lunes, 24 de octubre de 2016

LA MENTIRA SATÁNICA DEL PENTECOSTALISMO

LA MENTIRA SATÁNICA DEL PENTECOSTALISMO



 
Por
George E. Gardiner
Y
Tito Martínez
 
Documento actualizado el 24 de
noviembre
de 2011
 
 
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duro, ponga el cursor del ratón en el enlace, luego botón derecho del ratón, y
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las tres charlas bíblicas sobre el pentecostalismo
 


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516-



La gran mentira del
pentecostalismo




(21-11-2011)
(3ª
parte). Recomendado!!

1 hora y 35 minutos

515-



La gran mentira del
pentecostalismo




(18-11-2011)
(2ª
parte). Recomendado!!

1 hora y 14 minutos

514-



La gran mentira del
pentecostalismo




(11-11-2011)
(1ª
parte). Recomendado!!

2 horas y 18 minutos
 
 
 
 
 
 
 

 

PRIMERA PARTE:

 

SEGUNDA PARTE:



 

 
ANTES ESCUCHE Y VEA ESTO

 

Antes de comenzar a escuchar o
leer este documento, invitamos al lector a que escuche el siguiente archivo de
audio tomado de un típico culto pentecostal, juzgue por usted mismo:
 
Si desea bajar ese archivo de
audio a su disco duro, ponga el cursor del ratón encima del enlace, luego le da
al botón derecho del ratón encima de ese enlace, y elija "guardar destino
como..."
 
En el siguiente video de
youtube podrá ver un típico culto pentecostal de hispanoamericanos acá en
Madrid, realizado en el año 2008. ¡Y a eso lo llaman dar culto a Dios!, ¡que
terrible y nauseabunda blasfemia!, más parece un culto demencial afroamericano
de macumba dedicado al diablo y a sus demonios:
 
Y acá tiene otra típica
reunión pentecostal liderada por el predicador Dennys Ostos, ¡que forma de
blasfemar contra el espíritu de Dios falsificando sus dones!, ¡nada de esto
tiene que ver con la verdadera fe cristiana ni con el verdadero Pentecostés
mencionado en Hechos 2, sino que es solo una repugnante y grotesca falsificación
del diablo!, como demostraremos en este documento doctrinal.
¿Por qué será que en todos
esos cultos pentecostales abundan mucho más las mujeres que los varones?, no es
extraño que en el Edén Satanás engañara a Eva, no a Adán. La mujer es mucho más
fácil que sea engañada por Satanás y utilizada por él para engañar después al
varón, así lo hizo el diablo, y lo sigue haciendo actualmente en las iglesias
apostatas: 

 




PRÓLOGO
 
Este documento que usted tiene
delante de sí le va a llevar a toda la verdad acerca del pentecostalismo, o
iglesias pentecostales-carismáticas.
Millones de personas han sido
engañadas por el padre de la mentira y por sus emisarios religiosos, les han
hecho creer que las iglesias pentecostales o carismáticas son como los primeros
cristianos mencionados en el libro de los Hechos de los apóstoles. Les han hecho
creer que eso de llamarse “pentecostal” procede del día de los primeros
cristianos, concretamente del día Pentecostés mencionado en Hechos 2, cuando los
apóstoles recibieron la promesa del Padre y fueron llenos del espíritu santo,
comenzando a hablar en diferentes lenguas o idiomas las maravillas de Dios, sin
embargo, ahora vienen toda esa legión de “evangelistas” y “pastores”
pentecostales, así como un buen puñado de sacerdotes papistas carismáticos y nos
quieren hacer creer que esa experiencia pentecostal del ”bautismo del espíritu
santo” y de “hablar en lenguas” y que ellos practican en privado o en sus cultos
es exactamente la misma experiencia del bautismo con el espíritu santo y el
consiguiente don de las lenguas que recibieron los apóstoles el día de
Pentecostés en Jerusalén, ¡nada más lejos de la realidad!. En este importante
documento doctrinal escrito por el señor George E. Gardiner, y un servidor, Tito
Martínez, vamos a demostrar que EL PENTECOSTALISMO NO TIENE QUE VER
ABSOLUTAMENTE NADA CON LO QUE OCURRIÓ EL DÍA DE PENTECOSTÉS MENCIONADO EN EL
LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES CAPÍTULO 2
, más aun, vamos a
demostrar en este documento doctrinal que las actuales iglesias pentecostales o
carismáticas son una burda y grotesca imitación o falsificación satánica y
carnal de las primeras congregaciones cristianas del siglo 1, con el único
propósito de ENGAÑAR AL MUNDO ENTERO, pues ese es el principal
objetivo del padre de la mentira, Satanás, el cual durante esta era mala engaña
al mundo entero (Gal.1:4, Ap.12:9), y la mejor forma de engañar al mundo entero
es por medio del astuto ENGAÑO RELIGIOSO, ¡¡especialmente si ese
engaño religioso se hace pasar por cristiano pentecostal o carismático, y
utiliza la Biblia a diestra y siniestra, pretendiendo además expulsar demonios
en el nombre de Jesús y afirmando que hacen milagros!!, pero todo ello es una
perversión satánica y una burda falsificación, que es precisamente lo que ocurre
en todas las iglesias pentecostales o carismáticas, ya sean católicas
(papistas), o evangélicas. Este tipo de engaño religioso es el más
efectivo, perverso y astuto utilizado por Satanás para extraviar al mundo entero
,
y millones de personas totalmente ignorantes de la verdad y de la verdadera
doctrina cristiana han sido engañados muy fácilmente por todos estos falsos
ministros de Cristo y falsos pastores que dicen llamarse pentecostales o
carismáticos. Recuerde lo que dijo Jesús en Mateo 7:21-23, es un pasaje
tremendo, pues ahí Jesús dijo bien clarito que habría falsos ministros
PENTECOSTALES
y que discutirán con él en aquél día, cuando Jesús venga a
la tierra a reinar, y vea la fulminante respuesta que Jesús dará a todos esos
impostores pentecostales o carismáticos que se hicieron pasar por ministros
suyos: “
Y entonces les
declararé:  Nunca os conocí;  apartaos de mí,  hacedores de maldad.” (Mateo
7:23).
 

El movimiento pentecostal nació
a principios del siglo 20
,
es decir, ¡es completamente nuevo y extraño a la verdadera doctrina cristiana!,
lo cual significa que no procede de la enseñanza de Cristo ni de sus apóstoles,
sino que sencillamente procede de Satanás, el padre de la mentira y especialista
en falsificar los dones del espíritu santo, como son el don de lenguas, el
don de sanidades, y el don de profecía, estos tres dones del espíritu santo
están totalmente falsificados dentro de todas las iglesias pentecostales o
carismáticas
, como vamos a demostrar en este importante documento
doctrinal.
Para concluir este prólogo, he
de decir que el pentecostalismo, desde principios del siglo 20, se ha ido
extendiendo por el mundo como la pólvora e infiltrando, no solo dentro de las
iglesias llamadas “evangélicas”, sino también en muchas iglesias “bautistas”; en
España, por ejemplo, tenemos a un famoso pastor bautista que ha sido totalmente
engañado y cegado por el pentecostalismo, su nombre es Joaquín Yebra. Pero
también se ha infiltrado el pentecostalismo dentro de la gran ramera, es decir,
la iglesia católica romana, a mediados de los años 60, de tal manera que podemos
ver el pentecostalismo y sus dones falsificados metido de lleno dentro de cultos
evangélicos, como también metido de lleno dentro del papismo, y que es llamado
“movimiento carismático”, absolutamente demencial, falso y antibíblico, dentro
del cual se creen todas las mentiras doctrinales del papismo, y se celebran sus
ceremonias blasfemas y anticristianas, como el llamado “sacrificio de la misa”,
la adoración a la hostia, el culto a las imágenes, el rosario, etc., y al mismo
tiempo estos papistas idólatras están totalmente unidos con los pentecostales
“evangélicos”, y practicando el mismo tipo de dones falsificados, como son el
don de lenguas, el de sanidades y el de profecía, los tres principales dones del
espíritu que Satanás, el padre de la mentira, ha falsificado y pervertido
totalmente dentro de la cristiandad iglesiera apóstata para engañar al mundo
entero. Tanto los pentecostales evangélicos, como los carismáticos papistas,
están unidos ecuménicamente en muchas de sus doctrinas falsas, y unidos en la
práctica de esos dones falsificados por el padre de la mentira, Satanás, y esta
es la razón de que sea tan frecuente ver a pastores, cantantes o evangelistas
pentecostales unidos con curas papistas carismáticos en la enseñanza de sus
mentiras doctrinales apostatas o de incluso espectáculos milagreros comunes.
Que este documento doctrinal
sirva para abrir los ojos espirituales de millones de evangélicos y de papistas
que se han dejado engañar o seducir por el pentecostalismo, para que se dejen
guiar por el verdadero espíritu de Dios y abandonen las mentiras pentecostales y
carismáticas que el diablo ha infiltrado en esas iglesias.
El señor Gardiner y un servidor
también fuimos engañados durante muchos años por el pentecostalismo, hasta que
descubrimos la verdad en las Sagradas Escrituras y pudimos salir de esos
tremendos engaños pentecostales y de sus falsos dones, ¡esperamos que lo mismo
suceda con otros muchos que aun pertenecen a esas iglesias pentecostales o
carismáticas!, este documento doctrinal le ayudará a reflexionar y a tomar una
decisión transcendental en su vida que le hará salir de la oscuridad del error y
le llevará a la luz de la verdad.
 
Este documento está dividido en
dos partes. La primera parte está escrita por George E. Gardiner, y la he tomado
de su pequeño libro “La Catástrofe de Corinto”. También me he tomado la libertad
de resaltar y subrayar lo que considero las frases más importantes del escrito
de Gardiner.
Y la segunda parte de este
documento la he escrito yo, y como podrán ver, es mucho más breve, y con un
lenguaje más directo, claro y fuerte, como a mi me gusta.
 
Gracia y Paz.




 
Madrid, 29 de octubre de 2009
 
 
 
 
 
 
 


 
Primera parte
 
Por
George E. Gardiner
 
 

Introducción
 
¿Por qué otro libro sobre el
movimiento carismático? ¿No hay ya más que suficientes?
La respuesta a la segunda
pregunta es probablemente "sí"; pero la respuesta a la primera es el motivo de
esta introducción.
Echad una ojeada a las librerías
evangélicas de vuestra localidad y observad los títulos disponibles que traten
del Espíritu Santo. Si vuestra experiencia es como la mía, encontraréis muchos
libros que promueven el movimiento carismático, o simpatizan con él, pero pocos
que se opongan o inviten a un examen crítico serio.
Igualmente, si repasáis las
revistas evangélicas encontraréis algunas, que son órganos de propaganda de los
carismáticos y otras que siguen la filosofía de "tiene algo de bueno, así que no
hablemos de lo malo".
Además, muchos de los libros que
adoptan una postura crítica ante el movimiento presentan argumentos que los
teólogos pentecostales pueden rebatir con facilidad. Lo sé por experiencia. Me
gradué en una Escuela Bíblica de este tipo donde me enseñaron muy bien a
responder a los argumentos de los que se oponen a "Pentecostés".
 
En aquellos días, el movimiento
no representaba amenaza alguna para las iglesias fieles a la Biblia y se le
rechazaba con desprecio y mofa. En consecuencia, los argumentos que presentaban
los pastores y maestros no eran puestos en tela de juicio por las
congregaciones. Pero ahora esto es diferente. Hoy toda proposición queda abierta
a la discusión y los cristianos demandan algo más que respuestas "empaquetadas",
no sujetas a una reflexión detenida. Quieren saber "¿qué dice la Biblia?"
Fue esta pregunta, subsiguiente
a la desilusión común que sufre todo carismático lo que me hizo salir del
movimiento y me llevó a la satisfacción, y la libertad que disfruto hoy.

Todo empezó con preguntas
machaconas sobre la distancia que hay entre las prácticas carismáticas y las
afirmaciones bíblicas, distancia ciertamente abismal
.
Cuando uno hacía estas preguntas, recibía como respuesta una severa mirada de
desaprobación e incluso se le advertía acerca del "pecado contra el Espíritu
Santo". La presión del grupo, más la reticencia a desafiar a los superiores,
bastan a menudo para hacer callar al "rebelde".
Me costó una guerra y cuatro
años de aislamiento de otros cristianos conseguir un clima donde me atreviera a
afrontar con honestidad las dudas y preguntas que había reprimido hasta
entonces. A solas, sin ningún otro libro que la Biblia, me puse a examinar las
Escrituras.
Leí otra vez el libro de los
Hechos, despacio y cuidadosamente, orando: "Señor, enséñame lo que dice y sólo
lo que tu Palabra dice. Dame gracia para aceptarla si he estado equivocado y
gracia para reconocer mi error si he sido indebidamente crítico".

El viaje por el libro de los
Hechos me abrió los ojos. Los actos y experiencias de las iglesias primitivas se
apartaban mucho de los actos y "experiencias" del movimiento moderno. En algunas
cosas eran totalmente contrarios.

Por ejemplo, no había "reuniones de demora" que precedieran y precipitaran
Pentecostés. A los discípulos se les mandó simplemente "esperar". Cuando llegó
el Espíritu Santo estaban sentados, no de rodillas, gritando, o agonizando. De
hecho, Pentecostés tenía que llegar 50 días después de la resurrección de Cristo
independientemente de lo que hiciese la gente en el aposento alto. Fue un evento
ordenado por Dios tal como se tipifica en las fiestas del Antiguo Testamento que
se describen en Levítico 23. Primero, la pascua: "Cristo nuestra Pascua"; luego
la fiesta de los primeros frutos: "Cristo las primicias", seguida 50 días más
tarde por la fiesta de Pentecostés. Entonces llegué a entender por primera vez
lo que significaba la frase "cuando llegó el día de Pentecostés" (Hch. 2:1).
No se necesitaban esperas, ayunos o cualquier tipo
de esfuerzo humano que acelerara su venida. Era el tiempo señalado por Dios.
Además,
no pude encontrar ni una sola frase en el Nuevo Testamento que
mandara a los cristianos buscar el bautismo del Espíritu Santo. Por el
contrario, descubrí (como se esquematiza en primera Corintios 12) que el
"bautismo" tuvo lugar en el momento de mi conversión cuando entré a formar parte
del cuerpo de Cristo.
Al llegar a los capítulos 10 y
11 de los Hechos me aguardaban más sorpresas. Cornelio no era un alma salvada
que más tarde recibió una "segunda bendición" mediante el ministerio de Pedro.
Pedro lo deja muy claro en el versículo 14 del capítulo 11. Salvación y
"bautismo" eran sinónimos. Además, la venida del Espíritu en casa de Cornelio
fue ocho años posterior a Pentecostés, y Pedro no pudo hacer referencia a
una continuidad de la experiencia entre las iglesias cuando explicaba a los
líderes de Jerusalén lo que había ocurrido a los gentiles.
Después de
ocho años, ha de decir: “como sobre nosotros al principio" (Hch. 11:15), no
"como sobre todas las iglesias". ¡Este es uno de los casos donde el silencio
habla por sí solo!
El libro de los Hechos, siendo
historia, muestra el inicio de una nueva era y el nacimiento de un organismo
nuevo, la Iglesia. En Pentecostés, los judíos; en Cesarea, los Gentiles; en
Efeso, los creyentes del Antiguo Testamento; y ahora el cuerpo tiene todos sus
componentes.
No es un modelo que se pueda repetir,
sino una historia que hay que interpretar a la luz de la enseñanza de las
epístolas del Nuevo Testamento.
Esta enseñanza se encuentra en
la primera carta de Pablo a los Corintios y mis esfuerzos en este libro van
dirigidos a presentarla con claridad y sencillez.
¿Por qué otro libro? Porque si
alguien, me hubiese enseñado las claras amonestaciones, las sucesiones lógicas y
los modelos espirituales de la epístola de Pablo cuando yo era joven en la fe, y
buscaba conocer y agradar a mi Señor, me hubiese evitado todos estos años de
esclavitud, decepción y desespero. Sólo me resta orar para que Dios use este
libro para evitar a otros la misma experiencia.
 

