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Si van a Roma y solo pueden ver una cosa, visiten el panteón de Agripa
Publicado por Pedro Torrijos
Fotografía de Chase Lindbergh
Fotografía de Chase Lindbergh
Ah, Roma.
La Ciudad Eterna. La ciudad del amor. La de las siete colinas y los dos equipos de fútbol. La de Nanni Moretti en una vespa y Roberto Benigni en un taxi, esquivando como pueden el diabólico tráfico. La ciudad de la basílica de San Pedro, la piazza di Spagna y la Boca de la Verdad donde Gregory Peck perdió una mano imaginaria estando de vacaciones. La de los restos del Coliseo, los restos de los Foros y los restos del Circo Máximo.
Nada nada, olviden eso. O bueno, no lo olviden, pero déjenlo para otra ocasión, que ahora los vuelos son low cost; si solo tienen tiempo y/o ganas de ver un monumento de Roma, visiten el mejor edificio de la Antigüedad: el Panteón de Agripa.
Verán que no he dicho que es el edificio más bonito, ni el más importante, ni el mejor conservado, ni el que tiene más valor arqueológico. He dicho que es el mejor.
¿Y por qué digo que es el mejor? En principio porque soy arquitecto y, por tanto, mi formación legitima mi opinión. Sin embargo, como está feo ejercer el argumento de autoridad, he decidido intentar explicarme; al fin y al cabo, no he dicho que sea el edificio mejor construido de Roma.
1. Porque es el edificio mejor construido de Roma
Al menos de la Roma clásica. Posiblemente también de la Roma moderna, pero eso es discutible y, de momento, indemostrable. Aun así, vamos a tratar de comprenderlo.
Cuando pensamos en edificios de la Antigüedad solemos imaginar grandes sillares, ciclópeas columnas de mármol, colosales pilares graníticos y, en general, piedra a tutiplén. Sin embargo, lo cierto es que la mayoría de las construcciones romanas se levantaban con ladrillo y con hormigón en masa. Esto es, similar al hormigón que conocen ustedes pero sin el armado interior de acero que le permite resistir a tracción.
Se levantó en el siglo II bajo el mandato de Adriano —posiblemente con el diseño de Apolodoro de Damasco— sobre los restos de un anterior templo construido 100 años antes por Marco Vipsanio Agripa, al que el propio emperador decidió conceder el crédito del edificio en la inscripción del pórtico: M·AGRIPPA·L·F·COS·TERTIVM·FECIT (Hecho por Marco Agrippa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez).
Es muy probable que el diseño de Agripa fuese muy distinto al que vemos ahora; lo que es seguro es que su construcción, de bloques de travertino y mármol, no fue igual de sólida. Por eso, Apolodoro decidió emplear un sistema más fiable y que ya era de uso común en su época.
Dos planos del edificio, uno de sección y otro de planta.
Dos planos del edificio, uno de sección y otro de planta.
Como vemos en los planos, el Panteón consta de una columnata de acceso —la pronaos—, un cuerpo intermedio de conexión y una gran nave circular. Como en otras edificaciones de la época (las Termas de Caracalla o la propia Villa Adriana), la nave se cubre con una cúpula semiesférica sobre un tambor cilíndrico. Lo que distingue al Panteón de estas construcciones coetáneas es que se trata del primer templo con dicha forma.
Y las dimensiones, claro. La rotonda tiene un diámetro de 43 metros y la altura libre del espacio es de otros 43 metros. Empleando el Sistema de Mediciones Internacional: cabe medio campo de fútbol en el suelo y otro medio campo de fútbol puesto de pie.
¿Y cómo es posible que un edificio de tan formidable tamaño haya sobrevivido casi 20 siglos sin apenas deterioro? Pues esencialmente por el material y el sistema constructivo.
El hormigón, al ser un material líquido, cuando fragua, convierte cualquier construcción en monolítica. Aunque lógicamente se fue vertiendo por tongadas, hace que el Panteón sea un edificio básicamente de una sola pieza. No hay juntas que puedan abrirse ni fragmentos que puedan desprenderse de la estructura; todo es uno. Esto convierte al Panteón en la edificación de hormigón en masa más grande del mundo.
Pero además, el edificio emplea un sistema muy eficaz para aligerar el peso. De entrada, la grava que se usa en el hormigón de la cúpula ya no es de travertino, como en los cimientos, sino de cascote volcánico, mucho más ligera. De igual manera, aparece toda una serie de elementos que contribuyen a disminuir y a reconducir los esfuerzos; desde los propios arcos de descarga, construidos de ladrillo y embebidos en el muro del tambor, hasta los propios huecos y nichos de la pared.
E incluso los casetones, esos vaciados cuadrados que vemos en el intradós de la bóveda y que creemos decorativos, en realidad tienen una función principalmente estructural: reducir la sección de la pared. Una sección que va menguando su espesor por sí misma a medida que asciende, desde los cinco metros de la base hasta apenas un metro en la cúspide, alrededor del hueco circular de nueve metros de diámetro que, sin cerrar, cierra el edificio.
El óculo. El que dijo Brunelleschi no entender por qué no se caía. Lo que no sabía el arquitecto renacentista es que precisamente es la existencia de ese hueco, que deja pasar la luz y la lluvia, la que evita el colapso del edificio. Si estuviese tapado, la cubierta entraría en tracción en la cúspide y el hormigón no está preparado para resistir ese tipo de esfuerzo. De hecho, es prácticamente seguro que el último anillo alrededor del óculo trabaja esencialmente a tracción, y es el monolitismo del edificio el que permite este esfuerzo contra natura.
Para que comprendan las dimensiones del óculo, piensen que la Casa Farnsworth cabría entera a través de él.
Bien, ya hemos visto que el edificio está muy bien construido y eso le ha permitido conservar un aspecto fenomenal pese a su antigüedad; pero no sé, las pirámides de Egipto también están muy bien para los años que tienen. Tampoco es que el Panteón anticipase conceptos arquitectónicos que no aparecerían hasta 15 siglos después.
2. Porque anticipa conceptos arquitectónicos que no aparecerían hasta 15 siglos después
Lo que pasa es que sí lo hace. E incluso algunos siglos más, pero nos vamos a concentrar en dos operaciones que en realidad son una y que se asocian principalmente con el Barroco: la concentración jerárquica y el efecto espacial de compresión-dilatación.
El Panteón es perfectamente consciente de lo que le interesa y lo que no, y enseña sin ningún rubor tanto lo uno como lo otro. Es decir, está claro que el edificio existe desde su interior y, salvo por la columnata de acceso, solo desde su interior. El exterior es una consecuencia, un resto de su deslumbrante interior.
Como cuando se busca pareja, lo importante es la belleza interior – Fotografía de Rennett Stowe.
Como cuando se busca pareja, lo importante es la belleza interior – Fotografía de Rennett Stowe.
