viernes, 16 de diciembre de 2016

Imperio seléucida - Wikipedia, la enciclopedia libre

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Imperio seléucida


(Redirigido desde «Dinastía Seléucida»)
Arche Seleukeia
Imperio seléucida


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312 a. C.-63 a. C.
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Parthia 001ad.jpg



Ubicación de
El Imperio seléucida en la época de su máxima extensión.
Capital Seleucia

(305-240 a. C.)

Antioquía

(240-64 a. C.)
Idioma oficial Griego helenístico
Otros idiomas Siríaco, persa medio, otras lenguas iranias, armenio
Religión Griega
Gobierno Monarquía
Período histórico Período helenístico
 • Establecido 312 a. C.
 • Disolución 63 a. C.
Superficie
 • 301 a. C.1 3 000 000 km²
 • 240 a. C.1 2 600 000 km²
 • 175 a. C.1 800 000 km²
 • 100 a. C.1 100 000 km²
El Imperio seléucida (312-63 a. C.) fue un imperio helenístico, es decir, un estado sucesor del Imperio de Alejandro Magno. El Imperio seléucida se centraba en Oriente Próximo, y en el apogeo de su poder incluía Anatolia central, el Levante, Mesopotamia, Persia, la actual Turkmenistán, Pamir y algunas zonas de Pakistán.
Fue un centro de cultura helenística donde se mantenía la preeminencia
de las costumbres griegas y donde una élite macedonia grecoparlante
dominaba las áreas urbanas2 3 4 La población griega de las ciudades que formaba la élite dominante fue reforzada por la inmigración desde Grecia.2



Índice

Historia

Partición del Imperio de Alejandro

Alejandro Magno conquistó el Imperio aqueménida
en un breve espacio de tiempo y murió joven, dejando un extenso imperio
parcialmente helenizado sin un heredero adulto. El imperio se puso bajo
la autoridad de un regente en la persona de Pérdicas en 323 a. C., y los territorios fueron divididos entre los generales de Alejandro, quienes se convirtieron en sátrapas por la Partición de Babilonia.


Ascenso de Seleuco

Los generales de Alejandro se enfrentaron por su supremacía sobre partes del Imperio, y Ptolomeo, uno de los generales y sátrapa de Egipto,
fue el primer desafío al nuevo gobierno, lo que llevó a la desaparición
de Pérdicas. Su rebelión condujo a una nueva partición del imperio en
el Pacto de Triparadiso en 320 a. C. Seleuco, que había sido el "comandante en jefe del campamento" de Pérdicas desde 323 a. C., colaboró más tarde en su asesinato, recibiendo Babilonia en 312 a. C., y desde aquel punto continuó ampliando sus dominios sin piedad. Seleuco se estableció en Babilonia
ese mismo año, tomándose esa fecha como la de la fundación del Imperio
seléucida. Y no solo se hizo con Babilonia, sino también recibió toda la
enorme parte oriental del Imperio alejandrino:



Moneda de Seleuco I Nicátor.
Siempre al acecho de las naciones vecinas, fuerte en armas y persuasivo en consejos, él [Seleuco] adquirió Mesopotamia, Armenia, Capadocia 'seléucida', Persis, Partia, Bactriana, Arabia, Tapuria, Sogdiana, Aracosia, Hircania, y otros pueblos adyacentes que habían sido subyugados por Alejandro, tan lejanos como el río Indo, por lo que las fronteras de su imperio eran las más extensas de Asia después de las de Alejandro. La totalidad de la región desde Frigia al Indo fue sometida por Seleuco.


Apiano, Las guerras sirias.
Seleuco estuvo en lugares tan lejanos como la India, donde llegó a un acuerdo con Chandragupta Maurya, con el que cambió sus territorios orientales por una considerable fuerza de 500 elefantes de guerra, que jugaron un papel decisivo en Ipsos:


Los indios ocuparon [en parte], algunos de los países situados a lo
largo del Indo, que anteriormente pertenecían a los persas: Alejandro
privó de ellos a los arianos, y estableció allí sus propios
asentamientos. Seleuco Nicátor se los dio a Sandrokottos como
consecuencia de un contrato de matrimonio, y recibió a cambio quinientos
elefantes5 .


