sábado, 20 de agosto de 2016

Zamora Sefardí: Un "mikve" encerrado en la Hostería Real

Zamora Sefardí: Un "mikve" encerrado en la Hostería Real

















































lunes, 4 de julio de 2016






Un "mikve" encerrado en la Hostería Real


Seguimiento a la noticia disponible más abajo.



Un equipo del Centro Issac Campantón
tuvo la oportunidad de entrar y fotografiar el baño judío en La Hostería
Real. A primera vista, la construcción cumple con los requisitios
necesarios para ser considerado un mikveh, o baño judío, datado
por algunos especialistas como erigido en el siglo XV y así consta en
las descripciones disponibles del inmueble. Según se nos cuenta en la
entrevisra más abajo, a inicios de los años 90 la hebraísta María
Fuencisla García Casar, en efecto, lo reconoció como un baño judío. El
Centro Campantón ha comenzado a llevar una memoria especializada del
lugar con vistas a promover, con la aprobación del propietario del
inmueble, su señalización dentro de la Ruta Sefardí de la ciudad.












Un "mikve" encerrado en la Hostería Real



José María Sadia, La Opinión de Zamora, 29 de Julio, 2014. Fotos: Javier de la Fuente

 
En origen, los judíos utilizaban los
baños rituales como una suerte de purificación. Utilizaban un lugar
especial, un mikve , que cumplía dos requisitos fundamentales: el agua
debía fluir y renovarse de forma constante y tenía que cubrir al
completo el cuerpo. Tanto los hombres como las mujeres -ahora es una
costumbre ligada más al género femenino- utilizaban estos espacios de
manera frecuente. 




Todavía hoy el agua baja de la peña sobre la
que se asienta la ciudad para renovar el agua de un mikve oculto en el
interior de la Hostería Real, un edificio hoy clausurado fruto del
infortunio y de una trayectoria reciente tan rocambolesca como el olvido
en el que habita, posiblemente, uno de los escasísimos legados
arqueológicos de la importante presencia hebrea en varias zonas de la
ciudad, en particular, los Barrios Bajos. 






Alfredo del Cueto, delineante.


La historia del baño
judío y del propio edificio es la historia de Alfredo del Cueto,
delineante que emprendió a mediados de los ochenta un noble proyecto
para el edificio hoy clausurado: impulsar un museo en el que dar a
conocer cuatro centenares de trajes de la provincia con una antigüedad
de hasta cuatro siglos. Con tal fin, Del Cueto invirtió sus ahorros en
la compra de la propiedad, por entonces un conjunto de viviendas que
empañaba la impronta del palacio que habitó el último inquisidor de la
ciudad. "Se trataba de un edificio catalogado y allí no podías hacer
cualquier cosa", precisa el ya jubilado delineante. 




El palacio
poseía un ramillete de aspectos de extraordinario valor y la obra de Del
Cueto consistía en separar el polvo de la paja. Junto a los arquitectos
Alfonso Crespo y José Ángel Bueno, el promotor impulsó la reforma
integral de las estancias, delimitadas por sillería de piedra y adobe
prensado, con unos muros que rozan el metro de anchura en algunas zonas.
"Incluso había un excelente artesonado en la primera planta formado por
piezas encajadas", rememora. 






Hosteria Real, ubicada en la Cuesta de Pizarro, Zamora


Sin embargo, el lugar más especial
del edificio no eran su fachada, ni el patio que muchos recordarán de
la reciente etapa como hostería. Sino un pequeño espacio que unía la
roca que sostiene la muralla con el resto de la propiedad. "Cuando me
encontré con aquello, advertí de que se trataba de un baño ritual, pero o
no me creyeron o había un notable desinterés por aquello", explica Del
Cueto. En cambio, la historiadora Fuencisla García Casar, que editó un
trabajo monográfico sobre la presencia judía en la ciudad, "acudió a
verlo y no tuvo duda alguna de que se trataba de un baño judío". 





Pero, ¿qué aspecto tenía aquel mikve? "Es un espacio situado al fondo,
con cinco peldaños para bajar al baño y un pilar que sujeta una
barandilla de sillería. Lo más importante es que está construido a cielo
abierto, excavado en la misma roca y con una profundidad de un metro de
agua", explica Del Cueto. Un orificio conecta el baño con un pozo
situado en el centro del patio del palacio y mantiene el nivel del agua
que podría ser mayor de obstruirse el agujero. 




Plano delineado por los ingenieros al momento de reconstruir la Hostería Real
Se trata de uno
de los tres espacios que el Centro Campantón -creado tras la celebración
de un congreso sobre la herencia sefardí en Zamora- pretende estudiar
junto al cementerio hebreo radicado en Valorio o la Cueva Árabe, que
pudo ser una antigua sinagoga. Al frustrarse el proyecto del museo del
traje, Del Cueto impulsó allí el restaurante Pizarro (como la cuesta en
la que está emplazado) a principios de los años noventa. Tras aquella
experiencia profesional, el palacio cambio de manos y nació la Hostería
Real, clausurada desde hace dos años, lo que impide a los investigadores
acceder al interior en la actualidad.




Otras informaciones relacionadas:
El renacer de una cultura dormida (Enlace Directo)
La excavación en tres zonas de la ciudad sacaría a la luz los primeros restos judíos (Enlace Directo)










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