1

La ciudad y su iglesia
 
Cuando Pablo entró en Corinto,
entró en una de las ciudades más conocidas del mundo de aquellos días. Corinto
era un centro comercial, religioso, cultural y también de vicio, una ciudad que
representa en miniatura la civilización de la que nosotros formamos parte ahora.
Se ha dicho que las cartas a los
corintios son los libros del Nuevo Testamento más apropiados para la segunda
mitad del siglo XX. Jamás se escribieron palabras más acertadas.
Pero no sólo la ciudad guardaba
una semejanza trágica con nuestra civilización; también la iglesia de Corinto
reflejaba lo que hoy caracteriza a una gran parte de la cristiandad. Jesús dijo
que la iglesia debía ser "sal" y "luz" en este mundo. La sal que impide el
proceso de la corrupción y la luz que disipa las tinieblas.
 
Mateo 5:13-16
 
13 Vosotros sois la
sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve
más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
14 Vosotros sois la
luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
15 Ni se enciende
una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos
los que están en casa.
16 Así alumbre
vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y
glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
 
El Señor continuó diciendo que
cuando la sal pierde su sabor no sirve para nada, y la luz escondida debajo de
un almud no impide la oscuridad. La iglesia de Corinto, en vez de refrenar el
mal, se veía desbordada por él. Lejos de dar luz, parecía en la oscuridad.
Corinto hacía mella en la iglesia local. ¡Pero Dios quería que la iglesia
hiciese mella en la ciudad!
Pablo llegó a Corinto
aproximadamente cien años después de que Julio César levantara la ciudad de las
cenizas de una destrucción anterior. Esta ciudad nueva había experimentado un
crecimiento y prosperidad fenomenales. Era la capital de la provincia de Acaya.
Ubicaba en una estrecha franja
de terreno entre dos puertos, Cencrea al Este y Lequeo al Oeste, Corinto recibía
forasteros y comerciantes de todas las partes del mundo.
Además de su posición junto al
mar, Corinto era punto intermedio en la ruta entre Grecia y el Peloponesso. Todo
el tráfico militar y comercial del norte y del sur atravesaba esta importante
ciudad.
En consecuencia, Corinto era una
ciudad donde la riqueza florecía. Cuando Pablo habla de "oro, plata y piedras
preciosas" en el capítulo 3, está usando una ilustración que les era familiar a
los corintios.
A 16 kilómetros de la ciudad se
celebraban los Juegos ístmicos cada cuatro años. Era el más espléndido y
concurrido festival de los griegos. Los preparativos para los juegos duraban
varios meses y venían delegaciones y atletas de todas partes. Las competiciones
más importantes eran carreras, boxeo y lucha. Pablo hace referencia a esto en el
capítulo nueve.
Arriba en la Acrópolis,
dominando Corinto y como controlando su vida, estaba el magnífico templo de
Afrodita, la diosa del amor y la fertilidad. Un millar de sacerdotisas ejercían
el oficio de la prostitución como parte de los ritos religiosos. Corinto era una
ciudad orientada hacia el vicio. Hombres prostituidos, con largas melenas,
componían una escena corriente en las calles y constituyen trasfondo del
comentario de Pablo en primera Corintios 11:14: "La naturaleza misma ¿no os
enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello?"
Pablo pasó de Atenas a Corinto,
centro de prosperidad, deporte, política e inmoralidad. Su estado de ánimo no
era el mejor. Había tenido una experiencia desalentadora en Atenas y ahora le
aguardaban más problemas. El Señor tuvo que asegurarle su presencia y protección
a través de una visión.
 
Hechos 18:9-10
 
9 Entonces el Señor
dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles; 10  porque
yo estoy contigo y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo
tengo mucho pueblo en esta ciudad.
 
Los primeros contactos que tuvo
el apóstol fueron con un matrimonio, Aquila y Priscila, víctimas de la expulsión
de judíos de Roma bajo Claudio César. Puesto que, al igual que Pablo, hacían
tiendas pasó a vivir en su casa.
Pronto Silas y Timoteo, que
habían estado en Macedonia, se unieron al grupo y juntamente con Pablo
presentaban el evangelio de Jesucristo cada sábado en la sinagoga. Se
convirtieron dos hombres influyentes, Justo, cuya casa estaba al lado, y Crispo,
el principal de la sinagoga. Así llegó a establecerse una iglesia
neo-testamentaria, que incluía hombres y mujeres, judíos y gentiles, esclavos y
señores, una amalgama de los diferentes ciudadanos de Corinto. Pablo habla de
esto en el capítulo 1 versículos 26-31, y en el capítulo 6 versículos 9-11.
El apóstol pasó casi dos años en
Corinto enseñando, predicando y organizando la iglesia. Luego se trasladó a
Efeso, donde permaneció tres años. Estando allí recibió cartas de los corintios
pidiéndole consejo en lo relativo al matrimonio y al problema de la carne que
había sido ofrecida a los ídolos en el templo. Recibió, además, noticias
desalentadoras sobre la situación de la iglesia. Para contrarrestar estas
corrientes así como para responder a sus preguntas, Pablo escribió la primera
carta a los corintios.
Primera Corintios es una carta
de enojo, sátira, reprensión, corrección e instrucción. Está dirigida a una
congregación que se había establecido sobre los mejores cimientos y que había
disfrutado de la mejor enseñanza y ejemplo. Imaginad qué oportunidad habría
vivido la ciudad de Corinto con una comunidad de testigos llenos del Espíritu y
fundada sobre el Cristo resucitado. ¡Pero la iglesia loca! fracasó! En vez de
victoria había tragedia. En vez de testimonio había deshonra.
 
Primera Corintios 5:1
 
De cierto se oye
que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra
entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre.
 
En vez de evangelización, había
un merecido ridículo.
 
Primera Corintios 14:23
 
Si, pues, toda la
iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos
o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?
 
Observad los síntomas del
"corintianismo" como los presenta el Espíritu Santo a través de Pablo y
descubriréis un motivo importante por el que se incluyeron estas cartas en el
Nuevo Testamento; son una amonestación a los creyentes de cualquier época:
"guardaos del corintianismo".
 

La Iglesia de Corinto era
carismática.
"Nada os falta en
ningún don (carisma)" (primera Cor. 1:7).
Pablo escribe tres capítulos
intentando aclararles este asunto, capítulos 12, 13 y 14.
Era una iglesia inmadura.
"De manera que yo,
hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a
niños en Cristo" (primera Cor. 3: 1).

El apóstol se refiere otra vez a
esto en 13:11; 14:20 y en sus últimas palabras en 16:13.
La iglesia toleraba la
inmoralidad en su seno. Pablo se conmociona al ver que un miembro vive en
inmoralidad con su madrastra, acto que ni los paganos miraban con agrado:
"cual ni aun se nombra entre los gentiles" (primera
Cor. 5:1).
Algunos de ellos tenían relaciones con prostitutas.
 
1* Corintios 6:15-18
 
15 ¿No sabéis que
vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo
y los haré miembros de una ramera? De ningún modo.
16 ¿O no sabéis que
el que se une con una ramera, es cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una
sola carne.
17 Pero el que se
une al Señor, un espíritu es con él.
18 Huid de la
fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa está fuera del cuerpo;
mas el que fornica contra su propio cuerpo peca.
 
Y les tuvo que recordar que sus
cuerpos eran miembros de Cristo y templos del Espíritu Santo. Además, las
fiestas de amor que precedían la Cena del Señor se veían enturbiadas por la
embriaguez y sobre todo por una actitud de orgullo y falta de preocupación.
"Y vosotros estáis envanecidos.
¿No debierais más bien haberos lamentado?" (primera Cor. 5:2).
La herejía se infiltraba en la
iglesia. La doctrina de la resurrección era puesta en tela de juicio por algunos
miembros de la congregación, "...¿cómo dicen algunos
entre vosotros que no hay resurrección de muertos?..." (primera Cor. 15:12).
En Segunda Corintios Pablo se lamenta de que ya no eran la "virgen pura"
que se había desposado con Cristo,
 
 Segunda Corintios 11:3
 
3 Pero temo que
como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna
manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo.
 
y les manda que se examinen a sí
mismo "si están en la fe" ( segunda Cor. 13:5).
Así que
Pablo escribe afligido a una iglesia a la que había dedicado
mucho tiempo, esfuerzos y enseñanzas. Una iglesia que estaba detenida en su
desarrollo, carismática en sus prácticas, inmoral en su forma de vivir y
herética en su doctrina.
Observad cómo Pablo trató el
problema de la inmadurez. Usó tres analogías para describir el desarrollo y el
crecimiento cristiano. Un edificio, una batalla y un cuerpo. La analogía del
edificio está en el capítulo tres, y el apóstol dice:
"un edificio inacabado es algo desagradable a la vista; acabad lo que yo empecé
y mirad cómo sobreedificáis".
El ejemplo de la batalla se halla en el
capítulo nueve y está inspirado en los brutales combates de boxeo de los Juegos
ístmicos. Pablo dice: "una contienda inacabada es un
malgasto y una pérdida, seguid adelante hacia la corona".
La analogía del
cuerpo es el tema principal del capítulo doce. Aquí Pablo afirma:
"un cuerpo que no funciona es una tragedia, y un
cuerpo que no coopera es un suicidio. No dividáis más el cuerpo con vuestros
deseos egoístas e infantiles en busca de dones espectaculares".

Las tres analogías señalan que el fracaso de esta iglesia
había sido no acabar lo que Dios había empezado. ¡Un crecimiento detenido!
Es importante entender aquí que
no es la inmadurez espiritual. No es, en primer lugar, falta de dones
espirituales. Los corintios tenían todos los dones.
 
Primera Corintios 1:7
 
De tal manera que
nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro
Señor Jesucristo.
 
Es interesante observar que,
inmediatamente después de mencionar la existencia de carismas en el seno de la
congregación, pasó a referirse a la división existente entre ellos.
 
Primera Corintios 1:10
 
Os ruego, pues,
hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma
cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente
unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
 

¡Dones espirituales no es
sinónimo de espiritualidad!
La inmadurez no está causada
tampoco por la falta de conocimiento. Los corintios eran grandes admiradores de
la sabiduría y la erudición. Pablo les amonesta sobre esto en los capítulos uno
y dos. En primera Corintios 3:18,19 les aconseja:
"obtened la sabiduría en la fuente adecuada. Porque la sabiduría de este mundo
es locura para Dios."
Y de nuevo en  segunda Corintios 10:5, dice:
"... y llevando cautivo todo pensamiento a la
obediencia a Cristo".
No, una educación mejor, tan admirable y deseable
como parezca, no es la respuesta a la inmadurez espiritual.
La inmadurez no es
necesariamente resultado de una falta de buena enseñanza. Los corintios tuvieron
la mejor enseñanza. Pablo dijo que la habían recibido del Espíritu Santo.
 
Primera Corintios 2:12-13
 
12 Y nosotros no
hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios,
para que sepamos lo que Dios nos ha concedido.
13 Lo cual nosotros
también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las
que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
 
¿Puede alguien mejorar esto?
De modo que
los corintios poseían todos los dones, estaban bien enseñados en
la Palabra, y tenían los mejores maestros. Sin embargo, aún así, ¡eran carnales
y niños!
¿Cuáles son entonces los
síntomas de inmadurez en esta iglesia?
Un síntoma común es el egoísmo.
Los niños son egoístas. Fijaos en las primeras palabras que llegan u articular:
"yo, mío y mi". Igual ocurre con los niños espirituales, tengan la edad que
tengan. Estos corintios se denunciaban entre ellos porque se sentían
"defraudados" (6:7). ¡Egoísmo! Hacían un uso incorrecto de sus libertades
cristianas sin pensar en lo que ello podía acarrear a otros.
 
Primera Corintios 8:9, 11-13
 
9 Pero mirad que
esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles.
11 Y por el
conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil porque en Cristo murió.
12 De esta manera,
pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo
pecáis.
13 Por lo cual, si
la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás, para no
poner tropiezo a mi hermano.
 
¡Egoísmo! Se atiborraban de
comida en los ágapes mientras sus hermanos más pobres pasaban hambre. ¡Egoísmo!
Bebían hasta emborracharse sin pensar en las consecuencias. ¡Egoísmo! Eran
ignorantes en lo concerniente al uso adecuado de los dones espirituales. No eran
ignorantes acerca de los dones, los tenían todos, pero sí acerca de su lugar y
propósito. Los corintios usaban los dones para su auto edificación
(satisfacción propia), práctica que Pablo reprendió en los capítulos del doce al
catorce
. Volveremos a esto más tarde.
Un segundo síntoma de inmadurez
espiritual es la división. Los corintios estaban divididos entre sí en torno a
diferentes personalidades. Había el partido de Pablo, el de Apolos, el de Pedro
y el de Cristo (1:12). Cuando Clemente de Roma escribió a esta misma iglesia en
el año 97 d. de C, treinta y ocho años después, se enfrentaba con idéntico
problema, la división. ¡La inmadurez! Pablo quiere hacerles comprender la
relación entre el infantilismo y la división poniendo juntos ambos conceptos en
primera Corintios 3:1-9.
Sin duda, la división tiene su
lugar y su momento cuando es necesaria. En primera Corintios 10:20-21, se le
manda a la iglesia que no tenga comunión con los que adoran a demonios. En
 segunda Corintios 6:14-17 se insta a los creyentes a evitar la injusticia, la
oscuridad, la impureza, y los ídolos. Pero nada se dice de la separación de los
hermanos en torno a diferentes personas. ¡Tal división es inmadurez!
Un tercer síntoma de la
inmadurez de Corinto era la crítica. Esta congregación menospreciaba a Pablo
porque pensaban que le aventajaban y superaban espiritualmente. Pablo escribe:
"Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros...."
(primera Cor. 4:3).
En el versículo ocho del mismo pasaje, afirma
irónicamente: "Ya estáis saciados, ya estáis ricos,
sin nosotros reináis. ¡Y ojalá reinaseis, para que nosotros reinásemos también
juntamente con vosotros!"
Vemos la actitud de estas personas en una
referencia que de ellos hace el apóstol al defender su apostolado: la presencia
corporal es débil y la palabra menospreciable" (segunda Cor. 10:10). ¡Una
crítica cáustica, despectiva, es señal de inmadurez espiritual!

El cuarto síntoma de un
desarrollo espiritual detenido era la tolerancia del mal en la iglesia. Su

sensibilidad hacia el pecado
se había cauterizado.

Lo que antes les
repelía, ahora ya no les afectaba. No veían nada malo en litigar ante los
tribunales. La inmoralidad en la iglesia no les molestaba. La indulgencia en los
pecados de la carne, de los que habían sido liberados al principio, estaba
ampliamente extendida y era aceptada. La glotonería y la borrachera eran algo
común en la mesa del Señor. ¡Qué situación más deplorable! Y aún así los
corintios creían que habían alcanzado una buena talla espiritual, demostrada por
la presencia de dones espirituales (principalmente lenguas) que les situaban, en
su opinión, por encima de las otras iglesias y de Pablo mismo.
Fue para corregir este concepto
erróneo y para impedir que la iglesia continuase resbalando que Pablo escribió
esta primera carta a los Corintios. El centro de la epístola está en los
capítulos doce a catorce en los que el apóstol corrige los errores fundamentales
concernientes a los dones. ¿Por qué fueron dados? ¿Cómo fueron repartidos? ¿Cómo
debían ser usados? Si Pablo puede conseguir que los corintios acepten su
corrección en los asuntos derivados de estas preguntas, todas las dificultades
estarán en camino de desaparecer.

