jueves, 22 de diciembre de 2016

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Promotora Española de Lingüística - Alfabeto Hebreo


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Alfabeto Hebreo

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· Lengua Hebrea


· Situación geográfica


· Cronología




Nociones básicas









El sistema de escritura hebreo es

consonántico y tiene un lapso de vida de c. 900 a. C. hasta el siglo IV a. C. El sentido de la escritura es de derecha a izquierda.

(Denominamos hebreo al hebreo arcaico, mientras que al hebreo cuadrado lo llamamos judaico. Nota del editor)







Territorio de las doce tribus de Israel (siglo XV a. C.)

















































































El mapa inferior muestra la geografía de la gran familia de

alfabetos semíticos en sus tres zonas gegográficas de dispersión:

occidental, oriental y meridional.









































Origen del hebreo




Entre los valores culturales que los hebreos adoptaron de los

habitantes de Canaán, tras su conquista de la tierra, debió de estar el

arte de escribir. Esto tuvo que tener lugar hacia los siglos XII-XI

antes de Cristo.




Aunque parezca extraño, las primeras características distintivas

de la escritura hebrea se aprecian en las inscripciones moabitas del

siglo IX antes de Cristo, especialmente en la inscripción (figura

inferior) que menciona al padre de Mesa, Kemosyat, y la famosa estela de

Moab. Aunque su lenguaje es moabita, un dialecto cananeo pariente del

hebreo aunque no idéntico, su escritura es hebrea. Esas inscripciones

moabitas del siglo IX a. C., ilustran la primera etapa de la tradición

escritural hebrea.









La estela de Mesa fue erigida por el monarca moabita de ese

nombre y es un documento histórico referente al libro de la Biblia 2

Reyes capítulo 3. Se trata de una gran estela que Mesa plantó en su

capital, Dibón (actual Dibán); está inscrita en dialecto

moabita-cananeo, similar al hebreo bíblico. Tiene una altura de 1,13

metros y una anchura de 70 cm; lleva una inscripción de 34 líneas,

escrita en primera persona del singular; se inicia con una recitación

bastante presuntuosa, hecha por Mesa, rey de Moab, acerca de sus

triunfos sobre la casa de Omri, rey de Israel. La información que

proporciona es de gran interés si se compara con la descripción de 2

Reyes en la Biblia.














