viernes, 19 de agosto de 2016

Español 3er grado (2014-2015) PDF

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Espiritismo



Espiritismo
Symbole doctrine spirite.jpg
Fundador(es) Allan Kardec
Deidad o deidades principales Dios
Número de seguidores estimado 10 a 20 millones1
Seguidores conocidos como Espiritistas
Escrituras sagradas El libro de los espíritus, y otros
País o región de origen Bandera de Francia Francia
País con mayor cantidad de seguidores Bandera de Brasil Brasil
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El espiritismo es una doctrina originada en Francia a mediados del siglo XIX, cuyo máximo exponente ha sido Allan Kardec (1804-1869). Esta doctrina establece que los espíritus ―seres sin cuerpo material― pueden entrar en contacto con los seres humanos.


Kardec define al espiritismo como la ciencia que estudia la
naturaleza, origen y destino de los espíritus, además de su relación con
el mundo corporal como filosofía, ya que estudia las consecuencias morales que resultan de esas relaciones;2 y como religión.3


Los conceptos o doctrinas espiritistas tienen seguidores en varios países alrededor del mundo, incluyendo Alemania, Argentina, Brasil (el país con la mayor cantidad de espiritistas), Colombia, Cuba, España, Estados Unidos, Francia, Haití, Japón, Perú, Portugal, Panamá, Puerto Rico,4 Reino Unido, Uruguay y Venezuela.



Índice

Etimología del término «espiritismo»

El término «espiritismo» (del francés spiritisme, de spirit: ‘espíritu’; e isme: ‘doctrina’) surgió como un neologismo (o más precisamente un porte-manteau), creado por el francés Allán Kardec para nombrar específicamente la doctrina de los espíritus, presentada por él en El libro de los espíritus (1857).5 Kardec acuñó el término en la introducción de su Libro de los espíritus. Sin embargo, el historiador puertorriqueño Dr. Gerardo Alberto Hernández Aponte
quien es uno de los más importantes especialistas en la historia del
espiritismo, descubrió que el término procede del espiritualismo y
existía al menos desde 1853.6


Muchos espiritistas hispanohablantes prefieren nombrar a la doctrina y a sí mismos con la palabra portuguesa espírita7 (y no «espiritista»), que introdujo el traductor español Fernando Colavidas[cita requerida] en las primeras traducciones de la obra del francés al español.


Diferencias entre el espiritismo francés y el inglés

Vale la pena considerar también que el spiritisme francés y el spiritism
inglés formaron instituciones independientes, aunque prácticamente
iguales en sus principios y ambos términos se traducen al español
indistintamente como espiritismo.8 En la actualidad el spiritism inglés es totalmente indistinguible del spiritisme francés.[cita requerida]


Sin embargo, la utilización del término, cuya raíz es común a
diversas naciones occidentales de origen latino o anglosajón, hizo que
él fuese incorporado rápidamente al uso cotidiano para designar todo lo
que tenía relación con la comunicación con los espíritus. Así por
espiritismo, hoy se identifica a las varias doctrinas religiosas y
filosóficas que creen en la supervivencia del espíritu (alma) después de
la muerte del cuerpo físico, y, principalmente, en la posibilidad de
comunicarse con ellos, casual o deliberadamente, por evocaciones o de
forma natural.


De este modo la palabra se utiliza para referirse a dos conceptos: el
espiritismo como contacto con los espíritus y como la creencia que
define el origen, el destino y la naturaleza de los espíritus.


