lunes, 14 de noviembre de 2016

Estudiar la Biblia: Lección 17: Oración: Línea Directa.

Estudiar la Biblia: Lección 17: Oración: Línea Directa.







Lección 17: Oración: Línea Directa.

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El
clima estaba muy raro aquel día. El sol brillaba, pero una extraña
niebla sobre Texas trajo consternación a muchos pilotos que se acercaron
a Dallas, podían ver la ciudad, pero no el aeropuerto. Era un gran
aeropuerto, enormes 747 despegan y aterrizan allí, pero no lo podíamos
localizar a través de la nubosa atmósfera.

“Debemos avistarlo en
cualquier momento”, dijo el piloto. Tomó su radio y llamó a la torre de
control. La respuesta era alta y clara: “Siga su curso”.

Mientras
continuamos el trayecto, cada vez había más comunicación entre el
piloto y la torre. Al final vimos el aeropuerto, y la torre nos comunicó
qué pista usar. El avión se aproximó sin problemas, descendió, y
finalmente aterrizó a salvo.

Un hombre en la torre, invisible para nosotros en ese momento, nos guió en el aterrizaje.
Al
igual que las antenas de las radios pusieron en contacto el avión con
la torre de control y viceversa, la oración es el poderoso medio de
comunicación de Dios entre el cielo y la tierra.
“Bueno, no sé”, dirá alguno, “no estoy seguro de que la oración sea tan buena. Oré una vez y no dio resultado, nadie contestó”.

Quizás
necesitemos aprender algo acerca de la oración. ¿Por qué parece que
unos tienen respuestas y otros no? Veamos el ejemplo de Betty y Paul.
Oraban todas las semanas para que su hijo regresara de Vietnam a salvo.
Bien, llegó a casa, pero en un ataúd. Ninguno de los dos oró otra vez.
Mary y Steve también oraron cada semana para que su hijo regresase de la
misma guerra a salvo. Después de dos años de horrendas experiencias en
el campo de batalla, regresó a casa sin un solo rasguño. Mary y Steve
están firmemente convencidos de la retribución de la oración. ¿Por qué
contestó Dios su oración y no la de Betty y Paul?

Muchos se
preguntan hoy: ¿Es real la oración? ¿O es sólo un ejercicio de la mente?
Si es real, ¿cómo podemos asegurarnos de que llegamos a Dios cuando lo
necesitamos? Si la oración no es suficiente para evitar un desastre,
¿para qué sirve entonces? ¿Hay alguna “fórmula” que algunos usen?

La lección de hoy nos revelará los secretos de una oración exitosa.

LECCIÓN 17: LINEA DIRECTA.

Lectura bíblica: Mateo 6:5-15; Lucas 18:1-5.

Cuando
se puso el primer cable a través del Atlántico en 1850, grandes
celebraciones estallaron en ambas partes del océano, ya que dos grandes
continentes habían sido unidos. Cuando el pecado separó el cielo y la
tierra, se instaló el poderoso “cable” de la oración, y nunca desde
entonces hasta ahora ha sido cortado.

Los discípulos le pidieron
una vez a Jesús que les enseñase a orar. Y Él lo hizo. Sería bueno que
memorizásemos la oración del Señor (Mateo 6:9-13) y pronunciarla a
menudo desde lo profundo de nuestro corazón. De todos modos, no
necesitamos memorizar todas nuestras oraciones, ya que la oración es en
realidad estar en comunión con Dios y por lo tanto una experiencia
personal e íntima con el Señor.

1. QUÉ ES LA ORACIÓN.

Un
joven científico comparó la oración con un radar, lo mandas a lo que no
se ve, y la respuesta “rebota”. En el sentido más simple, la oración es
abrir el corazón a Dios como a un amigo. No es sólo pedir cosas. A
veces será comunión en profundo silencio, un sentido de la presencia de
Dios. “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios”, sugiere el salmista
(Salmos 46:10).

Mientras estuvo en la tierra, Jesús perdió la
comunión cara a cara con Dios en la que tanto se había deleitado en el
cielo. Estuvo mucho tiempo en oración, ya que así es como Él hablaba con
el Padre.

