viernes, 19 de agosto de 2016

Revolución mexicana - Wikipedia, la enciclopedia libre

Revolución mexicana - Wikipedia, la enciclopedia libre






Revolución mexicana



Revolución mexicana
Collage revolución mexicana.jpg

Fotografías de la Revolución mexicana (1910)

Fecha 20 de noviembre de 1910-1920
Lugar Flag of Mexico.svg México
Beligerantes

Revolución maderista:

Maderistas

Orozquistas

Villistas

Zapatistas

Presidencia de Madero y Decena trágica:

Tropas federales leales al presidente Madero.

Villistas



Revolución constitucionalista Anexo:Principales jefes y oficiales huertistas


Tropas federales al mando de Porfirio Díaz











Orozquistas

Zapatistas

Tropas leales a Félix Díaz

Tropas leales a Bernardo Reyes

Tropas leales a Victoriano Huerta



Villistas

Zapatistas

Ejército Constitucionalista de Venustiano Carranza



Ejército Constitucionalista
Fuerzas en combate

Desconocido Desconocido
Bajas

Desconocido Desconocido
[editar datos en Wikidata]
Revolución Mexicana
Collage revolución mexicana.jpg

Algunas fotografías de la Revolución Mexicana
Contexto del acontecimiento
Fecha 20 de noviembre de 1910
Sitio Puebla, Flag of Mexico.svg México
Impulsores Los hermanos Aquiles Serdán, Máximo Serdán, Carmen Serdán y Francisco I Madero
Motivos Porfiriato
Influencias ideológicas de los impulsores Promover un gobierno democrático a través de un sufragio y no reelección
Gobierno previo
Gobernante Porfirio Diaz
Forma de gobierno Dictadura en México por casi más de 30 años
Gobierno resultante
Gobernante Venustiano Carranza
Forma de gobierno 1917 marca el año en el que se crea la última y actual constitución vigente
[editar datos en Wikidata]
La Revolución mexicana fue un conflicto armado que se inició en México el 20 de noviembre de 1910. Históricamente, suele ser referido como el acontecimiento político y social más importante del siglo XX en México.


Los antecedentes del conflicto se remontan a la situación de México bajo el Porfiriato. Desde 1876 el general oaxaqueño Porfirio Díaz ejerció el poder en el país de manera dictatorial.
La situación se prolongó por 34 años, durante los cuales México
experimentó un notable crecimiento económico y estabilidad política.
Estos logros se realizaron con altos costos económicos y sociales, que
pagaron los estratos menos favorecidos de la sociedad y la oposición
política al régimen de Díaz. Durante la primera década del siglo XX
estallaron varias crisis en diversas esferas de la vida nacional, que
reflejaban el creciente descontento de algunos sectores con el
Porfiriato.


Cuando Díaz aseguró en una entrevista que se retiraría al finalizar
su mandato sin buscar la reelección, la situación política comenzó a
agitarse. La oposición al gobierno cobró relevancia ante la postura
manifestada por Díaz. En ese contexto, Francisco I. Madero
realizó diversas giras en el país con miras a formar un partido
político que eligiera a sus candidatos en una asamblea nacional y
compitiera en las elecciones. Díaz lanzó una nueva candidatura a la
presidencia y Madero fue arrestado en San Luis Potosí por sedición. Durante su estancia en la cárcel se llevaron a cabo las elecciones que dieron el triunfo a Díaz.


Madero logró escapar de la prisión estatal y huyó a los Estados Unidos. Desde San Antonio proclamó el Plan de San Luis, que llamaba a tomar las armas contra el gobierno de Díaz el 20 de noviembre de 1910.
El conflicto armado tuvo lugar en primera instancia al norte del país y
posteriormente se expandió a otras partes del territorio nacional. Una
vez que los sublevados ocuparon Ciudad Juárez (Chihuahua), Porfirio Díaz presentó su renuncia y se exilió en Francia.


En 1911
se realizaron nuevas elecciones en las cuales resultó electo Madero.
Desde el comienzo de su mandato tuvo diferencias con otros líderes
revolucionarios, que provocaron el levantamiento de Emiliano Zapata y Pascual Orozco contra el gobierno maderista. En 1913 un movimiento contrarrevolucionario, encabezado por Félix Díaz, Bernardo Reyes y Victoriano Huerta, dio un golpe de Estado. El levantamiento militar, conocido como Decena Trágica, terminó con el asesinato de Madero, su hermano Gustavo y el vicepresidente Pino Suárez. Huerta asumió la presidencia, lo que ocasionó la reacción de varios jefes revolucionarios como Venustiano Carranza y Francisco Villa. Tras poco más de un año de lucha, y después de la ocupación estadounidenses de Veracruz, Huerta renunció a la presidencia y huyó del país.


A partir de ese suceso se profundizaron las diferencias entre las
facciones que habían luchado contra Huerta, lo que desencadenó nuevos
conflictos. Carranza, jefe de la Revolución de acuerdo con el Plan de Guadalupe, convocó a todas las fuerzas a la Convención de Aguascalientes para nombrar un líder único. En esa reunión Eulalio Gutiérrez
fue designado presidente del país, pero las hostilidades reiniciaron
cuando Carranza desconoció el acuerdo. Después de derrotar a la
Convención, los constitucionalistas pudieron iniciar trabajos para la
redacción de una nueva constitución y llevar a Carranza a la presidencia
en 1917.
La lucha entre facciones estaba lejos de concluir. En el reacomodo de
las fuerzas fueron asesinados los principales jefes revolucionarios:
Zapata en 1919, Carranza en 1920, Villa en 1923, y Obregón en 1928.


Actualmente no existe un consenso sobre cuándo terminó el proceso revolucionario. Algunas fuentes lo sitúan en 1917, con la proclamación de la Constitución mexicana,1 2 3 algunas otras en 1920 con la presidencia de Adolfo de la Huerta4 o en 1924 con la de Plutarco Elías Calles.5 Incluso hay algunas que aseguran que el proceso se extendió hasta los años 1940.6



Índice

Antecedentes de la Revolución mexicana


Fotografía del entonces coronel Porfirio Díaz, realizada en 1861.
Para esta edad, Díaz era diputado federal y ya había participado en dos
guerras, a saber: Revolución de Ayutla y Guerra de Reforma.

El periodista John Kenneth Turner ca. 1920, este periodista vaticinó la ocurrencia de la Revolución mexicana en su libro México bárbaro.
Porfirio Díaz, un mestizo oaxaqueño que se destacó en los ejércitos liberales combatiendo contra grupos conservadores y que participó en la Intervención Francesa,7 había asumido la presidencia desde 18768 tras el triunfo de la rebelión de Tuxtepec,7 y para el final de su séptimo mandato, en 1910, había mantenido una dictadura de 34 años.9 Durante los últimos años de su gobierno Díaz gozó de poca credibilidad y sus opositores se iban incrementando10 debido a que se padecieron diversas crisis simultáneas en todos los ámbitos: social, político, económico y cultural.11


Antecedentes económicos y sociales

Durante la Colonia muchos pueblos pudieron conservar algunas propiedades comunales, llamadas de forma genérica «ejidos». La Ley Lerdo de 1856 declaró baldías las propiedades corporativas, particularmente las de la Iglesia y las comunidades indígenas. Entre 1889 y 1890 el gobierno de Díaz dispuso que las tierras comunales se hicieran parcelables. Los nuevos propietarios, no acostumbrados a la propiedad privada,
fueron estafados por particulares o funcionarios. Como resultado mucha
de la población indígena se vio sin posesión de tierras y tuvo que
emplearse en las haciendas cercanas. Otra serie de leyes de deslinde
de los años 1863, 1883 y 1894, en las que una parcela sin su respectivo
título podía considerarse como terreno baldío, propició que aquellos
que tuvieran los recursos necesarios se hicieran con grandes porciones
de tierra. Para 1910
menos del 1 % de las familias en México poseían o controlaban cerca del
85 % de las tierras cultivables. Los pueblos, donde se albergaba el
51 % de la población rural, contaban con tan sólo pequeñas porciones de
tierra y la mayor parte de ella dependían de las haciendas vecinas.
Además, las leyes y la situación nacional favorecía a los hacendados,
pues eran los únicos con acceso a créditos y a proyectos de irrigación
por ejemplo. Por su parte, los pequeños pueblos y agricultores
independientes se veían obligados a pagar altísimos impuestos. Esta
situación afectó grandemente a la economía agrícola, pues las haciendas
tenían grandes porciones sin cultivar y eran menos productivas que las
propiedades menores.12


Otra de las repercusiones del deslinde de tierras y el
fraccionamiento de las tierras comunales indígenas fue que algunos de
ellos se rebelaron contra el gobierno. Los conflictos, que tuvieron
lugar a finales del siglo XIX y principios del XX, fueron protagonizados
por mayas, tzotziles, coras, huicholes y rarámuris, entre otros. Los conflictos más duraderos fueron los ocurridos en Yucatán, Quintana Roo y Sonora. Ante dichos grupos se tomó una política de deportación, Yucatán y Quintana Roo fueron los principales destinos.13 En el norte, el gobierno de Díaz tomó contra los yaquis
una política de violenta represión y deportación hacia el sur del país.
El momento cumbre contra este grupo tuvo lugar en 1908, momento para el
cual entre un cuarto y la mitad de su población había sido enviada a
las plantaciones de henequén en Yucatán. A la postre, estos grupos étnicos habrían de colaborar con las fuerzas revolucionarias.14


A principios del siglo XX comenzó la explotación petrolera en México, aunque las concesiones se dieron a compañías extranjeras como Standard Oil y la Royal Dutch Shell.15
Este proceso finalmente llevó al país a una transformación industrial.
Inversionistas extranjeros, protegidos por el gobierno, invirtieron en
industrias y explotación de materias primas, se impulsó la minería y fue
modernizada la industria textil, lo que además desarrolló el sistema
ferroviario.15 Para 1910, ya existían 24.000 kilómetros de líneas ferroviarias.16


Sin embargo, en 1907
se desató una fuerte crisis internacional en Estados Unidos y Europa,
lo que llevó a la disminución de las exportaciones, el encarecimiento de
las importaciones y la suspensión de créditos a industriales. La
situación desató un fuerte desempleo, además de que disminuyeron los
ingresos del resto.17


Una sequía que tuvo lugar en 1908 y 1909 afectó la producción agrícola,18 por lo que se tuvo que importar maíz18 por un valor de 27 millones de pesos.15 Esta situación afectó a gran parte de la población, ya que el maíz era parte de la dieta del 85 % de la población.19


La consecuente disminución en la actividad económica del país redujo
drásticamente los ingresos del gobierno. Se intentó solucionar este
problema castigando salarialmente a la burocracia y aumentando los impuestos
y la base fiscal, lo que afectó a los miembros de la clase media, tanto
urbana como rural, así como a los miembros de la clase alta que no
estaban adheridos a «los Científicos»,20
grupo selecto de intelectuales, profesionales y hombres de negocios que
compartían las creencias del positivismo y darwinismo social e influían
en la política del país.21


En términos generales, la crisis económica desacreditó severamente la imagen presidencial y de su grupo de allegados.22


Antecedentes sociales


Durante el gobierno de Díaz Mori existían numerosos latifundios, y el
80 % de la población mexicana dependía del salario rural. Además, las tiendas de raya
consistían en una práctica común en estos lugares, en los que se
otorgaban los salarios de los trabajadores en mercancía. Mediante este
sistema se lograba que los trabajadores alcanzaran tal cantidad de crédito, que quedaban endeudados de por vida.23
Este sistema, junto con prácticas que eran cotidianas como la
contratación por engaño o la adjudicación de una deuda inexistente, es
conocido como «enganche», sistema que involucraba elementos coercitivos, extraeconómicos y extralegales.24
La penosa situación de muchos campesinos y grupos indígenas en vísperas
de la revolución fue ampliamente denunciado en el libro México bárbaro de J. K. Turner.


Las leyes de la nación raras veces se aplicaban dentro de las
haciendas, donde los trabajadores eran vistos como esclavos u objetos de
propiedad, existiendo prácticamente una especie de feudalismo.25 En el campo además actuaba el llamado Cuerpo de Rurales,
el cual era un grupo policíaco encargado de «resguardar la paz»,
generalmente a través de métodos brutales. Otra práctica de este grupo
era la leva, o reclutamiento obligatorio.26


En las ciudades, a partir de 1906 comenzaron a surgir numerosos movimientos obreros —son representativas en este rubro las huelgas de Cananea y Río Blanco—, que habrían de ser reprimidos por el gobierno mediante el uso de la fuerza militar.27


Diversos intelectuales lucharon por defender los derechos de la clase obrera, tal como el caso de Lázaro Gutiérrez de Lara, Práxedis G. Guerrero, Juan Sarabia y Ricardo Flores Magón, quien había alentado los movimientos obreros en Cananea y Río Blanco.28 Uno de los medios de comunicación de esta línea era el periódico Regeneración, surgido en 1900.29
El movimiento encabezado por estos y otros intelectuales era de
naturaleza compleja porque bebía en diversas corrientes de pensamiento,
desde la Ilustración hasta el positivismo. Los hermanos Flores Magón llegaron a radicalizarse notablemente después de ser expulsados del territorio mexicano.30 En 1908
intentaron sublevar al país internándose por el norte, aunque el
levantamiento no tuvo mayores repercusiones y ello provocó que decayera
su influencia.31


Antecedentes culturales

Desde principios de siglo comenzó a cuestionarse el positivismo, ideología que mantenía el grupo en el poder, lo que llevó al descrédito del darwinismo social.
Fue entonces cuando la mayoría mestiza comenzó a reclamar mayor
participación en la toma de decisiones, además de que el grupo de «los Científicos» dejó de ser visto como congénitamente superior o el único capaz de dirigir el gobierno.11


Antecedentes políticos


James Creelman, de la Pearson's Magazine,
realizó una entrevista al presidente Díaz en 1908 donde éste último
aseguraba que dejaría la presidencia al finalizar su término.

El coahuilense Francisco I. Madero fue cabeza del Partido Nacional Antirreeleccionista y autor del Plan de San Luis, que convocaba a tomar las armas contra el gobierno de Díaz.
El sistema político del gobierno de Díaz sufrió una severa crisis
debido al envejecimiento del presidente y su camarilla, conocidos
comúnmente como «los Científicos», lo que lo volvió un sistema excluyente al que no tenían acceso las nuevas generaciones.32
Por otro lado, el sistema político de Díaz se había basado en el
equilibrio de poderes entre su grupo cercano y los seguidores de Bernardo Reyes,
conocidos como «reyistas», pero debido a la avanzada edad del
presidente, la cuestión de la sucesión presidencial cobró más
importancia. Así, los científicos redujeron el poder político de los
reyistas, quienes pasaron entonces a ser miembros de oposición.33 Esta decisión además ocasionó concentración de poder político y económico en varias regiones, tales como Chihuahua, Morelos y Yucatán, lo que ocasionó descontento.34


En 1908 la situación política del país comenzó a agitarse, al darse a conocer una entrevista que realizó James Creelman, reportero de la Pearson's Magazine, al entonces presidente de México26 el 18 de febrero de ese año.35


En dicha entrevista, Díaz aseguraba:


He esperado con paciencia el día en que el pueblo mexicano estuviera
preparado para seleccionar y cambiar su gobierno en cada elección sin el
peligro de revoluciones armadas y sin estorbar el progreso del país.
Creo que ese día ha llegado.35


A partir de ese momento comenzaron a formarse diversos clubes antirreeleccionistas en todo el país. En el estado de Coahuila surgió además el libro La sucesión presidencial en 1910, donde su autor, un hacendado de nombre Francisco I. Madero,
hace un análisis de la situación política mexicana y además hace una
crítica el gobierno de Díaz, aunque de manera moderada y positiva.