Como podemos ver, el muro ha perdido la pared de ladrillo que encofraba el hormigón y servía de recubrimiento externo, pero al edificio le da igual. Es más, tal y como sucede en numerosas construcciones barrocas, esa jerarquía entre lo que importa y lo que no, genera una consciente concentración sobre las partes elegidas que, de esta manera, adquieren aún más valor. Un ejemplo muy similar sería el Real Hospicio de San Fernando en Madrid, donde Pedro de Ribera concentra toda su actuación en la puerta, siendo el resto del edificio enormemente austero. Claro que este edificio se levantó 1600 años después.
La sensación que se produce es la de un contraste de densidad significativa entre unas partes y otras de la edificación. Lo que nos lleva a la operación espacial barroca por excelencia: el efecto compresión-dilatación.
Esto solo puede apreciarse haciendo el recorrido desde la puerta hasta la nave, pero imaginen lo que significa pasar de un espacio de unos 15 metros de altura libre a uno de 43. No es que 15 metros sea precisamente comprimido —es la altura de un edificio de cinco plantas—, sino que es el contraste con la dimensión de la cúpula lo que produce esa impresión. Esta operación espacial sería empleada a menudo por Bernini y Borromini 15 siglos más tarde y, de alguna manera, se convertiría en recurso proyectual hasta la actualidad. Piensen por ejemplo en el edificio de la Biblioteca Pública de Estocolmo, construido por Erik Gunnar Asplund en 1928, y que guarda más de una similitud con el Panteón.
Biblioteca Pública de Estocolmo
Biblioteca Pública de Estocolmo – Fotografía de La Citta Vita.
De acuerdo, pues ya hemos visto que el edificio tiene una construcción muy sólida y muy eficaz; y también que es un adelantado a su tiempo en lo que a conceptos arquitectónicos se refiere. Pero para afirmar que es el mejor edificio de una ciudad como Roma, e incluso que es el mejor edificio de la Antigüedad, tiene que haber algo más; algo que se escape a lo puramente material. No obstante, no deja de ser un edificio; no sé yo dónde vamos a encontrar materiales de construcción que no sean corpóreos y tangibles.
3. Porque está construido con dos materiales incorpóreos, intangibles e inalterables
Cuando hayan cruzado la columnata y accedan a su interior lo entenderán de un solo golpe. Un golpe muy fuerte. Una bofetada propinada por Stendhal entre la parte trasera del cerebro y lo más profundo de sus tripas.
La luz.
Un pilar de luz. Un haz de fotones que levanta en arrancada un edificio de 100.000 toneladas y una civilización de 2000 años.
La caricia – Fotografía de Abir Anwar.
La caricia – Fotografía de Abir Anwar.
Y ahora fíjense un poco mejor, agudicen la mirada y aíslen a uno de esos fotones. Imaginen la suerte que ha tenido. Cuando nació en el Sol, fruto de una violenta reacción termonuclear, no sabía que lo había hecho en el momento justo y en el lugar preciso de su superficie. Piensen en su viaje de 150 millones de kilómetros que recorrió en ocho minutos; el momento en el que llegó a la estratosfera, habiendo dejado atrás la Estación Espacial Internacional y la aurora.
Cómo fue esquivando los cirros, los estratos, los cúmulos y los nimbos hasta llegar a la Tierra. En el sur de Europa; en el centro de Italia. En Roma.
Ahora ha cruzado por el óculo y se ha parado en uno de los casetones del intradós del Panteón. He decidido frenar; ya no quiere viajar a 300.000 kilómetros por segundo. Quiere acariciar el hormigón del interior de la cúpula y descender por él a 60 minutos por hora. Junto con las demás partículas que no chocaron con ninguna mota de polvo, ha formado una elipse fresca, liviana. Matutina.
Y ahora roza las hojas de acanto de una columna corintia para finalmente tocar el mármol del pavimento y poco después ser un círculo casi perfecto. Es mediodía.
Luego comenzará su ascenso por el otro lado del edificio. La elipse es ahora más dura, más sólida. Con el color del atardecer, camina hacia arriba hasta que al fin, en una mínima traza que era una media luna, y rodeado de penumbra, nuestro fotón se agarra al anillo traccionado del óculo para morir allí. Cae la noche.
Pero en el Panteón hay un material más. Uno que existe al otro lado de la luz. Algo que no se puede ver, pero que está. Un espacio inmutable que, vulnerando su propia definición, pervive independientemente del tiempo.
A mí me lo explicó una vez Alberto Campo Baeza. Contó que habían visto a Eduardo Chillida de pie, a unos cuatro metros del centro del Panteón, en silencio. Permaneció así durante unos minutos, levemente inclinado, en esos casi 90 grados que decía formaba el hombre con su sombra. Con los brazos extendidos, parecía abrazar un cilindro invisible. Decía que no sabía los demás, pero que él podía sentir el cambio de densidad; que estaba tocando, con la mejilla y con las yemas de los dedos, la columna que había en el centro. Una columna que llegaba hasta arriba; y luego más arriba, mucho más arriba; hasta después del cielo, hasta el confín de la galaxia.
Una columna hecha de espacio que nacía allí, a sus pies, y atravesaba el óculo del mejor edificio de Roma.
panteón de Agripa
Tags arquitectura arte panteón de Agripa Roma si solo pueden ver una cosa
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124 comentarios
Pingback: Si van a Roma y solo pueden ver una cosa, visiten el panteón de Agripa
Responder
Manuel Vega 07/03/2013 at 12:22
La última vez que pude contemplar el Panteón de Agripa fue hace casi dos años. Era de noche y paseamos desde Campo dei Fiori hasta la Fontana de Trevi pasando por la Piazza Navona, el propio Panteón, las columnas del templo de Adriano y otras maravillas cercanas. Estoy de acuerdo: si sólo se puede ver un monumento de Roma, que sea el Panteón. Y si hay tiempo para un paseo, ya he hecho mi recomendación.
Responder
JJ 07/03/2013 at 12:26
QUé pasada de artículo. Felicidades, tron
Responder
Tayanca 07/03/2013 at 12:36
Me ha encantado. Ya era hora que alguien experto nos enseñe a ver edificios, como nos enseñaron a ver pinturas, esculturas y espacios edificados, que no es lo mismo que edificios.
Espero con ansiedad que me enseñes a ver mas edificios. Gracias
Responder
Pedro Torrijos 07/03/2013 at 16:38
Muchas gracias. Tomo nota, aunque ya he publicado en esta misma revista algún otro artículo de arquitectura :)
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Antonio 07/03/2013 at 12:37
Nunca olvidaré la impresión que sentí al doblar la esquina y encontrármelo, se me aceleró el corazón y me fallaban las rodillas. Esto me pasó varias veces en ese viaje pero aquella fue la más fuerte. Muy bueno el artículo.