Estrabón, Geografía.

Expansión hacia el oeste

Después de su victoria junto a Lisímaco sobre Antígono Monóftalmos en la batalla de Ipsos en el año 301 a. C., Seleuco tomó el control de la Anatolia oriental y el norte de Siria. En esta última zona fundaría una nueva capital, llamada Antioquía, en honor a su padre. Una capital alternativa fue establecida en Seleucia del Tigris, al norte de Babilonia. El imperio de Seleuco alcanzó su máxima expansión a consecuencia de la derrota de Lisímaco, su antiguo aliado, en Corupedio (281 a. C.),
con la que Seleuco amplió su control sobre Anatolia occidental. Seleuco
abrigó la esperanza de tomar el control de las tierras de Lisímaco en Europa ―principalmente Tracia y la propia Macedonia―, pero fue asesinado por Ptolomeo Cerauno en el momento del desembarco en Europa. Su hijo y sucesor, Antíoco I Sóter, quedó con un enorme reino que consistía en casi todas las porciones asiáticas del imperio, pero con Antígono II Gónatas en Macedonia y Ptolomeo II Filadelfo en Egipto, no pudo llegar a continuar donde había dejado su padre la conquista de la parte europea del Imperio de Alejandro.


Un dominio demasiado extenso


     Reino de Seleuco Otros diádocos      Reino de Casandro      Reino de Lisímaco      Reino de Ptolomeo      Epiro Otros      Cartago      República romana      Colonias griegas
Sin embargo, incluso antes de la muerte de Seleuco, le era difícil asegurar el control sobre los vastos dominios seléucidas de la zona oriental. Seleuco invadió la India (el moderno Panyab pakistaní) en 305 a. C. para enfrentarse a Chandragupta Mauria (Sandrokottos), fundador del Imperio mauria. Se dice que Chandragupta dispuso sobre el terreno un ejército de 600.000 hombres y 9.000 elefantes de guerra (Plinio, Naturalis Historia, VI.22.4). Los dos monarcas finalmente firmaron un tratado, por el que Seleuco cedía los vastos territorios del río Indo y Afganistán. Chandragupta a cambio le dio 500 elefantes6 7 8 9 10 , una adición a su ejército que iba a desempeñar un importante papel en su victoria en Ipsos.
La paz se complementó con una "alianza matrimonial" (epigamia en las
fuentes antiguas), lo que implica o bien una alianza dinástica (en la
que una princesa seléucida pudo haber sido prometida a la dinastía mauria) o el reconocimiento del matrimonio entre griegos e indios.


Seleuco también envió un embajador llamado Megástenes a la corte de Chandragupta, quien en repetidas ocasiones visitó Pataliputra (moderna Patna, Bihar),
capital de Chandragupta. Megástenes describió detalladamente la India y
el reinado de Chandragupta, descripciones que se han conservado gracias
a Diodoro Sículo. Posteriormente envió a Dimaco a la corte del hijo de Chandragupta, Bindusara.


Otros territorios se perdieron antes de la muerte de Seleuco, como Gedrosia, al sudeste de la meseta iraní, y, en el noreste, la Aracosia al oeste del río Indo.


Antíoco I (281-261 a. C.) y su hijo y sucesor Antíoco II Theos (261-246 a. C.) encontraron desafíos en el oeste, incluyendo repetidas guerras con Ptolomeo II y una invasión celta de Asia Menor
―disminuyendo así el dominio de la parte oriental del imperio. Hacia el
final del reinado de Antíoco II, varias provincias proclamaron
simultáneamente su independencia, como Bactriana bajo Diodoto I, Partia bajo Arsaces y Capadocia bajo Ariarates III.



En Bactriana, el sátrapa Diodoto aseguró la independencia para fundar el Reino Grecobactriano c. 245 a. C.
Diodoto, gobernador del territorio bactriano, afirmó su independencia en torno a 245 a. C., aunque la fecha exacta está lejos de ser conocida, para fundar el Reino grecobactriano. Este reino se caracteriza por una rica cultura helenística, y continuó su dominación de Bactriana hasta alrededor de 125 a. C., cuando sufrió una invasión de nómadas del norte. Uno de los reyes grecobactrianos, Demetrio I, invadió la India alrededor de 180 a. C. para formar el Reino indogriego, que duró hasta aproximadamente el año 20 d. C..


