viernes, 3 de febrero de 2017

Renacimiento sumerio - Wikipedia, la enciclopedia libre

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Renacimiento sumerio



El Renacimiento sumerio es un período de la historia de Mesopotamia que comprende los años entre la caída del Imperio acadio y el período de las dinastías amorritas de Isín y Larsa —ambos con gobiernos de origen semita—, entre los siglos XXII a. C. y XXI a. C. Dentro de esta etapa destacan los años de la llamada Tercera Dinastía de Ur o Ur III, por darse en estos una nueva hegemonía que abarcaría toda Mesopotamia, esta vez con la ciudad de Ur a la cabeza.



Índice

Sumeria sobrevive a la invasión Guti


Figura de Gudea, patesi o gobernador de Lagash, en el Museo del Louvre. La figura está realizada en diorita, un duro material que las ciudades importaban del valle del Indo, situado a unos 2.000 km al oriente de Mesopotamia.
Pese a la irrupción de los nómadas gutis, que provocaron continuos saqueos, arrasaron ciudades y campos, y dificultaron el comercio, el fin del Imperio Caldeo no trajo la decadencia, al menos en la zona sur de Mesopotamia.1 Las distintas ciudades se organizaron en pequeños reinos. La propia Agadé,
anterior capital imperial, mantuvo un pequeño Estado en los territorios
próximos a ella, el cual sobrevivió durante 30 años, hasta que fue
conquistado por los nómadas. Posteriormente, se supone una hegemonía de Uruk porque así se nombra en la lista Real Sumeria, pero aparte de los nombres de la lista no hay ningún dato más para afirmarlo o negarlo.


Lagash

De este período, la historia que mejor se conoce es la de Lagash: primero se conocen los nombres de los ensi, vasallos de los sargónidas de Acad: Kikuid contemporáneo de Rimush, Engilsa contemporáneo de Manishtushu, Ura contemporáneo de Naram-Sin y Lugalshumgal contemporáneo de Naram-Sin y Sharkalisharri.
Después, se sabe de una serie de gobernadores que podrían haber estado
subordinados a Uruk: Puzurmama, Urutu, Urmama, Lubau, Lugula y Kaku.
Tras ellos la ciudad consigue la hegemonía en la región, en la que se
denomina Segunda Dinastía de Lagash: Urbaba, Gudea,
Urningirsu, Pirigme, Urgar y Mammakhani; que representan una sucesión
familiar continuada (de padre a hijo o de suegro a yerno).2


Urbaba (2164 a. C. a 2144 a. C.) fue el primero de los monarcas que
ejerció la hegemonía; su hija Enanepeda fue nombrada sacerdotisa de la
diosa Nannar en Ur, lo que puede indicar que dominaba en esta ciudad. Durante el reinado de Gudea, consta el dominio de Lagash sobre Nippur, Adab, Uruk y Badtibira.


Pese a que durante su reinado, Lagash realizó una expedición de conquista sobre Elam, se considera que Gudea
fue un rey relativamente pacífico, más interesado en el comercio que en
la conquista. Así, en una inscripción se celebra que consiguió reabrir
el comercio «del mar superior al mar inferior» y se sabe que mantuvo contactos comerciales con las áreas madereras de las actuales Siria y Líbano; con Magan, en el actual Omán, y con el valle del Indo, de donde se obtuvo diorita, cobre y oro.1
Todos estos materiales se emplearon en la elaborada escultura
característica de este período, de la que destacan las numerosas figuras
del monarca. Estas esculturas estaban diseñadas especialmente para
decorar los templos, que vivieron importantes reconstrucciones durante
el reinado de Gudea. De estas construcciones destacan los templos de Ningirsu (cuyas ruinas se perdieron en las primeras excavaciones) y de Nanshe, el cual, según una inscripción, Gudea emprendió tras una aparición divina en sueños.1 La prosperidad continuó con los reyes Urningirsu y Pirigme.