Estela de Moab

"Yo soy Mesa, hijo de Kemos, rey de Moab, el dibonita. Mi padre

reinó sobre Moab durante treinta años y yo reiné después de mi padre. Y

yo hice el lugar alto para

Kemos en Qerjá, un lugar alto de salvación, porque él me había salvado

de todos mis enemigos y me proporcionó el placer de verme por encima de

todos aquellos que me habían odiado. Omri, rey de Israel, humilló a Moab

durante muchos días, pues

Kemos estaba irritado contra su pueblo; y su hijo le sucedió y también

él dijo: "Yo humillaré a Moab". En mis días habló de ese modo, pero yo

he triunfado sobre él y sobre toda su casa, mientras que Israel ha

perecido para siempre. Omri tomó posesión del país de Madaba, y moró

allí en sus días y durante la mitad de los días de su hijo: cuarenta

años; pero

Kemos lo ha restaurado en mis días. Y yo edifiqué Baal Meón y construí

en ella un estanque, y construí Queryaten. Por entonces los hombres de

Gat habían morado en Atarot desde antiguo; y el rey de Israel edificó

para sí Atarot. Y yo luché contra la ciudad y la conquisté y degollé a

todas las gentes de la población e hice de ella lugar de pastoreo para

Kemos y para Moab. Y capturé de allí el santuario de Dudá y lo arrastré

ante

Kemos, en Queriyot; e instalé allí a la gente de Sarón y de Mejrat. Y

Kemos me dijo: "Ve y arrebata Nebo a Israel". Y fui de noche y luché

contra ella desde el amanecer hasta el medio día y tomé y maté a todos

en ella. 7.000 hombres, muchachos, mujeres, doncellas e incluso siervas,

pues los había destinado a la destrucción para el rey Istar

Kemos. Y tomé las vasijas de Jehová y las llevé ante Kemos. Ahora bien,

el rey de Israel había construido Yahas y vivió en ella mientras luchó

contra mí, pero

Kemos le arrojó de delante de mí. Tomé 200 hombres de Moab y todos sus

jefes, los llevé contra Yahas y la tomé y la añadí a Dibón. Y construí

Querjá, la muralla del bosque y la muralla de la colina, y sus puertas y

sus torres y el palacio real e

hice dos estanques en el centro de la ciudad, así que dije a todo el

pueblo: "Que todo el mundo se construya una cisterna en su casa." Y yo

tallé el acueducto de Querjá con la ayuda de los prisioneros de Israel. Y

reconstruí Aroer y construí la carretera a través del Arnón, y

reconstruí Bet Bamot, pues había sido destruida, y Betser... pues todo

Dibón estaba sometido. Y reiné... 100 ciudades que había añadido al

país. Y reconstruí Madaba y Bet Deblatein y el templo de Baal Meón, y

tomé allí al ganadero... los rebaños del país. Entonces moraba allí

Jernán, hijo de Dedán, y Dedán dijo...

Kemos me dijo: "Baja contra Jernán." Así que yo descendí y peleé... y

Kemos moró en ella durante todos mis días..."





En las primeras 8 líneas de la inscripción en la piedra moabita (figura inferior) se ha destacado la palabra

Israel. Aparece en la quinta y séptima línea.









Igual que la estela de Moab, la estela de

la casa de David está escrita en hebreo y se trata del documento más antiguo

en el que aparece una referencia a la casa de David, aparte de la Biblia. Fue

descubierta en 1993 en Tell Dan, al norte de Galilea, cerca de la fuente

principal del Jordán. Se trata de una piedra de basalto de 32 cm. de alto por

22 de ancho. Se calcula que su fecha es de la segunda mitad del siglo VIII a. C.,

época de la conquista del reino del norte por Tiglat Pileser III.









La primera línea sólo contiene tres

letras y la última cinco, habiéndose perdido buena parte del total de la

inscripción. Las palabras están separadas por puntos y el estilo de las letras

recuerda al de las inscripciones de Bar Hadad, Hazael y Zakur. La estela

menciona a la casa de David probablemente como título de la dinastía de los

reyes de Judá. Es una estela conmemorativa de la victoria del rey sirio Hazael

en la que se da cuenta de sus combates contra "dieciséis"

reyes, entre los que se hallan Joram rey de Israel y Ocozías rey de Judá,

aunque según el relato bíblico fue Jehú el que los mató a ambos. La estela

evoca al dios sirio Hadad, como el que puso a Hazael sobre el trono de Siria y

menciona a Joram, hijo de Acab rey de Israel y a Ocozías hijo de Joram rey de

la casa, o de la dinastía, de David.




Otra inscripción moabita en escritura hebrea es la encontrada en

vasos de piedra hallados en Kuntilet 'Ajrud y datados en el siglo IX a.

C. La figura inferior muestra una de esas inscripciones moabitas que

hace referencia a una ofrenda votiva.











La veracidad de los relatos bíblicos es confirmada una y otra vez

por los restos arqueológicos encontrados. La placa de marfil (inferior)

contiene el nombre del rey sirio Hazael (siglo IX a. C.), cuya

intervención militar contra Israel, durante el reinado de Jehú, viene

recogida en 2 Reyes 10:32-33.





















La tablilla de piedra hallada en Gezer (figura izquierda) muestra un

calendario con el ciclo agrícola de las estaciones. En siete líneas,

sobre un trozo de caliza blanca de 7 por 10 centímetros, enumera los

meses y las estaciones del modo siguiente:






  • 2 meses de cosecha, 2 meses de siembra.


  • 2 meses de siega.


  • 1 mes de recogida del lino.


  • 1 mes de siega de la cebada.


  • 1 mes de siega de todos los cereales.


  • 2 meses de vendimia.


  • 1 mes de cosecha de los frutos del verano.

Al final de la inscripción y en línea

vertical se aprecian tres letras que son A, B, Y o G. Tal vez es una firma o las

tres primeras letras del alfabeto hebreo.

