todos los libros de historia. El
carácter ceremonial de este crimen lo vemos también en esta posterior
quema de los cuerpos de los ajusticiados, equivalente a la incineración
de las entrañas y las grosuras del animal sacrificado y a la quema de la
criatura completa en los ritos de holocaustos bíblicos. Recordemos que
los judíos le tienen terror a la cremación de cuerpos, prohibida por ley
en Israel, producto de su incredulidad religiosa en el alma y de una
existencia reducida únicamente al plano material, lo que les produce
supersticiosos y triviales temores sobre lo que le suceda al cuerpo del
difunto aún después de su propia muerte, algo que quedó claro al final
de la guerra del Yom Kippur, en donde Israel aceptó liberar presos
árabes en un hecho inédito, a cambio de recuperar los cadáveres de
soldados judíos que quedaron abandonados en territorio enemigo.


Además Julius Streicher, como Alfred Rosenberg, era un editor, y no uno de los más altos cabecillas del movimiento Nazista, de modo que no podía ser culpado de "genocidio" o "crímenes contra la humanidad". Por Streicher los periodistas del mundo nunca han alzado sus acongojadas voces de reclamo, ni han apelado a la mentada "libertad de expresión"
de la prensa... Ni siquiera figura en la lista de periodistas del mundo
que han muerto víctimas de su propio trabajo. Debemos buscar, así, las
razones de su ejecución en su afanoso estudio del Talmud
judío, que publicaba periódicamente, sacrilegio que en la ley judía se
castiga con la muerte del no judío que ose contemplar sus sagradas
escrituras del Talmud y la Torah:


"Un no judío que estudie el Talmud o el judío que le ayude a hacerlo deben ser condenados a muerte" (Sanhedrín)


"Es la Ley matar a quien reniegue de la Torah y los Cristianos pertenecen a los detractores de la Torah." (Coschen hamischpat)


Sin embargo, ¿qué tiene que ver este carácter ritual de las ejecuciones de Nüremberg con el término exclamado por Streicher?...


Streicher había escrito en plena guerra el siguiente artículo, en su periódico símbolo llamado "Der Sturmer":



El golpe mortal

Quien vive la vida de un criminal quiere evitar ser visto como tal.
Su oscuro comportamiento le fuerza a ponerse la mascara del hombre
común, la mascara del inofensivo. Los judíos viven la vida de los
criminales. Desde el principio, les ha sido revelado por su dios El
Schaddei Yavé que su tarea es apropiarse del trabajo de otros y
convertirse ellos mismos en amos. Desde el momento en que los judíos
decidieron esclavizar a otras naciones cometiendo crímenes contra la
humanidad, sabían que se encontraban en un gran peligro. Si sus crímenes
llegaban a ser conocidos, corrían el riesgo de aniquilación por la
amenazada humanidad. Así que fue necesario para los judíos ocultar sus
planes para la dominación mundial, para mantener a los no-judíos en el
abismo de la inconsciencia antes de que se diesen cuenta de lo que
pasaba.


El curso de la historia mundial deja claro que los judíos han
tenido éxito en ocultar el gran peligro del judaísmo mundial para los
no-judíos. Los judídos son maestros en el arte de desviar sospechas.
Incluso han tenido éxito en compeler a los no-judíos a creer que los
judíos han recibido una misión divina para salvar a la humanidad. Los
judíos deben su tolerancia a la conquista espiritual de las gentes Arias
que se convirtieron al cristianismo, que les posibilitó paso a paso a
desarrollar sus planes de esclavitud. El mandamiento cristiano de amor
fraternal que demanda de su adherentes incluso amar a sus enemigos,
siempre ha resultado en una tolerancia suicida.


¡Pero no siempre!. La historia mundial da testimonio de que la
voz de la sangre rompe la presa que retiene la voluntad para la
autoafirmación racial y nacional. Durante mil años alzamientos populares
han librado a la gente de sus torturadores. Pero estos alzamientos
populares les faltaba un unificado liderazgo. Al final, los judíos
quedaban siempre triunfantes. El Siglo XX tiene la tarea de salvar a la
gente europea de tomar el último paso al abismo. Bajo el liderazgo del
nacionalsocialismo, el despertado pueblo alemán está liderando Europa en
una guerra total. Esta es un guerra total que dará el golpe mortal al
torturador del mundo, el Panjudaismo.


Del "Purim" , podemos decir que es relativamente bien conocido
por la historia, correspondiendo a un acto tipo carnaval que se realiza
cada año en todo el mundo por los judíos, en especial por los más
ortodoxos, desde hace ya unos 2.500 años ininterrumpidamente. El dios de
los judíos, Jehová, es un dios que originalmente necesita proveerse
"vampíricamente" de sangre animal... Pero al menos una vez al año
requiere de un servicio extra: sangre humana, es decir, de no judío. En
los tiempos antiguos esta provisión de sangre era asegurada por los
judíos de todo el mundo en la oscuridad de sus secretos escondrijos y
sinagogas, y más de una vez han sido descubiertos, en diferentes partes
del planeta. Recordemos que los judíos primitivos adoraban al demonio
Móloc, dios de esclavos en la antigüedad, que exigía sacrificios
animales y humanos entre los que figuraban los primeros hijos de cada
matrimonio judío. La arqueología ha demostrado esto. Aunque la Biblia
recomienda no adorar a Moloc pero sí a Jehová, éste último le pide a
Abraham una "prueba de fe" sacrificando para él a su primogénito tal
como a los corderos. Puede que a fin de cuentas, Moloc y Jehová sean lo
mismo. En definitiva, es esta ceremonia anual de sacrificios humanos la
llamada "Fiesta de Purim".



El origen de una fiesta sangrienta

Es frecuente que un pueblo desprestigie a su enemigo describiéndolo
con características salvajes y sanguinarias, como sucedió con los
conquistadores europeos que encontraban "caníbales" en todos los
contienentes que pisaron: África, América, Asia y Australia. El
describir a un pueblo como una raza bárbara y hostil, aficionada a
práctidas de crueldad y criminalidad es una buena forma de ganarse
adeptos y reclutar simpatías. Sin embargo, frente al tema judío y
particularmente al Purim, parece que nos estaríamos encontrando frente a
una situación completamente distinta y muy real. La Fiesta del Purim,
propiamente tal, está descrita en la Biblia desde el grotesco Libro de
Esther, texto que la Iglesia Católica ha canonizado y sacramentado con
hipocrecía. En él puede leerse cómo una prostituta judía, Esther,
consigue hacer con sus favores que el Rey Asuero, de Persia, de muerte
al Primer Ministro Amán y sus diez hijos por ser un antijudío, colocando
en su lugar a Mardoqueo, pariente de la Esther... Sin embargo, el
relato continúa haciendo apología de la crueldad y de la muerte:


"... La Santa Esther no quedó todavía satisfecha y consiguió que
el rey enviara carta sellada a todos los gobernadores ordenando que en
cada ciudad fuesen a estar con los judíos y les mandasen juntarse todos a
una y estuviesen apercibidos para defender sus vidas, y matasen y
exterminasen a todos sus enemigos con sus mujeres e hijos, y todas sus
casas y que saqueasen sus despojos...". 75.000 sirios (hombres, mujeres y
niños) murieron en aquella salvaje jornada de los días 13 y 14 "del mes
de Adar".


