Tema 4: La Baja Edad Media: la crisis de los siglos XIV y XV
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La Baja Edad Media: la crisis de los siglos XIV y XV:
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Tema 4: La Baja Edad Media: la crisis de los siglos XIV y XV
1.
1.Organización política e instituciones de gobierno.
2.Crisis demográfica, económica y política.
3.La expansión de la Corona de Aragón en el Mediterráneo.
4.Las rutas atlánticas: castellanos y portugueses. Las Islas
Canarias.
TEMA 4 – La Baja Edad Media: la
crisis de los siglos XIV y XV
Profesores: Ricardo Chao Prieto y Óscar González García
2.
INTRODUCCIÓN
El fin de la expansión territorial cristiana, a mediados del S. XIII, significaba
que sociedades forjadas bajo la dirección de una nobleza guerrera que
basaba su poder en la violencia y la conquista, deberían ahora organizarse
de otra manera.
Los dos últimos siglos de la Edad Media fueron tan problemáticos, que se
han calificado como tiempos de crisis, si bien esta se cebó en el XIV,
siendo el XV un tiempo de recuperación.
Los problemas, se manifestaron en facetas muy diversas, de carácter
político, social y económico. En el campo político, la crisis venía
provocada por los cambios que los monarcas estaban impulsando, y que no
gustaban a la poderosa nobleza, de ahí que los siglos XIV y XV se definan
como la etapa de la lucha nobleza Vs monarquía. Los problemas de
carácter social y económico tuvieron su origen en buena medida en el
azote de la Peste Negra desde mediados del siglo XIV, con repercusiones
no solo demográficas, sino también económicas, políticas y de diversa
índole.
3.
1. ORGANIZACIÓN POLÍTICA E INSTITUCIONES DE GOBIERNO:
Los siglos finales de la Edad Media
fueron muy importantes en la
configuración política de los reinos
peninsulares. Buena parte de las
instituciones se habían creado con
anterioridad, pero ahora se
reestructuran o se crean
instituciones nuevas. Se darán los
primeros pasos en la organización
del estado, el camino hacia la
monarquía autoritaria, la ordenación
de la administración local, la
organización de la administración
de justicia, etc.
La Península Ibérica estaba ocupada por cinco grandes unidades políticas: el
reino de Navarra, la corona de Castilla, la corona de Aragón (en los que nos
centraremos), el reino de Portugal, y el reino nazarita de Granada.
4.
1. ORGANIZACIÓN POLÍTICA E INSTITUCIONES DE GOBIERNO:
1.1 Corona de Castilla
En los ss. XIV-XV la Corona fue ampliando su
autoridad, imponiendo el principio de la Monarquía
Autoritaria, según la cual el monarca es la máxima
autoridad y sólo es responsable ante Dios. El poder del
rey era, por tanto, muy amplio, pero en realidad
dependía de su fortaleza y de su relación con los
nobles.
En los reinos de la Corona de Castilla había una gran
diversidad legislativa, con multitud de fueros o leyes
privativas de lugares concretos. Para unificar sus
diferentes reinos Alfonso XI impuso el Ordenamiento
de Alcalá (1384), que señalaba que la facultad
legislativa es exclusiva del monarca. Con ello
desaparecieron las legislaciones propias de cada reino,
como el Fuero Juzgo de León, que venía
manteniéndose desde el s. IX.
5.
1. ORGANIZACIÓN POLÍTICA E INSTITUCIONES DE GOBIERNO:
Instituciones de la Corona de Castilla:
●
La Corte: compuesta por los familiares, nobles y eclesiásticos de confianza del
rey. Recibían privilegios del monarca a cambio de su fidelidad.
●
El Consejo Real: en principio servía para asesorar al monarca (función
consultiva), pero se convirtió en un órgano decisivo de la administración central,
al tomarse en él los acuerdos que afectaban a la vida de los reinos. En este
Consejo fueron ganando importancia los juristas formados en las universidades
que, evidentemente, eran nobles y eclesiásticos.