Inscripciones hebreas




Las excavaciones realizadas en Samaria en 1908-1910 descubrieron varios ostraca

con inscripciones hebreas, hechas con tinta, en los almacenes del

palacio real. El texto de estas inscripciones (figura inferior) es muy

breve e incluye la fecha (año del reinado del monarca), un lugar, nombre

de una persona y una cantidad (de vino o aceite). Por ejemplo: bst htst myst l'hnw'm (n)bl y(n) ysn, que significa:

"En el año noveno de (no se da el nombre), rey de Israel, se compró una jarra de vino añejo, perteneciente a Ahinoam."









La época de estas ostracas es del siglo

VIII a. C., concretamente una parte es del reinado de Joás, hacia el 795-794

a. C. y la otra del reinado de Jeroboam II (789-748 a. C.).












Las piezas laterales proceden, igualmente, de notas de entrega en especies. La superior dice:




"En el año 10 (envío

de la ciudad) de 'Abi'ezer a Semario, jarra de vino añejo." " A Is (una

jarra de vino añejo de la ciudad de Tetel."
La inferior dice:

"En el año 10 (envío de la ciudad) de 'Azzah a Gaddio, jarra de aceite fino."
Las dos ostracas (figura inferior) encontrados en Tell

Kassileh pertenecen aproximadamente al mismo período. La ciudad allí

existente, puerto del reino del Norte, sobre el estuario del río Yarcón,

fue destruida en el año 732 antes de Cristo, en el curso de una campaña

de Tiglat Pileser III. Los ostraca, por lo tanto, deben haber

sido anteriores a esa fecha. Estos son certificados de los embarques de

ciertas cantidades de aceite y oro con destino a Fenicia o Egipto. Al

contrario de lo que sucede en el caso de Samaria (escritos con tinta),

éstos están en forma de incisión. Uno de ellos reza: lmlk 'lf smn wm'h 'hyhw,

que significa que 1.100 medidas de aceite fueron enviadas desde el

tesoro real o confirmadas por un funcionario gubernamental del puerto,

llamado Ajías. La segunda inscripción reza: zhb 'fyr lbyt hrn (-)s, que quiere decir:

"Treinta siclos de oro de Ofir (de buena calidad) procedentes de Bet Horón", tal vez la casa del dios del mismo nombre.







Ostracas de Tell Kassileh




En 1880 se descubrió una inscripción que estaba grabada en las

paredes del túnel que llevaba las aguas de la fuente de Siloé, al este

de Jerusalén, hasta la propia ciudadela. La inscripción se atribuye a

Ezequías, rey de Judá. Su traducción dice:











Inscripción de Siloé






  1. ...h-nqbh w-zh hjh dbr h-nqbh b-'

    wd... 




  2. h-grzn 'š 'l r'w w-b-'wd šlš 'mt

    l-hk(t nšm)' ql š q-


  3. r' 'l r'w kj hjt zdh b-sr m-jmn

    (...) w-b-jm h-


  4. nqbh hkw h-hsbm 'š l-qrt r'w grzn

    'al (glrzn w-jlkw 


  5. h-mjm mn h-mws' 'l h-brkh b-m 'tjm

    w-'lp 'mh w-m'- 


  6. t'mh hjh gbh h-sr 'l r'š h-hsbm...


  1. ...cuando se excavó el túnel. Y este fue el modo

    con que se perforó: Mientras... había todavía... los picos, 




  2. cada hombre hacia su compañero, y mientras todavía quedaban tres codos por horadar, se oyó la voz de un hombre que llamaba a 


  3. su compañero, pues había resonancia en la roca proveniente

    del norte y del sur. Cuando 


  4. se excavó el túnel, los picapedreros excavaron la roca, cada uno en dirección a su compañero, pico contra pico; 


  5. y las aguas fluyeron desde la fuente hasta el estanque a lo largo de 1.200 codos; 


  6. y la altura de la roca, por encima de las cabezas de los picapedreros, era de 100

    codos.
En el pueblo de Siloé, al este de Jerusalén, se han descubierto tres

inscripciones funerarias procedentes de la época del Primer Templo. La

investigación paleográfica demuestra que pertenecen a un período próximo

al del rey Ezequías de Judá. Una de ellas (figura inferior), la

denominada inscripción de Sebnayahu, dice:






zwt (kbwrt...) yhw 'sr 'l hbyt. 'n pw ksf wzhb

 






ky 'm ('smtw) w'smt 'mth

'th. 'rwr h'dm 'sr

 






yfth 't zwt








Este es (el sepulcro de

...iahu), gobernador de la casa. Aquí no hay ni oro ni plata, 





sino solamente (sus huesos) y los huesos de su

concubina. 





