domingo, 5 de febrero de 2017

Jázaros, jazaritos y jazaradas... - Enlace Judío México

Jázaros, jazaritos y jazaradas... - Enlace Judío México


Nathan Shteremberg, Presidente. May Samra, Directora.
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Jázaros, jazaritos y jazaradas…

jazaro


IRVING GATELL PARA ENLACE JUDÍO


Ahí vamos de nuevo a explicar el mito de Jazaria. Verdaderamente, es
increíble hasta dónde está dispuesta cierta gente a llegar en sus
creencias con tal de defender sus posturas viscerales. Vamos al punto:
muchos de los detractores del Estado de Israel, entre otras cosas, dicen
que es un Estado ilegítimo porque su población no es originaria de
allí. La base de esta idea es la suposición (aunque ellos la dan como un
hecho pretendidamente comprobado) de que los judíos de Europa del Este
son, en realidad, descendientes de un antiguo pueblo en parte eslavo, en
parte turco, conocido como los Jázaros, que en el siglo VIII se
convirtieron masivamente al Judaísmo, y en el siglo X lo sustituyeron.


Cualquiera que sepa un poco de historia puede ver a simple vista que
semejante creencia es irracional. Pero revisemos los datos sólo por el
placer de volver a comentar algo que, en otras circunstancias, sería un
síntoma de una creatividad alucinante bastante simpática.


  • El argumento de los “judíos jázaros” está íntimamente ligado al antisemitismo moderno.
Se supone que los judíos son Jázaros desde el siglo X (o al revés;
como usted guste, amable lector). Bien: ¿por qué no existe NINGÚN
registro documental que hable del asunto? ¿Por qué NINGÚN rabino
sefaradí -por ejemplo- se quejó de que “en el norte de Europa una tribu
eslava está empezando a sustituir a nuestros hermanos judíos…” o algo
semejante? ¿Por qué NADIE absolutamente habló del tema?


Una sustitución completa de una población, con todas las afectaciones
obvias al lenguaje, las tradiciones, la identidad, la comida, la
religión, no puede pasar desapercibida. Entonces, el hecho de que entre
el siglo X y el siglo XIX (900 años, querido lector, una cifra nada
despreciable) NADIE haya hablado del asunto de una sustitución, nos deja
con dos alternativas: o bien ni los judíos sefarditas, ni el clero
católico, ni el clero protestante, eran capaces de distinguir a un
eslavo de un judío, o bien el asunto de la sustitución es un cuento.


El primer autor en proponer (y recalco: proponer) que los judíos
ashkenazíes serían (y recalco: serían) una población mixta, hebrea y
eslava, fue Ernest Renan en 1882 en su libro “El Judaísmo como religión y
como raza”. Luego, sus ideas fueron retomadas por Lothrop Stoddard (uno
de los principales teóricos del racismo) que en 1926 escribió un texto
en donde propuso, por primera vez, que el origen de los judíos de Europa
del Este sería mayoritariamente Jázaro.


Está sobradamente claro que esta creencia surgió apenas con la
modernidad, y se asentó en un contexto ideológico europeo abiertamente
proclive al antisemitismo.


Sin embargo, los adherentes a esta creencia (la mayoría de ellos
abiertamente proclives al antisemitismo) apelan a que un autor judío
validó esta teoría: Arthur Koestler.


  • Un caso patético
Arthur Koestler (1905-1983) fue, básicamente, un novelista con una
vida trágica. Comunista y luego anti-comunista, sionista y luego
anti-sionista, religioso y luego ateo, vivió siempre afectado por serios
desequilibrios emocionales, y acabó por suicidarse.


Koestler fue el primer judío con cierta reputación en el mundo de las
letras en afirmar que los Ashkenazíes eran, en realidad, Jázaros, pero
sus investigaciones fueron rápidamente desacreditadas por otros
especialistas, señalando que Koestler tenía una facilidad sorprendente
para confundirse. El mejor ejemplo es el hecho de que Koestler se basó,
principalmente, en el libro “Historia de los Judíos Jázaros”, de Douglas
Morton Dunlop (1909-1987), uno de los más destacados orientalistas de
Oxford. Curiosamente, en ese libro el propio Dunlop explica que la
evidencia para vincular al Judaísmo Ashkenazí con los Jázaros está
sustentada en evidencia muy frágil, y semejante idea no merece ser
considerada más que una presunción.