El sátrapa seléucida de Partia, Andrágoras,
fue el primero en proclamar su independencia, en paralelo a la secesión
de su vecino bactriano. Sin embargo, poco después, un jefe tribal parno llamado Arsaces se hizo con el territorio parto alrededor de 238 a. C. para formar la dinastía arsácida ―el punto de partida de lo que sería el poderoso Imperio parto.


En el momento que el hijo de Antíoco II, Seleuco II Calinico, llegó al trono alrededor de 246 a. C., los seléucidas parecieron entrar en una verdadera decadencia. Seleuco II pronto fue dramáticamente derrotado en la Tercera Guerra Siria contra Ptolomeo III y luego tuvo que luchar una guerra civil contra su propio hermano, Antíoco Hierax.
Tomando ventaja de estas dificultades, Bactriana y Partia se separaron
del imperio. También en Asia Menor, la dinastía seléucida perdió el
control ―los galos habían se establecieron plenamente en Galacia, y surgieron reinos semiindependientes semi-helenizados en Bitinia, el Ponto y Capadocia, y la ciudad de Pérgamo, en el oeste, reafirmó su independencia bajo la dinastía atálida.


Resurgimiento


El Imperio seléucida en tiempos de Antíoco, con las pérdidas
territoriales en la contienda con los romanos y la evolución posterior:      Conquistas seléucidas hacia el 200 a. de C. (tras la campaña de Antíoco en Oriente).      Zonas dependientes en torno al 200 a. de C.      Territorio tras la batalla de Magnesia (190 a. de C.) y la paz de Apamea (188 a. de C.).      Territorio a finales del siglo II a. de C. (en torno al 100 a. de C.).      Territorio en el momento de convertirse en provincia romana (64 a. de C.).
Un renacimiento comenzaría cuando el hijo menor de Seleuco II, Antíoco III el Grande, subió al trono en 223 a. C. Aunque inicialmente fue vencido en la Cuarta Guerra Siria contra Egipto, que llevó a la vergonzosa derrota en la batalla de Rafia (217 a. C.), Antíoco resultaría ser el mejor gobernante seléucida después del mismo Seleuco. Tras la derrota de Rafia, pasó los siguientes diez años en su propia Anábasis en la parte oriental de sus dominios ―restaurando vasallos rebeldes como Partia y Bactriana al menos a una obediencia nominal, e incluso emulando a Alejandro con una expedición a la India, donde se reunió con el rey Sofagáseno.


Cuando regresó al oeste en 205 a. C., Antíoco consideró que con la muerte de Ptolomeo IV, la situación parecía propicia para otra campaña occidental.



Moneda de plata de Antíoco III el Grande.
Antíoco y Filipo V de Macedonia firmaron entonces un pacto con el que dividirse las posesiones ptolemaicas fuera de Egipto, y en la Quinta Guerra Siria los seléucidas expulsaron a Ptolomeo V de Celesiria. La batalla de Panio (198 a. C.)
significó la transferencia definitiva de la región de los Ptolomeos a
los seléucidas. Antíoco parecía ser el restaurador de la gloria del
Reino seléucida.


Nueva desintegración

La gloria de Antíoco no iba a durar mucho tiempo. Después de que su antiguo aliado Filipo fuera derrotado a manos de Roma en 197 a. C., Antíoco vio la oportunidad de expandirse por Grecia. Alentado por el exiliado general cartaginés Aníbal, y aliado con la descontenta Liga Etolia, Antíoco invadió Grecia. Esta lamentable decisión condujo a su caída: fue derrotado por los romanos en las batallas de las Termópilas (191 a. C.) y Magnesia (190 a. C.), y se vio obligado a firmar la paz con los romanos por el humillante tratado de Apamea (188 a. C.), que le obligó a abandonar todos los territorios europeos, ceder toda el Asia Menor al norte de los Montes Tauro a Pérgamo y pagar una enorme suma de dinero como indemnización. Antíoco murió en 187 a. C. durante otra expedición al este, destinada a obtener dinero para pagar la indemnización.