Tan alegre puso al judaísmo esta carnicería, que se instuyó la
tradición de celebrar la masacre por la eternidad de los tiempos "con
banquetes y convites" , con el nombre de Fiesta del Purim, o Fiesta de
las Suertes. Con el tiempo, los judíos han asociado al Purim con otra de
sus ancestrales fiestas llamada "Passover" , que también incluía
muertes y derramamiento de sangre, al punto de que ya es difícil
distinguir cuál es cuál y probablemente se practican en forma
simultánea, haciedo ya que el Passover sea parte del rito del Purim. El
Passover era otra fiesta que conmemoraba una masacre en masa de no
judíos a manos de asesinos judíos, esta vez ocurrida en Egipto, aunque
la superponen "oficialmente" al escape desde Egipto por Moisés. De
hecho, todas las efemérides de este pueblo son celebraciones de
asesinatos colectivos de "gentiles". Pero el en Passover se incluía
invariablemente el sacrificio de un niño, de preferencia con aspecto
nórdico, rubio y de ojos claros.


Los ritos de sacrificio de vidas provienen de las razas más
oscuras y siniestras del pasado, como algunas tribus negras y semíticas
(mismas de las que surgió el culto americano del voodoo y las sectas de
asesinos rituales de la diosa Kali) entre las que se aloja la creencia
de que cada ser vivo es una "pila" de energía vital, la que se libera al
ser sacrificado súbitamente, en especial si el ser aquel advierte que
será muerto y entra en pánico, dentro de un triángulo o círculo dibujado
sobre el suelo, que atrapa esta energía y la canaliza hasta el "vampiro
divino" Jehová, sin energía propia, que sobrevive sólo a base de la
energía apropiada desde otros seres. La sangre humana es la más
apetecida, por su cantidad, calidad, valor, connotación moral y todo lo
que encarne el ser que la posee. Los animales también poseen una
espiritualidad básica, algo así como una semilla de un alma, pues
también son seres etéreos que caen atrapados en la materia corporal. Por
eso son el blanco de constantes sacrificios judíos. Se nota en la
costumbre de las colonias judías de comer casi exclusivamente carne de
animales sacrificados, degollados y desangrados, hábito del "koscher"
que los ha llevado a instalar mataderos propios cuando la ciudad les
pertenece, o en su defecto, instruyen a los mataderos locales a dar
muerte a los animales con este procedimiento en vez de otros menos
crueles, como los que se usaron con los miles y miles de corderos y
bueyes sacrificados para la inauguración del Templo de Salomón, según la
Biblia. Quizás de ahí provengan también algunos hábitos alimenticios de
las tribus africanas como los famosos "massais", para quienes la base
de su dieta es la sangre que le sacan a su ganado vacuno por
perforaciones hechas en la zona de la garganta.


Volvemos a insistir en que no pretendemos caer en la vanalidad de
intentar asociar al judaísmo con la barbarie y la criminalidad como
forma de desprestigio, pero inevitablemente nos encontramos con
situaciones que parecen describir por sí solas algún oscuro sentido de
ritualidad en el arquetipo judío, sumado a prácticas que en nuestra
cultura occidental
suenan horribles. Sólo como ejemplo preliminar: los estudiosos del
hebreismo alegan que la prohibición ancestral de comer carne de cerdo se
debe a que los antiguos judíos declaraban que "sabe y semeja a la carne
humana" . La pregunta obvia sería entonces, "¿cómo lo sabían?".
Evitando suspicacias, vemos que junto con satisfacer así una necesidad
de sangre, el Purim sirve para canalizar el odio criminal del talmudismo
por el resto de la humanidad y que está muy bien expresado en algunos
de los párrafos del Talmud que hemos analizado en el capítulo "La
Conspiración Sionista Mundial" de nuestra página, y que reproducimos
nuevamente a continuación:




Al mejor de los no judíos, ¡matadlo!

—Aboda Zar, Thosephoth
"El judío que derrame sangre de un Goyim ofrece a Dios un sacrificio agradable." (Sepher Or Israel )


"Está permitido tomar el cuerpo y la vida de un Gentil." (Sepher ikkarim III)


"Es la Ley matar a quien reniegue de la Torah y los Cristianos
pertenecen a los detractores de la Torah." (Coschen hamischpat, Hagah)


"Un Gentil hereje puede ser asesinado de inmediato por tus propias manos." (Talmud Abodah Zara)


"Todo Judío que derrame la sangre de no Judíos, hace lo mismo que un sacrificio a Dios." (Bammidber raba y Jalkut)



El Purim en la historia

La mentalidad de los blancos -y sobre todo los arios en general- ha
sido ingenua casi hasta el límite de la torpeza frente a hechos tan
descarados como el Purim, pues en su innata inocencia le cuesta creer y
aceptar que exista en la Tierra un sentimiento religioso tan carnicero
como el del talmudismo y que su valoración de la sangre sea tan
fanática. Quizás algo de esta naturaleza criminal anunció Bram Stocker
en su libro "Drácula", al crear la leyenda del vampiro contemporáneo
bebedor de sangre; su monstruo hematófago es casi una alegoría del
judío, un cadáver sin alma que se alimenta de la energía de otros,
representada en su obra como la sangre. Quizás por eso sea también que a
los directores judíos le ha gustado tanto este personaje, al sentirse
identificado con él pues les representa, abusando del tema a través del
cine y la televisión hasta estrujarlo. Recordemos que Stocker era
miembro de la "Golden Dawn", secta secreta que tenía nexos con le Orden
de Thule alemana, pilar del esoterismo del Tercer Reich. No es
coincidencia tampoco que, en los últimos años, se haya extendido una
subcultura "gótica" de vampiros (o más bien vampirófilos , personas que
se creen y se comportan como tales) por Estados Unidos y Europa,
integrada mayoritariamente por desviados sexuales y degenerados, es
decir, seres vacíos e innaturales que, en su afán de parecer vampiros
como los de las películas, beben sangre humana en pequeñas cantidades
simulando una necesidad hematófaga. Mucha de la tradición "vampírica"
tiene que ver con la cultura gótica y los relatos de criminalidad que
nos llegan desde aquellos días de la Edad Media, en que la muerte ritual en manos de sacerdotes judíos ya era conocida y penalizada. Sobre el Purim, ya en el siglo XIII, el Rey Alfonso X, El Sabio, emitió la Ley II de la Partida VII en la que se lee lo siguiente:


"Y porque oímos decir que en algunos lugares los judíos hicieron y
hacen el día Viernes Santo remembrando la Pasión de Nuestro Señor
Jesucristo en manera de escarnio, hurtando niños y poniéndolos en cruz y
haciendo imágenes de cera y crucificándolos cuando los niños no pueden
haber, mandamos que si así más fuere de aquí en adelante y algún lugar
de nuestro Señorío, tal cosa así hecha, si se pudiere averiguar, que
todos aquellos que se acertaron y en aquel hecho, que sean presos y
recaudados y duchos ante el Rey y después que el Rey supiese la verdad,
débelos matar habilitadamente, cuantos quiera que sean..."


Hay razones para creer, además, que los judíos se infiltraron
entre los druidas de Inglaterra y Europa Norte, en tiempos remotos,
introduciendo el culto sangriento que ellos inicialmene rechazaban, y
entre los pueblos moro-semíticos, fomentando el sacrifico ritual de
animales y la crueldad que los caracteriza en ello. Era, literalmente,
una "exportación" del Purim. Grabados de Bosinger, en Hungría, muestran
judíos en acciones bestiales que datan de 1509, con el sacrificio de un
niño (rito Passover) al que, aún estando moribundo y desnudo sobre una
mesa, cuatro conductores de la ceremonia le atravezaban la piel con
tubos a través de los cuales le succionan la sangre. Otra ilustración,
reproducida en esta misma fuente, muestra la ceremonia celebrada en
Konitz el 11 de marzo de 1900, en la que se observa el sacrificio de un
ciudadano llamado Ernst Winter, el cual fue degollado mientras tres
fanáticos judíos sostenían su cabeza hacia abajo y recibían la sangre en
un recipiente. Grabados de Polonia, como el aquí reproducido, exponen
exactamente los mismos tipos de asesinatos.


En China
se les vió en actividades similares, apodándoseles ya tempranamente
como los "tiau-kiu-kiaou" , es decir, "sacadores de tendones" . Son los
famosos "judíos chinos", a cuyo ejemplo se recurre frecuentemente entre
quienes intentan comprobar que los judíos serían una religión y no una
raza. Marco Polo
los vió en su viaje, hablando incluso de canibalismo por parte de los
"magos" asesores del Emperador Kublay Kan, y se sabe que ellos
inventaron las famosas torturas rituales conocidas como "suplicios
chinos". En América, los judíos negros de origen etiope, llamados "falashas", introdujeron toda una religión sangrienta y necrófila en Haití y Jamaica,
con sus famosos "zombies" y asesinatos rituales, cuyas prácticas y
culpas involucraron incluso a importantes autoridades políticas. Por
siglos el Purim se sigue realizando hoy como ayer y con sagrada
continuidad, entre el febrero y marzo del primer trimestre de cada año, y
excepcionalmente hasta dentro del mes de abril o junio. Siempre
involucrará derramamiento de sangre de no judíos, y esta necesidad está
tan metida en el arquetipo judaico que, practicamente, no hay forma de
persuadirlo a desisitir de tal acción a pesar de los riesgos que pueda
producirle el ser descubierto.


Ya ocurrió un bullado caso de abril de 1478, cuando a pesar de los roces con la Iglesia Española, en Sevilla
los judíos decidieron realizar el Purim en plena Semana Santa, pues
coincidía con otra de sus fiestas, la de "Seder" o Pascua Judía. Para
suerte de todos, aquel día un joven muchacho español entró inadvertido a
una de las juderías sevillanas en busca de una amiga judía, por la que
se sentía atraído, quedando horrorizado al entrar a una de las
habitaciones y descubrirlos en plena celebración. Jamás se supo
públicamente o con claridad la escalofriante escena que dejó al muchacho
con un shock de terror, pero los pocos que conocieron su testimonio
fueron religiosos que lo utilizaron como argumento para inciar la
Sagrada Inquisición Española. El muchacho les entregó su descripción de
los hechos a pesar de que podrían prejudicar incluso a su amada chica
judía.


Poco después, en 1490, los judíos vuelven a celebrar su Purim a
pesar de las advetencias y restricciones, en un famoso caso de
infanticidio conocido como la muerte del "Santo Niño de la Guardia", lo
que indigna a la corona española y a la Iglesia, hecho detonante de su
expulsión defintiva dos años después. Muchos cronistas confirman la
veracidad este hecho en sus escritos. Un hecho similar había provocado
la explusión de los judíos desde Inglaterra, en 1290, cuando Eduardo I
estalla en ira al comprobarse la muerte ritual de manos judías en sus
celebraciones. En aquellos tiempos, la víctima solía ser un niño,
generalmente con características arias, martirizado y sacrificado
durante la fiesta, fecuentemente en una emulación grotesca de la
crucifixión de Cristo,
cuya sangre era derramada sobre panes y pasteles con forma de plato que
después eran devorados en un festín repulsivo. Aún hoy en día, en las
fiestas de Purim realizadas en forma "oficial" y sin sacrificios
públicamente visibles, los pasteles de la celebración, hechos por los
panaderos judíos, mantienen esa forma cóncava, como de orejas, hechas
así para recibir la sangre que escurría en los sacrificios y en
representación de un oído humano, como parte de esa misma morbosidad
canibalística, llamándoles "Orejas de Amán".


Durante la peregrinación del Papa Juan Pablo II
a Israel, en marzo del 2000, a pesar de todas las cercanías de este
pontífice con el judaísmo, un grupo de judíos ultraortodoxos realizó un
grosero y chocante ritual nocturno de origen milenario, para
"maldecirlo" mientras estuviera en Israel, "por ser un cristiano y odiar
a Israel" . Esta ceremonia fue grabada con cámaras y documentada
periodísticamente, resgistrando los rostros de importantes rabinos allí
presentes y demostrando por enésima vez el oscuro y siniestro origen de
la verdadera religiosidad judeo-talmúdica, casi de Magia Negra. A penas
fue mostrada por algunos medios de comunicación, siendo quizás una de
las pocas veces que los no-judíos hayamos tenido la oportunidad de
observar algo parecido a las mismas ceremonias que los judíos realizaban
en sus escrondrijos durante la Edad Media.