Desgraciadamente, Pablo no tuvo
éxito. El conocimiento limitado que tenemos de la iglesia de Corinto nos muestra
una asamblea que continuó en la misma línea descrita en las epístolas y que
eventualmente murió con su ciudad. ¡Un fracaso y una tragedia! Pero las cartas
(inspiradas por el Espíritu Santo) continúan vivas, amonestando, enseñando,
corrigiéndonos a nosotros que vivimos en otra sociedad "corintia" con un
fenómeno llamado "corintianismo" extendiéndose por las iglesias. ¿Vamos a caer
en las mismas faltas de esta iglesia primitiva o aprenderemos de ellos y
atenderemos el consejo del Espíritu a través de Pablo?
 

2

La corrección del Espíritu
 
El apóstol Pablo escribió la
primera carta a Corinto en respuesta a dos preguntas: ¿"Debemos casarnos o es
más espiritual permanecer solteros?" Y, "¿Es incorrecto comer la carne
procedente del templo de Afrodita?".
La respuesta a la primera
pregunta la encontramos en el capítulo siete. La segunda cuestión se responde en
el capítulo ocho. Así que, las dudas que tenían los corintios se cubren en sólo
dos capítulos; pero el apóstol no acaba ahí.
Pablo aprovechó la ocasión para
poner al descubierto y corregir problemas más importantes: su inmadurez, su
pobre actitud hacia el apostolado, sus decadentes normas morales y sus abusos en
la Cena del Señor. Por ello inicia el capítulo doce con las palabras: "Ahora
bien, acerca de las cosas espirituales". La palabra que usa es pneumátika, no
carismata. La palabra “dones” que traducen muchas versiones induce al error. El
apóstol va a corregir a la iglesia en el área de lo espiritual, como si en los
primeros once capítulos les hubiese estado corrigiendo en lo concerniente a lo
carnal. Ahora estamos en la base de los problemas de la iglesia de Corinto, la
falta de verdadera espiritualidad puesta en evidencia con su preocupación por lo
carismático.
Los versículos uno al tres son
fundamentales. "No quiero, hermanos, que ignoréis". Su ignorancia era sobre el
propósito de los dones; no sobre su posesión. Ya poseían todos los dones (1:7).
"Cuando erais idólatras, se os extraviaba llevándoos" (12:2). Esta afirmación es
sumamente interesante. Describe a los adoradores que estaban fuera de sí,
en un estado extático. Los historiadores de las religiones griegas de misterios
describen a sus devotos como atrapados en una histeria emocional, revolcándose y
cayendo al suelo, balbuceando de forma extática
. Platón relata estas
escenas. También Virgilio, que vivió y escribió inmediatamente antes de Cristo.
Y ahora Pablo está diciendo: “Así actuabais cuando erais idólatras; pero ahora
no debería ser así". "Y los espíritus de los profetas están sujetos a los
profetas" (14:32). "Pero hágase todo decentemente [con corrección] y con orden"
(14:40).
"El Espíritu Santo no hace lo que hace
vuestra adoración idólatra".
El versículo tres es vital nadie
que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a
Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo" (12:3). ¿Qué significa esto?
Naturalmente, Pablo no está diciendo que una persona no regenerada no puede
pronunciar las palabras "Jesús es el Señor". El mismo Jesús contradijo este
concepto en Mateo 7:21-23 al afirmar que en el día del juicio habrá muchas
personas a quienes El jamás conoció que le llamarán "Señor".
Yo podría ir por la calle y
ofrecer dinero a quien dijese "Jesús es el Señor": todos repetirían estas
palabras sin grandes dificultades o esfuerzos. No,

Pablo no habla aquí de la repetición automática de una frase; está insistiendo
en la soberanía de Cristo. Jesús dijo que el Espíritu Santo no hablaría de sí
mismo sino que hablaría siempre del Señor Jesucristo.
 
Juan 16:7, 13, 14
 
7 Pero yo os digo
la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuere, el Consolador no
vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
13 Pero cuando
venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará
por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las
cosas que habrán de venir.
14 El me
glorificará
; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
 
En otras palabras,
cualquier movimiento, maestro o enseñanza que exalte al Espíritu
Santo no es del Espíritu. El Espíritu Santo exalta siempre a Cristo.
En el mismo versículo, Pablo le
recuerda a la Iglesia que el Espíritu Santo nunca despreciará a Cristo o su
obra. El Espíritu Santo jamás es autor de frases como: "ahora que has
recibido a Cristo, tienes ya la salvación; pero para ser un cristiano completo
necesitas recibir el Espíritu". Detrás de tales afirmaciones se esconde la idea
de que Cristo inicia la obra de la salvación, pero el Espíritu es el que la
completa
. En el pasaje que estamos estudiando vemos que esta herejía se
remonta ya a las primeras iglesias,
 
Colosenses 1:18-19
 
18 Y El es la
cabeza del cuerpo que es la iglesia, El que es el principio, el primogénito de
entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
19 por cuanto
agradó al Padre que en El habitase toda plenitud.
 
Así que en los versículos
iniciales del capítulo doce Pablo establece cuatro principios básicos:
 
1. Dios pretende que su pueblo
se ocupe de la totalidad de la vida espiritual, no sólo de los dones
espirituales.
 
2. Dios no quiere que ignoremos
el propósito de sus dones. (Volveremos a esto más tarde).
 
3. Cuando el Espíritu
Santo controla un cristiano, éste no se extravía ni está fuera de sí como
estaban y están los idólatras
.
 
4.
El Espíritu Santo no se exalta a sí mismo sino a Cristo como Señor. No
menosprecia a Cristo ni su obra.
 
Habiendo trazado estas
directrices, Pablo pasa a hablar ahora del origen de los dones. Es en el
versículo cuatro que emplea por primera vez la palabra carismata. El tema del
origen de los dones espirituales comprende los versículos 4-11.
En primer lugar, describe la
diversidad en la unidad: "Diversidad de carismas" (v. 4), "diversidad de
operaciones" (v. 6), "diversidad de ministerios" (v. 5). Luego describe la
unidad en la diversidad: "el mismo Espíritu.... el mismo Señor.... el mismo
Dios". Esta unidad está en relación con la Trinidad. El Espíritu Santo da los
dones, Cristo asigna el lugar del ministerio del don, y Dios el Padre provee la
energía. Toda la Trinidad está implicada en mis dones y en su lugar de servicio.
En la medida en que yo utilizo
mi don tal como Dios lo ideó, promuevo la unidad entre los creyentes y no la
división. Aquí está la respuesta a uno de los problemas de los corintios, la
división. Los auténticos dones espirituales, empleados tal como Dios quiere,
unen a los cristianos, no los separan. Pablo hablará de esto más adelante.
Cuando llegamos al versículo
siete nos vemos como limitados con una verdad totalmente opuesta a mucho de lo
que hoy se enseña: "a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu".
Comparad esto con los versículos 11, 18 y 28 y veréis entonces una gran verdad:
todo creyente YA posee su don o dones. Han sido conmovidos de forma soberana y
fueron recibidos cuando nos bautizamos en el cuerpo de Cristo en el momento de
nuestro nuevo nacimiento.
 
Primera Corintios 12:12-13
 
12 Porque así como
el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo,
siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.
13 Porque por un
solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean
esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
 

Los corintios, en su egoísmo,
buscaban dones espectaculares que llamaran la atención, que satisfacieran su yo
cuando Dios ya les había dado los dones que El quería que tuviesen. Ningún
cristiano debe orar o suplicar, ayunar o llorar, o hacer nada especial para
recibir los dones. Ya se le han dado. Ahora él es el responsable de
descubrirlos, desarrollarlos y usarlos
.
Empezando en el versículo doce y
continuando hasta el veintisiete, el apóstol Pablo emplea el cuerpo humano como
ilustración del cuerpo de Cristo. Se origina con el nacimiento (v. 13) y
encuentra la unidad en su diversidad (v. 12). Cada miembro tiene una función
específica (v. 11) pero se benefician todos los miembros (v. 25 y 26). Dios es
el Creador que lo ha ideado y El solo determina qué lugar y función van a tener
los miembros (vs. 18, 24 y 28).
El apóstol traza un cuadro
burlesco de aquellos miembros menos admirados que pretenden serlo más.
 
Primera Corintios 12:21
 
Ni el ojo puede
decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo
necesidad de vosotros.
 
Imaginad, si podéis hacerlo, una
oreja que diga: "Nunca nadie me mira con atención comentando mi hermosura como
lo hacen con los ojos. Yo quiero ser ojo". De modo que la pobre oreja empieza a
ayunar y orar, se arrodilla, intentando ser ojo. ¡Es ridículo! La oreja es
oreja. Dios le hizo oreja y la situó en la parte lateral de la cabeza. Si
consiguiese convertirse en ojo, el cuerpo se vería dificultado a causa de la
disminución del oído, y molesto por tener tres ojos.
Ahora bien, ¿cual es el punto
clave que Pablo intenta explicar? En los versículos 28-30 encontramos la
aplicación de su ilustración: Dios ha repartido dones de forma soberana y
ha colocado a cada persona provista de un don en el lugar donde El ha dispuesto,
no según nuestro deseo o voluntad.
Las preguntas del apóstol, "¿son
todos?.... ¿hacen todos?" exigen un "no" cada vez
.
No todos son apóstoles, maestros, profetas o hacedores de milagros. No todos
tienen el don de sanidad, de lenguas o de interpretación. Cuando tenemos en
mente la afirmación de Pablo de que los dones ya han sido concedidos, y unidos
esto con la observación de que no cada cristiano tiene el mismo don, entonces
vemos cuan contraria es a la Escritura la enseñanza de que todos los creyentes
han de buscar el don de lenguas.
Este era el problema de los
corintios. Buscaban dones espectaculares, que llamaran la atención y en especial
el don de lenguas. El escritor habla de esto en el último versículo del capítulo
doce, versículo que en realidad pertenece al capítulo siguiente. Durante muchos
años este versículo me pareció un rompecabezas. Pablo acababa de decir: "Dios
concede los dones de acuerdo con su voluntad; no todos tienen el mismo don;
todos los dones han de ser usados en beneficio del cuerpo y no para la
edificación de un solo miembro", mientras que ahora este versículo, tal como se
traduce normalmente, manda buscar "los dones mejores". Bueno, ¿quién se conforma
con menos? Todos quieren dones que sean llamativos.
He notado que nadie empieza "un
movimiento de ayuda" o "un movimiento para dar", o un "movimiento para mostrar
misericordia" y, sin embargo, estos son dones del Espíritu tanto como lo eran
"las lenguas" y "la curación" cuyos nombres van normalmente asociados a
movimientos.
¿Por qué ocurre esto? ¿Acaso no
son tan satisfactorios para el ego? ¿Acaso nadie recibe bendición a través de
esos otros dones? ¿Es que no son dramáticos ni sensacionales?
Ciertamente Pablo no tenía
ningún problema porque los corintios sobreenfatizaran lo dones "menores" (?).

La cultura religiosa de Corinto
daba una gran consideración al hablar en trance como señal de estar introducidos
en las religiones de misterios.

Evidentemente, los inmaduros
cristianos de Corinto estaban utilizando mal el don de lenguas para llegar a los
mismos resultados.
Por esto, el versículo tal como
está traducido, contradice el contexto. Pero ningún versículo de la Escritura
contradice el resto de la Palabra de Dios y cuando parece que esto es así, el
problema radica en la traducción o la interpretación humanas, no en la Palabra
de Dios.
Un día estaba leyendo una obra
del teólogo alemán Bittlinger. Sugería que este versículo no es un mandamiento
sino la declaración de un hecho. En este momento vi por primera vez lo que Pablo
decía: "vosotros buscáis los dones espectaculares, pero yo os voy a mostrar algo
mejor".
La palabra "procurad" (zelao)
tiene normalmente una mala connotación, un sentido de búsqueda en provecho
propio, que es lo que Pablo está corrigiendo. Igualmente, el indicativo es más
frecuente que el imperativo. Y lo que es más importante, el versículo así
traducido encaja perfectamente con el contexto.
Ninguno de estos argumentos, si
se toman aislados uno por uno, son concluyentes, pero cuando se unen los tres
constituyen un alegato decisivo.
De modo que
lo que Pablo escribe es la declaración de un hecho (en
indicativo), no un mandamiento (en imperativo) que señala el problema de los
creyentes de Corinto y de muchos creyentes hoy en día, el problema del egoísmo y
de la búsqueda en provecho propio.
Ahora les enseñará el camino
mejor ("más excelente").
 

3

Cuando el amor tiene el control
 
Pablo finalizó el capítulo doce
de Primera Corintios recordando a sus lectores que no todos poseen el mismo don.
 
Primera Corintios 12:29-30
 
29 ¿Son todos
apóstoles? ¿son todos profetas ¿hacen todos milagros?
30 ¿Tienen todos
dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿Interpretan todos?
 
Antes había dicho que Dios
concedió los dones a los que previamente había escogido según su voluntad
,
la recepción de un don espiritual no es resultado de mucha oración, ayuno,
lágrimas o sacrificio por parte del receptor, sino que es un don de gracia para
el bien del cuerpo de Cristo y se recibe en el momento de la conversión, es
decir, cuando somos bautizados en ese cuerpo mediante el Espíritu Santo.
 
Primera Corintios 12:12, 13, 18,
28-30
 
12 Porque así como
el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo,
siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.
13 Porque por un
solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean
esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
18 Mas ahora Dios
ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.
28 Y a unos puso
Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros,
luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que
administran,
los que tienen don de lenguas.
29 ¿Son todos
apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen todos milagros?
30 ¿Tienen todos
dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan todos?
 
Todo creyente tiene por lo menos
un don; algunos poseen más de uno.
 
Primera Corintios 12:7-11
 
7 Pero a cada uno
le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
8 Porque a éste es
dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el
mismo Espíritu;
9 a otro, fe por el
mismo Espíritu; y a otro dones de sanidades por el mismo Espíritu.
10 A otro, el hacer
milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro,
diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.
11 Pero todas estas
cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular
como él quiere.
 

El problema en Corinto era que
los miembros no se contentaban con descubrir y desarrollar sus dones; buscaban
dones que llamaran la atención y la admiración, actitud descrita por Pablo en el
versículo 31 del capítulo 12: "Vosotros codiciáis con afán lo carismático, pero
yo os mostraré algo mejor".
¡Qué conmoción debió representar
esto para los corintios! ¿Qué podía ser mejor que ejercitar el don de lenguas,
de profecía o de sanidad? Me imagino el barullo que se originaría en la asamblea
al leerse públicamente estas líneas. "¿Qué está pensando Pablo? No debe hablar
en serio. Quizá tiene celos porque hemos descubierto un campo que él todavía
desconoce". Prejuicios y afirmaciones como éstas no son difíciles de Imaginar si
nos remontamos al día en que se leyó Primera Corintios.
Es importante recordar que el
capítulo trece de primera Corintios no figura solo. No es una mera descripción
hermosa del amor. Se trata del centro de la enseñanza de Pablo sobre la vida
espiritual, y es absolutamente vital para comprender la verdad expuesta en los
capítulos doce a catorce. Estos tres capítulos constituyen una unidad.
Aquí está la verdadera vida
espiritual, una vida controlada por el fruto del Espíritu, no por los dones del
espíritu. El apóstol emplea el fruto inicial —que todo lo abarca— el amor, como
norma.
 
Gálatas 5:22,23
 
22 Mas el fruto del
Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
23 mansedumbre,
templanza; contra tales cosas no hay ley.
 
El amor está en primer lugar y
se puede ver fácilmente que, cuando este amor de Dios tiene el control, habrá
gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad y el resto de las partes del fruto. Por
ello Pablo usa el fruto del Espíritu que es amor para describir la vida
controlada por el Espíritu Santo.