Maldito sea el hombre que

lo abra.













El dueño del sepulcro fue un hombre importante, al parecer el funcionario gubernamental que estaba

"sobre la casa" (mayordomo). Esta frase es semejante al pasaje de Isaías 22:15-16 en la Biblia. La maldición

"sobre el que abra este sepulcro" hace referencia a los ladrones que solían violar las tumbas en busca de los objetos preciosos que se enterraban con el difunto.









También en Arad se ha descubierto abundante material

consistente en ostracas con unos trazos muy peculiares (figura

superior e inferior) de escritura. Debido a la humedad del clima que

impera en la mayor parte del país, los materiales orgánicos de

escritura, tales como el pergamino o el papiro, se han descompuesto en

el transcurso de los siglos, y las únicas inscripciones descubiertas han

sido las grabadas sobre la roca o escritas sobre trozos de cerámica (ostraca).









Sin embargo, entre el abundante material procedente de la época

de Bar Kochba, descubierto recientemente en una cueva del wadi

Murabbaat, cerca del Mar Muerto, se ha encontrado un papiro escrito en

hebreo, que al parecer pertenece al siglo VIII antes de Cristo. Es lo

que se llama un palimpsesto, es decir, un texto que se ha superpuesto

sobre otro anterior, ya existente. Debido al elevado precio que

alcanzaban los papiros, se usaban con frecuencia, de este modo, dos o

tres veces cada uno. En el caso presente (figura inferior) sólo dos

líneas del texto primitivo son descifrables, y éstas sugieren que el

trozo de papiro formó parte de una larga carta. La escritura posterior

es una lista de cuatro nombres de personas, con símbolos y figuras que

posiblemente representan cantidades.











En 1960, durante las excavaciones realizadas en un antiguo fuerte

denominado Masad Hashabyahu (en la costa meridional de Yabné Yam), se

descubrieron seis ostraca y una inscripción grabada sobre un

fragmento de jarra. El hebreo es bíblico en cuanto a su estilo, y los

contenidos de los seis ostraca, que incluyen nombres con el elemento teofórico yahu,

hacen muy plausible que esta zona fuese capturada por Josías, rey de

Judá (hacia el 620 a. C.), detalle que antes se desconocía. El ostracon

más importante de los encontrados en la fortaleza es una carta de

catorce líneas (figura inferior), en hebreo, descubierta en el cuarto de

guardia de la puerta de la fortaleza. El comienzo de la carta es como

sigue: ysm 'dny hsr 't dbr 'bdh compárese esto con

"...que el rey, mi señor, se digne escuchar las palabras de su

siervo."
, de 1 Samuel 26:19. En la carta, escrita en la época de la

cosecha, un pobre campesino se queja de su dolor por haber perdido su

manto y le pide que le sea devuelto.















Inscripción de Jasor



En Jasor se encontraron cascos de cerámica grabados (uno de ellos

escrito con tinta) con los nombres de los dueños a los cuales

pertenecían las jarras: lmkbrm ldlyw o lpkh smdr.




La última inscripción (figura lateral) incluye una descripción del contenido de la jarra; smdr fue, al parecer, algún tipo de vino.

En Samaria se halló el fragmento (figura inferior) de una estela en el que aparecía grabada la palabra asr

que quiere decir bienaventurado.







Inscripción de Samaria








Entre otros hallazgos realizados en Laquis se encuentra una jarra con la inscripción bt lmlk. Bat indica una medida de líquidos, y la adición de la palabra lmlk

("del rey") expresa que esta jarra fue una medida oficial o que su contenido se había confirmado oficialmente.





Jarra de Laquis

Las asas de jarra de la figura inferior son de los siglos VII-VI a.

C. y suponen una buena muestra de la difusión de la escritura hebrea en

estos utensilios.