Tercera dinastía de Ur

Durante el período posterior fue Uruk, con el reinado de Utu-hegal quien obtuvo una posición predominante. El nuevo monarca venció al jefe de los nómadas gutis, Tiriqan, que fue tomado prisionero, tras lo cual se nombró «rey de las cuatro regiones». Utu-hegal fue sucedido por Ur-nammu, el cual no se sabe si pertenecía a su dinastía o fue un usurpador. Se ha especulado que podría tratarse de su hermano.3 El nuevo rey se esforzó por hacer realidad el título que había heredado; atacó las ciudades vecinas y conquistó Nippur, Uruk, Larsa, Ur, Eridu y Lagash, cuyo rey Nammahni fue muerto.4
Tras esto, decidió trasladar la capital de su Estado desde Uruk a Ur,
fundando una nueva dinastía; la III dinastía de Ur. El motivo de este
traslado no está claro, aunque es posible que Ur-Nammu hubiese sido
gobernador de esta ciudad antes de recibir el trono de Uruk.3



Extensión del imperio de la Tercera Dinastía de Ur (el norte se ubica a la derecha).
  • Ur-nammu se dio a sí mismo el título de «rey de Sumer
    y de Acad», si bien no se conocen con precisión los límites de sus
    dominios. Se han encontrado inscripciones suyas en numerosas ciudades
    sumerias —Nippur, Lagash, Uruk, Larsa, Eridu y Ur— e incluso en curso
    alto del río Diyala,5
    pero ninguna en Acad, por lo que es posible que el título fuese más
    honorífico que real. Durante su reinado se realizaron reformas: se
    redactó el llamado código de Ur-nammu,
    se unificó la jurisprudencia, se fijó la equivalencia entre las
    diferentes monedas existentes, se abrieron canales y se reconstruyeron
    los templos.4
  • Su hijo y sucesor Shulgi,
    consolidó el reino durante sus 48 años de gobierno. Los primeros 23
    años de su reinado se centró en tareas administrativas: introdujo como
    medida de volumen el gur (200 litros), reconstruyó numerosos templos, reformó el ejército creando un cuerpo de arqueros y restauró la ciudad de Der,
    en los límites orientales del imperio. Fue en esta frontera donde
    Shulgi tendría que afrontar los primeros conflictos. Durante cuatro años
    se enfrentó a los pueblos seminómadas que habitaban los montes Zagros al sur del Zab inferior. Buscando el apoyo de Elam en el conflicto, Shulgi casó a su hija con el gobernador de Anshan.
    La diplomacia fracasó, y cuatro años después el imperio de Ur se
    enfrentó a Elam; venciendo tras dos años de guerra. Un nuevo período de
    nueve años de paz siguió al conflicto, pasado el cual todos los pueblos
    seminómadas de los Zagros formaron una coalición que atacó de nuevo al
    imperio.4
  • Fue el sucesor de Shulgi, Amar-Sin quien consiguió sofocar este nuevo conflicto. Entre sus actuaciones destacó la conquista y destrucción de Arbela —Urbilum en sumerio—,
    a orillas del Zab inferior. El resto de su reinado transcurrió de forma
    relativamente pacífica, si bien se incrementó la llegada de nómadas
    procedentes del desierto de Arabia, que se fueron asentando en la zona central de Mesopotamia, o Acad.6
  • Así, su sucesor Shusin (2036 a. C.-2028 a. C.) construyó un sistema de fortificaciones de 270 km, llamado muralla de los Martu, que debía detener las incursiones de los Martu o amorreos y de los tidnum (o Ttidanum), otra tribu semita nómada.
  • Ibbi-Sin, hermano Shusin
    de fue el último soberano de la dinastía. En la frontera occidental,
    los amorreos traspasaron las barreras cortando los caminos al comercio y
    arrasando las cosechas. Este destrozo provocó hambrunas en las ciudades centrales del imperio, produciéndose rebeliones y la rendición de muchas de ellas. En esta situación, Shusin dejó el mando de las regiones fronterizas a un funcionario llamado Ishbi-Erra, hasta entonces gobernador de Mari.6
    Tras una derrota del rey contra los elamitas, el mismo Ishbi-Erra se
    levantó contra el imperio, fundando una dinastía propia en Isín, al norte de Ur. En 2003 a. C. la propia Ur caía ante los nómadas de los Zagros, que arrasaron la ciudad, saqueando los templos y destruyendo las viviendas.4 6