Estas ceremonias tienen todo el estilo y "estética" de los
rituales satánicos de las películas y la literatura popular, que la
iglesia confundió con "luciferismo" en su miopía que le llevó a meter en
el mismo saco de "herejes" a judíos y paganos por igual. De hecho, es
una costumbre judía la del escurrimiento de sangre y otros fluídos
corporales durante los ritos, como secreciones sexuales,
cinematográficamente representados en sacrificos humanos y sexualidad
ritual desenfrenada de ritos satánicos. Con el pasar de los años, sin
embargo, y ya que la Iglesia Española estaba cada vez más infiltrada por
los judíos a través de los marranos conversos al cristianismo
(haciéndola cada vez más parecida a la actual Iglesia Vaticana) y
comprometida con ellos a través del negociado de la Conquista de
América, la Inquisición cayó en manos de los propios judíos que
perseguía, convirtiéndose en una de las herramientas más efectivas para
garantizarse una celebración del Purim, misma que destruyera a los Cátaros, Templarios y alquimistas.
Fue en este período que la inqusición adquiere su máximo carácter
criminal con que ha pasado a la historia, quizás erradamente, pues las
conocidas prácticas de tortura y confesión forzada eran en un principio
sólo acciones escepcionales, y muchas de las llamadas "quemas" se
realizaban en efigie, es decir, con una representación del inculpado.
Otros judíos marranos, como el propio Tomás de Torquemada, también
ejercieron la inquisición como la herramienta de muerte con que ha
pasado a la historia, con castigos del mismo tipo en donde no había
forma de demostrar inocencia: una mujer amarrada de pies y manos era
arrojada al agua para ver si se ahogaba, en caso de ser bruja, o
"flotar", si no era culpable. No se tiene ningún registro de alguna
"inocente" que haya flotado.



Las "carnicerias purimicas" del medio oriente

Con las trabas de las legislaciones y la estructura de las sociedades
actuales, el judío ya no puede realizar los sacrificos oficiales del
Purim abiertamente como ayer, así que en nuestros días la fiesta se
sigue celebrando por las fuerzas sionistas-talmúdicas más bien de modo
encubierto, disfrazándolas de guerras, masacres de civiles, magnicidios,
muertes accidentales, bajas de guerra (como los bombardeos de la ONU a
Yugoslavia), suicidios masivos de sectas fanáticas (en la que siempre el
líder que da la orden de matarse desaparece) y situaciones sociales de
conflicto incontrolables, como lo hemos indicado, entre fines del primer
trimestre de cada año y hasta principios del segundo, período en que la
crónica roja mundial de los diarios se llena de hechos de sangre. Basta
ver los períodos de cada año y comparar los meses señalados con el
resto para advertir de inmediato algo raro. Esto no quita, sin embargo,
que el judío aproveche determinados apisodios sociales o circunstancias
históricas para desplazar la fiesta hasta otras "oportunidades" que le
ofrezca el medio, como fue la Masacre del Seguro Obrero en Chile, el
Circo de Nüremberg en Alemania, la Masacre de los 5.000 estudiantes de
la Plaza de Tiananmen en China (ordenada el 4 de junio de 1989 por los
actuales judíos chinos o "tiau-kiu-kiaou" del gobierno chino para
celebrar su reacercamiento a Rusia), etc., variado con ello el
calendario del Purim de vez en cuando, especialmente con víctimas del
mundo árabe por las posibilidades políticas que ofrecen estos
territorios y por su eterna enemistad con el mundo judío y en las que
simpre hay connotaciones rituales en la forma en que se dan las muertes.



Los ataques de Israel a los países islámicos suelen ser entre
marzo y abril de todos los años. El ataque estadounidense ordenado por
el Pentágono -en complicidad con la judería británica- a las ciudades
libias de Bengazi y Trípoli, tuvo lugar el 14 de abril de 1986, matando
civiles y siendo cruelmente ejecutados en horas nocturnas, para
incrementar el daño. En 1990 los rusos atacan cruelmente Azerbaiyán
durante el mes de enero. Ese mismo año, entre enero y marzo, es
provocada por oscuras manos en el Líbano una guerra entre cristianos y
musulmanes, culminando con más de 800 muertos. Entre enero y febrero de
1991 los norteamericanos atacan y bombardean Bagdad so-pretexto de la
liberación de Kuwait... etcétera. Y, aunque en otras fechas del primer
semestre, por ese sentido ritual van además acciones criminales como la
Guerra de los Seis Días provocada por Israel contra Egipto en de junio
de 1967. Fue el 31 de julio de 1987 que se ordenó en Arabia Saudita el
ataque y muerte de 402 peregrinos chiítas iraníes que viajaban a La Meca
y el 3 de julio de 1988 los norteamericanos derriban "por error" un
avión comercial iraní sobre el Golfo Pérsico asesinando a todos sus
pasajeros.


Desde principios del siglo XX la carnicería del Purim seguía
claramente. Como en la masacre de los bombardeos de Dresden, el uso de
napalm contra escuelas y poblados del Líbano son episodios que forman
parte de las oportunidades del Purim, en los que el fuego tiene una
fuerte presencia, el "fuego holocáustico". Más tarde lo serán los
asesinatos de Palestinos con disparos en la cabeza en sus mezquitas,
impunes asesinatos con las archiprohibidas bombas químicas de sirios
refugiados en campos del Líbano, los bombardeos sobre las ciudades de
Iraq, los ataques de la Unión Soviética a Estonia y Lituania en enero de
1991, etc. Otro cruel Purim fue celebrado también por los israelíes el
16 de febrero de 1992, cuando atacan con un helicóptero la caravana del
jeque Al-Musawi, al Sur del Líbano, asesinándolo a él, a su familia y a
sus hombres de seguridad (exactamente el mismo día, pero del 2001, tuvo
lugar el injustificado ataque de Estados Unidos y la OTAN contra barrios
civiles de Irak, iniciando así las actividades el flamante presidente
George Bush hijo).