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Colin Smith 07/03/2013 at 12:49
Bonito artículo-reportaje. Transmite la pasión del autor. Enhorabuena, Torrijos.
Responder
esmenchianti 07/03/2013 at 13:04
enhorabuena. he vuelto a “sentirlo”. tb es mi edificio favorito de roma y es como si por unos minutos hubiera vuelto. gracias
Responder
Jorge M. 07/03/2013 at 13:17
Qué bien escribe siempre Pedro Torrijos. Este artículo es sensacional.
Enric González, que tampoco lo hace mal, da otra buena razón en sus Historias de Roma para visitar el Panteón: “¿Nieva y están en Roma? Corran hacia el Panteón y hagan lo que hace cualquier romano informado: entren y miren el techo, al agujero de la cúpula. Los copos entran en el templo y quedan suspendidos girando en el aire. Solo eso. Tal vez tengan ocasión de contemplar un espectáculo más sublime, pero dudo que sea en esta vida.”
Responder
Pedro Torrijos 07/03/2013 at 16:44
Gracias por partida doble: porque le gusta como escribo y por compararme con Enric González. Poco más puedo pedir.
Un saludo.
Responder
Salva Rubio 07/03/2013 at 13:20
Genial artículo! Como licenciado en Historia del Arte, me alegra que lleguen a revistas como esta artículos como el presente.
Solo añadiría una cosa: que, dado que el óculo del Panteón es un vano, no solo el sol entra por él: también la lluvia.
¿Os imagináis estar dentro cuando cae un chaparrón? ¿Podéis entender la sensación de escuchar los truenos y ver los relámpagos desde su interior? ¿Y si en ese momento recordáis que es el templo destinado… a todos los dioses?
Difícilmente habrá una sensación más fuerte.
Responder
Txemi Terroso 07/03/2013 at 13:34
Casi tan emocionado al leer como al estar allí debajo… Casi. Sabes que igual es imposible.
Gracias.
Responder
Matías 07/03/2013 at 13:42
Es una de las cosas mas impresionantes que he visto en mi vida… La cúpula de la iglesia del Vaticano es también algo alucinante.
Responder
alegg 07/03/2013 at 13:42
Muy buena recomendacion, salgo para roma en unos dias y no tenia pensada esta visita.
Responder
jaime 07/03/2013 at 13:46
Es verdad que este edificio es el mejor construido en la epoca romana y que se puede considerar la cúspide de su civilización pues a partir de su construcción empezó el declive. De hecho no está perfectamente construido ya que a mitad del proyecto se tuvieron que hacer rectificaciones y que la cúpula no fuera tal alta como estaba diseñada. Esto se puede apreciar porque las columnas de la entrada son más altas que la base donde está asentada la cúpula quedando un escalón bataste feo.
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Luis Pastor 07/03/2013 at 13:46
Mmmm, me esperaba un poco mas, no me malinterpreteis, el articulo es correcto, pero faltan decir varias cosas, como que ha pasado por varias restauraciones, que se le han puesto y quitado orejones, que hay polemicas en cuanto a su estetica original…
Pero sobre todo me ha chirriado una cosa: No ha sobrevivido porque este muy bien hecho y sea bonito, la principal causa es que SIEMPRE ha estado en uso, y es que si no lo fuese a mas de un politico se le hubiese pasado la idea de meter la piqueta, que un solar en el centro de Roma ha sido siempre jugoso.
Un abrazo
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Científico 07/03/2013 at 14:39
Estoy de acuerdo con lo fundamental de tu crítica: el texto quiere ser bonito (¿soy el único al que no le acaban de gustar esas transiciones?) y da algunas explicaciones técnicas interesantes (las estéticas, mejor no las comentamos) pero, como un admirador más de la maravillosa rotonda, no puedo dejar de decir que el artículo es flojo y almibarado. ¿Qué tal si contamos de los cambios en el proyecto original? (Ese pórtico a altura diversa de la marcada sobre la fachada del cuerpo de transición) ¿Y de los problemas constructivos? (Esas grietas antiguas, que aún hoy dan guerra) ¿Y estructurales de origen? (Esa basílica de Neptuno, añadida en la trasera como enorme contrafuerte, ante la duda de su sostén). Me alegro de que se escriban textos con pasión sobre temas que lo merecen, pero si se cae en el panegírico mejor quitamos la parte técnica, y si la ponemos mejor nos ponemos serios.
Responder
Luis Pastor 07/03/2013 at 15:17
a ver, que el Panteon da para mucho, tambien para la poesia y las columnas de luz y Chillidas, pero en mi humilde opinion se han escatimado algunos detalles sobre su perfeccion.
Es que nadie va a hablar de las columnas de fuera? de las barras de bronce que sacaron? del fronton y lo que podia tener? …
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Pedro Torrijos 07/03/2013 at 16:40
El Panteón da para eso y para más.
De como se usaron los travertinos del anterior templo, demolidos en cascote, para cimentar el nuevo o de las curvas de esfuerzo que trazaron Eladio Dieste o Féliz Candela, por ejemplo.
Yo he decidido elegir. Y he elegido lo que más me interesa, eso es todo.
Un saludo a ambos.
Responder
Xanti 12/10/2016 at 18:32
No saquemos las cosas de madre. Los políticos, por lo menos los occidentales, no meten la piqueta en monumentos antiguos de tal magnitud; otra cosa es que pasen de ellos y que estos queden en un estado calamitoso. El Panteón se ha conservado porque el emperador Focas lo convirtió en una iglesia y se lo dio al Papa de lo contrario habría servido de cantera por ser un templo pagano.
Responder
Terminatore 07/03/2013 at 13:55
Según tengo entendido en su día los casetones estuvieron recubiertos de oro. Para mi gusto así esta mucho mejor, más intenso.
Según un profesor mio, en los sótanos del edificio se encendían hogueras para calentar el suelo y así generar la corriente suficiente para que no entrase agua por ojal. Esos comentarios eran necesarios para sacar el 10 en el examen, aunque fuesen una ida de olla suya. Nunca supe si eran verdad. Seguro el la escucho de su profesor, y así uno tras otro.
Estuve una vez, y recuerdo la sensación de estar en un sitio cerrado con mucha luz. De hecho llovia, y el centro del suelo estaba algo mojado, no mucho, pero habia gotas.
Gracias por escribir el articulo, he disfrutado.
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Angel 07/03/2013 at 22:48
Eso se denominaba hipocausto, y se usaba generalmente en las termas, tambien en casas particulares……el aire caliente pasaba por el suelo, por los criptoporticos y por las paredes huecas…..estaban locos estos romanos (Obelix dixit)…..
Responder
OviOne 07/03/2013 at 13:56
Gracias, “Assassin’s Creed”…
Responder
Héctor 07/03/2013 at 14:04
Y qué pasa cuando llueve?