A raíz de la entrevista de Creelman al presidente Díaz, y de la aparición del libro de Madero, surgieron varios partidos políticos, algunos a favor del actual gobierno y otros completamente en contra.36 Entre ellos se encontraban el Partido Democrático (en el que habían participado entre otros Benito Juárez Maza y Manuel Calero)36 y los Reyistas (partidarios del General Bernardo Reyes), quienes fundaron el Club de Soberanía Popular,37 aunque posteriormente el general fue eliminado de la planilla debido a que fue comisionado a Europa en septiembre de 1909.38


A final de cuentas, Díaz decidió postularse nuevamente para presidente, junto a Ramón Corral
para vicepresidente. Asimismo, en 1909 fue reorganizado el Club
Reeleccionista por parte de los miembros de la aristocracia con la
finalidad de promover su campaña. Como contrapropuesta surgió el Centro
Antirreleccionista, con Francisco I. Madero como figura central.39


Francisco I. Madero

Giras de Madero entre 1909 y 1910.
Nacido en Parras, Coahuila, el 30 de octubre de 1873, siendo hijo de un hacendado y nieto de un ex-gobernador de Coahuila, Francisco I. Madero estudió en Francia por cinco años, tomando cursos de economía y comercio.40


Después de las declaraciones de Díaz en la entrevista de Creelman,
publicó un libro en el que hizo un análisis de la situación política y
al mismo tiempo criticó el gobierno de Díaz. Numerosos ex-reyistas se
sumaron al movimiento antirreeleccionista, lo que le brindó experiencia
política e incluso militar al movimiento, además del apoyo de las clases
sociales altas, medias y bajas. Algunas figuras importantes que se
sumaron a este movimiento fueron Venustiano Carranza, Francisco Vázquez Gómez, Luis Cabrera y José M. Maytorena.41


Madero realizó tres giras para promover clubes antirreeleccionistas
estatales con miras a celebrar una convención anual en abril de 1910, en
la que se constituiría el Partido Nacional Antirreeleccionista y se designarían los candidatos para las próximas elecciones.42 Madero fue aprehendido por órdenes del juez de Distrito de San Luis Potosí mientras se encontraba en Monterrey,43 acusado de incitar a la rebelión,44
por lo que fue trasladado y confinado en la prisión del Estado.
Cuarenta y cinco días después fue puesto en libertad bajo fianza, aunque
sin la posibilidad de salir del Estado. Durante este mismo periodo se
realizaron las elecciones presidenciales.43



Retrato en óleo de Venustiano Carranza, gobernador de Coahuila.

Plan de San Luis

Las elecciones se realizaron el 26 de junio de ese año, resultando electos Díaz y Corral.43 Durante el mes de septiembre se llevaron a cabo numerosas celebraciones con motivo del centenario de la independencia. Para tal ocasión asistieron embajadores y ministros plenipotenciarios de diversos países que mantenían relaciones internacionales con el país: de España acudió el representante personal de Alfonso XIII el marqués Camilo García de Polavieja, quien llevó el uniforme de José María Morelos y Pavón para entregárselo al gobierno mexicano; por los Estados Unidos asistió el embajador especial Curtiss Guild; concurrieron además Carl Buenz embajador especial de Alemania; Chan Tin Fang, embajador de China; el mayor general Enrique Loynaz de Cuba; y Paul Lafebre de Francia entre otros.45


El 6 de octubre Madero escapó de San Luis Potosí con destino a San Antonio, Texas, donde se reunió con sus familiares y partidarios. Allí redactó junto con un pequeño grupo —entre los que destacaban Juan Sánchez Azcona (ex-reyista) y Roque Estrada46 un documento conocido como Plan de San Luis, aunque en realidad el texto apareció fechado el 5 de octubre en San Luis Potosí.43 El plan convocaba a la lucha armada;44 declaraba nulas las elecciones para presidente, vicepresidente, magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y diputados y senadores; se reconocía como presidente provisional y «Jefe de la Revolución» a Madero; y se insistía en reivindicaciones de carácter social para indígenas y obreros.47 Asimismo, señaló el 20 de noviembre
como la fecha en que todos los mexicanos debían levantarse en armas
contra el gobierno. Junto con este documento, Madero escribió un manifiesto dirigido al Ejército Federal, en el que se le exhortaba a unirse al movimiento revolucionario.48


«Conciudadanos:- No vaciléis pues un momento: tomad las armas,
arrojad del poder a los usurpadores, recobrad vuestros derechos de
hombre libres y recordad que nuestros antepasados nos legaron una
herencia de gloria que no podemos mancillar. Sed como ellos fueron:
invencibles en la guerra, magnánimos en la victoria».- SUFRAGIO
EFECTIVO, NO REELECCIÓN.


San Luis Potosí, octubre 5 de 1910.- Francisco I. Madero49
Aquiles Serdán,
político mexicano que había huido hacia Estados Unidos después de las
elecciones, recibió el encargo por parte de Madero de organizar la
revolución en Puebla, de donde era originario. El 18 de noviembre un grupo de policías acudió a su domicilio,
donde guardaban las armas. Aquiles resistió junto a sus hermanos,
siendo rodeados por 400 soldados y 100 policías. Al final fue asesinado
al salir del sótano de la vivienda en donde se ocultaba.50


El día 19 Madero partió de Texas49 y el 20 cruzó el río Bravo
para volver a territorio mexicano, donde lo esperaban algunos
ex-militares y algunos pocos voluntarios civiles. Después de algunas
escaramuzas de poca importancia, Madero regresó a los Estados Unidos para reorganizar el movimiento,51
pero evitó dirigirse hacia San Antonio, pues allí se había dictado una
orden de aprehensión en su contra. En su lugar, se trasladó a Nueva Orleans.52


A pesar de que la muerte de Serdán parecía un fracaso en el intento
revolucionario, la lucha armada tuvo respuesta en el occidente de Chihuahua,
no por parte de los antirreeleccionistas, sino de la gente del pueblo y
zonas rurales. Posteriormente se extendió a los estados vecinos de Sonora, Durango y Coahuila.53


Revolución Maderista


Principales enfrentamientos durante la revolución maderista.
El 14 de noviembre, Toribio Ortega,
acompañado de cerca de setenta hombres, se adelantó en la lucha armada
debido a que había sido descubierto y se había ordenado su aprehensión,54 por lo que se rebeló contra el gobierno federal en la localidad de Cuchillo Parado, en el estado de Chihuahua, uniéndose posteriormente a otro grupo rebelde maderista.55


El 20 de noviembre, fecha señalada para comenzar la Revolución
Mexicana, tuvieron lugar 13 levantamientos: el primer levantamiento fue
en el municipio de Gómez Palacio, Durango
siendo esta la cuna de la revolución, el domingo 20 de noviembre de
1910 un grupo de rebeldes comandados por Jesús Agustín Castro asaltaron
el banco de la ciudad y liberaron a los presos de la cárcel municipal
invitándolos a formar parte de su causa, ocho en Chihuahua, una en San
Luis Potosí y tres en Veracruz,52 todos principalmente en zonas rurales. Dentro de dichos movimientos destacaron los de Pascual Orozco y Francisco Villa en Chihuahua; José María Maytorena y Eulalio y Luis Gutiérrez en Coahuila; Cesáreo Castro en Cuatro Ciénegas, Coahuila; José de la Luz Blanco en Cuchillo Parado, Chihuahua; los hermanos Figueroa en Guerrero; y Emiliano Zapata en Morelos.56


El primer encuentro entre revolucionarios y tropas federales tuvo lugar el 21 de noviembre en Ciudad Guerrero, Chihuahua, donde las huestes de Pascual Orozco, seguidor de Abraham González,57 se enfrentaron contra el tercer regimiento caballería, al mando del capitán Salvador Ormachea.58 Orozco finalmente se apoderó de la ciudad el 30 de noviembre y partió hacia Pedernales, donde derrotó a las tropas federales.59 Para finales de ese mes, la lucha se había extendido a siete estados de la república.52


El 15 de diciembre
de 1910, Francisco Villa fue desalojado de San Andrés por tropas
federales al mando del teniente coronel Agustín Martínez. Posteriormente
enfrentó al general Navarro y decidió retirarse a Parral.59


Díaz tomó el control el ejército federal desde la capital y ordenó al general Navarro retomar Ciudad Guerrero con ayuda del 20° batallón de infantería.59
Los revolucionarios y federales se enfrentaron en el cañón Mal Paso,
donde los seguidores maderistas tuvieron que retirarse después de seis
horas de combate. Un par de días después, tras cuatro horas y media de
lucha, lograron vencer los revolucionarios. Díaz ordenó que se
reforzaran las tropas de Navarro, quien entró a Ciudad Guerrero el 6 de enero sin combatir, pues la ciudad había sido abandonada.60


En Zacatecas, Luis Moya se levantó en armas, venciendo posteriormente a las tropas federales en Aguaje, Durango. Poco después tomó la plaza de San Juan de Guadalupe, en ese mismo estado. Salvador Alvarado y Juan G. Cabral tomaron las armas en el estado de Sonora, ocupando los poblados de Cuquiarachi, Frontera y Bacoachi. Severiano Talamantes, por su parte, hizo lo mismo en Sahuaripa, mientras que Praxedis Guerrero se sublevó en Janos, en el estado de Chihuahua, pero fue muerto por las tropas federales.60


Madero regresa al país

Internándose en Zaragoza, al sureste de Ciudad Juárez, el 14 de febrero de 1911, Madero decidió regresar a México acompañado de algunos seguidores, colaboradores y de su hermano Gustavo,
con el propósito de asumir el liderazgo del movimiento armado, mejorar
su organización y permitirles poder atacar poblaciones de mayor tamaño.61 El 6 de marzo, Madero, al frente de unos 800 irregulares, decidió atacar Casas Grandes, Chihuahua, pero fue derrotado por el 18° batallón de infantería al mando del coronel Agustín A. Valdez. Durante el combate, resultó herido en un brazo.62 Paralelamente surgieron más movimientos en el país, como en los estados de Guerrero y Morelos,61 extendiéndose el conflicto prácticamente a todo el territorio mexicano.52


Madero se retiró para reorganizar sus fuerzas y recibió el apoyo de
Pascual Orozco y Francisco Villa, quienes operaban en Chihuahua. Con
poco más de 1.500 soldados, quiso atacar la capital del estado, pero
posteriormente decidió invadir Ciudad Juárez, ciudad fronteriza con los Estados Unidos.63


Ante la situación, Porfirio Díaz tomó varias medidas desesperadas como suspender las garantías individuales.
Además, ante la noticia de que los Estados Unidos estaban reuniendo su
ejército en la frontera, intentó negociar un acuerdo de paz.64


Es importante recalcar que el movimiento antirreeleccionista se
transformó durante el proceso militar: de oposición derivó en rebelión,
por lo que el movimiento urbano de la clase media se convirtió en una
lucha popular y rural, con nuevos líderes dispuestos a la lucha armada
que no habían participado en el movimiento que rechazaba la reelección
de Porfirio Díaz, como Pascual Orozco —arriero y comerciante—, Pancho
Villa —que había sido bandolero además de realizar una gran variedad de
oficios y trabajos— o Emiliano Zapata —domador de potros que encabezaba
reclamos agrarios en Anenecuilco—.
Al movimiento se habían unido rancheros del norte del país, vaqueros,
ferrocarrileros, mineros, obreros, artesanos, profesores rurales,
rancheros sureños, entre otros, los cuales eran poco afines a la figura
de Madero. Por estos motivos, este último quiso dar por terminada la
lucha prematuramente.65


Pláticas entre maderistas y el gobierno


Francisco I. Madero y líderes revolucionarios. 24 de abril de 1911.
El padre de Madero y su hermano Gustavo se reunieron con José Ives Limantour, ministro de Hacienda y Crédito Público, en Nueva York.
Durante el encuentro le entregaron una propuesta de la Junta
Revolucionaria, en donde se pedía al gobierno la adopción de la no
reelección, la renuncia del vicepresidente Corral, la democratización
del gobierno y que se garantizara la libertad política.66


A su regreso a la capital, Limantour convenció a Díaz de efectuar
cambios en su gabinete, por lo que todos, a excepción de dos
funcionarios, fueron reemplazados. Además, Díaz envió al Congreso una
iniciativa de ley para prohibir la reelección. Dichos cambios resultaron
insuficientes para Madero, quien siguió insistiendo en la renuncia de
Díaz y Corral.66


Las negociaciones entre maderistas y el gobierno continuaron,
tratando de llegar a un arreglo en el que Díaz siguiera en el poder.
Representantes del porfirismo ofrecieron incluso la renuncia de Corral,
la facultad a los maderistas de nombrar cuatro ministros del gabinete y
catorce gobernadores. Aunque Madero estaba dispuesto a aceptar, sus
colaboradores se opusieron, por lo que al final se rompieron las
negociaciones.66


Desde el 11 de abril, Madero y sus tropas establecieron un cuartel
general cerca de Ciudad Juárez, en los márgenes del río Bravo,
pactándose más tarde un armisticio.67


El 7 de mayo, el presidente Díaz declaró en el diario La Nación el siguiente manifiesto:


Mexicanos:

La rebelión iniciada en Chihuahua en noviembre del año pasado y que
paulatinamente ha ido extendiéndose, hizo que el gobierno que presido
acudiese, como era de su estricto deber, a combatir en el orden militar
el movimiento armado[...]


Algunos ciudadanos patriotas y de buena voluntad ofreciéronse
espontáneamente a servir de mediadores con los jefes rebeldes; y aunque
el gobierno creyó no deber iniciar negociación alguna, porque habría
sido desconocer los títulos legítimos de su autoridad, dio oídos a las
palabras de paz, manifestando que escucharía las proposiciones que se le
presentaran.


El resultado de esa iniciativa privada fue[...] que se concertara una
suspensión de hostilidades entre el General Comandante de las fuerzas
federales en Ciudad Juárez y los jefes alzados en armas que operan en
aquella región, para que durante la tregua conociera el gobierno las
condiciones o bases a que había de sujetarse el restablecimiento del
orden[...]


La buena voluntad del gobierno y su deseo manifiesto de hacer
concesiones amplias y de dar garantías eficaces de la oportuna ejecución
de sus propósitos, fueron interpretados, sin duda, por los jefes
rebeldes como debilidad o poca fe en la justicia[...] ello es que las
negociaciones fracasaron por la exorbitancia de la demanda previa [...]