Las dinastías amorritas

Isin


Isín y Babilonia durante la dinastía casitas, siglo XIII a. C.
El imperio de Ur no fue sucedido por otro Estado que abarcase toda
Mesopotamia, pese a lo cual, no parece que éste fuese un período de caos
ni destrucción social.7 Fue Ishbi-Erra,
con su reino centrado en Isin, quien consiguió el dominio de gran parte
de las ciudades sumerias, en una hegemonía parcial que duraría medio
siglo. En los primeros años de su reinado consiguió desarmar a las
bandas de bandidos nómadas que impedían el comercio con las regiones de
más al norte, tras lo cual se siguió un período de paz que se mantuvo
durante el reinado de sus sucesores.4


Larsa

Sin embargo, algunas ciudades sumerias no estaban controladas por la dinastía de Isín. A partir del reinado de Lipit-Ishtar, una de ellas empezó a destacar: era Larsa. El florecimiento de Larsa se hizo evidente hacia el 1930 a. C., cuando el rey Gungunum conquistó Elam y el valle del Diyala. Unos cinco años después, tras conquistar la ciudad de Ur, Gungunum se autonombró «rey de Sumeria y de Acad». Su sucesor Abisare prosiguió la expansión del reino, conquistando las ciudades acadias de Kish y Akusum así como Nippur. Ya en el siglo XIX a. C., el rey Bur-Sin de Isín trató de frenar el avance de Larsa conquistando Ur y Nippur,
pero su iniciativa debió fracasar ya que hacia mediados de siglo, Isín
había perdido todo territorio más allá de la propia ciudad.4


Babilonia

Durante esta primera dinastía de Larsa, una ciudad hasta entonces poco importante, Babilonia, fundó un principado en el territorio de Acad, más al norte, que incluía las ciudades de Sippar, Dilbat y Kazallu. En el sur, el control de Larsa tampoco era total y a finales del siglo XIX a. C., durante el reinado de Rim-Sin I, una coalición de ciudades se levantó contra su poder. Entre las ciudades rebeldes se encontraban Uruk, Isín y también Babilonia. Las dos primeras cayeron en 1803 a. C. y 1793 a. C. respectivamente. Un nuevo rey, Hammurabi,
llegó al trono de Babilonia mientras Rim-Sin se preparaba para la
conquista. El nuevo monarca no sólo impidió los planes de Rim-Sin, sino
que le venció totalmente, tras lo cual emprendería la conquista de
prácticamente la totalidad de Mesopotamia, formando el llamado Imperio paleobabilónico.8


Administración


Peso de referencia de media mina, una unidad de medida que equivalía a 248 gramos. Está firmado por el rey Shulgi y lleva el emblema del dios luna Nannar.
Durante el imperio de Ur se desarrolló una importante burocracia, tal
y como se muestra en los cientos de miles de tablillas que se han
encontrado que reflejan todo tipo de actividades: contratos,
contabilidad, salarios, horarios de trabajo, reservas de provisiones,
registro de los impuestos, etc.6
Este trabajo administrativo era llevado a cabo por funcionarios cuya
labor era supervisada por otros funcionarios de mayor rango como el aga-ush (policía), nu-banda (inspector) o mashkim (comisario).4
Para unificar los registros de las distintas regiones, se creó un
sistema de medidas estándar y se ideó un nuevo calendario que definía
cada año con algún suceso importante sucedido en él.6


El territorio estaba dividido en diferentes regiones a cuyo cargo había un gobernador militar o shagin y un gobernador civil o ensi.
Las atribuciones de cada uno variaban según las distintas
circunscripciones pero en general, el ensi se dedicaba a tareas como la
justicia, las ofrendas de los templos y el pago de los salarios. En
algunas regiones fronterizas el shagin se encargaba también de tareas
agrícolas y de las infraestructuras de riego.4


Otra parte importante de la administración del Estado fue el sistema de correo, que contaba con un completo sistema de postas y de caminos. Las mercancías eran transportadas por los sukkal, que estaban considerados funcionarios de alto nivel y trabajaban bajo el mando de un sukkalmah, jefe de correo.4


Economía


Regiones productoras de metales utilizados en Mesopotamia.
Pese a que la región carecía de yacimientos de metales propios, fueron
sus habitantes los que, mediante el comercio, controlaron este bien.9
Al igual que la administración, la economía en el período de Ur
estaba fuertemente centralizada. La producción agrícola estaba en gran
parte controlada por el Estado, que reservaba una parte importante de la
producción al mantenimiento de los templos. Otra parte de esta
manutención corría a cargo de las ciudades. Para organizar todas las
ofrendas, Shulgi ordenó la construcción de un gran depósito en Drehem, cerca de Nippur.4