Responder
Un andaluz en Roma 07/03/2013 at 14:49
hay unos pequenos agujeros debajo y una ligera inclinacion en el pavimento, ademas acordonan el centro del pantheon donde el marmol esta mojado para evitar resbalones ;)
Responder
Luis Pastor 07/03/2013 at 15:15
esa es otra que no se explica… y es de lo mas bonito del Panteon, el suelo esta suaviiiiiiiiiisimamente abombado en el centro, haciendo que el agua que pueda caer vaya a un sistema de drenage inteligentisimamente pensado.
Responder
l 07/10/2015 at 23:44
Por lo visto cuando nieva los romanos van al panteón a ver como cae porque es un acontecimiento espectacular y rarísimo de ver.
Responder
David 07/03/2013 at 14:09
Estoy totalmente de acuerdo. Cuando estuve por primera vez en Roma, una compañera de trabajo oriunda de allí, me dijo: “Sobre todo, no te olvides de visitar el Panteón” Y el día que lo vi me senté en el mcDonald’s que hay enfrente y observé estupefacto los restos del imperio antiguo engullendo la basura del imperio moderno. Pensé: El panteón estaba allí desde hacía 20 siglos pero no creo que el BigMac corra la misma suerte.
Responder
Un andaluz en Roma 07/03/2013 at 14:47
HAHAHAHAHA curioso, han cerrado el Mcdonalds que habia delante ;)
Responder
Luis Pastor 07/03/2013 at 15:24
yo me tome una en el pizza hut de enfrente de la esfinge… madre mia que shock!
Responder
David 07/03/2013 at 20:34
¿No me digas? Pues tengo entendido que no estaba muy bien visto que estuviera en un sitio tan emblemático. Además era un mcDonald’s muy cutre no como los que hay aquí. Pero tuve la suerte de disfrutar de una escena Felliniana pues ya no quedaba sitio para sentarse y una oronda señora que llevaba varios niños para comer, me invitó a sentarme con ellos, por eso pude comerme la hamburguesa mirando al Panteón.
Responder
machbel 07/03/2013 at 14:12
Un lugar increible, de esos que espero visitar lo antes posible vfiendo las maravillas que cuentan de el
Responder
Un andaluz en Roma 07/03/2013 at 14:45
Que raro, esta manana he pasado por delante del pantheon mientras acompanaba a mi novia, que iba a trabajar, y no me he girado para mirarlo hasta que ella me ha dicho “bello…” entonces me he girado y he comenzado a pensar que no valoras la belleza de las cosas que tienes, y que si algun dia me fuese de roma, echaria de menos dar un paseo y encontrar pedacitos (y grandes trozos) de historia a cada paso que das por este museo al abierto que es Roma, llego a casa y me encuentro con este gran articulo…
Solo te digo que no volvere a pasar delante del pantheon sin que me de la vuelta a admirarlo gracias a la pasion con la que lo has escrito.
Responder
Miguel 07/03/2013 at 14:55
Cierto, aunque no hay que olvidar que toda maravilla arquitectónica va acompañada de una cantidad ingente de turistas (en la que se incluye uno mismo al estar ahí) y se pierde mucha de esa “magia”.
Tan solo una duda, en qué te basas para decir que ” De hecho, es prácticamente seguro que el último anillo alrededor del óculo trabaja esencialmente a tracción”? Aparte de la casi ausencia de resistencia a tracción en toda construcción pétrea, no veo porqué el ultimo anillo funcionaría de forma contraria al resto, sobre todo que me han enseñado que una cúpula es resistente siempre y cuando los muros soporten los empujes laterales, los propios anillos no prepresentanta problema alguno ya que se sostienen a si mismo y a los superiores por simple compresión.
Gracias por aclararme la duda.
Responder
Pedro Torrijos 07/03/2013 at 17:52
Técnicamente, la gravedad en ese punto empuja de manera que ese anillo apenas ejerce compresión, sino que es muy probable (alguna curva de esfuerzos se ha hecho) que se encuentre traccionado. Lo que sucede es que esa tracción anular se sostiene por el monolitismo del resto de la cúpula, donde predomina, evidentemente, la compresión.
En realidad, prácticamente ningún material está sometido solo a tracción o solo a compresión (los cables, quizás), sino que todos se someten a esfuerzos mixtos de flexo-compresión. En este caso, según las curvas (hipótesis, claro), lo más probable es que este último anillo tenga mucho de flexo y muy poco de compresión.
Un saludo.
Responder
Cossack 11/03/2013 at 19:31
Al ser un material monolítico el hormigón, puede ocurrir que el material que está debajo del anillo del óculo traccione del mismo, en mayor proporción que el material de dicho anillo comprime al que tiene debajo.
Por eso usamos en la actualidad materiales que trabajen bien a tracción, por si acaso.
Responder
Mito 07/03/2013 at 14:55
Brillante artículo.
¿Es el panteón el edificio en uso más antiguo que existe?
Responder
Luis Pastor 07/03/2013 at 15:39
pues buena pregunta! mmm, hay cosas mas antiguas en uso (el fiambre de Tutankamon sigue ahi) pero como edificio puede que si, aunque seguro que hay alguna pagoda en China o Japon que sigue dando guerra, a saber!
Responder
Z 07/03/2013 at 17:23
Si consideramos a un faro como edificio, en Coruña está la Torre de Hércules, faro más antiguo en funcionamiento. Exterior reformado pero interior romano del siglo I.
Responder
Jinjan 07/03/2013 at 15:17
El año pasado lo vi dos veces, este año vuelvo de camino a florencia….impresionante! Que no se le olvide a nadie tomarse un café en la “tazza dóro”…mejor cafe con la mejor compañia…recuerdo imborrable!
Un saludo
Responder
payo 07/03/2013 at 15:37
Yo estuve allí hace muchos años y un detalle que me sorprendió fue que caía un chaparrón tremendo y por el agujero central de la cúpula no caía ni una sola gota, además el suelo estaba completamente seco.
Responder
ecoeco 07/03/2013 at 16:24
Creo que la descripción técnica deja mucho que desear, no hay tracciones en el óculo. Los casetones no se hicieron para quitar peso (el peso en los riñones de un arco o una cúpula ayudan a su estabilidad)
Una curiosidad El Papa Urbano VIII mandó fundir el bronce del techo del Panteón para que fuera empleado en el baldaquino de San Pedro. De ahí que, según se cuenta, algún anónimo colgó en el Pasquino la sentencia: Quod non fecerunt barbari, fecerunt Barberini (“lo que no hicieron los bárbaros, lo hicieron los Barberini), en alusión a la familia del Papa.
Responder
Pedro Torrijos 07/03/2013 at 18:13
Repase el estudio estructural que hicieron Robert Mark y Paul Hutchinson en el 86. Yo me fio de ellos.
Un saludo.
