domingo, 5 de febrero de 2017

Quinta Berajá de la Amidá: ayúdame a volver

Quinta Berajá de la Amidá: ayúdame a volver


Nathan Shteremberg, Presidente. May Samra, Directora.
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Quinta Berajá de la Amidá: ayúdame a volver

השיבנו אבינו לתורתך,

וקרבנו מלכנו לעבודתך,

והחזירנו בתשובה שלמה לפניך.

ברוך אתה ה’, הרוצה בתשובה.
“Tráenos de vuelta, nuestro Padre, a tu Torá; acércanos, nuestro Rey, a Tu servicio;


Y haznos regresar a Ti, en un arrepentimiento completo.


Bendito eres Tú, HaShem, que “deseas” [nuestro] arrepentimiento.”





RAB YOSEF BITTON


Estamos en la sección llamada en hebreo, baqashot (pedidos). Aquí
pedimos que HaShem nos conceda nuestras solicitudes. En la bendición
anterior solicitamos sabiduría. Pero ¿qué estamos pidiendo en esta
singular berajá que trata acerca del arrepentimiento? ¿Qué esperamos que
HaShem haga aquí por nosotros? Al fin y al cabo, si de arrepentimiento
se trata, es algo que tenemos que hacer nosotros mismos.


1. Veamos en primer lugar el orden de esta bendición.
¿Hay alguna conexión entre esta Berajá y la bendición anterior, donde
pedimos a Dios que nos conceda sabiduría? Los Rabinos definen el pecado
como una insania temporal…אין אדם בא לידי חטא, “una persona no pecaría, a
menos que esté poseída por un espíritu [temporal] de demencia”. Pecar,
desobedecer a Dios, no es algo lógico, no es una decisión inteligente.
Todo lo contrario. Sólo somos capaces de desobedecer a Dios cuando
estamos psicológicamente “poseídos” por la ambición, el enojo, la
lujuria, la pasión, etc. En estos escenarios nuestra mente se nubla y
perdemos el sentido común. La sabiduría y la inteligencia que pedimos en
la Berajá anterior es la mejor garantía para evitar el desenfreno. Los
animales se dejan llevar por sus instintos, pero los seres humanos
debemos dominarlos con nuestra inteligencia. En la bendición anterior
hemos solicitado sabiduría. En esta bendición nos damos cuenta que
cuanto menos sabiduría tenemos, más expuestos quedamos a la
transgresión, y viceversa.


2. “Tráenos de vuelta, nuestro Padre, a tu Torá; acércanos, nuestro Rey, a Tu servicio”.

Ahora bien, una vez que reconocemos nuestras malas acciones y nos
arrepentimos, queremos reparar nuestro error. Pero la transgresión que
cometimos dejó secuelas. Afectó nada menos que nuestra relación con
Dios. Este vínculo se desarrolla en dos planos diferentes: En primer
lugar, HaShem es nuestro Creador, nos dio la vida. Es nuestro “Padre”.
En segundo lugar, Él nos dio leyes y nosotros somos Sus súbditos. HaShem
es también nuestro Rey. Al violar Sus mandamientos hemos fracturado
nuestra relación con nuestro Padre y con nuestro Rey. Es por eso que en
esta Berajá apelamos a HaShem como Padre y Rey. Algo más: El camino de
regreso a HaShem comienza por volver a la observancia de Su Torá. El
servir a HaShem consiste en aplicar en nuestras vidas y no desviarnos de
lo que aprendimos en la Tora. Es por eso que primero mencionamos volver
a estudiar Tora, lo que nos llevará a servir a HaShem.


3. “Y haznos regresar a Ti”

Cuando decimos: “Haznos regresar a Ti” no queremos decir literalmente
que esperamos que Dios “nos haga arrepentir” mientras nosotros
permanecemos pasivos. A nosotros, los seres humanos, nos fue concedida
la libertad de elección, y somos completamente responsables por nuestras
acciones morales. Aquí, lo que estamos solicitando a HaShem es Su ayuda
y Su inspiración para regresar a Él y a Su Torá. Nos animamos a pedir
Su ayuda porque los Sabios nos enseñaron הבא להיטהר מסייעין אותו, cuando
un Yehudí quiere purificarse, arrepentirse de sus transgresiones,
HaShem lo ayuda, lo asiste para que su camino de regreso sea más fácil y
que encuentre la menor cantidad posible de desafíos morales (נסיונות)
en él.


4. Baruj Atá HaShem, haRotsé bitshubá. “Bendito eres tú, HaShem, que deseas (nuestro) arrepentimiento.”

Afirmamos ahora que HaShem “quiere” que volvamos a Él, “desea” que
reparemos nuestro vínculo. Y dado que esta relación es “personal”, no se
puede reparar automáticamente por nuestra decisión unilateral de
arrepentirnos. Como en toda otra relación, también aquí es necesario que
la otra parte, en este caso HaShem, acepte nuestras disculpas. ¿Cómo
sabemos que HaShem aceptará nuestro descargo? Uno de los principios más
importantes del judaísmo es saber que HaShem nos quiere como un padre
ama a sus hijos. No hay deseo más grande para un padre que sentir que
sus hijos están cerca de él. Como un buen padre, HaShem no se complace
en castigar a Sus hijos cuando se portan mal כי לא תחפוץ במות המת, כי אם
בשובו מדרכו וחיה. Todo lo que Él quiere de nosotros, Sus hijos, es que
regresemos al sendero correcto, “por nuestro propio bien”. Por eso,
sabiendo que Él también quiere nuestra cercanía, nos atrevemos a pedirle
que nos ayude a encontrar nuestro camino de regreso. HaShem “desea”
nuestro arrepentimiento porque nos quiere, y porque quiere nuestro bien.








Fuente:halaja.org



1 Comment


  1. Lupita Salazar
    Amo mucho a los judíos!

    Me enriquecen sus escrituras, sus costumbres, son el pueblo escogido por Dios de entre todas las naciones.

    Nuestro Rey los bendiga, haga resplandecer su Rostro sobre sus cabezas,
    los guarde y les dé paz en todos los paises donde se encuentren .


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