Un impactante y descarado Purim tuvo lugar el 25 de febrero de 1994, cuando el funcionario del ejército israelita Baruch Goldstein,
un judío ortodoxo, ejecutó una matanza que culminó en la muerte de 40
palestinos -adultos y niños- que yacían arrodillados pacíficamente en
oración en una mezquita de Jerusalén. Goldstein era un discípulo del Rabí de Brooklyn, Meir Kahane, quien lo excusó ante los noticiarios de la CBS, alegando que su enseñanza le decía que los árabes eran "perros" , según se deriva del Talmud. (CBS
60 Minutos, "Kahane"). Desde la Universidad de Jerusalén, el profesor
judío Ehud Sprinzak describió así a Kahane y a la filosofía de
Goldstein: "Creen que es LA VOLUNTAD DE DIOS que cometan violencia en
contra del goyim, un término hebreo para el no judío." (NY Diary News,
Feb. 26, 1994, p. 5). El francotirador fue alcanzado por la turba
palestina y le dieron muerte en el lugar. Por su prontuario, el asesino
fue enterrado fuera de Jerusalén, pero su tumba se convirtió en un
verdadero santuario de peregrinación para miles de asquerosos judíos
ortodoxos, que llegaban al lugar a poner piedras de homenaje y a besar
su lápida mientras repasaban la Torah.
Afortunadamente, tan mala fama le estaba dando este lugar a Israel y a
sus negociaciones de paz con los árabes que en los últimos días de
diciembre de 1999, el Gobierno de Israel dio la orden de demoler la
tumba con maquinaria pesada ante la histeria de los familiares Kahane y
sobre todo de los seguidores de Goldstein, que llegaron al lugar intentando frenar la destrucción del maldito sepulcro.


El principio de estos hechos en un odio activo hacia el no judío,
hacia el ser humano, que hemos descrito ya como "milenario", a juzgar
por los contenidos del Talmud. Prueba de ello es que los Israelitas
anualmente realicen una peregrinación masiva a la tumba de Simon ben
Yohai, para honrar este rabí que defendió el exterminio de los no judíos
y emitió una famosa frase talmúdica del Soferim 15, Regla 10: "Tob
harog of goyim shebe" ( "Al mejor de los gentiles debe matársele" ). No
sólo hay una valoración del personaje, sino que además de su enseñanza
llena de odio y crueldad. Así se explica que el rabí de Yitzhak Ginsburg
declarara: "tenemos que reconocer sangre judía y la sangre de una goy
(no judío) no son la misma cosa." (NY Times, el 6 de junio de 1989, p.5)
y el rabí Yaacov Perrin, unos años más tarde: "Unos cuántos millones de
árabes no valen ni una uña de un judío." (NY Dairy News, Feb. 28, 1994,
p.6).



Famosos casos de Purim contemporaneos

La sangre de un ser sin alma, sin energía vital, no le sirve al
Purim: los delincuentes, los asesinos, los degenerados y los "vampiros"
que de vez en cuando aparecen entre los nacimientos de los no judíos
(por no operar ya la selección natural entre los seres humanos) y toda
la escoria más baja de una sociedad no es beneficiosa para un Purim; sí
lo serán los inocentes que caigan en sus manos... Es por eso que, donde
quiera que estén en el mundo, los judíos sionistas simulan ser
filántropos defensores de la vida, pacifistas y contrarios a la pena de
muerte. A pesar de todo, durante la época contemporánea aún se realizan
aisladamente algunos sacrificios humanos de Purim al estilo del que se
realizaba en tiempos remotos, con una víctima que es secuestrada y
torturada hasta morir con prácticas increíblemente sádicas -casi
psicopáticas- en donde es frecuente lo que podríamos llamar la "muerte
con marca en el cuello" , ya sea por degüello (como en los asesinados de
Nüremberg) o por estrangulamiento.


En gran medida, los "horrores" inventados por los fanáticos
judíos en torno a la fantasía del "Holocausto" son una exteriorización
de su propio subconciente e inconciente colectivos, sedientos de sangre,
horror y muerte, pues además, muchas de las supuestas "torturas" que
describen como habitués de los "Campos de Exterminio" son prácticas
frecuentes en sus Purim. El asesinato a sangre fría de los oficiales
polacos en los bosques de Katyn fue un gran Purim ejecutado por los
comisarios rusos del ejército rojo, todos ellos judíos, a pesar de que
por años se trató de culpar a los alemanes de este horrible hecho, hasta
que la verdad se impuso...


Actualmente, pueden verse aún ejemplos de estos sacrificios
jehovíticos. En Polonia, por ejemplo, los judíos "chassidim" practicaban
fanáticamente, desde tiempos remotísimos y con toda impunidad, la vieja
usanza del Purim, con sacrificio humano directo y todo, siendo muy
probable que aún lo hagan de un modo parecido. Así nos explicamos que el
papa polaco, Juan Pablo II,
haya declarado que los cristianos eran "hermanos menores de los judíos"
, ciertamente lacayos muchos de ellos (lo que nos recuerda una leyenda
medieval judía según la cual, algún día, llegaría a la casa del Vaticano
un papa judío, llamado "Elhanan") sin que jamás haya alzado su
sacrosanta voz contra las masacres de árabes de todos los años por parte
de sus hermanitos mayores que lo maldijeran ritualmente en Israel. Aún
se recuerda, además, la triste muerte del hijo del coronel Charles
Lindbergh, famoso por haber atravezado el Atlántico de un continente a
otro a través de su avión "Espíritu de San Luis", por primera vez en la
historia. Lindbergh era un ferviente partidario del nazismo alemán y
declaró en varias oportunidades su antijudaísmo. Del mismo modo, su
padre se oponía a la creación de la Federal Reserve Banking Sistem,
fundada por los mismos judíos que financiaron la Revolución Rusa. El
resultado final: el hijo de Charles Lindbergh
fue secuestrado el 1 de marzo de 1932, y aparece muerto después del
Purim de ese año, celebrado el 22 del mismo mes. Lindbergh siempre
sospechó que la muerte de su hijo había sido realizada por judíos, al
igual que lo creía la policía, siguiéndole los pasos a una banda de
mafiosos judíos liderados por uno de apellido Fleischer. Sin embargo, de
súbito apareció como culpable un tal Hauptmann, de origen alemán, que
fue ajusticiado sin evidencias concluyentes de su participación en un
crimen que, por sus características, era imposible que hubiera sido
realizado por un solo hombre.


En 1932, el mismo año de la muerte del hijo de Lindbergh, un
judío llamado Moritz Kaspar fue condenado a sólo 15 años de cárcel al
confesar, ante la evidencia en su contra, que había asesinado
ritualmente a la ciudadana Martha Kapar, como parte de un Purim...
Sesenta y cinco años más tarde, en 1997, las cosas no han cambiado: el
joven judío de 19 años Samuel Sheinbein, celebró su propio Purim
secuestrando, asesinando y picando en pedazos a un adolescente de
Maryland, para luego escapar de la justicia a Israel, ya que la Nación
Judía se permite violar todas las leyes de estradición y
extraterritorialidad legislativas fijadas en la Convención de Ginebra,
sin que nadie se moleste por ello; y sólo luego de dos años de presión
por parte de las autoriades y fiscales de Estados Unidos, el judío
asesino confeso recibió una condena de sólo 24 años con posibilidad de
salir a los 16. Así, pruebas hay en todos lados y a lo largo de toda la
historia.