Conceptos

Los principios del espiritismo contenidos en sus obras fundamentales son:5 9


  • La existencia y unicidad de Dios como primera causa inteligente. Dios es eterno, y por tanto, perfecto hasta el infinito.
  • La existencia de espíritus,
    seres individuales creado por Dios, sempiternos, con predisposición
    hacia la inteligencia, aptitud que desarrollan al evolucionar. Para
    encarnar en un mundo material, el espíritu se une a un cuerpo físico por
    medio de su periespíritu (envoltura cuasi material que rodea al
    espíritu).
  • Comunicabilidad espiritual (mediumnidad):
    el humano, denominado también alma o espíritu encarnado, puede
    comunicarse con espíritus desencarnados (entre ellos, espíritus
    correspondientes a fallecidos terrestres) a través de algún médium. El
    ejercicio medianímico requiere de un cuerpo material, por lo que solo
    los encarnados pueden ser médiums.
  • Ley de causa y efecto: el mecanismo de retribución ética
    universal a todos los espíritus, según la cual nuestra condición actual
    es el resultado de nuestros actos y decisiones pasados. La purificación
    de una falta se realiza mediante el arrepentimiento y la expiación
    necesaria para la corrección.
  • Reencarnación:
    es el proceso natural que permite al espíritu volver a encarnar como
    humano con el fin de evolucionar (sea para perfeccionarse en virtudes,
    para expiar faltas pasadas, para ayudar a sus semejantes a progresar,
    etc.). Por evolución intelectual, el humano solo puede reencarnar como
    humano, pero tanto hombre como mujer.
  • Dinamismo en la vida espiritual: los goces o penas relativos después
    de desencarnar los determina el estado de la conciencia del individuo,
    concibiendo su porvenir en algún mundo afín a su estado vibratorio.10 Aun así, el ser tiende a la felicidad eterna por la misma eterna evolución que va desarrollando.
  • Pluralidad de mundos habitados: la Tierra no es el único planeta con
    vida en el universo. El espíritu encarna en diferentes planetas,
    progresando en todos los aspectos.
  • Responsabilidad individual: el estado de la vida presente del ser es
    debida únicamente a sí mismo. El mismo espíritu es quien, antes de
    encarnar, elige las pruebas y circunstancias por las que pasará,
    consolidando así la ley del libre arbitrio. Dios no establece premios o
    castigos individuales, pero sí leyes universales desde la eternidad.
  • Igualdad espiritual: Dios no privilegia a ningún espíritu,
    creándolos a todos simples e ignorantes, pero destinados invariablemente
    a la perfección, con aptitudes idénticas para el bien o para el mal según su libre albedrío.11
  • La conciencia como libro de vida: Las decisiones buenas solo surgen
    del sentido común dictado por la conciencia junto a la inteligencia,
    esto es, las intenciones verdaderas de bien común.
  • Universalidad de la filosofía: La relación humana-espiritual no
    necesita ninguna mediación institucional. Una espiritualidad natural es
    suficiente e incluso más apropiada para la realización del ser. Por
    ello, el espiritismo carece de rituales, culto, templos o personas con
    privilegios religiosos.
Nota: Jesús de Nazareth es considerado, aunque humano, el mayor modelo a seguir por su legado moral.12
Su desnaturalización divina lo define merecedor de su evolución por
medio de su propio esfuerzo, condición necesaria a todo espíritu para
progresar. De hecho, cualquier espíritu que refleje una gran vida moral
puede considerarse ejemplo a seguir (Sócrates, por ejemplo).


Caracteres de las reuniones espiritistas9 13

Si se compara el modelo espírita con las características generales de
los sistemas religiosos más comunes, encontramos que la reunión
espírita reúne las siguientes características:


  • Ausencia de jerarquía sacerdotal.
  • Ausencia de culto a imágenes, altares, etc.
  • Ausencia de cualquier ritual o sacramento: bautismo, casamiento, etc.
  • Incentivo al respeto y tolerancia de todas las religiones. Muchos espiritistas lo consideran su «segunda religión».
  • La práctica espiritista es gratuita y sin ánimo de lucro, aunque la
    participación en las instituciones espíritas se ajusta a los parámetros
    comunes a toda asociación civil.
De acuerdo a las legislaciones de cada país, las instituciones
espíritas se adecúan a sus leyes internas para asociaciones civiles u
otros marcos legales.[cita requerida]


Si se toma el modelo de la ciencia, podría considerarse que la
reunión espírita en la que se desarrolla el método mediúmnico, reúne las
siguientes características:


  • Es empírica en la medida que parte de la consideración de un
    fenómeno corriente denominado «fenómeno mediúmnico» o «fenómeno
    espírita», que debe ser diferenciado de manifestaciones similares en las
    que intervienen estados alterados de conciencia, o el animismo.
  • Existe una hipótesis sobre el fenómeno espiritista, que lo comprende y lo incluye en un sistema.
  • Existe un método mediúmnico, que permite operar e intervenir sobre el fenómeno.
  • Existe experimentación.
Estos aspectos en general suelen estar implícitos, ya que la doctrina
espiritista no la ha desarrollado un solo científico que la respalde.