El reinado de su hijo y sucesor Seleuco IV Filopátor (187-175 a. C.) fue en gran medida el intento de pagar la gran indemnización, y Seleuco fue finalmente asesinado por su ministro Heliodoro. El hermano menor de Seleuco, Antíoco IV Epífanes, ocupó entonces el trono. Trató de restablecer exitosamente el prestigio seléucida con una guerra contra Egipto, pero a pesar de que persiguió al ejército egipcio en retirada a Alejandría, se vio obligado a retirarse por el enviado romano Cayo Popilio Laenas,
quien dibujó el famoso círculo en la arena alrededor del rey y le
advirtió que debía decidir si quería o no retirarse de Egipto (lo cual
llevaría a la guerra con Roma) antes de salir del círculo. Antíoco optó
por retirarse.


La última parte de su reinado vio la mayor desintegración del
imperio. Las zonas orientales se volvieron incontrolables, lo que fue
aprovechado por los partos para apropiarse de ellas, y las agresivas políticas helenizantes en Judea llevaron a una rebelión armada ―la Revuelta de los Macabeos.
Los esfuerzos por hacer frente a partos y judíos resultaron
infructuosos, y el propio Antíoco murió durante una expedición contra
los partos en 164 a. C.


Guerras civiles y decadencia final


Moneda de plata de Alejandro Balas.
Tras la muerte de Antíoco IV Epífanes,
el Imperio seléucida se volvió cada vez más inestable. Las frecuentes
guerras civiles hicieron cada vez más tenue la autoridad central. El
joven hijo de Epífanes, Antíoco V Eupátor, fue derrocado por el hijo de Seleuco IV, Demetrio I Sóter, en 161 a. C.


Demetrio trató de restablecer el poder seléucida particularmente en Judea, pero fue derrocado en 150 a. C. por Alejandro Balas ―un impostor que, con el apoyo de Egipto, decía ser hijo de Epífanes. Balas reinó hasta 145 a. C., cuando fue derrocado por Demetrio II Nicátor, hijo de Demetrio I. Demetrio II demostró ser incapaz de controlar la totalidad del reino, sin embargo. Mientras él gobernaba Babilonia y el este de Siria desde Damasco, los restos de los partidarios de Balas ―primero apoyando a Antíoco VI, hijo de Balas, y luego la usurpación del general Diodoto Trifón― consiguieron expulsarlo de Antioquía.


Mientras tanto, la decadencia de las posesiones territoriales del imperio continuó a gran velocidad. Hacia 143 a. C., los judíos, gobernados por los macabeos, habían establecido plenamente su independencia, a la vez que continuaba la expansión parta. En 139 a. C., Demetrio II fue derrotado en batalla por los partos y fue capturado. A partir de ese momento, el control de toda la meseta iraní se había perdido en favor de los arsácidas. El hermano de Demetrio Nicátor, Antíoco VII,
fue finalmente capaz de restaurar una fugaz unidad y vigor en los
dominios seléucidas, pero también resultó inútil frente a la amenaza
parta: fue asesinado en una batalla contra los partos en 129 a. C., lo que significó la desintegración definitiva del dominio seléucida en Mesopotamia.
A la muerte de Antíoco VII, el gobierno efectivo de los seléucidas se
había colapsado, y múltiples pretendientes luchaban por el control del
reino en una casi interminable guerra civil.


Colapso

Hacia 100 a. C., el antaño formidable Imperio seléucida abarcaba poco más de Antioquía y algunas ciudades sirias.
A pesar de la evidente caída de su poder y el declive de sus dominos,
los nobles siguieron desempeñando la función de hacedores de reyes sobre
una base regular, con la intervención ocasional del Egipto ptolemaico
y otros poderes foráneos. Los seléucidas continuaban existiendo,
únicamente porque ninguna otra nación deseó absorberlos ―dado que
constituían un útil estado tapón entre el resto de sus vecinos. En las guerras anatolianas entre Mitrídates VI del Ponto y Sila de Roma, los seléucidas fueron aislados por los dos bandos combatientes.