Otro ejemplo posterior de la abundancia de estos sellos reales

para controlar el comercio de líquidos se aprecia en las asas de jarras

que portan sellos reales; proceden de Gabaón y son del siglo VI a. C.









En el antiguo Israel, los sellos se utilizaron para firmar (o

sellar) documentos, y el sello poseía la fuerza de una firma real.

Ningún documento se consideraba auténtico a menos que llevase la

impresión de un sello. Los sellos privados más importantes son los que

contienen nombres de hombres y mujeres de Israel. Como el famoso sello

del león encontrado en Meguido (figura inferior izquierda), cuya lectura

es:


'Shema siervo de Jeroboam'









Los sellos hebreos del período persa (figura inferior) no

difieren mucho de los del período del Primer Templo. Los sellos reales

de este etapa contienen la palabra yhd, que algunas veces queda abreviada en yah,

término arameo con que se designaba la satrapía de Judá. Hacia el final

del período persa, las asas de jarras fueron inscritas con las letras yrslm (Jerusalén), rodeando a una estrella de cinco puntas.









La escritura lapidaria o monumental que refleja la inscripción de

Siloé es del mismo estilo usado en las inscripciones de los sellos en

las jarras reales, tal como lo atestigua la figura inferior.













Inscripciones en piedra, sellos y sobre todo

ostracas, son testimonios del desarrollo de la grafía hebrea.

Especialmente importantes son estas últimas; algunas son incisiones en

el barro, pero la mayoría están escritas con tinta. Famosas entre ellas

están las cartas de Laquis (figura derecha) del siglo VI a. C.




El autor de ellas es Hoshayahu, uno de los subordinados de Yaush,

que estaba al frente de la guarnición de una de las ciudades

provinciales en la carretera que iba desde Laquis hasta Jerusalén.

Hoshayahu escribe a su comandante en un tono muy humilde; después de los

saludos convencionales al principio de la carta: "Que Jehová quiera que mi señor oiga buenas nuevas de paz".





Estas cartas están escritas en un momento

muy delicado; es durante el reinado de Sedequías y cuando Jerusalén está

asediada por las tropas de Nabucodonosor. A Jerusalén se le puso sitio en el

597 a. C., diez años más tarde caería en poder de los caldeos.













El documento de la figura lateral es una carta procedente de

Tell ed Duweir; contiene seis líneas de texto y la lectura de las cinco

primeras es como sigue:






'l 'dny y'ws ysm



yhwh 't 'dny sm't sl


m 't kym 't kym my 'bd


k klb ky zkr 'dny 't


(')bdh y'(ob,)kr yhwh 't


A

mi señor Yaosh: Que Jehová sea propicio a mi señor sobre las nuevas

de paz en este mismo día, en este mismo día. Y tu siervo, un perro,

porqué mi señor se acuerda de su siervo? Que Jehová entristezca...
Los sellos reales forman una de las fuentes de más alto valor para

conocer la evolución de la escritura hebrea. Debajo tenemos dos de tales

sellos con inscripciones grabadas en piedras semi-preciosas; su fecha

es del siglo VII a. C.









A pesar de las diferencias dialectales entre Judá e Israel, en

ambos reinos se usó el mismo alfabeto. Esta escritura fue adoptada por

moabitas y edomitas, quienes la usaron para verter sus propias lenguas.




Alfabeto de los vecinos de

Israel





En la región circunvecina a la ocupada por

los israelitas vivieron otros pueblos como los moabitas, edomitas, amonitas y

filisteos.






Todos ellos hicieron uso del alfabeto hebreo, si bien con ciertas

peculiaridades propias de cada uno de esos pueblos. Ya hemos visto antes la

inscripción moabita de Mesa, rey de Moab.




Además de dicha inscripción existen otras

inscripciones moabitas, principalmente en sellos en los cuales aparece el

elemento teofórico Quemos, nombre de la principal divinidad moabita.




La figura lateral muestra un sello

moabita en el que aparecen tres líneas cuya lectura es la siguiente: kms'm

kms'l hspr
, esto es Kemos'am (hijo de) Kemos'el el escriba.