Por último, hacer depender la presidencia de la República[...] de la
voluntad o del deseo de un grupo más o menos numeroso de hombres
armados, no es, por cierto, restablecer la paz[...]


El Presidente de la República[...] se retirará, sí, del poder, cuando
su conciencia le diga que al retirarse, no entrega el país a la
anarquía y lo hará en la forma decorosa[...]


El fracaso de las negociaciones de paz tal vez traerá consigo la renovación y la recrudescencia en la actividad revolucionaria.


Manifiesto de Porfirio Díaz en La Nación, 7 de mayo de 1911.68
Como resultado al día siguiente se reanudaron las hostilidades, desde las trincheras de un bando hacia otro.67


Toma de Ciudad Juárez


Fotografía de los vencedores de la Toma de Ciudad Juárez.
Ciudad Juárez era defendida por el general Juan Navarro y el coronel de infantería Manuel Tamborrell,
quienes estaban a cargo de las tropas y de la guarnición
respectivamente. Los revolucionarios, liderados por Orozco y Villa,
desobedeciendo las órdenes de Madero, atacaron la guarnición de Ciudad
Juárez los días 8 y 9 de mayo y logrando penetrar sus trincheras. Infructuosamente, Madero intentó detener la embestida,67
pero más rebeldes se unieron paulatinamente a la transgresión, por lo
que finalmente decidió dar la orden al resto de sus hombres de proseguir
el asalto.


Las tropas revolucionarias finalmente tomaron la plaza el día 10,
obligando al general Navarro a capitular. Entonces, Madero, de acuerdo
al Plan de San Luis, fue nombrado presidente provisional y constituyó su
Consejo de Estado, en el que incluía entre otros a Venustiano Carranza, su hermano Gustavo y José María Pino Suárez.69


El 17 de mayo se firmó un armisticio de cinco días aplicable a toda la República mexicana. Al término de éste, se firmó un tratado de paz en dicha ciudad,63 lo que dio fin a la revolución maderista.67


Tratados de Ciudad Juárez

Copia de cantos populares de la época en favor del maderismo. Se muestra la letra de una canción relatando la Toma de Ciudad Juárez.
El día 21 de ese mes63 se firmó en esa misma ciudad un documento conocido como Tratados de Ciudad Juárez,70 el cual establecía lo siguiente:


En Ciudad Juárez, a los 21 días del mes de mayo de 1911, reunidos en
el edificio de la Aduana Fronteriza los señores: licenciado Francisco S.
Carvajal, representante del gobierno del señor general don Porfirio
Díaz; doctor Francisco Vázquez Gómez, Francisco Madero padre y
licenciado José María Pino Suárez,
como representantes los tres últimos de la Revolución, para tratar de
hacer cesar las hostilidades en todo el territorio nacional, y
considerando:


  1. Que el señor general Porfirio Díaz ha manifestado su resolución de
    renunciar a la presidencia de la República antes de que termine el mes
    en curso.
  2. [...]que el señor Ramón Corral renunciará igualmente a la vicepresidencia[...]
  3. Que [...] el señor Francisco León de la Barra [...] se encargará interinamente del Poder Ejecutivo de la nación y convocará a elecciones [...]
  4. Que el nuevo gobierno [...] acordará lo conducente a las indemnizaciones por los perjuicios causados directamente por la Revolución [...]
Único: Desde hoy cesarán en todo el territorio de la República las
hostilidades que han existido entre las fuerzas del general Díaz y las
de la Revolución, debiendo éstas estar licenciadas a medida[...] se
vayan dando los pasos necesarios para restablecer y garantizar la paz y
el orden público.


Tratados de Ciudad Juárez, 21 de mayo de 1911.70

Renuncia de Díaz

El día 25 de mayo, Porfirio Díaz se presentó en la Cámara de Diputados para entregar su renuncia ante el pleno,71 mediante un documento en el que declaraba:


A los CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados.

Presente.

El Pueblo mexicano, ese pueblo que tan generosamente me ha colmado de honores, que me proclamó su caudillo durante la guerra de Intervención[...]
se ha insurreccionado en bandas milenarias armadas, manifestando que mi
presencia en el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo, es causa de su
insurrección.

No conozco hecho alguno imputable a mí que motivara ese fenómeno social;
pero permitiendo, sin conceder, que pueda ser culpable inconsciente,
esa posibilidad hace de mi persona la menos apropósito para raciocinar y
decir sobre mi propia culpabilidad.


En tal concepto[...] (v)engo ante la Suprema Representación de la
Nación a dimitir sin reserva el encargo de Presidente Constitucional de
la República[...]


El 31 de mayo, Díaz abordó en el puerto de Veracruz el barco de vapor Ipiranga con rumbo a Europa, donde permaneció en el exilio hasta el 2 de julio de 1915, fecha en que falleció.10


Interinato de León de la Barra


Francisco León de la Barra asumió la presidencia interina tras la renuncia de Porfirio Díaz.
Las renuncias tanto del presidente como del vicepresidente dieron lugar a que el entonces secretario de Relaciones Exteriores, Francisco León de la Barra, tomara posesión de la presidencia el mismo 25 de mayo de forma interina, manteniéndose en el poder alrededor de seis meses.73


De la Barra formó un gabinete plural en el que se incluyeron porfiristas, maderistas e independientes,74
lo cual ocasionó una grave crisis política, acrecentada con la actitud
que tomó Madero frente a los grupos revolucionarios, lo cual causó
severas brechas. Durante el interinato, De la Barra y Madero
protagonizaron un constante antagonismo.73


Conflicto con el Zapatismo

Auspiciado en los Tratados de Ciudad Juárez, León de la Barra intentó
acelerar el proceso de licenciamiento de las tropas revolucionarias.75 Se calcula que de los 60.000 rebeldes, sólo 16.000 se organizaron en nuevos cuerpos de Rurales, regresando la mayoría a la vida cotidiana.76 El mayor opositor del desarme y desmovilización de las tropas fue Emiliano Zapata, quien pedía que primero se cumpliera lo prometido por Madero en el Plan de San Luis en el rubro de restitución de tierras.73
Ante esta situación, Madero se encontró en medio de la postura del
presidente interino, la cual era apoyada por los hacendados del estado
de Morelos, y los reclamos de las tropas revolucionarias, que pedían que se cumpliera lo prometido.75


Intentando conciliar, Madero se reunió con Zapata en Cuautla el 18 de agosto de 1911,77
donde se comprometió a resolver el problema agrario a cambio de que las
tropas zapatistas fueran licenciadas. Además, le pidió que confiara en
las negociaciones con el gobierno. Al principio, De la Barra pareció
estar de acuerdo con las peticiones de Zapata, pero en lugar de
continuar las pláticas ordenó al general Victoriano Huerta,
quien se encontraba en el mismo estado de Morelos, que reprimiera por
la fuerza el movimiento zapatista. Madero tuvo que salir huyendo de
vuelta a la Ciudad de México mientras que Zapata y algunos pocos de sus
hombres se replegaron hacia las sierras de Puebla y Guerrero.
Poco después, Zapata realizó un manifiesto dirigido al pueblo de
Morelos, en el que acusó a los «traidores científicos» de querer retomar
el poder mientras que, por otra parte, exculpó a Madero.
Adicionalmente, proclamó la existencia del Ejército Libertador del Sur.75


Divisionismo dentro del movimiento

Durante el interinato, Bernardo Reyes
regresó al país, asegurando que tenía interés de unirse a la
«revolución legalizada». En una reunión sostenida por Reyes, de la Barra
y Madero, éste último le ofreció a Reyes el ministerio de Guerra,
aunque, ante el descontento de los revolucionarios, el ofrecimiento se
rompió.78


Otro conflicto se suscitó con los hermanos Vázquez Gómez. Uno de ellos, Emilio Vázquez Gómez,
fungía como ministro de Gobernación y abogaba por no licenciar las
tropas revolucionarias, por lo que su relación con de la Barra no era
cordial. El presidente le pidió a Madero que solicitara su renuncia,78 la cual se hizo efectiva el 1 de agosto. Tres semanas después se promulgó el Plan de Texcoco, firmado por Andrés Molina Enríquez,
el cual desconocía el gobierno del presidente de la Barra y llamaba a
continuar la lucha armada. Como consecuencia, Molina fue conducido a
prisión.79


Además, el 31 de octubre de 1911 fue proclamado el Plan de Tacubaya,
firmado por Paulino Martínez, periodista de oposición y quien
posteriormente se convirtió en ideólogo del zapatismo. En dicho
documento se aseguraba que el «Jefe de la Revolución» había traicionado
sus propios principios asentados en el Plan de San Luis, y lo acusaba de
rodearse de miembros del antiguo régimen.80


Elecciones presidenciales

En medio de dichos conflictos se comenzó a preparar la próxima elección. Madero formó el Partido Constitucional Progresista, basado en el Antirreeleccionista y el Plan de San Luis, el cual presentaba como fórmula a Madero en la presidencia y José María Pino Suárez
para la vicepresidencia. El rompimiento para estas elecciones con
Vázquez Gómez, quien había sido su compañero de fórmula en las
elecciones pasadas, provocó el distanciamiento de muchos ex-reyistas,
experimentados en la política nacional.81


El Partido Nacional Católico, fundado el 3 de mayo de 1911,74 presentó a Madero para la presidencia y de la Barra a la vicepresidencia.82
El partido reyista por su parte proponía a Bernardo Reyes para la
presidencia, y el Partido Liberal Puro proponía a Emilio Vázquez Gómez.83


Las elecciones se realizaron en el mes de octubre, resultando
ganadores Francisco I. Madero a la presidencia (con el 99 % de los
votos)83 y José María Pino Suárez a la vicepresidencia, dando inicio su mandato el 6 de noviembre.84


Presidencia de Madero (1911-1913)

Durante este periodo de transición, el 27 de noviembre de 1911 se modificó la Constitución Mexicana
en sus artículos 78 y 109, prohibiendo así las reelecciones del
presidente y vicepresidente, aunque éste último podía postularse en el
período inmediato.85 Además, en diciembre de 1911 se formuló la ley electoral, misma que fue reformada en mayo de 1912.
La instauración de dicha ley tenía como finalidad ampliar la libertad
electoral, limitar la intervención estatal en las elecciones y expandir
el universo de electores, buscando una mayor igualdad electoral.86


Durante el mandato de Madero se transformó casi en su totalidad la
pirámide del poder: llegaron nuevos gobernadores, muy diferentes a los
que habían participado en el gobierno de Díaz, además de que viejos
jefes políticos se vieron desplazados por un nuevo aparato gubernativo
dominado por las clases medias, aunque obreros y campesinos siguieron
relegados de los procesos políticos.87


Movimiento zapatista

Emiliano Zapata proclamó el Plan de Ayala, documento que desconocía el gobierno maderista.


Dos días después de la toma de posesión de Madero, el presidente
envió un representante a Morelos pidiendo que Zapata licenciara sus
tropas. Zapata puso como condiciones que el gobernador del Estado Ambrosio Figueroa fuera removido del cargo, el retiro de las tropas federales, indulto y salvoconducto
para los integrantes de su ejército y el establecimiento de una ley
agraria que mejorara la calidad de vida en el campo. Madero rechazó las
condiciones y envió al ejército a Villa de Ayala,
donde establecieron un cerco y abrieron fuego con la intención de
terminar con el movimiento. Zapata y sus hombres lograron huir al estado
de Puebla, y el 28 de noviembre dieron a conocer el Plan de Ayala, documento redactado por Otilio Montaño y firmado por elementos del Ejército Libertador del Sur.88
En dicho documento se acusó a Madero de haber impuesto al
vicepresidente y los gobernadores de los estados en contra de la
voluntad popular, se le acusaba de dictador
y estar «en contubernio escandaloso con el partido científico,
hacendados feudales y caciques opresores enemigos de la revolución».
Además se reconocía como «Jefe de la Revolución» a Pascual Orozco y, en
caso de que éste no aceptara, quedaría como jefe Emiliano Zapata.89


Al enterarse del Plan de Ayala, el presidente Madero redobló los
esfuerzos por terminar con el movimiento sin conseguirlo, lo que al
mismo tiempo lo llevó a una mayor enemistad con los hacendados.90


A lo largo de 1912 la lucha entre zapatistas y el gobierno fue de
reducida intensidad, entre pocos y pequeños grupos rebeldes zapatistas y
las tropas del general Felipe Ángeles, quien había recibido instrucciones de Madero de que la lucha no fuera excesivamente violenta.91


Levantamiento de Pascual Orozco

Desde el momento en que Pascual Orozco
desobedeció las órdenes de Madero y se dirigió a atacar Ciudad Juárez
se rompieron las relaciones entre estos dos personajes. La situación se
agravó cuando no fue elegido para formar parte del gabinete del gobierno
provisional formado tras la firma de los Tratados de Ciudad Juárez y
cuando durante las elecciones a gobernador de Chihuahua, Orozco perdió
frente al candidato que Madero apoyaba, Abraham González.92


En marzo de 1912 Orozco desconoció el gobierno de Madero y llamó a levantarse en armas contra él por medio del Plan de la Empacadora.92 Su movimiento logró convocar a las clases populares, media y alta,93 además de que cobró fuerza después de derrotar a Villa.94 Victoriano Huerta fue encomendado por el gobierno maderista para sofocar la rebelión.93 Después de vencer al orozquismo se convirtió en héroe nacional, ganándose además la confianza del presidente.94


Movimientos contrarrevolucionarios

Rebeliones de Bernardo Reyes y Félix Díaz


El general Bernardo Reyes convocó a un levantamiento armado. Ante el fracaso se entregó y fue encarcelado en la Ciudad de México.
Bernardo Reyes había intentando competir en las elecciones para
presidente en 1911, pero ante las amenazas de los maderistas decidió
salir del país y desde San Antonio, Texas, lanzó el Plan de la Soledad95 en noviembre de 1911, el cual buscaba desconocer el gobierno de Madero. Regresó a México el 5 de diciembre
pero se encontró con que sus seguidores habían desertado, por lo que
terminó entregándose ante las autoridades federales. Fue encarcelado en
la prisión de Santiago Tlatelolco94
y posteriormente juzgado por un tribunal de guerra acusado de sedición.
Dicho tribunal lo encontró culpable, por lo que lo destinó a una corte
marcial.95


En el estado de Veracruz, Félix Díaz, sobrino de Porfirio,96 se levantó en armas el 16 de octubre
de 1912 seguido de algunos militares de la zona. Sin embargo, el
movimiento no tuvo la repercusión esperada y a los pocos días fue
derrotado por tropas federales. El 23 de octubre fue capturado y remitido a la ciudad de México, donde fue encarcelado.97 Fue sometido a una corte de guerra, que lo sentenció a muerte.96 A pesar de ello, bajo presiones de miembros de la Suprema Corte (porfiristas),97 la pena se le conmutó por prisión perpetua.96


