El sacerdote de Fuenlabrada cede ante la presión

La prueba del delito. La verdad es que ese fondo "sauna" no le deja en muy buen lugar y el chulazo tampoco.
El sacerdote Andrés García Torres, después de haber sido presionado hasta la saciedad, ha terminado por entregar las llaves de su parroquia, Nuestra Señora de Fátima en Fuenlabrada. Ni siquiera el apoyo incondicional de sus feligreses ha servido para que este sacerdote, acusado de homosexual –manda narices la acusación-, mantuviera sus labores de párroco, “Estamos con nuestro cura. Le vamos a defender hasta el final frente a una decisión arbitraria. El obispo ha echado a nuestro párroco injustamente. El diablo se esconde detrás de la decisión del obispo de Getafe”.


Un representante del obispado se presentó en la iglesia después de una misa requiriéndole las llaves de la parroquia y Andrés aceptó, según afirmó su hermana, Aída García Torres: “era lo mejor para que la familia no siguiera sufriendo”.


Esa misma tarde, los feligreses se encontraron con la noticia de que
ya no había cura que les diera la misa de las ocho de la tarde. “Nos han echado y nos hemos puesto a rezar el rosario en la acera. Estamos indignados”,
contaba Faustina Delgado. Los vecinos ya han reunido más de 1.500
firmas en apoyo a Andrés y su intención es entregarlas en el obispado.


Fuente: EP