Rudolf Hess es otro ejemplo. Era ya un anciano el llamado "Preso
N° 7" cuando una mañana salió de su celda seguido de un gendarme, a dar
su diaria vuelta por el patio de Spandau, como hacía 45 años lo venía
haciendo. Hess era el único capaz de revelar los detalles de las
psicotorturas y drogas utilizadas en la prisión, que ya había anunciado
en parte con anterioridad, y una luz de libertad se filtraba hasta su
celda, pues el canciller Kohl había enviado una carta, poco antes, a Margaret Thatcher, Ronald Reagan y Mikhail Gorbachev suplicando la liberación del anciano prisionero, además de las insistencias. Se esperaba entonces una respuesta... Pero Inglaterra
tenía mucho que perder, pues Hess además poseía los argumentos de un
siniestro secreto, que pone al Reino Unido más cerca del Tercer Reich
que de los aliados, y como protagonista de una tremenda traición. ¿Cuál
era ese secreto?. Hess se lo llevó al morir víctima de un Purim, ese
día. En un descuido, el vigilante lo habría perdido de vista para
encontrarlo más tarde colgado de un cable dentro de una de las bodegas,
con un nudo en el cuello que sus ya seniles manos nunca habría podido
realizar. Había sido asesinado también con la "marca en el cuello", como
las marcas de los vampiros, existiendo evidencia de que incluso terminó
de ser ejecutado en la ambulancia qe lo llevaba al hospital con
pequeños signos de vida. Poco después, en las calles de Berlín apareció
un cartel diciendo:



"Rudolf Hess ha muerto... ¡ahora es libre!"

Cartel de CEDADE
Otro detalle importante en la ritualidad judía es la constante
connotación de "perdón" del resto de las fiestas que celebra durante el
año: perdón de todos sus pecados, de todas sus crueldades y de todos sus
asesinatos, expresado principalmente en el Día del Perdón o "Yom
Kippur", en que, por paralizar las actividades, cierran prácticamente
todas las multitiendas y centros comerciales del mundo para que sus
jefes judíos puedan retirarse y perdir perdón a Jehová durante el
aniversario de una de sus victorias sobre los árabes, a principios de
octubre de cada año. Allí oran en ayuno los versículos de la Torah y
"traspasan" todos sus pecados a algún animal que posteriormente será
sacrificado con degüello y desangramiento, para luego ser quemado. Así,
el hipócrita judío queda "limpio" de toda culpa, y listo para reiniciar
sus crímenes anuales, expresados en plenitud el día del Purim. Así, como
lo gritara Streicher esa tarde, el Sionismo sí celebraba otra de sus
Fiesta del Purim en Nüremberg.


Fuente: ERA HITLERIANA
Los Judíos Usan Sangre de Adolescentes para Preparar Pasteles de 'Purim'
13-3-2002


En un artículo publicado por el diario del gobierno saudita
Al-Riyadh (1), la columnista Dra. Umayma Ahmad Al-Jalahma de la
Universidad del Rey Faisal en Al-Dammam , escribió sobre "La Festividad
Judía de Purim." A continuación presentamos extractos del artículo: "La sangre humana de jóvenes No Judíos es un ingrediente especial en las festividades judías".



  • "Decidí hablar acerca de la festividad judía de Purim, porque
    se festeja en el mes de marzo. Esta festividad tiene costumbres
    peligrosas que, sin duda, le horrorizarán y me disculpo si algún lector
    se ve afectado por esto."

  • "Durante esta festividad, el judío debe preparar pasteles
    especiales, el relleno no solo es costoso sino también difícil de
    conseguir - y no se encuentra ni en los mercados locales ni en los
    internacionales."

  • "Desafortunadamente, este relleno no puede omitirse ni
    substituírse con otra cosa. Para esta festividad, el pueblo judío debe
    conseguir sangre humana para que sus clérigos preparen los pasteles de
    la festividad. En otras palabras, ¡la práctica no puede realizarse como
    es debido si no se derrama sangre humana!!"

  • "Antes de entrar en detalle, quisiera aclarar que el
    derramamiento de sangre que llevan a cabo los judíos para preparar
    pasteles para sus festividades, es un hecho bien conocido histórica y
    legalmente a través de la historia. Esta fue una de las razones
    principales por la que se les persiguió y exiló varias veces de Europa y
    Asia."

  • "Esta festividad [Purim] comienza con un ayuno, el 13 de
    marzo, para recordar a la Judía Esther que prometió ayunar. La
    festividad continúa el 14 de marzo; durante la festividad, los judíos
    usan máscaras y disfraces y se divierten con alcohol, prostitución y
    adulterio. Esta festividad se conoce entre los historiadores musulmanes
    como la "Festividad de las Máscaras."

Como extraen los Judíos la sangre de sus jóvenes victimas

"Quien era Esther, y por que los judíos la santifican y la imitan, es
algo que aclararé en mi artículo del próximo martes, (2) si Alá así lo
quiere. Hoy, les relataré como obtienen la sangre humana para usarla en
sus pasteles para la festividad. La sangre se derrama de una forma
especial. ¿Como?"


"Para esta festividad, la víctima debe de ser un adolescente
maduro, obviamente, no-judío - o sea cristiano o musulmán. Su sangre se
extrae y se seca hasta que se granula. El clérigo mezcla estos gránulos
en la masa; también se pueden guardar para el año siguiente. En
contraste, para la matanza de la Pascua Judía, de la que planeo escribir
uno de estos días, se debe usar la sangre de niños cristianos y
musulmanes menores de 10 años y el clérigo puede mezclar la sangre con
la masa antes o después de deshidratarla."



Los actos de los vampiros judíos les causan placer

"Vamos a relatar como se extrae la sangre de la víctima. Para esto
se utiliza un barril lleno de agujas; el barril es del tamaño de un
cuerpo humano, con agujas filosas insertadas en todos lados. Estas
agujas pican el cuerpo de la víctima desde el momento en que es
introducido en el barril."



"Las agujas cumplen con su cometido, y la sangre de la víctima
sale de su cuerpo lentamente. Por lo tanto, la víctima sufre horrible
tormento - un tormento que causa a los vampiros judíos un gran deleite
pues observan cuidadosamente cada detalle del sangrado con placer y amor
difíciles de entender."



"Después de este acto barbárico, los judíos toman la sangre
que cae en la botella que se encuentra en el fondo del barril lleno de
agujas, y el clérigo judío agasaja a sus correligionarios en la
festividad cuando les sirve los pasteles que contienen sangre humana."