La característica que distingue estas

inscripciones moabitas de las hebreas es la letra mem, que aquí

tiene una cabeza más grande que a veces ocupa casi la mitad de la letra

y las dos barras verticales no cruzan la línea horizontal.




La figura lateral muestra otra inscripción que también

contiene el nombre Quemos en la misma. La lectura es kmsntn
Pero además de sellos portadores del nombre Quemos,

encontramos también otros portadores de otros nombres. Por ejemplo, la

inscripción inferior, del siglo VI a. C., es el sello de Mesha y su lectura es Mesha

(hijo de) 'Ada'el
.













A estas alturas, las inscripciones moabitas y

edomitas,

perdida ya la influencia que Israel y Judá ejercían sobre ambos pueblos, se

parecen cada vez más a las letras arameas y cada vez menos a las hebreas,

debido a la influencia asiria.




Se aprecia tal desplazamiento en la letra shin

que consiste de tres dedos encontrándose en un punto.




La figura lateral

muestra otro sello moabita con la lectura Manasés hijo del rey.


Otro pueblo vecino de Israel que usó el alfabeto hebreo

fue el edomita. Lo mismo que ocurrió con los moabitas sucedió con los

edomitas; progresivamente su escritura adquirió ciertas características

personales hasta desplazarse hacia el arameo.




La figura lateral muestra el sello

de Yatom cuya inscripción lee: lytm y cuya lectura es (perteneciente)

a Yatom
, un nombre semítico que significa huérfano.


Otra inscripción edomita es la ostraca de Tell

e-Kheleifeh (figura lateral),

procedente del siglo VI a. C. 




En esta inscripción la forma de las letras

es muy aramea y apenas hebrea.




En esta ostraca encontramos el nombre

teofórico Qaus, la principal divinidad edomita.
Otro pueblo vecino de los israelitas fueron los amonitas.

Vivieron a lo largo del camino real, al norte de Moab. Aunque el cuerpo de

inscripciones amonitas es aún escaso ha crecido en las últimas décadas.






Las

inscripciones existentes datan de entre los siglos IX al V a. C.




Se han hallado

en Amán tres inscripciones fragmentarias, una sobre la estatua de Yerah'azar

(figura lateral),

otra conocida como la inscripción de Citadel y otra llamada Inscripción del

Teatro (figura inferior). 





En Tell Siran se descubrió una jarrita (figura

inferior) en la que estaba incisa una inscripción amonita en la que se describe

brevemente "las obras de Aminadab, rey de los amonitas, hijo de

Hissil'el rey de los amonitas, hijo de Aminadab rey de los amonitas."














Al igual que ocurriera con las inscripciones moabitas y

edomitas, también existen inscripciones amonitas incisas sobre sellos, los cuales han sido

la fuente para conocer nombres amonitas personales, pues es sabido que los

sellos eran objetos muy personales.









En las excavaciones llevadas a cabo en Hesbon se

han hallado una serie de ostracas (figura inferior) que contienen nombres

personales.









Canto de cisne




Hasta la destrucción del templo, el sistema hebreo de escritura

continuó usándose, siendo reflejo de la tradición nacional escrita. Pero

su curso fue interrumpido por la destrucción del templo y el exilio de

las clases más educadas en Babilonia. Cuando los judíos regresan de la

cautividad hablan y escriben en arameo. El arameo era la lengua oficial del imperio Persa y también de la provincia de Judá, llamada Yehud.

Parece ser que el hebreo era todavía hablado y escrito por los que no

habían estado en el exilio, pero finalmente el arameo prevaleció. El uso

del hebreo arcaico aparece todavía en los tiempos del segundo templo,

principalmente en monedas y en fragmentos del Pentateuco hallados en

Qumrán. La última noticia conocida del uso de este sistema por los

judíos son las monedas de Bar Kochba en 132-5 d. C. Los samaritanos, sin embargo, continúan usándolo hasta el día de hoy.

De este uso tardío del hebreo dan testimonio las monedas de la figura inferior

que corresponden a los períodos de los asmoneos (135-37 a. C.), al levantamiento

del 70 d. C. y a la rebelión de Bar Kochba (132-135 d. C.).









La figura inferior muestra el desarrollo del alfabeto hebreo en sus diferentes etapas hasta llegar al samaritano.


































































































































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