Entre las actividades industriales y manufactureras destacaba la producción textil, que era llevada a cabo principalmente por mujeres.6 En general, los artesanos pertenecían a la clase de los eren, formada en gran parte por esclavos de guerra. En el período de Ur, gran parte de estos esclavos eran de procedencia elamita, dadas las numerosas guerras vividas entre ese pueblo y los sumerios. Pese a que los eren tenían menos libertad jurídica que otras clases, su situación podía mejorar según cuales fuesen sus habilidades.4


Entre las actividades comerciales destacaba la importación de metales, a la que se sumaba el comercio de marfil, piedras preciosas y maderas. Gran parte de estos materiales provenían de la ruta del golfo Pérsico, con origen en Magan (en el actual Omán) y el valle del Indo. El cobre también se obtenía de la península de Anatolia y la plata provenía del Elam.


El método de intercambio seguía basándose principalmente en el trueque, en el que Mesopotamia aportaba bienes como telas, lana o dátiles. Sin embargo en este período también comienza a popularizarse el uso del dinero.4


Sociedad

Durante el período de Ur III, a las distinciones sociales basadas en los derechos legales del ciudadano, que distinguían entre esclavos
y hombres libres, se reafirmó una nueva división según el estatus
económico de cada individuo. Así, entre los hombres libres se
distinguían entre los mashda o posteriormente mushkenum y los dirigentes de la sociedad, mientras que la clase inferior no era específicamente la de los esclavos si no la de los eren,
formada por todo tipo de trabajadores que compartían su baja capacidad
económica. Los eren podían ser o no esclavos, pero igualmente carecían
de muchos derechos, como la libertad de desplazarse sin permiso de su
supervisor.4


La esclavitud, sin embargo, no iba asociada necesariamente a una
forma de vida humilde, ya que dentro de los esclavos se distinguían a su
vez varios tipos. Los ir o geme se dedicaban al trabajo
doméstico y de servicio, y su labor no era generalmente más pesada que
la de los ciudadanos con mayores derechos jurídicos. Parte de los
miembros de esta clase provenían de familias pobres, habiendo sido
entregados por sus padres para asegurarles una mejor situación
económica.4


Sin embargo otro grupo de esclavos, denominados namra, sufrían una situación más precaria. Los namra eran generalmente prisioneros de guerra, y pertenecían en su totalidad a la clase de los eren.
Las tareas que realizaban, generalmente más pesadas que las de otros
grupos, incluían la construcción de infraestructuras o incluso tareas
militares.4


Referencias


  • Garelli, Paul (1974). «Akkad». El Próximo Oriente asiático. Barcelona: Labor. ISBN 84-335-9310-2.

    1. Margueron, Jean-Claude (2002). «El impulso del dominio del fuego y sus aplicaciones». Los mesopotámicos. Fuenlabrada: Cátedra. ISBN 84-376-1477-5.

    Enlaces externos




    Predecesor:

    Imperio acadio
    Historia de Mesopotamia
    Renacimiento sumerio

    2150 a. C.2004 a. C.



    Sucesor:

    Imperio Paleobabilónico o Amorreo

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  • Garelli, Paul (1974). «Sumer». El Próximo Oriente asiático. Barcelona: Labor. ISBN 84-335-9310-2.


  • Leick, Gwendolyn (2002). «Akkad». Mesopotamia: la invención de la ciudad. Barcelona: Rubí. ISBN 84-493-1275-2.


  • Garelli, Paul (1974). «El Imperio de Ur y su herencia». El Próximo Oriente asiático. Barcelona: Labor. ISBN 84-335-9310-2.


  • Margueron, Jean-Claude (2002). «El renacimiento sumerio de la III dinastía de Ur». Los mesopotámicos. Fuenlabrada: Cátedra. ISBN 84-376-1477-5.


  • Leick, Gwendolyn (2002). «Ur». Mesopotamia: la invención de la ciudad. Barcelona: Rubí. ISBN 84-493-1275-2.


  • Margueron, Jean-Claude (2002). «Las época de las dinastías amorritas». Los mesopotámicos. Fuenlabrada: Cátedra. ISBN 84-376-1477-5.


  • Garelli, Paul (1974). «En busca de la unidad». El Próximo Oriente asiático. Barcelona: Labor. ISBN 84-335-9310-2.


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