Intervención del embajador Wilson


El embajador estadounidense en México, Henry Lane Wilson, se involucró en la política nacional mexicana.
El embajador estadounidense en el país durante el gobierno de Madero fue Henry Lane Wilson,
quien, enemistado con Madero, intervino en la política nacional para
derrocarlo. Wilson tuvo varias fricciones con el gobierno mexicano
porque éste no había favorecido los intereses comerciales de
inversionistas estadounidenses, sino que, al contrario, proclamó una
serie de medidas nacionalistas que los afectaban. Por ejemplo, una nueva
legislación ferroviaria ocasionó que aquellos trabajadores
estadounidenses que no supieran español
fueran reemplazados por trabajadores mexicanos. Además, una nueva
legislación respecto a la explotación petrolera en el país obligaba a
los extranjeros a pagar impuestos.97


Wilson se encargó entonces de acrecentar las fricciones entre ambos
países enviando a su gobierno informes alarmistas sobre la situación del
país, por lo que el gobierno de Estados Unidos exigió que se
salvaguardara la integridad de sus ciudadanos radicados en México y que
se garantizaran las inversiones realizadas.97


La Decena Trágica


Soldados sublevados durante la Decena Trágica.
Desde mediados de 1912 se había estado gestando una conspiración en la que participaron Rodolfo Reyes, hijo de Bernardo, y los generales Manuel Mondragón, representante de Félix Díaz,98 y Gregorio Ruiz.99


El día 9 de febrero se inició el golpe de Estado que se consumó en diez días, por lo que es conocido tal acontecimiento como «Decena Trágica».99 Durante esa jornada se rebelaron los alumnos de la Escuela de Aspirantes de Tlalpan y una tropa del cuartel de Tacubaya. Marcharon en dos columnas: una hacia Tlatelolco y otra hacia Lecumberri, con la finalidad de liberar tanto al general Bernardo Reyes como a Félix Díaz.98


Después de ser liberado, Reyes se dirigió hacia el Zócalo de la Ciudad de México, donde buscaba que la guarnición del Palacio Nacional lo secundara. Sin embargo, el general Lauro Villar, jefe de la plaza, ordenó el fuego, muriendo Reyes en el lugar. Félix Díaz, por su parte, se dirigió a la plaza de La Ciudadela, lugar donde estableció su cuartel.98 Mientras tanto, Madero salió de la entonces residencia oficial presidencial, el Castillo de Chapultepec,
y se dirigió a Palacio Nacional, donde relevó al general Villar, que
había resultado herido durante el combate con Reyes, y encargó a
Victoriano Huerta que sofocara la rebelión mientras él salía a
entrevistarse con Felipe Ángeles en Cuernavaca.99


Madero regresó confiado a la capital acompañado del general Ángeles y Rubio Navarrete, que se había trasladado desde Querétaro. Huerta se encargó de retrasar y entorpecer los ataques, por lo que Gustavo Madero lo mandó aprehender.98
El 17 de febrero, Huerta recusó los cargos de Gustavo, reafirmando su
lealtad a Francisco I. Madero. Éste ordenó su liberación, recriminando a
su hermano por impulsivo.99 Al día siguiente Huerta y Félix Díaz firmaron el llamado Pacto de la Ciudadela,
conocido también como Pacto de la Embajada debido a que fue firmado en
la embajada estadounidense en presencia de Henry Lane Wilson. El pacto
establecía el compromiso de Huerta de apresar al presidente y disolver
el Ejecutivo para tomar la presidencia de la República de forma
provisional, a fin de que, llegadas las elecciones, Félix Díaz fuera
nombrado presidente.98


En la Ciudad de México, a las nueve y media de la noche del día
dieciocho de febrero de mil novecientos trece, reunidos los señores
generales Félix Díaz y Victoriano Huerta[...] expuso el señor general
Huerta que, en virtud de ser insostenible la situación por parte del
gobierno del señor Madero, ha hecho prisionero a dicho señor, a su
gabinete y a algunas otras personas. Después de discusiones[...] se
convino lo siguiente: Primero. Desde este momento se da por inexistente y
desconocido el Poder ejecutivo que funcionaba. Segundo. A la mayor
brevedad se procurará solucionar en los mejores términos legales
posibles la situación existente, y los señores Díaz y Huerta pondrán
todos sus empeños a efecto de que el segundo asuma antes de setenta y
dos horas la presidencia provisional[...]


El general Victoriano Huerta

El general Félix Díaz.100
Poco antes de la reunión, Gustavo A. Madero fue detenido en un restaurante de la Ciudad de México y trasladado a la Ciudadela,98 donde fue torturado98 y posteriormente asesinado.101


El general Aureliano Blanquet
se encargó de apresar en el Palacio Nacional al presidente Madero y al
vicepresidente Pino Suárez. La madrugada del 19 de febrero, en sesión
extraordinaria de la Cámara de Diputados, se aceptó la renuncia de
ambos.101 Fue designado entonces como presidente el secretario de Gobernación, Pedro Lascuráin,
cuya única acción de gobierno fue nombrar, a su vez, a Victoriano
Huerta como secretario de Gobernación, para que 45 minutos después
pudiera renunciar98 y se diera paso a que Huerta fungiera como el presidente interino de México, conforme a la legislación vigente.101


Madero y Pino Suárez permanecieron presos en Palacio Nacional hasta la noche del 22 de febrero,102 siendo luego trasladados a la Penitenciaria del Distrito Federal,98 pero casi al llegar a su destino fueron asesinados.102


Dictadura de Victoriano Huerta


De izq. a der.: José C. Delgado, Victoriano Huerta y Abraham F. Ratner.
Victoriano Huerta, al llegar al poder, se volvió un dictador que
anuló la democracia y la libertad por medio de la fuerza militar.103 Huerta recibió el apoyo de los grandes hacendados, altos mandos militares, del clero y de casi todos los gobernadores,104 a excepción de José María Maytorena, gobernador de Sonora, y de Venustiano Carranza, gobernador de Coahuila.105
La gestión huertista se propuso entonces dos metas: lograr la
pacificación del país y lograr el reconocimiento internacional de su
gobierno, especialmente por parte de los Estados Unidos.106


Intentó conseguir el apoyo de orozquistas y zapatistas, concediendo
amnistías generales y enviando representantes. Pascual Orozco puso
algunas condiciones que le fueron otorgadas, como el empleo de guardias rurales
para sus soldados, pago de sueldos a costa del erario y pensiones a
viudas y huérfanos, por lo que el 27 de febrero de 1913 Orozco hizo
oficial su apoyo al gobierno. Zapata, por su parte, rechazó tajantemente
cualquier oferta, por lo que el movimiento morelense continuó su lucha
contra el gobierno de Huerta.106


La Cámara de Diputados se opuso al gobierno huertista e incluso la facción maderista fue sumamente crítica con sus acciones. Belisario Domínguez, diputado chiapaneco,
escribió un discurso en el que condenaba la violencia desatada y acusó a
Victoriano Huerta de asesino. Después de ser prohibida su lectura en el
Congreso por parte de la Cámara de Senadores, lo difundió por escrito.
Poco tiempo después fue asesinado y cuando los miembros de la Cámara
exigieron que se investigara su muerte y se garantizara la vida de los
miembros del Poder Legislativo, Huerta decidió disolver la Cámara y mandó arrestar a varios de sus miembros. Cuando la Cámara de Senadores
tuvo conocimiento de estos hechos sus miembros acordaron disolver su
propia Cámara, por lo que Huerta asumió facultades extraordinarias.107


Relación con los Estados Unidos

Pocos días después de la decena trágica, Woodrow Wilson asumió la presidencia de los Estados Unidos.108 Wilson, que no simpatizaba con Huerta,109
envió a agentes para que le informaran la situación que prevalecía en
el país. John Lind llegó a México para sustituir a Henry Lane Wilson y
presentó a Huerta en agosto de 1913 cuatro propuestas del gobierno
estadounidense:108


  • Cese al fuego inmediato y armisticio definitivo.
  • Elecciones libres inmediatas con la participación de todas las facciones.
  • Que el general Huerta no participara en dichos comicios.
  • Acuerdo de todos los partidos de acatar el resultado y cooperar en el nuevo gobierno.
Las propuestas fueron rechazadas por medio del secretario de Relaciones Exteriores, Federico Gamboa,
por lo que el presidente Wilson declaró a los Estados Unidos neutral en
el conflicto. De esta forma ninguna de las dos facciones podría comprar
armamento del país fronterizo.109


Revolución constitucionalista

El ascenso al poder de Huerta provocó que los antiporfiristas se
levantaran en armas, iniciando lo que se conoce como «Revolución
constitucionalista» en marzo de 1913 en el norte de México.110


Plan de Guadalupe


Ante la urgencia y gravedad del momento en que Victoriano Huerta rompió el orden constitucional y criminalizado su ambición al deponer y ordenar la muerte del Presidente Francisco I Madero, el 19 de febrero de 1913, el Congreso del Estado Soberano, Libre e Independiente de Coahuila de Zaragoza
resolvió conceder al gobernador poderes y facultades extraordinarias
para integrar una fuerza militar que reponga el orden jurídico y cancele
la opción de permanencia al usurpador.


Reunidos en la Hacienda de Guadalupe, en Saltillo, Carranza y otras personalidades, entre las que destacan Lucio Blanco y Jacinto B. Treviño, proclamaron el Plan de Guadalupe, que desconocía a los tres poderes de la federación111 y comunicaba que se tomarían las armas para restablecer el orden constitucional.112 Se nombraba además a Carranza jefe del «Ejército Constitucionalista» y se le daba la facultad de ocupar interinamente la presidencia de México para convocar a elecciones.111


Movimientos en el norte del país

Este movimiento se caracterizó por tener una naturaleza legalista,
cuyos segundos mandos estaban compuestos por los principales políticos y
burócratas del estado. Entre los militares que integraban sus filas
estaban: Jesús Carranza —hermano del gobernador—, Pablo González, Francisco Coss, Cesáreo Castro y Jacinto B. Treviño, veteranos de la lucha contra el gobierno de Díaz.113


En el estado de Sonora, los generales Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles le brindaron su apoyo a Carranza de manera inmediata,114 tomando el liderazgo del movimiento en el estado junto con Salvador Alvarado, Manuel Diéguez y Adolfo de la Huerta, entre otros.115
Esta facción estuvo representada por una clase media con cierta
capacidad militar, que contaba con experiencia para realizar pactos con
grupos populares.116


En Chihuahua, si bien la clase media había sido la protagonista
durante la lucha contra Porfirio Díaz y su gobierno, la muerte de
Abraham González y la adhesión al bando huertista de Pascual Orozco
tuvieron como resultado que la lucha en el estado la dirigiera Francisco
Villa, miembro de las clases bajas, por lo que sus lugartenientes y
segundos mandos —entre los que destacan Maclovio Herrera, Rosalío Hernández y Toribio Ortega— también eran parte de los sectores populares.117


Otros movimientos importantes fueron establecidos en los estados de
Durango, donde los principales líderes rebeldes eran de origen popular
—como Tomás Urbina, Orestes Pereyra, Calixto Contreras y los hermanos Arrieta (Domingo, Mariano y Eduardo)—; y en Zacatecas, encabezado por Fortunato Maycotte y Pánfilo Natera, el cual fue un movimiento de clase media y populares.118


El 18 de abril tuvo lugar en Monclova,
Coahuila, una convención a la que acudieron representantes del
movimiento revolucionario de los estados de Chihuahua, Sonora y
Coahuila, cuya duración fue de tres días, durante los cuales fue
ratificado el Plan de Guadalupe, la unión de las fuerzas de los tres
estados en un solo ejército, y el compromiso de Carranza para cumplir el
Plan de Guadalupe, que le convirtió en el Primer Jefe del Ejército
Constitucionalista119 y líder de la rebelión en el norte.120


Conforme fue esparciéndose el movimiento se le hicieron adiciones al
plan original, principalmente por parte de políticos coahuilenses y
antihuertistas de Sonora y Chihuahua.111


En el mes de mayo la División del Noroeste, al mando de Álvaro
Obregón, tomó los poblados de Santa Rosa y Santa María, con lo que
prácticamente se aseguró el control de Sonora. Por ello avanzó por la
costa del Pacífico hasta llegar al centro de Jalisco. En Chihuahua y parte de la Comarca Lagunera operó la División del Norte de Francisco Villa. La División del Noreste, comandada por Pablo González, y la División del Centro, al mando de Pánfilo Natera, completaron las tropas constitucionalistas que se enfrentaron al régimen huertista durante la segunda mitad de 1913.


Movimientos en el centro y sur del país


Revolucionarios tabasqueños.
A diferencia de la activa participación que se vivió durante esta
etapa en el norte del país, las regiones del centro y sur del territorio
nacional estuvieron poco involucradas en el proceso, salvo algunos
movimientos de consideración.


En el centro del país, por el hecho que la población tuviera un
carácter urbano-industrial y el control mantenido por el ejército
huertista, la rebelión tuvo un débil desarrollo. En el estado de San
Luis Potosí se levantaron en armas los hermanos Cedillo —Saturnino, Cleofás y Magdaleno—, aunque actuaron de manera independiente a los antihuertistas locales que reconocían a Carranza como líder.118 En el estado de Hidalgo operaron Nicolás Flores, Vicente Salazar, Francisco Mariel y Daniel Cerecedo, y en Tlaxcala Máximo Rojas y Domingo y Cirilo Arenas.121


En el sur, su lejanía con los Estados Unidos —en donde se compraban
las armas para la revolución—, de los principales frentes de batalla, y
su virtual incomunicación del país, ocasionó que la población se viera
renuente a participar en el conflicto armado.122


Dentro de los movimientos de la zona destacó el de Zapata, que
también luchó contra el gobierno federal al cual desconoció el 4 de
marzo,112 aunque lo hizo como un movimiento independiente al llamado «constitucionalista».123
Además, los métodos drásticos y cruentos de represión utilizados en su
contra por el gobierno huertista hicieron que el número de alzados
aumentara considerablemente, pues los habitantes se vieron obligados a
intensificar la lucha defensiva.124 En el estado de Guerrero operó Jesús Salgado, de filiación zapatista, los hermanos Figueroa —Rómulo, Francisco y Ambrosio; todos ellos ex maderistas—, y Julián Blanco, en la costa de Acapulco. Al mismo tiempo, en Oaxaca operó Juan José Baños, mientras que en Tabasco participaron varios líderes como Ignacio Gutiérrez Gómez, Pedro Colorado, Fernando Aguirre Colorado, Ernesto Aguirre Colorado, Luis Felipe Domínguez y Carlos Greene, aunque sus acciones no llegaron a inquietar al gobierno federal.122


Intervención estadounidense


Desembarco estadounidense en Veracruz.
El 9 de abril, seis barcos estadounidenses anclaron cerca del puerto de Tampico,
y cuando uno de ellos se acercó al puerto, su personal fue aprehendido
por soldados federales mexicanos. Aunque los estadounidenses fueron
liberados al poco tiempo, el contraalmirante estadounidense Mayo pidió
al general huertista Morelos Zaragoza un castigo ejemplar para quienes
habían realizado las detenciones y exigió que se izara la bandera de los
Estados Unidos, a la cual se le deberían rendir honores con 21
cañonazos. El gobierno huertista trató de llegar a un arreglo, pero todo
fue en vano debido a que el presidente Wilson ya había dado
instrucciones para la ocupación del puerto de Veracruz, evitando que
Huerta recibiera un embarque de municiones procedentes de Alemania que
era transportado en el Ipiranga. La infantería estadounidense tomó la aduana de Veracruz el 21 de abril de 1914, posteriormente todo el puerto y el día 22 el de Tampico.125