El ambicioso yerno de Mitrídates, Tigranes II el Grande, rey de Armenia, vio sin embargo una oportunidad de expansión en la constante lucha civil del sur. En 83 a. C.,
por invitación de una de las facciones en la interminable guerra civil,
invadió Siria, y pronto se estableció como gobernante de la región,
poniendo prácticamente fin al Imperio seléucida.


Pero el reino seléucida no estaba aún acabado. Tras la derrota de Mitrídates y Tigranes por el general romano Lúculo en 69 a. C., el reino seléucida fue restaurado bajo el rey Antíoco XIII. Incluso ahora, no pudo evitarse la guerra civil, pues otro seléucida, Filipo II,
disputó el trono a Antíoco. Tras la conquista del Ponto, los romanos se
alarmaron cada vez más por la constante fuente de inestabilidad de los
seléucidas en Siria. Una vez derrotado Mitrídates en 63 a. C., Pompeyo se dedicó a la tarea de rehacer el Oriente helenístico mediante la creación de nuevos reinos clientes y el establecimiento de nuevas provincias. Si bien a las naciones cliente como Armenia y Judea
se les permitió un cierto grado de autonomía bajo los reyes locales,
Pompeyo vio a lo seléucidas demasiado inestables para continuar y acabó
con el problema de los dos príncipes rivales convirtiendo Siria en
provincia romana.


Intercambios culturales


Bagadates I (290-280 a. C.) fue el primer sátrapa indígena nombrado por los seléucidas.11
El Imperio seléucida ocupó un gran espacio geográfico, desde el mar Egeo a lo que hoy son Afganistán y Pakistán, creando un crisol de pueblos diversos, como griegos, persas, medos, asirios, judíos,
etc. El inmenso tamaño del imperio, seguido de su naturaleza
aglutinadora, hizo que los gobernantes seléucidas se interesaran en
aplicar la política de unidad racial iniciada por Alejandro.
La helenización del Imperio seléucida se logró mediante la creación de
ciudades griegas en todo el imperio. Los pueblos y ciudades
históricamente importantes, como Antioquía,
se crearon o fueron renombrados con nombres griegos más apropiados. La
fundación de nuevas ciudades y pueblos se vieron beneficiadas por el
hecho de que la Grecia continental se hallaba superpoblada, lo que hizo al vasto Imperio seléucida idóneo para la colonización.
La cual se utilizó para los intereses griegos al tiempo que facilitaba
la asimilación de muchos grupos nativos. Socialmente, lo que condujo a
la adopción de las prácticas y costumbres griegas por las clases cultas
nativas que fue el querer seguir en la vida pública, y la clase
gobernante macedonia aprobó gradualmente algunas de las tradiciones locales. En 310 a. C., las ideas helénicas habían empezado sus casi 250 años de expansión sobre Oriente Próximo, Oriente Medio y las culturas centroasiáticas.
Fueron estas ideas las que movieron al sistema gubernamental del
imperio el que estableció cientos de ciudades para el comercio y usos
laborales. Muchas de las ciudades existentes comenzaron ―o fueron
obligadas por la fuerza― a adoptar los pensamientos filosóficos,
políticos y religiosos helénicos. La sintetización de las ideas
culturales, religiosas y filosóficas helénicas e indígenas encontraron
diversos grados de aceptación, resultando en ocasiones tiempos de paz y
rebelión simultáneos en varias partes del imperio. Tal fue el caso de la
población judía del Imperio seléucida, al plantearle un importante
problema que finalmente llevó a la guerra. Contrarios a la naturaleza
tolerante del Imperio ptolemaico
hacia las religiones y costumbres nativas, los seléucidas gradualmente
trataron de obligar a helenizarse al pueblo judío en su territorio
proscribiendo el judaísmo. Esto eventualmente condujo a la revuelta de
los judíos del dominio seléucida, que culminaría con su independencia.


