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IGLESIA DE SAN PEDRO DE LOS FRANCOS (CALATAYUD) |
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La iglesia se encuentra actualmente prácticamente rodeada de edificaciones anexas por lo que únicamente es visible el hastial con la portada principal, junto a la torre, que abre a la calle de la Rúa. Se trata de un templo de tres naves que terminan en otros tantos ábsides en la cabecera. 1  2  3  Durante la Edad Media el templo sirvió, junto con el de San Andrés, como lugar de reunión del Concejo de la ciudad hasta que se construyó la primera casa consistorial en el siglo XVI. También se sabe que en su portada se celebraban reuniones para administrar justicia. En esta iglesia se reunieron en varias ocasiones las Cortes aragonesas. A finales del siglo XIV el rey Martín el Humano reunió al Concejo de Calatayud y a los procuradores de las aldeas de su Comunidad para poner término a las diferencias existentes entre las mismas, que en algunos casos llegaron hasta el enfrentamiento armado. 4  5  La más conocida de estas asambleas fue la que en 1411 congregó a representantes de los tres reinos para resolver la cuestión sucesoria planteada por la muerte de Martín el Humano sin descendencia, cuestión sucesoria que se resolvería más tarde en el conocido como Compromiso de Caspe. En 1461 Juan II había convocado cortes en este templo, y al conocer la noticia de la muerte del Príncipe de Viana fue jurado heredero de la Corona el príncipe Don Fernando el día 11 de octubre de este año.  El 29 de septiembre de 1874 fue vendida como consecuencia de la Desamortización por la cantidad de “cuatro mil duros”. Con la restauración de la Monarquía y el cambio de política se abrió de nuevo al culto al año siguiente. A partir de 1979 se inicia la restauración del templo cuyas obras se alargaron hasta prácticamente nuestros días. 7  8  Lo único mudéjar e interesante de la construcción es el triple ábside de la cabecera que solamente es visible al exterior de forma parcial desde el acceso posterior a la iglesia por la calle Bodeguilla o desde las ventanas de las casas de esta misma calle que miran hacia la iglesia. Los tres ábsides son poligonales de cinco lados que se solapan en algunos casos. El central es más alto que los laterales y las aristas de los tres se refuerzan con gruesos contrafuertes de ladrillo que no alcanzan toda la altura de los muros, algo inusual en el mudéjar aragonés. Su base, al igual que la de los ábsides, es de sillería.  También es visible el muro del primer tramo y parte del segundo del lado del Evangelio del templo con un potente contrafuerte en la separación entre ambos. En el primer tramo abre una ventana en arco apuntado con arquivolta abocelada. 10  11  12  |
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