Peor aún: el propio Koestler admitió que había elaborado su libro “La
Treceava Tribu” para intentar deslindar a los judíos del clásico
antisemitismo europeo, al tratar de convencer al lector que los judíos
modernos no podían ser responsabilizados por la muerte de Jesús (el
famoso mito del “deicidio”) por ser… jázaros.


Que alguien como Koestler haya escrito el tipo de libros que escribió
-más llenos de fantasía y visceralidad nada asertiva que de información
objetiva y demostrable- no es extraño (vamos, no sería el único
escritor patético en la historia). Pero que los adherentes al asunto
Jázaro suelan citarlo como “un especialista judío que reconoció el
origen jázaro de su pueblo”, no tiene precio. Y, claro, tampoco tienen
mejores fuentes documentales.


  • Los Jázaros
Y a todo esto, ¿qué es lo que sabemos de los Jázaros? Sabemos que
fueron un reino establecido en la zona norte del Caúcaso, principalmente
alrededor de la Península de Crimea. Sabemos también que se
desarrollaron durante el primer milenio de la Era Común, y llegaron a
ser una fuerte potencia militar que mantuvo a raya las invasiones
islámicas, pero que también combatió con éxito en muchos momentos al
Imperio Bizantino. Finalmente, sabemos que en el siglo X su sistema
político colapsó y el reino fue destruido.


Hasta donde se ha podido comprobar, su población no fue étnicamente
homogénea, y estuvo compuesta tanto por eslavos -muy emparentados con
los actuales búlgaros- como por grupos muy cercanos a los turcos.


De su religión no hay gran cosa: sabemos que originalmente adoraban
al dios Tengri, pero según las crónicas de la época, optaron por cambiar
de religión. El problema es que no sabemos a ciencia cierta a qué
religión se cambiaron. Hay crónicas cristianas que dicen que se hicieron
cristianos; hay crónicas musulmanas que dicen que se convirtieron al
Islam; finalmente, hay una crónica judía que dice que el gobernante se
convirtió al Judaísmo. Lo que sí es cierto es que, hasta el final de su
existencia como reino, Jazaria fue un lugar muy tolerante en materia
religiosa, y prueba de ello es el hecho de que el rey tuviera dos
consejeros judíos, dos musulmanes, dos cristianos y uno pagano.


Se supone que a mediados del siglo VIII hubo una conversión al
Judaísmo, pero HASTA DONDE LAS INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS HAN PODIDO
DEMOSTRAR dicha conversión sólo incluyó a la aristocracia. NO EXISTE
EVIDENCIA alguna que nos haga suponer que hubo una conversión masiva de
la población. Incluso, en los estudios más extensos que se han hecho
sobre Jazaria, el tema de la supuesta conversión al Judaísmo siempre es
tocado de manera colateral. En realidad, resulta irrelevante para los
estudios Jázaros.


Con el colapso del Reino Jázaro, la población se dispersó en las
zonas aledañas, y en ese punto es donde se supone que los que habían
tomado la religión judía se dirigieron desde Crimea hacia Ucrania, y
luego a Rusia y Polonia, fundando de ese modo el Judaísmo en Europa del
Este, considerado el mayoritario hasta la fecha y el que fundó el Estado
de Israel en 1948.


Hay tres argumentos que refutan esta suposición. El primero, el puro
sentido común. El segundo, de manera bastante contundente, las
investigaciones genéticas modernas. Y el tercero, de manera
definitivamente irrefutable, el lingüístico.


  • Un poco de sentido común nos dice que…
El Judaísmo Ashkenazí no se inventó de la noche a la mañana. Fue un
proceso que tomó siglos enteros, y en los cuales se vieron involucradas
muchas migraciones de judíos que, desde Italia, atravezaron los Alpes y
se establecieron en Europa del Norte, principalmente lo que hoy es
Alemania (de hecho, el nombre hebreo para Alemania es Ashkenaz;
“Judaísmo Ashkenazí” equivale, en su contexto inicial, a “Judaísmo
Alemán”).