Pingback: Si van a Roma y solo pueden ver una cosa, visiten el panteón de Agripa
Responder
emeARQ estudio de arquitectura 07/03/2013 at 17:00
Es difícil acabarse Roma, pero estoy de acuerdo contigo en que si hay una visita imprescindible es la del Panteón. Fantástico artículo, uno de los más bonitos que he leído en mucho tiempo.
Responder
emeARQ estudio de arquitectura 07/03/2013 at 17:03
Por cierto, antes de llegar a la parte de Chillida, me estaba acordando de su proyecto para Tindaya, ¿quizás se inspiró en el Panteón?
Responder
En homenaje a mi abuelo, que nunca lo vio 07/03/2013 at 17:32
Más de una vez me contó mi abuelo con cierta nostalgia no exenta de envidia que un primo suyo, humilde criado de una señorona del pueblo, había viajado a Roma acompañando a su señora. – ¿Quién se lo iba a decir a Abdón que algún día visitaría Roma?- decía a menudo mi abuelo.
Hace cuatro años, sentado bajo las columnas del Panteón, pensé en mi abuelo, ya fallecido desde hace treinta años, y mirando al cielo de Roma le dije: abuelo, tu nieto también ha podido visitar la Ciudad Eterna y desde este panteón te mando mi más cariñoso abrazo.
Responder
Rubén 07/03/2013 at 18:19
Todavía a estas alturas de mí vida no he estado en Roma, pero desde luego lo primero que haré será ver el panteón de Agripa.
Muchas gracias Don Pedro.
Responder
Pedro Torrijos 07/03/2013 at 18:24
Agradezco la felicitación, créame. Pero si me vuelve a llamar Don, le prometo que le retiro el saludo. :D
Responder
Fernando da Casa 07/03/2013 at 19:09
Magnífico artículo, me ha emocionado. Me ha transportado hasta allí, y he podido tocar la columna central.
Además de bien estructurado y documentado, este artículo tiene Arte.
Enhorabuena.
Responder
Javier Brox 07/03/2013 at 20:14
El Panteón se llena de pétalos de rosa por pentecostés: http://holdontightmarie.blogspot.com.es/2010/05/evocacion-del-panteon-la-fiesta-de.html
Responder
Marcos Jara 07/03/2013 at 21:48
“En principio porque soy arquitecto y, por tanto, mi formación legitima mi opinión. Sin embargo, como está feo ejercer el argumento de autoridad… ”
Juas juas juas.
El resto está bastante bien, pero como colectivo sus suele matar lo pretencioso….
Responder
Cossack 11/03/2013 at 19:33
Sobre todo teniendo en cuenta que el tema del cálculo estructural y demás cosas “serias” no lo suelen hacer los arquitectos.
Responder
emilio 12/03/2013 at 11:19
las “cosas serias” sí las hacen los arquitectos.
Dentro del cálculo estructural “cosa seria” es elegir el modelo y sistema estructural, las proporciones entre elementos, vanos, el predimensionado, la interpretación/revisión/corrección de los resultados obtenidos informáticamente, las directrices de representación de los resultados, cargar con la responsabilidad…
y cosas “menos serias” podrían ser el manejo del programa informático y la delineación, que también hacen los arquitectos (además de otros profesionales)…
decir que los arquitectos no hacen las “cosas serias” es tan atrevido e ignorante como que un pinche de cocina diga que el cocinero no es importante, aunque en ambos casos existen excepciones (mala praxis)…
Responder
Cossack 13/03/2013 at 11:26
Lo que digo es que la mala praxis es la regla, no la excepción. Por eso lo de “suelen”, verbo que no está solo para hacer relleno.
Responder
ALEJANDRO 04/11/2015 at 18:42
Marcos …………….totalmente de acuerdo contigo
Responder
ALEJANDRO 04/11/2015 at 14:09
Marcos …………….totalmente de acuerdo contigo
Responder
Angel 07/03/2013 at 22:43
Bonito articulo, me alegro de que alguien mas comparta esa opinion……como arquitecto, ¿que opina el autor sobre, vg., el tesoro de Atreo, en Micenas como transicion entre la aproximacion de hiladas y una boveda propiamente dicha?
He visitado ambos y me parecen dos magnificas cupulas, la de las termas de Baia en Napoles tambien era imponente, y parecia de una tecnica semejante, tal vez fuera precursora……
Gracias por todo.
Responder
Quim Castilla 07/03/2013 at 23:59
El Panteón es un edificio que me fascina desde que escogí hacer un trabajo sobre él en Historia del Arte, precisamente por eso, por su originalidad y monumentalidad. Lamentablemente, no he viajado nunca a Roma y me he tenido que confirmar con filmaciones y fotos. Debo admitir que traspasar el bosque de columnas del pronaos y plantarme bajo el óculo (aunque llueva!) es algo que me encantaría hacer.
Haces una hermosa descripción del edificio, especialmente cuando comentas los efectos de la luz.
Responder
Nemigo 08/03/2013 at 0:38
y para qué servia ese edificio?
cuando viajo por cualquier sitio me encuentro e intento encontrar construcciones romanas y todas (o casi todas) tienen un fin y una utilidad ya sea la presa de proserpina o la cuba de almonacid. Los romanos no daban puntada sin hilo
Responder
Cossack 11/03/2013 at 19:36
Para algo mucho más constante y, si nos atenemos a la Historia, necesario, que una presa, canalizaciones de agua o carreteras. Para tener un lugar donde orar y vivir en comunidad.
Claro, los humanos modernos nos creemos muy listos y tenemos ya superadas esas supersticiones, pero algo le verían los romanos a esas infantiles creencias para decidir usar sus mejores técnicas de construcción para ese tipo de edificios.
Responder
.pep 08/03/2013 at 3:52
Te ha quedado cojonudo!!
Responder
DG Arquitecto 08/03/2013 at 7:34
Totalmente de acuerdo con el artículo. Nosotros en nuestra última visita a Roma estábamos alojados muy cerca y era la visita obligada de todos los días, nada más salir del hotel y antes de volver.
Saludos!
Responder
Alicia 08/03/2013 at 9:50
¡Qué artículo mas chulo! No se que mas decir, estoy emocionada.
Responder
tsevanrabtan 08/03/2013 at 10:14
Magnífico. Muy bien escrito. Con un gran ritmo. Como una novela de misterio.
Responder
Pablo 08/03/2013 at 10:15
Magnífico artículo sobre el que es, probablemente, mi edificio favorito.
Hace años tuve la suerte de visitar el Panteón a primera hora de la mañana, no más de 5 personas incluyéndome a mi y a mi hermana. La sensación que transmite ese espacio en casi completo silencio es impresionante.
Y si para rematar, empieza a llover (como ocurrió en esa ocasión)…Sobran las palabras.
Responder
Luis 08/03/2013 at 10:58
He visitado 5 veces la Ciudad Eterna y me pondrían en un compromiso si tuviera que aconsejar sobre un único monumento que visitar, ya que tendría que elegir entre la Basílica de San Pedro y el Panteón de Agripa… Complicado.