Ejército

Como muchos de los estados helenísticos formados tras la muerte de Alejandro Magno,
los ejércitos seléucidas eran profesionales, basados en el modelo
macedonio. Sus tropas eran principalmente de origen griego, suplementado
por orientales, ya que el reino seléucida cubría gran parte del este
del antiguo Imperio persa. Cuando se enfrentaban a otros diádocos
las victorias completas o la aniquilación de los ejércitos oponentes se
evitaban, ya que era más fácil derrotar y reclutar a los soldados
enemigos que entrenar a más, sobre todo por los costos de contratación.
El objetivo de una batalla era convencer al oponente de que no podía
vencer el combate, y muchos enfrentamientos concluyeron con una
negociación. Factores muy pequeños, tales como el importe pagado por el
rescate de los prisioneros, demostraron claramente a los seléucidas y
otros estados sucesores de Alejandro lo que era vencer.


Sus tropas se basaban en la falange macedonia, arqueros y caballería orientales, sobresaliendo en la última los catafractos (caballeros "cubiertos") y la famosa caballería macedonia de Compañeros como guardaespaldas del general y tropas de choque de élite. Asimismo, los seléucidas contaban en ocasiones con elefantes de guerra indios, que utilizaban para provocar el miedo entre sus enemigos, y con carros, para romper su cohesión. Al igual que los Ptolomeos, con su riqueza, los reyes seléucidas lograron reclutar toda clase de personas como mercenarios, desde indios hasta cretenses, y en particular gálatas. En su guerra contra Roma, los seléucidas trataron de crear unidades de tropas copiadas de las legiones romanas. En 63 a. C., el reino seléucida, junto con su ejército, fue disuelto. Se rumoreó entonces que muchos catafractos se unieron a los ejércitos romanos en Asia.


Reyes de la dinastía seléucida

Reyes de la dinastía seléucida (305 a. C.63 a. C.)
Imagen Inicio reinado Fin reinado Nombre de rey Nacimiento /fallecimiento Consorte(s) Notas
Seleuco I Nicatore.JPG 305 a. C. 281 a. C. Seleuco I Nicátor c. 358–281 a. C. Apama Hijo de Antíoco, hijo de Seleuco. Sátrapa desde 311-305 a. C., luego asumió el título de "rey" desde el 306 a. C.. Asesinado por Ptolomeo Cerauno, rey de Macedonia.
AntiochusI.jpg 281 a. C. 261 a. C. Antíoco I Sóter  ? – 261 a. C. Estratónice de Siria (casada ca. 300 a. C., se divorció en 294 a. C.) Hijo de Seleuco I. Corregente con su padre durante 10 años, desde 291 a.C., gobernó en solitario 281-261 a. C.
AntiochusIIMET.jpg 261 a. C. 246 a. C. Antíoco II Theos 286–246 a. C. Laodice I

Berenice Sira (casada en 261 a. C. )
Hijo de Antiochus I, se casó primero con Laodice I y luego con Berenice, una hija de Ptolomeo II
de Egipto. Laodice hizo que ella y su hijo muriesen envenenados tras la
muerte de su marido al reclamar los derechos sucesorios.
SeleucusII.jpg 246 a. C. 225 a. C. Seleuco II Calinico  ? – 225 a. C. Laodice II Hijo de Antíoco II Theos y Laodice I
SeleucusIII.jpg 225 a. C. 223 a. C. Seleuco III Cerauno c. 243–223 a. C.
Hijo de Seleuco II, Seleuco III fue asesinado por miembros de su ejército.
Antiochos III.jpg 223 a. C. 187 a. C. Antíoco III Megas c. 241–187 a.C. Laodice III

Euboea de Chalcis
Hijo de Seleuco II y hermano de Seleuco III
SeleucusIV.JPG 187 a. C. 175 a. C. Seleuco IV Filopátor  ? – 175 a.C. Laodice IV Hijo de Antíoco III, Seleuco IV se casó con Laodice IV, en un matrimonio entre hermano y hermana.
Antiokhos IV.jpg 175 a. C. 164 a. C. Antíoco IV Epífanes c. 215–163 a.C. Laodice IV Hijo de Antíoco III, asesinado en Elymais
Antiochus v.jpg 164 a. C. 162 a. C. Antíoco V Eupátor c. 172–161 a.C.
Hijo de Antíoco IV
DemetriosISoter.JPG 162 a. C. 150 a. C. Demetrio I Sóter 185–150 a.C. Apama ?