Ya en las etapas finales del Imperio Romano, hacia el año 300, había
grandes poblaciones judías alrededor de Colonia (Köln) y de París. Esta
fue la base para la consolidación de un Judaísmo con características
locales (noreuropeas). Hacia el siglo X, cuando se supone que los
Jázaros “fundaron” el Judaísmo Ashkenazí, en realidad existían
comunidades judías desde Francia hasta Rusia, por lo que hablar de una
sustitución resulta absurdo. Semejante proceso social, cultural,
demográfico y hasta religioso no hubiera pasado desapercibido para la
gente de alrededor (judíos y cristianos por igual), y el puro hecho de
que NO EXISTA ninguna fuente documental que hable de algo semejante, es
suficiente prueba para desacreditar el resto de la teoría.


Pero sigamos, que hay mejores argumentos.


  • Las investigaciones genéticas
El estudio del cromosoma Y -heredado de varón a varón- de las
poblaciones nos permite reconstruir los flujos migratorios de la
humanidad, ya que contiene una cápsula de información genética conocida
como Haplogrupo, que permanece intacta sin importar cuántos siglos
pasen. Me refiero a esto: si un vikingo llegó hace mil años a donde
vivían mis ancestros y se le ocurrió casarse con una de mis ancestras y
yo soy descendiente directo, por la línea paterna, de ese vikingo, mi
información genética va a demostrar que, de uno u otro modo, llegaron
vikingos al lugar donde vivían mis ancestros.


Todas las investigaciones relacionadas con el tema del Haplogrupo en
las comunidades Ashkenazíes -las más destacadas son las de Michael
Hammer (2000), Ariella Oppenheim (2000 y 2001), la University College
London (2002), Doron Behar (2008) y Steven Bray (2010)- han demostrado
inequívocamente que la abrumadora mayoría de los Judíos Ashkenazíes
-franceses, ingleses, alemanes, polacos, rusos, ucranianos, lo que
gusten- comparten el mismo Haplogrupo que los judíos sefarditas,
marroquíes y persas, y si se rastrean cápsulas más antiguas, la misma
marca que el resto de los grupos semíticos (principalmente árabes).


Otra línea de estudio son las enfermedades congénitas, toda vez que
dos grupos que comparten varias de ellas es porque están genéticamente
emparentados. En este caso, se ha logrado establecer que muchas
enfermedades propias de los semitas (árabes y judíos por igual) son
perfectamente compartidas por los Ashkenazíes. Por ejemplo,  la mutación
185delAG, relacionada con el cáncer de seno, es característica de
Ashkenazíes y Judíos Marroquíes; otra mutación causante de la llamada
Factor XI Deficiency es compartida por Ashkenazíes y Judíos Iraquíes; la
llamada Fiebre Mediterránea Familiar es compartida por Ashkenazíes,
Iraquíes, Druzos, Armenios, Norafricanos, Sefarditas, Árabes y Turcos;
la mutación DFNB1, causante de sordera, es compartida por Ashkenazíes y
Palestinos; la mutación G2019S, relacionada con el Mal de Parkinson, es
compartida por Ashkenazíes y Árabes; la mutación I1307K, que causa
cáncer de colon, es compartida por Ashkenazíes, Sefarditas y Árabes.


Aquí no hay vuelta de hoja: todas estas características señalan un origen genético común, científicamente comprobado.


  • La cuestión lingüística
Hace tiempo leía en un artículo típicamente antisemita que “los
Jázaros fueron los que originaron el Judaísmo de habla Yiddish…”. Me
sorprende, pero todo parece indicar que el autor nunca estuvo conciente
de que escribió una impresionante necedad.


Veámoslo de este modo: los Jázaros eran, básicamente, eslavos y
turcos. Hablaban, por lo tanto, dialectos eslavos y turcos. Los que
supuestamente fundaron el Judaísmo Ashkenazí fueron del bando eslavo,
muy emparentados con los búlgaros. Hablaban, por lo tanto, algo parecido
al búlgaro. ¿Me quieren explicar, entonces, por qué fundaron un
Judaísmo de HABLA GERMÁNICA?


Vamos, porque el Yiddish es una lengua germánica, tanto que un alemán lo puede entender moderadamente bien (y viceversa).


Carece de cualquier sentido: ¿qué carambas tuvo que suceder para que
un grupo eslavo abandonara su territorio eslavo (Crimea), se
estableciera en otro territorio eslavo (Ucrania, Rusia, Polonia) pero
desarrollara TODA UNA CULTURA cuyo vehículo de comunicación HASTA EL DÍA
DE HOY es un idioma GERMÁNICO?