●
Las Cortes: Reunían a representantes de los tres estamentos de la sociedad, la
nobleza, el clero y el pueblo. Las primeras tuvieron lugar en el reino de León en
1188. No tenían sede fija, por lo que se reunían en alguna de las ciudades que
tenían derecho a voto. Como el rey reunía en sus manos todos los poderes
(incluido el legislativo), las Cortes sólo le servían para pedir ayuda
económica, y también para jurar al heredero de la corona. A cambio el rey
escuchaba las quejas y peticiones de las ciudades. Desde 1349 se unificaron
las Cortes de León y de Castilla, porque con anterioridad era frecuente que se
reunieran por separado.
6.
1. ORGANIZACIÓN POLÍTICA E INSTITUCIONES DE GOBIERNO:1. ORGANIZACIÓN POLÍTICA E INSTITUCIONES DE GOBIERNO:
●
La Audiencia: desde 1371 ejercía funciones judiciales en nombre del rey. Era
el órgano más representativo de la justicia del reino. Al principio fue itinerante,
pero finalmente se estableció en la Chancillería de Valladolid como órgano
superior de la justicia.
7.
●
Hacienda: El progresivo aumento de los ingresos fiscales tuvo una
importancia decisiva en el fortalecimiento de la Corona. Impuestos como la
alcabala, sobre las compraventas, o el montazgo, sobre la lana, enriquecieron
las arcas reales. Se desarrollaron entonces las contadurías de Hacienda y
Cuentas, y se organizó una red de recaudadores extendida por todo el
territorio.
●
Organización del territorio: En tiempos de Alfonso X se dividió el reino en
siete provincias, llamadas adelantamientos y merindades (una era el
Adelantamiento del Reino de León).
La Corona logró también extender su control sobre los antiguos Concejos,
reunión de todos los vecinos de una localidad que parlamentaban y decidían
sobre sus asuntos. Alfonso XI organiza desde 1345 el sistema de Concejos
cerrados o Regimientos, antecedente de los ayuntamientos: León sería uno
de los tres primeros. El cambio radica en que ahora se encargarían del
gobierno unas pocas personas, notables, llamadas regidores. Después
surgiría la figura del Corregidor, oficial enviado por el rey y que era juez en
primera instancia.
●
En lo militar, se comenzó a configurar un ejército permanente a las órdenes
del rey, con lo que éste no dependería de las mesnadas de los nobles.
1. ORGANIZACIÓN POLÍTICA E INSTITUCIONES DE GOBIERNO:
8.
1. ORGANIZACIÓN POLÍTICA E INSTITUCIONES DE GOBIERNO:
1.2. Corona de Aragón
Aquí el rey tenía un poder más limitado que en
Castilla. No podía imponer siempre su voluntad,
sino que era una monarquía pactista, en la que el
monarca debía respetar los derechos y las
costumbres de los distintos estados que componían
la corona.
Era una Corona prácticamente confederal: el rey
era el primero que tenía que respetar la diversidad,
aunque Pedro IV consiguió imponer algunas
instituciones de carácter centralista, como la
Cancillería y el Consejo Real.
A esos Estados (Aragón, Cataluña, Valencia,
Mallorca) les unía el ser patrimonio de un mismo
rey, pero tenían una autonomía absoluta en cuanto
a leyes, instituciones o personalidad cultural.
9.
Cada uno de los Estados o reinos, salvo
Mallorca, tenía sus Cortes particulares, con
escasa capacidad legislativa, ya que era el rey
quien legislaba. Servían para recaudar dinero
para la política del monarca aragonés
(guerras, coronaciones...) aunque éste tenía
que escuchar las quejas y agravios de los
distintos brazos o estamentos.
En ocasiones se reunían las Cortes generales
de toda la Corona en la localidad de Monzón.