Huerta rompió entonces las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos y envió a la mayor parte de su ejército al estado. Argentina, Brasil y Chile (grupo conocido como ABC) se ofrecieron a actuar como mediadores en el conflicto durante las conferencias en Niagara Falls, Canadá, el 20 de mayo de ese mismo año. El 24 de junio
se firmó finalmente un acuerdo que establecía que los Estados Unidos
reconocerían cualquier gobierno provisional que resultara del conflicto
armado, compensarían a los ciudadanos estadounidenses que se vieran
afectados por la revolución y que su gobierno no exigiría indemnización
alguna por el incidente de Tampico.125


Avance revolucionario y toma de Zacatecas


Principales movimientos de la revolución constitucionalista.
Para inicios de 1914 los revolucionarios dominaban casi todo el norte del país (a excepción de Baja California). En Durango, Pablo González y Jesús Carranza, (o Jesús Agustín Castro y Luis Caballero en su ausencia), habían tomado el liderazgo del movimiento cuando Carranza tuvo que salir hacia Sonora126 después de que fuerzas huertistas tomaron el control del estado a mediados de 1913.127 Para entonces, los hermanos Cedillo se habían convertido en la fuerza dominante de San Luis Potosí; en Tepic operaba exitosamente Rafael Buelna; en Jalisco Félix Bañuelos y Julián Medina; y en Michoacán José Rentería Luviano, Gertrudis Sánchez y Joaquín Amaro Domínguez. En Veracruz, la lucha estaba encabezada por Antonio Galindo, Cándido Aguilar, Hilario Salas y Miguel Alemán.126


Durante marzo y abril de 1914 los ejércitos del norte comenzaron a
avanzar hacia la capital, Obregón por occidente, Villa por el centro, y
Pablo González por el este con la intención de derrocar a Huerta, lo que
motivó y facilitó el estallido de numerosos alzamientos en los estados
centrales del país.128


Toma de Zacatecas


Pintura que representa la Toma de Zacatecas. A la izquierda en primer plano se encuentran Francisco Villa y Felipe Ángeles, al centro la ciudad de Zacatecas y al fondo el Cerro de la Bufa.
Especialmente, la ciudad de Zacatecas
tenía una gran importancia para ambos bandos debido a que era un cruce
ferroviario que debían de tomar los revolucionarios procedentes del
norte del país antes de llegar hasta la capital.129 La ciudad, que se encuentra rodeada de altos cerros, presentaba un gran obstáculo para los atacantes. El general Medina Barrón,
encargado de las defensas de la ciudad, colocó la artillería del
ejército federal en la cima de dos de los cerros más altos: el de la Bufa y el del Grillo.130


Felipe Ángeles llegó a Calera (a 25 kilómetros de Zacatecas) el 19 de junio de 1914 y salió a reconocer el terreno para la batalla. Francisco Villa se presentó en las inmediaciones de la ciudad el 22 de junio, y ordenó que la ofensiva comenzara a las 10 de la mañana del día siguiente.131


Conforme a lo planeado, los villistas atacaron las posiciones
federales en los cerros de la Bufa, del Grillo, la Sierpe, Loreto y de
La Tierra Negra, mientras cuarenta cañones apoyaban el despliegue de la
infantería que ascendía por los cerros que rodeaban la ciudad.131


Alrededor de las 05:40 de la tarde las tropas federales comenzaron a
abandonar sus posiciones y huir de forma desorganizada, poco tiempo
después los revolucionarios tomaron los cerros de la Bufa y del Grillo,
avanzando posteriormente sobre la ciudad. Las tropas de Villa mataron a
una gran cantidad de soldados que trataban de huir, contabilizándose
cinco mil muertos en el bando federal, por tres mil en el bando
revolucionario.131


A pesar de la victoria, Villa no pudo ser el primero en llegar a la
capital debido a que Carranza bloqueó los envíos de carbón a la División
del Norte, el cual era necesario para alimentar los ferrocarriles de
Villa.132


Por otro lado, Obregón bajó por Sinaloa y Jalisco, ocupando Guadalajara, desde donde se dirigió al centro del país. González bajó por Monterrey, Tampico, San Luis Potosí y Querétaro.133
Con estos avances el movimiento dejó de ser exclusivo del norte del
país y abarcó prácticamente la mitad del territorio nacional, lo que al
mismo tiempo ocasionó que otros sectores sociales se incorporaran.
Además, conforme avanzaron las fuerzas revolucionarias, se tuvieron que
establecer diversos pactos con los lugareños a cambio de apoyo, por lo
que se hicieron decretos obreristas y agraristas.134


Triunfo revolucionario


Tropas Federales a la espera de Francisco Villa en la Ciudad de Torreón.
El 14 de julio de 1914 Huerta huyó de la capital y al día siguiente, 15 de julio, presentó ante el Congreso su renuncia.135 Se trasladó a La Habana, Cuba, y de ahí a Estados Unidos, donde fue detenido y enviado a la prisión de El Paso, Texas, donde murió en 1916.136


Francisco Carvajal,
entonces ministro de Relaciones Exteriores, quedó al frente del
gobierno con la tarea de entregar la capital a las fuerzas
revolucionarias y negociar la rendición de las fuerzas federales.
Carvajal solicitó la mediación de los Estados Unidos, a lo que Carranza
se rehusó. Después de pláticas entre el gobierno y carrancistas, el 14 de agosto de ese mismo año se firmaron los Tratados de Teoloyucan, en donde se presentaba formalmente la rendición incondicional del ejército federal.135


Guerra de facciones


Defensa Revolucionaria.
Tras la renuncia de Huerta la capital fue rápidamente ocupada por el
Ejército Constitucionalista ese mismo 15 de julio. Venustiano Carranza
llegó a la ciudad acompañado de Álvaro Obregón137 el 20 de agosto y tomó el mando político y militar.138


El hecho de que Carranza le hubiera negado la posibilidad de entrar a
la capital y que no lo hubiera invitado a la firma de los Tratados de
Teoloyucan creó un fuerte malestar en Francisco Villa, por lo que varios
generales intentaron llegar a un arreglo pacífico. Se llevó a cabo
entonces una reunión, cuyo resultado quedó plasmado en el Pacto de Torreón,
en el cual se acordó que Carranza seguiría siendo el Primer Jefe, la
División del Norte tendría el mismo rango que la del Noreste y Noroeste,
y Felipe Ángeles fungiría asimismo como jefe de todo el Ejército
Constitucionalista.138


Poco después, Carranza convocó a los gobernadores y generales a una
convención, en la que debía elaborarse un programa revolucionario.138


Convención de Aguascalientes


La apertura de la Convención se llevó a cabo el 1 de octubre en la Ciudad de México y fue presidida por Luis Cabrera.139
Sin la presencia de los delegados villistas ni zapatistas, Carranza
presentó su renuncia durante la sesión del tercer día, aunque ésta no
fue aceptada por los delegados.137 Se acordó además que la convención se trasladara a Aguascalientes con la finalidad de que asistieran villistas y zapatistas, además de que sólo participarían militares y no civiles.139


Las sesiones fueron reanudadas el 10 de octubre en la ciudad de Aguascalientes, siendo presididas por Antonio I. Villarreal, José Isabel Robles, Pánfilo Natera, Mateo Almanza, Marciano González, Samuel Santos y Vito Alessio Robles.139 Con el traslado de la sede, Villa decidió enviar a sus delegados y Zapata hizo lo mismo.137
Carranza por su parte no asistió a la convención, ya que creía que
Aguascalientes estaba amenazada por Villa. En su lugar se dirigió a
Veracruz.139


Durante las sesiones, que se prolongaron hasta el 13 de noviembre,140
los zapatistas pidieron que Carranza renunciara como Primer Jefe de la
revolución y que se aceptara íntegramente el Plan de Ayala. En una carta
leída a los presentes por Álvaro Obregón, Carranza aseguraba estar de
acuerdo en renunciar si Villa y Zapata se retiraban de la vida pública y
renunciaban como líderes de sus respectivos ejércitos.137 La Convención nombró a Eulalio Gutiérrez presidente interino. Al enterarse del nombramiento el 10 de noviembre,
Carranza desconoció el acuerdo de la Convención y su derecho a nombrar
presidente, declarando que Gutiérrez era un presidente espurio.139



Los generales Villa y Zapata en la silla presidencial el 4 de diciembre de 1914.
Las fuerzas carrancistas salieron de la capital al mismo tiempo que
entraban los zapatistas. Días después llegaron las fuerzas de Villa,
reuniéndose ambos generales y firmando el Pacto de Xochimilco, el cuál básicamente constituía una alianza contra Carranza.140 Presionado por Villa y Zapata, Gutiérrez no pudo gobernar, y el 16 de enero salió de la capital e intentó establecer su gobierno en San Luis Potosí, aunque al poco tiempo renunció de forma definitiva. Roque González Garza fue nombrado presidente provisional,140 gobernando del 17 de enero al 9 de junio de 1915.141


Mientras tanto en Veracruz Carranza gobernó de facto el país: el 12 de diciembre de 1914 reformó el Plan de Guadalupe y poco después, el 6 de enero de 1915, promulgó una serie de leyes redactadas por Luis Cabrera.141


El 10 de junio Francisco Lagos Cházaro recibió de la Convención el Poder Ejecutivo. La capital fue tomada de nuevo por los carrancistas el 2 de agosto y ante su llegada la Convención se trasladó a Toluca y posteriormente a Cuernavaca, en éste último sitio sin la presencia villista.140


Triunfo del constitucionalismo


Billete del Gobierno Provisional de México.
Desde inicios de 1915 era claro que la lucha por el poder continuaría, ahora entre carrancistas, villistas y zapatistas.142
Los últimos dos grupos contaban para entonces con la ventaja de tener
un ejército más numeroso y habían ocupado la capital, aunque conforme
avanzó ese año la balanza se fue inclinando hacia el bando carrancista
gracias a las victorias de Álvaro Obregón frente al ejército de
Francisco Villa143
y a que, a pesar del pacto realizado en Xochimilco, nunca hubo una
verdadera colaboración entre Villa y Zapata debido a que éste último
tenía por objetivo mantener aislada su región, por lo que se mantenía a
la defensiva.144


El 6 de abril de ese año las fuerzas de Villa intentaron tomar Celaya,
la cual estaba bajo el control de Obregón, quien pudo defender la
plaza, causando alrededor de 2.000 bajas en el bando contrario. Una
semana después, Villa volvió a intentar tomar la plaza, esta vez
perdiendo alrededor de 4.000 soldados y fallando en su objetivo. Estas
derrotas debilitaron fuertemente al ejército villista, el cual se
dirigió a León con la intención de recuperar sus fuerzas.143
En total se desarrollaron cuatro batallas en el bajío guanajuatense, y a
pesar de que todas las ganó Obregón, en la última, en el poblado de Santa Ana del Conde,145 un casco de metralla lo hirió en el brazo derecho,143 por lo que los médicos se lo amputaron.145


Carranza logró recuperar el control de la capital en el año de 1916.143


Constitucionalistas y convencionistas.
Convencionistas y constitucionalistas en diciembre de 1914.
Constitucionalistas, zapatistas y villistas en diciembre de 1915.

Participación de la Casa del Obrero Mundial

La «Casa del Obrero Mundial» había sido fundada durante la presidencia de Madero, el 22 de septiembre de 1912,146 por un grupo de trabajadores mexicanos y activistas extranjeros.147
Durante esta etapa la organización sirvió a manera de «unión» para
agrupaciones sindicales y mutualistas posicionados en la Ciudad de
México, además de que tuvo una composición plural, ya que tanto
anarquistas como católicos integraban sus filas.146
Al ser derrocado Madero, en la COM se impuso una línea más radical que
rechazaba el gobierno huertista. Tras el triunfo de la revolución
constitucionalista en agosto de 1914
y el posterior exilio de Victoriano Huerta, Obregón reabrió la COM. Sin
embargo, la lucha entre las facciones carrancistas y convencionistas
causó debates sobre el camino que debía de seguir la organización. Los
argumentos del pintor Gerardo Murillo (conocido por su seudónimo
«Dr. Atl») y de Obregón convencieron a los dirigentes de la
organización de aliarse con la revolución constitucionalista, misma que
ya había definido su vocación social durante la guerra. El 17 de febrero de 1915 se firmó en la Ciudad de México
una alianza entre la Casa del Obrero Mundial y la facción carrancista,
misma que solicitaba de la primera «aportar voluntarios a las filas
constitucionalistas», y a Carranza se le pedía «convertir en leyes las
demandas de los obreros organizados».146


Esto dio origen a los llamados Batallones rojos,
grupos militares de trabajadores del Distrito Federal que tendrían por
tarea «combatir a los campesinos-militares de la División del Norte y
del Ejército Libertador del Sur durante la Revolución mexicana». El
encargado de la organización fue el coronel Ignacio Henríquez, quien formó hasta seis batallones con sus 4 mil y 7 mil reclutados aproximadamente.146 Cabe mencionarse que los batallones tuvieron su mayor participación entre abril y septiembre de 1915.146


Batalla de Columbus


Ruinas de Columbus, Nuevo México, después del ataque de Villa.
En octubre de 1915 el presidente estadounidense le dio el reconocimiento de facto
al carrancismo, aunque condicionó tal reconocimiento al «buen
comportamiento» que mostrara Carranza hacia los intereses
estadounidenses. A partir de ese momento la relación entre Wilson y
Carranza mejoró, lo que hizo que Villa se sintiera traicionado por parte
del gobierno estadounidense, al mismo tiempo que aseguró que Carranza
había aceptado las condiciones estadounidenses a expensas de sacrificar
la política y economía de México.148


El 11 de enero de 1916 un grupo de soldados villistas detuvo un tren en Santa Isabel, Chihuahua asesinando a 17 ciudadanos estadounidenses, mineros e ingenieros, que habían ido al país por invitación de Carranza.149


Poco antes del amanecer del 10 de mayo de 1916, Villa atacó con 400 hombres el poblado de Columbus, Nuevo México, al grito de «¡Viva México!» y «¡Viva Villa!» y los cuarteles del 13° regimiento de caballería.150
Durante el enfrentamiento fallecieron 7 soldados estadounidenses y 7
civiles, mientras el bando estadounidense aseguró haber dado muerte a
entre 75 y 100 soldados villistas en suelo mexicano.151


Expedición punitiva estadounidense


Los generales Pershing y Bliss inspeccionan el campamento durante la expedición punitiva.
El ataque a Columbus ocasionó que el Congreso de los Estados Unidos
diera autorización para castigar a los responsables del ataque, por lo
que tropas estadounidenses se internaron en el país. De esta forma, un
total 5.000 soldados al mando del general John J. Pershing encabezaron una expedición punitiva, de once meses de duración.