Nada. No tuvo que pasar nada. Es, simplemente, imposible. Si los
Judíos Ashkenazíes (entiéndase en su contexto antiguo: Judíos Alemanes)
hablan en un idioma germánico, es porque vienen de… Germania. Luego
entonces, la simple evidencia lingüística DEMUESTRA que aún los Judíos
Ashkenazíes de Europa del Este son descendientes de las comunidades que,
entre los siglos III y X estuvieron asentadas en lo que hoy es
Alemania. Y eso nos obliga a descartar a los Jázaros.


Siendo lo más objetivos posibles, se tiene que aceptar que la
migración judía que originó a las comunidades de Europa del Este vino,
en parte, de judíos netamente israelitas que se habían establecido
primeramente en Alemania, pero también en parte de judíos netamente
jázaros (conversos) que huyeron de Crimea cuando se colapso Jazaria. El
punto es saber cuál grupo fue el mayoritario y, en consecuencia, asimiló
al otro.


El lenguaje resuelve la pregunta: si el grupo resultante de esa
fusión siguió hablando durante el siguiente milenio en algo parecido al
alemán, es porque el grupo mayoritario fue, desde un principio, el de
origen alemán, no el de origen eslavo. De hecho, los eslavismos en el
Yiddish son mínimos, y de todos modos se pueden explicar por el simple
hecho de que la cultura Yiddish no floreció en Alemania, sino en países
eslavos. Pero el hecho de que el Judaísmo Ashkenazí de Europa del Este
no floreciera expresándose en un idioma eslavo, demuestra que no fue
generado por eslavos huyendo de un país eslavo y estableciéndose en
otros países eslavos. Se necesita ser un absoluto ignorante para creer
semejante absurdo.


Hay más respecto al tema lingüístico: los judíos somos LOS ÚNICOS en
toda la historia que hemos hablado y escrito en hebreo. Aunque este
idioma se dejó de usar coloquialmente desde el siglo VI AEC y quedó
limitado, básicamente, al uso litúrgico-sinagogal y como idioma obligado
para la elaboración de textos religiosos, es obvio que la intrusión de
un grupo predominantemente eslavo habría generado una digresión en la
evolución lingüística, que sería fácilmente detectable por los
especialistas.


Es a lo que me refería previamente al decir que no se puede sustituir
a un grupo de la noche a la mañana, ni de un siglo a otro: algo tan
estrambótico dejaría múltiples huellas, y el terreno en donde estas
serían más evidentes sería en el lingüístico.


Y aquí el ejemplo es fácil de poner: ya sabemos que el hebreo
ashkenazí se pronuncia de un modo “extraño” (ustede debe conocer las
cinco vocales: A, E, I, OY y U). ¿Por qué? Porque está influenciado por
un idioma GERMÁNICO: el Yiddish. Si hubiese existido una intromisión
eslava, la influencia debería ser eslava. Tan simple como eso.


En cambio, el uso del idioma hebreo entre los Ashkenazíes -yekes,
polacos, litviks, galitzianos, lo que quieran-, y sobre todo el uso de
los idiomas alternos (alemán, polaco, ruso, pero sobre todo Yiddish)
evidencia una evolución lingüística normal si tomamos en cuenta las
múltiples migraciones que estas comunidades sufrieron. En ningún momento
aparece la huella de una sustitución masiva de la población.


¿A qué tipo de “huella” me refiero? Pongo otro ejemplo: hay un
proceso de dos siglos -nótese lo extenso- en el que todas las culturas
del Mediterráneo fueron invadidas por una identidad cultural y, por lo
tanto, lingüística, proveniente del extranjero: Roma. Los romanos
hablaban latín, y en su calidad de gobernantes, impusieron el latín en
sus colonias. ¿Qué fue lo que sucedió en sus conquistas occidentales?
Que el latín se fusionó con las hablas locales, y así surgieron las
Lenguas Romances. Ese es un claro ejemplo de cómo un proceso de
conquistas que abarca los siglos I AEC y I EC repercuten, afectan y
transforman la evolución lingüística que, hasta antes de eso, se vivía
en los lugares conquistados.