Cada Estado tenía además un organismo para
garantizar su autonomía: la Generalitat en
Cataluña, la Diputació en Valencia y el
Justicia en Aragón. Para gobernar estos
reinos, así como otras zonas del Mediterráneo,
la Corona de Aragón se valía de los virreyes.
Los principales municipios tenían amplia
autonomía. Así Barcelona se gobernaba por
una asamblea: el Consell de Cent (Consejo
de Ciento). Esta asamblea nombraba a los
magistrados de la ciudad: los consellers, que
eran nobles y grandes burgueses.
10.
Instituciones centrales de la Corona de Aragón:
●
Consejo Real:
Aconseja y ayuda al rey a tomar
decisiones tras un debate razonado, lo
que hace recaer sobre esta institución
la responsabilidad de las decisiones de
gobierno. También recaerían sobre el
Consejo las iras populares cuando no
están de acuerdo con sus decisiones.
●
Audiencia Real:
Institución encargada de la
administración de justicia, adquiere
una posición fundamental dentro de
los reinos.
●
Cancillería Real:
Institución encargada de los asuntos
administrativos. Ocupada por
miembros del clero, desde comienzos
del siglo XIV fueron juristas los
encargados de las tareas de la alta
administración, que eran la función
esencial de este organismo.
11.
1. ORGANIZACIÓN POLÍTICA E INSTITUCIONES DE GOBIERNO:
1.3. El reino de Navarra:
Mientras que sus vecinos de
Aragón y Castilla aumentaban
sus territorios con la gran
expansión de los siglos XII y
XIII, Navarra se quedaba
encerrada entre ambos reinos,
y no pudo crecer (Castilla
anexionó Álava y Guipúzcoa en
1200). Durante un tiempo, a
comienzos del siglo XIV, este
reino estuvo bajo el dominio de
Francia, por el matrimonio de la
reina Juana I de Navarra con
Felipe IV el hermoso de
Francia.
12.
1. ORGANIZACIÓN POLÍTICA E INSTITUCIONES DE GOBIERNO:
Recuperado el dominio navarro a
mediados del siglo XIV por la familia
Evreux, se inició la organización de
las instituciones de manera similar a
los reinos vecinos, con más
parecidos a la corona de Aragón.
Durante el siglo XV el reino de
Navarra fue sufriendo un proceso de
debilitamiento, que se hizo cada vez
más grave por los cambios dinásticos
y las luchas internas entre herederos
de la corona. La más grave fue la
que enfrentó a Juan II de Aragón,
con el príncipe Carlos de Viana, a
quien le correspondía el reino, como
hijo del matrimonio de Juan II con la
reina Blanca de Navarra.
Principe de Viana en un Códice aragonés
13.
2. CRISIS DEMOGRÁFICA, ECONÓMICA Y POLÍTICA:
2. 1. Crisis demográfica y económica.
El crecimiento constante de la población desde el S. XI permitió en la Península
Ibérica la repoblación y explotación de las tierras que se conquistaban a los
musulmanes y permitió el impulso de la guerra.
En el S. XIV los problemas climáticos produjeron malas cosechas y hambrunas
que, además, se verán agravadas por la Peste Negra, que asoló Europa en
1348-1351.
Esta terrible epidemia llegó a la
Península Ibérica con diversas
puertas de entrada (el estrecho de
Gibraltar, la zona oriental de los
Pirineos y los puertos de Levante) y
atacó a pueblos y ciudades de la
Corona de Castilla y de Levante,
provocando tal mortandad que dejó
numerosos despoblados.
14.
2. CRISIS DEMOGRÁFICA, ECONÓMICA Y POLÍTICA:
Su influencia fue más allá del propio campo
de la demografía, pues tuvo importantes
repercusiones económicas como falta de
mano de obra en el campo, caída de la
industria y el comercio, aumento de los
precios, y descenso de las rentas de los
propietarios.