Obras básicas14

Los historiadores Henri Sausse,15 Francisco Thiesen y Zêus Wantuil,8 16 coinciden con lo dicho por el codificador, Allán Kardec,
el cual afirmaba no haber sido el autor intelectual de la mayor parte
de lo contenido en las obras básicas. Él recibió en 1855 de Carlotti
y de un grupo de seguidores, de distintas partes del mundo,
50 cuadernos conteniendo relatos de experiencias y comunicaciones
mediumnicas diversas, obtenidas a través de diversos médiums, de almas
que se decían personas muertas. Allán Kardec analizó, ordenó y completó,
con la información concordante obtenida de los espíritus «a través de
diversos médiums, desconocidos entre sí, y en distintas partes del
mundo»,5 organizando estos trabajos en cinco obras, consideradas básicas para el espiritismo.


Los espiritistas reconocen a Allán Kardec como el codificador de la
doctrina espiritista, no como el creador de la misma. Los espiritistas
consideran que los autores de la mayor parte de los textos espiritistas
no han sido los médiums, sino los propios espíritus de personas muertas
(que los espiritistas llaman «personas desencarnadas»).


Las cinco obras básicas, conocidas como «Pentateuco kardequista» son:


«El libro de los espíritus»

Primera edición: 18 de abril de 1857


En su primera página se lee: «Contiene: los principios de la doctrina
espiritista. Sobre la inmortalidad del alma, la naturaleza de los
espíritus y sus relaciones con los hombres, las leyes morales, la vida
presente, la vida futura y el porvenir de la humanidad, según la
enseñanza dada por los espíritus superiores con la ayuda de diversos
médiums. Recopilada y puesta en orden por Allán Kardec».5


Este libro se ordena en forma de preguntas y respuestas abarcando los más diversos temas con sus 1018 preguntas.


«El libro de los médiums»

Primera edición: enero de 1861


En su portada se establece su contenido: «Guía de los médiums y de
los evocadores. Contiene la enseñanza de los espíritus sobre la teoría
de todos los géneros de manifestaciones, los medios de comunicarse con
el mundo invisible, el desarrollo de la mediumnidad, las dificultades y
los escollos que se pueden encontrar en la práctica del espiritismo.
Continuación de El libro de los espíritus; por Allán Kardec».17


Esta obra trata de las manifestaciones espiritistas y de los médiums,
por tanto, de la parte fenoménica del espiritismo, y lo caracteriza
como «ciencia» de observación que analiza las relaciones entre el mundo corpóreo y el mundo invisible o espiritual.


«El Evangelio según el espiritismo»

Primera edición: abril de 1864


«Contiene la explicación de las máximas morales de Cristo, su
concordancia con el espiritismo y su aplicación a las diversas
posiciones de la vida».18


En su contratapa de la edición moderna (2001) se lee: «Esta obra
define la esencia religiosa de la doctrina espírita, como verdadero cristianismo,
restaurado por la interpretación que los espíritus dieron a los textos
evangélicos. Ella muestra el poder del amor en las más diversas
situaciones de la vida, cuando dejamos que ese sentimiento divino guíe
nuestras manos y nuestros pasos, para servir al prójimo, resultando de
ello que todo se equilibre a nuestro alrededor».


«El cielo y el infierno»

Título original: El cielo y el infierno o la justicia divina según el espiritismo Primera edición: agosto de 1865


«Contiene: El examen comparado de las doctrinas sobre el tránsito de
la vida corporal a la vida espiritual, las penas y las recompensas
futuras, los ángeles y los demonios, las penas eternas, etc., seguido de numerosos ejemplos sobre la situación real del alma durante y después de la muerte. Además entre otros como la revista espírita y algunos otros literarios en su doctrina espiritista».10


¿Cuál es el destino del hombre después de la muerte física? ¿Cuáles serían las causas del temor a la muerte? ¿Existen el Cielo y el Infierno? ¿Merece crédito la antigua creencia en los ángeles y demonios?
¿Cómo procede la justicia divina? Éstas y otras cuestiones relacionadas
son debidamente esclarecidas, en la primera parte de esta obra, a la
luz de la lógica
y de las enseñanzas de los espíritus. En la segunda parte, titulada
«Ejemplos Kardec» registra numerosas comunicaciones de espíritus:
clasificados por categorías, tales como: felices, sufridores,
arrepentidos, endurecidos y suicidas- que ejemplifican la doctrina
expuesta anteriormente.


