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Las demográficas
Antes de la
Inquisición y la persecución y expulsión de los judíos en España, había
una significativa población judía en la región de Cataluña. Hay crónica
de una presencia de judíos en Cataluña en alrededor de 60 ciudades y
pueblos en la región. Las concentraciones grandes estaban en las
ciudades de Girona y Barcelona, pero también había grandes populaciones
en las ciudades de Tarragona, Lleida y Tortosa.
Inquisición y la persecución y expulsión de los judíos en España, había
una significativa población judía en la región de Cataluña. Hay crónica
de una presencia de judíos en Cataluña en alrededor de 60 ciudades y
pueblos en la región. Las concentraciones grandes estaban en las
ciudades de Girona y Barcelona, pero también había grandes populaciones
en las ciudades de Tarragona, Lleida y Tortosa.
La historia
Las comunidades
judías fueron establecidas antes de las de los cristianos en la
península Ibérica. La alcurnia de los judíos catalanes puede ser
rastreado al año 70, cuando los judíos emigraron a través del
Mediterráneo. La primera anotación de los judíos en la ciudad de Girona
era del año 890, cuando 25 familias judías se mudaron allí. Ellos se
instalaron en tierra comprado por el conde Dela, en cambio de un pago de
una tarifa anual. En Besalú, la anotación más antigua de la presencia
de los judíos era en el año 1229, pero se está pensado que los judíos
llegaron a Besalú en casi el mismo tiempo que Girona. La población judía
en Besalú creció en el siglo XIV con la migración de los judíos de
al-Andalus y Francia a Cataluña, después de su expulsión en 1306. En
Barcelona, la presencia de los judíos fue documentado por la primera vez
en 985, pero es posible que haya una comunidad judía antes de este año.
En el año 1079, solamente había algunas familias viviendo en la ciudad,
pero para cuando llegó el siglo XIV, la población era algunos miles de
personas.
judías fueron establecidas antes de las de los cristianos en la
península Ibérica. La alcurnia de los judíos catalanes puede ser
rastreado al año 70, cuando los judíos emigraron a través del
Mediterráneo. La primera anotación de los judíos en la ciudad de Girona
era del año 890, cuando 25 familias judías se mudaron allí. Ellos se
instalaron en tierra comprado por el conde Dela, en cambio de un pago de
una tarifa anual. En Besalú, la anotación más antigua de la presencia
de los judíos era en el año 1229, pero se está pensado que los judíos
llegaron a Besalú en casi el mismo tiempo que Girona. La población judía
en Besalú creció en el siglo XIV con la migración de los judíos de
al-Andalus y Francia a Cataluña, después de su expulsión en 1306. En
Barcelona, la presencia de los judíos fue documentado por la primera vez
en 985, pero es posible que haya una comunidad judía antes de este año.
En el año 1079, solamente había algunas familias viviendo en la ciudad,
pero para cuando llegó el siglo XIV, la población era algunos miles de
personas.
El call
Dentro de los ciudades, la comunidades judías se organizaban en zonas definidas, que se llaman calls o juderías. La primera alusión de la existencia de un call en Girona fue en el año 1160. El call de Girona poseía tres sinagogas, baños rituales y un lugar para el refugio de los judíos necesitados, el alomoina-heqdes.
En Barcelona, la primera documentación de las juderías era en el siglo
XI. Barcelona tenía dos juderías, el mayor y el menor. El mayor fue
creado primero y el menor segundo en el año 1257. Los dos poseían
algunas sinagogas dentro de las murallas del call. Además, en
los dos ciudades había cementarios grandes en las montañas que se
llamaban Montjuïc, los que todavía existen en Girona y Barcelona hoy
día.
En Barcelona, la primera documentación de las juderías era en el siglo
XI. Barcelona tenía dos juderías, el mayor y el menor. El mayor fue
creado primero y el menor segundo en el año 1257. Los dos poseían
algunas sinagogas dentro de las murallas del call. Además, en
los dos ciudades había cementarios grandes en las montañas que se
llamaban Montjuïc, los que todavía existen en Girona y Barcelona hoy
día.