O veamos lo que sucede con el español entre los hispanos en los
Estados Unidos: cuando un hispano se tiene que asimilar a un entorno
angloparlante, irremediablemente se acostumbra a hablar en inglés, y lo
más seguro es que sus hijos y nietos ni siquiera aprendan a hablar
español. En cambio, si encontramos a un hispano en algún barrio de Los
Ángeles, pero hablando en “spanglish”, se hace evidente que se
desenvuelve en un medio donde los angloparlantes son minoría, y por eso
allí se ha desarrollado una variante del español que ya no puede ser
identificada como español.


Entonces, si los judíos establecidos en Alemania hablaban Yiddish, y
se llevaron el Yiddish a Europa del Este, al ser supuestamente
asimilados por una abrumadora multitud de Jázaros, el Yiddish debía
haberse transformado. En realidad, desaparecido.


Pero no. Sobrevivió, y con bastante buena salud, al punto de que pudo
soportar el embate del Holocausto. Eso sólo puede ser entendido de una
manera: el grupo de judíos alemanes fue mayor, abrumadoramente mayor, al
de judíos jázaros. Por eso, los posibles judíos jázaros se asimilaron a
la cultura Yiddish.


Conclusiones

El mito de un Judaísmo Jázaro es un típico mito xenófobo surgido en
las postrimerías del siglo XIX, y consolidado con el auge de las teorías
racistas del siglo XX. Por eso, ha sido usado sistemáticamente por los
grupos o autores rabiosamente anti-israelíes, toda vez que es una idea
de connotaciones estrictamente políticas.


Carece de cualquier sustento en la realidad.


Hace poco leí un comentario aquí, en Enlace Judío, en donde un
comentarista rabiosamente anti-israelí decía que el Dr. Alfredo Jalife
“ha demostrado con sus investigaciones” el origen Jázaro de los judíos
Ashkenazíes.


Vamos, hasta resultó chistoso. Quisiera ver esas “investigaciones” y
qué opinan los mejores especialistas al respecto. Honestamente, para
creerse semejante cosa se necesita ser muy, muy ignorante, o ser un
palero del Dr. Jalife (que tiene muchos). O ser el Dr. Jalife usando un
pseudónimo.


Total, si se trata de ser creativos, con tal de defenestrar al Estado de Israel, hay mucha gente que por creatividad no para.


Una reflexión final: cuando he debatido estos temas con los rabiosos
anti-israelíes, al final siempre aciertan a decirme que “todo eso de las
investigaciones y bla bla bla es propaganda sionista…”.


Y listo: discusión acabada, y juran que la ganaron ellos.


Querido lector, esa tontería es tan antigua, que hasta nombre en
latín tiene: se llama “Falacia Ad Hominem”, y consiste en que en vez de
presentar argumentos, se descalifica al oponente por la razón que sea.


En este caso, por ser sionista. Así pues, espero que cualquiera que
quiera refutar mi texto (alguno de los paleros o pseudónimos del Dr.
Jalife, por ejemplo), lo haga con argumentos precisos. Y los pido en el
tema capital de la controversia: el lingüístico.


Que me expliquen cómo carambas un grupo de eslavos que huían de una
catástrofe hacia otros países eslavos, acabaron por desarrollar una de
las más bellas lenguas germánicas que hayan existido.


Irving Gatell

Nace en 1970 en la Ciudad de México y realiza
estudios profesionales en Música y Teología.
Como músico se ha desempeñado principalmente como profesor,
conferencista y arreglista. Su labor docente la ha desarrollado para el
Instituto Nacional de Bellas Artes (profesor de Contrapunto e Historia
de la Música), y como conferencista se ha presentado en el Palacio de
Bellas Artes (salas Manuel M. Ponce y Adamo Boari), Sala Silvestre
Revueltas (Conjunto Cultural Ollin Yolliztli), Sala Nezahualcóyotl
(UNAM), Centro Nacional de las Artes (Sala Blas Galindo), así como para
diversas instituciones privadas en espacios como el Salón Constelaciones
del Hotel Nikko, o la Hacienda de los Morales.
Sus arreglos sinfónicos y sinfónico-corales se han interpretado en el
Palacio de Bellas Artes (Sala Principal), Sala Nezahualcóyotl, Sala
Ollin Yolliztli, Sala Blas Galindo (Centro Nacional de las Artes), Aula
Magna (idem).
Actualmente imparte charlas didácticas para la Orquesta Sinfónica
Nacional antes de los conciertos dominicales en el Palacio de Bellas
Artes, y es pianista titular de la Comunidad Bet El de México, sinagoga
perteneciente al Movimiento Masortí (Conservador).
Ha dictado charlas, talleres y seminarios sobre Historia de la Religión
en el Instituto Cultural México Israel y la Sinagoga Histórica Justo
Sierra.
Desde 2012 colabora con la Agencia de Noticias Enlace Judío México, y se
ha posicionado como uno de los articulistas de mayor alcance,
especialmente por su tratamiento de temas de alto interés relacionados
con la Biblia y la Historia del pueblo judío.
Actualmente está preparando su incursión en el mundo de la literatura,
que será con una colección de cuentos.