Durante la expedición los estadounidenses tuvieron altercados con la población civil, como el del 12 de abril en Parral, Chihuahua, e incluso con el ejército carrancista, en junio de 1916 en El Carrizal.152


Las tropas, que llegaron a contar 15.000 en territorio mexicano,153 finalmente salieron del país en enero de 1917 sin haber podido encontrar a Villa.154


Congreso Constituyente

A pesar de que Carranza se había levantado contra el gobierno huertista con la promesa de restaurar la Constitución de 1857,
optó por redactar una nueva constitución que cumpliera con las promesas
hechas a campesinos y obreros durante el conflicto armado, esto con la
finalidad de evitar que los principales actores quedaran insatisfechos y
de nuevo se creara una inestabilidad social y política.155


En diciembre de 1916, Carranza, virtual triunfador del conflicto, convocó a un Congreso constituyente formado exclusivamente por seguidores carrancistas y reunidos en la ciudad de Querétaro.156 Dicho congreso sesionó hasta el 31 de enero de 1917,157
tiempo durante el cual Carranza y sus íntimos —de tendencias moderadas—
mantuvieron debates con grupos del mismo constitucionalismo de ideas
más progresistas —entre los que destacan Pastor Rouaix y Francisco J. Múgica, entre otros—.158 Entre las diferentes corrientes finalmente se llegó al acuerdo de promulgar la Constitución de 1917 el 5 de febrero, permaneciendo desde entonces vigente en el país.156


Dentro de los artículos promulgados en la «Constitución» sobresalen:156


  • Artículo 3.º: La educación que imparta el Estado debe ser laica, gratuita y obligatoria.
  • Artículo 27.º: El suelo y subsuelo pertenecen a la Nación, no pudiendo ninguna corporación religiosa ser propietaria.
  • Artículo 123.º: Regula las relaciones obrero-patronales en el país,
    concediéndole autoridad al Estado el derecho de intervenir en conflictos
    de este tipo.
  • Artículo 130.º: Regula la relación Iglesia-Estado, haciendo la
    separación y estipulando que los miembros religiosos no pueden poseer
    bien alguno o participar en la política interna.
Un día después, el 6 de febrero, Carranza expidió la convocatoria para realizar elecciones en los tres órdenes de gobierno,157
las cuales se llevaron a cabo en el mes de marzo. Carranza resultó
electo presidente con el 98 % de la votación para el período 1917-1920159 y tomó posesión el 1 de mayo de ese mismo año.157


Actividad revolucionaria y contrarrevolucionaria de 1916 a 1928


Ejércitos rebeldes entre 1916 y 1920.
Carranza gobernó de 1917 a 1920, aunque no logró pacificar del todo
al país ya que continuaron levantamientos villistas en el norte,
zapatistas en el sur,160 otro movimiento contrarrevolucionario de Félix Díaz que duró hasta mediados de 1920, así como otras rebeliones en Chiapas, Oaxaca y Michoacán.161


A grandes rasgos se pueden dividir en 3 grupos los movimientos
anticarrancistas: los revolucionarios anticonstitucionalistas, en donde
destacan los villistas, los zapatistas, los cedillistas en San Luis Potosí,162 arenistas, ubicados en el estado de Tlaxcala,162 y los calimayoristas en Chiapas;163 los contrarrevolucionarios, entre los que se encuentran los pelaecistas, quienes se ubicaron en la costa superior del Golfo de México, los felicistas,
quienes apoyaron a Félix Díaz durante su incursión al país por
Tamaulipas y lo siguieron posteriormente por Oaxaca, Chiapas y Guatemala
y de regreso nuevamente por Veracruz, en una campaña que duraría hasta
mediados de 1920, los soberanistas, que operaban en Oaxaca y cuyos principales líderes eran José Inés Dávila y Guillermo Meixueiro, mapachistas y pinedistas, conocidos comúnmente como «finqueros» y que operaban en el estado de Chiapas, y los aguilaristas, que se encontraban en Oaxaca.164 Finalmente también se encontraban alzados sin banderas, como los altamiranistas, cintoristas y los chavistas, quienes operaban en el estado de Michoacán pero fueron derrotados finalmente el 8 de enero de 1918 en el pequeño municipio de Huandacareo del mismo estado con apenas 83 hombres colocados estratégicamente en el pueblo.165


Asesinato de Zapata


Exhibición del cadáver de Zapata en Cuautla, Morelos.
Para acabar con el movimiento de Zapata, Carranza comisionó al general Pablo González Garza
para que realizara una campaña de exterminio de la población. Las
precarias situaciones de los habitantes, atenuadas por hambrunas y
epidemias, también diezmaron a la población pero el movimiento zapatista
persistió, por lo que González urdió un plan. Jesús María Guajardo,
un coronel auxiliar de González, estando borracho o fingiendo estarlo,
arremetió contra Carranza y González, cerciorándose de que un prisionero
zapatista lo escuchara y más tarde le permitió huir. Cuando Zapata se
enteró de lo dicho por Guajardo, lo invitó a integrarse a sus filas.
Luego de una serie de negociaciones y de que Guajardo mandara a asesinar
a varios ex zapatistas que se habían integrado a los carrancistas como
muestra de sus supuestas intenciones, se concertó una reunión para
sellar la supuesta alianza en la hacienda de Chinameca el 10 de abril de 1919.
Cuando Zapata cruzó el portón, un clarín tocó el saludo y los diez
soldados de la guardia de honor, que presentaban armas, le dispararon
simultáneamente. Guajardo fue ascendido a general y recibió de Carranza
50.000 pesos por «notables servicios en el ejercicio de sus funciones
militares».166


Plan de Agua Prieta y asesinato de Carranza

Al momento de estar cerca la sucesión presidencial, Carranza favoreció a Ignacio Bonillas como su sucesor e intentó acusar a Obregón de conspiración,167 lo que ocasionó malestar en Plutarco Elías Calles, Obregón y Adolfo de la Huerta,160 quienes proclamaron el Plan de Agua Prieta, documento por medio del cual desconocían el gobierno constitucionalista y proclamaba la soberanía del estado de Sonora.167


Ante la imposibilidad de hacer frente y defender exitosamente la
capital ante el inminente ataque del grupo de Sonora, Carranza se
dirigió hacia Veracruz con mobiliario del Palacio Nacional, máquinas
para imprimir moneda y el erario nacional.168 Durante el trayecto fue emboscado y asesinado en Tlaxcalantongo, Puebla, el 21 de mayo de 1920.160


Presidencia interina de Adolfo de la Huerta

Tras la muerte de Carranza, Adolfo de la Huerta fue nombrado por el Congreso de la Unión169 presidente provisional el 1 de junio de 1920.170 Durante su mandato logró que Francisco Villa dejara la vida militar al firmar los Convenios de Sabinas el 28 de julio de 1920,171 con lo que se le otorgó la hacienda de Canutillo, en Chihuahua, a donde se retiró para dedicarse a labores del campo.172 En septiembre convocó a elecciones,169 en las que Álvaro Obregón fue electo para asumir la presidencia el 1 de diciembre de ese año.170


Asesinato de Villa

El 20 de julio de 1923 Francisco Villa, acompañado del coronel Miguel Trillo, Rafael Medrano y Claro Hurtado, además de su asistente, Daniel Tamayo,173 fue emboscado por Jesús Salas Barraza a la entrada de Parral, muriendo el caudillo a las 8:15 de la mañana en el lugar.174 Ramón Contreras, miembro también de su guardia personal, fue el único que sobrevivió.173


Hasta la fecha se han especulado las causas verdaderas de su
asesinato, aunque generalmente éste es atribuido a órdenes de Obregón o
Calles.175



Retrato de Francisco Villa

Presidencias de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles

Obregón fue presidente entre 1920 y 1924. De la Huerta quiso ser
elegido presidente nuevamente, pero al ver que Obregón favorecía a
Plutarco Elías Calles desconoció al gobierno, lo que desencadenó la
denominada rebelión delahuertista,170 que fue apoyada por las dos terceras partes del ejército nacional. El movimiento fracasó y el 11 de marzo de 1924 De la Huerta abandonó el país,169 exiliándose en Los Ángeles, California.170


Plutarco Elías Calles fue nombrado presidente para el período de 1924 a 1928,
tomando posesión el 1 de diciembre. Durante los dos últimos años de su
gobierno la situación interna del país se volvió crítica debido a la
posición de Calles respecto a la iglesia católica, lo que provocó el
surgimiento de un movimiento armado conocido como «guerra cristera».
Poco antes de terminar su mandato se reformaron los artículos 13 y 82,
con lo que existiría la posibilidad de que Obregón fuera electo
presidente nuevamente.176
En las elecciones realizadas el 1 de julio de 1928 Obregón resultó
victorioso por un amplio margen, pero antes de asumir la presidencia fue
asesinado en un restaurante de la Ciudad de México por José de León Toral, un fanático católico.177


Tras la muerte de Obregón, Calles dio un discurso público en el que
aseguró que la etapa de los caudillos llegaba a su fin y comenzaba el de
las instituciones. En 1929 fundó el Partido Nacional Revolucionario, posteriormente llamado Partido de la Revolución Mexicana y finalmente Partido Revolucionario Institucional, el cual gobernó al país por 70 años.178


Controversias historiográficas

Número de muertos

No se tiene un número exacto de la cantidad de muertos que hubo
durante la Revolución mexicana. La mayoría de las fuentes apuntan que
entre un millón,179 180 y 2 millones de personas181 murieron durante esta etapa de la historia de México. Estas cifras se basan en los datos proporcionados por los censos
realizados en el país en los años de 1910 y 1921. El censo de 1910
arrojó una cantidad de 15.160.369 habitantes, mientras que el de 1921 la
cantidad de 14.334.780.182 Esta diferencia aproximada de 1 millón183
es la que se ha tomado como la cantidad de muertos ocasionados por el
conflicto armado, aunque esa cifra está conformada por la gente que
murió en combate,184 185 la disminución de la natalidad,184 la inmigración a países como los Estados Unidos,184 186 Guatemala,186 Cuba186 y otros de Europa,186 los muertos a causa de la hambruna,185 así como los muertos debido a una pandemia desatada en 1918 de gripe española, la cual se asegura llegó a causar la muerte de 450.000 personas.186


Los estudios demográficos que se realizaron posteriormente sobre el
tema subieron la cifra de muertes. De esta manera, Manuel Gamio
sostendría que hubo 2 millones de muertos, mientras que Gilberto Loyo,
padre de la demografía mexicana, elevó el número a dos millones y medio
de muertos. Más recientemente, Moisés González Navarro en un estudio
inédito bajaría la cifra a 1.9 millones. Mientras, en un estudio
estadounidense, Andrew Collver haría variar la estadística de este dato
entre 2.5 y 3.1 millones. Sin embargo, el análisis más reconocido es el
de 1993, cuando Manuel Ordorica y José Luis Lezama realizaron un
análisis demográfico de nuestro país, auspiciado por el Consejo Nacional
de Población, y llegaron a la cifra de 1.4 millones de muertos, 1.1
millones de nacimientos frustrados, 400 mil emigrados, y medio millón en
error censal para un total de 3.4 millones de vidas afectadas por la
revolución.


Diferencia en las fechas

Las fuentes disponibles no concuerdan en cuanto al fin de la Revolución mexicana. Algunas fuentes lo sitúan en el año de 1917, con la proclamación de la Constitución mexicana,1 2 3 o 1924 con la de Plutarco Elías Calles.5 Por otro lado, el historiador inglés Alan Knight, de la Universidad de Oxford, incluso asegura que terminó en los años 1940.6


Cuestionamientos historiográficos

Historiadores contemporáneos como Adolfo Gilly,187 Friedrich Katz, Alan Knight,188 Macario Schettino o Jean Meyer,189
han cuestionado los estudios hechos sobre esta etapa, debido a que gran
parte de los mismos fueron hechos bajo la óptica fundacional del
Partido Revolucionario Institucional,190
la institucionalización de caudillos y mitos, el hecho de que sus
demandas principales no fueran satisfechas e incluso cuestionando si
debe denominarse como una revolución. Gilly fue el primero en lanzar la
crítica en 1974 al publicar La Revolución Interrumpida, en donde planteó que la revolución popular de Villa y Zapata fue terminada por los grupos liberales de Carranza y Obregón.


Legado

Desfile del 20 de noviembre

En 1928 se realizó una carrera de relevos
para celebrar el aniversario del inicio de la Revolución mexicana,
realizándose al año siguiente un desfile militar-deportivo en el Campo
Militar en Balbuena. Asimismo, en 1930 se realizó el desfile en las calles del centro histórico.191


En el año de 1936, por decreto del Senado de la República, el festejo
se hizo oficial, aunque no fue sino hasta el año de 1941 cuando el
presidente de México, en ese entonces Manuel Ávila Camacho, por primera vez encabezó el desfile.191


Al día de hoy en el evento participan figuras destacadas dentro del deporte nacional (el mismo día se entrega el Premio Nacional del Deporte de manos del presidente), la Armada de México, fuerzas armadas y fuerzas policíacas.192


Museos


En la república mexicana existen varios museos y monumentos dedicados a este conflicto bélico. Algunos de ellos son:


Centenario de la Revolución

El 16 de junio del año 2006, mediante decreto del Congreso de la Unión, el año 2010 fue declarado como el «año del Bicentenario del inicio del movimiento de Independencia Nacional y del Centenario del inicio de la Revolución Mexicana»,202 y el 29 de octubre de 2007, por acuerdo de la LX Legislatura
del Senado de la República, se creó la Comisión especial encargada de
los festejos del bicentenario de la Independencia y del centenario de la
Revolución mexicana, la cual tuvo la finalidad de realizar la difusión
de los procesos históricos de la Independencia y de la Revolución y la
organización de eventos conmemorativos hasta el término de los festejos.203



Restos de los primeros revolucionarios que se levantaron en armas ubicados en el antiguo cementerio en Gómez Palacio, Durango.
Dentro de las actividades programadas se encontró la edición de
libros, foros, seminarios nacionales e internacionales, campañas
publicitarias en medios de comunicación, así como la emisión de
programas en radio y televisión, entre otras.204


Además, para conmemorar ambos eventos, el gobierno federal erigió un monumento conmemorativo llamado Estela de luz, el cual se ubica en Paseo de la Reforma.205 La «primera piedra» fue colocada por el presidente Felipe Calderón Hinojosa.206


La Revolución mexicana en la cultura

Novelas

Existe una serie de novelas que reproducen este movimiento suscitado entre 1910 y 1917,207 las cuales, mediante cuadros sucesivos o fotografías narrativas de lo acontecido, relatan las experiencias directas de las personas durante el movimiento.208
Además, cabe añadir que son las que describieron al movimiento armado
desde su origen y que estudiaron analíticamente los problemas surgidos
por la prosecución durante ésta.209


Entre los autores más señalados de este tipo de novelas se encuentran Mariano Azuela (siendo éste el primer autor con su novela Los de abajo),208 207 210 Rafael M. Muñoz, José Vasconcelos, José Rubén Romero, Martín Luis Guzmán, entre otros.208 209