La estructura social
Las comunidades estables que vivían en las juderías fueron llamadas aljamas. Los gobiernos municipales no tenían jurisdicción sobre las aljamas, sino que los judíos podían gobernarse a sí mismos, lo que fue decretado por el rey. La autoridad de las aljamas fue organizada y dividida en varios roles. Cada aljama tenía un alcalde, que se llama el nasi, y secretarios llamados neemanim
que eran responsables para trabajos diferentes incluso la provisión de
la comida y la guarda por los enfermos, los muertos y su familia.
Además, las aljamas tenían su propio rabino actuando como el líder religioso. Cada aljama podía hacer sus propias leyes, que se llamaban taqqanot, que vigilaban la vida cotidiana de los judíos.
que eran responsables para trabajos diferentes incluso la provisión de
la comida y la guarda por los enfermos, los muertos y su familia.
Además, las aljamas tenían su propio rabino actuando como el líder religioso. Cada aljama podía hacer sus propias leyes, que se llamaban taqqanot, que vigilaban la vida cotidiana de los judíos.
La tensión incrementada
Durante los siglos
XIII, XIV y XV, había mucha tensión entre las comunidades judías y el
resto de la población cristiana de Cataluña. En 1215, el Papa celebró el
cuarto consejo del Lateran y en esta reunión la Iglesia Católica impuso
muchas provisiones contra los judíos. Estas provisiones incluían
restricciones en los préstamos de los judíos y la obligación de los
judío de llevar un símbolo de identificación en su ropa. El rey Jaume I
también adoptó estas provisiones y añadió otras como la prohibición de
los judíos tener posiciones publicas con autoridad sobre los cristianos.
Durante el siglo XIII, también murallas fue levantadas alrededor de las
juderías. Mucha presión fue puesto en los judíos de convertir a
cristianismo.
En el siglo XIV, varios factores diferentes
aumentaron la tensión y el antisemitismo. En el año 1348, ocurrió la
epidemia de la Peste Negra en España y muchos ciudadanos murieron. La
epidemia también llevaba una crisis económica y inestabilidad social.
Los judíos eran el chivo expiatorio para las condiciones empeoradas y
los cristianos les echaron la culpa a ellos. Eso causó una revuelta
contra los judíos dirigido por la Iglesia en 1391. Durante estas
revueltas muchos judíos fueron matados o forzadamente convertidos y eso
causó la destrucción de las juderías en la mayoría de Cataluña. En
Girona, los judíos fueron encarcelados en el torre de Gironella por 17
semanas y después de su libertad concedido por el rey el call
nunca volvió a su estado previo. En Barcelona, las revueltas terminaron
la existencia de las juderías en la ciudad y después de 1391 los judíos
solamente podían quedarse en la ciudad por 15 días.
XIII, XIV y XV, había mucha tensión entre las comunidades judías y el
resto de la población cristiana de Cataluña. En 1215, el Papa celebró el
cuarto consejo del Lateran y en esta reunión la Iglesia Católica impuso
muchas provisiones contra los judíos. Estas provisiones incluían
restricciones en los préstamos de los judíos y la obligación de los
judío de llevar un símbolo de identificación en su ropa. El rey Jaume I
también adoptó estas provisiones y añadió otras como la prohibición de
los judíos tener posiciones publicas con autoridad sobre los cristianos.
Durante el siglo XIII, también murallas fue levantadas alrededor de las
juderías. Mucha presión fue puesto en los judíos de convertir a
cristianismo.
En el siglo XIV, varios factores diferentes
aumentaron la tensión y el antisemitismo. En el año 1348, ocurrió la
epidemia de la Peste Negra en España y muchos ciudadanos murieron. La
epidemia también llevaba una crisis económica y inestabilidad social.
Los judíos eran el chivo expiatorio para las condiciones empeoradas y
los cristianos les echaron la culpa a ellos. Eso causó una revuelta
contra los judíos dirigido por la Iglesia en 1391. Durante estas
revueltas muchos judíos fueron matados o forzadamente convertidos y eso
causó la destrucción de las juderías en la mayoría de Cataluña. En
Girona, los judíos fueron encarcelados en el torre de Gironella por 17
semanas y después de su libertad concedido por el rey el call
nunca volvió a su estado previo. En Barcelona, las revueltas terminaron
la existencia de las juderías en la ciudad y después de 1391 los judíos
solamente podían quedarse en la ciudad por 15 días.
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