En primera Corintios 13:1-3 el
ejercicio de carismata desprovisto del fruto del Espíritu se describe como
inútil. Lenguas, profecía, conocimiento, fe, misericordia e incluso
autosacrificio son un cero a la izquierda cuando la vida no lleva fruto
espiritual.

Es muy importante notar que Pablo dice que se puede poseer dones y carecer de
espiritualidad. Los dones espirituales y la espiritualidad no son sinónimos.
Además, expone claramente que los dones espirituales no producen
espiritualidad
. Esto ya nos lo ilustró el bajo nivel de vida espiritual
de los corintios que tenían TODOS los dones.
En el versículo cuatro el
apóstol pasa de lo negativo a lo positivo y prosigue describiendo la calidad de
vida que surgirá cuando el cristiano esté controlado por el fruto del Espíritu:
 
Primera Corintios 13:4
 
 El amor es
sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se
envanece.
 
El amor es como un fuego que se
extiende. No se detiene No es intermitente. No se enciende y se apaga. Es
bondadoso.
El amor no tiene envidia de los
dones del prójimo. Podríamos resumir en una frase la ilustración del capítulo
12:15, 16, ilustración que pone de manifiesto la actitud ridícula de los
corintios: "Quiero tener su don. El habla en lenguas, profetiza. Todo lo que yo
puedo hacer es administrar o mostrar misericordia. Quiero lo que él tiene". ¡El
amor no es envidioso!
El amor no busca lo suyo, "no se
envanece, no es jactancioso". Pablo vuelve otra vez a esta actitud, el deseo de
edificación propia. En los párrafos anteriores les recuerda a los
corintios que su primera preocupación debería ser el "cuerpo", el conjunto, no
los deseos individuales de cada miembro.
".... los miembros deben
preocuparse los unos por los otros" (12:25). En el capitulo siguiente
desaprueba las lenguas como instrumento de edificación propia y ensalza la
profecía porque produce la edificación y el consuelo de otros
(12:3, 4).
Los corintios estaban orgullosos de sus dones. Ellos ya habían "llegado" y
miraban con lástima y desdén a los que aun no habían recibido el "bautismo" con
la señal inicial que era hablar en lenguas. Pablo les recuerda que el fruto de
una vida controlada por el Espíritu no es orgulloso ni busca lo suyo. En el
versículo cinco dice literalmente "no busca lo suyo" (13:5).
El amor no se comporta
"indecentemente". No es nunca indecoroso ni está fuera de control. No da lugar a
lo impropio. Durante más de veinte años el autor estuvo en relación con iglesias
carismáticas. Vi mujeres "muertas bajo el poder", tendidas en el suelo mientras
los obreros del altar les tiraban de las faldas o las cubrían con "ropas del
altar" para minimizar aquella indecente situación. ¿No es inconcebible que el
Espíritu SANTO participase de un acto tan indecoroso? El amor no se comporta
indecorosamente. Esta frase, unida a lo que decíamos sobre su descontrol cuando
eran paganos (12:2), es una amonestación poderosa. Dios no es autor de confusión
(14:33) o de comportamiento indecoroso y cuando éstos se presentan no son del
ESPÍRITU SANTO.
Viene ahora la clave de primera
Corintios 13:8-12. Si seguimos la lógica de Pablo, desaparece la confusión
relativa a las lenguas, a la profecía y al don de sabiduría. "Lenguas", así se
llamaba el juego de los corintios, la única iglesia de las que Pablo escribió en
que existía esta situación. Los corintios estaban lejos de
cumplir los propósitos de Dios respecto a este don y lo usaban como un juguete
atractivo y placentero
. Ahora Pablo va a poner las cosas en su sitio de
una vez por todas.
"El amor nunca deja de ser; pero
las profecías se acabarán". Aquí el verbo requiere un objeto externo que lo
complete, "....y cesarán las lenguas". "Cesarán" no requiere nada para que la
acción sea completa. Las lenguas cesarán en y por sí mismas, "....y la ciencia
acabará". Aquí de nuevo es transitivo, exigiendo una influencia externa igual
que la profecía.
Contrariamente a lo que piensan
algunos, Pablo no equipara la profecía, las lenguas y la ciencia en su final, no
acaban todas al mismo tiempo. Con frecuencia se oyen frases como: "Si las
lenguas han acabado, también la ciencia debe acabar. Pero tenemos la certeza de
que la ciencia todavía permanece, por tanto las lenguas deben permanecer
también". Tales afirmaciones demuestran una total ignorancia de lo que el
apóstol dijo
. Lejos de unir las lenguas, la profecía
y la ciencia, al usar el verbo en sus dos formas, lo que hace es separar las
lenguas de los otros dos. Además, incluso la voz es diferente; la frase sobre la
profecía y el conocimiento están en pasiva mientras que la afirmación relativa a
las lenguas está en voz media (equivalente a la reflexiva en español).
La pregunta debe ser por tanto,
¿cuándo acabarán las profecías y la ciencia? La respuesta se halla al seguir el
uso lógico de la expresión "en parte". Observad el versículo nueve: "Porque EN
PARTE conocemos, y EN PARTE profetizamos". Miremos ahora el versículo diez: "Más
cuando venga lo perfecto, entonéis lo que es EN PARTE se acabará". ¿Qué es "en
parle"? La ciencia y la profecía. Por tanto, Pablo dice que cuando llegue
la perfección, la ciencia y la profecía acabarán
. ¿Cuándo será esto? La
respuesta está en el versículo doce. Observad de nuevo la expresión "en parte".
"Ahora vemos por
espejo, oscuramente [nuestra profecía es "en parte"]; mas entonces veremos
cara a cara. Ahora conozco EN PARTE; pero entonces conoceré femó fui conocido
."

La perfección que motiva el
final de esa ciencia y profecía parciales se dará en el día cuando el cuerpo de
Cristo, la Iglesia, esté por fin madura y completa (véase Ef. 4:7-16). Cara a
cara con su cabeza (Jesucristo) y poseyendo un conocimiento perfecto. Hasta
entonces permanecen "en parte", el don de la palabra de sabiduría y el de
profecía
(ek
me-rous), (véase primera Co. 12:27); "en particular" para que sean utilizados
por aquellos a quienes han sido concebidos.
¿Habéis observado que Pablo, una
vez ha afirmado que las lenguas cesarían (13:8), ya no dice nada más acerca de
este don? ¿Cuándo acabaron las lenguas? La contestación sólo se nos insinúa en
este pasaje. El apóstol se reserva la respuesta final para el versículo
veintidós del capítulo catorce:
 
Primera Corintios 14:22
 Así que, las
lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos
; pero
la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes.
 

Las lenguas son por señal...."
¿Señal para quién? ¿Para el cristiano confirmando su "bautismo"? No. “…  NO a
los creyentes....". Las lenguas NO SON señal para los cristianos
.
La primera vez que comprendí este versículo tuve una verdadera consternación. Me
habían enseñado que las lenguas eran señal en el creyente de que el Espíritu
Santo controlaba la vida de tal forma que incluso la lengua le estaba sujeta.
Entonces entendí el versículo, "las lenguas son por señal, no a los creyentes,
sino a los incrédulos". ¿Quiénes son los incrédulos? La respuesta está en el
versículo veintiuno:
 
Primera Corintios 14:21
 
En la ley está
escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo;
y ni aun así me oirán, dice el Señor.
 
El "así que" inicial del
versículo veintidós lo enlaza con el versículo anterior en el que Pablo cita
Isaías 28: 11-12 el mensaje del juicio divino sobre la nación de Israel. Jehová
había hecho todo lo posible por su pueblo, les había enviado hambre,
pestilencia, sequía, todo ello sin ningún resultado. La nación se alejaba cada
vez más de Dios; rehusando su "reposo" y "refrigerio", no quisieron oír. Isaías
fue el portavoz de esta amonestación, prediciendo la invasión por parte de
Asiría y la cautividad de Israel. "Oiréis a hombres
hablar en lenguas que no entenderéis. Os conquistarán y capturarán y entonces
sabréis que mi juicio ha llegado".
La predicción se convirtió en realidad
784 años antes de que Pablo escribiera a los corintios. Una vez más Dios se
preparaba para juzgar a Israel. Jesús advirtió:
"cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su
destrucción ha llegado.... y caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a
todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles...." (Lucas 21:20
y 24).
De nuevo se pudo oír la señal del juicio, con hombres "de otras
lenguas.... hablaré a este pueblo [Israel]...."

Cuando Tito Flavio sitió la ciudad de Jerusalén y dispersó a los judíos en el
año 70 d. C, desapareció el motivo de las lenguas y cesó el don. Desde entonces
no se han hablado lenguas en el sentido bíblico. Ya no hay razón para la señal y
Dios no da los dones como juguetes cuando su propósito ha terminado.
Dije anteriormente que Pablo
esbozaba la respuesta a la pregunta —¿Cuándo cesaron las lenguas?— en este
capítulo (13) que trata sobre la vida controlada por el Espíritu. Retrocedamos
un poco y miremos el versículo 11 del capítulo 13 y comparémoslo con el
versículo 20 del capítulo 14.
 
Primera Corintios 13:11
 
Cuando yo era niño,
hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui
hombre, dejé lo que era de niño.
 
Primera Corintios 14:20
 
Hermanos, no seáis
niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el
modo de pensar.
 
Notad que ambos versículos
hablan de niñez y madurez. Las lenguas eran por señal (14:22) de la
Iglesia mientras Israel estaba todavía en su tierra. Una señal del juicio
inminente de Dios sobre la nación
. En el capítulo 13, Pablo dice: "la
profecía y el conocimiento estarán con la Iglesia hasta el día de la perfección,
cuando tengamos un conocimiento perfecto y veamos cara a cara»; pero el
don de lenguas que pertenece a Ia infancia de la iglesia cesará cuando su razón
de ser haya desaparecido". Es decir, hay que dejarlo (13:11) al alcanzar la
madurez
. En el capítulo 14, está diciendo: "no seáis niños en el modo de
pensar; creced, sed maduros, sabed el motivo del don, no os quedéis en lo que es
propio de la infancia sino avanzad hacia la madurez. Recordad, cristianos
judíos, la profecía de Isaías, el motivo por el que se da el don de lenguas".

Un breve examen de las tres
ocasiones en los Hechos donde se habló en lenguas (y hay sólo tres) pondrá de
manifiesto que en cada caso estaban presentes los judíos (Hch. 2; 10:45; 19,
considerando también 18:28).
Esto explica los dos tipos de
incrédulos de Corinto: el incrédulo culto del versículo 22 que conocía los
profetas y reconoció la señal del juicio inminente de Dios cuando oyó a la
iglesia hablar en lenguas que no conocía ni entendía; por otro lado, el
incrédulo poco culto, el pagano de Corinto sin contacto previo con la Palabra de
Dios, quien al oír este fenómeno (ignorando su significado), pensó que los
cristianos estaban locos (14:23).

Así que las lenguas cesaron una
vez hubo terminado la razón de su existencia. Cesaron tal como Pablo lo había
dicho. Pero esta vida controlada por el Espíritu, vida de amor y de fruto,
continúa y es asequible a cada cristiano que está a disposición de Dios (Ef.
5:18-20).
Antes de dejar el tema de la
vida controlada por el fruto del Espíritu en oposición a la vida centrada
meramente en los dones, consideremos un poco más la calidad de vida que se
describe en el capítulo trece y veamos luego cómo Pablo la aplica a los
corintios en el capítulo catorce.
"El amor no tiene
envidia....no es jactancioso, no se envanece....no busca lo suyo propio....".
Comparemos estas frases con "el
que habla en lenguas [una lengua desconocida para el que habla] no habla a los
hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende...." (14:2). No fue nunca
intención de Dios que nos dirigiéramos a El de una forma incomprensible para el
que habla
. Repasemos las epístolas y examinemos todas las referencias a
la oración. Veamos luego lo que Jesús dijo acerca del mismo tema y no
encontraremos ninguna afirmación o mandamiento que sugiera la oración en
lenguas. Sólo de los carnales creyentes de Corinto se dice que lo practicaban.
Pablo dijo "cuando hablo a Dios hablo con mi entendimiento por el Espíritu
Santo" (v. 15). ¡Nadie necesita saber lenguas para orar!
¿Entonces, por qué lo hacían los
corintios? Dios dio el don de lenguas para dirigirse a HOMBRES —Israel— no
a Dios. Los cristianos carnales de Corinto, envidiándose mutuamente sus dones y
anhelando algo espectacular llamativo, estaban usando el don como un distintivo
de espiritualidad delante de sus hermanos. Hablaban a Dios en vez de hablar a
Israel y así podían decir: "Mira, he llegado a un nivel espiritual tan alto que
puedo hablar misterios al Eterno", práctica procedente en realidad de su antiguo
paganismo.
Observad la vigorosidad con que Pablo se opone a esto en el
siguiente versículo (v. 3), así como en los versículos 4, 5 y 9.

La propia edificación, el deseo de ser admirado y respetado por
otros no es del Espíritu Santo, porque este "no se envanece.... no busca lo
suyo, no es jactancioso...."
El Espíritu Santo inspira la
profecía (la predicación de la Palabra) que edifica, exhorta y consuela a todo
el cuerpo de Cristo y que todos pueden entender con facilidad. Pablo traza unos
cuadros satíricos de los corintios; un instrumento musical tan desafinado que no
puede ser reconocido; un corneta tan incompetente que el Ejército no sabe lo que
se le ordena (vs. 7, 8) y luego aplica estas ilustraciones al mal uso y abuso de
las lenguas empleadas egoístamente y no tal como Dios las ideo. "Tenéis que
hablar —dice Pablo— de forma que os entiendan, buscad la edificación de la
Iglesia, no la vuestra propia".

¿Pero qué acerca de las
ocasiones cuando había judíos en las reuniones? Era correcto usar lenguas, pero
no más de tres personas debían ejercitar el don (v. 27). Además, puesto que
habría también inconversos poco cultos, personas cuyo trasfondo no les daba la
comprensión que poseían los judíos, las lenguas debían ser interpretadas a fin
de que todos los presentes, judíos o paganos, pudiesen entender. La confusión
nunca es de Dios.
La histeria, la confusión, el
habla misteriosa y el comportamiento indecoroso o egoísta estaban presentes en
esta iglesia carismática de Corinto. Pero nada de esto debe caracterizar a una
comunidad que está controlada por el fruto del Espíritu. La edificación propia
cede el lugar al bien común en el cuerpo de Cristo y la mirada está puesta en el
señorío de Cristo, no en los logros del creyente. "Estáis buscando dones
espectaculares, pero aquí hay un camino mejor".
 
 

4

¿Qué es lo que dijiste?
 
Después de leer los capítulos
doce y trece de primera Corintios, podemos preguntarnos ¿por qué se molestó
Pablo en añadir otro capítulo? Ya ha corregido a los lectores en lo concerniente
a los dones carismáticos por cuanto Dios ha dado a cada uno don o dones según su
voluntad. Les ha exhortado a ocuparse de "lo espiritual" y a entregar su control
al fruto del Espíritu, no a los dones. En el transcurso de esta exhortación les
recuerda que las lenguas cesarían tan pronto como hubiese desaparecido su razón
de existir (14:21, 22). Este don era señal inequívoca de una iglesia inmadura
(13:11; 14:20) y de sus apóstoles y una señal del juicio que había de venir
sobre el rebelde y desobediente Israel.
La iglesia estaba tan
obsesionada por una señal pasajera que descuidaba sus responsabilidades en el
lugar y el momento donde Dios la había puesto.
¡Pero Pablo no se fía! Quiere
asegurarse de que sus lectores entienden lo que quiere decir, y por ello escribe
el capítulo catorce.
El capítulo empieza con la misma
palabra que usó al iniciar el doce: "Seguid el amor y buscad lo espiritual....".
La palabra "dones" ha sido otra vez aquí puesta por los traductores. No aparece
en el original. El tema es la vida espiritual con el fruto del Espíritu que es
el amor.
Esa profecía, tal como el
apóstol emplea el término, no es algo limitado a personas especiales de la
iglesia. Ello se ve claramente en el versículo 31:

"Porque podéis profetizar TODOS
uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados".