Antes de que pecara, Adán podía hablar con Dios cara a
cara. Cuando el pecado separó al hombre de Dios, el medio de
comunicación tuvo que ser modificado. Qué privilegio es el comunicarse
con nuestro Padre celestial a través de la oración en cualquier momento y
bajo cualquier circunstancia. Dios anhela que le abramos nuestros
corazones y que le traigamos nuestros problemas en busca de su ayuda.
Descubramos cómo podemos hablar con Dios de modo que nuestras oraciones
sean oídas y respondidas.

2. QUÉ NO ES LA ORACIÓN.

1. ¿Oramos para ganarnos el favor de Dios? Mateo 5:45
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Si el granjero cristiano siempre tiene buenas cosechas y su vecino
incrédulo malas, el vecino probablemente se uniría a la iglesia, pero
por un motivo egoísta. Si el cristiano nunca cae enfermo, las iglesias
estarían llenas, el mundo entero profesaría ser cristiano. Si la oración
nos diese cualquier cosa que deseemos, ¿no terminaríamos inclinados a
orar pidiendo beneficios temporales antes que santidad? ¿No
comenzaríamos a tomar las bendiciones de Dios por sentadas? Muchos son
como aquel niño pequeño que no oró en la mesa una mañana. Cuando su
padre le preguntó por qué, él dijo: “No necesitamos pedir por el pan de
hoy. Miré en la cocina y hay suficiente para tres días”.

2. ¿Oramos para demostrar cuán religiosos somos? Mateo 6:5-7
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¿Cómo llama Jesús a aquellos que oran para que otros les vean?
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La oración no es sólo repetir frases o palabras. Un casete puede
repetir y repetir unas frases, pero no puede orar. Un loro puede repetir
frases, pero no puede orar desde el corazón. ¿Estamos siendo loros o
casetes, o estamos realmente orando?

3. ¿Oramos para contarle a Dios nuestras necesidades? ¿Por qué? Mateo 6:8
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________________________________________

David
oró: “Oh Jehová, Tú … has conocido mi sentarme y mi levantarme; has
entendido desde lejos mis pensamientos … Y todos mis caminos te son
conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí … tu la
sabes toda” (Salmo 139:1-4). Aunque Dios sabe todo de nosotros, nunca se
cansa de que vayamos a Él en oración. Podemos descargar nuestros
corazones sobre Él en cualquier momento y lugar que le necesitemos, y
siempre lo entenderá. No nos apremia para que acabemos, Su línea siempre
está libre, nunca “ocupada”.

4. ¿Oramos para hacer que Dios quiera ayudarnos? Lucas 11:13
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La oración no es para vencer la renuncia de Dios a ayudarnos, sino para asirnos de su gran y buena voluntad.

5. ¿Oramos para hacer que Dios cambie? Malaquías 3:6
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La oración nos eleva, une nuestra mente con la suya para que estemos
en armonía con su voluntad. La oración es probablemente la fuente de
energía menos usada para cambiar al que tiene que ser cambiado, el ser
humano. Nos capacita para recibir a Dios. La experiencia de Pablo es un
buen ejemplo (Hechos 9:10-18).

Antes de que descuelgue la línea
gratuita con el cielo, debe saber que orar conlleva riesgos. Puede verse
a sí mismo tal y como es, lo que puede ser bastante traumático. Luego
está el peligro de que sus oraciones sean respondidas, oraciones como:
“Señor, hazme honesto, hazme puro”. ¿Ha considerado las consecuencias de
tales oraciones cuando Dios lo hace? Millones de vidas han sido
cambiadas con la oración. La suya puede ser una.

6. ¿Oramos por que necesitamos a Dios? Lucas 18:13
____________________________________

El publicano reconoció su gran necesidad; el fariseo sólo se dio
cumplidos a sí mismo. Tal concepto hace un cortocircuito en la oración.
Isaías compara el corazón que siente su necesidad con una tierra seca y
sedienta (Isaías 44:3). Tal clase de tierra absorbe cada gota de lluvia.
Jesús dijo: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia,
porque ellos serán satisfechos” (Mateo 5:6).

7. ¿Oramos por que sabemos que sólo Dios nos puede ayudar? Juan 15:5
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Sólo en el altar de Dios podemos encender nuestra lámpara con fuego divino (Isaías 50:10, 11).

En resumen, la oración:

No es un acto meritorio para ganarse el favor de Dios.
No es una demostración ostentosa de piedad.
No es contarle a Dios lo que necesitamos, porque ya lo sabe.
No es una clase de cohecho para hacer que Dios nos ayude.
No es cambiar la mentalidad de Dios, sino el ponernos en armonía con Dios.