Laodice V?
Hijo de Seleuco IV Filopator y de Laodice IV
AlexanderI.jpg 154 a. C. 145 a. C. Alejandro Balas  ? – 146 a.C. Cleopatra Thea Hijo de Antíoco IV? y de Laodice IV
DemetriusII.jpg 145 a. C. 138 a. C. Demetrio II Nicátor  ? – 139 a.C. Cleopatra Thea Hijo de Demetrio I. Primer reinado, 145-138 a.C. Fue derrotado y capturado por los partos. Se casó con Rhodogune hija de Mitrídates I
Antiochos VI.jpg 145 a. C. 140 a. C.? Antíoco VI Dioniso ca. 148–138 a.C.
Hijo de Alejandro Balas y Cleopatra Thea
Tryphon coin.jpg 140 a. C. 138 a. C. Diodoto Trifón

General, que fue regente de Antíoco VI Dioniso. Tomó el trono tras asesinar a su cargo.
Antiochus VII coin (Mary Harrsch).jpg 138 a. C. 129 a. C. Antíoco VII Evergetes  ? – 129 a.C. Cleopatra Thea Hijo de Demetrio II. Muerto en batalla con Fraates II
DemetriusII.jpg 129 a. C. 126 a. C. Demetrio II Nicátor
Cleopatra Thea Segundo reinado. Demetrio fue asesinado por instigación de su esposa Cleopatra Thea.

129 a. C. 123 a. C. Alejandro II Zabinas

Usurpador que decía ser hijo adoptivo de Antíoco VII Sidetes
CleopatraI.jpg 126 a. C. 123 a. C. Cleopatra Thea ca. 164–121 a.C.
Hija de Ptolomeo VI de Egipto. Casada con tres reyes: Alejandro
Balas, Demetrio II Nicator y Antíoco VII Sidetes. Madre de Antíoco VI,
Seleuco V , Antíoco VIII Grypus, y Antíoco IX Cyzicenus. Corregente con
su hijo Antíoco VIII Grypus.

126 a. C. 125 a. C. Seleuco V Filométor

Asesinado por su madre Cleopatra Thea
AntiochusVIII.jpg 125 a. C. 96 a. C. Antíoco VIII Grifo
Trifena (o Cleopatra VI de Egipto)

Cleopatra Selene I de Egipto
Antioco VIII y Trifena tuvieron cuatro hijos reyes: Seleuco VI Epífanes, Antíoco XI Epífanes, Demetrio III Eucarios, y Antíoco XII Dioniso.
AntiochusIX.jpg 114 a. C. 96 a. C. Antíoco IX Eusebio
Cleopatra IV de Egipto

Cleopatra Selene I de Egipto


96 a. C. 95 a. C. Seleuco VI Epífanes



95 a. C. 92 a. C. Antíoco XI Epífanes


DemetriusIIICoin.png 95 a. C. 88 a. C. Demetrio III Eucarios  ? - 88 a.C.


95 a. C. 83 a. C. Antíoco X Eusebio Philopator
Cleopatra Selene I

95 a. C. 83 a. C. Filipo I Filadelfo


Antiochus XII & Hadad.jpg 87 a. C. 84 a. C. Antíoco XII Dioniso



69 a. C. 64 a. C. Antíoco XIII Asiático



69 a. C. 65 a. C. Seleuco VII Cibiosactes o Philometor



65 a. C. 63 a. C. Filipo II Filorromano


Árbol genealógico


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
Antíoco
 
Laodice

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
Seleuco I Nicátor

305-281

 
Apama

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



 

 

 

 

 

 
Aqueo
 

 
Estratónice
 
Antíoco I Sóter

281-261

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 
Andrómaco
 

 

 

 
Antíoco II Theos

261-246

 
Laodice I

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
Aqueo

220-213

 

 
Laodice II
 
Seleuco II Calinico

246-226

 
Antíoco Hierax

240-228

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
Seleuco III Cerauno

226-223

 
Antíoco III Megas

223-187

 
Laodice III

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
Seleuco IV Filopátor

187-175

 
Laodice IV
 
Antíoco IV Epífanes

175-164

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 
Apama
 
Demetrio I Sóter

162-150

 
Antíoco V Eupátor

164-162

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
Alejandro I Balas

150-146

 
Cleopatra Thea
 
Demetrio II Nicátor

145-125

 