Además la peste se convirtió en una
enfermedad endémica, que reapareció
cada cierto tiempo, provocando nuevas
mortandades y aterrorizando a la población.
Las guerras y el hambre también
ayudaron a mantener la regresión
demográfica en el siglo XIV, aunque la
caída de población fue mayor en Cataluña
(perdió un 40%) y en el norte de Castilla
que en el Sur.
En el S. XV, la población se fue
recuperando.
15.
En el s. XV, la crisis se empezó a superar y se puede
hablar de cierta expansión en la Corona de Castilla.
Esta recuperación se basó sobre todo en la ganadería
ovina (oveja merina) y en la exportación de lana hacia el
Atlántico europeo. El momento clave fue la apertura del
mercado de Flandes después de que este territorio hubiera
dejado de recibir lana de Inglaterra.
En una primera fase la lana se concentraba en manos de
comerciantes burgaleses y luego en los puertos del
Cantábrico. Desde estos puertos, que se agrupaban en la
Hermandad de la Marina de Castilla, también se
exportaba hierro de Vizcaya. Además desde el Atlántico
Sur se comerciaba con aceite o vino.
A nivel interior, se dio el auge la las ferias como las de
Medina de Campo (la más importante de la península),
Valladolid, Burgos o Segovia.
También empezaron a desarrollarse las actividades
bancarias (aparecen las sociedades mercantiles y las
letras de cambio). Estas actividades supusieron los
primeros pasos del sistema económico capitalista.
Mientras, la burguesía adquiría más importancia y
controlaba el gobierno de las ciudades (que iban
aumentando de tamaño), lo que muestran edificios como
catedrales, lonjas o ayuntamientos.
16.
2.2. Crisis social.
Ante las dificultades económicas, la nobleza se apropió de tierras de los
Concejos o del rey, lo que supuso enfrentamientos con ambos. Aumentó la
opresión de los campesinos (los llamados “malos usos”), que en ocasiones
iniciaron revueltas. Los conflictos antiseñoriales más conocidos en el XV
fueron:
● El de los Irmandiños en Galicia, que fue una sublevación de campesinos y
pequeños nobles contra la alta nobleza, caracterizada por la destrucción de sus
castillos.
● Los Payeses de Remensa en Cataluña, que encabezaron dos “Guerras
Remensa” contra los nobles. Los payeses de remensa eran cultivadores de
tierras ajenas adscritos a ellas de modo forzoso y hereditario. Fernando el
Católico puso fin al problema en 1486 aboliendo la adscripción a la tierra y los
malos usos, mediante el pago por los payeses de un precio para liberarse.
Además de enfrentarse a otros grupos sociales, los nobles también luchaban
entre ellos, agrupándose en bandos en caso de conflicto, como ocurrió en la
Guerra Civil castellana del siglo XIV.
17.
La mala situación económica también implicó conflictos sociales en las
ciudades: las clases bajas se rebelaron en ocasiones contra los abusos de los
nobles y los grandes mercaderes. El caso más destacado fue el enfrentamiento
entre la Busca (gremios artesanos) y la Biga (grandes mercaderes) en la
ciudad de Barcelona en el XV.
Las clases populares también reaccionaron en ocasiones atacando las
propiedades de los grupos minoritarios, como los judíos, a los que se les
acusaba de provocar la peste y otros males. El antisemitismo fue
especialmente violento en la última década del siglo. Hubo conversiones
masivas de judíos, en su mayor parte simuladas, con lo cual, el “problema
judío” dejó paso al “problema converso”.
Matanza medieval de judíos
18.
2.3. Crisis política.
Los reyes intentaron tener un poder más efectivo en sus reinos. Esto chocó con
la pretensión de los nobles y los poderes locales de aumentar su poder y de
participar en el gobierno del reino. Existió una lucha continua entre el rey y los
nobles; éstos aprovechaban la minoría de edad del monarca (Fernando IV,
Alfonso XI, Juan II...) para imponer sus intereses o bien provocaban una guerra
civil al oponer otro candidato al trono.