"Hay otra forma de obtener la sangre: La víctima debe
asesinarse, de la misma manera que se mata a un borrego, y su sangre se
guarda en una botella. O, las venas de la víctima se cortan en varios
lugares, haciendo que la sangre salga de su cuerpo."

"Esta sangre la guarda cuidadosamente - como dije anteriormente - el
rabino, el clérigo judío, el cocinero que se especializa en preparar
esta clase de pasteles."


"La raza humana evita siquiera ver los pasteles judíos, ¡y mucho menos prepararlos o consumirlos!" (3)


NOTAS:


[1] En un artículo de Internet del 24 de octubre de 2001, "Muftí
Saudita Prohíbe la Matanza de No-Musulmanes," la BBC se refirió a
Al-Riyadh como "un periódico controlado por el gobierno."


[2] En la segunda parte del artículo (Marzo 12), la columnista
cuenta la historia del Libro de Esther y concluye, "Desde entonces, el
Viejo Testamento, el libro sagrado de los judíos, exige que los judíos
glorifiquen este día y muestren su felicidad. Esta felicidad solo puede
ser completa si se consumen pasteles mezclados con sangre humana."


[3] Al-Riyadh (Arabia Saudita), Marzo 10, 2002


Semanario del gobierno egipcio acerca de 'las masacres judías de
no judíos, extrayendo su sangre, y utilizándola para sus rituales
religiosos talmúdicos'


16-8-2004


Hussam Wahba, columnista del semanario religioso egipcio
'Aqidati, (1) publicado por la fundación Al-Tahrir, que está ligada al
Partido Democrático Nacional en el poder, escribió un artículo basado en
libelos de sangre y acusando al judaísmo de promover el crimen ritual.
(2) Lo siguiente son extractos de su articulo: (3)


En la entrada principal de la Knesset está escrito: 'la compasión hacia un no judío está prohibida'


"... Los judíos olvidaron que su principal constitución, de la
que dependen, está llena de terrorismo religioso intelectual contra
todas las demás naciones. Aqidati decidió emprender una batalla contra
el sionismo internacional para exponer el alcance del terrorismo que
existe en el pensamiento doctrinario sionista. La verdad del asunto es
que los propios judíos no niegan [la existencia de] terrorismo sionista.
Cualquiera que visite el parlamento israelí, conocido como 'La Knesset'
observará una frase escrita en la pared de la entrada principal que
dice: 'La compasión hacia un no judío está prohibida, si le ves caer en
un río o estar en peligro, te está prohibido salvarle porque todas las
naciones son enemigas de los judíos y cuando un no judío entra en un
foso, el judío debería cerrar el foso sobre él con una gran piedra,
hasta que se muera, para que los enemigos pierdan un miembro y los
judíos puedan preservar su sueño de la Tierra Prometida, ¡el Gran
Israel!'
"Esta frase está tomada del Talmud judío, que es más sagrado que la
propia Torah, y fue descrita por el Ministerio de Educación israelí en
el diccionario que publicó a comienzos de este año para estudiantes de
primaria en Israel como: 'El Talmud es la Torah oral que Moisés recibió
de su Creador. Contiene mandamientos que cada judío debe practicar. El
Talmud es el libro santo de los israelíes y su santidad iguala e incluso
supera la de la Torah...'"


La sagrada obligación de los judíos es asesinar a los goyim


" El Dr. Mohammed Abdalla Al-Sharqawi dice en su libro 'los
escándalos talmúdicos' que el Talmud... expone los aspectos ocultos de
la psique judía... Los rabinos judíos llegaron a él como resultado de la
rabia profunda por [su] exilio y fragmentación, que cultivaron el odio y
aborrecimiento de la psique judía y una rabiosa necesidad de venganza y
control tiránico sobre las naciones no judías. Hasta el día de hoy la
vida judía está en gran parte basada en los principios y dictados
talmúdicos...


"El Dr. Al-Sharqawi agrega que si examinamos la actitud talmúdica
hacia otras naciones no judías, concluiremos que está tan cerca como es
posible del deseo de aniquilar completamente al 'goyim' - las naciones
no judías. Por ejemplo, el Talmud
dice: 'asesinar a un no judío siempre que sea posible es una
obligación. Un judío es un pecador si puede asesinar a no judíos pero no
lo hace. Y un sacerdote judío que bendice a una persona [judía] que
proporciona pruebas de que mató a uno o más no judíos es un sacerdote
bendito. Asesinar a los no judíos agrada a Dios, porque la carne de los
no judíos es la carne de asnos y su esperma es el esperma de animales'.


"El Talmud también dice 'Da muerte a cualquiera que no sea judío
incluso cuando sea piadoso. Los judíos tienen prohibido salvar de la
muerte a cualquier miembro de otras naciones o rescatarlo del foso en el
que cayó, porque eso significaría salvar a un idólatra, aunque sea
piadoso'.


"También, el Talmud dice que 'es justo para un judío matar a un
no judío con sus propias manos, porque quienquiera que mate a un no
judío está ofreciendo un sacrificio a Dios...'


"El Talmud también contiene instrucciones al judío por si el no
judío es más fuerte que él, debe hacer cualquier cosa que esté en su
mano para provocar su muerte incluso de modo indirecto y culpar a una
nación no judía; esto puede causar conflicto entre dos naciones no
judías hasta el punto de luchar y destruirse la una a la otra. Entonces,
Dios premiará a cualquier judío que haya contribuido al conflicto entre
las dos naciones con la vida eterna en el Paraíso...


"El Talmud no sólo trata de matar a no judíos, sino que permite
la violación de su honor [es decir, en mujeres] y de la propiedad,
cuando dice: 'El judío no está equivocado si viola a una mujer no judía,
porque las mujeres no judías están permitidas...'


"El Dr. Al-Sharqawi concluye diciendo: 'Todo esto demuestra que
el principio de matar a no judíos es para los judíos una obligación
sagrada que el judío debe llevar a cabo siempre que pueda, porque, según
el Talmud, su brazo está conectado con su cuerpo con el único propósito
de matar y no para la recreación".



La ideología judía del conflicto

" El Dr. Mohammed Abu Ghadir, ex director del departamento de hebreo
de la Universidad Al-Azhar, señala que los judíos creen sinceramente que
la violencia y la sangre son las únicas cosas que salvaguardan sus
vidas. Sus rabinos, a lo largo de la historia, tuvieron éxito
convenciéndoles de que la no beligerancia con el mundo circundante
llevaría a su destrucción y que la única manera de que los judíos se
mantengan con vida es seguir los dictados de sus libros santos acerca de
la obligación de continuar el conflicto con todas las restantes
naciones e intensificar el conflicto con las naciones relativamente
débiles.