Responder
Aquiles Talón 08/03/2013 at 12:29
El punto 3 de su defensa me ha ganado para la causa.
Responder
El Rascador del Ojete de Lionel Richie 08/03/2013 at 20:24
Cuánto gafapasta puntilloso suelto por estos lares… A dieta de Manowar os tenía un mesecito a ver si os entra algo de criterio entre patilla y patilla.
Dicho esto, el artículo es cojonudo, las transiciones son brillantes y el texto te lleva hasta el final sin ganas de saltarte ni un puñetero renglón. Este es mi Torrijos.
Y, por último, decir que me la pela a tracción cualquier consideración técnica, el Panteón rockea. Punto.
Responder
Piluki 08/03/2013 at 21:09
Me ha encantado el artículo. Para mi, también el mejor edificio de Roma. En 31 de diciembre de la entrada en el euro, vi nevar dentro, Un espectáculo preciso.
Responder
María Vázquez 08/03/2013 at 23:04
Si. Sólo puedo decir que si.
Entiendo bien a Chillida. Bajo ese haz de luz, dentro de esa esfera perfecta, el tiempo se detuvo para mi.
Y allí vuelvo, aunque sea con la mente, cuando necesito que se vuelva a parar.
Muy buen artículo.
Un saludo.
Responder
Manuel Álvarez 09/03/2013 at 19:36
Muy interesante el artículo.
Dejo un enlace de Santiago Huerta, para el que quiera profundizar en temas técnicos de las estructuras de fábrica: http://oa.upm.es/1136/1/Huerta_2004_Arcos_bovedas_y_cupulas.pdf
Responder
Peppe Mmerda 10/03/2013 at 12:08
El libro del que nos muestra el link es muy malo, es una cosa de bajísimo nivel que, para colmo, está mal y hunde sus bases en el conocimiento del XIX. Su autor es un cantamañanas que ha sido muy hábil para colocarse donde está, pero que no deja de ser un charlatán de feria, sin el menor prestigio en el mundo de las estructuras. Si quieren leer algo intersante sobre el asunto, tomen los escritos de Auguste Choisy, que es fines del XIX, y tendrán una idea más cabal. Si quieren algo del XX, aunque corto y tampoco muy acetado, los textos de Jacques Heyman. Si quieren algo de más nivel y bueno, lean los artículos de Carlos Fernández Casado acerca de las construcciones antiguas. La literatura de raíz alemana o italiana sobre el asunto también es buena: S. Croci, Dischinger, Finsterwalder, Belluzzi y otros. Nada recomendable la escuela anglosajona, que es bastante torpe en la interpretación de estas estructuras.
Responder
Peppe Mmerda 10/03/2013 at 0:18
Le alabo la pasión y el pulsode su texto. Pero de construcción y de estructuras no tiene usted ni la más remota idea. Todo lo que dice sobre el asunto está mal. Suspenso gordo. Una pura milonga.
Responder
Bea 10/03/2013 at 0:25
Gracias por trasladarme a Roma, por esa delicadeza al tratar el edificio y lo que lo envuelve. Gran artículo.
Responder
A 10/03/2013 at 0:52
roma es unica y pienso que no se puede escribir un articolo solo hablando de una cosa . si no tiene bastante tiempo visita la ciudad una otra vez .
Responder
Remember 10/03/2013 at 7:54
Coincido con el autor, no es el más popular, pudiera pasar desapercibido al lado de Piazza Navona , camino la Fontana de Trevi y Piazza Spagna, pero si tienes la suerte que alguien te lo recomiende- en mi caso un competente guia- te das cuenta de parte de todo eso que explica.
Responder
Virada02 10/03/2013 at 11:28
Enhorabuena por la pasión que demuestra sentir hacia el Panteon (así, sin acento). A fin de cuentas, la pasión es lo que cuenta; no el cálculo de estructuras.
Bravo.
Responder
Pedro Torrijos 10/03/2013 at 12:37
Bueno, yo no soy un experto en estructuras. En este caso concreto, me limito a divulgar el estupendo estudio que hicieron Mark y Hutchinson en el 86.
Ellos plantean unas curvas de esfuerzos y afirman que el peso de la bóveda se reduce en más de un 70% al emplear roca volcánica en la grava en lugar de travertino.
Yo no he hecho el estudio, pero me fio de ellos y de José Luis de Miguel. Quizá también sean una milonga.
Responder
Virada02 10/03/2013 at 12:58
Yo también me fiaría. Peor además el Panteon es estructura, pero no solo.
Pero no nos enredemos en esta guerra, o “controversial”, como dicen los USA cuando quieren decir “matraca contra algo porque nos cae un poco mal”.
Responder
Peppe Mmerda 10/03/2013 at 19:59
Perdone, pero eso de “matraca contra algo porque nos cae un poco mal”, si va por mí, se lo puede ahorrar. He dicho simplemente que hay cosas que están mal y en mi segundo comentario lo he explicado. Ni me cae bien ni me cae mal, porque desconozco al autor. Y tengo todo el derecho a decir lo que creo conveniente, cosa que hago con fundamento y conocimiento. Si no es así, cualquiera que lea lo que he escrito puede rebatirme cuanto y como plazca. Un saludo.
Responder
Peppe Mmerda 10/03/2013 at 19:56
Perdone, pero me doy cuenta de que he sido demasiado agresivo en mi comentario. Le pido disculpas. Efectivamente, usted no tiene por qué ser un experto en estructuras, y eso es lo que le ha inducido a error. El estudio de Mark y Hutchinson es muy conocido, y ha sido muy vilipendiado también. Básicamente yerran porque no tienen en cuenta algo fundamental en cualquier estructura de fábrica u hormigón antiguos. El efecto reológico combinado de la fluencia y la retracción se lo pasan por donde mejor les parece y, al no tenerlo en cuenta, se equivocan de medio a medio. Simplemente, en su introducción ya dan a entender que no saben gran cosa y que se han enterado de poco. Dicen que, en contra de lo que cabía esperar, los escalones anulares de la base, lejos de disminuir las tensiones, aumentan sus valores críticos. ¡Faltaría más, si para eso están precisamente! Gracias a ellos, la fisuración -que es sólo superficial exterior- se mitiga enormemente y la cúpula, en contra de lo que dicen, no llega a trabajar como gajos separados anulares, no, sino que mantiene una superficie equivalente interior sin fisuración alguna. Es que son de la escuela anglosajona, que por nacionalismo puro, obvian todas las investigaciones alemanas e italianas que, mucho más complejas y menos aparatosas, son las que dan en el clavo. Basta aplicar la ecuación de la lámina a la esfera con y sin escalones para darse cuenta de lo que ellos concluyen tras hacer mil modelos complejos. Y, encima, se equivocan, porque al obviar la reología, obtienen fisuras donde no las hay. El colmo es que siquiera se preocupen de comprobar que sus resultados no se parecen en nada a la realidad que se puede observar. Y, por ello, confunden la fisuración de retracción con la fisuración mecánica pasiva por comportamiento estructural. Ya le digo que es un artículo muy conocido y, para mucha gente, entre la que me incluyo, un desatino de tomo y lomo. Por ejemplo, lo que usted dice -que no recuerdo si afirman ellos- acerca de que el anillo superior entra en tracción no es cierto: está fortísimamente comprimido. Y si se cerrara la cúpula no pasaría nada de nada. Simplemente, su punto más alto sería un punto singular de tensiones donde la tensión radial y anular se confunden en una sola y tienden a la nulidad. Asunto distinto, que también Mark y Hutchinson obvian, pero que consta en libros que tienen ya sus buenos setenta años, es el problema de la distorsión de borde en la transición entre la cúpula y el tambor, donde una cierta incompatibilidad de deformaciones induce unas flexiones radiales que tenderían a aumentar la fisuración, pero que no lo hace en gran medida gracias al tremendo espesor de la cúpula en su arranque. Mark y Hutchinson se equivocan en lo fundamental, porque hacen un modelo muy complejo, pero sin conceptos claros y así toman como verdaderos resultados que son conceptualmente imposibles. En definitiva, yerran.