Durante el XIV y la mayor parte del XV, los nobles protagonizaron esta pugna y
consiguieron controlar a la mayoría de los reyes. Se dio por tanto una debilidad
del poder real. En la segunda mitad del XV la situación cambió y los reyes
fueron consiguiendo incrementar su poder.
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2.3.1. La crisis política en la Corona de Castilla
Tras la muerte de Alfonso X (1284), hubo una larga crisis sucesoria hasta que
Alfonso XI (1312-1350) pudo restablecer la autoridad.
Pedro I “el Cruel” fue uno de los reyes que intentó imponer su autoridad, pero fue
derrotado en la Guerra Civil Castellana en 1369 por su hermanastro Enrique II, que
lo asesinó. La nobleza adquirió una gran influencia, tanto que fue llamado “Enrique el
de las mercedes”, por las tierras y privilegios que otorgó a los nobles. Con Enrique II
se inauguró además una nueva dinastía, la de los Trastámara. La influencia de la
nobleza continuó con Juan I, que intentó recuperar Portugal, pero fue derrotado en
Aljubarrota (1385). El reinado de Juan II fue muy conflictivo. Su valido Álvaro de
Luna consiguió vencer a la nobleza, pero ésta terminó consiguiendo que el rey
ordenara la muerte del favorito. Enrique IV (1454-1474) venció al sector de la
nobleza que pretendía deponerlo, consiguiendo controlar la situación, pero a su
muerte se desató una nueva Guerra Civil por la sucesión.
La derrota castellana
ante los portugueses en
Aljubarrota►
20.
2.3.2. La crisis política en la Corona de Aragón
La crisis empezó a manifestarse hacia el tercer o cuarto decenio del siglo XIV,
cuando comenzaba su reinado Pedro IV “el Ceremonioso” (1336-1387),
monarca que tenía como objetivo al iniciar su reinado incrementar el poder regio.
Venció a los nobles en repetidas ocasiones, y se enfrentó a Pedro I “el Cruel” de
Castilla en lo que se llamó “la Guerra de los Dos Pedros”, que acabó en tablas.
A la muerte de Pedro IV el ceremonioso le sucedieron sus hijos, Juan I (1387-
1396) y Martín I (1396-1410), pero ambos murieron sin heredero varón, lo que
provocó una crisis sucesoria en la corona, pues el derecho de este reino
impedía reinar a las mujeres. La crisis se resolvió mediante el Compromiso de
Caspe (1412), que eligió como rey a Fernando I de Trastámara (Fernando de
Antequera, tío de Juan II de Castilla). Así acabó gobernando la misma dinastía
Trastámara en las dos Coronas.
Fernando I tuvo un reinado breve (1412-1416) en el que abundaron los
problemas con la nobleza.
21.
Alfonso V “el Magnánimo” (o “el Sabio”) de
Aragón (1416-1458), continuó el interés por
conquistar territorios italianos y consiguió ser
rey de Nápoles.
El ascenso al trono de su hermano Juan II
(1458-1479) conduciría a una lucha de los
grupos sociales, urbanos y rurales que produjo
una situación de crisis de la que no saldría la
corona de Aragón hasta el ascenso al trono de
Fernando el Católico. Juan consiguió la victoria
en la Guerra Civil en Cataluña gracias al apoyo
de campesinos y los pequeños burgueses.
En definitiva, el siglo XV no fue tan favorable
para Aragón como para la Corona de
Castilla. El desarrollo de Barcelona y Valencia,
que comerciaban con todo el Mediterráneo, se
percibe en los numerosos edificios públicos y
palacios de esta época. Pero aún pesaba
mucho lo dura que había sido la crisis durante el
siglo XIV. Y además Cataluña se vio asolada en
ese período por luchas sociales (payeses de
remensa, Biga-Busca) que devastaron este
territorio.