Los resultados de la profecía se
enumeran en el versículo tres: "edificación, exhortación y consolación". Estos
contrastan con la inutilidad de las lenguas: "nadie entiende".

En realidad, Pablo presenta aquí una comparación numérica entre las lenguas y la
profecía, comparación bastante llamativa: "... en la
iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento [profecía] que diez
mil palabras en lengua desconocida".
Si recordamos que diez mil era el
número más alto que tenían los griegos, podríamos parafrasear la comparación y
decir:    que infinitas palabras en lengua desconocida".
Dicho de otra manera, Pablo
coloca la predicación controlada por el Espíritu en el primer lugar de la lista
de lo deseable y las lenguas en el último, incluso en aquellos días cuando
todavía desempeñaban una función apropiada. La razón es obvia;

la predicación se puede entender, las lenguas no. La predicación
edifica, anima y estimula; las lenguas simplemente centraban la atención en el
que hablaba (14:4). La predicación lleva convicción al pecador, las lenguas
llevaban al ridículo (14:23-25).

 
En este punto surgen varias
preguntas:
 
1). ¿No dijo Pablo que hablaba
en lenguas más que todos ellos? Sí (v. 18), pero Pablo era apóstol, usado por
Dios para proclamar el mensaje a los judíos. En todas las ocasiones en que
se hablaron lenguas en el libro de los Hechos había judíos y por lo menos un
apóstol. Los corintios usaban los dones de Dios como un juguete, no como
advertencia a Israel.
Puesto que Pablo murió el año 70
d. C, probablemente ejerció el don de lenguas siempre que el lugar y el momento
eran propicios para hacerlo. Las lenguas, empleadas adecuadamente en los
días de Pablo no guardan ninguna relación con lo que hoy pretende ser el mismo
don
.
 
2). ¿No dijo Pablo que deseaba
que todos hablasen lenguas? Sí (v. 5), pero recordemos de nuevo el momento y el
propósito. Israel estaba todavía allí; y aún así, el apóstol prefiere la
predicación. Leamos el resto del versículo, ¡no sólo el principio!

 
3). ¿No fomentó Pablo el uso de
las lenguas en la oración personal de cada uno? ¡No, en absoluto! En el
versículo que se cita normalmente para apoyar esta teoría (v. 15), Pablo
dice que oraba a la vez con el entendimiento y con la bendición del Espíritu. El
"entendimiento" y el "Espíritu" no están separados, van juntos. Cuando Pablo
oraba entendía lo que decía. Esto lo calificó como mejor que orar en lenguas (v.
14). Algunos han intentado encontrar oración en lenguas en Romanos 8:26; pero no
es correcto. Los "gemidos" allí mencionados no se pueden pronunciar, son
inefables
.
 
4). ¿No hay diferencia
entre las lenguas habladas en los Hechos y las de Corinto? Según la Escritura,
no. Sólo se utiliza una palabra para ambas, glosolalia, significando "idioma
usado por los habitantes del mundo".
Todos los grandes diccionarios
griegos no bíblicos emplean la palabra en relación a un idioma conocido. Sólo
algunos teólogos, presuponiendo que los corintios hablaban extáticamente,
hicieron tal diferencia. Ni el idioma ni el uso bíblico apoyan esta idea.
La iglesia primitiva hablaba lenguas que eran reconocibles por los demás; de no
ser así, la amonestación a Israel no hubiese surgido efecto. Ningún judío
hubiese considerado la palabrería extática como cumplimiento de la profecía de
Isaías
.
 
5.) ¿No habla este pasaje de
lenguas angélicas? La referencia está en el versículo uno del capítulo trece:
"Si yo hablase lenguas humanas y angélicas...." Estas lenguas son, desde
el punto de vista gramatical, puramente hipotéticas, (ean "si"); además, siempre
que los ángeles hablaban lo hacían en el idioma de las personas a las que se
dirigían.
Lejos de apoyar "un idioma celestial", este versículo aboga
por un habla comprensible.
 
Cuatro verdades se desprenden de
este capítulo.
 
1). Las lenguas en el
sentido bíblico era la capacidad sobrenatural para hablar en idiomas conocidos
que no eran entendidos por el que hablaba. No era palabrería o lenguaje extático
.
 
2). Las lenguas eran una
señal especial de la continuación de la Palabra ante el Israel rebelde e
incrédulo hasta la destrucción de Jerusalén y la dispersión de la nación que
empezó en "tiempos de los gentiles."
 
3). Las lenguas bíblicas
ya no están en vigencia hoy. Su propósito se ha cumplido y el fenómeno ha
terminado.
 
4). Los corintios estaban
fascinados por las lenguas porque centraban la atención en el que hacía uso de
ellas.
Esta preocupación llevó a un mal uso del don
ya que se edificaban a sí mismos, sin tener en cuenta la vida espiritual del
conjunto, y fracasaron en su labor de testificar en la ciudad. ¡La catástrofe de
Corinto!
 
 

5

"Danos señal"
 
Hemos visto que el don de
lenguas era una señal (primera Corintios 14:22). "Las lenguas son por señal".
Hemos visto también que esa señal no era para el creyente sino para el
judío incrédulo y que Dios respondía con ello a algo peculiarmente judío, el
deseo de señales
. En Mateo 12:38 los escribas y fariseos le dicen a
Jesús: "Deseamos ver de ti señal". La respuesta del Señor fue que no recibirían
otra señal más que la del profeta Jonás que era tipo de su muerte, sepultura y
resurrección. Este anhelo de señales se repitió en Mateo 16 y en Marcos 8. En
Juan 6:30-31 la gente de aquellos días le recuerda al Señor que Dios les había
dado señal a través de Moisés, la señal del maná en el desierto.
Aunque Jesús dijo que no habría
otra señal que la de Jonás, después de la muerte y resurrección de Cristo (a
través de la cual se cumplió esta señal profética), Israel recibió ciertas
señales para refrendar y autorizar a la iglesia naciente y sus apóstoles. Leemos
en Hechos 2:43: "Y sobrevino temor a toda persona; y
muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles".
De nuevo en
 segunda Corintios 12:12 el apóstol Pablo refrenda su apostolado diciendo: "Con
todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia,
por señales, prodigios y milagros".
Esta idea se repite en Hebreos 2:3-4
donde se pregunta "¿Cómo escaparemos nosotros, si
descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada
primeramente por el Señor, nos fue confirmada, por los que le oyeron".
Y
estos "que le oyeron" eran justamente los apóstoles. Observad el versículo
siguiente
: "Testificando Dios
juntamente con ellos [los apóstoles], con señales y prodigios y diversos
milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad".
Cuando juntamos estos versículos
se hace evidente que Dios puso el sello de su aprobación sobre la Iglesia
naciente y sus apóstoles mediante señales y milagros. Si ahora miramos en
primera Corintios 14 y vemos que el Espíritu Santo dice "las lenguas son por
señal", descubrimos una de estas señales. Las otras eran los milagros por un
lado y el don de sanidad por otro. En las referencias previamente citadas los
milagros se mencionan específicamente como señales de los apóstoles. La sanidad,
como señal, puede verse en Hechos 5:12, 15. En el versículo 12, leemos:
"Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas
señales y prodigios en el pueblo".
¿En qué consistían estas señales?
Vayamos al versículo 15: "Tanto que sacaban los
enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro,
a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos".
El versículo 16 acaba
con estas palabras:
"Y eran
sanados".
Así que
las lenguas, los milagros y el don de sanidad eran todos señales
que refrendaban a la iglesia primitiva y sus apóstoles. Del mismo modo que ahora
ya no hay lenguas porque su razón de existir ha terminado, así también las
señales sobrenaturales que daban autoridad a la iglesia y sus apóstoles ya no
están con nosotros. No hay apóstoles hoy y la Iglesia no necesita el mismo
refrendo que en sus primeros días.
 
Una objeción a esta podría ser:
"Bien, entonces usted no cree que Dios cura hoy en día o realiza algún tipo de
milagros". Eso está lejos de mi intención. Lo que decimos, y lo que la evidencia
de la Escritura apoya abrumadoramente, es que el don de sanidad y la
realización de milagros como don ya no se dan en nuestros días, lo cual ocurre
también con las lenguas. Aun aquellos que pretenden tener hoy el don de sanidad
no lo ejercitan como lo hizo la iglesia primitiva. Cuando uno lee el libro de
los Hechos descubre que las curaciones eran algo espontáneo que nadie era
animado a "saltar la fe" o "esperar con expectación un milagro".
De
hecho, algunos de los curados eran los primeros en sorprenderse. Tomemos como
ejemplo el cojo a la puerta del Templo que fue sanado por Pedro y Juan. Esta
historia se relata en el tercer capítulo de los Hechos. Notemos en primer lugar
dónde aconteció el milagro, en el Templo. Era una ocasión que los judíos podían
contemplar, comprobando la autoridad de la iglesia primitiva y de los apóstoles.
Observemos en segundo lugar que el cojo no esperaba nada más que limosna. No
esperaba la curación, no pidió ser sanado, no buscaba a Dios para que acabara
con su enfermedad. En realidad, nada evidencia que fuera creyente. Cuando Pedro
y Juan se le acercaron, él les miró esperando limosna, nada más. Su fe no
participaba en este acontecimiento. Cuando Pedro le habló, le dijo: "No tengo
plata ni oro" y luego prosiguió "en el nombre de Jesucristo de Nazaret,
levántate y anda". En este momento Pedro se agachó, tocó al hombre con la mano
derecha y lo arrastró literalmente hasta sus pies. El hombre no participó en
ningún momento. Esto es una ilustración clásica del don de sanidad. No requería
preparación, tampoco fe por parte del beneficiado.

Acontecía sólo por la voluntad soberana de Dios como señal divina a la nación de
Israel para dar autoridad a la iglesia primitiva. Y siempre que se ejerció este
don, nunca fracasó. Nadie marchó sin ser curado. Al comparar esto con lo que hoy
pasa como don de sanidad, se ve fácilmente una gran diferencia.
Lo mismo se puede decir de los
milagros. Jamás se realizaron a petición de las personas. No se hacían con
mantos especiales enviados de lejos o poniendo las manos sobre un aparato de
televisión o con la manipulación psicológica de una multitud. Se realizaban por
la soberana voluntad de Dios como señales acreditativas de los apóstoles y de la
iglesia primitiva.
Ya vimos antes la razón del don
de lenguas, pero permitidme señalar un hecho significativo que a menudo pasamos
por alto. Las lenguas no eran un instrumento evangelístico para alcanzar a los
inconversos que, de no ser así, no podrían entender el mensaje. Retrocedamos y
leamos el segundo capítulo de los Hechos. Los ciento veinte hablaban en lenguas
que no habían conocido previamente antes de que la multitud se reuniera. Si esto
era evangelización, ¿a quién evangelizaban en aquellos momentos? Además, la
multitud que se reunió el día de Pentecostés no necesitaba oír el evangelio en
su idioma propio. Entendían el idioma que hablaba Pedro (probablemente el
arameo). Fue mediante el discurso de Pedro en un solo idioma, idioma que todos
entendían, que la convicción vino sobre ellos y tres mil se entregaron al Señor.
Fue el escuchar las obras maravillosas de Dios en sus propias lenguas (Hch.
2:11) lo que les convenció de que esto era señal de Dios. No era evangelización,
sino un ministerio que constituía una señal.
 

Notemos una vez más que las
señales se hacían siempre donde había judíos y por lo menos un apóstol. Estas
señales, una vez habían cumplido su función de refrendar a la iglesia primitiva
y a los apóstoles, desapareció. El don de sanidad no está vigente hoy en día y
aquellos que pretenden tenerlo, no lo practican en absoluto como la iglesia
primitiva. Igual ocurre con el don de hacer milagros y el de lenguas.
Hoy oramos por los enfermos,
pero lo hacemos dentro del contexto de la voluntad de Dios para esa persona.
Obviamente la fe está implicada en ello, lo mismo que la obediencia y la
confesión del pecado. Leamos Santiago, capítulo cinco, y observemos cómo todas
estas cosas son parte de ese proceso. Dios puede curar— y de hecho cura— a su
pueblo, pero no hay ninguna garantía o seguridad absoluta como la había con el
don de sanidad. Algunos han intentado encontrar una solución fácil al hecho
acusando al enfermo y diciéndole: "no tienes suficiente fe". Esto simplemente no
encaja con la Palabra de Dios.
 
Dios realiza milagros también
hoy.
 
Cualquier misionero podría
hablarnos de las intervenciones milagrosas de Dios supliendo necesidades
especiales, protegiendo a personas, etc. Todo cristiano que haya andado con el
Señor un cierto tiempo puede afirmar lo mismo. Pero esto no es el don de hacer
milagros. El don de hacer milagros no falló nunca. Siempre, junto con el
de sanidad y el de lenguas, fue realizado por apóstoles y en presencia de
judíos. Así que, cuando decimos que estos dones ya no existen, no limitamos a
Dios afirmando que no puede hacer ciertas cosas; estamos meramente reconociendo
lo que Dios ha afirmado en su propia Palabra
. Y al hacerlo, nos
encontramos de acuerdo con esa Palabra.
Israel buscaba señales. Antes de
la muerte, sepultura y resurrección del Señor, no se le dio ninguna otra señal
al pueblo que la de su venida redentora. Después de la resurrección se dieron
señales que silenciaron a los judíos y refrendaron a la iglesia naciente y sus
dirigentes.
 

6

¿Qué acontece hoy?
 