«La Génesis»

Título original: La génesis,19 los milagros y las profecías según el espiritismo.


Primera edición: enero de 1868.


Trata asuntos como: Dios y la visión de los hombres sobre su existencia y naturaleza, la Providencia divina, el bien y el mal, el espacio y el tiempo, la formación de los mundos, la génesis orgánica y la génesis espiritual, los milagros y su explicación, la superioridad de la naturaleza de Jesús y la desaparición de su cuerpo, y muchos otros asuntos.20


Historia

Antecedentes

Desde la Antigüedad
la humanidad ha creído posible comunicarse con los espíritus de los
muertos. En la Grecia antigua, se daba por cierto que los difuntos
habitaban en el Hades y era posible entrar en contacto con ellos mediante rituales mágicos. En la Odisea, de Homero, Odiseo llega al Hades y lleva a cabo un ritual, según lo indicado por la hechicera Circe, con lo cual logra hablar con el espíritu de su padre y con los de sus compañeros muertos en Troya. Asimismo, los chamanes de los pueblos originarios de Asia y Oceanía afirmaban tener la capacidad de comunicarse con los espíritus de los difuntos.


Durante la Edad Media,
se mantuvo la creencia de que los espíritus regresaban regularmente al
mundo de los vivos y se multiplicaron los cuentos de fantasmas. En Hamlet, el dramaturgo William Shakespeare presenta al fantasma
del rey asesinado demandando venganza al protagonista, su hijo. Ese
tipo de aparición estaba registrada en muchos relatos anteriores a la
época de Shakespeare, pero no consta que hubiera una práctica
propiamente espiritista para establecer la comunicación con los muertos.


El espiritismo en el siglo XIX

Durante el siglo XIX se suscitó en Estados Unidos una creciente
oleada de fenómenos mediúmnicos que luego extendió sus prácticas y
conocimientos a varios países europeos. En el año 1848, se registró en
la localidad neoyorquina de Hydesville, Estados Unidos, el primer caso de un fenómeno poltergeist.


En 1854, en París, Francia, el espiritista Allán Kardec se abocó al estudio de este tipo de fenómenos paranormales, en particular, las manifestaciones de las llamadas «mesas giratorias».
Las explicaciones de las causas de estos fenómenos, al igual que el
sistema filosófico derivado de aquellas, sentaron las bases del
espiritismo.


Sus investigaciones derivaron en la publicación en 1857 de El libro de los espíritus.
Este volumen supone el comienzo del movimiento espiritista
contemporáneo. En los años que siguen, Kardec publicó numerosos libros,
como El libro de los médiums (1861), El evangelio según el espiritismo (1864), El Cielo y el Infierno o la justicia divina según el espiritismo (1865) y Génesis, los milagros y las profecías según el espiritismo (1868). En 1858 fundó la Revista Espírita, de la que fue director hasta 1869 (año de su muerte).


Muchas personas de renombre de Europa y los Estados Unidos gradualmente abrazaron el espiritismo como una explicación lógica de la realidad, incluso de temas relacionados con la trascendencia, como Dios y la vida después de la muerte. Miles de sociedades espiritistas fueron creadas en ambos continentes, y en algunos países como España,
el espiritismo fue candidato a integrar los programas regulares de
segunda enseñanza y de las facultades de ciencias, y de filosofía y
letras.21


El espiritismo en los siglos XX y XXI

Con el despertar a la revolución industrial el hombre en occidente
deja a un lado la espiritualidad por el inmediatismo de la industria.
Con el correr de los años y el sentimiento de vacío interior, el hombre
retoma el rumbo que le marca su conciencia.


En América Latina, el espiritismo se expande en una corriente que
intenta mantenerse fiel al proyecto inicial de Kardec y otra de carácter
netamente religioso.


La primera corriente, con foco en Argentina, postula al espiritismo
como ciencia-filosofía-moral. La segunda corriente, con base en Brasil,
es de grandes dimensiones y postula al espiritismo como
ciencia-filosofía-religión. Su máximo exponente fue Chico Xavier.


Si bien ambas corrientes comparten el mismo nombre «espiritismo», sus
desarrollos, proyectos y razonamientos divergen hasta el punto de
constituir dos espacios diversos, pero en lo esencial, no
contradictorios.