Juan II de Aragón (1458-1479)
22.
2.3.3. La crisis política en Navarra
Durante estos últimos siglos
medievales el gobierno estuvo en
manos de dinastías de origen
francés: Capetos, Evreux, Foix,
aunque también reinaron los
Trastámara un tiempo. El monarca
más destacado fue Carlos III el
Noble (1387-1425).
A mediados del s. XV Navarra sufrió
una cruenta y larga guerra civil
entre dos facciones de nobles: los
beamonteses, que tenían el apoyo
de los castellanos, y los
agramonteses, que tuvieron primero
como aliados a los aragoneses y
luego a los franceses.
Las injerencias extranjeras (Castilla, Aragón, Francia) fueron continuas. Aragón
siempre trató de hacerse con Navarra, y acabaría consiguiéndolo con Fernando el
Católico ya en el s. XVI, como veremos.
23.
3. LA EXPANSIÓN DE LA CORONA DE ARAGÓN EN EL MEDITERRÁNEO
Jaime I el Conquistador había ampliado la Corona de Aragón al ocupar a los
musulmanes Valencia y Baleares, pero a mediados del siglo XIII la expansión
se vio frenada por la conquista castellana de Murcia. Esto supuso que la política
exterior aragonesa se orientara hacia el Mediterráneo.
A final del siglo XIII Aragón pasó a dominar Sicilia, tras la revuelta que hubo
en la isla contra los reyes franceses de la Casa de Anjou (las “Vísperas
Sicilianas” en 1282), en la cual los sicilianos ofrecieron el trono de su isla al rey
de Aragón. Durante la primera mitad del XIV Jaime II consiguió también la isla
de Cerdeña y los Almogávares (soldados mercenarios catalanes) realizaron
una expedición al Imperio Bizantino para defenderlo contra los turcos. Allí
conquistaron, temporalmente, los ducados de Atenas y Neopatria (Grecia). En
la primera mitad del XV, con Alfonso V se conquistó el Reino de Nápoles, tras
vencer a los franceses de la Casa de Anjou. Este rey trasladó su Corte a la
ciudad de Nápoles.
La oposición a la expansión aragonesa fue de Francia y de ciudades como
Venecia y Génova, con las que mantuvo varios conflictos armados.
24.
La expansión supuso una importante actividad comercial, sobre todo en las
ciudades de Barcelona y Valencia. Se crearon Consulados (representaciones
comerciales) catalanes en la Península Itálica, el Imperio Bizantino o el Norte de
África, donde se enlazaba con el comercio que traía las especias y la seda desde
el Lejano Oriente. Barcelona exportaba hierro e importaba cereales y tejidos de
Sicilia y Cerdeña, pieles y cuero del norte de África. La irrupción de los turcos en
Bizancio en 1453 cortó las rutas de comercio con Asia y perjudicó el comercio
catalán que entró en crisis en el siglo XV.
25.
4. LAS RUTAS ATLÁNTICAS: CASTELLANOS Y PORTUGUESES. LAS ISLAS
CANARIAS.
La expansión castellana se dirigió principalmente hacia el Atlántico.
S. XIV – se asegura el dominio del Sur de la Península – Toma de Algeciras en
1344 – el Estrecho de Gibraltar y su control, quedan en manos castellanas.
FOCOS DE
COMERCIO
Y EXPANSIÓN
SEVILLA Y LOS
PUERTOS
ANDALUCES
PUERTOS
CANTÁBRICOS
• Agentes comerciales y banqueros
italianos – genoveses.
• Desarrollo de la construcción naval.
• Marinos vascos dominan el
comercio hacia la costa africana:
oro y esclavos.
• Bilbao: centralizaba la exportación
de lana castellana y hierro vasco
hacia Francia, Inglaterra y Flandes,
de donde se traían paños, tapices y
objetos de lujo.