Y sólo una cosa más: no me cite a José Luis de Miguel como referencia de autoridad que me da la erisipela aguda. Otro cantamañanas y otro charlatán de feria, conocido en el mundo de las estructuras no precisamente por su rigor o sus grandes conocimientos, sino por todo lo contrario. Como S. Huerta, que mencionan en los comentarios, que es una vergüenza que sea tan conocido y tan seguido. Es algo que no alcanzo a comprender. Son dos perfectos representantes del populismo estructural. Y no son los únicos, por desgracia. Si me cita usted a Pere Roca, a Jaime Cervera -tiene magníficos estudios sobre construcciones antiguas-, a José Ignacio Hernando, a Sergio Croci o gente así, entonces hago reverencia. Pero ante esos dos, ¡ni harto de vino!
Para que no le quede mal sabor de boca, le reitero mis disculpas por el indebido arremetimiento de primeras y le dejo con lo mejor: su texto está muy bien escrito, con sincera pasión y con pulso excelente.
Responder
Pedro Torrijos 10/03/2013 at 23:53
Como verá, de decir que no tengo ni la más remota idea de construcción y estructuras y que todo lo que digo al respecto es pura milonga; a rebatir mi única referencia a Hutchinson y Mark, cuando afirman que el último anillo entra en torso-flexión y torso-compresión (he preferido simplificar, pues esta no es una publicación para expertos) pues va un mundo.
Celebro que usted considere a ciertos arquitectos como cantamañanas y prefiera a los ingenieros. Yo también prefiero a muchos ingenieros, pero en un estudio que mucha gente considerará equivocado, pero otros lo consideran acertado, yo sencillamente me posiciono de parte de los segundos.
Un saludo.
Responder
Sargento Pimiento 10/03/2013 at 15:32
Muy buen artículo Pedro. Pero si me permite me gustaría hacer hincapié en otra cuestión menos técnica del asunto. Hace unos 5 años cuando de chaval tuve el lujo de visitar el Panteón por primera vez, probablemente debido a mis escasos conocimientos técnicos en arquitectura, lo que a mí más me impactó del edificio fue el espíritu de la construcción, la solemnidad que casi se respiraba. No hice más que reafirmarme en mi percepción inicial cuando escuché la explicación de nuestro guía sobre la verdadera intención del edificio, no de templo de todos los dioses, sino como templo al Sol. Según su tesis, cada una de las estatuas representaba un planeta del sistema solar; las hendiduras en la cúpula, si mal no recuerdo, representaban algún ciclo solar (años, estaciones, meses… no recuero); y finalmente el haz de luz solar como centro de todo, que en determinadas ceremonias caía deliberadamente sobre el Emperador situado en el centro de la estancia, como tocado por el poder divino.
Espero pueda confirmarme si esto tiene alguna base histórica o técnica, o se trata de una soberana gilipollez… se lo agradecería.
Un saludo
Responder
Pedro Torrijos 10/03/2013 at 23:59
Si le soy sincero, desconozco completamente si esta tesis tiene alguna base histórica. De lo que estoy seguro es que si no es un templo que honre al sol, desde luego, es un templo que honra a la luz.
Responder
Sargento Pimiento 11/03/2013 at 18:17
Seguiré viviendo feliz en la ignorancia entonces. Gracias por la respuesta.
Responder
Rafa 11/03/2013 at 0:21
Pues cuando visité Roma es un edificio que me dejó bastante indiferente. Supongo que si conoces su historia y sus peculiaridades técnicas la cosa cambia. Pero sin esos conocimientos es un edificio muy simple, una cúpula y poco más. Nada impactante. Créanme, si solo pueden visitar una cosa en Roma, que sea el Foro.
Responder
Cossack 11/03/2013 at 19:42
Madre mía, espero que sea solo por dar la nota, pero que a uno le deje frío el Panteón de Agripa es como ver las rías gallegas y decir “bah”.
Responder
Roberto Ayala Manrique 22/05/2014 at 1:38
Hemos de respetar las opiniones y gustos de los demás. Pero no hay nada de simple en esa cúpula, es toda grandiosidad.
Responder
MrLemú 11/03/2013 at 9:48
Sufrí, cuando contemplé el edificio por primera vez, sin querer, por sorpresa me lo encontré al doblar una esquina, el síndrome de Stendhal. Sin hablar, mi mujer y yo, cuando lo observamos en la calle continuamos como hipnóticos hacia dentro del edificio. Nadie nos había explicado nada, por qué no aparecía en todas las guías este hechizador edificio. Es extraño, perturbador y apasionante. Aquí entrar dentro y situarte debajo del agujero de la cúpula. Todo parece encajar…http://fulgoresliterarios.blogspot.com.es/
Responder
El Rascador del Ojete de Lionel Richie 11/03/2013 at 19:08
¡Un troll con monóculo y barba de chivo! Vaya con el mundo de la cultura…. Jaime Cervera, buen tipo pero con una capacidad de aburrir que ríase usted de Radiohead…
Responder
Well O'Hettes 26/06/2013 at 16:15
Yo me río de los Poutash y con esto lo digo todo. ¡Pues sólo faltaba que los tipos con perilla escribieran comics!
Responder
Toneti Chacel 14/03/2013 at 17:10
Una pasada de artículo!!
Responder
Kuya 19/03/2013 at 17:19
Impresionante. Muchas gracias, de verdad. Escribe más sobre arquitectura, por favor. Es algo de lo que tengo poca idea y así da gusto ir aprendiendo cosas.