Cuando el estudiante sincero se
acerca a las Escrituras con una mente abierta y descubre las verdades hasta aquí
expuestas, observa los diferentes movimientos de las iglesias de hoy y se
pregunta: ¿qué pasa? Si, como la Biblia afirma claramente, las lenguas han
cesado, entonces ¿en qué se recrean esas personas? Y no nos hagamos ilusiones,
ellos lo llaman "lenguas". No hay movimientos "para servir" o "para dar",
movimientos basados en algunos de los otros dones mencionados por Pablo en
Romanos 12 y primera Corintios 12.
Sin las lenguas,
el movimiento carismático se derrumbaría. Pero si las lenguas en el sentido
bíblico han terminado, ¿qué es lo que oímos hoy?
Algunos están muy prestos a
colgar la etiqueta de "satánico" a todo el fenómeno actual de las lenguas, y
efectivamente no sería sensato ignorar esta posibilidad.
Si retrocedemos en el tiempo,
tanto como la historia nos permite, veremos que ya primitivamente el
hablar en lenguas formaba parte de las ceremonias de religiones paganas. Algunas
de estas ceremonias eran indignas y participaban en ellas fuerzas demoníacas
.
Estas prácticas eran normales en los días de Pablo y también hoy los misioneros
podrían contarnos fenómenos similares.
Es un hecho
conocido que los espiritistas, mormones y otros grupos anticristianos hablan en
lenguas.
Un hecho interesante sobre el
movimiento carismático moderno es que acepta a aquellos que no están a la altura
de las exigencias bíblicas en tanto que creyentes "nacidos de nuevo". Los mismos
dirigentes del movimiento aceptan que hay algunos que no creen en doctrinas tan
esenciales como la Trinidad, al nacimiento virginal y la divinidad de Cristo. Y
sin embargo, estas personas hablan en "lenguas". ¿Acaso el Espíritu Santo puede
bendecir a incrédulos y blasfemos o es que se trata de otro "espíritu"? No
podemos desechar alegremente esta posibilidad real de la influencia satánica. No
obstante, la presencia de cristianos auténticos que aman al Señor con sinceridad
debería ser un aviso para los que, quizá con demasiada rapidez, llaman
"satánicos".
En líneas generales, el
movimiento carismático se compone de personas provenientes de cinco trasfondos.
El primer grupo es el
pentecostal tradicional o clásico. La mayoría de sus miembros nacieron ya dentro
del movimiento, pues los pentecostales remontan sus orígenes a principios de
siglo. Normalmente conocen muy poco de lo que ocurre fuera de sus iglesias y
desaprueban a menudo ciertas corrientes del movimiento moderno, tales como
actitudes ligeras respecto al beber, al fumar, y a lo que engloban —porque así
les ha enseñado— bajo el nombre de "diversiones mundanas".
Un segundo grupo viene de las
iglesias liberales donde ellos y sus padres han estado recibiendo "piedras" en
vez del "pan" que necesitaban y querían. La naturaleza aborrece los vacíos y
tenía que llegar tarde o temprano una revuelta contra la creencia estéril del
liberalismo. En estos círculos, cuando cuajó la idea de que era posible y
respetable una experiencia espiritual, no hubo forma de detener el alud de almas
hambrientas y sedientas que deseaban, (y aún desean) algo más que acción social
o filosofía humana.
Un tercer grupo, que está
creciendo rápidamente, es el de los carismáticos católico-romanos. Cuando el
Papa Juan XXIII abrió las ventanas de la iglesia de Roma para que "entrara un
poco de aire fresco", al mismo tiempo dejó salir a personas cuya alma estaba
cansada de sacramentalismo y que ya no quería continuar siendo espectadores del
drama religioso que se representaba en la misa cada domingo por la mañana.
Mientras permanece leal a la iglesia y sus dogmas, este grupo ha entrado a
formar parte del "movimiento de las lenguas" y abraza a los carismáticos de
otras procedencias como "hermanos".
Un cuarto grupo viene de las
iglesias protestantes ortodoxas donde se ha creído y practicado la Biblia, pero,
sin el hábito de Dios sobre ella. Durante demasiado tiempo, muchas iglesias han
sido focos de predicación y enseñanzas aburridas, secas y pedantes. Su filosofía
ha sido que la palabra predicada y enseñada es suficiente, y han ignorado al
Autor del Libro, al Espíritu Santo. Este podría desaparecer de muchas iglesias
ortodoxas algún domingo y nadie lo notaría. Tenemos aquí corazones que anhelan
algo que les llegue más allá del oído y de la mente.
El quinto grupo se compone de
jóvenes que han calificado a la Iglesia como una institución hundida en un
pantano de ritos y formas; son jóvenes que buscan algún tipo de comunicación
directa con el cielo. Habiendo probado las drogas, el ocultismo y el amor libre,
y no encontrando ninguna satisfacción duradera, acuden a lo carismático en busca
de una experiencia nueva y diferente.
Todos estos grupos tienen un
denominador común, el deseo de experimentar algo. "Quiero conocer, sentir,
tener". Se oyen con frecuencia frases como "no lo eches si no lo has probado" y
"aquel que tiene una experiencia no está nunca a merced del que sólo posee un
argumento". Un dirigente muy conocido del movimiento carismático, dirigiéndose a
un grupo formado por personas de los diferentes trasfondos mencionados antes,
después de leer un pasaje de la Escritura, cerró la Biblia y dijo: "Puesto que
no vamos a estar de acuerdo en la interpretación de este texto, os voy a contar
yo mi experiencia y así podremos tener algo sólido". Pat Boone, dando su
beneplácito a la rama juvenil del movimiento, ha dicho que éste no tiene
"cuartel general", ni líder ni doctrina. Sólo "se alimentan de Jesús".
¿Qué hay de malo en ello? ¿Es la
experiencia algo malo en sí? Desde luego que no. La vida cristiana es una vida
de amor, "amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón...." Y el amor es algo
experimental, no teórico. Pero Jesucristo dio el modelo correcto en el evangelio
de Juan, capítulo ocho, versículo treinta y dos:
"Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres".
Lo que es esta verdad
se ve en el versículo anterior, "mi Palabra". El designio de Dios va de la
verdad a la experiencia, no de la experiencia a la verdad. La fórmula: "He
tenido una experiencia. En la Biblia, encuentro experiencias como la mía. Por
tanto, mi experiencia es bíblica", es una fórmula peligrosamente engañosa.

¿Por qué?

1). Las experiencias son a
menudo contradictorias. Varias personas, profesando todas tener una experiencia
con o de Dios, pueden diferir radicalmente cuando se llega a la "verdad" que
aprendieron de su experiencia. ¿A cuál de ellos hemos de creer?
 
2). La experiencia puede ser
emocionalmente poderosa, pero también peligrosamente engañosa. Muchas personas
sinceras que tuvieron experiencias notables, han descubierto más tarde que
estaban engañadas. Tan pronto como se admite la posibilidad de engaño, se
derrumba este argumento de "de la experiencia a la verdad".
 
Así que nos vemos forzados a
acudir al modelo de Cristo y de los escritores del Nuevo Testamento: de la
verdad de la Palabra a la experiencia
. Si mi
experiencia concuerda con las Escrituras, estupendo. Pero si mi experiencia no
está en armonía con la Palabra revelada por Dios, entonces hay que abandonarla.
El apóstol Pedro escribió una de
las frases más duras concernientes a esta verdad en su segunda epístola,
capítulo uno. Pedro dice: "Estaba yo en el monte de la
transfiguración con Cristo. Vi a mi Señor en su gloria eterna. Llegué a oír la
voz de Dios. Pero hay una palabra más segura que mi visión, la Palabra de Dios
inscrita en la Biblia".
Su experiencia se subordinaba a la Palabra de
Dios.
 El movimiento carismático se
orienta experimentalmente. La Biblia se usa para apoyar la experiencia de sus
miembros. Sacan los textos de su contexto y pasan por alto o explican a su
manera aquellos pasajes que reprenden las prácticas por ellos seguidas.

Los que insisten en ser fieles a las Escrituras son
acusados de "intelectuales" y de "seguir la letra más que el Espíritu". Pero el
Espíritu Santo es el autor de esa "letra" y no respalda experiencias que
contradigan su propia palabra.

 
Todo ello nos lleva otra vez a
la pregunta: ¿Qué acontece hoy? Sabemos por la Palabra de Dios que las lenguas
del Nuevo Testamento ya no existen. Sabemos también que no se hablan "lenguas
celestiales" aquí en la tierra. Además, la posibilidad del engaño satánico es
real y siempre vigente. Pero acusar en todos los casos a cristianos sinceros de
engaño satánico es injusto e irreal a la vez.
Cuando recordamos que mucho
antes de que Dios amonestara a Israel sobre la venida del juicio (mediante el
hecho de que los cristianos hablarían en lenguas que no habían aprendido) había
habido un tipo de lenguaje extático relacionado con la experiencia religiosa,
podemos comprender entonces estos fenómenos modernos. El anhelo de experiencia,
unido a la instrucción, motivación y aprobación del grupo da lugar al habla
extática. Ya he dicho públicamente muchas veces: "Dadme un grupo de personas que
estén dispuestas a hacer lo que yo les mande; cantar, levantarse, relajarse,
hacer los movimientos adecuados, etc. y sólo será cuestión de tiempo que algunos
lleguen a hablar extáticamente".
Se trata de un
fenómeno psicológico que no guarda semejanza alguna con las lenguas de la
Biblia.

He oído cientos de "mensajes en lenguas" e interpretaciones. Ni uno solo aportó
nunca algo de valor a la reunión. Todo será una recomposición de la Escritura
(citada a menudo de forma inexacta). Promovían falsas enseñanzas, o hacían
predicciones extravagantes y fantásticas o se les asignaba para que reprendieran
a aquellos que estaban en desacuerdo con el que había hablado.

Las lenguas bíblicas no eran
lenguaje extático, y el moderno lenguaje extático no es lengua bíblica
.
El deseo de una experiencia ha llevado subrepticiamente a muchos creyentes a
participar en fenómenos psicológicos que equivocadamente califican como "hablar
en lenguas". En el proceso, puesto que disminuyen las inhibiciones, se llevan a
cabo muchas experiencias emocionales de euforia, excitación, liberación, etc.
Pero ceder a la inhibición puede ser peligroso. Pablo advirtió: "Los espíritus
de los profetas estén sujetos a los profetas" (primera Cor. 14:32). Dios nunca
lleva a sus hijos a perder el control. Eso era característico del paganismo del
que procedían los corintios (primera Cor. 12:2). El enemigo del alma está
siempre a punto para aprovecharse de cualquier situación "fuera de control" y
miles de cristianos pueden testificar apenados de los resultados finales.

Estas experiencias no sólo abren
una brecha que Satanás está presto a explotar; pueden dañar psicológicamente al
individuo
.
Los escritores carismáticos advierten continuamente a los que hablan en lenguas
que van a sufrir una crisis nerviosa. Pero lo achacan al diablo e instan al
lector a "renovarse" lo antes posible. Que estas crisis no se encuentran en el
libro de los Hechos y que los primeros cristianos no hablaban siempre en
lenguas, parece no inquietar a estos maestros. Cuando Pedro daba razones de su
visita a Cornelio delante del Concilio de Jerusalén, tuvo que retroceder ocho
años —hasta Pentecostés— para encontrar otro paralelo:
"Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como
sobre NOSOTROS AL PRINCIPIO" (Hch. 11:15).
No pudo decir: "Como sobre
todas las iglesias desde Pentecostés", ya que esto no era cierto.
Por ello, el que busca una
experiencia vuelve una y otra vez al proceso ritual, pero empieza a descubrir
algo; la experiencia extática, como la adicción a las drogas, requiere dosis
cada vez mayores para alcanzar la satisfacción. Algunas veces se introduce lo
extravagante. Yo he visto personas correr en una habitación dando vueltas hasta
quedar exhaustas, empezar a saltar estacas de tienda de campaña, reír
histéricamente, entrar en trance durante varios días y otras muchas cosas
fantásticas, mientras la búsqueda de la "elevación" se hacía cada vez más
ilusoria. Eventualmente sobreviene una crisis y se hace una decisión; se sentará
en las sillas de atrás y quedará como espectador, "actuará" o continuará con la
esperanza de que a su tiempo todo será como antes. La decisión más trágica es
dejarlo todo y, con esta actitud, abandonar lo espiritual como fraudulento. Los
que miran quedan frustrados, los que actúan sufren sentimientos de culpa, los
que esperan son dignos de lástima y los que se marchan son una tragedia. ¡No,
estos movimientos no son inocuos!
En ocasiones, por la gracia de
Dios el carismático es alcanzado y salvado por cristianos compasivos y prudentes
que conocen la Biblia y que tienen paciencia. Es muy difícil para el que
ha tenido experiencias emocionales, que ha profesado hablar en una lengua dada
por Dios, y que ha sentido la aprobación o incluso la admiración de sus
correligionarios, admitir que ha sido engañado
. Es un fenómeno complejo
en el que participa el yo, los amigos, la familia, y también en gran manera el
desprecio de los que antes eran sus "hermanos amados". El único antídoto eficaz
es la Palabra de Dios presentada con claridad y con amor; pero a los que Dios
usa para corregir a aquellos que están atrapados en la esclavitud carismática
deben tener paciencia. ¡Exige mucho tiempo!

La mayor tragedia que se deriva
del movimiento carismático es la pérdida de la auténtica vida llena del
Espíritu.

Recordad el perro de fábula antigua que, mientras atravesaba un puente con un
hueso en la boca, vio el reflejo de su sombra en el agua. El hueso que veía en
el espejo de las aguas le pareció mucho mejor que el que tenía en la boca y por
ello cambió la realidad tangible por la sombra; el resultado fue que se marchó
hambriento. Muchas personas hoy son como aquel perro. Han dejado caer, ignorado
o pasado por alto, la realidad de Efesios 5:18 a cambio de una sombra de
experiencia basada en mero lenguaje extático. ¡La catástrofe de Corinto se
repite!
 
George E. Gardiner

 

 

 

 
 
 
 
 
Segunda parte
 
 
 
Por
Tito Martínez
 
 
TODA LA VERDAD SOBRE LOS
DONES DEL ESPÍRITU
 
Durante 14 años yo fui engañado
por el pentecostalismo, ya que fui miembro de una iglesia evangélica pentecostal
de Madrid. ¿Por qué razón entonces dejé el pentecostalismo y me dedico a
denunciarlo?, esto es lo que explicaré seguidamente en este estudio bíblico.
Ponga mucha atención.
Sabemos que Satanás es el padre
de la mentira, tal como dijo Jesús (Jn.8:44), esto significa sencillamente que
Satanás es el mayor especialista en falsificar las cosas de Dios,
como por ejemplo los dones espirituales que él dio a su Iglesia, por eso es que
el Apocalipsis dice que Satanás el diablo engaña al mundo entero durante esta
era mala (Gal.1:4, Ap.12:9).
 
El Nuevo Testamento dice que
Dios, por medio de Jesús, ha dado unos dones espirituales para la edificación de
su Iglesia. Veamos cuales son estos dones espirituales, analicemos
cuidadosamente los pasajes del Nuevo Testamento donde el apóstol Pablo habló de
los dones del espíritu, esos pasajes se encuentran en la epístola a los romanos
capítulo 12, y en 1de Corintios capítulos 12 y 14. Los asombroso es que cuando
estudiamos estos pasajes bíblicos para conocer los dones del espíritu
descubrimos hasta que punto las iglesias pentecostales y carismáticas han sido
engañadas por Satanás y se han apartado totalmente de la clara enseñanza bíblica
respecto a los dones que Jesús dio a su Iglesia. Todas esas iglesias
pentecostales y carismáticas sencillamente están siendo utilizadas por Satanás
para engañar al mundo entero, como voy a demostrar.
Leamos cual fue la enseñanza del
apóstol Pablo respecto a los dones espirituales:
Rom 12:6  De
manera que,  teniendo diferentes dones,  según la gracia que
nos es dada,  si el de profecía,  úsese conforme a la medida
de la fe;
Rom 12:7  o si
de servicio,  en servir;  o el que enseña,  en
la enseñanza;
Rom 12:8 
el que exhorta
,  en la exhortación;  el que reparte
con liberalidad;  el que preside,  con solicitud;  el
que hace misericordia
,  con alegría.
 
1Co 12:1 
No quiero,  hermanos,  que ignoréis acerca de
los dones espirituales.
1Co 12:2 
Sabéis que cuando erais gentiles,  se os extraviaba llevándoos,  como se os
llevaba,  a los ídolos mudos.
1Co 12:3  Por
tanto,  os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama
anatema a Jesús;  y nadie puede llamar a Jesús Señor,  sino por el Espíritu
Santo.
1Co 12:4  Ahora
bien,  hay diversidad de dones,  pero el Espíritu es el mismo.
1Co 12:5  Y hay
diversidad de ministerios,  pero el Señor es el mismo.
1Co 12:6  Y hay
diversidad de operaciones,  pero Dios,  que hace todas las cosas en todos, 
es el mismo.
1Co 12:7  Pero
a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
1Co 12:8 
Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría;  a otro, 
palabra de ciencia según el mismo Espíritu;
1Co 12:9  a
otro,  fe por el mismo Espíritu;  y a otro,  dones de sanidades
por el mismo Espíritu.
1Co 12:10  A
otro,  el hacer milagros;  a otro,  profecía;  a otro,  discernimiento de
espíritus;  a otro,  diversos géneros de lenguas;  y a otro,  interpretación
de lenguas.
1Co 12:11  Pero
todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu,  repartiendo a cada uno
en particular como él quiere.
1Co 12:28  Y a
unos puso Dios en la iglesia,  primeramente apóstoles,  luego profetas,  lo
tercero maestros,  luego los que hacen milagros,  después los que sanan, 
los que ayudan,  los que administran,  los que tienen don de lenguas.
1Co 12:29  ¿Son
todos apóstoles?  ¿son todos profetas?  ¿todos maestros?  ¿hacen todos
milagros?
1Co 12:30 
¿Tienen todos dones de sanidad?  ¿hablan todos lenguas?
 ¿interpretan todos?
1Co 12:31 
Procurad,  pues,  los dones mejores.  Mas yo os muestro un camino aun más
excelente.
 