 

 

 

 

 

 

 

 
Antíoco VII Evergetes

138-129

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
Antíoco VI Dioniso

144-142

 
Seleuco V Filométor

126-125

 
Antíoco VIII Grifo

125-96

 
Cleopatra Trifena
 

 

 
Antíoco IX Eusebio

116-96

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
Seleuco VI Epífanes

96-95

 
Antíoco XI Epífanes

95-92

 
Filipo I Filadelfo

95-83

 
Demetrio III Eucarios

95-88

 
Antíoco XII Dioniso

87-84

 
Antíoco X Eusebio

95-83


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
Filipo II Filorromano

69-63

 

 

 

 

 

 

 

 

 
Antíoco XIII Asiático

69-64

 
Seleuco VII Cibiosactes

69-63

Véase también

Referencias


  • Taagepera, Rein (1979). «Size and Duration of Empires: Growth-Decline Curves, 600 B.C. to 600 A.D.». Social Science History (en inglés) 3 (3/4): 121. doi:10.2307/1170959. Consultado el 8 de julio de 2009.

    1. Jens Jakobsson (2004). «History of Iran: Seleucid Empire» (en inglés). History Chamber Society. Consultado el 7 de octubre de 2009.

    Bibliografía

    • Seignobos, Charles: Historia Universal Oriente y Grecia. Madrid : Daniel Jorro, 1930.
    • Grecia cuna de Occidente de Peter Levi. Ediciones Folio S.A. (ISBN 84-226-2616-0).
    • La Historia y sus protagonistas, Ediciones Dolmen, 2000.
    • A. Houghton, C. Lorber, Seleucid Coins. A Comprehensive Catalogue,
      Part I, Seleucus I through Antiochus III, With Metrological Tables by B.
      Kritt, I-II, New York - Lancaster - London, 2002.
    • G. G. Aperghis, The Seleukid Royal Economy. The Finances and Financial Administration of the Seleukid Empire, Cambridge, 2004.
    • Laurent Capdetrey, Le pouvoir séleucide. Territoire, administration,
      finances d'un royaume hellénistique (312-129 avant J.C.). (Collection
      "Histoire"). Rennes: Presses Universitaires de Rennes, 2007.

    Enlaces externos

    Menú de navegación


  • Steven C. Hause, William S. Maltby (2004). Western civilization: a history of European society. Thomson Wadsworth. p. 76. ISBN 978-0-534-62164-3.
    «The Greco-Macedonian Elite. Los seléucidas respetaban las
    sensibilidades culturales y religiosas de sus súbditos, pero preferían
    confiar en los soldados y administradores griegos y macedonios para los
    asuntos de gobierno del día a día. La población griega de las ciudades,
    reforzada desde el siglo II a. C. por inmigración desde Grecia, formaba
    una dominante, aunque no especialmente cohesionada élite.»


  • Victor, Royce M. (2010). Colonial education and class formation in early Judaism: a postcolonial reading. Continuum International Publishing Group. p. 55. ISBN 978-0-567-24719-3.
    «Como otros reyes helenísticos, los seléucidas gobernaban con la ayuda
    de sus “amigos” y una élite greco-macedonia que formaba una clase
    saparada de las poblaciones nativas a las que gobernaban.»


  • Britannica, Seleucid kingdom, 2008, O.Ed.


  • Estrabón 15.2.1(9)


  • Ancient India, (Kachroo ,p.196)


  • The Imperial Gazetteer of India, (Hunter,p.167)


  • The evolution of man and society, (Darlington ,p.223)


  • Tarn, W. W. (1940). «Two Notes on Seleucid History: 1. Seleucus' 500 Elephants, 2. Tarmita». Journal of Hellenic Studies 60: 84-94. doi:10.2307/626263. JSTOR 626263.


  • Partha Sarathi Bose (2003). Alexander the Great's Art of Strategy. Gotham Books. ISBN 1-59240-053-1.


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