La novela revolucionaria, como género, comenzó a escribirse en 1928 (aunque algunos escritos como los de Mariano Azuela son anteriores a esta fecha)210 y culminó a mitad de la década de 1940.209 207


Algunas de las obras:


Películas

Durante el conflicto armado muchos camarógrafos mexicanos siguieron
los acontecimientos de la revolución. Uno de ellos fue Salvador Toscano,
quien grabó películas cortas con su cinematógrafo Lumière, las cuales
fueron unidas por su hija Carmen Toscano, responsable de culminar la
película de 1950 Memorias de un mexicano.211 Otros realizadores fueron los Hermanos Alva, quienes siguieron a Francisco I. Madero,212 y Jesús H. Abitia, personaje que acompañaba a la División del Norte y filmaba a Álvaro Obregón y Venustiano Carranza,212 realizando Epopeyas de la Revolución, único montaje aprobado por la Secretaría de la Defensa Nacional como versión oficial.211


A partir de la década de 1930 comienza en México la llamada "Época de oro del cine mexicano",212 período durante el cual la Revolución mexicana fue un tema recurrente. Algunas películas que destacan son:211 212


Corridos


Corrido dedicado a Francisco I. Madero.
Durante la Revolución mexicana la forma musical conocida como «corrido» tuvo un gran auge.213 Este tipo de composiciones musicales tienen su origen en el antiguo romance español,
siendo canciones que narran acontecimientos reales, dotados con
visiones épicas o heroicas con respecto a los protagonistas o los
acontecimientos. Es por ello que suelen ser comparados con la función de
los juglares de la Edad Media.214


El corrido
constituyó entonces un medio de comunicación popular, por medio de los
cuales se contaba la vida y obra de héroes como Francisco I. Madero,
Emiliano Zapata, Francisco Villa o Felipe Ángeles.214


Algunos corridos han servido de inspiración de pinturas murales en México. Dos ejemplos son los de Diego Rivera: «Las esperanzas de la patria por la rendición de Villa» y «Muerte de Zapata», los cuales se encuentran en el edificio de la Secretaría de Educación Pública.215


Uno de los corridos más conocidos es el de La Adelita, cuyos versos dicen lo siguiente:216


Si Adelita se fuera con otro

le seguiría por tierra y por mar

si es por mar en un buque de guerra

si es por tierra en un tren militar.

Si Adelita quisiera ser mi esposa,

y si Adelita ya fuera mi mujer,

le compraría un vestido de seda

para llevarla a bailar al cuartel.


Adelitas


Representación de «adelitas», o soldaderas, de la Revolución mexicana.
En novelas, murales, películas y corridos relativos a la Revolución
una figura muy frecuente es el de las «Adelitas» o soldaderas, mujeres
que se encontraban en el campo de batalla. Aunque el término soldadera proviene desde le época de la conquista, fue durante la época de la Revolución mexicana que esta figura tuvo mayor popularidad y mayor despliegue.217
Las mujeres tuvieron una participación importante durante este
conflicto en los campos de batalla, tanto en el ejército federal, como
en las diferentes tropas revolucionarias como las de Villa, Zapata y
Carranza.218


Oficialmente las adelitas no tenían deberes militares, sino más bien
domésticos: conseguir alimentos, cocinar y cargar bultos y armas, entre
otras cosas,219 aunque hubo algunas que combatieron, incluso algunas alcanzaron los grados de coronel, teniente o capitán.220
Entre ellas destacan Margarita Neri en Guerrero, Rosa Bobadilla en
Morelos o Juana Ramona viuda de Flores en Sinaloa, y María de Jesús de
la Rosa "la Coronela", en Tamaulipas.221


En cuanto al origen del término «adelita» para referirse a las
soladeras, Tomasa García, una veterana de la Revolución, comentó en una
entrevista en 1979: «A todas nos decían 'Adelitas' porque éramos
revolucionarias, éramos de tropa, pero la mera Adelita era de Ciudad
Juárez. La mera Adelita esa[...] era muy valiente».222


Personajes principales


Personaje Período Notas
Porfirio diaz.jpg Porfirio Díaz 1 de diciembre de 1884

25 de mayo de 1911
Presidente de México en 3 ocasiones, del 29 de noviembre de 1876 al 6 de diciembre de 1876, del 18 de febrero de 1877 al 30 de noviembre de 1880 y del 1 de diciembre de 1884 al 25 de mayo de 1911, fecha de su dimisión y exilio.
Francisco I Madero-retouched.jpg Francisco I. Madero 6 de noviembre de 1911 -

18 de febrero de 1913
Presidente de México al triunfo de la revolución de 1910. Lanzó el manifiesto conocido como Plan de San Luis, en el que llamaba a tomar las armas contra el gobierno de Díaz. Fue asesinado junto con el vicepresidente José María Pino Suárez a causa del golpe de estado organizado por Victoriano Huerta.
V Huerta.jpg Victoriano Huerta 18 de febrero de 1913 -

14 de julio de 1914
Asumió la presidencia de México, después de la renuncia de Lascuráin. Junto a Félix Díaz y en alianza con Henry Lane Wilson embajador de Estados Unidos en México, habían suscrito el Pacto de la Embajada,
con el cuál se supondría el regreso de Díaz a la presidencia, pero este
le convenció bajo el alegato de mantener así la calma con los
maderistas.
Pancho villa horseback.jpg Francisco Villa Lealtad al Antirreeleccionismo de 1911 a 1912

y a la División del Norte de 1913 a 1920
Conocido durante la revolución como «El Centauro del Norte», fue uno
de los jefes de la revolución, cuya actuación militar fue decisiva para
la derrota de Victoriano Huerta. Fue gobernador provisional de Chihuahua en 1913 y 1914.
Emiliano Zapata4.jpg Emiliano Zapata Leal al Ejército Libertador del Sur de 1911 a 1919 (con su muerte) Fue conocido como el «Caudillo del Sur», uno de los líderes militares más importantes durante la revolución, comandó al Ejército Libertador del Sur. Al estar descontento con el gobierno del presidente Carranza, se alió a Jesús Guajardo quien habría de traicionarle en la reunión del 10 de abril de 1919 en la Hacienda de Chinameca, en el estado de Morelos, donde murió emboscado.
Venustiano Carranza.jpg Venustiano Carranza 1 de mayo de 1917

21 de mayo de 1920
Presidente de México quien luchó contra el régimen de Victoriano
Huerta. Durante su mandato se promulgó la Constitución de 1917. Murió
asesinado en Tlaxcalantongo, Puebla, por las tropas del Gral. Rodolfo Herrero, en el curso de la rebelión obregonista.
Felipe Ángeles.jpg Felipe Ángeles Leal al Ejército Mexicano de 1883 a 1913, al Ejército Constitucionalista de 1913 a 1914 y a la División del Norte de 1913 a 1915 y de 1918 a 1919 Comenzó como aliado de Francisco I. Madero quien lo nombró director del Colegio Militar en 1912;
al ser capturado por Huerta y condenado a muerte, se alió a las fuerzas
de Venustiano Carranza, siendo nombrado Secretario de Guerra y
ratificado después sólo como Subsecretario debido a protestas de
Generales rebeldes. En 1914 se incorporó a las fuerzas de Francisco Villa, como comandante de la Artillería de la División del Norte.
Panfilo Natera.jpg Pánfilo Natera Leal al Ejército Constitucionalista de 1911 a 1919 Se unió al movimiento maderista con el fin de lograr el reparto de tierras y derrocar a Porfirio Díaz, bajo el mandato de Luis Moya.
Participó en la toma de Nieves, en los combates de San Juan de
Guadalupe, Tlaltenango, Jalapa, Zacatecas, Morelos, Fresnillo y
Sombrerete. Asimismo, estuvo presente en la toma de Torreón, con
Francisco Villa, lo que le valió ser nombrado comandante militar y
gobernador provisional de Zacatecas, y ante la escisión revolucionaria
se alió, por corto tiempo, a las fuerzas convencionistas. Presidió la
convención en la Ciudad de México; a su traslado a Aguascalientes quedó a
cargo del orden de dicha ciudad. El 2 de agosto de 1915 renunció como
gobernador y desconoció a Francisco Villa.
Salvador Alvarado.JPG Salvador Alvarado Leal al Ejército Constitucionalista de 1913 a 1920 Llevó el movimiento revolucionario al sureste de México, gobernando Yucatán en nombre del Ejército Constitucionalista de 1915 a 1918 y alimentó las arcas del propio ejército y del movimiento carrancista con los recursos provenientes de la Industria henequenera, entonces en auge en la península de Yucatán. Se rebeló en contra de Álvaro Obregón tras el asesinato de Venustiano Carranza. Murió emboscado en el estado de Tabasco en 1924.
Pablo gonzalez-perfil.jpg Pablo González Garza Leal al Ejército Constitucionalista de 1913 a 1920 Autor intelectual del asesinato de Emiliano Zapata llevado a cabo
por el entonces Coronel Jesús Guajardo. Además, participó en la
insurrección maderista en 1911. En 1913 organizó las fuerzas y lucho en el estado de Coahuila contra Pascual Orozco y Victoriano Huerta. Venustiano Carranza lo designó jefe del Ejército del Noreste.
Pascual Orozco3.png Pascual Orozco Leal al Ejército Mexicano de 1913 a 1915 Fue un revolucionario mexicano que apoyaba el Plan de San Luis
de Francisco I. Madero. Tras el triunfo de la revolución al lado de
Emiliano Zapata se alzó contra este último y reconoció el gobierno
golpista de Victoriano Huerta.
A Serdán.png Aquiles Serdán Alatriste 2 de noviembre de 1876

19 de noviembre de 1910
Desde antes del inicio de la Revolución Mexicana apoyó a Francisco
I. Madero, el 18 de julio de 1909 fundó el club político “Luz y
Progreso”; creando el semanario “La No Reelección”, fue encomendado por
el mismo Madero para liderar el alzamiento en Puebla, sin embargo fue
descubierto por el gobierno, ordenando se cateara la casa de los
hermanos Serdán, lugar en el que se desató un enfrentamiento, horas
después fue asesinado por soldados que custodiaban el lugar..
Magon.png Ricardo Flores Magón 1 de mayo de 1892 -

21 de noviembre de 1922
Fue escritor, ideólogo anarcosindicalista y activista político que
lo llevó a participar en mítines como el realizado en el Palacio de
Minería, participó en lapublicación del perídico "El Demócrata" y más
tarde el "Regeneración", "El Hijo del Ahuitzote" en el que era un duro,
permanente y activo carácter crítico y de oposición contra el gobierno
de Porfirio Díaz
a través de artículos que lo llevaron a ser encarcelado por el
gobierno.Fue un defensor permanente e incansable, de los derechos de la
clase trabajadora.
Alvaro Obregon.jpg Álvaro Obregón 1 de diciembre de 1920 -

30 de noviembre de 1924
Presidente de México tras la salida de Huerta, apoyó a Carranza, en
la lucha contra Victoriano Huerta. Con la ruptura de Emiliano Zapata y
Francisco Villa con Carranza, se mantuvo leal a este último. Fue el
encargado de perseguir a Villa al norte del país, donde le derrotó en la
Batalla de Celaya, perdiendo el brazo derecho a raíz de una bomba. Fue
asesinado por José de León Toral, el 17 de julio, en el restaurante "La Bombilla", de la Ciudad de México.
Plutarco Elias Calles.jpg Plutarco Elías Calles 1 de diciembre de 1924

30 de noviembre de 1928
Presidente de México conocido como el «Jefe Máximo de la
Revolución», sucedió en la presidencia a Obregón y durante su mandato se
creó el Banco de México,
fundó los bancos Ejidal y Agrícola, y restauró la Escuela de Agronomía
de Chapingo. Con él se inicia la llamada Guerra Cristera, jugó un papel
clave en el manejo de la política en México y a dicha época se le
conoció como Maximato (1928-1934).
Jose Maria Pino Suarez.jpg José María Pino Suárez 8 de septiembre de 1869 -

22 de febrero de 1913
Nació en Tenosique, Tabasco, estudió la carrera de Abogado. Se
afilió al Partido Antirreleccionista participando en la campaña de
Madero, además organizó grupos de oposición en Tabasco y Yucatán. Al
estallar la Revolución fue nombrado gobernador provisional de Yucatán,
dejó este puesto para ocupar el de la vicepresidencia de la República.
Fue asesinado junto con Madero en la ciudad de México.

Véase también

Referencias

Notas


  • «5 de Febrero, Conmemoración de la Promulgación de la Constitución». Consultado el 6 de abril de 2010.

  • Bibliografía

    • Alvear (2004). Historia de México. Editorial Limusa. ISBN 9681861469.
    • Anda Gutiérrez, Cuauhtémoc (1998). Estructura socioeconómica de México: 1940 - 2000. Limusa. ISBN 9681854071.
    • Barrera, Trinidad (2003). Del centro a los márgenes: narrativa hispanoamericana del siglo XX. Universidad de Sevilla. ISBN 8447207692.
    • Beiza, Jose; Villicana, Hector (2004). Historia Nacional. Cengage Learning Editores. ISBN 9706864091.
    • Benítez, Fernando (1996). Lázaro Cárdenas y la Revolución Mexicana, I. El Porfirismo; II. El caudillismo; III. El Cardenismo. Fondo de Cultura Económica. ISBN 968162193X.
    • Cockcroft, James (2002). Precursores intelectuales de la Revolución Mexicana. Siglo XXI. ISBN 9682316316.
    • Cueva, Agustín (1993). El desarrollo del capitalismo en América Latina: ensayo de interpretación histórica. Siglo XXI. ISBN 9682315921.
    • Cumberland, C. (1991). Madero y la Revolución Mexicana. ISBN 9682305926.
    • Fernández, Íñigo (2004). Historia de México. Pearson Educación. ISBN 9702605245.
    • Fernández, Íñigo (2008). Historia de México: La revolución mexicana/consolidación del Estado Revolucionario/la transición política siglos XX-XXI. Editorial. ISBN 9683816975.
    • Blanco Figueroa, Francisco (2002). Desarrollo con rostro humano. UCOL. ISBN 9706920617.
    • Flores, Juan José (2005). Historia de México. Cengage Learning Editores. ISBN 9706863206.
    • Garciadiego, Javier (2005). La revolución mexicana: crónicas, documentos, planes y testimonios. UNAM. ISBN 9703206859.
    • Garciadiego, Javier (2006). Introducción histórica a la Revolución mexicana. Secretaria de Educación Pública. ISBN 9709765167.
    • Garfias, Luis (1997). La Revolución Mexicana: compendio histórico político militar. Panorama Editorial. ISBN 9683802680.
    • Gutiérrez, Harim (2007). Historia de México: De la era revolucionaria al sexenio del cambio. Pearson Educación. ISBN 9702609569.
    • Hamnett, Brian; Martínez Gimeno, Carmen (2001). Historia de México. Ediciones AKAL. ISBN 8483231182.
    • Franco Bagnouls, María de Lourdes (1989). Literatura hispanoamericana. Limusa. ISBN 9681832310.
    • Katz, Friedrich (2000). Pancho Villa. Ediciones Era. ISBN 9684114818.
    • Leal, Juan Felipe; Villaseñor, José (1988). En la Revolución (1910-1917). Siglo XXI. ISBN 9682311373.
    • Macías, Anna (2002). Contra viento y marea: el movimiento feminista en México hasta 1940. CIESAS. ISBN 9683685064.
    • Malvido, Elsa (2006). La población, siglos XVI al XX. UNAM. ISBN 9707772336.
    • Nash, Mary; Tavera, Susanna (2003). Las Mujeres y las guerras: el papel de las mujeres en las guerras de la Edad Antigua a la contemporánea. Icaria Editorial. ISBN 8474266238.
    • Paz, Fernando (2006). La política económica de la Revolución Mexicana, 1911-1924. UNAM. ISBN 970323710X.
    • Perlman, Bruce; Pineda Guadarrama, Juan de Dios (2006). Nuevo institucionalismo e institucionalidad en México: ensayos sobre la administración pública mexicana. UAEM. ISBN 9688359971.
    • Pineda Gómez, Francisco (1997). La irrupción zapatista, 1911. Ediciones Era. ISBN 9684113862.
    • Rivera, Clara; Rico, Sara (2007). Historia de México. Cengage Learning Editores. ISBN 9706867597.
    • Salazar, Rosendo (1972). La Casa del Obrero Mundial. Comisión Nacional Editorial/PRI.
    • Terrazas y Basante, María Marcela (2003). Disidencia y disidentes en la historia de México. UNAM. ISBN 9703212638.
    • Topete Lara, Hilario (2005). Los Flores Magón y sus circunstancia. Contribuciones desde Coatpec, No. 008. Universidad Autónoma del Estado de México.
    • Valcárcel, Isabel (2005). Mujeres de armas tomar. EDAF. ISBN 8496107566.
    • Villa Hernández, Jaime (2003). Literatura 2. Ediciones Umbral. ISBN 9685607060.
    • Vizcarra, Alejandra (2002). El proceso de democratización en México, 1812-2000. UACJ. ISBN 9687845406.