"Cuando ven una nación más fuerte que ellos, cada judío tiene la
obligación diaria de hacer todos los esfuerzo necesarios para que esta
nación sea debilitada hasta el punto de que al final colapse, o al menos
se haga más débil que la nación judía, para que luego puedan eliminarla
completamente.


"Los libros de la religión judía dicen que en tiempos antiguos,
Dios se dirigía a sus feligreses judíos diciendo: 'debéis tener un
enemigo, y si no lo tenéis, cread uno para que podáis vencerlo y matarlo
y ganar la buena voluntad de Dios y Su recompensa'. Si examinamos la
palabra 'matar' en los libros de religión judía, encontramos que se
repite decenas y centenares de veces, lo cual nos indica la magnitud del
terrorismo en el pensamiento sionista religioso, especialmente cuando
nos damos cuenta de que el 80% de los versos religiosos exigen que los
judíos maten a los no judíos, e incluso las frases y los versos que no
hablan de matar, y hablan de, por ejemplo, que Dios da la tierra a los
judíos y no a otros, se puede encontrar entre líneas el llamamiento a
que los judíos utilicen todas las tácticas y trucos para aniquilar a los
no judíos que viven en esta tierra, para que los judíos puedan tomar el
control de ella..."


"Los dictados talmúdicos instan a los judíos a extraer la sangre de musulmanes y cristianos para rituales religiosos"


"El Dr. Jama al-Husseini Abu Farha, instructor de teología de la
Universidad de Suez, señala que lo que los medios de comunicación nos
muestran todos los días sobre la conducta israelí en los territorios
ocupados no es diferente de lo que su historia nos muestra sobre sus
prácticas inhumanas hacia la humanidad en conjunto. Sólo es necesario
señalar que son 'vampiros' según los dictados talmúdicos, que les instan
a asesinar y extraer la sangre de musulmanes en particular, y con los
cristianos incluso más, y utilizar esta sangre en los rituales
religiosos israelíes.


"El terrorismo judío alcanzó el punto de subrayar que los Diez
Mandamientos - como los llaman - afirman el derecho de los judíos a
saquear y robar el dinero de los no judío y su sangre, honor y
propiedades como juego limpio, y de prestarles dinero con intereses
[altos] mientras no se conviertan al judaísmo".


"La palabra judío en inglés significa usura, timo y engaño."


"El terrorismo sionista no está confinado simplemente a sus
doctrinas religiosas; hasta su idioma refleja su radicalismo y su
terrorismo. El lenguaje hebreo incluye muchas pruebas de la verdad del
terrorismo sionista. La palabra 'judío'... es utilizada en inglés para
expresar 'usura, timo y engaño', todo lo cual expresa sagacidad y maña.
Es extraño que los judíos sepan esto muy bien pero no tengan nada que
objetar. El diccionario Oxford dice que hay palabras relacionadas con la
palabra 'judío', entre ellas 'timador', 'ofensivo', y 'acaparador', y
todas ellas significan avaricia, codicia, estafa, falsificación,
agresivo y fastidioso. Esta unión entre la palabra 'judío' y todos estos
apelativos reflejan ciertamente la imagen del modo judío de pensar
desde un punto de vista inglés, y es indudablemente una mala imagen que
no refleja la opinión de una persona sino [más bien] la opinión de
cualquiera que hable inglés..."



Los crímenes rituales judios

"Dado que la confesión es la forma más alta de prueba, presentaremos
al lector una carta de confesión escrita por el rabino judío conocido
como 'Neófitos el Converso [al cristianismo]'. (4) La carta tiene que
ver con la matanza de no judíos por judíos, la extracción de su sangre y
su uso para rituales religiosos talmúdicos. Neófitos llamó a su carta
'El secreto de la sangre'; en ella dijo que 'desde una edad temprana,
los rabinos judíos enseñan a sus estudiantes cómo usar la sangre de los
no judíos para tratar enfermedades y para brujería...
"Los Rabinos utilizan esta sangre en varios rituales religiosos, entre
ellos las bodas, cuando un huevo es untado con sangre y la pareja casada
se lo come en la noche de bodas, lo que les da poder para engañar y
timar a cualquiera que no sea judío. Asimismo, los rabinos utilizan la
sangre de víctimas no judías para tratar algunas enfermedades que
afligen a los rabinos. Mezclan algo de sangre con la sangre de un bebé
circuncidado, después se la untan en la garganta para purificarse, y
también untan sus templos con esta sangre para conmemorar la destrucción
del Templo cada año; [también es utilizada para] ungir el pecho de sus
muertos para que Dios perdone sus pecados; también es mezclada con el
pan de las fiestas y en muchos otros rituales talmúdicos'.


"Por consiguiente, estos rituales que fueron mencionados en el
Talmud y que reflejan la verdad sobre la forma de pensar terrorista
judía son ciertamente implementados de vez en cuando, mientras ellos no
dudan en distorsionar la imagen del islam y describirlo como una fe
terrorista".


NOTAS:
(1) Samir Ragheb, que preside la junta directiva de Aqidati, es también
el editor del diario del gobierno Al-Gomhuriya.
(2) Para ver más acerca de los libelos de sangre, véase MEMRI
Investigación y Análisis No. 107 , Autoridades legales francesas
investigan a editor del principal diario egipcio por antisemitismo, 6 de
septiembre del 2002.
MEMRI Despacho Especial No. 201 , El libelo de sangre de nuevo en la
prensa del gobierno de Egipto, 2 de abril del 2001,
MEMRI Despacho Especial No 150 , Principal periódico egipcio suscita el
libelo de sangre, 6 de noviembre del 2000,
MEMRI Despacho Especial No. 454 , Respuesta de Egipto a las acusaciones
de antisemitismo en los medios de comunicación árabes, 3 de enero del
2003,
(3) Al-Gomhuriya (Egipto), 10 de agosto del 2004.
(4)El monje ortodoxo Neófitos fue un judío llamado Noah Belfer quien se
convirtió al cristianismo y dijo que los judíos utilizan sangre
cristiana en sus rituales religiosos. Su trabajo, que fue primeramente
publicado en 1803 en rumano y que apareció más tarde en muchas
publicaciones, se convirtió en una fuente líder de libelos de sangre
modernos. Ver: Jonathan Frankel, El asunto de Damasco, el 'asesinato
ritual', la política, y los judíos en 1840. Cambridge University Press
(1997), Pág. 264.



Casos famosos

Referencias

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