11 Comments


  1. Audy Eliecer U Z
    Muy interesante trabajo.



  2. Ubaldo
    Es el argumento falso del señor del moño que tiene ¨jazaradas¨ mentales.



  3. Segismundo
    Con Todo respeto al Sr Jalife!!! le sugiero hacerse un examen de
    DNA..porque casualmente hay por ahi. Jalifes JUDIOS??.. asi que
    culturalmente o Hematologicamente CREO que este señor responde a OTRO
    tipo de intereses!! Y recordemos que muchos antisemitas Quiza los mas
    encarnados ocultan su procedencia !! ejemplo Nuestro distinguido
    Inquisidor!! Fray Juan de TORQUENMAdisinmo!!

    Asimismo la palabra Azhkenaz aparece en la Biblia como un Nieto de Nohe
    de la rama de Jafeth..y que casualmente es la parte norte de Israel
    entre los lagos al norte de Turquia!! y que corresponbde a la dispersion
    del Templo, donde los Judios dispersos se identifican por los nombres
    del rumbo que tomaron, asi los que salieron a ORIENTE se llman Hoy
    Mizrahim!! los que salieron a la lejania .. se Llaman Sephard que
    casualmente es donde terminaba ese mundo.. el extremo del mar
    /fundadores de CADIZ (kadish) y España en general.. y los que saliern
    rumbo norte o sea hacia los territoriuos ded Azhkenaz!! seran los
    Azkenazitas que por el UNICIO paso de Asia hacia Europa !! por las
    montañas infranqueables que hasta Alejandro Magno describe !!



  4. Elias Enoc
    Bueno, amigo. Con todo respeto, pero puedo debatir cada uno de los
    argumentos de esta nota. No te olvides, soy Elias Enoc, uno de los
    mayores defensores de los judíos en la web. SHALOM



  5. Carmen Solano
    El siguiente artículo (ver enlace) está escrito por un judío, que no se si será antisionista, pero dudo que sea antijudío (*)


    http://www.tarbutsefarad.com/media/archivos/Los%20jazaros.pdf.


    (*) El vocablo antisemita solo describe a los pueblos con lengua
    semítica, que es de aplicación a varios pueblos y etnias, etc., por lo
    tanto cabe ser antijudío pero resulta excesivo ‘antisemita’. El judaísmo
    describe a un grupo religioso, no étnico. Por cierto, estoy casada con
    un judío, y soy antisionista – al igual que soy antifascista- y atea
    ¿queda claro?



  6. Bonnin
    Estas lecturas históricas tan lejanas en el tiempo se fundamentan en
    hipótesis. Sin embargo habiendo leído el último enlace, la consistencia
    científica de este artículo es infinitamente superior.

    Aunque yo me quedo más que con el argumento lingüístico con la genética y el conflicto grupal.

    La lengua prevalente puede haberse impuesto por prestigio más que por
    demografía, hay muchos ejemplos en la historia, y en este caso habría
    que situar el prestigio ejercido en el seno de la red de comunidades
    judías, más o menos interrelacionadas, más que en relación a la sociedad
    englobante. Ahora bien, lo que no tiene ningún sentido es que una
    importante población eslava no hubiera ejercido una influencia dialectal
    significativa, es lo que en lingüística se llama el adstrato, eso
    siempre deja rastro.

    La genética no tiene discusión, el cromosoma Y no da pié a
    interpretaciones, aunque también demuestra que en todas las comunidades
    judías hay un aporte no semítico, pero estas son minoritarias.

