jueves, 13 de octubre de 2016

capilla

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La Santa Capilla





La Santa Capilla de Ntra. Sra. del Pilar es, en verdad, un pequeño
templo dentro de otro templo más grande,

la Basílica. Toda
su arquitectura es obra de Ventura Rogdríguez, quien sería también el decorador
de la Capilla
del Palacio Real en Madrid. Toda ella resulta un conjunto armonioso de
columnas, medallones y paños decorativos, exponente excelente del barroco
español. Su planta es ovalada y todas sus dimensiones son simétricas. Es
destacable la solución maestra con la que el arquitecto resolvió no mover

la Santa Columna y la imagen de
la Virgen de su lugar
original, a la vez que conseguía que fuera el centro de atención de toda la
capilla y que ésta quedase perfectamente centrada entre las naves de la gran
Basílica. Bajo su planta se encuentra una cripta en la que se encuentran los
restos de personajes ilustres en la historia de Zaragoza y del Pilar, y que
se abre a los fieles el día de Todos los Santos y el día de los Fieles
Difuntos (1 y 2 de noviembre, respectivamente).

El Grupo Escultórico de
la Venida de
la Virgen

En
el centro se encuentra el grupo escultórico que representa
la Venida de
la Virgen.

Labrado
en mármol blanco de Carranza sobre resplandores de bronce dorado, el conjunto
está colocado de tal manera que el grupo se inscribe aéreamente, avanzando
hacia el espectador, como irrumpiendo entre las columnas adosadas de la
estructura, que repiten y afrontan las del pórtico frontero. Así el grupo
queda en un plano de altura y profundidad completamente distinto al de los
dos altares laterales, confiriendo el conjunto una dinámica típicamente
barroca. Por añadidura, para dar unidad al conjunto, el proyectista recurre
a un habilísimo expediente: esa Virgen que, rodeada de ángeles y
resplandores, viene hacia nosotros flotando en el espacio, vuelve su rostro
hacia el grupo lateral de Santiago y sus discípulos, mientras que su brazo
se vuelve hacia la dirección opuesta y con la mano señala
la Imagen y el Pilar
transportados.



El Grupo Escultórico de Santiago y los Convertidos
Colocado a la izquierda del
altar dedicado a Nuestra Señora del Pilar, se encuentra el grupo de los
Siete Convertidos, junto al Apóstol Santiago. Según la tradición sus
nombres son: Indalecio, Eufrasio, Tesifonte, Torcuato, Hesiquio, Cecilio y
Segundo. Estos convertidos a la fe cristiana por la predicación de
Santiago, contemplan extasiados
la Venida de María en carne mortal a Zaragoza.
El escultor Rodríguez de
Arellano supo realizar una composición sólida, equilibrada y armónica por
la corrección de los rostros, la disposición de las telas de las túnicas y
la combinación de gestos y actitudes.

El Camarín de la
Virgen
El
punto de convergencia de los fieles que penetran en
la Santa Capilla es
la Imagen
de la Virgen
del Pilar. Colocada sobre
la Santa Columna, se halla dentro de un camarín
de plata, con fondo de mármol verde, tachonado de estrellas cuajadas de
joyas donadas por los devotos (en la actualidad son 72 estrellas)( Hay
nueve más sin joyas encima del dosel). Este mármol procede de la isla
griega de Tinos. Debido a dificultad de colocar el mármol, dada la escasa
distancia que hay entre la pared y
la Santa Columna y
la curvatura que debía tener para adaptarse a la hornacina,  el mármol
tuvo que ser cortado en finas piezas que fueron reforzadas con fibra de
vidrio y poliéster pudiéndose así conseguir un espesor inverosímil que
permitió montarlas en el Camarín.
Sobre el dosel de plata
del camarín aparece la imagen de San Miguel, fechable entre los años 1695 y
1715, labrada en plata con aplicaciones de marfil. A los lados, dos
angelotes de plata con candeleros en los brazos, que, como se ha dicho
antes, fueron donados por Felipe II. Por las escalerillas, colocadas
delante del camarín, los infantes del Pilar suben diariamente a los niños
que se acercan o son llevados por sus padres para ser "pasados por
la Virgen "
Así, hábilmente, los tres
altares, la Imagen
y los grupos escultóricos quedan profundamente enlazados y constituyen un todo
narrativo y plástico único, además de conjuntarse a la unidad general de la
arquitectura de la
Capilla. Además, con esta solución, el arquitecto don
Ventura Rodríguez respetó el ruego del Cabildo de que
la Columna santa no se
moviera del sitio en que la dejó
la Virgen y donde se mantuvo respetuosamente a
lo largo de los siglos.
Sobre la estructura
arquitectónica, la Capilla
tiene su techo propio abierto que permite ver la cúpula decorada por la
bellísima e interesante pintura al fresco de don Antonio González
Velázquez, representando la
Venida y
la edificación del listas españoles representando el famoso "Milagro
de Calanda", obrado por Dios, por intercesión de
la Virgen del Pilar en la
persona de Miguel José Pellicer el día 29 de marzo de 1640, al serle
restituida una pierna que le había sido amputada a finales de octubre de
1637, es decir, dos años y cinco meses antes, por el cirujano Juan de
Estanca, en el Hospital de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza, y
enterrada por el mancebo practicante Juan Lorenzo García. Milagro
plenamente documentado, testificado por centenares de zaragozanos que
conocían al cojo de Calanda cuando, por espacio de dos años, pedía limosna
en las puertas del Pilar. La fama de este portento, resistente a toda
crítica histórica, absolutamente riguroso, se extendió por todo el mundo y
contribuyó no poco a difundir la existencia del Pilar de Zaragoza y la
devoción pilarista, principalmente en los países hispanoamericanos.


basilicadelpilar.es
Cabildo Metropolitano de Zaragoza






















































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