    Enlaces externos


  • Congreso del Estado de Jalisco. «La Revolución mexicana 1910-1917». Consultado el 5 de julio de 2010.


  • Cockcroft, 2002, p. 10


  • «Día de la Revolución Mexicana (20 de Noviembre)». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «La Revolución mexicana». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «La Revolución Mexicana concluyó en los años 40: Alan Knight». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Garciadiego, 2006, p. 8


  • Cumberland, 1991, p. 11.


  • Aunque Manuel González fue presidente entre 1880 y 1884, algunos escritores e historiadores coinciden en que Díaz dictaba en la política nacional (Cumberland, 1991, p. 11).


  • «Historia y personajes de México: Porfirio Díaz». Consultado el 21 de marzo de 2010.


  • Garciadiego, 2006, p. 15


  • Cumberland, 1991, p. 29-34.


  • Pineda Gómez, 1997, p. 54.


  • [[#CITAREFHamnettMartínez Gimeno2001|Hamnett y Martínez Gimeno, 2001]], p. 212.


  • Garfias, 1997, p. 10.


  • Cumberland, 1991, p. 15.


  • Garciadiego, 2005, p. xx.


  • Garciadiego, 2005, p. xxi.


  • Cumberland, 1991, p. 23.


  • García diego, 2006, p. 14


  • Cockcroft, 2002.


  • Garciadiego, 2006, p. 15


  • Garfias, 1997, p. 9.


  • «La intermediación laboral en el campomexicano». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 9 de julio de 2010.


  • Cumberland, 1991, p. 36.


  • Garfias, 1997, p. 12.


  • Garfias, 1997, p. 11.


  • Cumberland, 1991, p. 26 & 28.


  • Garciadiego, 2005, p. xxvii.


  • Topete Lara, 2005, p. 81-83.


  • Garciadiego, 2006, p. 26.


  • Garciadiego, 2006, p. 12


  • Garciadiego, 2006, p. 12-13


  • Garciadiego, 2006, p. 13


  • Garfias, 1997, p. 14.


  • Garfias, 1997, p. 15.


  • Garfias, 1997, p. 16.


  • Garciadiego, 2006, p. 26.


  • Garfias, 1997, p. 17 & 18.


  • Cumberland, 1991, p. 41.


  • Garciadiego, 2006, p. 27.


  • Garciadiego, 2005, p. xxxiii.


  • Garfias, 1997, p. 23.


  • Garciadiego, 2005, p. xxxiv.


  • Garfias, 1997, p. 7 & 8.


  • Garciadiego, 2006, p. 32.


  • Garfias, 1997, p. 23 - 25.


  • Garfias, 1997, p. 25.


  • «El Plan de San Luis Potosí». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 19 de febrero de 2010.


  • «Aquiles Serdán». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 19 de febrero de 2010.


  • Leal y Villaseñor, 1988, p. 103 & 104.


  • Garfias, 1997, p. 12.


  • Garciadiego, 2005, p. xxxv.


  • «Chihuahua: Cuna de la Revolución». Consultado el 13 de abril de 2010.


  • «Levantamiento de Toribio Ortega». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 13 de abril de 2010.


  • Garfias, 1997, p. 26.


  • Garfias, 1997, p. 30.


  • Garfias, 1997, p. 29.


  • Garfias, 1997, p. 33.


  • Garfias, 1997, p. 34.


  • Garciadiego, 2005, p. xxxvi.


  • Garfias, 1997, p. 35.


  • Garfias, 1997, p. 36.


  • Gutiérrez, 2007, p. 13.


  • Garciadiego, 2006, p. 35 & 36.


  • Gutiérrez, 2007, p. 14.


  • «Revolución Maderista». Consultado el 11 de abril de 2010.


  • «Manifiesto expedido por el General Porfirio Díaz a la nación». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Gutiérrez, 2007, p. 16.


  • Garciadiego, 2005, p. 117


  • «Renuncia de Porfirio Díaz». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Renuncia del General Porfirio Díaz». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Gutiérrez, 2007, p. 19.


  • Vizcarra, 2002, p. 62.


  • Gutiérrez, 2007, p. 20.


  • Garciadiego, 2006, p. 37.


  • «Entrevista Zapata-Madero». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Gutiérrez, 2007, p. 21.


  • Terrazas y Basante, 2003, p. 331.


  • Terrazas y Basante, 2003, p. 332.


  • Garciadiego, 2006, p. 39.


  • Alvear, 2004, p. 301.


  • Gutiérrez, 2007, p. 22.


  • «Gobierno de Francisco I. Madero». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Vizcarra, 2002, p. 66.


  • Vizcarra, 2002, p. 65.


  • Garciadiego, 2006, p. 39 & 40.


  • Gutiérrez, 2007, p. 26.


  • «El Plan de Ayala». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Gutiérrez, 2007, p. 27.


  • Garciadiego, 2006, p. 47.


  • Gutiérrez, 2007, p. 29.


  • Rivera y Rico, 2007, p. 170.


  • Gutiérrez, 2007, p. 30.


  • «Bernardo Reyes». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Félix Díaz». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Gutiérrez, 2007, p. 31.


  • «La Decena Trágica». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Gutiérrez, 2007, p. 32.


  • Garciadiego, 2006, p. 114 & 115


  • Gutiérrez, 2007, p. 33.


  • Gutiérrez, 2007, p. 34.


  • Gutiérrez, 2007, p. 35.


  • Paz, 2006, p. 77.


  • Paz, 2006, p. 78.


  • Gutiérrez, 2007, p. 36.


  • Gutiérrez, 2007, p. 37.


  • Gutiérrez, 2007, p. 39.


  • Flores, 2005, p. 339.


  • Garciadiego, 2006, p. 54-55.


  • Gutiérrez, 2007, p. 43.


  • «revolución Constitucionalista». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Garciadiego, 2006, p. 55.


  • «Inicia la Revolución Constitucionalista». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Garciadiego, 2006, p. 57.


  • Garciadiego, 2006, p. 57 & 58.


  • Garciadiego, 2006, p. 58.


  • Garciadiego, 2006, p. 59.


  • «Revolución y Régimen Constitucionalista». Consultado el 24 de abril de 2010.


  • Garciadiego, 2006, p. 62.


  • Garciadiego, 2006, p. 64.


  • Garciadiego, 2006, p. 65.


  • «The Huerta Dictatorship» (en inglés). Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Garciadiego, 2006, p. 60.


  • Gutiérrez, 2007, p. 47.


  • Garciadiego, 2006, p. 64.


  • Garciadiego, 2006, p. 62.


  • Garciadiego, 2006, p. 65 & 66.


  • Katz, 2000, p. 398.


  • Katz, 2000, p. 399.


  • «La toma de Zacatecas». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Katz, 2000, p. 405.


  • Garciadiego, 2006, p. 68.


  • Garciadiego, 2006, p. 68.


  • Gutiérrez, 2007, p. 49.


  • «La Revolución Constitucionalista y tres décadas de estructuración». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Fernández, 2004, p. 291.


  • Beiza y Villicana, 2004, p. 152.


  • Beiza y Villicana, 2004, p. 153.


  • Gutiérrez, 2007, p. 62.


  • Beiza y Villicana, 2004, p. 154.


  • Fernández, 2008:32.


  • Fernández, 2008, p. 33.


  • Garciadiego, 2006, p. 79.


  • «Datos Biográficos de Álvaro Obregón Salido». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (2010). «17 de febrero de 1915. Pacto entre la revolución constitucionalista y la casa del obrero mundial». bicentenario.gob.mx. Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • José A. Contreras (09). «La Revolución y los Trabajadores "Los Batallones Rojos"». joseacontreras.net. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Gutiérrez, 2007, p. 71.


  • «In Pursuit of Pancho Villa» (en inglés). Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Benítez, 1996, p. 83.


  • Benítez, 1996, p. 84.


  • Gutiérrez, 2007, p. 71 & 72.


  • Gutiérrez, 2007, p. 72.


  • «Decline and fall of Pancho Villa» (en inglés). Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Garciadiego, 2006, p. 89 & 90


  • Fernández, 2008, p. 34.


  • «Venustiano Carranza». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Garciadiego, 2006, p. 90


  • Fernández, 2008, p. 36.


  • «Venustiano Carranza, Presidente de la República 1917-1920». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Garciadiego, 2006, p. 87.


  • Garcíadiego, 2005, p. lxxxv


  • «Rafael Cal y Mayor». Consultado el 17 de julio de 2010.


  • Garcíadiego, 2005, p. lxxx


  • «Movimientos rebeldes michoacanos durante la revolución». Consultado el 17 de julio de 2010.


  • Flores, 2005, p. 348 & 349.


  • Flores, 2005, p. 350.


  • Flores, 2005, p. 350 & 351.


  • «Presidencia de Adolfo de la Huerta». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Adolfo de la Huerta». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Pacto de Sabinas ( 28 de julio de 1920)». Consultado el 19 jul. 2014.


  • «Natalicio de Francisco Villa». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Villa: La fiera emboscada». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Francisco Villa». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Campaña, rebelión y elecciones presidenciales de 1923 a 1924 en México». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Plutarco Elías Calles». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Biografía de Álvaro Obregón». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «PRI, 70 años de poder en México». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril el 2010.


  • Cueva, 1993, p. 148.


  • Anda Gutiérrez, 1998, p. 239.


  • Perlman y Pineda Guadarrama, 2006, p. 217.


  • Macías, 2002, p. 41.


  • Aunque la diferencia es de 825.589 habitantes. Macías, 2002, p. 41.)


  • Blanco Figueroa, 2002, p. 102.


  • «La reconstrucción del país». Consultado el 13 de julio de 2010.


  • Malvido, 2006, p. 191.


  • "Se
    opera en otros casos el fenómeno opuesto: el arte del cantastorie es
    asimilado por la versión oficial de la historia, y entonces la crítica
    popular del poder existente se invierte en un discurso del poder
    "populista". La Revolución mexicana da uno de los ejemplos más cumplidos
    de esa trasmutación", en Gilly, Adolfo. "La historia como crítica o
    discurso del poder", sitio web


  • "La
    Revolución dejó de constituir un organismo funcional hace décadas (en
    los cuarenta, quizás), pero sus ideas y símbolos todavía circulan como
    materia genética disponible en el cuerpo político mexicano, donde
    podrían contribuir a la formación de nuevos organismos, adaptados a los
    muchos y difíciles retos del ambiente actual", en Knight, Alan. "El gen
    vivo de un cuerpo muerto" en el sitio web de Nexos en Línea


  • "Hablé
    de la revolución maderista porque no hay una sino muchas revoluciones
    mexicanas, en el espacio y en el tiempo. La Revolución mexicana es una
    invención (legítima, normal, natural) a posteriori de los políticos,
    ideólogos, historiadores. Y nos encontramos atrapados entre la necesidad
    de conservar algo de memoria", en Meyer, Jean. "Un siglo de dudas" en Ibid.


  • "Claro:
    si se reduce la Revolución a las instituciones que surgieron después,
    que ella hizo posibles y que sus dirigentes vencedores construyeron como
    su forma propia de dominación, entonces sí, quién sabe cuánto de ellas
    vaya quedando en la política del partido conservador y ultramontano hoy
    en el poder. Pero una revolución no se reduce a ese oxímoron cínico
    encarnado en el nombre del Partido Revolucionario Institucional, emblema
    de la resignación política y la subordinación clientelar" en Gilly,
    Adolfo. "Un mito que se transfigura", Ibidem.


  • «Historia del desfile deportivo del 20 de noviembre». Consultado el 6 de abrild el 2010.


  • «Día 20 de noviembre». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Monumento a la Revolución». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Recuerdan con monumentos y museos a la Revolución Mexicana». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Museo Nacional de la Revolución». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Museo Nacional de la Revolución aeh México». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Museo regional de la Revolución mexicana». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Museo de la Revolución mexicana (Chihuahua)». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Nuevo museo de la Revolución». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Abren segundo museo de la Revolución». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «inauguración del Museo Sonora en la Revolución». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Catálogo Nacional de Proyectos». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Primer Informa Anual». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Bicentenario». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Monumento emblemático "Estela de luz"». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «Coloca el presidente la primera piedra». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • Cedomil Goic, 1992, p. 199


  • Franco Bagnouls, 1989, p. 325


  • Barrera, 2003, p. 22


  • Villa Hernandez , 2003, p. 158


  • «La Revolución mexicana en el cine». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «El cine de la Revolución mexicana». Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «El corrido mexicano». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015.


  • «El corrido en la Revolución mexicana». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «SEP Corrido de la Revolución». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2015. Consultado el 6 de abril de 2010.


  • «La Adelita». Consultado el 12 de julio de 2010.


  • Valcárcel, 2005, p. 172.


  • Nash y Tavera, 2003, p. 256 & 257.


  • Nash y Tavera, 2003, p. 257.


  • Valcárcel, 2005, p. 173.


  • Nash y Tavera, 2003, p. 258.


  • No hay comentarios:

    Publicar un comentario