    Más interesante, históricamente, me parece la ausencia de conflicto
    cultural entre un grupo judío de lejana tradición mediterránea con otro
    grupo de procedencia caucásica. Un montón de Jázaros judíos de
    ortodoxia, probablemente, vaga, asociados a un grupo minoritario
    germanizado de larga tradición rabínica hubieran dejado una estela de
    disputas mientras se fuera conformando un consenso religioso aceptable.
    Pondré un ejemplo real, en 1391 un gran número de judíos mallorquines
    huyeron de las graves persecuciones a Argel. Los mallorquines procedían
    de la tradición provenzal (no de la sefardita como a veces se escribe)
    mientras que los argelinos respondían más bien a lo que se denomina
    judíos árabes o judío bereber. Se armó un buen jaleo que ha quedado
    registrado en varios libros rabínicos (Simon ben Semah Duran), y eso que
    el contacto comercial y cultural anterior entre mallorquines y
    norteafricanos había sido muy intenso. Que nadie se enfade, pero con lo
    puntillosos que han sido los judíos en aspectos rituales la falta de
    noticias significa falta de conflicto y la falta de conflicto ausencia
    de contacto significativo.



  7. Jorge Gamberg
    http://www.eranelhaiklab.org/


    http://esmateria.com/2013/01/17/los-judios-vienen-del-caucaso-y-no-del-antiguo-israel/


    Que os cuesta aceptar eso? negar estudios cientificos con “articulos”
    como este no tiene cabida, mas bien esto le demuestra que la solidez de
    nuestra fé es mayor que la genetica



  8. David
    Los “argumentos” de este artículo son bastante malos. Tratando de
    discutir un tema estéril que nada aporta al problema real… Siempre he
    pensado que el nacimiento del estado de Israel es un proyecto histórico
    rebasado, al cual se le han querido dar tintes etnicos pero estamos
    hablando de religiones y fundar un estado en base a una religión me
    parece excesivo



  9. Jp
    Creo que el autor obvia claramente el hecho de que pueblos germánicos
    como los godos vivían en la región donde se fundo el imperio Jázaro
    antes de que el mismo existiese.


    Los pueblos germánicos eran muy diversos y ocupaban un muy extenso
    territorio, al punto que no se puede definir fronteras claras entre
    Germania, Escitia y Sarmacia, esto es, entre los pueblos nómadas de la
    gran llanura europea.


    El surgimiento de los pueblos eslavos ocurre más al norte de la
    región Jázara, y sus migraciones afectaron culturas con un origen no
    eslavo como la búlgara. Merece especial atención el caso búlgaro pues
    constituye un pueblo no indoeuropeo, con un origen muy relacionado con
    los Jázaros, que recibió una influencia decisiva eslava en su migración
    desde el Volga al Danubio. Ello demuestra la posibilidad de una
    asimilación lingüística por parte de un grupo de orígenes diferentes.


    Ahora, respecto a la tesis del origen alemán del Yiddish, en Crimea
    está comprobada una presencia de la cultura del pueblo germánico Godo
    durante el imperio romano, luego, los Rus en un principio tampoco eran
    eslavos, sino la élite varega (sueca, por cierto, germánica) gobernante,
    que con el tiempo se eslavizó, el dominio godo primero y después varego
    otorgó un estatus de dominancia a los dialectos germánicos, que aún
    hoy, a pesar de la estandarización, no constituyen un único idioma,
    siendo el Yiddish más parecido a los dialectos bajoalemanes del norte,
    como sajón o turingio.


    La modificación lingüísitca de búlgaros y la élite rusa, justo en la
    misma región donde existió el imperio Jázaro, región habitada
    previamente por pueblos germánicos como los godos, que constituyeron la
    clase dominante a fines de la edad antigua, permiten demostrar la
    posibilidad de que efectivamente el sustrato germánico pervivió en esas
    tierras, y que, a sus vez, pueblos de distintas culturas tuvieron
    oportunidad de modificaciones lingüísticas, justo en esa región, además,
    el dominio germánico, godo primero, varego después, pudo haber
    contribuido efectivamente a la adopción de los dialectos germánicos como
    idioma de élite. Por tanto, Jázaros que adoptasen un idioma de raíz
    germánica es una teoría muy plausible.



  10. Samuel Kirschbaum
    Los jázaros no eran eslavos, ni tenían nada que ver con los pueblos eslavos. Hay que documentarse mejor.


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