1Co 14:1 
Seguid el amor;  y procurad los dones espirituales,  pero sobre todo
que profeticéis
.
1Co 14:2 
Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres,  sino a Dios;  pues
nadie le entiende,  aunque por el Espíritu habla misterios.
1Co 14:3  Pero
el que profetiza habla a los hombres para edificación,  exhortación y
consolación
.
1Co 14:4  El
que habla en lengua extraña,  a sí mismo se edifica;  pero

el que profetiza,  edifica a la iglesia.
1Co 14:5  Así
que,  quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas,  pero más que
profetizaseis;  porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas

a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.
1Co 14:6  Ahora
pues,  hermanos,  si yo voy a vosotros hablando en lenguas,  ¿qué os
aprovechará,  si no os hablare con revelación,  o con ciencia,  o con
profecía,  o con doctrina?
1Co 14:7 
Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos,  como la flauta o la
cítara,  si no dieren distinción de voces,  ¿cómo se sabrá lo que se toca
con la flauta o con la cítara?
1Co 14:8  Y si
la trompeta diere sonido incierto,  ¿quién se preparará para la batalla?
1Co 14:9  Así
también vosotros,  si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, 
¿cómo se entenderá lo que decís?  Porque hablaréis al aire.
1Co 14:10 
Tantas clases de idiomas hay,  seguramente,  en el mundo,  y ninguno de
ellos carece de significado.
1Co 14:11  Pero
si yo ignoro el valor de las palabras,  seré como extranjero para el que
habla,  y el que habla será como extranjero para mí.
1Co 14:12 
Así también vosotros;  pues que anheláis dones espirituales,  procurad
abundar en ellos para edificación de la iglesia
.
1Co 14:13  Por
lo cual,  el que habla en lengua extraña,  pida en oración poder
interpretarla.
1Co 14:14 
Porque si yo oro en lengua desconocida,  mi espíritu ora,  pero mi
entendimiento queda sin fruto.
1Co 14:15 
¿Qué,  pues?  Oraré con el espíritu,  pero oraré también con el
entendimiento;  cantaré con el espíritu,  pero cantaré también con el
entendimiento.
1Co 14:16 
Porque si bendices sólo con el espíritu,  el que ocupa lugar de simple
oyente,  ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias?  pues no sabe lo que has
dicho.
1Co 14:17 
Porque tú,  a la verdad,  bien das gracias;  pero el otro no es edificado.
1Co 14:18  Doy
gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros;
1Co 14:19  pero
en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, 
para enseñar también a otros,  que diez mil palabras en lengua desconocida
.
1Co 14:20 
Hermanos,  no seáis niños en el modo de pensar,  sino sed niños en la
malicia,  pero maduros en el modo de pensar.
1Co 14:21  En
la ley está escrito:  En otras lenguas y con otros labios hablaré a este
pueblo;  y ni aun así me oirán,  dice el Señor.
1Co 14:22  Así
que, 
las lenguas son por señal,  no a los
creyentes,  sino a los incrédulos;  pero la profecía,  no a los incrédulos, 
sino a los creyentes.
1Co 14:23  Si, 
pues,  toda la iglesia se reúne en un solo lugar,  y todos hablan en
lenguas,  y entran indoctos o incrédulos,  ¿no dirán que estáis locos?
1Co 14:24  Pero
si todos profetizan,  y entra algún incrédulo o indocto,  por todos es
convencido,  por todos es juzgado;
1Co 14:25  lo
oculto de su corazón se hace manifiesto;  y así,  postrándose sobre el
rostro,  adorará a Dios,  declarando que verdaderamente Dios está entre
vosotros.
1Co 14:26  ¿Qué
hay,  pues,  hermanos?  Cuando os reunís,  cada uno de vosotros tiene
salmo,  tiene doctrina,  tiene lengua,  tiene revelación,  tiene
interpretación.  Hágase todo para edificación.
1Co 14:27 
Si habla alguno en lengua extraña,  sea esto por
dos,  o a lo más tres,  y por turno;  y uno interprete.
1Co 14:28 
Y si no hay intérprete,  calle en la iglesia, 
y hable para sí
mismo y para Dios.
1Co 14:29 
Asimismo,  los profetas hablen dos o tres,  y los demás juzguen.
1Co 14:30  Y si
algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado,  calle el primero.
1Co 14:31 
Porque podéis profetizar todos uno por uno,  para que todos aprendan,  y
todos sean exhortados.
1Co 14:32  Y
los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas;
1Co 14:33  pues
Dios no es Dios de confusión,  sino de paz.  Como en todas las iglesias de
los santos,
1Co 14:34 
vuestras mujeres callen en las congregaciones;  porque no les es
permitido hablar,  sino que estén sujetas
,  como también la ley lo
dice.
1Co 14:35  Y si
quieren aprender algo,  pregunten en casa a sus maridos;  porque es
indecoroso que una mujer hable en la congregación.
1Co 14:36 
¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios,  o sólo a vosotros ha
llegado?
1Co 14:37  Si
alguno se cree profeta,  o espiritual, 

reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor.
Analicemos ahora cual es la
enseñanza de esos pasajes del apóstol Pablo, y comprenderemos como las iglesias
pentecostales y carismáticas han pervertido y falsificado esa enseñanza
apostólica, y de esta manera esos falsos pastores y falsos maestros
pentecostales utilizados por el padre de la mentira han conseguido engañar a
cientos de millones de personas totalmente ignorantes de la verdadera doctrina
dada por Jesús y sus apóstoles:


 
1- Pablo dijo que hay diferentes
dones, para la edificación del cuerpo de Cristo, que es su Iglesia.
Pablo da una lista de esos
dones: profecía, servicio, enseñar, exhortar, repartir, presidir, hacer
misericordia, todas estas funciones edifican el cuerpo de Cristo, y cada miembro
puede tener uno o varios de estos dones.
 
2- En la primera carta a los
corintios, capítulos 12 y 14, Pablo se extendió aun más en este tema de los
dones del espíritu. Pablo dijo que no debemos estar en la ignorancia sobre los
dones espirituales, pero desgraciadamente, la ignorancia más supina de estos
dones se ha extendido por la cristiandad apóstata, especialmente dentro de las
iglesias pentecostales y carismáticas, las cuales pervierten y falsifican estos
dones espirituales.
 
3- Pablo hizo una clara
diferencia entre dones, ministerios y operaciones, y todo ello
procede de Dios el Padre, de Jesús y del espíritu santo (1Co.12:4-6).
 
4- La versión Reina Valera de
1960 traduce de forma confusa y engañosa el verso 7. Esa versión dice que a cada
uno le es dada la manifestación del espíritu para provecho, con
esa traducción parece decir que los dones espirituales fueron dados para
provecho o beneficio propio, de uno mismo, sin embargo eso es falso, ¡nada más
lejos de la realidad!, el resto de traducciones bíblicas lo traducen de esta
manera o de forma parecida; “
A
cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu

para el bien de los demás
.”
(NVI). ¡Los dones del espíritu no fueron dados jamás para la edificacion de uno
mismo, sino para el bien de los demás; concretamente el don de lenguas jamás fue
dado para la edificación de uno mismo, ni de la Iglesia tampoco, sino que el don
de lenguas fue utilizado como señal a los incrédulos (1Co.14:22),
esto lo explicaré más adelante, y es algo asombroso, ya que pulveriza la
doctrina falsa pentecostal, la cual enseña que el don de lenguas es para la
edificación de los creyentes. ¡Ni siquiera los pentecostales y carismáticos
hablan el verdadero don de lenguas!, ellos sencillamente están utilizando un
falso don de lenguas, una jerga carnal,estúpida y diabólica que no tiene que ver
nada con el verdadero don de lenguas o idiomas, como demostraré después.
 
5- En 1Co.12:9
Pablo menciona uno de los dones espirituales, los dones de sanidades. ¡Este es
uno de los dones falsificados por Satanás dentro de las iglesias pentecostales y
carismáticas! Miles de falsos pastores y falsos evangelistas afirman tener el
don de sanidades, pero es mentira, ellos no curan milagrosamente a nadie
como Jesús y sus apóstoles lo hacían
. Por ejemplo, Jesús y sus apóstoles
tenian el don de sanidades, ellos curaban con el poder de Dios, haciendo que los
cojos andaran, los ciegos vieran, los leprosos fueran limpiados, los muertos
resucitaran, etc. ¿Se ven estos milagros de sanidades en los cultos o campañas
pentecostales y carismáticas?, ¡de ninguna manera!, ninguno de esos impostores
que se hacen pasar por ministros de Cristo pueden curar como lo hacían Jesús y
sus apóstoles. Lo que vemos en esos cultos pentecostales son sencillamente
grotescas y diabólicas imitaciones satánicas del don de sanidades, y para
muestra un botón, pinche usted en este enlace, y vea el siguiente video de un
típico culto pentecostal:
 
En ese video vemos al
“evangelista” pentecostal Dennys Ostos haciendo un burdo fraude de una supuesta
curación de una muchacha, un engaño que es muy fácil de realizar. Aparentemente
la joven tiene un brazo mas corto que el otro, y seguidamente los dos se ponen
iguales. Ese engaño
satánico lo puede realizar
cualquiera, estire usted los brazos para delante, y ponga uno mas corto que el
otro, y seguidamente los pone usted iguales, ¡y “milagro”!, pues este tipo de
falsas sanidades y engaños son los que practican esos emisarios de Satanás que
se hacen pasar por ministros de Cristo, abajo inserto unas cuantas fotos de ese
repugnante video:
 

 
Viendo esto no es extraño que
Jesús dijera estas palabras, refiriendo a los falsos ministros pentecostales y
carismáticos:
 
Mat 7:21  No
todo el que me dice:  Señor,  Señor,  entrará en el reino de los cielos, 
sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Mat 7:22 
Muchos me dirán en aquel día:  Señor,  Señor, 

¿no profetizamos en tu nombre,  y en tu nombre echamos fuera demonios,  y en
tu nombre hicimos muchos milagros?
Mat 7:23  Y
entonces les declararé:  Nunca os conocí;  apartaos de mí,  hacedores
de maldad
.
 
¿A quienes se estaba refiriendo
Jesús en ese pasaje impresionante?, observe que Jesús no estaba hablando de
personas ateas, ni tampoco personas de religiones paganas, sino de personas que
decían ser cristianos, estos impostores llaman a Jesús Señor, dicen profetizar
en el nombre de Jesús, aparentemente expulsan demonios en el nombre de Jesús, y
aparentemente hacen muchos milagros, pero mira la respuesta que les dará Jesús;
“Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”, es decir, Jesús jamás
los consideró discípulos suyos, y además, ¡ellos decían ser pentecostales o
carismáticos!, ya que son precisamente estos ministros pentecostaloides
los que dicen hacer todas esas cosas en sus cultos
, sin embargo, son
hacedores de maldad, ellos practican la mentira y el fraude, además de engañar a
otros muchos con sus falsas doctrinas, y por eso es que Jesús los apartará de su
lado y los enviará al lugar que se merecen: al fuego eterno, por falsarios y
embusteros (Mt.25:41, 46).
 
6- En 1Corintios 12:10 Pablo
menciona otros dos dones del espíritu: el don de diversos géneros de lenguas, y
el de interpretación de esas lenguas. Hablemos de estos dos dones, para que
usted sepa como Satanás los ha falsificado dentro de las iglesias pentecostales
y carismáticas.
¿Qué era el don de lenguas?. Los
falsos pastores pentecostales pretenden hacernos creer que el don de lenguas es
esa jerga demencial que ellos suelen hablar en sus cultos, algo parecido a esto:
“Raba sabada kilabata saja
ribaaa siiiivavvvaaaa dadadada saba dababa derrasahaabadibababa dadada…” etc ,
etc.
Ese falso don de lenguas lo
podrá oír usted a cualquier pastorcillo o evangelista pentecostal que en sus
cultos se las esté dando de “espiritual”. La pregunta es, ¿es eso el verdadero
don de lenguas?, ¡de ninguna manera!, eso
es
sencillamente una falsificación satánica y carnal del verdadero don de lenguas,
y que todos esos falsos ministros de Cristo utilizan para aparentar una
espiritualidad que ellos de ninguna manera tienen, simplemente lo hacen para
impresionar a los ingenuos e ignorantes que les creen, aparentando que están
llenos del espíritu santo.
Veamos cual es el verdadero don
de lenguas.
Si usted quiere saber cual es el
verdadero don de lenguas o idiomas, simplemente ha de leer Hechos capítulos 1 y
2, veamos los siguientes pasajes:
 
Act 1:4  Y
estando juntos,  les mandó que no se fueran de Jerusalén,  sino que
esperasen la promesa del Padre,  la cual,  les dijo,  oísteis
de mí.
Act 1:5  Porque
Juan ciertamente bautizó con agua,  mas vosotros seréis bautizados con
el Espíritu Santo
dentro de no muchos días.
Act 1:8 
pero recibiréis poder,  cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo

y me seréis testigos en Jerusalén,  en toda Judea,  en Samaria,  y hasta lo
último de la tierra.
 
Act 2:1  Cuando
llegó el día de Pentecostés,  estaban todos unánimes juntos.
Act 2:2  Y de
repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba,  el
cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
Act 2:3  y se
les aparecieron lenguas repartidas,  como de fuego,  asentándose sobre cada
uno de ellos.
Act 2:4  Y
fueron todos llenos del Espíritu Santo
,  y comenzaron a
hablar en otras lenguas,
  según el Espíritu les daba que hablasen.
Act 2:5 
Moraban entonces en Jerusalén judíos,  varones piadosos,  de todas las
naciones bajo el cielo.
Act 2:6  Y
hecho este estruendo,  se juntó la multitud;  y estaban confusos,  porque
cada uno les oía hablar en su propia lengua.
Act 2:7  Y
estaban atónitos y maravillados,  diciendo:  Mirad,  ¿no son galileos todos
estos que hablan?
Act 2:8 
¿Cómo,  pues, 
les oímos nosotros hablar cada
uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?
Act 2:9 
Partos,  medos,  elamitas,  y los que habitamos en Mesopotamia,  en Judea, 
en Capadocia,  en el Ponto y en Asia,
Act 2:10 
en Frigia y Panfilia,  en Egipto y en las regiones de Africa más allá de
Cirene,  y romanos aquí residentes,  tanto judíos como prosélitos,

Act 2:11 
cretenses y árabes

les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.
 