Pero sí es:

Un reconocimiento de nuestra gran necesidad y sed de Dios.
Una admisión de que estamos indefensos e impedidos sin Él.

3. PROMESAS PARA ORACIONES.

1. ¿Qué promete Dios a aquellos que oran?
Salmo 34:10
“Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ___________”

Salmo 37:4
“ Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá ___ ...”.
Juan 15:7
“Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y __ ______ __________”.
Jeremías 29:12, 13
“Entonces
me invocaréis, , y vendréis y oraréis a mí, y ________ _______; y me
buscaréis y ____ __________, porque me buscaréis de todo vuestro
corazón”.

Jeremías 33:3
“Clama a mí, y _________, y te enseñaré ________________ que tú no conoces”.
Isaías 65:24
“Y _____________ de que clamen, responderé yo; mientras aún ________ ya habré oído”.

Efesios 3:20
“Y
a Aquel que es poderoso para ______________ mucho más abundantemente de
lo que _____________ o _____________, ____________________”
.

Alentadoras
son las promesas de Dios a aquellos que se comunican con Él.
¡Aparentemente todos los recursos de la Omnipotencia de Dios, esperan
sin impedimento a los hijos del Rey celestial! Y aún así pedimos poco.
Es como si un banco nos hubiese dado una cuenta ilimitada donde cargar
las deudas, y continuamos andando en vez de usar un automóvil, o
temblando en un fino abrigo cuando pudiésemos llevar abrigos de piel, o
estar enfermos en casa cuando los mejores hospitales privados están a
nuestra disposición. “Pedid y se os dará”, estas son palabras del Señor,
el Creador, Aquel que gobierna el Universo. Las riquezas de este mundo
son suyas. ¿Por qué dudamos entonces?

4. LOS REQUISITOS DE LA ORACIÓN.

1. ¿Qué actitud es necesaria de nuestra parte antes de que las oraciones sean respondidas? Marcos 11:24
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2. ¿Con qué compara Santiago una persona que ora sin fe? Santiago 1:5-7

_______________________________________

La
oración sin fe es como una llave sin lugar donde asir para girarla en
la cerradura. “Sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario
que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de
los que le buscan” (Hebreos 11:6).

3. ¿Qué debemos evitar que oigan de nosotros para que nuestras oraciones sean oídas? Salmo 66:18
____________________________________

Dios puede ayudarnos tanto como el pecado acariciado le deje. Como
la suciedad en una conexión eléctrica, así es el pecado para el fluir
del poder de Dios. Quitemos la suciedad, rindamos nuestro pecado tan
apreciado y el poder de lo Alto fluirá de nuevo. (De Arthur S. Maxwell,
Good news for you, p.157). “El que encubre sus pecados no prosperará;
mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia” (Proverbios
28:13).

4. ¿Qué requisito da el apóstol Juan para que las oraciones sean respondidas? 1ª Juan 3:22
_______________________________________

La
obediencia es el fruto de la fe. “La fe sin obras (obediencia) es
muerta” (Santiago 2:20). O digámoslo de otro modo: “Los hechos hablan
más alto que las palabras”.

5. ¿Cómo debemos pedir las cosas? 1ª Juan 5:14, 15
____________________________________

Sucedió en el jardín del Getsemaní. Nuestro Salvador, enfrentando la
prueba más grande de su vida, y sudando grandes gotas de sangre, cayó
postrado al suelo. Tres veces oró: “Padre mío, si es posible, pase de mi
esta copa.” Jesús fue tentado con volver junto a su Padre y dejar aquí
la raza humana a merced de sus propios pecados. Pero su oración no había
concluido aún. De esos labios secos salieron las palabras: “Pero no sea
como yo quiero, sino como tú” (Mateo 26:39).

6. ¿Por qué debemos pedir de acuerdo a la voluntad de Dios? Romanos 8:27, 28
____________________________________

Algunas veces nuestras oraciones son puramente egoístas. “Pedís y no
recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites” (Santiago
4:3). Ningún padre sabio le dará a su hijo todo lo que él quiera. A
veces tiene que decir: “No”; otras veces provee un sustituto, una bola
de goma en vez de unas tijeras, un vaso de zumo en vez de una barra de
helado. Otras veces le dirá: “Ahora no”. Debemos confiar en Dios,
sabiendo que nos ama demasiado como para darnos algo que nos va a dañar.