Críticas

El espiritismo como pseudociencia

El espiritismo es considerado una pseudociencia o superstición en los ámbitos científicos y escépticos. El físico y epistemólogo Mario Bunge (1919-), en su libro Investigación científica (1969), lo incluye en su listado de pseudociencias por no cumplir con los requisitos básicos de la metodología científica.


El exmago canadiense James Randi describe al escritor escocés sir Arthur Conan Doyle (célebre por sus historias sobre el detective Sherlock Holmes) como «un poco esnob».
Y opina que su aceptación del espiritismo ―que Randi considera
«increíblemente ingenua»― legitimó a esta creencia como religión.


El espiritismo en la cultura popular

Muchas personas han tenido contacto con prácticas que intentan el
contacto con los muertos a través de prácticas adivinatorias como el juego de la copa o la tabla güija.
Los espiritistas ortodoxos, sin embargo, afirman que este tipo de
técnicas no forman parte del cuerpo doctrinal del espiritismo.


Espiritistas célebres

Véase también

Referencias


  • http://www.adherents.com/Religions_By_Adherents.html#Spiritism

    1. Méndez Bejarano, Mario (1857-1931): Historia de la filosofía en España hasta el siglo XX. Capítulo «Espiritismo». Publicado en el sitio web Filosofía.org.

    Enlaces externos


  • Allán Kardec: Qué es el espiritismo (preámbulo).


  • Allán Kardec: Revista Espírita - Jornal de Estudos Psicológicos,
    Ano Décimo Primeiro – 1868, Sessão Anual Comemorativa do dia dos Mortos
    (Sociedade de Paris, 1o de novembro de 1868), Discurso de abertura pelo
    Sr. Allan Kardec, p. 491. http://www.febnet.org.br/ba/file/Downlivros/revistaespirita/Revista1868.pdf


  • Gerardo Alberto Hernández Aponte, El espiritismo en Puerto Rico: 1860-1907. San Juan, Puerto Rico: Academia Puertorriqueña de la Historia, 2015.


  • El libro de los espíritus. Instituto de Difucion [sic, por Difusión] Espirita [sic, por Espírita]. 2001. ISBN 85-7341-288-7.


  • Gerardo Alberto Hernández Aponte, El espiritismo en Puerto Rico: 1860-1907. San Juan, Puerto Rico: Academia Puertorriqueña de la Historia, 2015, pp. 82-85.


  • La palabra espírita no es una palabra del idioma español, según una búsqueda en el Diccionario de la lengua española.


  • Zêus Wantuil: As mesas girantes e o espiritismo. Río de Janeiro: Federación Espírita Brasilera, 1994.


  • Hu Rivas, Luis (2006). Doctrina espírita para principiantes. Consejo Espírita Internacional. ISBN 85-98161-15-2.


  • El Cielo y el Infierno o la justicia divina según el espiritismo. Instituto de Difusión Espirita [sic, por Espírita]. 2001. ISBN 85-7341-188-0.


  • Allán Kardec: El libro de los espíritus (libro segundo, capítulo 1). IDE, 2001. ISBN 85-7341-288-7


  • Allán Kardec: El libro de los espíritus (libro 3, capítulo 1, pregunta 625). Sin datos: IDE, 2001, ISBN 85-7341-288-7


  • Consejo Espirita [sic, por Espírita] Internacional (2005). «Conozca el espiritismo». Archivado desde el original el 30 de noviembre de 2015. Consultado el 5 de abril de 2009.


  • Federación Espírita Uruguaya. «Obras básicas». Archivado desde el original el 30 de noviembre de 2015. Consultado el 5 de abril de 2009.


  • Biografía de Allan Kardec. Victor Hugo. 1952. ISBN 980-6204-00-X, 9789806204003.


  • Allán Kardec. Federação Espírita Brasileira, Departamento Editorial. 1979. volumen 1 ISBN 85-7328-188-X, volumen 2 ISBN 85-7328-052-2, volumen 3 ISBN 85-7328-160-X.


  • Allán Kardec: El libro de los médiums. Instituto de Difusión Espírita, 2001.


  • El Evangelio según el espiritismo. Instituto de Difusión Espírita. 2001. ISBN 85-7341-301-8.


  • El artículo femenino «la» se utiliza para diferenciarlo del Génesis bíblico).


  • Allán Kardec: La génesis, los milagros y las profecías según el espiritismo. Río de Janeiro: Instituto de Difusión Espírita, 2001.


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