26.
RIVALIDADES Y ALIANZAS COMERCIALES
PORTUGALFRANCIA
• Portugal sería el rival directo en el
dominio de las rutas atlánticas:
habían descubierto Madeira, las
Azores, y comenzaron a recorrer la
costa occidental africana.
• Portugal se alió con Inglaterra.
• Juan I de Castilla invade Portugal
en 1383 – Desastre castellano de
Aljubarrota (1385).
• Las relaciones de rivalidad duraron
más allá de la Edad Media.
• La importancia del Atlántico llevó a
la Castilla de los Trastámaras a
alinearse con Francia, con la que se
firmó una alianza militar. Por esa
razón, navíos castellanos
participaron en la defensa de las
costas francesas durante la Guerra
de los Cien Años (1337-1453).
• La intención castellana era
asegurar la ruta por el Canal de la
Mancha hacia Flandes. Esta ruta
sería dominada hasta bien entrado
el S. XVI.
27.
PORTUGAL.- Los portugueses desarrollaron la teoría de la navegación, pues
para un pueblo sin posibilidad de expansión terrestre (en 1249 ya habían
completado su propia Reconquista) sólo quedaba el mar . El príncipe Enrique
el Navegante (†1460) creó una escuela náutica con constructores de navíos y
cartógrafos. Su objetivo era llegar a la India. La primera conquista fue
Madeira a principios del XV, y después las Azores. Después los portugueses
recorrieron la costa africana en busca de oro, marfil y esclavos. En 1487
Bartolomé Dias consiguió doblar por vez primera el Cabo de Buena
Esperanza, en la punta sur de África. En 1498 Vasco de Gama atravesó el
Índico y llegó hasta la India, abriendo una ruta asiática basada en el comercio
de las especias.
Enrique el Navegante
28.
CONQUISTA DE LAS ISLAS CANARIAS
Situado a más de 1000 kilómetros de Europa, en el
siglo XIV el archipiélago canario estaba en una fase
de evolución cultural próxima al Neolítico. Sus
habitantes (guanches) se dedicaban al cultivo de
cereal y al pastoreo.
A finales del siglo XIII los canarios comenzaron a
recibir visitas de rapiña efectuadas por
portugueses, genoveses y castellanos, que se
limitaban a robar o a llevarse hombres como
esclavos.
La situación cambió cuando a comienzos del
siglo XV, en nombre del reino de Castilla una
expedición dirigida por dos mercenarios de origen
normando, Jean de Bethencourt y Gadifer de La
Salle, conquistó la isla de Lanzarote. Después
vendrían las conquistas de Fuerteventura, La
Gomera y El Hierro. Estas primeras conquistas se
hacían a título particular, de manera que los
conquistadores se reservaban esas tierras que los
monarcas castellanos les entregaban como feudos. Bethencourt y La Salle
29.
Más adelante fueron los propios monarcas (Reyes Católicos especialmente)
quienes se encargaron de la conquista del resto de las islas, reservándoselas
para sí. La última conquistada fue Tenerife en el año 1496, lo que alarga esta
conquista de Canarias durante todo el siglo XV.
Durante un tiempo la conquista de Canarias enfrentó a castellanos y
portugueses, ya que Portugal, que se estaba encargando de la exploración de
la costa africana consideraba que le correspondía la operación El conflicto se
solucionó por el Tratado de Alcaçovas (1479) que reservó estas islas para
Castilla, a cambio de que los portugueses mantuvieran la exclusividad de la
expansión por la costa africana. Los castellanos impusieron no solo su dominio
político, sino también su cultura, de manera que las formas de vida o de cultura
canarias se fueron extinguiendo poco a poco tras la conquista castellana y la
castellanización progresiva del archipiélago.
Ídolo guanche
Teide, montaña sagrada
para el pueblo guanche
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