Observe bien ese pasaje. Jesús
les dijo a sus apóstoles se quedaran en Jerusalén, esperando la promesa del
Padre, y que Jesús también les prometió. Esa promesa de Dios y de Cristo era
sencillamente que sus apóstoles habrían de ser bautizados con el espíritu santo,
es decir, con el poder de Dios, el cual les llenaría para dar testimonio. Esa
promesa se cumplió en el día de Pentecostés, en Jerusalén, entonces los
apóstoles fueron llenos del espíritu santo, y comenzaron ha hablar en otras
lenguas, es decir, tuvieron el don de lenguas, ¿y que lenguas eran esas?.
Observe que los apóstoles no se pusieron a proferir las idioteces carnales que
los pentecostales suelen hablar en sus cultos, ellos no se pusieron a decir
“Raba sabada kilabata saja ribaaa siiiivavvvaaaa dadadada saba dababa
derrasahaabadibababa dadada…”, si los apóstoles se hubieran puesto a proferir
esas idioteces, seguro que nadie les habría entendido lo que decían, sino que
habrían hecho un total ridículo. Sin embargo, el texto bíblico dice bien clarito
que ellos se pusieron ha hablar en IDIOMAS DE OTROS PAISES, y cada
uno de los que estaban en Jerusalén les oían hablar en su propio idioma, incluso
se citan las regiones donde se hablaban esas lenguas o idiomas: Partos, medos,
elamitas, Mesopotamia, Judea, Capadocia, Ponto, Asia, Frigia, Panfilia, Egipto,
regiones de Africa, y romanos, todos les oían en su propia lengua.
Por consiguiente, lo que hablan los falsos ministros pentecostales y
carismáticos no es el verdadero don de lenguas o idiomas, sino sencillamente una
burda y repugnante imitación satánica del verdadero don de lenguas. Estos falsos
ministros de Cristo suelen responder a este argumento, diciendo que lo que ellos
hablan son otro tipo de lenguas, las “lenguas angélicas” mencionadas por Pablo
en 1Corintios 13:1, pero esa respuesta que dan esos engañadores solo puede ser
creía por personas con muy poca materia gris y nulo conocimiento de la Biblia,
ya que no existe ni un solo pasaje en la Biblia donde los ángeles hablen de esa
manera, yo reto a cualquiera de esos impostores pentecostales a que me de un
solo pasaje donde algún ángel hable de esta manera: “Raba sabada kilabata saja
ribaaa siiiivavvvaaaa dadadada saba dababa derrasahaabadibababa dadada…”

Cada vez que en la Biblia se
mencionan ángeles hablando con seres humanos, siempre ellos utilizan el lenguaje
humano de las personas a las que están hablando.

Y respecto a ese argumento de
que hay dos tipos de don de lenguas, eso es una burda mentira, ya que el Nuevo
Testamento solo menciona un tipo de don de lenguas,

el don de lenguas mencionado en Hechos 2 es el mismo don de lenguas mencionado
en 1Corintios, la palabra griega que se utiliza es la misma: glossa, que
significa lengua o idioma.
 
7- Los falsos ministros
pentecostales enseñan que si uno quiere ser un cristiano espiritual, ha de
buscar el bautismo en el espíritu santo y seguidamente hablar en ese tipo de
jerga pentecostal que ellos hacen pasar por el don de lenguas. Eso es una burda
mentira anticristiana, ¿Por qué?, porque en la Escritura no existe ni un
solo pasaje donde se diga que los cristianos hemos de buscar el bautismo en el
espíritu santo como “segunda experiencia”.
El apóstol Pablo dijo bien
claro que TODOS los cristianos ya hemos sido BAUTIZADOS POR
UN MISMO ESPIRITU EN EL CUERPO DE CRISTO
:
 
1Co 12:13 
Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo
sean judíos o griegos,  sean esclavos o libres;  y a todos se nos dio a beber de
un mismo Espíritu.
 
Observe que el texto dice que
TODOS hemos sido bautizados por el espíritu santo, dentro del cuerpo de Cristo,
que es su Iglesia, por lo tanto, el bautismo por el espíritu santo es algo que
ya tiene todos los verdaderos cristianos que pertenecen al cuerpo de Cristo, que
es su Iglesia.
Y respecto a que para ser un
cristianos espiritual hemos de hablar en lenguas, eso es otra burda mentira,
porque el apóstol Pablo dijo bien claro que NO TODOS LOS QUE FORMAN PARTE
DEL CUERPO DE CRISTO TIENEN EL DON DE LENGUAS
. Este don de lenguas
solamente lo practicaron algunos en la época apostólica, como señal para el
Israel incrédulo, no para los creyentes, y ya hemos visto que ese don de lenguas
era el don de idiomas, y no la jerga carnal, estúpida  y diabólica que hablan
los pentecostales en sus cultos. Leamos las palabras de Pablo:

 
1Co 12:28  Y a
unos puso Dios en la iglesia,  primeramente apóstoles,  luego profetas,  lo
tercero maestros,  luego los que hacen milagros,  después los que sanan, 
los que ayudan,  los que administran,  los que tienen don de lenguas.
1Co 12:29  ¿Son
todos apóstoles?  ¿son todos profetas?  ¿todos maestros?  ¿hacen todos
milagros?
1Co 12:30 
¿Tienen todos dones de sanidad?  ¿hablan todos lenguas? 
¿interpretan todos?
 
La respuesta a cada una de esas
preguntas es “no”, ¡no todos los cristianos tienen el don de lenguas!, por lo
tanto, esa doctrina pentecostal de que todos los cristianos hemos de tener el
don de lenguas como señal de que uno está lleno del espíritu santo es una burda
mentira. El don de lenguas solo lo tenían algunos en la iglesia primitiva, con el
fin de ser señal para los incrédulos, no para los creyentes:
 
1Co 14:22  Así
que,  las lenguas son por señal,  no a los creyentes,  sino a los
incrédulos
;  pero la profecía,  no a los incrédulos,  sino a los
creyentes.
 
Observe bien que Pablo no dijo
jamás que las lenguas fueran para la edificación de los creyentes o de la
Iglesia, ¡es la profecía, el don de profecía, lo que sí edifica a la
Iglesia!, pero no el don de lenguas, ni mucho menos la falsa y estúpida jerga
que los pentecostales hablan en sus cultos
, ese falso don de lenguas de
ninguna manera edifica a la Iglesia, al contrario, la corrompe, sin embargo, el
don de profecía sí que edifica a los cristianos, hasta que Cristo regrese en
gloria. Pues bien, veamos en qué consiste ese don de profecía tan importante
para los cristianos:
1Co 14:1 
Seguid el amor;  y procurad los dones espirituales,  pero sobre todo
que profeticéis
.
1Co 14:2 
Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres,  sino a Dios;  pues
nadie le entiende,  aunque por el Espíritu habla misterios.
1Co 14:3  Pero
el que profetiza habla a los hombres para edificación,  exhortación y
consolación
.
1Co 14:4  El
que habla en lengua extraña,  a sí mismo se edifica;  pero

el que profetiza,  edifica a la iglesia.
1Co 14:5  Así
que,  quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas,  pero más que
profetizaseis
;  porque mayor es el que profetiza que el que
habla en lenguas
,  a no ser que las interprete para que la iglesia
reciba edificación.
 
Analicemos esas palabras de
Pablo, las cuales son pervertidas por los falsos maestros pentecostales:
 
a)  Pablo dijo que tenemos que
seguir el amor, y procurar los dones espirituales, pero sobre todo, el don de
profecía, ¿por qué el don de profecía?, porque los que practican este don del
espíritu están hablando a los hombres para edificación, exhortación y
consolación
, y por tanto están edificando la Iglesia de Cristo. Este es
un don de profecía obviamente aun sigue existiendo dentro de la Iglesia de
Cristo, pues la Iglesia de Dios aun está siendo edificada en la fe, incluso los
dos testigos de Apocalipsis 11 también profetizarán durante 1260
días, es decir, ellos serán profetas de Dios (Ap.11:3), y por tanto,
edificarán la Iglesia de Cristo
, para que esté preparada cuando Cristo
regrese en gloria. Estos dos futuros profetas de Dios edificarán a los
verdaderos cristianos, la Iglesia, con las benditas promesas de gloria futura
cuando Cristo regrese, consolando así a los verdaderos cristianos que estarán
pasando por la gran tribulación o persecución de la bestia durante ese tiempo
(Ap.13:7, 10).
 
b) Los falsos maestros
pentecostales siempre citan los versos 2, 4 y 5 para justificar la jerga que
ellos hablan, y que dicen ser el don de lenguas. Esos falsos maestros
sencillamente estan pervirtiendo esas palabras de Pablo. Lo que él dijo es lo
siguiente:
 
Porque el que habla
en lenguas no habla a los hombres,  sino a Dios;  pues nadie le entiende, 
aunque por el Espíritu habla misterios… El que habla en lengua extraña,  a sí
mismo se edifica…
quisiera que todos
vosotros hablaseis en lenguas.
 
¿Qué estaba diciendo Pablo con
esas palabras?, esto lo explica muy bien George E. Gardiner en la primera parte
de este documento. Pablo de ninguna manera estaba elogiando a los miembros de
esa iglesia de Corinto, al contrario, les estaba censurando y educando. Pablo
les dijo que esos corintios no estaban utilizando correctamente el don de
lenguas, pues ellos no estaban hablando a los hombres, sino a Dios, y por tanto
nadie les entendía, por lo tanto, ese no era el propósito del don de lenguas,
que es un don del espíritu por medio del cual habla misterios, ¡esto no tiene
que ver absolutamente nada con el falso don de lenguas practicado por los
pentecostales!
Pablo dijo que el que hablaba en
lengua extraña, a sí mismo se edificaba, ¡y ese no era el propósito del
don de lenguas!, ya que este don de lenguas era para señal solamente a los
incrédulos, no a los creyentes
. ¡¡Los corintios estaban pervirtiendo el
propósito del don de lenguas!!. Pablo deseaba que todos esos cristianos de
Corinto hablaran en lenguas, obviamente el verdadero don de lenguas, como el
mencionado en Hechos 2, era para señal a los incrédulos, y no el falso don de
lenguas que hablan los pentecostales. Sería completamente ridículo y diabólico
que Pablo dijera que deseaba que todos los cristianos hablaran de esta manera:
“Raba sabada kilabata saja ribaaa siiiivavvvaaaa dadadada saba dababa
derrasahaabadibababa dadada…”  Los que profieren esa jerga carnal y estúpida
sencillamente han sido engañados por Satanás, y luego encima estos engreídos
santurrones se creen los cristianos más espirituales de todos por proferir esas
idioteces en sus cultos, afirmando que están llenos del espíritu santo. ¡Ya
recibirán lo que se merecen en el día del juicio!
 
8- Pablo dijo lo siguiente:
1Co 14:12  Así
también vosotros;  pues que anheláis dones espirituales, 

procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.
1Co 14:13 
Por lo cual,  el que habla en lengua extraña,  pida en oración poder
interpretarla.
1Co 14:14 
Porque si yo oro en lengua desconocida,  mi espíritu ora
pero mi entendimiento queda sin fruto.
1Co 14:15 
¿Qué,  pues?  Oraré con el espíritu,  pero oraré también con
el entendimiento;  cantaré con el espíritu,  pero cantaré también con el
entendimiento.
 
Observe bien, el apóstol Pablo
dijo bien claro que los dones espirituales son para la edificación de la
Iglesia
, ¡no para la edificación egoísta de uno mismo! Dios jamás
dio ningún don para la edificación de uno mismo, sino para la edificación de la
Iglesia. Si un don espiritual no edifica a otros cristianos, entonces no procede
de Dios
. La pregunta es ahora: ¿edifica a la Iglesia la jerga que los
pentecostales hablan en sus cultos y que ellos hacen pasar por el don de
lenguas?, ¡de ninguna manera!, esas expresiones carnales y estúpidas no edifican
a la Iglesia, al contrario, la dividen, la confunde y la ensucian. Nadie en su
sano juicio puede decir que estas expresiones edifican a la Iglesia: “Raba
sabada kilabata saja ribaaa siiiivavvvaaaa dadadada saba dababa
derrasahaabadibababa dadada…”  Solo un embustero engañado por Satanás puede
decir que eso edifica a los cristianos.
Fíjese bien, Pablo dijo a los
cristianos de Corinto que el que habla en lengua o idioma extraño, es decir, de
otros países, pida entonces poder interpretarla. Esto jamás ocurre en las
iglesias pentecostales o carismáticas, los que dicen hablar en lenguas jamás las
interpretan, sino que sencillamente profieren una estúpida y demencial jerga que
no sirve absolutamente para nada.
Pablo seguidamente menciona orar
en lengua desconocida, es decir, orar en otro idioma humano diferente, y que no
tiene que ver nada con el falso don de lenguas que practican los pentecostales.
Aquellos cristianos de Corinto que oraban en idiomas diferentes era su espíritu
quien oraba, pero su entendimiento quedaba sin fruto, es decir, ellos no
entendían lo que decían por la sencilla razón de que no había nadie en la
iglesia que interpretara esa lengua o idioma de otros países. Repito, esto no
tiene que ver nada con el falso don de lenguas que hablan los pentecostales.
 
9- Pablo dijo lo siguiente:
 
1Co 14:27  Si habla
alguno en lengua extraña,  sea esto por dos,  o a lo más tres,  y por turno;  y
uno interprete.
1Co 14:28  Y
si no hay intérprete,  calle en la iglesia
,  y hable para sí mismo y
para Dios.
 
Observe bien, pues eso que dijo
Pablo es todo lo contrario de lo que sucede en los cultos pentecostales.

Pablo dijo a los cristianos de
Corinto que si alguno hablaba en lengua extraña, es decir, en otro idioma, sea
esto por dos, o a lo más tres, y por turno, y OTRO INTERPRETE, y si no hay
interprete, que calle en la iglesia.
Ahora bien, en los
cultos pentecostales y carismáticos no hacen el mínimo caso de estas palabras de
Pablo. Si usted acude de visita a un culto pentecostal, lo que verá es que el
pastorcillo, la pastorcilla, o algunos de los miembros de esa secta se pondrán
en medio del culto a hablar como locos en esa jerga falsa y estúpida que hacen
pasar por el don de lenguas, ¡y nadie interpreta esas lenguas!, al
contrario, en lugar de callarse en la iglesia, tal como dijo Pablo, ellos siguen
profiriendo esas estupideces y babosadas que no edifican a nadie, sino solo el
ego de esos falsarios religiosos que se hacen pasar por ministros de Cristo.
 
10- Pablo dijo lo siguiente:
 
1Co 14:34 
vuestras mujeres callen en las congregaciones
;  porque no les es
permitido hablar,  sino que estén sujetas
,  como también la ley lo dice.
1Co 14:35  Y si
quieren aprender algo,  pregunten en casa a sus maridos;  porque es indecoroso
que una mujer hable en la congregación.
1Co 14:36  ¿Acaso
ha salido de vosotros la palabra de Dios,  o sólo a vosotros ha llegado?
1Co 14:37  Si
alguno se cree profeta,  o espiritual,  reconozca que

lo que os escribo son mandamientos del Señor.

 
Para terminar este libro veamos
lo que dijo Pablo en esas palabras.
Yo soy asiduo visitante de una
iglesia pentecostal de Madrid, solo acudo los domingos como observador,
obviamente, no como miembro, pues bien, resulta que además existir un
pastorcillo en esa secta pentecostal, ¡hay una pastora, su esposa!, la cual
habla y enseña en esa congregación! Esto es todo lo contrario de lo que dijo el
Señor por medio del apóstol Pablo. El apóstol fue bien claro: las mujeres
CALLEN EN LAS CONGREGACIONES
, sino que ha de estar sujetas al varón, sin
embargo, en las sectas pentecostales, como la que yo visito, es muy frecuente
ver a mujeres o “pastoras” enseñando en la congregación, y además enseñando
multitud de mentiras doctrinales e idioteces, algo completamente indecoroso y
condenable. Y para terminar, Pablo dijo que esas palabras que les escribió a la
iglesia de Corinto eran mandamientos del Señor, ¡era Palabra de
Dios!, sin embargo, en los cultos o sectas pentecostales y carismáticos no se
hace caso de esos mandamientos del Señor, no se guarda su palabra, sino que se
desprecia, como he demostrado en este documento.
En fin, para todos aquellos que
lean este documento y sean pentecostales o carismáticos, les digo que salgan
cuanto antes de ese tipo de sectas apóstatas controladas por el diablo,
y al mismo tiempo este documento servirá para que otros muchos que se sienten
atraídos por las iglesias pentecostales y carismáticas no se dejen engañar por
esos falsos ministros de Cristo que lo único que pretenden es vivir a cuerpo de
rey a costa del trabajo y del dinero que los miembros ignorantes de esas sectas
les dan.
 











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