5. AYUDA ADICIONAL PARA ORAR.

1. ¿A quién debemos orar? Lucas 11:2
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2. ¿En nombre de quién nos tenemos que acercar a Dios? Juan 14:14
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3. ¿Quién se une en la oración por y para nosotros? Romanos 8:26
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4. ¿Con qué deben mezclarse nuestras oraciones? Filipenses 4:6
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5. ¿Cuán a menudo deberíamos orar?
Efesios 6:18
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1ª Tesalonicenses 5:17
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Debemos estar en espíritu de oración en todo momento, mientras
trabajamos, hablamos, conducimos o estamos sentados en la mesa del
despacho. Además debe haber la ardiente oración secreta. Si Jesús
viniese a su casa, usted le daría la bienvenida; se sentarían y
hablarían y le mostraría respeto. Estaría tiempo con Él. Lo mismo sucede
con la oración. El enemigo hará todo lo posible para parar tal
comunión, porque sabe que no puede vencer a aquel que se comunica con el
cielo a través del hábito de la oración.

La oración desarrolla
la paciencia. Debemos darle tiempo a Dios para que obre. ¿Sería
manifestar confianza poner fecha tope a Dios? Lleva tiempo cultivar una
rosa. Y lleva tiempo cambiar un corazón. Pero no se rinda, Dios le
responderá. Puede que sea Sí, o puede que sea No, o más tarde. Pero si
confía y espera, conocerá su respuesta y será satisfecho.

6. ¿Qué ejemplo de oración dio Jesús? Marcos 1:35; Lucas 6:12
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Jesús oraba temprano en la mañana. Oraba al anochecer, y a veces, toda
la noche. Oró en público; oró en privado (mayormente al final del
ministerio). Oró por Pedro, por sus discípulos, por sus enemigos, por
todo aquel que alguna vez pudiese creer, por usted y por mí (Juan
17:20). Oró hasta la victoria en el Getsemaní, y en el cielo “vive para
siempre para interceder” por nosotros (Hebreos 7:25). ¿Deberíamos
nosotros, siendo débiles mortales, descuidar la oración, cuando tenemos a
nuestro alcance a través de Cristo todo el poder del cielo y de la
tierra? (Mateo 28:18).

7. Además de orar, ¿qué debemos hacer? Habacuc 2:1
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Maurice Stevenson cuenta de una visita que su padre hizo a su casa
en la tierra petrolífera de Pennsylvania. Estaban en el almacén,
mientras su padre pasó y abrió una ventana, le preguntó: - “Hijo,
¿dónde están perforando?”
- “En ningún lugar”, respondió el muchacho.
- “Sí, lo están, puedo oír cómo están preparando las herramientas ahora.”

El
niño no pudo oír nada, así que sacó la cabeza por la ventana. Muy
débilmente en la distancia, advirtió el murmullo del cable, el girar de
las poleas y los engranajes. Entonces recordó que se estaba taladrando
un pozo a una milla y media de distancia.

¿Por qué lo oyó el
padre cuando él no lo pudo oír? Porque la mitad de la vida de su padre
fue empleada en el negocio del petróleo, estaba acostumbrado a oír ese
tipo de sonidos. Así debería estar cada cristiano, ¡alerta para percibir
la voz de Dios!

8. ¿Por qué se nos advierte, especialmente en este tiempo, que oremos? 1ª Pedro 4:7
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En
estos años del cierre de la historia de esta tierra, necesitamos tener
cuidado de que los cuidados de esta vida no ahoguen nuestra preparación
para el regreso de nuestro Señor. ¿No le gustaría estar tan cerca de
Dios, que a cada prueba inesperada sus pensamientos se vuelvan a Él de
modo tan natural como las flores se giran al sol? La relación entre Dios
y cada persona es tan diferente y plena como si no hubiese otro ser
humano en la tierra sobre el que se tuviese que preocupar, como si no
hubiese otro por el que dar a su Hijo amado para morir. ¡Gracias, oh
Dios, por el privilegio de la oración!

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Estudio anterior: Lección 16: La observancia del Sábado.

Siguiente estudio: Lección 18: El pecado imperdonable.

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Si tiene alguna consulta, contacte a Pr. Pedro Torres.

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