Responder
Josema 07/04/2013 at 17:30
Fantástico lugar, es una pena que lo hayan intentado transformar en una iglesia y en mausoleo. Seguramente tendría una atmósfera aun mas especial si se hubiese conservado como un templo romano.
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Responder
viano 01/05/2013 at 21:24
Noche de san Valentín de 2003. Nunca olvidaré ese momento: tras aparcar las bicicletas a la puerta, entré con mi compañero en la esfera imaginaria más hermosa de la Antigüedad.
Por fin estábamos allí. Los profesores de latín tenemos especial obligación de estar allí alguna vez, o muchas más si fuese posible.
No había sol. Pero había luna llena. Que no sé qué es mejor…
Responder
elizabet 18/05/2013 at 0:38
hola, alguien sabe algo sobre la parte del panteón que tiene una pintura rota, es la única parte que no se ve bien, a la derecha cuando se entra, pasando la pequeña oficina que te vende la guía. pasé por allí y me zumbaron los oídos, los sonidos de la muchedumbre parecían repiquetear, como ecos constantes. Era como una especie de mareo. Solo lo sentí en ese lugar.
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Beatriz 06/06/2013 at 20:49
Soy estudiante de arquitectura y estuve de Erasmus en Roma el año pasado. No hubo ni un día que no fuera al Panteón. Llegué a pensar que la piedra volcánica tenía propiedades magnéticas.
Iba todos los días porque es cambiante. Nunca era el mismo. Si el sol potenciaba las sombras, la nieve enfatizaba el espacio.
Gracias por tu artículo, como arquitecta, me ha tocado de lleno.
Responder
Jon Ander 08/06/2013 at 23:04
Me ha encantado lo de “descender por él a 60 minutos por hora”.
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Responder
kaiser 15/10/2013 at 22:01
Empezar nombrando la Roma del infumable Nani Moretti y no la de Visconti o Fellini no augura nada bueno, pero en fín….
Responder
Bernardo I. García de la Torre 12/12/2013 at 9:30
Hola. También soy arquitecto y comparto tu pasión por este edificio, que describes muy bien en todos sus aspectos. Transmitir la pasión por la arquitectura no siempre es tarea fácil y tú lo consigues en este artículo.
Curiosamente yo también publiqué en mi blog hace unos meses una entrada sobre el Panteón: http://www.echonovemberecho.blogspot.com.es/search?q=pante%C3%B3n+de+roma
Saludos.
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Responder
Roberto Ayala Manrique 22/05/2014 at 1:30
Ha sido muy agradable dar lectura a este articulo. Felicitaciones, pero sobre todo muchas gracias por compartirlo.
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Responder
Edu 07/05/2015 at 17:06
Tanto cultureta por aquí y nadie cita el film ‘The Belly of an Architect’ de Peter Greenaway (1987) en el que el Panteón de Agripa es casi un personaje? Qué sois, malditos, jóvenes acaso?
Responder
Adolfo Fernández 10/05/2015 at 15:16
¿Quiere acariciar el hormigón del interior de la cúpula y descender por él a 60 minutos por hora? ¿Qué distancia es esa?
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Responder
Prof. Sandoval 06/10/2015 at 21:16
Yo no soy arquitecto ni ingeniero pero soy profesor y coincido que el Panteón de Agripa es un templo solar y no me extrañaría en lo más mínimo porque el Sol es la fuente de la vida.
Sobre todo me encanto tu comentario sobre la fusión nuclear del Sol, de hecho: ¿Sabias que muchos científicos trabajan en desarrollar la fusión en frio?.
PD: Tu articulo también es una alabanza al Sol.
Responder
ALEJANDRO 04/11/2015 at 13:59
el ser arquitecto no te da prioridad de opinion.
hay arquitectos que no tienen ni idea , incluso con cum laudes
no todos los panaderos hacen buen pan
y muchos de los que se ahogan sabian nadar.
Responder
Jan Delors 14/11/2015 at 23:10
Bueno bueno, siempre me ha llamado la atención que no fuera más comentado en las redes la existencia de un edificio romano que ha pervivido 18 siglos incólume y que está al alcance de nuestras manos.
Pero entonces encontré este post.
Enhorabuena!!!
Pingback: EL PANTEÓ D’AGRIPA | Història de l'Art de batxillerat
Responder
jose 31/01/2016 at 5:20
En primer lugar, mi más profunda enhorabuena por escribir un artículo tan soberbio. En segundo lugar, he de decir que no soy arquitecto, ni tampoco ingeniero. Tampoco soy profesor de latín, ni historiador (en estos momentos pienso que la carrera que decidí estudiar en su día no roza El Arte ni por casualidad). No sé, a nivel arquitectónico, lo que pasa en el óculo: si hay flexión o compresión, o si colapsaría si pusiesen una cubierta. Me gusta esta sensación: no saber dónde está la Verdad. Sin embargo, hay un aspecto concreto del texto, sobre el que he logrado acercarme un poco más a su esencia, a pesar de mi supina ignorancia sobre la temática: la columna imaginaria de Chillida. Mis conocimientos profesionales (otra vez) no me dotan ni de la capacidad ni de la autoridad suficiente para hablar de esta ficticia columna, pero el velo que separa a la realidad de la ficción me llama poderosamente la atención. No hay columna, Eduardo está teniendo una especie de epifanía al percibir en su mejilla y en las yemas de sus dedos ‘algo’ que en en realidad no existe. Pero, hay un ‘pero’.Tampoco soy físico teórico, pero quienes saben sobre esa disciplina dicen (tenga en cuenta el lector que puedo estar confundido sobre lo siguiente) que la realidad (la Naturaleza), al menos en una escala muy pequeña, existe por la interacción entre el objeto observado y el observador; de hecho si esta intersección no se produjera, aquello que podemos observar ‘deja’ de existir y abraza una suerte de ecuaciones de probabilidades de existencia, a la espera de ser observado. Es muy fácil (y gratuito) pensar que el genial escultor percibió… (y aquí sólo puedo añadir puntos suspensivos). Enhorabuena de nuevo por el texto, Sr. Torrijos, ha escrito Vd. un artículo genial.
Responder
Pedro Torrijos 19/02/2016 at 12:59
No se puede ni imaginar el enorme interés que tiene —al menos para mí— lo que acaba de escribir. En serio, pensar que, gracias a las interpretación de Copenhague, esa columna es un objeto casi imperceptible, resultado del colapso por observación de la función de onda en un estado de decoherencia cuántica me pone los pelos de punta.
Un saludo y muchísimas gracias.
Pingback: Si visitáis Miami y solo podéis ver una cosa, id a Wynwood Walls* |
Responder
Marta Suárez fernandez 13/10/2016 at 18:27
!!! GRACIAS !!! Qué artículo y que perfecta explicación .! Estuve allí y siempre a quedado en mi memoria obsesivamente ….Ahora , ya se por qué ….. MIL GRACIAS !!!…..
Responder
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